la segunda expedición de la vacuna a méxico (1810-1813) · ciembre de hohj) puso en a la guerra...

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n Napoleón agua la fiesta, Bal- mis proscrito La invasión napoleónica precipi- tó la Guerra de Independencia y certificó la quiebra del Antiguo Régimen, mientras, de forma pa- ralela, se activaban las ideas in- dependentistas en las tierras ul- tramarinas. En este contexto, Bal- mis participó activamente en las luchas políticas que se definieron en España. Tras los sucesos del dos de mayo madrileño, se posi- cionó a favor de la Junta instalada en Aranjuez. Tomó decidida- mente partido contra el hermaní- simo José I alias «Pepe Botella». La represión contra los monár- quicos fue muy fuerte, Balmis se hallaba en la lista de los proscritos que el nuevo monarca mandó perseguir. Sus bienes fueron con- fiscados, viéndose obligado a es- tablecer su residencia en Sevilla y más tarde en Cádiz, siguiendo a la Junta Central, que asumió el poder por la ausencia de Fernan- do VII. Fue un acto de lealtad a la Corona. De vuelta a México A la tensa situación política hay que añadir las noticias referentes a la vacuna sobre la extinción del fluido en México. Balmis se mo- vió para obtener una comisión al virreinato novohispano con las funciones de cuidar y restablecer la propagación de la vacuna. Fue apoyado por el poeta Quintana a la sazón secretario de la Junta. La misión se formalizó a través de la Real Orden de 10 de diciembre de 1809. Su licencia de embarque se expidió el 24 de enero de 1810 «llevando a su familia que son, Manuela Ruiz, José (negro), Ma- nuela de San José y Agustina de San José también de color more- no», partiendo desde Cádiz con rumbo a Veracruz a bordo de la fragata San Fernando, alias El Oriente. Su arribada a primeros de abril les mostró una atmósfera deprimida ante la que Balmis reaccionó de in- mediato contribuyendo «a alentar y mantener fir- mes aquellos habitantes en la causa de Su Majes- tad, al tiempo que los ha- bía desanimado la noti- cia dada por un capitán de un buque mercante procedente de Málaga de haber sido presa por Na- poleón toda la penínsu- la». Mediado mayo, llegaron a México donde Balmis ob- servó que la vacuna no es- taba establecida en esta capital y donde afirmó «que no existiría vacuna en México, a no ser por el celo del señor Cura Párro- co de San Miguel», lo que justificaba la presentación de un nuevo plan de traba- jo. Balmis lo redactó si- guiendo el esquema de la primera expedición y deci- dió buscar el cowpox (vi- ruela de las vacas), centrando su búsqueda en el Valle de Atlixco y en Valladolid de Michoacán. Tras dos meses, volvió a la capital ha- biendo fracasado en la búsqueda de cowpox, este hecho coincidió con el estallido revolucionario, originado en Dolores el 16 de sep- tiembre, a cargo del Padre Hidal- go. En octubre de ese año, elaboró un nuevo reglamento para la per- petuación de la vacuna. Sin em- bargo, en las ciudades de Guada- lajara y Veracruz surgió una fuer- te oposición basada en cuestiones económi- cas y encabezadas por el obispo de Oaxaca y el obispo electo de Valladolid de Michoacán, Ma- nuel Abad y Queipo (1751-1825). Conflicto con el Obispo Queipo Fue en este momento cuando se fraguó el conflicto con Queipo, quien había participado en el fo- mento de la inoculación contra la viruela durante la epidemia de 1798 y favorecido la vacunación en 1804. Asimismo desde 1799 formó parte del clima de agitación aludiendo al exceso de cargas fiscales y consecuentes desigualdades sociales, postura de la que se retractó tras las accio- nes del Padre Hidalgo en 1810, llegando a redactar un edicto de excomunión contra éste y los que seguían sus planteamientos. Dos aspectos enfrentaban a Balmis y Queipo, la vacunación, ambos a favor pero con una visión crítica del último hacia la actitud regla- mentista del foráneo. La otra era política, la de un simpatizante de la independen- cia que cambia de posición para conservar su in- fluencia, frente a un Balmis clara- mente monár- quico. Su rivalidad se hizo visible tras la denuncia públi- ca de Balmis til- dando a Queipo de revoluciona- rio, a lo que éste reaccionó pre- sentando en no- viembre de 1810 una denuncia por injurias. El pleito se prolongó hasta el 20 de agosto de 1811, un proceso que impidió el in- mediato regreso de Balmis a Espa- ña. Finalmente pudo regresar a España en la fra- gata Venganza, que fondeó en el puerto de Cádiz el 15 de febrero de 1813, dando por concluido su último viaje A los pocos meses de su regreso el tratado de Valençay (11 de di- ciembre de 1813) puso fin a la Guerra de Independencia resti- tuyéndose la corona de España a Fernando VII. Éste recompensó a sus afines con títulos y honores. Balmis fue nombrado, en no- viembre de 1814, vocal de la Real Junta de Cirugía y meses más tar- de, en junio de 1815, Cirujano de Cámara. Como conclusión cabe decir que esta segunda expedición plantea una serie de interrogantes: ¿Por qué no inspeccionó otros lugares por los que había pasado antes la REFV? ¿Qué hizo además de completar su misión? ¿Ejerció la medicina, vacunó? ¿Fueron los intereses políticos un objetivo no escrito de la misión? «Se conti- nuará...». José Tuells CÁTEDRA BALMIS DE VACUNOLOGÍA. UNIVERSIDAD DE ALICANTE Bicentenario Balmis Bicentenario Balmis Bicentenario Balmis Bicentenario Balmis Capítulo 25 / Balmis no disfrutó del éxito tras su vuelta al mundo propagando la vacuna. La invasión napoleónica le privó de un merecido descanso. Decidió volver a México en una misión mitad política y mitad vacunadora. Pueden hacernos llegar preguntas que intentaremos contestar en [email protected] Enojado con el emperador francés, Balmis hizo publicar en México un manuscrito de 15 páginas ti- tulado «Retrato político del Emperador de los Fran- ceses...». El texto era demoledor y ponía al francés a caer de un burro. Comienza diciendo: «En la his- toria de las revoluciones políticas no se presenta un monstruo como Bonaparte: es el mayor que ha vomitado la cólera de los cielos para inundar el mundo de crímenes y calamidades». Aunque en al- gunas referencias Balmis aparece como autor, este dato no es cierto. Balmis lo remitió en agosto de 1808 a Ángel Crespo, su compañero expedicionario que se encontraba en Puebla, para que lo reimpri- miera. El autor era Melchor Andarió, un escritor li- beral comprometido con la causa de Fernando VII. El propósito de Balmis remitiendo con rapidez el manuscrito a México era contribuir a la defensa de la monarquía, mostrar su fortaleza frente al inva- sor y apaciguar los primeros escarceos indepen- dentistas. Balmis contra Napoleón El Grito de Dolores del padre Miguel Hidalgo. Embarque de Balmis hacia México. La segunda expedición de la vacuna a México (1810-1813) Cultura y Sociedad INFORMACIÓN LUNES, 22 DE JULIO, 2019 34

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Page 1: La segunda expedición de la vacuna a México (1810-1813) · ciembre de HOHJ) puso En a la Guerra de Independencia resti-tuyéndose la corona de España a Fernando VII. Éste recompensó

n Napoleón agua la fiesta, Bal-mis proscritoLa invasión napoleónica precipi-tó la Guerra de Independencia ycertificó la quiebra del AntiguoRégimen, mientras, de forma pa-ralela, se activaban las ideas in-dependentistas en las tierras ul-tramarinas. En este contexto, Bal-mis participó activamente en lasluchas políticas que se definieronen España. Tras los sucesos deldos de mayo madrileño, se posi-cionó a favor de la Junta instaladaen Aranjuez. Tomó decidida-mente partido contra el hermaní-simo José I alias «Pepe Botella».La represión contra los monár-quicos fue muy fuerte, Balmis sehallaba en la lista de los proscritosque el nuevo monarca mandóperseguir. Sus bienes fueron con-fiscados, viéndose obligado a es-tablecer su residencia en Sevilla ymás tarde en Cádiz, siguiendo ala Junta Central, que asumió elpoder por la ausencia de Fernan-do VII. Fue un acto de lealtad a laCorona.

De vuelta a MéxicoA la tensa situación política hayque añadir las noticias referentesa la vacuna sobre la extinción delfluido en México. Balmis se mo-vió para obtener una comisión alvirreinato novohispano con lasfunciones de cuidar y restablecerla propagación de la vacuna. Fueapoyado por el poeta Quintana ala sazón secretario de la Junta. Lamisión se formalizó a través de laReal Orden de 10 de diciembre de1809. Su licencia de embarque seexpidió el 24 de enero de 1810«llevando a su familia que son,Manuela Ruiz, José (negro), Ma-nuela de San José y Agustina deSan José también de color more-no», partiendo desde Cádiz conrumbo a Veracruz a bordo de lafragata San Fernando, alias ElOriente. Su arribada a primerosde abril les mostró una atmósfera

deprimida ante la queBalmis reaccionó de in-mediato contribuyendo«a alentar y mantener fir-mes aquellos habitantesen la causa de Su Majes-tad, al tiempo que los ha-bía desanimado la noti-cia dada por un capitánde un buque mercanteprocedente de Málaga dehaber sido presa por Na-poleón toda la penínsu-la».Mediado mayo, llegaron aMéxico donde Balmis ob-servó que la vacuna no es-taba establecida en estacapital y donde afirmó«que no existiría vacunaen México, a no ser por elcelo del señor Cura Párro-co de San Miguel», lo quejustificaba la presentaciónde un nuevo plan de traba-jo. Balmis lo redactó si-guiendo el esquema de laprimera expedición y deci-dió buscar el cowpox (vi-ruela de las vacas), centrando subúsqueda en el Valle de Atlixco yen Valladolid de Michoacán. Trasdos meses, volvió a la capital ha-biendo fracasado en la búsquedade cowpox, este hecho coincidiócon el estallido revolucionario,originado en Dolores el 16 de sep-tiembre, a cargo del Padre Hidal-go. En octubre de ese año, elaboróun nuevo reglamento para la per-petuación de la vacuna. Sin em-bargo, en las ciudades de Guada-lajara y Veracruz surgió una fuer-

te oposiciónbasada en cuestiones económi-cas y encabezadas por el obispode Oaxaca y el obispo electo deValladolid de Michoacán, Ma-nuel Abad y Queipo (1751-1825).

Conflicto con el Obispo QueipoFue en este momento cuando sefraguó el conflicto con Queipo,quien había participado en el fo-mento de la inoculación contra laviruela durante la epidemia de1798 y favorecido la vacunaciónen 1804. Asimismo desde 1799

formó parte del clima deagitación aludiendo al exceso decargas fiscales y consecuentesdesigualdades sociales, posturade la que se retractó tras las accio-nes del Padre Hidalgo en 1810,llegando a redactar un edicto deexcomunión contra éste y los queseguían sus planteamientos. Dosaspectos enfrentaban a Balmis yQueipo, la vacunación, ambos afavor pero con una visión críticadel último hacia la actitud regla-mentista del foráneo. La otra erapolítica, la de un simpatizante de

la independen-cia que cambiade posición paraconservar su in-fluencia, frente aun Balmis clara-mente monár-quico.Su rivalidad sehizo visible tras ladenuncia públi-ca de Balmis til-dando a Queipode revoluciona-rio, a lo que éstereaccionó pre-sentando en no-viembre de 1810una denuncia porinjurias. El pleitose prolongó hastael 20 de agosto de1811, un procesoque impidió el in-mediato regresode Balmis a Espa-ña. Finalmente

pudo regresar a España en la fra-gata Venganza, que fondeó en elpuerto de Cádiz el 15 de febrerode 1813, dando por concluido suúltimo viajeA los pocos meses de su regresoel tratado de Valençay (11 de di-ciembre de 1813) puso fin a laGuerra de Independencia resti-tuyéndose la corona de España aFernando VII. Éste recompensó asus afines con títulos y honores.Balmis fue nombrado, en no-viembre de 1814, vocal de la RealJunta de Cirugía y meses más tar-de, en junio de 1815, Cirujano deCámara.Como conclusión cabe decir queesta segunda expedición planteauna serie de interrogantes: ¿Porqué no inspeccionó otros lugarespor los que había pasado antes laREFV? ¿Qué hizo además decompletar su misión? ¿Ejerció lamedicina, vacunó? ¿Fueron losintereses políticos un objetivo noescrito de la misión? «Se conti-nuará...».

José TuellsCÁTEDRA BALMIS DE VACUNOLOGÍA.UNIVERSIDAD DE ALICANTE

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BicentenarioBalmis

BicentenarioBalmis

Capítulo 25 / Balmis no disfrutó del éxito tras su vuelta almundo propagando la vacuna. La invasión napoleónica le privóde un merecido descanso. Decidió volver a México en una misiónmitad política y mitad vacunadora.

Pueden hacernos llegarpreguntas que intentaremoscontestar [email protected]

Enojado con el emperador francés, Balmis hizopublicar en México un manuscrito de 15 páginas ti-tulado «Retrato político del Emperador de los Fran-ceses...». El texto era demoledor y ponía al francésa caer de un burro. Comienza diciendo: «En la his-toria de las revoluciones políticas no se presentaun monstruo como Bonaparte: es el mayor que havomitado la cólera de los cielos para inundar elmundo de crímenes y calamidades». Aunque en al-gunas referencias Balmis aparece como autor, este

dato no es cierto. Balmis lo remitió en agosto de1808 a Ángel Crespo, su compañero expedicionarioque se encontraba en Puebla, para que lo reimpri-miera. El autor era Melchor Andarió, un escritor li-beral comprometido con la causa de Fernando VII.El propósito de Balmis remitiendo con rapidez elmanuscrito a México era contribuir a la defensa dela monarquía, mostrar su fortaleza frente al inva-sor y apaciguar los primeros escarceos indepen-dentistas.

Balmis contra Napoleón

El Grito de Dolores del

padre Miguel Hidalgo.

Embarque de Balmis hacia México.

La segunda expedición de la vacunaa México (1810-1813)

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