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CAPITULO V La Justicia de Califa i Med itación! En la Am6rica latina no son toleradas las dictadu- ras institucionales. Las elases superiores están con- formes con someterse a uria autocracia, siempre que ésta conserve agradabie forina de gobierno democrá- tico representativo. Esa condiciOn no es sOlo capricho de la vanidad que satui'a ntiestro organisino, sino un inedio eficaz para evitar las sorpresas y brutalidades del absolutismo. La voluntad del ''PrIncipe" es icy, pero debe aparecer vaciada en in forina de ley constitucional, envuelta en complicada train itac iOn parlarnentaria y buroerática; lo que (in lugar a in opiniOn I)ublica para manifestar toda su potencia de oposiciOn asiática, pero sieinpre OOSiCiOfl. Satisfaciendo lit condieiOn de conservar in forma de gohierno popular, existen en el sisterna cesarista arne- ricano, inaestuosos tribunales q tie funcionan bajo la vigilancia del ''Principe," quien suprime su inevitable venalidad de profesionistas COrrUj)tOS, y los obliga a acatar sus consignas creadas seg1n las "exigencias de in polItica." La gente frivola o deshonesta o idealista, censura iracunda tal sistema de justicia, sin notar que Cs per- fectuijiente lógico y horrible, que en un pafs donde, (y

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CAPITULO V

La Justicia de Califa

i Med itación!

En la Am6rica latina no son toleradas las dictadu-ras institucionales. Las elases superiores están con-formes con someterse a uria autocracia, siempre queésta conserve agradabie forina de gobierno democrá-tico representativo.

Esa condiciOn no es sOlo capricho de la vanidad quesatui'a ntiestro organisino, sino un inedio eficaz paraevitar las sorpresas y brutalidades del absolutismo.La voluntad del ''PrIncipe" es icy, pero debe aparecervaciada en in forina de ley constitucional, envuelta encomplicada train itac iOn parlarnentaria y buroerática;lo que (in lugar a in opiniOn I)ublica para manifestartoda su potencia de oposiciOn asiática, pero sieinpreOOSiCiOfl.

Satisfaciendo lit condieiOn de conservar in forma degohierno popular, existen en el sisterna cesarista arne-ricano, inaestuosos tribunales q tie funcionan bajo lavigilancia del ''Principe," quien suprime su inevitablevenalidad de profesionistas COrrUj)tOS, y los obliga aacatar sus consignas creadas seg1n las "exigenciasde in polItica."

La gente frivola o deshonesta o idealista, censurairacunda tal sistema de justicia, sin notar que Cs per-fectuijiente lógico y horrible, que en un pafs donde,

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74 EL VEJ)ADERO DAZ Y LA REVOLteION

cono dijo don Lorenzo de Zavala, "todos piden justiciaY lo quo (Iuieren es tajada," a costa de Ia justicia; dondeno hay amor al 1)r6jimo; donde cada cual se empefla enque prevalezean las exigencias de su personal pulitica,so pretendaque el gobierno sea elurnco quo nodisfru-to del privilegio de coineter injustiCias para afirinar suexistencia, garantizar a los injustos contra los ifljUstOS,y conservar un equilibrio entre fuerzas lie injusticia,(jUC no puecle ser sostenido por las do justicia. Es in-justO que un pueblo injusto disfrute de •justicia.

Un pals burocrático es, per excelencia, un pals dedesleales. Es tin sistema donde ci primero do los gran-des, negocios es la ex)1OtaC iOn de los einpleos pblicos,donde casi todo ci mundo está clispuesto) a vender sitalma ad gobierno, por haber pasado los tiempos en quese la vendla ad diablo; donde en poiltica no hay másque una opiniOn seria, tener todas, segün la cargadadel saltimhanqueo politico; doncle sOlo hay unit reli-giOn que produce fanatisino, el medro personal; don-do el ünico derecho sagrado que se ama, es el mal delprOjlmo; donde ci patriotismo tiene dos voluntades:devorar al pals y digerir bajezas. Un sistema de go-bierno, donde los mritos de on politico se cuentan porci nñmero de sus traiciones; donde la costumbre rnásrespetahie es inentir con ci desearo de tin dementeobscene, y donde los eel-dos flacos son sacerdotes deidealismos deinocrãticos para cebarse con rapifia insa-ciable: todo ello hace que sea necesaria una mane dehierro con bastante paciencia y hutnanidad, y attn can-dor, pant no ordenar que se prenda fuego a sus parti-darios, que se estrangule a sus amigos incondiciona-les, que se ha.ga atole de sangre con sus compadres yahijados, quo so sacnifique en ci patio do cualquieracancel a toda so parentela en aras del hien pb1ico, queso haga algo nuevo do espeluznante y estupendo con-tra todos los que ofrezcan derramar hasta la iultimagot.a do SO sangre defendiendo ladivinidad del "PrIn-cipe." Todos los dictadores tienen horas coino ci Em-perador Septimio Severe, de desear ser ci más cruel

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LA .1 USTICTA DE CALIF:

de los tiranOs y ci má.s ingenioso de los hoinbres, paralimpiarse coinpietamente de la broza moral que enve-nena su espiritu y que al fin y al caho lo traicionará.

Ha y justicia cuando el magistrado, con integridad,apliCa las ieyes penales vigentes sean cuales fueren.La. ley PCfld conveniente, es la creada por el flu1)10 V

exactafliellte medicla con so estado de civiflzaciOn. Atin pueblo barbaro, COrreSl)Oflde código hárbaro: a pue-blo salvaje, códig') salvaje: a pueblo cilizado, cOdigociviliZatTo a pueblos do .superhombres, cOdigo penal deperfu1fle1Iit.

En la Airurica latina, la mayorIa de las nacionescontienen masas salvajes, masas 1)ál'baraS. masu S 5?-mihárbaras y clases superiores civilizadas.

Es irnposihle regir a todos por el mismo cOdigo. Laexperieflcia nos enseflO que, tratando Ps" leyes ingle-sas a rualhechores mexicanos, la sociedad se enladro-nO de tal suerte quo estuvo a punto el afIO do 169 deser dev ra-da por los bandidos. La sabia ley fuga, lajusticia de Califa do Juirez, la heredO Portirio Dmaz.PráCtiCa1fleflte, hay que tiplicar en Mexico tres cOd i-gos: el salvaje, flue so aplicO a los feroces fanticos deTornOchic, por no ser posible tratarlos debidamentecon misionerus catOlicos 0 1)rotestantes, i)Ltes no lopermite la UonstituciOn de 57. Para entenderse consalvajes, no hay fliás clue dos medios, In Espada olà Cruz. Esos hombres degollaban a tOd() aquel (jUC

no creIa en Teresita Urrea, la Santa de Cabora, quelos explotaba. soezmente. El cOd igo bárbaro limpió Liebandidos a in RepiThlica con el juego Lie la ''ley fagu,"liegando ci pals a ufrecer condiciones do seguridadsuperiores a Ins (to los Estaclos Unidos. El cOdigo ci-vilizado lo disfrutan las clases superiores, con excep-ción Lie los periodistas, quo, bajo in adininistraciOndel general Diaz fueron tratados casi como hijos del Ce-sar, siempre que fueran enemigos de los cientfieos.Esa pluralidad Lie administraciones de justicia., sOloha sido posihie por la justicia Lie Califa, atributo esen-cial (10 UP verdador() (1 ictador. La op in iOn piiblica

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76 EL VEIWADERO DLAZ V LA REVOLt.CLON

habIa peddo tal justicia, la aplaudiO, y hasta las mis-muas clases POl)UlareS bárbaras, pacificas y laboriosas,estimaron saludable la aplicación de códtgos que exi-glan las circunstancias sociales.

* *

La bancarrota del individualisnio

La Constitución de 37, es hija de urni época cruel-niente individualista: en consecuencia so alma es fria,antisocial, injusta, y so ahento de egofsmo, fétido. Ladivinización de los derechos individuales, está ya sata-nizada por el dolor creciente que ha causado en lahumanidad miserable. El principio proclamado a gri-tos hoy, ha sido ci sostenido j)Or la tradiciOn, la histo-na y la ciencia. Sobre los derechos individuales Cs-tan los de la especie humana, y sin vacilar, aquélloshan solo y serán sacnilicados cuando asI lo requierala existencia o ci progreso de la hurnanidad. Actual-mente, la UonstituciOn de 37 es un trebejo de manico-injo.

Inglaterra y Estados Unidus, han rel)resentado enel in undo ci auge solemne de los derechos individua-les. Ambas democracias se enorgulleefan Cofl so ra-diante individualismo, y anhl)as en la actualidad estansumetidas a on sociauismo que las está estrangulandu,y que indudableinente acabara eon ellas, si las clasesconservadoras no 1)uscan v encuentran la solueiôncientifica del problema. En los Estados 1nidos. litbancarrota de los derechos individuales es cada diamás escandalosa. En vez de disminuir los linclia-mentos, aumentan. Es cierto clue los espiritus selec-tus los reprueban, pero lit opiniOn publica, que seimpone como soberana en la nación, no es selecta ylos aprueba sOlidainente 1)Ilesto que existen. La feysecu, barre COfl preciosos derechos individuales, y losmoralizadores del pueblo ya Ia están emprendiendo

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I...\ -rI(.L\)L . .'.L.i-•.\

contra tal)aco. Otr() veneno degenerante de Ia esc.ie Iiuuiatl'a. LOS trusts, se apoyan en tres derechos

dividUaieS : la libertad do asociaciOn, de industria,de c,ontrato: y sin embargo, esa.s respetahies institu-clones ante ci md ivid ualismo, los pueblos las conside-ran instituciones I-)ara robar y matar de hambre a lospobres. Se las clesigna Como ci leor de los crime-nes del capitalisnio. En el Estado d€ New York, setrata de dar mayor extensiOn a la pena de mnuerte, yen Jos Estaclos del Este, se ha recOlTIefldad() In castra-ciOn de todos Jos crirnmnales que no cleban sufrir laültima pen-C-1. Hay qtie evitar ii tudo trance, seglin Josmoral izaclores, Ia. reprod uciOn de los maihechores.En el Estado de Louisiana 3 otros, e.sta l)rOhibidOa anblanco contraer matrimonio Con inlividuo de color, ye.-,ti igualmente 1)rohibido a blancos, canel()S, parciosy negros , entregarse a actos de l)rostituCiOn inezclán-dose la-, mazas. Hay Estados que han prOhibith) ciconcubinaje, y en 1915, en an Pueblo (le Florida. fuéexterminado Ufl (loCtor con barmagana y todo, Ior nohaher obedecido Ia oiden de expulsiOn dictada por losvecinos. En los Estados del Sa y. está 1)rohibida laportaciOn de armas auncjue SO pruebe ciue es pumapropia defensa, y violar la le, cuesta cillmnientos pe-sos de muita y dos aftos de prisión. Hay Estados en elNorte, que imponen CiflCO af()s de reclusiOn peniten-dana al portador de un revOlver. La calamnidad de lospasaportes, sigue a6n despues de la guerra.

Los boishevikis son los perros de rabin de in época,sit posiciOn es la, de los herejes en ci siglo XVI. Másaimn, el 1)olsheviki, reune la, satanizaciOn que sufrIa cijudlo y el hereje de lo.,;, siglos de fanatismo. Es es-piado, vigilado, olido, husmneado, 1)erseguido, expul-sado de todas las naciones, pesaclilla de todos Josgobiernos, miasma dc todo ci Cal)itahisrno, quiste detodas las conciencias, réprobo do todas las religiones,criminal tanto o más que ci I)anl-icida. Ese tipo dcapOstoi, no goza de derechos indivicliiales, todo ci quequiere vivii l()5 niga eon ii ririeza. y yit se comienza

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7 EL VE[Z1)AI)E10 DIA7. V LA REVOLUCION

a (lest rozarlo. Las hecatuinbes ordenauas jR)I Noske,las ejecuclones 1)6blicas y secretas sin furmaciOn decausa. cieinen ci porVefl! r del l)OlSheViki, idntico aldel lobe rabioso.

El odlo al buisheviki está en relaciOn con su funera-na potencia. Los obreros del mundo lo escuckan,beben sus l)aiahias, al)Sorbefl SUS COflSjO5, sientensus penas, se exaltan con sus prolnesas, ruedan laspendientes del caos inipulsados por la necesidad devengauzas solenines - El bolsheviki )rO1)agafld ista, Csci fueg() que no ft11a al tocar ci explosivo listo 1)aracausar la catástrofe. Con on solo huisheviki predjea-dor. hay para desrnoionar a! inundo. Contra eseSatan. ci mundo 1)repara sus medics defensivus. Nohabrá derechos inclividuales para el individuo capazUt, hundir en sangre y crap ula cien siglos de civiliza-ciOn. Qtié diferencia hay entre el boisheviki moder-no y ci dexnago) de todos lo-, tiempus? IUal)reCiable.El uemagogo, proclaina hi ins u rrección feroz del pobrecontra ci rico. en virtud de que las clases pujuiaies,segun la sombria doctrina, sOlo deben infamia y mi-seria a las supeniores. Ic ue fonda lit justicia de losproletaiios humildes en vengar centenares de siglosde afrentas y padecimientos. El demagogo, trabaja porci poder rernoviendo todas las initiund icias tie con-ciencias est€rcolures, per la excitacion inmoderada delos il)etitos. Una vez encunibrudos los deuiagogos,n}rnian asambleas legislzttivas con hurócratas ham-brientos, li)S des1tmnbran, los seditcen, los doininan. yestablecen el gol)ierno de tacciom-s explotaduras delos jedinikios, por meulu de la nientira, Ia i-:L1)lfla y el.

terror.El jacobino, es una variunte francesa del demagogo;

divide a la sociedad en dos clases: los i)atiiotas y lostraidores a la patnia; los segundos, deben ser los es-ciavos de los primeros, y coino castigo, son despojatli)sde sus bienes, de su trabajo, de su henna y aun de susvidas. El jacobino, ternibiemente absorbente, acabaper enc.ontrar que solo 61 es patriota, y que, en conse-

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LA JUSTICIA DE CALIFA 79cuencia, todos dehen ser sus sirvos; y si ilega a serdictal0r, se convierte en hombre providencial.

El bølshevjk j . el demagogo Y el jacobino. parten de lanecesidad de que para corregir las deficiencias y cr1-menes de In sociedad, hay que despojar a los rtcos desus cal)italeS para transportarlos a la corn unidad quo,aterrorja.da lor ellos, clejará que la roben stis sueceapóstoleS. Una ConvenciOn es igual a un Soviet, con ladiferencia de (jue en uno, ci proletariado intelectual seirapone como tirano de burOcratas. y en el segundo. ciproletariado rnecánico se impone COlI1() tirano de todoel pueblo a favor (le UflOS cuantos obreros dirigidospor el proletariado jnteiectuai. El boisheviki, el deina-gogo, el jacobino, son la misma persona COfl tres trajescasi iguals. F CUO nombre e., medianla intelectualnroletnrta

Ora meditacion

AntA (I L i.Ln I voluciOn jacobina francesa, mu- -tada servilinente en ci rnund4) hispanoarnericano, lasclases absolutanuente conservadoras se defendlan delas progresstas, con los for!nidables elernentos crea-dos por Ia tradiciOn. Pena de muerte inexorable paraci que so atreviera a discutir ci derecho divine o inlegitimidatt de la propiedad privaklu o corporativa, em-pleo del tOrIliOflt() juucial para descubrir cuipas y cul-pables; pot.enua fneonrnensura1e de la religion, de-fensora cidsica d . l ( O1'ii'i2.!l.i1fl9 absolute, ocupandopor entero la cone encia naciorla].; impedimento, poi lapena de rnuerte o pris tOn ncrpetua, de la rel)ruduCciOnde Jos criminales: pers ecuciOn do los Vicios; ()rgafliZa.-

HOn del ejrcito eon la intei'venciOn de la potencia re- - -•-.ligiosa; nada do libertad de imprenta: cuitivo esmera-do del ana1faheti-uiio: desarme complete del pueblo ylo ((ll

• ii-:..

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SO EL VERDADERO DIAZ V LA REVOLiCIN

policIa; censura literaria, filosOfica, cientIfica, estrieta:vigilancia de las cost umbres: presentacion a la autt>ri-dad de las cédulas cle confesiOn y comuniOn, por lo me-nos una vez al aflo. Con ese armamento conservador, elmundo ya constituido en sociedades, se ha defendidodiez mil aflos, contra los apetito.s, ilusiones y odios delI)roletariado. El triunfo del liberahsmo, apenas si tieneon siglo, y ya el mundo está en crisis do l)erecer eontoda su civilización; ylas elasespopulares. que.andosede los horrores do la libertad so encuentran 1>r6ximasa aniquilar a las clases superiores. bastante id lotaspara haberse desar inado, y armado a las inmensas ma-sas, cuyo idea.l debia ser destrui r lo grande. aplanarlo alto, afear lo hello, ennegrecer lo luminoso y perse-guir la libertad, hasta no hacer (Tel hombre una abejacriminal al borde de so fosa, que debera set- la do todaIa hurnanidad.

La ciencia ha descu biert.o quo sin ci progresu indeti -nido, la humanidad no Podia existir indetiniclament*•, yquo el progreso exigia la lihertaci individ u 1. costara 10i Lie costa ra, vex igfa tarn then just icia para las elases in -feriores, las quo al tin y al cabo, liegarian a expular desu conciencia a todos los amos morales y a recla mar me-jor lugar en laexistencia material. El peligrude la liber-tad consistia en el peligro do la pujanza do los infelices,quo una vez libres, el triunfo en Ia lucha corresponde-na a los más fuertes. Las inasas Pol)ulaI'es eran 6Oi)1-les por so desorganizac iOn e ignorancia. pero Ilegandoa organizarse y a pensar, en lucha con SOS enemigos,so potencia senia irresstibleynotenierido más interslos proletanios que matar para convertirse en iropie-tarios, hi. ruina del mundo era inevitable porque lasni(iuets de los ricos, distnibuidas entre los pobres, seconvierten en polvo de 1)rostituci6n y cnimen.

En Ia cuesiiOn de la propieclad pnivacla, se encuentratodo lo amenazante de la libertad del pueblo: y contraesa arnenaza existla on remedio radical: formar tin pro-j)?ctariadO de pobres, distribuyendo las tierras al ma-yor numero posible do ellos: porqmie asi, tendnIan que

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LA .IUSTICIA DE CALIFA 81ser los vuluntarios tieles, valientes, incUrrLlI)tjbles dela propiedad privada. Aigunos opinaban, que los pe-queOS propietarios debIan ligarse con el proletariadomeCáflicO, para destruir a los caj)italistas. Si la l)rOpie-dad privada es destrulda por los consurnidores de laprodLIceiOfl de los peciueulos propietarios, éstos SearruinarIan no teniendo compradores o teniendo uncompi'ador ünico, el Soviet. cine les impondrIa preciosde locura 0 ruina, segñn el estado de inevitable crápu-la de sus miembros.

Las masas que se oponen a] triunfodel holshevismoruso, son los campesinos propietarios de Ukrania y losganaderos de Siberia; los campesinos PrOpietarios deAlemania, HungrIa, de Austria, resueltamente rehu -saron la tétrica dictadura del proletariado mecánico.Luego, lo que está salvando y salvará la propiedad pri-vada será esa misma propiedad, mejor distribulda, laagraria entre Jos pobres, y Ia industrial entre todosaquellos que sepan obtenerla come c .apitalistas grandes o pequefios. A Francia, la defiende considerable-mente del bolshevismo el que frente a cinco millones deobreros pueden presentarse má.s de cuatro millonesde pequeflos propietarios rurales y mayor nmero demillones de pequefios rentistas 0 accionista.s de gran-des einpresas md ustriales. Toda esa gente pobre, estáinteresada en ci sosteniniiento del eapitalismo.

Primeros origenes del desastre social

En nuestro pals, los reformistas de la guerrade In-dependeneja se empefiaron en destruir sin crear. Des-truyeron o se j)ropusieron aniquilar todos los elemen-tos conservadores tradicionales, sin substituirlos perlos racion ales modernos. Han hecho lo posible por des-tru ir la )etene a i'd igi()sv li ban c m egu ido en Ia

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EL VERDADERO DI AZ Y LA REVOLUCION

mayor parte de las poblaciones del Norte; Ilan destruf-do ci respeto prof undo, sagrado a la autoridad, y hanensefado al pueblo el odlo obligatorio al gobierno. Elque habla bien del gobierno, es forz)samente un mise-rable, un vendido, un arrastrado, un eunuco, tin pis-ciculo de las ternas de Tiherio, una vii sanguijuela delerario. Solo el estado crónico de rebeliOn es patriOti-co, solo la injuria al gobernante es decente, sOlo unarespiraciOn infatigable de anarquia es saludable.

Con la revoluciOn de 1855 a 1S7, desapareciO todo ciinmenso crédito del pasado en la fe nacional; valla xnásser presidiario que retrOgrado; para ese crirnen de re-gres iOn no hahia castigo suficiente. La libertad, trajoel libertinaje; todos los vicios se sintieron respetablts.El concubinaje fué admitido como el alcoholismo em-brutecedor: inás que nunca las mujeres del pueblo fue-run socializadas, mientras liegaba ci dIa de su nacona-lizieiOn boishevista. Suprimida de la ley la prish xirigurosa a perpetuidad, los criminales mejur confur-inados para deshonrar ala especie humana, gozaron dela libertad de reproducirse y crear una raza patibula-na, espléndida para la ruina moral y material del pals.Los progresistas consiguieron, al fin, estahiecer el jui-cio por jurados en materia criminal y de irnl) renta enel Distrito Federal. Los veintiséis hombres justos deLa i)tld ibunda Inglaterra, I)rim itivos rel)resefltafltessolemnes del pueblo en sus actos de justicia, se trans-formaron en Mexico en doce léperos que felicitaban alos violadores por los buenos (uLeros que hahIan disfru-tado, se inofaban de los maridos victimas de escanda-losos adultenios, admira.ban el honor exquisito de losmatadores de sus cone uhinas o de mujeres publicas,ardian de entusiasino con ci heroismo de los rijosos, laastucia de los asesinos madrugadores, las estratage-mas de los ladrones. El jacobinismo, en su artIculo Vde la ConstituciOn de 57, "nadie puede ser obligadoa prestar servicio sin su consentimiento," se euipeflOen aniquilar la principal potencia conservadora, ciejército. Fué necesario a los más ilusos gobernantes

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.JLSTIUL\ DE CALU'A

la Constitución de 57, con un atraso ala sociedad de inás de cuai'enta aTxos, consiguiendo pormediO de esa violación, I)oseel un ejército anticonsti-tuciona l . ünica garantla del estado social de Mexico.En I61, lo--, jacobinos del Congreso trataron de abolirla policia secreta, porque en una democracia los cuico.sIa nsucian, y para el pueblo nada debe haber secreto.

Lus constituyentes de 15I5, pretendieron establecerla ;cquefta propiedad agricola, no cou el fin de crearelementos populares conservadores para hacer POSi-ble la democracia, sino para indirectamente dar a laIglesia, el golpe de desamortización y nacional izaciOn desus bienes. La reparticiOn de tierras de los pueblos,Jos desagadO, probando ciue detestahan el individualis-mo en una democracia individualista. Esa reparticiOnde tierraS, que de haberse logrado habria hecho posi-ble tin gobierno no despOtico, al ser formados ele-mentos conservadores 1)01) ulares, I racasO, y el fraca-so econOrnico condujo, corno era inevitable, al fracasopolitico. Sin elementos POPU lares conservadores, nohubo más que plebes, borrachos, peones hambrientos,torvos, con figuras de victimas de infatigables tiranossociales. Apareció el pals como tin hormiguero de pro-letarios absolutos, voraces, rodeando con sus rencoresa un proletariado exiguo, egoista, cobarde, inconscien-te de su situaciOn, baboso en el centro de su ignoran-cia y por completo exento de virtudes püblicas. Ensemejantes tristes condiciones, el pals pertenecla porentero a la demagogia. El dernagogo tenfa que ser lainica figura de culto, de sobrecogimiento, de prome-sas, de prestigio, de omnipotencia de aquellas turhassecas, descarnadas, pálidas y inal olientes, que embo-tellaban todas las materias prirnas requeridas para laformaciOn de odios bolshevistas.

Se nos ha educado para ser desgraciados, a fuer-za de engullir majaderfas, y Ia peor do todas, ha sidola creencia en que puede haher naciones exciusiva-mente progresistas. La experiencia ensefla, que hanexistido naciones exciusivainente conservadoras, eon

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EL VERDADERO DIAZ Y LA REVOLICION

apariencia de petriticadas. El Egipto I)atriarca y fa-raónico, dui-6 siete mil aflos: la India Védica, tres 'nil:más de cuatro mil ci irnperio Persa, y ci Asirio, cercade tres mil a'1os. China ilevaba millares de a.os de con-servatismo absoluto, cuando reventO repüblica desven-cijada. En los tiempos modernos, la republica conser-vadora deVenecia, presentO mil doscientos a lbs felicesde eda.d. Nadie ha vist&, ni hay noticias do que hayaexistido, un pals exciusivamente progresista como seha pretend ide crear en Mexico, atacan(lo a todos los ele-mentos conservadores hasta su destrucción. Si el palsmexicano ha existido despuCs de su independeucia, hasido per poseer esos elemnentos conservadores que,despuCs del triunfo de la Reforma, fueron: el analfa-hetismo popular, el autornatismo perfecto del indfge-na, hasta que surgieron el zapatismo y ci militarismopretoriano. El catolicismo, nunea ha dejado de ser fori-m dable elemento de conservación.

Nuestro chancletisino inteiectual, antes de crear os iquiera conocer la necesidad de la potencia conserva-dora, l)a1a que sea posible una sociedad hurnana, antesde crear siquiera por casualidad elementos conserva-dores correspond ientes al progreso que se pretendlarealizar, so empeflO, y se sigue empeflando, en destruirlo que impedla nuestra muerte pr el cancer demago-gico, como era el analfabetismo, ci cola.pso indfgena yel miitarismo pretoriano. De esos tres elementos de-bla salir la salvación del pueblo, nicaposible, la dicta-dura civilizada y civilizadora.

El general Dfaz, uno de los más bellos produetos delas realidades mexicanas, debiO obrar contra los idea-lismos que constituyen la tóxiea vegetaciOn en las me-dianlas del l)roletariado intelectual, aatando ci prm-cipio que aceptaron los jacobinos Iranceses: "La saluddel pueblo, debe estar sobre la salud de cuaiquier in-dividuo." Ciertamente que ci princil)uo es muy peli-groso, porque los dictadores fádllmente confunden lasalud del pueblo con la salud de so ambiciOn y cola salud de sos crlmenes. La oI)inión )1b1ica es defi-

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JLsT1UL. DE CALIFA

var en Inateria de ciencias, lo que es lasalU(l del l)tle l)Io, pero no lo es, cuancIo se trata de suexisteflCia material; entonces, al sentir la aproxilnacionde la cata.strofe, suele adquirir razón cientIfica.

El dictador debe trabajar per Ia salud del pueblo,aun sacri1cando los derechos individuales, con tal deque Ia opinion pblica apruebe su reticencia, sus aten-taños, per inmorales que aparezean. El general Diaz, allimpiar el pals de handidos, per rnedio de bandidos,j)01 no disponer de legnies suficientes, quedO I)Iena-inente justificado con su tdfl]ilLblC obra de seguridla(ipübli(a y privada, cent ra lo.s ataq ues de los maihechu-res. Mtxict,. hajo sii gohierno, llegO a ofrecer tant',seguridad comu el .Japón, y superior ala (J ue lucen lospafse.s eurupeos más civilizados. Luego, SUO hacerjusticia: O 1)t6 P01 Ia salvaciOn de la colectividad, ann-que per.judicara los derechos individuales, y no puede.,el- inculpaclo mientras no se le pruebe, que con insleyes penales Inexicanas co 1) iaclas de las ingle.sas, po-dia haber dado a la sociedad las garantlas que, coléri-en o suplicante, demandaba. Hizo justicia de Ca.lifa, noo Iit 1 t ! poi

La apacheria mental

El fl() I ----:, H I.lYen(•iado don Manuel RomeroRubio, Secretario de GobernaciOn y suegro del sefiorPresidente, altamente cotizado por ci gentle palacial,imitando Ia conducta del gobierno de los Estados LTni-dos que estal)lece reservris de indios bárbaros en sufrontera sur, estableciO él en la Secretarfa de Gober-naciOn, una ((/)u(1Ie'uia mental formada con las inas pe-ligrosas rnedianIas del iroletariado intelectual, ham-brientas y capaces de prod ucir trastornos politicos, iiobligar al "Principe" a Ilenar las cárceles de reden-torv-. (I(I I'U 1 .i. U nbustir del asesinato, si se querla

...-

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EL VERDADERO DIA?. Y LA REVOLCcION

conservar la celebrada paz, que en l85 estaba z. ode reventar on trernenda anarqufa. Esa apacheriamental era sostenida con los fondos de juegos prohi-bidos, y aquellos deswergonzados apaches recibiandesde 25 a 10 l)e50S mensuales. sin mas obligaciónque permanecer inermes o lanzarse contra cualquierenernigo cjue por los conducts reservados debidus. 1sfuese indicado.

Al fundar tan siniestra herniandad ci senor I-.oirieroRubio, habla querido evitar a la autocracia quo come-Vora los atentados del caso, contra aquellos hombres,a los que ci hambre. sus incorregibies VICIOS, sus yen-cores de fracasados y sus pasiones de agitaciOn. obli-garfan a desafiar las cOleras do laDictadura,y a arrojarmoscas en el tarro de leche de la felicidad del go-b jerno.

El general Diaz, sin duda alguna, se inclinaba iiIs ala benevolencia quo a la justicia: posela la dote (IC to-do grail hombre de Estado, escuchar txios los ineaculpa," tender la mano, ci pan y ci empleo, al enemigorendido; prelerir hacer de una fiera que lo odiaba. unamigo que lo arnase o Un hipOcrita que se mantuviorainofensivo, mientra s no se presenta.ra la oportunidadde traicionarlo.

La apacherfa inent:I, no podia representar una her-rnosa institiiciOfl do caridad, purjue no procurai)a laregcner:ción (!O sus m iernbros: les protegia S US VICIOS

y los desviaba lo inils posibk' del amor do sus SOiflO-

jantes; era más bien, una institución de inatonisiomaterial y moral, dedicado a las personas desagrada-bies al trono, quo no obedecIan las paternales indica-ciones para esfumarse o inostrar culto a la reeleveiOn.

El objeto de sostener semejante foco de infeeción,no era, pues, ético, sino innioralmente politico. El ge-neral Diaz, justificaba la existencia de la apacherfamental COfl una sentencia judla: ''perro con hueso enla boca, ni muerde iii ladra." En grave error mon rrIael "Principe" igualando al perro, ci animal cab:iileropr excelencia, exl)resivo de nobleza, lealtad, ca ri?io

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L.A JUSTICIA DE CALJFA

sincero Y apasionado )0r su arno, con tin rutián de ga-

rito o de taberna, Como so n la generalidad de los de-gogoS. El demagogo solicita el hueso 1)ara su boca,

cuando no puede destrezar al que se lo da, y tan pron-como considera a .su amo dbil e indefenso, em-

prende su natural &bra do tIC()fl Y se le arrojaimplacable para descuartizarlo, negando al Maestro aquien ha servido, má de tres veces, con imperturba-ble cinismO.

Sea lo que fuere, si ci general Diz hubiera hechoaita justicia de Califa con los demagogos, a centenaresde ellos habria eXtermifla(lO, y a miflares los hubieraobligadO a podrirse en las cárceles; ci resto, lo ha-bria visto desaparecer P01 Ia 1)IOstitLI C i 6fl y la mise-na. La mayor parte de esa broza intelec.tual, quetambién era broza social, habla sido soez enemiga desu admiraciOn y do su persona, y ci César, Sifl renco-res, sin resentirniento, levantado y noble correspon-dia con a.fecttiosa misericordia a in oculta y perrna-nento (' VI0fl ( t 11 ]( i • 1'It1(t.

[a vtiia et lflfltCIILL LI\II

1..: : ii.t ii ii titirista, c-Lo squer()sa liasta lo increible. 1.a •j u sticin do Califa.

no ptiede ser ejercida en la America latina dictatorial,exacta mente coino en los Inejores dfas de las "'Mil yuna Noches." Los dictadores hispanoamericanos, seencuentran sieinpre bajo la presiOn do exigencas po-liticas de cierta clase, que no halila en Bagdad. El reyde Francia Luis XI, prescribia que el "Principe" de-bla atraerse, costara 10 (1 00 costa ra, a tOdOS aquellos al-tos vasailos capaces de prestar a! Reino y a in Coronaeminentes serViClos, 0 de causarles profundos males.1:.jn c1ictnloi'. CL! le-;quiera que sean sus injusticias,esti ' 1)!\id(ui(iL -zi a- j

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88 EL VEIWADEIO I)f AZ Y LA REVOLUCIO

verdaderas exigencias de la poiltica, cuya i li i nza seaigual o mayor que la resistencia que puedan oponersus más sóiidas virtudes. El dictador está ya agusa-nado, cuando coinete injusticias por voluptuosidad. fri-vohdad U obsesi6n de malciad.

Práctieainente, los tribunales de consigna no iducIan los abominabies efectos que indicaba la teor.sin que tamp000 fueran recomendables. Para las pie-bes, ci inal no existla. Para hi inmensa ciase rurd,jornalera y miserable, la acción del azote quedaba re-ducido a casos aislados, tie despojo de terrenos depueblos, poseldos colectivamente. Las clases med hisproletarias, que no tienen ahorro y se dedican a gastarmás de lo que ganan, entran en relaciones con los tn-hunales, por deuclas de rentas do casa y por artfc.iilosde comerejo tomados a credito; y para esa clase de liti-gios, ci poder politico no su ministraba consignas ni haspedian a lo-, altos funcionanios los prol)ietarios y Cu-

merc iantes.El rejuego inmundo de las consignas, tenfa luga r ca-

si exciusivamente entro las clases ncas. qUC habR1flencontrado solueiOn bastante satisfatoria contra ciazote do las consignas. iJn litigant(, honrado 0 bribOnse hacia patrociia1 I)or un abogado do intluencia de-cisiva? Su adversario esc.ogia a otro abogado del mis-mo peso y calidad politica. Las consignas, ambas debuena clase, inacizas, se encontral) an en ci 1)upitre deljuez, chocaban, se neutralizaban, y la transac-ción se im-ponla, haciendo perder a los dos litigantes siunascuantiosas, tine pun honoranios pagaban a sus respec-tivos ahogados. Ese fenómeno excitaba las transaeeio-nes en lo privado, sin valerse de ruinosos protectores.Estuvo en boga ci recurso de rogar al Presidente dela Repiblica, o al Gobernaclor del Estado respecti vu,que fuesen árbitros en ci contlicto. Aceptahan per logeneral, y su laudo lo redactaba algün abogado compe-tente. Debo deem, que jamás la consigna se extendiOa desconocer tItulos de propiedad irreprochables 0

creditos hipotecanios bien apoyados en documentos

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LA 31STICIA DE CALIFA 59

inatCab No se conoce fall do hi Stiprema. CorteFederaL despojando a Lin capitalista sin inás causa queel deseo de robo do su adversario. Las consignas, re-calan sobre casos (lue bien o mal pudieran aparecerdudosos o da y lugar it enredijos de hábiles abogadoschicafleros.

stjtuciOn do las CoflSigflaS no fué invención cien -gifica, ni SO desarrollO con el cientificboiio, apareciOcuando forzosamente tenfa que aparecer con Ia dicta-dura o cualquier otro gobierno COrrupto. Desde 11quedO establecida en Mexico la depravaciOn do la jus-ticia por los tribunales do consigna, doce aflos antesde que surgiera en ci gobierno ci grupo cientlfico.

Es iec1lii1 en los rnalos gobiernos herir Ia justicia,aplicando a los pueblos impuestos excesivos de pesoantieCOflóuiico o completarnente COflt scatorios. El sis-tema fiscal en Mexico, desde hi epoca colonial, fuésiempre modorado, y bajo hi notable gestiOn hacenda-na del senor Limantotir adquiriO condiciones cientIti-cas quo lo hicieron respetable y estimable pal-a todaclase de con tribuyentes. Yo acus() a! se.or Limantour,corno má-, adelante se vera, de haber sido en su seglin-(10 perlodo de vicario financiero del César, obstructordel progreso de Mexico 1)01' su tendencia a disininuirlos impuestos, cuanclo debla haberlos levantado hastahacerlos liegar a su ilmite económico, trazado inteli-gentemente p01- tin conocimiento profundo del pals.El "PrIncipe" no solamente hizo justicia al pueblo enmateria donde casi ningün gobierno se la hace, auncuando no sea dictatorial: sino que se excediO en suprograrna de suavidad fiscal, con detrimento de debe-res trascendentes v bien comprendidos p01' COflS)1-CUOS E-tH.I istis.

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90 EL VERDADERO D1AZ Y LA 1EVOLUC16N

La politica de conciiiaciôn

La pohtica de conciliación, expresa el acto más ele-vado de justicia conocido en la historia do Mexico.

Carateriza a las facciones, el vii manejo del exciusi-vismo quo no es cuestiOn do amor a los lirincipios, SiflOde PaSiófl 1)01' fllOfloI)OliZal' los puestos publicos y susbeneficios, en favor de uiia masonerfa de. medianIas in-trigantes, quo no pueden resistir coinpetencia con per-sonalidades eminentes, y buscan a ftierza de 1)rocedi.mient&s od iosos, deshacerse de rivales, declarandolosfuera de la ley de las naciones, de las leyes do la huma-nidad y aun de las leyes do lit biologfa. En 167, in fac-ciOn liberal triunfante se declarO dueña del pais y desus destmos, y con ci derecho de castigar a la facciOnvencida, porhal)er traicionado a la pat na, sin perjuiciode que entre los inmaculados se contaran traidoresdobles, prirnero it la Republica y ).uego a! Imperio, ia-ra explotar nuevamente a la Reinb1ica.

La lrensa era libre para los vencidos, gracias a cjueen la facciOn liberal so hallaban a su cabeza, hombresverd ad eramente em inentes, quo vefan con rep ugnan -cia Ia ruindad del liarnado gran l)a.l'tido liberal. El clero,era ci dnico poder social capaz de dar dinero para unarevoluciOn, y lo habla (lado pam la de Tuxtepec. Exis-tia inultitud do jefes y oticiales del Imperio, desespe-mados ior los ehuI)olles del hambre en sus entraflas opor la iinph cathlidad (le lit facciosa, siern-P'e di.spuestos it tomar parte en ctialquiera revuelta,COIfl() lo hicieron en la de Tuxtepec. Poifticamente, loscatOlicos se habIan colociulo en un puesto inexptigna-ble, no aspiraban a Ia i'eacción sino a lit efectividad dela democracia, a in venemac iOn de la Icy, a todos los be-neticios de la libertad: y como el gobierno de don Be-into Juárez no habla ostablecido la democracia ni vene-raba la icy, ni sits particlarios entendIan de libertad,los catOlicos reforzaban con sit la agresiO de

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LA JUSTICIA DE CALIFA 91

loselementos antigobiernistas, y gozahan Con los espec-t4CUloS de

sangre, desorden, fracasos, miserias e in-mora1id, proI)iaS de una facción dividida, entre losin

y los out, entre los que medio comlan del presupues-to los c4ue ped Ian su tajada pat riótica, especialmenteioshombres de armas jue las tenlan empefladas, ha-béndose c,omido ya los resl)eCtiVOS l)OletOS. El gereralDfaZ, en su vida de revolucionario, reconociO la fuerzamaterial v moral del clero, la fuerza social de la chaserica, Ia conSiSteflciL pohtjca de los catOlicos, v advirtióque el exClUSiVismO es bueno para mortaja de los go-bierfl0.

DiO a conoCer el Caudillo do Tuxtepec, cjue era esta-dista, cuando conservando el prinCipio de separaciOnde la Iglesia y el Estado se prop uso acahar con Ia ta-rea de destrurc jOfl de la Iglesia por el Estado. Esta-bleciO relaciufles personales con los miembros delalto clero, atendió a sus recomendaciones para em-plear cat6licO5, prohibió persecuciones y tolerO la exis-tenciade conventIculos, como los habla tolerado el Pre-sidente Juárez, aunque con menos descaro. Por iiltiino,entregó los altos puestos de la diplomacia lujosa ydecoratiVa, a los in ultimillonarios mexicanos aristó-cratas,eintrodujO en el Congreso federal, a iniembrosCie la aristocracia insigniticantes o nulos como unida-des politicas, apreciables como unidades sociales eimportantes como unidades representativas de gran-des intereses econOmicos. Su ideal, fué gobernar a lasociedad, no a.piastarla 1)a .jo las coflCUpiSCeflCiaS deuna banda burocrática; gobernar con la sociedad; con-servánd use el, poi SU1)UestO, COIflO imponente inaçjisfripop alL

La poiltica de conciliación adquiriO grandes propor-clones, porque deshizo ideas rancias y desatinadas, re-lativas a las necesidades de mugre y mal aliento de lasdemocracias instituldas con material exciusivo de pe-ladaje.

Se elevO mucho el Caudillo en ci concepto de lo mástiofitH :i población nacional y ci elernento extranje-

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92 EL VERDADERO DIAZ Y LA REVOLrCIóN

ro, cuandodeterminópacificar las cone iencias, transi-gir con los apetitos, rellenar los abismos, moderar Ia."pasiones, reconocer todos sus derechos a los vend-dos, aplanar las asperezas politicas, apagar los odius,crear sentimientos humanos, repudiar el falso dere-cho al castigo de la colectividad por la colectividad,unir los fraginentos itiles de sesenta afios de anar-

establecer las bases de tin 1)atriotiSn0 que nofuera la intolerancia por el hambre o la ferocidad ca-nibal por la ambiciOn. En una palabra, reso1vi'. congrandeza que le reconocerá la historia, hacer onar lanota noble de perdón, de olvido, de derecho a todas !asesperanzas, de abrigo hajo el inismo cielo, de inspira-1ciOn por la misma iuz, en tin pueblo convertidu enandrajo económico y moral por una ciase poiftica de-pravada, 1)resuntuosa, famé]ica, dividida en bandas deforagidos en perenne cobarde hicha, para obtener pansanguinolento que no puede dune el trabajo, pun noexistir en el medio ffsico, ni en el moral de La degene-racla raza.

En SiI pohtica de conciliaeión eon los catOiicos, ciCésar no destruyO las leyes de Iefonina, sino, como yalo clije, ci espinitu mezquino, irracional y perseguidordel eatolicismo. iTriste época de exaltación jacobina!La facción triunfa.nte, no por sus hombres selectos,Clue los tenla martinizados por ella, sostuvo la incom-patibilidaci del liberalismo y el I)atniotismo, COfl el ca-tolicisino. Es evidente que no SOfl los misinos loscatóiicos del siglo XVII, que los catOlicos norteameni-canos del siglo XX; peru aun cuando en Mexico loscatOlicos hubiesen sido incompatibles con ci liberalis-mo, los gobiernos civilizados se han hecho para (luepuedan coexistir, ser libres y disfrutar de garantias enla misma patria, todos los incompatibles. La libertadsirve, precisarnente, para respetar todos los derechosciviles y politicos de todos los incompatibles. En laAsamblea legislativa actual de Francia, hay radicales,guillotinistas, anarqu istas. dinamiteros, socialistas,con ci programa de inasticar h'trgueses; liberales evo-

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VL.A .JUSTIOTA DE CALIFA 93

lucionistas, monaiquistas moderados, absolutistas fre-ntioos, papistas meclioevaies, fakires ebriosdevisionesde todas clases, reaccionarios hasta sofiar en la retro-gradaciOfl de la humanidad, hasta restaurarse cornoplanta acotiledónea. No es ViCiO inmundo de Mexico,

iflO de todas las facciones de la America latina, l)OS1el ruin criteriO que proclama. la libertad para ejercerIa tiranla absoluta.; 10 ciue ha hecho decir a tin puiblicis-ta argentiflo, que eri nuestraAmCrica no hahrá libertadmientras haya liberales. En la época de los gobiernosde don Benito Juárez y don Sebastiin Lerdo de Teja-da, ningüfl catóiico podfa ser empleado 1)6blico, si noocultaba su catolicisino 0 lo ensuciaba jactándose deser exaltado devoto de Juan Pablo Marat. Estaha pro-hibido a Ins familias de los funciona.rios prorninentes,ser catOlicas. Era CS() de traición a ]its institucionesque la esposa del Presidente de Ia. Repübiica, 0 de tinSecretario de Estado, aparecieia oyenclo inisa. on LIII

templo catOlico. La se1iora esposa del Presidente .Juu-rez, a la horn de su UJ.uerte, recibiO en secreto los au-xiiios de in religiOn, como si la inoribunda o sus fami-hares cometiesen un crinien. Eso era salvaje, del peorsalvajismo, el que envuelven las levitas.

Indudabiemente que la mayorIa. de in naciOn era en-tOlica, y siendo perseguido ci catolicismo, (luedabaprobado que el gobierno no ernanaba del pueblo, sinode la minorla de militares, de abogaos que se hablanapoderado de in situaciOn como representantes de laclase media que sirviO a! Iinperio con bajezas, cuandocorriO ci oro de los emprCstitos fra.neeses, y despuéslo traicionó, al notar que ci Archiduque austriaco es-taba completamente d esmonetizado.

Concluyendo: el general Diaz, abriO de par en parlas puertas de la administraciOn, y sus 1)raZoS, a tOd()el mundo; escuchO con paciencia y bondad todas laspretensiones, aun las mas necias; acudiO al grito de so-corro lanzado por un mea cuipa.," tendiO la mano a losirreconciliables, otorgO favores a sus encarniza.dos ene-migos, contestcj ufl J)a.labras suaves y de aliento a los

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94 EL VERDAr)ERO DfAZ V LA IEvOLrcION

que durante a?los lo hablan insuitado. SOlo hizo Ia gue-rra, guerra cruel y perda, a los •'G-rande.'." siempreclue éstos no quisieran descender y revolverse con Iamasa de los ciudadanos, o mejor dicho. de los hijos deaquel gobierno paternal a quienes deblan dárseles to-dos los goces. con t .aI do que permanecieran ins igni-"cantes. -