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LA ORDEN DE SAN JUAN DE DIOS EN OSUNA: EL HOSPITAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ

Francisco Manuel Delgado Aboza Pedro Jaime Moreno de Soto

Francisco Manuel Delgado Abza y Pedro Jaime Moreno de Soto

E n el devenir de cada pueblo, el conocimiento de los centros asistenciales existentes a lo largo de los siglos, así como el papel desempeñado por éstos dentro de las sociedades a las que auxi-

liaron, como respuestas a la necesidad imperiosa del ser humano de ofrecer soluciones a las distintas enfermedades que lo afectan en cada momento, constituye un referente ineludible para entender la historia y la sociedad a la que sirvieron. Es el caso de la Orden de San Juan de Dios en la villa de Osuna, con cuya labor hospitalaria, desarrollada a lo largo de tres siglos, desde finales del XVI hasta la definitiva salida de la ciudad en las postrimerías de la centuria decimonónica, contribuyó a la mejora de las condiciones sanitarias de la villa.

Tras la muerte de San Juan de Dios en 1550, el místico portugués había dejado en la ciudad de Granada, lugar donde había desarrollado su actividad asistencial, un creciente grupo de compañeros, los cuales, conformados en comunidad, continuaron la labor que iniciara el Santo. Ante el auge de la inci- piente congregación, se decide solicitar la aprobación pontificia, al proyecto de fundar una orden religiosa dedicada esencialmente a la hospitalidad. Tales pretensiones fueron dirigidas por el hermano Rodrigo de Sigüenza, que orde- nó a Pedro Soriano y Sebastián Arias, ambos del Hospital de Granada, viajar a Roma, donde contactaron con cargos influyentes de la Curia Romana, a quienes presentaron sus misivas de recomendación y les prepararon la visita con el santo Padre Pío V. Éste firmó el 8 de Agosto de 1571 el Breve "SAL- VATORIS NOSTRI", con el cual se concedían grandes gracias e indulgencias

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La Orden de San Juan de Dios en Osuna: El Hospital de Nuestra Señora de la Luz

al Hospital de la ciudad de la Alharnbra. Por fin, el 1 de enero de 1572 firmó la Bula "LICET EX DEBITO, con la que quedaba aprobada la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios'.

Tras el consentimiento papal, los miembros de la nueva Orden Hospitalaria profesaron, en manos de sus respectivos obispos, la regla de San Agustín. En poco tiempo el crecimiento de la Congregación fue rápido, a lo que contribuyó la unión de los hospitales fundados por el venerable Pedro Pecador y San Juan Grande, con lo que la Orden alcanzó una extraordinaria expansión por España, llegando en poco tiempo a Italia y América.

Debido al crecimiento de la Comunidad por la Península Ibérica se llegó a la necesidad de dividir la Congregación española en dos provincias. Esta se obtuvo mediante el Breve del 7 de diciembre de 1619 concedido por Paulo V, quien otorgó al Rvmo. P. Egipciaco la autorización para llevar a cabo dicho objetivo. La división fue acordada en el Capítulo General celebrado en Madrid en el año 1620, creando la siguiente distribución: la provincia de Castilla, con la advocación de San Juan de Dios, y la de Andalucía, lla- mada de Nuestra Señora de la Paz. Por su parte, la provincia andaluza, para facilitar la labor administrativa de los hospitales, sufrió una nueva fragmenta- ción, aprobada en el Capítulo celebrado en el año 1744, siendo ésta: la de San Juan de Dios de Granada, y la de Nuestra Señora de la Paz de Sevilla; a esta última perteneció la fundación juandediana de Osuna2 .

El Hospital de Nuestra Señora de la Luz se fundó el 23 de Enero de 1590 en que "leyose una peticion del hermano Matheo de la orden de Juan de Dios pidiendo licencia para hazer un ospital". Éste fue realizado gracias a la donación de la "hazienda" de Mateo Groso, oriundo de la villa, persona res- petada y de acomodada posición económica que, ante los escasos recursos de la hospitalidad de su época para asistir a la numerosa población necesitada, decide "hazer su casa Hospital, y gastar en ello la hazienda que tenia ". Tras

GÓMEZ, Juan Ciudad: Historia de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Granada, 1963, pp. 85-93. Para mayor conocimiento de la Bula "LICET EX DEBITO" consultar a PARRA y COTE, Fr. Alonso: Bulario de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Madrid, 1756. 2.- G ~ M E Z , Juan Ciudad: Historia de la Orden ... Op. cit., pp. 168-169 y 281.

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Francisco Manuel Delgado Aboza y Pedro Jaime Moreno de Soto

obtener las licencias pertinentes adoptó algunas de las estancias de su vivien- da como enfermería, en las que instaló varias camas para tal fin. Todo ello lo llevó a cabo con el propósito de "curar en el enfermos del mal frunces y lla- gas á naturales desta villa ", y así "diose licencia con que no pueda recibir en el dicho ospital ningun enfermo forastero y con que este cabildo tenga facultad de bisitar el dicho ospital cada vez que le paresca y corregir lo que biere que conbiene",. La fundación del Hospital ursaonense fue realizada durante el mandato de la Congregación del General Fr. Juan Méndez, quien fue elegido en el segundo Capítulo General de la Orden Hospitalaria celebrado en Roma el 8 de marzo de 1589. Paralelamente a la fundación de dicho Hospital se llevó a cabo la creación de los centros asistenciales de Gibraltar y de Valladolid4.

A continuación, debido a la dificultad que entrañaba la distancia existente entre el Hospital y la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, lo que provocaba el retraso en la asistencia del Santísimo Sacramento a los enfermos moribundos existentes en la enfermería del centro, decidió Mateo Groso, viajar a Sevilla para solicitar al Arzobispo permiso para construir una iglesia junto al Hospital, para con ello instalar en el altar al Divino Sacramento. La petición fue aceptada por el Cardenal bajo la condición de que ingresase en la Comunidad de San Juan de Dios para el correcto funcionamiento del Hospital. Para ello, Mateo Groso pidió el hábito de la Orden en el hospital sevillano de Nuestra Señora de la Paz, siendo éste concedido por su prelado Fr. Pascua1 Baca. Regresó a Osuna con dos miembros de la Congregación, con la idea de iniciar las obras de la iglesia y empezar así la labor asistencia1 de la Orden juandediana en la villa de Osuna. Por último, concluidas las obras del nuevo templo y hospital, fueron bendecidos bajo la advocación de Nuestra Señora de la LUZ^.

3.- (A)rchivo (M)unicipal de (0)suna. Actas Capitulares, 1590-1593. Sig. 10, fol. 10, 23-Enero-1590; SANTOS, Fr. Juan: Chronologia hospitalaria, y resumen historial de la Sagrada Religión del Glorioso Patriarca San Juan de Dios. Segunda parte. Madrid, 1716, p. 139; ÁLVAREZ SANTALO, Rodolfo: Breve reseña de los hospitales de Osuna a lo largo de los siglos. Fundación de Cultura "García Blanco" de Osuna.

4.- GÓMEZ, Juan Ciudad: Historia de la Orden ... Op. cit., pp. 123-124. 5.- SANTOS, Fr. Juan: Chronologia ... Op. cit., pp. 139-140; A.M.O. Actas Capitulares, 1606-1610. Tomo 15. Cabildo 8-Octubre-1609, fol. 372 vuelto. Se desconocen las razones de dicha advocación,

La Orden de San Juan de Dios en Osuna: El Hospital de Nuestra Setiora de la Luz

Una vez realizada la iglesia del hospital en la que "se dice mysa en ella todos los dias y esta muy bien adornada y con magna decencia ", el problema de la demora a la hora de llevar el Santísimo Sacramento a los enfermos nece- sitados perduraba. Tras la muerte de Mateo Groso, en diciembre de 1609, el hermano mayor del hospital Pascual Vaca retomó la petición anteriormente solicitada, ya que "el dicho ospital esta diputado para reciuir enfermos de cirugia y otras enfermedades y se ofrece de ordinario asi de dia como de noche traer heridos que enfragante tienen nececidad de dar les los sacra- mentos y auer muerto muyos sin reciuirlos por estar la yglesia parroquia1 lexos y auer de suuir aella por una grande cuesta ". Debido a esto, se suplica permitir que pueda haber Sacramento en la iglesia del Hospital para adrninis- trarlo a los enfermos. Tras abrirse el expediente el 12 de Enero de 1610 el Provisor y Vicario General del Arzobispado, el doctor Francisco de Velasco y de la Cueva, solicitó un informe al Vicario y cura de la Colegiata de Osuna sobre el tema en cuestión. Estos presentaron la información requerida el día 21 y 22 del mismo mes. Sin embargo, se ignora la resolución final ya que no aparece en el expediente instruido a instancias de Pascual Vacas.

Por otra parte, las instalaciones asistenciales de la Comunidad se localizaban al principio de la Calle San Cristóbal, cerca de la Puerta de Écija, zona en un principio limítrofe respecto al casco antiguo de la ciudad y al núcleo de expansión desarrollado en torno a la mitad del siglo XVI, pero dentro de una de las líneas de crecimiento de la villa a finales de la centuria y principios de la siguiente. Muestra del incremento poblacional de la ciudad por el sector mencionado es la fundación en 1605 del Convento de la Victoria, cercano al Hospital, donde se trasladó, desde su instalación original, la Congregación de los mínimos de San Francisco de Paula, buscando un emplazamiento más cercano a la población.

Respecto a la descripción del conjunto arquitectónico, la fachada de la

ya que la Orden carecía de una titulación unitaria para el conjunto de sus hospitales, por lo que debi6 tratarse de motivos de índole personal del promotor del Hospital; no obstante, junto a la titulaci6n mariana de la institución aparece en el cabildo anteriormente citado, como Hospital de Nuestra Señora de la Luz y San Lázaro, lo que debió de ser una denominación temporal, ya que no figura en el resto de los documentos manejados. 6.- (A)rchivo (C)asa de los (P)isa O. H. Sección Provincia de Sevilla. Osuna. Fr. Pascual Vaca, prior del hospital de Osuna, pide que se pueda tener reservado en la iglesia (1610).



iglesia, aún conservada, estuvo en un principio adelantada respecto al resto de las dependencias del Convento. Su situación actual, alineado al resto de las viviendas de la calle, se debe a la restructuración llevada a cabo en el año 1884, en la que mediante una crujía se igualaron las dependencias del antiguo Hospital a la fachada de la iglesia. En cuanto a la composición de la portada, presenta una fisonomía clásica de extraordinaria sencillez, articulándo- se en dos cuerpos: en el inferior, en torno al vano de entrada, se sitúan sendas pilastras, sobre las que se asienta un entablamento de friso liso, y rematadas en la parte superior por pináculos y bolas, todo ello de gran esquema- tismo; y el superior, de mayor complejidad decorativa, aunque siguiendo las modestas trazas que marcan al conjunto de la portada, se rige mediante dos pilastras acanaladas que enmarcan una pequeña hornacina con peana y vene- ra de color amarillo albero, rematado todo ello por un entablamento con tri- glifos y metopas sobre el que se asienta un frontón partido, en cuyo interior aparece un pequeño relieve con el anagrama de la Orden Hospitalaria, es decir, una granada coronada por una cruz. A ambos lados del cuerpo superior encontramos dos pequeños óculos que aportaban mayor luminosidad al oratorio.

La iglesia se organizaba en torno a dos espacios, uno centrado, cubier- to por bóveda ochavada, y otro, precediendo al anterior, de composición cua- drangular, que lo comunicaba con la calle. Al exterior, la bóveda y la torre se imponían al resto de la arquitectura del Hospital, debido a la impresión de pesadez de sus volúmenes. Aquélla, hoy desaparecida, estaba asentada sobre un pequeño tambor octogonal, trasdosada al exterior con una cubierta de ocho paños de tejas horadados por varias buhardillas con cubierta a dos aguas, para la iluminación interior del templo, y que en nada alivian la masa del conjunto. Por su parte, la torre se estructuraba mediante dos cuerpos sobre base decorada con pinjantes mixtilíneos, único vestigio que en la actualidad se conserva de la misma. El primer cuerpo, de composición cuadrada, apare- cía en sus cuatro francos abierto por vanos de arcos de medio punto, y flan- queados por pilastras sobre podio; el segundo, conformado en espadaña en los dos laterales que daban a la calle, estaba constituido por dos frentes de perfiles cumilíneos, conectados entre sí por sendas columnas rematadas por un pequeño frontón curvo.

Otro de los espacios de interés, aún conservado en la actualidad, aun-



que en estado de abandono, es el patio, ubicado en el lateral izquierdo de lo que fue el templo, y compuesto por dos alas decoradas con arcadas ciegas y dos porticadas con arcos sobre columnas.

En el momento en que fue fundado el Hospital de Nuestra Señora de la Luz las instituciones sanitarias de la villa no parece que fueran suficientes para las necesidades asistenciales que la población requería. El panorama hospitalario de Osuna a finales del siglo XVI giraba en tomo a la existencia de varios centros; éstos eran: el Hospital de San Sebastián de los Ballesteros, localizado en una antigua ermita medieval cuyo recinto fue agregado al Convento de los dominicos, fundado en 1531, y que, conservando su primiti- va advocación, aparece en las fuentes documentales como unos de los princi- pales de la villa. El Hospital de la Pareja, situado dentro de la muralla medieval, junto a la Iglesia de San Juan Bautista. Por último, una de las obras de mayor envergadura, debido al patronazgo realizado en 1549 por Don Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña, es el Hospital de la Encarnación del Hijo de Dios, situado junto al palacio de los condes. De él cuentan las crónicas que se trataba de "una insigne obra de majestuosas galerías, patios y claustros y correspondientes oficinas y de una muy primorosa iglesia". Destaca el hecho de ser una institución bajo el mecenazgo de los duques, lo que justifica su des- tacada fábrica en contraposición a otros hospitales, como el de San Juan de Dios, nacido del impulso de un promotor individual y originado de la adap- tación de varias casas. Sin embargo, a pesar de tratarse de una obra de cierta importancia, la expansión de la población hacia el llano trajo consigo el con- siguiente despoblarniento de la zona alta de la ciudad, lo que provocó que el Hospital de la Encarnación, ubicado en el recinto amurallado medieval, care- ciese de utilidad y eficacia. Por ello, tras la muerte del principal benefactor del Hospital de la Encarnación, éste fue decayendo hasta su abandono defini- tivo como institución sanitaria en 1612. En su lugar otros centros edificados en la zona expansiva de la villa adquieren mayor protagonismo, como es el caso del Hospital de Nuestra Señora de la LUZ^.

'.- MlURA ANDRADE, José Manuel: "Las órdenes religiosas en Osuna y su entorno hasta finales del siglo XVI" en Osuna entre los tiempos medievales y modernos (XIII-XVIII). Ayto. de Osuna y Universidad de Sevilla, 1995, p. 330; GARC~A DE CÓRDOBA, Antonio: Historia, antigüedad y exce- lencias de la vílla de Osuna. Manuscrito conservado en el Monasterio de la Encarnación de Osuna.



Aunque en los primeros años de existencia, el centro juandediano contó con un número de frailes bastante reducido, con el paso del tiempo la comunidad muestra una clara tendencia al aumento, estabilizándose en tomo a los doce frailes. No obstante, el número tuvo momentos de decadencia, tal como lo refleja el Catastro de Ensenada, realizado en el año 1751, en el que la cor- poración estaba formada por seis miembros. Paralelamente al proceso va pareja la capacidad de la institución, manteniéndose en torno a las veinte camass. Según los datos que ofrece Fr. Alonso Parra y Cote en su obra: "Fiestas de San Juan de Dios de Granada", basados en las certificaciones que para tal fin fueron aportadas por los hospitales según el estudio de los libros de los respectivos conventos de la Orden en España, obtenemos los datos del Hospital de Nuestra Señora de la Luz de Osuna, resumidos en la siguiente relación: entre 1700 y 1734, fueron ingresados 3.739 enfermos, de los cuales 490 fallecieron, mientras que en el periodo que va de 1735 a 1757, asistieron a 2.409 enfermos, siendo el número de fallecidos de 311. Como se puede apreciar, sin tener en cuenta posibles altibajos anuales, de los que no se hace eco el estudio, el por- centaje tanto de admitidos como el de fallecidos denota una cifra constantes.

Por otra parte, con motivo del Capítulo a celebrar en Madrid el 3 de mayo de 1833, a efecto de remitir copia al Rmo. P. General Fr. José Bueno, se realizó un inventario a instancias del R. P. Fr. Manuel Aguilar, en su visita provincial efectuada al Hospital de Nuestra Señora de la Luz de Osuna el 17 de Junio de 183 1. El referido inventario abarca todo los recibos y gastos desde la última fecha hasta el 31 de Marzo de 1833, además del asentamiento de todo el patrimonio artístico de la institución sanitarialo.

SÁNCHEZ HERRERO, José: "Osuna. La villa y su gobierno ducal. La Iglesia y la religiosidad (1695-1739)" en Osuna entre los tiempos medievales y modernos (XIII-XVIII). Ayto. de Osuna y Universidad de Sevilla, 1995, p. 339. Con arreglo a la visita pastoral realizada a Osuna en 1798 el Convento de San Juan de Dios contaba con el prior, cuatro hermanos, un capellán, un médico, un cirujano, un siwiente y cuatro enfermos; SANTOS, Fr. Juan: Chronologia ... Op. cit., p. 139; ALVA- REZ SANTALÓ, León Carlos: Osuna 1751. Según las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada. Madrid, 1991, pp. 58 y 76. Según la obra las rentas del Hospital ascendían a poco más de seis mil reales, completando las entradas la comunidad a través de las limosnas. 9.- PARRA Y COTE, Fr. Alonso: Fiestas de San Juan de Dios en Granada. Madrid, 1759, pp. 83-89. En la misma obra aparece el total de la Provincia de Nuestra Señora de la Paz, perteneciente a Andalucía occidental en el que el número de admitidos durante el periodo de 1700 a 1757 asciende a 240.413 mientras que el de fallecidos es de 33.770.

lo.- A.C.P.O.H. Sección Provincia de Sevilla. Osuna. Inventario y cuentas para el Capítulo (1833).



En dicho documento se presentan las cuentas de la Hacienda, con los cargos, datas y liquidaciones, las cuentas de Depósitos, en las que aparecen el total del capital existente de la comunidad, el Depósito del Medio Real y gastos de arrobas de aceite. Junto a todo lo anterior aparece la memoria de las cuentas percibidas por los débitos de los inquilinos de las Haciendas de la Orden y las obras pías. A su vez, aparecen los abastos que durante el periodo existieron en las despensas (aceites, vinagre, carbón, sal, tocino y cera). Como consecuencia de todo ello, el resultado de la Hacienda de la institución resul- ta favorable, por lo que el Prior y la comunidad del convento certifican que "no deven a nadie cantidad alguna por tener hechos todos los pagos que son de su cargo hasta la fecha", al tiempo que estaban "cumplidas todas sus memorias".

Dentro del inventario que analizamos podemos encontrar una relación de los objetos adquiridos por el P. Prior Fr. Francisco de Paula Coello para aumentar el patrimonio del Convento y mejorar su labor asistencial. Entre los muy diversos y variados objetos adquiridos debemos destacar los siguientes: un manto de seda azul para la Virgen titular de la institución, "una custodia de una cuarta de alto de plata con viril y en el la reliquia del Santo Lignum Crucis primorosamente labrado que dio de regalo a esta Yglesia N. Rmo. t? General FI: Jose Bueno", una tribuna para el ángulo alto del coro, un lienzo de Nuestra Señora de los Dolores con molduras antiguas doradas para la celda baja del Prior, cuatro libros (el de militares enfermos, juntas de comunidad, el de inventario y el de cuentas) que se localizaban en el archivo, y por último, distinto material para la enfermería entre los que sobresalen "un aparato de sirujia de madera con su cajon de lata para unguentos".

A continuación, el inventario ofrece una relación de los efectos y alhajas existentes en el Convento en la fecha del 31 de Marzo de 1833, data que aparece en el conjunto de los apartados en que se divide el documento. Dicha enumeración se lleva a cabo mediante la catalogación de las obras distribui- das por las distintas dependencias del Convento, entre las que se mencionan: la iglesia, el cuerpo de la iglesia, sacristía, coro, torre, enfermería alta y baja,

Sin embargo, el referido Capítulo no se llegó ha celebrar a petición del General José Bueno a consecuencia de la epidemia de cólera morbo que se extendía por Europa con la amenaza de llegar a España.



escalera, refectorio, celda alta y baja del Prior, archivo, cocina, despensa grande y chica, y cuarto de depósito. Esta detallada descripción de la configura- ción estructural del Hospital nos permite conocer sus estancias y su funcionamiento como centro religioso y sanitario.

Centrándonos en las obras artísticas que se localizaban en la iglesia se pueden señalar las siguientes:

- Altar mayor: Según el inventario, el retablo mayor de la iglesia de San Juan de Dios estaba pintado de celeste y "J5letes dorados", contaba con 7 óleos sobre lienzos de diferente medidas, un frontal de hule dorado viejo, y presidiendo el conjunto, en su camarín, la imagen de Nuestra Señora de la Luz con el Niño Jesús. La referida imagen mariana poseía corona y cetro de hoja- lata. Por otra parte, en el trono del manifestador se encontraba otro Niño Jesús. El conjunto se completaba "en lo alto de dicho altar con un cuadro del V P Pecador con su marco dorado". Varias décadas después del cierre de la iglesia al culto, el 19 de Julio de 1877, el retablo fue solicitado por la Comunidad de carmelitas del Convento de San Pedro de la villa de Osuna al Señor Gobernador y Vicario Capitular del Arzobispado de Sevilla, para su traslado en clase de depósito. Se expresa la Congregación en los siguientes términos:

"Empero como dicho nuestro Templo necesita un Altar para embelle- cer cual merece el Alcazar Santo del Señor; ha llegado á nosotras la triste nueva de que en esta localidad, la Yglesia de San Juan de Dios tiene cerra- das sus puertas á los fiéles hace multitud de años; los objetos que alli existen estan sufriendo detrimento entre otros, el Retablo de la Capilla Mayol; que en vuelto en polvo amenaza destruirse, corriendo la misma suerte las Efigies que aquel representa, y lo que es más doloroso, la de la Santisima Virgen que cubierta con asqueroso ropage yace abandonada en aquel lugar donde solo habitan animales inmundos".

Como respuesta a la petición efectuada por las monjas carmelitas el Gobernador Vicario Capitular decretó el 11 de agosto de mismo año la licencia de traslado del retablo, con las efigies y cuadros que lo componían, para que fuera puesto a culto público en el templo del referido cenobio.



Seguidamente, para un mayor control del traslado de las obras se pide que sea realizado un inventario con "los objetos de que se compone el altal; ya sean maderas, efigies ó cuadros; y una vez colocado, hará constar en un recibo3r- mudo por la Reverenda Madre Priora y Madres Claveras, que dicho Convento ha recibido en clase de Deposito el altar citado con todos los objetos que se espresen en el Ynventario". Este fue firmado el 22 de agosto del mismo año, en el que se hace constar que dicho retablo fue entregado a la comunidad de religiosas carmelitas de mano del Señor Arcipreste Interino Don Eutimio Holgado, y en el que aparece la siguiente descripción:

" ... es de madera pintada y dorado, en el que se encuen- tran siete cuadros de lienzo; uno grande en medio que representa á Nuestro Señor Jesucristo Crucificado, y seis colatera- les: de ellos los dos bajos representan a San Jose y San Miguel, teniendo dos varas de longitud por vara y cuarta de latitud: los dos siguientes representan a la Virgen y San Juan Evangelista que tienen vara y cuarta de ancho por tres de largo: los otros dos son de forma irregular que representan a San Carlos y Santa Catalina Márti?; cuyo largo es de dos varas por una y cuarta de ancho por la parte de abajo, y terminan en medio punto.

En lo alto del Altar é independiente de el, otro cuadro de caña dorada, que tendrá una vara de largo por tres cuartas de ancho que representa a San Juan de Dios. á los dos lados del Sagrario ecsisten cuatro huecos sin lienzo: y ademas una cor- tina de damasco de lana para uso del mismoM1l.

Respecto a la titular mariana del Hospital, sabemos que en 1759 fueron sustituidas la cabeza y las manos por otras nuevas por donación del General Fr. Alonso de Jesús y Ortega, cuyo coste fue de 500 reales de vellón. La imagen aparece en los inventarios de 1833 y 1835 "con corona y cetro de

l 1 .- A.C.P.O.H. Sección Provincia de Sevilla. Osuna. Inventario y cuentas para el Capítulo (1833); (A)rchivo del (C)onvento de (S)an (P)edro de (0)suna. Carpeta de San Juan de Dios. Licencias para el Deposito del Altar de San Juan de Dios. Año 1877. Queremos agradecer a la Comunidad carmelita de San Pedro el habernos permitido la entrada al Convento para el estudio de las obras existentes en el mismo, así como la documentación facilitada.



oja de lata y su niño". Todo ello nos informa de que debió ser una obra de carácter letífico y de candelero, como se observa en el apartado de los inventario~ referente a la ropa de la Virgen y del Niño Jesús. Actualmente no existe en el Convento de San Pedro una imagen de Gloria que nos permita relacionarla con la Virgen de Nuestra Señora de la Luz, desconociendo lo que haya podido pasar con la citada efigie. Sin embargo, se tiene por tradición oral dentro de la Comunidad carmelita, a una imagen dolorosa de candelero existente en el Convento, como la imagen procedente del Hospital de San Juan de Dios 12.

En cuanto al retablo mayor, el inventario realizado por las monjas de San Pedro en 1877 habla de siete lienzos, conservándose en el Convento tan sólo cuatro, los cuales muestran características estilísticas parecidas. En la parte baja del retablo se ubicaban: el lienzo del Arcángel San Miguel, donde se representa al Santo con armadura y casco de caballero, con asta larga en la mano derecha y escudo en la izquierda; haciendo pareja con el anterior, se encontraba el lienzo de San José portando al Niño Jesús en sus brazos, y con una vara florecida aludiendo a la victoria sobre los otros pretendientes de la Virgen. Los que formaban el cierre del retablo en la parte alta son: situado ori- ginariamente en la calle derecha, San Carlos, con las vestiduras litúrgicas de arzobispo, se lleva la mano derecha al pecho en actitud orante, estado que se refleja en el rostro y en la mirada fija clavada en el crucifijo que sujeta en la mano izquierda; ocupando la curva de cierre del retablo por la izquierda, de idénticas medidas que el anterior, se encontraba Santa Bárbara, a pesar de que en el inventario elaborado por las monjas carmelitas aparece como Santa Catalina Mártir, lo que no es correcto ya que la figura se representa con los atributos pertenecientes a la primera: representada de pie, leyendo el libro que porta en la mano derecha, mientras que con la izquierda sostiene la palma del martirio, pero sin lugar a dudas el atributo que la distingue es la torre que aparece junto a la Santa, la cual se encuentra horadada por tres ventanas símbolo de su adoración a la Santísima Trinidad.

Por último, mención aparte merece el lienzo con la escena de la

12.- PARRA Y COTE, Fr. Alonso: Fiesta de San Juan de Dios ... Op. cit., p. 562; A.C.P.O.H. Sección Provincia de Sevilla. Osuna. Inventario y cuentas para el Capítulo (1833); A. G. A. S. Sección Administración General. Serie Inventario. Leg. 1427. Convento de San Juan de Dios de Osuna. Año 1835.


La Orden de San Juan de Dios en Osuna: El Hospital de Nuestra Sefiora de la Luz

Coronación de espinas San Juan de Dios. Esta iconografía se basa en el "hecho místico" que protagonizara el Santo cuando, al arrodillarse para orar delante de un Crucificado en la iglesia del Sagrario de la catedral de Granada, fue coronado de espinas por la Virgen y San Juan Evangelista, tal como se representa en el lienzo de Osuna, en el que aparece en un segundo plano un Crucificado enmarcado por unos cortinajes a modo de altar. El tema lo encontramos en varios hospitales andaluces de la Orden, como el Hospital de Granada, Lucena y Antequera, entre otros. De tal representación no se hace eco el inventario realizado por las monjas de San Pedro, aunque el tema deja clara su procedencia. La única referencia a la figura de San Juan de Dios en el inventario carmelita es el cuadro independiente del retablo, de una vara de largo, tamaño que supera con creces el lienzo descritol3.

- Retablo de San Juan de Dios: Fue realizado en madera dorada con fileteado también dorado, y formó parte, junto al altar de Nuestra Señora de Belén, de la donación que hiciera en el año 1759 el General Fr. Alonso de Jesús y Ortega, con un coste de 2.000 reales de vellón. Anterior a esta dona- ción, el 16 de julio de 1758, dio como limosnas al Convento, para el servicio del culto divino, varios objetos sagrados, como casullas, dalmáticas, collares, estolas, etc, todo ello por valor de 3.585 reales de vellón. Dicho General des- tacó durante su gobierno por su labor en la mejora y aumento de los bienes de los hospitales juandedianos españoles. En el retablo se encontraba la talla del Santo fundador de la Orden, representado en su iconografía tradicional, ésta es, llevando en sus manos una granada rematada con una cruz de madera dorada y un crucifijo del mismo material. La imagen aparecía coronada con una diadema de hoja de lata.

Se desconoce el paradero actual de la talla de San Juan de Dios, aunque sabemos que fue solicitada por la comunidad de carmelitas del Convento de San Pedro el 13 de noviembre de 1859, debido al estado de abandono en que se encontraban las obras de la Orden juandediana depositadas en la capilla del antiguo Hospital que, cerrado desde hacía ocho años, se encontraba en muy mal estado. Por ello, pidieron fuese trasladado el retablo y la efigie del Santo, para tributársele los cultos debidos, al Convento carmelita, donde "la

1 3 . - ~ . ~ . ~ . ~ . 0 . Carpeta de San Juan de Dios. Licencias para el Deposito del Altar de San Juan de Dios. Año 1877.


falta y necesidad que en esta Yglesia de Señor San Pedro hay de retablos e imágenes" hace que halla "sitio oportuno y conveniente para colocar digna- mente un altar". El ruego se reitera en una nueva instancia realizada el 10 de marzo de 1860 en la que se solicitaron varios altares con sus imágenes. Desconocemos la resolución de dichas peticiones aunque sí podemos confirmar que no se encuentra en la actualidad en el referido cenobio. No obstante, la imagen permanece seguro en la villa al menos hasta la década de los ochen- ta de la centuria decimonónica, siendo utilizada, como a continuación referi- remos, junto a la imagen de San Rafael, para presidir una ceremonia en la que interviene la Orden. En la actualidad ignoramos el paradero de la referida imagenl4.

- Altar de Nuestra Señora de Belén: De parecida factura al de San Juan de Dios, con el que formaba lote dentro de la donación anteriormente señala- da. En él se veneraba un lienzo con la imagen de Nuestra Señora de Belén, con marco dorado y verde. Existe en la actualidad en la iglesia de San Carlos un retablito en el que se cobija un lienzo de Nuestra Señora de Belén, del que se tiene constancia documental en la iglesia de la Compañía desde al menos 1867, como aparece en el inventario de la iglesia realizado en esta fecha. Se sabe que el retablo de la Virgen de Belén procedente de San Juan de Dios fue depositado, junto a las alhajas y demás ornamentos, en la Auxiliar de San Carlos, aunque con estos datos no podemos confirmar que ambas obras sean la mismals.

- Altar de San José: De la misma tipología del anterior, cobijaba la figura en talla del titular, representado con la iconografía tradicional, es decir, con el Niño Jesús, la vara y la diadema, estos últimos atributos en hoja de lata. El altar se remataba con la imagen pequeña de San Agustín y dos candelabros

14.- A.C.P.O.H. Sección Provincia de Sevilla. Osuna. lnventario y cuentas para el Capítulo (1833); A.C.S.P.O. Carpeta de San Juan de Dios. Peticidn de la traslación de un altar de la capilla de San Juan de Dios a la iglesia de San Pedro; A.G.A.S. Sección Gobierno. Serie Asuntos Despachados. Leg. 289. Año 1860; PARRA Y COTE, Fr. Alonso: Fiestas de San Juan de Dios de Granada. Madrid, 1759, pp. 152 y 562. l5 .- A.G.A.S. Sección Administración General. Serie Inventario. Leg. 1427. Convento de San Juan de Dios de Osuna. Año 1835; A.G.A.S. Sección Administración General. Serie Inventarios. Leg. 1427. Convento de San Carlos. Año 1867; AA.VV. lnventario artístico de Sevilla y su provincia. Tom. l . Madrid, 1982, p. 463.



de madera, representación que se explica por la especial devoción que tuvo la Orden al Santo de Hipona, debido a que ésta se rige por sus Reglas.

- Altar de San Rafael: Donde se localizaba la talla del Arcángel representado en su iconografía habitual, con un pez y una rosca de madera, con corona, y ramo de flores contrahechas. La imagen recibió culto en la iglesia de la Victoria, a la que fue trasladada tras la exclaustración del Convento de San Juan de Dios, y donde permaneció al menos hasta que fue llevada el 3 de junio de 1883 al acto de posesión de la ermita de Santa Ana para su transfor- mación en Hospital psiquiátrico. En la actualidad hemos podido localizar una talla del Arcángel San Rafael en la misma iglesia de la Victoria, de pequeño tamaño tal como la refieren en la documentación, aunque no podemos asegu- rar que fuera la del antiguo Convento de Nuestra Señora de la LUZ^^.

En la capilla mayor se localizaron dos cuadros con sus marcos dorados, uno de Nuestra Señora de Belén (en el inventario de 1835 aparece como Nuestra Señora del Populo), y el otro de San José.

En el cuerpo de la iglesia había otro lienzo de San Francisco Javier con su marco dorado y negro, y otro más pequeño de Nuestro Padre Jesús y el Cireneo. Dentro de la iglesia también podemos destacar el púlpito con la efigie de un crucificado en madera con su dosel. En la media naranja de la cúpula se ubicaban tres lienzos de diferente temática.

En la sacristía se mencionan cuatro cuadros de temática desconocida, un crucifijo que servía para adoración, y otro para dar su Majestad a los enfermos, una cruz procesional, tres pares de vinajeras, una de estaño y dos de cris- tal, junto al inmobiliario del que destacamos una cómoda de cajones y un arca grande con tres cerraduras.

Entre los objetos de orfebrería sobresalen, junto a la custodia anteriormente mencionada, un copón de plata, una caja de plata sobredorada, un cáliz de plata, un relicario de San Juan de Dios y las potencias del Niño Jesús per-

16.- A.C.P.O.H. Sección Provincia de Sevilla. Osuna. Inventario y cuentas para el Capítulo (1833); A.G.A.S. Sección Goberno. Serie Asuntos Despachados. Leg. 356, cuaderno 15. Osuna, 1885.



tenecientes a la imagen de San José.

Del resto de las dependencias destacamos, en el coro un cuadro peque- ño de Nuestra Señora de la Luz y una imagen de un Crucificado en la baran- da del coro. En la escalera un "cuadro grande pintado de amarillo de Nuestra Señora de la Asunción". En el refectorio un crucifijo realizado en barro, un cuadro de San Pedro Apóstol, y "un cuadro de pasta viejo, con la efigie de San Antonio de Padua".

En la enfermería existieron también obras pictóricas como los lienzos de un Crucificado y el de Nuestra Señora de las Angustias.

Concluye el documento haciendo constar que todo lo anteriormente inventariado fue entregado al Prior Fr. Miguel de Córdoba y a los demás religiosos del Convento, firmado ante el secretario de la comunidad Fr. José M. González, en la celda prioral de Osuna el 3 1 de marzo de 1833.

Finalmente, el Convento de San Juan de Dios de Osuna fue exclaustrado en el año 1835, tras lo cual se localizan en la villa dos frailes hospitalarios exclaustrados: Fr. Miguel de Córdoba y Laguna y Fr. Cristóbal Romero y Medina, ambos oriundos de la villa de Espejo. Del primero existe constancia de su relación con la villa al menos hasta el mes de septiembre de 1877, fecha en la que pide al Señor Vicario General del Arzobispado de Sevilla que acredite "que no ha desempeñado cargo alguno eclesiastico retribuido de los fondos generales del Estado", para rehabilitarlo como religioso. La certifica- ción fue concedida el 27 de septiembre del mismo añal'.

Con motivo del proceso de exclaustración, el 16 de noviembre de 1835, rubricó el Señor P. Juan José Sánchez, Teniente Vicario eclesiástico de Osuna, otro inventario en el que aparecen las obras y demás objetos consa- grados al culto existentes en dicho Convento. Estos fueron entregados al "Exmo. Señol: Cardenal Arzobispo de esta Diosesis en virtud de Real orden

17.- A.G.A.S. Sección Justicia. Serie Exclaustraciones. Leg. 2964. Lista de los religiosos exclaustrados que existen en esta villa de Osuna. Año 1835; A. G . A. S. Sección Gobierno. Serie Asuntos Despachados. Leg. 335.


La Orden de San Juan de Dios en Osuna: El HoS~itai de Nuestra Señora de la Luz

comunicada por el Señor Comicionado principal de Rentas y Arbitrios de Amortizacion de esta Provincia el 21 de octubre anterior y en nombre de su Eminencia al Señor Dn. Juan Jose Sanchez teniente vivario Eclesiastico de esta villa que lo ha reclamado por oficio de 28 de octubre anterior quien se hase cargo de la espresada Yglesia y efectos que se espresarán entregados por el comisionado de Amortizacion de este Partido Dn. Matias de las Morenas ... ".

En el mencionado inventario vuelve a aparecer el mismo conjunto de obras referidas en el realizado dos años antes, al que no se agrega nada digno de mención. Sin embargo, al final del documento encontramos un añadido posterior en el que D. Juan José Sánchez cede "cuanto contiene este Ynventario, quedando depositadas las Alajas del culto y ornamentos en la Auxiliar de San Carlos, segun orden de señor Governador de este Arzobispado", fechado el anexo el 9 de febrero de 183718.

Tras la exclaustración de la institución, la Intendencia acordó, en los primeros días del mes de enero de 1841, "pasasen al Ayuntamiento para la Junta de Beneficencia los bienes hospitalarios, que pertenecieron al estingui- do Convento de San Juan de Dios". Sin embargo, la cesión no se hizo efecti- va ya que pocos días después, el 15 del mismo mes, se suspendió la entrega hasta que la Dirección General de Rentas aprobase la medida. Así mismo, con arreglo al plazo dado por el Decreto de Regencia, expedido el 14 de diciembre de 1840, la Comisión especial, nombrada al efecto para proponer al Ayuntamiento la utilidad pública de los conventos exclaustrados, decidió que: "debia pedirse el Convento de San Juan de Dios destinandolo para su propio instituto que es el de Hospital". Por último, el Hospital que había permaneci- do cerrado desde su exclaustración, tras la instancia realizada por el Comisionado de Rentas y arbitrios de amortización, en la que pide "se le manifieste que edificios de Conventos estan pedidos por la municipalidad para objetos de utilidad pública y cuales estan actualmente destinados a cuarteles, hospitales y escuelas de. primera educación", se da la respuesta de que "el de San Francisco está destinado desde la creacion de Milicia nacio-

la,- A. G. A. S. Sección Administración General. Serie Inventarlo. Leg. 1427. Convento de San Juan de Dios de Osuna. Año1835.



nal de Ynfa. para sus reuniones, ocupandose en él algunas piezas para cuerpo de guardia almacen, prision Militar y habitaciones de los tambores: que la parte del colegio que fue de la compañía lindante con la calle Sevilla y Real está ocupada con la escuela de educación primaria: que el Convento de San Juan de Dios sirve de hospital militar y la escuela de educacion elemen- tal está situada en otras piezas del Convento del Carmen". Por tanto, recuperado el extinguido Convento de San Juan de Dios para su nueva utilidad en el año 1841, se le encargó al exclaustrado y antiguo Prior del Convento Miguel de Córdoba la dirección del Hospital militar y su iglesia, tras su nom- bramiento el 23 de octubre del mismo año. De esta suerte, los bienes que aparecen en el inventario del antiguo Hospital realizado en 1835, tras haber pasa- do un tiempo en el Convento de San Carlos, fueron devueltos a su lugar de origen tras la autorización de D. Juan José Sánchez, cura y vicario de la villa, con fecha de 25 de octubre de 184119.

A pesar de todo, la utilidad del antiguo recinto religioso como Hospital militar fue breve, estando documentada su actividad como institución sanitaria al menos hasta primeros de agosto de 1850, tal como aparece en el informe de conventos exclaustrados, en el que hace alusión al estado de conserva- ción del complejo conventual, utilizado como hospital militar, donde se hace referencia a la muy mala situación del conjunto. En el mismo año, el 24 de mayo, el Sr. Alcalde Corregidor se dirige al Sr. Gobernador de la Provincia, por motivo de la Real Orden, por la que se manda hacer entrega a la Junta de Beneficencia de los bienes declarados hospitalarios del extinguido Convento de San Juan de Dios. Al mismo tiempo se continuó una investigación con objeto de clarificar los bienes vendidos pertenecientes al Hospital con ante- nondad a la fecha. En agosto del mismo año el gobierno prevé solicitar aque- llos edificios que pudieran emplearse en objetos de utilidad pública, por lo que se acuerda realizar la petición del antiguo Hospital de Nuestra Señora de la Luz para establecer el hospital civil de la ciudad, ya que aunque en estado ruinoso todavía era susceptible de recuperación. Tras confirmar la utilidad de la enajenación de las fincas del antiguo Convento de San Juan de Dios, sus beneficios entraron a formar parte del caudal de la Junta de Beneficencia, con

19.- A.M.O. Actas Capitulares, 1840-1841. Sig. 121; A. G. A. S. Sección Administración General. Serie Inventario. Leg. 1427. Convento de San Juan de Dios de Osuna. Año1835.



lo que se pasó a la tasación de las referidas fincas. Por último el 22 de noviembre de 1850 la Junta de Beneficencia acuerda pedir al Gobierno el Convento de la Merced para instalar el hospital civil, abandonando por tanto la idea de ubicarlo en el de San Juan de Dios, cuyos beneficios de las rentas se decidió destinar a la recuperación del complejo de la Mercedzo.

Tras un largo periodo de ausencia de la Orden de San Juan de Dios desde su marcha en 1835, se llevó a cabo un intento de restaurarla nueva- mente en la villa de Osuna, mediante la fundación de un establecimiento para enfermos mentales en la ermita de Santa Ana. El citado oratorio, en propiedad del Conde de Puerto Hermoso, D. José de Soto y Figueroa, fue cedido al P. Benito Menni para ubicar el establecimiento psiquiátrico. Para tal fin, se planteó un proyecto de adaptación del conjunto de la huerta y panteón fami- liar de Santa Ana. Entre las condiciones que aparecen en el contrato entre el mencionado aristócrata y el religioso destacan las siguientes cláusulas: se conservaba el carácter funerario de la capilla como lugar de enterramiento de la familia, y para las misas que habían de aplicarse para los difuntos, mante- niendo la familia el derecho hereditario de la propiedad, que recaía en su hijo, el marques de Santaella, D. Ignacio de Soto Femández de Bobadilla; también aparece en el contrato el deseo de realizar una construcción, que iría empla- zada en la misma huerta de la capilla, destinada a la asistencia psiquiátrica. En la cesión del conjunto se incide en la prohibición de la enajenación de la finca por parte de la Orden, que comprendían una huerta de una hectárea y dos cen- tiáreas de extensión, en la que el pozo-noria constituía la fuente de abasteci- miento de agua a la futura institución.

Una vez adquirida la propiedad para la ubicación del nuevo centro, el Vicario Capitular de Sevilla, el doctor D. Ramón Mauri y Puig, concedió la autorización eclesiástica, el 26 de abril de 1883, recibiendo el permiso perti- nente del Gobernador Civil el 15 de junio del año señalado. Con destino a las obras del establecimiento psiquiátrico, el Exmo. Vicario Capitular del Arzobispado de Sevilla expidió la orden de entregar a favor de la congrega- ción de religiosos restaurada en la villa de Osuna, y presidida por el P. Prior

20.- A.G.A.S. Sección Gobierno. Serie Asuntos Despachados. Leg. 259. Año 1850; A.M.O. Actas Capitulares, 1850-1851. Sig. 127.



Joaquín Estruch Superior del Asilo de Barcelona hasta la fecha, la cantidad de 1.500 reales, los cuales fueron recibidos en Sevilla el 23 de mayo de 1883. Concedidas las licencias se celebró el acto de Posesión de la finca y el templo el 3 de junio de dicho año, trasladándose del antiguo Convento de Nuestra Señora de la Luz, para mayor realce de la ceremonia, las imágenes de San Juan de Dios y San Rafael, que fueron colocadas en pequeños altares en la ermita de Santa Ana.

A pesar de todo, el proyecto del establecimiento del psiquiátrico fra- casó, debido a la alarmante falta de suministro acuífero de los terrenos. Tras exámenes técnicos, el P. Benito Menni decreto la clausura del establecimien- to devolviendo las fincas a su dueño, tras la escritura de renuncia a la dona- ción, firmada el 4 de octubre de 1883, y originando por tanto, la salida definitiva de la Orden juandeniana de la ciudad de Osunazl.

Como consecuencia de la retirada de la Congregación, el Provincial de la Comunidad en España y Delegado General, el Reverendísimo Padre Fr. Benito Menni, a través de una misiva, firmada y fechada en Ciempozuelos el 30 de abril de 1885, y dirigida al Señor Cardenal Arzobispo de Sevilla, soli- citó que, habiendo recuperado algunos objetos durante el proceso de funda- ción del malogrado proyecto para enfermos mentales de Santa Ana, "que pertenecieron a nuestro antiguo convento-hospital de la misma, como son algunas imágenes, ornamentos y otros", se pide poder trasladarlos a la Casa de Sevilla. Al respecto se pronunció el párroco de la villa de Osuna, Antonio Valderrama Valcárcel, en un escueto informe fechado el 27 de mayo de 1885, en el que "cree no es conveniente la traslación a la casa de Sevilla de los objetos pertenecientes a Culto Divino que obran en poder de los Hermanos de San Juan de Dios al concluir la residencia que al presente tienen en esta Villa". Éste, consideraba de poco valor e interés los objetos en cuestión, subrayando "las imágenes de San Juan de Dios y San Rafael Arcangel, que es lo que más puede importal; los fieles verian con sentimiento ser privados de ellas, pues principalmente la de San Rafael ha tenido mucha devoción y culto

21.- A. G. A. S. Sección Gobierno. Serie Asuntos Despachados. Leg. 352; GÓMEZ, Juan Ciudad: Historia de la Restauración de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en España. Granada, 1968, PP. 159-1 61.


La Orden de San Juan de Dios en Osuna: El Hospital de Nuestra Setiora de la Luz

en la Yglesia de la Victoria, donde ha estado depositada desde la exclaustra- ción de los Religiosos". Tras la visita del Reverendísimo Provincial de la Orden a Osuna, a efectos de localizar y evaluar el estado de conservación del patrimonio de la Congregación en la villa, se aduce que "estaba denunciada como ruinosa la Yglesia que la Orden tenia en esta villa; en su virtud todos los objetos pertenecientes á la misma se hallaban repartidos en otras Yglesias donde ademas de la falta que hacian estaban recibiendo culto; de consi- guiente segun mi opinión las esculturas, cuadros de lienzo y vasos sagrados no deben salir de la población; concurriendo ademas la circunstancia de que algunas de las imágenes no hay otro ejemplar en la localidad". Dicho informe lo firma Eutimio Holgado Guerra, en Osuna el 12 de junio de 1885, dirigién- dolo al Señor Secretario de Cámara del Arzobispado. Éstas son las últimas referencias que del conjunto de obras anteriormente referidas tenemos constancia, desconociéndose la resolución final de la solicitud de traslado de las piezas al Hospital de Sevilla22. Y con ellas concluimos ya que son éstas las últi- mas noticias de las que hemos tenido constancia, en cuanto a la historia y patrimonio artístico, de la Orden de San Juan de Dios en la villa Ducal de Osuna.

22.- A.G.A.S. Sección Gobierno. Serie Asuntos Despachados. Leg. 356, cuadernillo 15, Osuna, 1885.



FIGURA 1: Vista de la calle Carrera con San Juan de Dios al fondo, a principios de siglo. (Reproducción extraída del libro de Pierre Paris, Promedades Archéoloaiaues en Espagne, París, 191 0).

FIGURA 2: Vista general de la calle Carrera en la que aparece el Hospital de San Juan de Dios.



JRA 3: Cúpula y torre de la iglesia.

FIGURA 3: Estado de la torre en su forma original, antes de su parcial destrucción.



FIGURA 5: Detalle del patio junto a la cúpula derruida

FIGURA 6: Momento de la destrucción de la cúpula, en el que se aprecia el interior del templo.


FIGURA 7: Estado actual de la torre de la que se conserva sólo la base.

FIGURA 8: Portada del Convento de San Juan de Dios.


FIGURA 9: Lienzo con la escena de la Coronación de San Juan de Dios por la Virgen y San Juan Evangelista.

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FIGURA 10: San José con el Niño Jesús.


FIGURA 11 : Arcángel San Miguel.


FIGURA 12: San Carlos Borromeo.

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FIGURA 13: Santa Bárbara.

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