la puta bella y la bestia

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Noche en la calleja, narcóticas bocanadas de tabaco mientras el rocío como brisa seca de este inverno anuncia mi equipaje pasajero, dan las 10 en mi reloj, en la semana da viernes, y en mi cuerpo da un poco de comezón, aún no puedo olvidarte, daría gracias esta noche encontrarte para hacerte el amor en la azotea descuidada con este frío placentero y excitante, daría incluso la fe en mi mismo, saber que aún existo que soy yo el mismo que sólo ha cambiado el peinado los lentes y las noches en que sólo me queda estirar mi mano, y encomendarme al diablo desgraciado, -esta noche te ganaré la batalla colosal cabrón- seré mas oscuro aún ,habrán pasajeras chispas rojas e incandescentes rozando mi humanidad , con un aroma putrefacto, lujurioso, con el vapor incesante abrumando mi respiración cual será mejor que este infierno mismo, no creo en Dios, pero tampoco quiero creer en ti, a pesar de que tus Ángeles son más allegados, los encuentro por todos lados, en las pantallas, en los amargos vinos, en los celibatos, en los templos mismos, en cada auto pequeño y amarillo con letrero brillante, que me cobra 4 monedas por llevarme al destino que esta noche me guía mi instinto,- maestro lléveme al boulevard de la bohemia-. No confío en subir, apenas acomodo mi humanidad en el asiento, y ya me veo tirado y desnudo en algún inhóspito lugar, víctima una vez más de los demonios andantes en autos diminutos y amarillos, y peor aún desnudo y sin haber tirado, desnudo y ya no con los bolsillos vacíos, simplemente, sin bolsillos. Es la razón por la cual no subo sin antes fijarme si hay alguna estampita o suvenir de aquellos santos que dicen ser el bien, a pesar de que no creo en Dios. Tendría que decir que ayudan a mi auto hipnosis, a creer que nada pasará en estos 10 o 15 minutos de viaje, debería ser la hipnosis una religión más en esta fauna inútil. Y encaminado a mi encuentro voy nuevamente dando bocanadas por la ventana del auto, respiro, veo como las luces de los postes andan a mi ritmo, el auto se detiene en el semáforo rojo, detente y piensa dice, otra vez más la señal es roja como el diablo, y en medio de la pista se acomoda otro ángel, con el cabello enredado, sucio, con aretes engatusando su rostro, haciendo piruetas con cuchillos encendidos, otro ritual más se apresta en la noche, culmina, se acerca al auto, viene por mi alma, entro en zozobra y con estupor solo veo las estampitas; veo a un negro con tres mascotas hambrientas, veo una señora con un traje de boda, veo un niño con corona, veo un carpintero con una gran madera en la espalda, ha de haber sido duro el trabajo en aquellos tiempos, necesito hipnotizarme, viene por mi alma, su cómplice, mi verdugo que me lleva en su auto baja la ventana, da una moneda muy pequeña y amarilla, es el precio de mi alma acaso? Si que es bastante barato, solo pone más en duda si en verdad existo, el ángel del fuego se va, sigue caminando estirando la mano de ventana en ventana, ojalá el alma de los que se encuentran atrás, no valga tan poco como la mía, el

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Noche en la calleja, narcticas bocanadas de tabaco mientras el roco como brisa seca de este inverno anuncia mi equipaje pasajero, dan las 10 en mi reloj, en la semana da viernes, y en mi cuerpo da un poco de comezn, an no puedo olvidarte, dara gracias esta noche encontrarte para hacerte el amor en la azotea descuidada con este fro placentero y excitante, dara incluso la fe en mi mismo, saber que an existo que soy yo el mismo que slo ha cambiado el peinado los lentes y las noches en que slo me queda estirar mi mano, y encomendarme al diablo desgraciado, -esta noche te ganar la batalla colosal cabrn- ser mas oscuro an ,habrn pasajeras chispas rojas e incandescentes rozando mi humanidad , con un aroma putrefacto, lujurioso, con el vapor incesante abrumando mi respiracin cual ser mejor que este infierno mismo, no creo en Dios, pero tampoco quiero creer en ti, a pesar de que tus ngeles son ms allegados, los encuentro por todos lados, en las pantallas, en los amargos vinos, en los celibatos, en los templos mismos, en cada auto pequeo y amarillo con letrero brillante, que me cobra 4 monedas por llevarme al destino que esta noche me gua mi instinto,- maestro llveme al boulevard de la bohemia-. No confo en subir, apenas acomodo mi humanidad en el asiento, y ya me veo tirado y desnudo en algn inhspito lugar, vctima una vez ms de los demonios andantes en autos diminutos y amarillos, y peor an desnudo y sin haber tirado, desnudo y ya no con los bolsillos vacos, simplemente, sin bolsillos. Es la razn por la cual no subo sin antes fijarme si hay alguna estampita o suvenir de aquellos santos que dicen ser el bien, a pesar de que no creo en Dios. Tendra que decir que ayudan a mi auto hipnosis, a creer que nada pasar en estos 10 o 15 minutos de viaje, debera ser la hipnosis una religin ms en esta fauna intil.

Y encaminado a mi encuentro voy nuevamente dando bocanadas por la ventana del auto, respiro, veo como las luces de los postes andan a mi ritmo, el auto se detiene en el semforo rojo, detente y piensa dice, otra vez ms la seal es roja como el diablo, y en medio de la pista se acomoda otro ngel, con el cabello enredado, sucio, con aretes engatusando su rostro, haciendo piruetas con cuchillos encendidos, otro ritual ms se apresta en la noche, culmina, se acerca al auto, viene por mi alma, entro en zozobra y con estupor solo veo las estampitas; veo a un negro con tres mascotas hambrientas, veo una seora con un traje de boda, veo un nio con corona, veo un carpintero con una gran madera en la espalda, ha de haber sido duro el trabajo en aquellos tiempos, necesito hipnotizarme, viene por mi alma, su cmplice, mi verdugo que me lleva en su auto baja la ventana, da una moneda muy pequea y amarilla, es el precio de mi alma acaso? Si que es bastante barato, solo pone ms en duda si en verdad existo, el ngel del fuego se va, sigue caminando estirando la mano de ventana en ventana, ojal el alma de los que se encuentran atrs, no valga tan poco como la ma, el auto parte luego del semforo, listo la hipnosis me ayuda de nuevo, te lo dije -no me ganars esta noche colosal cabrn-.

Bajo del auto y llego al purgatorio una vez ms me fue en bien en el viaje la hipnosis ayud, todos ren en la calle no les importa nada, no saben de cielo o infierno slo estn aqu porque no tienen nada ms que hacer, beben esta noche algunos ren, algunos lloran, otros entran en clmax y vuelven la cabeza, me miran, y piensan que estpido solitario dnde ir?, camino sin fijarme fumo un poco, busco alguien conocido, los ngeles negros se disipan, veo un ngel blanco hermoso, pasa por mi costado, su aroma me narcotiza me insita a seguirla pero no puedo, ya est acompaada, slo me queda seguir caminando dando vueltas al boulevard, aqu no hay nadie, salgo de esa manzana y camino hacia el sur por las calles vacas, oscuras, sucias y fras, en busca de otro ngel como el que acabo de ver, un ngel solitario, para que me lleve al cielo, esta noche an las calles andan vacas ahora nuevamente a un ritmo mas cauteloso las luces de los postes caminan conmigo, quieran las estampitas que no se me atraviese otro ngel negro traga fuegos, en busca de mi alma y de mi cuerpo, simplemente camino, buscando el ngel que esta noche me lleve al cielo.

Los ngeles hoy estn acompaados, me quedar slo al parecer, mi verdugo no me gan la batalla, pero yo tampoco gan nada, y tena que haberlo echo, es temprano para rendirme, debo seguir caminando te ganar la batalla, y as tambin podr decir que no existes, que no creo en ti y que eres un nima hipntica ms, intil y persuasiva para los dbiles de pensamiento, espero no sea mi caso, sigo caminando ya trmulo por el frgido viento que enfra mis orejas, ya es media noche y a lo lejos veo una seal, no me parece un semforo, pues su color es fijo, no cambia, es un color que est seguro de si mismo, tambin es rojo, anuncia a mi enemigo, no se si acercarme, no vaya a ser que ah tambin ande un ngel negro lanza cuchillos y traga fuegos, pero si no arriesgo nada no ganar ninguna batalla por eso decido ir al encuentro con la seal, no importa si caigo, vale ms morir en el intento que vivir una vida intentando, ya estoy muy cerca, la luz me hipnotiza nuevamente, estoy poseso por su furia, por su mpetu y a la vez por su dulzura y pasin, ya soy parte de su roja magia incandescente, y ahora slo me queda el largo callejn, el pasadizo al infierno que encuentro debajo de aquella luz, quiz all no encuentre al ngel que busco como compaa esta noche, pero encuentre a mi enemigo para presentarme como su verdugo, y ya encaminando por el estrecha manga fluyen mis nauseas al ver ya el humo que abruma todo el contorno terrenal, alguien me detiene, que buscas me pregunta, a un ngel o a mi enemigo le digo, me dice que ngel no est hoy, que regrese maana le digo que no puedo que hoy es mi ltima noche por aqu, y no me ir sin antes haber ganado nada, entonces estira su mano hasta mi bolsillo saca unas monedas y me deja un par, abre las puertas y ya el humo me abruma ms, casi me intoxica, no logro ver nada slo chispeantes luces rojas que se dibujan entre la bruma, y danzan al comps de las sinfonas satnicas que tambin me envuelven, logro superarla y ya ah adentro puedo verlo todo, la parte izquierda de mis labios sonre, y pienso; el infierno es tal como lo so, los ngeles se olvidaron de cubrir sus cuerpos y hay muchos solitarios en busca de mi compaa, lo s, todos sonren con las dos partes de sus labios, yo slo con una no puedo estar tan confiado an, puede que no encuentre a nadie, ni al enemigo mismo como para saber que este lugar escondido debajo de una seal roja sea mi nuevo refugio angelical, aqu nadie voltea a mirarme para susurrar de mi, que soy un idiota solitario, aqu nadie est solo, aqu nadie puede estar solo, y aqu tampoco nadie puede conocerse pues la oscuridad ser perpetua, y la bruma distorsiona las sonrisas pero no la lujuria para fijar la mirada en dos buenas razones de compaa, ir a buscar un ngel, para que me cuente su nombre, su vida y que se siente ser tal ,si es mejor que estar caminando por la calle en busca de compaa, o encontrarla toda en este lugar, y ya no puedo esperar, ella est ah, danzando, no logra verme, se encuentra con los ojos cerrados, ya la veo, con su gran cabello alborotado, su menudo dorso su aroma cautivante tengo que ir, voy hablarle, es mi obligacin, mientras las manos de otro ngeles pasan por mi cuerpo como queriendo poseerme, llego hasta donde est, le digo: t eres mi ngel?, me dice que no, ngel no viene hoy, viene maana, le pregunto si quiere acompaarme, me dice compaa? claro que si, me sonre y da un beso en mi cuello me toma de la mano, me lleva a un confesionario que ms parece un mesa de cantina, se sienta en mis rodillas y me dice al oido, es hora de mi trago da unos cuantas palmadas al viento y ya se acerca su sbdito le pide la pocin mgica para que se enamore de mi, el se la trae, y ella le dice todo para el final, al parecer esta noche mi final ser con ella, que buena forma de finar, que es eso le pregunto, me dice que es para pasar mejor el rato, yo le digo que bien, y le pregunto si en verdad ella ser mi ngel esta noche, me dice que ngel no viene hoy, est maana pero puedo llamarla Remedios, viniste solo? Ella pregunta, le digo que si, y que bueno que haya encontrado este lugar porque al parecer aqu nadie esta solo, ella bebe el trago me da un poco, le brillan los ojos, la bruma ahora ya no es asfixiante sino placentera, y las luces rojas ya no danzan con malicia para mi cabeza sino al comps de su silueta, me pregunta si le parezco bonita, y le digo que es lo mejor que he visto en mi vida, le digo q me perece virgen y que hasta sus tetas nunca nadie las toc, ella re casi se emborracha, siempre hablas incoherencias?, me dice, le digo que solo las hablo cuando estoy enamorado como cualquier mortal, mientras sigue bebiendo el trago, le pregunto si quiere ser mi primer amor, ese inolvidable como dicen todos, ella vuelve a rer, y me dice que nunca tuviste un primer amor? Le digo que no se si lo tuve y si lo tuve no es que sea inolvidable al contrario dara todo por no acordarme, no quiero recordarlo, me ve con estupor y le brillan los ojos, casi tartamudea y me dice al odo: no se si pueda ser tu primer amor, pero sers el primero para quien dedicar esto, luego de ello llega un demonio guardin la levanta de la mesa y cubre su cuerpo, se la lleva, ella me mira y me guia el ojo, luego la oscuridad se vuelve nuevamente perpetua ya no hay luces rojas chispeantes, todo es oscuro, y las voces celestiales que se escuchan en toda la mazmorra, anuncian a ella, a remedios- y ahora la sensual remedios con el show ms esperado por todos,- haciendo un ritual excitante, ella contornea su cuerpo en el medio, solo las luces apuntan a ella, la puedo ver, me enamora ,me seduce, es a lo que se refera, este ritual me lo dedica para poseerme por completo para poder morir con ella esta noche luego de hacerla ma, danza con el suelo, con el aire, danza con su cuerpo complemente desnudo, vine en busca de un ngel y encontr una Diosa, dara toda mi alma que no vale ms que una moneda amarilla por estar danzando el ritual ah arriba con ella pero los demonios guardianes la surcan no dejan que nadie se acerque puesto que ella es una Diosa, y tiene que estar resguardada, s que ser ms sensato esperar a que venga nuevamente, s que lo har.Ella termin el ritual y nuevamente el demonio guardin cubri su cuerpo desnudo y se la llev ahora slo me queda esperarla para agradecerle y para comentarle que estoy en completa posesin a sus deseos, que el ritual fue la mejor forma de anunciar el final. Ella viene, le digo gracias, ella me pregunta si quiere que siga con la compaa que los tragos valen el doble luego del show, le digo tiene que mi alma entera y que tome asiento, ella pide otra pocin mgica, le digo gracias por el ritual, de nada chico sin primer amor, me responde, le comento que esta noche podemos irnos, desaparecer, para hacer ms mgico nuestro fin, para que su angelical figura me lleve hasta el etreo placer donde pueda ver a los dos desde all arriba, ella es cariosa frota mi rostro, lo junta al de ella y hace que nos miremos al espejo, hacemos buena pareja dice, de que sirve le digo, si esta noche es nuestro fin, me da un trago ms de su pocin, le digo si alguna vez estuvo acompaada ella me dice que si, que en estos momentos est acompaada y me seala a la izquierda, veo un tipo rudo, muy grande y con un semblante furioso muy parecido a mi enemigo al colosal cabrn al demonio mismo la bestia en todo su esplendor salvo que en su pecho no lleva la consigna del 666 sino una nueva que dice 911 , porque no ests con l en este momento le digo, en horario de trabajo no podemos, y entonces hasta que hora sers mi compaa le pregunto, no falta mucho, mi horario de salida es a las 5 apenas cuando el sol comience a salir, le pregunto si es mi ngel o mi grgola, ella vuelve a rer, no importa le digo, mientras puedas llevarme en tus alas todo est bien, sigue riendo, ya est casi ebria, le pido que nos vayamos pasadas las 5 que le cantar una cancin antes de nuestro fin, ella dice que no, que se va con su compaa con su bestia con su 911, le digo que podra darle mi alma, slo quiero tenerla por un momento quiero un despedida y un final glorioso, y entonces ella responde eres diferente, me gusta tu estupidez, pero no hago ese servicio, slo vengo de cuando en cuando para dar un baile, un poco de compaa un trago, yo que s, para ganarme algo extra. Le digo que no ir de aqu sin ganar la batalla a nadie, vas a tener que ir me sugiere, aqu todos se van, como que todos se van?, respondo, acaso el infierno no es perpetuo y eterno, vuelve a rer, pobre orate debe pensar, entonces solo atina a levantarse de la mesa a sido un placer me dice da un beso en mi frente, es cariosa, se despide, son casi las 5 me tengo que ir, siempre que vuelvas espero que yo tambin este aqu, no te vayas le cojo el brazo dime si tengo que ganarle la batalla al tipo de la consigna del 911 para que tu me acompaes, ella vuelve a darme un beso en la frente y me dice; ya ve a dormir, yo no hago ese servicio , ella se va desaparece entre unas cavernas un tanto ocultas entre la bruma, estoy en zozobra nuevamente no puedo quedarme una noche ms sin ganarle la batalla a nadie, Remedios; el ngel mas bello de este lugar no quiere ir conmigo, solo veo al tipo de la consigna, con todos los demonios guardianes, es hora de decidir si morir en el intento o vivir una vida intentando, s, ir como un hroe legendario al encuentro de la bestia, de la bestia de mi ngel, y una vez vencido me la llevar para que me acompae por siempre, la bestia se ve furiosa casi invencible pero esa denominacin la tendr que comprobar, y ah voy yo tambin furioso, el an no se considera que voy a su encuentro sigue con los demonios guardianes, le toco la espalda, l vuelve la cabeza y mira hacia abajo donde estoy yo, es enorme, su rostro es accidentado, sus cabellos gruesos y su mirada endemoniada que no me deja dudas que es la bestia misma, le digo entonces que le gan la batalla, te gan la batalla colosal cabrn, mi ngel remedios dedico el ritual de hace un rato slo para mi, ahora necesito que lo aceptes para irme tranquilo, l no entiende nada, considera que estoy ebrio, y me dice no jodas borracho que te saco a patadas, he tomado poco le digo slo quiero que tu mujer me acompae, llevrmela para que sea ma, ya demostr sus ganas con el ritual, acptalo bestia le digo, l no soporta ms, y llama al sbdito que traa las pociones mgicas para remedios le pregunta si pagu lo consumido porque me sacara del infierno, el sbdito le dice que no, que debo mucho dinero, la bestia me sugiere que pague, le digo que no tengo dinero, que el tipo de la puerta meti la mano en mi bolsillo y slo dej dos monedas, me dice que ser mejor que pague, paga mierda sino paga tu culo porque aqu tambin vienen cabros, le digo que no tengo dinero que no estaba enterado que los tragos de remedios costaban dinero, le dije que yo no quera tragos, slo quera a ella, entonces la bestia viene a mi encuentro ms furioso an , logr escabullirme soy pequeo y gil y l grande y muy torpe, no me ganars la batalla le digo y empieza a perseguirme por todo este infierno, la persecucin es violenta a mi paso logro disipar bruscamente lo que encuentre a mi paso, y escucho que rompen vidrios, que paran la msica y que una luz tenue logra iluminar todo, trato de buscar una daga para clavarla en su corazn, todos se escandalizan, gritan, no me ganars la batalla, hasta que tropiezo con el pie de de remedios, aydame le digo, pero es tarde ya estoy sedado luego de un golpe de la bestia que da en mi cabeza coge mi cuello y me levanta sin dificultad, me lleva a una celda perpetua del infierno seguramente, an intento soltarme pero es intil, perd la batalla apenas logro ver el suelo y veo como voy dejando una lnea roja por la sangre que derramo entonces la bestia abre un habitacin completamente oscura y me arroja ah sin piedad, mi cabeza golpea el piso y quedo completamente dormido y apenas logro escuchar que no saldr de ah hasta que pague lo que debo.

Despierto de este sueo completamente maltrecho y dolorido, ha de haber pasado das enteros y yo dormido, ahora si la eternidad en esta habitacin completamente oscura parece tener sentido, pero a lo lejos puedo escuchar nuevamente la msica de los rituales, la misma msica de remedios debe estar danzando nuevamente y yo aqu sentado sin hacer nada , slo logro dar una dbil patada a la puerta pero nada, no hay respuesta, hasta despus de unos minutos, cuando la bombilla se enciende, entra una mujer tambin casi desnuda como las que vi apenas entr, an tengo las heridas de la bestia, y ella las mira cuidadosamente, no dice palabra alguna, solo me mira fijamente como creyendo conocerme, hasta que dice, no recuerdo tu rostro, scame de aqu le digo, me dijeron que ayer hiciste un escndalo destrozaste todo y no quisiste pagar lo consumido, ayer le pregunto? Cuanto tiempo pas, me dice casi un da entero ya estamos casi a la salida del sbado, solo agacho la cabeza y digo puta madre dos das y no hice ni mierda, veo a los ojos de esta mujer tambin es bella le digo sollozando que si me saca de aqu har lo que fuese por ella, me mira fijamente, y me dice que espere un momento, ella regresa logra levantarme y pone uno de mis brazos en su cuello, y me dice que camine lentamente, pasamos por el infierno nuevamente todos ests estupefactos al ver como aquella mujer me ayuda a salir y en la puerta veo a la bestia nuevamente, llegamos donde l, coge mi rostro y lanza un flash, nunca ms entras huevn, ahora la mujer me lleva de salida por la misma manga debajo de la seal roja por donde entre aparentemente hace 48 horas, llegamos a la calle ya el sol logra casi ponerse, ella detiene un auto pequeo amarillo con letrero brillante, y me dice aqu te vas, y no trates de volver porque ser peor, le pregunto quien es? Y porque me ayuda, me dice que no recuerda mi rostro, pero le comentaron todos. que ayer preguntaba toda la noche por ella, entonces dice puedes llamarme ngel o si deseas la puta bella como acostumbran a decirme las personas a las que atiendo. Y ya sabes no regreses.Ella me sube y da unas cuantas monedas al tipo del auto, estoy estupefacto a final pienso que si gane algo, pude conocer a mi ngel y se donde tengo que volver para encontrarla, maestro llveme a parque libertad. Nuevamente en un auto amarillo solitario de regreso a casa, veo las estampitas, nuevamente me hipnotizo, tengo confianza, veo a lo lejos que la puta bella, mi ngel ya no est en la puerta y pienso, deberan existir estampitas de Santa Mara Magdalena, subira mas confiado