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LA PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES EN LA PREVENCIÓN DE DROGADICCIÓN DE ALUMNOS
DE SEXTO GRADO DE PRIMARIA
FANNY DE LA CRUZ COLORADO
CIUDAD DEL CARMEN, CAMPECHE, 2012
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD UPN 042
2
LA PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES EN LA PREVENCIÓN DE DROGADICCIÓN DE ALUMNOS
DE SEXTO GRADO DE PRIMARIA
TESINA
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN EDUCACIÓN
PLAN 94
PRESENTA:
FANNY DE LA CRUZ COLORADO
CIUDAD DEL CARMEN, CAMPECHE 2012
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD UPN 042
3
DEDICATORIAS
A DIOS:
Gracias por haberme dado la vida y haberme cuidado En
todo el trayecto de mi carrera, por darme la sabiduría Y el
entendimiento de ella, así como también permitirme El deseo
que siempre le pedí.
A MIS HIJOS:
Yulibeth, Yulissa, Luis y Ricardo.
Porque supieron comprenderme y entenderme por La ausencia
que tuve en casa, pero hoy les Digo con mucho orgullo que soy
una gran Profesionista y que forman parte de este Logro.
A MI ESPOSO:
José Luis. Por haberme brindado todo el Apoyo para terminar
mi carrera, por haberme Depositado toda tu confianza en mi y
estar Conmigo cuando te necesite.
4
ÍNDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………. 6
CAPÍTULO I: LA DROGADICCIÓN EN LOS NIÑOS
1.1 La drogadicción………………………………………………………. 10
1.1.1 Tipos de drogadicción……………………………………………….. 11
1.2 La droga y la farmacodependencia………………………………… 13
1.3 El tabaco y sus defectos…………………………………………….. 14
1.4 El daño destructivo del alcohol……………………………………… 17
1.5 Los inhalantes y sus efectos………………………………………… 20
1.6 Los tranquilizante, las anfetaminas y metanfetaminas…………… 23
1.7 La marihuana y su popularidad……………………………………... 24
1.8 La cocaína y el crack………………………………………………… 26
1.9 Las zonas de riesgo propicias para las drogas…………………… 29
1.9.1 Los niños consumidores…………………………………………….. 31
CAPÍTULO II: FACTORES QUE INDUCEN A LA DROGADICCIÓN 2.1 La violencia en la familia…………………………………………….. 34
2.2 La falta de efecto y los amigos……………………………………… 35
2.3 La publicidad y la televisión…………………………………………. 37
2.4 La pubertad y la curiosidad………………………………………….. 39
CAPÍTULO III: LOS PADRES Y LA PREVENCIÓN DE LA DROGADICCIÓN 3.1 Los valores en la familia……………………………………………... 42
3.2 Como los padres pueden participar en la prevención de la
drogadicción……………………………………………………………
44
3.3 La comunicación y el dialogo……………………………………….. 46
5
3.4 El fortalecimiento de la autoestima y la confianza………………... 49
CONCLUSIONES………………………………………………………………..
53
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………….
57
6
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, resulta imposible ser ajenos a las drogas, pues de manera directa o
indirecta sabemos “algo” acerca de ellas. La niñez y juventud está constantemente
en riesgo, expuestas, vulnerables. El creciente índice en el consumo de drogas,
alcohol y tabaco se ha convertido en un serio problema de mujeres y los hombres del
mañana.
También el miedo, la incertidumbre, el vacio y la desesperanza ha llevado a jóvenes
y a niños a refugiarse en el falso amparo de las drogas que genera mayor soledad,
mayor ansiedad, mayor angustia y daño inconmensurable al enfermo y a quienes le
rodean.
Los niños y jóvenes son el más valioso capital; ellos representan el presente y la
verdadera riqueza para el futuro, y los adultos, los padres son los responsables de
que todo ese potencial se conserve y se desarrollen en condiciones óptimas, en un
ambiente saludable. Los factores que inducen a una persona a dejarse atrapar por
esa enfermedad son tantos y tan complejos que demandan una respuesta inmediata.
Las adicciones generan una gran violencia en el interior de cada persona que es
víctima, sus efectos se reflejan en el entorno familiar y en la sociedad.
Los adolescentes son uno de los grupos de población en mayor riesgo y eso se
expresa con las características clásicas de su edad en sexto grado de la primaria, en
la que la rebeldía es un factor fundamental que hay que saber llevar; ellos están en
riesgo constante de consumir alcohol, tabaco y otras drogas y esto se vincula debido
en gran parte a los cambios físicos, psicológicos y emocionales propios en esta
edad.
Como se sabe los jóvenes de esta edad son más susceptibles y buscan la mayor
intensidad de sus experiencias; esto aunado a la facilidad de adquirir drogas, así
como la creencia errónea de que el consumo experimental no tiene ninguna
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consecuencia, todos estos se convierten en factores que predisponen al uso
continuado de drogas y que los convierten en adictos.
Es por ello que los padres tienen la palabra para tomar las medidas necesarias y
alejar a sus hijos de ese riesgo, conduciéndolos con una vivencia armónica y llena de
valores.
Los padres tienen que ser capaces de identificar los peligros que corren sus hijos y
los motivos que los orillan a caer en la drogadicción y lo más importante resaltar las
decisiones tomadas y aprender formas para enfrentar esos riesgos.
Los padres tienen que estar consientes de que sus hijos deben ser reorganizados,
con conductas correctas que les permitan reflejar su valía en la escuela y demostrar
un comportamiento, asumiendo con carácter y responsabilidad su reproche a la
drogadicción para que su vida tenga sentido.
Sin embargo, se tiene plenamente identificado que si los padres enderezan las
condiciones familiares, los cambios en los alumnos de sexto grado sobre todo serán
modificados bajo la predisposición de sentirse a gusto, con interés y sobre todo con
el conocimiento de la agresión de las adicciones.
Por ello en la escuela primaria con el ímpetu de los padres para conducir a sus hijos
lejos de las drogas, se podrá reafirmar con la plena disposición de la aceptación de
los alumnos, que estarán dispuestos a cuestionar con la actuación permanente de
los padres, las decisiones de cambiar las condiciones de su familia inculcando
valores, usando la comunicación como una herramienta útil, y sobre todo hacerlos
que se auto valoren para que aprendan a tomar decisiones.
El problema de drogadicción puede prevenirse con la participación de todos. Pero en
esta tarea la función de los padres es vital, por ser los principales responsables del
adecuado crecimiento de sus hijos.
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La presente tesina que aborda la problemática planteada está estructurada en tres
capítulos que se describen a continuación: En el capítulo uno: se menciona el
concepto de drogadicción, los tipos de drogas efectos y consecuencias; la
marihuana, cocaína, la farmocodependencia, heroína entre otras para continuar con
el tabaco y sus efectos; posteriormente se verá el daño destructivo del alcohol;
seguidamente los inhalantes y sus efectos; para continuar con los tranquilizantes, las
anfetaminas y metanfetaminas; luego consecuentando con la marihuana y su
popularidad, siguiendo con la cocaína y el crack, hasta terminar con las zonas de
riesgo propicias para las drogadicción y por que los niños son consumidores.
En el capítulo dos: Se abordarán los factores que inducen a la drogadicción; viendo,
analizando y reflexionando acerca de la violencia en la familia, la falta de afecto y los
amigos, continuando con la publicidad y la televisión, para seguir con la pubertad y la
curiosidad.
En el capítulo tres se plantean fundamentos de los padres para prevenir la
drogadicción; la importancia de su participación y de qué manera ayudar a sus hijos
consecuencia en los valores de la familia, siguiendo con la comunicación y el diálogo
y para finalizar con el fortalecimiento de la autoestima y la confianza.
Finalmente se incluye la conclusión en la cual se exponen algunas ideas
trascendentales que favorecen la reflexión sobre el tema abordado a lo largo del
presente trabajo.
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CAPÍTULO I
LA DROGADICCIÓN EN LOS NIÑOS
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1.1 La drogadicción
La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que es la más utilizada en la
actualidad droga es toda sustancia que introducida en un organismo vivo por
cualquier vía (inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa), es capaz de actuar
sobre el sistema nervioso central, provocando una alteración física y/o psicológica, la
experimentación de nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico, es
decir, capaz de cambiar el comportamiento de la persona, y que posee la capacidad
de generar dependencia y tolerancia en sus consumidores.
Si nos preguntamos ¿Qué es la drogadicción? Se puede decir que es una
enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que afectan el sistema
nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones en el
comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones. Los efectos de las drogas
son diversos, dependiendo del tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se
consume. Pueden producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos,
provocar sensaciones de euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso
llevar a la locura o la muerte.
La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:
- Dependencia física: El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que
cuando se interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que
se conoce como síndrome de abstinencia.
- Dependencia psíquica: Es el estado de euforia que se siente cuando se consume
droga, y que lleva a buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener
placer. El individuo siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y
experimenta un desplome emocional cuando no la consigue.
Algunas drogas producen tolerancia, que lleva al drogadicto a consumir mayor
cantidad de droga cada vez, puesto que el organismo se adapta al consumo y
necesita una mayor cantidad de sustancia para conseguir el mismo efecto.
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La dependencia, psíquica o física, producida por las drogas puede llegar a ser muy
fuerte, esclavizando la voluntad y desplazando otras necesidades básicas, como
comer o dormir. La necesidad de droga es más fuerte. La persona pierde todo
concepto de moralidad y hace cosas que, de no estar bajo el influjo de la droga, no
haría, como mentir, robar, prostituirse e incluso matar.
Gómez menciona que “La droga se convierte en el centro de la vida del drogadicto,
llegando a afectarla en todos los aspectos: en el trabajo, en las relaciones familiares
e interpersonales y en sus estudios (Gómez 2005: 57)
1.1.1 Tipos de drogadicción
Opiáceos: Es morfina, que es el principal ingrediente del opio, de donde proviene
la denominación de opiáceos para estas sustancias. El opio contiene, además de
morfina, otras sustancias que alteran las percepción y la conciencia, entre ellas la
codeína, muy utilizada como antidoloroso y antitusivo.
Depresivos: En este grupo figuran el alcohol, una gran variedad de sedantes e
inductores de sueños, entre otras sustancias. Todas estas sustancias producen
cierta somnolencia, con acción sedante y relajación agradable, pero también
pueden producir inhibición y pérdida del control como resultado de sus efectos en
el cerebro.
Estimulantes: La cocaína es una de las principales drogas pertenecientes a este
grupo. Produce un estado de exaltación y sensación de hambre y hace
desaparecer la fatiga.
Alucinógenos: En este grupo están sustancias como el LSD, la mezcalina, el
peyote y otras sustancias sintéticas o derivadas de plantas. Esos productos
pueden inducir estados psicológicos muy complejos, entonación, alucinaciones y
otros efectos.
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Marihuana: Contrariamente a la creencia de muchos jóvenes, la marihuana es
una droga perjudicial, especialmente desde que la potencia de la marihuana que
ahora puede consumirse ha aumentado más de un 275 por ciento en la última
década. Para los que ahora fuman marihuana, el peligro es mucho mayor que en
la década de 1960.
Cocaína: La cocaína es una de las drogas más adictivas, y es una droga que
puede conducir a la muerte. Nadie puede predecir si se convertirá en adicto o si
la próxima dosis de cocaína resultará mortal. La cocaína puede aspirarse por la
nariz, fumarse o inyectarse. La inyección de cocaína - como la de cualquier otra
droga - presenta el peligro adicional de infectarse con el virus de
inmunodeficiencia humana (HIV), que produce el síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA), si el usuario comparte la aguja con una persona que ya está
infectada por el virus.
PCP El PCP es un alucinógeno; es decir, una droga que altera las sensaciones,
el estado de ánimo y la conciencia y distorsiona los sentidos del oído, el tacto, el
olfato o el gusto, así como las sensaciones visuales.
La heroína es una droga que principalmente se inyecta directamente en la vena
con una aguja. Esta forma de uso se denomina inyección intravenosa (conocida
comúnmente como IV). Ello significa que la aplicación de la droga puede tener
graves consecuencias.
Otras sustancias
Algunas otras drogas muy utilizadas pero que no encajan en ninguna de las cuatro
categorías principales, ya citadas. Entre estas se encuentran el Cannabis, las hojas
secas de esta planta se denominan mariguana, y la resina se conoce como hashis.
La Cannabis parece actuar en cierto modo como depresivo pero también se le
atribuyen efectos alucinógenos.
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1.2 La droga y la farmacodependencia
La droga es una sustancia o mezcla de sustancias, distintas a las necesarias para el
mantenimiento de la vida (Alimento, agua, oxigeno), que al introducirse en un
organismo vivo, modifica algunas de sus funciones y a veces la propia estructura de
los tejidos. Estos cambios también incluyen alteraciones en el comportamiento, las
emociones, las sensaciones y los pensamientos de las personas. En si las drogas
son sustancia tóxicas que alteran la actividad mental, estimulándola o deprimiéndola,
que causa adicción y daño físico y psicológico. Esas sustancias producen cambios
en la capacidad de sentir, percibir la realidad y pensar. Alteran la forma del ser y de
comportarse y crean la necesidad de continuar consumiéndolas sin control,
aumentando cada vez más la cantidad y la frecuencia. Las drogas dañan en grado
variable y con frecuencia en forma irreparable el funcionamiento del cerebro, del
corazón y del hígado, entre otros organismos. Algunas drogas producen placer al
inicio, los jóvenes ignoran y no creen en los graves problemas que les causan en sus
vidas, pues suponen que las pueden controlar.
En términos muy amplios, haciendo caso de esta definición, podemos decir que
¡Estamos rodeados de drogas!; los medicamentos que tenemos en el botiquín, como
los antibióticos y la aspirina son drogas; el té, el café, los refrescos de cola (Que
contienen cafeína), las bebidas alcohólicas, el tabaco, todos ellos contienen droga y,
por supuesto, las que estamos acostumbrados a llamarles drogas: Mariguana,
cocaína, éxtasis, los inhalantes, la piedra, etc. Se piensa comúnmente que el alcohol
y el tabaco, sustancias muy consumidas en nuestra cultura, no son drogas; sin
embargo, estas cumplen con todos los requisitos para ser como tal.
“Por otro lado, la farmacodependencia o drogadicción es la relación que se
establece con una sustancia tóxica, la cual puede provocar cambios en el organismo,
afectando la salud, las relaciones con la familia, con los amigos, en la escuela, etc.
La relación entre una droga y la persona que la utiliza es por lo regular voluntaria y
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autoadministrada, y puede provocar un deseo irresistible para continuar usando una
o varias drogas” (Moreno, 2003:25).
Es importante considerar que la farmacodependencia o drogadicción modifica el
carácter y el comportamiento de las personas, generando cambios en su estado de
ánimo, hábitos alimenticios, ocupaciones diarias, etc. Al ser la drogadicción un
proceso anormal, prolongado y compulsivo crea “Tolerancia”, es decir, necesidad de
usar dosis cada vez mayores para obtener los mismos efectos o sensaciones
placenteros; a la vez, se genera “Un síndrome de abstinencia” física y psicológica,
esto es consumo frecuente de drogas para evitar malestares que conlleva dejar de
usarlas por determinado tiempo y creer que si no se consume, el rendimiento no será
igual.
Cuando se identifica que una persona ha desarrollado “Tolerancia” y “Síndrome de
abstinencia”, se puede hablar entonces que esta tiene dependencia a una droga. Se
ha considerado al farmacodependiente como un enfermo que requiere de la
sustancia (droga) para restituir su funcionamiento físico y mental, pero es obvio que
esto ocurre sólo cuando ya se es adicto. Evidentemente, la relación que cada quien
tenga con las drogas puede convertirse en una situación problemática o de difícil
manejo, debido, como ya se mencionó, a toda la serie de consecuencias orgánicas,
psicológicas, familiares y sociales que implican su uso.
1.3 El tabaco y sus efectos
El tabaco es una planta originaria de América, donde antiguamente era utilizado para
fines curativos y ceremoniales. A partir de que el uso del tabaco se fue extendiendo a
todo el mundo, se reconoce actualmente como uno de los problemas más serios de
salud pública. Las investigaciones realizadas en torno al tabaco, han permitido
identificar más de tres mil sustancias químicas, entre ellas la nicotina, el monóxido de
carbono, el alquitrán y otros componentes que producen efectos negativos en el
organismo, tanto de los fumadores como de los no fumadores.
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El tabaquismo moderno adquiere fuerza entre los años treinta y los cincuenta; con la
segunda guerra mundial, las mujeres ingresan al medio laboral, se desarrollan los
medios masivos de comunicación y se conforman los consorcios internacionales del
tabaco, dando como resultado el fenómeno denominado tabaquismo epidémico. En
este período, la mayoría de las personas fumaban. Los antiguos escrúpulos
desaparecieron; se pensaba que fumar era un hábito inocente, una conducta un poco
adictiva pero no mucho, que no era lo más saludable para el aparato respiratorio,
pero que tampoco representaba un riesgo terrible.
Así el tabaquismo se convirtió en un fenómeno de grandes proporciones que tomó
por sorpresa a la humanidad. Se sabe que el consumo del tabaco es aceptado por la
mayoría de las personas y por lo general se consumen en fiestas y reuniones. Así
entre los daños a corto plazo que causan las sustancias nocivas del tabaco como la
nicotina y el alquitrán están el mal olor, las enfermedades de las encías y el color
amarillento de los dientes.
Aunque otro de sus efectos que no se notan de inmediato, pero que los daños sean
irreversibles son por ejemplo, las enfermedades que se desarrollan lentamente como
bronquitis crónica, enfisema pulmonar, infartos, hipertensión arterial, problemas
cardiovasculares y el cáncer de boca, garganta, pulmón, próstata, vejiga, senos,
páncreas.
El consumo del tabaco no sólo afecta en la salud pueden ser tan graves como en los
fumadores. Por ejemplo: Las niñas y los niños, menores de dos años, con madres o
padres que fuman tienen más probabilidades de padecer bronquitis y pulmonía,
dolores de garganta y de oídos.
La aportación que hace Gómez sobre “El consumo de tabaco tiene repercusiones
severas en la salud integral de las personas que los consumen. Aumentan el riesgo
de contraer enfermedades y afectan la tranquilidad y bienestar de las personas que
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conviven con los consumidores. Por ello, el problema de las adicciones afectan y
competen a todos” (Gómez 2009:59).
Los daños de salud causados por el tabaquismo han sido ampliamente difundidos
desde hace varios años, sin embargo, cada día ingresan nuevos jóvenes a la lista de
consumidores de tabaco y quienes fuman continúan haciéndolo en un alto
porcentaje.
Ante esta problemática, la pregunta que surge es: ¿Por qué se fuma? Desde el punto
de vista conductual, el hábito tabáquico es una conexión aprendida o condicionada;
la adicción al tabaco, llega a expresar una necesidad compulsiva de consumirlo y
presenta dificultades para abandonarlo.
De acuerdo con Díaz: “De esta manera, fumar tabaco es también un tipo de
farmacodependencia, cuyos efectos llegan a ser potentes como los producidos por
otras drogas que causan adicción; de hecho, la mayoría de los individuos que
empiezan a fumar se vuelven dependientes” (Díaz 1994:7).
El tabaco es considerado una droga legal porque su venta está al alcance no solo de
los adultos, sino también de los jóvenes y de los niños y niñas, muy a pesar de las
restricciones; lo que muchas veces convierte estas sustancias en puertas de entrada
al mundo de la adicción. En la problemática del consumo del tabaco, se consideran
tres aspectos fundamentales para hacerlo: La motivación para fumar, el
reforzamiento social del problema y la personalidad del fumador. En cuanto a la
motivación, se sabe que en la gran mayoría de los casos la iniciación al tabaquismo
ocurre en la adolescencia, debido en parte a complejos fenómenos de aprendizaje y
sobre todo, al periodo de la pubertad, ese periodo de transición con importantes
cambios físicos y conductuales, que agravan el problema y que predisponen al
consumo de tabaco.
El niño fuma por imitación. Porque ve fumar a sus padres y a las personas mayores,
por lo que desea parecerse a ellos. Fumar se considera un hábito que forma parte de
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la vida social y se asocia al prestigio, el éxito o mejor apariencia o se utiliza como un
rito de iniciación a la adolescencia o la vida adulta. No obstante, cabe resaltar que la
nicotina es una de las drogas más adictivas cuyo uso se inicia a edades cada vez
más tempranas. El consumo de tabaco persiste a pesar de la amplia difusión de su
riesgo. Esto impacta tanto a los consumidores como a otras personas, debido al
humo del cigarrillo con graves consecuencias. En sexto grado de primaria los niños y
niñas comienzan a tener nuevos intereses y la curiosidad comienza a hacerse
presente en ellos. Su rebeldía, su ímpetu por lucirse ante los demás es una
característica en ellos; la competencia es común; pero todo esto los pone en la
peligrosidad de las influencias en la que las acciones negativas parecen ser más
fáciles de imitar.
Por ello, se observa que estos niños- adolescentes sobrellevan como escudo la
violencia inconsciente, sin medir las consecuencias y se ponen en la mira de aceptar
algún tipo de droga; como es el caso de los cigarros que son propensos a
consumirlos, una porque son fáciles de conseguir y otra porque son imitadores y ven
al más cercano en su vida que lo consume. Por lo tanto, el tabaco es una droga que
con apariencia inofensiva conduce al consumidor a volverse un adicto y a la larga lo
llevará a la muerte. Sin embargo, los padres son los encargados de pregonar con el
ejemplo en la familia y qué mejor hacerlo que libre de adicciones.
1.4 El daño destructivo del alcohol
En términos de tradición y cultura el alcohol es un importante ingrediente en las
fiestas y reuniones; no es raro escuchar que en toda reunión social aparecen
impulsos y temores, que se traducen en deseos de crítica hacia los demás y temor a
ser criticados por estos, de tal manera que el alcohol es usado entonces como
desinhibidor social.
El alcohol permite “La convivencia” diluyendo el temor a ser criticado por los demás y
acrecienta el impulso canibalistico, es decir que a medida que los individuos se
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intoxican pierden el miedo a ser criticado y se auto perciben con mayor seguridad
como defender su honor e integridad ante enemigos reales o fantaseados. Este es el
uso del alcohol a nivel social y por lo tanto peligroso. El criterio más funcional para
definir si el uso de alcohol en una familia es o no enfermo radica en los efectos que
ejerce en sus integrantes, tanto a nivel particular como a la familia en sí.
De acuerdo con Garriola “El alcohol no sólo afecta a quien lo bebe, su efecto
trasciende a todos los miembros de la familia aún sin que estos beban. Es decir, que
una familia es alcohólica cuando el consumo de alcohol por parte de uno o más de
sus miembros afecta el funcionamiento cotidiano y sus integrantes cambian las
modalidades del rol que habitualmente desempeñaban dentro del ámbito familiar”
(Garriola 2005:13).
No solo “Pierde el estilo” el que se emborracha, sino también todos los demás de la
familia. El alcohol los transforma a todos; la madre comprensiva se toma intolerante
con los hijos, estos comienzan a presentar trastornos conductuales que
posteriormente lo tomarán como algo normal y caerán en el inicio del consumo del
alcohol, pregonando por el ejemplo que se le plantea.
Con los alumnos de sexto grado que provienen de familias que beben habitualmente
los trastornos interfieren en el rendimiento escolar, demuestran rastros de
agresividad y comienzan a ejercer la violencia. Todo esto se debe a que en la familia
cuando se consume alcohol; la dinámica familiar se reacomoda en función de la
intoxicación de alguno de sus miembros. El resto de la familia se “Intoxica” con las
emociones, sentimientos, resentimientos, temores, ideas y actitudes que les provoca
la forma de beber de su ser querido.
La aportación que hace Velasco “Pues bien el alcoholismo es una enfermedad
crónica, un desorden de la conducta caracterizado por la ingestión repetida de
bebidas alcohólicas hasta el punto de que excede a lo que esta socialmente
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aceptado y que infiere con la salud del bebedor, así como con sus relaciones
interpersonales o con su capacidad para el trabajo” (Velasco 1995:25).
El consumo del alcohol poco a poco y sin darnos cuenta nos hace perder el control,
los reflejos y el equilibrio. El alcoholismo produce desnutrición, pérdida de la
memoria, cirrosis hepática y alteraciones en el sistema nervioso, entre otros daños
físicos y mentales.
Cuando una persona desnutrida consume alcohol, sus efectos destructivos son
todavía más rápidos, ocasionando la afectación de órganos tan importantes como el
hígado. El consumo y abuso del alcohol aleja a las personas de sus actividades
cotidianas, así como de las responsabilidades que tienen para consigo mismas y con
los demás, vivir en una familia donde las relaciones son difíciles, provoca que una
persona busque la solución a sus problemas en el consumo de alcohol y que con
esto aumente la violencia, el maltrato y la falta de comunicación.
Las bebidas alcohólicas, llámese cerveza, ó licor, por ser una droga legal, su venta
está al alcance de todos, inclusive de los jóvenes que involucran en muchas de las
ocasiones aún a niños y niñas; por lo que los jóvenes alcanzan una concentración de
alcohol en la sangre más rápida que la de los adultos y permanecen alcoholizados
más tiempo.
Esto es preocupante, pues los jóvenes que consumen alcohol a temprana edad
tienden a beber cada vez más y eso aumenta el riesgo de que consuman drogas. Es
muy importante reconocer que el consumo del alcohol comienza a muy temprana
edad por las facilidades y condiciones que se dan. Se comienza como bebedor
social, cada fin de semana o en fiestas y reuniones; posteriormente se comienza a
tomar seguido y continuamente hasta que el cuerpo empieza a sentir la necesidad
del alcohol y se convierte en dependiente; ahí comienza el calvario del adicto; su
adicción lo lleva a realizar acciones negativas volviéndose irresponsable con su
propia familia. Cuando deja de tomar por un tiempo se le denomina “Abstinencia”,
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pero esta es recurrente y comienza hacer estragos en el organismo del consumidor;
a tal grado que lo hace recaer nuevamente.
El alcoholismo es una enfermedad permanente, pues aunque deje de consumir y
supere la abstinencia, recaerá si no mantiene su condición como la de un enfermo y
la aceptación constante de ayuda profesional. Las bebidas que contienen alcohol no
son, por sí mismas, un problema. Pero su consumo abusivo o irresponsable puede
acarrear serios daños para quienes incurren en él y, con frecuencia, para sus
familiares y para su comunidad. Una de las formas más graves y dañinas del abuso
del alcohol es el consumo por parte de menores de edad. La razón es obvia, físico y
mental pleno puede tener como consecuencias muy negativas para la salud de los
jóvenes el atrofio cerebral y quedar lisiados de por vida. Es importante comprender
que los padres tienen diferentes opiniones sobre los asuntos que corresponden a las
bebidas alcohólicas.
De acuerdo con Canadic “En consecuencia se está convencido de la importancia de
que los padres son los indicados para fomentar actitudes de responsabilidad frente al
alcohol y contribuir a que desde el hogar, los niños (as) y jóvenes comprendan las
consecuencias del consumo y los riesgos del abuso, la importancia de los limites y la
necesidad de actuar de manera responsable frente a las bebidas alcohólicas”
(Canadic 2009:8).
1.5 Los Inhalantes y sus efectos
Dentro de la clasificación actual de las drogas se cuenta con drogas legales,
naturales, sintéticas, caras, baratas, etc. Pero se cuenta con un grupo inmenso de
drogas que fueron diseñadas para la aplicación en la industria, el hogar, los
comercios y también como combustibles, motivo por el cual son de simple
distribución y adquirirlas es sumamente sencillo, muchas veces a bajo costo; por eso
son de fácil adquisición para los jóvenes y por qué no decirlo de acceso a los niños y
niñas.
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Al ser legales, no son prohibidos y aunque existen ciertas restricciones para los
menores, acceden a ellas con facilidad. Las sustancias inhalables, son productos que
mal empleados se convierten en droga. Es importante señalar que estas sustancias
suelen llegar a ser usadas por niños, niñas y jóvenes; quienes llevados por la
curiosidad o por querer hacer lo que ven, se implican en probarlas y que con su uso
continuo acaba convirtiéndose en una adicción a muy temprana edad, y con
resaltables consecuencias en el organismo del que lo consume. A esta edad es
preocupante su consumo en los pequeños y en los adolescentes porque el
organismo de los menores todavía es inmaduro y su capacidad de absorción y
metabolismo es diferente al de un adulto.
El consumo de los inhalantes produce desorientación, dificultad para hablar, pérdida
de contacto con el ambiente, desnutrición, falta de coordinación, debilidad, fatiga
muscular que pronto impide a los adictos caminar y valerse por sí mismos, también,
les ocasiona visión borrosa, nauseas persistentes, hemorragia nasal, alucinaciones,
sentimientos de persecución, así como deterioro irreparable del sistema nervioso.
Además provocan alteraciones importantes en la conducta y en las emociones, pues
causan daño a las neuronas.
Como dice Hurtado “La inhalación de cementos, disolventes, tintas, barnices, tiner,
gasolina, cemento, resistol, acetona, aerosoles, etc.; se ha convertido en los últimos
años en una droga de mucha demanda entre las personas de recursos económicos
más bajos. El uso repetido de estos inhalantes crea una dependencia incontrolable
en corto tiempo y sus daños son casi inmediatos e irreparables” (Hurtado 2005:52).
Las sustancias inhalables son susceptibles de adquisición para todos de alguna o de
otra forma. Existen más de mil productos comerciales disponibles en tiendas,
ferreterías, supermercados y farmacias que están a disposición del público en
general. La utilización de este tipo de sustancias con fines de drogadicción ha
sonado la alarma y es preocupante para las autoridades y sobre todo por el
compromiso social que esto significa.
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El consumo continuo de los inhalantes por los adictos, resulta un gran detonador de
problemas familiares, evidenciándolos o profundizándolos, y así el usuario o
consumidor puede volverse centro de atención de todos los miembros, afectándolos
y creando un sistema enfermo. La familia puede provocar desvinculaciones del
núcleo familiar, o pueden no estar conscientes de la adicción negando que esta
existe.
El abuso de estas sustancias provoca en muchas de las veces, comportamientos
antisociales que pueden llevar a la manifestación de acciones negativas que llegar a
convertirse en delincuencia, dado que los inhalantes ocasionan severos daños al
cerebro generado una gran alteración en la capacidad de juicio.
En la escuela, los problemas académicos en los jóvenes empiezan a ser importantes
y las consecuencias son: Bajo rendimiento escolar, ausentismo, pérdida de estudios.
Las sustancias inhalables también provocan problemas de memoria, concentración y
aprendizaje. Los usuarios adictos de inhalables pertenecen a uno de los grupos de
mas difícil tratamiento, ya que en la mayoría de los casos no hay conciencia de los
problemas que acarrea su consumo; pero para poder determinar el tratamiento basta
que el consumidor esté disponible y enfrente con intención las ganas de recuperarse;
pues para un adicto el primer paso es reconocer su adicción y aceptarla como el
destructor de su persona. Con esa disposición podrá buscar una rehabilitación antes
de que sea demasiado tarde. Es importante señalar que todas las drogas son
destructivas para el ser humano y nadie está exento de ellas. Todo esto, manifiesta
la preocupación que se vive en familia con relación a las adicciones que las invaden;
por lo que los padres están conscientes de la gravedad de la situación.
Está visto que el desamor, la atención, la comunicación y la falta de interés hacia los
hijos los conducen a buscar alternativas para desahogar sus penas y es por ello que
muchas veces recurren a las adicciones para olvidar por un lapso de tiempo aunque
sea, los problemas familiares que los agobian; por eso al terminar el efecto vuelve a
buscar el mismo mecanismo; pero como se ha visto el uso continuo lo convierte en
23
un adicto consumado. Entonces, el interés y las manifestaciones de cariño hacia los
hijos son muy importantes, sobre todo cuando asisten a la escuela y con mucha
comunicación principalmente con los alumnos que asisten a sexto grado, que por su
situación son los más propensos a caer en este tipo de vicio.
Pero a todo esto, surge algo que no puede pasar desapercibido en la familia y que es
hablar abiertamente de las drogas; pues el desconocimiento de las mismas puede
ser un factor para tener más contacto con ellas. Sin embargo, la decisión está en los
padres de mantenerse en pleno contacto con los hijos para prevenirlos de las drogas,
como los inhalantes que se encuentran cercanos a ellos.
1.6 Los tranquilizantes, las anfetaminas y las metanfetaminas
Los estimulantes son sustancias que, al igual que los depresores, actúan
directamente sobre el sistema nervioso central, pero de otra manera, ya que generan
diferentes reacciones del cuerpo, como aumento en la presión sanguínea, en la
temperatura corporal y el ritmo cardiaco; así mismo, euforia, sensación de bienestar,
sentimiento exagerado de felicidad, ansiedad, disminución del apetito, estados de
pánico, miedo, indiferencia al dolor y fatiga, alteraciones del sueño, comportamiento
violento, sentimiento de mayor resistencia física, entre otras.
Los tranquilizantes como el diazepan que sirven para dormir, en dosis pequeñas
relajan el sistema nervioso; pero con el uso continuo y en una cantidad mayor llegan
a crear una adicción, pues a la larga es una droga. En lo contrario algunos
estudiantes y personas que trabajan de noche erróneamente toman algún
estimulante para mantenerse despiertos; pero pasado el efecto, se presenta dolor de
cabecera intenso, visión borrosa, mareo, taquicardia y presión alta. Como todos los
medicamentos, estos deben tomarse solo por prescripción médica, pero a pesar de
sus prohibiciones en algunos lugares cabe la corrupción y los venden sin receta
médica. Esto permite que los jóvenes de manera inconsciente muchas veces se auto
medican. Pero su consumo irracional va creando dependencia física y emocional.
Por lo que su empleo es de consideración peligrosa.
24
Las anfetaminas y las metanfetaminas pertenecen a un grupo de drogas que
estimulan el sistema nervioso central y se utilizan indiscriminadamente para
adelgazar, reducir el cansancio y aumentar el rendimiento físico. La mayoría de estas
sustancias se producen en laboratorios clandestinos y sus efectos pueden ser
impredecibles; se venden de manera ilegal. Estas drogas llegan a ser vistos en los
hogares sin precaución alguna por parte de los padres; por lo que muchos niños y
jóvenes llegan a tener contacto y sin el conocimiento correcto los emplean o por
información estimulante que los inducen a usarlas sin medir las consecuencias.
Pues se ha visto que muchos niños y jóvenes han sufrido envenenamientos por
medicamentos existentes en el hogar al auto recetarse, pensando que si a su padre
o madre le hizo bien, entonces a él le sucederá lo mismo; sin embargo, a veces
resultan fatales.
Cuando el niño, niña o en su mayoría los jóvenes tienen conocimiento de que el
diazepan, por ejemplo se utiliza para tranquilizarse y dormir, pero que es una droga;
la curiosidad les gana la partida y acaban por sucumbir a la tentación. Es por eso que
los padres deben ser responsables de su uso y mantenerlos al tanto con su hijo o
hija podrá prevenir el riesgo del consumo de algún medicamento considerando a la
larga una especie de droga y que lo tiene en su propia casa al alcance de sus hijos
(as).
1.7 La marihuana y su popularidad
La marihuana es una planta ampliamente difundida, recibe el nombre de hashish. La
marihuana es una mezcla de hojas y flores seca; el hashis es la resina de la planta y
tiene efectos más fuertes. El consumo de la marihuana produce dependencia física y
psicológica con alteraciones importantes en el comportamiento y el efecto. A los
consumidores les acelera el corazón, les pone rojos los ojos, les seca la boca y la
garganta, les deforma la percepción de la realidad, memoria y comprensión, les
25
altera el sentido del tiempo y los incapacita para realizar tareas que requieren
coordinación y concentración. Como pasa con todas las drogas, la adicción a la
marihuana puede ser una puerta falsa de escape de una persona ante un problema
para el que no encuentra solución. El consumo de la marihuana provoca inicialmente
una sensación de relajación o sueño; las ideas se vuelven confusas y la risa
frecuente; también afecta la forma como se perciben los sonidos, los colores y se
siente como si el tiempo pasara más rápido o más lento de lo normal.
A veces puede presentarse el bajón que es un estado en el que las personas se
sienten deprimidas o decaídas. Si el uso de la marihuana es prolongado y excesivo
los usuarios se vuelven apáticos, desinteresados y sin energía. También disminuye
su capacidad de memoria, de comprensión y atención. Además de dañar el sistema
respiratorio, por lo que podría presentarse la bronquitis, el asma, afecta el ciclo
menstrual y la producción de espermatozoides. La marihuana es una droga
depresora y produce cambios en el juicio, ya que se hacen cosas que no se harían
normalmente; con el aumento en la percepción de colores y sonidos, en ocasiones
se confunden con la percepción de alucinaciones, sin embargo, es sólo una
agudización de los sentidos visual y auditivo. Con la boca seca, el usuario de
mariguana ingiere muchos líquidos. En dosis elevadas puede presentarse miedo
anormal y sin razón. La marihuana como el alcohol, los efectos inician como un fase
eufórica y posteriormente se presenta depresión y aumento del sueño.
Con el tiempo el comportamiento, inclusive la forma de hablar y pensar tiende a
hacerse pausado, se va perdiendo el interés por hacer cosas que antes resultaban
atractivas; a todo esto se le conoce como síndrome emocional. Mucha gente llega a
dudar sobre la peligrosidad de esta droga y repite diariamente que la mariguana es
menos tóxica que el cigarrillo, que es una hierba natural que no produce cáncer, etc.
Finalmente se insiste que la mariguana produce tolerancia, dependencia y síntomas
por la abstinencia, que generalmente son oscurecidos por el incremento del uso
abusivo de tabaco común.
26
El síndrome de abstinencia aparece veinte o treinta días después de dejar de fumar y
esta se caracteriza por la irritabilidad, la ansiedad, las alteraciones en la
alimentación, la agresividad, etc. La marihuana es una droga ilegal, pero de bajo
costo los cigarrillos, lo que hace que esté al alcance de los jóvenes y por qué no,
hasta de los niños o de las niñas. Los padres tienen que ser cuidadosos en estar
pendientes de sus hijos, ya que pueden ser inducidos por medio del engaño
haciéndoles creer que es un cigarro.
Actualmente se ha llegado al colmo de la tolerancia y los grandes políticos, quienes
dirigen las riendas del país, diputados y senadores han propuesto que la marihuana
debe ser legalizada para que de esta manera se mantenga estable su consumo.
Pero es absurda la idea, porque simplemente se estaría ofertando más el consumo
de esta droga.
1.8 La cocaína y el crack
Erithroxlylum coca es el nombre científico de la planta de la que se extrae la cocaína.
Las hojas se comprimen hasta formar una pasta que al refinarse da como resultado
el polvo blanco y cristalino llamado cocaína.
La reina blanca de las drogas, la cocaína multillamada, como se le conoce, se trata
de una droga potente, codiciada y venerada, odiada y repudiada, perseguida por la
ley, deseada por quienes no la conocen. Sus consumidores pregonan mentiras sobre
sus efectos. Su situación es popular como droga cara. Ahora se puede decir que son
puras mentiras; la cocaína era cara y ya no lo es tanto. Era para gente de dinero y
hoy hasta el más ignorante adicto encuentra la forma de conseguirla. Era de los
especiales y en la actualidad tampoco lo es tanto. Es una droga popular y de las más
consumidas. Llena de mitos e irrealidades, de la cocaína se dice que es afrodisiaca,
potencializadora del intelecto, vigorizante, para pasarla bien, para gente especial. Sin
embargo, la cocaína es una droga peligrosa y su uso tiene consecuencias fatales. La
27
adicción a esta droga, como las demás adicciones, conduce al dolor y a un
sufrimiento que puedo incluir la cárcel, los hospitales psiquiátricos o la muerte.
El proceso de destrucción al que conduce la cocaína es simultáneamente extremoso;
lleva a sus adictos a una excitación fascinante y de deseos sexuales inimaginables.
La cocaína dirige a sus adictos a las más excitantes sensaciones de energía. La
adicción a la cocaína es una de las adicciones más agresivas, a causa del engaño o
afecto que provoca y del escenario en que la sociedad de consumidores los ha
ubicado por su alto costo. El poder de la cocaína como anestésico local es el
elevadísimo; alteras el estado psicofísico de quien la consume, estimula el sistema
nervioso central; sus efectos son de corto plazo, la euforia y el sentimiento de
bienestar que desarrollan quienes la consumen generan una dependencia
psicológica importante. Cuando el efecto eufórico pasa, el consumidor padece una
depresión psicológica y nerviosa, caracterizada por irritabilidad, espasmo o tirantes
musculares, taquicardia y tensión general. La cocaína engaña al cerebro y le hace
pensar que la necesidad de consumirla es más importante que las necesidades
básicas como comer, beber, descansar, dormir, etc. Las cocaínas se usan en forma
nasal, inyectándola, fumándola o inhalándola.
El uso desmedido de la cocaína conlleva daños al sistema cardiovascular y puede
provocar daños severos al corazón. El sistema respiratorio también se ve afectado;
los tejidos nasales internos se lastiman, provocando sangrados y erosiones. El
consumidor tiende a aumentar la dosis de cocaína, buscando lograr el mismo efecto
que obtenía al principio; dado el costo de la droga, el individuo puede verse inmerso
en dificultades económicas.
El ciclo del sueño se ve afectado por la estimulación de la droga en el sistema
nervioso. La cocaína disminuye el apetito del consumidor y, por ello, las condiciones
alimenticias y el peso se ven también afectados. Como se ha visto el consumo de la
cocaína produce dependencia física y psicológica con alteraciones importantes y el
28
afecto. Cuando el efecto pasa, la persona presenta temblores, suda mucho, se
angustia, y necesita física y psicológicamente volver a drogarse.
De acuerdo con González “La dependencia a esta droga es tan brutal que los
enfermos hacen cualquier cosa por conseguir dinero para comprarla: Robar,
corromperse, prostituirse, vender objetos, además el daño emocional al resto de la
familia, afectan su capacidad económica” (González 1997:239).
El uso de la cocaína puede provocar la sensación de energía y seguridad. Este
efecto dura poco tiempo y después se pasa a un estado de cansancio, apatía,
irritabilidad, tristeza o tensión en general. Para evitar las sensaciones molestas
muchas veces se recurre nuevamente a la droga, por eso es tan fácil volverse adicto
a ella. El abuso de la cocaína produce ansiedad y favorece el que se presenten
conductas violentas. La persona se vuelve irritable e intranquila, siente que la “Vigilan
o persiguen” y experimentan terror o pánico.
Un derivado de la cocaína es el llamado “Crack o piedra” en la que se utilizan
solventes volátiles que hacen que la droga se pueda fumar; siendo la droga aun más
peligrosa. El consumidor al fumarla obtiene efectos más intensos, ya que es la forma
más directa en que la sustancia llega al cerebro. La voracidad de los envenenadores
de sustancias tóxicas, llamados comúnmente traficantes, no tienen límites; pues la
ambición es tan grande que prácticamente profundizan aún más la peligrosidad de la
cocaína, al rebajarla para obtener más dinero combinándola con ciertos
medicamentos que originan en el consumidor hemorragias nasales.
Por otras situaciones que actualmente nos aquejan a todos en general, los padres
deben involucrarse en el conocimiento profundo de los hijos, esto permitirá detectar
cualquier cambio en el comportamiento. Es común en los padres de alumnos de
sexto grado recibir reportes de su hijo o hija que ha tenido problemas escolares con
demasiada frecuencia, por lo que son evitados continuamente.
29
Sin embargo, se debe tener la precaución de no confundir el problema y atribuírselo
a su pubertad; pues se debe estar atento y considerar que su hijo (a) pueda estar
relacionado con drogas, por ello, los padres deben asumir con responsabilidad la
iniciativa de encontrar el origen del problema y no dejarlo pasar sin la pena de que no
pasa nada; pues a esta edad son los más propensos a caer en el abismo de las
drogas, porque los envuelve algo que es característico en ellos, la curiosidad y de la
prevención de consumir drogas a no hacerlo, solo hay un paso que los puede volver
adictos.
1.9 Las zonas de riesgo propicias para las drogas
La familia es el primer núcleo afectivo de todo individuo, representa aquel espacio
donde se comparte un mismo ambiente físico y emocional, es allí donde se
desarrollan vínculos diversos, se transmiten aspectos culturales, valores y normas y
se dan procesos que influyen en el desarrollo físico, psíquico y social del ser
humano. La identidad de los hijos se forma por acciones y no por discursos, por ello
los padres cargan con una doble responsabilidad, la de estar presentes a lo largo del
crecimiento de los menores para ser una figura presencial, y la de ser un ejemplo a
seguir.
El hogar se considera una zona de riesgo, porque suelen haber familias violentas
que funcionan bajo la bandera de las adicciones por uno o varios integrantes de la
familia y eso permite que los pequeños sean propensos de hacer lo mismo que se
les enseña con el ejemplo. En la mayoría de las familias existen individuos con algún
tipo de adicción y que a la larga repercute en el condicionamiento operante de los
niños y niñas que repiten lo que ven de las acciones negativas o abrazadas por algún
tipo de adicción.
La escuela como institución social desempeña un papel en la formación y
pertenencia, interviene en el proceso de socialización actuando como agente de
prevención. Es en la etapa escolar en donde el individuo se identifica con grupos que
30
determinan su forma de vestir, sus lugares de convivencia, sus códigos de lenguaje,
conductas, etc. Por ello es de suma importancia prevenir situaciones de riesgo,
enseñándoles a resistir cualquier tipo de presión social, principalmente cuando esta
sea destructiva, ayudándoles a afrontar la tensión que puede suponer sentirse
diferente al decidir lo que es provechoso y negar o hacer a un lado lo perjudicial.
Menciona Herrera : “Sin embargo, a pesar de que la escuela lucha en fomentar en
los menores adecuadas formas de conductas; la escuela es sin duda un lugar en la
que los alumnos son vistos como un potencial mercado si logran engancharlos en las
drogas, lo que a su vez puede derivar en otros problemas por los efectos de los
enervantes, por lo que la venta y consumo de droga se da en los alrededores y
aunque suene drástico, en el interior de la escuela” (Herrera 2009:21).
Otro lugar dentro de la clasificación de riesgo para el contacto con las drogas, son las
áreas recreativas y deportivas; es común observar como en un juego de beisbol o
futbol corre a raudales la venta de cerveza y que de manera clandestina algún tipo
de droga ilegal se hace presente. Los envenenadores de la juventud buscan
espacios públicos en donde puedan enrolar a menores, que a la larga serán clientes
asiduos que redituaran grandes ganancias. Si desde la familia se inculcan valores a
los menores que los conviertan en personas honestas y productivas, se reducen las
posibilidades de que el crimen organizado pueda atraerlos.
Las zonas de riesgo como la familia, la escuela, los espacios recreativos y deportivos
son los más vulnerables para promover los vicios por la cultura establecida. No hay
evento recreativo sin alcohol, no hay evento deportivo sin alcohol, esto contribuye
que los enervantes sean factibles de inducirlos; recordemos que el alcohol inhibe y
eso abre las posibilidades de que las drogas sean aceptadas con facilidad. Por ello,
la información sobre las adicciones juegan un papel primordial que será vital para
decidir decir “NO” o “SI” a las destructivas adicciones.
31
1.9.1 los niños consumidores
Si puede entender algunas de las siguientes razones del porqué un niño o joven
puede caer en el uso de las drogas, será mucho más fácil poder platicarles a sus
hijos acerca del problema. Cuando se pregunta a los niños o adolescentes que han
usado drogas ¿por qué lo hacen?, nos responden:
· Como forma de rebelión hacia la gente.
· Para sentir que se pertenece a un grupo, pandilla o club.
· Porque les gustan los riesgos.
· Porque les parece divertido.
· Porque está de moda.
· Por ser parte de la diversión en las fiestas.
· Porque te hace sentirte mayor.
· Como escape de las presiones de la vida moderna.
· Por sentirse aburridos.
· Porque una vez "dentro", es muy difícil salirse.
Algunas de las razones expuestas antes nos podrán parecer ridículas a algunos de
nosotros, pero son muy reales para los niños y jóvenes que están viviendo el
problema de Las drogas. Cuando se es joven, no existe el mañana, se vive en el
presente. Usted puede ayudar a sus hijos a descubrir que las drogas pueden ser
peligrosas para su salud en el futuro.
¿Quiénes son los niños y jóvenes que usan drogas? La simple respuesta puede ser:
cualquiera. Todos los niños están ante la tentación de usar drogas, no importa su
condición social, la escuela que frecuentan, o los muy inteligentes que puedan ser.
No existe una explicación obvia para ello. Lo que importa es que usted puede ayudar
para que sus hijos no se inicien en el uso de las drogas.
Algunas consecuencias en el aprendizaje y escuela, son que alrededor
de una quinta parte de los consumidores de drogas pesadas, se ausentan de la
32
escuela tres días o más al mes y el promedio de faltas es seis veces mayor que entre
los no consumidores.
El consumo de drogas está relacionado con el crimen y la mala conducta, que
interrumpen la tranquilidad y seguridad de la escuela, propicias para el aprendizaje.
Las drogas no sólo transforman las escuelas en mercados de distribución de drogas,
también llevan a la destrucción del inmueble y al desorden en el salón de clases. El
consumo de drogas desintegra la autodisciplina y la motivación necesarias para el
aprendizaje. El elevado consumo de drogas entre los estudiantes crea un clima en la
escuela que es destructivo para el que es destructivo para el aprendizaje.
La investigación muestra que esto puede provocar un descenso en el rendimiento
escolar. Se ha encontrado que esto es cierto tanto para los estudiantes que
sobresalen en la escuela antes de consumir drogas, como para los que tienen
problemas escolares o conductuales antes de consumirlas. Según un estudio, los
estudiantes que consumen marihuana tienen el doble de probabilidades de obtener
un promedio más bajo que otros. Frecuentemente las calificaciones bajas empiezan
a mejorar cuando se suspende el consumo de drogas.
33
CAPÍTULO II
LOS FACTORES QUE INDUCEN A LA
DROGADICCIÓN
34
2.1 La violencia en la familia
Frecuentemente la violencia familiar trunca la comunicación entre padres e hijos y
genera un alto nivel de estrés en la familia, lo que se traduce en molestia y relaciones
conflictivas. Este tipo de ambiente suele predisponer a los menores para el consumo
de drogas.
Las diversas formas de violencia familiar incluyen insultos, golpes, presión
psicológica y abuso sexual; en algunos casos, el resultado de la violencia física
puede llegar a lesiones graves (fracturas, hemorragias, lesiones internas y
contusiones, etcétera). Cualquiera de estos tipos de violencia afecta seriamente a los
miembros de la familia y genera problemas de toda índole.
De acuerdo con lo anterior, la violencia en la familia es un factor de riesgo asociado
claramente al consumo de drogas. Varias investigaciones han encontrado que la
conducta represiva de algunos padres es un elemento que aumenta el riesgo al
consumo. Los adolescentes recurren a las drogas en mayor proporción cuando el
comportamiento de los padres es violento y poco comunicativo, o cuando la
composición familiar es inestable.
De acuerdo con Alcántara, “Cabe mencionar que en las familias violentas los hijos se
sienten pocos protegidos y amenazados continuamente, lo que les dificulta o impide
relacionarse emocionalmente con sus padres; esto afecta la identificación que es tan
necesaria, porque los niños generalmente los toman como modelos” (Alcántara 1999:
70).
Adicionalmente, la violencia en la familia provoca otras situaciones que se han
identificado con la aparición del consumo de drogas: baja autoestima, deserción
escolar, comunicación defectuosa y eventos angustiantes. Se ha demostrado que
estas situaciones influyen en los niños y los adolescentes de tal manera que inducen
el inicio del consumo de drogas, o sea, se conforma un ambiente de riesgo derivado
35
de la violencia familiar. La violencia es un problema que debe ser atacado desde
diferentes frentes. Los padres tienen la responsabilidad de evitar esta conducta.
Los modelos violentos en la familia pueden generar un problema de inseguridad
ciudadana al aumentar la posibilidad de violencia y conductas antisociales, así como
la comisión de delitos.
Algunos niños, niñas y jóvenes pueden ser más propensos que otros a consumir
alcohol, tabaco o alguna droga cuando se encuentran en algunas situaciones que los
conducen a hacerlo y estas son: cuando son maltratados, carecen de atención y
comprensión, son hijos de madres o padres alcohólicos o adictos a las drogas, son
hijos de madres o padres rígidos y sordos a sus necesidades e inquietudes que todo
lo arreglan con violencia. En algunas ocasiones las situaciones problemáticas que se
presentan en la familia; la violencia familiar es originada por los mismos padres que
tienen trastornos mentales y se escudan tras la violencia, como una justificación para
imponer su autoridad.
Rincón señala que “Es importante prevenir la violencia en el hogar, por que los
menores que son testigos estarían propensos a repetir la misma historia de este
modelo de conducta en su vida adulta. El cariño de los padres, el amor y seguridad
les infunden confianza a los hijos e hijas, que al sentirse comprendidos y en un
ambiente libre de adicciones, será difícil que busquen evadirse a través de las
drogas. Por eso, los padres de familia tienen en sus manos la posibilidad de prevenir
las adicciones”. (Rincón 2008:110).
2.2 La falta de afecto y los amigos
El amor es el sentimiento que los padres y madres desean comunicar a sus hijos e
hijas a través de los diferentes cuidados que les proporcionan. El amor hacia los hijos
en general es lo que lleva a que los padres los eduquen de determinada manera, ya
que cualquier decisión que los padres tomen en relación con el hijo o la hija va a ser
36
pensando en su beneficio o considerando que es por su bien, aún cuando se trate de
castigos y restricciones.
Los sentimientos de amor, cuidado y apego forman lazos emocionales entre padres y
madres con sus hijos. Los padres expresan su afecto de diversas maneras, ya sea a
través de palabras cariñosas, besos, abrazos, etcétera.
Cada padre y madre expresa su afecto de manera especial dependiendo de sus
características personales. Sin embargo, algunos padres y madres tienen dificultad
para expresar afecto a sus hijos(as) por medio del contacto físico. Se sabe que los
niños y niñas en general disfrutan las caricias, los abrazos, besos y se sienten
aceptados, protegidos. El contacto físico que demuestra afecto no siempre implica
ternura y tranquilidad.
Los sentimientos de cercanía y de armonía dentro de la familia son placenteros para
todos los integrantes de ésta y facilita que surjan otros sentimientos como seguridad,
felicidad y capacidad de disfrutar de las diferentes actividades que se realizan.
La comunicación no verbal que se transmite al niño, por medio de manifestaciones
afectivas, es de vital importancia para su desarrollo y para su salud. Para las niñas y
los niños con lazos afectivos de los cuidadores cuando los padres por algún motivo
los dejan (nanas, parientes, maestras), pueden llegar a ser tan importantes como los
de los padres y las madres. Por lo general, estas relaciones son temporales y la
ruptura de una relación o separación de las personas que brindan afecto al niño a la
niña, pueden causar conflictos y desajustes en él o ella.
Cuando los padres y las madres establecen una adecuada relación afectiva con sus
hijos(as) desde los primeros meses de vida y aún desde el embarazo, los niños(as)
percibirán un sentimiento de seguridad que los ayudará a desprenderse de los
padres y ser más independientes, a la vez que saben que pueden recurrir a ellos o
ellas cuando lo necesiten. Cuando existe el afecto en los niños y niñas surge la plena
37
seguridad y confianza; pero cuando no hay afecto en los niños(as) esta situación se
torna frustrante, con desconfianza y tristeza, lo que los obliga a recurrir a otras
personas cercanas en quien confiar; comienzan a buscar insistentemente a los
amigos, que son sus confidentes. Aunque esta situación puede conducirlos a buscar
a la persona equivocada cuando el dichoso “amigo” resulta lo contrario y los pone en
contra de los padres, remarcando aun más el rechazo y el desprecio. Esto los coloca
en el riesgoso camino equivocado de las drogas.
Los amigos son buenos cuando apoyan y orientan, escuchan y respetan; pero
cuando se hacen pasar como los buenos amigos en su mayoría cambian su piel de
oveja por una de lobo, pues inducen al niño o la niña carente de afecto a buscar
salidas negativas en las que sus acciones llegan a ser reprochables.
Por lo que el afecto en los hijos debe ser incondicional, pero sin sobreprotegerlos,
más bien agarrarlos de la mano y demostrarles lo mucho que se les quiere. Es por
estas situaciones de amistad, que el afecto en los hijos no debe ser evidenciado para
no dar motivos que se inicien en el mundo falso de las drogas.
2.3 La publicidad y la televisión
La publicidad es el medio por el cual se da a conocer la imagen, característica y
beneficios de un producto, un servicio, una organización, etcétera, con el objetivo de
provocar una reacción en un grupo determinado de la sociedad. Esta forma atractiva
de dar a conocer un producto llega a ser taladrante para el consumidor que muchas
veces cae en el convencimiento hasta comprar el producto. Toda publicidad tiene un
objetivo que es la de incitar al público a la compra de determinado producto.
Peralta señala: “La publicidad es también utilizada para hacernos creer que gracias
al consumo del producto anunciado podemos obtener otros beneficios. De la forma
en cómo presentan el anuncio es como intentan que la gente sienta y sueñe con ser
como la persona o modelo del comercial.”(Peralta 2003:3).
38
Otra forma que tienen los publicistas para lograr que recordemos determinados
productos, es mediante la repetición continua de los anuncios y el eslogan, es decir
la frase de identificación.
Los colores, los sonidos y las formas son parte de la estructura de un producto
publicitario (carteles, comerciales, espectaculares, etcétera) para atraer nuestra
atención, y al impresionarnos provocar una acción o respuesta que puede ser la
adquisición de lo que nos ofrece y no es necesariamente de primera necesidad.
Así como la publicidad tiene una gran influencia en los adultos, los jóvenes no se
quedan atrás. La publicidad promueve productos nocivos a la salud como si fueran
de necesidad y repercute en una inducción a los vicios; como por ejemplo la
publicidad de bebidas alcohólicas y cigarros; claro está que bajo cierto y restringido
slogan, pero aun así con la investidura de promover a como dé lugar ciertos
productos aunque sean nocivos.
Por otro lado, la comunicación masiva influye en la familia; la televisión, la radio y el
periódico penetran en las familias llevando mensajes, ideas y valores de diversos
tipos. En la actualidad, la comunicación masiva ejerce una gran influencia en las
personas y en las familias. Esos medios de comunicación forman parte de la vida
cotidiana. La familia y la escuela llevan a cabo una importante labor educativa y
también y también influyen los medios de comunicación. El radio, los periódicos, las
revistas, el cine, la televisión ejercen una influencia en los valores, las creencias y
actitudes y conductas. Especialmente la televisión ejerce mucha influencia en los
niños, niñas y jóvenes quienes toman como modelo lo que ven y ellos lo “copian”
haciendo lo mismo. En la televisión se genera violencia y el consumo de drogas,
pues como hemos visto los programas de series de la televisión mayormente
plantean violencia de alguna forma, promueven el consumo de drogas en las
películas. Todo eso es igual que lo que nos dan en las noticias sobre violencia,
parece nada, pero influye en los niños, niñas, y jóvenes que quieren parecerse al de
la película o al de la televisión.
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Como padres no podemos impedir que dejen de pasar esos programas que inciten a
la violencia, pero sí estar pendientes de lo que ellos ven y explicarles para que no se
sientan confundidos y aprendan a diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal.
La televisión plantea situaciones de la vida o presenta mensajes que contradicen
algunos de los valores familiares. Pero, la responsabilidad de lo que ven los hijos, es
simplemente de los padres.
2.4 La pubertad y la curiosidad
Cuando se ingresa a la escuela primaria se es niño o niña y así transcurre la vida
escolar hasta llegar a sexto grado, en la que comienza una nueva etapa en la vida de
los alumnos (as) con la pubertad, una atapa en transición.
De acuerdo con Berjano: “Muchos cambios ocurren en su persona de aquellos niños
y niñas. Las hormonas que produce el cuerpo provocan cambios internos y externos
que se hacen notar en la apariencia física y en las nuevas funciones que realiza el
cuerpo. La menstruación en las mujeres y la primera eyaculación en los varones
marcan el fin de la pubertad y el inicio de la adolescencia, esta etapa termina
alrededor de los 19 años” (Berjano 2010:10).
Durante la pubertad y la adolescencia se van construyendo una perspectiva personal
de las cosas y del mundo; tiene nuevos intereses y prueba otras formas de vestir o
de hablar; conoce nuevos tipos de música, le gusta ser parte de un grupo de amigos
de su edad. En estas etapas también aparecen nuevas emociones y sentimientos
porque se sienten más cerca de amistades cuya compañía disfrutan. Se identifican
con ellos porque son púberes o adolescentes. Al platicar escuchan otros puntos de
vista y van poco a poco definiendo los suyos. Tanto hombres como mujeres
buscarán definir su individualidad y distinguirse por su forma especial de ser, de
pensar y de relacionarse con los demás. Aunque muchos rasgos son similares entre
los jóvenes, la pubertad y la adolescencia son vividas de diferentes maneras.
40
La pubertad y la adolescencia son etapas de rebeldía en la que se sobreponen a
quebrajar la autoridad de los propios padres y de su maestro. Esto es la parte difícil
de este proceso, ya que reacciona de manera inconsciente sin medir consecuencias
y se mete con mayor facilidad en problemas. Pero lo preocupante es, que como son
indisciplinados no aceptan órdenes y orientaciones por lo consiguiente está en riesgo
latente de caer en el abismo de las drogas. Por lo que los padres deben estar en
estrecha comunicación con ellos, comprenderlos y orientarlos, inculcando valores
que sean los propicios para que ellos aprendan a negarse y digan no a las drogas
valorando la vida sana y saludable a la que tienen derecho.
En esta etapa de la pubertad y de la adolescencia el peligro latente está en un factor
característico en ellos, la curiosidad. Los alumnos y las alumnas por su etapa
transitoria suelen descubrir muchas cosas y se hacen muchas preguntas; la
curiosidad los pone en una situación en la que pueden equivocar el camino en el
mundo de las drogas.
Ellos o ellas por querer saber qué se siente y por tener algunas drogas a su alcance
quisieran experimentar y esa situación puede voltear su inexperiencia e involucrarlo a
consumir. Por lo tanto, los alumnos de sexto grado son elementos propensos en
riesgo a las adicciones.
Tlapa hace mención con: “La curiosidad caracteriza al ser humano quien siempre ha
tratado de explorar el mundo que lo rodea y de inquirir el por qué de lo que en el
sucede” (Tapla 1994:8).
Por ser parte de la esencia de los adolescentes, la curiosidad es un elemento, que de
no ser propiciado correctamente puede transformar la vida de algunos alumnos de
manera negativa. Por lo tanto, debe ser un referente de mucha precaución y cautela.
41
CAPÍTULO III
LOS PADRES Y LA PREVENCIÓN DE LA
DROGADICCIÓN
42
3.1 Los valores en la familia
El tema de valores es uno de los más importantes cuando se habla de relaciones
humanas. Los valores a lo largo de la historia de la humanidad han marcado pautas
de comportamiento y de acciones que se consideran adecuadas e inadecuadas para
la convivencia social. Existen diferentes tipos de valores que armonizan la vida de las
personas; en sí los valores son parte de la esencia de los individuos.
De acuerdo con Dierker sostiene que “En los seres humanos existe una evolución
de los valores a lo largo de la vida y a medida que el ser humano avanza en el
proceso de crecimiento y socialización va introyectando con las necesidades de su
organismo y actuando ahora con base en los valores impuestos por otros sobre lo
que se debe o no se debe hacer”. ( Dierker 1964:63)
Existen otros valores que se forman de manera individual de acuerdo con la cultura,
la religión, la familia, el aprendizaje, el desarrollo del criterio de cada persona y la
capacidad de elegir y dirigir las acciones hacia determinada meta. Los valores
individuales se relacionan con lo que cada persona considera importante en
diferentes etapas de su vida y no pueden calificarse como mejores o peores mientras
no dañen a otras personas.
Los valores que cada persona tiene la hacen diferente de los demás; algunas veces
estos valores coinciden con los de otras personas, lo cual favorece que exista
entendimiento o afinidad entre ellas. Así se considera que lo importante es que haya
respeto y conductas razonables por los valores tomados por cada persona.
Los valores individuales también cambian, ya que son susceptibles de aprendizaje.
Determinadas experiencias a las que se enfrenta una persona pueden hacer que
algunas veces cambie su manera de pensar y que se considere importante algún
aspecto que antes no lo era o por el contrario, que deje de ser importante algo que
antes lo era. Por ejemplo, para una persona puede ser importante la imagen que
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tiene ante los demás y darse cuenta de que esto la hace sentirse presionada y no
actuar de acuerdo con lo que realmente piensa, así que decide cambiar. Por lo tanto
sus valores también cambian y llega a resultar que lo más importante es la
individualidad que el quedar bien con los demás.
Givaudan menciona que: “En ocasiones, el individuo reflexiona y reconoce su
inconformidad con los valores que posee y entonces trata de buscar otros con los
que se sienta más satisfecho. Mientras algunos miembros de la familia toman nuevas
opciones, otros prefieren no hacer cambios y otros han llegado a etapas donde
cuenta con su propia escala de valores. Esto depende de la edad y las experiencias
de cada persona” (Givaudan 1997:65).
En las familias se espera que los hijos se comporten o sean de determinada forma;
se establecen principios y normas de acción a través de valores. En algunos casos,
los hijos que deciden no usar drogas, lo hacen porque tienen una fuerte convicción
de que su uso puede ser perjudicial; se convencen porque tienen un sistema de
valores. Los valores familiares proporcionan razones para que los hijos digan que no
y para ayudarles a mantener esa decisión se debe comunicar abiertamente los
valores. Hablar de la importancia de ciertos valores, como la confianza en sí mismo,
la responsabilidad, la honestidad, entre otros. Para llegar a esto el niño o la niña de
sexto grado de primaria tendrá que aprender a buscar la coherencia entre sus
actitudes, conductas y valores. Esto irá desarrollando el carácter y la personalidad, y
los llevará a hacerse responsables.
Molina comenta: “Determinar los valores familiares requiere un proceso de
comunicación a través del cual cada padre clarifica lo que para él es importante. En
esa reflexión individual se irá tomando decisiones conscientes sobre lo que se quiere
enseñar o involucrar a los hijos” (Molina 2005:14).
Pero este proceso no se puede quedar en un plano de discusión conceptual y
abstracta. Sólo cuando lo traducimos a conductas, comportamientos y actitudes
44
concretas, se sabrá si realmente se comparten valores. La coherencia entre palabras
y actos es un factor clave para lograr que los hijos (as) se desarrollen como personas
integras, honestas y valiosas. La vida en familia tiene que estar siempre impregnada
de verdad, amor y confianza.
Actualmente se observa que los actos llenos de violencia invaden todos los ámbitos:
Familiares, escolares y sociales; esto se determina por la ausencia de los valores; es
por eso que deben ser retomados y establecer los adecuados, sobre todo en la
familia para sostener la estabilidad conductual de los hijos o hijas. La falta de
disciplina, la rebeldía, la violencia, el ambiente impregnado de conflictos y problemas
hacen sucumbir en la primaria a los alumnos (as) de sexto grado y que cada día es
más preocupante la situación porque las pone en riesgo de ser abrazados por las
drogas legales como el tabaco y el alcohol con más frecuencia en ellos por razones
obvias que con la constancia de su venta fácil, se accede a su consumo y que por
causas de gran relevancia en la familia, tienden a consumir drogas ilegales como un
escape a una sufrida vida. Sin embargo, lo apremiante de esta situación es debido a
la carencia de valores.
Por ello, la tarea fundamental de los padres es querer y saber inculcar valores en la
familia para proteger a sus hijos (as) de las drogas; pues cuando un alumno o
alumna se encuentra lleno de valores bien aceptados, se produce la negativa de
adoptar conductas y comportamientos que entorpecen y recriminan la vida de quien
las ejecuta. Por lo tanto, los valores inculcados por los padres deberán ser una pieza
vital y necesaria para prevención de adicciones en las que se encuentran en riesgo
los alumnos y alumnas de sexto grado debido a que a veces sufren frustraciones que
los desvalorizan.
3.2. Como los padres pueden participar en la prevención de la drogadicción.
Prevenir significa “antes de venir", es decir, actuar para que un problema no
aparezca o al menos para disminuir sus efectos. También igualmente significa:
preparación, organización, aviso, perspectiva, disponer con anticipación, prever.
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Prevención implica: investigación, conocimiento de la realidad, reflexión,
planificación, precaución, evaluación, trabajo en equipo, visión de conjunto,
enriquecimiento de los conocimientos, iniciativa, creatividad.
De ahí que prevenir quiere decir "estar capacitado y dispuesto a evitar los riesgos o
las consecuencias que un problema pueda producir, significa asimismo crear las
condiciones positivas para la convivencia social y familiar.
Además, es el proceso mediante el cual el ser humano, individual o colectivamente,
se interesa y adquiere en su formación integral la capacidad para anticipar los
problemas con respuestas creativas y ajustadas a la realidad.
Los padres pueden hacer la diferencia en la conducta de sus hijos, aunque sea a
veces difícil de creer. Existen muchos medios por los que usted puede influir en sus
hijos para que no intenten el camino de las drogas.
Artiaga que “Nadie es un padre perfecto, y no todas las ideas que queremos
compartir son fáciles de poner en la práctica, pero todas juntas podrán ser de gran
utilidad” (Artiaga 1996:34).
No perder el dialogo, cada uno necesita que se le escuche y escuchar a las
demás personas. Es una necesidad humana básica, especialmente entre
Padres e hijos.
Si por alguna razón este dialogo se ha perdido, los problemas y los
malentendidos podrán surgir en cada rincón, además de quedarse
abandonado en cualquier lugar olvidado de sus hijos.
Demostrar que se pone atención.
Tratar de entender lo que sus hijos intentan decir.
Mantener la comunicación con sus hijos e hijas, fomentando que ellos cuenten
lo que piensan y lo que les sucede.
Saber y controlar con quiénes se reúnen sus hijos e hijas, conocer a sus
amistades.
46
Controlar los horarios de llegada y salida, sin olvidar que progresivamente
deben ir adquiriendo mayor autonomía.
Cuidar la alimentación de sus hijos e hijas, privilegiando alimentos saludables.
Fomentar el deporte y la recreación al aire libre de sus hijos e hijas, lo que
idealmente debería practicar toda la familia.
3.3 La comunicación y el diálogo
La comunicación es un proceso a través del cual se da y se recibe información. Es
una manera de intercambiar ideas y sentimientos, así como experiencias. Una
comunicación permite establecer relaciones entre las personas, tanto dentro de la
familia como fuera de esta. En cada familia existe una diferente modalidad de
comunicación; el tipo de familia determina qué tan abierta o encubierta es la
comunicación, qué tan directa es, si se utiliza a otros miembros de la familia para
enviar un mensaje a un tercero y qué tan congruente es con el resto de las ideas que
se transmiten en la familia, ya sea a través de ejemplos y actitudes.
La comunicación puede ser un elemento de gran importancia para la integración
familiar y para el desarrollo emocional del individuo cuando se utiliza
adecuadamente. De la misma manera, puede ser el foco principal de problemas en la
familia y afectar aspectos emocionales en las personas al crear y recibir mensajes
contradictorios, conflictivos o confusos.
Aclaramos que la actitud que presentan en su mayoría los alumnos de sexto grado
se debe en gran parte a la indiferencia de los mismos padres, se alejan y no tienen
un acercamiento tal que escuchen a sus hijos, los orienten y sobre todo establezcan
de la mejor forma una comunicación constante; esto les permite a los hijos sentir que
se les toma en cuenta y existirían menos probabilidades de relacionarse con algún
vicio. Para ello, la comunicación es una herramienta inevitable en el ambiente familiar
y se puede establecer en dos modalidades que se conocen como comunicación
verbal y comunicación no verbal. La comunicación se da a través de la verbalización
al hablar y a través de medios no verbales que son a través de gestos, movimientos
47
corporales y señales como sonreír, decir adiós, quedarse callado, desviar la mirada,
etc. Aún cuando la comunicación a través del lenguaje es un hecho cotidiano, existen
múltiples problemas relacionados con la calidad y la forma en que esta se da. Estos
problemas son evidentes al descubrir conflictos entre la pareja o entre otros
miembros de la familia.
Resulta de fundamental importancia que los padres sean capaces de diferenciar qué
asuntos o qué problemas les corresponde resolver a ellos mismos y cuáles
comunicarles a sus hijos o hijas. Muchas veces las personas adultas se desquitan
con los hijos o hijas por alguna situación ajena a estos o estas. Así por ejemplo, le
gritan porque están de mal humor, lo agreden porque les fue mal en el trabajo, etc. El
poder identificar el motivo por el cual está bajo tensión o en algún estado de ánimo
en especial, es importante para poder controlar la comunicación que se tiene con los
hijos en general. Todo esto debe ser reconsiderado por los padres y lo más sano
seria explicarles a los menores que la persona adulta a veces implica sus problemas
personales con toda la familia, pero que no se debe hacer y que sin embargo, eso no
representa ningún motivo que no se les quiera y se les ponga atención.
Vargas, Comenta: “Por lo que la comunicación en una familia está relacionada con la
capacidad de transmitir lo que se desea, así como la habilidad de escuchar a los
demás, permitiendo la libre expresión de pensamiento y sentimientos; así los hijos
pubertos en sus momentos de transición podrán tener la confianza plena de recurrir
en cualquier situación con sus padres” (Vargas 1996:51).
Se reafirma que en el caso de los niños o niñas, la comunicación que reciben por
parte de sus padres les ayuda a formarse una imagen de sí mismos, ya sea positiva
o negativa; por ello es importante tener muy en cuenta los mensajes que se les
transmitirán a los hijos.
La comunicación que destaca aspectos positivos de la otra persona transmite
sentimientos agradables de afecto, aceptación y así contribuye a brindar seguridad
48
al niño o niña. Por otro lado los mensajes que se dan en una comunicación y son
negativos se perciben como agresiones o como rechazos y devalúan a las personas
que los reciben creándoles resentimientos, lo que contribuirá a acercarlos más a las
drogas.
Establecer un dialogo con los hijos, no siempre será fácil por la forma en que se le
formo a muy temprana edad y por los momentos en que viven los niños o niñas en
sexto grado de la primaria y esto parece poner una cortina frente a ellos. La buena
comunicación con los hijos o hijas causa alegría y satisfacción porque los hace
sentirse bien y eso sería un arma, para tener la plena seguridad de que serian
capaces de rechazar los factores negativos que se le presenten, como el cigarro y la
cerveza que son fáciles de acceder en su vida cotidiana.
El comentario que hace Ituarte: “En la familia, los padres forjan el crecimiento y
desarrollo de los hijos o hijas y los hacen madurar como personas, en un ambiente
en el que la comunicación es vital y que los ayuda a comprender, estimar y vivir en
armonía”. (Ituarte 1998:100).
La comunicación definitivamente es indispensable para una buena relación, sin ella
no hay la interconexión y esta se logra cuando hay la disposición de los padres con
los hijos. Es innegable que las bases de la formación de los hijos los ponen los
padres dentro del núcleo familiar y cuando se establecen las buenas relaciones
tienden a delinear conductas de respeto, llenas de valores. Todo padre debe ser
consciente, dejar a un lado sus problemas y aprender a escuchar y dialogar con los
hijos; pues ese vínculo afectivo y comunicativo repercutirán en su caminar por la
escuela primaria.
Se señala imperativamente que los niños de la primaria son el reflejo de las
condiciones familiares de la que provienen, por lo que su conducta repercute como
tal. Por lo tanto, la necesidad e importancia de una comunicación entre padres e hijos
debe darse desde temprana edad; aunque muchos niños crecen al margen de las
49
conductas nocivas de sus padres, pero nunca es tarde para enderezar esos
comportamientos y actitudes.
Es por ello que se vive con la violencia en los centros escolares y en su mayoría
están relacionados con los alumnos de sexto grado, que al vincularse con los
cambios propios de su edad, hacen más difícil la situación y los pone en riesgo con
las drogas. En la labor docente en la escuela primaria, se aplican alternativas de
prevención que implican para su efectividad a los padres. Sin embargo, para llevar a
cabo esta determinación los padres deben ser la pieza fundamental y qué mejor
manera de contribuir en la protección y seguridad de los hijos, que comenzando con
una excelente comunicación que levantará la confianza y autoestima de los mismos
que como alumnos o alumnas aprenderán en la familia en la escuela primaria a
tomar decisiones y elegir lo que más les convenga.
Entonces si en el hogar la comunicación entre padres e hijos es la adecuada, las
condiciones serán las propicias para que en la escuela primaria se fortalezca; exista
la confianza en el maestro, y los alumnos de sexto grado sean capaces de aceptar lo
bueno que se les ofrece y aprendan a rechazar lo que les puede marcar la vida y
hacerles una vida violenta, llena de adicciones.
3.4 El fortalecimiento de la autoestima y la confianza
La autoestima se refiere a la manera como cada persona se evalúa a sí misma. Se
ha demostrado que la autoestima se relaciona con la confianza y la seguridad que
tienen los individuos en ellos mismos, y esto a su vez se asocia con el éxito que
tienen en las actividades que realizan. De manera que al haber una mayor
autoestima y confianza, las personas se sienten con mayor seguridad para
emprender actividades nuevas, para resolver problemas y para relacionarse con los
demás. La autoestima se desarrolla en los primeros años de vida, a través del trato y
la comunicación que la madre y el padre le dan a sus hijos (as). Cuando las palabras
son positivas, es decir, enfatizan los logros de los niños o las niñas y se transmiten
con afecto generaran en los (as) menores un sentimiento de seguridad que será
50
fundamental en etapas posteriores de su vida. A través de este proceso, el niño o la
niña desarrollara una autoestima positiva que le dará confianza en sí mismo (a),
tendrá la seguridad para predecir entre diferentes opciones para resolver dicho
problema.
Un punto clave dentro del desarrollo de la autoestima es la aceptación del niño o la
niña tal como es. Es decir, los padres deben aceptar a los hijos o hijas con sus
características particulares, ya sean físicas o emocionales, lo cual significa aceptar
sus cualidades, defectos e intereses. La no aceptación del niño (a) tal como es
origina que los padres transmitan este rechazo al niño (a) por medio de comentarios
o exigencias y expectativas que no corresponden a sus características y que
difícilmente van a ser cubiertas por los niños o niñas. La percepción que estos niños
(as) tengan de esta inconformidad de los padres perjudicará el desarrollo de su
autoestima y ocasionará que el (la) menor se auto devalúe, lo cual lo llevará a
sentirse inseguro (a). De la misma manera cuando los comentarios de los padres son
negativos resaltando los errores y no los logros; los hará sentirse inseguros y
propiciarán una baja autoestima.
Martínez Comenta: “Se puede decir que el desarrollo de la autoestima se relaciona
con el estimulo que la niña o el niño reciben por parte de sus padres, de las personas
que lo cuidan y de sus maestras y maestros ante cada uno de sus avances”
(Martínez 1996:96).
La autoestima es el punto de partida para el desarrollo positivo de las relaciones
humanas, del aprendizaje, de la creatividad y de la responsabilidad personal. Los
niños siempre tienen motivos para hacer lo que hacen y la actitud de los alumnos
(as) del sexto grado en muchas de las ocasiones son justificables. El esfuerzo por
llevarles por un camino positivo depende, en gran medida, de la capacidad de los
padres y los maestros de comprender las razones o motivos de sus actos.
Muchas veces, estos motivos están ocultos; provienen de sentimientos o
sensaciones que se encuentran dentro de esos alumnos o alumnas y que no son
51
capaces de describir. Aunque ni padres ni educadores pueden controlar todo lo que
ocurre al niño (a), sí pueden influir en responderle y apoyarlo, en vez de humillarlo y
agredirlo de alguna forma. Un niño se siente bien cuando tiene mucha autoestima y
lo contrario ocurre cuando tiene poca. La llave que como padre o maestro puede
abrirse a la comprensión, con el fin de ayudar al niño a sentirse bien con mayor
frecuencia, es observar cómo se comporta en distintas situaciones. Hay ocasiones
en que, por mucho que se quiera que los hijos (as) tengan autoestima adecuada, los
esfuerzos para dotarles de sentimientos positivos hacia ellos mismos llegan a
parecer inútiles. Esto hace que los padres se sientan confusos y preocupados.
Es importante recordar que la autoestima es un sentimiento que se expresa siempre
con hechos. En un niño puede tratarse su autoestima por lo que hace y por cómo lo
hace.
Es importante que los propios padres fortalezcan la autoestima de sus hijos, porque
eso contribuye a que en la escuela mantengan buenos resultados y su
comportamiento escolar sea mejor.
Clemes Dice: “El niño con poca autoestima suele encontrar pocas satisfacciones en
el colegio; en seguida pierde la motivación y el interés y, en cambio, emplea buena
parte de sus energías en aquellos aspectos que se relacionan con los sentimientos
hacia sí mismo; por ejemplo, la relación con los demás, problemas, temores y
ansiedades; sucumbiendo con mayor facilidad a las adicciones. De este modo dedica
al colegio y a las tareas escolares una atención mínima” (Clemes 1998:14).
Se tiene que considerar que el afecto y la seguridad con una autoestima fortalecida
asienta las bases para que exista la confianza reciproca en la relación, es decir, al
sentirse plenos los niños y niñas de sexto grado saben que pueden acudir con sus
padres ante cualquier situación para buscar apoyo, afecto, orientación, etc. Y ante
esto los padres tendrán la confianza en que sus hijos (as) recurrirán a ellos cuando
los necesiten.
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El que exista confianza en una relación también se refiere a que los padres no
necesitan estar presentes para que los hijos (as) tomen decisiones de realizar o no
actividades que les convengan. En efecto, se tiene la plena seguridad de que cuando
en un ámbito familiar la alta autoestima de cada uno de sus integrantes, está bien
definida, las acciones y las conductas llegan a ser modificadas y planteadas con la
plena seguridad de tomar lo mejor.
Está visto que los alumnos de sexto grado, pasan por un proceso en el que las
emociones y trastornos de conducta llenan de indisciplina y rebeldía, eso los hace
actuar sin pensar; pero cuando los vínculos de las relaciones está bien establecidas
entre los padres y los hijos, la armonía invade el ambiente familiar asumiendo sus
acciones con las de la escuela y todo esto resalta una alta autoestima, que abraza la
plena confianza de los alumnos y los lleva a decidir en tomar lo bueno y lo malo que
los rodea, y entre lo bueno, esta evadir las adicciones que son un factor tentativo en
la vida de los alumnos de sexto grado.
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CONCLUSIÓN
En esta presente investigación que se realizó en los alumnos del sexto grado de
primaria, con la finalidad de conocer y saber los problemas y dificultades que
presentan los adolescentes en esta etapa de su vida.
Pero que nos lleva a reflexionar las problemáticas que enfrentan nuestros educandos
al querer esconder sus problemas que los lleva a generar y consumir drogas.
Aislándose de sus padres, familiares y maestros dejándose llevar por problemas
depresivos, de autoestima, problemas familiares entre otros que la mayoría de las
causas llevan al estudiante a involucrarse con las drogas, hasta presentar un cuadro
de drogadicción, el cual permite que tenga bajo rendimiento escolar, desanimo en
sus estudios, falta de valores cívicos y culturales etc.
Esta investigación me permitió conocer a profundidad estas necesidades y
problemáticas a las que se enfrentan hoy en día los adolescentes.
Así como dar estrategias, sugerencias y propuestas, a los maestros y padres de
familia el cómo prevenir las adicciones en nuestros escolares del sexto grado. De
esta manera se quiere verdaderamente evitar que los niños o niñas, así como los
jóvenes sean víctimas de las adicciones en un futuro cercano, se tienen que mejorar
las condiciones de las familias para mejorar la calidad de las mismas. Se deben
formar familias en la que los padres adopten como fundamento el amor auténtico,
donde cada miembro sienta que es aceptado, respetado, valorado por sí mismo; con
una comunicación abierta que le permita sentir que se le respeta su forma de pensar
y decidir o abrigar que simplemente por ser él o ella será una persona con valor en
todo el sentido de la palabra.
Que sepan que son agradables a sus propios padres y a los demás y que no se
sientan solos emocionalmente, aunque puedan disfrutar de su mutua compañía, en
un ambiente rico en valores que determinan la convivencia en armonía.
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Un lugar donde nadie tenga miedo de expresar sus ideas y sus sentimientos; donde
todos se interesen por los proyectos y logros de los otros y se apoyen en situaciones
de crisis o fracasos, manteniendo una favorable autoestima.
Los padres deben fomentar en sus familias el respeto, donde cada uno vaya
formando criterios sólidos y aprendan a tomar decisiones sanas. Se deben
establecer familias que sean prioridad para cada uno de sus miembros pero no para
encerrarse en ellas, sino para aprender a actuar en el mundo siendo responsables y
solidarios.
Actualmente, uno de los graves problemas sociales que invaden a las familias son
las adicciones que son factores determinantes para generar conflictos y destruir la
armonía y convivencia. Aunque todas las adicciones son nocivas, tanto para la
persona adicta, como para los que le rodean, hay algunas que se reconocen y se
combaten más fácilmente que otras. Los factores de personalidad tienen un peso
dentro del desarrollo de la adicción. La baja autoestima y la intolerancia a la
frustración, tanto por parte de la familia, como del adicto, pueden empeorar la
situación en forma alarmante.
Uno de los mayores problemas para el estudio y el tratamiento de este mal tan
difundido, en la actualidad, es la creencia de que quien lo padece, es una persona
viciosa, inmoral, incapaz de controlar sus emociones e instintos, y digna de
desprecios o rechazos, cuando es precisamente a través de la comprensión y el
apoyo de quienes lo rodean como puede encontrar la fuerza necesaria para su
recuperación.
Los factores internos y sociales son el detonante para que niños y jóvenes penetren
en el mundo de las adicciones. La prevención enfocada a la exaltación de valores, la
confianza y el dialogo continuo se perfila como una solución viable para detener la
alta incidencia.
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El abandono que sufren los menores por parte de su familia, los orilla a buscar
compañía en otros medios donde se ven presionados por esos mismos grupos
externos para probar las drogas. Esta soledad que enfrentan los chicos de ahora
como consecuencia del alejamiento de los padres, aunado a la falta de información
sobre los serios daños que las drogas causan en el organismo, influyen para que
busquen en las adicciones una salida a los problemas que enfrentan. En el medio es
muy fácil conseguir cualquiera de ellas, hay mayor oferta y esto es otro factor
importante para que los niños, niñas y jóvenes sean vulnerables a las drogas y que
cada día sean más las personas adictas.
El ser humano tiende a repetir el modelo de vida familiar, por lo que destaca la
importancia de que los padres eviten este tipo de conductas dentro y fuera del hogar.
La rebeldía de los adolescentes se puede manifestar de diversas formas, pero lo
realmente grave es cuando esta rebeldía se manifiesta a través de alguna adicción
que puede destruir sus metas, anular sus motivaciones, los aniquilan
neurológicamente o directamente los mata.
La etapa escolar de los alumnos (as) de sexto grado, es caracterizada por los
notables cambios que provoca el desarrollo tanto físico como emocional, que los
jóvenes experimentan, periodos de depresión al sentirse incomprendidos y que los
pone al borde de cometer imprudencias de manera inconsciente, tiene acceso de
manera complaciente a las drogas y se ponen en riesgo de experimentar su uso,
comenzando de manera ocasional y continuando hasta adquirir un habito que los
convertirá en un adicto a alguna droga.
Es muy importante, por lo tanto que los padres, en esta etapa de la vida, estén muy
pendientes de sus hijos, que antepongan la comunicación como base necesaria y
sobre todo que los mantengan informados sobre las consecuencias que acarrean las
adicciones.
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Las conductas antisociales, los cambios físicos y la pérdida de interés en actividades
que antes eran de su preferencia, pueden ser una advertencia sobre la presencia de
una adicción, pero también el momento ideal para manifestarle al involucrado o
involucrada todo el apoyo, solidaridad y cariño para superar el problema. La
comunicación entre padres e hijos, como se ha comentado anteriormente y la
enseñanza con el ejemplo, de valores representan el camino más seguro para evitar
que los adolescentes se vean atrapados en las drogas.
Llegue a la conclusión que al contar con el amor y el respaldo de la familia es de
vital importancia no sólo para que no caigan en este problema, sino para ayudarlos a
salir de él a través de un proceso de rehabilitación en caso de tocar el abismo de las
adicciones. También hago una invitación a los maestros a realizar actividades que
ayuden a prevenir en los alumnos este tipo de adicciones asi como en los padres
esta la plena decisión de reformar sus acciones para conducir a sus hijos o hijas a la
prevención de actividades ilícitas que conducen al consumo de drogas y que
destruyen la armonía familiar establecida.
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