8/18/2019 La Oportunidad de Negocios, Una Mirada Reflexiva

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"EL resultado de la decodificación de los hechos humanos desde el punto de vista

de sus necesidades, su psicología como sujeto y teniendo en cuenta su

espacio/tiempo". (Julio Bonilla) 

Pareciera que los actos humanos están determinados un cien por ciento por los actosrealizados en cotidiana existencia, muchos de ellos realizados en dos estados de los

cuales no nos percatamos de esclarecer, tales conceptos son: conducta y acción; el

primero hace referencia a los impulsos que son ejercidos por cualquier individuo en el

contexto y de cual dará como resultado una conducta, ésta última se debe a presupuestos

biológicos y autómatas del organismo vivo del hombre desde sus instintos; el segundo,

parte de una elaboración mucho más concienzuda y estructurada, es decir que, los

procesos por los cuales una acción es una acción parten de la necesidad de reflexión que

el hombre aborda de las interacciones, relaciones personales e interpersonales y un sinfín

de procesos que sólo desde la intimidad de su asombro y su persona y humanidad éste

puede establecer, permitiéndose de esta forma, una estructura a veces ordenada a vecesno tanto de su persona a través de sus acciones.

De lo anterior, creemos que encaja y abarca perfectamente en los presupuestos del título

expuesto en primera medida, puesto que, el hombre en su integralidad y desde ella, se da

a la tarea de decodificar o no ciertos actos a través de la reflexión de sus necesidades,

muchas de ellas transformadas en carencias constantes de su cotidianidad física, mental

y espiritual; otras de ellas sólo buscar el placer instintivo de un organismo finito por el

espacio y por el tiempo desde el envejecimiento de aquel, dichos instintos como lo son el

alimentarse, reproducirse, protegerse, etc., le permiten acercarse, relacionarse o alejarse

de sus objetos de satisfacción personal. Sin embargo, tales necesidades imprimen e

influyen en poca o en gran medida las conductas y las acciones del hombre, y por ende,la lectura mental de ellas y sus rasgos de personalidad, y en consecuencia, un estándar y

clasificación de la humanidad, claro está, esto varia de cada época de la historia y de sus

contextos sociales y culturales, así mismo, en términos de percepción de dichas épocas

de la historia y de los contextos anteriormente nombrados, la interpretación de cada una

de ellas se torna de manera sumamente diferente, diferencias en los conceptos, los

procesos y las finalidades, liberándose en poca medida de las alienaciones impuestas por

la realidad, sea esta social, cultural o histórica. Entonces, ¿la libertad humana en general

siempre estará supeditada a los contextos de alienación de la cultura, la sociedad y el

consumo sin la posibilidad de elección pura y de hacerse cargo de manera responsable

de sus conductas y acciones? Entrar a debatir estas cuestiones nos llevaría a redundar en

teorías sociológicas, psicológicas, antropológicas y filosóficas que ya se han enfrentado

unas con otras e inclusive con sí mismas sin llegar a una concertación unánime de los

temas de necesidades e influencias en la construcción de sujeto, individuo, hombre,

persona, ser humano, donde las diferencias conceptuales con respecto a lo antropológico

tampoco se hace esperar.

 Así pues, los prospectos de la existencia humana en tanto a la satisfacción de

necesidades y carencias tomarán un sentido diferente en tanto se permita una flexibilidad

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mental de ellas, en otras palabras, la diferencia del ser o no del montón de acuerdo a los

estándares del consumo y de la satisfacción de las necesidades humanas a través de

ella, iniciará en la reflexión profunda de lo presentado como necesario pero no importante

de lo importante, aflojando en medida considerablemente positiva el yugo de opresión

materialista que recaba en las profundidades de la humanidad conformada en espíritu y

mentalidad, esclareciendo de esta manera el concepto de “OPORTUNIDAD” sea cual seala perspectiva profesional de ella.

Escribió:

Rubén Darío Trejos