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LA OBRA LITERARIA 0. Antes de empezar, a modo de aclaración. Mucho antes y durante toda la historia de la “literatura”, es decir, de la expresión escrita, encontramos lo que, adoptando un término de Unamuno, podríamos llamar “intraliteratura”. Se trata de producciones artísticas confeccionadas con palabras que el ser humano, ágrafo en su inmensa mayoría, elabora sin soporte escrito, respondiendo a una necesidad esencial en nuestra especie: la comunicación verbal. De este ingente y riquísimo corpus, vivo, dinámico y cambiante, desgraciadamente, solo una ínfima muestra llega a nuestro conocimiento, eclipsada por la producción consagrada por el mundo editorial, olvidada en un entorno cultural cada vez más homogeneizado, menospreciada por las élites pseudointelectuales que, como mucho, la etiquetan de “lírica tradicional”, de “folklore” más o menos localista y curioso de observar. Tenemos algunas piezas en la Antología: páginas 3 a 8 y 37 a 47. Nuestro más cordial homenaje al gran océano de la expresión literaria oral, cuya superficie escrita en lengua castellana vamos a estudiar. 1.La comunicación literaria. La obra literaria escrita constituye un acto de comunicación diferido, cuyos emisor y receptor son, respectivamente, el autor y el lector. En este peculiar acto de comunicación, el contexto influye sobre el autor (estilos, temas...); y es, por tanto, fundamental para el lector a la hora de entender la obra. Hay, sin embargo, que tener en cuenta que, una vez la obra ya está en manos de sus lectores, se enriquece con la personal lectura que cada uno hace de ella y, a lo largo de la historia, con las miradas colectivas que cada época le ha ido dirigiendo. En el caso, por ejemplo, del Quijote, sus primeros lectores la vieron como una simple obra burlesca; actualmente, se la considera una sagaz expresión de la lucha entre realidad y sueño que encarna el ser humano. OBSERVA ESTOS TRES TEXTOS Y HABLEMOS DE ELLOS. Andalucía Años triunfales Cádiz, salada claridad... Granada, Media España ocupaba España entera agua oculta que llora. con la vulgaridad, con el desprecio Romana y mora, Córdoba callada. total de que es capaz, frente al vencido, Málaga. un intratable pueblo de cabreros. Almería dorada. Plateado Jaén... Huelva: la orilla J. GIL DE BIEDMA de las Tres Carabelas. Y Sevilla. M. MACHADO  1

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LA OBRA LITERARIA

0. Antes de empezar, a modo de aclaración.

Mucho antes y durante toda la historia de la “literatura”, es decir, de la expresión escrita, encontramos lo que, adoptando un término de Unamuno, podríamos llamar “intraliteratura”. Se trata de producciones artísticas confeccionadas con palabras que el ser humano, ágrafo en su inmensa mayoría, elabora sin soporte escrito, respondiendo a una necesidad esencial en nuestra especie: la comunicación verbal.

De este ingente y riquísimo corpus, vivo, dinámico y cambiante, desgraciadamente, solo una ínfima muestra llega a nuestro conocimiento, eclipsada por la producción consagrada por el mundo editorial, olvidada en un entorno cultural cada vez más homogeneizado, menospreciada por las élites pseudointelectuales que, como mucho, la etiquetan de “lírica tradicional”, de “folklore” más o menos localista y curioso de observar.

Tenemos algunas piezas en la Antología: páginas 3 a 8 y 37 a 47.Nuestro más cordial homenaje al gran océano de la expresión literaria oral, cuya

superficie escrita en lengua castellana vamos a estudiar.

1.La comunicación literaria.

La obra literaria escrita constituye un acto de comunicación diferido, cuyos emisor y receptor son, respectivamente, el autor y el lector.

En este peculiar acto de comunicación, el contexto influye sobre el autor (estilos, temas...); y es, por tanto, fundamental para el lector a la hora de entender la obra. Hay, sin embargo, que tener en cuenta que, una vez la obra ya está en manos de sus lectores, se enriquece con la personal lectura que cada uno hace de ella y, a lo largo de la historia, con las miradas colectivas que cada época le ha ido dirigiendo. En el caso, por ejemplo, del Quijote, sus primeros lectores la vieron como una simple obra burlesca; actualmente, se la considera una sagaz expresión de la lucha entre realidad y sueño que encarna el ser humano.

OBSERVA ESTOS TRES TEXTOS Y HABLEMOS DE ELLOS.

Andalucía Años triunfales

Cádiz, salada claridad... Granada, Media España ocupaba España enteraagua oculta que llora. con la vulgaridad, con el desprecioRomana y mora, Córdoba callada. total de que es capaz, frente al vencido,Málaga. un intratable pueblo de cabreros.Almería dorada.Plateado Jaén... Huelva: la orilla J. GIL DE BIEDMAde las Tres Carabelas.Y Sevilla.

M. MACHADO

 1

Insomnio

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna. Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla. Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma, por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo. Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre ? ¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches ?

D. ALONSO

1. De los tres poemas, ¿cuál crees que refleja mejor la sociedad de un momento histórico concreto? Argumenta tu respuesta.

2. ¿Qué texto muestra una visión más esteticista?

3.¿Alguno de los poemas plantea el sentido de la vida, es decir, es “existencial”? 

2. La lengua literaria.A pesar de que la voluntad de crear un estilo, un lenguaje especial, se

manifiesta con mayor o menor intensidad según las diferentes obras, en la literatura el escritor suele aprovechar las posibilidades expresivas del idioma que utiliza con mayor frecuencia e intensidad que en las situaciones comunicativas no literarias: importa tanto el contenido como la forma con que se expresa; es lo que se conoce como la función poética de la lengua.

Bomba en la academia

¡Yo puse aquella bomba en la Academia! Monumento a la losa, al privilegio,¡Ardía como ardió la vieja Roma! a la letra que duerme y que delira,El fuego terminó con su carcoma rata de sueños y prisión del juego.que a toda imagen viva era blasfemia.

Destrúyase, por fin, el bodrio regio,Ya no fija ni limpia, esplende o premia que lo mismo valdrá, oh hermosa pira,y su vano dominio se desploma. arder ahora o consumirse luego.De sus cenizas vuela una paloma JESÚS LIZANOebria de libertad y de bohemia.

 2

Agosto. beba coca cola Los niños comen babe colapan moreno y rica luna. beba coca

F. GARCÍA LORCA babe cola caco cacoDe la nieve caída en los lagos nacen los cisnes. cola

R. GÓMEZ DE LA SERNA cloaca D. PIGNATARILa luna nueva es una vocecita en la tarde. J.L. BORGES

Dos rasgos, presentes a menudo en la lengua no literaria, toman especial importancia en la literatura, a causa de la intención estética que la caracteriza. Se trata del uso de la connotación y el desvío de la norma. Puntualicemos:

2.1. La connotación.Se define la connotación como “valor secundario que rodea a una palabra o a

un uso”; este depende tanto de las asociaciones subjetivas de cada hablante, como del grupo social o cultural en que se utilice. Se contrapone a la denotación, entendida como el significado básico que tiene cada palabra y que encontramos reflejado en los diccionarios.

PONGAMOS EJEMPLOS:

sol – vida, alegría río –

mar - negro -

blanco - ciprés -

pluma - corazón -

2.2. El desvío de la norma.

2.2.1. LOS RECURSOS EXPRESIVOS

Intuitivamente, todo hablante sabe que, desviándose formalmente de aquello que se considera “normal” dentro del código lingüístico que utiliza, el mensaje que emite contrae mayor fuerza. El autor de una obra literaria (como el publicista o el político en campaña, por ejemplo) aprovecha este fenómeno comunicativo y lo explota a la hora de crear su obra.

Expresiones como es una víbora, beber un rioja, lo dije mil veces, virus informático, por ejemplo, se han convertido en tan habituales en la comunicación no literaria que el hablante las utiliza sin ser consciente de que está usando “trucos” comunicativos que solemos atribuir exclusivamente a la literatura.

Los numerosísimos recursos expresivos que los hablantes tenemos a nuestra disposición se han ido recogiendo, clasificando y definiendo desde muy antiguo bajo nombres como “figuras retóricas”, “figuras literarias” o “recursos estilísticos”.

 3

Estudiaremos los más habituales:

Recursos fónicos

RECURSOS DEFINICIÓN EJEMPLO

Aliteración Repetición inhabitual de un sonido o de una serie de sonidos acústicamente semejantes en una palabra o en una frase.

Con el ala aleve del leve abanico. (Rubén Darío)

Onomatopeya Aliteración que intenta imitar sonidos reales.

El silbo de los aires amorosos. (Garcilaso de la Vega)

Paronomasia Consiste en colocar próximos en la frase dos vocablos fonéticamente parecidos, bien por parentesco etimológico, bien por semejanza casual.

Quien reparte se lleva la mejor parte. Con pocos libros libres.../... paso y me paseo. (Luis de Góngora)

Recursos morfosintácticos

Anáfora Repetición de una/s misma/s palabra/s al principio de cada verso u oración.

Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi la muchedumbre de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide... (Jorge Luis Borges)

Paralelismo Repetición de estructuras gramaticales y de significados, o de una de las dos características, con alguna variación.

Estudiar, hacer deporte y relacionarse con amigos son actividades necesarias para el niño. La primera ensancha su mente, la segunda fortalece su cuerpo, la tercera desarrolla su afectividad.

Hipérbaton Cambio del orden normal de las palabras en la oración.

Del salón en el ángulo oscuro... (G.A.Bécquer)

Calambur Fenómeno que se produce cuando las sílabas de una o más palabras, agrupadas de otro modo, producen o sugieren un sentido radicalmente diversos. 

A este lopico, lo pico. (Góngora)y tahúres muy desnudos / con dados ganan condados. (ídem)Oro parece, plata no es. (=plátano)

Epíteto Adjetivo calificativo que expresa una cualidad implícita en el sustantivo al que acompaña.

El blanco lirio y la colorada rosa... (Garcilaso de la Vega)

Enumeración Sucesión de elementos que, habitualmente, pertenecen a la misma clase gramatical y cumplen la misma función sintáctica. Puede ser ordenada o caótica.

Llamas, dolores, guerras, muertes, asolamientos, fieros malesentre los brazos cierras... (Luis de León)

Elipsis Omisión de elementos que pueden ser sobreentendidos.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno. (B. Gracián)

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Asíndeton Omisión de nexos coordinantes.  Te quiero pura, libre,/irreductible: tú.(P. Salinas)Acude, corre, vuela, /traspasa la alta sierra, ocupa el llano,/no perdones la espuela,/no des paz a la mano,/menea fulminando el hierro insano. (L.de León)

Polisíndeton Repetición innecesaria de un nexo coordinante.

... y los dejó y cayó en despeñadero el carro y el caballo y el caballero. (F. de Herrera)

Recursos léxico-semánticos

Metonimia Designación de una cosa con el nombre de otra con la que no guarda parecido, sino alguna relación de causalidad, proximidad...

Hay que respetar las canas.(=vejez)Compraremos un goya. (cuadro de Goya)Ganar el pan duramente. (=comida)España fue derrotada.(=el equipo)Tenía el cerebro en poder de las uvas.(=vino)

Metáfora Sustitución de un vocablo por otro con el cual guarda algún tipo de parecido.

Este aula es un horno. Pepe es un sol.La cuba es cárcel del vino. (Quevedo)El jinete se acercaba tocando el tambor del llano. (F.G. Lorca)

Alegoría Metáforas encadenadas que describen acciones o hechos imaginarios que se corresponden con hechos reales.

Suelta mi manso, mayoral extraño... (Lope de Vega)(El autor se dirige a un rival con quien su amada se ha ido, fingiendo alegóricamente ser un pastor que reclama a un mayoral su manso o cordero preferido)

Símil / Comparación

Expresión de la relación de semejanza entre un término real y otro imaginario mediante un nexo (como, igual que...)

La mañana sube, poco a poco, trepando como un gusano. (C.J.Cela)

Sinestesia Asociación de dos o más imágenes sensoriales que proceden de sentidos distintos.

¡Qué dulce la hora fresca y gris,llena de olores húmedos y de siseo de                    [pájaros!   (J.R.Jiménez)

Hipérbole Exageración de gran intensidad.

Hace siglos que no nos vemos.Al brillar un relámpago nacemos,dura su fulgor cuando morimos.                                 (G.A. Bécquer)

Prosopopeya/Personificación

Atribución de cualidades o acciones humanas a seres inaminados o abstractos.

El viento acaricia su pelo.... y el río besa tímidamente nuestros pies...

Antítesis Contraposición de dos términos o ideas.

¡Mira qué arrogante pasa,cuánto lujo por el cuerpo,cuánta pobreza en el alma! (J.R.Jiménez)

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Paradoja Unión de dos ideas en apariencia irreconciliables.

Que muero porque no muero. (Teresa de Jesús)Ir y quedarse, y con quedar partirse... (Lope de Vega)

Ironía Consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice. La ironía amarga o cruel se denomina sarcasmo.

Me parece muy bonito. (queriendo censurar una acción, por ejemplo)Salimos con gran honra, acompañados de más de trescientos cardenales. (hematomas)

Interrogación retórica

Pregunta que no espera respuesta, porque esta se sobreentiende, bien por el contexto, bien porque está implícita en la propia pregunta.

¿Qué se hicieron las damas, / sus tocados, sus vestidos, / sus olores? (J. Manrique)¿Acaso no fue César un gran general?

Practiquemos... Identifica y comenta los recursos retóricos presentes en los siguientes textos:

a. Del monte en la ladera

por mi mano plantado tengo un huerto.

Luis de León

b. Viento negro, luna blanca.Noche de todos los Santos.Frío. Las campanas todas de la tierra están doblando.

J.R. Jiménez

c. La madre, en otro tiempo fecunda en capitanes,madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes.

A. Machado

d. Mientras Junio incendia de felicidad los montes. G. Baena

e. Pero ¿qué es este viento, quién me cogeel corazón y lo levanta en vilo,y lo hunde y lo levanta en vilo?

C. Sahagún

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f. Todo el paisaje en el espejode una gota de agua.

F. Vighi

g. Yo soy aquel que ayer no más decíael verso azul y la canción profana,en cuya noche un ruiseñor habíaque era alondra de luz por la mañana.

R. Darío

h. Cual suele el ruiseñor con triste cantoquejarse entre las hojas escondido,del duro labrador.

Garcilaso de la Vega

i. ungidos de una sed que un soplo sacia...V. Aleixandre

j. Hoy la tierra y los cielos me sonríen;hoy llega al fondo de mi alma el sol,hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...¡Hoy creo en Dios!

G.A. Bécquer

k. La guitarra es un pozocon viento en vez de agua.

G. Diego

l. Pero el llanto es un perro inmenso,el llanto es un ángel inmenso,el llanto es un violín inmenso,las lágrimas amordazan al viento,y no se oye otra cosa que el llanto.

F. García Lorca

m. ... por doler, me duele hasta el aliento.M. Hernández

 7

2.2.2. VERSO Y PROSALa prosa es la forma espontánea del lenguaje; se contrapone al verso porque

no está sujeta a ningún ritmo ni disposición tipográfica concretos. Sin embargo, la frontera entre verso y prosa no es tan clara. Algunas

composiciones utilizan versos muy largos y sin un ritmo preciso; son los versículos, que hemos visto ejemplificados en “Insomnio” de Dámaso Alonso. De la misma forma, hay una prosa poética que cultiva la musicalidad y se acerca al verso por su valor rítmico.

Los versos se agrupan en estrofas, cuya estructura estudia la métrica. Recordemos algunos conceptos básicos:

MÉTRICAAl estudiar la métrica de un poema, debemos valorar los factores siguientes: el número de sílabas, la rima y la estrofa.1. Para saber el número de sílabas métricas de un verso hemos de tener en cuenta:  1.1.    El acento de la última palabra del verso:            . si es aguda, se suma una sílaba: Andaluces de Jaén : 7 + 1            . si es llana, no varía el número de sílabas: Nuestras vidas son los ríos: 8            . Si es esdrújula, se resta una sílaba: Arriba canta el pájaro: 8 – 1  1.2.    La sinalefa. Enlace que se produce al pronunciar como una sola sílaba la vocal final de una palabra y la vocal inicial de la palabra siguiente: Recuerde­ el alma dormida...  1.3.    La diéresis y la sinéresis. El poeta, cuando le conviene, fuerza el número de sílabas métricas:            . Deshace un diptongo y lo cuenta como dos sílabas con la diéresis: ruïdo = tres sílabas métricas: ru­ï­do.            . Reúne dos vocales fuertes en una sola sílaba mediante la sinéresis: ahora = dos sílabas métricas: aho­ra.  1.4.    Arte mayor y arte menor. Según el número de sílabas, los versos se clasifican en:           . Versos de arte mayor: los que tienen nueve sílabas métricas o más de nueve.            . Versos de arte menor: los que tienen hasta ocho sílabas.                   Cada verso, según el número de sílabas de que consta, se clasifica en bisílabo, trisílabo, tetrasílabo, pentasílabo... Los más usuales son los heptasílabos y, sobre todo, los octosílabos y los endacasílabos.  El  verso de 14 sílabas métricas  recibe el  nombre de  alejandrino,   formado, de hecho, por dos hemistiquios de siete sílabas, separados por una cesura.2. La rima. Se dice que unos versos riman entre sí cuando coinciden fonéticamente desde la última vocal tónica. Hay dos tipos de rima, según el grado de coincidencia:   2.1. Rima asonante: se repiten solo las vocales: be­so rima con bue­no.   2.2. Rima  consonante: coinciden los sonidos vocálicos y los sonidos consonánticos:  llanto – canto.   Los versos que no riman se denominan versos sueltos o blancos.3. La estrofa está compuesta por versos que se agrupan de forma determinada, según medidas y rimas. Llamamos composición en verso libre la que no sigue una pauta determinada.        Recordemos que, para representar esquemáticamente una estrofa, se designa cada rima con una letra  (mayúscula,  si  es  de arte  mayor; minúscula,  si  es  menor).  Cuando un verso no rima con ningún otro, se representa con un guión.       

A continuación, te ofrecemos un cuadro en que se definen y ejemplifican las principales estrofas usadas en la literatura castellana:

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ESTROFA (por n. de versos)

ARTE RIMA ESQUEMA MÉTRICO

EJEMPLO

PAREADO (2) mayor o menor

conson. aa AA Aa aA Cuenta Barbey en versos que valen bien su prosauna hazaña del Cid, fresca como una rosa... (Rubén Darío)

TERCETO (3) mayor (endecasíl.)

conson. A-A

“Encadenados :” ABA / BCB / CDC...

Un manotazo duro, un golpe helado,un hachazo invisible y homicida,un empujón brutal te ha derribado. (M. Hernández)

...Que aunque todas las aguas del olvidobebiese yo, por imposible tengo que me escapase, de tu lazo asido, Donde la vida a más dolor prevengo.¡Triste de aquel que por estrellas ama,si no soy yo, porque a tus manos vengo! (Lope de Vega)

CUARTETO (4) mayor (endecasíl.)

conson. ABBASi ABAB, SERVENTESIO

Enhiesto surtidor de sombra y sueñoque acongojas el cielo con tu lanza.Chorro que a las estrellas casi alcanzadevanado a sí mismo en loco empeño. (G. Diego)

REDONDILLA (4) menor (octosílabos)

conson. abbaSi abab, CUARTETA

Dadme licencia, Señor, para que deshecho en llantopueda en vuestro rostro santollorar lágrimas de amor. (Lope de Vega)

QUINTETO (5) mayor conson. a. No debe quedar ingún verso suelto.b. No deben rimar tres versos seguidos.c. Los dos últimos no deben formar pareado.

Ese vago clamor que rasga el viento es la voz funeral de una campana: vano remedo del postrer lamentode un cadáver sombrío y macilentoque en sucio polvo dormirá mañana. (J. Zorrilla)

LIRA (5) menor (3 hept.) y mayor (2 endec.)Si se combinan en número y esquema variables, SILVA

conson. aBabB Si de mi baja lira tanto pudiese el son, que en un momentoaplacase la ira del animoso vientoy la furia del mar y el movimiento... (Garcilaso de la Vega)

 9

COPLA DE PIE QUEBRADO o MANRIQUEÑA (6)

menor (octos. y tetras.)

conson. abcabc Este mundo es el caminopara el otro, que es moradasin pesar;mas cumple tener buen tinopara andar esta jornada sin errar. (J. Manrirque)

OCTAVA REAL (8)

mayor (endecasíl.)

conson. ABABABCC Gocemos, sí; la cristalina esferagira bañada en luz: ¡bella es la vida!¿Quién a parar alcanza la carreradel mundo hermoso que al placer convida?Brilla radiante el sol, la primaveralos campos pinta en la estación florida:truéquese en risa mi dolor profundo...Que haya un cadáver más, ¡qué importa al mundo!

(J. Espronceda)

DÉCIMA O ESPINELA (10)

menor (octosílabos)

conson. abbaaccddc Suele decirme la genteque en parte sabe mi malque la causa principalse ve escrita en la frente;y aunque hago de valiente,luego mi lengua deslizapor lo que dora y matiza;que lo que el pecho no gastaningún disimulo bastaa cubrirlo con ceniza. (V. Espinel)

SONETO (14) mayor(endecasíl.)

conson. dos cuartetos y dos tercetos

Un soneto me manda hacer Violante, y en mi vida me he visto en tanto aprieto;catorce versos dicen que es soneto;burla burlando, van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante,y estoy a la mitad de otro cuarteto;mas si me veo en el primer terceto,no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,y aun parece que entré con pie derecho,pues fin con este verso le voy dando,

Ya estoy en el segundo, y aun sospechoque estoy los trece versos acabando.Contad si son catorce, y está hecho. (Lope de Vega)

 10

ROMANCE (variable)

menor (octosílabos)Si heptasíl, romance endecha; si hexasílabos, romancillo. Si endecasíl., romance heroico.

asonante -a-a-a-a... Cabalga Diego Laínez al buen rey besar la mano; consigo se los llevaba, los trecientos hijosdalgo;entre ellos iba Rodrigo,el soberbio castellano.Todos cabalgan a mula,sólo Rodrigo a caballo;todos visten oro y seda,Rodrigo va bien armado;todos guantes olorosos,Rodrigo guante mallado. (Anónimo, siglos XV-XVI)

VERSO LIBRE mayor y menor

ason., conson. o sin rima

sin esquema Hermosas y vencidas soñáis,Vueltos los ciegos ojos hacia al cielo,Mirando las remotas edadesDe titánicos hombres,Cuyo amor os daba ligeras guirnaldasY la dolorosa llama se alzabaHacia la luz divina, su hermana celeste.

(L. Cernuda)

Analicemos métricamente los siguientes textos pertenecientes a la Antología de la poesía española. En cada caso, anota el número de sílabas de cada verso y la letra correspondiente, si hay rima (8- 8a 7+1- 8a 9-1- 8a 8- 8a asonante, por ejemplo, si se trata de un romance); asimis- mo, di si el poeta ha optado por alguna estrofa establecida y cuál, o bien si estás ante alguna combinación creada por el propio autor.

1. “El prisionero” (p. 38)Esquema métrico:

Rima: Estrofa:

2. Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique – primera estrofa (p. 90)Esquema métrico:

Rima: Estrofa:

 11

3. “Canción de la vida solitaria” de Luis de León – primera estrofa (p. 123)Esquema métrico:

Rima: Estrofa:

4. Mientras por competir con tu cabello de Luis de Góngora (p. 149)Esquema métrico:

Rima: Estrofa:

5. “A don Juan de Arguijo” de Lope de Vega (p. 174)Esquema métrico:

Rima: Estrofa:

6. Rima LXVI de Gustavo Adolfo Bécquer (p. 222)Esquema métrico:

Rima: Estrofa:

7. “Soledad” de Juan Ramón Jiménez (p.255)Esquema métrico:

Rima: Estrofa:

3. ¿De qué habla la literatura?

3.1. Los temas

Compara las dos primeras estrofas de las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique (p. 90 y 91) y “No volveré a ser joven” de Jaime Gil de Biedma (p. 342).

 12

Redacta un texto de unas cinco líneas en el que quede representada tu idea de la libertad (puede ser una breve narración, una descripción...).

Si comparas tu texto con el del resto de tus compañeros, comprobarás cómo, sobre una misma idea (técnicamente, tema), se pueden crear variadísimas formas. Cuando en una obra una idea destaca sobre las demás y da sentido a la totalidad del texto, la llamamos tema principal, y a las restantes, temas secundarios.

Un tema se define, a menudo, con una palabra, con un sintagma (mayoritariamente, nominal: el sustantivo es la categoría gramatical que semánticamente refleja los conceptos) o con una frase breve; a veces, puede coincidir con el título de la obra literaria.

Escribe el título de obras (novelas, canciones, poemas, obras de teatro... ) que conozcas, cuyo tema principal sea

. la amistad

. la añoranza

. la traición

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3.2. Los tópicos literarios

Los textos literarios reflejan, en esencia, aquellos temas que preocupan al ser humano. La muerte, el amor, el tiempo, la felicidad... son, por tanto, entre otras, ideas recurrentes en la literatura universal de todos los tiempos. Cuando un tema aparece repetidamente en la literatura, recibe el nombre de tópico literario, y los especialistas suelen nombrarlo, a menudo, usando términos latinos extraídos de textos clásicos (especialmente de Horacio).

Algunos de los tópicos literarios más habituales son (anotamos entre corchetes poemas de la Antología que ejemplifican el tópico que acompañan):

Beatus ille... (dichoso aquel...) - Elogia la sencilla vida del campo porque la vida urbana se considera nociva y llena de peligros (envidias, ambiciones, traiciones). [“Canción de la vida solitaria” de Luis de León, p. 123]

Tempus fugit / Vita-flumen (el tiempo huye / la vida (es) como un río) – Asocia la existencia humana al concepto de algo que pasa rápida y constantemente, en ocasiones, como un río que se mueve hacia el mar, que es la muerte. [“Represéntase la brevedad de lo que se vive, y cuán nada parece lo que se vivió” de Francisco de Quevedo, p. 193]

Carpe diem (goza, aprovecha este día) – Invita a gozar los años jóvenes porque la muerte viene pronto. [Mientras por competir con tu cabello de Luis de Góngora, p. 149]

Locus amoenus (lugar agradable) – Describe un paisaje ideal donde es fácil albergar sentimientos amorosos y elevados. [Égloga III de Garcilaso de la Vega, p. 110]

Ubi sunt? (¿dónde están?) - Se refiere al paradero incierto de aquellos seres que ya han muerto, a la futilidad de todo lo material. [copla XVI de las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique, p. 95]

Amor post mortem (amor más allá de la muerte) – Presenta el sentimiento amoroso como algo inmortal. [“Amor constante más allá de la muerte” de Francisco de Quevedo, p. 194]

Experimentemos con los temas y los tópicos. 1. Lee los cuatro textos que te ofrecemos y, a continuación, define lo más

brevemente posible el tema de cada uno de ellos, así como el tópico literario a que corresponden:

ROMANCE DEL CONDE NIÑO

Conde Niño por amores Él murió a la medianochees niño y pasó la mar; ella a los gallos cantar;va a dar agua a su caballo a ella como hija de reyesla mañana de San Juan. la entierran en el altar;

5 Mientras el caballo bebe, 25 a él como hijo de condesél canta dulce cangtar; unos pasos más atrás.todas las aves del cielose paraban a escuchar. De ella nació un rosal blanco,La reina estaba labrando, de él nació un espino albar;

10 la hija durmiendo está. crece el uno, crece el otro,30 los dos se van a juntar;

-Levantaos, Albania, la reina llena de envidiade vuestro dulce folgar, ambos los mandó cortar;sentiréis cantar hermoso el galán que los cortabala sirenita del mar. no cesaba de llorar.

15 -No es la sirenita, madre, 35 De ella nació una garza,la de tan bello cantar, dél un fuerte gavilán,

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sino es el conde Niño juntos vuelan por el cielo,que por mí quiere finar. juntos vuelan par a par.

-Si le manda matar, madre, ANÓNIMO castellano del siglo XV20 juntos nos han de enterrar. Romancero viejo, (siglos XIV-XV)

TEMA:

TÓPICO:

Ana se sentó sobre las raíces descubiertas de un castaño que daba sombra a la fuente. Contemplaba las laderas de la montaña iluminada como por luces de bengala, y casi entre sueños oía a su lado el murmullo discreto del manantial y de la corriente que se precipitaba a referescar los prados. Sobre las ramas del castaño saltaban gorriones y pinzones que no cerraban el pico y no acababan nunca de cantar formalmente, distraídos en cualquier cosa, inquietos, revoltosos y vanamente gárrulos. Hojas secas caían de cuando en cuando de las ramas al manantial; flotaban dando vueltas con lenta marcha, y acercándose al cauce estrecho por donde el agua salía, se deslizaban rápidas, rectas y desaparecían en la corriente, donde la superficie tersa se convertía en rizada plata.

Leopoldo ALAS, La Regenta (siglo XIX)

TEMA:

TÓPICO:

EL RATÓN DE LA CORTE Y EL DEL CAMPO

Un ratón cortesanoconvidó con un modo muy urbanoa un ratón campesino:diole gordo tocino,

5 queso fresco de Holanda;y una despensa llena de viandaera su alojamiento;pues no pudiera haber un aposentotan magníficamente preparado.

10 aunque fuese en Ratópolis buscadocon el mayor esmeropara alojar a Roepán primero.Sus sentidos allí se recreaban:las paredes y techos adornaban,

15 entre mil ratonescas golosinas,salchichones, perniles y cecinas:saltaban de placer, ¡oh, qué embeleso!de pernil en pernil, de queso en queso.En esta situación tan lisonjera

20 llega la despensera;oyen el ruido, corren, se agazapan,

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pierden el tino; mas al fin se escapanatropelladamentepor cierto pasadizo abierto a diente.

25 -¡Esto tenemos!- dijo el campesino-reniego yo del queso, del tocino,y de quien busca gustosentre los sobresaltos y los sustos.Volviose a su campaña en el instante,

30 y estimó mucho más de allí adelante,sin zozobra, temor ni pesadumbres,su casita de tierra y sus legumbres.

Félix María de SAMANIEGO (siglo XVIII)

TEMA:

TÓPICO: SONETO LXXXIX

Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojosquiero la luz y el trigo de tus manos amadaspasar una vez más sobre mí su frescura:sentir la suavidad que cambió mi destino.

5 Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,que huelas el aroma del mar que amamos juntosy que sigas pisando la arena que pisamos.

Quiero que lo que amo siga vivo10 y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,

por eso sigue tú floreciendo, florida,

para que alcances todo lo que mi amor te ordena,para que se pasee mi sombra por tu pelo,para que así conozcan la razón de mi canto.

Pablo NERUDA, Cien sonetos de amor.

TEMA:

TÓPICO:

2. Los tópicos literarios poseen un carácter universal, es decir, traspasan las barreras geográficas y temporales y aparecen expresados en la literatura de cualquier país y de cualquier época.

Averigua cuántos siglos separan el poema de Pablo Neruda del romance anónimo castellano.

¿De qué país es Pablo Neruda?

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3. ¿Cuál de las siguientes ideas crees que mejor se ajusta a la transformación de Conde Niño en gavilán y de Albania en garza?

libertad paz alegría olvido

4. Como recordarás, en una metáfora se sustituye el término real por un término imaginario. Escribe el término real que corresponde a cada una de estas dos metáforas del soneto de Neruda:

dormidosigue tú floreciendo

4. LOS GÉNEROS LITERARIOS

4.1. La lírica

Literatura lírica es aquella en la que el escritor expresa su subjetividad, sus sentimientos o reflexiones. La lírica más intimista suele expresarse en verso, aunque no siempre.

Hay una lírica de origen culto y otra de tradición popular. La culta es de autor conocido y se transmite por medio de la escritura. La lírica de tradición popular nace para ser cantada acompañando la vida del ser humano en su trabajo, en sus fiestas, o en su vida cotidiana. En general es anónima, se transmite oralmente y tiene soporte musical. Muchos autores cultos imitan y recogen este tipo de lírica a partir del siglo XVI.

4.1.1. Composiciones de la lírica culta• La oda: composición en la que se expresa entusiasmo, admiración o

amor. Se llama canción cuando la oda es un poema breve de tema amoroso. [“A Francisco de Salinas” de Luis de León, p. 120 de la Antología]

• La elegía: expresa el dolor y la tristeza por sucesos personales o colectivos. [“Llanto por Ignacio S. Mejías” de F. G. Lorca, p. 288 de la Antología]

• La égloga: es una composición en la que generalmente figuran diálogos entre pastores en un ambiente campestre. Personajes y paisaje aparecen idealizados. [Garcilaso de la Vega, p. 110 de la Antología]

• La sátira: es el poema en el que se ridiculizan y critican acciones o personas. [Francisco de Quevedo, p. 186 de la Antología]

• La epístola (carta) [Andrés Fdez. de Andrada, p. 175 de la Antología] y el epigrama (muy breve, de tema amoroso).

4.1.2. Formas líricas de tradición popularEn general podemos aplicar el término canción a aquellas composiciones

líricas destinadas al canto que incorporan estribillos y paralelismos.

• Villancicos: canciones populares con estribillo. De temas muy diversos, incluyen los de tema navideño, que perduran hasta hoy.

• Los romances líricos: son aquellos romances en los que predomina el tema amoroso.

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4.2. La narrativaA través de la narrativa, el escritor explica acontecimientos ajenos a él

mismo, crea un mundo de ficción en que aparecen personajes y ocurren sucesos que nos son relatados como algo externo al autor o autora.

Formas de la narrativa

4.2.1. La épica. Componen la épica aquellas narraciones extensas que relatan las hazañas guerreras de unos héroes.• La epopeya es la épica clásica. Es una composición de tono

grandioso, en la que los héroes encarnan las creencias o ideales de un pueblo. Ejemplos: la Iliada y la Odisea de Homero, o la Eneida de Virgilio.

• Los cantares de gesta [Cantar de Mio Cid, p. 9 de la Antología] representan la forma narrativa épica medieval por excelencia; relatan las aventuras de un héroe guerrero que representa los sentimientos populares. Los cantares se componían para ser cantados por los juglares. De los cantares de gesta se podrían derivar los romances viejos [p. 41 de la Antología] , que serían fragmentos de los cantares que quedaron en la memoria colectiva y se recogieron por escrito en el siglo XV, época en que se crearon romances con otros temas, como los líricos.

4.2.2. La novela es una obra narrativa extensa, escrita en prosa, en la que se crea un mundo ficticio. Las técnicas narrativa novelísticas se han renovado en el siglo XX de forma muy acentuada.

4.2.3. El cuento es una narración breve, en general con un argumento muy simple y lineal.

4.3. El teatro o género dramático

En el teatro, la literatura se expresa básicamente mediante el diálogo para ser representado por unos actores frente a un público. Es, por tanto, un género literario y un espectáculo ya que se requiere escenografía, actores y palabras.

Formas teatrales

4.3.1. La tragedia presenta un conflicto en el que el protagonista se enfrenta a un destino adverso y sucumbe en esa lucha desigual.

El coro es un elemento característico de la tragedia griega y ha tenido mucha influencia en el teatro posterior. Es un personaje colectivo que va comentando la acción que ocurre en la escena, dialoga con el protagonista y, a veces, predice lo que sucederá.

4.3.2. La comedia nació para divertir y alegrar, a veces con un tono satírico. Esta composición ha evolucionado notablemente, y se ha convertido en una forma teatral –y cinematográfica- bastante compleja. De sus orígenes mantiene el tono desenfadado con que se nos muestran situaciones de la vida cotidiana, resaltando sus facetas cómicas.

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La comicidad de una obra puede basarse en las situaciones equívocas, en la caricatura de defectos humanos, o bien puede fundamentarse en el lenguaje, a través de los diálogos cómicos.

4.3.3. El drama participa de los rasgos trágicos, del conflicto doloroso y de características de la comedia, pues no exige personajes de rango y admite escenas cómicas. En general, los personajes del drama son cercanos al espectador, semejantes a los seres humanos, pues vemos cómo viven conflictos graves y situaciones desenfadadas.

4.3.4. Géneros teatrales menores

• El auto sacramental es una obra teatral breve de tema religioso, presentada a menudo en forma alegórica; es decir, aparecen en él personajes como las virtudes o el pecado.

Los autos sacramentales fueron muy populares en el siglo XVII.

• El entremés, el paso y el sainete son diferentes maneras de denominar unas piezas teatrales muy breves que se representaban en el entreacto de las comedias. Tienen un tono alegre y popular.

• El género lírico lo componen aquellas obras en las que se combina música y texto.

La ópera es una obra cantada cuyos textos frecuentemente se basan en obras literarias.

La zarzuela, combina las piezas musicales cantadas y el diálogo hablado. La zarzuela tiene un tono costumbrista y alegre, y fue muy popular a finales del XIX y principios del XX.

4.4. Otros géneros

4.4.1. El género didáctico agrupa las obras que tienen por objeto enseñar al lector. Dentro de este género se encuentran:

La fábula, narración breve de la que se desprende una enseñanza, protagonizada habitualmente por animales que tiene un comportamiento humano.[“La zorra y las uvas” de Félix María de Samaniego, p. 208 de la Antología]

La epístola, o carta, dirigida a una persona real o imaginaria con el propósito de moralizar, instruir o satirizar. [p. 175 de la Antología]

4.4.2. El ensayo, una exposición en la que el escritor nos da su visión personal sobre cualquier tema con un estilo ameno, ya que va dirigido a un amplio público.

4.4.3. El artículo periodístico. Es un breve escrito en el que el escritor-periodista nos ofrece un comentario personal sobre un tema de actualidad.

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LITERATURA CASTELLANA DEL SIGL0 XXEn el siglo XX, la sociedad europea cambia profundamente su configuración política, sus

ideas y sus formas de vida. El rápido desarrollo de las ciencias y de la técnica corre paralelo al crecimiento de movimientos sociales, a dos guerras mundiales (en España, una guerra civil y una dictadura de cuarenta años), a la era nuclear y a la rápida sucesión de modas artísticas.

A lo largo del siglo, el arte evoluciona rápidamente, de manera que se suceden y entrecruzan numerosas corrientes. Entre ellas, destacan tres grandes tendencias, que adoptan formas variadas en diferentes momentos y, con frecuencia, aparecen combinadas:

1. El arte existencial, que refleja la angustia del ser humano al plantearse el sentido de la vida, así como su desesperación ante el dolor y la muerte. Su influjo se hace evidente sobre todo a principios de siglo y tras la Segunda Guerra Mundial.

En esta corriente literaria destaca el teatro de Luigi Pirandello, la narrativa de Frank Kafka, Jean-Paul Sartre y Albert Camus, junto con los autores del “teatro del absurdo” (Samuel Beckett y Eugène Ionesco). En España recogen el existencialismo autores del grupo del 98 como Unamuno y Baroja, y escritores de la posguerra (Dámaso Alonso, Cela, etc.)

2. El arte experimental se caracteriza por la voluntad de romper con todo lo anterior y por la búsqueda de innovaciones originales. Esta corriente literaria tiene su máxima expresión en las vanguardias de las décadas del 1920 (poetas como Apollinaire, novelistas como Kafka y Joyce, dramaturgos como Artaud) y 1960 (“teatro del absurdo” y corrientes contraculturales). En España el vanguardismo influye especialmente en la Generación del 27 y a partir de la década de 1960.

3. El arte social o “comprometido” se orienta hacia la denuncia de los problemas sociales y políticos. En la literatura social de la década de 1930, destaca la “Generación perdida americana” y el “teatro épico” de Brecht. Tras la Segunda Guerra Mundial, sobresale el “neorrealismo italiano” y el drama realista de los “jóvenes airados” ingleses. En los países comunistas, el poder promovió el realismo socialista, cuyo mejor representante es M. Gorki. En la poesía social hispanoamericana destacan P. Neruda y C. Vallejo (ambos, a la vez, vanguardistas). En cuanto a España, en la década de 1930 siguen esta tendencia M. Hernández y R. Alberti; y, en la década de 1950, numerosos autores, como B. de Otero o G. Celaya.

1. PRINCIPIOS DE S. XX: EL MODERNISMO 1. Contexto cultural: la crisis de fin de siglo

Toda la cultura europea de finales del siglo XIX refleja un clima de desorientación espiritual directamente relacionado con el naciente existencialismo; es el malestar de la llamada “crisis de la conciencia europea de fin de siglo”.

En España, donde el descontento está relacionado además con la política de la Restauración y la pérdida de las colonias (guerra de Cuba), esa inquietud se manifiesta en la cultura a través del Modernismo y del Grupo del 98, también denominado “Generación del 98” y que puede considerarse una variante del Modernismo en la literatura castellana.

2. El Modernismo

Como otras corrientes de la época, el Modernismo se manifiesta como una actitud vital de rebeldía y un afán de renovar todos los ámbitos de la vida y del arte. Como movimiento estético, el Modernismo se relaciona con el mundo de la bohemia, que implica un rechazo de las normas sociales y morales, la automarginación, el gusto por la provocación y, sobre todo, el desprecio por la vulgaridad y la mediocridad.

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2.1. LA LITERATURA MODERNISTA

En lengua castellana, se caracteriza por:a. La diversidad de influencias:. de los románticos (Bécquer y Rosalía) procede la actitud de rechazo de la realidad, el

individualismo y el subjetivismo, así como la preferencia por ambientes decadentes y temas existenciales.

. del Simbolismo y Parnasianismo franceses hereda el gusto por la perfección formal, el uso de símbolos sugerentes y la identificación entre los sentimientos y el paisaje exterior.

. del Modernismo hispanoamericano recoge la brillantez y la sensualidad, especialmen- te de Rubén Darío.

b. Los temas de raíz romántica:. el rechazo y el desarraigo del presente, que se resuelve mediante la evasión y el inti-

mismo.. las preocupaciones existenciales: la angustia y el anhelo de aniquilar la conciencia que

produce dolor y sufrimiento.c. El estilo modernista supuso una profunda renovación de la métrica (uso de versos y

estrofas poco usuales), del lenguaje y de los recursos expresivos. En conjunto, la literatura es muy sensorial; la musicalidad, el cromatismo y la plasticidad se logran a través de procedimientos como

. los recursos fónicos, con los que se experimenta: distribución de los acentos, rimas in- ternas, aliteraciones, anáforas, paralelismos...

. el léxico se enriquece con palabras cultas, exóticas o sugerentes y con una abundante adjetivación.

. los recursos más característicos son los símbolos sugerentes y la sinestesia, que mezcla diversas referencias sensoriales.

d. El género preferido es la lírica, tanto en verso como adoptando la forma de prosa poética.

Entre los escritores, destacan Antonio Machado, su hermano Manuel [Antología – p. 237-240], Juan Ramón Jiménez, Valle-Inclán, Salvador Rueda y Franciso Villaespesa. Además del nicaragüense Rubén Darío, el mayor poeta modernista en lengua castellana [Antología – p. 229-236].

Rubén Darío

Prosas profanasEra un aire suave, de pausados giros; el hada Harmonía rimaba sus vuelos, e iban frases vagas y tenues suspiros entre los sollozos de los violoncelos.

Sobre la terraza, junto a los ramajes, 5diríase un trémolo de liras eolias cuando acariciaban los sedosos trajes, sobre el tallo erguidas, las blancas magnolias.

La marquesa Eulalia risas y desvíos daba a un tiempo mismo para dos rivales: 10 el vizconde rubio de los desafíos y el abate joven de los madrigales. [...]

Al oír las quejas de sus caballeros, ríe, ríe, ríe la divina Eulalia, pues son un tesoro las flechas de Eros, 15el cinto de Cipria, la rueca de Onfalia. [...]

Tiene azules ojos, es maligna y bella; cuando mira, vierte viva luz extraña; se asoma a las húmedas pupilas de estrella

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el alma del rubio cristal de Champaña. 20

Es noche de fiesta, y el baile de trajes ostenta su gloria de triunfos mundanos. La divina Eulalia, vestida de encajes, una flor destroza con sus tersas manos.

El teclado armónico de su risa fina 25a la alegre música de un pájaro iguala. Con los staccati de una bailarina y las locas fugas de una colegiala.

¡Amoroso pájaro que trinos exhala bajo el ala a veces ocultando el pico; 30que desdenes rudos lanza bajo el ala, bajo el ala aleve del leve abanico!

Cuando a media noche sus notas arranque y en arpegios áureos gima Filomela, y el ebúrneo cisne, sobre el quieto estanque, 35como blanca góndola imprima su estela,

la marquesa alegre llegará al boscaje, boscaje que cubre la amable glorieta donde han de estrecharla los brazos de un paje, que siendo su paje será su poeta. 40

Al compás de un canto de artista de Italia que en la brisa errante la orquesta deslíe, junto a los rivales, la divina Eulalia la divina Eulalia ríe, ríe, ríe. [...]

¿Fue acaso en el Norte o en el Mediodía? 45Yo el tiempo y el día y el país ignoro; pero sé que Eulalia ríe todavía, ¡y es cruel y eterna su risa de oro!

Cantos de vida y esperanza

Quiero expresar mi angustia en versos que abolidadirán mi juventud de rosas y de ensueños, y la desfloración amarga de mi vidapor un vasto dolor y cuidados pequeños.

Y el viaje a un vago Oriente por entrevistos barcos, 5y el grano de oraciones que floreció en blasfemias, y los azoramientos del cisne entre los charcos, y el falso azul nocturno de inquerida bohemia.

Lejano clavicordio que en silencio y olvidono diste nunca al sueño la sublime sonata, 10huérfano esquife, árbol insigne, obscuro nidoque suavizó la noche de dulzura de plata...

Esperanza olorosa a hierbas frescas, trinodel ruiseñor primaveral y matinal, azucena tronchada por un fatal destino, 15rebusca de la dicha, persecución del mal...

El ánfora funesta del divino venenoque ha de hacer por la vida la tortura interior; la conciencia espantable de nuestro humano cienoy el horror de sentirse pasajero, el horror 20

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de ir a tientas, en intermitentes espantos, hacia lo inevitable desconocido, y la pesadilla brutal de este dormir de llantos,de la cual no hay más que Ella que nos despertará.

2.2. EL GRUPO DEL 98

Variante del Modernismo, se ha venido denominando “Generación del 98” a partir de unos artículos de Azorín y de Ortega y Gasset. En ellos se referían a un grupo de escritores que, en su juventud, expresaron su profundo desagrado ante la sociedad de la Restauración y proclamaron la necesidad de cambios sociales, culturales y estéticos. Sin embargo, a partir de 1905, los componentes del grupo siguieron evoluciones bastante dispares y, en general, se alejaron de sus orígenes reformadores y radicales.

En la actualidad, se suelen incluir en el grupo del 98 a Unamuno, Azorín, Baroja y Maeztu. Más polémica resulta la adscripción de Antonio Machado y de Valle-Inclán. Los rasgos que comparten son los siguientes:

. La actitud ética inicial, de denuncia social, que les conduce a reflexionar sobre los problemas de la sociedad y la cultura españolas.

. El idealismo modernista se manifiesta en el grupo del 98 a la hora de hablar del alma de España, que buscan en Castilla, a través de sus paisajes, sus mitos, sus orígenes históricos y literarios. La identificación entre Castilla y España se convierte en un tema característico del grupo.

. Como modernistas que, de hecho, son, los autores del 98 muestran preocupaciones existenciales (angustia, desconfianza ante la razón) y se inclinan hacia el subjetivismo.

. La estética del 98 se inclina hacia la sencillez, a veces muy cuidada. Rechazan la retórica ampulosa y el tono casticista, y persiguen una expresión personal, lo que da lugar a estilos muy variados.

. El género más empleado es el ensayo, que permite tratar subjetivamente temas muy variados (lo cultivan Unamuno, Maeztu y Azorín). También destaca la renovación de la novela (Baroja, Unamuno y Azorín).

3. La lírica

El auge de la poesía modernista se prolonga hasta 1915, cuando la lírica busca nuevos de la mano de Juan Ramón Jiménez, que llevarán a la Generación del 27.

3.1. Antonio Machado (1875-1939)

Hijo de un notable folclorista, se educó en la krausista Institución Libre de Enseñanza; tras una juventud bohemia, dedicó su vida a la docencia y a la literatura. Su inquebrantable coherencia ideológica hizo de su tumba en Colliure un lugar de peregrinaje para aquellos que quisieron enfrentarse al franquismo.

Autor de obras de teatro interesantes (algunas con su hermano Manuel), y de reflexiones en prosa sobre literatura, filosofía o política, que puso en boca del apócrifo Juan de Mairena, Machado se dedicó, fundamentalmente, a la lírica.

Un tema está constantemente presente en la obra machadiana: el tiempo, su transcurrir implacable, la nostalgia del pasado, el peso de los recuerdos... Incluso en su poesía más modernista, el estilo se mantiene sencillo, con una sensorialidad suave, apoyada en los símbolos.

Podemos clasificar su obra poética en tres etapas:- Modernismo simbolista, con Soledades, galerías y otros poemas (1907), profundamen-

te intimista.- Cercana al grupo del 98, su poesía se vuelve más historicista, con un gran

protagonismo del paisaje castellano, identificado con el alma del poeta, y una importante presencia de la reflexión y la crítica social. Campos de Castilla (1912) recoge esta producción, entre la que también encontramos composiciones dedicadas a Leonor y poemas de tema

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andaluz, en los que desarrolla una potente crítica social en tono irónico.- La última época es más irregular. Incluye Nuevas canciones (1924), obra en la que lo

más interesante es la serie de “Proverbios y cantares”, composiciones a modo de sentencias o canciones populares con los temas constantes del autor: el relativismo, el tiempo, la búsqueda de Dios, la vida como un camino, la crítica social... [Antología – p. 241­252]

SoledadesLlamó a mi corazón, un claro día,con un perfume de jazmín, el viento.-A cambio de este aroma,todo el aroma de tus rosas quiero.-No tengo rosas; flores 5en mi jardín no hay ya, todas han muerto.-Me llevaré los llantos de las fuentes,las hojas amarillas y los mustios pétalos.Y el viento huyó... Mi corazón sangraba...Alma, ¿qué has hecho de tu pobre huerto? 10

COMENTEMOS:1. ¿Qué función tiene el diálogo en el poema?

2. Compara las connotaciones positivas que aparecen en los cuatro primeros versos con las de los cuatro últimos.

3. Teniendo en cuenta que este poema es de la época simbolista, explica el significado de “flores/ en mi jardín no hay ya; todas han muerto”.

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Campos de Castilla (“Retrato”)Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido 5—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, mas recibí la flecha que me asignó Cupido, y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno; 10y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética corté las viejas rosas del huerto de Ronsard; mas no amo los afeites de la actual cosmética, 15ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una. 20

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera mi verso, como deja el capitán su espada: famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo 25—quien habla solo espera hablar a Dios un día—; mi soliloquio es plática con ese buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debeisme cuanto he escrito. A mi trabajo acudo, con mi dinero pago 30el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último vïaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, 35casi desnudo, como los hijos de la mar.

“A José María Palacio”

Palacio, buen amigo, ¿está la primavera vistiendo ya las ramas de los chopos del río y los caminos? En la estepa del alto Duero, Primavera tarda, 5 ¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...

¿Tienen los viejos olmos algunas hojas nuevas?

Aún las acacias estarán desnudas y nevados los montes de las sierras. 10

¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa, allá, en el cielo de Aragón, tan bella!

¿Hay zarzas florecidas

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entre las grises peñas, y blancas margaritas 15entre la fina hierba?

Por esos campanarios ya habrán ido llegando las cigüeñas.

Habrá trigales verdes, y mulas pardas en las sementeras, 20y labriegos que siembran los tardíos con las lluvias de abril. Ya las abejas libarán del tomillo y el romero.

¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?

Furtivos cazadores, los reclamos 25de la perdiz bajo las capas luengas, no faltarán. Palacio, buen amigo,

¿tienen ya ruiseñores las riberas?

Con los primeros lirios y las primeras rosas de las huertas, 30en una tarde azul, sube al Espino, al alto Espino donde está su tierra...

Baeza, 29 de abril de 1913

“Proverbios y cantares”Ayer soñé que veía Todo pasa y todo queda,a Dios y que a Dios hablaba; pero lo nuestro es pasar,y soñé que Dios me oía... pasar haciendo caminos,Después soñé que soñaba. caminos sobre la mar.

El ojo que ve no es Poned atención:ojo porque tú lo veas, un corazón solitarioes ojo porque te ve. no es un corazón.

Caminante, son tus huellas Ya hay un español que quiere el camino y nada más; vivir y a vivir empieza, Caminante, no hay camino, entre una España que muere se hace camino al andar. y otra España que bosteza. Al andar se hace el camino, 5 Españolito que vienes y al volver la vista atrás al mundo, te guarde Dios. se ve la senda que nunca Una de las dos Españas se ha de volver a pisar. ha de helarte el corazón.Caminante no hay camino sino estelas en la mar. 10

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4. El teatro

En el primer tercio de siglo, triunfan varios tipos de teatro, todos ellos alejados de las nuevas experiencias dramáticas que, en la línea del teatro europeo, llevan a cabo autores como Unamuno, Azorín y, sobre todo, Valle-Inclán.

Este teatro comercial toma las siguientes formas:. alta comedia, caracterizada por presentar temas de actualidad con una leve crítica y

suave ironía, expresada de forma elegante y distinguida. El autor de mayor éxito fue Jacinto Benavente (Los intereses creados).

. el teatro poético, que en origen era el teatro modernista, deriva hacia unas obras inspiradas en el drama romántico histórico. Destacan Eduardo Marquina y los hermanos Machado.

. el teatro costumbrista, que recrea ambientes pintorescos, con tipos populares y graciosos que emplean un lenguaje casticista. Sobresalen Carlos Arniches y los hermanos Álvarez Quintero.

. el teatro humorístico, que triunfó con el astracán, un estilo creado por Pedro Muñoz Seca, basado en las situaciones disparatadas y en los diálogos absurdos (La venganza de don Mendo).

4.1. Ramón Mª del Valle-Inclán (1866-1936)

Personaje de vida bohemia, estética extravagante y de un enorme rigor literario e ideológico, Valle-Inclán escribió poesía, novela y teatro.

Dos características se mantienen a lo largo de toda su producción: . Valle-Inclán se mantuvo siempre alejado del realismo, y . su obra muestra una impresionante calidad literaria, con un manejo del idioma como

no se veía desde Quevedo.

La obra de Valle evoluciona desde el estilo modernista más sensorial y brillante hasta el espertento, una estética deformadora que busca una perspectiva distanciada que impida la identificación sentimental del lector/público con la obra y sus personajes.

El esperpento, que Valle-Inclán aplicó a toda su producción, tanto dramática, poética como narrativa, refleja una actitud tremendamente crítica, en una época, la década de 1920, en la que los noventayochistas habían abandonado las posturas radicales de su juventud.

NARRATIVA. El Modernismo llega a su culminación en la prosa poética de las Sonatas (de Otoño, de Estío, de Primavera y de Invierno), protagonizadas por el marqués de Bradomín, un don Juan “feo, católico y sentimental”.

El esperpento narrativo está representado por El ruedo ibérico, conjunto de dos novelas históricas esperpénticas, en que se caricaturiza ferozmente la corte isabelina. En la misma línea se encuentra Tirano Banderas, sobre un despótico caudillo sudamericano.

POESÍA. Modernista es Aromas de leyenda; esperpéntica, La pipa de Kif. Comparemos dos fragmentos:

Tañía una campana ¡Tan! ¡Tan! ¡Tan! en el azul cristal El patíbulo destaca sobre el alba flor de lis. trágico, nocturno y gris, de la santa mañana. la ronda de la petaca Oración campesina sigue a la ronda de anís, que temblaba en la azul pica tabaco la faca santidad matutina. y el patíbulo destaca

sobre el alba flor de lis.

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TEATRO. Modernista es El marqués de Bradomín. El período intermedio presenta un teatro mítico, que presenta una Galicia rural

atemporal habitada por unos personajes arrastrados por grandes pasiones (Comedias bárbaras, Divinas palabras), y las farsas, recogidas en el Tablado de marionetas para educación de príncipes.

La última etapa, la esperpéntica, concentra las mejores obras de Valle-Inclán, la primera de las cuales, Luces de Bohemia (publicada en 1920, pero que no se representó en España hasta 1970), es usada por el autor para definir, en boca del protagonista, Max Estrella, el estilo del esperpento: una nueva estética basada en la distorsión, que mezcla rasgos trágicos y grotescos, a través de la cual España es un país triste sin grandeza, grotesco sin alegría, sin la dignidad que una identificación por parte del espectador le pudiera conferir. Otro ejemplo de teatro esperpéntico es la trilogía Martes de Carnaval es también destacable.

Sonata de otoño (fragmento)

Concha me llamaba desde el jardín, con alegres voces. Salí a la solana, tibia y dora- da al sol mañanero. El campo tenía una emoción latina de yuntas, de vendimias y de la- branzas. Concha estaba al pie de la solana:

- ¿Tienes ahí a Florisel?5 - ¿Florisel es el paje?

- Sí.- Parece bautizado por las hadas.- Yo soy su madrina. Mándamelo.- ¿Qué le quieres?

10 - Decirle que te suba estas rosas.Y Concha me enseñó su falda donde se deshojaban las rosas, todavía cubiertas de

rocío, desbordando alegremente como el fruto ideal de unos amores que solo floreciesen en los besos:

- Todas son para ti. Estoy desnudando el jardín.15 Yo recordaba nebulosamente aquel antiguo jardín donde los mirtos seculares dibu-

jaban los cuatro escudos del fundador, en torno de una fuente abandonada. El jardín y el Palacio tenían esa vejez señorial y melancólica de los lugares por donde en otro tiempo pasó la vida amable de la galantería y del amor. Bajo la fronda de aquel laberinto, sobre las terrazas y en los salones, habían florecido las rosas y los madrigales, cuando las ma-

20 nos blancas que en los viejos retratos sostienen apenas los pañolitos de encaje, iban des- hojando las margaritas que guardan el cándido secreto de los corazones. ¡Hermosos y le- janos recuerdos! Yo también los evoqué un día lejano, cuando la mañana otoñal y dora- rada envolvía el jardín húmedo y reverdecido por la constante lluvia de la noche. Bajo el cielo límpido, de un azul heráldico, los cipreses venerables parecían tener el ensueño de

25 la vida monástica. La caricia de la luz temblaba sobre las flores como un pájaro de oro, y la brisa trazaba en el terciopelo de la yerba, huellas ideales y quiméricas como si danza- sen invisibles hadas.

Luces de bohemia

Zaguán en el Ministerio de la Gobernación. Estantería con legajos. Bancos al filo de la pared. Mesa con carpetas de badana mugrienta. Aire de cueva y olor frío de tabaco rancio. Guardias soñolientos. Policías de la Secreta. Hongos, garrotes, cuellos de celuloi- de, grandes sortijas, lunares rizosos y flamencos: Hay un viejo chabacano -bisoñé y man-

5 guitos de percalina-, que escribe, y un pollo chulapón de peinado reluciente, con brisas de perfumería, que se pasea y dicta humeando un veguero. DON SERAFÍN, le dicen sus obligados, y la voz de la calle, SERAFÍN EL BONITO. Leve tumulto. Dando voces, la cabeza desnuda, humorista y lunático, irrumpe MAX ESTRELLA. DON LATINO le guía por la man- ga, implorante y suspirante. Detrás asoman los cascos de los Guardias. Y en el corre-

10 se agrupan, bajo la luz de una candileja, pipas, chalinas y melenas del modernismo.

MAX: ¡Traigo detenida una pareja de guindillas! Estaban emborrachándose en una tasca y los hice salir a darme escolta.

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SERAFÍN EL BONITO: Corrección, señor mío.MAX: No falto a ella, señor Delegado.

15 SERAFÍN EL BONITO: Inspector.MAX: Todo es uno y lo mismo.SERAFÍN EL BONITO: ¿Cómo se llama usted?MAX: Mi nombre es Máximo Estrella. Mi seudónimo, Mala Estrella. Tengo el honor de no ser Académico.

20 SERAFÍN EL BONITO: Está usted propasándose. Guardias, ¿por qué viene detenido?UN GUARDIA: Por escándalo en la vía pública y gritos internacionales. ¡Está algo briago!SERAFÍN EL BONITO: ¿Su profesión?MAX: Cesante.SERAFÍN EL BONITO: ¿En qué oficina ha servido usted?

25 MAX: En ninguna.SERAFÍN EL BONITO: ¿No ha dicho usted que cesante?MAX: Cesante de hombre libre y pájaro cantor. ¿No me veo vejado, vilipendiado, encar- celado, cacheado e interrogado?SERAFÍN EL BONITO: ¿Dónde vive usted?

30 MAX: Bastardillos. Esquina a San Cosme. Palacio.UN GUINDILLA: Diga usted casa de vecinos. Mi señora, cuando aún no lo era, habitó un sotabanco de esa susodicha finca.MAX: Donde yo vivo, siempre es un palacio.EL GUINDILLA: No lo sabía.

35 MAX: Porque tú, gusano burocrático, no sabes nada. ¡Ni soñar!SERAFÍN EL BONITO: ¡Queda usted detenido!MAX: ¡Bueno! ¿Latino, hay algún banco donde pueda echarme a dormir?SERAFÍN EL BONITO: Aquí no se viene a dormir.MAX: ¡Pues yo tengo sueño!

40 SERAFÍN EL BONITO: ¡Está usted desacatando mi autoridad! ¿Sabe usted quién soy yo?MAX: ¡Serafín el Bonito!SERAFÍN EL BONITO: ¡Como usted repita esa gracia, de una bofetada, le doblo!MAX: ¡Ya se guardará usted del intento! ¡Soy el primer poeta de España! ¡Tengo influencia en todos los periódicos! ¡Conozco al Ministro! ¡Hemos sido compañe-

45 ros!SERAFÍN EL BONITO: El Señor Ministro no es un golfo.MAX: Usted desconoce la Historia Moderna.

Rinconada en costanilla y una iglesia barroca por fondo. Sobre las campanas ne- gras, la luna clara. DON LATINO y MAX ESTRELLA filosofan sentados en el quicio de una puerta. A lo largo de su coloquio, se torna lívido el cielo. En el alero de la iglesia pían algunos pájaros. Remotos albores de amanecida. Ya se han ido los serenos, pero aún

5 están las puertas cerradas. Despiertan las porteras.

MAX: ¿Debe estar amaneciendo?DON LATINO: Así es.MAX: ¡Y que frío!DON LATINO: Vamos a dar unos pasos.

10 MAX: Ayúdame, que no puedo levantarme. ¡Estoy aterido!DON LATINO: ¡Mira que haber empeñado la capa!MAX: Préstame tu carrik, Latino.DON LATINO: ¡Max, eres fantástico!MAX: Ayúdame a ponerme en pie.

15 DON LATINO: ¡Arriba, carcunda!MAX: ¡No me tengo!DON LATINO: ¡Qué tuno eres!

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MAX: ¡Idiota!DON LATINO: ¡La verdad es que tienes una fisonomía algo rara!

20 MAX: ¡Don Latino de Hispalis, grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!DON LATINO: Una tragedia, Max.MAX: La tragedia nuestra no es tragedia.DON LATINO: ¡Pues algo será!MAX: El Esperpento.

25 DON LATINO: No tuerzas la boca, Max.MAX: ¡Me estoy helando!DON LATINO: Levántate. Vamos a caminar.MAX: No puedo.DON LATINO: Deja esa farsa. Vamos a caminar.

30 MAX: Échame el aliento. ¿Adónde te has ido, Latino?DON LATINO: Estoy a tu lado.MAX: Como te has convertido en buey, no podía reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apis. Lo torearemos.

35 DON LATINO: Me estás asustando. Debías dejar esa broma.MAX: Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los hé- roes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.DON LATINO: ¡Estás completamente curda!MAX: Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sen-

40 tido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!MAX: España es una deformación grotesca de la civilización europea.DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.

45 MAX: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.DON LATINO: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Ga- to.MAX: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfec- ta, Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clá-

50 sicas.DON LATINO: ¿Y dónde está el espejo?MAX: En el fondo del vaso.DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!MAX: Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y

55 toda la vida miserable de España.DON LATINO: Nos mudaremos al callejón del Gato.

TRABAJEMOS EL TEXTO

1. ¿Para qué sirve la acotación inicial?

2. ¿En qué consiste la técnica del esperpento, según Max?

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3. Comenta algún aspecto del texto en que dicha técnica se aplique.

5. La novela y el ensayo

La novela realista y naturalista gozó todavía de un amplio público en los primeros años del siglo XX. En esta línea se inscribe la obra de Vicente Blasco Ibáñez, quien alcanzó un gran éxito con una novela naturalista de tono social, ambientada a menudo en la huerta valenciana (La barraca, Cañas y barro...)

La narrativa más innovadora procede del modernismo, por parte de Valle-Inclán y de los noventayochistas Baroja, Unamuno y Azorín.

El ensayo, especialmente el periodístico, fue muy cultivado por autores del grupo del 98, como Unamuno y Azorín.

5.1. Miguel de Unamuno (1864-1936)

“Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso -por llamarlo de algún modo- del profesor Maldonado, que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo, lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona. Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito “¡Viva la muerte!” y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor.” En ese momento Millán-Astray exclama irritado "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!", aclamado por los falangistas. El escritor José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos, aclara: "¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!". Unamuno, sin amedrentarse, continúa: "Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho."(12 de octubre de 1936 – paraninfo de la universidad de Salamanca)

Profesor de griego y rector de la universidad de Salamanca, este prestigioso y polémico intelectual nos ha legado una obra en la volcó sus preocupaciones personales con apasionamiento y rigor.

Unamuno cultivó la poesía, el teatro, la novela y el ensayo; su obra persigue la expresividad e incita a la reflexión; de ahí el tono áspero y vivo. Por encima de los géneros, sus escritos ofrecen una gran unidad, por la repetición de unos temas y por el estilo de tono apasionado, seco, directo y lleno de paradojas.

Los temas de sus obras pueden resumirse en:. preocupaciones regeneracionistas y la reflexión sobre España.. reflexiones existenciales.

NOVELA. La narrativa de Unamuno elimina todo lo que no sea esencial en el relato. Por ello es una novela densa, filosófica, esquemática y profundamente apasionada.

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La depuración de elementos produce hallazgos renovadores: por ejemplo, suprime las alusiones al paisaje y a las circunstancias que rodean a los personajes. Estos, a su vez, manifiestan su conflicto existencial a través de extensos diálogos o incluso del monólogo interior, como en Niebla (subtitulada “nivola”). Otras novelas interesantes son Amor y pedagogía, La tía Tula o San Manuel Bueno, mártir.

ENSAYO. Siempre con su tono apasionado, trata el tema de España en libros de viaje y ensayos como, por ejemplo, En torno al casticismo, de clara postura regeneracionista.

El tema existencial lo plantea en ensayos como Del sentimiento trágico de la vida, donde desarrolla el conflicto entre el “ansia de inmortalidad”, que apoya la religión, y la razón, que parece oponerse a ese deseo. Ante ese conflicto propone mantener la pugna entre razón y fe, como expone en La agonía del cristianismo.

En torno al casticismo

... la tradición es la sustancia de la historia. Esta es la manera de concebirla en vivo, como la sustancia de la historia, como su sedimento, como la revelación de lo intrahistórico, de lo inconsciente en la historia. [...]

Las olas de la historia, con su rumor y su espuma que reverbera al sol, ruedan 5 sobre un mar continuo, hondo, inmensamente más hondo que la capa que ondula sobre

un mar silencioso y a cuyo último fondo no llega el sol. Todo lo que cuentan a diario los periódicos, la historia toda del «presente momento histórico», no es sino la superficie del mar, una superficie que se hiela y cristaliza en los libros y registros, y una vez cristalizada así, una capa dura, no mayor con respecto a la vida intrahistórica que esta

10 pobre corteza en que vivimos con relación al inmenso foco ardiente que lleva dentro. [...]

Sobre el silencio augusto, decía, se apoya y vive el sonido; sobre la inmensa humanidad silenciosa se levantan los que meten bulla en la historia. Esa vida intrahistórica, silenciosa y continua como el fondo mismo del mar, es la sustancia del progreso, la verdadera tradición, la tradición eterna, no la tradición mentira que suele ir

15 a buscar al pasado enterrado en los libros y papeles, y monumentos, y piedras.

Tres poemas

Leer, leer, leer, vivir la vida Tú me levantas, tierra de Castilla, que otros soñaron. en la rugosa palma de tu mano, Leer, leer, leer, el alma olvida al cielo que te enciende y te refresca, las cosas que pasaron. al cielo, tu amo.Se quedan las que quedan, las ficciones, 5las flores de la pluma, Tierra nervuda, enjuta, despejada, 5las solas, las humanas creaciones, madre de corazones y de brazos, el poso de la espuma. toma el presente en ti viejos colores Leer, leer, leer; ¿seré lectura del noble antaño. ¿Seré mi creador, mi criatura,           10seré lo que pasó?      Con la pradera cóncava del cielo _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ lindan en torno tus desnudos campos, 10

tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro Morir soñando, sí; mas si se sueña y en ti santuario. morir, la muerte es sueño; una ventanahacia el vacío; no soñar; nirvana; Es todo cima tu extensión redonda del tiempo al fin de la eternidad se adueña. y en ti me siento al cielo levantado,

aire de cumbre es el que se respira 15Vivir el día de hoy bajo la enseña 5 aquí, en tus páramos. del ayer deshaciéndose en mañana;vivir encadenado a la desgana, ¡Ara gigante, tierra castellana, ¿es acaso vivir? ¿Y esto qué enseña? a ese tu aire soltaré mis cantos,

si te son dignos bajarán al mundo ¿Soñar la muerte no es matar el sueño? desde lo alto! 20

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¿Vivir el sueño no es matar la vida? 10¿A qué poner en ello tanto empeño,

aprender lo que al punto al fin se olvida,escudriñando el implacable ceño-cielo desierto- del eterno Dueño?

Niebla (“nivola”)

Cuando me anunciaron su visita sonreí enigmáticamente y le mandé pasar a mi despacho-librería. Entró en él como un fantasma, miró a un retrato mío al óleo que allí preside a los libros de mi librería, y a una seña mía se sentó, frente a mí.

Empezó hablándome de mis trabajos literarios y más o menos filosóficos, 5 demostrando conocerlos bastante bien, lo que no dejó, ¡claro está!, de halagarme, y en

seguida empezó a contarme su vida y sus desdichas. Le atajé diciéndole que se ahorra- se aquel trabajo, pues de las vicisitudes de su vida sabía yo tanto como él, y se lo demostré citándole los más íntimos pormenores y los que él creía más secretos. Me miró con ojos de verdadero terror y como quien mira a un ser increíble; creí notar que se le

10 alteraba el color y traza del semblante y que hasta temblaba. Le tenía yo fascinado.—¡Parece mentira! —repetía—, ¡parece mentira! A no verlo no lo creería... No sé

si estoy despierto o soñando...—Ni despierto ni soñando —le contesté.—No me lo explico... no me lo explico —añadió—; mas puesto que usted

15 parece saber sobre mí tanto como sé yo mismo, acaso adivine mi propósito...—Sí —le dije—, tú —y recalqué este tú con un tono autoritario—, tú, abrumado

por tus desgracias, has concebido la diabólica idea de suicidarte, y antes de hacerlo, movido por algo que has leído en uno de mis últimos ensayos, vienes a consultármelo.

El pobre hombre temblaba como un azogado, mirándome como un poseído 20 miraría. Intentó levantarse, acaso para huir de mí; no podía. No disponía de sus fuerzas.

—¡No, no te muevas! —le ordené.—Es que... es que... —balbuceó.—Es que tú no puedes suicidarte, aunque lo quieras.—¿Cómo? —exclamó al verse de tal modo negado y contradicho.

25 —Sí. Para que uno se pueda matar a sí mismo, ¿qué es menester? —le pregunté.—Que tenga valor para hacerlo —me contestó.—No —le dije—, ¡que esté vivo!—¡Desde luego!—¡Y tú no estás vivo!

30 —¿Cómo que no estoy vivo?, ¿es que me he muerto? —y empezó, sin darse clara cuenta de lo que hacía, a palparse a sí mismo.

—¡No, hombre, no! —le repliqué—. Te dije antes que no estabas ni despierto ni dormido, y ahora te digo que no estás ni muerto ni vivo.

—¡Acabe usted de explicarse de una vez, por Dios!, ¡acabe de explicarse! —me 35 suplicó consternado—, porque son tales las cosas que estoy viendo y oyendo esta tarde,

que temo volverme loco.—Pues bien; la verdad es, querido Augusto —le dije con la más dulce de mis

voces—, que no puedes matarte porque no estás vivo, y que no estás vivo, ni tampoco muerto, porque no existes...

40 —¿Cómo que no existo? —exclamó.—No, no existes más que como ente de ficción; no eres, pobre Augusto, más que

un producto de mi fantasía y de las de aquellos de mis lectores que lean el relato que de tus fingidas venturas y malandanzas he escrito yo; tú no eres más que un personaje de novela, o de nivola, o como quieras llamarle. Ya sabes, pues, tu secreto.

45 Al oír esto quedose el pobre hombre mirándome un rato con una de esas miradas perforadoras que parecen atravesar la mira e ir más allá, miró luego un momento a mi retrato al óleo que preside a mis libros, le volvió el color y el aliento, fue recobrándose, se hizo dueño de sí, apoyó los codos en mi camilla, a que estaba arrimado frente a mí y, la cara en las palmas de las manos y mirándome con una sonrisa en los ojos, me dijo

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50 lentamente:—Mire usted bien, don Miguel... no sea que esté usted equivocado y que ocurra

precisamente todo lo contrario de lo que usted se cree y me dice.—Y ¿qué es lo contrario? —le pregunté alarmado de verle recobrar vida propia.—No sea, mi querido don Miguel —añadió—, que sea usted y no yo el ente de

55 ficción, el que no existe en realidad, ni vivo, ni muerto... No sea que usted no pase de ser un pretexto para que mi historia llegue al mundo...

—¡Eso más faltaba! —exclamé algo molesto.—No se exalte usted así, señor de Unamuno —me replicó—, tenga calma. Usted

ha manifestado dudas sobre mi existencia...60 —Dudas no —le interrumpí—; certeza absoluta de que tú no existes fuera de mi

producción novelesca.—Bueno, pues no se incomode tanto si yo a mi vez dudo de la existencia de

usted y no de la mía propia. Vamos a cuentas: ¿no ha sido usted el que no una sino varias veces ha dicho que don Quijote y Sancho son no ya tan reales, sino más reales

65 que Cervantes? [...]—Pues más difícil aún que el que uno se conozca a sí mismo es el que

un novelista o un autor dramático conozca bien a los personajes que finge o cree fingir...Empezaba yo a estar inquieto con estas salidas de Augusto, y a perder mi

paciencia.70 —E insisto —añadió— en que aun concedido que usted me haya dado el ser y un

ser ficticio, no puede usted, así como así y porque sí, porque le dé la real gana, como dice, impedirme que me suicide.

—¡Bueno, basta!, ¡basta! —exclamé dando un puñetazo en la camilla—¡cállate!, ¡no quiero oír más impertinencias...! ¡Y de una criatura mía! Y como ya me tienes harto

75 y además no sé ya qué hacer de ti, decido ahora mismo no ya que no te suicides, sino matarte yo. ¡Vas a morir, pues, pero pronto! ¡Muy pronto!

—¿Cómo? —exclamó Augusto sobresaltado—, ¿que me va usted a dejar morir, a hacerme morir, a matarme?

—¡Sí, voy a hacer que mueras!80 —¡Ah, eso nunca!, ¡nunca!, ¡nunca! —gritó.

—¡Ah! —le dije mirándole con lástima y rabia—. ¿Conque estabas dispuesto a matarte y no quieres que yo te mate? ¿Conque ibas a quitarte la vida y te resistes a que te la quite yo?

—Sí, no es lo mismo...85 —En efecto, he oído contar casos análogos. He oído de uno que salió una noche

armado de un revólver y dispuesto a quitarse la vida, salieron unos ladrones a robarle, le atacaron, se defendió, mató a uno de ellos, huyeron los demás, y al ver que había comprado su vida por la de otro renunció a su propósito.

—Se comprende —observó Augusto—; la cosa era quitar a alguien la vida, matar 90 un hombre, y ya que mató a otro, ¿a qué había de matarse? Los más de los suicidas son

homicidas frustrados; se matan a sí mismos por falta de valor para matar a otros...—¡Ah, ya, te entiendo, Augusto, te entiendo! Tú quieres decir que si tuvieses

valor para matar a Eugenia o a Mauricio o a los dos no pensarías en matarte a ti mismo, ¿eh?

95 —¡Mire usted, precisamente a esos... no!—¿A quién, pues?—¡A usted! —y me miró a los ojos.—¿Cómo? —exclamé poniéndome en pie—, ¿cómo? Pero ¿se te ha pasado por la

imaginación matarme?, ¿tú?, ¿y a mí?100 —Siéntese y tenga calma. ¿O es que cree usted, amigo don Miguel, que sería el

primer caso en que un ente de ficción, como usted me llama, matara a aquel a quien creyó darle ser... ficticio?

—¡Esto ya es demasiado —decía yo paseándome por mi despacho—, esto pasa de la raya! Esto no sucede más que...

105 —Más que en las nivolas —concluyó él con sorna. [...]—¿Conque no, eh? —me dijo—, ¿conque no? No quiere usted dejarme ser yo, sa-

lir de la niebla, vivir, vivir, vivir, verme, oírme, tocarme, sentirme, dolerme, serme: ¿conque no lo quiere?, ¿conque he de morir ente de ficción? Pues bien, mi señor creador don Miguel, ¡también usted se morirá, también usted, y se volverá a la nada de que

110 salió...! ¡Dios dejará de soñarle! ¡Se morirá usted, sí, se morirá, aunque no lo quiera; se

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morirá usted y se morirán todos los que lean mi historia, todos, todos, todos sin quedar uno! ¡Entes de ficción como yo; lo mismo que yo! Se morirán todos, todos, todos. Os lo digo yo, Augusto Pérez, ente ficticio como vosotros, nivolesco lo mismo que vosotros. Porque usted, mi creador, mi don Miguel, no es usted más que otro ente nivolesco, y

115 entes nivolescos sus lectores, lo mismo que yo, que Augusto Pérez, que su víctima...

COMENTEMOS EL TEXTO

1. Localiza y comenta dos características formales de Unamuno que puedas ilustrar (y hazlo) a partir de los textos que te hemos ofrecido.

2. ¿Hemos elegido textos que mostraran los temas fundamentales de la obra de Unamuno? Da una respuesta razonada.

5.2. José Martínez Ruiz, “Azorín” (1873-1967)

Crítico literario, periodista y literato, toda la obra de Azorín (ensayo, novela y teatro) gira en torno del tema del tiempo, su fluir constante, la fugacidad y, a la vez, la permanencia de paisajes y sentimientos.

El escritor evoca la realidad fugitiva en un tono triste y nostálgico, especialmente a través de descripciones paisajísticas, fundamentalmente de Castilla. En ellas refleja las correspondencias entre el paisaje y el estado anímico del escritor; este rasgo, común a modernistas y noventayochistas, acentúa el lirismo de la descripción.

El estilo de Azorín es un modelo de precisión y claridad, cuyo detallismo descriptivo produce impresión de lentitud. El léxico es muy rico y recupera arcaísmos.

NOVELA. Con una base argumental casi inexistente, la narración se reduce a la descripción de sensaciones y de los ambientes. Así ocurre en La voluntad o Las confesiones de un pequeño filósofo, ambas de base autobiográfica, protagonizadas por Antonio Azorín, un álter ego del autor.

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ENSAYO. Se pueden clasificar según el tema:. España. Desde la crítica social y política de los primeros ensayos (Alma castellana, por

ejemplo) a la preocupación por la tradición cultural, Azorín suele revivir el pasado de aquello que describe: las ciudades, sus personajes históricos y literarios, así como la vida cotidiana de las gentes humildes y anónimas.

. Crítica literaria. Interesantes especialmente son los que reinterpretan a los clásicos, como Al margen de los clásicos.

Fragmento de un ensayo de tono regeneracionista (1903)

Un pueblo pobre es un pueblo de esclavos. No puede haber independencia ni fortaleza de espíritu en quien se siente agobiado por la miseria del medio. En regiones como Castilla, como la Mancha, sin agua, sin caminos, sin árboles, sin libros, sin periódicos, sin casas confortables, ¿cómo va a entrar el espíritu moderno? […]

5 El labriego, el artesano, el pequeño propietario, que pierden sus cosechas o las perciben escasas tras largas penalidades; que viven en casas pobres y visten astrosamente, sienten sus espíritus doloridos y se entregan –por instinto, por herencia- a estos consuelos de la resignación, de los rezos, de los sollozos, de las novenas, que durante todo el mes, durante todo el año se suceden en las iglesias sombrías, mientras

10 las campanas plañen abrumadoras. Y habría que decirles que la vida no es resignación, no es tristeza, no es dolor, sino que es goce fuerte y fecundo; goce espontáneo, de la naturaleza, del arte, del agua, de los árboles, del cielo azul, de las casas limpias, de los trajes elegantes, de los muebles cómodos… Y para demostrárselo habría que darles estas cosas.

Los pueblos

19-6-1915. Sarrió ha muerto esta tarde, después de una larga y dolorosa agonía.Cuando yo he abierto y he leído este pequeño telegrama, he sentido una de las

más hondas, de las más grandes emociones de mi vida. No sé cómo empezar este artículo, ni lo que decir. Yo cierro los ojos y veo una casa vetusta en una ancha plaza

5 silenciosa, solitaria; en medio hay una fuente que murmura día y noche; a un lado, una iglesia hace destacar en el cielo azul sus dos achatadas torres. Y las golondrinas pasan raudas, trinando. Y el viejo reloj lanza de cuando en cuando unas vibraciones largas, sonoras.

Todo pasa; los seres queridos desaparecen de nuestro lado; una estela de amor y 10 de melancolía queda en nuestro espíritu. En este pueblo y en esta casa vivía Sarrió. Él

era alto y recio; él tenía un bigote pequeño y una mosca1; él llevaba un chaleco de ancho escote, con los tres primeros botones siempre desabrochados. […]

-Azorín, ¿quieres usted que demos un paseo?-Vamos a dar un paseo, Sarrió.

15 Y los dos nos marchábamos a la huerta. […] Sarrió y yo caminábamos durante el crepúsculo vespertino, en los veranos, entre los verdes tablares2 de hortalizas. […] Y un reposo profundo sedante, misterioso, algo como el alma amorosa de la Naturaleza, se escapaba del campo.

-Azorín, ¿quiere usted que volvamos al pueblo?20 -Volvamos al pueblo, Sarrió.

Y cuando recorríamos, ya dentro del pueblo, las callejuelas; cuando entrábamos en la ancha plaza, oíamos unas canciones a media voz, melodiosas, dulces, cortadas de cuando en cuando por unas risas alocadas, argentinas. Pepita, Carmen, Lola -las hijas deSarrió- se paseaban por la plaza; con ellas estaban sus amigas; caminaban a menudos

25 pasos, lentas, de dos en dos, de tres en tres, cogidas por la cintura, con la cabeza suavemente echada hacia atrás. […]

Y pasaba el verano; en la huerta, los nogales, las higueras y los almendros dejaban caer sus hojas amarillas, que arrastraba el viento por los caminos; a veces, durante un día, durante dos, una lluvia menuda, persistente, monótona, ponía una

30 cortina gris en el horizonte. […] Y en este silencio, en esta monotonía abrumadora, unas notas lentas, lejanas, suaves, amorosas, de un piano, venían a acariciar nuestro espíritu

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y lo llevaban y traían por las regiones del ensueño. Este piano lo tocaba Pepita; Pepita era la mayor de las hijas de Sarrió.

Ya os he hablado de ellas este verano. Cuando yo estuvo en casa de Sarrió, yo 35 supe que Carmen se había casado, que Lola se había casado también y que Pepita había

muerto. Pepita, en los días de otoño, cuando las hojas caen, cuando el cielo está ceniciento, tocaba en el piano La prière des bardes o La marcha fúnebre de una muñeca o la sinfonía de El Barbero. ¿Qué afinidad profunda, secreta, había entre esta muchacha blanca, rubia, de ojos azules, pensativos, y estas notas tristes del piano, y estos días

40 melancólicos de otoño? Yo ya no verá más a Pepita. Todo pasa; los seres queridos desaparecen de nuestro lado; una estela de amor y de melancolía queda en nuestro espíritu.

[1. mosca: perilla, barba pequeña. 2. tablares: faja de tierra labrada]

APROVECHEMOS EL TEXTO para comentar

1. una característica temática de la obra de Azorín.

2. Ahora, que la característica sea formal (no olvides citar las palabras de Azorín).

El paisaje de España visto por los españoles

Castilla... ¡Qué profunda, sincera, emoción experimentamos al escribir esta palabra! La escribimos después de un largo período, motivado por una enfermedad, en que no hemos puesto la pluma sobre el papel. A Castilla, nuestra Castilla, la ha hecho la literatura1. La Castilla literaria es distinta -acaso mucho más lata2- de la expresión

5 geográfica de Castilla. Ahora, cuando después de tanto tiempo volvemos a escribir, al trazar el nombre de Castilla, se nos aparecen en las mentes cien imágenes diversas y dilectas3, de pueblecitos, caminos, ríos, yermos desamparados y montañas. ¿Qué es Castilla? ¿Qué nos dice Castilla? Castilla: una larga tapia blanca en los aledaños4 del pueblo forma el corral de un viejo caserón; hay una puerta desmesurada. ¿Va a salir por

10 ella un caballero amojamado5, alto, con barbita puntiaguda y ojos hundidos y ensoñadores? Los sembrados se extienden verdes hacia lo lejos y se pierden en el horizonte azul. Canta una alondra; baja su canto hasta el caballero, y es como el himno -¡tan sutil!- del amor y de lo fugaz. Castilla: el cuartito en que murió Quevedo, allá en Villanueva de los Infantes; una vieja, vestida de negro, nos lo enseña y suspira.

15 Pensamos si suspira todavía. […] ¿Qué hombre estará sentado en esta piedra, aspirando la paz y la luminosidad de la mañana, dentro de trescientos años? Castilla: en una noche estrellada, pasos sonoros en una callejuela; una celosía6 allá en lo alto; el tañer de una campanita argentina, y luego, en el silencio profundo, la melodía apagada de un órgano y como un rumoreo de abejas que zumban suavemente, a intervalos. En la

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20 bóveda inmensa y fosca, eternas, inextinguibles, relumbran las misteriosas luminarias7. A nuestra mente acuden los versos ardorosos de fray Luis de León, y ¡cuántas cosas, cuántas cosas, dulces y torturadoras a un tiempo mismo, sentimos en este momento supremo!

[1. Como se ve, Azorín plantea aquí su conciencia del papel de los escritores de su generación en el establecimiento de una imagen estética y espiritual de Castilla. 2. más extensa, más amplia. 3. amadas. 4. tierras colindantes, vecinas. 5. seco. 6. enrejado de listoncillos de madera o metal que se coloca en las ventanas para que las personas que están en el interior del edificio vean sin ser vistas. 7. luz que arde continuamente en las iglesias, especialmente ante el Santísimo Sacramento]

Al margen de los clásicos

Jorge Manrique

Jorge Manrique... ¿Cómo era Jorge Manrique? Jorge Manrique es una cosa etérea, sutil, frágil, quebradiza. Jorge Manrique es un escalofrío ligero que nos sobrecoge un momento y nos hace pensar. Jorge Manrique es una ráfaga que lleva nuestro espíritu allá hacia una lontananza1 ideal. La crítica no puede apoyar mucho sobre una de estas

5 figuras; se nos antoja que examinarlas, descomponerlas, escrutarlas, es hacerlas2 perder su encanto. ¿Cómo podremos expresar la impresión que nos produce el son remoto de un piano en que se toca un nocturno de Chopin, o la de una rosa que comienza a ajarse3, o la de las finas ropas de una mujer a quien hemos amado y que ha desaparecido hace tiempo, para siempre?

10 La mujer que vestía estas ropas, que acabamos de sacar de un armario, ha iluminado antaño nuestra vida. Con ella se fue nuestra juventud. Ni esa mujer ni nuestra juventud volverán más. Todos aquellos momentos, tan deliciosos de nuestra vida, ¿qué fueron sino rocíos de los prados?...

[1. lejanía. 2. Efectivamente, encontramos aquí un laísmo, rasgo propio del castellano de Madrid, y algunas zonas de Castilla León. 3. perder la frescura, la lozanía, deteriorarse]

POR CIERTO...

1. Las referencias a la obra de Manrique no se limitan a citar el verso con que se cierra el texto. Comenta alguna más.

5.3. Pío Baroja (1872-1956)

Poco después de presentar su tesis, titulada El dolor. Estudio psico-físico (1896), y sin haber casi ejercido, Baroja abandonó la medicina para dedicarse al periodismo y a la literatura.

De carácter crítico, crispado y sincero, siempre manifestó su disgusto ante la política, la moral y la injusticia social. Interesado por la vida de los humildes, los asociales y los marginados, era un intelectual que despreciaba el intelectualismo y admiraba los caracteres activos, enérgicos y vitalistas. Su evolución ideológica mantuvo siempre una visión pesimista y amarga.

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Baroja escribió numerosas novelas y también cuentos, memorias y algunos ensayos. Pero, sin duda, destaca como el novelista más importante de su tiempo, especialmente brillante en el retrato de personajes, en la descripción de ambientes y en los diálogos.

Según Baroja, la vida es superior a la literatura, y por eso esta debe supeditarse a la vida y reflejarla de la forma más clara y directa posible.

Los personajes barojianos son, o bien hombres de acción que luchan por escapar de la mediocridad cotidiana; o bien personajes desorientados y abúlicos, incapaces de actuar. En general, unos y otros acaban fracasando.

Predominan los ambientes suburbiales, la vida de los humildes y sus problemas sociales, políticos y económicos.

El estilo barojiano se caracteriza por la sencillez; recoge la lengua viva y emplea un lenguaje antirretórico, con el que consigue una narración rápida, unas descripciones expresivas, como un diálogo verosímil y vivo.

Algunas de las mejores novelas de Baroja son La busca, Zalacaín el aventurero y El árbol de la ciencia, esta última interesante por las inquietudes existenciales del protagonista, álter ego del autor.

En 2006 se publicó Miserias de la guerra, escrita entre 1949 y 1951, censurada y finalmente prohibida: protagonizada por Evans, agregado a la

embajada inglesa en Madrid, narra los antecedentes y los primeros meses de la guerra civil española.

Memorias de un hombre de acción

-Vuelva usted dentro de quince días.Volví, y el señor viejo me dio una nota que ponía: “Aviraneta, Eugenio, Archivo

Clases Pasivas”.Marché a este Archivo y empezaron las dificultades.

5 El archivero me advirtió que no se podían ver los legajos1. Yo le expliqué que no se trataba de obtener ninguna pensión, sino de un estudio histórico. El archivero hizo como que me oía y me dijo que volviera al cabo de quince días.

Volví, y el archivero no estaba; no había más que un mozo.Expliqué al mozo lo que me había prometido el archivero. El mozo sacó un

10 cuaderno me preguntó:-¿En qué fecha murió este señor?-No sé a punto fijo; es lo que busco.-¿Cómo se llamaba?-Aviraneta e Ibargoyen, Eugenio.

15 El mozo repasó el cuaderno muy serio y me dijo:-No está.-¿Usted quiere dejarme ver el cuaderno? -le pregunté.-Véalo usted si quiere. Es inútil. No está.Cogí el cuaderno, y en la primera página, el primer nombre ponía: Eugenio de

20 Aviraneta e Ibargoyen.-Pues está aquí -le dije al mozo.-Aviraneta..., Aviraneta. Usted no me lo ha dicho así.-Quizá me haya equivocado -dije, y pensé entre mí: “¡Con qué gusto le pegaría

un puntapié a este imbécil!”-. Vamos a ver dónde está.25 -Armario tantos..., estante tantos..., número de legajos tantos... -leyó el mozo.

Marchó después; cogió un legajo; lo miré yo, no había nada de Aviraneta.-¿No nos habremos equivocado de número? -pregunté yo, ya escamado, y fui a

ver el catálogo.Efectivamente, el mozo se había equivocado de número, y en otro legajo estaba

30 la hoja de servicios de Aviraneta.-Déjeme usted leerla.-No, no -me dijo el mozo-. Pida usted permiso al jefe.

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Fui a ver al jefe. Me escuchó como escuchan los empleados españoles, mirando a otra parte, y me dijo que esperara.

35 Esperé en una oficina.¡Y pensar que algunos se asombran de que hayamos perdido las Colonias! Lo

que a mí me asombra es cómo no hayamos perdido, con esta burocracia, hasta los pantalones.

Por fin me dejaron tomar unos apuntes, atropelladamente.

[1. legajo: Atado de papeles, o conjunto de los que están reunidos por tratar de una misma materia.]

La busca (I)

Manuel y Roberto bajaron por el paseo de los Pontones y siguieron en dirección del puente de Toledo. El estudiante no dijo nada, y Manuel quiso preguntarle.

El día estaba seco, polvoriento. El viento sur, sofocante, echaba bocanadas de calor y de arena; algunos relámpagos iluminaban las nubes; se oía el sonar lejano de los

5 truenos; el campo amarilleaba cubierto de polvo.Por el puente de Toledo pasaba una procesión de mendigos y mendigas, a cuál

más desastrados y sucios. Salía gente, para formar aquella procesión del harapo, de las Cambroneras y de las Injurias; llegaban del paseo Imperial y de los Ocho Hilos; y ya, en filas apretadas, entraban por el puente de Toledo y seguían por el camino alto de San

10 Isidro a detenerse ante una casa roja.Se acercaron los dos a la verja. Era aquello un cónclave1 de mendigos, un

conciliábulo2 de Corte de los Milagros3. Las mujeres ocupaban casi todo el patio; en un extremo, cerca de una capilla, se amontonaban los hombres; no se veían más que caras hinchadas, de estúpida apariencia, narices inflamadas y bocas torcidas; viejas gordas y

15 pesadas como ballenas melancólicas; vejezuelas esqueléticas de boca hundida y nariz de ave rapaz; mendigos vergonzantes con la barba verrugosa, llena de pelos y la mirada entre irónica y huraña4; mujeres jóvenes, flacas y extenuadas, desmelenadas y negras; y todas, viejas y jóvenes, envueltas en trajes raídos, remendados, zurcidos, vueltos a remendar hasta no dejar una pulgada sin un remiendo. Los mantones, verdes, de color

20 de aceituna, y el traje triste del ciudadano alternaban con los refajos5 de bayeta6, amarillos y rojos, de las campesinas.

Roberto paseó mirando con atención el interior del patio. Manuel le seguía indiferente.

Entre los mendigos, un gran número lo formaban los ciegos; había lisiados, cojos, 25 mancos; unos hieráticos7, silenciosos y graves; otros, movedizos. Se mezclaban las

anguarinas8 pardas con las americanas raídas y las blusas9 sucias. Algunos andrajosos llevaban a la espalda sacos y morrales10 negros; otros, enormes cachiporras11 en la mano; un negrazo, con la cara tatuada a rayas profundas, esclavo, sin duda, en otra época, envuelto en harapos, se apoyaba en la pared con una indiferencia digna; por

30 entre hombres y mujeres correteaban los chiquillos descalzos y los perros escuálidos; y todo aquel montón de mendigos, revuelto, agitado, palpitante, bullía como una gusanera12.

-Vamos -dijo Roberto-, no está aquí ninguna de las que busco. ¿Te has fijado? -añadió-. ¡Qué pocas caras humanas hay entre los hombres! En estos miserables no se

35 lee más que la suspicacia, la ruindad, la mala intención, como en los ricos no se advierte más que la solemnidad, la gravedad, la pedantería. Es curioso, ¿verdad? Todos los gatos tienen cara de gatos, todos los bueyes tienen cara de bueyes; en cambio, la mayoría de los hombres no tienen cara de hombres.

[1. Junta de los cardenales de la Iglesia católica, reunida para elegir Papa. 2. Junta o reunión para tratar de algo que se quiere mantener oculto. Esta palabra, de todas maneras, recuerda muchísimo otra: “concilio”, cuyo significado es “junta o congreso de los obispos y otros eclesiásticos de la Iglesia católica, o de parte de ella, para deliberar y decidir sobre las materias de dogmas y de disciplina”. Esta palabra y la anterior remiten irónica a ámbitos sagrados y poderosísimos. 3. La Corte de los Milagros era una zona del París medieval habitada por mendigos, ladrones y prostitutas. Se encontraba en el barrio del mercado de Les Halles. Recibió este nombre porque sus habitantes, por el día, pedían limosna fingiéndose ciegos o discapacitados pero de noche, ya en la Corte, recuperaban milagrosamente la salud. 4. Que huye y se esconde de las gentes. 5. En los pueblos, falda corta y vueluda, por lo general de bayeta o paño, que usan las mujeres encima de las enaguas. En las ciudades, falda interior que usaba la mujer para abrigo. 6. Tela de lana, floja y poco tupida. 7. Dicho de un estilo o de un ademán: Que tiene o afecta solemnidad extrema, aunque

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sea en cosas no sagradas. 8. Gabán rústico de paño burdo y sin mangas, que se pone sobre las demás prendas para protegerse del frío y de la lluvia. 9. Prenda de trabajo holgada y con mangas, generalmente de lienzo, que cubre el torso y suele llegar a media pierna. 10. Saco que usan los cazadores, soldados y viandantes, colgado por lo común a la espalda, para echar la caza, llevar provisiones o transportar alguna ropa. 11. Palo enterizo que termina en una bola o cabeza abultada. 12. Zanja que se abría y se llenaba con paja y basura para facilitar la producción de gusanos y larvas que sirvieran de alimento a las gallinas]

Y YA QUE HEMOS LEÍDO EL TEXTO...

1. Comenta una característica temática de la obra de Baroja que hayamos estudiado y que halles presente en el fragmento de La busca.

La busca ( y II)Por defender a un chiquillo herido, Manuel, se enzarza en una violenta pelea con uno de los golfos que pasan

la noche al calor de unas calderas de asfalto que servirían para asfaltar un trozo de la Puerta del Sol. Se agolpan los transeúntes curiosos, como si se tratara de un espectáculo. Manuel se deshace de su contrincante y, burlándose de la gente, vuelve a recostarse junto a su caldera.

Poco después el grupo de curiosos se había dispersado; no quedaban más que un municipal y un señor viejo, que hablaba de los golfos en tono de lástima.

El señor se lamentaba del abandono en que se les dejaba a los chicos, y decía que en otros países se creaban escuelas y asilos y mil cosas. El municipal movía la

5 cabeza en señal de duda. Al último resumió la conversación, diciendo con tono tranquilo de gallego.

-Créame usted a mí: éstos ya no son buenos.Manuel, al oír aquello, se estremeció; se levantó del suelo en donde estaba, salió

de la Puerta del Sol y se puso a andar sin dirección ni rumbo.10 «¡Éstos ya no son buenos!» La frase le había producido impresión profunda. ¿Por

qué no era bueno él? ¿Por qué? Examinó su vida. Él no era malo, no había hecho daño a nadie. Odiaba al Carnicerín porque le arrebataba su dicha, le imposibilitaba vivir en el rincón donde únicamente encontró algún cariño y alguna protección. Después, contradiciéndose, pensó que quizá era malo y, en ese caso, no tenía más remedio que

15 corregirse y hacerse mejor. [...]La noche le pareció interminable: dio vueltas y más vueltas; apagaron la luz

eléctrica, los tranvías cesaron de pasar, la plaza quedó a oscuras. Entre la calle de la Montera y la de Alcalá iban y venían delante de un café, con las ventanas iluminadas, mujeres de trajes claros y pañuelos de crespón, cantando, parando a los noctámbulos:

20 unos cuantos chulos, agazapados tras de los faroles, las vigilaban y charlaban con ellas, dándoles órdenes...

Luego fueron desfilando busconas, chulos y celestinas. Todo el Madrid parásito, holgazán, alegre, abandonaba en aquellas horas las tabernas, los garitos, las casas de juego, las madrigueras y los refugios del vicio, y por en medio de la miseria que

25 palpitaba en las calles, pasaban los trasnochadores con el cigarro encendido, hablando, riendo, bromeando con las busconas, indiferentes a las agonías de tanto miserable desharrapado, sin pan y sin techo, que se refugiaba temblando de frío en los quicios de las puertas.

Quedaban algunas viejas busconas en las esquinas, envueltas en el mantón, 30 fumando...

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Tardó mucho en aclarar el cielo; aun de noche se armaron puestos de café; los cocheros y los golfos se acercaron a tomar su vaso o su copa. Se apagaron los faroles de gas.

Danzaban las claridades de las linternas de los serenos en el suelo gris, 35 alumbrado vagamente por el pálido claror del alba, y las siluetas negras de los traperos

se detenían en los montones de basura, encorvándose para escarbar en ellos. Todavía algún trasnochador pálido, con el cuello del gabán levantado, se deslizaba siniestro como un búho ante la luz, y mientras tanto comenzaban a pasar obreros... El Madrid trabajador y honrado se preparaba para su ruda faena diaria.

40 Aquella transición del bullicio febril de la noche a la actividad serena y tranquila de la mañana hizo pensar a Manuel largamente. Comprendía que eran las de los noctámbulos y las de los trabajadores vidas paralelas que no llegaban ni un momento a encontrarse. Para los unos, el placer, el vicio, y la noche; para los otros, el trabajo, la fatiga, el sol. Y pensaba también que él debía de ser de éstos, de los que trabajan al sol,

45 no de los que buscan el placer en la sombra.

NO DEJEMOS A BAROJA SIN ANTES...

1. localizar y comentar un rasgo estilístico que caracterice su obra y que encuentres claramente reflejado en alguno de los textos que de este autor hemos leído.

Entre 1910 y 1936 se produce el relevo del Modernismo. En este período se suceden y coexisten el novecentismo, las vanguardias y la Generación del 27, que coinciden en su afán de modernizar el pensamiento y el arte.

2. EL NOVECENTISMO

Conocido también como Generación del 14, surge a partir del rechazo hacia el tono visceral y subjetivo del arte del siglo XIX manifestado por un grupo de jóvenes intelectuales liberales, sobre todo ensayistas. El auge de esta tendencia intelectual y artística se produjo en la década de 1920 y declinó en la de 1930, cuando las circunstancias históricas exigieron una actitud más comprometida.

Conceptos que definen el novecentismo son . rigor intelectual.. vinculación a la cultura europea.. presencia en la vida cultural y política, aprovechando los resortes del poder (prensa,

instituciones...).. preferencia por la cultura urbana y universalista (en oposición a los localismos

casticistas).. admiración de la obra bien hecha, que lleva a una intensa preocupación formal, que

huye de lo fácil y descuidado y tiende a un lenguaje minoritario.. el arte puro, alejado del sentimentalismo y del realismo. Se defiende el distancia-

miento entre el arte y la vida, la deshumanización del arte.

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Durante el siglo XIX los artistas han procedido demasiado impuramente. Reducían a un mínimum los elementos estrictamente estéticos y hacían consistir la obra, casi por entero, en la ficción de realidades humanas. […] Romanticismo y naturalismo, vistos desde la altura de hoy, se aproximan y descubren su común raíz

5 realista.Productos de esta naturaleza solo parcialmente son obras de arte, objetos

artísticos. Para gozar de ellos no hace falta ese poder de acomodación a lo virtual y transparente que constituye la sensibilidad artística. Basta con poseer sensibilidad humana y dejar que en uno repercutan las angustias y alegrías del prójimo. Se

10 comprende, pues, que el arte del siglo XIX haya sido tan popular: está hecho para la masa diferenciada en la proporción en que no es arte, sino extracto de vida. Recuérdese que en todas las épocas que han tenido dos tipos diferentes de arte, uno para minorías y otro para la mayoría, este último fue siempre realista.

No discutamos ahora si es posible este arte puro. Tal vez no lo sea; pero las 15 razones que nos conducen a esta negación son un poco largas y difíciles. Más vale,

pues, dejar intacto el tema. Además, no importa mayormente para lo que ahora hablamos. Aunque sea imposible un arte puro, no hay duda alguna de que cabe una tendencia a la purificación del arte. Esta tendencia llevará a una eliminación progresiva de los elementos humanos, demasiado humanos, que dominan en la producción

20 romántica y naturalista. Y en este proceso se llegará a un punto en que el contenido humano de la obra sea tan escaso que casi no se le vea. Entonces tendremos un objeto que sólo puede ser percibido por quien posea ese don peculiar de la sensibilidad artística. Sería un arte para artistas, y no para la masa de los hombres, será un arte de casta, y no demótico.

25 He aquí por qué el artista nuevo divide al público en dos clases de individuos: los que lo entienden y los que no lo entienden; esto es, los artistas y los que no lo son. El arte nuevo es un arte artístico.

La deshumanización del arte, José Ortega y Gasset

Ensayistas como el mismo Ortega y Gasset o Eugenio d'Ors, y novelistas como Gabriel Miró o Ramón Pérez de Ayala abrieron nuevos caminos dentro de la literatura novecentista. La lírica fue el género en que el arte puro defendido por los jóvenes artistas pudo dar sus pasos más seguros.

Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

Ejemplo extremo de poeta consagrado por entero a su obra y de creador con una agudísima exigencia estética, su magisterio, ya enorme durante su vida, llega hasta nuestros días y fue unánimemente reivindicado por parte de los autores de la Generación del 27. [Antología – p. 253 a 260]

Para Juan Ramón, Poesía es Belleza, pero también un modo de conocimiento que permite ahondar en la esencia de las realidades, en su verdad más profunda. Es, en fin, expresión de un anhelo de eternidad, concebida como posesión inacabable de la Belleza y la Verdad.

¡Intelijencia, dame el nombreesacto de las cosas!Que mi palabra seala cosa misma,

5 creada por mi alma nuevamente. Que por mí vayan todos,los que no las conocen, a las cosas;que por mí vayan todoslos que ya las olvidan, a las cosas;

10 Que por mí vayan todoslos mismos que las aman, a las cosas...¡Intelijencia, dameel nombre esacto, y tuyo,y suyo, y mío, de las cosas!

Eternidades (1918)

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La trayectoria de su obra, que representará la definitiva superación del Modernismo hacia nuevos horizontes, pasa por las siguientes etapas:

1.- Poesía “pura, vestida de inocencia”, con la influencia de Bécquer. Os ofrecemos un ejemplo de Arias tristes (1903):

Entre el velo de la lluvia La campiña se ha quedadoque pone gris el paisaje, 10 fría y sola con sus árboles;pasan las vacas, volviendo por las perdidas veredasde la dulzura del valle. hoy no volverá ya nadie.

5 Las tristes esquilas suenan Voy a cerrar mi ventanaalejadas, y la tarde porque si pierdo en el valleva cayendo tristemente 15 mi corazón, quizás quierasin estrellas ni cantares. morirse con el paisaje.

2.- Poesía modernista, de tipo intimista, mucho menos estridente que la de Rubén Darío. De esta etapa es también el maravilloso libro de prosa poética Platero y yo (1914).

Como muestras, aquí tenéis unos cuantos poemas bien diferentes entre ellos:

Viene una esencia triste de jazmines con lunay el llanto de una música romántica y lejana...de las estrellas baja, dolientemente, unabrisa con los colores nuevos de la manaña...

5 Espectral, amarillo, doloroso y fragante,por la niebla de la avenida voy perdido,mustio de la armonía, roto de lo distante,muerto entre los rosales pálidos del olvido...

Y aun la luna platea las frondas de tibieza10 cuando ya el día rosa viene por los jardines,

anegando en sus lumbres esta vaga tristezacon música, con llanto, con brisa y con jazmines...

La soledad sonora (1911)

APROVECHEMOS EL TEXTO PARA...

1. Recordar dos características formales del Modernismo: la métrica y el uso de la sinestesia.

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EL VIAJE DEFINITIVO

...Y yo me iré. Y se quedarán los pájaroscantando;y se quedará mi huerto, con su verde árbol,y con su pozo blanco.

5 Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;y tocarán, como esta tarde están tocando,las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;y el pueblo se hará nuevo cada año;

10 y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,mi espíritu errará, nostáljico...

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbolverde, sin pozo blanco,sin cielo azul y plácido...

15 Y se quedarán los pájaros cantando. Poemas agrestes (1910-1911)

AGLAE -¡Qué reguapo estás hoy, Platero! Ven aquí.. ¡Buen jaleo te ha dado esta mañana la Macaria! Todo lo que es blanco y todo lo que es negro en ti luce y resalta como el día y como la noche después de la lluvia. ¡Qué guapo estás, Platero!

Platero, avergonzado un poco de verse así, viene a mí, lento, mojado aún de su 5 baño, tan limpio que parece una muchacha desnuda. La cara se le ha aclarado, igual

que un alba, y en ella sus ojos grandes destellan vivos, como si la más joven de las Gracias les hubiera prestado ardor y brillantez.

Se lo digo, y en un súbito entusiasmo fraternal, le cojo la cabeza, se la revuelvo en cariñoso apretón, le hago cosquillas... Él, bajos los ojos, se defiende blandamente

10 con las orejas, sin irse, o se liberta, en breve correr, para pararse de nuevo en seco, como un perrillo juguetón.

-¡Qué guapo estás, hombre!—le repito. Y Platero, lo mismo que un niño pobre que estrenara un traje, corre tímido, hablándome, mirándome en su huida con el regocijo de las orejas, y se queda haciendo

15 que come unas campanillas coloradas, en la puerta de la cuadra.

[Aglae: una de las tres Gracias]

MELANCOLÍA Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos. Cantaban los chamarices allá arriba, en la cúpula verde, toda pintada de cenit azul, y

5 su trino menudo, florido y reidor, se iba en el aire de oro de la tarde tibia, como un claro sueño de amor nuevo. Los niños, así que iban llegando, dejaban de gritar. Quietos y serios, sus ojos brillantes en mis ojos, me llenaban de preguntas ansiosas. —¡Platero amigo!—le dije yo a la tierra— ; si, como pienso, estás ahora en un prado

10 del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás, quizá, olvidado? Platero, dime: ¿te acuerdas aún de mí? Y, cual contestando a mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto, revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio...

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3. Poesía desnuda o pura, en la que desaparecen las características modernistas para dar paso a la concentración conceptual y emotiva.

Cuatro poemas pueden ilustrar claramente esta poesía nueva, personalísima:

a. Versos de Diario de un poeta recién casado (1916), en que evoca a Zenobia, lejana en el espacio, pero cerca ya del alma, con la que se va a reunir para casarse:

¡Qué cerca ya del almalo que está tan inmensamente lejosde las manos aún!

Como una luz de estrella,5 como una voz sin nombre

traída por el sueño, como el pasode algún corcel remotoque oímos, anhelantes,el oído en la tierra;

10 como el mar en teléfono...

Y se hace la vidapor dentro, con la luz inextinguiblede un día deleitosoque brilla en otra parte.

15 ¡Oh, qué dulce, qué dulceverdad sin realidad aún, qué dulce!

Madrid 17 de enero de 1916

b. De Eternidades (1918). Es una reflexión sobre su compleja personalidad, con su mejor y peor “yo”:

Yo no soy yo.Soy este

que va a mi lado sin yo verlo;que, a veces, voy a ver,y que, a veces, olvido.

5 El que calla, sereno, cuando hablo,el que perdona, dulce, cuando odio,el que pasea por donde no estoy,el que quedará en pie cuando yo muera.

c. De Piedra y cielo (1919). Desarrolla de forma muy personal la idea de que la belleza, más que en las cosas, está en la mirada y en la conciencia del hombre sensible:

¡No estás en ti, belleza innúmera,que con tu fin me tientas, infinita,a un sinfín de deleites!

¡Estás en mí, que te penetro5 hasta el fondo, anhelando, cada instante,

traspasar los nadires más ocultos! nadir: punto de la esfera celeste diametralmente opuesto al cenit.

¡Estás en mí, que tengoen mi pecho la auroray en mi espalda el poniente

10 -quemándome, trasparentándomeen una sola llama-, estás en mí, que te entroen tu cuerpo y mi almainsaciable y eterna!

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d. Del libro Poesía (1923), espléndida proclamación del ideal de pureza, de belleza y de elevación que rigió su vida y su creación poética:

¡Esta es mi vida, la de arriba,la de la pura brisa,la del pájaro último,la de las cimas de oro de lo oscuro!

5 ¡Esta es mi libertad, oler la rosa,cortar el agua fría con mi mano loca,desnudar la arboleda,cogerle al sol su luz eterna!

4. Posterior a 1936, su poesía se vuelve cada vez más acendrada y profunda, desembocando en cierto misticismo, en un diálogo con un dios que él, Juan Ramón, identifica con la Naturaleza o la Belleza absoluta.

3. LAS VANGUARDIASEn conjunto, en el vanguardismo español se distinguen dos períodos:

3.1. Nacimiento y auge del vanguardismo (1908-1925). Las primeras manifestaciones vanguardistas aparecieron con R. Gómez de la Serna, en 1908. Diez años después, proliferaron los ismos, los manifiestos y las revistas efímeras. Ultraísmo y creacionismo recogieron el tono lúdico y vital de los dadaístas, así como la adoración por las máquinas y la velocidad de los futuristas. El arte deshumanizado es el más valorado en esta primera etapa.

Los que suscriben, jóvenes que comienzan a realizar su obra, y que por eso creen tener un valor pleno, de afirmación futura, de acuerdo con la orientación señalada por Cansinos Assens en la interviú que en diciembre último con él tuvo X. Bóveda en El Parlamentario, necesitan declarar su voluntad de un arte nuevo que supla la última evolución literaria: el novecentismo.

Respetando la obra realizada por las grandes figuras de este movimiento, se sienten con anhelos de rebasar la meta alcanzada por estos primogénitos, y proclaman la necesidad de un ultraísmo, para el que invocan la colaboración de toda la juventud literaria española. Para esta obra de renovación literaria reclaman, además, la atención de la prensa y de las revistas de arte.

Nuestra literatura debe renovarse; debe lograr su ultra como hoy pretenden lograrlo nuestro pensamiento científico y político. Nuestro lema será ultra y en nuestro credo cabrán todas las tendencias, sin distinción, con tal que expresen un anhelo nuevo. Más tarde estas tendencias lograrán su núcleo y se definirán. Por el momento, creemos suficiente lanzar este grito de renovación y anunciar la publicación de una revista, que llevará este título de Ultra, y en la que sólo lo nuevo hallará acogida. Jóvenes, rompamos por una vez nuestro retraimiento y afirmemos nuestra voluntad de superar a los precursores.

Manifiesto ultraísta (25-1-1919)

3.2. Surrealismo y rehumanización (1926-1936). La influencia surrealista inició la rehumanización, pues acoge las emociones, la angustia y la rebeldía ante la sociedad moderna. Fue el movimiento más fructífero y el más influyente en la Generación del 27. Su huella se refleja en la libertad imaginativa y formal y, sobre todo, en las nuevas imágenes irracionales, asociaciones sin significado lógico, pero de enorme carga emotiva.

Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna.

Apollinaire, 1917

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Ramón Gómez de la Serna (1888-1963)

Inquieto y provocador, fue figura clave del vanguardismo en España. Escribió novelas, cuentos y teatro vanguardistas, pero lo más interesante tal vez sean sus Greguerías. Son breves e ingeniosas asociaciones innovadoras (“la greguería no debe parecerse a nada de lo ya dicho y no debe haber en ella sentimentalismo”). Estas combinaciones de “humorismo + metáfora” responden a la revalorización de esta figura retórica e influirán en las metáforas de los poetas del 27; por ejemplo, Salinas convierte una bombilla en “musa dócil del poeta, artificial princesa, amada eléctrica en su claro castillo de cristal”.

Casi al azar, hemos escogido algunas greguerías:

-Al caer la estrella se le corre un punto a la media de la noche.-Los tornillos son clavos peinados con raya en medio.-Cuando el armario está abierto parece que toda la casa bosteza.-Abrir un paraguas es como disparar contra la lluvia.-Sobre las hojas grises de los olivos gravita aún el polvo que levantaron los carros romanos y las diligencias.-La T es el martillo del abecedario. -El bebé se saluda a sí mismo dando la mano a su pie. -El Pensador de Rodin es un ajedrecista al que le han quitado la mesa. -Roncar es tomar ruidosamente sopa de sueño. -Hay unas beatas que rezan como los conejos comen hierba.-El péndulo del reloj acuna las horas.-El hielo se derrite porque llora de frío. -El agua se suelta el pelo en las cascadas.

4. LA GENERACIÓN DEL 27Con este término nos referimos a un grupo de poetas que empezaron su obra en la

década de 1920, coincidiendo con las vanguardias. A pesar de la fuerte personalidad de cada escritor, son fundamentales los rasgos comunes, tanto biográficos, ideológicos como estéticos:

1. Síntesis de elementos hasta ese momento enfrenados: tradición + innovación y popular + culto. Asimilan, cada uno en mayor o menor grado, influencias de la literatura tanto popular como culta, tanto española como europea, tanto contemporánea como clásica.

2. Admiración por la obra de Góngora, maestro del uso de la metáfora (el término Gen. del 27 proviene de su participación en los actos culturales que se celebraron en Sevilla para conmemorar el tercer centenario de la muerte del maestro).

3. Se declaran, de manera unánime, discípulos de Juan Ramón Jiménez y Ortega y Gasset.

4. De gran cultura literaria y curiosidad intelectual, en conjunto mantuvieron actitudes liberales en política.

4.1. TRAYECTORIA LITERARIAVistos en conjunto, los poetas de la Generación del 27, condicionados por los

acontecimientos socio-políticos, pasan por tres períodos:

• Hasta 1927. Se impone el ideal de poesía pura de Juan Ramón Jiménez y la influencia vanguardista. Es el momento del arte deshumanizado, que coexiste con la poesía neopopular de Lorca, Alberti o Gerardo Diego.

• 1928-Guerra Civil. Con la influencia surrealista, comienza la rehumanización de la lírica, que expresa la angustia, la rebeldía del poeta y los problemas sociales. En los años de la Segunda República y la Guerra Civil, la poesía social alcanza su auge con Alberti o Miguel Hernández.

• Tras la Guerra Civil. Puede considerarse deshecho el grupo, aunque mantuvieron al amistad y crearon obras importantes.

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4.2. APORTACIONES POÉTICAS DE LA GENERACIÓN DEL 27

. La imagen, por influencia de Góngora y de las vanguardias, se convierte en la base expresiva de la poesía. Como los vanguardistas, crean imágenes irracionales, en las que no existe relación lógica entre el término real y el poético:

“Ninfas mecánicas de la vida moderna. Paralelos tubos son tus cuerpos, / nueva criatura, deliciosa hija del agua, / sirena callada de los inviernos.” (radiador) Pedro Salinas“Yo, poeta sin brazos, perdidoentre la multitud que vomita,sin caballo efusivo que cortelos espesos musgos de mis sienes” (Lorca)

. En la métrica, quedan definitivamente incorporados el verso libre y el versículo, cuyo precedente en solitario había sido Juan Ramón. También combinan las estrofas tradicionales con un lenguaje moderno.

Estudiaremos, a continuación, a algunos de los componentes de la Generación del 27, un grupo que aglutinó una cantidad y calidad de buenos poetas como no se había dado desde el siglo de Oro. Elegimos, pues, a los principales y los comentamos, acompañados de una muestra de su poesía (y alguna actividad complementaria).

4.3. Pedro Salinas (1891-1951)

Profesor de literatura, la Guerra Civil lo sorprendió trabajando en los Estados Unidos. Allí permaneció hasta su muerte. [Antología – p. 260-266]

Salinas escribió una poesía intelectual, concebida como un diálogo que el poeta entabla con el mundo o con la amada. Este diálogo le permite acceder a la esencia de las cosas, más allá de los accidentes externos.

Su estilo es antirretórico; emplea un lenguaje familiar y cotidiano, imágenes sencillas y ritmos ligeros, con versos cortos, sin rima o asonantados.

Respecto a la trayectoria de su obra, coincide con la del grupo: primera etapa, vanguardista (Presagios); segunda etapa, humanizada, en que el amor da sentido al mundo (La voz a ti debida); tercera, ya en el exilio.

Para vivir no quieroislas, palacios, torres.¡Qué alegría más alta:vivir en los pronombres!

5 Quítate ya los trajes,las señas, los retratos;yo no te quiero así,disfrazada de otra,hija siempre de algo.

10 Te quiero pura, libre,irreductible: tú.

Sé que cuando te llameentre todas las gentesdel mundo,

15 solo tú serás tú.Y cuando me preguntesquién es el que te llama,el que te quiere suya,enterraré los nombres,

20 los rótulos, la historia.

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Iré rompiendo todolo que encima me echarondesde antes de nacer.

Y vuelto ya al anónimo25 eterno del desnudo,

de la piedra, del mundo,te diré:«Yo te quiero, soy yo».

La voz a ti debida

AHORA...Comprueba, utilizando este poema, la corrección de las afirmaciones que sobre su obra acabamos de hacer (tanto respecto al fondo como a la forma).

Yo no puedo darte más.No soy más que lo que soy.

¡Ay, cómo quisiera serarena, sol, en estío!

5 Que te tendiesesdescansada a descansar.Que me dejarastu cuerpo al marcharte, huellatierna, tibia, inolvidable.

10 Y que contigo se fuesesobre ti, mi beso lento:color,desde la nuca al talón,moreno.

15 ¡Ay, cómo quisiera servidrio, o estofa1 o madera que conserva su coloraquí, su perfume aquí,y nació a tres mil kilómetros!

20 Serla materia que te gusta,que tocas todos los díasy que ves ya sin mirara tu alrededor, las cosas

25 -collar, frasco, seda antigua-que cuando tú echas de menospreguntas: "¡Ay!, ¿dónde está?"

¡Y, ay, cómo quisiera seruna alegría entre todas,

30 una sola, la alegríacon que te alegraras tú!Un amor, un amor solo:el amor del que tú te enamorases.

Pero35 no soy más que lo que soy.

1. estofa: tela o tejido de labores, por lo común de seda.

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4.4. Jorge Guillén (1893-1984)

He sufrido. No importa.Ni amargura ni queja.Entre salud y amorGire y zumbe el planeta.

Como Salinas, profesor universitario de literatura; también como él, sufrió un largo exilio. Ambos publicaron numerosos ensayos sobre literatura. [Antología – p. 267-275]

Con un estilo muy elaborado, denso, Guillén escribe una poesía deshumanizada e intelectual, en que se presenta la realidad y las emociones de forma estilizada. El mismo autor englobó su producción en tres bloques, que corresponden a tres etapas, a los que da el nombre de

. Cántico. Recoge poemas escritos desde 1928 a 1950, con una unidad de estilo y de temas sorprendente. En ellos se muestra una actitud vital y optimista, el gozo de observar el mundo y de sentirse vivo: Ser nada más. Y basta / es la absoluta dicha... El mundo está bien hecho.

. Clamor. En él aparece la protesta contra el caos y la destrucción: la guerra, el dolor, la amenaza atómica..., con un lenguaje más coloquial.

. Homenaje. Atenúa el tono pesimista: habla de lecturas y escritores, de ciudades de la amistad...

LAS DOCE EN EL RELOJ

Dije: ¡Todo ya pleno!Un álamo vibró.Las hojas plateadasSonaron con amor.

5 Los verdes eran grises,El amor era sol.Entonces, mediodía,Un pájaro sumióSu cantar en el viento

10 Con tal adoración

Que se sintió cantadaBajo el viento la florCrecida entre las mieses,Más altas. Era yo,

15 Centro en aquel instanteDe tanto alrededor,Quien lo veía todoCompleto para un dios.Dije: Todo, completo.

20 ¡Las doce en el reloj!Cántico

LOS INTRANQUILOS

Somos los hombres intranquilos1

En sociedad.Ganamos, gozamos, volamos.

!Qué malestar!

5 El mañana asoma entre nubesDe un cielo turbio

Con alas de arcángeles-átomosComo un anuncio.

Estamos siempre a la merced10 De una cruzada.

Por nuestras venas corre sedDe catarata2.

Así vivimos sin saberSi el aire es nuestro.

15 Quizá muramos en la calle,Quizá en el lecho.

Somos entre tanto felices.Seven o’clock3.

Todo es bar y delicia oscura.20 ¡Televisión!

Maremágnum

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EL VENCEDOR

No más desgana displicente1. Que el maravilloso deseoTe impulse por la gran pendienteDonde triunfarás como Anteo2

5 No hay contacto que desaliente.

Alegría del sol hermana¿Ya nunca se despertará?¿Hoy no vale más que mañana?¿Acá no puede más que allá?

10 Tú vences si el deseo gana. Homenaje

[1.displicente: desdeñoso, descontentadizo, desabrido o de mal humor. 2. Anteo: personaje mitológico griego, era un gigante y un gran luchador, invencible en tanto mantenía contacto con la Tierra, su madre. Si era derribado se levantaba del suelo con renovado vigor. Para poder matar a Anteo, Hércules tuvo que estrangularlo sosteniéndolo en el aire.]

AHORA...Comprueba, utilizando estos poemas, la corrección de las afirmaciones que sobre su obra acabamos de hacer (tanto respecto al fondo como a la forma).

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4.5. Gerardo Diego (1896-1987)

Bien tempranamente vinculado a las vanguardias, colaboró activamente en el ambiente literario de su generación, especialmente con su Antología de la poesía contemporánea (1932), que se convirtió casi en un manifiesto de la nueva poesía. En los años de posguerra, mantuvo una intensa actividad periodística y crítica. [Antología – p. 276-280]

Tal vez lo más característico de Gerardo Diego sea la maestría con que cultiva los estilos más variados, tanto el vanguardista (Manual de espumas), como el clásico (Alondra de verdad), como el culto (Zeda), como el popular (Soria); tanto las formas métricas tradicionales, como el verso libre. A veces, incluso aúna estos rasgos en un mismo poema.

Los temas suelen centrarse en su mundo próximo, sus emociones, sus experiencias y recuerdos, su sentimiento religioso...

GUITARRA

HABRÁ un silencio verdetodo hecho de guitarras destrenzadas

La guitarra es un pozocon viento en vez de agua Imagen

NOCTURNO

ESTÁN todas

También las que se encienden en las noches de moda

Nace del cielo tanto humoque ha oxidado mis ojos

Son sensibles al tacto las estrellasNo sé escribir a máquina sin ellas

Ellas lo saben todoGraduar el mar febrily refrescar mi sangre con su nieve infantil

La noche ha abierto el pianoy yo las digo adiós con la mano.

Manual de espumas

SUCESIVA

Déjame acariciarte lentamente,déjame lentamente comprobarte,ver que eres de verdad, un continuartede ti misma a ti misma extensamente.

Onda tras onda irradian de tu frentey mansamente, apenas sin rizarte,rompen sus diez espumas al besartede tus pies en la playa adolescente.

Así te quiero, fluida y sucesiva,manantial tú de ti, agua furtiva,música para el tacto perezosa.

Así te quiero, en límites pequeños,aquí y allá, fragmentos, lirio, rosa,y tu unidad después, luz de mis sueños.

Alondra de Verdad

ROMANCE DEL DUERO

Río Duero, río Duero,nadie a acompañarte baja;nadie se detiene a oírtu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde, 5la ciudad vuelve la espalda.No quiere ver en tu espejosu muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríesentre tus barbas de plata, 10moliendo con tus romanceslas cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra1

y los álamos de magiapasas llevando en tus ondas 15palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,a la vez quieto y en marcha,cantar siempre el mismo versopero con distinta agua. 20

Río Duero, río Duero,nadie a estar contigo baja,ya nadie quiere atendertu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados 25que preguntan por sus almasy siembran en tus espumaspalabras de amor, palabras. Soria

1. San Saturio -patrón de Soria- en su ermita, San Polo, en los Templarios, orillas del Duero, y otro San Saturio en la margen opuesta del río.

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4.6. Federico García Lorca (1898-1936)

En Granada inicia estudios de Letras, Derecho y Música, que continúa en Madrid, en cuya Residencia de Estudiantes entra en contacto con poetas y artistas como Juan Ramón Jiménez, Dalí o Buñuel. Su obra y su personalidad le otorgan pronto un lugar de excepción. El curso 1929-30 está en Nueva York como becario. En 1932 funda el grupo La Barraca, que lleva teatro clásico y moderno por los pueblos de España. Su labor poética y teatral le granjean la máxima admiración; pero también odios. En agosto de 1936, fue víctima de uno de los innumerables asesinatos que se produjeron durante la Guerra Civil.

La personalidad de Lorca ofrece dos vertientes contrapuestas: por un lado, su vitalidad y simpatía arrolladoras; por otro, un íntimo dolor, un sentimiento de frustración, vinculado, entre otros factores, al malestar con que vivió su homosexualidad.

De ahí que en su obra, junto a manifestaciones de gracia bulliciosa, aparezca -como elemento obsesivo, central- el tema del destino trágico, el enfrentamiento entre el individuo y su entorno, que se resuelve, trágica, inevitablemente, con la destrucción del individuo y sus sueños.

“Si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios -o del demonio-, también lo es que lo soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo...”. Inspiración y trabajo conscientes dan lugar, en la obra de Lorca, a una poesía y un teatro asombrosos, en que conviven la pasión y la perfección, lo humanísimo y lo estéticamente puro. Lo popular y lo culto también van hermanados en su obra. [Antología – p. 281-292]

ROMANCE SONÁMBULO

Verde, que te quiero verde.Verde viento. Verdes ramas.El barco sobre la mary el caballo en la montaña.

5 Con la sombra en la cintura,ella sueña en su barandaverde carne, pelo verde,con ojos de fría plata.Verde, que te quiero verde.

10 Bajo la luna gitana,las cosas la están mirandoy ella no puede mirarlas.

Verde, que te quiero verde.Grandes estrellas de escarcha

15 vienen con el pez de sombraque abre el camino del alba.La higuera frota su vientocon la lija de sus ramas,y el monte, gato parduño,

20 eriza sus pitas agrias.Pero ¿quién vendrá? Y ¿por dónde?...Ella sigue en su barandaverde carne, pelo verde,soñando en la mar amarga. [...]

Formada por teatro poético y poesía dramática (poblada por personajes que luchan fatalmente contra su destino), en la obra de Lorca se distinguen

- Poema del Cante Jondo (1921-24) y Romancero gitano (1928), donde las formas populares, la fuerza de “la Andalucía del llanto”, los ecos vanguardistas y la poesía “pura” se ponen al servicio de las grandes obsesiones de su autor, que se confesaba inclinado “a la comprensión simpática de los perseguidos: del gitano, del negro, del judío...”. Estamos ante el punto más alto de esa genial fusión de lo culto y lo popular.

CANCIÓN DE JINETE

Córdoba.Lejana y sola.

Jaca negra, luna grande,y aceitunas en mi alforja.

5 Aunque sepa los caminos

yo nunca llegaré a Córdoba.

Por el llano, por el viento,jaca negra, luna roja.La muerte me está mirando

10 desde las torres de Córdoba.

¡Ay qué camino tan largo!

¡Ay mi jaca valerosa!¡Ay que la muerte me espera,antes de llegar a Córdoba!

15 Córdoba.Lejana y sola.

Canciones

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ROMANCE DE LA PENA NEGRA0

Las piquetas de los gallos1

cavan buscando la aurora,cuando por el monte oscurobaja Soledad Montoya.

5 Cobre amarillo, su carne,huele a caballo y a sombra.Yunques ahumados sus pechos,

gimen canciones redondas2.

Soledad, ¿por quién preguntas10 sin compaña y a estas horas?

Pregunte por quien pregunte,dime: ¿a ti qué se te importa?Vengo a buscar lo que busco,mi alegría y mi persona.

15 Soledad de mis pesares,caballo que se desboca,al fin encuentra la mary se lo tragan las olas.No me recuerdes el mar,

20 que la pena negra, brotaen las tierras de aceitunabajo el rumor de las hojas.¡Soledad, qué pena tienes!¡Qué pena tan lastimosa!

25 Lloras zumo de limónagrio de espera y de boca.¡Qué pena tan grande! Corromi casa como una loca,mis dos trenzas por el suelo,

30 de la cocina a la alcoba.¡Qué pena! Me estoy poniendode azabache, carne y ropa.¡Ay mis camisas de hilo!¡Ay mis muslos de amapola!

35 Soledad: lava tu cuerpo

con agua de las alondras3,

y deja tu corazónen paz, Soledad Montoya. Por abajo canta el río:

40 volante4 de cielo y hojas.

Con flores de calabaza,la nueva luz se corona.¡Oh pena de los gitanos!Pena limpia y siempre sola.

45 ¡Oh pena de cauce ocultoy madrugada remota!

Romancero gitano

[0. Para Lorca, este poema es “lo más representativo del libro”. 1. Metáfora: los cantos de los gallos (término real) son como piquetas (término imaginario) que cavan en la oscuridad como para sacar el sol. 2. canciones redondas – se trata de un “desplazamiento calificativo”: el adjetivo -que convenía a los pechos de la gitana- se aplica a su canción. 3. las alondras pueden ser símbolo de pureza, de despreocupación. 4. el río remata la falda de la montaña como un volante remata una falda andaluza; en el río se reflejan el cielo y los árboles.]

- Poeta en Nueva York (1929-30), donde “un acento social se incorpora a su obra”, Lorca expresa la conmoción espiritual y la protesta ante la injusticia social, el poder del dinero y la deshumanización utilizando la técnica surrealista: versículo e imágenes alucinantes le sirven para expresar un mundo absurdo, para descargar su cólera.

CIUDAD SIN SUEÑO(Nocturno de Brooklyn Bridge)

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.No duerme nadie.Las criaturas de la luna huelen y rondan las cabañas.Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan

5 y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinasal increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.

No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.No duerme nadie.Hay un muerto en el cementerio más lejano

10 que se queja tres añosporque tiene un paisaje seco en la rodilla;y el niño que enterraron esta mañana lloraba tantoque hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.

No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!15 Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda

o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.

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Pero no hay olvido, ni sueño. Carne vivalos besos atan las bocasen una maraña de venas recientes,

20 y al que le duele su dolor le dolerá sin descansoy al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros. [...]

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.No duerme nadie.Pero si alguien cierra los ojos,

25 ¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!Hay un panorama de ojos abiertosy amargas llagas encendidas.

No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.Ya lo he dicho.

30 No duerme nadie.Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,abrid los escotillones para que vea bajo la lunalas copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.

Poeta en Nueva York

- Últimas obras poéticas. Tras Poeta en Nueva York, Lorca se dedica preferentemente al teatro, que canaliza su inquietud social; su intimidad se encierra, en cambio, en su lírica, en obras como el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935) o los Sonetos del amor oscuro (1935-36).

EL POETA PIDE A SU AMOR QUE LE ESCRIBA

Amor de mis entrañas, viva muerte,en vano espero tu palabra escritay pienso, con la flor que se marchita,que si vivo sin mí quiero perderte.

5 El aire es inmortal. La piedra inerteni conoce la sombra ni la evita.Corazón interior no necesitala miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,10 tigre y paloma, sobre tu cintura

en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locurao déjame vivir en mi serenanoche del alma para siempre oscura.

Sonetos del amor oscuro1

[1. En 1936, Lorca manifestó su propósito de escribir un copioso libro de sonetos. Los once de esta serie que nos han llegado son su última cumbre poética y sitúan al autor entre los más grandes sonetistas de la literatura castellana (Garcilaso, Lope, Góngora, Quevedo...).]

- Obra teatral. Junto con Valle-Inclán, Lorca alcanza con su teatro alturas no logradas desde el Siglo de Oro. Su tarea dramática se inicia con obras como Mariana Pineda (1925) sobre la heroína liberal, sigue con farsas deliciosas como La zapatera prodigiosa, teatro de vanguardia como El público, hasta llegar a las tres tragedias de la pasión frustrada: Bodas de sangre (1933), Yerma y La casa de Bernarda Alba (1936), considerada unánimemente como su obra cumbre.

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Yerma, casada con Juan, desea inútilmente tener un hijo. El marido, celoso de la posible infidelidad de la esposa, lleva a su casa a sus dos hermanas para que la vigilen de cerca. La escena que presentamos a continuación corresponde al cuadro II del acto II de la obra.

(Casa de YERMA. Atardece. JUAN está sentado. Las dos Cuñadas, de pie.)JUAN. ¿Dices que salió hace poco? (La hermana mayor contesta con la cabeza.) Debe de estar en la fuente. Pero ya sabéis que no me gusta que salga sola. (Pausa.) Puedes poner la mesa. (Sale la hermana menor.) Bien ganado tengo el pan que como. (A su hermana.) Ayer pasé

5 un día duro. Estuve podando los manzanos y a la caída de la tarde me puse a pensar para qué pondría yo tanta ilusión en la faena si no puedo llevarme una manzana a la boca. Estoy harto. (Se pasa la mano por la cara. Pausa.) Esa no viene... Una de vosotras debía salir con ella, porque para eso estáis aquí comiendo en mi mantel y bebiendo mi vino. Mi vida está en el campo, pero mi honra está aquí. Y mi honra es también la vuestra. (La hermana inclina la cabeza.) No lo tomes a

10 mal. (Entra Yerma con dos cántaros. Queda parada en la puerta.) ¿Vienes de la fuente?YERMA. Para tener agua fresca en la comida. (Sale la otra hermana.) ¿Cómo están las tierras?JUAN. Ayer estuve podando los árboles. (Yerma deja los cántaros. Pausa.)YERMA. ¿Te quedarás?

15 JUAN. He de cuidar el ganado. Tú sabes que esto es cosa del dueño.YERMA. Lo sé muy bien. No lo repitas.JUAN. Cada hombre tiene su vida.YERMA. Y cada mujer la suya. No te pido yo que te quedes. Aquí tengo todo lo que necesito. Tus hermanas me guardan bien. Pan tierno y requesón y cordero asado como yo aquí, y pasto lleno de

20 rocío tus ganados en el monte. Creo que puedes vivir en paz.JUAN. Para vivir en paz se necesita estar tranquilo.YERMA. ¿Y tú no estás?JUAN. No lo estoy.YERMA. Desvía la intención.

25 JUAN. ¿Es que no conoces mi modo de ser? Las ovejas en el redil y las mujeres en su casa. Tú sa- les demasiado. ¿No me has oído decir esto siempre?YERMA. Justo. Las mujeres dentro de sus casas. Cuando las casas no son tumbas. Cuando las sillas se rompen y las sábanas de hilo se gastan con el uso. Pero aquí no. Cada noche, cuando me acuesto, encuentro mi cama más nueva, más reluciente, como si estuviera recién traída de la

30 ciudad.JUAN. Tú misma reconoces que llevo razón al quejarme. ¡Que tengo motivos para estar alerta! YERMA. Alerta ¿de qué? En nada te ofendo. Vivo sumisa a ti, y lo que sufro lo guardo pegado a mis carnes. Y cada día que pase será peor. Vamos a callarnos. Yo sabré llevar mi cruz como mejor pueda, pero no me preguntes nada. Si pudiera de pronto volverme vieja y tuviera la boca como

35 una flor machacada, te podría sonreír y conllevar la vida contigo. Ahora, ahora déjame con mis clavos.JUAN. Hablas de una manera que yo no te entiendo. No te privo de nada. Mando a los pueblos ve- cinos por las cosas que te gustan. Yo tengo mis defectos, pero quiero tener paz y sosiego contigo. Quiero dormir fuera y pensar que tú duermes también.

40 YERMA. Pero yo no duermo, yo no puedo dormir.JUAN. ¿Es que te falta algo? Dime. ¡Contesta!YERMA. (Con intención y mirando fijamente al marido.) Sí, me falta. (Pausa.)JUAN. Siempre lo mismo. Hace ya más de cinco años. Yo casi lo estoy olvidando.YERMA. Pero yo no soy tú. Los hombres tienen otra vida, los ganados, los árboles, las conver-

45 saciones; las mujeres no tenemos más que ésta de la cría y el cuidado de la cría.JUAN. Todo el mundo no es igual. ¿Por qué no te traes un hijo de tu hermano? Yo no me opongo.YERMA. No quiero cuidar hijos de otros. Me figuro que se me van a helar los brazos de tenerlos. JUAN. Con ese achaque vives alocada, sin pensar en lo que debías, y te empeñas en meter la cabeza por una roca.

50 YERMA. Roca que es una infamia que sea roca, porque debía ser un canasto de flores y agua dulce.JUAN. Estando a tu lado no se siente más que inquietud, desasosiego. En último caso, debes re- signarte.YERMA. Yo he venido a estas cuatro paredes para no resignarme. Cuando tenga la cabeza atada

55 con un pañuelo para que no se me abra la boca, y las manos bien amarradas dentro del ataúd, en esa hora me habré resignado.JUAN. Entonces, ¿qué quieres hacer?YERMA. Quiero beber agua y no hay vaso ni agua, quiero subir al monte y no tengo pies, quierobordar mis enaguas y no encuentro los hilos.

Yerma

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4.7. Rafael Alberti (1902-1999)

Natural de Puerto de Santa María (Cádiz), Alberti tuvo dos vocaciones bien tempranas: la pintura y la literatura. Comunista desde 1931, su coherencia ideológica lo llevó a un intenso compromiso y a un larguísimo exilio. [Antología – p. 301-305]

Variedad temática y estilística, dominio de la técnica, fecundidad y capacidad de sintetizar lo tradicional (culto y popular) y lo vanguardista caracterizan la obra de Alberti, quien cultivó . la prosa. Destacamos sus memorias La arboleda perdida (1949 y 1987).. el teatro. Citemos El adefesio, vecina al “esperpento”.. la poesía, en la cual distinguimos cuatro etapas:

1. neopopular - Marinero en tierra (1925), entre otras, muestra una profunda asimilación del tono y los recursos de la lírica tradicional. 2. vanguardista – El versículo y las imágenes libérrimas de estirpe surrealista al servicio de unos poemas que no pretenden “explicar” nada, sino “contagiar” un estado de ánimo. Lugar de excepción tiene Sobre los ángeles (1927-28), inspirada en la dolorosa crisis de fe que el poeta acababa de sufrir.3. comprometida con los fines revolucionarios por los que el poeta lucha, directa, sencilla, menos atenta a la estética que al mensaje.4. del exilio, variadísima (Retorno de lo vivo lejano, A la pintura o Roma, peligro para caminantes.

El mar. La mar.

El mar. ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre,a la ciudad?

5 ¿Por qué me desenterrastedel mar?

En sueños, la marejadame tira del corazón.Se lo quisiera llevar.

10 Padre, ¿por qué me trajisteacá?

Si mi voz muriera en tierrallevadla al nivel del mary dejadla en la ribera.

Llevadla al nivel del mar5 y nombradla capitana

de un blanco bajel de guerra.

¡Oh mi voz condecoradacon la insignia marinera:sobre el corazón un ancla

10 y sobre el ancla una estrellay sobre la estrella el vientoy sobre el viento la vela!

Marinero en tierra

LOS ÁNGELES MUERTOS

Buscad, buscadlos:en el insomnio de las cañerías olvidadas,en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras.No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube,

5 unos ojos perdidos,una sortija rotao una estrella pisoteada. Porque yo los he visto:en esos escombros momentáneos que aparecen en las neblinas.

10 Porque yo los he tocado:en el destierro de un ladrillo difunto,venido a la nada desde una torre o un carro.Nunca más allá de las chimeneas que se derrumban,ni de esas hojas tenaces que se estampan en los zapatos.

15 En todo esto.Más en esas astillas vagabundas que se consumen sin fuego,en esas ausencias hundidas que sufren los muebles desvencijados,no a mucha distancia de los nombres y signos que se enfrían en las paredes.

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Buscad, buscadlos:20 debajo de la gota de cera que sepulta la palabra de un libro

o la firma de uno de esos rincones de cartasque trae rodando el polvo.Cerca del casco perdido de una botella,de una suela extraviada en la nieve,

25 de una navaja de afeitar abandonada al borde de un precipicio.Sobre los ángeles

OBSERVEMOS LOS POEMAS Y

1. comentemos, citando las palabras de Alberti, dos diferencias estilísticas entre Marinero en tierra y Sobre los ángeles.

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4.8. Luis Cernuda (1902-1963)

Profesor universitario de literatura, tras la Guerra Civil, marchó al exilio, del que ya no volvió. [Antología – p. 306-314]

De espíritu solitario y sensibilidad vulnerable, la marginación que sufrió por su homosexualidad explica, en parte, su desacuerdo con el mundo, su “vena protestante y rebelde”, que en su obra se plasmará en

a. un estilo muy personal, que rechaza los ritmos demasiado marcados, la rima y la brillantez de las imágenes. Se inclina, en cambio, por el “lenguaje hablado y el tono coloquial”, unido a una gran densidad.

b. una temática centrada en el doloroso divorcio entre su anhelo de realización personal y el mundo que le rodea. De ahí, la soledad, la añoranza de un mundo habitable, el ansia de belleza y, sobre todo, de amor.

Se comprende, pues, que Cernuda titulara el conjunto de su obra La realidad y el deseo, en la que destaca Los placeres prohibidos (1931) o Donde habite el olvido.

LXVI¿De dónde vengo?... El más horrible y ásperode los senderos busca;las huellas de unos pies ensangrentadossobre la roca dura,los despojos de un alma hecha jironesen las zarzas agudas,te dirán el caminoque conduce a mi cuna.

¿Adónde voy? El más sombrío y tristede los páramos cruza,valle de eternas nieves y de eternasmelancólicas brumas.En donde esté una piedra solitariasin inscripción alguna,donde habite el olvido,allí estará mi tumba. Gustavo Adolfo Bécquer

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Donde habite el olvido,En los vastos jardines sin aurora;Donde yo sólo seaMemoria de una piedra sepultada entre ortigas

5 Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre dejeAl cuerpo que designa en brazos de los siglos,Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,10 No esconda como acero

En mi pecho su ala,Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,Sometiendo a otra vida su vida,

15 Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,Disuelto en niebla, ausencia,

20 Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;Donde habite el olvido.

Donde habite el olvido

POR CIERTO...1. habrás observado que todo el poema es una sarta de proposiciones subordinadas; falta la principal. ¿Cuál imaginas que es?

No decía palabras,acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,porque ignoraba que el deseo es una preguntacuya respuesta no existe,

5 una hoja cuya rama no existe,un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,remonta por las venashasta abrirse en la piel.

10 Surtidores de sueñohechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,una mirada fugaz entre las sombras,bastan para que el cuerpo se abra en dos,

15 ávido de recibir en sí mismootro cuerpo que sueñe;mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Aunque sólo sea una esperanza,20 porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.

Los placeres prohibidos

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4.9. Vicente Aleixandre (1898-1984)

Sevillano de nacimiento, su infancia transcurrió en Málaga, ciudad del paraíso en su poesía. Ya poeta consagrado antes de la Guerra Civil, su permanencia en España tras la contienda fue un estímulo esencial para las nuevas generaciones de poetas. En 1977 el premio Nobel supuso el reconocimiento internacional a su trayectoria literaria y personal. [Antología – p. 295-300]

Para Aleixandre, la poesía es el medio de conectarse con el universo y con los seres humanos. Prevalece así la voluntad de comunicar por encima del anhelo de belleza. Su estilo, influido por el surrealismo, se caracteriza por la riqueza de imágenes que aluden al cosmos y a la naturaleza, y por el uso del verso libre, cercano al amplio versículo.

Su obra evoluciona desde la poesía pura, pasando por la surrealista, en que solamente el amor puede romper la radical soledad del ser humano (La destrucción o el amor y Sombra del paraíso), hasta llegar a la poesía humanista, que se centra en el ser humano y en la comunidad. Veamos muestras de estas dos últimas etapas:

UNIDAD EN ELLA

Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,rostro amado donde contemplo el mundo,donde graciosos pájaros se copian fugitivos,volando a la región donde nada se olvida.

5 Tu forma externa, diamante o rubí duro,brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,cráter que me convoca con su música íntima, con esa indescifrable llamada de tus dientes.

Muero porque me arrojo, porque quiero morir,10 porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera

no es mío, sino el caliente alientoque si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.

Deja, deja que mire, teñido del amor,enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,

15 deja que mire el hondo clamor de tus entrañasdonde muero y renuncio a vivir para siempre.

Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugienteque regando encerrada bellos miembros extremos

20 siente así los hermosos límites de la vida.

Este beso en tus labios como una lenta espina,como un mar que voló hecho un espejo,como el brillo de un ala,es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo,

25 un crepitar de la luz vengadora,luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo.

La destrucción o el amor

APROVECHEMOS 1. para comprobar, a partir de este poema y el de la página siguiente, dos de las afirmaciones que sobre la obra de Aleixandre hemos hecho.

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EL POETA CANTA POR TODOS

I

Allí están todos, y tú los estás mirando pasar.¡Ah, sí, allí, cómo quisieras mezclarte y reconocerte! El furioso torbellino dentro del corazón te enloquece.Masa frenética de dolor, salpicada

5 contra aquellas mudas paredes interiores de carne.Y entonces en un último esfuerzo te decides. Sí, pasan.Todos están pasando. Hay niños, mujeres. Hombres serios. Luto cierto, miradas.Y una masa sola, un único ser, reconcentradamente desfila.Y tú, con el corazón apretado, convulso1 de tu solitario dolor, en un último esfuerzo te

sumes2.10 Sí, al fin, ¡cómo te encuentras y hallas!

Allí serenamente en la ola te entregas. Quedamente derivas.Y vas acunadamente empujado, como mecido, ablandado.Y oyes un rumor denso, como un cántico ensordecido.Son miles de corazones que hacen un único corazón que te lleva.

II

15 Un único corazón que te lleva.Abdica de tu propio dolor. Distiende tu propio corazón contraído.Un único corazón te recorre, un único latido sube a tus ojos,poderosamente invade tu cuerpo, levanta tu pecho, te hace girar las manos cuando

ahora avanzas.Y si te yergues, si un instante levantas la voz,

20 yo sé bien lo que cantas.Eso que desde todos los oscuros cuerpos casi infinitos se ha unido y relampagueado,que a través de cuerpos y almas se liberta de pronto en tu grito,es la voz de los que te llevan, la voz verdadera y alzadadonde tú puedes escucharte, donde tú, con asombro, te reconoces.

25 La voz que por tu garganta, desde todos los corazones esparcidos,se alza limpiamente en el aire.

III

Y para todos los oídos. Sí. Mírales cómo te oyen.Se están escuchando a sí mismos. Están escuchando una única voz que los canta.Masa misma del canto, se mueven como una onda.

30 Y tú sumido, casi disuelto, como un nudo de su ser te conoces.Suena la voz que los lleva. Se acuesta como un camino.Todas las plantas están pisándola.Están pisándola hermosamente, están grabándola con su carne.Y ella se despliega y ofrece, y toda la masa gravemente desfila.

35 Como una montaña sube. Es la senda de los que marchan.Y asciende hasta el pico claro. Y el sol se abre sobre las frentes.Y en la cumbre, con su grandeza, están todos ya cantando.Y es tu voz la que les expresa. Tu voz colectiva y alzada.Y un cielo de poderío, completamente existente,

40 hace ahora con majestad el eco entero del hombre.Historia del corazón (1954)

[1. convulso: agitado, trastornado. 2. te sumes (de “sumirse”): te hundes, te sumerges.]

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4.10. Dámaso Alonso (1898-1990)

Profesor, investigador y crítico literario de enorme influencia y prestigio, tras la Guerra Civil, como Aleixandre, permaneció en Espala, en lo que denominaba un exilio interior; ambos escritores hicieron de puente entre los nuevos poetas y la brillante generación anterior. [Antología – p. 293-294]

Cuando la poesía de Dámaso Alonso se muestra en su tono más personal, que ya no abandonará, es a partir de 1944, año en que publica Hijos de la ira, estremecedora cima de lo que el mismo autor llamó “poesía desarraigada”, la de quienes no se siente a gusto en el mundo en que viven, mundo que ven como “un caos y una angustia”.

Desde ahora, y en el resto de su producción posterior, los poemas serán angustiadas preguntas sobre los temas permanentes del sentido de la vida humana, acompañadas de desgarrados gritos ante la crueldad, el odio, la injusticia...

Los poemas están escritos en versículos vehementes, que recuerdan el ritmo de los salmos bíblicos. El lenguaje, desgarrado, no excluye palabras duras, “antipoéticas”. Es un estilo que se aparta tanto de la poesía pura como del Surrealismo, aunque algunas imágenes nos recuerden a este último.

“Nada aborrezco más que el estéril esteticismo en que se ha debatido desde hace más de medio siglo el arte contemporáneo. Hoy es sólo el corazón del hombre lo que me interesa: expresar con mi dolor o con mi esperanza el anhelo o la angustia del eterno corazón del hombre. Llegar a él, según las sazones, por caminos de belleza o a zarpazos.”

[En el apartado “La lengua literaria”, ya leímos “Insomnio”. Os ofrecemos ahora, también de Hijos de la ira, “Monstruos”. Y, a continuación, dos sonetos: el primero, de Oscura noticia, que publicó en 1944, pero que contenía poemas de diversas épocas; el segundo soneto, de 1958, es uno de los tres donde el Dámaso Alonso filólogo y poeta vuelca su inmenso amor a su lengua. A estas alturas de nuestro recorrido por la literatura castellana, podemos apreciar la aguda certeza de las afirmaciones apasionadas del poeta.]

MONSTRUOS

Todos los días rezo esta oraciónal levantarme:

Oh Dios,no me atormentes más.

5 Dime qué significanestos espantos que me rodean.Cercado estoy de monstruosque mudamente me preguntan,igual, igual, que yo les interrogo a ellos.

10 Que tal vez te preguntan,lo mismo que yo en vano perturboel silencio de tu invariable nochecon mi desgarradora interrogación.Bajo la penumbra de las estrellas

15 y bajo la terrible tiniebla de la luz solar,me acechan ojos enemigos,formas grotescas me vigilan,colores hirientes lazos me están tendiendo:¡son monstruos,

20 estoy cercado de monstruos!No me devoran.Devoran mi reposo anhelado,me hacen ser una angustia que se desarrolla a sí misma,me hacen hombre,

25 monstruo entre monstruos.

No, ninguno tan horriblecomo este Dámaso frenético,como este amarillo ciempiés que hacia ti clama con todos sus tentáculos enloquecidos,

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como esta bestia inmediata30 transfundida en una angustia fluyente;

no, ninguno tan monstruosocomo esa alimaña que brama hacia ti, alimaña: animal / animal dañinocomo esa desgarrada incógnitaque ahora te increpa con gemidos articulados, increpar: reprender con dureza y severidad.

35 que ahora te dice:«Oh Dios,no me atormentes más,dime qué significanestos monstruos que me rodean

40 y este espanto íntimo que hacia ti gime en la noche.»Hijos de la ira

ORACIÓN POR LA BELLEZA DE UNA MUCHACHA

Tú le diste esa ardiente simetríade los labios, con brasa de tu hondura,y en dos enormes cauces de negrura,simas de infinitud, luz de tu día;

5 esos bultos de nieve, que bullíaal soliviar del lino la tersura, soliviar: ayudar a levantar una cosa por debajo

y, prodigios de exacta arquitectura,dos columnas que cantan tu armonía.

¡Ay, tú, Señor, le diste esa ladera10 que en un álabe dulce se derrama, álabe: curva. Propiamente, rama de árbol combada

miel secreta en el humo entredorado! -o alabeada- hacia la tierra.

¿A qué tu poderosa mano espera?Mortal belleza eternidad reclama.¡Dale la eternidad que le has negado!

Oscura noticia

NUESTRA HEREDAD

Juan de la Cruz prurito de Dios siente, prurito: comezón, anhelofuria estética a Góngora agiganta, Lope chorrea vida y vida canta:tres frenesís de nuestra sangre ardiente.

5 Quevedo prensa pensamiento hirviente;Calderón en sistema lo atiranta;León, herido, al cielo se levanta;Juan Ruiz, ¡qué cráter de hombredad bullente!

Teresa es pueblo, y habla como un oro;10 Garcilaso, un fluir, melancolía;

Cervantes, toda la Naturaleza.

Hermanos en mi lengua, qué tesoronuestra heredad —oh amor, oh poesía—,esta lengua que hablamos —oh belleza—.

Tres sonetos a la lengua castellana

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4.11. Miguel Hernández (1910-1942)

Obligado a abandonar los estudios muy pronto, se forja una amplísima cultura autodidacta, ayudado entre otros por su amigo Ramón Sijé. Tras un primer intento fallido, se traslada a Madrid en 1934; allí poetas ya consagrados como Lorca, Alberti, Aleixandre o el chileno Pablo Neruda lo sitúan entre ellos como “hermano menor”. Este último escritor influye decisivamente en la evolución ideológica de Hernández hacia posturas revolucionarias. Al estallar la guerra, se alista como voluntario del lado republicano. En 1937 se casa.

Tristes son sus últimos años: su primer hijo muere; su segundo hijo nace cuando ya la guerra toca a su fin. Pero el poeta es encarcelado y muere tuberculoso en la cárcel de Alicante a los treinta y dos años. [Antología – p. 315-321]

Si, como Lorca, supo aunar las raíces populares y las técnicas cultas, como ningún otro poeta de su tiempo, consiguió “envasar” un tono vigoroso, humanísimo, desbordado de emoción, en formas rigurosas (sobre todo, sonetos), huyendo implacablemente de la facilidad hacia una densidad expresiva impresionante.

Trayectoria poética (dejamos al margen su breve, pero interesante obra teatral):

− Llevado por una necesidad de disciplina formal, nace Perito en lunas (1933), conjunto de octavas reales que describe objetos humildes, pero con audaces y barrocas metáforas.

− El riguroso trabajo, oculto tras la fuerza y el calor de la palabra, tiene su momento de madurez en El rayo que no cesa (1936), serie de sonetos sobre el amor, enfrentados a las barreras que se le oponen (convencionalismo del noviazgo aldeano, moral estrecha...). De este choque nace la pena, “rayo” que se clava incesante en el corazón. Añadido a los sonetos, el libro ofrece la Elegía a Ramón Sijé, una de las elegías más impresionantes de la lírica castellana.

− Durante la guerra, la poesía de Miguel Hernández se pone al servicio de la lucha: lenguaje más directo, a costa de menor exigencia estética. Dos obras son fruto de este trabajo: Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha.

− En la cárcel compone Cancionero y romancero de ausencias (1938-41). En él, inspirándose en las más sobrias formas de la lírica popular, el poeta depura al máximo la expresión para hacer más conmovedor aquello de que habla: las consecuencias de la guerra, su falta de libertad y, sobre todo, el amor a la esposa y al hijo, amor frustrado ahora por la separación.

[Toda selección es siempre difícil. La homogénea calidad de la obra de Miguel Hernández ha hecho esta especialmente ardua. Tomad estos poemas como muestras, y procurad ampliar vuestras lecturas de este genial poeta.]

SONETO 20 No me conformo, no: me desesperocomo si fuera un huracán de lavaen el presidio de una almendra esclavao en el penal colgante de un jilguero.

5 Besarte fue besar un avisperoque me clama al tormento y me desclavay cava un hoyo fúnebre y lo cavadentro del corazón donde me muero.

No me conformo, no; ya es tanto y tanto10 idolatrar la imagen de tu beso idolatrar: amar o admirar con exaltación a alguien o algo.

y perseguir el curso de tu aroma.

Un enterrado vivo por el llanto,una revolución dentro de un hueso,un rayo soy sujeto a una redoma. redoma: vasija de vidrio ancha en su fondo que va

estrechándose hacia la boca.El rayo que no cesa

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ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto

como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería)

Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas 5 y órganos mi dolor sin instrumento,

a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento.

10 Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos

15 y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos, rastrojos: residuos que quedan de algo.y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo, 20 temprano madrugó la madrugada,

temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada.

25 En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte

30 a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte. regresarte- intencionadamente, el poeta convierte en

transitivo el verbo regresar. Volverás a mi huerto y a mi higuera:

35 por los altos andamios de las flores pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores.

40 Alegrarás la sombra de mis cejas, y tu sangre se irá a cada lado disputando tu novia y las abejas.

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Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas

45 mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

El rayo que no cesa

COMENTEMOS.1. El tema es evidente, pero debe precisarse qué actitudes adopta el poeta ante la muerte del amigo. Señala cómo están distribuidas a lo largo del texto.

2. En cuanto a la métrica, Miguel Hernández ha acudido a una forma clásica; ¿qué nombre recibe esta estrofa? ____________________________________. A principios del siglo XIV, un poeta italiano la usó para un poema que tiene una temática cercana a la Elegía. ¿Qué poeta, en qué obra y qué la acerca al texto de Miguel Hernández?

3. Comenta, siempre refiriéndote al tema, dos recursos estilísticos NO FÓNICOS.-

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4. Reservamos apartado especial para el uso de la sonoridad: comenta al menos dos momentos en que este elemento sea decisivo.

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ACEITUNEROS

Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos?

5 No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura 10 y a los planetas unidos,

los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos. [...]

Andaluces de Jaén, aceituneros altivos,

15 decidme en el alma: ¿quién, amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador que se enriqueció en la herida

20 generosa del sudor. [...]

¡Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manos presos, sol a sol y luna a luna, pesan sobre vuestros huesos!

25 Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, pregunta mi alma: ¿de quién, de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava 30 sobre tus piedras lunares,

no vayas a ser esclava con todos tus olivares.

Dentro de la claridad del aceite y sus aromas,

35 indican tu libertad la libertad de tus lomas.

Viento del pueblo

NANAS DE LA CEBOLLA [Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una carta de su

mujer, en la que le decía que no comía más que pan y cebolla.)

La cebolla es escarchacerrada y pobre. Escarcha de tu días y de mis noches.

5 Hambre y cebolla, hielo negro y escarcha grande y redonda. En la cuna del hambre mi niño estaba.

10 Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre.

15 Una mujer morena resuelta en luna se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Ríete, niño,

20 que te traigo la luna cuando es preciso. [...] Tu risa me hace libre,

me pone alas. Soledades me quita,

25 cárcel me arranca. Boca que vuela, corazón que en tus labios

relampaguea. [...] Desperté de ser niño:

30 nunca despiertes. Triste llevo la boca: ríete siempre. Siempre en la cuna, defendiendo la risa

35 pluma por pluma. [...] Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas ferocidades.

40 Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes. Frontera de los besos serán mañana,

45 cuando en la dentadura sientas un arma. Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro.

50 Vuela niño en la doble luna del pecho: él, triste de cebolla, tú, satisfecho. No te derrumbes.

55 No sepas lo que pasa ni lo que ocurre.

Cancionero y romancero de ausencias

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LLEGÓ CON TRES HERIDAS

Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida.

5 Con tres heridas viene: la de la vida, la del amor, la de la muerte.

Con tres heridas yo: 10 la de la vida,

la de la muerte, la del amor.

CANCIÓN ÚLTIMA

Pintada, no vacía:pintada está mi casadel color de las grandespasiones y desgracias.

5 Regresará del llantoadonde fue llevadacon su desierta mesacon su ruinosa cama.

Florecerán los besos10 sobre las almohadas.

Y en torno de los cuerposelevará la sábanasu intensa enredaderanocturna, perfumada.

15 El odio se amortiguadetrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.

Cancionero y romancero de ausencias

5. LITERATURA DE POSGUERRA (años 40-60)

Después de la fractura traumática que supuso la Guerra Civil en todos los ámbitos, el desolado clima de los primeros años de la posguerra contrasta terriblemente con el rico ambiente cultural de la República. Podemos distinguir

-los años cuarenta. Pobreza en todos los sentidos (material, intelectual, moral...), censura... Conviven una literatura oficial triunfalista y otra de tono pesimista y existencial, a veces ligada al tema religioso.

- los años cincuenta. Los cambios socio-económicos y generacionales llevarán, a mitad de la década, a una literatura realista y testimonial, comprometida socialmente.

5.1. La lírica

5.1.1. La poesía de los años cuarentaDos tendencias se distinguen claramente: . La poesía arraigada, representada por poetas como Luis Rosales, Dionisio Ridruejo o

Leopoldo Panero, que dicen aspirar a la serenidad clásica renacentista o garcilasista, valoran estrofas como el soneto, y tratan los temas religioso, amoroso y patriótico. En general, evolucionarán hacia una poesía intimista y familiar.

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. La poesía desarraigada, de la cual ya hablamos al estudiar a Dámaso Alonso. Recordemos su tono trágico existencial: el disgusto, la angustia y la desesperación del ser humano ante un mundo caótico. El tema religioso adquiere un tono existencial en las abundantes preguntas que el poeta hace a Dios sobre el sentido del sufrimiento humano. Su estilo se basa en un lenguaje directo, duro, apasionado y con imágenes tremendistas. Se emplea el versículo de tono prosaico, aunque el soneto perdura en algunos poetas. El año 1944 marcó el inicio de esta tendencia, con la publicación de dos libros fundamentales: Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre. Las primeras obras de Gabriel Celaya [Antología – p. 322-325] y Blas de Otero [Antología – p. 326-329] corresponden a este grupo. Este último escribía...

Un mundo como un árbol desgajado.Una generación desarraigada.Unos hombres sin más destino queapuntalar las ruinas...

. Surgen en estos años autores difícilmente clasificables; es el caso de dos grandes poetas como José María Valverde [Antología – p. 332-335] o José Hierro.

Dado que ya hemos leído a Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, y ya leeremos a Celaya y Blas de Otero, aquí VEAMOS CUATRO MUESTRAS: la poesía arraigada de Leopoldo Panero, un soneto de José Hierro y dos de José María Valverde, el último, un bellísimo poema de amor dedicado a su esposa. [Hemos optado por sonetos a causa de su extensión; recomendamos encarecidamente la lectura de poemas más extensos de estos mismos autores]:

En esta paz del corazón aladadescansa el horizonte de Castilla,y el vuelo de la nube sin orillaazula mansamente la llanada.

5 Solas quedan la luz y la miradadesposando la mutua maravillade la tierra caliente y amarillay el verdor de la encina sosegada.

¡Decir con el lenguaje la venturade nuestra doble infancia, hermano mío,y escuchar el silencio que te nombra!

La oración escuchar del agua pura,el susurro fragante del estíoy el ala de los chopos en la sombra.

Leopoldo Panero

NIÑORey de un trigal, de un río, de una viña:así habrá de soñarse. Y libre. Dueñode sí, hoguera perpetua en que arda el leñode la verdad. Y que el amor lo ciña.

5 Querrá subir hasta que el cielo tiñade claridad el bronce de su sueño.Pero no hay alas. Se herirá en su empeño,y llorará sobre su frente niña.

Y sabrá la verdad. Morirá el canto10 en su garganta, roja del espanto

que oye y que mira y gusta y toca y huele.

Y estrenará su corazón rasgadode hombre acosado, de hombre acorralado,de ejecutado en cuanto se rebele.

José Hierro

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

Entro en el aula, empiezo a hablar a un cientode caras mal despiertas: por un ratosobre sus vidas, rígido, desato,cumpliendo mi deber, el frío viento

5 del Ser y de la Nada, de la Ideay la Cosa; la horrible perspectivadel vértigo que se ha hecho inofensiva,espectáculo gris, vieja tarea.

Si alguno, casi inquieto, se remueve,10 los más sueñan, o apuntan, o hacen ruido.

Pero basta: es la hora ya. De nueve

a diez, vieron el Ser, ese aguafiestas;prosigan su vivir interrumpido:yo vuelvo a mi silencio sin respuestas.

José María Valverde

Es inútil que tú y yo prediquemossensatez a los chicos. Adivinanque no viven por nada serio, sinoporque el poeta aquel, aún estudiante,

5 se enamoró de una muchacha inermey rebelde ante el mundo, sin proyectosechándose a vivir... Y ahora no somosbuen ejemplo; sin duda se nos notaque aquel amor nos crece de año en año,

10 y que si trabajamos, bien formaleses para defender nuestra pasión.

José María Valverde

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De todas maneras, añadamos ahora este soneto de Blas de Otero, como claro ejemplo de la poesía existencial que se dirige a Dios en angustiosa demanda:

HOMBRELuchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,al borde del abismo, estoy clamandoa Dios. Y su silencio, retumbando,ahoga mi voz en el vacío inerte. inerte: inactivo, ineficaz, incapaz de reacción; sin vida.

5 Oh Dios. Si he de morir, quiero tenertedespierto. Y, noche a noche, no sé cuándooirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablandosolo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas. cercenar: cortar las extremidades de algo.

10 Abro los ojos: me los sajas vivos. sajar: (medic.) cortar en la carne.Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.Ser -y no ser- eternos, fugitivos. fugitivo: caduco, perecedero; que tiene corta duración y ¡Ángel con grandes alas de cadenas! [desaparece con facilidad.

Ángel fieramente humano

5.1.2. La poesía social1955 es un hito, año en que se publican Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y

Cantos íberos de Gabriel Celaya, los que ambos poetas dejaban atrás la poesía existencial y hacían de “solidaridad” la palabra clave. “La poesía es un instrumento para transformar el mundo”, dice Celaya, autor de “La poesía es un arma cargada de futuro”, poema de donde hemos sacado los siguientes versos:

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejandecir que somos quien somos,la poesía no puede ser sin pecado un adorno. […]

Maldigo la poesía concebida como un lujo5 cultural por los neutrales

que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse. Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufreny canto respirando.

10 Canto y canto, y cantando más allá de mis penaspersonales, me ensancho.

Las intenciones de estos poetas hacen que se dirijan “a la inmensa mayoría” y, pospuestas las preocupaciones estéticas, utilicen un lenguaje claro, directo, cotidiano.

En la nómina de los “poetas sociales” se inscriben, junto a los citaos, muchos de los representantes de la poesía desarraigada.

Blas de Otero

A LA INMENSA MAYORÍA

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombreaquel que amó, vivió, murió por dentroy un buen día bajó a la calle: entoncescomprendió: y rompió todos su versos.

5 Así es, así fue. Salió una nocheechando espuma por los ojos, ebriode amor, huyendo sin saber adónde:adonde el aire no apestase a muerto.

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Tiendas de paz, brizados pabellones,10 eran sus brazos, como llama al viento;

olas de sangre contra el pecho, enormesolas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atrocesen vuelo horizontal cruzan el cielo;

15 horribles peces de metal recorrenlas espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombreen paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,mi última voluntad. Bilbao, a once

20 de abril, cincuenta y uno. Pido la paz y la palabra

POR CIERTO...1. Comprueba, tanto temática como formalmente, la adscripción de este poema a la tendencia “social”.

Gabriel Celaya

ESPAÑA EN MARCHA

Nosotros somos quien somos.¡Basta de historia y de cuentos!¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.

Ni vivimos del pasado,ni damos cuerda al recuerdo.Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.

Somos el ser que se crece.Somos un río derecho.Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.

Somos bárbaros, sencillos.Somos a muerte lo íberoque aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero.

De cuanto fue nos nutrimos,transformándonos crecemosy así somos quienes somos golpe a golpe y muerto a muerto.

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¡A la calle!, que ya es horade pasearnos a cuerpo1 y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.

No reniego de mi origenpero digo que seremosmucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.

Españoles con futuroy españoles que, por serlo,aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.

Recuerdo nuestros errorescon mala saña2 y buen viento3.Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.

Vuelvo a decirte quién eres.Vuelvo a pensarte, suspenso4.Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo que empiezo.

No quiero justificartecomo haría un leguleyo5,Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.

España mía, combateque atormentas mis adentros,para salvarme y salvarte, con amor te deletreo. Cantos íberos[1.a cuerpo: sin una prenda de abrigo exterior. Los hombres, en esos años, debían en público llevar algún tipo de chaqueta sobre la camisa. 2. saña: furor, enojo ciego; intención rencorosa y cruel. 3. “Buen viento y barca nueva” es una expresión que se usa para referirse a dejar algo absoluta, definitivamente atrás. Proviene de la costumbre de lugares de pescadores que consistía en, cuando una barca ya era inservible, incendiarla y dejarla en manos de las olas y del “buen viento” que se la llevasen mar adentro. 4. suspenso: admirado, perplejo. 5. leguleyo: en términos peyorativos, abogado; persona que aplica el derecho sin rigor y desenfadadamente.]

5.2. La narrativa

5.2.1. La narrativa de la década de 1930 y del exilioLa novela de los años treinta, como los otros géneros, tiende a la rehumanización y al

compromiso social. Representan esta tendencia un grupo de novelistas que se exilian en 1939 y que continúan escribiendo al margen de la literatura que se hace en España. Son, entre otros,

Ramón J. Sender (Crónica del alba, Réquiem por un campesino español...),Max Aub (El laberinto mágico...)Francisco Ayala (Muertes de perro...) y Rosa Chacel (Memorias de Leticia Valle, La sinrazón...).

5.2.2. La novela de la década de 1940En la inmediata posguerra, en que no se puede enlazar con la narrativa social de los

años treinta, prohibida por el franquismo, y en que no parece válida la estética deshumanizada de los veinte, frente a narraciones de estilo tradicional de escaso interés, aparecen dos novelas aisladas que marcan el inicio de una nueva narrativa:

. en 1942, La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela* y

. en 1944, Nada de Carmen Laforet.Poco después se les unirán Miguel Delibes* y Ana Mª Matute. Todos ellos reflejan el

desolado mundo de la posguerra desde una perspectiva pesimista y existencial; por eso abundan en sus narraciones de esta época los personajes desorientados, tristes y frustrados. [* Dedicaremos espacio aparte a estos autores.]

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Camilo José Cela (1916-2002)

De obra variadísima, que incluye poesía, libros de viajes, relatos breves, diccionarios secretos y, sobre todo, novela, algunos rasgos se mantienen a lo largo de su extensa producción, que, como su persona, irritó y entusiasmó a partes iguales:

. como Baroja, transmite en su obra un profundo pesimismo. El tono cruel, amargo, los despiadados zarpazos contra lo que haya de ruin y ridículo en el hombre y en la sociedad, presentan también resquicios que dejan ver una soterrada ternura, una inmensa compasión ante el dolor humano.

. lo vigoroso de sus creaciones, unas veces reflejos directos de la realidad, otras deformaciones “esperpénticas”, se suma a un poco común virtuosismo en el manejo del idioma, aplicado a múltiples registros.

Si nos centramos únicamente en su obra novelística, veremos cómo cada nueva tendencia en este género se inicia con una obra de Cela, dispuesto siempre a experimentar con nuevas estructuras:

− Ya citamos la “tremendista” La familia de Pascual Duarte, de 1942.

− La colmena (1951) preludia el “realismo social”.

− El experimentalismo en novela ya tiene un ejemplo en 1969 con San Camilo 1936. Cela no dejó de experimentar en novelas como Oficio de tinieblas 5 (1973).

Leamos ejemplos de cada una de ellas:

Las primeras palabras de La familia de Pascual Duarte, truculenta historia de un hombre que, arrastrado hasta lo peor por la presión de la herencia y del mundo que le rodea, repasa su vida, “un osario de esperanzas muertas”:

Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el

destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena

5 marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas. Aquellos gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara del inocente; estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño como las alimañas por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol1 y colonia, y hacerlo con tatuajes que después

10 nadie ha de borrar ya...Nací hace ya muchos años- lo menos cincuenta y cinco- en un pueblo perdido por

la provincia de Badajoz; el pueblo estaba a unas dos leguas de Almendralejo, agachado sobre una carretera lisa y larga como un día sin pan, lisa y larga como los días- de una lisura y una largura como usted, para su bien, no puede ni figurarse- de un condenado a

15 muerte... [1. arrebol: maquillaje encarnado.]

La familia de Pascual Duarte

La colmena, según su mismo autor, “no es otra cosa que un pálido reflejo, que una humilde sombra de la cotidiana, áspera, entrañable y dolorosa realidad”. La novela traza un abigarrado cuadro del Madrid de la posguerra y por sus páginas “bullen” unos trescientos personajes que Cela va tomando y dejando en rápidos apuntes. En este “enjambre” abundan los seres sórdidos, despiadados, degenerados o venales, que Cela desnuda implacablemente; pero también aparecen criaturas desvalidas, apaleadas por la vida, a quienes el autor mira con esa velada ternura suya.

A una señora silenciosa, que suele sentarse al fondo, conforme se sube a los billares, se le murió un hijo, aún no hace un mes. El joven se llamaba Paco y estaba preparándose para Correos. Al principio dijeron que le había dado un paralís, pero después se vio que no, que lo que le dio fue la meningitis. Duró poco y además perdió el

5 sentido en seguida. Se sabía ya todos los pueblos de León, Castilla la Vieja, Castilla la Nueva y parte de Valencia (Castellón y la mitad, sobre poco más o menos, de Alicante); fue una pena grande que se muriese. Paco había andado siempre medio malo desde una mojadura que se dio un invierno, siendo niño. Su madre se había quedado sola, porque su otro hijo, el mayor, andaba por el mundo, no se sabía bien dónde. Por las

10 tardes se iba al café de doña Rosa, se sentaba al pie de la escalera y allí se estaba las horas muertas, cogiendo calor. Desde la muerte del hijo, doña Rosa estaba muy

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cariñosa con ella. Hay personas a quienes les gusta estar atentas con los que van de luto. Aprovechan para dar consejos o pedir resignación o presencia de ánimo y lo pasan muy bien. Doña Rosa, para consolar a la madre de Paco, le suele decir que, para

15 haberse quedado tonto, más valió que Dios se lo llevara. La madre la miraba con una sonrisa de conformidad y le decía que claro que, bien mirado, tenía razón. La madre de Paco se llama Isabel, doña Isabel Montes, viuda de Sanz. Es una señora aún de cierto buen ver, que lleva una capita algo raída. Tiene aire de ser de buena familia. En el café suelen respetar su silencio y solo muy de tarde en tarde alguna persona conocida,

20 generalmente una mujer, de vuelta de los lavabos, se apoya en su mesa para preguntarle: ¿Qué? ¿Ya se va levantando ese espíritu? Doña Isabel sonríe y no contesta casi nunca; cuando está algo más animada, levanta la cabeza, mira para la amiga y dice: “¡Qué guapetona está usted, Fulanita!” Lo más frecuente, sin embargo, es que no diga nunca nada: un gesto con la mano, al despedirse, y en paz. Doña Isabel sabe que

25 ella es de otra clase, de otra manera de ser distinta, por lo menos.La colmena

COMENTEMOS1. Observa cómo caracteriza Cela al personaje central. Aparentemente es una descripción objetiva; sin embargo, la perspectiva de Cela no es totalmente externa u objetiva. Señala algún fragmento en el que aparezca el autor omnisciente.

2. ¿Qué actitud adopta Cela respecto a sus personajes y a la humanidad en general?

3. ¿Cómo es el lenguaje y el tono empleados en este fragmento?

Oficio de tinieblas 5, subtitulada “novela”, aunque luego el autor advierta “naturalmente, esto no es una novela, sino una purga de mi corazón”, se compone de 1.194 párrafos de variables dimensiones (desde una línea a varias páginas), escritos -entre otras cosas- con ausencia total de puntuación. En ellos se suceden elementos narrativos, monólogos, máximas, salmodias de contenido diverso... Es un libro difícil, extraño, único, que muestra hasta qué punto Cela se atrevió en los caminos de la experimentación. Aquí tienes uno de los párrafos del libro:

jugaste siempre con las cartas boca arriba y perdiste luchaste siempre a pecho descubierto y perdiste no dudaste jamás de la palabra escuchada y perdiste ahora ya es tarde para volverse atrás e incluso para hacer examen de conciencia no pactaste con los ángeles ni con los demonios y perdiste no te rías de ti deja que sean los demás

5 quienes se rían de ti con justa razón ahora te toca pagar la penitencia que corresponde a quienes se obstinan en levantar mundos cimentados en el aire de niño soñabas con telarañas y redes y ahora te sientes agonizar porque has caído en tu propia trampa has tenido ya todo y puedes por tanto plantar fuego a todo esto se lo regalo a fulano esto otro a mengano aquello de más allá a zutano dirás yo nada quiero porque tampoco

10 nada necesito dirás para morir a tiempo también se puede caminar vivo y desnudo ya te ladrarán los perros ya te apedrearán los vecinos no será necesario que te esfuerces en provocar sus iras que la iracundia contra el derrotado está siempre a flor de piel no quieres morir pero te vas a morir tú notas que te vas a morir elige un escenario neutro un decorado confuso nada debe quedar nunca demasiado diáfano ahora son las seis

15 menos veinte de la mañana sobre el horizonte amanece un día que se promete hermoso estás triste muy triste pero sientes que te invade una infinita paz haz esfuerzos para no disponer de tu vida deja que sea la muerte quien organice su propia representación...

Oficio de tinieblas 5

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Miguel Delibes (1920-2010)

Toda la narrativa de Miguel Delibes, cuya personalidad y obra le han valido admiración y reconocimiento unánimes, tiene un tono ético y humanista de base cristiana, que combina con el amor a la naturaleza y el rechazo a la deshumanización, al materialismo y al consumismo.

A partir de un excelente dominio del idioma, Delibes crea un estilo que se mantiene dentro de la sobriedad, la sencillez, supeditando la técnica a los contenidos. Esta concepción de la literatura no ha impedido que, a lo largo de su extensa obra, haya ido experimentando nuevas técnicas. No olvidemos, asimismo, su magistral uso de términos y expresiones propios del campo y de los pueblos.

Destacamos, en su trayectoria, . La sombra del ciprés es alargada (1947), con la que se inicia la obra de Delibes, ya

presenta dos temas recurrentes en el autor: la infancia y la muerte. Más conseguidas son las obras que combinan el tono crítico y elementos líricos: El camino, sobre la infancia y la vida en el campo; La hoja roja, desde la perspectiva de un jubilado; y Las ratas, que muestra la dura vida de un viejo y un niño en un pueblo castellano.

Junto al abuelo Román, el Nini aprendió a conocer las liebres; aprendió que la liebre levanta larga o se amona1 entre los terrones; que en los días de lluvia rehúye las cepas y los pimpollos2, que si sopla norte, se acuesta al sur del monte o del majuelo3 y, si sur, al norte; que en las soleadas mañanas de noviembre busca la amorosa abrigada

5 de las laderas. Aprendió a distinguir la liebre de los bajos -parda como la tierra de la cuenca-, de la del monte -roja como la tierra del monte-. Aprendió que la liebre ve lo mismo de día que de noche e, incluso, cuando duerme; aprendió a distinguir el sabor de la liebre cazada a escopeta, del de la cazada a golpes, del de la cazada a galgo, un si es no es incisivo y ácido a causa de la carrera. Aprendió, en fin, a descubrirlas en la cama

10 con la misma rotundidad que si se tratara de un cuervo, y a definir, en el espeso silencio de la noche, su llamada áspera y gutural.

Pero también aprendió el niño, junto al abuelo Román, a intuir la vida en torno. En el pueblo, las gentes maldecían de la soledad y ante los nublados, la sequía o la helada negra, blasfemaban y decían: “No se puede vivir en este desierto”. El Nini, el

15 chiquillo, sabía ahora que el pueblo no era un desierto y que en cada obrada4 de sembrado o de baldío5 alentaba un centenar de seres vivos.

Las ratas

[1. amonarse, para los cazadores y para las gentes del campo en general, es echarse, arrugarse, agazaparse para no ser visto. 2. pimpollo – árbol nuevo; vástago o tallo nuevo de las plantas. 3. majuelo – viña, terreno plantado de muchas vides. 4. obrada - medida agraria usada en las provincias de Palencia, Segovia y Valladolid, en equivalencia, respectivamente, de 53,832 áreas, de 39,303 áreas y de 46,582 áreas. 5. de baldío - dicho de la tierra: Que no está labrada ni sirve para que paste el ganado.

. Cinco horas con Mario (1966), considerada la mejor obra de Delibes, conjunta magistralmente la preocupación ético-social y la renovación formal: este larguísimo monólogo interior, crítica demoledora de las clases medias provincianas, muestra la radical incomunicación entre dos maneras de ver el mundo, una progresista y otra conservadora, convencional, represora, encarnadas en Mario y su viuda Carmen, respectivamente.

Casa y hacienda, herencia son de los padres, pero una mujer prudente es don de Yahvé y en lo que a ti concierne, cariño, supongo que estarás satisfecho, que motivos no te faltan, que aquí, para inter nos, la vida no te ha tratado tan mal, tú dirás, una mujer solo para ti, de no mal ver, que con cuatro pesetas ha hecho milagros, no se encuentra a la vuelta de la esquina, desengá-

5 ñate. Y ahora que empiezan las complicaciones, zas, adiós muy buenas, como la primera noche, ¿recuerdas?, te vas y me dejas sola tirando del carro. Y no es que me queje, entiéndelo bien, que peor están otras, mira Transi, imagínate con tres criaturas, pero me da rabia, la verdad, que te vayas sin reparar en mis desvelos; sin una palabra de agradecimiento, como si todo esto fuese normal y corriente. Los hombres una vez que os echan las bendiciones a descansar, un seguro de

10 fidelidad, como yo digo, claro que eso para vosotros no rige, os largáis de parranda cuando os apetece y sanseacabó, que las mujeres, de sobras lo sabes, somos unas románticas y unas tontas. Y no es que yo vaya a decir ahora que tú hayas sido una cabeza loca, cariño, sólo faltaría, que no quiero ser justa, pero tampoco pondría una mano en el fuego, ya ves ¿Desconfianza? Llámalo como quieras, pero lo cierto es que los que presumís de justos sois de cuidado, que el año

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15 de la playa bien se te iban las vistillas, querido, que yo recuerdo la pobre mamá que en paz descanse, con aquel ojo clínico que se gastaba, que yo no he visto cosa igual, el mejor hombre debería estar atado, a ver. Mira Encarna, tu cuñada es, ya lo sé pero desde que murió Elviro ella andaba tras de ti, eso no hay quien me lo saque de la cabeza. Encarna tiene unas ideas muy particulares sobre los deberes de los demás, cariño, y ella se piensa que el hermano menor está

20 obligado a ocupar el puesto del hermano mayor y cosas por el estilo, que aquí, sin que salga de entre nosotros, te diré que, de novios, cada vez que íbamos al cine y la oía cuchichear contigo en la penumbra me llevaban los demonios. Y tú, dale, que era tu cuñada, valiente novedad, a ver quién lo niega, que tú siempre sales por peteneras, con tal de justificar lo injustificable, que para todos encontrabas disculpas menos para mí, esta es la derecha. Y no es que yo diga o deje de

25 decir, cariño, pero unas veces por fas y otras por nefas, todavía estás por contarme lo que ocurrió entre Encarna y tú el día que ganaste las oposiciones, que a saber qué pito tocaba ella en ese pleito, que en tu carta, bien sobrio, hijo, “Encarna asistió a la votación y luego celebramos juntos el éxito”. Pero hay muchas maneras de celebrar, me parece a mí, y tú que en Fuima, tomando unas cervecitas y unas gambas, ya, como si una fuese tonta, como si no conociera a Encarna,

30 menudo torbellino, hijo. ¿Pero es que crees que se me ha olvidado, adoquín, cómo se te arrimaba en el cine estando yo delante? Sí, ya lo sé, éramos solteros entonces, estaría bueno, pero, si mal no recuerdo, llevábamos hablando más de dos años y una relaciones así son respetables para cualquier mujer, Mario, menos para ella, que, te digo mi verdad, me sacaba de quicio con sus zalemas y sus pamplinas. ¿Crees tú, que, conociéndola, estando tú y ella mano a mano, me voy a

35 tragar que Encarna se conformase con una cerveza y unas gambas? Y no es eso lo que peor llevo, fíjate, que, al fin y al cabo de barro somos, lo que más me duele es tu reserva, “no desconfíes”, “Encarna es una buena chica que está aturdida por su desgracia”, ya ves, como si una se chupase el dedo, que a lo mejor a otra menos avisada se la das, pero lo que es a mí…

Cinco horas con Mario

. Los santos inocentes (1981), otra de sus obras fundamentales, combina experimentalismo y denuncia social.

PACO, EL BAJOSi hubieran vivido siempre en el Cortijo quizá las cosas se hubieran producido de otra manera pero a Crespo, el Guarda Mayor, le gustaba adelantar a uno en la Raya de lo de Abendújar por si las moscas y a Paco, el Bajo, como quien dice, le tocó la china y no es que le incomodase por él, que a él, al fin y al cabo, lo mismo le daba un sitio que otro, pero sí por los muchachos, a ver, por

5 la escuela, que con la Charito, la Niña Chica, tenían bastante y le decían la Niña Chica a la Charito aunque, en puridad, fuese la niña mayor, por los chiquilines, natural,

madre, ¿por qué no habla la Charito?¿por qué no anda la Charito, madre?¿por qué la Charito se ensucia las bragas?, preguntaban a cada paso, y ella, la Régula, o

10 él, o los dos a coro,pues porque es muy chica la Charito, a ver, por contestar algo, ¿qué otra cosa podían

decirles?, pero Paco, el Bajo, aspiraba a que los muchachos se ilustrasen, […] que los muchachos podían salir de pobres con una pizca de conocimiento, e incluso la propia Señora Marquesa, con objeto de erradicar el analfabetismo en el cortijo, hizo venir durante tres veranos consecutivos a

15 dos señoritos de la ciudad para que, al terminar las faenas cotidianas, les juntasen a todos en el porche de la corralada1, a los pastores, a los porqueros, a los apaleadores, a los muleros, a los gañanes2 y a los guardas, y […] les enseñasen las letras y sus mil misteriosas combinaciones, y los pastores, y los porqueros, y los apaleadores y los gañanes y los muleros, cuando les preguntaban, decían,

20 la B con la A hace BA, y la C con la A hace Za,y, entonces, los señoritos de la ciudad […] les corregían y les desvelaban las trampas, y

les decían,pues, la C con la A, hace KA, y la C con la I hace CI y la C con la E hace CE y la C con la O

hace KO,25 y los porqueros y los pastores, y los muleros, y los gañanes y los guardas se decían entre sí

desconcertados,también te tienen unas cosas, parece como que a los señoritos les gustase embromarnos3,

pero no osaban levantar la voz, hasta que una noche, Paco, el Bajo, se tomó dos copas, se encaró con el señorito alto, el de las entradas, el de su grupo y, ahuecando los orificios de su ancha nariz

30 (por donde, al decir del señorito Iván, los días que estaba de buen talante, se le veían los sesos), preguntó,

señorito Lucas, y ¿a cuento de qué esos caprichos?Los santos inocentes

[1. corralada: corral, sitio cerrado y descubierto, que suele hallarse delante de la casa. 2. gañán: mozo de labranza. 3. embromar: engañar a alguien con faramalla y trapacerías. Usar chanzas y bromas con alguien por diversión.]

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Miguel Delibes siguió, hasta bien avanzada edad, publicando novelas, narraciones cortas, libros de viajes, memorias... Citemos su última novela, El Hereje (1998), y La tierra herida (2006), basada en un diálogo entre Miguel Delibes y su hijo, Miguel Delibes Castro, en el que se ponen de manifiesto los problemas que afectan a la naturaleza y a la humanidad.

5.2.3. El realismo social en la novelaIniciada esta tendencia por La colmena de Cela (1951), y El camino de Delibes (1950),

en los años siguientes -sobre todo entre 1954 y 1962- surgirán las novelas más significativas del realismo social, y, con ellas, se revelarán novelistas importantes como Juan Goytisolo, Ignacio Aldecoa, Ana Mª Matute, Jesús Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite, etc.

El novelista debe dar testimonio de los males que aquejan a su sociedad: debe denunciar las injusticias. Este propósito de denuncia le lleva a

. tratar temas como

− la vida dura del campo, como en Los bravos de Fernández Santos,

− el mundo del trabajo, como en La mina de López Salinas,

− la dorada burguesía y su juventud desocupada, objeto de una mirada implacable en Final de fiesta de Goytisolo, por ejemplo;

− la evocación de la guerra, especialmente los tristes efectos de la contienda sobre niños o adolescentes, como en Primera memoria de Ana Mª Matute.

. movidos por el ideal de objetivismo, adoptar el estilo de la crónica, con un lenguaje desnudo y directo. En los diálogos, interesa recoger el habla viva.

Todos estos rasgos son llevados a sus últimas consecuencias por El Jarama (1955) de Rafael Sánchez Ferlosio. En esta novela se cuenta el domingo de unos jóvenes trabajadores, transcrito por el autor utilizando casi exclusivamente el diálogo, como en una grabación. No se podía ir más lejos por el camino del realismo.

5.3. El teatro

5.3.1. El teatro de la década de 1930 y del exilio

En los años treinta, antes y durante la Guerra Civil, surge un teatro de circunstancias, un teatro propagandístico de contenido social y político. Son ejemplos obras de Rafael Alberti, Miguel Hernández, Max Aub, Ramón J. Sender, José Mª Pemán o Eduardo Marquina.

Más tarde, en el exilio, seguirán produciendo, además de los poetas-dramaturgos de la Generación del 27 (Salinas y Alberti), Alejandro Casona, autor de teatro poético; y Max Aub, cuyos dramas políticos tratan el tema de la tragedia colectiva de las guerras.

Como muestra, aquí tenéis un fragmento de De un tiempo a esta parte, de Max Aub, en que se plantea la situación de una mujer judía en la Europa de 1938.

EMMA. Tengo las manos agarrotadas; las puedo mirar como si no fuesen mías, rojas, oscuras. Y yo estudié, mi título está en un marco de caoba... Era en la otra vida. Me quedé enrollada por el frío, las manos heladas; ya no me desnudo más que para lavarme por la mañana. Eso sí, me sigo desnudando del todo. Eso no me lo podrá quitar nadie. Nadie.

5 Digo nadie, y ¡cualquiera sabe! Ahora no se sabe nada: ésa es la cuestión, no se está seguro de nada. Ahora mismo puede venir un policía, un agente, un portero, un cualquiera, y prohibirme que me lave por la mañana. Y no estamos en Alemania, no, sino en Viena. En Viena, y en 1938.

De un tiempo a esta parte de Max Aub

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En conjunto, el teatro de los primeros años de posguerra es bastante pobre. Está marcado por la ausencia de dramaturgos insustituibles, como Valle-Inclán, Lorca, Miguel Hernández, muertos en esos años, y por el exilio de los autores citados. A ello se suman otros factores determinantes, como la censura, el aislamiento cultural y la dependencia respecto a los intereses empresariales. Hay que recordar que el teatro, además de literatura, es también espectáculo, que depende de un local, que pertenece a un empresario, que tiene muy en cuenta el gusto del público “que va al teatro” (en gran medida, público burgués) y que no querrá embarcarse en aventuras renovadoras, que no suelen ser “negocio”.

5.3.2. El teatro de la posguerraEl público burgués reclama diversión trivial. En consecuencia, en la producción escénica

de posguerra que merece cierta estima encontramos. comedias “de salón”, en la línea de la “alta comedia” de Benavente. Basadas en los

valores tradicionales, presentan un diálogo elegante y cuidado. Pemán, Luca de Tena, J. Calvo Sotelo ofrecen obras de este tipo.

. teatro humorístico, surgido en torno a un grupo de humoristas relacionados con la revista La Codorniz, publicación que, al igual que el teatro que comentaremos, aprovecha las posibilidades cómicas del lenguaje (equívocos, juegos de palabras), entra en el reino del absurdo, jugando con situaciones disparatadas, personajes grotescos...

Citemos a dos figuras muy interesantes dentro de este teatro cómico: Enrique Jardiel Poncela (Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Eloísa está debajo de un almendro...) y Miguel Mihura (Tres sombreros de copa...)

TRES SOMBREROS DE COPA se sitúa en el hotel de una pequeña ciudad. Allí se encuentra el tímido Dionisio, a punto de casarse con Margarita, una señorita del lugar, pues “todos se casan a los veintisiete años”.

(DIONISIO cierra las maletas, mientras silba una fea canción pasada de moda. Después se tumba sobre la cama sin quitarse el sombrero. Mira el reloj.)

DIONISIO. Las once y cuarto. Quedan apenas nueve horas. (Da cuerda al reloj.) Nos debíamos haber casado esta tarde y no habernos separado esta noche ya... Esta noche sobra... Es una

5 noche vacía. (Cierra los ojos.) ¡Nena! ¡Nena! ¡Margarita! (Pausa. Y después, en la habitación de al lado, se oye un portazo y un rumor fuerte de conversación, que poco a poco va aumentando.

DIONISIO se incorpora.) ¡Vamos, hombre! ¡Una bronca ahora! Vaya unas horas de reñir... (Su vista tropieza con el espejo, en donde se ve con el sombrero de copa en la cabeza y, sentado en la cama dice:) Sí, ahora parece que me hace cara de apisonadora...

10 (Se levanta. Va hacia la mesita, donde dejó los otros dos sombreros y, nuevamente, se los prueba. Y cuando tiene uno en la cabeza y los otros dos uno en cada mano, se abre rápidamente la puerta de la izquierda y entra PAULA, una maravillosa muchacha rubia, de dieciocho años que, sin reparar en DIONISIO, vuelve a cerrar de un golpe y, de cara a la puerta cerrada, habla con quien se supone ha quedado dentro. DIONISIO, que la ve reflejada en el espejo, muy azorado, no

15 cambia de actitud.) PAULA. ¡Idiota!BUBY. (Dentro.) ¡Abre!PAULA. ¡No!BUBY. ¡Abre!

20 PAULA. ¡No!BUBY. ¡Que abras!PAULA. ¡Que no!BUBY. (Todo muy rápido.) ¡Imbécil!PAULA. ¡Majadero!

25 BUBY. ¡Estúpida!PAULA. ¡Cretino!BUBY. ¡Abre!PAULA. ¡No!BUBY. ¡Que abras!

30 PAULA. ¡Que no!BUBY. ¿No?

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PAULA. ¡No!BUBY. Está bien.PAULA. Pues está bien. (Y se vuelve. Y al volverse, ve a DIONISIO.) ¡Oh, perdón! Creí que no había

35 nadie...DIONISIO. (En su misma actitud frente al espejo.) Sí...PAULA. Me apoyé en la puerta y se abrió... Debía estar sin encajar del todo... Y sin llave...DIONISIO. (Azoradísimo.) Sí...PAULA. Por eso entré...

40 DIONISIO. Sí...PAULA. Yo no sabía...DIONISIO. No...PAULA. Estaba riñendo con mi novio.DIONISIO. Sí...

45 PAULA. Es un idiota...DIONISIO. Sí...PAULA. ¿Acaso le han molestado nuestros gritos?DIONISIO. No...PAULA. Es un grosero...

50 BUBY. (Dentro.) ¡Abre!PAULA. ¡No! (A DIONISIO.) Es muy feo y muy tonto... Yo no le quiero... Le estoy haciendo rabiar... Me divierte mucho hacerle rabiar... Y no le pienso abrir... Que se fastidie ahí dentro... (Para la puerta.) Anda, anda, fastídiate...BUBY. (Golpeando.) ¡Abre!

55 PAULA. (El mismo juego.) ¡No!... Claro que, ahora que me fijo, le he asaltado a usted la habitación. Perdóneme. Me voy. Adiós. DIONISIO. (Volviéndose y quedando ya frente a ella.) Adiós, buenas noches.PAULA. (Al notar su extraña actitud con los sombreros, que le hacen parecer un malabarista.) ¿Es usted también artista?

60 DIONISIO. Mucho.PAULA. Como nosotros. Yo soy bailarina. Trabajo en el ballet de Buby Barton. Debutamos mañana en el Nuevo Music-Hall. ¿Acaso usted también debuta mañana en el Nuevo Music-Hall? Aún no he visto los programas. ¿Cómo se llama usted?DIONISIO. Dionisio Somoza Buscarini.

65 PAULA. No. Digo su nombre en el teatro.DIONISIO. ¡Ah! ¡Mi nombre en el teatro! ¡Pues como todo el mundo!...PAULA. ¿Cómo?DIONISIO. Antonini.PAULA. ¿Antonini?

70 DIONISIO. Sí. Antonini. Es muy fácil. Antonini. Con dos enes...PAULA. No recuerdo. ¿Hace usted malabares?DIONISIO. Sí. Claro. Hago malabares.BUBY. (Dentro.) ¡Abre!PAULA. ¡No! (Se dirige a DIONISIO.) ¿Ensayaba usted?

75 DIONISIO. Sí. Ensayaba.PAULA. ¿Hace usted solo el número?DIONISIO. Sí. Claro. Yo hago solo el número. Como mis papás se murieron, pues claro...PAULA. ¿Sus padres también eran artistas?DIONISIO. Sí. Claro. Mi padre era comandante de Infantería. Digo, no.

80 PAULA. ¿Era militar?DIONISIO. Sí. Era militar. Pero muy poco. Casi nada. Cuando se aburría solamente. Lo que más hacía era tragarse el sable. Le gustaba mucho tragarse su sable. Pero claro, eso les gusta a todos...PAULA. Es verdad... Eso les gusta a todos... ¿Entonces, todos, en su familia, han sido artistas de

85 circo?DIONISIO. Sí. Todos. Menos la abuelita. Como estaba tan vieja, no servía. Se caía siempre del caballo... Y todo el día se pasaban los dos discutiendo...PAULA. ¿El caballo y la abuelita?DIONISIO. Sí. Los dos tenían un genio terrible... Pero el caballo decía muchas más picardías...

90 PAULA. Nosotras somos cinco. Cinco girls. Vamos con Buby Barton hace ya un año. Y también con nosotros viene madame Olga, la mujer de las barbas. Su número gusta mucho. Hemos llegado esta tarde para debutar mañana. Los demás, después de cenar, se han quedado en el café que hay abajo... Esta población es tan triste... No hay adónde ir y llueve siempre... Y a mí el plan del café me aburre... Yo no soy una muchacha como las demás... Y me subí a mi cuarto para tocar un

95 poco mi gramófono... Yo adoro la música de los gramófonos... Tres sombreros de copa

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5.3.2. Del drama ideológico al teatro realista social

Al igual que en los otros géneros, en el teatro de los años cuarenta aparece una corriente existencial que evoluciona hacia el realismo social en la década de los cincuenta, que arranca con Historia de una escalera (1949), de Antonio Buero Vallejo, y Escuadra hacia la muerte (1953) de Alfonso Sastre.

Hablemos de ellos.

Antonio Buero Vallejo (1916-2000)A pesar de su variedad, la obra de Buero Vallejo tiene un elemento común: el tono

ético, profundamente humano. En ella se plantean los problemas fundamentales del ser humano, de los que se hace partícipe al espectador, al que se transmite inquietud, desasosiego, sin dejarlo, sin embargo, caer en la desesperanza.

Innovadoras, cargadas de dignidad, las obras de Buero Vallejo presentan caracteres problemáticos en su proyección social, a veces

. inmersos en la realidad de la posguerra, puesto en escena el pueblo llano con sus problemas reales, al tiempo que se ignora la realidad oficial. Estamos ante un teatro de testimonio y compromiso. Fundamental la ya citada Historia de una escalera.

. otras, combinando el realismo y el experimentalismo, como en El tragaluz.

. Las de carácter histórico, como Un soñador para un pueblo o Las meninas, en torno a Esquilache y Velázquez, respectivamente, se refieren, de hecho, al presente del propio Buero y su sociedad.

. En algunas piezas incluye la fantasía. Es el caso de Irene y el tesoro.

. Llegó incluso a escribir teatro sobre la tortura y la culpa (La doble historia del doctor Valmy, por ejemplo).En Historia de una escalera, Antonio Buero Vallejo pone en escena a tres generaciones que habitan un mismo inmueble para representar la frustración social y existencial en la vida española de la primera mitad del siglo XX. La escalera, espacio cerrado y simbólico, y el inexorable paso del tiempo favorecen una estructura cíclica y repetitiva que subraya el fracaso de los personajes.

Acto primero

El primer acto transcurre en un día de 1919. Carmina y Fernando, dos jóvenes que viven en un modesto inmueble, se encuentran en el rellano o «casinillo» de la escalera:

CARMINA. ¡Si nos ven!FERNANDO. ¡Qué nos importa! Carmina, por favor, créeme. No puedo vivir sin ti. Estoy desesperado. Me ahoga la ordinariez que nos rodea. Necesito que me quieras y que me consueles. Si no me ayudas, no podré salir adelante.

5 CARMINA. ¿Por qué no se lo pides a Elvira? (Pausa. Él la mira, excitado y alegre.)FERNANDO. ¡Me quieres! ¡Lo sabía! ¡Tenías que quererme! (Le levanta la cabeza. Ella sonríe involuntariamente.) ¡Carmina, mi Carmina! (Va a besarla, pero ella le detiene.)CARMINA. ¿Y Elvira?FERNANDO. ¡La detesto! Quiere cazarme con su dinero. ¡No la puedo ver!

10 CARMINA. (Con una risita.) ¡Yo tampoco! (Ríen, felices.)FERNANDO. Ahora tendría que preguntarte yo: ¿Y Urbano?CARMINA. ¡Es un buen chico! ¡Yo estoy loca por él! (FERNANDO se enfurruña.) ¡Tonto!FERNANDO. (Abrazándola por el talle.) Carmina, desde mañana voy a trabajar de firme por ti. Quiero salir de esta pobreza, de este sucio ambiente. Salir y sacarte a ti. Dejar para siempre los

15 chismorreos, las broncas entre vecinos… Acabar con la angustia del dinero escaso, de los favores que abochornan como una bofetada, de los padres que nos abruman con su torpeza y su cariño servil, irracional…CARMINA. (Reprensiva.) ¡Fernando!FERNANDO. Sí. Acabar con todo esto. ¡Ayúdame tú! Escucha: voy a estudiar mucho, ¿sabes?

20 Mucho. Primero me haré delineante. ¡Eso es fácil! En un año… Como para entonces ya ganaré bastante, estudiaré para aparejador. Tres años. Dentro de cuatro años seré un aparejador solicitado por todos los arquitectos. Ganaré mucho dinero. Por entonces tú serás ya mi mujercita, y viviremos en otro barrio, en un pisito limpio y tranquilo. Yo seguiré estudiando. ¿Quién sabe? Puede que para entonces me haga ingeniero. Y como una cosa no es incompatible con la otra,

25 publicaré un libro de poesías, un libro que tendrá mucho éxito…CARMINA. (Que le ha escuchado extasiada.) ¡Qué felices seremos!

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Más adelante Fernando habla con Urbano, vecino de su misma edad.

Con un suspiro de disgusto, vuelve a recostarse en el pasamanos. Pausa. URBANO llega al primer rellano. Viste traje azul mahón. Es un muchacho fuerte y moreno, de fisonomía ruda, pero expresiva: un proletario. FERNANDO lo mira avanzar en silencio. URBANO comienza a subir la escalera y se detiene al verle.

5 URBANO.-¡Hola! ¿Qué haces ahí?FERNANDO.-Hola, Urbano. Nada.URBANO.-Tienes cara de enfado.FERNANDO.-No es nada.URBANO.-Baja al «casinillo». (Señalando el hueco de la ventana.) Te invito a un cigarro. (Pausa.)

10 ¡Baja, hombre! (FERNANDO empieza a bajar sin prisa.) Algo te pasa. (Sacando la petaca.) ¿No se puede saber?FERNANDO.-(Que ha llegado.) Nada, lo de siempre... (Se recuestan en la pared del «casinillo». Mientras hacen los pitillos.) ¡Que estoy harto de todo esto!URBANO.-(Riendo.) Eso es ya muy viejo. Creí que te ocurría algo.

15 FERNANDO.-Puedes reírte. Pero te aseguro que no sé cómo aguanto. (Breve pausa.) En fin, ¡para qué hablar! ¿Qué hay por tu fábrica?URBANO.-¡Muchas cosas! Desde la última huelga de metalúrgicos la gente se sindica a toda prisa. A ver cuándo nos imitáis los dependientes.FERNANDO.-No me interesan esas cosas.

20 URBANO.-Porque eres tonto. No sé de qué te sirve tanta lectura.FERNANDO.-¿Me quieres decir lo que sacáis en limpio de esos líos?URBANO.-Fernando, eres un desgraciado. Y lo peor es que no lo sabes. Los pobres diablos como nosotros nunca lograremos mejorar de vida sin la ayuda mutua. Y eso es el sindicato. ¡Solidaridad! Ésa es nuestra palabra. Y sería la tuya si te dieses cuenta de que no eres más que

25 un triste hortera. ¡Pero como te crees un marqués!FERNANDO.-No me creo nada. Sólo quiero subir. ¿Comprendes? ¡Subir! Y dejar toda esta sordidez en que vivimos.URBANO.-Y a los demás que los parta un rayo.FERNANDO.-¿Qué tengo yo que ver con los demás? Nadie hace nada por nadie. Y vosotros os

30 metéis en el sindicato porque no tenéis arranque para subir solos. Pero ése no es camino para mí. Yo sé que puedo subir y subiré solo.URBANO.-¿Se puede uno reír?FERNANDO.-Haz lo que te de la gana.URBANO.-(Sonriendo.) Escucha, papanatas. Para subir solo, como dices, tendrías que trabajar

35 todos los días diez horas en la papelería; no podrías faltar nunca, como has hecho hoy...FERNANDO.-¿Cómo lo sabes?URBANO.-¡Porque lo dice tu cara, simple! Y déjame continuar. No podrías tumbarte a hacer versitos ni a pensar en las musarañas; buscarías trabajos particulares para redondear el presupuesto y te acostarías a las tres de la mañana contento de ahorrar sueño y dinero. Porque

40 tendrías que ahorrar, ahorrar como una urraca; quitándolo de la comida, del vestido, del tabaco... Y cuando llevases un montón de años haciendo eso, y ensayando negocios y buscando caminos, acabarías por verte solicitando cualquier miserable empleo para no morirte de hambre... No tienes tú madera para esa vida.FERNANDO.-Ya lo veremos. Desde mañana mismo...

45 URBANO.-(Riendo.) Siempre es desde mañana. ¿Por qué no lo has hecho desde ayer, o desde hace un mes? (Breve pausa.) Porque no puedes. Porque eres un soñador. ¡Y un gandul! (FERNANDO le mira lívido, conteniéndose, y hace un movimiento para marcharse.) ¡Espera, hombre! No te enfades. Todo esto te lo digo como un amigo.Pausa.

50 FERNANDO.-(Más calmado y levemente despreciativo.) ¿Sabes lo que te digo? Que el tiempo lo dirá todo. Y que te emplazo. (URBANO le mira.) Sí, te emplazo para dentro de... diez años, por ejemplo. Veremos, para entonces, quién ha llegado más lejos; si tú con tu sindicato o yo con mis proyectos.URBANO.-Ya sé que yo no llegaré muy lejos; y tampoco tú llegarás. Si yo llego, llegaremos todos.

55 Pero lo más fácil es que dentro de diez años sigamos subiendo esta escalera y fumando en este «casinillo».

Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo

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Alfonso Sastre (1926)A su condición de escritor de textos y creador de nuevos géneros une las de hombre

práctico del teatro, fundador de grupos, redactor de manifiestos, adaptador de clásicos y contemporáneos, crítico en distintas publicaciones y autor de excelentes ensayos sobre teoría dramática.

Se inició defendiendo un teatro social, de denuncia y protesta, que fuera un instrumento agitador y transformador de la realidad. En su obra domina el tema de la opresión y predomina el aspecto social sobre el individual. Citemos Escuadra hacia la muerte, La mordaza, ¿Dónde estás, Ulalume, dónde estás? (1990) o su última, todavía inédita, Las noches del fin del mundo (2009).

6. DE LA DÉCADA DE 1960 A LA ACTUALIDAD

6.1. La lírica

6.1.1. La promoción de 1955Poetas que vivieron la guerra en la infancia, comparten unas características que los

diferencian de los poetas sociales: . temas en que predomina la experiencia personal, sin abandonar totalmente lo

social. A partir, a veces, de una reflexión sobre una anécdota de la vida cotidiana, se trata del amor, la soledad, la amistad, los recuerdos...

. frente al prosaísmo de alguna poesía social, valoran la expresión poética, optando por un lenguaje natural y antirretórico, pero nunca vulgar ni altisonante. Cierto simbolismo y el tono irónico hacen sus textos más minoritarios que los sociales. En la métrica, abandonan la rima y las estrofas clásicas, aunque abundan los endecasílabos y los versos breves de cinco y siete sílabas.

Citemos algunos miembros de esta “generación de los cincuenta” a Ángel González [Antología – p. 330-331], José Manuel Caballero Bonald, Claudio Rodríguez, Francisco Brines y los poetas de la Escuela de Barcelona: Jaime Gil de Biedma [Antología – p. 339-342], Carlos Barral y José Agustín Goytisolo.

Y leamos algunos poemas suyos:

NO VOLVERÉ A SER JOVEN

Que la vida iba en seriouno lo empieza a comprender más tarde-como todos los jóvenes, yo vinea llevarme la vida por delante.

5 Dejar huella queríay marcharme entre aplausos-envejecer, morir, eran tan sololas dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo10 y la verdad desagradable asoma:

envejecer, morir,es el único argumento de la obra.

Jaime Gil de Biedma

CANCIÓN DE AMIGA

Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.

Las calles de la ciudad son láminas de hielo.Las ramas de los árboles están envueltas en fundas

de hielo.Las estrellas tan altas son destellos de hielo.

Helado está también mi corazón,pero no fue en invierno.Mi amiga,mi dulce amiga,aquella que me amaba,me dice que ha dejado de quererme.

No recuerdo un invierno tan frío como éste. Ángel González

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A MANO AMADA

A mano amada,cuando la noche impone su costumbre de insomnioy conviertecada minuto en el aniversariode todos los sucesos de una vida;

allí,en la esquina más negra del desamparo, dondeel nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,

los recuerdos me asaltan.

Unos empuñan tu mirada verde, otrosapoyan en mi espaldael alma blanca de un lejano sueño,y con voz inaudible,con implacables labios silenciosos,¡el olvido o la vida!, me reclaman.

Reconozco los rostros. No hurto el cuerpo.

Cierro los ojos para very sientoque me apuñalan fría,justamente,con ese hierro viejo: la memoria.

Ángel González

ALTO JORNAL

Dichoso el que un buen día sale humildey se va por la calle, como tantosdías más de su vida, y no lo esperay, de pronto, ¿qué es esto?, mira a lo alto

5 y ve, pone el oído al mundo y oye,anda, y siente subirle entre los pasosel amor de la tierra, y sigue, y abresu taller verdadero, y en sus manosbrilla limpio su oficio, y nos lo entrega

10 de corazón porque ama, y va al trabajotemblando como un niño que comulgamas sin caber en el pellejo, y cuandose ha dado cuenta al fin de lo sencilloque ha sido todo, ya el jornal ganado,

15 vuelve a su casa alegre y siente que alguienempuña su aldabón, y no es en vano. Claudio Rodríguez

PALABRAS PARA JULIA1

Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja como un aullido interminable. Hija mía, es mejor vivir

5 con la alegría de los hombres, que llorar ante el muro ciego. Te sentirás acorralada, te sentirás perdida o sola, tal vez querrás no haber nacido.

10 Yo sé muy bien que te dirán que la vida no tiene objeto, que es un asunto desgraciado. Entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí

15 pensando en ti como ahora pienso. Un hombre sólo, una mujer así, tomados de uno en uno, son como polvo, no son nada. Pero yo cuando te hablo a ti,

20 cuando te escribo estas palabras, pienso también en otros hombres. Tu destino está en los demás, tu futuro es tu propia vida, tu dignidad es la de todos.

25 Otros esperan que resistas, que les ayude tu alegría, tu canción entre sus canciones. Entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí

30 pensando en ti como ahora pienso. Nunca te entregues ni te apartes junto al camino, nunca digas no puedo más y aquí me quedo. La vida es bella, tú verás

35 como a pesar de los pesares, tendrás amor, tendrás amigos. Por lo demás no hay elección y este mundo tal como es será todo tu patrimonio.

40 Perdóname, no sé decirte nada más, pero tú comprendeque yo aún estoy en el camino. Y siempre, siempre, acuérdate de lo que un día yo escribí

45 pensando en ti como ahora pienso. José Agustín Goytisolo

[1. la hija del poeta]

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6.1.2. La poesía de la década de 1970. El experimentalismo

Nacidos después de la guerra, un grupo de poetas, son conocidos como los novísimos. Se trata de, entre otros, Leopoldo María Panero, Ana Mª Moix, Manuel Vázquez Montalbán, Pere Guimferrer o Guillermo Carnero.

Son poetas formados en la cultura de masas (el cine, los cómics, la radio y la televisión) y que, superadas las limitaciones del aislamiento y la censura de la posguerra, están al corriente de los movimientos culturales extranjeros y tienen una sólida formación literaria.

. Este bagaje cultural tan heterogéneo pasa a su poesía en forma de referencias culturales variadísimas.

. Tratan tanto temas intimistas (amor, infancia, erotismo...) como temas sociales y políticos (consumismo, guerra de Vietnam...).

. Preocupados por la renovación del estilo, experimentan nuevas formas expresivas vanguardistas, sobre todo surrealistas, y enriquecen el lenguaje poético recuperando la herencia del modernismo (alusiones a elementos exóticos, ciudad lejanas).

. Combinan el tono grave, la actitud pesimista y escéptica, con actitudes provocadoramente frívolas, la ironía, el humor y el distanciamiento.

Inútil escrutar tan alto cieloinútil cosmonauta el que no sabeel nombre de las cosas que le ignoranel color del dolor que no le mata

5 inútil cosmonautael que contempla estrellaspara no ver las ratas. Manuel Vázquez Montalbán

DEDICATORIAMás allá de dondeaún se esconde la vida, quedaun reino, queda cultivarcomo un rey su agonía,

5 hacer florecer como un reinola sucia flor de la agonía:yo que todo lo prostituí, aún puedoprostituir mi muerte y hacerde mi cadáver el último poema. Leopoldo María Panero

Andando el tiempo se verán las caras, esos que gritan por las esquinas viva la revolución.Degeneramos, compañeros. Preguntad al mozo de telégrafos si le gusta la historia de Rossy

Brown.

Rossy partió bajo la luna, una noche de fiesta en casa de Míster Brown.Un caballero la envolvió en su capa y a sus sueños la llevó.

5 Regresó luego, triste y perdida, y a los pies de la mamá sollozó:Yo no sabía qué me decía aquella noche, verbena de San Juan,cuando dije estoy cansada y tengo sueño, mañana ya os veré.Tengo una herida y un hijo muerto. Sólo su capa Jim me dejó. Erami dueño, y aunque lo digan, Jim nunca fue salteador.

10 Lo saben Rossy y la cocinera que en el ajo estuvo en la ocasión:Jim vuelve siempre. De madrugada su canción canta a las muchachasde negros ojos y dulce voz:

Un amor tiene cualquiera pero Dulce Jim, no

15 Y es que el mozo de telégrafos está enamorado, y no sabe qué hacerpara que la hija de la portera entienda que no es muchacho del montón.Anna Mª Moix

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LLEVAN UNA ROSA EN EL PECHO LOS ENAMORADOS

Llevan una rosa en el pecho los enamorados y suelen besarse entre un rumor de girasoles y hélices.

Hay pétalos de rosa abandonados por el viento en los pasillos de las clínicas.

Los escolares hunden sus plumillas entre uña y carne y oprimen suavemente hasta que la sangre empieza a brotar. Algunos aparecen muertos bajo los últimos pupitres.

Estaré enamorado hasta la muerte y temblarán mis manos al coger tus manos y temblará mi voz cuando te acerques y te miraré a los ojos como si llorara.

Los camareros conocen a estos clientes que piden una ficha en la madrugada y hacen llamadas inútiles, cuelgan luego, piden una ginebra, procuran sonreír, están pensando en su vida. A estas horas la noche es un pájaro azul.

Empieza a hacer frío y las muchachas rubias se miran temblando en los escaparates. Un chorrear de estrellas silencioso se extingue.

Luces en un cristal espejeante copian el esplendor lóbrego de la primavera, sus sombrías llamaradas azules, sus flores de azufre y de cal viva, el grito de los ánades llamando desde el país de los muertos.

Pere Gimferrer

DOS CRUCES

En los sábados noche de las costas doradasno fuimos a los Clubs, por despojarnosdel fácil satanismo virginalde los adolescentes a la moda,

5 y siempre a las verbenas de la Plaza Mayor,donde bailan las niñas con su señora madrey la cazalla y el Anís del Monoparecen exigirla justa dimensión de la ternura.

10 ¡Qué hermoso fue intentaresa clase de amor viejo y tranquiloque se mece al arrullode las charangas de interés local!Debimos aprender

15 la comprensión y el uso de la humana flaqueza en vez de convertir aquel Sevillatuvo que ser con su lunitaplateada1

en nostalgia y en humo de sonrisas. Guillermo Carnero

[1. fragmento de la canción “Dos cruces”, muy popular en la España de los años cincuenta y sesenta del siglo XX.]

6.1.3. La poesía desde 1980 a fin del siglo XX

A finales del siglo XX, en general, se abandonan las formas extremas del vanguardismo y del culturalismo. Algunos de los componentes de la promoción de 1955 se consagran como maestros; es el caso de Jaime Gil de Biedma o Francisco Brines.

En el panorama de la lírica se distinguen varias tendencias poéticas (neosimbolismo, vanguardismo experimental, clasicismo, minimalismo, poesía de la experiencia...), aunque con frecuencia los límites entre ellas no son claros. También debe tenerse en cuenta que hay poetas que desarrollan una obra al margen de las tendencias, y que otros evolucionan de una corriente a otra.

Aquí tenéis una pequeña selección de alguno de ellos:

Te veo en una profundidad quieta y clara y tus ojos amantesme acompañan de cerca. Bien puedes romper todas misremilgadas opiniones llenas de chismes, enredos y vicios:entre tú y yo no hay ninguno.

Blanca Andreu

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A PUNTO DE UN VIAJE EN COCHE

Las ventanas reflejanel fuego de ponientey flota una luz grisque ha venido del mar.

5 En mí quiere quedarseel día, que se muere,como si yo, al mirarle,lo pudiera salvar.Y quién hay que me mire

10 y que pueda salvarme.La luz se ha vuelto negray se ha borrado el mar.

Francisco Brines

HERMANOS

Sois mis hermanos, cosas, animales,astros, ríos y selvas turbadoras,hermanos sois, minutos, días, horas,seres enanos y descomunales.

5 Hermanas las auroras boreales,las tormentas, las playas, faunas, floras,las calladas especies, las cantoras,los fuegos y las tierras virginales.

Y las cuevas, las lunas y los vientos,todas las variaciones y aventuras,el grito hiriente y el rumor lejano.

Todos los infinitos firmamentosy todas sus extrañas criaturas.¡Tú, incluso, hombre terrible, eres mi hermano!

Jesús Lizano¡QUÉ BUENO ERA!

Que no falte un buen pisco en mi velorio pisco: aguardiente de uva

ni un jalisco chingón1 de despedida, respirar es un lujo transitoriohay vida más allá pero no es vida.

Evitadle al fiambre, ¡Qué bueno era!,el rip de la portera y el pariente, rip: “requiescat in pace” (que descanse en paz)

el gori-gori de la plañidera gori-gori = gorigori: canto lúgubre de los entierrosque no tenga mi cuerpo tan presente.

Quise viajar a todas las ciudades,divorciarme de todas las casadas,robarle al mar su agónico perfume.

Y apuré, vanidad de vanidades,después de demasiadas madrugadas,el puré de cicuta que resume. Joaquín Sabina

1. jalisco chingón: una canción de mariachis competentemente cantada.

VUELO A ROMA

Mi cinturón aprieta tu cintura,y tu sonrisa ciñe mi corazón.Sobrevolamos las islas indeciblesya nuestro paso las nubes se disipan.¿Cómo regresar al beso y la armoníasin que se corte la respiración?¿Cómo planear la compartida nochedespués de tanta ausencia?Sólo el aire es aliado nuestroporque nuestro deseo es de aire puro. […]

Antonio Gala

E. D

Mírame aún. Creció musgo en mis labiosy en los inviernos crudos me visita la nieve.Siéntate, viajero, a mi lado.Cuando la lluvia arranca plateadascoronas de la piedra y silenciosaen el ciprés muere la tarde, sólode ti me acuerdo. Pero tú estás lejos.Pasa tu mano por mi nombre y quitalas hojas amarillas que lo cubren,y los pétalos secos de esas floresantiguas. Llámame después y dimesi el viento de esos campos lo ha borradoo si tiembla en el aire todavíacomo el romero verde.

Andrés Trapiello

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SENTIDOS DEL SOL

En el silenciobrotesde claridadse dilapidan

5 Crujen los ramajesinciertos

Mediodíaabierto hacia el no ser

Te miro10 ahora

aquíbajola lentitud de esteclima

15 de inexistencia

Existimossobre el calmo desierto

La lentitud del airellama

20 a pájaros silentes1

Somosun único rumorde pasosy de miradas

25 Agostollama al sol sobre estosmédanos2

Clamanahora

30 en su vacío los golpesde la luzalrededor de un espacio de nada.

Andrés Sánchez Robayna

[1. silentes: silenciosos. 2. médanos: dunas]

6.2. La narrativa

6.2.1. Renovación de las técnicas narrativas. Años 60 y 70La renovación de la novela pretende superar con una obra más compleja el sencillo

relato realista, que había ido sustituyendo el periodismo testimonial, inexistente por razones políticas en los años cuarenta y cincuenta.

Para esta renovación, que afecta tanto al punto de vista narrativo, como al tiempo, la estructura, etc., se toman como modelos los novelistas que iniciaron la experimentación desde los años veinte en Europa y Norteamérica: Proust, Joyce, Kafka, Faulkner o Dos Passos; así como la novela hispanoamericana de los años sesenta: Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar o Gabriel García Márquez.

Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín SantosARGUMENTO: En el Madrid de la época, el protagonista, Pedro, un médico dedicado a la investigación del

cáncer, se ve implicado en un aborto que acaba en muerte, en un suburbio de chabolas. La policía le detiene y, al demostrarse su inocencia, queda en libertad. Poco después sufre la venganza de un chabolista.

Lo radicalmente nuevo es la perspectiva del autor, irónica y sarcástica. Como Valle-Inclán, presenta una realidad vulgar o degradada aludiendo a prestigiosas referencias culturales, en tono majestuoso y cultista. Sorprendió el punto de vista narrativo, que combina la perspectiva omnisciente del monólogo interior con descripciones objetivas, diálogos y digresiones ensayísticas.

Aunque se mantiene la visión crítica de la narrativa social, muestra la imposible e inútil solidaridad entre un intelectual y el mundo marginal; es decir, acaba con la ilusión de la literatura comprometida, que confiaba en la capacidad revolucionaria del arte.

El siguiente fragmento se sitúa tras la descripción del poblado de chabolas, que se nos presenta como una gran obra del ingenio humano. Don Pedro y Amador, su ayudante, se acercan a la “mansión” del Muecas.

Y tras haber contemplado el impresionante espectáculo de la ciudad prohibida con los picos ganchudos de sus tejados para protección contra los demonios voladores, descendieron Amador y don Pedro desde las colinas circundantes y tanteando

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prudentemente su camino entre los diversos obstáculos, perros ladradores, niños 5 desnudos, montones de estiércol, latas llenas de agua de lluvia, llegaron hasta la misma

puerta principal de la residencia del Muecas. Allí estaba el digno propietario volviéndoles la espalda ocupado en ordenar en el suelo de su chabola una serie de objetos heteróclitos que debía haber logrado extraer –como presuntamente valiosos- del montón de basura con el que desde hacía unos meses tenía concertado un acuerdo

10 económico dé aprovechamiento. Mas en cuanto les hubo advertido gracias a un significativo sonido brotado de la carnosa boca de Amador, se incorporó con movimiento exento de gracia y en su rostro, surcado por las arrugas del tiempo y los trabajos y agitado por la rítmica tempestad del tic nervioso al que debía su apodo, se pintó una expresión de viva sorpresa.

15 -¡Cuánto bueno por aquí, don Pedro! ¡Cuánto por aquí! ¿Por qué no me has avisado? Siendo esa pregunta dirigida a su amigo y casi pariente.

-Adelante. Pasen ustedes y acomódense.No de otro modo dispone el burgués los agasajos debidos a sus iguales

20 haciéndoles pasar a la tranquila, polvorienta y oscurecida sala, donde una sillería forrada de raso espera el honroso peso de los cuerpos de aquellas personas que, dotadas de análoga jerarquía que los propios dueños de la casa, pueden ocupar sus sitiales y disponerse durante lapsos de tiempo variables a una conversación que -aun-que aburrida y vacía- no deja de confortar a cuantos en ella participan a título de

25 confirmación indirecta de la pertenencia a un mismo y honroso estamento social. Así Muecas dispuso que don Pedro tomara asiento en una a modo de cama hecha con cajones que allí había y que en ausencia de sábanas cubría una manta pardusca. Y componiendo en su rostro los gestos corteses heredados desde antiguos siglos por los campesinos de la campiña toledana y haciendo de su voz naturalmente recia una cierta

30 composición meliflua, consiguió articular con algún esfuerzo:-Tomarán ustedes un refresco.Tras lo que, olvidando momentáneamente su propósito de control prolongado del

timbre áspero de su voz, gritó:-¡Flora, Florita! ¡Trae una limonada en seguida! Que está el señor doctor.

Tiempo de silencio

Entre los relatos experimentales, a pesar de que en muchos casos el formalismo no fue más allá que hacer de la novela un texto de difícil lectura, encontramos, entre otras, obras muy interesantes como:

. Señas de identidad de Juan Goytisolo

. Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé

. Cinco horas con Mario de Miguel Delibes

. San Camilo 1936 de Camilo José Cela

. Retahílas de Carmen Martín Gaite

6.2.2. La narrativa desde 1980 a fin del siglo XX

A mediados de los años setenta hay un cierto cansancio de originalidad. Los experimentos anteriores quedan asimilados y se emplean moderadamente, cuando parecen eficaces, pero se pierde el afán de acumular novedades y de centrar el interés de la novela en su escritura. Se recupera, en general, la estructura simple, con una trama y unos personajes claros.

A pesar del eclecticismo de la época, se distinguen dos grandes tendencias narrativas: la que recupera el intimismo (lo subjetivo y lo psicológico) y la que centra su interés en la trama (novela de historia, aventura o intriga). Por el contrario, decae la preocupación por el análisis social.

Es esta una época en que, además de los novelistas ya consagrados, van ofreciendo una obra sólida un buen número de escritores. Son, entre otros, Eduardo Mendoza, Javier Marías, Manuel Vázquez Montalbán, Juan José Millás, Antonio Muñoz Molina, Julio Llamazares, Arturo Pérez-Reverte, Soledad Puértolas, Manuel Rivas, Almudena Grandes, Enrique Vila Matas, Bernardo Atxaga, etc.

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Afinando un poco más la doble clasificación anterior, destacamos los tipos de novela que han sido especialmente fructíferas:

. La novela histórica, donde pueden incluirse los relatos de tono autobiográfico y las memorias. Citemos La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza y El jinete polaco de Antonio Muñoz Molina. Ya de 2001 es Soldados de Salamina de Javier Cercas.

. La novela experimental, que suele perder el radicalismo de los años setenta.

. La novela lírica, de tono intimista, a veces novela autobiográfica o memorias (reales o ficticias), como Corazón tan blanco de Javier Marías, o La sonrisa etrusca de José Luis Sampedro, por ejemplo.

. La novela de intriga con calidad literaria puede ejemplificarse con Beltenebros de Antonio Muñoz Molina, La tabla de Flandes de Arturo Pérez-Reverte, La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón (publicada en 2002) o la serie de novela policíaca protagonizada por el detective Carvalho y creada por Manuel Vázquez Montalbán.

La llamada que esperaba estaba escrita sobre la libreta de notas junto a una breve redacción de Biscúter en la que le decía que se había enterado de que su madre estaba en los Hogares Mundet y que se iba a verla. Ni siquiera sabía que Biscúter tuviera madre. La llamada decía: “El señor Briongos dice que su hijo estará hoy a las

5 nueve en la puerta de cine Navía de San Magín. Ha llamado también la chica del señor Briongos diciendo que no vaya. Que se ponga en contacto con ella”. Carvalho se sacó la navaja del bolsillo. Pulsó el resorte y saltó la hoja con un chasquido. Se miraron la navaja y Carvalho. Ella parecía esperar la orden de ataque. El hombre parecía temerla. La volvió a cerrar y la devolvió al bolsillo. Abrió el cajón. La pistola dormía con su

10 presencia de lagarto frío. Carvalho la cogió y la examinó. Hizo el amago de disparar contra la pared. Luego sacó las balas de una caja de cartón y la fue cargando con parsimonia. Cuando cerró el tambor, el lagarto dormido ya estaba despierto, alerta, cargado de muerte. Le puso el seguro frustrando sus ganas de matar y lo metió en el bolsillo con la recomendación expresa de que se estuviera quietecita. La pistola le

15 calentó aquella parte del cuerpo. De otro cajón sacó un protector de aros de hierro para los dedos. Se lo puso. Abrió y cerró la mano. Disparó el brazo golpeando a un antagonista invisible. Se sacó el protector y fue a parar al otro bolsillo de la chaqueta. Ya está. La Armada Invencible. Sacó de la nevera la botella de vino blanco, pero se lo repensó y fue en busca de la de orujo. Bebió dos vasos. Directamente de la cazuela

20 comió con los dedos parte del bacalao al ajoarriero que Biscúter había dejado preparado. Hasta la vista, dijo a las cuatro paredes y se entretuvo bajando la escalera con pereza, recibiendo aquí el repiqueteo del martillo del escultor, allí el trajín rumoroso de la peluquería, la trompeta con sordina del muchacho lila. Se cruzó con dos mariquitas disfrazados de niños de primera comunión o dos niños de primera comunión mariquitas.

25 Parecían Romeo y Julieta con barba y bigote huyendo de los Montescos o de los Capuletos.

Los mares del sur (1979) de Manuel Vázquez Montalbán

La nieve ha caído todo el día y ahora su blancura refuerza los reflejos de los focos callejeros y los anuncios, difundidos por la capa de la neblina y humos. La alcobita está llena de misteriosa claridad y un silencio absoluto, liberado del tiempo, realza sonoramente el resollar del viejo, acompañante de la respiración infantil en el territorio

5 acotado por el mágico pacto.El viejo sostiene al niño en brazos, envuelto en una manta. La cabecita

soñolienta se reclina en el huesudo hombro izquierdo, mientras el peso del cuerpecín reposa sobre el antebrazo derecho. ¡Preciosísima carga!... La nieve les envuelve desde fuera con su vigorosa blancura como para protegerles: no se aventuran los lobos sobre

10 nevada reciente, donde dejan huellas delatoras.La sonrisa etrusca (1985) de José Luis Sampedro

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El siguiente fragmento de El jinete polaco (1991) recoge una escena de represión de la policía franquista: Se nos ha olvidado cómo eran aquellos cabrones de sociales1, dice Manuel, o

hemos preferido no acordarnos: eran jóvenes, eficaces, brutales, de una chulería calculada y grosera, tan estridente como el color de sus camisas y el tamaño de sus corbatas y de las pistolas que esgrimían. Mientras uno de ellos, el que parecía mayor y

5 más cruel, registraba las habitaciones derribando a patadas las pilas de libros y pisando los papeles y los discos tirados en el suelo, el otro, más delgado, tal vez más joven, con el pelo castaño y las patillas un poco más cortas, la condujo a ella al sofá apretándole dolorosamente un brazo y sin dejar de mirarla guardó la pistola en la sobaquera y le preguntó por él. “Si te portas bien no vamos a hacerte nada. Mi compañero es un poco

10 bruto, así que será mejor que procures no irritarlo. No tenemos nada contra ti, por ahora. Así que será mejor que nos digas dónde está tu amigo. Estás nerviosa, a que sí. ¿Quieres un cigarrillo?” Se lo estaba encendiendo cuando el otro salió del dormitorio. Los botones del chaleco parecían a punto de reventarle sobre el torso hinchado por la ira. Adelantó una mano en la que llevaba todavía la pistola, cogida por el cañón: todo su

15 cuerpo se encogió en el sofá al sentir que iba a ser golpeada con la culata y casi percibir el sabor de la sangre en su boca. Pero no pueden hacerme nada, pensaba, yo no soy española: era como decirse “estoy soñando” en medio de una pesadilla y no lograr sin embargo que se desvaneciera el peligro.

[1. sociales: miembros de la policía secreta.]El jinete polaco (1991) de Antonio Muñoz Molina

Dos muestras de Soldados de Salamina: las primeras líneas de la novela y un fragmento de la primera de las tres partes en que se divide la obra:

Fue en el verano de 1994, hace más de seis años, cuando oí hablar por primera vez del fusilamiento de Rafael Sánchez Mazas. Tres cosas acababan de ocurrirme por entonces: la primera es que mi padre había muerto; la segunda es que mi mujer me había abandonado; la tercera es que yo había abandonado mi carrera de escritor. La

5 verdad es que, de esas tres cosas, las dos primeras son exactas, exactísimas; no así la tercera. En realidad, mi carrera de escritor no había acabado de arrancar nunca, así que difícilmente podía abandonarla. Más justo sería decir que la había abandonado apenas iniciada.

- - - - - - - - - -A Trapiello no lo visité hasta unos meses más tarde, pero de inmediato me puse a

seguir las pistas que me había facilitado. Así descubrí que, en efecto, sobre todo recién acabada la guerra, Sánchez Mazas le había contado la historia de su fusilamiento a todo el que aceptaba escucharla. Eugenio Montes, uno de los amigos más fieles con que

5 contó nunca, escritor como él, como él falangista, lo retrató el 14 de febrero de 1939, justo dos semanas después de los hechos del Collell, “con pelliza de pastor y pantalón agujereado de balazos”, llegando “casi resurrecto del otro mundo” después de tres años de clandestinidad y cárceles en la zona republicana.

Soldados de Salamina (2001) de Javier Cercas

6.2.3. El cuentoDesde 1939 hasta la actualidad se han publicado numerosos y excelentes relatos

breves; aunque es a partir de 1975 cuando la producción es más abundante. En conjunto, el cuento ha seguido la misma evolución que la novela: una etapa existencial en la inmediata posguerra, realismo social en los años cincuenta y experimentalismo en los sesenta.

Citemos algunos de los buenos autores de relato corto: Ana Mª Matute, Álvaro Pombo, Enrique Vila Matas, Laura Freixas, Manuel Rivas...

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“¿Qué hay, Pardal? Espero que por fin este año podamos ver la lengua de las mariposas.”

El maestro aguardaba desde hacía tiempo que les enviasen un microscopio a los de la Instrucción Pública. Tanto nos hablaba de cómo se agrandaban las cosas menudas

5 e invisibles por aquel aparato que los niños llegábamos a verlas de verdad, como si sus palabras entusiastas tuviesen el efecto de poderosas lentes.

“La lengua de la mariposa es una trompa enroscada como un muelle de reloj. Si hay una flor que la atrae, la desenrolla y la mete en el cáliz para chupar. Cuando lleváis el dedo humedecido a un tarro de azúcar, ¿a qué sentís ya el dulce en la boca como si

10 la yema fuese la punta de la lengua? Pues así es la lengua de la mariposa.”Y entonces todos teníamos envidia de las mariposas. Qué maravilla. Ir por el

mundo volando, con esos trajes de fiesta, y parar en flores como tabernas con barriles llenos de almíbar.

Yo quería mucho a aquel maestro.“La lengua de las mariposas” de ¿Qué me quieres, amor? de Manuel Rivas

6.2.4. La narrativa y el periodismoSon abundantes los escritores que colaboran en la prensa, y, además, se cultivan

géneros que mezclan la ficción y el periodismo documental. Entre los numerosos narradores que escriben artículos periodísticos, se encuentran Julio Llamazares, Juan José Millás, Javier Marías, Antonio Muñoz Molina, Manuel Vicent, Soledad Puértolas, Quim Monzó, etc...

Del mismo modo, cada vez son más frecuentes los escritores que, a partir del periodismo, crean ficciones muy documentadas, cercanas al reportaje periodístico, como Manuel Leguineche, Rosa Montero o Manuel Vicent.

6.3. El teatro

6.3.1. La década de 1960. La evolución del realismo social

A finales de la década de 1950 y durante los años sesenta, comenzaron su obra un grupo de dramaturgos nacidos en torno a 1925, mucho de los cuales tuvieron dificultades para acceder a los escenarios: la censura teatral existió hasta los últimos años del franquismo. En conjunto, pretenden ser una alternativa comprometida e innovadora al teatro comercial que triunfaba, representado por Alfonso Paso, Jaime Salom o Jaime de Armiñán.

Sus obras reflejan la evolución del realismo social:. Plantean temas de crítica social y de denuncia: la injusticia, la explotación, las

condiciones de vida de las clases populares, los abusos del poder, etc. Los protagonistas suelen ser víctimas que acaban derrotados por el entorno social. El aspecto original es el hecho de que los personajes que actúan como verdugos aparecen, a su vez, como víctimas de la situación global, del sistema.

. La estética se aleja del realismo y tiende hacia unas nuevas formas expresivas: alegórico-simbólica, expresionista o en tono de farsa. Emplea un lenguaje violento, desgarrado y popular, desafiante para el público más conservador, que se convierte en un medio eficaz de expresar la violencia y la crueldad del mundo.

. Destaquemos La llanura de Martín Recuerda, El tintero de Carlos Muñiz, Los inocentes de la Moncloa de José Mª Rodríguez Méndez, La camisa de Lauro Olmo y Los verdes campos del Edén de Antonio Gala.

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Oficina de CROCK. CROCK, sentado a su mesa, rodeado de voluminosos expedientes, de pilas de legajos, trabaja afanosamente. Parece una máquina. (Después de un largo silencio, durante el que sólo se oye el ruido de papeles que hace CROCK, éste deja de trabajar, se levanta, mira sigilosamente a los dos laterales y vuelve a su

5 mesa frotándose las manos, con la expresión más risueña, más humana. Abre un cajón de su mesa y saca un florero. Abre otro cajón y saca un pequeño ramo de flores. Coloca con esmero las flores y se pone a silbar. Las huele y respira hondo, con los ojos cerrados. Luego se sienta y, mientras silba en tono muy bajo, queda mirando, absorto, las flores, con expresión definitivamente feliz.

10 Aparece el CONSERJE con un montón de papeles, que deja, con ademán cansino, sobre la mesa de CROCK. Cuando se va a marchar repara en el florero.)CONSERJE.– Buena mañana, ¿eh?CROCK.– Muy buena. Una estupenda mañana de primavera.CONSERJE.– (Despectivo.) Primavera... (Con severidad.) Señor Crock..., ¿le parece bonito?

15 CROCK.– ¡Me parece muy bonito!CONSERJE.– (Sibilino.) También le parecerá bonito que dé parte de usted al Jefe de Personal...CROCK.– No lo hará, ¿verdad?CONSERJE.– Si le vuelvo a ver con esa porquería encima de la mesa, ya verá usted si doy o no doy parte.

20 CROCK.– ¿Usted no ha olido nunca las flores?CONSERJE.– No puedo. Me hacen estornudar. (Gritando.) ¡Y basta de charla! Ya sabe lo que le he dicho. Como las vuelva a ver ahí encima daré parte de usted... Va contra el reglamento.CROCK.– ¡Qué reglamento ni reglamento! ¿Quién es usted para amenazarme a mí? (Se pone en pie, enfurecido.)

25 CONSERJE.– Soy el Conserje. No “un” conserje. ¡El Conserje! El que cobra más gratificación de todos, el brazo derecho del señor Jefe de Personal. No lo olvide. Soy... ¡el Conserje!CROCK.– ¡El que cuenta todos los chismes de la oficina!CONSERJE.– El que hace respetar el reglamento. Y usted siempre está saltándoselo a la torera. Es malo saltarse el reglamento a la torera. Se expone uno a terminar mal, muy mal. ¡Y se acabó!

30 ¡Quite ahora mismo eso de ahí encima!El tintero (1960) de Carlos Muñiz

6.3.2. El teatro de la década de 1970. El experimentalismo

En los años setenta se produjo una renovación teatral que liquidó definitivamente el realismo y se lanzó a la experimentación de nuevas formas dramáticas. Esa evolución iba ligada al teatro independiente, a las compañías de actores y directores que se constituían para hacer un teatro claramente diferenciado del comercial, recogiendo la influencia de los dramaturgos europeos de la segunda mitad del siglo XX, como Bertold Brecht, Antoni Artaud y, en especial, los autores del teatro del absurdo como Samuel Beckett y Eugène Ionesco.

En el teatro-espectáculo pierde protagonismo el texto literario en beneficio de la escenografía. Se desdibujan los personajes y la acción dramática; se emplea un lenguaje alegórico y abstracto, a veces en tono ceremonial. En algunos casos se incorporan importantes innovaciones en los efectos especiales y se difuminan los límites entre ciertos géneros, como el circo, el musical o el espectáculo festivo.

A mediados de la década de 1970 la ebullición teatral queda patente en los más de 150 grupos no comerciales (teatros de aficionados, de cámara, universitarios y teatros experimentales). Entre los teatros independientes que se consolidaron con una oferta comercial, destacamos, por proximidad, el CAPSA (Barcelona).

De los numerosos grupos con una trayectoria estimable, mencionemos Els Joglars, Los Goliardos, Dagoll-Dagom, Els Comediants, Teatro Fronterizo, La Cubana y, más tardíamente, La Fura dels Baus.

Junto a los grupos teatrales, destacan varios dramaturgos vanguardistas, como Francisco Nieva o José Ruibal. Mención aparte merece la figura de Fernando Arrabal, quien desde su exilio voluntario en París destacó y triunfó con su teatro pánico, de corte netamente vanguardista y provocador.

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6.3.3. El teatro de la década de 1980 a fin del siglo XX

A partir de los años ochenta, se afianza el teatro de autor y se abandonan las formas extremas del experimentalismo. Las tres tendencias principales son:

. Teatro de tipo tradicional. Como autor tardío se revela Fernando Fernán Gómez con Las bicicletas son para el verano (1982), obra ambientada en la guerra civil. El mismo tema trata ¡Ay, Carmela! de José Sanchís Sinisterra.

. Teatro-farsa. Recoge elementos del esperpento y del sainete, y suele plantear temas conflictivos, como el paro, las drogas o la violencia en clave trágico-grotesca. Representan esta tendencia obras como La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro de José Luis Alonso de Santos.

. Teatro experimental. En general, es un teatro de grupo, en el que destaca La Fura dels Baus con un teatro-espectáculo. Para la difusión de nuevas tendencias, han sido fundamentales los festivales internacionales. En esta línea, es frecuente la revisión y reinterpretación de textos clásicos de cualquier género. Citemos Faust. Versió 3.0 Goethe de La Fura dels Baus, sobre el clásico de Goethe; las numerosas y controvertidas versiones de clásicos dirigidas por Calixto Bieito (La vida es sueño, Hamlet, Tirant lo Blanc...); o Clasicorro lo serás tú de la compañía Teatro del Ser...

Las bicicletas son para el verano se inicia en el verano de 1936, a punto de comenzar la Guerra Civil, y acaba cuando finaliza el conflicto bélico, en 1939. Al empezar la obra, Luis es un adolescente de Madrid que ha suspendido la física y debe quedarse a estudiar en la ciudad, mientras que muchos de sus amigos marchan de veraneo. La dura experiencia de la guerra marca las vidas y destroza las ilusiones de Luis y de toda su familia. El cuadro II, del principio de la obra, presenta a dos personajes adolescentes que hacen planes para el futuro, ajenas al drama que se avecina.

CHARITO. ¿Lo has escrito tú?LUIS. Claro. Es una poesía. La he escrito para ti. Para que te la lleves al veraneo. Y si quieres, la lees de vez en cuando.CHARITO. Bueno.

5 LUIS. Léela ahora.(CHARITO va leyendo el papel con la mirada.)LUIS. No, pero en voz alta.CHARITO. (Empieza a leer lentamente.) “Quiero estar siempre...” ¿Aquí qué dice?LUIS. A tu lado.

10 CHARITO. No entiendo bien la letra. ¿Por qué no la lees tú la primera vez?LUIS. Trae. (Coge el papel y empieza a leer, aunque, en realidad, se la sabe casi de memoria.) “Quiero estar siempre a tu lado,/ quiero a tu lado estar siempre,/ aunque se pasen las horas,/ aunque se vayan los trenes, / aunque se acaben los días,/ y aunque se mueran los meses./ Quiero estar frente a tus ojos,/ quiero estar frente a tus dientes./ La

15 mariposa se va,/ la mariposa no vuelve./ Sé como la golondrina / para que siempre regreses,/ que los caminos del cielo / los encuentra y no los pierde.” (Deja de leer.) Ya está.CHARITO. Es muy bonita. Qué bien escribes. Eres el que mejor escribe de quinto.LUIS. ¿Te gusta de verdad?

20 CHARITO. Sí, de verdad. Y me gusta mucho que la hayas escrito para mí.LUIS. ¿Te la quieres llevar?CHARITO. Claro. (Toma el papel y le echa una ojeada.) Sólo hay una cosa que no me gusta. Bueno, que me gusta menos.LUIS. ¿Cuál?

25 CHARITO. Esto... (Busca entre los renglones.) Esto de los dientes... Aquí: (Lee.) “Quiero estar frente a tus dientes.”LUIS. Eso he tenido que ponerlo para que pegue. Es un romance. Y los romances tienen que tener ocho sílabas y rima asonante en los versos pares. Como he empezado con “siempre” tengo que seguir e-e, e-e, e-e. Por eso he puesto “dientes” en vez de “cara” o

30 “pelo” o “cuerpo”. Porque si no, no era un romance.CHARITO. ¿Ah, no?LUIS. Claro, Charito, ¿no te acuerdas?CHARITO. No; la verdad es que eso nunca me entró.LUIS. (Vuelve a tomar el papel para ampliar sus explicaciones.) Y eso de aquí, lo de la

35 mariposa, es que es un lepidóptero de vida efímera, o sea que vive sólo un día. Si se va,

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ya nunca vuelve. En cambio, la golondrina es un ave migratoria que aunque todos los años se marcha a países más cálidos, siempre vuelve a su nido.CHARITO. Sí, eso sí lo sé.LUIS. (Habla titubeando y con cierta emoción.) Charito... antes de que te marches de

40 veraneo... ¿podemos vernos otra vez?CHARITO. Me marcho pasado mañana. Pero mañana, para despedirnos, hacemos una excursión en bicicleta a la Casa de Campo. Vienen Coca y los otros. ¿Por qué no vienes tú también?LUIS. Ya sabes que no tengo bicicleta. Como me han suspendido.

45 CHARITO. Pues la alquilas.LUIS. No, alquilada no.CHARITO. Huy, qué soberbia.LUIS. Es que son muy malas. (Pausa.) Y cuando vuelvas... ¿nos veremos? Como yo este año voy a ir al Instituto en vez de ir al colegio...

50 CHARITO. Si quieres, nos veremos por las tardes. Puedes ir a buscarme a la salida, y me acompañas a casa. (Se levanta.) Es muy tarde.LUIS. (Se levanta también y le muestra el papel a CHARITO.) ¿Te la llevas?CHARITO. Sí, trae. (Coge el papel, lo dobla y lo guarda.)

Las bicicletas son para el verano (1982) de Fernando Fernán Gómez

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