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La Palabra Guaraní, otra palabra es posible. Escribe Bartomeu Melia No son muchos los que tienen la dicha y suerte de estar algunos días con los Guaraníes en sus aldeas. Notas algo nuevo, que de momento no sabes definir. No estás ciertamente en la «tierra sin mal» –un concepto muy propio del pensamiento guaraní– pero notarás que con ellos se desvanecen muchos de tus males. Yendo a los Guaraníes no te preguntes qué podrás hacer por ellos. Más bien piensa qué harán ellos contigo. Sientes que la experiencia te coloca en otro mundo, un mundo diferente, pero no tan distante que te sea del todo extraño. Sientes que estás en algo nuevo, enteramente nuevo, si se quiere, pero comprensible, envidiable y atrayente; posible incluso, bajo ciertas condiciones. Más aún –ingenua ilusión tal vez– sientes que puedes ser guaraní. Hermano Guaraní - Foto: Os Guaraní Mbya Tienes la sensación de haber entrado en una modernidad y contemporaneidad que nuestra sociedad sólo se atreve a ver en un lejano porvenir, como proyecto y utopía difícil e irrealizable.

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La Palabra Guaran, otra palabra es posible.

Escribe Bartomeu MeliaNo son muchos los que tienen la dicha y suerte de estar algunos das con los Guaranes en sus aldeas. Notas algo nuevo, que de momento no sabes definir. No ests ciertamente en la tierra sin mal un concepto muy propio del pensamiento guaran pero notars que con ellos se desvanecen muchos de tus males.Yendo a los Guaranes no te preguntes qu podrs hacer por ellos. Ms bien piensa qu harn ellos contigo. Sientes que la experiencia te coloca en otro mundo, un mundo diferente, pero no tan distante que te sea del todo extrao. Sientes que ests en algo nuevo, enteramente nuevo, si se quiere, pero comprensible, envidiable y atrayente; posible incluso, bajo ciertas condiciones. Ms an ingenua ilusin tal vez sientes que puedes ser guaran.

Hermano Guaran - Foto: Os Guaran Mbya

Tienes la sensacin de haber entrado en una modernidad y contemporaneidad que nuestra sociedad slo se atreve a ver en un lejano porvenir, como proyecto y utopa difcil e irrealizable.

Qu tienen hoy los Guaranes si no su palabra?La primera de esas experiencias es la palabra. La filosofa occidental, con Grecia como cuna, sera tambin una filosofa de la palabra. Sin embargo, con el tiempo ha desconfiado de esa palabra y la ha usado como poder de dominacin. Pero anhelamos de nuevo una palabra que no slo sea nuestra, sino compartida y dialogada en libertad. La palabra, y sobre todo la palabra dada y recibida, vuelve a estar en el centro de nuestro afn. Si destruimos la palabra, ya nadie se puede reconocer ni en s ni en el otro.Para el Guaran la palabra lo es todo. Y todo para l es palabra. La psicologa y la teologa guaranes son la peculiar experiencia religiosa de la palabra compartida.Cuando escuchamos los cantos de los Mby-Guaran, una de las etnias guaranes, tal como los recogi el paraguayo Len Cadogan y estn transcritos en el libro Ayvu Rapyta (Palabra fundamental) nos percatamos que estamos tocando el centro y origen de toda palabra humana.Para que se entienda mejor y ms concretamente lo que queremos decir, tenemos que copiar aqu un largo texto de los Mby especialmente expresivo, pero no nico sobre el fundamento de la palabra.

El verdadero padre amand, el primero,de una parte de su propio ser de cielo,de la sabidura contenida en su ser de cielocon su saber que se va abriendo como flor,hizo que se engendrasen llamas y tenue neblinaHabindose incorporado y erguido como hombre,de la sabidura contenida en su ser de cielocon su saber que se abre cual florconoci para s mismo la fundamental palabra que haba de ser.Conociendo ya para s la palabra fundamental que haba de ser,de la sabidura contenida en su propio ser de cielo,en virtud de su saber que se abre en flor,conoci para s mismo el fundamento del amor al otro.

Habiendo ya hecho abrirse en flor el fundamento de la palabra que haba de serhabiendo ya hecho abrirse en flor un nico amor,de la sabidura contenida en su ser de cielo,en virtud de su saber que se abre en flor,hizo que se abriera en flor un canto alentado.

Despus de todo esto, el verdadero padre amand,a la que estar frente a su propio corazn,a la futura verdadera madre de los amand,hizo que se conociera como (divinamente) celeste.

Por haber ellos asimilado ya la sabidura celeste de su propio Primer Padre,por haber ellos asimilado ya el fundamento de la palabra,por haber ellos asimilado ya el fundamento del amor,por haber ellos asimilado ya las series de palabras del canto esforzado,por haber ellos asimilado ya la sabidura que se abre en flor,a ellos, por eso mismo, los llamamos:excelsos verdaderos padres de las palabras,excelsas verdaderas madres de las palabras.(Len Cadogan,Ayvu Rapyta. Asuncin 1992:32-41).

Palabra, Luz, Espritu (Foto: Permahabitante)

Este texto, escuchado y registrado en lengua mby-guaran por Cadogan, no es un himno fijo. Es uno de esos cantos, que escuchars muchas veces en forma de plegaria, que los Mby-Guaran entonan en su reuniones rituales, pero tambin en su casa, al anochecer o al amanecer.La vida del Guaran en todas sus instancias crticas concepcin, nacimiento, recepcin de nombre, iniciacin, paternidad y maternidad, enfermedad, vocacin chamnica y muerte y se define a s misma en funcin de una palabra nica y singular que hace lo que dice.El hombre, al nacer, es una palabra que se pone de pie y se yergue hasta su estatura plenamente humana.Cuando est por tomar asiento un ser que alegrar a los adornados con plumas, a las adornadas, enva, pues, a nuestra tierra,una palabra buena que ah ponga el pie, dice Nuestro Padre Primero a los verdaderosPadres de las palabras de sus propios hijos.(Len Cadogan 1992:67).

Hermana Guaran y el Templo OPY - Foto Vera Poty (Sao Miguel das Missoes)

Los Padres de las palabras-almas, desde sus respectivos cielos, se comunican, de ordinario, a travs del sueo al padre. Y es la palabra soada la que, comunicada a la mujer, toma asiento en ella y comienza la concepcin del nuevo ser humano. Se reconoce, es cierto, la necesidad de las relaciones sexuales para la concepcin, pero la criatura es enviada por Los de Arriba. El padre la recibe en sueo, cuenta el sueo a la madre y sta queda embarazada, Egon Schaden, Aspectos fundamentais da cultura guarani, So Paulo, USP, 1974:108). La palabra toma asiento en el seno de la madre -oemboapyka-, tal como la palabra que desciende sobre el chamn, ste tambin sentado en un banquito ritual en forma de tigre. Concepcin de un ser humano y concepcin del canto proftico se identifican.La historia de nuestra palabraLo ms importante, sin embargo, est en la conviccin de que el alma no se da enteramente hecha, sino que se hace con la vida del hombre y el modo de su hacerse es su decirse; la historia del alma guaran es la historia de su palabra, la serie de palabras que forman el himno de su vida.El Guaran no se llama de tal o cual manera, sino que es tal o cual. Los Guaran encuentran ridculo que el sacerdote catlico tenga que preguntar a las padres del nio cmo ha de llamarse su hijo.El nombre es parte integrante de la persona y se lo designa en lengua guaran con la expresin ery mo a, aquello que mantiene en pie el fluir del decir (Cadogan 1992:68-73).La educacin del Guaran es una educacin de la palabra y por la palabra, pero no es educado para aprender y mucho menos memorizar palabras ya dichas (y menos textos), sino para escuchar las palabras que recibir de lo alto, generalmente a travs del sueo, y poderlas decir. El Guaran busca la perfeccin de su ser en la perfeccin de su decir. Nosotros somos la historia de nuestras palabras. T eres tu palabra, yo soy nuestras palabras. Che ko andeva.En potencia, cada Guaran es un profeta -y un poeta-, segn el grado que alcance su experiencia religiosa.

Aldea Ysyry - Wanda - Misiones (Foto: Rodrigo Terrn)

Son conmovedoras las experiencias a travs de las cuales el indio guaran recibe el don del canto mstico, como lo not el alemn, bautizado guaran, Curt Unkel Nimuendaj, hacia 1905.Con mucha propiedad se ha dicho que toda la vida mental del Guaran converge hacia el Ms-All... Su ideal de cultura es la vivencia mstica de la divinidad, que no depende de las cualidades ticas del individuo, sino de la disposicin espiritual de oir la voz de la revelacin. Esa actitud y ese ideal son los que determinan la personalidad (E. Schaden, O estudo do indio brasileiro ontem e hoje, Amrica Indgena, XIV, 3, 1954: 248-249).Ponerse en estado de escuchar las palabras buenas hermosas, incluso con ayunos, continencia sexual, observacin de modos austeros de vivir, de comer y de dormir, es una prctica todava constante en los Guaran contemporneos, especialmente entre los Mby; son comportamientos, actitudes y posturas que propician la oracin: emboe (etimolgicamente: decirse).La palabra no es enseada ni es aprendida humanamente. Y para muchos Guaran resulta insensato y hasta provocador el pretender ensear a los nios en la escuela; de ah su recelo y a veces su enrgico rechazo de la enseanza escolar en trminos occidentales. La palabra es un don que se recibe de lo alto, y no un conocimiento aprendido de otro mortal.La reciprocidadSeran los Guaranes una especie de monjes de la selva? Lo cierto es que no son nmades ni se limitan a una incierta caza y una afanosa recoleccin, que la antropologa clsica califica como propia de salvajes. Son agricultores, y solan vivir en aldeas de dos tres o cuatro casas grandes. Su modo de vida tradicional por desgracia est desapareciendo. Desaparecidas las selvas y poluidas las aguas de su entorno, la civilizacin les trae no slo pobreza sino miseria.Les queda todava la palabra y saber el origen de su palabra y el modo como ella se hace mediante el don de la comunicacin. Asegurada la subsistencia familiar, todava hay algo o mucho para dar. Este es el sentido de la fiesta, del arete, el da verdadero. En verano, cuando es abundante la cosecha del maz y no faltan otros productos, como batata, frijoles y calabazas, son frecuentes las fiestas.En la casa grande de los Guaranes Pi, por ejemplo, se prepara la chicha -bebida ligeramete alcohlica-, con varios das de anticipacin. El maz es pisado en el mortero; mezclado con agua, es hervido en grandes ollas -la cermica antigua atestigua la magnitud y la importancia de esa preparacin-; despus de entibiado, es masticado y ensalivado por las mujeres de la casa y colocado en una batea o canoa de cedro, donde fermentar. Hoy se puede medir la prosperidad y bienestar de una comunidad por el nmero de bateas disponibles en las casas, y por las casas que disponen de bateas.En el da sealado van llegando los convidados, generalmente en grupos, que hacen su saludo ritual. Al anochecer se inicia el mborahi puku, el grande y largo canto, que se prolongar durante la noche. Lo dirige, de pie y sin sentarse en toda la noche, uno de los raros hombres que sea capaz de desenvolverlo sin desvos ni tropiezos. Con la mano derecha agita la maraca; con la izquierda agarra el bastn. El ritmo tranquilo y un tanto montono de su danza sugiere un caminar, si bien los danzantes caminan sin mudar de lugar. Dentro de la gran casa los hombres que acompaan con su canto y con su paso rtmico al dueo del canto, estn dispuestos, uno al lado de otro, en hileras paralelas. Permanecen colocados frente al mbae marangatu, la cosa santa, especie de altar sumamente despojado, que consiste en unos palos clavados en el suelo, sin objetos especiales de veneracin, apenas adornado a veces con algunas plumas. Esa cosa santa no es propiamente un objeto de culto, sino un lugar de referencia.El gran canto ritual de Nuestro Grande Abuelo, el Absoluto -an Rami Jus Pap engaret- recogido y transcrito por Samaniego, y traducido y comentado por Cadogan (1968), se desarrolla en 58 estancias que son como otros tantos niveles de una marcha ascendente; de hecho, los cantores como que caminan, avanzan, entran y toman lugar en las nuevas tierras y en los nuevos cielos designados por el canto, porque el mismo canto realiza el acceso mstico a la realidad significada. Cantando y danzando, los Guaranes Pi entran en una nueva realidad.A la manera de una metfora de la economa de reciprocidad, la fiesta guaran supera la dimensin economicista, pero tambin la meramente simblica. La fiesta no es el resultado de excedentes econmicos que en ella se distribuyen igualitariamente; no es la solucin que pueden haber encontrado como primitivos para un consumo comunitario de los recursos. La fiesta no slo consume y distribuye excedentes; ella los produce. Cuando no hay fiestas de participacin, la produccin econmica baja sensiblemente. La fiesta es el principio temporal y filosfico de la economa.La palabra guaran, comn a todas las etnias guaranes, y que ha quedado tambin en el guaran de sociedad paraguaya, del don y la ddiva es jopoi, cuya etimologa es: mutuamente-manos-abiertas. Esta es la ley fundamental de la economa, la ley de la casa y de las casas entre s. Ahora bien, cuando el sistema de mercado, la compra y venta, llega al mundo de los Guaranes, a esas acciones que los indios entienden como crueldad egosta, les aplicaron la misma palabra que venganza: tepy; el precio de las cosas es una venganza; una cosa cara de precio, es una gran venganza.El Guaran es lo que dice; l mismo es una palabra. No se llama as o as; l es su nombre.Y te preguntas: cunto tiempo podr durar este sistema? Las selvas han desaparecido y la fuente de recursos de los Guaran es cada vez ms el trabajo asalariado o algunas ayudas provenientes de instituciones pblicas o privadas. La tierra es todava de derecho comunitario, pero est en rpido proceso de deterioro. La ecologa guaran, en los pequeos refugios que les restan, es difcil de mantener. Hay motivo para pensar que estamos en el crepsculo de una noche sin da.Como nunca antes, escuela y diversas religiones de carcter fundamentalista se instalan en las aldeas guaranes. Los suicidios en algunas aldeas, sobre todo en el Brasil, han alcanzado cifras alarmantes. Con profunda tristeza y gran sagacidad algn Guaran ha dicho que ante estos hechos, no hay camino para la palabra.

Oo - Foto: Os Guaran Mbyas

La cultura guaran sin duda ha influenciado profundamente a la sociedad paraguaya y el hecho de que sta hable la lengua guaran es de por s aval y garanta de lealtad y apego a formas de vida autntica. Ser guaran tiene exigencias que no se pueden tergiversar. Los Guaran son amables y abiertos, pero sospechan de la colonizacin de mentes y almas que esconde la civilizacin occidental.

Seremos todos guaranes?Los Guaranes no son problema; son solucin. Con su palabra inspirada, con sus cantos y danzas, estn convencidos de que pueden salvar al mundo, a cada uno de nosotros. Lo escucharas ms de una vez si participas en sus prolongados rezos. Con qu consuelo le oa decir a una anciana, que diriga el canto: T, que ests con nosotros, cuando llegue el da de la gran desgracia, no entrars en las tinieblas.Podra un blanco, unjurua,un bigotudo, llegar a ser Guaran?Como le deca un notable chamn mby a Len Cadogan, para aprender estas cosas, debers permanecer un ao conmigo en la selva. Comers miel, maz y frutas, y de vez en cuando un trozo de carne de pecar (sano). Dejars de leer, porque la sabidura que viene de los papeles te impedir comprender la sabidura que nosotros recibimos, que viene de arriba y que nos permite entender, entre otras cosas, los mensajes de Los de Arriba (Len Cadogan, extranjero, campesino y cientfico; memorias(Asuncin 1990:186).]No todos pueden y quieren entrar en esa experiencia. Para los ms nos es imposible. Pero sin duda es grato admirar ese crepsculo de atardecer que ya anuncia el crepsculo de la maana. No extraa que los Guaran tengan tantos admiradores. Los sientes como contempornea memoria de futuro, ms modernos y con ms sentido que los modos de vida que nos toca vivir.

Fuente: Agenda Latinoamericana Ao 2.006