la letra con sangre

3
La letra con sangre entra Leo en la edición Nº 2 de la Revista Ventana, un artículo de Alonso Morgado, director del Preuniversitario Pedro de Valdivia, que reproduzco in extenso para que lo leamos y comentemos. “Hoy en día es impensable que un profesor pueda castigar físicamente a un alumno. Si esto llegara a suceder, rápidamente se transformaría en una noticia difundida por los medios de comunicación de masas y llegaría a tener un gran impacto social. Es difícil imaginar que no hace mucho tiempo atrás el castigo físico formaba parte del manejo disciplinario de las escuelas chilenas (y de otras partes del mundo también). Los efectos en los alumnos de esta “práctica pedagógica” están magistralmente expresados en el cuento “el preceptor bizco”, de José Santos González Vera , cuento que forma parte de su obra “Alhué” . Alli el narrador es un alumno, víctima y testigo de las sanciones disciplinarias: “En la escuela fue donde conocí, por primera vez, el aspecto brutal de la vida”. El cuento se detiene en la caracterización del profesor, en su castigo y en el efecto que producía en los niños: “Apenas la campana sonaba, el torturador aparecía en el patio frotándose las manos”. “Desventurado era el chiquillo que no había resuelto su tarea. El bizco, sin poner mala

Upload: neri-huaman

Post on 07-Nov-2015

5 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

analisis

TRANSCRIPT

La letra con sangreentraLeo en la edicin N 2 de la Revista Ventana, un artculo de Alonso Morgado, director del Preuniversitario Pedro de Valdivia, que reproduzco in extenso para que lo leamos y comentemos.Hoy en da es impensable que un profesor pueda castigar fsicamente a un alumno. Si esto llegara a suceder, rpidamente se transformara en una noticia difundida por los medios de comunicacin de masas y llegara a tener un gran impacto social. Es difcil imaginar que no hace mucho tiempo atrs el castigo fsico formaba parte del manejo disciplinario de las escuelas chilenas (y de otras partes del mundo tambin).Los efectos en los alumnos de esta prctica pedaggica estn magistralmente expresados en el cuento el preceptor bizco, de Jos Santos Gonzlez Vera, cuento que forma parte de su obraAlhu. Alli el narrador es un alumno, vctima y testigo de las sanciones disciplinarias: En la escuela fue donde conoc, por primera vez, el aspecto brutal de la vida. El cuento se detiene en la caracterizacin del profesor, en su castigo y en el efecto que produca en los nios: Apenas la campana sonaba, el torturador apareca en el patio frotndose las manos. Desventurado era el chiquillo que no haba resuelto su tarea. El bizco, sin poner mala cara, pero sin or tampoco ninguna disculpa, le ordenaba ponerse frente al pizarrn () Y nosotros nos sentamos embargados por la ms intolerable de las angustias. () Cuando se acercaba con el guante, el discpulo chillaba, cerraba los ojos, se retorca. () El bizco, inmutable y fro, le ordenaba presentar la mano abierta. () Y el guante se alzaba y golpeabaLos gritos vibraban en los vidrios, repercutan en los muros del patio y se iban muriendo por las calles desiertas.Lo narrado no es ficcin. El guante era solo una de las mltiples herramientas disciplinarias. Amanda Labarca, en su Historia de la Enseanza en Chile, describe tres de ellas: Los instrumentos empleados fueron la palmeta, el chicote y el guante. Constaba este ltimo de una serie de ramales de cuero o de camo, sujetos a una cuerda de ms o menos un metro de largo y que se esgrima en rpido crculo para caer sobre la palma o el dorso de la mano del colegial. La palmeta, especie de raqueta de madera con mango de unos 40 cms., terminaba en una placa redonda perforada, serva tambin para golpear las manos del muchacho travieso u holgazn. los chicotes o ltigos de correa nudosa y a veces trenzada, implicaban el castigo ms humillante y doloroso; sola darse en pblico, con el dorso desnudo, si la falta haba sido pblica, y en privado y sobre las asentaderas si los pecados disciplinarios haban sido menores.Afortunadamente el hombre ha progresado y la disciplina se controla sin necesidad del castigo corporal. pero esto no significa en absoluto que la violencia se haya erradicado de nuestros colegios. El problema del bullying o matonaje escolar es un fenmeno que est creciendo en nuestro pas. Segn algunos estudios, un 24% de los alumnos participa en conductas agresivas contra sus compaeros durante un ao y un 18% siente que ha sido vctima de vipolencia durante igual periodo. Hay que tomar prontas medidas preventivas y, sobre todo, mejorar la comunicacin con los nios y nias en el seno de la familia, formndolos en los valores del respeto, la caridad y la tolerancia.Hasta aqu este artculo que nos habla de las medidas disciplinarias que se aplicaban antao y cmo esa violencia se ha trasladado entre los pares a travs del bullying.Quedo a la espera de los comentarios.