la melancolía en la siquiatría contemporánea · evidente que la "locura" no podía ser...

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SENDEROS I CAPILARIDADES La melancolía en la siquiatría contemporánea Primera parte Héctor Pérez-Rincón' muy pegajosas, oon un sonido fuerte pero sin asperezas. Standards y versiones disfrutables bien ornamentadas. Duja, Maroos Miranda, Produccio- nes Líquidas, 2001. La vasra obra de Marcos Miranda y su Sociedad Acús- tica de C.V. inrcrioriza en la música acompañado de la kalimba y los ins- trumemos de vienm. Improvisa y expe- rimenta en el jazz, el blues y sus diversas formas. Nos toca, Héctor Infanzón, Opción Sónica, 2001. Pianisra bien dotado de técnka, compositor inspirado yequi- librado líder de grupo. M úsico de aca- demia y cabaret, Héctor Infanzón ha sabido combinar sus inAuencias y pa- searse por los géneros clásico, jazz y afroantillano. Efecto mariposa, Iraida Noriega J Opción Sónica, 200 l. Sobresale la profundidad y dimensión que ha al- canzado la interpretación vocal de [rai- da, la cual hace alarde de los elementos que la distinguen: color, matices, técnica y sentimiento. Marerial original yalgu- nas versiones. Common differenees, Mark Aanderud/ Agustín Bernal/Gabtiel Puentes, Agave Records, 2002. Aanderud es la joven promesa del piano jazzísrico. Aquí se reúne con el veterano Bernal y el cum- plidor Puentes y presentan una viva fusión de coloraturas musicales y derro- che de técnica. Angelofseissors, Olivia Revuelras Trío, Opción Sónica, 2001. Mención aparte merece ene disco de una legendaria pianista mexicana, radicada en Estados Unidos, al igual que su Round midnight In L.A. Ambos son la gloria de la fugacidad productiva al lado de Billy Higgins. Cuando a finales del siglo XVIII y prin- cipios del XIX nace la siquiatría bajo el nombre de "alienismo") gracias al impulso de la visión naturalista de la Ilustración, del ejemplo de la empresa raxonómica de Linneo y del deseo de aplicar a los alienados los principios filantrópicos de la fraternité de la rivolution. sus fundadores en Francia, Philippe Pinel y lean-Etienne Esqui- rol, debieron afrontar y resolver, como condición para construir la nueva ciplina, dos situaciones fundamentales que tenían ante sí: por un lado, la po- lisemia de la abundante y heteróclita hetencia de la medicina antigua de la que eran continuadores y a la que tendían, al mismo tiempo, transformar en una rama de la ciencia; por el otro lado, una confusión semántica igual- mente difícil de aclarar, dado que el objero de estudio de esre alienismo naciente parecía ser, a primera vista, lo que a lo largo del riempo, pero espe- cialmente a partir del Renacimiento, se había convertido en uno de los tropos centrales de la reflexión filosó- fica y del quehacer de la lireratura. Es decir, que en ese momento parecía evidente que la "locura" no podía ser ya un tema exclusivamente médico. Respecto a su herencia médica, resultaba claro que la sección XXIII del sexto aforismo hipocrático ofrecía una definición operante de la melancolía que había resistido el paso del tiempo: Cuando el temor o la uisreza persis- ten largo tiempo, se traca de un es- rado melancólico... La tristeza con taciturnidad, el amor a la soledad '" Escritor y siquiatra con el deseo de basrarse a sí mismo son signos de melancolía, o más bien es la melancolía misma. Más adelante, en la sección L111 del mismo aforismo. se escableda: "Los delirios alegres son menos peligrosos que los delirios serios". melancolía hipocrática, que en el nombre llevaba implícita su etiolo- gía, petmaneció basrante estable juntO con Otra entidad: la manEa, a lo largo de las diferentes clasificaciones de la anti- güedad: las de Areteo, Rufus de Efeso, Celso, Celius Aurelianus, Alejandro de Tralles, Galeno, Asclepiades, Constan- tino el Africano, etc" hasta llegar a Mor- gagni y Willis en el XVIII, más cerca de Pinel, que en su Nosografla Filosófica, de 1798, ooloca a la melancolía oomo el género XIV de la segunda suborden: "vesanías", del orden 11: Neurosis de úzs funciones cerebraies, pertenencienre a la clase IV: neu.rosis, en su intento cuasi botánico por reconocer especies, nes, subórdenes y clases naturales dentro de la parología mental. Más compleja fue la evolución con- ceptual de orro de los diagnósticos he- redados: la manía, palabra que en griego era sinónimo de locura en ge- neral. De etimología incierta (algunos rastrean su origen al término man: el alma de los muerros), el maniaoo fu- rioso era agitado por los manes yesta- ba colocado bajo la influencia de la diosa Manía.\ Para los médicos, la ma- nía era más bien un delirio sin fiebre, por lo que se oponía a la fr(nitis. que era un delirio con fiebre (este término médico dará origen a las palabras frenesí y frenético). La frenitis se convertirá más tarde en el delirium, es decir, un UNIVERSIDAD DE MÉXICO· Marzo 2003 75

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SENDEROS ICAPILARIDADES

La melancolía en la siquiatría contemporáneaPrimera parte

Héctor Pérez-Rincón'

muy pegajosas, oon un sonido fuerte perosin asperezas. Standards y versionesdisfrutables bien ornamentadas.

Duja, Maroos Miranda, Produccio­nes Líquidas, 2001. La vasra obra deMarcos Miranda y su Sociedad Acús­tica de C.V. inrcrioriza en la músicaacompañado de la kalimba y los ins­trumemos de vienm. Improvisa yexpe­rimenta en el jazz, el blues y sus diversasformas.

Nos toca, Héctor Infanzón, OpciónSónica, 2001. Pianisra bien dotado detécnka, compositor inspirado yequi­librado líder de grupo. M úsico de aca­demia y cabaret, Héctor Infanzón hasabido combinar sus inAuencias y pa­searse por los géneros clásico, jazz yafroantillano.

Efecto mariposa, Iraida Noriega J

Opción Sónica, 200 l. Sobresale laprofundidad y dimensión que ha al­canzado la interpretación vocal de [rai­da, la cual hace alarde de los elementosque la distinguen: color, matices, técnicay sentimiento. Marerial original yalgu­nas versiones.

Common differenees, Mark Aanderud/Agustín Bernal/Gabtiel Puentes, AgaveRecords, 2002. Aanderud es la jovenpromesa del piano jazzísrico. Aquí sereúne con el veterano Bernal y el cum­plidor Puentes y presentan una vivafusión de coloraturas musicales y derro­che de técnica.

Angelofseissors, Olivia Revuelras Trío,Opción Sónica, 2001. Mención apartemerece ene disco de una legendariapianista mexicana, radicada en EstadosUnidos, al igual que su RoundmidnightIn L.A. Ambos son la gloria de lafugacidad productiva al lado de BillyHiggins.~

Cuando a finales del siglo XVIII y prin­cipios del XIX nace la siquiatría bajo elnombre de "alienismo") gracias alimpulso de la visión naturalista de laIlustración, del ejemplo de la empresaraxonómica de Linneo y del deseo deaplicar a los alienados los principiosfilantrópicos de la fraternité de larivolution. sus fundadores en Francia,Philippe Pinel y lean-Etienne Esqui­rol, debieron afrontar y resolver, comocondición para construir la nueva dis~

ciplina, dos situaciones fundamentalesque tenían ante sí: por un lado, la po­lisemia de la abundante y heteróclitahetencia de la medicina antigua de laque eran continuadores y a la que pre~

tendían, al mismo tiempo, transformaren una rama de la ciencia; por el otrolado, una confusión semántica igual­mente difícil de aclarar, dado que elobjero de estudio de esre alienismonaciente parecía ser, a primera vista, loque a lo largo del riempo, pero espe­cialmente a partir del Renacimiento,se había convertido en uno de lostropos centrales de la reflexión filosó­fica y del quehacer de la lireratura.Es decir, que en ese momento parecíaevidente que la "locura" no podía ser yaun tema exclusivamente médico.

Respecto a su herencia médica,resultaba claro que la sección XXIII delsexto aforismo hipocrático ofrecía unadefinición operante de la melancolíaque había resistido el paso del tiempo:

Cuando el temor o la uisreza persis­ten largo tiempo, se traca de un es­rado melancólico... La tristeza contaciturnidad, el amor a la soledad

'" Escritor y siquiatra

con el deseo de basrarse a sí mismoson signos de melancolía, o más bienes la melancolía misma.

Más adelante, en la sección L111 delmismo aforismo. se escableda: "Losdelirios alegres son menos peligrosos quelos delirios serios".~ta melancolía hipocrática, que en

el nombre llevaba implícita su etiolo­gía, petmaneció basrante estable juntOcon Otra entidad: la manEa, a lo largo delas diferentes clasificaciones de la anti­güedad: las de Areteo, Rufus de Efeso,Celso, Celius Aurelianus, Alejandro deTralles, Galeno, Asclepiades, Constan­tino el Africano, etc" hasta llegar a Mor­gagni y Willis en el XVIII, más cerca dePinel, que en su Nosografla Filosófica,de 1798, ooloca a la melancolía oomoel género XIV de la segunda suborden:"vesanías", del orden 11: Neurosis de úzsfunciones cerebraies, pertenencienre a laclase IV: neu.rosis, en su intento cuasibotánico por reconocer especies, órde~

nes, subórdenes y clases naturales dentrode la parología mental.

Más compleja fue la evolución con­ceptual de orro de los diagnósticos he­redados: la manía, palabra que engriego era sinónimo de locura en ge­neral. De etimología incierta (algunosrastrean su origen al término man: elalma de los muerros), el maniaoo fu­rioso era agitado por los manes yesta­ba colocado bajo la influencia de ladiosa Manía.\ Para los médicos, la ma­nía era más bien un delirio sin fiebre,por lo que se oponía a la fr(nitis. queera un delirio con fiebre (este términomédico dará origen a las palabras frenesíy frenético). La frenitis se convertirámás tarde en el delirium, es decir, un

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cuadro confwional con disolución delnivel de vigilia.

Pero manCa era también sinónimo detnrusiasmo e inspiración. Mantiqulerala adivina ión. A este entusiasmo exa·gcrado icelÓn le da el nombre: dejitror,pero lo confunde con la melancolfa. Laambivalencia del término manCa ayudóa perpcruar el q/lipro q/lo generado entre:los dos delirio socr:idcos que Platónmenciona en -redro": uno causado porenfermedades humanas, de la incum­bencia de los médicos, yel orro causadopor una inspiración divina, freme al queéstos no renfan mucho que hacer. Estasegunda posibilidad estaba subdividida,asu Vtt, en cuarro variedades: el deliriode los proferas, inspirado por Apolo;el de los iniciados, por Dionisos; el delos ~tas, por las musas, y el de losaman[es, por Afrodita. En 'Timeo >J,

Platón explica lo que hoy lIamarfamosu mecanismo flSioparológico: el enru­

siasmo y la pasión por los delirios di­vinos, y un desequilibrio humoral paralos humanos.

La ambigüedad de senddos del tér­mino manla, el médico y el poético,habrá de repetirse en el caso de lamelanoolia y no es ajena a esa molesdao dcsoonfianza de los médicos cuandoI profanos se ocupan de lo que consi­deran u COtO, yque no es, pororro lado,nada nueva: Aulw Cornelius Celsusescribió en pleno siglo de Augwro:

i el arte de razonar hiciera a losmédioos. no habría mayores médi­co que los filósofos; pero éstosdenen en exceso la ciencia de las pa­labras y para nada la de curar.

1, el Enromium morillt, de Erasmode Rollcrdam, los 'cuarro furores"ncoplatónioos de Marsilio Ficino, loslocos del [<arro isabelino o la melan­coIia de Burton, 'son ponadores de unafunción literaria muy precisa. Sonprocbmadores de la verdad. Acusan ala oordun de este mundo, COmo alia­dos que son de una cordura que no es

,..... 2003, UNIVUSIDAD DE M!xICO

de este mundo", como escribe leanStarobinski.

Para construir la nueva disciplina,Pinel y Esquirol debieron romar, pues,distancia respecto de ese pasado y suhetetóclita hetencia. Demro de ésrahab(a, empero, dos emidades singula­res que desafiaban (y siguen desafiando)la mitada médica. La primera era la"melancoIra de los escitas", del periodohipocrático, que desapareció con laantigüedad; la segunda era la "me­lancolía erótica", que aparece como unproblema específicameme médico en elsiglo XVII. El primero de estos cuadrosconsistía en un raro síndrome, de apa~

rición súbita, que transformaba a al·gunos de esos agresivos guerreros,2 queeran además hábiles jinetes, en tÍmidosafeminados que cambiaban la espadapor el bordado y la conquista por elchismorreo. Esquirol avanzó más rardeuna explicación peregrina de esra m~­

reriosa enfermedad: su costumbre deestar siempre a caballo los converTÍa eaimpotentes por la acción de micro­traumatismos testiculares repetidos;emonces los escitas pensaban que habímsido cambiados en mujeres y se con·ducían consecuentemente...

En lo que concierne a la segundaemidad, ésta habfa aparecido, comotema de la bibliografía médica, desde1623, en la obra de Jacques Ferrandl'Agenois, Tratado de la esencia ycuración dtL amor o mtlancoLíIl "ótica,pocos años anres de que la hoy máscitada Anlltomía dt la mtlancotia, deRoben Burron, con su capírulo sobreel heroicaL love. Los médicos ibéricosArnau de Vilano~a y Juan Paniaguahabían precisado sus sfnromas: insom­nio, anorexia, llanro, palidez, pudien­do llegar a un estado de alienación, quees precisamente el que se observa enlos dos pacientes cervantinos: Cr}s?s.tomo y Cardenio, cuyo cuadro chmcoes descrito con ral precisión que elSl­quiaera contemporáneo no tiene d,fi·cultad en hacerlo emrar denrro de lasclasificaciones actuales.

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Esta melancolía erótica o amorheroico inaugura un tema médico pa­ralelo al de la mera conducta sexual,cuya pacología ya estaba esbozada enlas nosogtafías de la antigüedad (verbigratia: la satiriasis, la ninfomanía, las"ibades, los pathici emtegados a lamolicie, el libeninaje, la ludibriafaunorum, de Plinio, etc.), y que seguicásu camino de manera independientehasta la Psychopathia sexualis, deRichatd von KraIli:-Ebing, a ptincipiosdel siglo xx, y los manuales de diag­nósticos y estadísticos más recientes.

En esra vettieme paralela de la me­lancolía etótica deben señalarse dosobras que preceden al nacimiemo delalienismo: la que publicó en Delfc, en1663, el doctor Jean Aubery: L'antidoted'amour avec un ample discours,contenant la nature & les causes dlcelui,ensemble les remedes lesplussingulimpourse prberver & guérir des passionsamoureuses (El antídoto de amor conun amplio discurso quecontiene la natumkmy las causas de éste, junto a los remediosmds singulares para preservarse y curarde las pasiones amorosas), y el curiosovolumen que apareció en Colonia, en1768, de un aUCOr que sólo firmócon sus iniciales, MLCD, y que dedicó "alas damas francesas", titulado: Essay surle coeur humain O" l'on dlcouvre leprincipe & I'Objet de tous les différensmouvements ou affictions que nouscomprenom tous sous le nom de passiom,leur nature, leur caractére & la manieredont elles varient en nous selon les cir­constances (Ensayo sobre el corazónhumano donde se descubre elprincipio yelobjeto de todos los diftrentes movimientoso afectos que abarcamos bajo el nombrede pasiones, su naturaleza, su cardcter yfa manera en la que varían en nosotrossegún las circunstancias). Por un lado,en su Nosografia filosófica, de 1798, Pi­nel ineroduce y desglosa los cuadrosde pacología sexual de sus predeceso­tes, pero por el otco, en su Tratado, de1801, hará de la pasión, ya excesiva yaconerariada, una de las causas funda-

meneales de la pacología meneal, con loque se inscribe demro de una lacgatradición de elogio y práctica del domi­nio de las pasiones, del conecol de la vidainscimiva, que mantenia el ideal de laeutimia y la ataraxia, proveniente delas escuelas helenísticas. Sualumno, Esqui­col, en su obra Laspasiones comideradascomo causas, síntomas y medios curati­1JOSde laalienación mental, de 1805, sosrienecomo su maestro tal papel etiológico,peco se erara aquí de una pasión verdade­ramente somática, corporal, en la quelos trastornos de las facultades imelec­tuales podían tenet su origen no sólo enalteraciones del sistema nervioso, sinotambién en el aparato circulatorio, enel sistema glandulac, en los órganos dela reproducción, en los órganos digesti­vos. Esta etiología esplácnica en la quela pasión compcomete al cuerpo todo,

SENDEROS

ha llevado a que algunos historiadoresvean en este texto el nacimiento delo que hoy llacnamos la neucosico­inmunología.

La obra inicial, fundadora de Pinel,el Tratado mldico-filosófico de la ena­jenación mental o mania, del afio IX

(1801), representa al mismo tiempo elinicio de un pcoceso de alejamiemo delas eradiciones médica y literaria, yde una progresiva adecuación se­mántica de ese término griego, quedurará medio siglo. En el caso deEsquirol, el proceso de ruptura secá aunmás radical. Al considerar que el pesoque esra cradición había otorgado a lamelancolía era excesivo, decide ex­pulsacla del léxico médico y dejacla sólopara el uso "de los poetas y moralistas".En su obra sobre Las enfermedadesmentales, de 1838, propone sustituirlapor e! neologismo "lipemanía", acuñadoa paccir del griego lupew (pesadumbre,pena, uisteza, pesar), que sería una for­ma de monomanla, es decir, un delirioparcial, permanente, triste, en cOntra·posición con la monomanía alegre. EnEstados Unidos, Benjamin Rush, por sulado, propondrá 0[[0 neologismo sus­tituto, el de tristiman(a, o melancolíatriste, que oponía al de amenoman(a o"melancolía alegre". Este aparente con·crasentido se explica porque paca losmédicos de la generación anterior aPine!, el diagnóstico de melancoira, laxoe impreciso, habia terminado por agru­par a una buena parte de los estadossiquiátricos crónicos.

La ruptura respecto del pasado y suactitud iconoclasta le permitieron aEsquirol precisac la sicopatología de unanueva entidad nosogcáfica, yaunque suetiquera neológica no tuvo el éxito queél hubiera esperado y la melancolíaregresó por sus fueros al lenguaje si­quiátrico, ésta cubrirá una realidadclínica diferente de la de sus predecesoresy de la que se había convertido en unaenfermedad metafórica omnipresente enla hisroria de la cultura occidenral. Des­de 1819 Esquirol había considerado que

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tia!Jatimirnfo tI,l/mmor ro1l plrditla tltlf'lJfO por la vitla era el fenómeno pato­lógico central, por (mi mo y pOt susol. int n id.d. Esto lo llevó. medica­Iiuu una conducra que hasca elUoncesl. filosofla yl. moral sólo considerabancomo pecado: el suicidio. Al convenital sui idas en alienado, en pacienresJ

los resc.tÓ de l. "(fima /oct dondeDante y la «ologla los habían sepultado.

Pero Esquirol no sólo describió lascaracteríSticas de la inhibición melan­cólica y del tattlium vitat, de las ideasnegras y del spltm inglés, esa formaelegante de aburrimiento que romabametonCmicamente el nombre del boro,sede hipocrática de la bilis negra y queVoltairc: habla introducido en el lenguajeliterano, sino que rambién precisó lasformas de la periodicidad Yla alternanciaque adoptaban la lipemanía y la manCa.Ambas se convertirán en los dos polosopuestos de un mismo trastorno hiper­t(mico episódico, al que a mediadosdel siglo XIX Baillarger calificará co­mo "locura de doble forma" y Faltetcomo "locura circular". Es decir, la ma­nía grecolatina dejó su lugar dentro delas clasificaciones siquiátricas a las sicosisdiscordanres, para venir a ser básica­mente un estado de exaltación afecrivacon sentimientos de alegría y euforiapatológicas, expansividad, taquisiquia,tlquilalia, fuga de ideas, hiperactividad,insomnio, elación, etcétera.

En ese momento, en el que 8aillargery Falre< se pelean por la primicia deldescubrimiento de la nueva entidad,hace su aparición en la siquiatrCa unnuevo vocablo que tuvo originalmenteun stntido anarómico y fisiológico, yque tendría más éxito que el de lipema­nfa para tiluir a la milenaria atrabi­lis: la depresión. Este abatimiento (comola depresión de los huesos del cráneo~ ~~i6n respi....toria) pasó adesignarInlciaJmenre un ("roma consistente enun sentimicoto de tristeza patológica;más tande un Indrome del que esteI",ollta era d deme",o esencial yñ~ ,mente, cuando se le agrega un ad.

L -lO 2003· UNlVUSIDAD DE M/xICO

jecivo que indica evemualmeme laetiología del síndrome, se convierte enuna enfermedad.

Cuando a finales del siglo XIX EmilKraepelin, el fundador de la nosologíamoderna, transforma la locura de dobleforma o circular en la "sicosis maniaco­depresiva", mantiene la formasinguhtrdela melancolía hasta la octava ediciónde su Tratado, en 1913. Para él la mdan·eolía era un síndrome depresivo quesobrevenía después de los 50 años ensujetos sin antecedentes siquiátricos. Erauna melancolía invoiutiva. Pero apartirde esta fecha consideró que los c",osquehabía diagnosticado como melancolraeran en realidad formas c1inicas de lasicosis maniaco-depresiva.

Esta entidad clínica constituye uno delos dos grandes pilares del gran edificiode la nosografía kraepeliniana. El otroes lo que élllarnó la dtmmtia pratcux, yque a partit de 1911 se convietre, paula­tinamente, por obra de Eugen 8leuler,en la esquizofrenia. En el prirnercasosedescribe una evolución petiódica, inter­mitente, por fases, con episodios oramaniacos ora depresivos, pero con peno-­dos intercriticos de normalidad. En elsegundo caso se trataba de un ptocesoprogresivo hacia el deterioro intelecrw!.En uno predomina la hipenimía, es de­cir, la exahaci6n emocional hacia unode los dos polos, la eufotia o la tristeza(le soleitnoirde la mélancolie, de NervaI); enel otro hay más bien un empobtecimienrode la vida emocional, un aplanamien­to afectivo, una atimhormitt que puedellegar a la anhedorua. La sicosis maniaco­depresiva y la esquizofrelÚa constituyenpara la siquiatrla germánica las dosgrandes enfermedades entlógmas, ad­jetivo introducido pOt Kmepelin paracalificar "los estados que tienen la parti­cularidad de surgir de causas in~ern~

sin circunstancias externas descubnbles .Un exacto contemporáneo viené~ de

Kraepelin intentó una explicaCiónmetasicológica de la melancoHa. ParaSigmund Freud, en el enfetmo melan­cólico había una gran tensión o excJtl.~

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ción sexual slquica (psyehiseheSI!XUIJ/spannung o Liebespannung) , quepareda estorbarle a ral punto que rer­minaba por excavas una especie de agu­jero (Loeh) en el siquismo, por el cualla energla sexual slquica, es decir, lalibido, no dejaba de fluir. En el caso dela neurastenia, el flujo de esta energíasexual se dirige hacia lo somático, entanto que el melancólico muestra unainhibición generalizada, una verdade­ra "anestesia síquica" a la que el enfermopasece resignasse. En Duelo y melan­eolia, de 1917, Freud compara elproceso melancólico con el "trabajo deduelo", en el cual; frente al reconoci­miento de la desapasición del objetoexterno, el sujeto debe cumplir un pro­ceso en el que la libido debe separassede los recuerdos y las esperanzas que laligaban al objeto desaparecido, traslo cual el yo recupera su libertad. En lamelancolía pareciera que ese trabajo deduelo no puede cumplirse, en tanto queen la depresión, que sería para Freud ymuchos de sus coetáneos una formaatenuada de melancolía, el yo se iden­rifica con el "objeto perdido". En estecaso, la pérdida del objeto se transfor­ma en una pérdida del yo y el conflictoentre este y la persona asnada produceuna escisión entre la crftica del yo yelyo modificado por la identificación. Enla depresión el enfermo afrontasla unapérdida imaginaria dirigiendo a si mismolos reproches y la agresividad destina­dos normalmente al objeto perdido. EnNeurosisy sicosis, de 1924, la melancolíaaparece como una afección narcisistapor excelencia. Las "neurosis narci­sisras" constituyen pasa él una caregorfadistinta de las neurosis y las sicosis.

Las relaciones entre los estadosmaniaco-depresivos y el proceso deduelo fueton profundizadas, en 1940,por Melanie Klein. Pasa ella, el niñopequeño debe cumplir un trabajo dolo­roso de duelo que lo lleva a elaborasposiciones depresivas, en el curso de lascuales roma conciencia de que la perso­na que asna y aquella que ha aracado en

sus fantasmas destructores es la misma.Pasa entonces por una fase de duelo enque el objeto externo, al igual que elobjeto interno, son vividos como rotos,perdidos, generando su depresión. Pocoapoco, de manera dolorosa, el niño rra­baja esra asnbivaJencia y, llevado por laculpabilidad depresiva, logrará resrable­cer en él un objeto interno, bueno yprmecror. Para Melanie KIein, los esta­dos melancólicos o maniaco-depresivosestarían ligados a un fracaso en ese tra­

bajo de duelo.De mayor repercusión pasa la cllni­

ca siquiátrica fueron los estudios deRené A. Spriz, publicados seis añosdespués de los de Klein, en 1946, so­bre lo que él llamó la depresiónanael/riea. Este cuadro. semejante enalgunos puntOS a la depresión del adul­to, se observa en el lactante en el cursodel primer año de vida, a causa del ale­jamiento súbito y más o menos pro­longado de la madre después de que elniño tuvo una relación normal con ella.Su cuadro cllnico se caracteriza por lapérdida de la sonrisa y de la expresiónmímica, mutismo, anorexia, insomnio,pérdida de peso y retardo sicomotorglobal. Esra depresión anadlrica cau­sada por una carencia afectiva parciales reversible a partir del momento enque aparece la madre o su sustituta. Suproceso dinámico es, no obstante, fun­dasnentalmenre diferente al de la de­presión del adulto. <5

SENDEROS

NOTAS

"Manía (mania). Personificación de lalocura. la manía es, por un lado, unaespe<ie de delirio que se apoderabade las mujeres en los ritualesdionisiacos (de ahf el nombre deÉnades, de la misma rafz, con que sedesigna a estas mujeres) y gradas alcual podfan llegar a despedazarcon sus propias manos a hombres oanimales para comer luego su carne;pero, por otro, Manfa es concebidacomo un espfritu infernal, semejante alas Erinias, que hada enloquecer alhombre y lo impulsaba a cometer 105crímenes más horribles." Falcón C. ycols., t.II, Alianza, Madrid, 1981.Los escitas eran un pueblo de lenguairaní establecidos entre el Danubio yel Don entre los siglos XII y 11 a. C. Erantemibles y muy hábiles guerreros acaballo."A" privativa, timos: afectividad,hormé: impulso.

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