SaludHacerle frentea la pérdidade audición

RepoRtajela crisisy sus efectosen los mayores

La Revista de Servicios de Teleasistencia S.A.

Nº16

Volver a estudiarCalidad de vida

Nunca es tarde para volver a las aulas

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La Revista de Servicios de Teleasistencia S.A.

Nº16

Depósito Legal: M-I8228-2009SERVICIOS DE TELEASISTENCIA

Calidad de vidaNUNCA ES TARDE pARAVOLVER A ESTUDIAR04SaludHACERLE fRENTE ALA péRDIDA DE AUDICIóN08ReportajeLA CRISIS y SUS EfECTOSEN LOS mAyORES10

Tras el verano, más de 7 millones de escolares españoles y sus familias se ponen en marcha para el nuevo curso. Nosotros también volvemos este mes para afrontar un nuevo “curso”.

La crisis económica a cuestas, agravada por la subida del IVA en septiembre, nos pondrá difícil este regreso a la ru-tina tras el verano. Sin embargo, no hay que desanimar-se. Debemos afrontar el otoño con optimismo renovado después de estos meses de sol y calor.

Llevemos con ánimo y fuerza esta nueva estación y, aun-que las hojas de los árboles se caigan, las temperaturas sean más frías y la crisis nos aceche, continuemos disfru-tando de las cosas que nos ofrece la vida.

Esperamos que nuevos proyectos, nuevos retos y nuevos planes llenen nuestro día a día para aprovechar plena-mente cada minuto. Desde Teleasistencia, os acompaña-remos este trimestre, compartiendo con vosotros las no-vedades y actividades que emprendamos próximamente.

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LA LLEgADA DEL OTOñO

Nunca es tarde paravolver a estudiar

leer y estudiar son actividadesque contribuyen a retrasar el avancede enfermedades que generan pérdidade memoria

Volver a las las aulas en la tercera edad es un ejercicio gratificante tanto a nivel intelectual como en el aspecto social, ya que los mayores pueden contagiarse de la vitalidad y el entusiasmo de alumnos de otras edades.

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Estudiar en la tercera edad se ha convertido en un fenómeno mundial. Aunque el estudio en la juventud fuera una obligación, en el caso de las personas mayores, es una actividad muy gratifi-cante, un placer que aporta múltiples beneficios. Existe tal demanda de estudiantes mayores de 60 años, que han surgido numerosos cursos es-pecíficos para ellos e incluso programas univer-sitarios.

Los mayores disponen de más tiempo libre y la lectura y el estudio llenan muchas horas. Esta afi-ción les proporciona más sabiduría si cabe, gra-cias a su curiosidad y su deseo de aprender. Ade-

más, los beneficios que el estudio aporta a los más mayores son numerosos. No solo se trata de un ejercicio intelectual gratificante sino que con-tribuye a ejercitar el cerebro.

Gracias al estudio, los mayores utilizan zonas del cerebro que habitualmente no usaban y así se crean nuevas conexiones, estimulando en gran medida la mente, mejorando la actividad neuro-nal y reactivando el funcionamiento cognitivo.Que los mayores estudien beneficia su salud al mismo tiempo que mejora su calidad de vida, po-tenciando sus capacidades y convirtiéndose en personas más seguras e independientes.

existen programas universitarios específicos para mayores, que facilitansu acceso a la universidad y los estudios a este colectivo

En los últimos años, la demanda de los mayores en las universidades españolas ha crecido de for-ma considerable. Ya son miles de personas mayo-res que apuestan por una carrera universitaria de modo que el estudio llena su tiempo libre.

Y es que, tras la jubilación, estudiar una carrera es una de las opciones más demandadas por mu-chos mayores, para acceder así a una titulación que no pudieron adquirir en su juventud.

La oferta de cursos para mayores es muy amplia: desde cursos específicos como manualidades, cerámica o informática, hasta los genéricos uni-

versitarios en sus diferentes disciplinas: derecho, matemáticas, etc. que tantas ventajas aportan.

Estos programas permiten a los mayores que tan solo con la asistencia al 80% de las clases pue-dan aprobar sus asignaturas, sin realizar exáme-nes.

mejora la salud de los mayoresy favorece sus relaciones sociales

Por otro lado, más allá del placer de formarse o el reto de completar una carrera universitaria, estudiar cualquier materia o disciplina por enci-

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es una excelente forma de llevar una vida social activa

Otra de las motivaciones que encuentran los ma-yores en el estudio, es que les hace formar par-te de un grupo. Así se sienten acompañados por personas de su edad, que sienten y disfrutan de las mismas cosas.

Cada vez son más los mayores que se animan al estudio cuentan con curiosidad por estudiar

Estudiar mejora la

salud de los mayores y

favorece sus relaciones

sociales

ma de los 60 años de edad mejora la salud en general y aporta numerosas ventajas. Se trata de una magnífica experiencia social que permite a los mayores relacionarse con los más jóvenes en la universidad, contagiándose de la vitalidad e ilusión de éstos.

Apuntarse a un curso o iniciarse en la universidad potencia la interacción social con otras personas, evitando así algunos de los males presentes en los mayores como la soledad o las depresiones aumentando la autoestima y el optimismo.

Retomar los estudios después de cumplir los sesenta rejuvenece el cerebro, previene enfer-medades mentales de la edad, reduce la de-presión, recupera roles sociales y mejora la calidad de vida. Numerosos motivos llevan a los mayores a estudiar a su edad: adquirir co-nocimientos, deseo de superación, compartir experiencias, curiosidad, etc. En la mayoría de los casos, estudiar mejora su vida a tal punto que les hace sentirse más activos, más útiles y más vivos.

El estudio aporta a los mayores nue-vas habilidades, rutinas, pensa-mientos y les hace sentirse más seguros, relacionándose mejor con sus hijos y nietos, com-partiendo con otras genera-ciones los nuevos conoci-mientos adquiridos.

Estrechar vínculos fa-miliares, en especial con los más jóvenes, es uno de los objeti-vos que muchas veces animan a los mayores a estudiar. Así, están al día con lo que pasa en el mundo y pueden acercarse a otra genera-ción, la de sus nietos, com-partiendo los mismos conocimien-tos e inquietudes.

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y aprender. Así su rol dentro del contexto social cambia y pueden disfrutar de una vida más activa.

El hecho de sumar años y ser mayor no signifi-ca estar limitado, sino todo lo contrario. La vida sigue y lo importante es seguir disfrutándola. Y si el estudio de cualquier disciplina contribuye al

disfrute de la vida, bienvenido sea. Así, las per-sonas mayores llenan su tiempo libre mientras llevan a cabo una saludable práctica con multi-tud de beneficios.

Realizar una actividad de aprendizaje como el es-tudio es, para muchas personas mayores, el ca-mino que encuentran para superar la soledad, el envejecimiento, la depresión, etc.

Es un error, por tanto, relacionar tercera edad con incapacidad o inactividad, pues cada vez es más numeroso el colectivo de mayores con inquietu-des y ganas de aprender y estudiar mejorando así su autoestima y valoración. La actitud y la capa-cidad intelectual dependen de cada uno y de las ganas que tenga de estar activos y progresar, sea cual sea la edad.

la primera universidad para mayores fue creada en toulouse y data de 1973. su nacimiento se produjo en respuesta a la declaración mundial sobre la edu-cación superior del siglo xxi, procla-mada por la unesco. en ella se ex-pone la necesidad de abrir los centros de educación superior a la población adulta. a partir de este momento la for-mación para adultos ha ido adquirien-do protagonismo en los programas de los centros de enseñanza superior.

la formación para mayores ya se potencia des-de los propios centros y son muchos los que poseen programas específicos. para acce-der a ellos no es necesario poseer nin-gún título universitario, aunque algu-nos centros exigen la superación de un examen para poder entrar. las uni-versidades de mayores reúnen a más de 23.000 alumnos al año con edades que varían entre los 50 y los 85 años y que cursan estudios con duraciones va-riables entre 3 y 5 años.

en españa existen multitud de organi-zaciones encargadas de fomentar la

educación entre adultos. institu-ciones como la asociación esta-tal de programas universitarios para personas mayores fomen-tan el “placer de aprender” y el diálogo entre universidades, ad-ministraciones públicas y enti-

dades privadas como medio para la colaboración en la materia, y universidades como la autónoma de madrid, la universitat de barcelona o la universi-dad politécnica de va-

lencia disponen de “au-las de la experiencia” con

programas específicos para mayores.

los programas universitarios de forma-ción para mayores suelen comenzar en

el mes de octubre y se extienden hasta junio.

Las universidades para mayores

Las Universidades de Mayores reúnen a más

de 23.000 alumnos al añocon edades que varían entre

los 50 y los 85 años

La pérdida de audición es uno de los problemas de salud crónicos más comunes. Afecta a perso-nas de todas las edades y puede variar de inten-sidad desde una leve disminución de la sensibili-dad auditiva, a una pérdida total.

Cuando el individuo sufre un déficit funcional de la capacidad auditiva en mayor o menor grado, se considera que sufre sordera o hipoacusia: pér-dida de la audición que impide recibir, asociar y comprender sonidos tanto del entorno como de la lengua oral.

La hipoacusia es la pérdida parcial de la capaci-dad auditiva, que solo permite escuchar algunos sonidos fuertes. En función de la intensidad de ésta, las hipoacusias pueden clasificarse en lige-ra, con una pérdida de 20 a 40 decibelios y di-ficultad para escuchar conversaciones lejanas o en lugares ruidosos; media, con una pérdida de 40 a 70 decibelios y dificultad para participar en conversaciones; severa, con una pérdida de 70 a 90 decibelios, perciben conversaciones muy al-tas y muy cercanas (a menos de unos 40 cm); y profunda, con una pérdida superior a los 90 deci-belios, solo perciben algunos sonidos ambienta-les muy intensos. Para casos leves o moderados, suelen utilizarse los auxiliares auditivos para au-mentar hasta en un 30% la audición.

Pérdida de audición en la tercera edad

En la tercera edad, esta pérdida de capacidad au-ditiva es una de las deficiencias sensoriales más frecuentes. Durante el envejecimiento, la percep-ción de los sonidos de alta frecuencia se ve ge-neralmente afectada, lo que se denomina pres-biacusia. De hecho, aproximadamente el 25% de personas mayores de 65 años y el 75% de octo-genarios padecen pérdida de audición.

Sin embargo, tercera edad no es sinónimo de sor-dera. El oído sufre una serie de cambios en el proceso de envejecimiento que comportan unas modificaciones auditivas, pero no tiene por qué traducirse necesariamente en sordera. Por ello, se recomienda acudir al médico otorrinolaringó-logo, para que estudie y valore las causas de la pérdida de audición en cada caso y, en función de su origen, tratarlas de una u otra forma.

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Se trata de una afección incurable pero tratable, que puede resolverse con cirugía o ayuda técnica específica

Salud

HACERLE fRENTE A LA

péRDIDA DEAUDICIóN

La principal causa de esta afección en los mayo-res es la pérdida de células receptoras de los soni-dos que provocan una disminución auditiva por el propio proceso de envejecimiento, caracteriza-da por una otosclerosis, si bien factores heredita-rios y la incidencia de otras enfermedades como diabetes o hipertensión, contribuyen a la sordera ya que afectan directamente a la circulación de la sangre en el oído.

Además de los factores hereditarios, las enferme-dades o el propio envejecimiento, la sordera en la tercera edad está condicionada también por el entorno: estamos expuestos a altos decibelios que perjudican el oído interno y el tímpano.

síntomas y consecuencias

Es importante identificar sus síntomas para acudir al espe-cialista y tomar medidas al respecto. Entre los más fre-cuentes figuran zumbido en los oídos, dificultad para es-cuchar conversaciones, pro-pensión a hablar más alto y subir el volumen de radio, te-levisión, etc., no oír sonidos cotidianos como el timbre o el móvil, mareos o proble-mas de equilibrio. Reconocer estos síntomas, identificar la sordera y tratarla, mejora no solo la calidad de vida de las personas mayores sino su pa-pel en la familia y en la so-ciedad.

De las consecuencias de la pérdida de audición, encon-tramos las emocionales, que interfieren en la actividad social de los mayores. No oír o entender a medias las conversaciones, limita a la persona mayor a la hora de relacionar-se, bien sea utilizando el teléfono o participando en grupos o actividades colectivas, hasta produ-cir su aislamiento social.

Aquellos que niegan o no se tratan la sordera, poco a poco se van aislando, dejan de participar

en conversaciones y tienen dificultades para co-municarse por teléfono. La persona mayor que lee los labios porque no oye o que no sale a la calle porque no escucha los sonidos del entor-no, acaba sintiéndose solo y viviendo su propio mundo, aislado del resto. Por ello, hay que reme-diar y tratar cuanto antes la sordera, para que no se convierta en un obstáculo en la realización de la vida social y cotidiana.

Unas simples recomendaciones pueden ayudar a que la mala audición no repercuta en su comuni-cación y que no se aísle del resto como llamarle la atención antes de comenzar a hablarle, acer-carse con el fin de que ningún obstáculo impida que le oiga, mirarle de frente, evitar los ruidos de fondo o evitar charlar al mismo tiempo que se come o se camina, hablar de forma clara y rítmi-

ca y gesticular para ayudar a la comprensión de las palabras emitidas.

Para evitar padecer sordera y como en la mayo-ría de afecciones y enfermedades, se recomienda unos hábitos de vida saludables, práctica de ejer-cicio físico y una alimentación sana y equilibra-da. Y así podrá combatir o retrasar la pérdida de audición en la tercera edad.

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Las técnicas auditivas para la amplificación de la audición han avanzado mucho

La crisis económica actual no solo afecta al colec-tivo que busca empleo, a los empresarios o a los trabajadores. También los jubilados o personas mayores se encuentran indirectamente afectados por esta situación en algunas facetas de su vida.

Y es que esta crisis ha modificado los hábitos familiares y repercute en la vida diaria y de los abuelos, que se convierten en pilares fundamen-tales para sus hijos y sus nietos, ya que gracias al apoyo que les prestan tanto económica como psicológicamente, se sienten más arropados y ali-viados. Los datos hablan por sí solos: cada vez son más las personas mayores de 65 años que ayudan económicamente a sus hijos o a algún familiar.

Aunque la crisis económica afecta tanto a los hombres como las mujeres, los efectos son ma-yores en ellas. Padecer problemas en la economía doméstica derivados de la crisis es un obstáculo en la vida diaria de muchas familias españolas.

Los abuelos hoy día sacrifican su economía par-ticular, para prestar el apoyo económico que ne-cesitan sus hijos en paro, y descartan el gasto en ocio, aficiones y disfrute de su tiempo libre para ayudar a sus familias.

En lugar de estar disfrutando de su jubilación, de tiempo libre, de aficiones y de la familia, las personas mayores asumen la responsabilidad de sacar adelante a sus hijos y nietos. Económica-mente, dedican parte de sus ingresos al sustento familiar de sus hijos y se emplean a fondo para ayudar a sus hijos y a sus nietos.

vuelta a casa

A grandes rasgos, las personas mayores que ayu-dan a sus hijos se caracterizan principalmente por vivir acompañados y pertenecer a un estatus social medio o alto. Prestan ayuda económica a sus hijos, les proporcionan ayuda alimentaria e, incluso, les acogen en casa.

Y es que las familias que no llegan a fin de mes y tienen dificultades económicas, acuden a los

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RepoRtaje

Las personas mayoresse han convertido

en el pilar fundamentalen el entorno familiar

y sus efectos CRISIS

La

en muchos casos, los más mayores están

siendo los héroes silenciosos de esta

crisis económica

abuelos que les costean algunos gastos básicos e incluso van a vivir a sus casas. En esta situación, los mayores se convierten en el apoyo principal de sus hijos desempleados.

Tanto es así que, por ejemplo, el mercado de re-sidencias de ancianos ha experimentado un cam-bio: no solamente han dejado de recibir usuarios debido a la crisis sino que cada vez más fami-lias, sobre todo aquellas que tienen a todos sus miembros en paro, optan por sacar a sus fami-liares de estos centros, para vivir con ellos y que les ayuden económicamente con la pensión que perciben.

Si antes era difícil conseguir una plaza en las re-sidencias para la tercera edad, actualmente la de-manda es muy baja y existen vacantes. Y es que muchas personas mayores vuelven a casa a ayu-dar a sus hijos, convirtiéndose de nuevo en el sustento familiar.

Incluso encontramos casos de personas mayores que han avalado con su casa a sus hijos, para comprar la suya o para abrir un negocio.

el cuidado de los nietos

Lo que hace unos años era excepcional, abuelos convertidos en cuidadores de los nietos, ahora es generalizado. Para muchos padres que traba-jan, optar por las guarderías y afrontar su coste es un lujo en estos tiempos de crisis. Esto ha in-crementado el número de abuelos que atiende a sus nietos: el 49,9% de las personas mayores cui-

dan casi diariamente a sus nietos. Concretamen-te, más del 70% de mujeres mayores de 65 años ha cuidado o cuida de los hijos de sus hijos.

En la actualidad, se trata de la labor más impor-tante que realizan los abuelos no solo para sus hijos sino para la sociedad en general. Se con-vierten en “canguros” y son responsables de su cuidado en casa y de ejercer responsabilidades como salir a la calle, vigilarles en el parque o lle-varles al pediatra, entre otras.

En estos tiempos de crisis económica, la familia pone a prueba su solidez y fortaleza que, tras años de independencia y vidas separadas, aho-ra se necesita más que nunca e incluso, vuelve a convivir bajo un mismo techo.

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CeSta de la CompRaHay que evitar caprichos innecesarios y comparar precios en los distintos supermercados, eligiendo el más ba-rato. optar por las marcas blancas es una buena opción que no tiene por qué suponer una pérdida de calidad.

gaStoS del hogaRpodemos reducir el importe de las facturas de casa cambiando ciertos hábitos como ducharse en lugar de bañarse, utilizar la lavadora o el lava-vajillas al máximo de su capacidad o emplear bombillas de bajo consumo.

CompRaSen época de vacas flacas hay que comprar lo extrictamente necesario, esperando siempre que sea posible al periodo de rebajas. pagar en metálico ayuda a llevar un control del gasto.

alteRNatIVaS de oCIolos ayuntamientos disponen de una amplia oferta de ocio y cultura gratuita que podemos aprovechar. si no, siempre podemos leer, hacer manualidades, practicar deportes...

Consejos para capear la crisis