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Documentación sobre la Revolución en la Iglesia La Seudo-Restauración Metamorfosis de la Revolución en la Iglesia. El Papa, la Curia romana, el Cardenal Ratzinger, el Opus Dei y compañía.... ...las hipótesis futuras... el nacimiento de las próximas iglesia conservadora y falsa cristiandad. Documentación sobre la Revolución en la Iglesia –nº 4– "La Seudo-Restauración" Nº 4 Año 1993

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Documentación sobre la Revoluciónen la Iglesia

La Seudo-Restauración

Metamorfosis de la Revolución en la Iglesia. El Papa, la Curia romana,

el Cardenal Ratzinger, el Opus Dei y compañía....

...las hipótesis futuras... el nacimiento de las próximas

iglesia conservadora y falsa cristiandad.Doc

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Nº 4Año 1993

Este trabajo está dedicado a laMadre de Dios.

A mis hermanos de la HermandadSacerdotal San Pío X, que luchan ycombaten en defensa de las conse-cuencias públicas de la Divinidad deNuestro Señor Jesucristo.

En el 70 aniversario de la Encíclica“Quas Primas” (1925-1995).

Fotografía de portada:

Cardenal J. Ratzinger

Rev. Padre Julio María TAM

La Seudo-Restauración

I.S.B.N.: 84-921907-0-1

Depósito Legal: M-28647-1996

Imprime: Gráficas GarcíaPalma, 7328015 Madrid

Introducción

Este trabajo está dedicado a los que ya saben que la historia es la lucha entreDios y Satanás, entre el Bien y el Mal.

A quienes creen que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad se encarnó,con todas las consecuencias religiosas, políticas, sociales y económicas que estoimplica, bajo la mirada vigilante del Magisterio romano durante veinte siglos. Estoes, la admirable civilización de la Edad Media «que ya no hay que inventar» (SanPío X) erigida sobre el Hombre-Dios, Su Iglesia y Su doctrina.

A quienes saben que con la Revolución humanista se inicia el proceso de des-cristianización que a su vez engendra la revolución protestante, liberal, y socialista.El Papa Pío XII resume magistralmente con una sabiduría que domina toda la his-toria, ese trabajo del enemigo que «en estos últimos siglos ha tratado de completarla destrucción intelectual, moral y social de la unidad misteriosa ..... de Cristo. Haquerido la naturaleza sin la gracia... ¡Cristo sí, la Iglesia no! Después: Dios sí,Cristo no. Por fin el grito impío: Dios ha muerto...» (Pío XII, 12.X.1952).

A quienes saben también, que los enemigos de la Iglesia, después de haber ins-talado los principios masónicos de libertad, igualdad y fraternidad en la sociedadtemporal, los han introducido en la sociedad eclesiástica con el Concilio Vaticano II;lo que denunció con autoridad S. E. Mons. Marcel Lefebvre, el hombre suscitadopor Dios ante esta Revolución en la Iglesia, en su libro “Un Obispo habla”.

Ya en la Revolución humanista -pero bajo una apariencia poética- los revolu-cionarios han intentado difundir una alternativa interconfesional a la Cristiandad dela Edad Media. Maritain con su “Humanismo integral” busca llevar las aspiracio-nes humanistas, “de la utopía a la ciencia”. Los últimos Papas, con la ayuda delConcilio, intentaron su realización histórica. Pero lo que llama nuestra atenciónhoy, son las metamorfosis de la Revolución en la Iglesia.

En una de sus metamorfosis, la Revolución nos advierte, por boca del Card.Ratzinger, que ha sonado la hora de la restauración, que «ya ha comenzado en laIglesia»; después de los excesos de Pablo VI, hay que dar marcha atrás para evitarel mayor número posible de reacciones e intentar que acepten lo esencial del Con-cilio, el mayor número de fieles. Viendo a la Iglesia conciliar acumular sin prisademasiado material del tipo “Pseudo Restauración” (teorías del Card. Ratzinger, delOpus Dei y de algunos obispos), es lógico pensar que dicho material sea utilizado y

para eso nos preparamos. Puede ser que estemos en vísperas de una operación degran envergadura, poco inferior al Concilio Vaticano II (1).

El Card. Ratzinger, en efecto, comienza a distribuir las “sorpresas”: en 1984,anunciaba la “Restauración” (Jesús, 1984) y 9 años después, sin prisa, declarabaque se dará la vuelta a los altares (Il Sábato, 24 de Abril de 1993).

Sin embargo, aun si en el futuro ocurriese la otra sorpresa de ver restaurarobligatoriamente en toda la Iglesia la Misa de San Pío V, los hombres queactualmente dirigen la Iglesia pueden hacerlo sin que por ello abandonen lalógica de la Revolución liberal.

Porque la doctrina liberal, en el fondo, no pide a la Iglesia más que una solacosa: que renuncie a la Realeza social de Nuestro Señor Jesucristo, al EstadoConfesional, a las consecuencias políticas de la Divinidad de Nuestro SeñorJesucristo, tal como les enseña el Magisterio Romano tradicional. Actualmentequieren una nueva doctrina social: será el exílio de N. S. J .C. de la sociedadtemporal.

Si, conseguido esto, después, “en las sacristías” se celebra la Misa de San Pío V,esto ya no inquieta a la Revolución liberal; esta parece ser la idea dominante delNuevo Orden Mundial que, a cambio, ve a la Autoridad Romana aceptando, y ense-ñando lo que fue condenado sin discusión, de manera infalible e irreformable desdela llamada Revolución Francesa.

Nosotros nos preparamos ya para nuevas “sorpresas”; sin embargo, el mismoCardenal, tranquilizando así a los amos del mundo, nos garantiza que «si por Res-tauración se entiende volver atrás, entonces ninguna Restauración es posible.» ¡Elpromete, de algún modo, no salir de la lógica de la Revolución liberal! La formuladel futuro “catolicismo” sería más o menos ésta: “tradicionalista sí, pero en pri-vado.” Esto no nos sorprende, Mons. Lefebvre nos lo había predicho.

Sin embargo, puede ser bueno el prepararse y preparar para esto a los fieles. Laintención de terminar con el “caso Lefebvre” está declarada abiertamente (cfr.

8 La Seudo-Restauración

(1) El Cardenal Ratzinger dice: “...en este sentido se puede decir que la primera fase del Vati-cano II se ha cerrado...” (Entretien sur la foi, pág. 40). ¿Por qué realizarán los revolucionarios tan-tos esfuerzos para recuperar las reacciones? En la Historia de la Iglesia nunca hubo combate tangrave como el iniciado tras el Vaticano II, y por ello van a intentar mantener la Revolución en laIglesia el mayor tiempo posible. Las mismas fuerzas revolucionarias extrañas a la Iglesia van aintentar probablemente todo tipo de concesiones y "aconsejar" todo tipo de metamorfósis, hasta quela revolución en la Iglesia esté bien asentada. Pero no perdamos de vista que, más tarde o temprano,la Providencia divina los sacará. “Non praevalerunt”. Y volveremos a las persecuciones clasicas, tra-dicionales.

“Entretien sur la Foi” - J. Ratzinger - cap. 2: “un remedio contra el anacronismo”y 30 Giorni, octubre de 1988: “la operación para recuperar a los tradicionalistascontinúa”). Pero «a pesar de esta agresiva “operación recuperación” bien condu-cida y puesta en marcha por las autoridades vaticanas, el ejército tradicionalistade Mons. Lefebvre, está lejos de ser vencido y de batirse en retirada, como muchoslo creen hoy» (Il Sábato, 8 de Julio de 1989).

El Card. Ratzinger nos señala uno de los fines de esta operación en una entre-vista a Il Regno (Abril de 1994). Después de haber reconocido que «el fenómenolefebvrista está en expansión...» y «esto hace difícil una acción en el futuro» (puedeser una excomunión en bloque o la criminalización so pretexto de fundamentalismopara entregarnos en brazos del Nuevo Orden Mundial), quiere poner una cuñaentre los que quieren la liturgia tradicional y los que quieren también el Reinosocial de Nuestro Señor Jesucristo (entendiendo esta actitud como un «endureci-miento creciente de los responsables»). Este es su plan.

Por lo tanto, ¡preparémonos! Cuando la Pseudo-Restauración esté madura ysalga adornada con todos sus encantos -con la ayuda de fuerzas ajenas a la Iglesia-tendremos la oportunidad de oír repetir los eternos slogans de los traidores: «acep-temos, más vale ceder un poco que perderlo todo», «no hay que batirse para no servencido, hay que salvar lo que puede salvarse», etc. Eso no es la lógica de la fe,eso es sentimentalismo.

Introducción 9

Los Cristeros durante la persecución mejicana (1926-1930).

Cuando el gobierno masón (14-7-1926) obligó a los católicos a actos positivos contra la fe,

los católicos pasaron a la resistencia armada.

Capítulo I

Hipótesis futuras

§ 1 - Hipótesis futuras.En este análisis no perdamos de vista las grandes líneas de la historia de la

Revolución, porque esta lógica seis veces secular no cambia nunca. Una mirada a lahistoria nos enseña que las Sociedades secretas son fieles a sus consignas. Nada deemociones, ni de sentimentalismos en las maniobras de la Revolución. No dejemosde leer todos los detalles de la actualidad a la luz de las grandes líneas de este pro-ceso lógico: desde hace seis los siglos, la Revolución no cambia.

La Revolución es una ciencia y la Contra-Revolución también.

¿De qué manera puede concretarse la Pseudo-Restauración, es decir, la cons-trucción de la futura Iglesia conservadora católica liberal y de la falsa cristian-dad?

Podemos tratar de resumir, de manera un poco esquemática, los últimos hechoshistóricos:

I.- Hasta el Papa Pío XII, la Iglesia no se adapta doctrinalmente a la Revolu-ción (al mundo) y continúa afirmándose a sí misma como la verdad objetiva, única,exclusiva. Entonces la Revolución suscita grandes persecuciones y el genocidio depueblos católicos: los Cristeros en México (1926), España (1936), Rusia, Vietnam,etc...

II.- Con los Papas Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, los hombres de Igle-sia, mediante el Concilio Vaticano II, se adaptaron a la Revolución, introduciendolos principios de la libertad, igualdad y fraternidad (el relativismo) en la teoría y enla práctica de la Iglesia. En los 30 años siguientes al Concilio, cesan las grandes per-secuciones, la Revolución desarma su brazo violento, el Comunismo con la Peres-troïka. Quedan pequeñas persecuciones: el Líbano, Croacia, el asesinato de algunoshombres de Iglesia.

III.- Ahora, el clero, en los años 60, podía pensar en adaptar la Iglesia al mundomoderno, sin demasiados traumas; en efecto, en los últimos países católicos, el

poder aún permanecía en manos de la Iglesia. Estos eran Estados confesionalescatólicos (Italia, España, América latina en general...)

Allí no había ley de divorcio, de aborto, de eutanasia, de homosexualidad...

Pero en los años que van de 1960 a 1990, la Revolución aceleró su marcha satá-nica, se ha asistido a la laicización de los países católicos: separación de la Iglesiay del Estado, laicismo en las escuelas, los hospitales, el ejército, debilitamiento delpoder católico en todos los niveles, revolución cultural laica, fomento y victoria delas filosofías laicas, aparición de partidos liberales, triunfo del relativismo, libertade igualdad de las religiones, tolerancia universal, crítica del pasado de la Iglesia,difusión de las sectas, aceptación del programa del laicismo por los católicos, tota-litarismo laico, dogmatismo laico y democrático... mantenimiento de las formasexteriores de un cristianismo vacio de su esencia, hombres “católicos” al frente deinstituciones laicizadas; el Estado, amo y señor de las religiones. En Europa, lainmigración de los pueblos no católicos, los hombres de Iglesia predicando las doc-trinas de la Revolución...

IV. - ¿Qué harán ahora los hombres de Iglesia? Sólo les quedan estas posiblili-dades :

a) seguir adaptándose a la Revolución,

b) romper con ella, o fingir una ruptura.

He aquí nuestras hipótesis:

a) Si los hombres de Iglesia continúan adaptándose a la Revolución, en el futurose asistirá a una destrucción más completa de la doctrina y de la estructura de laIglesia. Ella perderá cada vez más su identidad, a cambio de una cierta paz.

Aquí será cada vez más importante el papel de la Hermandad Sacerdotal S. Pío X,encabezando las reacciones.

En esta hipótesis, las próximas concesiones a la Revolución serán entre otras:aceptación de los contraceptivos, la mujer en la liturgia, la reinserción de los sacer-dotes casados en el ministerio, la supresión del celibato, la eliminación de todo ras-tro de confesionalidad.

En un porvenir más lejano (porque la Revolución en la Iglesia es un fenómenoque sobrepasa a cada uno de los Papas que cumplen una pequeña parte) aun cre-yendo que las fuerzas del Infierno no prevalecerán, nosotros prevemos una cre-ciente democratización de la estructura de la Iglesia, según el modelo del SínodoDiocesano de Roma en 1992; concesión del poder deliberativo al Sínodo, avancedel proceso de unificación con las demás religiones, creciente ruptura con el Magis-terio anterior, antiproselitismo, sumisión al Nuevo Orden Mundial, silencio ante los

12 La Seudo-Restauración

excesos de la Revolución, a las blasfemias públicas, exaltación de los derechos delhombre, pacifismo acompañado de un rearme moral a lo protestante. (2)

b) En caso de que se entre en ruptura (o pseudo-ruptura) con la Revolución, unasituación de persecución reaparecerá, como en la época de Pío XII, y puede ser peoraún. (3)

He aquí las diferentes hipótesis que se pueden dar:

1.- Una ruptura en el mismo interior de la Iglesia Conciliar -porque el frentemodernista no es uniforme: aun manteniendo una unidad disciplinaria, estámuy dividido en el plano doctrinal-. Se asistirá a la formación de una iglesiacatólico-liberal y de otra católico-progresista, sin excluir la elección de dosPapas. (4)

2.- La Iglesia progresista seguirá a la Revolución en todos sus excesos yserá apoyada por ella; la iglesia conservadora-liberal tendrá un papel capi-tal en toda Revolución: retroceder todo lo posible, pero manteniendo losprincipios revolucionarios.

Estudiaremos esta metamorfosis de la Revolución en la Iglesia, porquepara nosotros es la más peligrosa.

Esta sería la hipótesis de una pseudo-ruptura.

Trataremos de mostrar la base doctrinal, los instrumentos, las obras ya conclui-das, y los proyectos futuros. Nosotros la llamaremos la “Pseudo-Restauración”.

Capítulo I - Hipótesis futuras 13

(2) He aquí lo que un vaticanista agrega al programa de la Revolución en la Iglesia: "unreconocimiento del valor salvífico de las otras religiones y de las espiritualidades no cristianas connuevos y más vastos espacios para la inculturación del cristianismo en China y en Africa; la ela-boración de una Nueva Teológia de la Naturaleza, para contribuir con eficacia a la unión de lasfuerzas religiosas con los combates ecológicos.... La lista no puede descuidar las teologías delcuerpo, el descubrimiento de una base bíblica en la ética de la gratuidad y del no-trabajo, la cor-poreidad... En fin, todo el dominio de las reformas que urgen en la Iglesia, tales como el sacerdo-cio de las mujeres, los nuevos ministerios laícos, el papel de las comunidades de fieles como suje-tos, el “status” del profetismo y del carisma, de lo imaginario y de la desviación en la Iglesia; unprimer paso para la unidad de las iglesias, como una sinfonía “de iglesias hermanas”, el estudiocon ánimo sincero del problema de la definición del futuro del matrimonio con la cuestión de sabersi todas las formas de poligamia africana son verdaderamente incompatibles con el cristianismo...,la cuestión general de la reformulación del “depositum fidei” (G. Zizola, “La Restaurazione diPapa Wojtila”, Ed. Laterza, Bari 1985, pág. 239).

3) Ver informe “Escándalo y persecuciones -hipótesis de chantaje sobre la Iglesia". N. B.:Estos informes pueden obtenerse del autor del presente libro.

(4) Ver informe “Hipótesis de ruptura en la Iglesia Conciliar”

Una persecución seleccionada de "fundamentalistas"

3.- Una persecución seleccionada de los “fundamentalistas”. Es de interés elestudio de la identificación doctrinal del fundamentalismo, su criminalización,el eco en los medios, los proyectos de leyes que permiten ponerlo fuera de laley, y las aplicaciones ya en vigor. (5)

Se ha dicho “persecución seleccionada”, porque ella depende de las divisio-nes de las fuerzas actuantes, del lado progresista y del lado liberal (6). Así sepodrá asistir al final de la Perestroika, y a la resurrección del brazo violento dela Revolución. (7)

V.- Las previsiones racionales se unen aquí a las luces que sobre el porvenir nosproporcionan las profecías admitidas por la Iglesia. Ya hemos recordado que lalógica última de la historia, es el combate entre Nuestro Señor Jesucrito y Satanás.Actualmente el enemigo ha conseguido, con la Revolución, poner a las almas enestado de apostasía y de pecado sin precedentes en la historia de la Iglesia ¿En quémomento el Demonio decidirá hacer la vendimia para el Infierno? Las bombas ató-micas están preparadas; están en manos del socialismo, del liberalismo satánico y

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(5) Ver informe “Hipótesis de persecución como fundamentalista”.

(6) Ver Zizola, op. cit. pág. 231.

(7) Ver informe “Fin de la Perestroika e itinerario hacia la guerra nuclear”.

de sus amos, y se presenta la siguiente cuestión: por ejemplo, si Dios ha decididodetener la Revolución, con castigos (porque es paradójico que Dios exista y que elmundo esté en este estado), los jefes de la Revolución, viendo que no pueden ter-minar la construcción de su templo masónico, de su torre de Babel, ¿serán fieles ala consigna de los Jacobinos?: “Haremos de Francia un cementerio, si no podemosregenerarla a nuestra manera”. (8)

VI.- En esta situación, el hombre se ve obligado a levantar los ojos al Cielo y acontemplar la promesa de la Santísima Virgen en Fátima: “Al fin mi InmaculadoCorazón triunfará”. Humanamente no hay solución, la Revolución está muy fuerte,tiene todo el poder; hay demasiados “conservadores” mal formados que caen fácil-mente en las trampas de las pseudo-restauraciones. Los que combaten seriamenteen las filas de la Contra-Revolución son un número reducido, los otros son especta-dores.

¿Quiere Dios Nuestro Señor preparar las condiciones para una intervenciónadmirable de Su Santa Madre? ¿Condiciones tales que ya no sea posible dudar deque ése sea el triunfo sobrenatural del Bien sobre el Mal? Porque Satanás, pese atodo, es el servidor de Dios, «...haciendo lo que él quiere, trabaja para el cumpli-miento de los pensamientos divinos». (9)

Esto nos lleva a concluir con una última hipótesis histórica.

VII.- Hipótesis sobre la falta de desarrollo de la cristiandad de la EdadMedia debido a la resistencia a la gracia de la exaltación histórica de la Madrede Dios.

Porque la gracia no puede perder su fuerza (10). ¿Por qué entonces en lugar dela expansión de la cristiandad por todos los continentes, el gráfico de la historiamuestra seis siglos de descenso hasta las tinieblas del siglo XX?.

¿Puede suponerse que hubo una resistencia a la gracia? Algunas almas privile-giadas llamadas a predicar la exaltación histórica de la Santísima Virgen no lo

Capítulo I - Hipótesis futuras 15

(8) Carrier citado por Mons. Delassus, “Le probléme de l'heure presente”, Lille 1904 pág. 248.

(9) Es interesante constatar que los mejores enemigos también lo se lo pregunten.

"El fundador del iluminismo francés, Saint-Martin, sospechaba que Satanás podría no tener laúltima palabra en la Revolución. El 6 de Enero de 1794, escribía al barón de Kirchberger: “Yo nohe dudado jamás que la providencia no se mezclara en nuestra revolución y de que no fuese posibleque retrocediera (la revolución). Ahora más que nunca, creo que las cosas llegarán a su término ytendrán un final muy importante y muy instructivo para el género humano”. (Mons. Delassus, “Le probléme de l'heure presente” T. II, pág.10).

(10) Mons. Lefebvre, Sermón del Jubileo Sacerdotal.

habrían hecho? ¿Era ésta la condición requerida por la Santísma Trinidad para cum-plir el mandato del Señor: "Id y enseñad a todas las naciones”?.

Ya las resistencias de Lucifer y de Adán precipitaron a los hombres una primeravez en las tinieblas pre-cristianas, y la Encarnación, y el “Fiat” de la Virgen nosdevolvieron a la luz.

¿Por qué a finales del Siglo XX la Providencia, de manera extraordinaria llamala atención de los fieles sobre la Santísima Virgen por medio de las grandes apari-ciones de Lourdes, de Fátima?

¿Va a cumplir Ella un papel histórico?

¿La gracia que los hombres habrían rehusado -rechazo que habría provocado elcomienzo de la Revolución-, la Santísima Trinidad, que no renuncia a su Plan deAmor, la impondrá en todo su esplendor?

Entonces algo admirable nos espera, porque no podemos prever lo que Dioshará; Él es el Ser Superior, nosotros somos seres inferiores. Él hará algo que jamáspodremos imaginar, que nos colmará de un indecible amor.

Además, estaba profetizado: “... Ella te aplastará la cabeza”.

La teología atribuye al Padre la Creación, al Hijo la Redención, al EspírituSanto la difusión de la Iglesia, y a la Virgen el papel histórico de aplastar la cabezade la serpiente y de su obra: la Revolución; y en Fátima la promesa se hizo: “Al finmi Corazón Inmaculado triunfará”.

“Venid, oh Madre de Dios, os esperamos, cumplid lo que la Santísima Trinidady nosotros esperamos de Vos sólo Vos tenéis el permiso de Dios para aplastar lacabeza de la serpiente. Venid ya.”

§ 2.- Dos peligros y dos remediosComo es previsible, los próximos años nos pondrán frente a dos situaciones

particularmente peligrosas que nuestra lúcida prudencia debe considerar:

1) La Pseudo-Restauración que parece querer caracterizarse por la eclosión deuna iglesia conservadora (iglesia liberal mejorada): “tradicionalista” en la sacristía,e interconfesional en público.

2) La persecución, por el Estado, de los tradicionalistas como fundamentalistas.

En ambos casos, según mi parecer, la mejor preparación -además de los mediosgenerales- consiste en una insistencia especial en formar convicciones profundas,arraigadas, capaces de sostener la fe de los sacerdotes y de los fieles tradicionalis-tas, frente a las trampas futuras aun en la eventualidad de que faltaran los apoyosexteriores, como en las persecuciones clásicas de la historia de la Iglesia.

16 La Seudo-Restauración

Imagen de la Santísima Virgen de Covadonga (España).

Desde este Santuario partió la reconquista católica de la Península Ibérica,

cuando todo parecía perdido.

Convicciones de esta clase pueden obtenerse gracias:

1.- La formación Contra-revolucionaria: El enemigo estudiado con mayormétodo. Hay que substraer este estudio a la discreción personal y hay que guiarlosistemáticamente con un curso especial: naturaleza, metamorfosis, métodos...

2.- La oración mental que es la única y última defensa que queda al católicocuando se le ha quitado todo. Reconstruir en su interior, todo lo que desaparece enel exterior. “En la época del Renacimiento... los mismos espíritus fueron perverti-dos... El sacerdote, el monje y el fiel deseosos de practicar sus deberes no podíanya encontrar más que en ellos mismos, en su vida interior, el medio de preservarseo de liberarse de las malas influencias de las opiniones de la época. (11)

Pese a contar con la intervención extraordinaria de Dios, nosotros no la pode-mos “programar”. Sólo nos queda prever el futuro y preparar a los tradicionalistasa fin de que perseveren en la defensa de la Fe, incluso en el caso en que la Herman-dad San Pío X fuese puesta fuera de la ley.

Sólo aquellos que estén firmemente convencidos podrán, con la gracia de Dios,soportar la Pseudo-Restauración que vendrá y el impacto de la supresión de los apo-yos exteriores. Porque el combate debe continuar a pesar de todo.

Sin embargo, no excluimos que la Providencia intervenga por medio de ciertoscastigos con el fin de que los pérfidos no puedan llevar a cabo sus proyectos.

18 La Seudo-Restauración

(11) P. Pourrat, “Le spiritualité chretienne”, T. III, cap. I, pág. 5.

Capítulo II.

¿Qué es la Pseudo-Restauración?

§ 1.- La Pseudo-Restauración

Siendo la Revolución un fenómeno histórico que tiene unas causas y una lógicamuy precisas, su estudio es una ciencia. En su desarrollo histórico, sufrió meta-morfosis; así paralelamente a la sociedad temporal, observamos las mismas trans-formaciones en la Revolución en la Iglesia. (12)

La Revolución en la Iglesia es un fenómeno que supera el pontificado de cadaPapa. Cada uno cumple una parte. (13)

El pontificado actual y la gestión de la Congregación para la Doctrina de la Fepor el Card. Ratzinger, se manifiestan, al menos en parte, como una pseudo-restau-ración: mientras que Pablo VI avanzaba dos pasos, el Papa Wojtila y el Card. Rat-zinger, en ciertos puntos, están por hacer un paso atrás. Es una maniobra típica dela Revolución, indispensable para eliminar, recuperar, y adormecer a la reacción.

La historia, maestra de vida, enseña que, en la sociedad temporal durante laRevolución liberal, llamada francesa, Robespierre y los Jacobinos tendían a las con-secuencias más radicales, entre otras el igualitarismo económico; esta actitud creóviolentas reacciones en el ala burguesa de esta misma Revolución, que solamentequería el igualitarismo religioso, político y social. Para sobrevivir la Revolucióndebió dar un paso atrás: Napoleón combatió a los “extremistas” reintroduciendo laMonarquía, pero conservando en el Código de Napoleón los nuevos principios delibertad, igualdad, fraternidad, es decir los derechos del hombre. En efecto, negadala existencia de la Verdad objetiva, el derecho a practicar públicamente cualquierconvicción de su propia conciencia se impone naturalmente, de ahí nacen el relati-vismo y el igualitarismo religioso, civil y político.

(12) Ver Giancarlo Zizola: “La Restaurazione di Papa Wojtila”, pág. VII. Ed. Laterza. 1985.

(13) Filipo Gentilioni, “Il manifiesto”, 10.12.1985.

Napoleón introdujo por la fuerza este código liberal en toda Europa, y hoytodos los Estados, anteriormente católicos, tienen una constitución liberal queimplica un cambio cultural y social, con la transformación de los modelos de vidadel país. (14)

En la Iglesia, que a diferencia de la sociedad temporal, ha recibido la promesade la indefectibilidad, está por producirse la misma situación, según una interesanteanalogía: Se comprende fácilmente que los modernistas a quienes falta la visiónsobrenatural, busquen recuperar la reacción según el ejemplo histórico de que dis-ponen.

Después de los excesos en la teología, en la moral y en la liturgia de la época dePablo VI, que provocaron fuertes reacciones, la Revolución busca dar un paso atrás,en ciertos dominios.

El Card. Ratzinger lo declara oficialmente, y con autoridad en la famosa entre-vista de la revista Jesús (Noviembre de 1984) publicada con la mención “texto apro-bado por S. E. Card. Ratzinger el 1 de octubre”; uno de los subtítulos afirma:”¿Res-tauración? Sí, si esto significa un nuevo equilibrio”.

“Si por restauración se entiende una vuelta al pasado, entonces no es posiblerestauración alguna: La Iglesia se encamina hacia el cumplimiento de la Historia,fijos los ojos en el Señor. Pero si por “Restauración” se entiende la búsqueda de unvuevo equilibrio, después de las exageraciones de una apertura al mundo sin dis-cernimiento, después de las interpretaciones demasiado positivas de un mundoagnóstico y ateo, entonces, sí, esta “restauración” es deseable, además, está enmarcha...”

“El problema de los años sesenta era el de adoptar los mejores valores repre-sentados por dos siglos de cultura «liberal» (15). Porque hay valores que habiendonacido fuera de la Iglesia, pueden, una vez enmendados, encontrar su lugar en suvisión del mundo, esto se ha hecho. Pero hoy el ambiente es diferente, demasiadaascosas han empeorado, respecto a lo que justificaba un optimismo tal vez ingenuo.Es necesario buscar nuevos equilibrios.”

20 La Seudo-Restauración

(14) Ver “Notas sobre la Revolución en la Iglesia”, cap. 7. Zapotiltic, México.

(15) Aquí se encuentra el meollo del error del Cardenal Ratzinger: el juicio sobre el mundomoderno y sobre la Revolución. Lo demás es consecuencia lógica.

El Conde Joseph de Maistre.La Revolución ha conseguido "hacerse amar por aquellos mismos

de los cuales es su enemiga mortal".

§ 2- Joseph de Maistre “profeta” contra toda Pseudo-Restauración

Los méritos de Joseph de Maistre, a pesar del silencio oficial, son muy grandes.Como verdadero maestro del pensamiento, supo ver y creer en la lógica de la Revo-lución. Su diagnóstico tiene el mérito de estar entre los primeros y más definidos dela historia; supo prever con certeza sus trágicos desarrollos, y, como buen contra-revolucionario, prever también la pseudo-restauración napoleónica.

A) La RestauraciónA partir de 1792, por fidelidad al Rey depuesto y por no prestar juramento a la

Constitución liberal, el senador de Maistre se marcha, sin pensarlo dos veces, al exi-lio (se refugia en Lausanne en 1793).

Capítulo II - ¿Qué es la Seudo-Restauración? 21

En 1797, estando en Suiza, publica su “Considerations sur la France”. Estelibro explosivo despertó providencialmente de las ilusiones y torpezas, a los medioscatólicos y monárquicos, que con total ceguera, esperaban una futura reconciliaciónentre la secta revolucionaria y los soberanos caídos. Este libro pronto resultó eltexto fundamental de los círculos contra-revolucionarios, haciendo de su autor elprincipal teórico de la reacción legitimista, preparando las condiciones doctrinalesy psicológicas de lo que debió ser, 17 años más tarde, la “Restauración”. En elcampo contrario, el ensayo fue leído atentamente por el mismo Bonaparte que, cap-tando la gravedad del peligro, obligó al gobierno de Saboya a prohibir su difusiónen el Reino de Cerdeña. Después intentó por la diplomacia alejar al Conde de Mais-tre de las cortes europeas.

Por paradójico que esto pueda parecer, los principales obstáculos a la obra de J.de Maistre vinieron precisamente de las Casas Reales, convencidas como estabande poder “salvar lo que sea posible” únicamente cediendo a todos los compromisos,y con el pretexto de mantener la misma distancia con los “opositores extremistas”;en realidad, estaban tan ansiosos en mantener el diálogo con sus enemigos revolu-cionarios e inmovilizar así a sus amigos contra-revolucionarios, temiendo que unadefensa intransigente de los principios arruinara la precaria alianza con los herede-ros de los jacobinos. Bien pronto el Conde comprendió que la ceguera de los sobe-ranos hacía que la Revolución consiguiera “hacerse amar por aquellos mismos dequienes era la peor enemiga, y esa misma autoridad que la Revolución buscainmolar, la abraza estúpidamente antes de recibir el golpe fatal” (J. de Maistre).

El llegó a convencer al mismo Zar para que se adhiriese a la liga antinapoleó-nica dirigida por Austria, que poco después, derrotó a los ejércitos de Bonapartehaciendo así posible la tan deseada Restauración.

B) Las decepciones de la “Restauración”Esta “Restauración” precisamente defraudó amargamente las esperanzas del

Conde, que para apresurarla había afrontado exilio, pobreza e incomprensiones. DeMaistre ante todo luchaba porque los principios cristianos fueran restaurados, pararestablecer el lazo entre Dios y las naciones luchando contra las tendencias y losgérmenes de disolución que habían engendrado la Revolución; por el contrario lasCasas Reales de Europa, se limitaban a reponer en el trono a los soberanos legíti-mos, pero sin curar el mal revolucionario, y además, aceptando numerosas “refor-mas liberales” como el Código Napoleonico. Por otra parte, las decisiones del his-tórico Congreso de Viena que cimentaron el futuro de Europa, indignaronprofundamente al Conde. De Maistre entendía muy bien que la “Restauración”basada, no sobre la fe sino sobre la diplomacia y las fuerzas políticas, no iba a resis-

22 La Seudo-Restauración

tir mucho tiempo a la influencia revolucionaria. La evidente debilidad de lasmonarquías restauradas mostraba claramente que no había cesado la infiltraciónmasónica de las Cortes Reales, sino que por el contrario, había progresado.

“Sería un grave error el creer que el Rey de Francia ha sido repuesto en eltrono de sus antepasados: en efecto, él ha subido al trono de Bonaparte. Al princi-pio la Revolución fue democrática, luego oligárquica, hoy es monárquica, pero ellasigue su camino.”. La política restauradora, según de Maistre, no golpeaba el cora-zón del monstruo de numerosas cabezas, no destruía las raíces de la subversión sinoque se limitaba a oponer una revolución nueva y “moderada” a la antigua revoluciónradical: y con estas palabras lapidarias afirmaba: “La Contra-Revolución no seráuna revolución en sentido contrario, sino lo contrario de la Revolución”. Es decir,el restablecimiento integral del Orden Cristiano.

En 1817 por fin el conde regresó a su Patria, llegó a París donde fue acogido conentusiasmo por los medios monárquicos que en él veían al profeta de los principiosde la “Restauración”, mientras que, paradójicamente, era recibido con cierta frial-dad por Luis XVIII que temía las críticas corrosivas a la Constitución de 1814, enla cual el Rey Borbón había mantenido importantes “reformas” revolucionarias.

La Divina Providencia le hizo encontrar a otro gran enemigo de Napoleón, elvenerable padre Pío Brunone Lanteri, fundador de las “Amistades Cristianas”, lamás influyente asociación contrarrevolucionaria de la época que lo admitió comomiembro en 1817; desde allí trazó una especie de breve manifiesto-programa en sucarta al Conde Stolberg.

En medio del embarazoso silencio de los discipulos de la Restauración quehabían fundado la “santa alianza” sobre un compromiso entre las diferentes CasasReales y la secta masónica, basada en una religiosidad deista y un interconfesiona-lismo equívoco, el mensaje del Conde fue recibido como una teoría irrealista, mien-tras que en ese tiempo el revolucionario Talleyrand, con su diplomacia de ilusio-nista conseguía hacerse seguir incluso por los reaccionarios. Por el contrario, elConde de Maistre, por su intransigencia lúcida y realista, era despreciado, item más,por la realeza que, sin embargo, él había defendido. El se daba cuenta que los aban-donos de los gobiernos de la “Restauración” apresuraban la crisis de los Tronos y elregreso con fuerza de la tempestad revolucionaria y escribía: “... La Revolución esmás terrible que en los tiempos de Robespierre: creciendo se ha perfeccionado. Noha sido vencida sino que sigue en pie: avanza, corre, se eleva...”. La historia le daríala razón.

Actualmente todo el mundo admite que la influencia del pensador de Saboya hacontribuido en forma determinante al desarrollo cultural que condujo a la condena

Capítulo II - ¿Qué es la Seudo-Restauración? 23

de los errores de la Revolución francesa y del liberalismo filosófico-político, con-denas formuladas en las encíclicas de León XIII y San Pío X. Igualmente se le debeel renacimiento general de los estudios políticos en el ambiente católico, después deun tiempo bastante prolongado en el cual habían sido descuidados o simplementeabandonados a corrientes de pensamiento extraño, por no decir hostil a la tradiciónauténticamente católica.

“R. P. Pío Brunone Lanteri

24 La Seudo-Restauración

§ 3.- Antecedentes históricos de la Pseudo-RestauraciónTodas las herejías que han tratado de cambiar la doctrina católica constituyen,

para la Revolución en la Iglesia, antecedentes muy instructivos.

Particularmente interesante es la analogía entre la Pseudo-Restauración y lasalternativas político-sociales inventadas por los humanistas contra la Cristiandadmedieval.

Etienne Gilson, en su libro “Metamorfosis de la Ciudad de Dios”, (16) en ciertaforma ofrece una analogía de las cristiandades alternativas al Orden Social encar-nado en la Edad Media bajo la mirada vigilante del Magisterio romano.

La Revolución humanista es la verdadera ruptura con la concepción cristianadel mundo; ella contiene como en germen todo el potencial de las Revolucionessucesivas que han ido devastando al mundo, y hoy día a la Iglesia. Los humanistas,estando más próximos y siendo mejores conocedores de la Cristiandad que noso-tros, supieron mejor que nadie dónde y qué veneno inocular.

Gilson ve en el franciscano inglés Roger Bacon (17) la cabeza de la Revolu-ción cultural humanista en el siglo XIII. En sus escritos trata de difundir la idea deunificar todos los pueblos, la sabiduría debiendo guiar al universo. En el “Compen-dium” hace la crítica de los defectos de la sociedad medieval y propone una teoríade unificación del mundo. Ahí plantea el siguiente problema: ¿cómo hacer que la fesea universal? ¿Por qué camino la Iglesia puede obtener este resultado? (18).

Bacon propone apelar a los conocimientos naturales y a lo que todas las reli-giones tienen en común. Gilson dice: “La doctrina de Bacon marca la primerametamorfosis caraterizada y dificilmente discutible de la noción de Ciudad de Dios(...) Si la Ciudad de Dios llega a ser la Iglesia, los Estados serán la Ciudad terrena,entonces la Iglesia debe absorver los Estados con el fin de mantener la unidad deuna sola Ciudad. Para evitar esta dificultad, Roger Bacon parece haber sentido lanecesidad de incluir efectivamente todo el saber humano en la sabiduría cristianapara asegurar el triunfo universal de la fe.” (Cf.op. cit. Cap. III, pp.106-108).

El segundo pensador examinado por Gilson es Dante Alighieri. En sustancia,su teoría de la sociedad universal, todavía con estructuras imperiales, sustrae lo

Capítulo II - ¿Qué es la Seudo-Restauración? 25

(16) Etienne Gilson. Metamorfosis de la Ciudad de Dios. Ed. Troquel S.R.L. pág. 93. BuenosAires 1954.

(17) Condenado en 1277 por el Capitulo General de la Orden Franciscana.

(18) Ver el ensayo de Mons. Lefbvre sobre el nuevo método para evangelizar la fe. “El golpemaestro de Satanás”.

temporal a lo autoridad espiritual al hacer autónoma la autoridad del Emperadorrespecto a la del Papa. “La sociedad universal por él prevista será pluralista” diceGilson, opuesta al modelo concreto en el cual él vivía.

En “De Monarchía”, Dante abre el camino haciendo la apología del Imperiocomo único medio de evitar la guerra y crear la paz. El exagera los favores divinosy las virtudes naturales del pueblo romano.

Al comentar “De Monarchía” Gilson escribe:” Una tesis semejante no podíasatisfacer a los legisladores franceses (...) ni a los teólogos ansiosos por asegurarla autoridad del Papa sobre el Imperio... porque esta misma es la que Dante poneen duda.

Si Roma debe a la naturaleza y a Dios el haber conquistado el imperio delmundo no se ve bien con qué derecho el Papa tendría jurisdicción sobre él... Danteafirma que de hecho el Imperio depende directamente de Dios solo”.

En resumen Gilson: en la teoría del sol y de la luna (el Papa y el Emperador),algunos sostienen que, como la luna recibe la luz del sol, así el emperador recibe laautoridad del Papa; aquellos se equivocan, dice: el Emperador sólo recibe una luzque lo ayuda espiritualmente en el ejercicio de su autoridad. (Uno está tentado dereconocer la teoría de la inspiración cristiana de la sociedad cara a Maritain y alOpus Dei).

Así en la teoría de las dos espadas, Dante niega que los dos están en manos dePedro.

Y concluye que “el Papa y el Emperador dependen directamente sólo de Dios.”

Gilson termina diciendo: “Esta plena autonomía de lo temporal, permite aDante, por primera vez, parece, el ideal del género humano verdaderamente uni-versal...

En la jerga política de la Tercera República Francesa, se dirá que el Imperiouniversal de Dante es “neutro” y que su mismo laicismo cimenta su universalidad.Todos los hombres están llamados a integrarlo sin distinción de raza o de religión(...) He aquí por qué la distinción entre el Imperio y la Iglesia se modifica aquí poruna distinción correspondiente entre filosofía y teología, razón y revelación. Su“laicismo” alcanza aquí un “racionalismo” que es su misma condición.

Haciendo de la razón filosófica la luz propia de lo temporal, Dante descartabala dificultad opuesta a la constitución de una sociedad universal del génerohumano por el particularismo de las religiones.

26 La Seudo-Restauración

Estamos en el siglo XX, ya no hay “Monarquías” y los pueblos están todavíapreguntándose cómo unirse. No se podría reprochar al altísimo poeta de no haberencontrado desde el siglo XVI, respuesta a nuestros problemas.

Dante aceptaba implícitamente dos postulados... El primero que la razón natu-ral sería, por sí sóla, capaz de alcanzar el acuerdo entre los hombres sobre la ver-dad de una misma filosofía.... Peor aún es el segundo error que comete en sumanera de entender la subordinación de lo temporal a lo espiritual.

¿..Puede haber un imperio universal, sea cual sea su forma política sin que sesubordine a Dios a través de la jurisdicción de la Iglesia, dentro de la cual, lejos deperder su autonomía, hallaría su razón de ser? Puede haber Iglesia sin que hayaunidad política en la Tierra; pero ¿puede haber unidad política sin que hayareconocimiento, por parte de lo temporal, de la autoridad directa de lo espiritual,no solamente en el terreno de la moral, sino también en la política? A partir deDante, nadie podrá en adelante ignorar que esta es la cuestión.”

El tercer autor que Gilson estudia es el Cardenal alemán Nicolas de Cues(1401-1464), un verdadero precursor de la Iglesia Conciliar, una autoridad en lamateria.

“El mensaje de Nicolas de Cues es muy sencillo”, Gilson lo expone así:“...Desde que sabemos cómo es concebida la universalidad de la religión cristiana,no podemos menos que estar sorprendidos de una tan maravillosa impunidad”(19). (La tolerancia del error es una característica de la Revolución humanista,n.d.l.r.)

Capítulo II - ¿Qué es la Seudo-Restauración? 27

(19) “Su irenismo concuerda de forma simultánea con su concepción de Dios, como unión delos opuestos y de los extremos. Dado que Dios es infinito, es al mismo tiempo lo máximo y lomínimo. (La “docta ignorantia” que es el intelecto de la fe, hace, evidentemente, más fácil la con-ciliación de las diferentes religiones). Dios es el ser y el no-ser, la luz y las tinieblas, etc. De ahí naceuna “teología circular” que, continuando con la de Denys, nos conduce a esta ignorancia que es el“intellectus” místico. De ahí surge, también, una concepción de la Iglesia como unión de las almasen la fe en Jesucristo” (“De docta ignorantia”, I.4. y III, 11 y 12, citados por Gilson).

Ésta es la teoría de las doctrinas ocultas que afirma: “El ser eterno es el todo y la nada, lo mejory lo peor, el amor y el odio, las sombras y las luces” (“Revista Internacional de las SociedadesSecretas, tit. XVII, 1928, pág. 373). El Padre Julio Meinvielle decía que Nicolás de Cues “recibió lainfluencia de la Cábala, aunque sea de forma indirecta, a través de diversas corrientes”. (J. Mein-vielle, “De la Cábala al progresismo”, Ed. Epheta, Buenos Aires, 1994, pág. 181).

[Hay materia suficiente para escribir un libro sobre la diferencia entre la falsa y la verdaderamística, recomendada por el Magisterio Romano. La Revolución trata de esconderse en lo incom-prensible. Las “tinieblas divinas” de las que nos hablan los verdaderos místicos son algo totalmentediferente. n.d.a.].

La religión es un factor de unidad, pero las religiones son un factor de división.Hace falta, por tanto, que haya una sola religión, y el Cardenal no duda un instanteen que ésta no pueda ser la religión Católica, apostólica y romana, pero tampocoduda en que son necesarios ciertos arreglos para que pueda alcanzar a las demásreligiones. Esta es precisamente la tésis que defiende en “De pace fidei” (1454). (20)

Su principal preocupación son las guerras de religión. (21)

Horrorizado por esta idea durante varios días, tuvo al final una visión (22), quele revela el modo de poner fin a estas disputas religiosas. Si reuniéramos en unCongreso algunos hombres dotados de reconocida inteligencia y respaldados porlas diversas religiones que hay en el mundo ¿no se hallaría entre todas ellas unmínimo acuerdo real, sobre el cual pudiera establecerse una paz duradera? El tra-tado de Nicolás de Cues es como el “glosario” oficial de este congreso celestial delas religiones.

“Cese el odio, el sufrimiento y la guerra, y todos conocerán que sólo existe unareligión con diversidad de ritos. Si esta diversidad de ritos no puede ser suprimida,o si es mejor que perviva para que los pueblos rivalicen en el culto a Dios, puedahaber, al menos, así como Tú mismo eres Uno, una sola religión y un solo cultodivino. ¡Señor, sé indulgente! Tu cólera es amor y tu justicia compasión. Tén pie-dad de tu frágil criatura.”

Nos encontramos con frases de nuevo cuño y, para esa época, literalmente sor-prendentes. En primer lugar aquélla donde se manifiesta el sentimiento ecuménicode Nicolás de Cues: es a un sólo y un mismo Dios al que las diferentes religionessirven de diferentes maneras y que llevan nombres diferentes. En segundo lugar, esaotra donde se afirma con tanta energía la tesis fundamental: a pesar de la diferen-cia entre las diversas confesiones religiosas, sólo hay una religión.” (23)

28 La Seudo-Restauración

(20) Ver la tésis de Maritain, “Humanismo Integral”. cap. 4 tit. 2 y 3.

(21) Es una constante de la Revolución el utilizar el peligro de la guerra para obtener todo tipode compromisos: el objetivo es la paz; el medio, la unificación; (Juan XXIII “Pacem in Terris”,Juan Pablo II “El bien supremo de la Paz”. Oss. Rom. 6/1/1991; Carta Pastoral de la ConferenciaEpiscopal Eslovena: “Vivimos una época muy peligrosa, la era atómica. No hay más salvación quela que nos viene por la fraternidad universal” (Oss. Rom. 29/2/1984).

(22) Hace mención de una revelación privada para contradecir al Magisterio Romano. Hoy endía también los Papas del Concilio Vaticano II tienen necesidad de hablar de un nuevo Pentecostéspara justificar todos los cambios.

(23) Ésta es la tesis del esoterismo. Ver la “La Tradizione Cattolica”, año 1, nº 4, Montalenghe1986. pág. 7.

San Leonardo de Brindes durante la cruzada contra los musulmanes, en Alba Reale."... La religión de Jesucristo... se extendía gracias al favor de los príncipes y a la sombra

de la protección que los gobernantes le daban" (León XIII, "Inmortale Dei").

Continúa hablando a los miembros del congreso: “El Señor tuvo piedad de supueblo y decidió reducir mediante un entendimiento pacífico todas las diferentesreligiones a una sola religión, cuya unidad ya nunca más sería rota. A vosotros,Delegados, Él ha encargado el cumplir este proyecto. Para ayudaros, Él confiará alos ángeles de su corte vuestra protección y vuestra conducción. Como el lugar másconveniente para esta reunión Él designa Jerusalén... “.

Gilson continúa: “A decir verdad, el griego mismo es el primero que duda enque la Asamblea general de las religiones pueda llegar a ponerlas de acuerdo. ¿Unpueblo podría aceptar otra religión que aquélla por la cual ya dio su sangre? A locual el Verbo responde que para ningún pueblo se trata de adherirse a una fenueva, sino de tomar conciencia de la fe común que ya les une.

Aquí termina el libro sobre “De pace fidei” (La paz de la fe) del Card. Nicolásde Cues, a quién nadie puede acusar de timidez espiritual ni de estrechez de vista.Este pequeño libro es doblemente sorprendente porque fue publicado y porque laIglesia nunca lo condenó...” (Esto nos lleva a pensar que el “espíritu de Asís” con-tinuará porque viene de lejos).

Otro humanista llama la atención de Gilson: Tommaso Campanella (1568-1639). Él nos da una síntesis de su pensamiento:

“La Ciudad del Sol debe extenderse a toda la tierra...; propone la idea de unareforma de la república cristiana... donde se encuentra a Moisés, Osiris, Júpiter,Mercurio, Mahoma y otros más, y en un lugar de honor estarían Jesucristo y losDoce Apóstoles...

No nos espantemos (...) de ver a Jesucristo por encima o no de la humanidad,colocado con Mahoma, y entre los grandes iniciados. Desde Roger Bacon y Nico-lás de Cues, la diversidad de las religiones aparecía a más de uno como un hechocon el cual se debía contar...

En esta Ciudad del Sol (...) reina la comunidad de bienes e incluso de las muje-res (...)a las que el mismo impetuoso Tertuliano había creído que debía excluir. (...)Campanella le corrige: las mujeres también.

Sin ser la abadía de Thélème (lugar en el que también se practican los cultostradicionales ¡pero en privado! n.d.l.r.), la Ciudad del Sol, excluye de sus claustrostodo exceso de ascetismo, y el sincretismo religioso extrañamente liberal que ahí secultiva no es enemigo de los amores y de los placeres... Es enemigo de Aristóteles...

Sin duda se exageraría si se dijera que él sueña con una religión natural parareemplazar al cristianismo, porque quiere llevar al cristianismo a los límites de lareligión natural.

30 La Seudo-Restauración

Campanella considera aquí la reforma, sino del cristianismo, al menos de lateología y de la vida cristiana, por la eliminación de todo lo que ahí se introdujo decontrario o de extraño a la ley natural salvo los sacramentos.

...Los solares, aun no siendo cristianos, están sin embargo cercanos al cristia-nismo (...) sus doctrinas y sus costumbres se pueden llamar perfectamente comple-mentos cristianos... (¿Maritain habría tomado de ahí sus teorías? Ver “Humanismointegral”, cap.5,§1-5, n.d.l.r.).

Se ve en T. Campanella, a veces a un cristiano sincero... a veces un deísta quese empeña en destruir las mismas bases del cristianismo...

...la invención de la brújula, de la prensa, de las armas de fuego, anuncia launificación del planeta, sin duda hay que arrancar antes de plantar y derribarantes de construir.

Los biógrafos de Campanella no se ponen de acuerdo en este punto. Unos (...)no ven en él más que un teólogo casi ortodoxo (...) otros entienden su obra comouna tentativa de naturalizar completamente el dogma y dar así a los hombres conqué fundar una sociedad universal.

Campanella había creído realizar al menos dos descubrimientos. Primero, quela sociedad espiritual de la Iglesia se debía metamorfosear en una sociedad tem-poral de todos los pueblos de la tierra... Luego, que esta transposición de la ciudadde Dios al plano de la ciudad de los hombres implicaría otra referente al lazocomún de la ciudad futura: Este lazo por lo demás no podía ser otro que el de la fe,a menos que la misma fe aceptase convertirse en razón.

§ 4.- El perfeccionamiento de MaritainMaritain nos ayuda a comprender la Pseudo-Restauración porque se puede

decir que él hace pasar la “poesía” humanista de la “utopía a la ciencia”.

No quedará a los Papas Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II más que concre-tar el “modernismo real” con todas sus metamorfosis.

Maritain, después de haber criticado al humanismo clásico, demasiado antro-pocéntrico, y a la Cristiandad de la Edad Media demasiado teocrática, crea la alter-nativa de un humanismo cristiano y el ideal histórico de una nueva cristiandad.

En el capítulo 4, § 1, “El humanismo integral”, nos recordará que la nueva cris-tiandad es “un cierto régimen común temporal cuyas estructuras muestran, segúngrados y modos muy variables, la impronta de la concepción cristiana de la vida.No hay más que una verdad religiosa integral; sólo hay una Iglesia Católica;puede haber civilizaciones cristianas y cristiandades diferentes.

Capítulo II - ¿Qué es la Seudo-Restauración? 31

Al hablar de una nueva cristiandad, hablamos de un régimen temporal o deuna edad de civilización cuya forma animadora sería cristiana, y que corresponde-ría al ambiente histórico de los tiempos donde entramos.(24)

A) El ideal histórico de la cristiandad en la Edad Media.

La descripción que hace Maritain del orden cristiano es admirable: En efecto,para destruir algo hay que conocerlo íntimamente.

En el Cap. 4, §3, nos presenta la idea del Santo Imperio o de la concepción cris-tiana y sagrada de lo temporal. He aquí las dos ideas dominantes:

1.- La fuerza al servicio de Dios;

2.- La civilización temporal era en cierta forma una función concreta de losagrado, implicando imperiosamente la unidad de religión, es decir una religiónúnica, exclusiva (el pluralismo religioso no podía sino debilitar la unidad). Esto seresume en una idea: El “Sacrum Imperium”; un hecho histórico lo prepara: elImperio de Carlomagno.

Cinco notas caracterizan esta concepción cristiana y sagrada de lo temporal:

I.- La unidad orgánica. Esta unidad está fundada en el nivel más alto: La Reli-gión Católica; ésta es muy visible entre el rey y el pueblo francés, como entre el reyy el pueblo español, y cuando se pierde este ideal religioso comienza la decadencia.La característica de la Edad Media es el esfuerzo por unificar el mundo, en lo tem-poral bajo la autoridad del emperador, y en lo espiritual, por la Iglesia, bajo la auto-ridad del Papa.

Las disputas, como dentro de una familia, no rompían la unidad. El centro de launidad estaba colocado muy alto, lo más alto posible: en lo espiritual, la Religiónestaba en los corazones y la unidad política era la consecuencia y su manisfestaciónpública.

Los Papas conocían esta necesidad y querían una gran unidad doctrinal, teoló-gica, y filosófica, cuyo centro era la Universidad de París. Los Papas la sabían nece-saria y deseaban una gran unidad política de los pueblos cuyo centro supranacionalera el Emperador romano germánico.

II.- El predominio efectivo del papel ministerial de lo temporal. “Lo que es delCésar”, siendo distinto de lo que es de Dios, era lógicamente usado como instru-mento de la religión: por ejemplo el brazo secular, el rey, llamado “el obispo delexterior”, las cruzadas.

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(24) Jaques Maritain, “Humanisme integral", Ed. Montaigne, Paris 1945, pág. 144.

Símbolos del Sacro Imperio Romano.

"Hubo un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba las naciones...

Hoy sólo quedan los monumentos..." (León XIII, Inmortale Dei).

III.- Empleo de la estructura temporal para fines espirituales. Las institucionesdel Estado están al servicio de la religión (la Justicia, el Ejército, la policía, etc). Porello, lo herético no era sólo herético sino destructor, agente de subversión del fun-damento espiritual sobre el cual reposa el edificio social.

IV.- La diversidad de las categorías sociales. Se concibe la autoridad temporalde acuerdo al tipo de la autoridad paterna, sacralizada por la fe y heredada del“pater familias” romano. El rey es el padre del pueblo.

Como el hijo objetivamente es inferior al padre, así ocurre con las diferentesclases sociales. La sociedad del trabajo es una extensión de la sociedad doméstica.La corporación es una familia unida para trabajar, ella une al patrón y a los obrerosque pueden ser ricos o pobres, pero no se podía concebir, como hoy, la existencia deuna clase obrera reducida al rango de la máquina.

Esta estructura jerárquica feudal tiene la flexibilidad orgánica propia de la vidafamiliar, a veces brutal, como puede ser un padre, pero que no permite la indiferen-cia ni el desprecio que conoce el obrero en el mundo moderno. El principio de auto-ridad en la Edad Media procede del modelo creado por la orden benedictina: ElAbad es el padre, modelo de la autoridad revestido de un carácter sagrado, y losmonjes son sus hijos.

34 La Seudo-Restauración

San Galgán Foto de la espada de San Galgán enfundadamilagrosamente en la roca (Toscana, Italia)

V.- Una obra para construir en común: El Imperio para Nuestro Señor Jesu-cristo. Todos trabajan para el mismo fin: construir una estructura social al serviciode Nuestro Señor Jesucristo, es la política bautizada.

Después de haber dicho todo esto, Maritain describe, muy superficialmente larevolución que destruye al orden cristiano y que engendra un estado de desorden yde angustia. Y añade: “Las consideraciones precedentes muestran en todo casocuál es el interés para nosotros en imaginarnos un tipo de cristiandad específica-mente diferente del tipo medieval y gobernado por otro ideal histórico que el delSacro Imperio. En este punto alcanzamos lo que será el objeto del próximo capí-tulo, donde quisiéramos caracterizar, en su contraste con el ideal cultural medie-val, el ideal de una nueva cristiandad tal como puede concebirse hoy” (pág. 174).

B) El ideal histórico de una nueva cristiandad.

Según Maritain (cap .5, §1) la nueva cristiandad se funda sobre los mismosprincipios católicos, pero desea una concepción “profano-cristiana” y no “sacra-cristiana” de lo temporal.

Este ideal se opone tanto a la Edad Media como al liberalismo y al humanismoantropocéntrico: es un humanismo integral.

“Ésta no sería ya la idea del imperio sagrado que Dios posee sobre todas lascosas, sería más bien la idea de la santa libertad” (pág. 176).

I.- Pluralismo jurídico.

“Pero es en el dominio de las relaciones entre lo espiritual y lo temporal que elprincipio pluralista que nosotros creemos característico de una nueva cristiandadencontraría su aplicación más significativa. El primer hecho central, el hecho con-creto que aquí se impone como característica de las civilizaciones modernas poroposición a la sociedad medieval; ¿no es acaso en los tiempos modernos en dondeuna misma civilización, un mismo régimen temporal de los hombres admita en suseno la diversidad religiosa? (25). En la Edad Media los infieles quedaban fuera dela ciudad cristiana...

... Aquí hay que invocar el principio pluralista del cual hablamos, y aplicarloa la estructura institucional de la ciudad... y en consecuencia aplicar el principiodel mal menor.

Capítulo II - ¿Qué es la Seudo-Restauración? 35

(25) Maritain dice esto como si fuera un dogma, un hecho histórico sin apelativos. Para noso-tros, por contra, se trata de la mayor victoria del Infierno y sus instrumentos históricos, los Judíos yla Masonería, como nos lo enseña el Magisterio Romano: la descristianización.

... y que por consiguiente, la ciudad se decida a acordar a las diferentes fami-lias espirituales que habitan en su seno, estructuras jurídicas...

Por tanto, es hacia la perfección del derecho natural y del derecho cristianoque se orientaría, aún en sus grados más imperfectos y más alejados del ideal éticocristiano, la pluriforme estructura jurídica de la ciudad.

... De este modo la ciudad sería vitalmente cristiana y las familias espiritualesno cristianas, gozarían de una justa libertad”. (26)

El estímulo político es esencial para este nuevo orden temporal que ya no sefundamenta en la fe católica sino sobre una orientación, una aspiración. En efecto,para que el rey o los elementos políticos ilustrados sean buenos y virtuosos, hay quesuponerle los dones de la gracia y de la caridad, aun cuando sus súbditos los igno-ren o no conozcan la fe católica. De ahí se sigue que una tal sociedad está bajo elreinado de Cristo; y el principio de la realeza social de Nuestro Señor Jesucristo esaplicado (¡sic!) de la misma manera que aquel otro según el cual no se puede edifi-car nada sin Cristo (¡resic!).

Según Maritain, a diferencia de la Edad Media, el lazo que mantiene unida a laciudad pluralista ya no es la unidad máxima en la fe y sus intereses, sino que muyal contrario, una unidad mínima en la persona y sus intereses temporales. Estasociedad sin unidad en la fe y la religión puede llamarse cristiana a pesar de reuniren su seno a no cristianos...

Esta concepción de la ciudad se halla muy lejos del liberalismo porquereconoce la necesidad de la religión y de la Edad Media, porque admite la hete-rogeneidad, el pluralismo.

En la cristiandad de la Edad Media, la unidad política participa de la unidad dela Iglesia, y la fe es la fuente de donde brota dicha unidad. Habiendo destruido estaunidad la reforma protestante, la filosofía busca cumplir la función que cumplía laIglesia. Esto es lo que obsesiona a Descartes, a Leibniz, Hegel, Comte; sin embargoel fracaso es patente; la filosofía siempre da lugar a numerosas contradicciones.

Se debe renunciar a buscar la unidad en la fe, como ocurría en la Edad Media, enla razón como intentara Leibniz, en la filosofía positiva objetivo de Comte, o en unmínimo moral kantiano, invocado en Francia por los primeros teóricos del laicismo.

La simple unidad en la amistad no basta para constituir el cuerpo social; hacefalta una forma. Si esta forma es cristiana, entonces prevalece la concepción cris-tiana frente a la manera profana y pluralista expuesta antes.

36 La Seudo-Restauración

(26) Maritain, “Humanisme integral”, pág. 179.

Esto se puede alcanzar, continúa Maritain, si se encuentran hombres capaces decomprenderla y de explicarla a los demás, si la división filosófica y religiosa de lacivilización es superada, así como las fuerzas violentamente opuestas al cristia-nismo, los prejuicios exclusivistas del cristianismo histórico y por fin las corrientesirracionales de las masas.

II.- La segunda nota.La podríamos definir como una concepción cristiana del Estado profano o laico,

es decir la afirmación de la autonomía de lo temporal en tanto que fin intermedio.

En la Edad Media, lo temporal a menudo era simplemente un medio, un instru-mento en relación con lo espiritual.

En el transcurso de los tiempos modernos, se ha independizado de lo espiritual,de lo sagrado y, en una relación de autonomía que excluye su instrumentalización,ha llegado a su mayoría de edad.

“... y esto además es una ganancia histórica que una nueva cristiandad debe-ría conservar. No es, ciertamente, ¡que la primacía de lo espiritual sería algo des-conocido!

Lo temporal estaría subordinado o postergado a lo espiritual, no ya, sin duda,a título de un agente instrumental como ocurría a menudo en la Edad Media, sinoa título de agente principal menos elevado; no ya que el bien común terreno fuesetomado, ante todo, como simple medio para la vida eterna, sino que se lo tomaríacomo lo que es esencialmente a este respecto, es decir, como fin intermedio y sub-sidiario.

Subordinación real y efectiva, -esto contrasta con los modernos conceptosgalicanos o liberales; pero subordinación al fin y al cabo, que ya no tiene enningún caso la forma de la simple ministerialidad, - y esto es lo que contrastacon la concepción medieval.

Así surge y se aclara la noción de ciudad laica vitalmente cristiana o deEstado laico cristianamente organizado”. (27)

III.- La libertad de la persona.La persona goza en cierta forma de una “extraterritorialidad” que relaciona lo

político con lo temporal. (Nosotros nos preguntamos: ¿Qué hay de la “extraterrito-rialidad” en relación a las consecuencias públicas y políticas de la Divinidad deNuestro Señor Jesucristo? n.d.l.r.).

Capítulo II - ¿Qué es la Seudo-Restauración? 37

(27) Maritain, “Humanisme integral”, pág. 190

“La tercera nota característica de una Nueva Cristiandad concebible, sería,con esta insistencia sobre la autonomía del orden temporal, una insistencia tam-bién en la extraterritorialidad de la persona respecto a los medios temporales ypolíticos.

Aquí encontramos el segundo hecho central, el del orden ideológico, por elcual los tiempos modernos se oponen a la Edad Media. El mito de la fuerza al ser-vicio de Dios, se lo ha reemplazado por el de la conquista u obtención de la liber-tad”. (28)

38 La Seudo-Restauración

(28) Maritain, “Humanisme integral”, pág. 191

Corona del Sacro Imperio Romano

Símbolo del Estado Católico. La laicización desea, por el contrario,privar a la Iglesia de la ayuda de las instituciones del Estado)

Capitulo III

El Papa, La Curiay la Seudo-Restauración.

1) El Papa, la "3.ª vía" y la renuncia a la Realeza Social de Nuestro SeñorJesucristo.

Se denomina “3.ª vía” al modelo político católico, la alternativa política ysocial entre los dos modelos en los cuales los hombres se hallan actualmente ence-rrados: la via capitalista liberal y la via socialista.

Para adaptarse al mundo de hoy, los hombres de Iglesia han renunciado almodelo de sociedad católica enseñado por el Magisterio Romano; al principio lasociedad católica creció bajo la mirada vigilante del Magisterio sin ser objeto deuna enseñanza directa, y mil años de Historia consagraron su forma.

En la concepción histórica de la teoría humanista y en la teoría de lo temporalsegún Maritain, se ve cómo el Infierno impone su voluntad de substraer a la socie-dad temporal de la dependencia de la Divinidad de Jesucristo.

He aquí algunos textos, entre los más significativos, sobre la Seudo-Restaura-ción, es decir, la renuncia a la Realeza Social de Cristo.

El Papa (O.R.19-11-1983)(29), sobre la Realeza Social: “...Lo sabemos, noestá ni en oposición ni a favor de los reinos y poderes humanos.”

El Papa en Estados Unidos (O.R. 17-2-1984) “...Hay un punto de gran interéspara todos nosotros en la Constitución de los Estados Unidos. La enmienda quegarantizando la libertad de expresión y de prensa, garantiza también la libertadreligiosa.

...Como ciudadanos de los Estados Unidos debéis dar gloria a Dios por lalibertad religiosa que disfrutáis gracias a esta Constitución, que celebra ahora susegundo centenario.”

(29) O.R. = Osservatore Romano

El Papa (O.R. 20-2-1984): “Deseo recordar este acontecimiento histórico; lafirma de revisión del Concordato de Letrán tuvo lugar ayer.

Esta acuerdo, que Pablo VI previó y promovió, como un signo de concordiarenovada entre la Iglesia y el Estado en Italia. En cuanto a mí, considero muyimportante, como base jurídica de las relaciones bilaterales y de inspiración idealpara una contribución generosa y creativa que la comunidad eclesiástica está lla-mada a ofrecer, en aras del bien moral y el progreso de la nación.”

El Papa (O.R. 27-8-1984): “La independencia recíproca (entre la Iglesia y elEstado) y la participación solidaria, dentro de una preocupación común por losproblemas del hombre y de la sociedad, son las mejores garantías de una larga yeficaz colaboración.”

El Papa en un discurso con motivo de su visita a Estados Unidos (O.R. 24-9-1987): “La visita tiene lugar en 1987, año en el que los Estados Unidos celebran el200º aniversario de la proclamación de su Constitución. Esta Constitución tiene unsignificado fundamenntal, no sólo para el desarrollo de la sociedad y de los Esta-dos americanos, de la economía y de la cultura, sino también para el desarrollo dela Iglesia en esta gran nación. Uno de los principios señalados en esta Constitu-ción es el de la libertad religiosa, gracias al cual -debido al régimen de separaciónde la Iglesia y el Estado- se ha conseguido un avance creciente en los diversosdominios de la vida eclesiástica.”

El Papa (O.R. 18-9-1988): “Esta posición de la Iglesia no le permite evadirsede la realidad que la rodea. Nada de lo que es humano le es indiferente. Sinembargo, la Iglesia no propone modelos políticos, económicos o sociales, ni una“tercera vía” entre varios sistemas contrapuestos, porque ninguno está en condi-ciones de dar respuesta satisfactoria a la diginidad personal del hombre, o al tem-peramento y a la cultura de un pueblo.”(cf. Enciclica Solicitudo Rei Socialis, 41)

El Papa al Parlamento Europeo (O.R. edición española 27-11-1988): “Paraalgunos, la libertad civil y política conquistada antiguamente mediante una inver-sión del orden antiguo, fundado sobre la fe religiosa, todavía es considerado comoalgo unido a la marginación, casí a la supresión de la religión, a la que se la ve fre-cuentemente como un sistema de alineación. Para ciertos creyentes, en sentidoinverso, una vida conforme a la fe no sería posible sin un regreso a este ordenantiguo, muchas veces idealizado. Estas dos aptitudes antagónicas no aportansoluciones compatibles con el mensaje cristiano y el genio de Europa....

42 La Seudo-Restauración

Capítulo III - El Papa, la Curia y la Seudo-Restauración 43

CARTA ENCICLICA DE S.S. PIO XI, DEL 11 DE DICIEMBRE DE 1925

“QUAS PRIMAS”“....el poder y el dominio del rey deben ser atribuidos, en el sentido propio de la palabra,

a Cristo en su Humanidad... y por tanto, la soberanía suprema y absoluta sobre todas las cria-turas [el Estado es una criatura, n.d.a]. Cristo tiene poder sobre todas las criaturas.

Por lo tanto, es UN DOGMA DE FE CATOLICA que Cristo Jesús ha sido enviado a loshombres tanto como Redentor, por quien deben salvarse, como Legislador, hallándose en laobligación de obedecer... [Tiene] por tanto, un poder legislativo, un poder judicial.... y unpoder ejecutivo.

....Además, es un grosero error rechazarle a Cristo-Hombre su soberanía sobre las cosastemporales, sean las que fueren: el tiene concedido por su Padre un derecho absoluto sobretodas las criaturas, permitiéndole actuar a su plena voluntad sobre todas ellas.

...Su imperio no se limita exclusivamente a las naciones católicas ni sólo a los cristianosbautizados... sino que abarca, sin excepción a todos los hombres, incluso a los extraños a lafe cristiana, de tal modo que, el imperio de Jesucristo es, en estricta verdad, sobre la univer-salidad del género humano.

Y, desde este punto de vista, no hay que hacer ninguna distinción entre los indiviudos, lasfamilias y los Estados; porque los hombres no se hallan menos sometidos a la autoridad deCristo en la vida pública que en la privada. Él es la única fuente de salvación, tanto de lassociedades como de los indiviudos....

...Los Jefes de Estado no deberían, por tanto, dejar de otorgar, -en nombre propio yjunto con sus pueblos- los honores públicos de respeto y de sumisión a la soberanía de Cristo.

...La peste de esta época es el laicismo, tal como lo llaman, con sus vasallos y sus méto-dos criminales.

...Se empieza, en efecto, por negar la soberanía de Cristo sobre todas las naciones, se leniega a la Iglesia el derecho, -consecuencia del derecho mismo de Cristo- a enseñar al génerohumano, a emitir leyes, de gobernar a los pueblos con vistas a su beatitud eterna. Después,poco a poco, se equipara a la religión de Cristo con las falsas religiones, sin la menor ver-güenza, se la sitúa al mismo nivel. A continuación se la somete a la autoridad civil y la ponenen manos del libre capricho, por así decirlo, de los principes y gobernantes. Algunos llegaránal extremo de querer sustituir la religión divina por una religión natural o un simple senti-miento de religiosidad.

...Es posible que debamos atribuir esta desgracia a la indolencia y timidez de los buenos;que se abstienen de resistir o lo hacen con indolencia; los adversarios de la Iglesia, en cambio,se muestran crecidos en sus pretensiones y audacia. Pero el día en que el conjunto de los fie-les comprenda que les es necesario combatir, con valor y sin desmayo, bajo las banderas deCristo-Rey.....

Dado en Roma, junto a San Pedro, el 11 de Diciembre del Año Santo 1925, el cuarto denuestro pontificado Pio XI, Papa.”

Iglesia y Estado:

...En este momento me parece que es importante recordar que es en el humusdel cristianismo donde la Europa moderna ha situado el principio -frecuentementeperdido de vista durante los siglos de la “cristiandad”...

Nuestra historia europea nos muestra hasta qué punto las fronteras entre lostérminos “lo que es del César” y “lo que es de Dios” han sido rebasadas en ambossentidos. La cristiandad latina medieval -por mencionar sólo a ella- si bien elaboróteóricamente tomando como referencia la gran herencia de Aristóteles, de la con-cepción natural del Estado, no ha evitado en todo momento la tentación integristade excluir de la comunidad temporal a los que no profesan la verdadera fe. Elintegrismo religioso, sin distinguir el ámbito religioso del civil, aún hoy practi-cado en otros lugares, parece incompatible con el genio propio de Europa, tal comola ha concebido el mensaje cristiano.

El Papa (O.R. 12-1-1989): “¿Cómo podríamos nosotros admitir tantas situa-ciones angustiosas, cuando el pasado 10 de Diciembre se ha cumplido el 40 ani-versario de la proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas, dela Declaración Universal de los Derechos del Hombre, un texto que se ofrece comoidel común para todos los pueblos y naciones?

El Estado no debe pronunciarse en el dominio de la fe religiosa y no puede sus-tituir a las diversas confesiones en lo que concierne a la organización de la vidareligiosa.”

El Papa (O.R. 21-1-1990): “Es necesario que estas aspiraciones manifestadaspor el pueblo sean satisfechas por el estado de derecho en cada nación europea. Laneutralidad ideólogica, la dignidad de la persona humana como fuente de dere-chos....”

El Papa (27-1-1991): “No se trata en abasoluto de una marcha atrás o de vol-ver a un sistema de relaciones entre la Iglesia y el Estado que tienen un pasado deluces y de sombras.”

El Papa (O.R. 2-9-1991): “Como ya lo he repetido en mi Encíclica Centesimusannus, la Iglesia no tiene modelo que proponer.”

El Papa (O.R. 9-12-1991): “¿Podríamos nosotros verdaderamente admitir quela Iglesia de Cristo fuese un factor de desacuerdo y discordia en una Europa quecamina hacia su unidad política? ¿No sería uno de los mayores escándalos denuestro tiempo? Lo que es antiguo ha pasado, he aquí que llega lonuevo.(Cor.5,17)”

44 La Seudo-Restauración

El Papa al Embajador de Italia (O.R. 15-11-1992): “...Con el reciente acuerdode revisión promulgado en 1984, recordando la plena independencia y autonomiade la comunidad politica y de la Iglesia, en sus campos respectivos...”

2) La Curia Romana también niega que la Iglesia posea un modelo queproponer para la organización de la sociedad temporal.

La Curia (O.R. 28-6-1989). Congregación para la Educación Católica. Docu-mento: “Orientación para el estudio y la enseñanza de la doctrina social de laIglesia en la formación sacerdotal”:

...Esta enseñanza no es una “tercera vía” entre el capitalismo liberal y elcolectivismo marxista” (N.27)... La misión salvífica de la Iglesia [...] sin la hipó-tesis de una “tercera vía” entre la “utopía liberal” y la "utopía socialista”(N.51)... La Iglesia no posee ningún modelo para la vida social (N.60)... (portanto, para las grandes encíclicas sociales) hay que tener en cuenta el contextosocio-cultural en el que fueron escritas y los presupuestos teológicos y filosóficossobre los que se basaban....” (N.73). (30)

El Cardenal Poupard (O.R. 7-11-1985): “La Iglesia no quiere recibir ningúnprivilegio de parte del Estado.... en el diálogo Iglesia-Mundo, la libertad religiosaes la última conquista de la Iglesia [....] todos, creyentes o no, deben tener los mis-mos derechos ante el Estado... garantizar la igualdad jurídica, eliminar toda dis-criminación.” (ver Maritain “Humanismo integral” cap.5.1)

Cardenal Ruini (O.R. 8-12-1991): “...No se trata, por supuesto, de proponeruna forma de “confesionalismo” en una Europa pluralista.”

Los Cardenales Lustiger, Glemp, y Somalo en el Sínodo (O.R. 9-12-1991):“...Algunos de vosotros, continuando una construcción que comenzó hace bastantetiempo.... Os aseguramos que los cristianos, hoy más que nunca, desean ser servi-dores y testigos de unidad.”

Capítulo III - El Papa, la Curia y la Seudo-Restauración 45

(30) Recordemos que ya antes del Concilio, los modernistas manifestaron algunas discrepan-cias, tenían un cierto desprecio de la doctrina social de la Iglesia (desprecio de lo temporal); porquelo temporal era, en aquella época, en algunas naciones, la encarnación de la doctrina social tradicio-nal.

Derechos de Dios, Realeza Social de N.S.J.C, Estado Confesional: Italia, España, Colombia,...Este desprecio de lo temporal fué llamado en Italia “La elección religiosa” o “Espiritualismo cris-tiano”

Con el Vaticano II, se ha introducido en la Iglesia la doctrina liberal de la libertad religiosa.Ahora los católicos liberales vuelven a lo temporal, lo político, lo social, con una nueva doctrinasocial; ver por ejemplo el discurso del Papa en Loreto (Italia). Ahora los católicos “deben hacer polí-tica” para construir la nueva (falsa) cristiandad.

El Cardenal Giacomo Biffi (Bolonia): “No se trata de levantar de nuevo lasbarreras entre los católicos y los otros... sino... de construir un Estado auténtica-mente laico... El Estado moderno no puede ser confesional en ningún sentido... nien el sentido religioso ni en el sentido científico o materialista, ni en sentido lai-cista... que rechaza los valores trascendentes o desea que permenezcan confinadosen el fondo de los corazones...” (Avenire, 15-10-1994).

Monseñor Quarracino, Presidente del CELAM: “...los valores de una nuevasociedad, basados en la justicia y la libertad, señalan la importancia de una doc-trina social puesta al día (aggiornata)”. (Adista, 4-4-1985)

3) He aquí algunos textos que nos permiten constatar la realización de unafutura falsa cristiandad:

El Papa (O.R. 20-6-1983): “La nueva civilización será la del hombre, o nohabrá tal civilización.....”

El Papa (O.R. 20-3-1984): “Las cosas nuevas del próximo tercer milenio...”

El Papa (O.R. 15-8-1984): “La civilización del amor....”

El Papa (O.R. 18-12-1987): “Hacia un nuevo milenio y una nueva envangeli-zación....”

El Papa (13-1-1990): “Todos reclaman una nueva civilización, plenamentehumana. En la hora privilegiada en que vivimos, debemos responder a la llamadade una nueva cultura humana [...] una cultura plenamente humana.”

El Papa (O.R. 24-3-1990): “Hay que dejar a un lado las viejas hostilidades yunirnos para forjar un nuevo orden internacional.”

El Papa (O.R. 2-4-1990): “El decenio que comienza es una oportunidad que seofrece a los cristianos para construir un mundo unido [...] signo de nuestro tiempo[...] hacia la unidad. Los acontecimientos que vivimos nos empujan a ello, nos pre-sionan [...] hacia un Nuevo Adviento [...] nos invitan a cada uno de nosotros a edu-car nuestra conciencia hacia un sentimiento de respetuosa cohabitación, de con-cordia, de fraternidad [...] un mundo que exige la disminución de lo que divide.”

El Papa (O.R. 24-6-1990): “...el desrrollo de nuevas estructuras políticas (...)la creación de un orden internacional.”

El Papa (O.R. 11-10-1990): “La cumbre de Malta (Gorbachow-Bush) ha mani-festado interés por las responsabilidades de los creyentes en lo que se refiere alNuevo Orden Mundial.”

El Papa (O.R. 18-12-1992): “Con la reforma liturgíca y el Nuevo DerechoCanónico, el nuevo catecismo constituye el fundamento sólido de la renovacióneclesiástica comenzada en el Concilio.” (sólido, pero en la renovación).

46 La Seudo-Restauración

En un articulo del Osservatore Romano, Mircea Eliade, un sabio de la historiade las religiones, manifiesta, sin que sea censurado por el mismo OsservatoreRomano: “La verdadera revolución cultural no ha sido llevada a cabo por el psico-análisis, sino por la Historia de las Religiones. El siglo XXI será un nuevo Renaci-miento Mundial que he concebido, estudiando a Pico de la Mirandola (humanista-cabalista). La Kabala y Buonaiuti (modernista). Cuando yo era joven escribía textosesotéricos....” (O.R. 23-11-1983)

La nueva falsa cristiandad es una especie de Edad Media laica; es posible queen ella haya reyes, ¿por qué no?.... Reyes liberales, ¡por supuesto!

Capítulo III - El Papa, la Curia y la Seudo-Restauración 47

Cristo Rey

Mientras que el Estado se declara laico y que los Papa actuales enseñan esta misma doctrina, seríamuy interesante que los padres de familia consagraran todos sus bienes a Cristo Rey: casas, tie-rras,... como pequeños Estados católicos reconquistando, centímetro a centímetro, lo que el lai-cismo ha arrancado a la confesionalidad, tierras y Estados de los cuales ha sido exilado N.S.J.C.

Capítulo IV

El Cardenal Ratzingery la Seudo-Restauración

Estudiando las doctrinas del Cardenal Ratzinger en el Concilio, y que no hansido nunca desmentidas, y que son las mismas de toda la corriente progresista, tieneuno la tentación de pensar que mientras la corriente progresista sigue poniendo enpráctica las conclusiones lógicas y los más radicales de los principios de libertad,igualdad y fraternidad, el Cardenal Ratzinger, con los conservadores, se ocupa dedirigir la fase conservadora de la Revolución en la Iglesia con el fin de recuperar yeliminar toda reacción.

Actualmente, después del Papa, el Cardenal Ratzinger es la persona más impor-tante en esta operación, porque se ven con más claridad en el Cardenal que en elPapa, los fundamentos teóricos de la Seudo-Restauración.

Durante el Concilio, era (y sigue siéndolo) uno de los representantes del pro-gresismo: “Ratzinger.... aparece como un de los fundadores de la Revista interna-cional "Concilium" que reunía lo que entonces se llamaba “ala progresista” de lateología” (“Jesus” noviembre 1984. pg.69).

Su progresismo es visible en sus escritos, contra el centralismo romano, sobre lainfalibilidad del pueblo cristiano, contra el “constantinismo” en particular sobre elSyllabus y las deformaciones de las doctrinas de Pío IX y San Pío X, sobre los peli-gros del “fariseismo” en la Iglesia, en los discursos sobre la colegialidad, sobre “ElPapa que no es Pedro”, sobre la crítica de la teología que se limita al Magisterio queél denomina “teología de las Encíclicas” que “nacen del miedo” o de “la poca fe”o de “la teología de la conservación” y sobre los errores del “papismo” (31).

Aún reconociendo a cada persona el derecho a cambiar de idea, el mismo Car-denal en el libro “Entretien sur la foi”, afirma explicitamente: “No soy yo el que hacambiado, son ellos (los de “Concilium”), [...] Siempre he querido permanecer fiel

(31) Adista, 19-1-1987. pág. 3

al Vaticano II, este hoy de la Iglesia, sin nostalgia por un ayer irremediablementepasado, sin impaciencia por un futuro que no nos pertenece.” (32)

Siguiendo un paralelismo histórico podríamos decir, a riesgo de ser repetitivos,que si los demás teólogos progresistas siguen extrayendo las consecuencias lógicasde su jacobinismo, el Cardenal Ratzinger, separándose de sus compañeros de ruta,asume y se convierte en el porta-estandarte de la reacción -previsible tras la Revo-lución liberal del Concilio- intentando atraer hacia sí a todos los descontentos,cediendo en todo lo que puede ser cedido, pero conservando fielmente los princi-pios de la libertad religiosa, la colegialidad y el ecumenismo, a ejemplo de losgirondinos con Napoleón durante la Revolución Francesa.

§ 1.- Las ideas del Cardenal Ratzinger.A) “Entretien sur la foi”En el libro Entretien sur la foi, el Cardenal Ratzinger se declara favorable a una vía

intermedia, entre la posición católica tradicional y el progresismo. (cf. cap. 2. p. 27,“Dos errores opuestos”).

“La cuestión clave [...] no consiste en “volver hacia atrás”, sino más bien en“volver a los textos auténticos del auténtico Vaticano II”.

Defender hoy la verdadera Tradición de la Iglesia significa defender el Conci-lio” (cf. p. 32).

Según el Cardenal, no hay ninguna ruptura con la Tradición. “Es también culpanuestra si hemos dado excusa, tanto a la “derecha” como a la “izquierda” para quepuedan pensar que el Vaticano II constituye una “ruptura”, un abandono de la Tra-dición. Por el contrario, hay una continuidad, que no permite ni regreso al pasadoni huida hacia adelante... Es el hoy de la Iglesia al que debemos permanecer fieles,no al ayer ni al mañana.” (cf .p. 32).

El Cardenal manifiesta su intención de terminar con el caso Lefebvre: “Sureceta para eliminar toda razón de ser al caso Lefebvre [...] mostrar la verdaderafaz del Concilio: así se podrá privar de fundamento a estas falsas protestas.” (cf.p. 35, “Un remedio contra el anacronismo”).

“Vaticano II, tenía razón al desear una revisión de las relaciones entre laIglesia y el mundo. Porque hay unos valores que, incluso si han nacido fuera dela Iglesia, pueden, una vez corregidos, encontrar su lugar dentro de la visión dela Iglesia.

50 La Seudo-Restauración

(32) Cardenal Joseph Ratzinger, “Entretien sur la foi”, cap.I.p.17: “Teologien et pasteur”, Ed.Fayard. Paris 1985.

En aquellos años se ha trabajado en este sentido, pero quien piense que estasdos realidades pueden unirse o incluso identificarse sin conficto, demostraría noconocer ni la Iglesia ni el mundo. (cf .p. 38, “Ruptura no, si no continuidad”).

“He aquí la respuesta textual del Cardenal: Si por restauración se entiendeuna marcha atrás, entonces ninguna restauración es posible. La Iglesia caminahacia el cumplimiento de la historia, mira hacia adelante, hacia el Señor que viene.No, no se da marcha atrás, y no es posible dar la vuelta: ninguna restauración eneste sentido será posible. Pero, si por restauración se entiende la busqueda de unnuevo equilibrio, después de las exageraciones de una apertura indiscriminada almundo, después de las interpretaciones demasiado positivas de un mundo agnós-tico y ateo, bien, entonces una restauración, entendida en ese sentido, es decir, unequilibrio renovado de las orientaciones y de los valores en el interior de la catoli-cidad, sería deseable e incluso ya ha comenzado en la Iglesia. En ese sentido, sepuede decir que la primera fase, después del Vaticano II ya ha concluido.” (cf. p. 40,“Restauracion”)

El Cardenal Ratzinger pone sus esperanzas en los movimientos, sin mencionaral Opus Dei -que, según nosotros, es el más importante en la fase de la Seudo-Res-tauración- porque ello le hubbiera causado todavía más problemas y hubiese, posi-blemente, puesto al desnudo el plan.

“En ellos se dibuja -aunque sin hacer ruido- lo que nos haría soñar con unaaurora o un nuevo Pentecostés en la Iglesia. Me refiero, por ejemplo, al MovimientoCarismático, o Camino Neocatecumenal, los Cursillos, los Focolari, Comunión yLiberación, etc.” (cf. p. 47, “La Esperanza de los Movimientos”)

El Cardenal también ve a los descontentos a los que hay que recuperar paraimpedir que caigan en manos de los integristas: “Ante ciertas aplicaciones concre-tas de la reforma litúrgica, y sobre todo, ante las opiniones de ciertos liturgistas, ladimensión del descontento es más amplia que en el integrismo” (cf. cap .IX,“Riquezas a salvar”, pág. 141).

B) El Cardenal Ratzinger al presentar el documento “Instructio”, mani-fiesta:

(1).- “Este (el texto) afirma, tal vez por primera vez con tanta claridad el queexisten decisiones del Magisterio, que no pueden, como tales, ser la última palabraen la materia.

(2).- Pero son un enganche sustancial en el problema.

(3).- Son también, ante todo, una expresión de prudencia pastoral, una especiede disposición provisional.

Capítulo IV - El Cardenal Ratzinger y la Seudo-Restauración 51

(4).- El núcleo permanece válido.

(5).- Pero las partes, tomadas por separado, y sobre las cuales han influido lascircunstancias de los tiempos, pueden tener necesidad de rectificaciones posteriores.

(6).- Esto podemos pensar, ya sea en las declaraciones de los Papas sobre lalibertad religiosa, ya sea en las decisiones antimodernistas de comienzos de siglo,sobre todo en los decretos de la Comisión Bíblica de esa época.

(Por lo tanto el “núcleo válido” no se refiere a la condena de la libertad reli-giosa, del anti-modernismo y lo que condenan los decretos de la Comisión bíblica.)

(7).- Como grito de alarma [...] permanecen plenamente justificados....

(8).- ...pero en determinados detalles de su contenido han sido rebasados,después de haber cumplido, en su momento, su misión pastoral.”(RatzingerO.R. 27-6-1990)

C) “El nuevo pueblo de Dios”.

En su libro “Il nuovo popolo di Dio” (El nuevo pueblo de Dios) cuyo originalen alemán fue publicado en 1969, entre otras ideas, en relación con el espiritu lai-cista, el Cardenal Ratzinger manifiesta: “Cristo, en el plano de la ley de la religión,no fue sacerdote sino laíco” (cf. pág.119) (33).

El constantinismo: el profesor Ratzinger no se limita a criticar el constanti-nismo antiguo y medieval, sino que descubre además las desviaciones más cercanasa nosotros:

“Convendría que recordásemos, además de los hechos de la Edad Media y dela Antiguedad, los que están más próximos a nosotros en el tiempo, aquellos quepodemos percibir de forma inmediata como una deformación: en particular, lareacción cristiana experimentada en el siglo XIX y comienzos del XX, en el Syla-bus de Pío IX y durante el pontificado de Pío X. Harnack ha dicho, exagerandopor supuesto, pero no sin razón, que de esta forma la Iglesia ha condenado la cul-tura y la ciencia modernas, cerrándoles la puerta; y aquí podemos añadir: la Igle-sia ha descartado la posibilidad de vivir la vocación cristiana como algo actual,por estar demasiado interesada y apegada al pasado” (cf.pág.296-197).

Ratzinger, con su mentalidad moderna, cree ver un peligro de neoconstanti-nismo en una especie de “fariseísmo” y de "qumranismo".

“¿Quién podría poner en duda que hoy también existe en la Iglesia el peligrodel fariseísmo y del qumranismo? ¿En efecto, no ha intentado la Iglesia construirsu pequeño mundo, perdiendo definitivamente la posibilidad de ser "sal de la tierra

52 La Seudo-Restauración

(33) J. Ratzinger, “Il nuovo popolo di Dio”, Edc. Queriniana, Brescia, 1971.

y luz del mundo", durante su movimiento de evasión del mundo que se vio acen-tuado en el reinado de Pío IX? El aislamiento en su pequeño mundo -una clau-sura que ha durado demasiado tiempo-....

Está claro que ésa no es la forma ideal de renovar la Iglesia. Con el celo dePablo IV, ya el intento naufragó, porque quiso suspender el Concilio de Trento,para renovar la Iglesia con el fanatismo de los zelotes” (cf. 298-299).

Nueva Teología: Como profesor de teología, ya lo era entonces, Joseph Rat-zinger definía con gran lucidez la esencia y los límites de lo que debe ser una teo-logía correcta después del Concilio Vaticano II. Para empezar critica asperamentelo que él denomina “teología de las Encíclicas”:

“Teología de las Encíclicas” significa una forma de teología en la cual la tra-dición parece debilitarse en cada declaración del Magisterio Papal (Cf. pág. 310).

Finalmente, la nueva teología se reconcilia plenamente con el mundo, recono-ciéndole su total autonomía, en armonía con la transparencia del discurso deapertura de Juan XXIII en el Concilio:

...hasta aquí era habitual [el Cardenal Ratzinger que ama hablar de “continui-dad” confiesa que rompe con el pasado, n.d.l.r.] considerar a la Edad Media comola época cristiana ideal y aspirara a la plena identificación entre la Iglesia y elmundo como un único fin; y al contrario la era moderna era vista como una grancaída, comparada con el relato del hijo pródigo que sale de la casa paterna lle-vando consigo todos sus bienes y deseando después -en la Segunda Guerra Mun-dial- el pienso de los cerdos; en estas comparaciones aparecía ya el deseo de unpronto regreso [.....] Es en Juan XXIII, posiblemente, en donde podemos hallar lamás fuerte crítica al romanismo medieval, esta mirada hacia atrás que ve un pati-nazo de las cosas hacia lo peor [...] es lo que condujo al Papa del Concilio haciauna teología de la esperanza, que nos parece el límite del optimismo ingenuo. (Cf.pág. 341).

Por el contrario, el Concilio también manifestó y concretó su voluntad de desa-rrollar la teología a la luz de todas las fuentes, en su integridad, de mirar estasfuentes no desde el filtro del Magisterio de estos últimos cien años, sino de leerlosy comprenderlos a partir de ellos mismos: el Concilio ha manifestado su voluntadde escuchar no sólo a la tradición católica, sino de profundizar y asumir de formacrítica el desarrollo teológico de las demás iglesias y confesiones cristianas” (cf.pág. 310-311).

Sobre la unidad de la Iglesia: “Unidad de la Iglesia no significa necesaria-mente iglesia unitaria....

Capítulo IV - El Cardenal Ratzinger y la Seudo-Restauración 53

Aparición de la Santa Cruz al Emperador Constantino:

"In hoc signo vinces". Vaticano. Stanze de Rafael (Giulio Romano)

Incluso se podría pensar, sin duda, en una forma especial de cristiandad, refor-mada en la unidad de la única Iglesia; en fin, habrá que reflexionar sobre la formade dar a la Iglesia de Asia y de Africa, así como a las de Oriente, una forma que lessea propia, como los “patriarcados” o “grandes iglesias” autónomas, o el nombreque se les quiera dar a tales iglesias en la Iglesia del futuro” (cf. pág. 155-156) (34).

Acerca de la critica del Magisterio papal: “...una crítica del discurso delMagisterio papal sería posible, incluso necesaria, en la medida en que faltare sufi-ciente cobertura en la Escritura, fundamentos en el Credo, en la fe de la Iglesia uni-versal. Allí donde la unanimidad de la Iglesia universal o un testimonio claro de lasfuentes no existiera, una decisión comprometida no sería posible.

Si debiese producirse formalmente, le faltarían las condiciones indispensablesy habría, entonces, que pasar por alto la cuestión de su legitimidad” (cf. pág. 158).

D) “Resultado y perspectivas en la Iglesia Conciliar”

En el libro “Resultado y perspectivas en la Iglesia Conciliar” (35), leemos:

“Estos últimos ciento cincuenta años, pocas cosas han causado tantos daños ala Iglesia como la defensa a ultranza de las posturas propias de “Iglesia deEstado” y superadas ya por las corrientes de la historia. (36).

El intento de defender la fe -amenazada por la ciencia moderna- con mediospropios de protección del Estado, produce el resultado contrario, vaciando estamisma fe de su contenido intrínseco, y al mismo tiempo, impidiendo desde diversosaspectos, la necesaria regeneración espiritual.

Este intento ha dado lugar a una visión de la Iglesia como enemiga de la liber-tad, temerosa de la ciencia y del progreso, productos de la libertad del espírituhumano, dando así lugar al nacimiento de unas de las raíces más profundas deanticlericalismo.

Después de Constantino -con su apogeo en la Edad Media- y en la Españaabsolutista de comienzos de la era moderna, el hecho de que la Iglesia haya recu-

Capítulo IV - El Cardenal Ratzinger y la Seudo-Restauración 55

(34) La creación de iglesias nacionales, cismáticas, fué siempre el sueño dorado de la Franc-masonería.

(35) J. Ratzinger, “Resultado y prospectivas en la Iglesia Conciliar”, Buenos Aires, 1965, págs.25, 26 y 42.

(36) Encontramos aquí también el error del Cardenal Ratzinger que concede, a priori, crédito ala “corriente de la historia”, sin tomar en consideración que el mundo moderno es el fruto del relati-vismo relgioso y de la política masónica.

Ratzinger afirma que estas proposiciones han quedado obsoletas, pero se cuida muy bien dedarnos las pruebas.

rrido a la ayuda del Estado, constituye para Ella -en el mundo de hoy- una de lasmás pesadas hipotecas, es un hecho al que nadie, capaz de pensar de forma his-tórica, puede evadirse.” (cf. pág. 25-26).

E) Los principios de la teología católica.“Hoy nadie niega que los Concordatos español e italiano intentan conservar

demasiadas cosas de una concepción del mundo que, desde hace mucho tiempo, nose corresponden con las circunstancias reales. Casi nadie podrá tampoco negar queeste apego a una concepción trasnochada -las relaciones entre la Iglesia y el Estado-corresponden a un anacronismo similar en el dominio de la educación.” (37).

§ 2.- El Cardenal Ratzinger y el intento de dividir alos tradicionalistas.

El Cardenal Ratzinger quiere meter una “cuña” entre los tradicionalistasque sólo quieren la Misa tradicional, que frecuentan nuestras capillas y los tradicio-nalistas que quieren además, el Reinado Social de Cristo, es decir, la dependenciade la sociedad temporal de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, y que son lla-mados “integristas”.

¿Lo conseguirá?

Entre los textos más importantes, están los prólogos del Cardenal Ratzinger alos libros de Monseñor Gamber: “La Reforme liturgique en question” y “Tournésvers le Seigneur”, así como la entrevista en el semanario “Il Sábato” del 24 deAbril 1993 donde insinúa que hay que dar la vuelta a los altares, y añade: “No espor hoy [...] ciertamente para mañana, pero hay que dejar esto a la Providencia,hemos también de prever una reforma de la reforma...”

He aquí lo que declara a la revista “Il Regno”:

“El fenómeno lefebvrista está en expansión, incluso aunque no se hable muchode ello”

En cuanto a las perspectivas del futuro, por un lado veo un endurecimiento cre-ciente de los responsables -pienso por ejemplo, en su crítica muy ácida al cate-cismo- así como otros fenómenos que dejan poco lugar a la esperanza de un nuevodiálogo; por otro lado veo también que numerosos laicos, frecuentemente concierta formación cultural, participan en su liturgia sin identificarse con el movi-miento. Por tanto hay que distinguir entre los responsables, muy seguros de sí mis-mos, que dicen: esta vez no será Roma quién ponga las condiciones, sino nosotros,

56 La Seudo-Restauración

(37) J. Ratzinger, “Les principés de la theologie católique”, Ed. Tequi, Paris. l985. pág. 427-437

que muestran una dureza sorprendente y preocupante, y por otro lado, un númerode personas que participan en su liturgia, sin identificación, con la convicción depermanecer en plena comunión con el Papa y de no alejarse de la comunión de laIglesia. Esta ambigüedad de situaciones hace difícil una acción futura. Siempre sepuede intentar ayudar a aquellos que quieren ser católicos, en comunión con losobispos y con el Papa, a integrarse en la Iglesia, a hallar su hábitat en el interiorde la Iglesia sin tener necesidad de recurrir a otras, y por otro lado, clarificar lascondiciones reales de pertenencia a la Iglesia católica....

....Sólo construyendo puentes para favorecer el diálogo es como se podrán defi-nir con más precisión también los límites” (Il Regno, abril 1994).

El discurso a los Obispos de Chile; texto para meditar.

1.- En primer lugar tranquiliza a los obispos al garantizarles que en el intento dealcanzar un acuerdo con Monseñor Lefebvre, se mantuvieron firmes en los princi-pios de la Revolución liberal: “En este diálogo difícil, Roma ha unido la generosi-dad en todo aquello que es negociable, con la firmeza en lo esencial”.

2.- Su objetivo era recuperar la “reacción”. Defendiéndose de la críticas de losprogresistas, el Cardenal Ratzinger cita el reproche de Monseñor Lefebvre según elcual el acuerdo que había firmado no tenía otro objetivo que integrar su Fundaciónen “la Iglesia del Concilio”.

3.- Monseñor Lefebvre escapó de su trampa: “De todas formas, el problemaplanteado por Monseñor Lefebvre no ha terminado con la ruptura del 30 de Juniode 1988.... Nuestro deber es preguntarnos que error hemos cometido y cuales pode-mos cometer aún.”

4.- El Cardenal Ratzinger se lamenta de que la reacción ha cristalizado, está ahí,es más importante de lo que parecía: “El hecho de que un número nada desdeñablede personas, más allá del circulo reducido de la Hermandad de MonseñorLefebvre, vean en este hombre una especie de guía, debe hacernos reflexionar.”

5.- Hay que hacer un examen de conciencia. La Revolución se ha llevado a cabode forma demasiado estrecha, sin dejar espacio suficiente a lo que no contradice a laRevolución misma. “El fenómeno (lefebvrista).... hubiera sido impensable sin los ele-mentos positivos que no han encontrado espacio vital suficiente en la Iglesia de hoy.”

6.- Por tanto, hay que hacer inútil la reacción católica, concediendo suficienteespacio en las cosas menos importantes: “Así, podemos abrir un espacio a aquellosque buscan y piden desde el interior de la Iglesia, de este modo alcanzaremos aconvertir el cisma en el interior de la Iglesia y a hacerlo superfluo.”

7.- Quitar a los tradicionalistas el mayor número posible de argumentos:

Capítulo IV - El Cardenal Ratzinger y la Seudo-Restauración 57

“Mencionaré aquí tres aspectos que, a mi juicio, juegan un papel capital"8.- Hacer la restauración litúrgica suprimiendo las diversas liturgias desacrali-

zadoras:

“Un número elevado de fieles buscan refugio en la antigua liturgia [...] sacarla conclusión inmediata: hay que recuperar la dimensión sagrada de la liturgia.”

9.- Manifiesta su intención de mantenerse firme e inflexible en el postulado dela Revolución liberal en la Iglesia: “Hay que defender el Concilio Vaticano II con-tra Monseñor Lefebvre, como un deber que obliga cara a la Iglesia y como unanecesidad permanente.”

10.- Para aquellos que aún no hayan comprendido, el Cardenal Ratzinger mues-tra en fin, donde se sitúa el centro del combate: “Ahora, dejando de lado la cues-tión litúrgica, el punto central del conflicto se halla en el ataque a la libertad reli-giosa y contra el pretendido espíritu de Asís.”

58 La Seudo-Restauración

Martirio de San Simonín, Patrón de la Villa de TrentoUn ejemplo histórico, entre otros, señalado por el Magisterio Romano,

del odio de los judíos hacia el catolicismo.

11.- Sin embargo, los fieles parecen no caer en la trampa: “Todo esto lleva amuchas personas a preguntarse si la Iglesia de hoy es realmente, en verdad, la mismade ayer, o si no se la habrán cambiado por otra sin haberlo prevenido a nadie” (Dis-curso del Cardenal Ratzinger a los Obispos de Chile, “Concilium”, 1988).

Capítulo IV - El Cardenal Ratzinger y la Seudo-Restauración 59

Capítulo V

Los aliados de la Seudo-Restauración:el Opus Dei y compañía

Monseñor Delassus, citando a San Gregorio el Grande en el sermon nº 10 sobrela Epifanía dice: “...hay herejes que creen en su divinidad, pero que no admiten deningún modo que sea Rey en todos los lugares. Sin duda le ofrecen incienso, perono quieren ofrecerle también el oro.” De este tipo de herejes aún los hay, llevan elnombre de católicos liberales." (38).

A) El Opus Dei.

El Opus Dei encarna y realiza, probablemente, el modelo “católico” deseadopor la Seudo-Restauración. Hay que distinguir dentro del Opus Dei a las personasde buena fe de la “base”, de los dirigentes y sus doctrinarios católico-liberales. Laadopción por parte del Papa del Opus Dei como instrumento de gobierno, se hacecada día más evidente.

Durante el Sínodo de 1987 se vió como la corriente progresista se lamentaba dela falta de obediencia de algunos movimientos al ordinario del lugar, lamentando eluso de pastorales paralelas, el encerrarse en sí mismos sin participar en los proble-mas de la diócesis (Cardenal Lorscheider, O.R. 9-11 Octubre 1987); y como losconservadores exponían argumentos en favor de dichos movimientos. (CardenalRatzinger O.R. 7 Octubre 1987).

La doctrina del Opus Dei puede conocerse a través de sus mismos libros. Eldocumento utilizado es un texto en español, publicado en Madrid. Se trata de unaantología de textos de autores reconocidos y aprobados por el mismo Opus Dei,cuyos libros son editados por Rialp. (39)

(38) Monseñor Delassus, “La misión póstuma de Santa Juana de Arco y el Reinado Social deN.S.J.C.”, pág. 52. Ed. Ste. Jeanne d’Arc, “Les Guillots”, Villegenon. 18260 Vailly-sur-Suldre.

(39) “El Opus Dei, su verdadera faz”, Juan Morales, pro manuscripto, Madrid 1991.

“... el modo de dirigir las obras... apostólicas promovidas por el Opus Dei.Estas labores –como es sabido– responden a una finalidad sobrenatural. Pero seproyectan y gobiernan con mentalidad laical,... Por eso no son confesionales...”(“Monseñor Escrivá de Balaguer”, Salvador Bernal. Ed. Rialp. pág. 309).

Las residencias del Opus Dei son interconfesionales “donde viven estudiantesde todas las religiones e ideologias”. (“Conversaciones con Escrivá de Balaguer”.Ed. Rialp, pag. 117).

“La afirmación del pluralismo entre los católicos fue en los primeros años delOpus Dei novedad ininteligible para muchos, porque habían sido formados en unalínea justamente contraria...” ("Monseñor Escrivá...", pág.311).

“La Obra era, así la primera asociación de la Iglesia que abría fraternalmentesus brazos a todos los hombres sin distinción de credo o confesión.” ("Tiempo decaminar", Ed. Rialp, Ana Sastre, pág. 610).

“Amamos la necesaria consecuencia de la libertad: es decir, el pluralismo. Enel Opus Dei el pluralismo es querido y amado, no sencillamente tolerado y en modoalguno dificultado.” (pág. 127).

“No son sólo palabras: nuestra Obra es la primera organización católica que,con la autorización de la Santa Sede, admite como Cooperadores a los no católi-cos, cristianos o no. He defendido siempre la libertad de las conciencias.” (Mons.Escrivá..., pág. 296)

“Cuando, en 1950, el Fundador obtuvo finalmente de la Santa Sede el permisopara admitir en la Obra a los sacerdotes diocesanos y para poder nombrar a nocatólicos e incluso no cristianos Cooperadores de la Obra, se “completó” la fami-lia espiritual del Opus Dei.” (pág. 244).

“... que la Santa Sede admitiera como cooperadores a todas aquellas personas(católicos, no católicos, y hasta no crstianos) que desearan colaborar, material oespiritualmente, en los apostolados de la Obra.

Era algo inaudito en el acontecer pastoral de la Iglesia, aquel descorrer cerro-jos y abrir puertas de par en par, integrando almas de benefactores: protestantes,cismáticos, judíos, musulmanes y paganos. Sólo al pasar los lustros e iniciarse unanueva corriente ecuménica, ese paso audaz, que pudo haberle engendrado muchasincomprensiones, fluía ya con naturalidad en la historia contemporánea.” (“ElFundador del Opus Dei” Andrés Vázquez de Prado, Ed. Rialp, pág. 235).

“Para mantenerla (la Obra) además de los miembros del Opus Dei, hay otraspersonas que ayudan; algunos no son católicos, y muchos, muchísimos, que no soncristianos” (de labios mismos de Mons. Escrivá de Balaguer, “Tiempo”, pág. 615).

62 La Seudo-Restauración

“Los organismos competentes de la Santa Sede han llegado al convenci-miento de que tal concesión es, de momento, imposible. La Obra no encaja enninguna de la formas asociativas reconocidas por el Derecho de la Iglesia. Unalto personaje de la Curia ha dicho a don Alvaro: “Ustedes han llegado con unsiglo de anticipación.” (“Tiempo...”, pág .326)

“El Concilio Vaticano II ha promulgado solemnemente lo que MonseñorEscrivá de Balaguer y el Opus Dei ya enseñaban y practicaban, con su espirituali-dad y con su vida, desde hacía varios decenios.” (pág. 14)

El Fundador del Opus Dei, después de muchos años de incomprensiones, tuvola satisfacción de que destacados Padres conciliares, como los Cardenales Frings(Colonia), Künig (Viena), Lercaro (Bolonia) y otros, le reconocieran, como un ver-dadero precursor del Vaticano II, sobre todo respecto a aquellos puntos capitalesque, para el Concilio, marcaban el camino a seguir en el futuro. (pág. 303).

Ante periodistas, Mons. Escrivá comentó que, con ocasión de una audiencia,había dicho al Papa Juan XXIII: “En nuestra Obra siempre han encontrado todoslos hombres, católicos o no, un lugar amable: no he aprendido el ecumenismo deSu Santidad...” (pág. 246) [Nos gustaría saber donde lo aprendió... n.d.l.r.].

“Para los Papas Juan Pablo I y Juan Pablo II, el Opus Dei y su Fundador eranhechos objetivos que anunciaban el comienzo de una nueva era del cristianismo.”(“Opus Dei, Peter Bergler. Ed. Rialp, pág. 243).

“Hemos de estar al acabar este Concilio. Hace treinta años, a mí me acusa-ron algunos de hereje, por predicar cosas de nuestro espíritu, que ahora ha reco-gido el Concilio de modo solemne, en la Constitución dogmática “De Ecclesia”. Seve hemos ido por delante, que habéis rezado mucho”. (“Tiempo”, pág. 486).

“...que el Fundador del Opus Dei es un “conservador”... con una profundidady una convicción tales que, a la vez, le convierten en el mayor “revolucionario cató-lico” de los últimos doscientos años.” (“Opus...”, pág. 243).

“Esta realidad "ecuménica" de Camino obliga a preguntarse cómo unas pági-nas, cuyo origen redaccional tiene contextos tan marcados, han podido difundirseentre personas pertenecientes a medios culturales, no ya diferentes al originario deCamino, sino tan diversos entre sí. (“Estudios sobre Camino”, Mons. Alvaro del Por-tillo).

“Esta dimensión humana de Camino explica la capacidad demostrada por ellibro de conectar con las esperanzas y aspiraciones de cualquier hombre o mujerque sienta verdaderamente su propia dignidad, independientemente de sus convic-ciones religiosas, ofreciendo al lector ilusión e impulso para llevar una vida huma-namente más limpia y más noble”. (pág. 52).

Capítulo V - Los aliados de la Seudo-Restauración: el Opus Dei y compañía 63

“Durante mi trabajo en las comisiones del Concilio Vaticano II pude comprobarcómo se abrían paso en sus documentos, a veces muy trabajosamente, enfoques de lavida cristiana y criterios pastorales que son como la atmósfera de Camino.” (pág. 55).

“Camino ha ido preparando en este tiempo a millones de personas paraentrar en sintonía y acoger en profundidad algunas de las enseñanzas más revo-lucionarias que, treinta años después, promulgaría solemnemente la Iglesia en elConcilio Vaticano II.” (pág. 58).

El Papa: “Es ciertamente grande vuestro ideal, que desde sus comienzos haanticipado la teología del laicado que caracterizó luego a la Iglesia del Concilio ydel PostConcilio...” (Discurso del 19 de Agosto de 1979).

Escrivá de Balaguer y su obra eran, por tanto, progresistas, pero habiendo sidorebasados por la izquierda en el Concilio y en el post-Concilio, y ahora son ataca-dos como conservadores.

Sabiendo esto, la beatificación de Escrivá de Balaguer nos deja perplejos, pueses presentado como el modelo de la nueva cristiandad; este cristiano que calla,esconde, y ataca las consecuencias públicas de la Divinidad de Nuestro SeñorJesucristo.

64 La Seudo-Restauración

Callar, negar, combatir... las consecuencias políticas, jurídicas,....

de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo

B) Los compañeros de ruta.

La Seudo-Restauración también tiene sus pequeños aliados; por ejemploComunione e liberazione que, de entre todos los movimientos parece ser el másdoctrinal.

Aquellos que han conocido los orígenes de este movimiento, como por ejemploal grupo Gioventú studentesca, saben del espíritu revolucionario y liberal queimprengna a Comunione e liberazione. Para terminar de convencernos nos bastaracitar el testimonio de Formigoni, uno de los responsables de dicho movimiento:“Los Estados Unidos son nuestro futuro, es la primera tierra en donde la moder-nidad ha tomado cuerpo en plenitud, de forma radical, con todos sus valores.”(O.R. 27-8-1984).

Otro aliado es la revista “30 Giorni” que parece tener como misión la coordi-nación mundial de la metamorfosis de la Iglesia Conciliar.

Entre los objetivos de “30 Giorni” también figura el de quitarles a los “lefeb-vristas” el máximo de argumentos posibles, como podemos constatar fácilmenteleyendo el índice de la revista: temas que antes trataban en exclusiva la HermandadSan Pío X. Se trata de cumplir con la tesis del Cardenal Ratzinger expuesta a losObispos de Chile: “El fenómeno (lefebvrista).... hubiese sido impensable sin loselementos positivos, que no han encontrado espacio en la Iglesia de hoy.”

“Deberíamos abrir un espacio para aquellos que buscan y claman en la Igle-sia, llegando así a reconvertir el cisma en el interior de la Iglesia y convertirlo ensuperfluo.”

Por supuesto que para el Cardenal la supresión de la Realeza Social de Cristo,el Estado Confesional no es ningún problema: son “...los valores mejor expresadospor dos siglos de cultura liberal”. El trabajo de “30 Giorni” nos obliga a centrar-nos en lo esencial, sobre el corazón del combate y de la fe, reconocido también porel Cardenal Ratzinger: “...el punto central está en el ataque contra la libertad reli-giosa y contra un pretendido espíritu de Asís.” (Discurso a los Obispos de Chile,1988).

Capítulo V - Los aliados de la Seudo-Restauración: el Opus Dei y compañía 65

66 La Seudo-Restauración

Suprimido el Estado Confesional, hay entonces que eliminar todo resto de confesionalidad

y toda manifestación pública de la fe

Capítulo VI

¿Qué dicen los vaticanistas?

Los vaticanistas son portavoces “del mundo” (es decir, de la Revolución). Todacorriente revolucionaria, ya sea judía, masónica, humanista, protestante, liberal osocialista, tiene su propia lectura de cómo van las cosas en el interior de la Iglesia.De ahí nace la diferencia en la apreciación sobre la velocidad de la Revolución enla Iglesia.

Es interesante saber lo que dicen los enemigos de la Iglesia. San Ignacio nos loenseña en el nº 335 de sus famosos “Exercicios Spirituales” y Sarda y Salvanyrepite la misma tesis. Mientras que algunas veces no entendemos los acontecimien-tos que van ocurriendo, sin embargo, nuestros enemigos sí, aunque su examen seade signo opuesto al nuestro. No es, por lo tanto, una pérdida de tiempo seguir losdiversos comentarios a fín de completar nuestro servicio de documentación.

Los vaticanistas italianos ven las cosas con más profundidad debido a su pro-ximidad al Vaticano y a su conocimiento de la Curia Romana. He aquí una selec-ción de sus comentarios durante el Sínodo Extraordinario de 1985 -veinte años des-pués del Concilio- en donde se estudió a fondo la Restauración del CardenalRatzinger:

“El Sínodo [...] encarna de forma aproximada la vía media”(“La Stampa”,Sergio Quinzio, 8 Dic. 1985)

“Los deseos y los temores de una Restauración [...] no parecen, a primeravista, próximos a su realización” (“Il Piccolo”, F. Margiotta Broglio, 9 Dic. 1985)

“Ningún salto hacia atrás, ninguna Restauración, ningún referéndum por ocontra el Cardenal Ratzinger”(“Il Resto del Carlino”, Paolo Francia, 9 Dic. 1985).

“Por fin, el fondo del pensamiento del Cardenal Ratzinger salió a la luz; nopodemos limitarloso en la expresión pintoresca de “Restauración”. A veces es nece-sario lamentar lo falso, para poder conocer la verdad”(Il Messagero, Marco Politi,10 Dic 1985).

“Sin embargo el centro romano se halla bien lejos de rendirse [...] su programaes muy exacto y podríamos definirlo así: ir al encuentro con el mundo y de todas lasideologías, pero desde una posición de fuerza. En un período de tiempo bastantelargo, mas allá de un sólo pontificado (40), se llegará a una coexistencia de ten-dencias paralelas e incluso contrapuestas.” (Il Manifesto, Filippo Gentioni, 10 Dic.1985).

“Al contrario, hoy podemos afirmar que el catolicismo post-conciliar, con oca-sión del Sínodo, se ha manifestado extraño a la misma reacción” (Corriere dellaSera, Giuseppe Alberigo, 15 Dic. 1985).

“La Iglesia Católica llama a sus fieles a relanzar el Concilio y a aplicarlo deforma más unitaria y controlada” (Corriere della Sera, Luigi Acattali, 11 Dic.1985) [Creemos que ésta es la “lectura “ más razonable: Revolución sí, pero “uni-taria y controlada”].

“El lenguaje no es de la restauración [...] el papel del Papa es importante, perono absorbe al catolicismo. Restauración no significa volver atrás con respecto alConcilio” (Rinascita, Carlo Candia, 14 Dic. 1985) (41).

68 La Seudo-Restauración

(40) La Revolución en la Iglesia es un fenómeno que rebasa la propia persona del Papa. Cadauno de ellos cumple su parte. (n.d.a.)

(41) En un artículo publicado por “La Tradizione Cattolica nº1” (Enero 1987, Montalenghe),algunos teólogos progresistas fueron mencionados; tenían la misma opinión sobre la seudo-restau-ración: “este análisis ha sido también llevado a cabo por los católico-comunistas, como el sacer-dote apóstata Gianni Gennari en su “Carta abierta al camarada Gorbachov”, en la que describe unsocialismo que no teme ni la misa ni el catecismo (Paese Sera, 16-3-1985). En Rusia se ha visto lasimbiosis del marxismo con la liturgia tradicional ortodoxa. Ellos también admiten que, mediantela seudo-restauración del Cardenal Ratzinger, los católicos no regresan a la fe inmutable, sino quepermanecen en el error.

Esta misma estrategia es también reconocida por diversos especialistas de la Revolución.

Giulio Girardi (Adista, 13-5-1985), después de recordar que tanto Ratzinger como Rahnerhan trabajado juntos durante el Concilio, en el grupo progresista, nos señala que si bien la Restau-ración parece lanzar sus ataques contra el teólogo Rahner (O.R. 25-2-1985), es únicamente parasacar los errores de la sacristía, pero de ningún modo para combatir aquellos que se propagan alexterior (es la teología del Cardenal Ratzinger sobre la libertad religiosa).

A renglón seguido, Don Enrico Chiavacci, para tranquilizar a los observadores laicos (judíos,masones y comunistas) añade que la restauración de Juan Pablo II es sólo disciplinaria y parcial-mente doctrinal (Vita Pastorale, Octubre 1985).

El teólogo Molari declara que la restauración es necesaria porque el Vaticano II ha provocadociertas reacciones, y por lo tanto, es necesario reducir el ritmo, es decir, no dejar a nadie atrás.(Adista, 16-5-1985) [¡todos deberán ser reeducados!].

Esto es lo que todo el mundo parece haber visto y comprendido con respecto aesta Seudo-Restauración, actualmente en marcha en la Iglesia conciliar... y noso-tros, que somos los destinatarios, creemos que lo hemos comprendido también.

Un vaticanista de nombre Giancarlo Zizola merece un capitulo aparte: este per-sonaje trata de analizar los hechos en detalle desde su punto de vista progresista.

Para entenderlo bien, hay que recordar antes, que en la Iglesia hay ahora, unduelo entre católicos progresistas (jacobinos) y católicos liberales (girondinos),quedando los verdaderos católicos (tradicionalistas) fuera de juego. Es una cuestiónde velocidades, siendo el objetivo el mismo.

Según las diversas corrientes de la Revolución, existen distintas opiniones acerca de la Seudo-Restauración. Para los progresistas se trata de una vuelta atrás, yZizola los divide en dos campos:

1) Aquellos que dicen que hay que aguantar ésta situación sin renunciar a bus-car una solución.

2) La de los que piensan que ésta es una situación definitiva, irreversible, capazde separar a la Iglesia del mundo moderno.

Sin embargo, en la revolución llamada “francesa”, después de los excesos delos jacobinos, la fase liberal de los girondinos, se instaló de forma definitiva. En estecaso las “Iglesias” (es decir, los Obispos) van a cargar con ciertas responsabilida-des, llegando incluso a forzar el brazo de Pedro; por eso hemos de vivir sin angus-tiarnos el conflicto actual de la restauración.

Según Zizola, el pontificado del Papa Juan Pablo II constituye una oscilaciónperpetua, pero el proceso continúa. Esta situación muestra todos los signos de unadivisión del catolicismo; frente a las llamadas al orden del Vaticano, los Obisposhacen resistencia pasiva; escuchan, callan y continúan como antes.

Existen dos tendencias principales dentro del Episcopado: la línea Ratzinger yla línea progresista; pero es bastante difícil, incluso para los vaticanistas, el valorarlas fuerzas respectivas.

También hay un cierto desacuerdo entre el Papa y Ratzinger, si bien este últimoha recibido un respaldarazo público y solemne en el Discurso de vísperas de Navi-dad, en 1984.

En opinión de Zizola, el drama de Juan Pablo II es que éste desea reducir lasfronteras de las innovaciones legitimadas por el Concilio, para no verse envuelto enun nuevo período de reformas. Sobrepasarlas significaría tener que ir a la realizaciónde innovaciones que hoy son inaceptables y por eso el Papa hace todo lo posible porcrear una base de Obispos y Cardenales que le sea favorable.

Capítulo VI - ¿Qué dicen los vaticanistas? 69

San Pio X el cardenal Billot, D. Luis Veuillot y el R.P. Sarda y Salvany.

Fisonomías de algunos de los campeones de la lucha contra el catolicismo liberal.

Conclusión

Después de haber estudiado la Seudo-Restauración, con la ayuda de los docu-mentos que nos muestran su naturaleza, sólo nos queda prever, en la medida de loposible, el futuro.

La antigua lucha de la Revolución contra Dios, Nuestro Señor, su Santa Iglesia,su Orden Social histórico y, finalmente, contra las consecuencias religiosas, polí-ticas, jurídicas, sociales y económicas de su Divinidad, bien marcadas en la EdadMedia, esta antigua lucha continúa hoy, con sus metamorfosis, “Fratres, sobriiestote et vigilate”. (1 Pt. 5).

Entre las metamorfosis más peligrosas de la Revolución en la Iglesia, está laSeudo-Restauración. El Cardenal Ratzinger continúa dando, sin prisas, sus “sorpre-sas”: después de la declaración de la Restauración, tenemos la Misa de San Pío Vcon indulto, la institución de la Hermandad San Pedro, la promesa de girar los alta-res, la creación de nuevas congregaciones religiosas conservadoras para ser un "fil-tro" respecto a la juventud que quiere llegar a la Humanidad S. Pío X... ¡hay queestar preparados para recibir nuevas sorpresas!

No creemos que todo esto sea un milagro de conversión (que siempre es posi-ble) ni el camino de una verdadera restauración. No lo creemos por todas las razo-nes expuestas más arriba y también porque los cálculos de Cardenal Ratzinger nosparecen demasiado humanos y poco inspirados por los principios de la fe: “...noncomprehenderunt... non cognovit... non receperunt...”(42).

En efecto, al tener el modernismo la tentación de adaptar la Iglesia al mundomoderno y siendo el mundo moderno la encarnación de la Revolución liberal, éstasólo pide una cosa a la Iglesia: renunciar a la Realeza Social de Nuestro Señor Jesu-cristo y, por tanto, renunciar al Estado Confesional, aceptar el modelo liberal, delaicidad de la sociedad temporal, convertir a la religión en una cuestión meramenteprivada. Si la Iglesia Conciliar “en las sacristías”, después de haber aceptado todoesto, decide girar los altares e incluso imponer como obligatoria la Misa de SanPío V, no por ello se sale de la línea de la Revolución liberal ni molesta al laicismo.Al contrario, la Revolución en la Iglesia se salva y con cimientos más sólidos. (43).

(42) Prologo del Evangelio de San Juan.

(43) La misa tradicional puede ser concedida o aceptada, sin salir de la Revolución liberal, losrevolucionarios saben bien que pueden conceder dicha Misa; pero no cederan jamás en “los mejo-res valores de dos siglos de cultura liberal”.

Podríamos incluso repitiéndonos llegar a predecir la fórmula victoriosa de laSeudo-Restauración, que sería mas o menos así: “tradicionalista sí, pero en pri-vado”.

Si los modernistas perfeccionan su Seudo-Restauración en este sentido, habráque prever el peligro que supondrá para los tradicionalistas esta maniobra, sobretodo para los que están menos preparados, para los que tienen menos conocimiento,o carecen por completo, de la doctrina de la Realeza Social de Cristo y la historia dela Revolución.

Sin dejarse engañar por los combates de “retaguardia”, preparémonos para pró-ximas “sorpresas”, tanto más que la Seudo-Restauración es querida, dirigida ysostenida por fuerzas externas a la Iglesia misma y que conocen perfectamentelas reglas de toda Revolución; ¡no es sólo una “historia de curas”!

Una vez más fue Monseñor Lefebvre, el hombre suscitado por Dios, en esta cri-sis de la Iglesia, el prelado profetizado por Nuestra Señora del Buen Suceso, hacetres siglos, quién también había previsto esta hipótesis en 1987. He aquí un resumende lo que respondió al Cardenal Ratzinger el 14 de Julio de 1987:

“Eminencia, aun en el caso en que Vd. nos concediese un Obispo, incluso sinos concediesen una cierta autonomía con respecto a los Obispos, aun otorgándo-nos toda la liturgia vigente hasta 1962 y nos permitiesen continuar la obra de losseminarios de la Hermandad tal como lo hacemos ahora, nosotros no podríamoscolaborar con Vds., es imposible, porque nosotros trabajamos en dirección diame-tralmente opuesta: Vds. trabajan en favor de la descristianización de la sociedad,de la persona humana y de la Iglesia, mientras que nuestros esfuerzos están dirigi-dos hacía la cristianización; no podemos por tanto, entendernos. Para nosotrosN.S.J.C. ¡lo representa todo! Es nuestra vida; la Iglesia es N.S.J.C., es su EsposaMística; el sacerdote es otro Cristo; su Misa es el sacrificio de Jesucristo y eltriunfo de Jesucristo por la Cruz. En nuestros seminarios se aprende a amar aCristo y todo se haya dirigido hacia el reinado de Nuestro Señor Jesucristo. Esto eslo que somos, y Vds. se dedican a hacer lo contrario. Vd acaba de decirme que lasociedad no debe ni puede ser cristiana, que eso sería ir contra su naturaleza.

Vd. acaba de intentar demostrarme que Nuestro Señor Jesucristo no puede rei-nar en las sociedades. Vd. ha intentado demostrar que la conciencia humana sehalla libre de responsabilidad con respecto a N.S.J.C., que hay que dejarle en liber-tad y concederle, usando sus mismas palabras, un espacio autónomo: eso es la des-cristianización.

Pues bien, nosotros somos partidarios de la cristianización, no podemos, portanto, entendernos. (Retiro sacerdotal, Sept.1987).

72 La Seudo-Restauración

Dios puso enemistad entre la Mujer y la serpiente (Gén. 3.15), el demonio vasiempre en sentido contrario a la voluntad de Dios. Si el demonio ha logradohacerse respetar por la casi totalidad del género humano, podemos pensar, confundamento, que esos mismos hombres han quedado inútiles para el servicio deDios, “sicut inútiles facti sunt”, dice el Salmo.

Siguiendo el espíritu de San Luis María Griñon de Monfort en el “Tratado dela verdadera devoción” (nº 52 y siguientes), terminamos este trabajo con la oraciónsiguiente:

“Oh Santísima Trinidad, en esta larga noche de la Historia, os ofrezco el amorque la Santísima Virgen María os tiene, la enemistad y el odio que Ella ha recibidode Vos contra el demonio que trabaja para rebajar a Jesús Cristo N. S. y la SantaIglesia Católica al mismo nivel de las falsas religiones, como hizo el Papa en Asísdejándose guiar por las ideas que dominan hoy el mundo.

Oh Santísima Trinidad os ofrezco la enemistad de la Santísima Virgen por lavoluntad que tiene el demonio de separar la Iglesia del Estado.

Oh Santísima Virgen María por la gracia de este misterio de enemistad que Vostenéis contra la serpiente, dejadme unir mi espíritu al Vuestro y no permitáis querespete al enemigo de Dios, aunque la mayoría de los hombres de hoy lo hagan.

O Santísima Trinidad, también os ofrezco el acto de Fe solitario, cruel y per-fecto, que hizo la Santísima Virgen el Sábado Santo, día en que todos perdieron laFe. (San Bernardo)

¡Oh Señora mía, por la gracia de este misterio, concédenos conservar la Fe eneste Sábado Santo de la Iglesia. Que no temamos el quedar solos combatiendo endefensa de las consecuencias públicas de la Divinidad de Vuestro Hijo!

Para alcanzarnos estas gracias, ofreced a la Santísima Trinidad, por Vuestrasmanos purísimas, este Tesoro escondido que es el Santo Sacrificio de la Misa, quetodavía se celebra en la Tierra.

Gracias Mamá.

Conclusión 73

S.E. Monseñor Lefebvre.

Al Cardenal Ratzinger, el 14 de Julio de 1987:

“Eminencia... Vd. ha intentado demostrarme que N.S.J.C. nopuede y no debe reinar en las sociedades... eso es la descristanización.

En nuestros seminarios... todo se encamina hacia el Reino deN.S.J.C..., nosotros trabajamos para la cristianización, es imposibleque nos entendamos.” (Retiro sacerdotal, Septiembre 1987)

La Inmaculada Concepción. (Giovanni Battista Tiepolo, 1696-1770)

“Ipsa Conteret”

76 La Seudo-Restauración

Indice

Página

Introducción …………………………………………………………… 5

Capítulo I - Hipótesis futuras ………………………………………… 9§ 1) Hipótesis futuras …………………………………………………… 9

§ 2) Dos peligros y dos remedios ………………………………………… 14

Capítulo II - ¿Qué es la Seudo-Restauración? ………………………… 17§ 1) La Seudo-Restauración ……………………………………………… 17

§ 2) Joseph de Maistre "profeta" contra toda Seudo-Restauración ……… 19

§ 3) Antecedentes históricos de la Seudo-Restauración ………………… 23

§ 4) El perfeccionamiento de Maritain …………………………………… 29El ideal histórico de la cristiandad en la Edad Media …………… 30El ideal histórico de una nueva cristiandad ……………………… 33

Capítulo III - El Papa, la Curia y la Seudo-Restauración …………… 39

Capítulo IV - El Cardenal Ratzinger y la Seudo-Restauración. ……… 47§ 1) Las ideas del Cardenal Ratzinger …………………………………… 48

“Entretien sur la foi” …………………………………………… 48El Cardenal Ratzinger presenta el documento “Instructio” ……… 49“Il nuovo popolo di Dio” ………………………………………… 50“Resultado y prospectivas en la Iglesia Conciliar" ……………… 53“Los principios de la teología católica” ………………………… 54

§ 2) El Cardenal Ratzinger y el intento de dividir a los tradicionalistas … 54

Capítulo V - Los aliados de la Seudo-Restauración …………………… 59El Opus Dei ……………………………………………………… 59Los compañeros de ruta ………………………………………… 63

Capítulo VI - ¿Qué dicen los vaticanistas? …………………………… 65

Conclusión …………………………………………………………… 69

AVISO A LOS LECTORES

Que la Santísima Virgen María bendiga a todos los que han contribuido a la rea-

lización de este trabajo.

Querido lector, si Vd. constata la utilidad de este trabajo y desea, mediante su

ayuda, que esta obra se difunda, le manifestamos por anticipado todo nuestro agra-

decimiento. Todos nuestros recursos están en vuestras manos querido lector.

A 11 de Febrero 1995, Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes.

N.B.: Las personas que deseen los números anteriores, sobre la “Docu-mentación sobre la Revolución en la Iglesia” o quieran enviarnos su

ayuda, diríjanse a:

J. Giulio M. Tan

C. Rodríguez Peña, 125

1640 Martínez Bs. As.

Argentina

Los números: 1 se halla también en francés, italiano y alemán.

2 se halla también en francés y alemán.

3 se halla también en francés.

Introducción 77

Liberales y comunistas unidos

LibertadIgualdadFrateridaden URSS

El Cardenal Ratzinger:“...la primera fase después del Vaticano II está terminada” ("Entretien sur la foi",

pág. 40)“...la restauración... ya ha comenzado..." ("Entretien sur la foi", pág. 40)“...dar vuelta los altares...” (Il Sabato, 24-4-1993)“...hay ciertas decisiones del Magisterio que... puede ser necesaria su rectifica-

ción... las declaraciones de los Papas sobre la libertad religiosa... antimodernistas...decisiones de la Comisión Bíblica...” (Instructio, O.R. 27-6-1990)

“...el punto clave del conflicto es el ataque contra la libertad religiosa y contra elpretendido espíritu de Asís.” (Chile, 1988)

“Todas estas cosas incitan a las personas a preguntarse si la Iglesia de hoy es toda-vía la misma que la de ayer”(Chile, 1988)

“Hay que defender el Concilio Vaticano II contra Monseñor Lefebvre” (Chile, 1988)“...eliminar toda razón de ser a la causa lefebvrista... esas falsas protestas”

("Entretien sur la foi", pág. 35)“...el fenómeno lefebvrista está en expansión...” (Il Regno, abril 1994)

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El Papa:“La Iglesia... no propone modelos políticos... ni una “tercera vía”...” (O.R. 18-9-1988)“La Iglesia no tiene modelos (políticos) que proponer” (O.R 2-9-1991)

La Curia Romana sobre la doctrina social:“Esta enseñanza no es una “tercera vía” entre el capitalismo liberal y el colecti-

vismo marxista... La Iglesia carece de modelos para la vida social” ("Orientamenti",O.R. 28-6-1989)

El Opus Dei:“Cuando, en 1950, el Fundador obtuvo finalmente de la Santa Sede el permiso

para admitir en la Obra... para poder nombrar a no católicos e incluso no cristianosCooperadores de la Obra, se "completó" la familia espiritual del Opus Dei” (MonseñorEscrivá de Balaguer... pág. 244)

“Monseñor Escrivá declaró al Papa Juan XXIII: “..no he aprendido el ecumenismode Su Santidad.” ("Tiempo de caminar"..., pág.246)

“Hace treinta años a mi me acusaron algunos de hereje...” ("Tiempo"..., pág.486)“Esta realidad "ecuménica" de Camino...” ("Estudios sobre Camino", Monseñor

Alvaro del Portillo, pág. 48)

Comunione e liberazione:“Los Estados Unidos son nuestro futuro, es la primera tierra en donde la moder-

nidad ha implantado, de la forma más radical, sus propios valores” (Formigoni,O.R. 27-8-1984)

... hipótesis futuras:...tradicionalistas sí, ¡pero en privado!

Para desenmascarar estos falsos católicos y verdaderos libe-rales, preguntadles: "¿Estás por el Estado Católico sí o no?"