la modernidad (ensayo weber)
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Max Weber: Espíritu racionalizador, protestantismo ascético y modernidad.TRANSCRIPT
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Max Weber: Espritu racionalizador, protestantismo asctico y modernidad.
Orlando Lafuente Ramrez
La modernidad, en todas sus vicisitudes, supone a la vez una gran tarea de comprensin y a
la vez todo un reto para la experiencia de la vida. Sus jalones, tensiones, empujes y
retrocesos tienen una significacin y marcan con una profundidad abismal la condicin
humana de tal manera que es difcilmente evitar ponderar sobre ella, y mucho menos tener
la pretensin de salir de la modernidad o de acabar con la modernidad. La
modernidad, tal y como sea planteada y tal como sea categorizada histricamente, en su
periodizacin temprana como en los esfuerzos por determinarla contemporneamente
(modernidad tarda, modernidad lquida, e inclusive, por ms paradjico que suene, post-
modernidad, entre otros), tarde o temprano ramifica y engloba todos los aspectos del
devenir humano, nada se escapa de su proceso, incluso aquello que reacciona de una
manera u otra contra esta poderosa manifestacin de voluntad, ya sea pretendiendo un
retorno a la comunidad, o afirmando (y apologizando) el pretendido fin de la modernidad.
Max Weber, teniendo en cuenta y viviendo en carne propia cmo este proceso, tan
particularmente europeo en un principio, produce aquellos enormes y transformadores
desgarres en los corazones de los seres humanos, inicia la tarea de comprensin presente en
La tica protestante y el espritu del capitalismo con un supuesto fundamental y una
interrogante que la acompaa: hay una especie de particularidad en los procesos culturales
y sociales en Occidente cuyo sello de especificidad consiste en que aquellas
transformaciones que ocurran en los diversos fenmenos sociales y culturales de este punto
del planeta tienen implicaciones de ndole y alcance global; a su vez, la interrogante
concerniente a esta tesis es: qu es lo que caracteriza y le da esa potencia totalizante que
marca todo lo que toca a su paso, generando un proceso nunca antes visto en la
humanidad?:
Cuando un hijo de la moderna civilizacin europea se dispone a
investigar un problema cualquiera de la historia universal, es inevitable
y lgico que se lo plantee desde el siguiente punto de vista: qu serie de
circunstancias han determinado que precisamente slo en occidente
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hayan nacido ciertos fenmenos culturales, que (al menos, tal como
solemos representrnoslos) parecen marcar una direccin evolutiva de
universal alcance y validez? (Weber, 1986, pg. 5).
Es evidente para Weber que dentro toda esa gama de circunstancias y su particularidad
convergen en una perspectiva sobre la vida que ha faltado en todos los otros mbitos
culturales del mundo, y cuyo desarrollo es propio de Occidente, y esta perspectiva, esta
formacin cultural consiste en la constitucin de una especie de espritu racional o de
racionalizacin el cual se convierte en el eje central de todas las esferas de la vida. Ahora,
esta racionalizacin occidental de la vida para Weber tiene una serie de rasgos los cuales
son necesarios apuntar para elaborar una clara distincin entre otros tipos de valorizacin
de la vida y el pensamiento, ya que procesos de racionalizacin pues, se han realizado en
todas partes y en todas las esferas de la vida. Lo caracterstico de su diferenciacin
histrica y cultural es precisamente cules de estas esferas, y desde qu punto de vista,
fueron racionalizadas en cada momento (Weber, 1986, pg. 17). El primero de estos
rasgos consiste en aquello que se entiende por racionalizacin tanto para el proceso
occidental como para Weber; tal concepto est entendido y consiste en aquella operacin
de clculo controlado y especializado que se realiza sobre aqulla esfera de la vida de la
cual los individuos se encuentren especializados. Es en este sentido en que slo en
Occidente hay ciencia en aquella fase de su evolucin que reconocemos como vlida
actualmente (Weber, 1986, pg. 5), en un sentido de minucioso clculo sistematizado
realizado sobre fundamentos y reglas estrictas y conceptos debidamente construidos en
torno a este clculo y control de los impulsos vitales e irracionales de la vida humana. El
otro rasgo ya ha sido comentado brevemente, y se trata del surgimiento de un tipo de ser
humano que adems de estar debidamente racionalizado en este sentido y controlado tanto
en sus impulsos como en sus deberes, tiene asignada una tarea especfica y especializada.
Es el surgimiento del funcionario especializado como elemento dominante de la cultura
(Weber, 1986, pg. 7) y la organizacin de todos los mbitos de la existencia mediante el
funcionamiento de tales especialistas en cada rea del orden social al cual pertenecen,
mediante una sistematizacin racional en los trminos ya mencionados del desempeo de
sus tareas, lo que conforma el talante nico de la modernidad y el racionalismo occidental
el cual tiene implicaciones profundas y universales que no tiene otra parte del mundo. Es
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as que todos los logros en las diversas reas de la creatividad y el pensamiento humano
elaborados en la antigedad por otros pueblos quedan relevados a un segundo plano por los
alcances que permite tal ordenamiento racional de la vida.
El desarrollo del capitalismo moderno, como cualquier otra esfera de la vida moderna,
tiene esta particular impronta, y se configura como la principal fuerza sobre la cual gira y
se configura este nuevo entramado social y este nuevo tipo de ser humano. El rasgo
fundamental de este capitalismo racionalizado es la operacionalizacin, el clculo y el
control de aqul afn de lucro que cuyo impulso irracional caracterizaba al capitalismo de
tipo aventurero y que en la nueva constitucin del orden de la vida, se aspira de un modo
racional en donde lo decisivo en todo caso es el clculo realizado con el capital en
metlico (Weber, 1986, pg. 10) mediante una sistematizacin meticulosamente
planificada de las prestaciones y los bienes del capitalista, todos ellos encaminados a
aumentar la estimacin contabilizada en dinero con la que se empez al final de todas y
cada una de las operaciones realizadas. Muy diferente es esta disposicin al lucro que
sostiene el aventurero capitalista ansioso por obtener ganancias inmediatas, mientras este
arriesga para obtener sus fines, el capitalista racional planifica esperando siempre con sus
clculos una rentabilidad.
An as, la conformacin de toda esta mentalidad en el capitalismo moderno no est
formada ex nihilo, y es ah donde convergen tanto religin como economa en la
configuracin de este modo particular de vivir y pensar. En algn momento se puede trazar
la gnesis de la cual tienen origen ciertos rasgos, los cuales al ser identificados tambin
puede determinar en qu han contribuido y que se ha modificado de ellos. Y esto va ms
all de simples y meras relaciones de causalidad o explicaciones elaboradas mediante
artificios de ndole mecnica y reduccionista. Alguna esfera anterior de la vida premoderna
debi contribuir a formar un determinado estado del espritu que favorezca y sea
favorecido por la tcnica y los mtodos racionales del conocer y el relacionarse, y esta
esfera tiene que haber tenido (o tener) una estrecha y fuerte relacin en cmo los
individuos actan y valoran el mundo, y no slo eso, sino tambin resulta determinante
para establecer en el transcurso de aquellos que se ven inmersos en cierto tipo de
entramado cultural, que aspectos de la vida valoran por sobre otros. La principal propuesta
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en La tica protestante y el espritu del capitalismo es establecer cmo religin y economa
convergen en un entramado social, mediante la formacin de una tica particular que
mediar las relaciones principalmente entre estas dos esferas de la vida, y a su vez en todas
las dems relaciones y esferas que forman tal entramado.
Es en el protestantismo asctico donde Max Weber traza el origen de esta tica racionalista
presente en el capitalismo moderno, es en esta particularidad del desarrollo del
cristianismo al cual pueden imputrsele los fundamentos ms axiales de esta nueva
mentalidad, de este nuevo espritu, por los menos en sus albores, configurando no solo un
ethos, sino hasta inclusive un pathos cuya ascesis e incansable determinacin por la
devocin al trabajo especializado como principal fin de la vida y mxima experiencia
religiosa desarrollan un impulso tanto social como psicolgico cuya forma (y en cierta
parte tambin su contenido) tendr una resonancia determinante para las ticas econmicas
posteriores. Un punto central en esta disertacin es la ya mencionada condicin de
favorecimiento del desarrollo capitalista que sustentan tales ticas, las cuales permiten el
florecimiento de aptitudes anteriormente vistas de manera negativa: Cuando esta conducta
tropez con obstculos psicolgicos, la racionalizacin de la conducta econmica hubo de
luchar igualmente con la oposicin de ciertas resistencias internas (Weber, 1986, pg. 18).
Aquellos obstculos basados en la mentalidad y visualizacin de la usura y el trabajo son
lo que constituye el giro del protestantismo asctico, y la cual forma una de las
determinantes ms importantes en la relacin religin-tica-economa, y a su vez clarifican
la intencionalidad terico metodolgica de Weber; nicamente comparando y analizando
las conexiones centrales que tienen las esferas religiosas y econmicas en torno al
entramado social que construyen y de las que son parte es posible declarar qu elementos
de la tica econmica religiosa occidental son imputables causalmente a dichas
circunstancias sociolgicas, propias de Occidente y no de otra parte (Weber, 1986, pg.
18). Este ejercicio de comparacin y comprensin no se agota en lo expuesto en La tica
protestante y el espritu del capitalismo, sino que se vuelve un carcter central en el
estudio comparado de las grandes religiones elaborado por Weber en lo que respecta al
desarrollo de su sociologa de la religin, la cual demuestra el inters y la necesidad
epistemolgica de poder viabilizar el anlisis sociolgico de la religin como un punto de
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entrada privilegiado para estudiar las formas y contenidos ms cardinales que permean
todo un entramado social y toda su condicin cultural y espiritual.
La evidencia de tales relaciones de reciprocidad se encuentra al analizar los caracteres
confesionales de aquellos inmersos en el entramado social de la Alemania estudiada por
Weber. La revisin de las profesiones y la denominacin religiosa de los individuos revela
una fuerte presencia de la confesionalidad protestante en los mbitos ms especializados de
la vida econmica (Weber, 2006, pgs. 43-44), y es aqu donde surge otra pregunta
fundamental para Weber en el desarrollo de sus inquietudes: qu fundamento tena esta
fuerte predisposicin de los territorios ms desarrollados econmicamente para una
revolucin eclesistica? (Weber, 2006, pg. 45). Unido a lo esbozado anteriormente, para
Weber, un rasgo fundamental es la eliminacin de los aspectos tradicionales respecto a
la valorizacin de la esfera econmica de la vida y de las prcticas tradicionales
econmicas; pero hay que tomar en cuenta que esta eliminacin no consiste en una
erradicacin de la autoridad eclesistica sobre los asuntos econmicos, sino todo lo
contrario: aqu eliminacin de la tradicin consiste ms bien en una sustitucin de las
formas y los contenidos de tal autoridad, supone una profunda reestructuracin de la
cultura, la mentalidad y la accin de los seres humanos respecto a la economa, pero no
slo nicamente versado en la economa. Aquello que promueve el protestantismo asctico
es la ordenacin reglamentada de absolutamente todos los aspectos de la vida, de una
manera prctica y militante; para el protestantismo asctico, la mera contemplacin no es
suficiente, el control eclesistico con sus formas y contenidos de leer y actuar en el mundo,
que versan en una visin seria y pesada de la realidad, fundamentada principalmente en la
doctrina de la predestinacin y en una suerte de angustia y desesperacin existencial
relacionada con el porvenir individual y su suerte en un mundo donde si bien no es posible
tener certeza absoluta de pertenecer a aquella humanidad elegida por dios para su
salvacin, por lo menos se pueden obtener (mediante una conceptualizacin y una accin
de la vida controlada, ordenada y sistematizada) signos de su gracia divina:
() la Reforma no signific tanto la eliminacin de la autoridad de la
iglesia sobre la vida en general como, ms bien, una sustitucin de un
poder, en muchas ocasiones casi slo formal, muy cmodo y que en
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aquella poca se haca sentir poco en la prctica, por una reglamentacin
completa del modo de vida, infinitamente pesada y seria y que penetraba
en todas las esferas de la vida familiar y pblica con la mayor intensidad
que se pueda pensar (Weber, 2006, pg. 45).
Un detalle de significacin para el estudio del carcter confesional del entramado social es
para Weber oponer los supuestos errados con los que se valoran los caracteres principales
entre el catolicismo y el protestantismo. La oposicin que se postula sobre estas dos
manifestaciones del fenmeno religioso cristiano y la cual consiste en un error es visualizar
al catolicismo y su pasividad con un alejamiento de la mundanidad de la vida material y
suponer que el protestantismo es una especie de apologa y realce del gozo de las
mundanidades. La reglamentacin que presenta el protestantismo de veta asctica pone en
entredicho aqul supuesto, y an ms, el predominio asctico-religioso del control de todos
los aspectos de la vida ha sido una caracterstica que histricamente ha sido recalcada
como su particularidad y su fuerza, y que en muchas ocasiones estuvo enfrentada contra las
cosmovisiones de carcter ilustrado, de las cuales parte la falsa oposicin entre catolicismo
y protestantismo: El viejo protestantismo de Lutero, de Calvino de Knox, de Voet, tena
poco que ver con eso que se llama hoy progreso; era un enemigo directo de aspectos
enteros de la vida moderna , de los que actualmente ya no querra prescindir el
confesional ms radical (Weber, 2006, pg. 55).
A su vez, Troeltsch, refirindose al ascetismo calvinista, comenta que:
() Como el calvinismo en general, es activo y agresivo, quiere plasmar el mundo para la
gloria de Dios, y doblegar a los condenados bajo el reconocimiento de Su ley, quiere crear
y mantener con todo rigor una comunidad cristiana. A este fin racionaliza y disciplina
todo el obrar en una teora tica y en un ordenamiento disciplinar eclesistico (Troeltsch,
1951, pg. 49).
Por lo tanto, para efectos de anlisis y comparacin de la especificidad de la relacin entre
protestantismo, capitalismo y modernidad, y su debida oposicin a la cosmovisin y
sentido de la vida del catolicismo, tal relacin binaria de carcter ilustrada resulta de poca
utilidad, debido a su carcter sesgado y acoplado a una cosmovisin determinada del
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proceso del mundo moderno, y si se quiere establecer los orgenes y la relacin de estos
tres fenmenos de la cultura occidental, tenemos que intentar buscarla, de grado o por
fuerza, no en ese (supuesto) goce mundano, ms o menos materialista o antiasctico,
sino en sus rasgos puramente religiosos. (Weber, 2006, pg. 55). El nfasis de la propuesta
de Weber, como ya se ha distinguido, es aclarar que rasgos que le pertenecen a esta
corriente religiosa y que no son compartidos de la misma manera y no le pertenecen a otra
experiencia religiosa pueden ser imputados como promotores de una manera econmica de
ver la vida, propia del capitalismo moderno.
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Bibliografa
Troeltsch, E. (1951). El protestantismo y el mundo moderno. Mxico D. F.: Fondo de
Cultura Econmica.
(2006). Confesin y estructura social. En M. Weber, La tica protestante y el espritu del
capitalismo (pgs. 43-56). Madrid: Alianza Editorial.
(1986). Introduccin. En M. Weber, La tica protestante y el espritu del capitalismo
(pgs. 5-21). Barcelona: Pennsula.