UNIVERSIDAD NACIONALAUTONOMA DE MEXICO

Si bien Siguenza no es el creador de la pros a cien-tffica en nuestro pais, sf fue el primero en dar a suescritos cientfficos un sesgo peculiar, propio, dOI'-de nunca esta ausente la exaltaci6n de Americafrente a Europa, del Nuevo frente al Viejo Mu ndo.Este elemento metacientifico caracterizara granparte de las obras de ciencias escritas en Mexien 10s siglos XVIII YXIX.

Y..~~~:'!J 1_·0. ON.~.~,,~I I ~". 'v II A'

ISBN 978-607-02-1546-9

111111111111111111 1111111111119 786070 215469

l

Elias Trabulse

cO:l

~~

<Ii-0

cO

~u'x

<Ii

~cO

'E<Ii

]~~

cO

o~001c

LA JUSTA DlELOS COMJETAS.DON CARLOS DlESIGOlENZA Y GONGORA

Y LA ASTRONOMIA DlESU SIGLO

Discurso de ingreso a laAcademia Mexicana de la Lengua

24 de mayo de 2001

<Ii-0oe;::Iu

.~o

Respuesta deJaime Labastida

12~F:;,~

~

II

LA JUSTA DE LOS COMETAS.DON CARLOS DE SICOENZA Y GONGORA

Y LA ASTRONOM IA DE SU SICtO

<,

I,

UNIVI](SIIlAll NA('IONAi. i\IJI('NOM,\ Ill', MI>;[(,()

(,()()RI)lNA(,I('H~ [)I': DII:liSI()N ClII.TlJ]{AL

1>!I{H'('I<'n~ (il':NIK,\1. IlL 1'liIlLJ('i\('j()NI.S Y I'\ll'vlLNT() LJ)IT()l{i/\1

Elias Tralmlse

LA JUSTA m~LOS COM ETAS.DON CARLOS DE SIGOEN'lA Y GONGORA

Y LA ASTRONOM j A DE SU SICIO

Discurso de illgrcso a laAcademia Mcxicana de la LCllglla

24 de mayo de 2001

Rcspucsta deJaillle I "Ibast ida

Univcrsidad Nac.iou.rlAutouoina de Mexico

Ac.l<lclllia McxiclIl<lde '" L(,Il~ll"

Mr-x ic.o 2010

PC401H'1'7'1

T"'''HlI,c, Elfas/,ajusla dr Los ({)UU'ItI.'i. non Carlos til' 5,igiit''fIZfl.l' G(Jn,!!,'OIYl

JI La astronomia dt' su. sl:!!,lo: d isc-urso de iIlg-rcso a laAcademia Mexica ua de let I .cugua, 24 runvo de 2001/ Elias Trabu lsc- : rcspucsta dc.JailIlC Labastidn. - Mexico: lI1\'AM, Di rt-cc.iou (;ellcral de Publicaciones), Fonu-m.oEdilorial : A('a<iclllia Mcxicana de la I.cllf,{lla, 2010.MI'.

ISBN !)7H-(j07-o~-1 :"Hi-!)

I. Acadelllia Mc-xir-a uu de la lcug ua. 2. Espaiiol-SO('j('<i;Hi<:S. ;~. Discu rsos IIH'X ir-.mos. I. I.ahasl id.r.Jaime, II. I.

Primc-ra «dieion: IH dcju nio d(' 2010.

D.R. ([) OI';II'ERSIDAD NA<:JONAL Al "]'()!\OMA m: Mi.xrcoCoonliuaci611 de lJifusiou Cuh urulDirccci(')l1 (;cl1(,l'al de PlIi>licldoltt's)' FOIIl{,1110 EdilorialCindad Uuivc-rsir.uia, 01:i1O. M"xi("o, D.F,

D.R. ([) ACII]lI':MIA MI':XICANA DI'. LA Li':N(;1 III

Liver-pool 7(•. ('oL/",i\"(". O()(iOO, Mc x ico. f).v.

(;oonlinacic)1l editorial: -I.collet RinTa

(:lIid:1<1o de I•• cdirion: R:uil (;odiIl(,Z

Fonu;u'i{m: t\Jlg'da Ag-lliiar

l'rohihida la rcprodurriou tOlal 0 p.miul pOl' cualquicr nu-dio.sin <llltoriz<tci('Hl cscrita ck-I titular de ins dr-rorhos pat rimouialcs.

ISBN 97il-li07-02-154!i-9

Iiuprcso Yh('('ho en M(~xi("()/ Mar/I' ulI,llninl,.,';n Mrxic»

l

Senor Director,

Senor Sccrctario Perpctuo,

Senores Academicos,Senoras y senores:

EI dia priuicro de oc.t.ubrc de IH7H, donJoaquill Carda lcazbaIccta pronuncio ante:

csta ih isuc Academia Mcxicana I III clocucntcdiscurso ell cl cual propouia la claboracion

de una lIistoria de la Litcrat.ura Mcxic.uia ellla cual dcbian participar todos los micmbros

de la rccicn Iundada Academia. Esa magna

,----

obra debia abarcar las vidas y obras de todoslos que nacidos en estas tierras 0 venidos aelIas, hubieran dedicado sus esfuerzos alcultivo de las letras, la historia y las ciencias:de ahf que la Academia Mexicana deberiaacogcr en su seno a aquellos qne hubierancultivado esas ramas del saber a efecto deque pudieran contribuir con sus luces, gran-des 0 pequefias, ala elaboracion de esa obra.Ese llamado de donJoaquln, espiritu abiertosi los hubo, nos da idea de que su concepcionde la Academia Mexicana era vasta y genero-sa, de tal forma qne mi presencia hoy aquise debe mas a SlI bcnevolcncia y a la de losactuales acadcrnicos, sus herederos intelec-tuales, que a cualquier tipo de merecimientoque yo pueda aducir a mi favor.

IIe de aiiadir que ignoro si Iui elegidocomo historiador 0 como cientilico; yes quelos historiadores de la ciencia vivimos siem-pre divididos entre la seduccion del heche

particular de la historia y la seduccion de lateoria general de la eiencia. Nos debaiimosentre dos mundos iotahneruc distintos. Vi-vimos siempre nepantla, y csto sc ccha de vel'pues para los cicnuficos SOlllOS historiadoresy para los historiadores cientificos. Pero seacual fuere la hipotesis que Itaya prevalecidocuando mis iemerarios <lllligosdon JaimeLabastida, don Ruy Perez Tamayo y el la-mentahlemente desaparecido don ManuelAlcahi me propusieron anu: ('st.a Academia,no puedo monos que agradcccr hoy aqui, aellos su confianza, y a t.odos los academicossu benevolencia al habcrmc rccibiclo en estcya centcnario recinto.

Fui elegido para oCllpar cI sitio que quedovacante al morir cl distinguido hist.oriador ymaestro universitario don Roberto Moreno delos Arcos. lnvestigador de .nnplios y variados

7

intereses, los campos principales donde desa-rrollo su fecunda labor fueron la Historia delMexico Antiguo, la Bib1iografia mexicana, laHistoria de la Ciencia en Mexico y la Historiade la Nueva Espana en el Siglo de las Luces.Desde fecha tempralla mostro sus dotes decuidadoso exp1orador de papeles viejos consus obras sobre Teodoro de Croix (1967) y,posteriormente, sobre Joaquin Velazquez deLeon (1973) de quien escribio una detalladabiografia. Estas dos obras abricron al maestroMoreno de 108 Arcos otros temas que desa-rrollo en los afios siguicnres, sin embargo sustambicn viejos inicreses sobrc la Historia delMexico prchispan ico le permitieron haceraportacioncs val iosas tales (01110 su Guia de las

obras (in l(i'f/l!,'wl' i'lld~£!,rnas (19Gb) de consultaobligacla hast.a hoy, Sit csrudio sohre Las j)(JrLi-

culas del n/dnuul (19()() Ysu inieresante traba-

jo titulado Los cinco soles cosmogtmicos (19G7).Simultancamcutc abordo, como miembro del

8

l!

Instituto de Investigaciones Bibliograficasde la Universidad Nacional Autonoma deMexico, del cual fue investigador desde 1967,la pesada tarea de compilar junto con JoseIgnacio Mantecon, entre 1967 y 1978, doceBibliografias mexicanas, as! como otras cincocompilaciones bibliograficas sobrc la Consti-tucion de Apatzingan, sabre 10smanuscritoscientificos de la Biblioteca Nacional y sobreAntonio de Leon y Gama, entre otras.

Cualidad relevante del maestro Moreno de\os Arcos rue sicmprc la facilidad, e inclusopodcmos dccir arucnidad, COIl que supotransmitir sus conocimicntos sea en las c.i-tcdras que ocupo, sea en las llllly 1lI1l11CrOSas

confcrencias qne impartio en Indo cl pais yfuera de (:ly qne cstaban todas cllas marcaclaspOl' el scllo de la erudicion, Esla actividad\0 llcvo a redactar diversos rcxtos did.icticospara estudiantes de secundaria y de estudiosavanzados que tuvieron amplia difusion.

~)

Como buen bibliografo -y tambien comobuen bibli61-110- ded ico muchas horas a la

preparacion de textos clasicos de los siglosXVI al XIX, desde el Confesionario de 1569 defray Alonso de Molina basta el Cuadra histori-(0 de Carlos Maria de Bustamante, pasanclopor las obras de Alzare, Velazquez de Leon,Bartolachc, Souneschuudt y Granados y(;',llvez, entre otros.

Pero Iueron Sill ducla los tenias de historiade la cienoia ell Mexico y los refererites alsiglo XVIII mexicano los que mas absorbieronSIIS «ualidades de iuvcstigador. Prucha decllo son los mas de vciut« libros qne din a la

luz y cl ccnicnar de articulos especializaclosque publico ell revist.as mcxicanas y extran-

jeras. Sus libros sobre Alzate, Bartolache,Velazquez de Leon y (;aIllarra ahr ieron

nuevas perspectivas sobre el Siglo de lasLuces ell nuestro pais, como tambien lasabrieron SlIS trabajos sobre I .iuneo y Darwin

y la recepcion de sus sistemas en Mexico. La"Introduccion" a su obra sobre Velazquez deLeon es, ella soja, una obra imprescindiblepara conoccr el siglo ilustrado novohispa-no, pues no s610 replantea sus dirnensionesculturales sino tainbien propollc una pe-riodizacion precisa para esa epoca, que hasido utilizada desd« entonces por diversoshistoriadorcs de nuestro siglo XVIII.

Tan importantc labor histor iograficano paso inaclvertida y, con oportunidad,el maestro Moreno de los Arcos rccibionurnerosas distiuciones que scrfa prolijoeriumerar aqu i. Baste mencionar que en1983 le rue concedicla la beca Guggenhe-im, al aiio siguiente logro ser lnvcstigadorNacional y en 1988 ocupo let presidencia dela Sociedad Mexicaua de lIistoria de 1£1 Cicn-cia y 1£1 Tccuologfa. Como sucerle a menudoen nuesiros ambitos acadernicos, cuando llll

profesor logra descollar ell la catedra 0 en Ja

10 II

investigacion, se convierte, casi sin remedio,en candidato para ocupar puestos adminis-trativos que, todos 10 sabemos, resultan ab-sorbentes y fatigosos; y pocas veces resultanesos esfuerzos suficienternente reconocidos.Yesto sucedio con el maestro Moreno de losArcos en la Universidad Nacional Autonomade Mexico. En 1979 ocupo el puesto de direc-tor del Instituto de Investigaciones Histori-

cas, en 1985 fue nombrado ascsor del rectory poco despues fue design ado Coordinador

de Humanidadcs. Estas responsabilidades

-junto a muchas otras que llenarian variaspagin<ls, y (]lIC dcjo de lacio- cobraron unacuota sobrc las tareas de invcstigaci6n que elmaestro Moreno de los Arcos clcsarrollaba.Esto, sumado a su tcmprana desaparicion,hizo que algunos proycctos no cristalizaran,COIl 10 que Ia historiografia mexicana perdiocsas valiosas contribuciones que sin dudahabrran salido de su pluma. Quiza aqui ca-

12

brfa recordar esa frase que no por manidaha perdido vigencia: Ars longa vita brevis.Sin embargo es obvio que, con su obra, elmaestro Roberto Moreno de los Arcos dejouna huella perdurable y profunda, y pOI'susesfuerzos en levantar el velo que cubria algu-nas epocas de nuestra historia merece que 10recordemos con admiracion y respeto.

Existen temas, libros y autores que siempreestan junto a nosotros sin importar los afiosque pasen y los temas nuevos que estudie-

mos. Hace mas de treinta arios me acer'quealas obras historicas, poetic as y cientfficasde don Carlos de Siguenza y Gongora porrecomendacion de mi maestro el doctorJoseGaos. Desde entonces y hasta hoy don Carlosy yo iniciamos una amistad personal que hasido tan solida como duradera, y cabe decirque con el paso de 10s arios mi adrniracion

13

por el ha ido en aumento, hasta el punto enque a veces he llegado a considerarlo como lacima de la cultura mexicana en la epoca enque Mexico fue la Nueva Espana. 0 dudo,empero, en decir, en descargo de semejantey tan rotunda afirrnacion, que ese juicio devalor esta dictado por la simpana y la amistady no puede considerarsele imparcial. Volverhoy a hablar de Siguenza y Gongora cs puesun acto personal de amistad para COIl un in-terlocutor muerto hace tres siglos, COIl quicnhe pas ado muchas horas de solaz intelcctual,y a quien hoy dcsco evocar aqui, esta nocbe,con ustcdes.

IIII

II

I11

I,I

I

A finales del siglo xVJU Jose Antonio i\1-zarc alirrno que entre la cpoca de I lcnricoMartinez y la de Carlos de Sigiienz<l y (;611-

l4

gora, es decir entre aproximadamente 1630y 1680, habia existido un "gran parentesis"en el desarrollo de la ciencia mexicana yaque en esc lap so el estudio de las cienciashabia caido en cl olvido. Esta afirrnacion deuno de los mas distinguidos cienuficos delSiglo de las Luccs resulta parad6jica pues fueprccisamcnte en esos cincucnta arios cuan-do se difundicron en Mexico, a traves dela catcdra de Astrologfa y Matcmaticas fun-dada c impartida por cl mcrcedario DiegoRodriguez, 10s dcscubrimicntos de la cienciamodcrna CIl los campos de la astronomia,la Iisira y las nr.ucmaticas. Gracias a su

labor y a su ol» a -Ia «ual ha qucdado ell

Sll lIlayor pade 11I<l11lIscrita- Iuc.rou couoc.i-

clos CII la Nueva !<:spal-ta.uuorcs COli to Kepler,

Calilco, CilJwrt, Ncpcr y Carrlano; y rile SII

labor docenfc la qllC c)"c() un.i comunidad

cicnufica qlle hacia finales del siglo XVII t.uvo

COIllO m.ix imo represclItalllc a Sigiicllza y

Iii

G6ngora. Sin esa tradici6n de apertura a lamodernidad -tan limitada en sus alcancescomo se desee- es inexplicable la obra deeste gran hombre de ciencia, y menos aunresulta comprensible que en 1681 se hayadado una polemica cientifica tan enconaday brillante como la que provoco la aparici6ndel gran cometa de 1680.

Es indudable que uno de los capitulosolvidados de la historia de la astrologfa esel referente a los cometas. La irregularidadaparente de sus apariciones en marcadocontraste con los arm6nicos movimientosde los planetas, el sol y la luna, llevaron a loshombres a considerar a dichos astros comoportentos excepcionales. Su misma aparien-cia propici6 que desde remotos tiempos elanimo humano contemplara con aprensi6nsu aparici6n subita en el firmamento. Dehecho, en los siglos que preceden a Halleyy Newton, cuando la astrologfa y la astro-

16

nomia se contundian en forma por demasinextricable, los cometas eran los fen6menoscelestiales que producian mayor terror.

Su forma y colorido pronto permitio cla-sificarlos. Se les atrihuia caractcr infralunary por 10 tanto compartian COil la tierra laspropiedades de corruptibilidad Ymudan-za. Este caracier infralunar situaba a loscometas en la zona llamad a "del fuego",que quedaba, ell la cosmologia antigua Ymedieval, pOl' dcbajo de las esleras sllpra-lunares que cnvolviau a la tierra central. Lascaracterisricas de ese mundo uliralunar «ranla incorrupribilidad y la irunutabilidad, de ahiqlle, pOl' S11evidente caracter esporadico, scpusiera en duda, desde los sig-Ios IV Y111 a. C.,su posible coucliciou ultraluuar.

La acurnu lacion de acontecimicntoshisioricos infausios que coinc.idian COli laaparicion de 10s cometas labro desde haecmuchos siglos su reputacion de ser Ienome-nos Iatidicos. S11 mismo car.icter, asrronomi-

17

----------------------

camente irregular, facilit6 esta creencia que

se agudiz6 conforrne los males coincidian

con sus apariciones. Algunos los creian s610

portentos que advertian los males, otros los

creian 10s causantes directos del mal, pero,

ell ambos casos, es asombrosa la larga lista

de 10s males que en algim memento de la his-

toria coincidieron con un cometa. Es 16gico

entonees que en la historia de la astronounahayan sido los comet.as tenia Iavorito de

discrtacioncs, debates, scrrnoncs y ruidosas

polcmicas. Yen ol siglo XVII, ell cl momcnto

en que nacc la ciCllcia moderna COIL la Rcvo-

lucien cicut.ilica (y yo sigo crcyeudo en estc

hecho historico contra los qlle actualmcutc10 pOllcn ell ducla), lax polcmicas sc torna-

ron cada vel. mas cnconadas ya que por SII

nat.uralcza los COlli etas cran los protagonis-

tas idoncos del campo de batalla dondc sc

cnfrcntaba la vision mitica y providcncialist.adel COSlllOS COli la nueva vision cicntifica.

IK

Yes a traves de uno de esos astros como qui-

sicra exponer la manera en que se dio en cl

Mexico colonial el transito de la astrologia

judiciaria a la astronomia cientffica, es decir

de la concepcion medieval del cosmos a la

nueva cosmo1ogia mccanicist £1.EI 15 de noviernbre de 16801£1 poblac.ion

de la Nueva Espaiia contemplo azorada a un

vistoso y brillante cometa que atravcsaba dlinnamcnto bacia el oriente en SII viaje haciac-I sol. A Iincs de dicicmhrc, ya de regreso yobcdiente a su orbita, aparccio nucvamc-ntc

CII los cielos noctnrnos. Los cronisias de la

tpoca afirmaron <J lIC era "uno de los mas

grandes coinctas qllc s« hubicscn visto" ya

<]11(' sc clcsplcgaha ell d cic.lo cn Iorma de

1111arco de varios gra<\os. SII color era rojo

iIItCIlSO, de tal Iorrua que su cauda ilum inaba

buena parte del Ii rmamento «l c.ual "parccia

en llamas". Ell Europa, Newton y Ililygells 10obscrvaron cuidadosamentc, y cstc: ultimo

I!)

hombre de ciencia afirrno, aiios despues,que su imponente aspecto habia atraido"Ia atenci6n de los astr6nomos de la epoca,difundierido adernas un gran panico entodo el mundo". Y la causa de esto era quedesde hacia mucho tiempo no se observabaun fenomeno similar. La cauda del cometacortaba "desde el corazon de la constelaciondel Aguila y las alas del Cisne hasta Casiopeamisma", 10 que era garantia includable demaleficios tremendos. EI./ourna[ des ,)'(wants

afirrnaba: "Jodo el mundo habla del cometaque es sin dud a la noticia mas import.antedel comienzo de est.e aiio Ide IGHli. Losastronomos observan su curso y el pueblole haec prcsagiar mil dcsventuras",

En la Nueva Espana el terror recorrio ala poblacion. Una de las personas que seinquieto ante la aparicion del astra rue lavirreina conde sa de Paredes, la cual pidi6consejo al eutouces cosm6grafo real, don

20

Carlos de Siguenza y G6ngora. Este, paratranquilizar el virreinal animo, escribio unbreve folleto al que titulo Manifiesto filosoficocontra los cometas despojados del imperio queteniam sobre Los timidos. En este breve textoSiguenza se lanzo abiertamente contra lasupersticion del maleficio cometario: "10 queen este discurso procurare sera despojar alos cometas del imperio que tienen sobre 10s

corazones timidos de los hombres, manifcs-lando S11 ninguna eficacia y quit.indolcs lamascara para que no nos espanten",

Como era de esperarsc cl Manijiesio de lostimidos tuvo varios oponcntcs. EIprimcro decllos fuc don Martin de la Torre, un er ud itomatenuitico radicado en Campcchc quicucontraataco con un tcxto al que PIISO portitulo Manifiesto cnsiucno enjaoor de los annelasmantenulos en. su natural signijir:ar:ifm. En cstaobra su autor rcivindicaba los dcrcchos delhado a Iavor de los cometas infaustos a la

:21

vez que hacfa una apasionada defensa de laastrologia. Sigiienza y G6ngora no perdi6tiempo y le respondi6 con una obra, actual-mente perdida, a la que denomin6, en unmomento de arrebato clasicista, BelerofonteMatenuuico contra la (2uimera Astrologica.

EIsegundo adversario de Siguenza fue donJosef de Escobar Salmeron y Castro, quien

escribi6 un Discurso rometolooico y relacum delnuevo cometa que tuvo Ia virtud de provocarIa ira de don Carlos pOl' las tcsis astrolog icasextremas que conrenia. Sigiien'L:anunca quisoresponderle, "por no ser digno su cxtraordi-nario cscrito y la cspamosa proposicion dehabersc Iormado cst« coincta de 10 cxhalabk:de cllerpos clifuruos y del sudor luunano".

El tercer oponcnte del Maniji()slO de Si-

gi'lCllza rile el jesuita Eusebio Francisco Ki-

no. La polemica sobrc el comei.a de IGHOscorigin6 de Sll critica a Sig·i·tellza. Kino hahiallegado a la capital del virrcinato en ]()~l

provenience de Espana. Iba en transito alasmisiones norterias de Sonora y Arizona. Sinembargo permanecio dos anos en la Ciudadde Mexico y en ese periodo cultivo la amis-tad de algunos intelectuales mexicanos,entre ellos el mismo don Carlos quien lefacilit6 documentos y mapas de las regionesque iria a evangelizar. En 1683, poco antesde partir, le obsequio a Sigiienza un ejern-plar de la obra que habia redaciado contrael en esos mescs y a la que habia puesto portitulo Exposicion. aslroturmu.a de el comcla.

Esre pcqucno lihro estaba dcdicado al

virrey conde de Paredes, Cll contraposicion<II Manijieslo de Sigiicllza dcdicado a la vi-rreina, hccho <JltC provoco <Jlle don Carlosse: 10 rcprochara COli aspcrcza piles 110solo

contravcnfa las 1I0rIll<lS llO «scrit.a» de lasocierlad cortcsana de la epoca sino, y sobrc

Indo, pur-que era una forma de herir el 01'-

gullo criol1o de llll maestro universiiario y

cosm6grafo real. Esto explica la andanadade Siguenza:

Ni se yo en que Universidad de Alernania se

ensefia tan cortes ana politica, como es querer

deslucir al amigo con la misma persona a quieneste pretende tener grata con sus estudios, Ysi

no fue este el intento del reverendo padre en

escribir su Exposici/ni Astronomica, y dedicarla

al excelentisimo seiior virrey de csta Nueva

Espaiia, imagi narfa sin duda que se lc darian

rcpetidas gracias (y no fuc asi) de que dosdc

la Alemauia habia ven ido a csta scptentrioual

America, para libertar a la excelentisima se-

iiora del cllgal-)O en que yo la habia puesto, de

que no dohcn scr tcmidos los comctas por scr

Ialso el que SOIl prenuncios de calamidados ycstragos.

La obra de Kino c011s1a de dicz capn.ulos eincluyc una carta celeste grabada que ilustra

24

el recorrido del cometa. Toda la obra es unadefensa del caracter malefico de 10scometasy, como era de suponer, fue recibida conelogios pues era obvio que reflcjaba el sen-tir de la mayorfa tanto de los intelectualesnovohispanos como de 10sque no 10eran, Elpequeno micleo que apoyo a su adversarioera sin duda representative de la incipiente

modernidad cientifica novohispana pero no10era de la forma de pensar de la mayoria.Del libro de Kino sc dijo, Cll cambio, queera "solido y agudo ell 10 que toea a la ast.ro-norma, discurrido con crudicion y subtilozay muy catholico, y ajustaclo CII 10 que miraa 10s dogmas de la Fe y pied ad Christiana",adem as de que pon in

un santo t.cmor de Dios Cll !as alm.is, consti-

tuvc-ndo su corncta como lIll Azotx: 0 Espada,

<]\1(' lajusticia de Dios cuclga del ciclo, aicuio-

rizando a todos los mottales para que cad a

2S

uno procure mejorar sus costurnbres, yaplacar

a Dios, contra nuestros pecados justarnente

indignado.

La ExjJosici6n astron6mica es representativa

de una epoca todavia dominada por el pen-

samiento de Arist6teles y por el argumento

de autoridad. Siguiendo al estagirita, Kino

afirm6 que los cometas eran "una agrega-

cion 0 junta de las exhalaciones y vapores

que, conspirados en UIlO, manan del globoterraqueo"; aunque -aiiade-, es tambien

probabilisimo bien como Iundado cu la mojor

razon y Philosophia con que de aca poclemos

discurrir Cllc.osa uui distanrc de nosorros, qllc

los comcras s« cllgclldran de aquclla vaporosa

y pczgosa materia quI' cxhala, () humea, el

globo solar, de que suclcn constar aquellasmanchas del Sol.

2(j

Adernas los cometas no se originaron con

la creaci6n del universo, sino que son habitual

y constantemente creados ex j)ro/eso por Dios

para servir de admonici6n a los hombres.

Eran, entonces, como el dice, "tacitos amagos

del altisimo y senos de divina severidad",

De este modo al definir en forma apriorfs-

tica el caracter maligno e infralunar de esos

"peregrines engendros" que eran los come-tas, el padre Kino rue deduciendo sus carac-

tcristicas astronomicas no con base ell las

observaciones (que dijo haber realizado encl puerto de Cadiz), sino a partir de las teo-rfas cicnt.ilicas, que en csc momento cran yaobsolctas, de SIIS autoridades mas socorridas,dcsdc Aristotc-k.s hast.a Atanasio Kircher. Nos

cnc.ontramos aqui COil uno de esos momcntos

de crisis de la ciencia medieval enfrentada a

los datos cuantitativos de la c.icncia experi-

mental moderna. Y Kino tUYO que enfrentar

csc dilcrna: permitir que 11ll paralajc hccho

27

con precision, lanzara a los cometas mas aliade la luna, alas esferas de 10 incorruptible,era tanto como negar la posibilidad de quelos cometas fueran enviados esporadicos de ladivinidad, y antes que sufrir dicho mentis dela ciencia el padre prefirio adaptar y arreglar10s datos de sus observaciones de tal formaque sostuvieran y confirmaran sus hipotesissobre el caracter infralunar, corruptible ymaligno de 10s cometas. Siguenza, que re-hizo 10s calculos del jesuita, llego incluso aafirmar que sus datos habfan sido inventadosy que sus conclusiones estaban plagadas de"yerros todos cnorrnisimos y por eso dignosde ccnsurarsclos".

Pero esto, qllC para Sigiicllz£1era clara ysimplemcntc Iin acto de traicion a la cicncia,pucdc compreudcrsc mejor si pensarnos quepara Kino cl universo era sagrado, unica-mente sagrado, pucs Dios y su Providcncia

movian Ias esferas celestes, con exclusion decualquier otro factor de caracter ffsico.

De esta manera 1£1Exposicum. astronomicafue un ultimo intento de hacer revivir el mitocometario pOl'el uso de metodos pseudocien-tificos y de calculos matematicos manejadosarbitrariamente. Casi podriamos decir que

esa obra pudo haber sido escrita, en prac-

ticamente todos sus trazos, antes de qne elcometa apareciera en nuestro cielo, ya que

estaba redactada de anternano con calculosy paralajes, en la irnaginacion Iecunda, ba-rroca y escolastica del jesuita misionero.

En su breve Marufiesto escrito como d ijimospara tranqui lizar a la virreina, Sigiienzay Gongora habia afirmado que en fechasproximas publicarfa una obra mas arnpliasobre el tema y, "que de prorrogarle Dios lavida", 10 perfeccionaria "muy en breve". Endicha obra, de caracter puramente astrono-

29

mico, pen saba dar a conocer sus observa-ciones del espectacular cometa, las cuales-afirmo=Ios "europeos entenderan porquelas saben hacer" ya que de esta SeptentrionalAmerica "no tend ran mas observacioncsque las mias".

Sin embargo todos sus planes cambiaroncuando ley6, con ira crecicnte, cl libro qnecl padre Kino habia puesro en sus manos.Y un as pocas frases despectivas dcl jcsuita,que Siguenza considcr6 dirigidas a (I, climi-naron los ultirnos vestigios de su pacicnciay de su pruden cia que, cabe dccirlo, nunc.aposey6 en grado hcroico. Kino habia alirma-do que don Carlos tenfa "trabajoso cljuicio",y que pertenecfa a ese grllpo de ast ronomos

"que tienen tanto cariiio a los comctas (biencomo enamorados de sus astrosas lagaetas)que sienten de ellos 10 mcjor promciicndo 10mas prospero". Esto fuc suficicntc para qneSiguenza afilara su plum a e introducicndola

30

en un tintero lleno de vitriolo se lanzara ademolcr la i'.xtJOsicion astroturmica. Fuc as!como surgi6 una de las obras capitalcs dela historia de la cicucia en Mexico, la Libraaslrorurmica y jIiosojim, obra que trasccndio 511

comctido de scr una mcra rctutacion para

convcrtirse ell uu autcutico manificsto de la

modcrnidad cicnufica.Desde cl principio de la obra Sigi'lenza,

dcvoto como era de la Compaiiia de JeStIS,quiso aclarar qlle 110 atacaba a Kino COIllO

jcsuita "sino COlllO unmarem.itico IHlralllcll-

u: mat.cmat.ico, csto CS, en abstracto y comoa 1111 sujcto particular", PUCS!O qne

los duclos qlle tal vcz sc 1lI11CVCIl cuuc los q"c

sc dcsvclau xol nc los lihros, [son] IlO s(-)Io co-

mu ncx, si uo t.unbicnIiciros y aUII ncccs.uiox:

IHICS, asist i{,lIdolcs solo cl «ntcud iiuicuto, casi

sicmprc lc g-r<llljC<lll ala litcr.uia rcpubl ir:.imuch.is vcrdadcs.

El titulo de la obra es sugestivo, y el autorconfes6 de d6nde 10 obtuvo:

En titular esta obra Libra astrorunnica y philoso-phica quise imitar al reverendo padre HoracioCrassis, que COll el rnismo epigrafe rotulo ellibro qne publico contra 10 que del cometadel ana de 1618 escribieron Mario Guidicio y

Galileo Galilei.

Sin embargo el libro tardo varios afios enpublicarse y se hubiera perdido, como tantosorros manuscritos de Siguenza, de no ser porel interes que en esa obra pusieron el virreyconde de Galvc y el editor don Sebastian deGuzman y Cordova, ambos estudiosos de lasciencias matematicas y astronomicas. Graciasal mecenazgo de ambos la Lihrafue rescataday publicada en un tiraje reducido en el anode 1690. Ayud6 a su publicaci6n el hecho deque en diciembre de 1689 aparecio un cometaque provoco nuevamente una ola de panico.

32

Sin embargo este fue obviarnente un pretex-to. La razon basica para publicarla Ia expusoclaramente Guzman y Cordova en el "Pr61ogoa quien leyere" y que dice:

No es otro mi motivo, oh lector discreto,en hacerlo asi, que darte en nuestra lenguacastellana 10 que [aha en ella, que es esteescrito] ...] Mas quiere decir en esto que 10que suena. Carecimos hasta ahora de quientan metodica, astron6mica y Iilosoficamente,como aqui se ve, halla llenado en ella esteespecioso asnnto, y juzgando ocioso buscarde aqui adelanto 10 que autores extranjerospublicaron en sus propios idiom as 0 en ellatino en esta materia, tcniendo en este libro10 que hasta aqui nos Ialtaba, quisc (bien seque me 10 cstimaran los doctos) haccr conuina todos 10 que mi diligcucia en gllardarlo hizopropio mio, seguro de que no habra quieu lolea, que no de asenso lncgo al instantc a tanbien fundarnentada opinion.

I

La Libra astronomica consta de siete partes:cuatro de caracter polernico y tres cientifico.En esas cuatro secciones de controversia elrnetodo que sigui6 fue el de citar la obra desu opositor, glosarla 0 resumirla para, inme-diatamente despues clavarse a pico en ella yrefutarla hasta en sus minimos detalles.

Sigiienza t:om6 y analiz6 los rnoto dosastronom icos, rnatcmaticos y ieduclivOSde Kino para mostrar su incon istencia yfalscdad. Emplc6 con el jcsuita. 1ll mctodosimilar al que aiios antes Pierre Gasscndihabfa utilizado para impugnar a Descartes,o sea que polcmizo can las mismas arrnas desu adversario, de mancra que podia cscol.is-

ticamcnte, con disimulo mal cncubicrto, lacorrcccion del plantcamicnto para dcsplIc:;

rcargumcniar ell forma silogistica y dcsbara-

tar los sofismas y las Ialaccs conclusioncs. Y,COIllO era de ('sperar en 1111 pcrsonajo comodon Carlos, la ironia no tardo en haccr Sit

34

aparici6n. Asi, a los que afirmaban que loscometas se formaban del sudor y exhala-ciones, recomend6 sudar copiosamente entiempo de secas a efecto de hacer Hoverpues,de no aparecer corneta, aparcceran al menosnubarrones de refrescante lluvia. Y a los queaseguraban que los cometas acarreabancnfenuedades y muertes les dice:

De este cometa le pido a Dios me libre, y a

todos los mios, y con mas iusta ncia de di-

senterias, tabardillo, dolor de cost.ado y 5US

semejantes, que son 10s vcrdaclcros comctas,que as! a reyes y ricos, como a paniC\I];llcS Y

pobres, quitan la vida.

Ell «sa linea su vena clnstica parcce inago-table.

De Kino alirmo que era "gran matcmat i-co" £t\lJH]UC COllstantcllIcntc sc c<[lIiv()cara,

Ialsilicara 0 invcntarn sus calculos; y a los

predicadores, sacerdotes 0 reIigiosos, quesU~i~nal pulpito solo a aterr~rizar a los .fielesc mventos sobre el maleficio cometano, lesco ~ino a callar y no hablar de 10que ignora-ban pnes de 10'contrario solo provocaban "laburla de sf mismos ante 10sdoctos". Siguenzacon sus sarcasmos, abiertos 0 encubiertos, norespeto ni tradicion ni autoridad cuando deasuntos cientfficos se trataba. Para el la ironiano dependia de las dimensiones del argumen-to burlon, sino de sus matices. Pocos en suepoca supieron injuriar tan profundamentecon frases disfrazadas de lisonja.

Esta actitud nos perrnite evaluar su tallaintelectual como hombre de ciencia moder-no, para quien la astrologfa era una falaciay para quien en asuntos astronomicos solocontaban Ins hcchos comprobados, las oh-servaciones y los calculos. Asi su ataque alaastrologia 10 hizo desde el seno mismo deesta ya que durante treinta afios elaboro,

por pura necesidad economica, los lunarios,almanaques y pronosticos anuales que loseditores le solicitaban. En esos textos astrolo-gicos -que literalmente detestaba tener quehacer- se lanzo contra las creencias astrolo-gicas, 10 que le provoco no pocas censurasde 10scalificadores del Santo Oficio quienesno entendian como alguien que atacaba a laastrologfa podia redactar lunarios y pronos-ticos a los que calificaba, en un momentode bcnevolencia, solamente de "bagatclas".Yes que don Carlos no comprendia como po-dia la gente crecr esas largas invenciones sinfundamcuto, pues los pronosticos casi siern-pre rcsultaban Iallidos con cl consiguientedesprcstigio del astrologo. Esto cxplica queal hahlar de esos al manaques y lunariosllcgara a alirmar qlle, con ellos, "era mas 10que perd ia en credito que 10quc ganaba ell

rcalcs", porque "es verdad constantc =aiia-dio- que si dura el mundo nn millen de afios

~ •••• L.~"'irI'ilA:lIIIII._~~" __ ••• ,•••' __ ••__ •• ......J

10 mismo sabran y erraran 10s astrologosque entonces vivieren que 10que sabemos yerramos los que hoy vivimos".

El escepticismo astro16gico de Sigiienza yG6ngora es la via de acceso para comprell-der su mentalidad cientifica. Al negar unay otra vez la influencia malefica de astros,eclipses y otros fen6menos celestes sobre lavida humana, afirmo su credo cientffico: "Nohay mas efecto de eclipses que vivir mal nimas rernedio contra el chahuiztle que vivirbien". Para este sabio criollo, la astrologfa secaracterizaba por la "incertidumbre y falen-cia de sus aforismos'' y por los "fundamentosdebilisimos" en que se apoyaba; en cambio laastronomia se caracterizaba por la exactitudy el rigor, pues sus fundamentos eran la ob-servaci6n precisa y el calculo maternatico.

Es facil comprender que esta actitud im-plicaba un rechazo absoluto del argumentode autoridad en asuntos cientificos, 10 que

38

explica que don Carlos, congruente con susideas, afirrnara que en ciencias nadie "puedcasen tar dogmas] ... 1 porque Cll ellas no sirvede cosa alguna la autoridad sino las pruebasy la demostracion". Obviarnente el primerautor al que rechazo, ante d escandalo delclaustro de la Universidad de Ia cual eracatedratic:o de Astrologfa y Maternaticas,fue Aristoteles. Su repudio 110 pudo ser masclaro: "Aristoteles, Jurado principe de losIilosofos, que a tantos siglos 10 siguen COIl

estimable aprer.io y veueracion, no mcreccasenso 1 ... 1 cuando s« opusieren sus dicui-mcnes a la verdad y razon". Asf, cuando clpadre Kino, apoyado ell el cstagirita y CIl

otros autorcs, alirmo que los cometas eran"rnonstruos", Sigucnza, alectando sorpresa,dice haberse quedado "suspenso [...J y conbasrante miedo, recelandome -confiesa- deque las razones filosoficas que se me ibanofrecicndo para propugllar mi opinion y

39

opugnar la opuesta, pOl'quedarserne dentrodel cuerpo, me causen algun aposterna queme lleve al hoyo".

Su escepticismo cientifico 10 extiendeincluso a los autores modernos a quienesrechaza cuando sus afirmaciones sobre loscometas no estaban suficientemente fun-damentadas: "Nadie, hasta ahora, -afirmanuestro criollo- ha podido saber con cer-tidumbrc fisica 0 matcmatica de que y endondc sc cngendran los cornctas, con quemucho monos podran pronosticarse". Lounico que puedc aceptarse son los hcchosobscrvados, verificados y mcdidos. Este escl unico camino a la verdad, 10 demas per-ienccc al dominio de la fantasia. Los hcchosobscrvados "uo dcben cxaminarse median-tc las Iiccioncs de los poclas, sino con losprincipios y disposicioncs de la naturalezamisma". Y cstos "principios y disposicioncs"sou los movimicntos regulares prcdecihles y

40

verificables de los astros. Ninguna excepcionexiste en el orden de la natnraleza. Todos susfen6menos estan regidos por leyes inmuta-bles, susceptibles de ser perfeccionadas porobservaciones sucesivas cada vez mas exac-tas. Toda violacion aparente de esas normasque rigen el mundo fisico es debida no a lainexistencia de leyes, sino a la ignoranciade los hombres sobre ellas. Sin embargo elmemento en que don Carlos se coloca real-mente dentro de la moderna concepcion dela cicncia es cuando afirrna que la capacidadhuman a de comprender el mundo Ifsico tienelimites dificilcs de supcrar:

Los hombres no han podido alcauzar cl <:0-

uocimicnto de la naturalcza de las cstrellas,

sus inllucncias y vinudes COil cvidcucia Ifsica

y matcm.itica certidumbrc, <lunquc apelcn a

las expcrieucias y observaciones, qHe dicen

ser los Iuudameutos de estc arte,

41

Esta afirrnacion nos permite comprenderel alcance y 10s limites de la Libra astronomicaya que si bien, como dijimos, es un autenticomanifiesto de la modernidad cientffica, pOl'otra parte esta situada justo en el umbral dela nueva cosmologia, que en esos 1lI ismos afiosaparecia ell el horizonte ciennfico europeo,pero no mas alla. La razon es claramente ex-plicable si acudimos a los hechos historicos.

Es indudable que los calculos asironomicoshechos pOl'Siguenza del corneta de 16HOfue-ron realizados con precision. Sus observacio-nes fueron cfcctuadas en diversas fechas, 10

qne le facilito cl CO\t:jo de las cifras obtenidas.Incluso llego a cOlllparar sus datos con los deotros astronomos europeos, 10 que Ie permitioafinar aun mas sus calculos. AI mismo tiernpo,del otro lado del Atlantico, otro astronomo y

matematico, Isaac Newton, realizaba obser-vaciones parecidas sobre d mismo corneta,midiendo en fechas similares a las de don

Carlos, los paralajes del astro. Pero si loscalculos de ambos resultan similares (y bastapara ello comparar la "Quinta secci6n" de laLibra con el "Libro ur, "Proposicion XU", dela Philosophic Naturalis Principia Mathemauca

de Newton) las consecuencias deducidas sondiferentes. Sigiienza midio para comprobarel caracter ultralunar de los cometas y sumarcha regular en una orbita muy amplia,10 que demostro plenamente. Los calculosde Newton arrojan los mismos resultados,£lunque estos solamente fueron un punto departida hacia resultados que nuestro criollonovohispano jamas imagino. Newton demos-tro el caracter eliptico de las orbitas cometa-rias y la sujecion de esos astros a las leyes de lagravitaci6n universal. En este sentido, el grancometa de 1680 es sin duda el mas importanteen toda la historia de la astronomia, pues fuela piedra de toque de la nueva cosmologfamccanicista, es decir fue el astro que permiti6

L::-J ---- -.-

43

a Newton establecer definitivamente las leyesgravitacionales que rigen el universo. Estoexplica que la Libra astron6mica, y con ella lasobras de otros autores que, como Siguenzase abrian a la ciencia moderna, haya caidoinjustamente en el olvido. Solo hasta nuestrosdias se la ha reivindicado, despues de casitres siglos. Este destino fue corrnin a todaslas obras que abatieron la astrologfa judicia-ria, sin importar S11 modernidad cientifi-ca. Se diria que almatarla, murieron COIl ella,Perdido entre los intelectuales el miedo a 10scometas, 10sdoctos libros que favorecieron suliquidacion solo fueron objeto de curiosidadbibliogr.ifica. Quedando los cornetas "libresde las infamias que sin razon les imputan", loslibertadores Iueron olvidados tambien.

Sin embargo, la Libra astronomica y philosophicatrascicnde y COIl mucho a esta clasificacion,

44

ya que no solo fue una clara expresion demodernidad cientifica sino tambien, y estees quiza su aspecto mas perdurable ypor ellomas digno de recordacion, una afirrnacionreiterada de 10 que para Sigi.ienza y Gongo-ra fue una constante en todas sus obras: laexaltacion criolla de la patria. Si alguna ideaatraviesa la Libra astron6mica de principioa fin es indudablemente esta. Mas aun, afirmoque no podemos comprender la modernidadcientifica de don Carlos si la disociamos desu labor de rescate y revalorizacion de la his-toria, la naturaleza y la cultura de 10 que el,como buen criollo, ya consideraba su patria.No en vano firmaba sus obras con el titulo dePresbitero Mexicano que era, en esa epoca,tanto una afirmacion como un reto. Vistobajo esta nueva Iuz resulta explicable y logicoque haya reaccionado tan violentamente alascrfticas de un europeo. Su respuesta a Kinofue la manifestacion tanto de su modernidadcomo de su criollismo. Sus conocimient.os

45

lcientfficos formaban una unidad junto conesa actitud que el expresaba abiertamentecomo "el gran amor que a mi patria tengo".Esta caracteristica hace de la Libra astron6-mica una obra singular dentro de la amplialiteratura que provo co el cometa de 1680.

Si bien Siguenza no es el creador de laprosa cientifica en nuestro pais, si fue el

primero en dar a sus escritos cientificos unsesgo peculiar, propio, don de nunca estaausente la exaltacion de America frcnte aEuropa, del Nuevo frente al Viejo Mundo.Este elernento metacientffico carac.terizaragran parte de las obras de cicncias cscritas enMexico en los siglos XVIII Y XJX, como formacxplicita de afirrnar que cl conocimicntocientifico era una de las dimcnsioncs de lacultura, primcro patria y dcspucs, ya en clsiglo XIX, nacion.il.

Dc csta manc-ra la Libra asnimomica pasade set' un tcxto abstruse y complejo de astro-

nornia a ser una defensa y una afirmacion deMexico y America ante Europa; y Siguenzarnerece ocupar un Ingar destacado en la lar-ga lista de aquellos que en 10s cuatro siglosque siguieron al Descubrimiento de Ameri-ca, se opusieron a la condena y al estigmade inferioridad lanzada pOI' 10s europeoscontra el Nuevo Mundo. Y en Siguenza nosolo se da la actitud defensiva, sino, comovimos anteriormcnte, en sus escritos aparcccel coniraataquc. En multiples pasajcs de suobra sobrc los calumniados cornetas Sigiicn-za paso, una y otra vez, de la astronomia masclcpurada a la diatriba de un amcricano queha sido vejado ell su orguUo irnelectual:

Viva mil <lJ-IOScl Illlly religioso y R.I'o por clalto COllccpto que t lIVO de uosot.ros los AlllC-ricanos al cscribi r cstas cl.iuxulas. Picns.ui ellalgllllas partes de b ElIloopa, YCOli cspociali-dad CII !as scpu-urrionak-s, pOl' l11;is remoras,que 110s610 los Indios hahitadorcs originarios

4(i 47

de estos Paises, sino que los que de padresespafioles casualmente nacimos en ellos, 0

andamos en dos pies par divina dispensaci6n,o que valiendose de microscopios inglesesapenas se descubre en nosotros 10 racional.

Puesto en esa linea de ofensiva intelectualdon Carlos no se detuvo. Asi, cuando Kinoafirm6 que las desgracias acaecidas en elmundo en los afios de 1641y 1644 habian si-do causadas por un cometa aparecido variosafios despues, en 1652, y que ese cometa 0

"monstruo'' de cualidades retroactivas habiasido devastador, Siguenza le respondio que10 unico monstruoso era argumentar condislates tan grandes y devolviendole el insul-to al padre le dice que eso sf era prueba detener "trabajoso eljuicio":

Esta ya obedccido el R.P. en cuanto mand6;y le sigue, por conclusion necesaria de estoscotejos, tener el juicio muy trabajoso quien

48

dedujere y afirrnare 10 que aqui deduce elR.P. Porque (en que razon, en que juicio, enque entendimiento (no digo de Aleman ycultivado en la Universidad celeberrirna deIngolstadio, sino de Americano y mal des-bastado en la, aun poco celebre, de mi patriaMexico) cabe el decir que, de 10 sucedidopar los a110s de 1641 y 1644 Iue precursor,causa 0 serial, el Cometa que se aparecio pOI'

diciembrc de 1652?

Ycomo remate le lanz6 un dardo mas:

A estos primores llegan las especulacionesfilosoficas de (ll lien vino de la docta Aleman iaa enscriarnos las Matematicas en la ignoranteAmerica! ...J

Estas ultimas lineas nos muestran basta quepunto la prosa aristada y virulenta de nuestrosabio criollo trascendio su finalidad pura-mente cientffica para convertirse en algototalmente distinto; y es con esta optica como

49

~ •••• It'oiiiIi""';;;LI""""'"'fl-"''''~I~~i'_

1"

/i

conviene que evaluemos y comprendamos losalcances que tuvo para Mexico la aparici6ndel cometa de 1680.

De esta forma fue como don Carlos de Si-giienza concibi6 y redact6 una obra maestraque nos resulta cercaria y actual a los queamamos la ciencia y la historia de nuestropais. Remernorar a esa ilustre figura, en granmedida olvidada pero aun viva y vigente, fueuna forma de verlo hay aqui, entre nosotros,en esta ilustre Academia Mexicana.

Muchas gracias.

50

RESPUESTA DEJAIME LABASTIDA

51

Senor Director de la Academia

Mexicana de la Lengua,

Senores Academicos,

Senoras y senores,

Amigos todos:

Pocas tare as tan gratas he realizado en mi vi-

da, como la que realize hoy, cuando responde

al discurso de ingreso de don Elias Trabulsc

a la Academia Mcxicana de la I,cngua.

El ingrcso de Trabulsc a esta institucion

(que se ocupa de 10 1II,lS ccrcano y hcrmosopara el oklo del hombre, digo, la palabra), co-

rrobora IIl1a rradicion ccntcnaria ya de IIIICS-

t.ra Ar.adcm ia. Aludo a Ull hccho decisive:

porque, des de el momenta de su fundacion,han pertenecido a la Academia Mexicana, yesto constituye uno de sus timbres de orgullo,Ios historiadores mas eminentes del pais. Enese sentido, dire que no cabe duda de queTrabulse es, por derecho propio, uno delos historiadores contemporaneos que ya halogrado el nivel de excelencia que solo alcan-zaron unos cuantos, acaso los mas ilustres,los mejores investigadores de la historia deMexico, los que han sido a su vez miembrosde nuestra institucion. Hablo de investigado-res de la talla de Joaquin Garcia Icazhalceta,Alfredo Chavero, Manuel Orozco y Berra,Igriacio Bernal, Angel Maria Garibay, ya falle-cidos; de Silvio Zavala y Miguel Leon-Portilla,aun vivos y en plena actividad creadora: conIos dos ultimos, Trabulse forma el trfpode dela investigacion historica en Mexico, hoy.

Trabulse es un investigador que ha trabaja-do 10 mismo en Ia historia economica que en

54

la historia politica; en Ia historia literaria queen la historia de las religiones. Pero, pOI'enci-ma de todo, Elias Trabulse se distingue por elenorrne esfuerzo que ha desplegado al sacara luz las Fuentes de Ia historia de la cienciay la tecnologfa en Mexico. En este aspecto,su labor es unica. Debemos reconocer en el aun hombre apasionado que indaga de modoincansable tanto en los textos impresos, an-tiguos y modernos, como en 10s archivos deMexico y el extranjero. Su objetivo consisteen mostrar, entre otras cosas, como la cienciatransforma las mentalidades, de que maneraprovoca cambios en la sociedad. Trabulse es1111 investigador de las ideas, aun mejor: unhistoriaclor Iilosolico de la ciencia.

Otros hisroriadores se oenpan de la hisio-ria en tanto que tal, de Ia historia de la litera-tura 0 de la historia econornica. Trabulse 10haec tam bien, especiahucntc en la economiay la litorauira: aS1, sus hallazgos e interpreta-

55

ciones de Sor Juana son ejemplares, sin duda.Empero, el campo don de no tiene paraleloni conoce par, al menos en Mexico, es unespacio que parece pertenecerle a el soloy formar su co to personal: la historia de laciencia y la tecnologia.

Su aportaci6n decisiva acaso sea su Historiade Laciencia en Mexico, una magna enciclopediaen cinco volumcnes: que va del siglo XVI alsiglo XIX.i Cuaruos la hemos leido nos asom-bramos de esta obramonumenral, a un mismotiempo serena y apasionada, ell Ia que sc hanrecogido, COIl crudicion y pacicncia extrcmas,

I Elfa, Trablllse, l listori« tie La rirucia en. !VHxim, rinroVOJtI)IlCIlCS,Mexico, COlIs"jo Nac.ioual de Cicnr.i» )' '1,:("_lIologfa (Colla<:),I.) y FOIlc!o de Cult.u ra i<:colI'"»llica, (I. r.Siglo X1-'/, I ~)W\; I. II, Sip,-to XI'll, I 'JiB; I. III, Sigio X\'III, I 'JH:;; I.

IV, Siglo XIX, 1911ri; y I. V, ill'huli("('s (' indices, I~)H'J), Ell ("ada

11110de cstos VOh"III'C)lCS,Trahulsc ("Olll.() COil I••colabo.-a-

("i,") de otros hisl.o.-i;lc!orcs nar.ior: ••le-x: asf, ell ell SlIsall;'

Ak;inl.ara y Mc.rrrxlcx Alonso; en el II All xrt.o Sanniellio

y Maria Pardo; ell «l III de e()]":C»Ci,") Arias y C;indida

Fcrnandcz: yen cI IV Perla Chinchilla Pawlillg,

!I(i

los textos mas importantes de los sabios rnexi.canos, sea en la medicina 0 la astronomia,sea en la geograffa 0 la astronomia, sea en laquimica 0 la fisica, sea en la arqueologia ()la paleontologia, sea en la botanica 0 Ia zoo-logia, en sum a, en todas las disciplinas en lasque Trabulse reconoce el esfuerzo propio deun investigador nacional. Con esto, Trabulseha puesto en relieve, a un tiempo, los aportes ylos limites de nuestro desarrollo cientifico: losaportes, porque demuestra los esfuerzos que,a 10 largo de cuatro siglos, han realizado lossabios mexicanos; los limites, porqne su tra.bajo es tambicn una den uncia de los magrosresultados que, en esos siglos, han obtenid«uucstros invest.igadorcs: pocos han alcanzad«relieve universal.

A partir de cstc trabajo inmcllso, que C01lS\\-

mio quince aiios de su vida y que culmino enJ9H9, Trabulse ha podido oClIparsc de otrosproblemas relacionados con la ciencia ell

57

------------_._-------

nuestro pais y, asi, en 1995 nos entreg6 unaestupenda investigaci6n en la que se dan citael gusto tipografico, la veracidad cientffica y elmas intenso de los place res esteticos. Se tratadellibro Arte y ciencia en la historia de Mexico',

que avanza par un doble sendero. Por un lado,muestra el esfuerzo del cientffico que hace desu trabajo una obra de arte, es decir, de quemodo traduce a lenguaje iconografico el textoescrito. Trabulse investiga los casos especffi-cos en los que se presenta una clara relaci6n,en la actividad cientffica, entre concepto eimagen y muestra la estrecha vinculaci6nque hay entre la palabra -el signo verbal- yla imagen plastica -el signo grMlco-. Porotro, muestra el csfuerzo de algunos artist asplasticos mexicanos que intentaron dar ca-racter cientifico a su tarea estetica. ~Es la deTrabulse una tarea arriesgada? Por supuesto,

, Elfas Trabulsc, Ark y ciencia en. fa hisioria tit' Mexico,Mexico, Fomcnto Cultural Bauamcx, I<)<)!).

!)8

pero tambien es necesaria. No son pocos loscientificos que se han esforzado pOl'unir, ensu trabajo, el rigor cientifico y el placer este-tico. Los matematicos califican como bellauna ecuaci6n, si esta es sencilla; los fisicosdicen de una ley natural, si se expresa en unaforma sintetica, que es bella y nitida, clara yexacta. Quisiera recordar que Alejandro deHumboldt escribi6, en un hermoso libro de sujuventud, Cuadros de la naiuraleza, que se pro-ponfa aplicar "la estetica a los objetos de lasciencias naturales" 0 bien, "tratar de un modoestetico las ciencias naturales". 'I

Pero vayamos al texto que Trabulse nos haleido hoy. Como 10 han comprobado, ofre-

:I Alejandro de l Iumholdi, CIl "Pre-facio a la primcracdicion alemana", en Tablcanx dr fa Nature, Guerin, Paris,186G, L I, p, ;) (la uaduccion de Ga lnski sc reproduce enla primcra version). Enla edicion de Firmin Didot Frcrcs,Paris, 18!)O, t. I, I': 2, se ofrece la traduccion de FerdinandHoefer. La cdicion espanola (Mexico, Siglo XXI, I<)!)~»),apartir de la aicrnana, coincide COil la de Hocfer.

59

-- .------- -----------------------------, .•.-------------

ce en el otra prueba de su enorme talentode historiador. Ha elegido para su discurso deingreso un tema que le es particular mentecaro, la figura seriera del que fue, sin duda,el cientifico mas riguroso de la epoca colo-nial: Carlos de Siguenza y Gongora y su pole-mica con eljesuita Eusebio Francisco Kino, aproposito del transire del cometa de 1680 porel ciclo de Mexico. Permitanme hacer algunaprecision. Kino llego a la Nueva Espana pre-cedido de una cnorrne fama de historiadory de cicntifico. Hasta Sor Juana, deslumbra-da pOl' S1I talent», le escribio un soneto, sinduda adm irabk: por S11 bdlcza, pero en cl quesc dcnuncia, por su caractcr hiperbolico, el

csc.aso conoc.imir-uto qlte Sor juana tenia de10s asuntos ast ronomicos. Dice pues en 10s

versos finales (habla de Kino):

icaros de discursos racionales,hasta que el tuyo, Eusebio soberano, les dioluz alas Luces celcstiales.

Torlo cl couoc.im icnt.o tOfPC humauoSC CSlllVO OhSClIfO sill ([lie !as uiorralcsplumas purlicscu scr, COil vuclo IILlIlO,

Ya hemos advertido, en las palabras leidaspor Trabulse, la oposicion que hay entreun discurso cientifico, racional, como el deSigiienza y otro, el de Kino, retrograde yoscuro. Sigiienza mide el transito del cometaen grados; 10 observa por medio del teles-copio; Kino, en cambio, 10 mide en palmos(es 0bvio que los de la mano), sin hacer usode ningun instrumento, COIl los ojos lim-pios (0 sucios, mejor dicho). Kino posee lamentalidad del misionero llegado a la NuevaEspana en el curso del siglo XVI y no la ac-titud moderna de Sigiienza, forrnado en lasteorias de Copernico, Kepler y Galileo. Paresto, no es extrafio que despliegue su trabajoreligioso en las zonas aridas del Occidente:en Sinaloa, Sonora y las Californias.

GO 61

Creo que, a 10largo de la epoca colonial,Siguenza s610 tiene otro espiritu cientificoa su misma altura: Jose Mariano Mocirio, elilustre botanico y explorador que acompafio aMartin de Sesse en la Expedici6n a Nutka,aquel que escribi6 los textos filos6ficos masaudaces public ados en la Gaceta de Literaturede Mexico por Jose Antonio de Alzate. Perornientras Mocifio es un claro fruto de lailustraei6n borb6niea, el inmenso talento deSigucnza brill a como una estrella solitaria enel oscuro cielo de la Espana de los Austria.

Porquc impulsara en cste ellerpo, sinduda, la invcstigacion historica y porquc sulabor le clara lustre a la Academia Mexicana,celebre, sin disimular mi cntusiasmo, d in-greso de Elias Trabulsc a nucstra institucion.I.c doy, en nombre de todos los acadernicos,Ia mas cordial bicnvenida, diciendole: entra,Elias, esta es tu casa.

62

I.aiusia de fool' annetas. Don Carlosde Sigiienzay (;()ng'(nn y Laustronomia tif su. sig/o, editadopor la Dircccion Gcncral de Publicacionesy Fomcnto Editorial, se terrnino de impri-mil"cl 20 dcj ulio de 2010 en los tallcrcs deNavcgantcs de la Comunicacion GnificaS.A. de cv, ell Pascual Ortiz Rubio 10,Col.San Simon Ticumac, Dclcg. Benito.Ju<ircz, c.r. oseoo, Mexico, D. F. Para sucomposicion sc usaron tipos I TC New Bas-kerville de 11/15 pts. Imprcsos en Offset.El t iro Iuc de 1000 cjelllplarcs, impresosen papcl Bowl ahucsado de 90 gr .. Iorros

ell Couc.h« de :'00 gr.