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12 de octubre 2015 19:24

Por Charles Clover y Lucy Hornby

Serie FT: Una carretera moderna seda es la firma la política exterior deBeijing

De China Gran Juego: Camino a un nuevoimperio

"Los graneros en todos los pueblos están llenos de reservas, y las arcas están llenas de tesoros yel oro, por valor de miles de millones", escribió Sima Qian, un historiador chino que vive en elsiglo primero antes de Cristo. "Hay mucho dinero que los cables utilizados para las monedas decuerda juntos pudren y descanso, una cantidad innumerable. Los graneros en eldesbordamiento de capital y el grano va mal y no se pueden comer. "

Él estaba describiendo los excedentes legendarios de la dinastía Han, una época caracterizadapor la primera expansión de China en el oeste y el sur, y el establecimiento de rutas comercialesmás tarde conocida como la Ruta de la Seda, que se extendía desde la antigua capital de Xi'anen lo la antigua Roma.

Avance rápido de un milenio o dos, y lo mismo hablar de laexpansión se presenta como superávit de China crecen de nuevo. No hay cuerdas para sostenersu $ 4tn de las reservas en moneda extranjera ­ el más grande del mundo ­ y además dedesbordar graneros China tiene excedentes masivos de bienes raíces, el cemento y el acero.

Después de dos décadas de rápido crecimiento, Beijing está de nuevo mirando más allá de susfronteras para las oportunidades de comercio y de inversión, y para ello se está alcanzando denuevo a su antigua grandeza imperial para la conocida metáfora de la "Ruta de la Seda".

Creación de una versión moderna de la antigua ruta comercial se ha convertido en la firmainiciativa de política exterior de China bajo la presidencia de Xi Jinping.

"Es uno de los pocos términos que la gente recuerda de las clases de historia que no estérelacionado con el poder duro. . . y es precisamente esas asociaciones positivas que los chinosquieren hacer hincapié ", dice Valerie Hansen, profesor de historia de China en la Universidadde Yale.

La gran idea de Xi

Si se toma la suma total de los compromisos de China a su valor nominal, la nueva Ruta de laSeda se convertirá en el mayor programa de diplomacia económica desde el Plan Marshallliderada por Estados Unidos para la reconstrucción de la posguerra en Europa, que abarcadecenas de países con una población total de más de 3 mil millones de personas. La escalademuestra gran ambición. Pero en el contexto de una economía tambaleante y la crecientefuerza de su ejército, el proyecto ha adquirido gran importancia como una forma de definir ellugar de China en el mundo y sus relaciones ­ a veces tensas ­ con sus vecinos.

Económicamente, diplomática y militarmente Pekín utilizará el proyecto para afirmar elliderazgo regional en Asia, dicen los expertos. Para algunos, se explica el deseo de estableceruna nueva esfera de influencia, una versión moderna de la Gran Juego del siglo 19, donde GranBretaña y Rusia se enfrentaron por el control de Asia central.

"La Ruta de la Seda ha sido parte de la historia de China, que se remonta a las dinastías Han yTang, dos de los más grandes imperios chinos", dice Friedrich Wu, profesor de la Escuela SRajaratnam de Estudios Internacionales en Singapur. "La iniciativa es un recordatoriooportuno de que China bajo el Partido Comunista es la construcción de un nuevo imperio."

De acuerdo con ex funcionarios, la gran visión para una nueva ruta de la seda comenzó la vidamodestamente en las entrañas del Ministerio de Comercio de China. Buscando una manera delidiar con el exceso de capacidad grave en los sectores del acero y de fabricación, losfuncionarios de comercio empezaron a tramar un plan para exportar más. En 2013, elprograma recibió su primer reconocimiento de nivel superior cuando el Sr. Xi anunció la"Nueva Ruta de la Seda", durante una visita a Kazajistán.

Desde el presidente dedicó un segundo discurso importante al plan de marzo ­ como laspreocupaciones sobre la desaceleración económica montada ­ ha una bola de nieve en unapolítica significativa y adquirió un nombre clunkier: "Uno Cinturón, Un Camino". El cinturónse refiere a la ruta comercial terrestre que une el centro de Asia, Rusia y Europa. El camino,curiosamente, es una referencia a una ruta marítima por el Océano Pacífico y el Índicooccidental.

En algunos países Beijing está presionando a una puerta abierta. El comercio entre China y loscinco estados de Asia Central ­ Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán ­ha crecido de forma espectacular desde 2000, llegando a $ 50 mil millones en 2013, según elFondo Monetario Internacional. Ahora China quiere construir las carreteras y tuberíasnecesarias para suavizar el acceso a los recursos que necesita para continuar su desarrollo.

Sr. Xi comenzó a ofrecer más detalles sobre el plan a principios de este año con el anuncio de $46bn en inversiones y líneas de crédito en un corredor económico entre China y Pakistánplaneado, terminando en el puerto de Mar Arábigo de Gwadar. En abril, Pekín anunció planespara inyectar $ 62bn de sus reservas de divisas en los tres bancos de políticas estatales quefinanciarán la expansión de la nueva Ruta de la Seda. Algunos proyectos, que ya están en lamesa de dibujo, parecen haber sido cooptado en el nuevo esquema de burócratas y empresariosluchando para vincular sus planes a la política del Sr. Xi.

"Ellos sólo están poniendo un nuevo lema en cosas que he querido hacer desde hace muchotiempo", dijo un diplomático occidental.

"Es como un árbol de Navidad", dice Scott Kennedy, director adjunto del Centro de EstudiosEstratégicos e Internacionales en Washington. "Se puede colgar un montón de objetivospolíticos en él, pero nadie ha hecho un análisis económico adecuado. El dinero del gobiernoque están poniendo en no es suficiente; que esperan para traer capital privado, sino que elcapital privado que desee invertir? ¿Va a ganar dinero? "

Además de ofrecer una visión de la ambición de China, la nueva Ruta de la Seda presenta unaventana a cómo la política macroeconómica se realiza en Beijing ­ a menudo en pie, con losburócratas corriendo para dar cuerpo a las declaraciones vagas ya veces contradictorias de loalto. "Parte de esto es de arriba hacia abajo, parte de esto es de abajo hacia arriba, pero no haynada en el medio hasta ahora", dice un ex funcionario chino.

"El resto de la burocracia está tratando de ponerse al día con donde Xi ha plantado la bandera",dice Paul Haenle, director del Centro Carnegie­Tsinghua en Beijing. "Esto es algo que Xianuncia y luego la burocracia tiene que hacer algo con ella. Tienen que poner la carne en loshuesos ".

Algunas pistas surgieron en marzo, cuando la Comisión de Reforma, órgano central deplanificación de China poderosa Nacional de Desarrollo y, publicaron un documento torpe,"Visiones y acciones en forma conjunta Edificio Ruta de la Seda Cinturón Económico y del siglo21 Ruta de la Seda Marítima". Proporciona una gran cantidad de detalles en algunos lugares ­como el que se llevarán a cabo ferias de libros ­ pero es irregular en otros, como el que lospaíses están incluidos. Perú, Sri Lanka e incluso el Reino Unido se incluyen en algunasversiones de mapas semi­oficiales, pero quedan fuera de los demás.

Una lista completa parece existir, sin embargo. El 28 de abril, el Ministerio de Comercioanunció que los países en Ruta de la Seda representan el 26 por ciento del comercio exterior deChina, una estadística muy preciso. Sin embargo, una solicitud del Financial Times paradetalles más específicos sobre la lista de naciones quedaron sin respuesta.

También hay indicios todavía de cómo se llevará a cabo ­ a través de su propia burocracia, ocomo departamentos separados en diferentes ministerios y bancos de política. Con losgobiernos extranjeros y bancos multinacionales con impaciencia tras las declaraciones deDelfos desde Beijing a entender lo que significa, la vaguedad y la confusión no ha pasadodesapercibido.

"Si queremos hablar de la Ruta de la Seda", dice un diplomático de un país vecino, "no sabemosa quién llamar."

Como los intereses económicos del país se expanden en el extranjero, su aparato de seguridadmasiva y militar probablemente se detuvieron en un papel regional mayor. China no tienebases militares extranjeras y firmemente insiste en que no interfiera en la política interna decualquier país. Pero un proyecto de ley antiterrorista por primera vez legaliza eldesplazamiento de soldados chinos en suelo extranjero, con el consentimiento de la naciónanfitriona.

Militar de China también está ansioso por su parte de la generosidad política y fiscal queacompaña al nuevo impulso Ruta de la Seda. Un ex funcionario de Estados Unidos dice que fuedicho por los generales de alto rango en el Ejército Popular de Liberación que el, Una estrategiaRoad One Belt tendría un "componente de seguridad".

Proyectos en áreas inestables inevitablemente probar política de evitar enredos de seguridadexterior de China. Pakistán ha asignado 10.000 soldados para proteger a los proyectos deinversión chinos, mientras que en Afganistán, las tropas estadounidenses hasta ahora hanprotegido una mina de cobre a China invertido.

Construcción de puertos en países como Sri Lanka, Bangladesh y Pakistán ha llevado a algunosanalistas a preguntarse si el objetivo último de China es de doble uso instalaciones de logísticanaval que se podrían poner en servicio el control de las vías marítimas, una estrategia llamadala "cadena de perlas".

El logro de la confianza de los vecinos recelosos como Vietnam, Rusia y la India no es un hecho,y constantemente está siendo socavada por la flexión muscular sostenida por China en otroslugares. En el Mar del Sur de China, por ejemplo, los enfrentamientos navales se hanincrementado en la cara de agresivas reclamaciones marítimas de Pekín.

Exceso de capacidad Exportación

La teoría de Lenin de que el imperialismo es impulsado por excedentes capitalistas parece sercierto, curiosamente, en una de las últimas (ostensiblemente) países leninistas del mundo. Noes casualidad que la estrategia de Silk Road coincide con las secuelas de un auge de la inversiónque ha dejado gran exceso de capacidad y la necesidad de encontrar nuevos mercados en elextranjero.

"El crecimiento de la construcción se está desacelerando y China no tiene que construir muchasnuevas autopistas, ferrocarriles y puertos, por lo que tiene que encontrar otros países que sí",dice Tom Miller, de la consultora Beijing GaveKal Dragonomics. "Uno de los objetivos claros esconseguir más contratos para las empresas de construcción chinas en el extranjero."

Al igual que el Plan Marshall, la nueva iniciativa de Silk Road parece diseñado para utilizargolosinas económicas como una manera de hacer frente a otras vulnerabilidades. Fronterasoccidentales de China y sus vecinos de Asia Central son el hogar de vastas reservas de petróleoy gas. La región de Xinjiang, sentado en algunos de chinos mayores reservas de energía ycrucial para el proyecto Ruta de la Seda, es también el hogar de una población intranquila

musulmana uigur que sea culturalmente turco, mucho más pobres que los habitantes de lacosta de China y la búsqueda de una ruptura con Beijing. La región ha sido escenario de gravesbrotes de violencia en los últimos años.

Un empuje en el centro de Asia va a llenar en parte el vacío dejado por la retirada de Moscúdespués de la guerra fría, seguido de retirada militar de Washington en Afganistán el añopróximo. Con Beijing diciendo que se enfrenta a una creciente amenaza terrorista, laestabilización de la región en general es una prioridad.

Pero, al hacerlo, China heredará el mismo problema de la gallina y el huevo que ha plagado alos EE.UU. en sus intentos de "construcción nacional" ­ tener que preguntar si la seguridad y laestabilidad es un requisito previo para el desarrollo económico, o si, como parece Beijing acreer, puede pacificar los conflictos locales con un mar de la inversión y el gasto eninfraestructura.

La lucha contra el islamismo radical

Si este método no funciona, China se enfrentará a algunas alternativas sombrías ­ ya sea vueltay salir, o arriesgarse a ser empantanado en compromisos de seguridad y la política local. Hadejado claro que no quiere reemplazar a los EE.UU. en Afganistán ni se ve a sí misma como unpolicía regional. "China no va a caer en los mismos errores", dice Jia Jinjing, especialista en elsur de Asia en la Universidad Renmin de Pekín.

El desarrollo económico, los estrategas de Pekín argumentan, se eliminará el atractivo delislam radical en China y Pakistán, Afganistán y Asia central. Pero los críticos señalan que laspolíticas culturalmente insensibles, una enorme presencia de seguridad y estrategiaseconómicas que beneficien a las comunidades chinas a expensas de los locales hasta elmomento sólo han aumentado las tensiones en Xinjiang, la región del desierto que tiene 22 porciento de las reservas petroleras nacionales de China y el 40 por ciento de sus depósitos decarbón.

Las carreteras y oleoductos en todo Pakistán y Myanmar en última instancia, permitirá a Chinapara evitar otra vulnerabilidad estratégica ­ el cuello de botella del estrecho de Malaca, a travésde los cuales cerca de 75 por ciento de sus importaciones de petróleo pase. Ya, la mitad del gasnatural de China llega por tierra desde el centro de Asia, gracias a una estrategia costosa por lospredecesores del Sr. Xi para reducir la dependencia de las importaciones por vía marítima.

Mientras que algunos vecinos darán la bienvenida a la inversión, no está tan claro que va aquerer el exceso de capacidad de China. Muchos tienen desempleo y de acero de bajorendimiento fábricas propias, o ambiciones de desarrollar su propia industria en lugar deimportar de otra persona.

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La inversión a gran escala también podría desencadenar preocupaciones sobre la apertura delas compuertas de dominio económico chino ­ como lo ha hecho en Myanmar y Sri Lanka ­ y,por extensión, la influencia política. Pero China es la esperanza la atracción de gasto masivoresultará demasiado grande un incentivo para que sus vecinos para resistir.

"Ellos [Pekín] no tienen mucho poder blando, porque pocos países confían en ellos", dice el Sr.Miller. "Ellos no pueden o no quieren usar el poder militar. Lo que tienen es una enormecantidad de dinero ".

Reporte adicional de Michael Peel y Ma Fangjing

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