la invasión napoleónica y la crisis dinástica de españa

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LA INVASIN NAPOLENICA Y LA CRISIS DINSTICA DE ESPAA (Resumen: Claudio Williman(h) Carlos Panizza Pons)Desde 1795, Espaa era aliada de Francia y el golpe de Estado que llev a Napolen Bonaparte al poder como integrante del Consulado, no introdujo cambio en las relaciones entre ambos pases.En 1804, ante una agresin de la flota britnica, el rey espaol Carlos VI le declara la guerra a Inglaterra y realiza con Napolen una especie de nuevo pacto de familia. Pero mientras se reiteraba la alianza con Francia, el Prncipe de Asturias, heredero de la Corona de Espaa, volcaba sus simpatas hacia Inglaterra. Por lo tanto, a la decadencia poltica y moral de la dinasta espaola se agregaba ahora una divisin profunda entre el Rey y su heredero. Sin dudas Napolen despreciaba a esa dinasta espaola. Pero desconoca al pueblo espaol, con su sentimiento de honor nacional.

LA GUERRA CONTRA PORTUGALPortugal era el principal aliado de Inglaterra desde el Tratado de Methuen de 1703, la cual liquid la industria textil portuguesa. Por dicho motivo Napolen enfrenta a Portugal, que tiene como antecedente inmediato el bloqueo continental y la Paz de Tilsit.-Bloqueo continental: Napolen no poda atacar militarmente a Inglaterra en su propio territorio, por lo que resuelve hacerle una guerra econmica, ordenando que ningn barco britnico pueda entrar en un puerto europeo. -Paz de Tilsit: entre Napolen y el zar Alejandro, desconforme con su aliada Inglaterra por no recibir de ella suficiente ayuda financiera. En este pacto, Rusia y Prusia se adhieren al bloqueo continental.

Desde el estallido la guerra por mar, se haba amontonado en Oporto y Lisboa productos ingleses coloniales y metropolitanos, que no lograban entrada fcil en los puertos de Europa, ni en los mueles y almacenes. Desde all se inund Espaa de productos ingleses llevados por contrabandistas, hasta el propio sur de Francia. Con este panorama ningn gobierno portugus poda adherir pacficamente al bloqueo decretado.El 12 de agosto de 1807 Francia exige al gobierno de Portugal que declare la guerra a Gran Bretaa y que lo haga antes del 1 de setiembre. Peda adems que cerraran los puertos a los barcos ingleses, encarcelar a los ingleses, embargar y confiscar mercadera inglesa y que se uniera la escuadra portuguesa con las potencias continentales.La imposibilidad de Portugal de aceptar ese ultimtum por parte de prncipe Juan, regente de su madre, la reina Mara I desde 1790, mostraba a las claras que la intencin de Napolen era terminar con la Caza de Braganza. De todas maneras, el prncipe Juan se dobleg hasta lo inaudito, aceptando todas las exigencias, menos la de embargar y confiscar la mercadera inglesa y arrestar a los sbditos ingleses.Pero Napolen ya tena reunidos, cerca de Bayona, 25.000 hombres, y antes de que pudiera recibir la respuesta a sus exigencias, y haba mandado embargar los barcos y mercaderas portuguesas que estaban en puertos franceses y en dominios franceses. Quedaba pendiente tan solo el paso hacia Portugal por sobre territorio espaol.El 24 de noviembre de 1807, luego de una desastrosa marcha, el Mariscal Janot lleg a Abrantes desde donde lanz el ultimtum al Regente Juan, quien el 26 hizo saber a la nacin, usando carteles en las calles, que habiendo realizado toda clase de sacrificios para evitar derramamiento de sangre y conservar la paz, haba resuelto pasar con su esposa y toda la familia real a Ro de Janeiro. El 27 de noviembre se embarca toda la familia real y la Corte en barcos ingleses y nacionales y el 30 entra Janot en Lisboa con slo 1.500 hombres. No quedaba bien parada la Casa de Braganza con esta retirada frente a fuerzas tan reducidas, si se piensa que Lisboa tena unos 300.000 habitantes, con 30.000 hombres aptos para pelear. Quiso no derramar sangre pero evit as enfrentar la responsabilidad de la defensa del territorio.El retiro de Juan de su pas, lo hizo de mala gana y al llegar a Ro de Janeiro, el 22 de enero de 1808, ya anunciaba su deseo de regresar a su pas en la primera oportunidad, pero no lo poda hacer por sus propios medios.

INVASIN NAPOLENICA A ESPAALas relaciones entre Napolen y el gobierno espaol no fueron fciles durante los aos previos a la invasin. Sin embargo puede decirse que Carlos IV haba sido un fiel aliado de Napolen.Seguramente la idea de tomar Espaa debi darse por el pensamiento de Napolen de someter a toda Europa. Espaa tena un valor estratgico, que lo haca pensar que poda desempear un especial destino militar en la lucha atlntica contra Inglaterra. Adems si se piensa que la armada inglesa dominaba el Golfo de Vizcaya, el Atlntico y el Mediterrneo, y tena una base de operaciones tan importantes como Gibraltar, se advierte que no haba bloqueo continental posible mientras Espaa no fuera conquistada. El pretexto fueron las discordias en la decadente monarqua borbnica de Espaa y el desprestigio de los Reyes y su favorito Godoy a los ojos del pueblo.Con el pretexto expreso de asegurar la conquista de Portugal, ya iniciada por el Mariscal Junot, 100.000 soldados franceses penetraron en Espaa, tomando posesin de sus principales ciudades y fortalezas, al mando de los generales Dupont, Murat, Moncey y Bessires. Napolen no se tom el trabajo de informar a Espaa, por las vas diplomticas, del paso de los ejrcitos franceses por su territorio. Pero ya adentro, Napolen decidi obrar abiertamente. Murat march sobre Madrid con 80.000 hombres. Godoy alarmado proyect la salida de los monarcas hacia Amrica, pero Carlos IV lo desminti. Pero secretamente los preparativos para el viaje continuaban, y se realizara entre el 17 y 18 de marzo, como lo manifest el propio prncipe Fernando.El pueblo vigilaba el palacio y la casa de Godoy, y un tiro fue la seal para iniciar el Motn de Aranjuez en la noche del 17 al 18 de marzo de 1808. A consecuencia de esto, la situacin del rey se hizo insostenible, y termin abdicando a favor de su hijo Fernando VII, cuya conspiracin contra su padre dio resultado.Pero la alegra dur poco, Murat convenci al ex rey Carlos que publicara una declaracin afirmando que la abdicacin fue por la fuerza y que no reconoca a su hijo como rey. Por otro lado, el jefe francs le inform a Fernando que no reconocan esa revolucin y que le corresponda a Napolen disponer del destino de Espaa.Fernando cedi y el 5 de mayo de 1808 comunic a Napolen su abdicacin a favor de su padre Carlos. Napolen en seguida redact con ayuda de Godoy un documento por el cual Carlos ceda todos sus derechos al trono de Espaa a favor de Napolen, al haber recuperado el trono de manos de su hijo.Una vez la Corona en sus manos, Napolen design rey de Espaa a su hermano Jos Bonaparte.

ORGANIZACIN DE LA LUCHAAl tenerse conocimiento en el resto del territorio espaol de los detalles de los levantamientos populares y de las abdicaciones en Bayona, el pueblo manifest su indignacin.Fernando declaraba hallarse sin libertad e imposibilitado de tomar medidas para salvar su persona y mandaba combatir contra Francia, y dispona la convocacin de las Cortes a fin de proporcionar arbitrios para la guerra que deba iniciarse. En toda Espaa se entendi que se le haba reintegrado la soberana que le fue usurpada por los invasores.No ha habido otro ejemplo de levantamiento ms rpido y unnime contra una dominacin extranjera, la reaccin se produjo casi el mismo da, son concert previo.En cada provincia se constituy una Junta Revolucionaria para proveer a la defensa de sus territorios.Desde la capital Napolen inicia su obra de orientacin liberal-revolucionaria, quizs as ganaba simpatas. Declara abolida la Inquisicin, suprime las dos terceras partes de los derechos feudales, suprime los conventos de religiosos y las aduanas interiores. Pero eso resulta intil. La resistencia, desde el 25 de noviembre de 1808 est orientada por la Juna Central Suprema y gubernativa, que sustituy a las distintas juntas provinciales, instalndose en Aranjuez. Estaba integrada primero por 24, luego por 35 miembros, con dos diputados por provincia. El presidente era el conde de Floridablanca, a su muerte quedar Jovellanos.La Junta, en la preocupacin de ser ms representativa y dar a las Indias su directa representacin, autoriz a las autoridades de Filipinas, Buenos Aires, Nueva Granada, Per, Nueva Espaa, Cuba, Puerto Rico, Guatemala, Chile y Venezuela para que nombrasen representantes. Ello significaba iniciar una nueva era en las relaciones entre Espaa y las Indias. Se ratificaba que Amrica no era colonia, sino parte integrante de la monarqua espaola. La representacin se haca por medio de un delegado por Virreinato o Capitana General, elegidos por los Ayuntamientos.Esto pona a Amrica en inferioridad frente a Espaa, ya que ellos tenan dos representantes por provincia. Amrica protest por esta discriminacin, y el decreto no se hizo efectivo a lo largo de 1809, aunque la lealtad con Espaa continu. La Junta Central se desprestigiaba por las derrotas sufridas, por lo tanto haba que hacer cambios.El 29 de enero de 1810 la Junta Suprema y Gubernativa del Reino constituy el SUPREMO CONSEJO DE REGENCIA, y le trasmite todos los poderes y se traslada a Cdiz, proclamando como legtimo Rey a Fernando VII.

EL RO DE LA PLATAEl conflicto entre Montevideo y Buenos Aires, tiene races en el comercio y la competencia de sus puertos; adems de los enfrentamientos entre Elo y Liniers.El Coronel Francisco Javier de Elo fue designado gobernador interino de Montevideo por el virrey Liniers, tambin interino desde 1807. Los montevideanos protestaron porque la designacin corresponda al rey, pero el Cabildo termin admitindolo.El conflicto de Liniers y Elo.- En 1808 cuando llegan al Ro de la Plata informaciones sobre los sucesos de Espaa (la invasin napolenica, la renuncia de Carlos IV, la rebelin de los espaoles contra la dominacin francesa) gobernaba desde Buenos Aires como Virrey Santiago Liniers, con mucho prestigio por su actuacin durante las invasiones inglesas. Liniers era francs y haba mantenido correspondencia con Napolen cuando Francia y Espaa eran aliadas. Pero en momentos que Francia ocupaba Espaa y en sta el pueblo se haba rebelado contra el dominio francs, su origen lo haca sospechoso.Al mostrarse vacilante sobre qu actitud tomar frente a los sucesos de Espaa (reconocer o no como Rey a Fernando VII) aumentaron las sospechas y el gobernador de Montevideo, Francisco Javier de Elo, propuso que el Virrey Liniers fuera destituido. En sta postura fue acompaado por el Cabildo de Montevideo donde estaban representados sectores sociales que desde haca tiempo estaban enfrentados a las autoridades del virreinato por razones econmicas (los estancieros y los comerciantes).Liniers destituy al gobernador Elo pero el Cabildo de Montevideo convoc a un Cabildo Abierto, el 21 de setiembre de 1808, que resolvi no cumplir con lo ordenado por Liniers y constituir una Junta presidida por Elo. Esta Junta cumpli una labor de gobierno independiente de Buenos Airesde hasta que fue disuelta en 1809. La disolucin de la Junta de Montevideo fue decidida por la Junta Central de Espaa que gobernaba en nombre de FernandoVII. La Junta Central tambin resolvi destituir a Liniers designando en su lugar Baltasar Hidalgo de Cisneros. Estos hechos fueron preparando el camino para lo que pasara en 1810. En 1808 no se hablaba de independencia, pero se introdujeron algunos elementos importantes: a) la desobediencia a la ms alta autoridad de la regin (el virrey); b) la formacin de un Cabildo Abierto alterando la costumbre; c) durante estos sucesos se expresa que si no hay rey, la soberana vuelve al pueblo y que los espaoles americanos tenan los mismos derechos que los espaoles europeos, por lo que tambin podan formar juntas.

Contina

REVOLUCIN DE MAYOMAIZTEGUI CASAS, Lincoln R., Orientales, Una historia poltica del Uruguay, tomo I, De los orgenes a 1865, Ed. Planeta, Buenos Aires, 2005

JUNTISMO DE 1810 Las noticias que llegaban desde Europa a principios de 1810 eran desalentadoras para la causa de la resistencia antifrancesa. La presencia del propio e invencible Napolen en Espaa pareca condenar irreversiblemente a la derrota a los defensores de los derechos del rey cautivo Fernando VII, y el elemento criollo, en toda la extensin de vastsimo imperio espaol, debi necesariamente plantearse la interrogante clave, si Espaa desparece, absorbida por Francia, o si Jos Bonaparte se consolida como rey, qu va a ser de estas colonias?

Era, por supuesto, un momento trgico para los patriotas espaoles. Pero, a la inversa, representaba una ocasin ptima, para que la burguesa criolla, vida de libertades comerciales y autonoma poltica, pudiese lograr sus objetivos. Por ello, resulta perfectamente natural el estallido del poderoso movimiento juntista de 1810, que fue el inicio del derrumbe de un sistema colonial que ya agonizaba. Espaa no estaba en condiciones de detener una rebelin de sus colonias y los intentos que realizara la Junta de Sevilla para lograr el apoyo de stas a travs de concesiones resultaban insuficientes para las aspiraciones criollas. Por ello, y aplicando el principio consagrado por los propios espaoles de retroversin de la soberana a los pueblos, en todas las zonas del imperio se produjeron movimientos juntistas que sustituyeron las autoridades coloniales por otras integradas por elementos criollos. Despus de todo no eran tambin pueblo los americanos?

El 29 de enero de 1810, la Junta de Sevilla, instalada transitoriamente en la isla de Len debido a los avances de las tropas francesas, convoc a cortes en Cdiz y decret su disolucin, nombrando en su lugar un Consejo de Regencia de 5 miembros. Sobre finales de marzo la noticia ya se haba extendido por toda Amrica () en abril se instal en Caracas la primera junta criolla emanada de la retroversin de la soberana al pueblo; en mayo se produjo la instalacin de la junta de Buenos Aires, que sustituy al virrey; en julio estall el movimiento juntista en la capital del virreinato de Nueva Granada, Bogot; ese mismo mes se precipitaron los disturbios en Chile, que culminaran en la constitucin de una junta de gobierno; en agosto se constituy la junta de Quito; en septiembre en Mxico virreinato de Nueva Espaa-el cura Hidalgo realiz su llamado revolucionario que determin el inicio del movimiento ms popular y radicalizado del continente. Algunos de estos movimientos se consolidaron y triunfaron, otros fueron reprimidos y dominados transitoriamente por las autoridades coloniales, que tuvieron su poder en Lima, capital del Virreinato del Per; pero, considerados colectivamente, significaron la debacle del sistema colonial espaol.

El movimiento juntista de 1810 tuvo las siguientes caractersticas bsicas:a) fue general. Con la excepcin del Per, se produjo en todas las zonas del extenso imperio espaol.b) fue espontneo. No obedeci a un plan general, sino que surgi segn las caractersticas particulares de cada zona. Las juntas de las diversas regiones actuaron independientemente las unas de las otras, sin coordinar esfuerzos sino de forma muy circunstancial. c) Fue autonomista. Esto quiere decir que no tuvo, al comienzo, una definicin clara por la independencia respecto a Espaa, () Sus protagonistas exigan el autogobierno pero no objetaban en principio la pertenencia a la monarqua espaola. Debe sealarse, sin embargo, que en todas las juntas que constituyeron actuaban elementos radicales que queran la independencia, aunque inicialmente fueron minoritarios. Esta situacin () cambiara rpidamente ante la intransigencia de las autoridades coloniales. d) Fue patricio. Pese a que tanto sus protagonistas como los historiadores americanos posteriores hablan de el pueblo, las convulsiones revolucionarias slo afectaron a las clases altas y no modificaron sustancialmente la realidad social de las clases populares, que participaron de forma muy reducida y circunstancial. Los dirigentes criollos aspiraban a lograr el derecho de autogobernarse, pero no tenan inters en modificar la estructura social, que dejaba a indios, negros (esclavos o libres) y campesinos en la escala inferior de la pirmide. Este carcter patricio tuvo dos excepciones fundamentales; una fue el movimiento mexicano de 1811, liderado por los curas Hidalgo y Morelos, que levant reivindicaciones sociales y tuvo carcter de rebelin popular. Y la otra, el gran movimiento federal del Ro de la Plata, encabezado inicialmente por Artigas, ms tarde por caudillos de algunas provincias argentinas y por ltimo por los porteos Manuel Dorrego y Juan Manuel de Rosas. En esta corriente, pese a que la conduccin estuvo por lo general a cargo de grandes terratenientes, particip de forma directa el elemento popular del medio rural (gauchos y peones), y posteriormente, el pobrero de las ciudadese) Cont con el apoyo de Inglaterra. Una de las principales reivindicaciones de los juntistas de 1810 era la ruptura del monopolio econmico y la instalacin de un sistema de comercio realmente libre. Esta aspiracin coincida con los intereses de Inglaterra, por entonces duea absoluta de los mares y rectora del desarrollo econmico internacional por estar viviendo la revolucin industrial. El apoyo ingls fue discreto, pues el imperio britnico era aliado de Espaa en la lucha contra Napolen y tena inters en evitar conflictos con la metrpoli de Amrica. ()

LA SEMANA DE MAYO EN BUENOS AIRES Desde que llegaron las noticias de la invasin napolenica a Espaa haba ambiente conspirativo en Buenos Aires. () Los principales cabecillas de esa actividad conspirativa eran personalidades vinculadas al comercio exportador, al ejrcito y a las profesiones liberales (doctores). Destacaban entre ellos Manuel Belgrano, Nicols Rodrguez Pea, Juan Jos Castelli, Juan Jos Paso, Mariano Moreno, Martn Rodrguez y un largo etctera. Se reunan en sitios reservados, pero sin demasiado secreto: la quinta de Rodrguez Pea, el domicilio de Belgrano, la jabonera de Vieytes ()

El 13 de mayo de 1810 lleg a Montevideo la fragata John Parish, con noticias importantes: la huida de la Junta Central Gubernativa de Sevilla a la isla de Len y de las derrotas constantes de la resistencia espaola. El 14 arrib a Buenos Aires el buque britnico Mistletoe, que traa peridicos del mes de febrero confirmando estas noticias.

() El virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros no dej de apreciar el peligro de la situacin y trat de calmar las aguas: el 18 de mayo redact una proclama en la que se comprometa, en caso de confirmarse el cese de la resistencia en Espaa, a convocar a un congreso de todas las provincias del virreinato para determinar cul sera su destino.

La proclama se hizo pblica el da 20, pero para entonces los lderes del partido criollo autonomista estaban en plena ebullicin. Se sucedan las reuniones de corte conspirativo, en las que participaban algunos destacados jefes militares () como Cornelio Saavedra. ()

El 19 de mayo Manuel Belgrano, () Cornelio Saavedra, mxima autoridad militar del virreinato, y Juan Jos Castelli, joven abogado, que jugara un papel decisivo en los hechos por venir, se entrevistaron con algunos jerarcas del cabildo porteo y plantearon su punto de vista, exigiendo la inmediata realizacin de un Cabildo Abierto para tomar una determinacin poltica que pusiera fin a la acefala.

Cisneros convoc a los jefes militares y stos, aunque en trminos moderados, se expresaron a favor de la realizacin del cabildo Abierto. Esa misma noche Castelli y el militar Martin Rodrguez mantuvieron una turbulenta entrevista con el virrey, a quien pidieron directamente la dimisin; Cisneros trat de atrevido a Castelli, pero al ver que no contaba con respaldo en elemento militar, termin diciendo que, dado que nadie lo apoyaba, hagan ustedes lo que quieran. Superado por los acontecimientos el Virrey termin pidiendo a Castelli seguridades sobre su destino personal y el de su familia, que le fueron garantizados.

El domingo 20 Cornelio Saavedra, mxima autoridad militar, Manuel Belgrano y Juan Jos Castelli se entrevistaron con dos destacados miembros del Cabildo. Sugiriendo la realizacin de un Cabildo Abierto en el que se discutiese la situacin, como forma de evitar un estallido de violencia. ()

El Congreso del 22 de mayo [se enfrentaron muchas posturas respecto a la situacin que se estaba viviendo en la metrpoli y lo que deba pasar en Amrica] () al caducar la autoridad del rey y desaparecer sus organismos depositarios temporales, la potestad de los virreyes y restantes autoridades subalternas tambin ha cesado. () el virrey Cisneros haba sido designado por un organismo la Junta Central Gubernativa- que ya no exista. () Castelli sostuvo que la situacin del momento era de acefala; que la autoridad del virrey y dems instituciones locales haba caducado y que el pueblo criollo estaba en condiciones de ejercer su soberana, dndose el gobierno que mejor conviniese. En su opinin, deba constituirse una junta autnoma de gobierno. () Paso coincidi con Castelli y sostuvo que la situacin de ese momento era de acefala, por lo que se haca necesaria una expresin de la soberana popular. () Villota plante una objecin sobre el derecho de los ciudadanos de Buenos Aires a tomar medidas sobre autoridades cuya jurisdiccin trascenda ampliamente el marco urbano. As como en una situacin de crisis familiar dijo- corresponde al hermano mayor hacerse cargo de los intereses de los menores, as Buenos Aires, hermana mayor de las otras provincias del virreinato (por ser la capital), deba investir la representacin provisorio de stas (sus hermanas menores) hasta que pudiera reunirse una asamblea provincial en la que todos pudieran hacer or sus opiniones.

La muy discutida tesis de la hermana mayor () encierra la postura poltica del unitarismo, basada en la necesidad instalar un gobierno fuerte y centralizado en Buenos Aires, sede de la civilizacin enfrentada a la barbarie provincial. Contra esta tesis poltica se alzar ms tarde el vigoroso movimiento provincial autonomista conocido como federalismo.

REVOLUCIN DE MAYOMAIZTEGUI CASAS, Lincoln R., Orientales, Una historia poltica del Uruguay, tomo I, De los orgenes a 1865, Ed. Planeta, Buenos Aires, 2005

JUNTISMO DE 1810 Las noticias que llegaban desde Europa a principios de 1810 eran desalentadoras para la causa de la resistencia antifrancesa. La presencia del propio e invencible Napolen en Espaa pareca condenar irreversiblemente a la derrota a los defensores de los derechos del rey cautivo Fernando VII, y el elemento criollo, en toda la extensin de vastsimo imperio espaol, debi necesariamente plantearse la interrogante clave, si Espaa desparece, absorbida por Francia, o si Jos Bonaparte se consolida como rey, qu va a ser de estas colonias?

Era, por supuesto, un momento trgico para los patriotas espaoles. Pero, a la inversa, representaba una ocasin ptima, para que la burguesa criolla, vida de libertades comerciales y autonoma poltica, pudiese lograr sus objetivos. Por ello, resulta perfectamente natural el estallido del poderoso movimiento juntista de 1810, que fue el inicio del derrumbe de un sistema colonial que ya agonizaba. Espaa no estaba en condiciones de detener una rebelin de sus colonias y los intentos que realizara la Junta de Sevilla para lograr el apoyo de stas a travs de concesiones resultaban insuficientes para las aspiraciones criollas. Por ello, y aplicando el principio consagrado por los propios espaoles de retroversin de la soberana a los pueblos, en todas las zonas del imperio se produjeron movimientos juntistas que sustituyeron las autoridades coloniales por otras integradas por elementos criollos. Despus de todo no eran tambin pueblo los americanos?

El 29 de enero de 1810, la Junta de Sevilla, instalada transitoriamente en la isla de Len debido a los avances de las tropas francesas, convoc a cortes en Cdiz y decret su disolucin, nombrando en su lugar un Consejo de Regencia de 5 miembros. Sobre finales de marzo la noticia ya se haba extendido por toda Amrica () en abril se instal en Caracas la primera junta criolla emanada de la retroversin de la soberana al pueblo; en mayo se produjo la instalacin de la junta de Buenos Aires, que sustituy al virrey; en julio estall el movimiento juntista en la capital del virreinato de Nueva Granada, Bogot; ese mismo mes se precipitaron los disturbios en Chile, que culminaran en la constitucin de una junta de gobierno; en agosto se constituy la junta de Quito; en septiembre en Mxico virreinato de Nueva Espaa-el cura Hidalgo realiz su llamado revolucionario que determin el inicio del movimiento ms popular y radicalizado del continente. Algunos de estos movimientos se consolidaron y triunfaron, otros fueron reprimidos y dominados transitoriamente por las autoridades coloniales, que tuvieron su poder en Lima, capital del Virreinato del Per; pero, considerados colectivamente, significaron la debacle del sistema colonial espaol.

El movimiento juntista de 1810 tuvo las siguientes caractersticas bsicas:a) fue general. Con la excepcin del Per, se produjo en todas las zonas del extenso imperio espaol.b) fue espontneo. No obedeci a un plan general, sino que surgi segn las caractersticas particulares de cada zona. Las juntas de las diversas regiones actuaron independientemente las unas de las otras, sin coordinar esfuerzos sino de forma muy circunstancial. c) Fue autonomista. Esto quiere decir que no tuvo, al comienzo, una definicin clara por la independencia respecto a Espaa, () Sus protagonistas exigan el autogobierno pero no objetaban en principio la pertenencia a la monarqua espaola. Debe sealarse, sin embargo, que en todas las juntas que constituyeron actuaban elementos radicales que queran la independencia, aunque inicialmente fueron minoritarios. Esta situacin () cambiara rpidamente ante la intransigencia de las autoridades coloniales. d) Fue patricio. Pese a que tanto sus protagonistas como los historiadores americanos posteriores hablan de el pueblo, las convulsiones revolucionarias slo afectaron a las clases altas y no modificaron sustancialmente la realidad social de las clases populares, que participaron de forma muy reducida y circunstancial. Los dirigentes criollos aspiraban a lograr el derecho de autogobernarse, pero no tenan inters en modificar la estructura social, que dejaba a indios, negros (esclavos o libres) y campesinos en la escala inferior de la pirmide. Este carcter patricio tuvo dos excepciones fundamentales; una fue el movimiento mexicano de 1811, liderado por los curas Hidalgo y Morelos, que levant reivindicaciones sociales y tuvo carcter de rebelin popular. Y la otra, el gran movimiento federal del Ro de la Plata, encabezado inicialmente por Artigas, ms tarde por caudillos de algunas provincias argentinas y por ltimo por los porteos Manuel Dorrego y Juan Manuel de Rosas. En esta corriente, pese a que la conduccin estuvo por lo general a cargo de grandes terratenientes, particip de forma directa el elemento popular del medio rural (gauchos y peones), y posteriormente, el pobrero de las ciudadese) Cont con el apoyo de Inglaterra. Una de las principales reivindicaciones de los juntistas de 1810 era la ruptura del monopolio econmico y la instalacin de un sistema de comercio realmente libre. Esta aspiracin coincida con los intereses de Inglaterra, por entonces duea absoluta de los mares y rectora del desarrollo econmico internacional por estar viviendo la revolucin industrial. El apoyo ingls fue discreto, pues el imperio britnico era aliado de Espaa en la lucha contra Napolen y tena inters en evitar conflictos con la metrpoli de Amrica. ()

LA SEMANA DE MAYO EN BUENOS AIRES Desde que llegaron las noticias de la invasin napolenica a Espaa haba ambiente conspirativo en Buenos Aires. () Los principales cabecillas de esa actividad conspirativa eran personalidades vinculadas al comercio exportador, al ejrcito y a las profesiones liberales (doctores). Destacaban entre ellos Manuel Belgrano, Nicols Rodrguez Pea, Juan Jos Castelli, Juan Jos Paso, Mariano Moreno, Martn Rodrguez y un largo etctera. Se reunan en sitios reservados, pero sin demasiado secreto: la quinta de Rodrguez Pea, el domicilio de Belgrano, la jabonera de Vieytes ()

El 13 de mayo de 1810 lleg a Montevideo la fragata John Parish, con noticias importantes: la huida de la Junta Central Gubernativa de Sevilla a la isla de Len y de las derrotas constantes de la resistencia espaola. El 14 arrib a Buenos Aires el buque britnico Mistletoe, que traa peridicos del mes de febrero confirmando estas noticias.

() El virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros no dej de apreciar el peligro de la situacin y trat de calmar las aguas: el 18 de mayo redact una proclama en la que se comprometa, en caso de confirmarse el cese de la resistencia en Espaa, a convocar a un congreso de todas las provincias del virreinato para determinar cul sera su destino.

La proclama se hizo pblica el da 20, pero para entonces los lderes del partido criollo autonomista estaban en plena ebullicin. Se sucedan las reuniones de corte conspirativo, en las que participaban algunos destacados jefes militares () como Cornelio Saavedra. ()

El 19 de mayo Manuel Belgrano, () Cornelio Saavedra, mxima autoridad militar del virreinato, y Juan Jos Castelli, joven abogado, que jugara un papel decisivo en los hechos por venir, se entrevistaron con algunos jerarcas del cabildo porteo y plantearon su punto de vista, exigiendo la inmediata realizacin de un Cabildo Abierto para tomar una determinacin poltica que pusiera fin a la acefala.

Cisneros convoc a los jefes militares y stos, aunque en trminos moderados, se expresaron a favor de la realizacin del cabildo Abierto. Esa misma noche Castelli y el militar Martin Rodrguez mantuvieron una turbulenta entrevista con el virrey, a quien pidieron directamente la dimisin; Cisneros trat de atrevido a Castelli, pero al ver que no contaba con respaldo en elemento militar, termin diciendo que, dado que nadie lo apoyaba, hagan ustedes lo que quieran. Superado por los acontecimientos el Virrey termin pidiendo a Castelli seguridades sobre su destino personal y el de su familia, que le fueron garantizados.

El domingo 20 Cornelio Saavedra, mxima autoridad militar, Manuel Belgrano y Juan Jos Castelli se entrevistaron con dos destacados miembros del Cabildo. Sugiriendo la realizacin de un Cabildo Abierto en el que se discutiese la situacin, como forma de evitar un estallido de violencia. ()

El Congreso del 22 de mayo [se enfrentaron muchas posturas respecto a la situacin que se estaba viviendo en la metrpoli y lo que deba pasar en Amrica] () al caducar la autoridad del rey y desaparecer sus organismos depositarios temporales, la potestad de los virreyes y restantes autoridades subalternas tambin ha cesado. () el virrey Cisneros haba sido designado por un organismo la Junta Central Gubernativa- que ya no exista. () Castelli sostuvo que la situacin del momento era de acefala; que la autoridad del virrey y dems instituciones locales haba caducado y que el pueblo criollo estaba en condiciones de ejercer su soberana, dndose el gobierno que mejor conviniese. En su opinin, deba constituirse una junta autnoma de gobierno. () Paso coincidi con Castelli y sostuvo que la situacin de ese momento era de acefala, por lo que se haca necesaria una expresin de la soberana popular. () Villota plante una objecin sobre el derecho de los ciudadanos de Buenos Aires a tomar medidas sobre autoridades cuya jurisdiccin trascenda ampliamente el marco urbano. As como en una situacin de crisis familiar dijo- corresponde al hermano mayor hacerse cargo de los intereses de los menores, as Buenos Aires, hermana mayor de las otras provincias del virreinato (por ser la capital), deba investir la representacin provisorio de stas (sus hermanas menores) hasta que pudiera reunirse una asamblea provincial en la que todos pudieran hacer or sus opiniones.

La muy discutida tesis de la hermana mayor () encierra la postura poltica del unitarismo, basada en la necesidad instalar un gobierno fuerte y centralizado en Buenos Aires, sede de la civilizacin enfrentada a la barbarie provincial. Contra esta tesis poltica se alzar ms tarde el vigoroso movimiento provincial autonomista conocido como federalismo.