la microhistoria como referente teórico-metodológico

7
HAO, Núm. 30 (Invierno, 2013), 167-173 ISSN 1696-2060 © Historia Actual Online 2013 167 LA MICROHISTORIA COMO REFERENTE TEÓRICO- METODOLÓGICO. UN RECORRIDO POR SUS VERTIENTES Y DEBATES CONCEPTUALES Ronen Man 1 . 1 Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: [email protected] Recibido: 14 Marzo 2012 / Revisado: 16 Abril 2012 / Aceptado: 14 Octubre 2012 /Publicación Online: 15 Febrero 2013 Resumen: El artículo hace una contribución historiográfica sobre la microhistoria como vertiente teórico epistemológica, de tal manera que la ubica en su contexto de surgimiento, recorre sus principales referentes e incursiona en sus lineamientos metodológicos y conceptuales. Se repasan los debates que atravesó la corriente con respecto a cuestiones tales como la representatividad de los casos de estudio, el tema de relativismo, la original apreciación de un contexto, así como los límites y los riesgos del análisis micro. Asimismo se incursiona en las complejas derivas de la racionalidad individual y de la autonomía relativa que suponen los actores sociales; para terminar ingresando en la fructífera relación entre microhistoria e historia local. Palabras clave: microhistoria; historia local; teoría; metodología; representación. ______________________ 1. El contexto de surgimiento ante la crisis de paradigmas y la aparición de “vías” alternativas a la historia tradicional ste trabajo se propone describir a una corriente histórica epistemológica que tuvo su nacimiento en un momento postparadigmático, de tal manera que en franca oposición a los modelos vigentes no se planteaba crear un nuevo marco teórico, ni siquiera una escuela de pensamiento ya que incluso su caracterización como “corriente” fue cuestionada por sus mismos autores. Nos referimos aquí a la tendencia -para caracterizarla de algún modo- conocida como microhistoriaen su original versión italiana. Según reconocidos autores como Burke y Revel, en la historiografía internacional el quiebre introducido por la corriente de la microhistoria italiana, y su repercusiones tanto en Francia como en España, constituyó uno de los debates epistemológicos más importantes de fines del siglo XX. La microhistoria se planteó como una respuesta a la crisis de los paradigmas hegemónicos en las ciencias sociales de mediados de la década de 1970, particularmente el estructuralismo y el materialismo marxista. Se presentó así como una reacción frente a un cierto estado de la historia social dominante. Específicamente contra el modelo de paradigma hegemónico francés representados por la Escuela de los Annales, en particular contra su segunda etapa, la que fue dominante entre la segunda postguerra y los años ’70, dirigida por el modelo “braudeliano” inspirado en una historia con tendencia sociológica y estructuralista, ejemplificado en la metáfora de la “larga duración”. Una historia supuestamente “social”, pero que quedaba fuertemente anclada en parámetros estructurales, privilegiando la caracterización de “sistemas” y dejando un minúsculo margen al accionar concreto de los sujetos en tanto actores sociales. Allí, la primacía de las estructuras y de los sistemas normativas proyectaba un cono de sombras sobre los sujetos, que quedaban en un segundo o tercer lugar en el análisis, perdiendo toda representatividad e importancia en estos acercamientos teóricos. E

Upload: anderson-paul

Post on 28-Oct-2015

62 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: La microhistoria como referente teórico-metodológico

HAO, Núm. 30 (Invierno, 2013), 167-173 ISSN 1696-2060

© Historia Actual Online 2013 167

LA MICROHISTORIA COMO REFERENTE TEÓRICO-METODOLÓGICO. UN RECORRIDO POR SUSVERTIENTES Y DEBATES CONCEPTUALES

Ronen Man1.

1Universidad Nacional de Rosario, Argentina.

E-mail: [email protected]

Recibido: 14 Marzo 2012 / Revisado: 16 Abril 2012 / Aceptado: 14 Octubre 2012 /Publicación Online: 15 Febrero 2013

Resumen: El artículo hace una contribuciónhistoriográfica sobre la microhistoria comovertiente teórico epistemológica, de talmanera que la ubica en su contexto desurgimiento, recorre sus principalesreferentes e incursiona en sus lineamientosmetodológicos y conceptuales. Se repasanlos debates que atravesó la corriente conrespecto a cuestiones tales como larepresentatividad de los casos de estudio, eltema de relativismo, la original apreciaciónde un contexto, así como los límites y losriesgos del análisis micro. Asimismo seincursiona en las complejas derivas de laracionalidad individual y de la autonomíarelativa que suponen los actores sociales;para terminar ingresando en la fructíferarelación entre microhistoria e historia local.

Palabras clave: microhistoria; historialocal; teoría; metodología; representación.

______________________

1. El contexto de surgimiento ante la crisis deparadigmas y la aparición de “vías”alternativas a la historia tradicional

ste trabajo se propone describir a unacorriente histórica epistemológica quetuvo su nacimiento en un momentopostparadigmático, de tal manera que en

franca oposición a los modelos vigentes no seplanteaba crear un nuevo marco teórico, nisiquiera una escuela de pensamiento ya queincluso su caracterización como “corriente” fue

cuestionada por sus mismos autores. Nosreferimos aquí a la tendencia -para caracterizarlade algún modo- conocida como “microhistoria”en su original versión italiana.

Según reconocidos autores como Burke y Revel,en la historiografía internacional el quiebreintroducido por la corriente de la microhistoriaitaliana, y su repercusiones tanto en Franciacomo en España, constituyó uno de los debatesepistemológicos más importantes de fines delsiglo XX. La microhistoria se planteó como unarespuesta a la crisis de los paradigmashegemónicos en las ciencias sociales demediados de la década de 1970, particularmenteel estructuralismo y el materialismo marxista. Sepresentó así como una reacción frente a uncierto estado de la historia social dominante.Específicamente contra el modelo de paradigmahegemónico francés representados por laEscuela de los Annales, en particular contra susegunda etapa, la que fue dominante entre lasegunda postguerra y los años ’70, dirigida porel modelo “braudeliano” inspirado en unahistoria con tendencia sociológica yestructuralista, ejemplificado en la metáfora dela “larga duración”. Una historia supuestamente“social”, pero que quedaba fuertemente ancladaen parámetros estructurales, privilegiando lacaracterización de “sistemas” y dejando unminúsculo margen al accionar concreto de lossujetos en tanto actores sociales. Allí, laprimacía de las estructuras y de los sistemasnormativas proyectaba un cono de sombrassobre los sujetos, que quedaban en un segundo otercer lugar en el análisis, perdiendo todarepresentatividad e importancia en estosacercamientos teóricos.

E

Page 2: La microhistoria como referente teórico-metodológico

La microhistoria como referente… Ronen Man

168 © Historia Actual Online 2013

En su lucha contra una historia políticatradicional caracterizada como “acontecimental”que ponía demasiado énfasis en los hechospuntuales retomando una tradicional vertientepositivista, los teóricos de la Escuela de losAnnales priorizaron una visión de la historia quedebía abandonar lo único y lo accidental (elindividuo, el caso excepcional, elacontecimiento) para dedicarse al estudio de loseventos regulares en el tiempo, repetidos yobservables; en sí los eventos que pudieranconcatenarse en forma de series cuantificables,que sean pasibles de observación yexperimentación científica y de formularse leyesconstantes. Se privilegiaban de esa manera losestudios masivos, en los cuales el número y elanonimato eran las constantes, priorizando así lacuantificación en el análisis, la elección deperiodizaciones lo suficientemente largas quepudieran reflejar transformaciones globales y degran escala, contribuyendo todo ello a laconformación de una utópica “HISTORIATOTAL”, con mayúsculas y que pudiera abarcarla globalidad del pasado de la humanidad. Así,frente al extremo demasiado acontecimentalrepresentado por un positivismo clásico queprivilegiaba los hechos en sí mismos, se impusoel modelo “annalista” como un opuestoigualmente extremo, que privilegiaba losgrandes procesos inmodificables y las grandesestructuras.

Hacia fines de los años ´70 y comienzos de losaños ’80, el microanálisis en general y lamicrohistoria en particular propusieron comouna de las salidas a esta dualidad entregeneralización y particularismo una especie de“vía intermedia” que pudiera superar estedualismo binario estancado, por ello es quesostenemos que esta renovación constituyó unavía o una reacción a la crisis de los paradigmasepistemológicos tradicionales. Cuando comenzóa formularse la innovación microhistórica amediados de los años setenta, la noción deparadigma en historia y en las ciencias socialesen general ya estaba en crisis, así como lasnociones de ortodoxias y de escuelas. Además,comenzaban a ponerse en discusión las certezasdominantes y empezaba a manifestarse unacrisis de confianza en las posibilidades y en laviabilidad de una Historia Total.

2. Los ejes de la microhistoria

Uno de los fundadores de la microhistoria, CarloGinzburg introduce su libro liminal El queso ylos gusanos… con un manifiesto explícito de lo

que esta tendencia propone y cuáles serían sus“enemigos” teóricos. Allí plantea que lamicrohistoria realiza un proceso constructivo dela investigación para acceder al conocimientocientífico. Sus trabajos están basados en unconstructivismo consciente, en el cual no cabenpremisas dadas de antemano, ni se aceptanciertas evidencias epistemológicas tradicionales.Así, no hay una realidad que derive de laconstrucción interna realizada por el sujetocognoscente, sino que el observadorsimplemente se dota de unos instrumentos paraintentar representar lo más fielmente posible,algo que le es externo. A su vez la microhistoriase basa en una premisa anti escéptica. De hecho,el antiescepticismo es una de las apuestascognoscitivas más específicas de esta tendenciateórica debido al importante papel que leasignan al racionalismo y al antirelativismo.

En los aspectos metodológicos algunosmicrohistoriadores recurren a lo que denominanel “paradigma indiciario”, este sería un modelocognoscitivo que replantea las tradicionalesreglas de control y las formas de inferencia enlas explicaciones científicas, en él las inferenciasinductivas, la abducción como base científica yel empirismo metodológico tienen la primacíaen la elaboraciones investigativas. En ellosprima la creencia de que el análisis histórico deprocesos microscópicos le permitiría a lahistoriografía adquirir una dimensión teóricapropia, específica, no subalterna ni subsidiariade las demás ciencias sociales hegemónicas;aunque no por ello descarten un idealinterdisciplinario en las ciencias sociales, sinoque proponen una interdisciplina plural ytransversal, en la cual no haya unas disciplinasprincipales y otras meramente “auxiliares”.

Según Jacques Revel los tres rasgos mássignificativos de la corriente que podríanconsiderarse serían los siguientes: suconstructivismo epistemológico, su tratamientoexperimental de los hechos históricos y eldestacado lugar que se le asigna al discursoproducido por los microhistoriadores.Esquematizando estos tres ejes serían:

- La conciencia explícita en torno a laconstrucción del objeto. Así, losmicrohistoriadores no tomarían la realidad comosi de un objeto dado se tratara (de maneraapripori), sino que por el contrario, ven a larealidad como el resultado de la elaboraciónrealizada por el observador/investigador, a partirde sus instrumentos cognoscitivos.

Page 3: La microhistoria como referente teórico-metodológico

HAO, Núm. 30 (Invierno, 2013), 167-173 ISSN 1696-2060

© Historia Actual Online 2013 169

- Importancia de la dimensión experimental dela tarea microhistórica, lo cual obliga alinvestigador a tomar conciencia de lascondiciones de la observación.

-Importancia dada a las formas argumentativas,de la enunciación, del discurso, las citas y lasmetáforas.

Otras características destacadas de estatendencia serían, la reducción de la escala deobservación y por ende de la investigación. Lamicrohistoria se funda en el principio de que laelección de cierta escala de observaciónreducida puede ser instrumento válido de unaparticular estrategia de conocimiento científico.Por otro lado, la microhistoria no es, y no puedeser, una mera verificación de reglasmacrohistóricas generales, de modo que nopuede proporcionar ejemplos de los datos yaconstatados a nivel global. De esta manera seoponen al modelo tradicional “monográfico”francés que solamente recurría al estudio decasos específicos particulares para confirmar lastesis generales presentadas para los ámbitos deestudio generales, léase nacionales o globales.

En este punto es importante realizar unafundamental aclaración, ya que el recurso de lamicrohistoria como efecto de conocimientoasociado al pasaje a una escala micro, no suponenecesariamente una contradicción con unavisión social general, sino simplemente como unmodo de aproximación diferente de lo social,profundizando en la madeja de relacionesconcretas que los sujetos sociales individualestejen a nivel grupal. Así, el supuesto“individualismo metodológico” de lamicrohistoria supone siempre un conjunto socialde “experiencias colectivas” que los engloba ylos trasciende. De esta manera la microhistoriainvierte el modo habitual de proceder delanálisis histórico tradicional, que consistiría enpartir de un con-texto global para recién allíinterpretar un texto particular. El análisis microse atreve a partir a modo inductivo desde losaspectos particulares menores para luego darcuenta de los aspectos generales. Pero el planteomicrohistórico no ofrece una versión atenuada,parcial o mutilada de la realidad macrosocial,sino que ofrece una versión sustancialmentediferente. La premisa de la microhistoria es quelimitando el campo de la observación (como unamirada más “al ras del suelo”) es que emergendatos más numerosos y refinados; queconstituyen configuraciones inéditas haciendoaparecer una cartografía de lo social mucho más

novedosa. En realidad se esfuerza por mirar conmayor atención y detenimiento cosas que podíanpasar desapercibidas en las perspectivastradicionales. Pero aparece ante estas cuestionesun problema en torno al grado derepresentatividad cognoscitiva que lamicrohistoria puede aportar a la ciencia.

3. El debate sobre la representatividad de loscasos singulares

Surge la pregunta de ¿cómo una muestra tancircunscripta puede llegar a generalizarse ydecirnos algo sobre una realidad mayor? Anteesta disyuntiva Eduardo Grendi elaboró ladefinición de “excepcional-normal”, como unoxímoron epistemológico en el cual losmárgenes de la sociedad, lo “anormal” y loperiférico pueden informarnos mucho inclusosobre el propio centro. Según este autor,exponente de la corriente, lo excepcionaldeviene normal y no trasciende sino sóloexcepcionalmente debido a su propianormalidad. En este sentido es fundamentalcomprender a la excepción en términoscualitativos más que cuantitativamente.

A su vez, existen cierto tipo de fuentesdocumentales que a pesar de ser excepcionales ojustamente por ello, reflejan una normalidad ennegativo, esto es una normalidad que es tanevidente para los contemporáneos que suelepasar desapercibida en la cotidianeidad. Estasfuentes excepcionales actúan a la manera de losrelatos de viajeros o de los etnólogos ensociedades ajenas, que toman nota y dan cuentade todos los detalles, por más comunes ycotidianos que parezcan y que la gente del lugarno se molestaría en agendar e interpretar.

Entonces, la pregunta y el planteo que se lescuestiona acerca del valor de representatividaddel caso o de la muestra que contienen losestudios micro o locales, debe matizarse oplantearse de una manera no tan determinante;ya que estos análisis no pretenden constituirseen muestras o ejemplos representativos de casosgenerales, sino que intentan abordarsingularidades para demostrar como esasespecificidades pueden en todo caso contradeciry de-construir los casos globales, más querepresentarlos fielmente a la manera positivistaclásica.

De hecho la microhistoria rompe con la maneratradicional y positivista en que se entienden losdocumentos en tanto fuentes privilegiada de la

Page 4: La microhistoria como referente teórico-metodológico

La microhistoria como referente… Ronen Man

170 © Historia Actual Online 2013

historia. Según Giovanni Levi los documentosson por características falsos y parciales. Sólopueden darnos ciertos indicios que sirven a lamanera de sugerencias. Los mejores documentosserían los que no entendemos, los que no sonevidentes ni inmediatos y que nos pondrían enproblemas y contradicciones. Estoevidentemente introduce un quiebre con lamanera tradicional de pensar a los documentoscomo “espejos transparentes” y objetivos de unarealidad en tanto hechos sociales aprehensiblesracionalmente de manera inmediata. Para lamicrohistoria los documentos son sólofragmentos huidizos de lo real, por lo tantodeben “leerse” oblicuamente y de formaindirecta, a la manera del análisis del discursofreudiano.

Esto conlleva una discusión metodológicaacerca de la factibilidad de realizar una historiasólo a base de indicios y fragmentos. Para ellorecurren a la metáfora del sistema indiciarioaclarando que desde un fragmento no se puedereconstruir una historia total, sino que se deberecurrir a una amplia variedad de indiciosparticulares en tanto evidencias parciales. Pero apesar de ello, esas parcialidades sólo nospermitirán arribar a resultados provisorios yplausibles y nunca definitorios. Por elloproponen que sus historias son parciales yprovisorias, nunca concluyentes y taxativas. Nose plantean trasmitir una Verdad, sino queexplicitan y narran al lector la manera en queconstruyen sus proposiciones parciales,provisorias e hipotéticas. De esta manera, lahistoria micro o local ha contribuido a subvertirlas jerarquías de la historia tradicional, ya que haintroducido el estudio de lo periférico, lomarginal y lo exótico, demostrando que noexiste una Verdad única, sino verdades relativas.Pero esto trae aparejado una nueva limitaciónque hay que tener en cuenta y es el del problemadel relativismo.

4. Del relativismo cultural al con-texto, loslímites y los riesgos del análisis micro

Aparejado con el problema sobre larepresentatividad de los casos aparece elproblema del relativismo como uno de losriesgos en los que se puede caer si no se haceuna mención recurrente y explícita a loscontextos históricos en los que estánenmarcados los “casos tipo”.

Peter Burke plantea que el fundamentofilosófico de la “nueva historia” es la idea de

que la realidad esta social y culturalmenteconstruida, produciéndose de esta manera unposible “relativismo cultural” al romper latradicional distinción entre lo central y loperiférico, lo fundamental y lo anecdótico. Dehecho la mayoría de los exponentes de estatendencia se dedicaron a debatir contra elrelativismo, en particular contra el antiantirelativismo de los antropólogos como el casode Clifford Geertz o los antropólogosposmodernos. Según Giovanni Levi lamicrohistoria debe ser necesariamenteantirelativista y debe aspirar a realizarformalizaciones teóricas lo más generalesposibles, así subraya que los estudios micro ylos casos individuales pueden revelar aspectosfundamentales sobre los fenómenos generales.

Si bien la microhistoria toma lo particular comopunto de partida, es importante destacar que eseparticular es además y muy a menudo, altamenteespecífico e individual. Este sería imposible declasificar como un caso típico y se procede aidentificar su significado en base a su contextode procedencia. Los microhistoriadores admitenun valor explicativo y significativo muy especialen el contexto. Si es que se dedican a cosaspequeñas, lo hacen ubicándolas en el tiempo yen el espacio correspondiente. Pero por contextopueden entenderse al menos dos cosas distintas:Primero y de manera convencional el contextoes el espacio próximo en el que sucede unhecho, espacio concebido como un sistema designificados al que pertenece. Según estaacepción espacio-temporal, el contexto puedeleerse de dos formas; a la manera funcionalista-determinista, en la cual lo particular quedaexplicado por lo general que lo contiene; o de laforma microhistórica, en la cual la reducción deescala de lo particular revela las incoherenciasdel contexto general.

Pero por otro lado, algunos microhistoriadoresprefieren y utilizan una definición heterodoxa decon-texto, en la cual el contexto es un ejerciciode comparación y de vinculación de elementosindividuales separados tanto en el tiempo comoen el espacio, los cuales son relacionados porsimilitudes indirectas y por analogías siguiendobásicamente un modelo wittgeinsteiniano. Paraesto proponen establecer las filiaciones extratemporales y extra espaciales para demostrar lascorrientes culturales que “subterráneamente”vinculan a morfologías y fenómenos enprincipio diversos y sin relaciones aparentes. Elexponente máximo de este método sería la obraHistoria nocturna de Carlo Ginzburg. Si bien

Page 5: La microhistoria como referente teórico-metodológico

HAO, Núm. 30 (Invierno, 2013), 167-173 ISSN 1696-2060

© Historia Actual Online 2013 171

este tipo de narración fue cuestionada comoahistórica o por el hecho de que la forma decomunicar sus relatos tenga una gran cargaretórica, llevó a los microhistoriadores adefender su modelo expositivo frente al embatede quienes lo acusaban de hacer “pura ficción”.En este sentido los microhistoriadorescomparten lo que Prósperi y Ginzburgesbozaron en la obra Juego de paciencia en lacual desarrollan de una manera explícita toda latrastienda y los andamiajes de la investigaciónhistórica realizando una comunicación directa yempática con los lectores potenciales,demostrando que proponen una retóricaprovisional en vez de una argumentaciónautoritaria y taxativa.

5. Debate sobre la racionalidad y laautonomía de los individuos

En sus luchas contra las epistemologíasestructuralistas los microhistoriadores intentanevaluar los niveles de libertad con que disponenlos sujetos al interior del conjunto de reglasnormativas que limitan sus acciones, por lo cualse preguntan en qué medida las elecciones de lossujetos son o no autónomas y racionales. SegúnLevi “la microhistoria trata de hacer unadescripción más realista del comportamientohumano, recurriendo a un modelo de laconducta humana basada en la acción y elconflicto y que reconoce una relativa libertadindividual a pesar y más allá de las trabas delos sistemas prescriptivos y opresivamentenormativos”.

Así, toda acción social se considera comoresultado de una transacción constante delindividuo frente a una realidad normativa que,aunque sea omnipresente, permite no obstanteposibilidades, si bien estrechas, de libertadpersonal en términos de autonomía relativa, alpermitir movilizarse entre los intersticios de lascontradicciones y las incongruencias inherentesde las estructuras normativas que los regulan.

Debido a que el objetivo de la microhistoria esuna descripción más realista del comportamientohumano en la historia, la acción racionaldescripta no puede medirse según un tipo idealde “racionalidad económica” capitalista, nitampoco en “última instancia” segúndeterminaciones economicistas.Metodológicamente esto tiene unas implicanciasrelevantes debido a que se introduce ladimensión de las incertidumbres y se rompe conlas actitudes automatizadas o que devienen de

una lectura lineal, progresiva o etapista decualquier tipo de filosofías de la historia; yasean estas modernistas/funcionalistas omaterialistas. Es justamente el quiebre de lascertidumbres tradicionales asociada a la caída delos paradigmas teóricos hegemónicos la queingresa la condición de posibilidad de losplanteos deconstruccionistas asociados a losestudios locales, parciales y micro.

Aparejado a la aparición de las incertidumbres ylas informaciones parciales, la microhistoriapropone que el investigador que analiza a unindividuo, debe tener presente que este no actúani toma sus decisiones en base a unconocimiento completo de todas lasinformaciones circundantes, sino que alcontrario, actúa en un marco plagado devacilaciones, sin poder necesariamentejerarquizar ordenadamente sus preferencias.

En el mundo campesino europeo de los siglosXVI y XVII que estudian como casos singulareslos microhistoriadores, las elecciones son másbien tentativas, aproximadas y basadas en larepetición y aprendizaje en base a experienciasprevias. Postulan de esta manera un modelo deracionalidad limitada: limitaciones devenidaspor situaciones de incertidumbre, distintosniveles de preferencias, o por las reducidascapacidades de información disponible. A su vezproponen que las identidades son enigmáticas ycambiantes, las conciencias son de difícilapreciación, los comportamientos no sonuniformes y no se puede tener una visiónsimplista o lineal, ya que los hombres son máscomplicados y ambiguos de los que a primeravista aparentan. En este sentido la economía y lasociología como estandarizadoras de loscomportamientos medios fracasan ya que loshombres están atravesados por deseos,voluntades y tendencias diferentes. No haycertezas ni conocimientos plenos y absolutos;por lo tanto la “razón universal” iluminista delos modernos no es generalizable.

En oposición a las visiones continuistas de losfuncionalistas, los microhistoriadores resaltanlas contradicciones y conflictos suscitados porlos sistemas de dominación, destacando másbien las fragmentaciones, contradicciones y laspluralidades de los puntos de vista que hacen atodos los sistemas fluidos y abiertos. Loscambios se producen mediante estrategias yelecciones mínimas e infinitesimales que sealojan en los intersticios de los sistemas

Page 6: La microhistoria como referente teórico-metodológico

La microhistoria como referente… Ronen Man

172 © Historia Actual Online 2013

normativos resaltando sus contradiccionesconstitutivas.

6. Relación entre microhistoria e historialocal

La microhistoria recurre al modelo del “trabajode campo” de lo etnólogos rescatando unempirismo metodológico y privilegiando undetallismo caracterizado por una “descripcióndensa” e interpretativa que es la clave recurrenteen la perspectiva micro, pero que se refuerza conun lugar privilegiado asignado a la teoría y laconceptualización. Así, la investigaciónempírica y el razonamiento teórico no sonpensados como características opuestas, sinoque son complementos esenciales de dichapropuesta.

El ámbito de lo local y en especial la “historialocal”, se vuelve particularmente fructífero pararealizar en la práctica la implementación deestudios microhistóricos. Lo local es percibidocomo una categoría flexible y el objeto esconstruido artificialmente por el investigador enel proceso de análisis, destacando una matrizepistemológica constructivista. Así, su objeto noestá dado de antemano y no se le imponeexteriormente al observador, sino que este loelabora en su tarea de investigación. De estemodo en la microhistoria local tampoco cabríanlos apriorismos teóricos de las ciencias duras odeductivas.

Pero volviendo a los resguardos queplanteábamos más arriba, los microhistoriadoresnos alertan que las ideas de artificialidad y elconstructivismo no nos deben llevannecesariamente a caer en el relativismo y en elescepticismo, sino que existe lo que denominanun “realismo histórico”. Contra los postuladosdel “giro lingüístico” y de los discursivistas(Hayden White, Lawrence Stone, RolandBarthes) el discurso narrativo histórico estáfundado en pesquisas realizadas sobre hechoshistóricos concretos contrastables por elcontexto, por las fuentes y por la documentacióny no son necesariamente puro “texto” o“imaginación lingüística”.

Además los autores nos plantean otros dosriesgos en los que puede caer normalmente elestudio histórico; estos son el exceso delocalismo y su opuesto la abstracción delgeneralismo. Como vía intermedia entre estosdos excesos opuestos el objetivo que proponenlos microhistoriadores al utilizar recortes micro

queda ejemplificado en su acercamiento a lolocal. La intención no es en sí misma analizaruna localidad en particular, sino sobre todoestudiar determinados problemas generales ENuna localidad específica, pero que puede sercualquier espacio. Da lo mismo una gran urbe,metrópolis o capital, que el último puebloperdido en el mundo rural campesino. Peroestudiar EN no es simplemente confirmarprocesos generales en marco singulares, por lotanto se parte de la base de que lo local no es unreflejo de procesos más amplios, sino que lasingularidad de lo local puede poner en cuestiónevidencias postuladas desde la generalidad deuna historia global/total.

En los últimos años las nociones de hechohistórico y de fuente documental se hanensanchado, sin embargo, sin caer en unrelativismo los análisis micro no sostienen queexista una equivalencia por igual de todos loshechos históricos considerados desde los efectosque provocan sus repercusiones, sino desde elvalor cognoscitivo que les atribuimos. De estaidea deviene un axioma epistemológico: loshechos históricos son únicos, irrepetibles eirrecuperables en sí mismos, si bien deben serfactibles de realizárseles un análisiscomparativo, nunca se repetirán hechos igualesen contextos históricos diferentes, ya que estarándeterminados por condiciones sociales, políticasy culturales disímiles.

Después de varias controversias historiográficas,los microhistoriadores han llegado a laconvicción, simple pero firme, de que el objetode estudio de los historiadores es lo concreto apartir de lo empíricamente contrastable.Aunque según Levi, si estudiamos una vidaindividual o si tratamos un objeto local, esas dosposibilidades obligan al investigador a ponerlasen correlación con las coordenadasespaciotemporales generales en las que seinsertan.

En resumen la microhistoria al no conformarsecomo corriente intelectual, ni como una escuelateórica, no intentó postularse en los términos deun paradigma epistemológico. Además tampocoentre sus integrantes existe un acuerdo generalen todos los aspectos que hacen a susdimensiones cognoscitivas, por lo que el debatey las revisiones teóricas son constantes. Sibuscamos una idea que pueda servir de síntesis ala tendencia de la microhistoria diríamos queintenta “formular preguntas generales a objetosreducidos y formularlas de tal modo que esos

Page 7: La microhistoria como referente teórico-metodológico

HAO, Núm. 30 (Invierno, 2013), 167-173 ISSN 1696-2060

© Historia Actual Online 2013 173

objetos menudos, lejanos y extraños cobren unadimensión universal, sin dejar de ser a la vezirrepetibles y locales”; vemos una vez máscomo este oxímoron dialectico es el que sirvede guía a una tendencia que para algunos yaestaría en decadencia, mientras que para otrosabrió caminos y senderos valiosos y vigentespara la disciplina histórica porvenir.

Bibliografía

Barriera, Darío (2002) “Las ‘babas’ de lamicrohistoria. Del mundo seguro al universo delo posible”, en Barriera, Darío (Comp.) Ensayossobre microhistoria. México, Jitanjáfora.

Bragnoni, Beatriz (Ed.) (2004) Microanálisis:Ensayos de historiografía argentina. Prometeo,Buenos Aires.

Burke, Peter (1993) “La nueva historia socio-cultural”, en Historia Social, Valencia.

Burke, Peter (1995) “Obertura: La nuevahistoria, su pasado y su futuro”, en HistoriaSocial, Valencia.

Geertz, Clifford (1987) La interpretación de lasculturas. México, Gedisa.

Ginzburg, Carlo; Prósperi, Adriano (1975)Giocchi di pazienza. Turín, Einaudi.

Ginzburg, Carlo (1981) El queso y los gusanos.El cosmos según un molinero del siglo XVI.Barcelona, Muchnik.

Ginzburg, Carlo (1988) El juez y el historiador.Acotaciones al margen del caso Sofri.Barcelona, Anaya & Mario Muchnik.

Ginzburg, Carlo (1991) Historia nocturna.Barcelona, Muchnik.

Ginzburg, Carlo; Poni, Carlo (1991) “El nombrey el cómo: intercambio desigual y mercadohistoriográfico”, en Historia Social, Valencia.

Grendi, Eduardo (1996) “¿Repensar lamicrohistoria?”, en Entrepasados, n°10, 131-140, Buenos Aires.

Levi, Giovanni (1985) La herencia inmaterial.Historia de un exorcista piamontés del sigloXVII. Madrid, Editorial Nerea.

Levi, Giovanni (1993) “Sobre microhistoria”, enBurke, Peter (Ed.) Formas de hacer historia.Madrid, Alianza.

Miguez, Eduardo (1995) “Microhistoria, redessociales e historia de las migraciones: ideassugestivas y fuentes parcas”, en María Bjer;Hernán Otero (Comp.), Inmigración y redessociales en la Argentina Moderna. Tandil,CEML, IEHS, 23-33.

Revel, Jacques (1995) “Historia y cienciassociales. Una confrontación inestable”, enHistoria Social, Valencia.

Revel, Jacques (1996) “Microanálisis yconstrucción de lo social”, en Entrepasados,n°10, 141-160, Buenos Aires.

Serna, Justo y Pons, Anaclet (2000) Como seescribe la microhistoria. Valencia, Frontesis,Universidad de Valencia.

Serna, Justo y Pons, Anaclet (2002) “En sulugar. Una reflexión sobre la historia local y elmicroanálisis”, en Prohistoria, n°6, 107- 126,Rosario.

Serna, Justo y Pons, Anaclet (2002) “Los viajesde Carlo Ginzburg. Entrevista sobre laHistoria” en Archipiélago, n° 47, disponible en:<http://www.uv.es/jserna/Carlo.htm#_edn3>