la peluquería de micoló no. 2 revista electrónica

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Revista trimestral, electrónica, de literatura, artes, viajes, reseñas, música. Hecha en México para el mundo entero. Bilingüe español-inglés (números separados). Acceso gratuito. http://www.lapeluqueriademicolo.com. Facebook: La peluquería de Micoló/Micolo’s Barbershop

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Page 1: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica
Page 2: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

©Peluquería

Fotografía de portada:

Peluquería “Tres colonias”. Calle Tehuantepec, entre Monterrey y Medellín,

Col. Roma, ciudad de México.

Georgina Mexía-Amador, 2011.

©La peluquería de Micoló es una publicación electrónica trimestral independiente y sin fines de lucro. Los textos firmados son responsabilidad de los autores. Los editores no comparten necesariamente el punto de vista de los autores. México, 2011. No. de reserva de derechos de autor: 04-2011-082211030200-203

Page 3: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Dirección, edición y diseño

Georgina Mexía-Amador

Traductoras

Georgina Mexía-Amador

Fabiola Mercado

Nayelli Pérez

Comité editorial

César Abril

Jan Markus Amundsen

Colaboradores de planta

Carlos Ascencio

Walter Keller-Kirchhoff

Marisol Vázquez

Foto: señal de tránsito en Av. Insurgentes sur, ciudad de México. ©Georgina Mexía-Amador

Page 4: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

5 Editorial

6 Instalarse en las genealogías. Antecesoras y contemporáneas: El Renacimiento •Georgina Mexía-Amador

14 Viajes y Literatura: NEPAL •Walter Keller-Kirchhof y Alexandra David-Neel

40 TEATRO Casa de muñecas de Henrik Ibsen. Adaptación de la Compañía Judía de Teatro: 24/6 •Yoni Oppenheim

43 Creadores de literatura infantil: JONATHAN FARR • Marisol Vázquez y Georgina Mexía-Amador

49 El Cantar del Heike, un relato bélico del Japón samurái •Carla del Real

52 STREET ART. sin definiciones •Georgina Mexía-Amador

59 Textos en mazahua: “Töjö/Canto” y “Un t’ii ñeje ne dyáá/El niño y la montaña” •Lizeth Rodríguez

63 MÚSICA Feria Internacional de la Música, Guadalajara 2011 •Carlos Ascencio

67 El cementerio de Pomuch, Campeche •Jesús Morago

74 en gestación: “La tumbita de geranios” •Guadalupe Vera

Girona, España. “Un lugar donde soñar” •Joan Llensa.

78 RESEÑARIO “A bordo de un Cádillac” •Guillermo Sánchez Cervantes

Mercado Negro. Concierto del 5º aniversario. De Nalgas y Puerquerama •Carlos Ascencio

81 Colaboradores

Foto: postes de luz en Av. Insurgentes sur, ciudad de México. ©Georgina Mexía-Amador

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Abrimos por segunda vez las puertas de esta peluquería,

recogiendo a nuestro paso materiales urbanos como señales de tránsito, cables de luz y esténciles y calcomanías, dos manifestaciones del llamado “arte callejero” o street art.

Como prometimos en el número anterior, ahora traemos el primer artículo sobre revistas antecesoras y contemporáneas, dedicado a la publicación que podemos considerar pionera en México: El Renacimiento, inaugurada por Ignacio Manuel Altamirano en 1869. Continuamos con la sección “Viajes y Literatura” y esta vez nos trasladamos a Nepal, gracias a la magnífica lente de Walter Keller-Kirchhoff.

Desde Nueva York, Yoni Oppenheim nos narra su experiencia como director teatral y dramaturgo al adaptar Casa de muñecas, de Henrik Ibsen, al contexto judío moderno.

La literatura infantil hace acto de presencia ahora con la obra literaria y plástica del inglés Jonathan Farr. Después, Carla del Real nos ofrece un excelente artículo sobre el Heike Monogatari, obra cuyo contexto es el periodo samurái japonés.

El arte callejero mexicano y la obra de uno de sus exponentes, Mr. Fly, es materia del artículo a cargo de Georgina Mexía-Amador.

Le siguen un par de interesantes textos en lengua mazahua, de la potosina Lizeth Rodríguez, y un artículo sobre la Feria Internacional de la Música, de nuestro colaborador Carlos Ascencio. Noviembre comprende una parte del periodo de este número, y con él una de las celebraciones mexicanas por antonomasia: el Día de Muertos. A propósito, Jesús Morago nos traslada con sus textos e imágenes al singular cementerio maya de Pomuch, Campeche, mientras que como parte de nuestra sección “en gestación”, Guadalupe Vera nos comparte el crudísimo cuento sobre la muerte de un niño. En la misma sección de autores noveles, tenemos al español Joan Llensa con fotografías y textos sobre Girona, España. Por último, en el reseñario, Guillermo Sánchez Cervantes nos ofrece apuntes sobre la más reciente novela de Álvaro Enrigue, Decencia, mientras Carlos Ascencio hace lo propio respecto al concierto por el 5º aniversario de Mercado Negro, a cargo de De Nalgas y Puerquerama.

Gracias por su preferencia. Pónganse cómodos. MICOLÓ

Foto: esténcil en un poste de Av. Insurgentes sur, ciudad de México.

©Georgina Mexía-Amador

Page 6: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

INSTALARSE EN LAS GENEALOGÍAS ANTECESORAS Y CONTEMPORÁNEAS

El Renacimiento

México, 1869

Por Georgina Mexía-Amador

Inauguramos la sección dedicada a las revistas

literarias mexicanas con una antecesora

imprescindible, El Renacimiento, base de la

literatura nacional que perturbó el “hondo silencio

[que] reinaba en la república de las letras”.

(Todas las imágenes y las citas corresponden a la edición

facsimilar que editó la UNAM en el Cincuentenario de la

Autonomía Universitaria, en 1979.Respetamos la

ortografía original.)

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omo dijimos en nuestro número anterior, la

literatura mexicana está en las revistas. Pero

casi todas están en los polvorientos estantes de

las bibliotecas, o en gruesos e inaccesibles facsímiles.

Por eso quisimos hacer esta serie de

breves artículos y acercarlas a los

lectores curiosos.

El Renacimiento, fundado por Ignacio

Manuel Altamirano, apareció en enero

de 1869. Para entonces, México ya

había atravesado la guerra de

Independencia, la intervención

norteamericana, la francesa, y hacía

apenas dos años que había visto morir

fusilado a Maximiliano de Habsburgo.

Entre la confusión y la guerra,

Altamirano y los demás hombres de

letras tuvieron que olvidar a la Musa

para tomar las armas y defender la

patria. Y una vez restaurado el gobierno de Benito

Juárez, hallaron la paz e inauguraron un “templo abierto”

para la patria común: la literatura. Pero entonces también

se libraban las luchas entre liberales y conservadores, a

raíz de la Guerra de Reforma. Así, lo que Altamirano

propuso fue que en su “templo” se reunieran unos y

otros, dejando a un lado las disputas políticas, cosa que

al parecer logró. Éste fue uno de sus méritos. El otro, fue

el intento de crear una auténtica literatura

mexicana, que hasta ese momento había

copiado a la europea. No confundamos

copia con influencia; el mismo Altamirano

las diferencia: la primera era impensable,

pero la segunda, necesaria, evidente. Así,

el Renacimiento, tal cual su nombre lo

indica, significó una búsqueda de identidad

artística, literaria, donde las diferencias se

olvidarían momentáneamente para la

edificación de una república de letras.

Y en aquella patria desgarrada, en

formación, Altamirano veía que el pueblo

mexicano necesitaba sobretodo educación,

por lo que vertió en su semanario sus

ideas moralistas, formadoras. A nuestros ojos, la

literatura ya no es un vehículo para educar, por tanto sus

argumentos pueden estar pasados de moda, como su

C

Página de El Renacimiento

Page 8: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

fuerte crítica contra el can-cán y la zarzuela, que le valió

un poemita satírico de Manuel Peredo: “No mas, no mas,

Ignacio, con sermones/ ni con textos latinos/ intentes de

moral darnos lecciones” (474). Sin embargo, en su

contexto, Altamirano tenía razón, y veía en la bebida, en

especial el pulque que ahora nosotros sacamos del

olvido, la causa de la ignorancia y la estupidez del pueblo

mexicano de su época.

Los contenidos de El Renacimiento

A Altamirano y sus contemporáneos les interesaba una

gran cantidad de géneros literarios y de asuntos: las

letras extranjeras y nacionales, la música, la ciencia, el

teatro, los viajes, el pasado, la historia.

Por desgracia, la poesía que se publicó no merece

muchos comentarios: era mala, hombres y mujeres

seguían aferrados al hálito sentimentaloide de la época.

Bastan como muestra estos versos del poemilla “¿La

conocéis?” de Gonzalo A. Esteva, uno de los redactores:

“Son dorados sus cabellos/ Y sus labios de coral;/ Y su

boca ramillete/ De rosas y de azahar”. Lo valioso, en

cambio, son las traducciones de Schiller, Victor Hugo,

Lamartine, Lord Byron, desde las lenguas originales;

incluso la traducción en español llegó a estar

acompañada del texto original, como un fragmento del

Canto XXXIII de La Divina Comedia de Dante, “traducido

directamente del italiano” por Manuel Peredo. También

valen la pena dos poemas de José Tomás de Cuéllar,

que versan sobre uno de sus temas predilectos: los

pollos y las pollas (es decir, jóvenes citadinos flojos y

oportunistas). Este de “La Polla tempranera” es

realmente exquisito; he aquí un fragmento:

Y no hay persona Del sexo feo, De barba poca O mucha barba, O muchas onzas, O muchos coches, O muchas drogas, Que si le lanza, Mirada torva, De esas que entienden Todas las pollas, Al punto mismo Se vuelve loca Como en comedia, Y se sofoca, Y cacarea Como persona… (375)

Page 9: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Pero fuera de esto, nada más. Dado el interés

nacionalista de la publicación, una línea importante

fueron los paisajes mexicanos, con más predilección por

los indígenas: Pátzcuaro, Jalapa, la cascada de Tizapán

(crónica ésta del joven Justo Sierra), y poemas como

“Volcán de Colima”, “A las ruinas de

Palenque”, y hasta un “Romance de la

muerte de Tezozomoc”. En este furor

nacionalista, Francisco Pimentel, uno de

los conservadores más firmes, colaboró

con breves estudios sobre lenguas

indígenas: huaxteco, mixteco, mexicano,

mame, otomí, tarasco, zapoteco,

tarahumar, ópata, cahíta, matlatzinca y

totonaco. Se incluyeron también estudios

arqueológicos, como uno sobre La

Quemada, con todo y litografía.

Las imágenes fueron un

componente importante, casi todas

litografías, que venían incluidas en el

semanario pero sin estar integradas al

texto. Aparecían en ellas también paisajes

extranjeros, pues se publicaron con regularidad crónicas

de viaje epistolar, como las de Gonzalo A. Esteva a

propósito de su visita a Heidelberg, en Alemania, y

Bélgica.

Pero las secciones a cuyo alrededor gravitaban

todos los contenidos eran la Crónica de la Semana, la

que inauguraba el

semanario, donde Altamirano

enumeraba todos los

acontecimientos sociales,

cívicos y culturales de la

capital; comentaba las fiestas

patrias, las del Día de

Muertos, los conciertos, las

funciones teatrales, las

cuestiones morales, como el

suicidio, comentaba libros, y

hasta registraba la agenda

del presidente Juárez, como

cuando se inauguró el

ferrocarril de Apizaco a

Santa Ana Chiautempan.

Para el conocimiento de la

Litografía de El Renacimiento.

Page 10: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

época, las crónicas de Altamirano resultan

fundamentales.

Otra sección era la Revista Teatral de Manuel

Peredo, donde comentaba óperas, puestas en escena y,

a pesar de Altamirano, zarzuelas. Estaba también la

Revista de almacenes y modas, de M. F. de Jáuregui,

dirigida al público femenino:

Acompañadme a la “Ciudad de México.” Es una de las

muchas capitales del reino de la Moda. […] Permitidme

que con humilde torpeza procure describiros algunos de

los trages que formaban parte de la canastilla de novia

de una de las mas elegantes señoras de la capital. El

primero de raso blanco, formando por delante una doble

enagua recogida por flores de azahar…(86-87)

Altamirano incorporó también el Boletín Bibliográfico,

donde se daba noticia de todas las novedades

publicadas, ya fueran literarias, científicas o políticas. Ahí

aparecieron reseñadas, entre otras, Monja y casada,

virgen y mártir, y Martín Garatuza, de Vicente Riva

Palacio.

La sección de Efemérides Mexicanas surgió un

poco después, a cargo de Ignacio Cornejo, quien se

dedicó cada semana a recopilar todas las fechas dignas

de recordarse en México según su criterio, por ejemplo:

1º de Junio

1176.—Terminó la monarquía Tolteca, segun los cálculos

del historiador M. Veytia.

1783.—Hubo auto de fé en Santo Domingo, en que

salieron de la Inquisicion trece reos, diez hombres y tres

mujeres; dos por blasfemos, dos por haber celebrado

misa sin órdenes y los demas por casados dos veces.

(399)

Justo Sierra y Altamirano se alternaron estudios literarios

sobre figuras prominentes: Charles Dickens, Victor Hugo,

Lamartine; Francisco Pimentel sorprende con uno sobre

Sor Juana Inés de la Cruz. Se publicaron también

novelas por entregas, hoy día olvidadas y con títulos tan

poco atractivos como ¡Amor de Ángel!, de Emilio Rey, o

Una pasión italiana de Roberto A. Esteva. Destacan

entre estas novelas por entregas Clemencia, de

Altamirano, en la segunda época, y El ángel del porvenir,

de Sierra, la cual se quedó “por venir”, porque nunca

existió como tal.

Y en su afán de abarcar todo cuanto fuera posible,

nos llama la atención un artículo sobre los dinosaurios,

esos “anfibios antediluvianos”, y demás seres que la

paleontología apenas comenzaba a descubrir, cuyo autor

es el alemán Oloardo Hassey. A propósito de

Page 11: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

paleontología, Hassey nos dice: “Esta voz se emplea

para designar la descripción de los seres orgánicos,

plantas ó animales, antediluvianos” (295).

El Renacimiento tuvo una segunda época, en

septiembre de 1869. Altamirano vendió el periódico por

cuestiones económicas (historia conocida para las

revistas literarias mexicanas), y pasó a ser redactor

en jefe; asumieron la edición F. Díaz de León y

Santiago White. Las secciones de la época anterior

se conservaron, excepto la Revista de almacenes y

modas.

Entre los contenidos, llama la atención un

interesante artículo de Cuéllar, “La literatura

nacional”, que es un intento de historia de la

literatura, abarcando a su manera desde los

aztecas hasta su época:

La más sangrienta de las revoluciones, la mas

estruendosa y memorable transformación, la conquista,

borró con todo el poder de una nacion guerrera los

geroglíficos mexicanos, y la tea de los soldados de

Cortés lanzó al espacio en espirales de humo el

inestimable tesoro de la literatura primitiva (86, II).

Se incluyen ensayos arqueológicos, como uno sobre un

monumento azteca, con amplias descripciones de los

glifos y sus correspondientes simbolismos en náhuatl. Se

anuncia también la aparición del fundamental Libro Rojo

de Riva Palacio y Payno, así como una traducción

íntegra de Mazeppa de Byron, a cargo de José María

Roa Bárcena.

Pero sin duda, el momento clave de esta segunda

época es cuando

Altamirano da por

terminado El

Renacimiento y lo

reconoce como el

incitador para el

surgimiento de

más revistas,

semanarios y

periódicos literarios en otros puntos del país: Las

Violetas, en Veracruz; La Revista de Mérida; La

Ilustración Potosina; El Álbum Literario, de León. Sin

embargo, habría que esperar un poco más para el

nacimiento de su heredera insoslayable: la Revista Azul,

de Manuel Gutiérrez Nájera, instalada ya en el

cosmopolitismo de los primeros años del porfiriato, e

inaugurando el modernismo en México y América.

Litografía de El Renacimiento con piezas prehispánicas.

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© Mr. Fly

Foto: arte urbano en las ruinas de lo que fue El Relox, Av. Insurgentes sur, ciudad de México. ©Georgina Mexía-Amador

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Comedias burlescas

del Siglo de Oro español

Escanderbey de Felipe López

“Con el fuego de sus soles

de mi corazón he hecho

dos libras de chicharrones.”

(vv. 1167-69)

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Procesión de mujeres en Katmandú, la capital de Nepal.

Viajes y literatura

Page 15: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

en la cima del mundo: Katmandú, Bhaktapur, Patán

Fotografías de Walter Keller-Kirchhoff/Textos de Alexandra David Neel

NEPAL En esta entrega el trabajo fotográfico de Walter

Keller-Kirchhoff nos transporta a Nepal. Acompañan

estas imágenes tomadas a principios de 2011

fragmentos del diario de viaje de Alexandra David-

Neel, mujer belga que viajó a Nepal en 1949,

convertida al budismo y hablante de tibetano.

Como toda mujer de su época desafió prohibiciones,

y más aún como occidental en su trato con los

hombres conservadores de la India y Nepal.

Sus impresiones y su modo de pensar corresponden

a una viajera, no a una turista, y demuestra gran

respeto y sabiduría sobre la cultura y la religión de

aquellos lugares que a nosotros nos son tan lejanos

y desconocidos.

Page 16: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

“—Va usted a ver —continuó— ciudades, monumentos materiales; cualquier turista extranjero al que se permita la entrada en el Nepal puede ver todo eso. Pero hay otro Nepal… un Nepal que data, no ya de siglos, sino de miles y miles de siglos, y cuyos vestigios son aún perceptibles para quien haya agudizado sus facultades de percepción y haya adquirido sentidos nuevos.”

Plaza central de Patán, en el Valle de

Katmandú, con sus edificios tipo pagoda.

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Anciano de Bhaktapur, en el Valle de Katmandú. Se adivinan en sus rasgos chinescos las tribus originarias del Himalaya.

Page 18: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Puesto de imágenes en el área Tamel de Katmandú.

Shiva, Parvati, Ganesha, Durga… y Mona Lisa.

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Esculturas de estilo budista a las que se les rinde culto en una calle de Katmandú.

Con tika roja en la frente, el dios contempla.

Page 20: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Mujeres en medio de un ritual en Katmandú.

Plegarias, incienso y tika en la frente. Cuelga en un extremo un ramo de caléndulas. No reprochan con sus miradas el escrutinio a lo divino.

Page 21: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Mujer sentada en el porche de una casa típica de Bhaktapur.

Mientras, el perro sueña…

“Nepal, se nos dice, viene de Nê, un gran sabio que gobernó el país en tiempos muy antiguos.”

(A. David-Neel)

Page 22: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Procesión religiosa en Bhaktapur, la “ciudad de los devotos”.

No agita el viento los bigotes pétreos de los guardianes… pero sus ojos sí nos miran.

Page 23: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Misma procesión religiosa en Bhaktapur.

Ahora los caracoles suenan.

Page 24: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

La estupa budista de Swayambunath en Katmandú.

“Swayambhu es el Buda que “se produjo a sí mismo” o que “existe

por sí mismo”. […] Los maestros de las escuelas esotéricas enseñan

que Swayambu-llama es un símbolo que designa la energía.” (A. D-N)

Page 25: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

“—El Nepal —continúa— es una comarca muy favorecida por los dioses.

Los dioses la han formado entre las montañas, construyendo valles y

obligando a las montañas a dejar correr el agua que guardaban para que

los ríos rieguen los valles…” (A. D-N).

Vendedora de cántaros.

Page 26: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Mujeres en un balcón de Katmandú.

¿Sólo miran la calle o era desde allá arriba que, siendo jóvenes, desearon ser observadas?

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Un león y un Hanumán de piedra en Bhaktapur.

El carácter sagrado de las bestias…

Page 28: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Somos observados desde el otro mundo, donde el tiempo es un ciclo de reencarnaciones.

Page 29: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

La estupa budista de Pashupatinath en Katmandú.

Se inician los niños en el conocimiento del Buda. Las banderas son de influencia del Tíbet, no muy lejos de aquí. Los chamanes tibetanos escribían oraciones en trozos de tela y los colgaban para que el viento condujera los rezos a las deidades. Después, el budismo retomó esta práctica.

Page 30: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Monje budista en la explanada de la estupa de Pashupatinath.

Oh, monje, ¿si te cubres así del sol, qué harás cuando contemples el resplandor del Buda?

Page 31: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Los ojos del Buda de Pashupatinath.

Page 32: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

La campana sagrada de Pashupatinath.

¿A quién invocar?

Page 33: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

“Tengo horror a los programas dispuestos de antemano, y sobre todo a los programas dispuestos por

otros para determinar mis movimientos. Por amable y bienintencionado que sea, no puede usted

adivinar lo que me interesa, lo que quiero ver y lo que no me interesa lo más mínimo.” (A. D-N)

La plaza tradicional de

Bhaktapur.

Page 34: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Anciano de Bhaktapur

La transitoria vida humana: siempre entre la luz y la sombra.

Page 35: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

“—¿Por qué va vestida como

nuestros sadhus?— me pregunta

casi encolerizado.

—Soy una sadhui budista.

—Pero usted es una extranjera…

¿Se le ha permitido entrar a

Nepal?...

—Sí.

Su rostro se oscurece aún más.

—¡Es increíble! No se debería

permitir que los bárbaros entren

en nuestro país.” (A. D-N).

Puerta de madera tallada, con restos de tika y caléndulas.

Page 36: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Puesto callejero de pulseras y collares.

Para la mujer de Nepal, el color del sari debe combinar con las pulseras, los aretes y el bindi con que adornan el entrecejo. En cada muñeca deben ir no menos de cinco pulseras, todas del mismo color, como

si fueran racimos. Y su sonido cristalino representa toda una coquetería.

Page 37: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Puesto de periódicos en el bazar de Katmandú.

¿Cómo será leer una revista de rock en alfabeto Devanagari?

Page 38: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Casa típica de Bhaktapur.

¡Miremos el mundo desde estas ventanas!

Page 39: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Hombre que ha ido al templo con flores, tika en la frente y el típico sombrero de Nepal, el dhaka topi.

Page 40: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

por Yoni Oppenheim Traducción del inglés de Georgina Mexía-Amador

Casa de muñecas de Henrik Ibsen

Adaptación de la Compañía Judía de Teatro: 24/6

TORVALD: Nora—can I ever be more than a stranger to you? NORA: (picking up her Megillah – Book of Esther) Oh, Torvald—it would take the greatest miracle of all— TORVALD: What would that miracle be? NORA: Both you and I would have to transform ourselves to the point that—Oh, Torvald, I’ve stopped relying on miracles. TORVALD: But I do believe. It’s Purim. Tell me! Transform ourselves to the point that—? NORA: That our life together would be a true marriage. (She breaks out of the performance square, kicking candy, and opens the door and walks through it, kissing the mezuzah on the door.) TORVALD: (sinks down). Nora! Nora! (Looks around and gets up) Empty. She’s gone. (Picking up her headscarf and smelling it, a feeling of hope washes over him.) The greatest miracle— BALLADEER: (singing) I am free/ I am free/I am free/No more cages for me/Free as a bird, Free as can be./Songbird/Yes you've found your song to sing/You were singing for your supper/Had a taste for finer things./Songbird/Now you know what song to sing/And you can spread your wings. NORA slams the door shut behind her. Blackout. (Fragmento de A Doll House adaptada por: Yoni Oppenheim, música y letra de: Bronwen Mullin, Todos los Derechos Reservados 2011)

a adaptación que realizamos de la obra de

Henrik Ibsen, Casa de muñecas, en la Compañía

Judía de Teatro 24/6 no fue una producción

ordinaria. Los personajes originales son noruegos del

siglo XIX que celebran la Navidad en el umbral del

apogeo bancario en Noruega, mientras que los nuestros

son judíos ortodoxos en el Nueva York moderno del siglo

XXI, que festejan el Purim en el contexto de la crisis

L

Teatro

Page 41: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

financiera y del escándalo de Madoff. La obra de Ibsen

subyace en el corazón del drama social moderno.

Nuestra producción incluyó tanto elementos del discurso

tradicional del Purim, cuyo origen yace en la tradición del

teatro social Yiddish, como textos de la Biblia que eran

cantados por Nora como sus tarantellas [danzas

folclóricas del sur de Italia].

En un ambiente teatral secular en el que las

puestas en escena se llevan a cabo de rigueur los

viernes por la noche y en los matinés de los sábados,

somos una compañía de actores, directores,

diseñadores, dramaturgos y músicos que vivimos nuestra

vocación por el teatro a pesar de seguir la tradición del

Sabbath.

Así, en nuestra compañía balanceamos nuestras

tradiciones religiosas con el compromiso de contribuir al

mundo moderno en que vivimos. Las obras de Ibsen nos

permiten explorar estas situaciones y los retos que

representan para nuestra comunidad. También hemos

podido presentar una obra clásica a un auditorio que,

sorprendentemente, siendo la más famosa de Ibsen no

estaba familiarizado con ella.

Contextualizar este drama de Ibsen en la cultura

judía moderna no está tan fuera de lugar como podría

parecer. La idea surgió a partir de varias experiencias

que tuve mientras realizaba mi Maestría en Estudios

Ibsenianos en el Centro de Estudios sobre Ibsen en la

Universidad de Oslo, Noruega. Mientras estuve ahí vi el

exitoso y memorable montaje que hizo el japonés

Mitsuya Mori, Double Nora, un drama Noh moderno

basado en Casa de muñecas. Esto me abrió la

posibilidad como director teatral de adaptar a Ibsen a

nuevas culturas y trasladarlo a un auditorio más

moderno. Durante mis estudios, encontré que uno de los

libros que el mismo Ibsen reconoce haber leído y que

influyó en sus obras, el cual aún puede verse en su

departamento en Oslo (ahora, el Museo Ibsen), es la

Biblia. Así pues, analicé y compare tanto Casa de

muñecas como el Libro de Esther. Descubrí también la

afinidad que Ibsen sentía por los judíos, expresada en

sus cartas a su contemporáneo, el poeta noruego

Page 42: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Bjørnstjerne Bjørnson y al crítico judeo-danés Georg

Brandes. Ibsen halló en los judíos el modelo y la

inspiración para mantener la identidad a pesar de la

situación de exilio. Nosotros, en 24/6, hemos encontrado

inspiración en las palabras y las obras de Ibsen, y hemos

creado un hogar para los artistas teatrales practicantes

del Sabbath, cuyo trabajo y voces han sido muchas

veces exiliados del mundo del teatro.

Casa de muñecas Escena 1 Torvald: Leor Hackel Nora: Etta Abramson Nora trae puesta la corona de la Reina Esther; sostiene en sus manos El Libro de Esther y un paquete de comida tradicional para regalar durante el Purim. Torvald lleva en la cabeza una yarmulke, el tocado judío masculino. TORVALD: ...Estas golosinas hacen que me de hambre. ¿A qué hora compraste todo esto? NORA: Después de llevar a Ivar y a Emmy a la escuela. Bob aún duerme. TORVALD: No deberías gastar tanto dinero. NORA: Cantando de Esther 9:22 ó 9:19 “…hay que enviarnos dulces unos a otros, y dar regalos a los pobres.” TORVALD: Cantando en son de burla con la misma melodía “No creo que la Biblia haya pensado en M&Ms personalizados.” Ni en trajes costosos. Bueno, hasta que empiece mi nuevo empleo en el banco seremos los encargados de dar regalos a los pobres. Traducción de la adaptación en inglés de Yoni Oppenheim: Georgina Mexía-Amador

24/6 A Jewish Theater Company http://twentyfoursix.weebly.com

Page 43: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

JONA THAN FARR

creadores de literatura infantil

por Marisol Vázquez y Georgina Mexía-Amador

Luigi Amara y Jonathan Farr (ilustr.)

Las aventuras de Max y su ojo submarino

México: FCE, 2007.

Page 44: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

n la “literatura infantil” convergen numerosas

expresiones artísticas. Cuando hablamos de

libros impresos, se hacen necesarios diferentes

lenguajes dado el lento proceso que enfrenta un niño

para acceder a la lectura de un texto escrito. Los juegos

y las rondas de tradición oral con que crecimos los

hacemos nuestros porque implican la canción, el juego, y

en el caso de los libros, el vehículo lúdico e imaginativo

se da con las imágenes. Pero éstas no están exentas de

interpretación, de hecho implica una lectura semejante a

la que exigen los códices precolombinos. La imagen

necesita ser leída, observada, y no siempre depende del

texto, sino que muchas veces dice algo que en él no

está. Entonces, ¿la imagen y el texto son

independientes? No necesariamente, aunque ninguno

está subordinado al otro. Y para comprobarlo tenemos el

trabajo de Jonathan Farr.

¿Qué pasa cuando el público que se tiene en

mente son los niños más pequeños, aquellos que

empiezan a conocer las letras del alfabeto, las palabras,

a construir oraciones? Al abrir un libro pensado en ellos,

lo primero que perciben son las imágenes, que son en

apariencia más aprehensibles que el texto. Pero para

que esto suceda, la imagen debe ser suficientemente

elocuente, como podemos ver en la serie de libros cuyos

protagonistas son Plip y Charly. Estos dos personajes

fueron creados por Jonathan Farr para acercar a los

niños a la lectura y a situaciones propias de su vida

cotidiana, y los encontramos en dos libros publicados en

México por el Fondo de Cultura Económica: ¿Te da

miedo la oscuridad? y ¿Por qué no quieres comer?

E

—Jonathan Farr divide su vida y su obra entre Bristol, Reino Unido, y la ciudad de México. Su principal interés es la ilustración y ha colaborado en libros, revistas y obras de no ficción. En este número echamos un vistazo a su obra como ilustrador y autor de libros infantiles, y a los retos que le ha significado poner a dialogar texto e imágenes.

Page 45: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

La creación de Plip y Charly

La propuesta que se le hizo a Jonathan fue la creación

de una serie de libros dirigidos a niños pequeños que

fueran un apoyo para los padres en el momento de

enfrentarlos a momentos difíciles y cotidianos como

dormir, comer, bañarse. La serie pretendía “suavizar”

estas situaciones y ello implicaba la creación de

personajes con los que los niños pudieran identificarse.

Al inicio del proyecto Jonathan bocetó un

personaje sin rostro y amorfo en cuatro patas. Como

estaría dirigido a niños pequeños, las expresiones

faciales eran sumamente importantes, ya que deben

transmitir emociones fácilmente identificables, y esto no

estaba presente en ese primer boceto. Siendo así, se

reelaboró la propuesta: al ponerle rostro al personaje,

surgió un simpático lobo (Charly), pensando en que el

niño se identificaría mejor con un animal, ya que así no

se hace alusión tan directa a su problemática personal.

Y como amigos de Charly, surgieron Plip, cuya forma es

difícil de asociar con un animal concreto, y Mónica, el

personaje adulto que acompaña a los animales “niños”

en las historias.

La propuesta no implicó limitaciones para

Jonathan: “El hecho de tener una temática predefinida

me ayudó porque me dio un base y un punto desde

dónde empezar. Creo que a veces si tienes restricciones,

te ayuda creativamente”.

Jonathan Farr. Plip y Charly, ¿Te da miedo la oscuridad?

México: FCE, 2009.

Page 46: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Jonathan escogió dos temas concretos: dormir y

comer. Para el primero, acudió a personajes de las más

conocidas historias de horror: fantasmas, ogros,

vampiros. Los “niños”, Plip y Charly, tienen miedo en la

noche porque escuchan ruidos, pero ¡oh sorpresa!, los

personajes que en el relato tradicional son los

encargados de asustar, son los que ahora tienen miedo.

Así, Jonathan le da una vuelta de tuerca a los cuentos de

fantasmas y concreta la historia con la superación del

miedo: al final, no hay nada qué temer. Rescata una de

las emociones más instintivas, el miedo, y la sustituye

por otra: la alegría de sentirse acompañado, de tener

amigos, de formar parte de un grupo.

Mientras, en ¿Por qué no quieres comer?, el

conflicto está representado por una bebé dinosaurio, que

se niega a comer (vemos de nuevo el distanciamiento

directo del niño pero que a la vez busca la identificación).

Lo interesante aquí es que la dinosaurio no habla y el

Page 47: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

relato muestra la interpretación que hacen Plip y Charly

de sus acciones, especialmente de su llanto y de

expresiones no verbales. Al principio le dan de comer

cualquier cosa, pero cuando integran el juego y, por qué

no, el cariño al acto de comer, la dinosauria accede y

transforma su actitud.

El núcleo de las dos historias está acompañado de una

infinidad de detalles que el texto no nos dice, sino que

los encontramos en las imágenes. Jonathan Farr nos

comenta sobre las expectativas y retos que enfrentó al

crear esta serie: “Al inicio, los libros iban a ser más

pequeños, como "board books". Pero cuando encontré a

Plip y a Charly me di cuenta de que el concepto había

tomado su propia vida, había crecido un poco y decidí

optar por convertirlos en "picture books" [libros álbum].”

Y esta es la forma en que ahora los encontramos.

Ilustrar poesía:

Las aventuras de Max y su ojo submarino

Jonathan nos ha comentado que es todo un reto ilustrar

textos de otros autores. Prefiere las historias

interesantes, de terror o con sentido del humor, que

tengan imaginación. Este es el caso del poemario Las

aventuras de Max y su ojos submarino de Luigi Amara,

publicado también en el FCE, y ganador del Premio

Hispanoamericano de Poesía para Niños en 2006.

Jonathan Farr. Plip y Charly, ¿Por qué no quieres comer? México: FCE, 2009.

Todas las imágenes han sido reproducidas con el permiso del editor.

Page 48: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

La poesía de Amara en este libro es sumamente visual,

imaginativa, y para ilustrarlo Jonathan acude a una

escala de grises con acuarelas para crear un mundo

bizarro, loco e imaginativo. De nuevo, las imágenes

exigen la observación detallada, y su vigor visual dialoga

con los textos poéticos. “Fue muy divertido”, nos dice

Jonathan, “porque el libro está lleno de imágenes y tiene

un sentido del humor con el que siento una conexión; el

libro es oscuro y raro. Tuve ayuda de un amigo para

traducir y entender los detalles poéticos; él es mexicano

y lee mucha poesía. Pero en general entendí la mayoría

de los poemas y me gustaron mucho. No fue un reto

difícil, más bien muy placentero.”

Vemos que el ingrediente principal con que

Jonathan crea sus mundos en el ámbito de la literatura

infantil es la imaginación, con su capacidad para captar

la esencia de cuestiones universales y plasmarlas de

manera sencilla en situaciones humorísticas y

fantasiosas. Sus historias cuentan con elementos de

aventura, humor e irreverencia, con trazos auténticos,

espontáneos y sinceros, y siempre hayamos en ellas el

elemento sorpresa en la trama y en las ilustraciones.

Luigi Amara y Jonathan Farr (ilustr.) Las aventuras de Max y su ojo submarino. México: FCE, 2007.

Page 49: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

l Cantar del Heike (Heike monogatari en su título original en japonés) es considerada una

de las dos grandes obras literarias de Japón, siendo la otra La historia de Genji (Genji monogatari). En ocasiones se le denomina “épica”, pero no es correcto calificarla como tal, pues aunque tiene algunas características de dicho género, éste es un término que describe a las obras de Occidente. De ahí que se prefiera utilizar el término original, monogatari, un género literario japonés que designa a las obras escritas en prosa. Carlos Rubio López, uno de los traductores del Heike al español para la edición española de Gredos (una de las pocas traducciones al español que se han hecho de la obra) explica que el Heike es del género de los llamados gunki monogatari o ‘relatos bélicos’ de la especie de los bun-hōshi o ‘literatura de los bonzos’ ejercida por los biwa-hōshi o ‘bonzos

del laúd’. Estos bonzos eran monjes ciegos que solían recitar los 12 libros que lo conforman, pero sólo a los de más alto nivel se les permitía además recitar el epílogo. Cantaban el Heike para todo público a lo largo de Japón, desde gente de la corte, de todos oficios, de las provincias, etc.

El Heike monogatari es una obra producto de la tradición oral y de múltiple autoría. La primera versión del texto escrito se atribuye al monje letrado Yukinaga y al músico ciego Shobutsu. Yoshida Kenkō, autor japonés y monje budista, afirma en su obra Ocurrencias de un ocioso: “Yukinaga escribió el Heike monogatari y se lo enseñó a un ciego llamado Shobutsu, que lo recitaba […] como Shobutsu era natural de la región del este, lo mandaba a recoger información de los samuráis, sobre el arco, los caballos y la estrategia de guerra. Yukinaga después lo escribía”. Con el tiempo se le incorporaron al texto adiciones, como enseñanzas budistas, árboles genealógicos, etc. La versión definitiva fue la que dictó en 1371 el

E En una noche sin luna, de oscuridad penetrante, dos generales samurái discuten la estrategia a seguir. Llueve a cántaros y el mar está embravecido. Pese a esto, uno de ellos decide embarcarse junto con sus hombres para atacar por sorpresa al enemigo que se refugia en una isla cercana… Por Carla del Real

El Cantar del Heike, un relato bélico del Japón samurái

Imagen de fondo: manuscrito del Heike monogatari

Rare Books of the National Diet Library

http://www.ndl.go.jp

Page 50: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

bonzo Akashi Kakuichi, quien impulsaba una de las dos escuelas de recitadores del Heike que existían en ese entonces: la Ichikataryū y la Yasaka-ryū, a la que pertenecía Kakuichi.

La trama del Heike está basada en sucesos históricos que tuvieron lugar en el Japón de la segunda mitad del siglo XII. Cubre un periodo de 90 años (1131-1221), pero se concentra más en el periodo de 1167-1192. Cuenta el ascenso y caída del clan Heike (o Taira) a manos del clan rival, el Genji (o Minamoto). Más que preocuparse por

la caracterización de personajes, el Heike busca mostrar lo efímero de los asuntos mundanos mediante una parábola que se aprecia en las líneas que abren la obra en el prólogo: “la campana del templo de Gion toca el corazón de cada hombre para advertirle que todo es vanidad y desvanecimiento”, y la cierran en el epílogo: “a medida que el sol de la tarde se ocultaba detrás de la montaña, la campana del templo Jakkō-in comenzó a tocar”. Tampoco se preocupa por mostrar al lector las hazañas de un héroe. No hay héroes. La impresión que dejan los personajes es la de una profunda humanidad, tienen errores y aciertos y sufren sus consecuencias. Podría decirse que éste es uno de los motivos religiosos de la obra: la creencia en el karma contenida en las enseñanzas budistas, religión que, junto con el sintoísmo, rige a Japón hasta hoy en día. Como resultado de la ley del karma se produce la caída del clan Heike, lo cual lleva a otro de los motivos de la obra: el motivo social. El Heike refleja las luchas por el poder político que existían entre estos dos poderosos clanes más de samuráis y la sustitución de un grupo por otro.

Si bien el Heike no tiene un protagonista, el personaje de Taira no Kiyomori resalta al ser él quien pone en marcha la acción que transcurre a lo

largo de la obra. Kiyomori es un general que asciende rápidamente en la escala social gracias a sus victorias y lleva al clan Heike a su época de esplendor. Al ser cada vez más próspero en la corte y gozar del favor del emperador, Kiyomori se vuelve arrogante, orgulloso, tirano, ambicioso. No sólo los clanes rivales se ven afectados por su poder y ambición desbocados y mal encausados, también los gobernadores de provincias lejanas, los monjes budistas en los templos y la población en general. Su familia goza de prosperidad durante 20 años, pero a medida que su poder, influencia y arrogancia crecen, también lo hacen sus enemigos en la corte, la capital, los templos y las provincias. Kiyomori no llega a ser testigo de la devastación y caída de su clan consecuencia del mal karma provocado por sus acciones, que alcanzará a todos sus descendientes.

Póster de la versión cinematográfica del Heike monogatari.

http://ja.wikipedia.org

Detalle de la versión ilustrada del Heike monogatari.

http://sonic.net

Page 51: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

No puede decirse tampoco que Kiyomori sea un antihéroe, puesto que la historia no tiene héroes. No se idealiza a ningún personaje, ni al más sensato, centrado, humilde y sabio, como es el caso de Shigemori, hijo de Kiyomori. En Kiyomori puede apreciarse un hombre, nada más, con sus errores y aciertos, virtudes y defectos. Lo mismo puede decirse de todos los otros personajes que aparecen a lo largo de los 12 libros. Sobresalen también por sus acciones los generales Minamoto no Yoshitsune y Kiso Yoshinaka, samuráis del clan Genji que se destacan en batalla por su valentía, osadía y por sus victorias obtenidas, pero también por su arrogancia y prepotencia, en el caso de Yoshinaka.

El Heike monogatari ha servido de inspiración a otras ramas del arte, desde el retrato de una variedad de escenas como la del Heike monogatari emaki (rollo de pintura) o en los grabados ukiyo-e, “pinturas del mundo flotante” (o estampa japonesa), hasta obras de teatro Noh dedicadas a alguno de los capítulos. De nuevo Carlos Rubio López proporciona información sobre este aspecto. Un ejemplo de obra noh basada en el Heike es el “Capítulo de Atsumori” (9, XVI) en el que el samurái

Naozane lamenta tener que decapitar a su enemigo, quien es un joven muy parecido a su hijo. También nos dice que el teatro noh es “el ilustre depositario de los temas del Heike, [pues] de las 16 obras noh sobre asuntos militares (shuramono), la mayoría está basada en episodios del Heike y muchas siguen fielmente su texto”. A su vez, los musicales con danza denominados kōwakamai, descendientes de una de las divisiones del noh, tiene por protagonistas en 33 de los 50 dramas musicales a los héroes del Heike. Un ejemplo contemporáneo de la vigencia del Heike monogatari son los manga (o comic japonés) que cuentan esta historia a lo largo de sus viñetas.

Como dato curioso relacionado con el Heike está la leyenda de los cangrejos de Dan-no-ura, lugar donde se libró la batalla que decidió el destino fatal de este clan en la que sufrió su derrota a manos del clan Genji. Si se observa el dorso de algunos de los cangrejos de este lugar, puede distinguirse la forma del rostro de un guerrero samurái. Dice la leyenda que estos cangrejos son la reencarnación de los espíritus de los samurái Heike que murieron en aquella decisiva batalla. Si se desea profundizar un poco más sobre este tema, puede consultarse el video de Carl Sagan llamado “El cangrejo Heike” en el que explica este proceso de selección artificial.

Cangrejo Dan-no-ura

http://meimikaligawa.blogspot.com

Grabado de cangrejos Dan-no-ura

http://suzukiroshi.sfzc.org

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SIN DEFINICIONES

Foto: Fragmento de “Los locos” © Mr. Fly.

Page 53: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

El arte callejero ha hecho brotar las mismas preguntas

sin cansancio: ¿callejero?, sí, sin duda. La calle aparece

como un gran lienzo, en especial sus espacios

abandonados: muros de cemento, fachadas

descuidadas, edificios desocupados, postes, cajas de

luz, señales de tránsito. ¿Arte?, se preguntan muchos…

depende del punto de vista se responde sí o no. Los

mismos exponentes se lo preguntan: ¿tiene la misma

calidad un diseño propio que un logo comercial

parodiado? ¿Cuál es el límite entre pintar un muro y

cubrir una señal de tránsito con calcomanías, para que el

arte se convierta en vandalismo? Muchos incluso

denuncian que hubo gente que se puso a pegar

estampitas o a pintar muros a lo güey, por lo que el arte

callejero se convirtió en una

moda más, susceptible de

ser imitada por cualquiera.

No hay definición

posible porque en el

posmodernismo la definición

no pretende ser estable, y el arte callejero es una

manifestación de esto, es su contexto. Su nombre mismo

sugiere aprehender un concepto pero no se limita ahí.

Mediante el esténcil y la calcomanía, principalmente,

derivados del graffiti, la plástica callejera ha inundado la

calle con diferentes imágenes: la parodia del personaje

de caricaturas o de una campaña de publicidad concreta;

seres de trazos infantiloides; figuras retro; personajes

Por Georgina Mexía-Amador

El arte callejero, a decir de sus exponentes, tiene

muchas aristas. Aquí no nos interesa definirlo, sólo

presentarlo como una posibilidad más de expresión

en el espacio habitado por todos: LA URBE.

© M

r. Fly

© M

r. Fly

Page 54: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

públicos (siendo los favoritos el Ché Guevara, Emiliano

Zapata, el subcomandante Marcos, AMLO, Frida Kahlo y

Marylin Monroe del lado de los buenos, y de los malos

Vicente Fox, George Bush).

Las figuras religiosas

tampoco faltan: la Virgen de

Guadalupe, el ídolo intocable,

ahora equipada con una

máscara de gas. Porque el

arte callejero también es

protesta.

Lo distinguen el mensaje

breve y la imagen concisa,

objetivo compartido con la

publicidad, el habitante “legal”

de las calles, pero quizá más

contaminante que el street art por su tamaño, por su

formato, por los complejos que crea, por su afán de

llamar la atención y por la violencia con que se entromete

en nuestro espacio. El arte callejero, ya sea como

calcomanía o esténcil (cuyo formato varía según la

superficie y el tema), no hace nada de esto: es un

chispazo de ingenio (a veces una llamarada), nunca un

adorno o un estorbo… ¿o sí? Depende… En el proceso

creativo, está también cierta intención de plasmar la obra

en un lugar determinado, sobretodo porque muchas de

las imágenes corresponden a la cultura popular: uno de

los personajes preferidos es El Santo, y qué mejor lugar

para pegar una calcomanía de El Santo que en los

alrededores de la Arena Coliseo o la Arena México.

Entre tantos exponentes de arte callejero, queremos

resaltar aquí lo que ha hecho uno de ellos, Mr. Fly, no

sólo en cuanto a su propia obra sino respecto a sus

“Las moscas devorarán la ciudad”: MR. FLY

© M

r. F

ly

© M

r. Fly

Page 55: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

inquietudes sobre el street art. Mr. Fly va más allá de la

calcomanía de ocasión (entiéndase, de pegarla donde se

le dé la gana), de la travesura, del dibujo que está chido

pero que realmente no dice nada. En primer lugar, Mr.

Fly emprendió junto con Dr. Rabias lo que ningún otro

exponente de arte callejero había hecho: documentar y

recopilar las muestras. El arte de la calle es efímero: se

expone a que lo borren, lo arranquen, lo tachen, ya sean

los vándalos o las autoridades, celosas del orden y la

limpieza. Pero en gran

parte, los creadores

saben que a eso le

tiran. Y no hay

problema. Mr. Fly ha

dicho que le produce

gran placer ver su obra

en la calle, aunque la

quiten al día siguiente.

Tampoco importa el

nombre de pila, si

acaso aparece una

firma con seudónimo:

el artista se transforma en

su obra, y su nombre tiene

también que ser conciso.

Así, Dr. Rabias y Mr.

Fly hicieron en 2007 una

revista especializada en

arte callejero llamada Cut;

cada número salió con un

formato diferente, nada

convencional. ¿La idea?,

pues fijar en papel las diferentes muestras del street art

de TODO México. Sin embargo, no todos los trabajos

valen la pena, en muchos no se adivina una intención

que vaya más allá de rayar muros o pegar estampitas,

pero esto no importa tanto, sino haber documentado el

mayor número de obras posible. En muchos casos,

sobretodo en cuanto a las calcomanías, se llegaron a

formar verdaderos murales: bardas, postes, muros

cubiertos todos de estampas. Lo malo: se pierde un poco

la individualidad de cada una, el motivo, el chiste. Pero,

¿era ésta la intención? Quién lo sabe…

Cut llegó a los cuatro números con gran parte de

su cometido cumplido: dar voz también a diferentes

© Mr. Fly

© M

r. Fly

Page 56: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

autores de arte callejero, como protesta contra lo que en

otros medios (no se especifica cuáles) se llegó a decir

sobre su actividad. La cosa era

que los autores hablaran por sí

mismos, sin intermediarios. Y

este mismo cometido lo llevaron

a sus cuatro empresas

editoriales: el Black Book

Mexico, y la serie Tendencias

conformada por Mexténcil,

Calco-manías y Arte urbe,

todos bajo el sello de La Gunilla

Editores, en 2008.

La premisa de estos

trabajos era: el street art sí

existe en México. A decir de los

artistas, en ese momento

estaba más bien en estado

embrionario, hacían falta

propuestas, tomársela más en

serio. Pero existía y la prueba

eran todas las calcomanías en las calles, de las que

algunas aún sobreviven, y los tímidos esténciles (aunque

siempre fueron de mayor formato en Oaxaca, por ser

vehículo de protesta) en postes, en paredes. Pero, ¿para

qué “regular” un movimiento así?

La cosa era constatar su

existencia y dejarlo

documentado. Quizá esa misma

acción contribuyera a su

desarrollo, a su transformación.

Pero para Mr. Fly no

acababa ahí la cosa, sino que

tenía sus propios proyectos: la

mosca, su simbólico alter ego,

estaba dispuesta a devorar la

ciudad, y pronto se apropió de

las ruinas. Su extraordinaria obra

de 10 carteles titulada “Locos”,

apareció un día en las ruinas del

Cine Continental, en la Colonia

Del Valle (ciudad de México).

Sus moscas tomaron por asalto

la Ciudad Universitaria, y un

sinfín de lugares más, muchos de ellos anónimos:

bardas, paredes, buzones, postes. El enorme ojo de sus

Página del primer número de Cut

Page 57: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

moscas nos observa, aunque ya queda muy poco en los

lugares donde originalmente los plasmó.

Pero el artista de la calle lo sabe y no pide permiso

a nadie. ¿Debería? No, por supuesto que no… ¿o sí? Su

esperanza recae solamente en el transeúnte, aunque yo

diría que su más fuerte aliado es el flanêur, el caminante,

como quienes escribimos estas páginas. Porque

transformar la calle no implica embellecerla o decorarla:

lo único que pide el arte callejero es que se le devuelva

la mirada y se aprecie su propia estética, más allá de la

transgresión y de lo efímero.

© Mr. Fly

© Mr. Fly

www.mrfly.org

Page 58: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

© Mr. Fly

Page 59: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

TEXTOS EN MAZAHUA por Lizeth Rodríguez

Como han sido los escritores indígenas quienes necesitan expresarse en español, nos da gusto incluir en este número una hablante de español que se ha aventurado a escribir en una lengua indígena de México.

Foto: pared de casa abandonada, Huejotzingo, Puebla, Méx. © Georgina Mexía-Amador

Page 60: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Dyezho Tuxkuku Mexe Mijñi Dyoo Miño Pale Male Tata Nana Yo t'ii ¡Texeji töjöbi! Töjöbi por májá ¡Múbúbi mákjojme! Töjöbi, Töjöbi, Töjöbi Yo ubi, nu yoo, yo ntee Nanka ajense mixtjo Ñe nu universo pesi jyarù, zana, seje. Jmutúji töjö ngek`ua d'akú pokjú yotza de las cosas. ¡Dador de la vida!

Canto Golondrina Búho Araña Ardilla Perro Coyote Abuelo Abuela Padre Madre Los Niños ¡Todos canten! Canten por la alegría ¡Corazones felices! Canten, canten, canten Los animales, las flores, la gente… Porque el cielo es hermoso Y el universo tiene Sol, Luna, Estrellas. Junten su canto para dar gracias al Creador de las cosas, ¡Dador de la Vida!

Page 61: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Negeko e Emilio

Nzhodú San Felipe bi na dyáá chjüü Papalotepec, mbeka gi manji jango k’e nujnu nacía e jiarú. Ra xörä ra xörä ñeje nzháa – nzháa e jiarú kjaji rutina.

E Pablo kja mi tsike poblador de San Felipe ñeje páa nudya mi janda zinzapjú tzentzontle o mamaze: “Ri n era magó nujnu ngeko janda e jierú mbese.”

Ma xörä nijeje, Pablo go nanga punku jingua jonxora tmó chjimechi ñeje ndeje ngeko e viaje ñeje emprendío e recorrido tsike rrekua. Janga o sétre e dyáá, go ndese asta e axeze ñeje s’etre sorprendió texe ko o’soo janda su alrededor. ¡Vista na Hermosa!

Numa jñurú janda e paisaje, e jiarú comenzó mbese ñeje e Pablo se emocionó tanto, tanto, k’e ndizi paaka ndeseze e dyáá ngeko contemplar el nacimiento e jiarú ñeje janda yo súú volar por e jense.

El Niño y la Montaña.

Para Emilio Cerca de San Felipe había una montaña llamada Papalotepec, la cual dicen algunos que de ahí nacía el sol. Mañana a mañana y atardecer – atardecer el sol hacía su rutina.

Pablo era un pequeño poblador de San Felipe y un día mientras veía el vuelo del tzentzontle pensó, “yo quiero ir ahí para ver al sol nacer”.

A la mañana siguiente, Pablo se levantó mucho antes del amanecer, tomó pan y agua para el viaje y emprendió el recorrido en un pequeño asnillo. Cuando llegó a la montaña, escaló hasta la cima y al llegar se sorprendió de todo lo que podía ver a su alrededor. ¡Vista muy hermosa!

Entonces al sentarse a ver el paisaje, el sol comenzó a salir y Pablo se emocionó tanto, tanto, que desde ese día el sube a esa montaña para contemplar el nacimiento del sol y ver las aves volar por el cielo.

Page 62: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Foto: puesto de periódicos en Copacabana, Rio de Janeiro, Brasil. ©Georgina Mexía-Amador

Page 63: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

s difícil tratar de abordar cuatro días de intensas

actividades que tuvieron lugar en distintos

recintos al mismo tiempo. Por ello, más que un

resumen detallado, este artículo es producto de lo que

pudo observar uno de sus humildes asistentes.

La oferta de la Feria consistió en conciertos,

conferencias magistrales, showcases, talleres,

proyecciones de películas, clínicas (demostraciones de

algún músico "famoso" a un público, donde habla de su

técnica y da consejos para hacer tal o cual cosa con el

instrumento que maneja) y encuentros, en distintos

recintos de la capital tapatía, como la expo Guadalajara,

el Teatro Diana, el Cine Foro de la Universidad de

Guadalajara, un par de salones de un hotel y media

docena de venues. Sin embargo, gran parte de los

asistentes prefirió acudir a los stands destinados a

E

Feria Internacional de la Música (FIM)

Del 16 al 19 de junio se llevó a cabo en Guadalajara la primera FIM, y

todavía hay algunas cosas que no se terminan de asimilar…

Por Carlos Ascencio

Café TACVBA

Tomada del Facebook oficial

de Café Tacvba

Page 64: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

regalar bebidas alcohólicas de los patrocinadores.

La iniciativa de crear la FIM partió de la

Universidad de Guadalajara, los mismos artífices de la

Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, una de

las más importantes del mundo (en voz de sus propios

organizadores), y el Festival Internacional de Cine (FIC)

de Guadalajara. Su intención es elevar a la FIM al mismo

nivel en el que se encuentran estos dos eventos, que

convocan a miles de personas año con año en la capital

de Jalisco.

Sin embargo, la FIM aún carece de personalidad

propia y de una oferta focalizada para distintos tipos de

público, que resultó ser bastante heterogéneo, pues lo

mismo se encontraban músicos experimentados con

principiantes entusiastas, cantantes de ópera con

vocalistas de trash metal y programadores de grandes

auditorios con bandas que tocan para un grupo reducido

de amigos y familiares. Es decir, pareciera no haber

existido una verdadera vinculación entre los panelistas y

los asistentes, más que en el ámbito de sus aspiraciones,

y es de lamentar que algunas enseñanzas que les ha

dejado a los organizadores la preparación de los dos

eventos mencionados más arriba, la FIL y el FIC, no

hubieran podido capitalizarse. Por ejemplo y sin ir más

lejos, la de tener un país como invitado para la FIM.

Sin duda es un buen comienzo y es que desde

hacía tiempo nuestro país requería un lugar que reuniera

a los distintos personajes involucrados en lo que hemos

optado por llamar música: desde el intérprete hasta el

público, pasando por el manager, el productor, el editor,

el distribuidor, el gestor de derechos de autor, el

promotor, el patrocinador y todos los “or” que se imaginen

que puedan estar detrás del show business.

JAIME LÓPEZ

http://metropoliblog.com

Page 65: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Utilizo la expresión show business en vez de “arte”,

“expresión cultural” o “manifestación estética”, pues más

allá de todas las bondades que tuvo esta primera FIM, el

aspecto comercial fue el que dirigió las velas del navío.

El debate central de varias de las conferencias

magistrales se enfocó en la debacle de la industria

musical, en las nuevas formas de distribución masiva de

la música, en cómo hacer negocio, en el marketing y el

espectáculo. Es un hecho que en la actualidad la música

es un negocio… y muy rentable. Sin embargo, el aspecto

cultural, social y académico fue el principal ausente de la

FIM y en lugar de eso, con mayor frecuencia de la

deseada, se cayó en el lugar común, en el comentario

anecdótico, en la obviedad: por ejemplo, “¿grabar o no

grabar en una major?” se convirtió en la pregunta a la

que un centenar de adolescentes que llevaban una

guitarra y sus sueños bajo el brazo esperaban respuesta

atentísimos. Como si realmente dependiera de ellos esa

decisión, como si realmente fuera una opción.

Entre lo más destacable de los conciertos de la FIM fue

el que ofrecieron en el Teatro Diana, el sábado 18 de

junio, Jaime López y su Chilanga Banda, conformada en

esta ocasión por los integrantes de Café Tacvba, Ramiro

del Real, Children y Andrea Balency. A diferencia de los

combos que se realizan en otros eventos como los Indie-

O Music Awards o en la última edición del Vive Latino —

durante el homenaje a Cerati—, este grupo de

experimentados músicos estaban armoniosamente

ensamblados y el resultado sonoro de este acoplamiento

fue inmejorable. Con ello, la pregunta que

inevitablemente surgió fue si habría más conciertos con

dicha alineación, lo cual, sin duda, resulta bastante

tentador. La FIM sienta un importante precedente para lo

que sucederá en años venideros. Además, ofrece un

panorama de cómo se percibe actualmente a la música,

el rumbo que tomará en un futuro y los grandes retos

herencia del pasado. Si se quiere que haya FIM para

rato, será necesario divisar e incluir nuevos horizontes y

no sólo contribuir a reforzar el sistema predominante,

pues la palabra música tiene un sinfín de aristas y

vertientes, y es un tema inagotable. Pero si continúa así,

teniendo cuatro días con un enfoque tan reducido por

parte de los organizadores, será imposible decir que se

está en una verdadera Feria Internacional de la

Música.

Logo de la FIM, Guadalajara

http://fimguadalajara.mx

Page 66: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Foto: señal de tránsito en Av. Insurgentes Sur, ciudad de México. © Georgina Mexía-Amador

Page 67: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

En Pomuch la muerte es casi el fin… casi.

Jesús Morago

Texto e imágenes

El cementerio de

POMUCH,

Campeche

Page 68: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

¿Por qué no

habríamos

de disfrutar

la luz nosotras,

las muertas?

Page 69: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

¿Quién dijo

que no

volveríamos

a vernos?

Page 70: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Más allá de la vida está tu nicho, tu ventana, tu atalaya.

Page 71: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

¿Me conoce?

No ha dejado

de mirarme

desde hace

rato…

Page 72: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Espero haber

planchado

la carpeta

como te gusta.

Page 73: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Ya están horneando el pan de queso.

Llega su aroma al camposanto.

Page 74: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Por Guadalupe Vera

a cabeza le tronó como un melón azotado en el piso. No hubo

más remedio que enterrarlo rápido. Su mamá no quería, me

suplicaba que lo velara y se hicieran procesiones, cánticos

eructados por mujeres quedadas, amargadas y secas. Quería

que se reunieran en la casa chillones y alcahuetes a rezar rosarios y

cantarle a su espíritu ¿Para qué? Él era bueno. Sé que todos en el pueblo

dicen que soy un bruto desalmado. Tal vez sí.

Cuando lo llevamos cargando en su caja, hubieron varios que

querían ayudarme a levantarlo. ¡Pesaba más la madera que él! Dejé a la

madre de ella, a mi padre y a mi hermano que me ayudaran un rato. Ellos

también lo querían y sabía que la tumbita les pesaba más por el corazón

aplastado que nos oprimía y que nos impedía caminar, que por lo que le

pesaba a nuestros hombros.

Al momento de enterrarlo, la María quería abrir la caja para

besarlo y darle las buenas noches. Gritaba “¡José, José a mi niño le da

miedo la oscuridad!” Y se tiraba al piso llorando, enlodando con sus

lágrimas y baba la tierra seca.

¡Claro que no dejé que abrieran la caja! Mi niño no es ningún

juego de feria y no tiene porque entretenerle el morbo a la gente. Ni lo

querían como yo, ni sienten su muerte tanto y además sabía que querían

ver como le había quedado la cabeza para luego contarle a otros, y esos

otros a extraños con cara de horror y lástima, y a mí después de esto no

me importa ni que me miren con pena o compasión. Es más, no

quiero ni que me vean.

Cuando terminaron de echar el último puño de tierra, todos

se abalanzaron contra su madre para levantarla de su chilladero. Yo no.

Me contenta que sufra.

Yo fui todo para el niño y el para mí y me fastidia ver a María

moquear. No puedo dejar de verla con asco y de lejos. Ahora reparo en

cuánto puede fingir una mujer, hasta qué punto puede utilizar las

lágrimas para convencer a otros. Y es que nunca lo quiso tanto.

Mi niño fue una carga para ella, se quejaba constantemente de

limpiarlo, de dormirlo, se hartaba cuando él se berrinchaba, cuando no

quería comer, cuando le pedía jugar, cuando se reía tanto al mirarme

llegar del trabajo y ahora resulta que le llegó con su muerte el amor

maternal disfrazado de arrepentimiento… Por eso quería que le

hiciéramos novenas y que en el camino para enterrarlo tocaran tambores

y trompetas para que se fuera alegre. Y es que cuando la gente muere te

acuerdas más de que era bueno, pero sobre todo de lo que dejaste de

hacer por él. Se te vienen encima los recuerdos de tus quejas como si

fueran parvadas de pájaros negros que se te enciman para sacarte los

ojos y para hacerte hoyos en el alma, para que se te escape por ahí la

felicidad. ¡Ojalá se le cuele a ella todo por allí!

Hasta cuando lo enterraron pensé que ese niño me quería tanto

que decidió morir para que me liberara de su madre. Se aventó de esa

escalera sin que nadie lo cuidara. Yo escuché como se reventó el cráneo

L

en gestación

Page 75: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

desde afuera, donde le estaba haciendo una sillita y una mesita para que

no comiera en el suelo y por más que intenté correr rápido, el silencio

seco del golpe sin un chillido que viniera después me ablandaba las

piernas. La María no se dio cuenta luego, luego, hasta que escuchó mi

llanto seco, mientras trataba de meterle el relleno en su cabecita.

Por eso me voy. Nada de rosarios inútiles, ni comidas para los

chillones. Para esta muerte no hay más doliente que yo. Hoy mismo dejo

a su madre, ya no hay nada que me una a su espina, y es que hay mujeres

malas que no quieren a sus hijos. Los utilizan para tener dinero, atención

y hasta para retener hombre. Yo sé de eso y por eso la dejo. No voy a traer

más chamacos para que sean instrumento de ella. No quiero que mi

sangre se convierta en bastón de nadie, para obtener petate seguro,

comida y aguardiente.

¡Sí! Me duele harto dejar la tumba con el cuerpecito frió, pero él

ya no está ahí, sólo restos de piel amoratada, una testa destrozada y el

recuerdo más doloroso de lo que fue mi niño. Me llevo metidas en el

entendimiento sus carcajadas francas que resonaban como premio al yo

hacerle bromas y hacía que me sintiera el hombre que contaba los

mejores chistes del mundo, aunque ni sepa hablar bien, ni en público, ni

en privado, pero me hizo convertir en alguien trabajador y con ganas de

querer mucho y no en el animal que todos creen que soy.

Y eso de agarrar el alcohol y dedicarme a la vagancia, pues ya

decidí que no. Me voy a poner a trabajar lejos y de manera honrada,

porque ahora siento que me puede ver todo el tiempo y pues no voy a

dejar que crea que tuvo un mal padre. Lo que sí, es que ya quiero que se

larguen todos del cementerio y me dejen un rato a solas para sembrar

unos geranios en la tierra que lo cubrió, porque a él le encantaba

arrancarlos, a pesar de que su Mamá se enojaba porque los despedazaba,

porque a ella sí le gustaba cuidar sus plantas, más que a nosotros. Le voy

a sembrar hartos y donde esté, yo creo que le va a gustar ver su tumbita.

Pos sí, a lo mejor soy un bruto insensible como dice la María,

pero no voy a volver. No me importa su sufrimiento, ni como se las

arregle después. Sólo les cuento, que ya decidí que con el primer sueldo

que me gane en la ciudad voy a tatuarme unos geranios en el pecho, para

honrarlo siempre y no tener que venir a visitar su tumbita, en donde ya

no quedan más que restos y el último vínculo que me unía con ella,

porque seguro va a estar viniendo seguido para regar los geranios,

sentirse menos culpable y buscar que la compadezcan y pues yo no me la

quiero encontrar. Ya parece que oigo a los del pueblo diciendo que el

animal de José dejó a la María tan buena, que quería tanto a su niño y

que como no puede superar la muerte del chamaco por eso va a cuidar su

tumbita. ¡Pobre de mi niño, hasta después de muerto la María lo seguirá

utilizando de bastón para buscar un nuevo bruto que le crea y le de

petate, casa, aguardiente y un nuevo chamaco!

Page 76: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Un

lugar

donde

soñar

Fotografías

y texto

de Joan Llensa

en gestación

Page 77: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Muchas veces hemos contemplado un bosque o un paraje virgen sin haber pensado

realmente en lo que estos sitios nos pueden aportar. El pasado mes de abril decidí

adentrarme en un bosque cerca de mi residencia. Preparé una mochila con todo lo

necesario para un día de excursión: bocadillos, agua, un zumo y, por supuesto, la cámara

de fotos. Me encaminé hacia el nordeste hasta que un viejo camino de piedras comenzó a

desaparecer entre la maleza y la arboleda autóctona. Tras una hora y media de caminata,

mis ojos descubrieron atónitos un lugar que parecía sacado de las películas, donde los

habitantes fantásticos vivían ocultos a nuestros ojos. La visión de una arboleda, sombría y

húmeda, con cientos de rocas blancas como la nieve esparcidas por el suelo, me hizo creer

que me encontraba en el mundo de los elfos.

Seguí mi camino un poco más y

cuando el bosque se despejó, la

maravilla ante mis ojos fue

mayor: un manto de todos los

tonos verdes imaginables estalló

entre el cielo zafiro. Un lugar

virgen justo al lado de mi casa.

Pero de todas las emociones que

aquel día experimenté hubo una

que me llamó la atención: no

estaba tan solo como creía.

Quizá fue la ilusión o la

embriaguez de aquel paraje de

ensueño, pero en todo momento

me sentí vigilado de cerca por

los seres mitológicos de los

bosques: duendes, hadas… Y esa

sensación se arraigó en mi

corazón como una lanza.

Page 78: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Fue en 1996 cuando el nombre de Álvaro Enrigue se empezó a escuchar en la escena literaria latinoamericana. Era un primerizo que se daba a conocer con La muerte de un instalador, novela con la que ganó el Premio de Primera Novela Joaquín Mortiz de aquel año. Se reveló entonces como una gran promesa de las letras que, para estas alturas, se ha cumplido. En sus páginas se siente la influencia narrativa de Borges, la precisión de Vila-Matas, el lirismo salvaje de Bolaño y, latiendo aquí y allá, el corazón de Bryce Echenique.

Este año ha vuelto con su sexta y más reciente novela, Decencia, que se edita bajo el sello de Anagrama. Situada en los años setenta, se dibuja una aventura a bordo de un Cádillac que recorre las tierras de Jalisco y Michoacán, en busca de las paradojas del México de la segunda mitad del siglo XX: ¿Cómo se llegó a tal punto de violencia e impunidad? ¿Qué pasó con los ideales de los sesenta? ¿Qué pasó con la Revolución? Se trata de un road trip que trata de contar el siglo XX mexicano en un viaje que dura 24 horas.

La novela juega a dos tiempos. Al frente está la historia de un anciano adinerado llamado Longinos Brumell —que ha hecho su vida a la mala—, a quien dos jóvenes guerrilleros idealistas secuestran por ser testigo incidental de un atentado contra el consulado de Estados Unidos. Mientras viaja raptado en el Cádillac, el viejo Brumell va recordando esa segunda historia, la suya: el niño que fue cuando le estalla en la cara la Revolución, el primer cigarro, la primera función del cinematógrafo, los ojos asemillados de la Flaca Osorio —su primer amor—, el primer muerto.

— Por Guillermo Sánchez Cervantes

A bordo de un Cádillac La nueva novela de Álvaro Enrigue, Decencia, es un intento por descifrar los problemas del México actual, con una historia que se disfruta a toda velocidad.

RESEÑARIO: LIBROS

Foto: interior de un Buick ca. 1920 © Georgina Mexía-Amador

Page 79: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

“Desde un inicio tenía la idea de contar dos historias que se complementaran mientras avanzaba este viaje por el occidente. La primicia era juntar a un sobreviviente de la Revolución con dos guerrilleros de la Liga 23 de septiembre —guerrilla que emergió en el país durante los setenta—, yendo a mil por hora en un Cádillac por Michoacán —dice Álvaro Enrigue—. Dos viajes que corrieran simultáneamente como los dos pisos del Periférico”.

Decencia está escrita con sudor y saliva. Está habitada por personajes que saben a canela y aguardiente, y villanos que, a pesar de sus fechorías, se vuelven entrañables, que cautivan al lector con diálogos que uno no imaginaría de personajes tan brutales, como si fuera una película de Tarantino: desde cuál sería el mejor repertorio canciones de Roberto Carlos, hasta cómo hacer pasar tequila con piloncillo como el añejo más selecto. Una novela que pulveriza los mitos patrióticos y le quita el folclore al país hasta desnudarlo.

“Es un libro que problematiza la tremenda descomposición que parecería estar sufriendo el país. Un problema que se gestó en la Revolución. La idea de vivir rápido y morir como valiente, el machismo brutal que todo lo jode, la cultura de la impunidad, el sistema judicial que se sirve primero a sí mismo y luego a los jefes. Una conversación que los escritores de mi generación no se ha animado a tener con la raíz de la que viene irremediablemente”, dice Enrigue.

Con tintes tragicómicos y un humor sin concesiones, Decencia refleja un México de nadie, donde todos parecen mandarse por sí mismos, sin noción de orden ni ética. “Mis personajes tienen una idea infame de lo que es decente. La suya es una moral clientelar con la que se construyó el país después de la Revolución. Aquí cada quien es su santo”, dice. Personajes que son emblema de todo lo que se ha hecho mal, de cómo ya cualquier abuso de la clase política pareciera algo creíble, costumbrista y hasta justificable.

Álvaro Enrigue nos lleva del pasado al presente con absoluta facilidad: virtudes de un novelista que escribe a solas, que lee a solas y deja al tiempo la responsabilidad de juzgar su propia narrativa. “Decencia viene para decirnos que somos los responsables del desastre actual. Que hemos pasado un siglo cultivando devotamente el huevo en la serpiente”, concluye el escritor.

Foto: interior de un Ford Thunderbird 1957. © Georgina Mexía-Amador

Page 80: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

— Por Carlos Ascencio

concierto del 5º aniversario

de MERCADO NEGRO DE NALGAS Y PUERQUERAMA

El miércoles 17 de agosto de 2011, se llevó a cabo en el Imperial la primera sesión de las Noches de Mercado Negro. Los encargados de apadrinar de forma inmejorable estas sesiones fueron De Nalgas y Puerquerama. Alrededor de las 23 horas, De Nalgas inició la velada con la energía y potencia que los caracteriza. Subieron al escenario a tocar los temas que apenas un par de semanas antes habían sido acallados por las autoridades de la delegación Venustiano Carranza, en la ciudad de México, después de haber sido invitados por funcionarios de esa misma demarcación a tocar en la Feria de la Torta, paradójicamente. Desde el escenario del Imperial, los integrantes de De Nalgas, agradecieron que en Mercado Negro se garantizara la libertad de expresión y se tuviera la posibilidad de interpretar canciones como “Presidente Pendejo”, pieza con la que cerraron su set.

Siguió el turno a Puerquerama, quienes ataviados con ropa deportiva color rojo y máscaras de porcinos hicieron su arribo al escenario para contagiar al público presente con las altas dosis de clembuterol y cisticercos que contiene su música. Los oriundos de Toluca, Estado de México, mantuvieron el discurso contestatario que minutos antes había empleado De Nalgas, sólo que con una base musical que difería en ritmos y estilos. Mientras los primeros hicieron uso de las “quintas” típicas del punk, los señores de Puerquerama presentaron una alineación bastante fuera de lo usual —tres vocalistas— y mezclaron ritmos un poco más bailables.

Para cerrar la noche con broche de oro, DJ Chente y DJ Davo se negaban a cerrar la pista de baile, gracias a la excelente selección de música que realizaron ex profeso para la primera sesión de las Noches de Mercado Negro, que por cierto, también sirvió como celebración por su quinto aniversario al aire.

RESEÑARIO: CONCIERTOS

— Por Carlos Ascencio

concierto del 5º aniversario

de MERCADO NEGRO DE NALGAS Y PUERQUERAMA

RESEÑARIO: CONCIERTOS

El miércoles 17 de agosto de 2011, se llevó a cabo en el Imperial la primera sesión de las Noches de Mercado Negro. Los encargados de apadrinar de forma inmejorable estas sesiones fueron De Nalgas y Puerquerama. Alrededor de las 23 horas, De Nalgas inició la velada con la energía y potencia que los caracteriza. Subieron al escenario a tocar los temas que apenas un par de semanas antes habían sido acallados por las autoridades de la delegación Venustiano Carranza, en la ciudad de México, después de haber sido invitados por funcionarios de esa misma demarcación a tocar en la Feria de la Torta, paradójicamente. Desde el escenario del Imperial, los integrantes de De Nalgas, agradecieron que en Mercado Negro se garantizara la libertad de expresión y se tuviera la posibilidad de interpretar canciones como “Presidente Pendejo”, pieza con la que cerraron su set.

Siguió el turno a Puerquerama, quienes ataviados con ropa deportiva color rojo y máscaras de porcinos hicieron su arribo al escenario para contagiar al público presente con las altas dosis de clembuterol y cisticercos que contiene su música. Los oriundos de Toluca, Estado de México, mantuvieron el discurso contestatario que minutos antes había empleado De Nalgas, sólo que con una base musical que difería en ritmos y estilos. Mientras los primeros hicieron uso de las “quintas” típicas del punk, los señores de Puerquerama presentaron una alineación bastante fuera de lo usual —tres vocalistas— y mezclaron ritmos un poco más bailables.

Para cerrar la noche con broche de oro, DJ Chente y DJ Davo se negaban a cerrar la pista de baile, gracias a la excelente selección de música que realizaron ex profeso para la primera sesión de las Noches de Mercado Negro, que por cierto, también sirvió como celebración por su quinto aniversario al aire.

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Page 81: La peluquería de Micoló No. 2 Revista electrónica

Carlos Ascencio (México, D.F., 1986). R-egresado de la Licenciatura en Educación Musical de la Escuela Nacional de Música, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y estudiante de la Licenciatura en Etnomusicología. Colabora en el programa Mercado Negro de música independiente hispanoamericana en Ibero 90.9. Ha sido asistente editorial en la revista Indie Rocks!, becario de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (UNAM) y director del coro de la Secretaría de la Reforma Agraria. Ganó el segundo lugar en el Primer Concurso Universitario de Programas de Radio UNAM, en la categoría de programa musical. Walter Keller-Kirchhof (Alemania, 1951). Es Asesor en Jefe del Proyecto de Mejoramiento para el Norte y Este de Sri Lanka, el cual es financiado por los gobiernos de Alemania y Australia y busca mejorar los servicios públicos de este país asiático, por medio de distintas acciones. Ha colaborado también en India, Paquistán, Bangladesh, Nepal, Tailandia, Malasia, Indonesia y Timor Leste. Entre 1985 y 2003 trabajó como periodista y fotógrafo. Marisol Vázquez (México, D. F., 1979). Licenciada en Pedagogía por la UNAM, con Maestría en Informática Educativa por la Universidad del Desarrollo Empresarial y Pedagógico (UNIVDEP). Ha laborado en el Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUCA), en el Fondo de Cultura Económica y ha colaborado con la Editorial Santillana, entre otros. Actualmente dirige Arte con Letra. Joan Llensa Aubert (Sant Joan les fonts, Girona, España, 1977). Creció leyendo las colecciones “Elige tu aventura” y “La máquina del tiempo”. A los catorce años colaboró en la emisora de su municipio (Radio Sant Joan, 107FM), donde realizó, produjo y presentó multitud de programas durante diez años. En 2010 decide profundizar en la escritura creativa e infantil y juvenil de la mano de los hermanos Carmen y Gervasio Posadas. Tiene publicados algunos relatos, y actualmente está trabajando en la que espera sea su primera novela. Lizeth Rodríguez (San Luis Potosí, 1991). Estudiante de la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericanas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Pertenece a la Red Nacional de Estudiantes de Literatura y Lingüística como delegada de su estado. Le gusta leer y escribir, y habla la lengua jñatrjo. Guadalupe Vera (México, D. F., 1976). Estudió derecho en la UNAM y se especializó en propiedad intelectual. Se considera amante de la literatura y la escritura. Actualmente vive en la ciudad de México con su esposo y sus dos hijos.

Guillermo Sánchez Cervantes (México, D. F., 1983). Cuenta que desde pequeño tuvo una sospechosa pasión por la ficción y los libros, que lo llevaron después a estudiar Letras Inglesas en la UNAM. Se tituló con una tesis sobre la obra del escritor homosexual Com Tóibín. Profesor frustrado, amante de los chocolates, ha trabajado como traductor freelance, y actualmente como escritor y periodista de la revista mexicana Gatopardo, donde ha realizado todo tipo de entrevistas a artistas, políticos, cineastas y escritores. Actualmente conduce el podcast “Contraportada”.

Carla Del Real (México, D.F., 1982). Estudió Informática y Letras Inglesas en la UNAM. Se especializa en la traducción de textos en español e inglés. Ha trabajado con investigadores de budismo, psicología y recién se adentra al mundo del automovilismo. La literatura es uno de sus mayores intereses, en especial la de Asia y particularmente la de Japón. Le encantan los animales, sobre todo los perros.

Yoni Oppenheim (Nueva York). Es director de teatro y dramaturgo de Nueva York. Es fundador y director co-artístico de 24/6: A Jewish Theater Company. Su abuelo paterno, Fritz Werner Oppenheim, fungió como cónsul adjunto del gobierno de la República de Weimar en Veracruz y la ciudad de México, pero volvió a Alemania dadas las dificultades de profesar la religión judía durante los años veinte en México.

Jesús Morago (México, D.F., 1957). Se graduó de la carrera de Letras Hispánicas de la UNAM con una tesis sobre José Revueltas. Ha publicado su obra en revistas y periódicos bajo diferentes seudónimos. Colaboró en los periódicos El Nacional y Uno más uno. Actualmente es profesor en el Posgrado de Artes Visuales en la Academia de San Carlos de la UNAM.

TRADUCTORAS

Fabiola Mercado (México D. F., 1981) Licenciada en Letras Inglesas por la UNAM, con especialidad en traducción. Ha laborado en el Colegio de México, la SEP y en Ediciones Culturales Internacionales. Actualmente trabaja como traductora free lance en Verdehalago y como correctora de estilo, traductora y redactora en Editores Mexicanos Unidos.

Nayelli Pérez (México D.F., 1982) Licenciada en Letras Inglesas por la UNAM, con especialidad en crítica literaria. Actualmente labora en el grupo editorial Macmillan.

COLABORADORES COLABORADORES

Foto: Pavimento pintado en una calle de Nueva Orleáns, E. U. A. ©Georgina Mexía-Amador

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