la música prenatal

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LA MÚSICA PRENATAL Por Mª del Mar Gallego G arcía . Profesora. ¿Que es la Música? Difícil sería dar una definición exacta de lo que abarca este amplio campo de la combinación de los sonidos con el tiempo, ya que Arte y Ciencia se hermanan en este concepto. Pensemos por un momento en el último concierto al que hemos asistido, en el que los maravillosos sonidos ejecutados por diversos instrumentos, nos deleitaban, bajo la orientación de un director que nos transmitía sus emociones y sentimientos a través de la batuta. Pero, ¿podríamos definir cuáles han sido esas emociones y sentimientos? Así es la música; hay que saber apreciarla emocional e intelectualmente, hay que aprender a sumergirse en ese mundo prodigioso y mágico de los sonidos que surcan espacio y tiempo. Si nos remontamos a un tiempo remoto en la historia, podríamos observar cómo la música era transmitida de forma oral, al igual que el lenguaje, hasta que se inventara la escritura musical. Más tarde, algunas civilizaciones sintieron la necesidad de transformar esos sonidos y plasmarlos gráficamente, dando forma a un sistema que permitiese definir tanto la altura de los sonidos como el movimiento rítmico de los mismos. Se atribuye la primera notación musical a Boecio (480 – 524), quien se valía de

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LA MÚSICA PRENATAL

Por Mª del Mar Gallego G arcía. Profesora.

¿Que es la Música? Difícil sería dar una definición exacta de lo que abarca este amplio campo de la combinación de los sonidos con el tiempo, ya que Arte y Ciencia se hermanan en este concepto.

Pensemos por un momento en el último concierto al que hemos asistido, en el que los maravillosos sonidos ejecutados por diversos instrumentos, nos deleitaban, bajo la orientación de un director que nos transmitía sus emociones y sentimientos a través de la batuta. Pero, ¿podríamos definir cuáles han sido esas emociones y sentimientos? Así es la música; hay que saber apreciarla emocional e intelectualmente, hay que aprender a sumergirse en ese mundo prodigioso y mágico de los sonidos que surcan espacio y tiempo.

Si nos remontamos a un tiempo remoto en la historia, podríamos observar cómo la música era transmitida de forma oral, al igual que el lenguaje, hasta que se inventara la escritura musical. Más tarde, algunas civilizaciones sintieron la necesidad de transformar esos sonidos y plasmarlos gráficamente, dando forma a un sistema que permitiese definir tanto la altura de los sonidos como el movimiento rítmico de los mismos. Se atribuye la primera notación musical a Boecio (480 – 524), quien se valía de una letra del alfabeto romano para designar cada uno de los grados de la escala musical.

Pero en este artículo no pretendo hacer un recorrido por el tiempo mostrando la evolución de este Arte, sino que quiero que seáis partícipes de las más bellas sensaciones que siento ahora que estoy embarazada; le transmito a mi hija sentimientos y emociones, hasta este momento ocultos, a través de la música. Porque todo lo que suceda después, dependerá de lo que yo le transmita durante su gestación.  

Todos sabemos que ciertas melodías pueden conseguir “alterar” nuestro estado anímico, y pasar de la sensación de exaltación que experimentamos al escuchar un “Allegro” de Vivaldi, a la placidez que nos invade con el “Canon & Guide” de Pachelbel. De eso se trata precisamente, de buscar cuantos medios sean posibles para

ayudar a nuestros hijos a vivir una existencia armónica, trabajando para ello aún antes de nacer. Desde las primeras semanas de gestación, nuestro bebé percibe las vibraciones sonoras, y, a partir del quinto mes de embarazo, es un ser consciente capaz de sentir y oír, e incluso aprender.  

Los estímulos que se reciben durante la etapa prenatal, son fundamentos determinantes en la formación de la personalidad y las actitudes del bebé por nacer. Y así, tras el nacimiento, mi hija ya distinguirá la voz materna, ¡qué hermosa sensación será cuando me identifique, me mire y me sonría! Nuestra voz, escuchada durante todo el período de gestación, le transmite confianza y tranquilidad. Tenemos la posibilidad de contribuir a su formación y bienestar por medio del amor que sentimos y le transmitimos, así como por la música. Nuestro vínculo se va fortaleciendo a medida que pasan los días, y con la música estamos construyendo un puente afectivo con nuestra criatura.  

Me encantaría poder definiros lo que experimento cada vez que acaricio a mi hija a través de mi vientre, cuando escuchamos juntas la “Sonata Claro de Luna” de Beethoven o la “Sexta Sinfonía” de Tchaikovsky. Se establece una armoniosa conexión entre su movimiento y la emoción que siento. La música nos une, es un contacto íntimo y cercano, que disminuye nuestra tensión por el hecho del nacimiento, que refuerza nuestra energía y al mismo tiempo nos relaja. Esta ternura que se transmite recíprocamente, favorecerá su sensibilidad, su armonía interna... ¡Es un gran privilegio el poder sentirla, tan pequeñita dentro de mí, y tan viva! Hasta que no me he sentido madre, no me podía imaginar esta comunicación existente, si yo estoy nerviosa ella también lo está, si me siento relajada, ella igualmente me lo transmite...

Sheila Woodward, doctora en Educación Musical y Filosofía en la Universidad de Cape Town de Sudáfrica, en una de sus más recientes investigaciones, demostró científicamente la penetración de la música en el ambiente acústico intrauterino, y la respuesta del bebé por nacer hacia el estímulo de la música. Ella comenta: "Durante el tercer trimestre, el bebé por nacer es capaz de recordar un sonido, relacionar el presente sonido con aquel que ha escuchado previamente, e interpretar su significado”. Así, con todos estos hallazgos y descubrimientos obtenidos hasta la fecha, se demuestra la vida intrauterina; literal comienzo de una vida individual y única. 

El oído de los bebés por nacer aparece a los 22 días de gestación, y obtiene su madurez estructural al quinto mes del embarazo. (Anson & Donaldson, 1973: Gerber, 1977). Desde este momento, los bebés empiezan escuchar los latidos del corazón, los movimientos intrauterinos, la voz materna, los sonidos que se encuentran en el medio ambiente y la música (que penetra al vientre materno, haciéndole capaz de discernir los componentes de la música y el lenguaje, como el registro, la duración, la intensidad y el timbre).

“A través de la voz y la música que escucha, se fortalece y nutre enormemente la relación madre e hijo, a la par que se ayuda al desarrollo de las ondas cerebrales y el sistema nervioso conjunto del bebé”. Pero , ¿qué sucede una vez que el bebé escucha? Se ha observado, mediante las investigaciones realizadas, cambios en los patrones de respiración, movimientos de cabeza, tronco, ojos y extremidades al escuchar sonidos y voces. Esto es observable en las ecografías que mensualmente nos realizan a

las mamás; en ellas, sobre todo en las de alta resolución, podemos apreciar los gestos en sus expresiones faciales. Por lo tanto, se puede afirmar que estas reacciones conllevan una relación causa – efecto entre las voces y la música en los bebés.  

El sentimiento que provoca en mí la música, se lo transfiero a mi hija, y mientras ella escucha conmigo preludios, oberturas..., influye en su experiencia la respuesta emocional. "La música entrena al cerebro para obtener mejores formas de pensamiento”.  

Como sabemos, el aprendizaje comienza cuando se distingue alguna actividad física, emocional o intelectual. Todos los seres humanos nacemos con un potencial para aprender. Sin embargo, sólo aquellas personas que desarrollan su potencial pueden llevar a un nivel pleno sus habilidades. Durante la infancia, es posible aprender más fácil y rápidamente, ya que el cerebro de un niño es mucho más activo que el de un adulto. Así, los pequeños son capaces de procesar música, además de disfrutarla.  

A través de su percepción auditiva, visual y sensorial, los niños son capaces de imprimir en su memoria las vivencias emocionales que inician el proceso de aprendizaje. Al repetirse estas vivencias, dan lugar a la memoria. Análogamente, los bebés asimilan, aún cuando están en el vientre de la madre, los sentimientos maternos que, al igual que la música, son determinantes para su formación. Estas huellas de la existencia influyen en la forja ulterior de la personalidad de los niños.

Pero, ¿qué relación existe entre la música y lenguaje? Antes que las palabras, en el mundo del recién nacido hay sonidos. Cuando el bebé escucha un fonema (ma - má) varias veces, las neuronas de su oído estimulan la formación de conexiones en la corteza auditiva del cerebro. Cuando se establecen los circuitos básicos, el pequeño empieza a cambiar los sonidos por palabras. Por este motivo, cuantas más palabras escuche, antes empezará a hablar.  

Lo que pretendemos, una vez que nacen nuestros hijos, es educarlos mediante juegos, cuentos, hablándoles y escuchando cierta música, para así desarrollar un vínculo afectivo a través del amor que fomentará su desarrollo cognitivo, social y motor. Cantarles canciones de cuna, contarle cuentos al bebé aún antes de nacer, estimula su comienzo hacia el habla. Es una preparación verbal pues, como dice Huttenlocher: "Existe un enorme vocabulario por ser aprendido, el cual sólo puede hacerse propio gradualmente a través de la repetición de las palabras”.

De igual modo, las emociones y la música se relacionan. Las líneas troncales para los circuitos que controlan las emociones se establecen antes del nacimiento. Cuando se tiene contacto con un bebé a través de una sonrisa y un abrazo, si él refleja su excitación, sus circuitos de las emociones son fortalecidos. Por este motivo, podemos afirmar que la música tiene la capacidad de transformar las emociones convirtiéndolas en amor y momentos de alegría y ternura, contribuyendo al desarrollo armónico del pequeño.

 Hay realizados estudios en los que se detallan los beneficios de la música en los recién nacidos. Entre estos beneficios se destaca que se favorece que coman más, duerman más y lloren menos. Ahora bien, hay que intentar seleccionar bien la música,

ya que promoveremos su inteligencia emocional, la tranquilidad, asentaremos las bases de su personalidad, desarrollaremos su creatividad, concentración, coordinación, acelerará el aprendizaje de idiomas, desarrollará el razonamiento y el gusto para la música, enriquecerá las emociones...

Al escuchar música se estimula el sistema nervioso, pues en el aprendizaje auditivo, rítmico y musical, se apoya el crecimiento y la inteligencia, auspiciando la asociación de sensaciones de placer y seguridad.

En resumidas cuentas, la música ofrece a los bebés amor y atención (aún cuando están en el vientre materno), creando de modo natural un estado de relajación alerta, creando una atmósfera de apertura para dar y tomar en las futuras relaciones, además de proporcionarle la oportunidad de aprender música. Gordon Shaw, de la Universidad Irvine en California, dijo: "Al escuchar música clásica, los niños se estimulan, ejercitan neuronas corticales y fortalecen los circuitos usados para las matemáticas. La música estimula los patrones cerebrales inherentes y refuerza las tareas de razonamiento complejo”.

En relación al estilo de música que nos guste a las madres, dependerán los gustos de nuestros bebés. En mi caso en concreto, me encantan los adagios. Cuando los escucho con mi pequeña, aún estando en mi vientre, noto cómo ella se mueve melodiosa y armónicamente; en cambio, si escucho allegros, su movimiento es más enérgico. En cualquier caso, las sensaciones que me invaden son las que les transmito a ella; por ello, intento que la tónica sea de tranquilidad, armonía y serenidad (aunque en ciertas ocasiones no podemos evitar que nuestro estado anímico se vea mermado por las circunstancias que nos rodeen).

Los bebés por nacer y los pequeños no necesitan ningún tipo de música especial compuesta para ellos. Lo que sí merecen, dentro de lo posible, es lo mejor, lo auténtico. Se ha comprobado que inmediatamente después del nacimiento, la música y las voces escuchadas prenatalmente, tienen un efecto "mágico" en los bebés, ya que dichos sonidos y voces quedaron impresos en su memoria y, al escucharla nuevamente, son asociados con sensaciones de placer. ¡Es una gran responsabilidad la que tenemos hacia nuestros bebés!

Aprender música es escucharla, incluso antes de nacer , para que se imprima en la memoria de cada persona y fomente el gusto y el deseo hacia ella, que sin duda debe ser el primer paso hacia un aprendizaje sustentado, sustentable y gratificante; ya lo decía el gran Berlioz: "El amor y la música son las dos alas de la vida".  

Al escuchar la música, debemos pretender:

Relacionarnos con nuestros bebé masajeando nuestro vientre, relacionándonos a través de los sentidos.

Generar un ambiente de relajación. Fortalecer el vínculo prenatal, fomentando el contacto íntimo con nuestro bebé

en gestación (le dará confianza y seguridad). La música debe asociarse con momentos de placer, propio para transmitirle

nuestro amor.

La estimulación prenatal con música nos permitirá a las futuras mamás a disminuir las tensiones y reducir nuestros miedos.

Tomar conciencia sobre las sensaciones físicas, y así lograr sentir los movimientos del bebé por más pequeños que estos sean.

La música es una de las expresiones más elevadas del espíritu, nos acompaña en todos los momentos de nuestra vida, consciente o inconscientemente desde que estamos inclusive dentro del útero de nuestra madre. Gracias a ella aumentaremos la conexión con el bebé por nacer fortaleciendo el vínculo prenatal. Por este motivo, os invito a las que podáis, sentir ese sentimiento de unión con vuestro bebé a través de la música, ¡sentimiento que no se puede expresar con palabras!

 http://www.filomusica.com/filo36/prenatal.html

MusicoterapiaDe Wikipedia, la enciclopedia libre

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La Musicoterapia es el uso de la música y/o sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) realizada por un musicoterapeuta calificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. La Musicoterapia tiene como fin desarrollar potenciales y/o restaurar las funciones del individuo de manera tal que éste pueda lograr una mejor integración intra y/o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento. (Definición elaborada por la Comisión de Práctica Clínica de la Federación Mundial de Musicoterapia)

Actualmente la musicoterapia como disciplina de Salud se ha extendido alrededor del mundo. Hasta la actualidad, se han desarrollado carreras de grado y post-grado en Europa (Alemania, Austria, Dinamarca, Italia, Francia, Hungría, Polonia, Reino Unido, España e Israel); Asia y Oceanía (Korea, Taiwan, Finlandia y Australia) y el Continente Americano (Estados Unidos, Canadá, Brasil, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Uruguay, Perú, Argentina, México y Chile)

La Musicoterapia se desarrolla profesionalmente tanto en el ámbito público como privado, en abordajes tanto grupales como individuales. Las metodologías de trabajo varían de acuerdo a la población y a las escuelas y constructos teóricos que fundamenten el quehacer del Musicoterapeuta.

Alguno de los teóricos mas importantes en la historia de la Musicoterapia son: Rolando Benenzon, Juliette Alvin, Ruth Fridman, Kenneth Bruscia, Mary Priestley, Even Ruud, Paul Nordorff y Clive Robbins, Patxi del Campo, Lia Rejane Mendes Barcellos, Diego

Schapira, Marly Chagas, Rubén Gallardo, Patricia Pellizari, Patricia Sabatella, Brynjulf Stige, Ronaldo Millecco, Mercedes Pavlicevic, entre otros

Contenido

[ocultar] 1 ¿Qué hace un musicoterapeuta? 2 Historia de la musicoterapia

o 2.1 Orígenes o 2.2 La transición a la edad media o 2.3 Renacimiento o 2.4 Barroco o 2.5 Siglo XVIII o 2.6 Siglo XIX o 2.7 Siglo XX

3 Diferencias entre la educación musical y la musicoterapia 4 Similitudes entre la educación musical y la musicoterapia 5 La música como conducta humana 6 Los efectos de la música en la conducta 7 La influencia de la música en el desarrollo evolutivo del niño 8 Bibliografía

9 Enlaces externos

¿Qué hace un musicoterapeuta? [editar]

Un Musicoterapeuta implementa dispositivos específicos para la admisión, el seguimiento y el alta en un tratamiento musicoterapéutico. El bienestar emocional, la salud física, la interacción social, las habilidades comunicacionales y la capacidad cognitiva son evaluados y considerados a través de procedimientos específicos, como la improvisación musical clínica, la imaginería musical receptiva, la creación clínica de canciones y la técnica vocal terapéutica, entre otros. En ese proceso, el Musicoterapeuta promueve y registra cambios expresivos, receptivos y relacionales que dan cuenta de la evolución del tratamiento. En las sesiones de Musicoterapia, se emplean instrumentos musicales, música editada, grabaciones, sonidos corporales, la voz y otros materiales sonoros. La Musicoterapia no considera que la música por si misma puede curar; no existen recetas musicales generales para sentirse mejor.

Historia de la musicoterapia [editar]

Orígenes [editar]

La utilización de la música como terapia hunde sus raíces en la prehistoria, puesto que se sabe que la música estuvo presente en los ritos "mágicos", religiosos y de curación[cita requerida]. Sin embargo, los primeros escritos que aluden a la influencia de la música sobre el cuerpo humano son los papiros egipcios descubiertos por Petrie en la ciudad de Kahum en 1889. estos papiros datan de alrededor del año 1500 a. C. Y en ellos ya se racionaliza la utilización de la música como un agente capaz de curar el

cuerpo, calmar la mente y purificar el alma, así, por ejemplo, se atribuía a la música una influencia favorable sobre la fertilidad de la mujer, incluso con música de la voz del dios Thot. En el pueblo hebreo también se utilizaba la música en casos de problemas físicos y mentales. En esta época se data el primer relato sobre una aplicación de musicoterapia.

Fue en la antigua Grecia donde se plantearon los fundamentos científicos de la musicoterapia. Los principales personajes son:

Pitágoras : decía que había una música entre los astros y cuando se movían lo hacían con unas relaciones entre música y matemáticas. Este desarrollo de conceptos matemáticos para explicar la armonía en la música en el universo y en el alma humana , así, la enfermedad mental era resultado de un desorden armónico o musical en el alma humana, concediendo a la música el poder de restablecer la armonía perdida.

Platón : creía en el carácter divino de la música, y que ésta podía dar placer o sedar. En su obra “La república” señala la importancia de la música en la educación de los jóvenes y cómo deben interpretarse unas melodías en detrimento de otras.

Aristóteles : fue el primero en teorizar sobre la gran influencia de la música en los seres humanos. A él se debe la teoría del Ethos, una palabra griega que puede ser traducida como la música que provoca los diferentes estados de ánimo. Estas teorías se basaban en que el ser humano y la música estaban íntimamente relacionados, así que esta relación posibilitó que la música pueda influir no solo en los estados de ánimo, sino también en el carácter, por ello cada melodía era compuesta para crear un estado de ánimo a Ethos diferentes.

Para la musicoterapia es fundamental la llamada teoría del Ethos o teoría de los modos griegos. Esta teoría considera que los elementos de la musica, como la melodía, la armonía o el ritmo ejercían unos efectos sobre la parte fisiológica emocional, espiritual y sobre la fuerza de voluntad del hombre, por ello se estableció un determinado Ethos a cada modo o escala, armonía o ritmo.

La transición a la edad media [editar]

En la Edad Media destacan 2 teóricos, en primer lugar San Basilio, que escribió una obra titulada “Homilía”, donde destacaba que la música calma las pasiones del espíritu y modela sus desarreglos. El 2º teórico es Severino Boeclo, su obra más importante se llama “De instituciones Música”, donde retoma la doctrina ética de la música que señalaba Platón “por su naturaleza la música es consustancial a nosotros, de tal modo que o bien ennoblece nuestras costumbres o bien los envilecen”. Por eso la música es un potente instrumento educativo y sus efectos benéficos o maléficos se explican en función de los modos que se utilizan. Severino Boeclo reconoce 3 tipos de música:

Música mundana: está presente entre los elementos del universo. Música instrumental. Música humana: la música que tenemos dentro de nosotros.

Renacimiento [editar]

A principios de Renacimiento, uno de los teóricos más importantes de la musica es el flamenco Joannes Tinctoris, que desarrolló su actividad en la 2ª mitad del Cuatroccento. Su obra más importante respecto a los efectos que causa la música sobre el sujeto que la percibe se titula “Efectum Musicae”.

En España durante el Renacimiento, el teórico más importante en torno a la influencia de la música en el hombre es Bartolomé Ramos de Pareja, nacido en Baeza, en torno a 1450, todo ello se puede ver en su obra “Música Práctica”, publicada en Bolonia en 1482.

Barroco [editar]

Surge “la teoría de los afectos” como heredera de la teoría griega del Ethos y sirve como base a un nuevo estilo musical: la ópera. En ella retoman como argumento la mitología griega, ejemplo la primera ópera que se conserva completa es de 1600, de un compositor italiano llamado Jacobo Peri.

Otra obra importante que marca lo que va a ser rl estilo operístico del barroco es la ópera “Orfeo” de Claudio Monteverdi. El teórico que mejor sintetiza la teoría del Ethos fue un jesuita llamado Athanasio Kircher, que en su obra de 1650 titulada “Misurgia universal” o arte magna de los oidos acordes y discordes. En esta obra diseña un cuadro sistemático de los efectos que produce en el hombre cada tipo de música. En el barroco también fue importante la figura de un médico inglés llamado Robert Burton, quien escribió una obra en 1632 llamada “The anatomy of melancoly ” donde habla de los poderes curativos de la música.

Siglo XVIII [editar]

Se empiezan a estudiar los efectos de la música sobre el organismo, pero desde un punto de vista científico. Destacan varios médicos: El francés Louis Roger o los ingleses Richard Brocklesby y Richard Brown, este último escribió una obra llamada “medicina musical” en la que estudiaba la aplicación de la música en enfermedades respiratorias descubriendo que cantar perjudicaba en casos de neumonía y de cualquier trastorno inflamatorio de los pulmones. Pero defendía su uso en los enfermos de asma crónica, demostrando que si cantaban los ataques se espaciaban más en el tiempo.

Siglo XIX [editar]

Continua la utilización de la música cada vez más desde un punto de vista científico, por ejemplo el médico Héctor Chomet escribió en 1846 un tratado que se titulaba “la influencia de la música en la salud y la vida”, donde analizaba el uso de la música para prevenir y tratar ciertas enfermedades. Otro autor importante fue el psiquiatra francés Esquirol y el médico suizo Tissot. Ellos no pudieron demostrar el efecto físico que producía la música en sus pacientes, pero indicaban que en mayor o menor medida, la música alejaba a los enfermos de sus dolencias, salvo en el caso de los epilépticos, donde estaba contraindicada.

En España destacó un médico catalán llamado Francisco Vidal Careta, quien realizo una tesis doctoral titulada “La música en sus relaciones con la medicina”. El dijo que “la música es un agente que produce descanso, que es un elemento más social que el café y

el tabaco, que deben establecerse orfeones y conciertos populares de música clásica, que habría que montar orquestas en los manicomios”.

Siglo XX [editar]

Continúa la aplicación científica de la música como terapia, pero este uso no se hace de forma abierta hasta que se contrata a músicos para tocar en los hospitales de combatientes americanos de la primera guerra mundial. Es importante Emille Jacques Dalcroze, en la primera mitad del siglo XX y decía que el organismo humano es susceptible de ser educado conforme al impulso de la música. Su método se basa en la unión de dos ritmos (musical y corporal). Karl Orff decía que en la creatividad unida al placer de la ejecución musical permitía una mejor socialización del individuo y un aumento de la confianza y la autoestima. Un año clave es 1950, que cuando se funda “Naational association for music therapy” que se encarga de promover congresos, editar materiales, y son los primeros en promover la carrera de musicoterapia en la universidad.

Se empieza a crear asociaciones en otros paises, entre ellos “Society for music therapy and remedia music”, encabezada por Julliette Alvin. Esta sociedad se llama hoy “British Society for Music therapy” a partir de estas asociaciones se crean otras como “asociación italiana de estudios de la musicoterpaia” y “asociación española de musicoterapia” que se funda en 1974 pero no empieza a funcionar hasta 1976 y su fundadora se llama Serafina Poch. Este movimiento de asociaciones también llega a Sudamérica tras las “primeras jornadas latinoamericanas de musicoterapia” en 1968, y después se crean más en otros países como Brasil, Uruguay, Perú o Argentina. El primer congreso mundial de musicotrerapia se celebra en París en 1974. desde aquí, el movimiento y desarrollo de la musicoterapia ha tenido un gran crecimiento. Prueba de ello es la numerosa bibliografía que se esta publicando al respecto.

Diferencias entre la educación musical y la musicoterapia [editar]

Uno de los grandes problemas a la hora de conceptuar el termino musicoterapia es su confusión con la educación musical, un hecho que lleva a pensar erróneamente que el profesor de música es un musicoterapeuta. Algunos autores como Tony Wigran denuncian una mala interpretación de la musicoterapia como una forma de enseñanza musical en relación con el contexto educativo. Sin embargo, otros autores como Kenneth Bruscia afirman que existe un area de practica educativa en la musicoterapia, esta ambigüedad para establecer los límites entre educación musical y musicoterapia provoca una reacción de la rama clínica medica mas ortodoxa de la musicoterapia, que en muchos casos niega la relación entre educación musical y musicoterapia. Hay 8 diferencias: 1. en educación musical la música se usa como un fin en sí mismo (enseñamos a tocar un instrumento) pero en la musicoterapia, la música se usa como un medio para producir cambios. 2. En educación musical tenemos un proceso cerrado e instructivo que esta basado en un currículo, en musicoterapia, el proceso es abierto, experimental, interactivo y evolutivo. 3. en educación musical los contenidos se dividen en temas que quedan descritos en el currículo, por su parte, los contenidos en musicoterapia son dinámicos y se van creando alo largo del proceso. 4. los objetivos en educación musical son generalistas y universales con poca diferenciación pero en

musicoterapia los objetivos son individuales y particulares. 5. Las actividades en educación musical se diseñan para mejorar la calidad de las ejecuciones, pero en musicoterapia solo se considera el valor terapéutico de las ejecuciones. 6. en educación musical no se consideran evaluaciones iniciales y previas, sino que se evalúa linealmente a todos los individuos por igual, pero en musicoterapia se tiene muy en cuenta la valoración inicial y evalúa según los objetivos dinámicos que han sido fijados tras la valoración previa. 7. En educación musical el encargado del proceso es un profesor y en musicoterapia es un terapeuta. 8. En educación musical la relación se establece entre profesor y alumnado, donde el profesor se convierte en un suministrador de los contenidos o motiva la experiencia del aprendizaje. En músico terapia, la relación se establece entre musicoterapeuta y clientes, creando una alianza terapéutica de ayuda, es decir, los contenidos residen en el propio cliente.

Similitudes entre la educación musical y la musicoterapia [editar]

Son 6: Ambas usan la música como elemento de trabajo fundamental. Ambas usan la música como lenguaje y medio de comunicación. Ambas establecen una relación interpersonal entre el educador o musicoterapeuta y el alumnado/cliente. Ambas proponen unos objetivos a cumplir. Ambas usan un proceso sistemático, es decir, tienen intencionalidad, organización y regularidad. Ambas proponen ejecuciones musicales.

La música como conducta humana [editar]

Los efectos de la música sobre el comportamiento han sido evidentes desde los comienzos de la humanidad. A lo largo de la historia, la vida del hombre ha estado complementada e influenciada por la música, a la que se le han atribuido una serie de funciones. La música ha sido y es un medio de expresión y comunicación no verbal, que debido a sus efectos emocionales y de motivación se ha utilizado como instrumento para manipular y controlar el comportamiento del grupo y del individuo.

La música facilita el establecimiento y la permanencia de las relaciones humanas, contribuyendo a la adaptación del individuo a su medio. Por otra parte, la música es un estímulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo (pensamiento, lenguaje, aprendizaje y memoria) y también enriquece los procesos motores, además de fomentar la creatividad y la disposición al cambio. Así, diversos tipos de música pueden reproducir diferentes estados de ánimo, que a su vez pueden repercutir en tareas psicomotoras y cognitivas. Todo ello depende de la actividad de nuestro sistema nervioso central.

La audición de estímulos musicales, placenteros o no, producen cambios en algunos de los sistemas de neurotransmisión cerebral. Por ejemplo: los sonidos desagradables producen un incremento en los niveles cerebrales de serotonina, una neurohormona que se relaciona con los fenómenos de agresividad y depresión.

Existen 2 tipos principales de música en relación con sus efectos: la música sedante, que es de naturaleza melódica sostenida, y se caracteriza por tener un ritmo regular, una dinámica predecible, consonancia armónica y un timbre vocal e instrumental reconocido con efectos tranquilizantes. La música estimulante, que aumenta la energía corporal, induce a la acción y estimula las emociones.

La música influye sobre el individuo a 2 niveles primarios diferentes: la movilización y la musicalización: la movilización: la música es energía y por tanto moviliza a los seres humanos a partir de su nacimiento y aún desde la etapa prenatal. A través de la escucha o la creación, la música imprime una energía de carácter global que circula libremente en el interior de la persona para proyectarse después a través de las múltiples vías de expresión disponibles.

La música, al igual que otros estímulos portadores de energía, produce un amplio abanico de respuestas que pueden ser inmediatas, diferidas, voluntarias o involuntarias. Dependiendo de las circunstancias personales (edad, etapa de desarrollo, estado anímico, salud psicológica, apetencia) cada estímulo sonoro o musical puede inducir una variedad de respuestas en las que se integran, tanto los aspectos biofisiológicos como los aspectos efectivos y mentales de la persona. Así, el bebé agita sus miembros cuando reconoce una canción entonada por su madre, los adolescentes se reconfortan física y anímicamente escuchando una música ruidosa e incluso les ayuda a concentrarse mejor en el estudio. Dado que la musicoterapia constituye una aplicación funcional de la música con fines terapéuticos, se preocupa esencialmente de promover a través del sonido y la música, una amplia circulación energética en la persona, a investigar las múltiples transformaciones que induce en el sujeto el impulso inherente al estímulo sonoro y a aplicar la música para solventar problemas de origen psicosomático.

La musicalización: el sonido produce una musicalización de la persona, es decir, la impregna interiormente dejando huella de su paso y de su acción. Así, la música que proviene del entorno o de la experiencia sonora pasa a integrar un fondo o archivo personal, lo que puede denominarse como mundo sonoro interno. Por tanto, nuestra conducta musical es una proyección de la personalidad, utilizando un lenguaje no verbal. Así, escuchando o produciendo música nos manifestamos tal como somos o como nos encontramos en un momento determinado, reaccionando de forma pasiva, activa, hiperactiva, temerosa Cada individuo suele consumir la música adecuada para sus necesidades, ya sea absorbiéndole de forma pasiva o creándole de forma activa. Toda expresión musical conforma un discurso no verbal que refleja ciertos aspectos del mundo sonoro interno y provoca la movilización y consiguiente proyección del mundo sonoro con fines expresivos y de comunicación.

Los efectos de la música en la conducta [editar]

La influencia de cada uno de los elementos de la música en la mayoría de los individuos es la siguiente:

Tempo: los tempos lentos, entre 60 y 80 pulsos por minuto, suscita impresiones de dignidad, de calma, de sentimentalismo, serenidad, ternura y tristeza. Los tempos rápidos de 100 a 150 pulsos por minuto, suscitan impresiones alegres, excitantes y vigorosas.

Ritmo: los ritmos lentos inducen a la paz y a la serenidad, y los rápidos suelen producir la activación motora y la necesidad de exteriorizar sentimientos, aunque también pueden provocar situaciones de estrés.

Armonía: es cuando suenan varios sonidos a la vez. A todo el conjunto se le llama acorde. Los acordes consonantes están asociados al equilibrio, el reposo y la alegría. Los acordes disonantes se asocian a la inquietud, el deseo, la preocupación y la agitación.

Tonalidad: los modos mayores suelen ser alegres, vivos y graciosos, provocando la extroversión de los individuos. Los modos menores presentan unas connotaciones diferentes en su expresión e influencia. Evocan el intimismo, la melancolía y el sentimentalismo, favoreciendo la introversión del individuo.

La altura: las notas agudas actúan frecuentemente sobre el sistema nervioso provocando una actitud de alerta y aumento de los reflejos. También ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio. El oído es sensible a las notas muy agudas, de forma que si son muy intensas y prolongadas pueden dañarlo e incluso provocar el descontrol del sistema nervioso. Los sonidos graves suelen producir efectos sombríos, una visión pesimista o una tranquilidad extrema.

La intensidad: es uno de los elementos de la música que influyen en el comportamiento. Así, un sonido o música tranquilizante puede irritar si el volumen es mayor que lo que la persona puede soportar.

La instrumentación: los instrumentos de cuerda suelen evocar el sentimiento por su sonoridad expresiva y penetrante. Mientras los instrumentos de viento destacan por su poder alegre y vivo, dando a las composiciones un carácter brillante, solemne, majestuoso. Los instrumentos de percusión se caracterizan por su poder rítmico, liberador y que incita a la acción y el movimiento.

La influencia de la música en el desarrollo evolutivo del niño [editar]

La música es un arte y un lenguaje de expresión y comunicación que se dirige al ser humano en todas sus dimensiones, desarrollando y cultivando el espíritu, al mente y el cuerpo. A través de la música se puede educar íntegra y armónicamente al niño/a. además es muy importante que el niño/a relacione la música con la actividad, el juego, el movimiento y la alegría, de forma que le ayude a expresar de forma espontánea y afectivamente las sensaciones musicales.

La música como lenguaje expresivo y de comunicación no requiere ni exige actividades especiales. Por tanto, cualquier niño/a tiene su propia musicalidad en menor o mayor medida. Es una característica que se debe potenciar y desarrollar desde las edades más tempranas, así lo señalan psicólogos como Davison o Hargreaves, afirmando que la musicalidad constituye una de las actitudes más valiosas de tipo humanístico y no una habilidad aislada o altamente especializada, siendo la 1ª infancia la etapa más propicia para su desarrollo. Es entonces cuando los niños/as establecen sus primeros contactos con los elementos musicales a través de instrumentos sencillos, la voz y su propio

cuerpo, adquiriendo técnicas que le van a permitir utilizar la música como lenguaje y medio expresivo.

Además, estas experiencias infantiles tendrán gran importancia para moldear y formar la personalidad. Las experiencias musicales de participación activa (jugar con la pelotita mientras suena la música, sería pasiva sino participa sólo oye) son el medio idóneo para promover el desarrollo intelectual, físico, sensorial y afectivo-emocional de los niños/as. La vivencia de este tipo de experiencias repercute amplia y favorablemente sobre los demás objetivos educativos. Por ejemplo: las mismas técnicas básicas de atención, desinhibición, concentración, imaginación, creatividad, control motriz, etc. Desarrollada en música, son esenciales para el resto de los aprendizajes en las diversas aulas de conocimiento.

Estas experiencias musicales resultan muy sugerentes y divertidas para los niños/as, ya que están de acuerdo con sus intereses lúdicos y por tanto educan de una manera natural. Manipulando los materiales musicales, accediendo mediante ellos a la organización perceptual y pasando de la imagen auditiva y visual hasta la representación mental y la simbolización, estaremos influyendo en la educación del niño/a de forma decisiva.

El objetivo de la educación musical será que los niños/as desarrollen sus potencialidades expresando la diversidad y riqueza de su mundo interior, dando nuevas y variadas formas a sus pensamiento estimulando su motricidad, sus sensibilidad afectiva y su capacidad creadora. Así, las actividades de expresión musical han de estar destinadas a desarrollar en los niños/as todas sus posibilidades psicofisiológicas, afectivas, emocionales, de personalidad, cognitivas y sociales.

Posibilidades psicofisiológicas: La música contribuye a: - Desarrollar la coordinación motriz con movimiento de asociación y disociación, equilibrio, marcha, etc. - Desarrollar la discriminación auditiva aprendiendo sonidos y ruidos, recordándolos, reproduciéndolos. - Adquirir destrezas y medios de expresión corporales, instrumentales, gráficos, melódicos. - Desarrollar la locución y la expresión oral mediante la articulación, vocalización, control de la voz, el canto. - Controlar la respiración y las partes del cuerpo que intervienen en la fonación y el canto. - Dotar de vivencias musicales enriquecedoras desde el punto de vista psicológico y físico.

Posibilidades afectivas, emocionales, de personalidad y cognitivas: La música contribuye a: - Reforzar la autoestima y la personalidad mediante la autorrealización. - Elaborar pautas de conducta que faciliten la integración social. - Liberar la energía reprimida y conseguir el equilibrio personal a través del ritmo. - Sensibilizar afectiva y emocionalmente a través de los valores estéticos de la música. - Desarrollar capacidades del intelecto como la imaginación, la memoria, la atención, la comprensión, de conceptos, la concentración o la agilidad mental.

Bibliografía [editar]

Pellizzari Patricia, "El malestar en la voz", Musicoterapia Psicoanalitica. Editorial Resio. Buenos Aires, 1993.

Equipo ICMus Investigacion (directora: Patricia Pellizzari) , Proyecto Musica y Psiquismo, lo psicosonoro.ICMus Editores, Argentina, 2006.

Pellizzari, P. Rodriguez, R. J. "Salud, Escucha y Creatividad", Musicoterapia Preventiva Psicosocial. Ediciones Universidad del Salvador, Buenos Aires, Argentina, 2005.

Rolando Benenzon, Manual de musicoterapia, Paidós Ibérica, Barcelona, 1985. Código de Etica Federación Mundial de Musicoterapia Ferrari, Karina, "Historia, desarrollo y evolución de la Musicoterapia como

disciplina académica", Texto incluido en la bibliografía de Lic. en Musicoterapia, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires.

Bruscia, Kenneth, E.: "Modelos de improvisación en Musicoterapia." Editorial AgrupArtey autor. 1999

Betes del Toro, M, Fundamentos de musicoterapia, Morata, Madrid, 2000. Gallardo, R. “Musicoterapia y salud mental” Ediciones Universo. Buenos Aires.

1998. capítulo 2 Lago, P y col (1996). Musica y Salud: Introduccion a la Musicoterapia I. Schapira, D. Ferrari K, Sánchez V y Hugo M. “El abordaje Plurimodal en

musicoterapia” Ediciones ADIM. Buenos Aires 2007. Chichon Pascual. Musica y Salud: Introduccion a la Musicoterapia II. Léon Bence y Max Méreaux, Guía muy práctica de musicoterapia, Editorial

Gedisa, Barcelona, 1988. Trallero, Conxa; Oller, Jordi: Cuidados musicales para cuidadores.

Musicoterapia Autorrealizadora para el estrés asistencial. Ed. Desclée de Brouwer. Bilbao, 2008.

http://es.wikipedia.org/wiki/Musicoterapia

LA MUSICA Y SUS EFECTOS SOBRE VINCULO MADRE-NIÑO EN LA  ETAPA PRENATAL   Todos, alguna vez hemos experimentado el poder que tiene la música en nosotros. La música puede despertar diversas emociones y sentimientos, puede hacer que después de un día estresante pasemos a un momento de tranquilidad y sosiego. Durante el embarazo la música tiene efectos más sorprendentes, pues a través de ella la madre y el bebé pueden contactarse y experimentar juntos sensaciones de paz y felicidad.

Como se sabe, el oído es el sentido más desarrollado en el periodo prenatal, las investigaciones indican que desde la semana 16 el feto es capaz de reaccionar ante estímulos sonoros, ya en el quinto mes, el oído del bebé está completamente estructurado lo que le permite escuchar los latidos cardíacos, la voz, la respiración de la madre, convirtiéndose en sus primeros estímulos a nivel sonoro. En esta etapa el bebé es capaz de sentir, aprender y memorizar los sonidos de su entorno, la voz de su madre y la música que escucha. Terré (2005) afirma que los fetos y los recién nacidos demuestran un marcado interés en la voz de la madre y que esto se intensifica más si la madre estimula al bebé con música, cuentos y canciones. La memoria del bebé hace que después de nacer puede relajarse luego de escuchar aquella música con que fue estimulado.

Los estímulos que se reciben durante la etapa prenatal, son determinantes en la formación de la personalidad y las actitudes del bebé por nacer; se han realizado numerosos estudios sobre los efectos de la música en la etapa prenatal y los resultados indican que la música fortalece el vínculo madre-niño, además de permitirle expresar

sentimientos más profundos que no se pueden expresar verbalmente.

El tipo de música…Gabriel E. Federico en su libro “El embarazo musical” afirma que las madres durante la esta etapa son más sensibles auditivamente y está más receptiva a los mensajes que la música contiene. Si la música le proporciona placer a la madre, estas sensaciones de bienestar y disfrute le serán transmitidas al bebé sin importar el tipo de música que sea: rock, salsa, balada, folklórica.

La música es un lenguaje que no necesita de palabras para comunicar sentimientos y emociones, es capaz de modificar estados de ánimo ¿cómo así?, según los estudios, la de la música puede alterar la dinámica estructural de las emociones, siempre y cuando ésta música entre en contacto con las emociones, esto permitirá a la madre contar con recursos para manejar las ansiedades y miedos que pueda tener durante su embarazo

http://www.cosasdelainfancia.com/biblioteca-esti-p-02.htm

UN ESPACIO PARA ENRIQUECER LAVIDA DE TU BEBÉ POR NACER ATRAVÉS DE LA MÚSICA.

La música y el amor son las dos alas de la vida.

En la actualidad, existen valiosas herramientas para ayudar a nuestros hijos a vivir una existencia armónica, trabajando

para ello aún antes de nacer.

Desde las primeras semanas de gestación, el bebé percibe las vibraciones sonoras, y, a partir del quinto mes de embarazo, es un ser consciente capez de, VER, SENTIR y OIR, e incluso aprender "IN UTERO".

Investigaciones científicas confirman que diversos estímulos recibidos durante la etapa prenatal, son fundamentos determinantes en la formación de la personalidad y las actitudes del bebé por nacer.

Inmediatamente después del nacimiento, el bebé distingue la voz materna y muestra preferencia por los sonidos escuchados prenatalmente. Estos sonidos ejercen sobre él un efecto de confianza y tranquilidad, ya que lo remontan al útero, mundo en el que se sentía totalmente protegido y seguro.

Por medio del amor y la música, tenemos la oportunidad de contribuir a la formación y bienestar del bebé por nacer, no sólo "in útero", ni en los años inmediatos al nacimiento, sino PARA TODA LA VIDA.

TODO LO QUE VENGA DESPUÉS,DEPENDE DE LO QUE SUCEDE AHORA.

CANTAR, BAILAR, COMPARTIR... son expresiones de amor que establecen un intenso vínculo entre la madre y su bebé por nacer, creando una de las relaciones humanas más importantes y profundas. La música es el lenguaje de los ángeles, y te permite crear un puente afectivo con tu bebé, DE CORAZÓN A CORAZÓN.

Al acariciar al bebé a través de tu vientre, al narrarle un cuento, al cantarle o tararearle canciones y al bailar, estableces una armoniosa conexión entre movimiento y emoción.

Cada palabra, cada sonido, y cada ritmo suave y constante hará que tu bebé perciba "IN ÚTERO" tu amor y calidez, sintiéndose CONFIADO y PROTEGIDO.La música será para tí el contacto íntimo y cercano que te ayudará a disminuir tensiones, reforzará la energía, y te permitirá mejorar tu relajación.

TESTIMONIOS

Distintas experiencias revelan los efectos que la música ha tenido "lN ÚTERO".

Durante su embarazo, Sara siguió una rutina muy simple: todas las noches, ella hacía sus ejercicios respiratorios mientras miraba una serie de televisión."El tema musical -recuerda- se convirtió en la señal para relajarme. Me olvidaba de las tensiones del día y me sentía verdaderamente feliz:"

Cuando su hija había cumplido seis meses, Sara se dió cuenta de que cada vez que el bebé oía el tema musical de aquella serie, interrumpía cualquier cosa que estuviera haciendo, y se quedaba mirando atentamente...

Ahora, su hija tiene dos años y, sin importar dónde este, cuando escucha esa melodía se detiene plácidamente a escucharla.

Por su parte, Boris Brott, Director de la Hamilton Philarmonic Symphony de Ontario, Canadá al ser interrogado durante una entrevista respecto a cómo se interesó por la música, respondió:

"Puede parecer extraño, pero la música ha sido parte de mí desde antes de nacer. Siendo joven, me intrigaba la facilidad que tenía para interpretar algunas piezas que nunca antes había tocado.

Curiosamente -prosigue- al comentarlo con mi madre, violonchelista profesional, ella pasó de la sorpresa al encanto, porque se trataba específicamente de aquellas piezas que ella había estado ejecutando durante su embarazo."

Musicoterapia Prenatal

Esther Santiago y Myriam Chiozza

El cuerpo humano funciona como una caja de resonancia que recoge los sonidos del ambiente y los transmite al cerebro que los modifica a través de las emociones y experiencias para luego vivirlos como agradables o desagradables. Ya desde la etapa prenatal, el feto se desarrolla en un universo lleno de

sonidos: los sonidos vitales de la madre, el latido de su corazón, el ritmo de la respiración, la vibración del líquido amniótico, la circulación, su voz….

Hace tiempo se pensaba que el feto era una masa psíquicamente indiferente y que sólo después de nacer aprendería a utilizar sus órganos sensoriales. Hoy en día esta idea estática ha sido sustituida por una visión más dinámica según la cual el feto durante la vida intrauterina dispone de sentidos operantes y vive experiencias sensoriales. Podemos decir que el útero es un ambiente sonoro donde el feto madura su capacidad de oír, de interactuar y de contestar. El feto oye desde un principio por vía táctil, a través de los poros de la piel, y percibe los sonidos como vibraciones, luego desde el 5º mes de gestación también por el canal auditivo. El feto percibe tanto los sonidos interiores del cuerpo de la madre, como algunos de los sonidos exteriores del ambiente a su alrededor.

Entre los sonidos destaca el del corazón de la madre que percibe a unos 72 decibelios (para hacernos una idea 10 dB corresponden al movimiento de las hojas, 30 dB a una conversación normal, 110 dB al ruido de una motocicleta en marcha). La voz materna se coloca a la mitad entre los sonidos interiores y aquellos exteriores dado que la percibe tanto como un sonido exógeno, como endógeno a través de la transmisión ósea y de los órganos internos. El feto no reconoce las palabras pero percibe los trazados prosaicos del discurso, representados por altura, intensidad, timbre, duración de los sonidos emitidos. De hecho son estos elementos los que dan significado a una frase hablada; cuando hablamos, el canal de transmisión del significado viene dado por la música del lenguaje, por lo que el feto no discrimina las palabras pero reconoce el significado más profundo.

Ya Tomatis señaló a su tiempo como toda la existencia prenatal está acompañada por las voces de la madre y del padre, que con sus vibraciones estimulan de forma irrepetible el sistema neurosensorial del niño durante el transcurso de su formación.

La voz de los padres es para el niño una llamada a la vida además que una huella capaz de marcar la existencia en términos emocionales, afectivos y cognitivos. En la noche intrauterina encuentran su origen sus características temperamentales, en parte relacionadas con las estimulaciones motrices y tónico-fónicas de los padres, además de la predisposición a la adquisición del lenguaje que llegará en los dos primeros años de vida y se completará mas adelante.

La etapa prenatal

Investigaciones científicas en Medicina, Psicología, Biología y Genética, demuestran que el ser humano construye las primeras bases de su salud, de su equilibrio psíquico y de su inteligencia durante el periodo prenatal. Se ha demostrado que el bebé en el útero es un ser sensible, sociable, comunicativo, etc. y que empieza a educarse al mismo tiempo que se forma, a partir de las fuerzas de la vida que están en él /ella, teniendo como mediadora a su madre. En esta etapa de construcción temprana del vínculo, los padres tienen un papel esencial.

La creatividad en el embarazo

El embarazo es un estado idóneo para el desarrollo de diversas actividades inspiradoras y expresivas, reflejo del intenso proceso creativo que se lleva a cabo desde la concepción hasta el momento del parto. La música, la visualización, la danza, el canto, así como el desarrollo de diversas actividades artísticas, pueden ayudarnos a nutrirnos en este proceso de la mano de nuestras facultades no verbales y no racionales: visuales, imaginativas e intuitivas.

Entre los beneficios de trabajar la creatividad en el período prenatal destaca la activación del hemisferio derecho del cerebro, el cual, gracias a las investigaciones del doctor Michel Odent, se está comprobando que acerca a la madre a su parte más instintiva y primaria y a la producción de endorfinas, hormonas esenciales para el proceso del parto. A su vez, estos momentos de creatividad serán muy beneficiosos para el bebé, el cual se nutre de las vivencias de su madre durante el embarazo.

La expresión creativa, además, proporciona un marco idóneo para la expresión de los intensos sentimientos vividos en este período de grandes cambios.

La Musicoterapia Prenatal

El objetivo principal de la Musicoterapia Prenatal es la búsqueda de un estado de mayor armonización psicofísica que posibilite la aparición de cambios beneficiosos tanto para los padres como para el bebé.

Ésto se hace posible en cuanto que la Musicoterapia genera un espacio expresivo-comunicativo en el cual el proceso de "hacer", "producir" y "crear", contribuye a:

la elaboración de sensaciones y emociones (alegría, miedo, ansiedad, angustia, etc.) propias de esta etapa,

la toma de conciencia y aceptación de los cambios corporales, del desarrollo físico, psíquico emocional del bebé

la construcción de un vínculo sano con el bebé.

El uso de lenguajes expresivos (sonoro-musicales) y del canto favorece la canalización del estrés, la ansiedad y demás aspectos psico-afectivos elaborándolos dentro de un marco creativo y contenedor. Asimismo, las técnicas corporales se utilizan para trabajar sobre el esquema y la imagen corporal lo cual conduce, al conocimiento y control del propio cuerpo. Esta primera etapa del abordaje, es necesaria y fundamental para que las mamás se sientan confiadas y seguras de sí mismas .

Las madres pueden, con la orientación del musicoterapeuta, establecer códigos de comunicación significativos con el bebé a través del uso, combinación y creación de sonidos, ritmos , melodías y canciones. La implementación sistemática de recursos sonoro-musicales favorece el vínculo con el bebé al tiempo que estimula su desarrollo mental, ya que progresivamente son capaces de reconocer y discriminar sonidos, así como también asociarlos a ciertos movimientos del cuerpo, estados de ánimo, etc.

El tiempo de la gestación es un momento particularmente privilegiado para cantar. Muy pronto la mujer siente el deseo de comunicarse con el ser que se desarrolla en ella y los reflejos arcaicos de la palabra van a surgir, muchas veces con sorpresa. En la escucha de los cambios de su cuerpo, un diálogo sutil se instala entre ella y el bebé.

La variedad de las melodías, además va a hacer mover el diafragma hacia el fondo del útero y a través del líquido amniótico. Los movimientos espontáneos durante las canciones, han permitido desarrollar todo lo que significa el ritmo y el balanceo a partir de las pulsiones biológicas que nos sostienen. Se sabe ahora la importancia de los balanceos a nivel del cerebro y el estímulo diferenciado para el líquido cefalo-raquideo. El niño está alojado en el centro de las resonancias y el balanceo materno. Los trabajos sobre la memoria oral en las tradiciones populares, permitieron afirmar que los balanceos bastante pronunciados a nivel corporal, con cambios de eje para el bebé, parecen aportarle un sentimiento de seguridad profunda en el eje lateral y excitar su córtex, facilitando la memorización de mensajes enviados en eje adelante-atrás.

En ese momento también, los cantos rítmicos serán muy importantes. Los ritmos sincopados del jazz, por ejemplo, recordarán al niño cómo se escuchaban el corazón de su mamá y el suyo, y se calmará.

Las sesiones de musicoterapéutia incluyen también a los padres; cuya presencia y participación , es importantísima para que la pareja transite el camino de ser padres, acompañándose, aprendiendo uno del

otro y comunicándose con su hijo desde antes de nacer. En las sesiones hay siempre un espacio para los intercambios entre las personas del grupo , creando así un importante espacio de intercambio y apoyo.

Este acercamiento vocal y afectivo que crece mes a mes, va a permitirles tanto a los padres como a los bebés reconocerse inmediatamente después del nacimiento. Es el momento para una mamá y un papá “que cantan” de ofrecer al bebé “su” canción. Esa que ellos eligieron durante los cursos, la que cantaban en su casa a dos voces, esa que será para siempre el fundamento de la intimidad de los tres.

Es maravilloso ver cómo se calma la respiración del bebé cuando sus padres cantan junto a él. Se distiende, abre los ojos, escucha con todo su cuerpo y abre las manos como antenas para captar el sonido.

Espléndida manera de saludar a la vida que llega!

...el niño está alojado en el centro de las resonancias y el balanceo materno.

Bibliografía:• Aucher M.L., En corps chanté, Paris, Editions Hommes et Groupes, 1987.• Aucher M.L., L'homme sonore, Paris, Epi Editeurs, 1984.• Benassi E., Il suono e la musica agli albori della relazione madre-bambino, in Educazione Prenatale, n° 1, Pavia, Editore Bonomi, 1996.• Benassi E., Musica e preparazione alla nascita, in Emozioni in musica, Assisi, 1996. • Benenzon R., Aplicaciones clínicas de la Musicoterapia, Buenos Aires, Editorial Lumen, 2000.• Bertín, M. A., La educación prenatal natural. Ediciones Mandala, Madrid, 2005.• Friedman R., La música para el niño por nacer. Amarú Ediciones, Salamanca, 1997.• Odent, M., La cientificación del amor : el amor en la ciencia, Editorial Creavida, Buenos Aires 1999.• Tomatis A.A., De la communication intra-utérine au langage humain, Parigi, Editions Scientifiques Francaises, 1991

http://www.city-yoga.com/articulos/musicoterapia_prenatal.html