la institucion del cronista de indias, combatida por aguado y simon

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DEMETRIO RAMOS LA INSTITUCION DEL CRONISTA DE INDIAS, COMBATIDA POR AGUADO Y SIMON Aunque generalmente se acepta que la administracion de la epoca de los Austrias peco por falta de planificacion estructural, no es menos cierto que pueden ofrecerse ejemplos de proyectos e incluso de realizaciones que parecen adelantarse en dos siglos a las ideas ordenadoras de la epoca ilustrada. Tal sucede con la creacion del cargo del cosmografo-cronista de Indias que, por cierto, dio motivo a un conflicto de orden intelectual que, preci- samente, tuvo especial importancia en Santa Fe por los afios en que la capital neogranadina iniciaba su desarrolo cultural. Es bien sabido que, como consecuencia de la visita de Juan de Ovando al Consejo de Indias -gran inspeccion ordenadora, que duro varios afios, desde 1567- se perfila un nuevo criterio diri- gente en pugna con el pragmatismo y la improvisacion. Preten- de reglarse todo con normas fijas y concretas -que se plasma- ron en las ordenanzas de 1571- y establecer un sistema ordena- dor que quiere basarse en el conocimiento pleno del medio ame- ricano I. Segun se lee en la Belacion informativa del visitador 2, "en el Consejo no se tiene ni se puede tener noticia de las cosas de las Indias sobre que puede y debe caer la gobernacion", moti- vo por el cual consideraba ser "necesario dar orden, para que se tenga". Este conocimiento de "las cosas" de America y la orde- nacion en un cuerpo legal de todas las disposiciones dictadas de conveniente aplicacion serian las bases fundamentales que per- 1. EI primero en fijarse en los importantes planes de Ovando fue el gran america- nista Marcos Jimenez de la Espada en dos aportaciones fundamentales: Relaciones geognificas.de Indias, especialmente en el cap. de antecedentes. T. I. Madrid, 1881, y en el trahajo El Codig» ovandino. Madrid, 1891. Realmente, poco se progreso, desde entonces, hasta las notables y minuciosas investigaciones de nuestro querido amigo, tan leal colahorador de todos los americanistas, doctor Jose de la Peiia Camara, que ya presento al XXVI Congreso Internacional de Americanistas (1935) su importante estudio Nuevos datos sobre la uisita de Juan de Ovando al Consejo de Indias, publicado en el II vol. de Reseiias y 'I'rabajos, pags, 219·234. A este siguieron otros muchos: Las redacciones del libro de la Gobernacion espiritual. Revista de lndias (Madrid) N9 5, 1941, pags, 93·115. La Copulata de leyes de Indias y las Ordenanzas ovandinas, id. N9 6, pags, 121.146, etc. Este autor rectifica la fecha del comienzo de la visita, que fija en 1567, si no se inicia a fines de 1566. 2. La publico J. de la Espada, Codigo 1, p. 8 y reprodujo Victor M. Maurtua en Antecedentes de la Recopilacion de Yndias. Madrid 1906. - 89-

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Page 1: la institucion del cronista de indias, combatida por aguado y simon

DEMETRIO RAMOS

LA INSTITUCION DEL CRONISTA DE INDIAS,

COMBATIDA POR AGUADO Y SIMON

Aunque generalmente se acepta que la administracion de laepoca de los Austrias peco por falta de planificacion estructural,no es menos cierto que pueden ofrecerse ejemplos de proyectos eincluso de realizaciones que parecen adelantarse en dos siglos alas ideas ordenadoras de la epoca ilustrada. Tal sucede con lacreacion del cargo del cosmografo-cronista de Indias que, porcierto, dio motivo a un conflicto de orden intelectual que, preci-samente, tuvo especial importancia en Santa Fe por los afios enque la capital neogranadina iniciaba su desarrolo cultural.

Es bien sabido que, como consecuencia de la visita de Juan deOvando al Consejo de Indias -gran inspeccion ordenadora, queduro varios afios, desde 1567- se perfila un nuevo criterio diri-gente en pugna con el pragmatismo y la improvisacion. Preten-de reglarse todo con normas fijas y concretas -que se plasma-ron en las ordenanzas de 1571- y establecer un sistema ordena-dor que quiere basarse en el conocimiento pleno del medio ame-ricano I. Segun se lee en la Belacion informativa del visitador 2,"en el Consejo no se tiene ni se puede tener noticia de las cosasde las Indias sobre que puede y debe caer la gobernacion", moti-vo por el cual consideraba ser "necesario dar orden, para que setenga". Este conocimiento de "las cosas" de America y la orde-nacion en un cuerpo legal de todas las disposiciones dictadas deconveniente aplicacion serian las bases fundamentales que per-

1. EI primero en fijarse en los importantes planes de Ovando fue el gran america-nista Marcos Jimenez de la Espada en dos aportaciones fundamentales: Relacionesgeognificas.de Indias, especialmente en el cap. de antecedentes. T. I.Madrid, 1881,y en el trahajo El Codig» ovandino. Madrid, 1891. Realmente, poco se progreso,desde entonces, hasta las notables y minuciosas investigaciones de nuestro queridoamigo, tan leal colahorador de todos los americanistas, doctor Jose de la PeiiaCamara, que ya presento al XXVI Congreso Internacional de Americanistas (1935)su importante estudio Nuevos datos sobre la uisita de Juan de Ovando al Consejode Indias, publicado en el II vol. de Reseiias y 'I'rabajos, pags, 219·234. A estesiguieron otros muchos: Las redacciones del libro de la Gobernacion espiritual.Revista de lndias (Madrid) N9 5, 1941, pags, 93·115. La Copulata de leyes deIndias y las Ordenanzas ovandinas, id. N9 6, pags, 121.146, etc. Este autor rectifica

la fecha del comienzo de la visita, que fija en 1567, si no se inicia a fines de 1566.

2. La publico J. de la Espada, Codigo 1, p. 8 y reprodujo Victor M. Maurtua enAntecedentes de la Recopilacion de Yndias. Madrid 1906.

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mitirian -segun la acertadisima vision de Ovando- una gober-nacion eficaz y congruente con el sistema que secansiaba esta-blecer. Por un lado, pues, el conocimiento de. los paises y delproceso de hechos sucedidos en cada uno; por otro, el c6digo, esdecir el aparato legal 3.

I. Origen del Cosmografo-Cronista de Indias y Mision del CargoI

Asi, al lado de las funciones peculiares del Consejo, se unirala de proporcionarse estos conocimientos del medio y de los he-chos, motivo por el cual nace el cargo de oosmografo-cronista.segun se establece en las Ordenanzas que redact6 Ovando parael Consejo, aprobadas el 24 de septiembre de 1571,pues "ningunacosa puede ser entendida" -como se dice en ellas-- si no se po-seen relaciones ciertas y detalladas de las caracteristicas geogra-ficas y recursos naturales y se carece de los antecedentes histo-ricos, motivo por el cual se establecen las facultades y deberesdel cosmografo-cronista en los numeros 177-122.Las obligacio-nes tambien aparecen en el titulo del primer cosmograro-cronis-ta, que se dio el 20 de octubre de 1571 a Juan L6pez de Velasco,secretario que habia sido de Ovando durante la visita, y que seconcentran en que "entienda y se ocupe en recopilar y hacer his-toria general de las Indias,y juntamente ordene y ponga enforma conveniente las cosas tocantes a la cosmografia y descrip-ciones de las dichas Indias" 4, del mismo modo que corria a sucargo conocer e informar al Consejo sobre la veracidad de 10 queotros escribieran.

Si R6mulo Carbia 5 ofrece una version discutible de la motiva-cion de este doble cargo, acierta en cambio a resumir la conse-cuencia del mismo, la "cronica oficial" que, como sabemos, masbien que destinada al publico, se penso como instrumento detrabajo del Consejo de Indias.

Como muestra del interes ovandino sobre el particular, puedecitarse el hecho de que desde el mismo afio de 1569 se comen-

3. Vid. E. Schafer: El Consejo Real y Supremo de las lndias. T. I. Sevilla, 1935.pgs. 130 y sgts, .

4. AGI. Ind£. Gra!. 874. Despues de pasar Lopez de Velasco a la Secretaria de Ha-cienda, se dividio el cargo, nombrandose en octubre de 1591. como CronistaMayor de Indias al lie. Arias de Loyola, que nada hizo, y como Cosmografo aPedro Ambrosio de Onderie, en quien volvio a reunirse la doble funcion, enlos ultimos meses de su vida. Volvio, tras el. a dividirse de nuevo el cargo, que-dando nombrado Antonio de Herrera en 15 de mayo de 1596. como CronistaMayor, y Andres Garcia de Cespedes, como Cosmografo, Con Herrera coexistio,desde 1607, con cargo de gracia y meramente personal, el lie. Pedro de Valencia,al que se le titulo Cronista Historiador General de las Indias. En julio de 1625-vacante el cargo de Cronista Mayor desde la muerte de Antonio de Herrera-fue nombrado para cubrirlo el lie. Luis Tribaldos de Toledo. Schafer 3, II.409-411.

5. Romulo Carbia: La croni~a ojicial de las lndias Occideruales. Buenos Aires, 1934(tesis doctoral).

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zaron a redactar los interrogatorios 0 cuestionarios que habiande ser remitidos a las autoridades de America, para proporcio-narse datos estadisticos precisos, sobre los cuales habia de ope-rar la admlnistracion 6,

En paralelo con esta demanda de referencias descriptivas es-tan tambien las solicitudes de antecedentes, es decir, de relatoshistoricos. Sintoma evidente Ie tenemos en la Cedula de SanLorenzo el Real de 161le agosto de 1572, dirigida a todas lasautoridades superiores de America, en la que se dice que

"deseando que la memoria de los hechos y cosas acaecidas en essaspartes se conserve y que en el nuestro Conse io rle las Indias ayala noticia que deve aver dell as, y de las otras casas de essas par-tes, que son digrias de saberse, avemos proveydo persona a cuyocargo sea recopilarlas, y hazer Historia deltas: par 10 qual os en-cargamos os hagays luego informar de qualesquier personas ...que huviere escrito ... 0 tuviere en su poder alauna Historia, Co-mentarios o relaciones de alguno de los descubrimientos, conquis-tas ... y assi mismo de la Religion, govierno, ritos, y cost irnbresque los Indios han tenido y tienen, y de la descripcion de la tierra,haziendo assi rnismo buscar 10 susodicho, .0 alga .dello, en los archi-VOS, oficios y escritorios de los Escribanos de governacion, y otraspartes donde pueda estar, y 10 que se hallare originalmente si serpudiere, y sino la copia delle dareys orden eeme se nos enbie"...

Asi, pues, iba a nacer una historta-dossier, como antecedentede los hechos a los 'que habia de atender Ia tarea de gobierno,aunque, no a la manera de nuestros actuales trabajos burocra-ticos de caracter informativo, sino pesando muy hondamentela tradicion literaria, para una reelaboracion 0 cronica, escritacomo obra compulsada y con todos los honores. A ellos, ademas,quedaba unido el respaldo de haberse utilizado todas las fuen-tes fundamentales y el que el propio cargo presuponia, vincu-lado al Consejo. Por consiguiente, seria la Historia oficial y ga-rantizada.

Sobre el concepto que a finales del siglo XVI se tenia de la.misi6n que competia al Cronista Mayor de Indias, es bien ilus-trativo 10 que se dice en la consulta que el Consejo eleva a FelipeIII, a proposito de proponer la impresion de la primera serie delas Decadas de Herrera:

)

"El oficio de Cronista Mayor de las In-elias que al presente sirveAntonio de Herrera, ... que se instltuyo para: reecnocer las histodasque muchas .personas escriben. y ver si son verdaderas y escusarmuchos inconvenientes y para escribir la cr6nica d.9 aquellas partes,porque no pereciese la memoria de los descubrimientos y hechos

6. Schafer 3, T. II, pgs, 406-407. El tema de las descripciones, desde Jimenez de laEspada 1 ha merecido la atencion de numerosos investigadores. Leoncio Cabreroadelanto en el Congreso Internacional de Americanistas de Viena (XXXIV) uninforme sobre su investigacion de conjunto, A. Arellano Moreno, en Venezuela,como otros en las demas republicas, se centran en el aspecto concreto de su pais.

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notables que pasaron en ellos, y el dicho Antonio de Herrera conmucho cuidado e inteligencia, habiendo visto los papeles y Iibrosque hay en este Consejo, y otros muchos verdaderos y de credito,ha escrito desde su principio hasta el afio 531 la dicha cr6nica ... yporque esta es obra verdadera y digna de que salga a luz, espe-cialrnente habiendo algunos libros de muchos errcres que se aero-garan con ella. ha parecido que conviene se imprima luego" ... 7.

Como puede facilmente deducirse de este texto, par estas te-chas ya no se piensa can el criteria plenamente ,administrativoinicial, sino mas bien can el politico, tanto can la miston decensura, para evitar falta de verdad e "inconvenientes", comoen el sentido de hacer frente a los "libros de muchos errores"que habian de ser derogados con la publicacion de la Historiadel Cronista Mayor. Par consiguiente, de una Iuncion interna,como material de trabajo para el Consejo, se pasaba a una fun-cion publicitaria.

Naturalmente, can este contenido -bien que estuviera masa menos implicito desde el primer momenta- y al haber depasar por mana del Cronista las demas obras que pretendieranpublicarse, con el fin de- que contaran can su aprobacion encuanto al contenido y tambien, en la practica, en cuanto a laoportunidad, la primitiva idea que tendia a facilitar al Consejoun conocimiento plena de las circunstancias de America, creaba,simultaneamente, un dirigismo y un casi manopolio historico.Si par un lado la Historia pasaba a ser ciencia aplicada, por otro,pagaba este distingo can una servidumbre de los historiadores,que afortunadamente no fue de duracion. Como es frecuente,al plan ideal que se trazo en los propositos y ordenanzas, corres-pondi6 bien pronto la medida cierta de 10 inabarcable del em-pefio, causa de la laxitud.

No obstante, en la primera epoca de su aplicacion no dejo detentarse la posibilidad can todo empefio, 10que dio origen a fric-ciones, pugnas y hasta polemicas airadas entre los historiado-res motu proprio y el Cronista del Consejo a historiador oficial.

A estas fricciones, nacidas de retrasos y displicencias, se sumo'tambien el problema que se promueve en Mexicocan la recogidade la historia y papeles de fray Bernardino de Sahagun, que pororden real de 22 de abril de 1577, dirigida al virrey Martin En-riquez, habian de remitirse al Consejo (en continuidad de laCedula de 1572) "para que en el se vean", orden que se reiterocan la real Cedula de 5 de junio de 1578 8.

7. AGI. Indif Gral. 745. Consulta a S. M. del 27 de marzo de 1599. La reprodujoSchafer 3, II, en nota 21, pg. 411.

8. Vid. el estudio de Luis Nicolau D'OIwer: Fray Bernardino de Sahagun. Mexico,1952, pgs. 96 y sgts. '

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Ejemplos de estas pugnas, y bien ilustrativos, son los que tie-nen por protagonistas a dos de nuestros principales historia-dores, el P. Aguado, en primer lugar, y luego, por derlvacion, alP. Pedro Simon, con el que culmina la mayor virulencia de lapolemica.

II. Aguado versus Lopez de Velasco y Herrera.

Fray Pedro de Aguado, provincial de los franciscanos del NuevoReino de Granada, habia tornado sobre si la tarea de historiarlos prlncipales hechos del extenso area colombiano-venezolana,al socaire de los materiales reunidos por otro compafiero de ha-bito. Con los manuscritos hilvanados y, aprovechando un viajea Espana, inicia los tramites para la publicacion de su Recopi-Iacion Historial.

El tiempo apremiaba, al mismo ritmo que se agotaba su pa-ciencia, ante la lentitud con que parecia ir la lectura de su obra,en manos del cronista. De ello sabemos que se llego a quejarAguado y que incluso presento una reclamacion ante el Consejode Indias en febrero de 1580, segun la constancia que qued6anotada:

"pide se le mande a1 cronista Juan Lopez .de Velasco que de luezosu parecer, como le esta mandado, cerca ;de los 1ihros l' V 2' parteque ha escrito sobre eI descubrimiento del Nuevo Reino de Granada,atento que ha muchos dias que los tiene en su poder V de la dila-cion recibe dafio" 9.

Tambien, de junio de 1580 hay constancia de otra reclama-cion de Aguado para que la segunda lectura, encomendada alcosm6grafo Juan Bautista Gessio, se active,del mismo modoque vuelve a instar, en 15 de enero de 1581,sobre la tercera lee-tura, que corria a cargo del licenciado Hinojosa. De todo ellocabe deducir que harto agrias debieron ser las fricciones con elcronista Lopez de Velasco, cuando se via Aguado impulsado ala gestion reclamatoria indicada.

I

9. AGI. Indif. Gral. leg. 1087. Ha puesto al descubierto estos problemas, con ladocumentacidn pertinente, el prestigioso historiador colombia no Dr. Juan Friedeen su Estudio Preliminar de la Recopilacion Historial de fray Pedro Aguado,editada en la Biblioteca de la Presidencia de la Republica. Bogota, 1956.

Los trabajos del prf. Friede sobre Aguado, asi como los del Dr. GuillermoMoron: Fray Pedro de Aguado y su [e de bautismo, Revista de Indias. Madrid.N9 63, 1956, pgs. 93·101 (donde, por cierto polemiza sobre las conclusiones delprf. Friede expuestas en New archival data concerning Fray Pedro Aguado O.F.M.Valdemoro : Aguado's Birthplace. The Americas. Washington. Vol. XII, oct. 1955,N9 2) y El primer historiador de Venezuela: Fray Pedro de Aguado. CulturaUniversitaria. Caracas. N9 55, 1956, pags. 5.23, han contribuido a darnos un perfilmuy exacto de este personaje, muy POI' encima de las aportaciones que hizo frayAtanasio Lopez en la revista Archivo Ibero-Americano,

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Por esta misma epoca, aparece Antonio de Herrera en la cortede Madrid 10 y, dadas sus aficiones, es de presumir que perte-neceria al circulo de relaciones de Lopez de Velasco, con el quepugnaba Aguado, como hemos visto.

Despues de las reclamaciones ya citadas, fray Pedro pudo 10-grar, en septiembre de 1581 y en julio de 1582, las licencias deimpresion solicitadas, pero, indudablemente, a costa de dispu-tas con Lopez de Velasco y su circulo, quienes no serian remisosen el reproche de improvisacion historica contra el fraile, endefensa del cientifismo del cargo de cronista. Huella de estascontiendas -en las que Herrera debio tener parte principal,pues contra el se dlriglran despues las replicas- se nos descu-bren en el proemio que entonces redacto Aguado para su Reco-pilacion Historial, antes de regresar a Nueva Granada, pues aestas displicencias responde:

"Bien yeo que algunos . .0 con envidia 0 con atzun otro color quebuscaron paradorar su Intencion, ncdran decir es fuera de mi es-tado y profesi6n [como religiosoJ ocuparme en escribir historias ydar cuenta de vidas aienas, por parecerles fuera mas Iusto ... ocu-parme en el oficio apostolico" 11.

De vuelta en su convento de Santafe, viviria el P. Aguado susultimos afios con el recuerdo de aquellas zalagardas que, con laperdida de tiempo, frustraron la edicion de sus manuscritos. Asillegaria viva la noticia de los dimes y diretes al P. Simon, recienvenido de Espana, quien no olvidaria el amargor del ancianoprovincial, cada vez que tropezara con sus manuscritos, dormi-dos en los anaqueles de la biblioteca.

Nosotros, claro es, podemos explicarnos la rabotada de Lopezde Velascoy Herrera, importunado el primero par mil urgenciasy el segundo deseoso de abrirse camino en su amistad, frente alas quejas de Aguado. Pero este y otros religiosos que estariancon la cuarentena de sus libros habian de tener, justificadamen-te, otro punto de vista. Por eso, no es extrafio que se creara unadificil tension, maxime cuando al agravio de no ser propio defrailes escribir libros de historias se unia el disgusto de la reti-

10. En el prrilogo con el que se encabeza la edicion de la Historia General de loshechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Oceano de la RealAcademia de la Historia (Madrid, 1934, T. I. pg. XV), el Dr. Antonio BallesterosBeretta sefiala que por "estos afios (Herrera) reside en Madrid 0 pasa en laCorte largas temporadas". Era todavia secretario del principe Vespa siano Con-zaga, virrey que habia sido de Navarra y, en esa epoca, lo era de Valencia, puesera muy probable que Herrera se encargaba en Madrid de las gestiones que Ieeran precisas en los organismos de la administracion central. Por lo pronto, cons-ta en un poder fechado el 21 de agosto de 1581, que cita el Dr. Ballesteros, otor-gado por Luis de Elio y su esposa, que Herrera entonces es "estante en cortede Su Magestad",

11. Fray Pedro Aguado: Recopilacion. Historial. I parte (Historia de Santa Marta).Proemio al lector, pg, III de la edic. de Bogota, 1956.

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rada a Sahagun de todos sus papeles. La coincidencia de serAguado y Sahagun de la misma orden nos permite comprenderla reaccion que va a provocarse entre' los franciscanos.

Uno de ellos, el P. Juan de Torquemada va a encender la po-lemica publica, pues al tener la fortuna de dar a la estampa sushistorias, despues de haber aparecido en 1601 los dos primerosvolumenes de Herrera, utilize la oportunidad para censurarle,acusandole, ademas, de haberse aprovechado de los escritos delos frailes al creer que las peticiones de originales y papeles avirreyes y audiencias tenian un motivo personalista 12.

En este ataque de Torquemada se agrega, tambien, otro matiza la polemica, con 10 que toma la iniciativa, al afirmar contrael Cronista Mayor, la inferioridad de competencia para historiarlos hechos de Indias sin haber pisado siquiera America, por 10que habia de valerse de relaciones y memorias sin capacidad pa-ra discernir su valor 13.

Herrera hubo de verse forzado a defenderse de tan duro ata-que, maxime cuando podia entrafiar un grave riesgo para eldesempefio del cargo en el futuro. En un momento en el que es-taban tan en boga los historiadores antiguos, especialmente porsu factura estilistica y literaria, no era nada dificil la empresa.Asi respondio a estas virulencias en los volumenes que aparecie-ron en 1616, hablando de "cierto autor moderno, como mal in-formado de las cosas de las Indias" 14 y ref'iriendose a que los pa-peles, relaciones y memoriales que manej6 no habian sido soli-citados por el, sino existentes en la Camara Real 0 enviados deAmerica a instancia de Juan de Ovando. Despues de ponderarel valor superior de las. obras manejadas, como las historias deLas Casas, Acosta y Cervantes de Salazar, agregaba:

12. POl' este motivo, Ia reaccion de los religiosos de Mexico contra eI Cronista Ma-yor fue muy dura. La inicio fray Jeronimo de Mendieta en su Historia eclesias-tica indiana, que escrita a fines del XVI, quedo inedita hasta que la publico elerudito Joaquin Garcia Icazbalceta, Mexico, 1870, 2 Vols, En esta ohra, de cia eIP. Mendieta, refirrendose a los escritos de Sahagun (IV, xliv ) , que "sa coles desu poder por mana uno de los virreyes pasados (Enriquez), para enviar a uncierto cronista que le pedia con mucha insistencia escrituras de cosas de Indias".Otro tanto vuelve a repetir en V parte, I~, xli.

Fray Juan de, Torquemada tome, indudahlemente, eI precedente de Mendietapara atacar concretamente a Herrera, mostrando eI contrasentido de que, des-pues de considerar que no era propio de relfgiosos escrihir historia, el mismocronista utilizara los textos de estos. Reproches de este tipo pueden verse en suM onarchia indiana. Madrid, 1615. XIX xxxiii; XX, xli, Es mas, llega a afirmarque no supo valorar los textos mas importantes,

POI' cierto, hay que tener en cuenta que en esta poca hahia perdido Antoniode Herrera su anterior valimiento, hasta el extrema de haher estado encarceIadodesde 1609 a 1611.

13. Torquemada 12, proemio, t, I.

14. Antonio de Herrera: H istoria General de los hechos de los castellanos en lasislas y Tierra Firme del mar Oceano, dec. V., Iih. II, Cap. IV.

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"Las cuales se cierto que no vio el Autor que ha sacado una Mo-narchia Indiana; i demas de anteponer a todos los .dichos a los Pa-dres Olmos, Sahagun i Mendieta, que no tienen autoridad, entlen-de que no se puede hacer Historia sin haver estado en las Indias,como si Tacito J\ para hacer Ia suia huviera tenido necesi.dad de vera Levante, Africa i a Setentrion. Por 10 qual i par la poca cuenta quelos Escritores de nuestros tiempos tienen de conservar la memoriaide los primeros Descubridores, siendo merecedores de mucha gloria,me ha parecido decir aqui 10 referido".

y termina, volviendose contra Torquemada, ya con inusitadaviolencia:

"que no sabria juzgar qual es mas en este Autor el ambici6n 0 eldescuido en guardar las reglas de la Historia" 16.

Y por si fuera pOCO,en la carta que Herrera dirige a D. Luisde Velasco, marques de Salinas, presidente del Consejo de In-dias, fechada en 1615y que incluye en su obra, recoge tambienel ataque de Torquemada de atreverse a escribir sobre las Indiassin haber estado en ellas y, entre otras cosas, contesta: .

"el que hi go tal oposicion, aunque estuvo en Nueva Espana, tampo-co via todas las Islas del Mar Oceano, ni la Tierra Firme ... ni Livio,Tacite, Diem ni otros vieron todas las tierras de que trataron" ...

sintoma evidente de que tal argumento no solamente era el quemas le habia herido, sino tambien el que consideraba de masposibles efectos entre quienes habian de pensar en cubrir loscargos con las personas mas eficientes. Recuerdese, para valo-rar la gravedad politica que entrafiaba ese reproche, que yaOvando, en la epoca de la visita, habia opinado sobre la conve-niencia de que las mismas plazas del Consejo fueran proveidasentre quienes hubieran desempefiado con mas exito las de oidoren las audiencias americanas, idea que venia reproduciendosedesde tiempo atras, contando, por consiguiente, con tradicion yfundamento. Precedente bien terminante le tenemos en el plande organizacion que brindo a Felipe II quien como FranciscoBriceno tuvo tanta experiencia americana, hasta alcanzar lapresidencia del Nuevo Reino de Granada 17.

15. Herrera hizo una traduccion de los Anales de Tacito, puhlicandose los cincoprimeros libros en Madrid, 1615.

16. Herrera 14, dec. VI. lib. III, cap. XIX.

17. Francisco Briceno fue nombrado oidor de la primera Audiencia de Santa Fe yse asento la constancia en 17 de julio de 1548 (Contratacion, 1787, lib. 2, fol. 134vlta}. Residenciri a Belalcazar y ejercio el gobierno de Popayan desde 1549 a1533, en que se ineorpor o a su plaza de oidor. Despues fue encargado del Cobier-no de Guatemala, mientras efecnian la residencia a esta Audiencia que habia detrasladarse a Panama (563) (AGI. Justicia, leg. 322·328) hasta lIe gar a laPresidencia de Santa Fe, tras la muerte de Venero de Leiva, tomando posesienen 1575, para morir en el mismo afio,

Pues bien, este personaje, en 1558 ya habia propuesto al Rey que "para que elConsejo de Indias este bien gobernado, conviene que V.M. mande sacar tresOidores, uno de la Audiencia de Ia Nueva Espana, y el otro de la Audiencia del

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III. Simon, en la culminacion de la polemlca

Las respuestas de Antonio de Herrera quiza sirvieron parajustificarse ante el ambientecortesano, pero en cambio logra-ron un contraproducente efecto en America y concretamenteen el Nuevo Reino de Granada, donde la lIegada de los nuevosvolumenes de las Decadas van a provocar una renovacion de lapolemica.

Un fraile franciscano, natural de un pueblecito de la tierra deCuenca, La Parrilla, ya con afios en el Nuevo Reino, acaba deser nombrado guardian del convento de la Puriflcacion de San-tate. Se trata de fray Pedro Simon, que conocio a Aguado en susultimos afios y que pudo recoger la version oral de sus disputascon Lopez de Velasco y Herrera. Los nuevos tomos de este sonrecibidos con curiosidad y leidos con atencion, con tanta que nosolo le lIevaron a fray Pedro a buscar las frases rebatidas de Tor-quemada, sino quiza al proposito de escribir tambien una His-toria que salvara del olvido a 10que Aguado prepare. El impac-to de estas lecturas le encontramos en 10que el propio Simon es-cribio, pues al referirse a los tres tomos del P. Torquemada, diceque:

"han sido tan desabridos pam alguno [Herrera], por averle emen.dado en eIIos algunos intolerables ignorancias que dezia en dos su-yos de Historia gener.al destas Indias, que se atrevio a dezir en unode otros dos que elora de nuevo ha afiadido ... " 18,

Fray Pedro Simon, en efecto, se ha puesto a escribir sus No~ticias Historiales en 1618 -como creemos- bajo la impresioninmediata de las respuestas de Herrera. Por eso, toda su obrapretende ser una contestacion total: frente al metoda, frente allenguaje, frente a la propia actitud historica del cronista. Casicast, podriamos decirque las Noticias Historiales pretenden serlas anti-Decadas, aunque en muchos aspectos no pudo, cierta-mente, pasarse de la intencion.

El enfrentamiento con la postura dialectica de Herrera se per-cibe desde el primer momento, bien es cierto que no se soslayala posible identificaclon, pues las mas de las veces se le cita atcontradecirle,e incluso se polemiza abiertamente.

/

Peru y otro de la Audiencia del Nuevo Reino.,. que hayan residido alIa 7 0 8afios y que hayan sido celosos del servicio .... y asi cada Oidor conocera los quevienen de su Provincia y sabra la enfermedad que tiene, porque el pastor queno conoce las ovejas que guarda, no es buen pastor ... " AGI. Indf. Gral. 738(extracto en Schafer,3, I, pg. 134, nota 2). Por cierto que en la nota marginaldel Rey se dice "En algunas cosas destas creo que no deja de tener razon, peroson cosas para adelante, y asi 10 guar dareis a su tiempo",

18. Fray Pedro Simon: Primera parte de las Noticias Historiales de las Conquistasde tierra [irme en las lndias Occidentales. Cuenca, 1627. H Noticia, cap. X,pg. 30. (pg. 20 de la edic. de Medardo Rivas. Bogota, 1882).

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De entrada, fray Pedro Simon se situa en la misma posturaque Torquemada, frente a la posibilidad de hacer Historia sinconocer la tierra de la que se habla; par eso dice de si mismohaber:

"podido informarme y hazerme capaz de las cosas de aca, por vistade ojos, sin 10 qual no pienso me atreviera a tomar entre manoseste trabajo, por no ponerme en pel igro de rtsa, que otros se hanpuesto, no habla.ndo con propiedad en Ia geografia 19, ni en los vo-cablos de las tierras de donde escriben, por no averlas visto, ni estarbien informados y fiarse de relaciones de toda broca" 20.

Afiosmas tarde, cuando Simon escribe la III parte de su obra,volvio sobre el mismo tema, para agregar que "a la objecion defalta de conocimiento personal de la tierra.

"Responde Herrera (que deben de haberle asafiado en esto) queLivia escribi6 las casas de Africa donde no puso los pies ... y queasi puede ser aca, pero .a esto responde que si Livia hubiese vistoAfrica y sus cosas, las hubiese escrito sin duda muy mejor" 21.

La distancia que en el tiempo media entre la redaccion de laprimera parte de su obra y la fecha en que escribe la tercera,son un significativo indicia de 10hondo que habia calado el dis-gusto que la arrogancia de Herrera habia provocado entre losreligiosos de America.

Mas no se trata de responder por responder, pues Simon pro-cura justificar la causa por la que debe ser preferida la posiciondel historiador que escribe in situ par encima del que solo pue-de informarse a distancia, pues:

"ni hay que fiar para el segura de la verdad de los memoriales ymenos de los que envian personas interesadas al Real Consejo yestan en los Archivos Reales, pues suelen estos tales llevar mayo-res engafios, porque como se hacen y envian en orden a pedir mer-cedes por ellos, aprietan este intento por saltr con el, atribuyendohazafias a quien no solo no las ha hecho perc ni aun sal udando-las desde los umbrales, quitandoselas a cuyas son, Reales cedulashe visto yo en este Reino de mercedes hechas a personas con rela-ciones .harto falsas, como me oonsta de Ia verdad contraria a estasdificultades e inconvenientes" 22.

19. Aqui Simon se refiere a la Descripcion. de las Indios de Herrera, que venia aser la parte preliminar de las Decades. Sobre esta Descripcion publico un impor-tante trabajo de invest igacion Angel Altolaguirre y Duvale: EI Atlas de JuanLopez de Velasco (cornunic. al Congreso de Historia de la Geografia de Bruse-las, 1930), donde viene a demostrarse que Herrera no hizo otra cosa que utilizarla obra de Velasco. El Dr. Ballesteros Beretta califico a la Descripcioti de Herreracomo un "plagio literal" 10, pg. LXXVI. '

20. Simon 18, prologo al lector, de la 1" parte.

21. Simon: Noticias Historiales. III parte. Edic. Bogota, 1953 T. V. p. 18 (prologoal lector).

22. Simon, III parte, prologo, T. V, pag. 18.

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Plantea, pues, una razon de confirmacion de las posibles fuen-tes, pues sf viviendo en la misma epoca pueden los audaces en-gafiar a los gobernantes a distancia i,que no puede suceder alhistoriador cuando solo tiene en sus manos estos documentospara deducir la verdad? Par esto, lineas mas arriba habia escritoSimon que:

"para decirla mas clara y mas sin rebozo, segura y con mas propie-dad no fuera poco a proposito que las historias de estas Indias nolasescribiera, sino quien ha esta.do en elIas y .ha visto y entera dosea 10 menos de las mas principales partes de que tratare, porque deotra suerte temdra mil estropiezos e irnpropiedades, como yo las ha-110a cada paso en los autores que han escrito sin verlas, porque alfin este es un mundo nuevo, que 10 es en tantas cosas y que las masno tienen cotejo en tratos, costurnbres, temples, disposiciones de tie-rras, ni aun en vocables con las del Mundo Viejo".

No queda tampa co corto Simon en su argumentaci6n contrala respuesta de Herrera sabre la calidad historial de Tito Livia,sin que a nadie .se Ie ocurriera devaluarle par no haber visitadolas tierras de las que hablo, pues dice que esta categorizaciones solo posible porque como:

"no hallamos otra historia que Ie contradiga, mas autentica, pasa-rnos con 10 que el escribi6, bien 0 mal escrito. Lo que no corre enestas Indias donde hay tantos testigos oculares que entienden 1.0malo y 10 bueno que se escribe, como yo he vista autores que tocanen las cosas de este Nuevo Reina y otras que yo he vista fuera del,diciendo mil impropiedades asi en la sustancia de la historia comoen las cosmografias, geografias y corograf'ias, todo por haberse fia-do de memoriales de toda broza" 23.

He aqui, pues, en todo su desarrollo el tema mas delicado dela polemica, can sus dos concIusiones: "que las historias de es-tas Indias no las escribiera sino quien ha estado en ellas" y laque se deduce de la necesidad de una replica comparativa, quees la que parece prometer Simon can sus Noticias Historiales.

Can no menos enfasis se enfrenta Simon can Herrera, par"que se atrevto a dezir ... que los fravles se metan en escrevir suscasos que ayan tenido particulares en la conversion de los Indios,y no en escrevir Monarquias Indianas",

a 10que responde, can el plena convencimiento que en este casaIe permitia la verdad de su tiempo, can no menos calor quel6gica:

"como si los mejores ingenios del mundo para todas quantas cien·cias, y artes ay oy i.nventadas, y se inventan, no hayan estado siem·pre, y 10 esten oy encerrados en los Claustros de los Conventos; enespecial en cosas que la vista de ojos les da tan grandes ventaj,assobre los que no aviendo salido de entre los tizones de sus chime.neas, fiandose de relaciQnes de toda broza, y aun hazie,n.do camp,ani·

23. Simon, id. id. pags. 18·19.

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llas de carnpana, quieren dar carnpanada que atormente los oydos,de quien sabe 10 contra rio par averlo palpado y visto como ha suce-dido al Padre de la Monarquia Indiana, y me sucedera a mi con elmismo Autor; pues me sera Imposible dexar de advertir (de muchasque pudiera) algunas cosas, que a passar yo con ellas, me pudieraechar mas culpa, por averlas visto, que a el que se fio de otros, deque no se deve agraviar ... " 24.

Sobre el mismo tema, alios despues volvera Simon al escribirel prologo de la III parte, al referirse a la "honra historial" comoprincipal deber,

"como 10 debiera advertir quien ha puhlicado (pienso fue el gritode dolor que le dio a cierto autor moderno zf de haberle reprobadoun religloso de mi habito [T,orquemada] ... no se que narracioneshistoriales no tan miradas como debieran, culpas ordinarias dememoriales viciados de quiem par fuerza los autores se han de fiar),que no es de religiosos escribir historias ni monarquias indianas,sino cuando mucho casas que les hayan sucedido en la conversionde est os indios" 26.

Mas como en la cuesti6n anterior de la "situacion", Simontampoco se contenta can la simple repulsa, sino que monta unateoria que tiende a demostrar como, precisamente, era el reli-gioso el que estaba en mejores condiciones para hacer historia.Asi, comienza por afirmar que "son los religiosos los mas segu-ros y a proposito para historiadores", basandose en que

"La verdad sin Iisonjas ni silencio de 10 que conviene, tan madrede la Historia, esta en su punto en el religiose por estar cercenadosen el todos los intereses que Ie pueden torcer y estorbar el decirlao fal larla, 10 que de ordinarto padece en el seglar" 27.

F'acilmente puede deducirse de este parrafo la gravedad dela conclusion, por envolverse una acusacion de venalidad. Anteesta frase, i,cahepensar que era publico a al menos Simon conocialos juegos a que se prestaba Herrera? La investigaclon que hacealios realize el doctor Perez Bustamante vino a demostrar que,en efecto, Herrera poseia una pluma vendible, "che sappi fareservitto" -como decia de el Orazio Scotto 28_, del mismo modo

24. Simon 18, I Parte, I Noticia, cap. X, pags. 30·31. Debemos advertir que al utilizartextos de la I Parte, citamos por la edicion principe, por 10 que reproducimosla ortografia de la epoca, Para la II y III no hacemos 10 mismo, pues Ie edic.de Bogota de 1953 lleva, como es Iogico, la ortografia modernizada, como ya 10hizo Medaido Rivas en la suya.

25. Como se ve, Simon, utiliza exactamente la misma expresion que Herrera dedicaa Torquemada, aplicandosela ahora al Cronista Mayor de Indias.

26. Simon. III parte, prologo al lector. T. V, pag, 15.

27. Simon, III parte. T. V, pag, 17.

28. Ciriaco Perez Bustamante: El cronista Antonio de Herrera y la Historia deAlejandr·o Famesio, BoI. Acad. Hist. Madrid 1933. CIII, 737·790. Este interesan.tisimo trabajo se basa en la correspondencia del marques Orazio Scotto, agenteque el duque Ranuccio Farnesio empleaba para comprar a Herrera, pues nece.

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que el doctor Ballesteros Beretta abundo en las referencias ala tecnica de adulacion 29. La detencion de Herrera en 1609pro-pagaria estas y otras noticias, por 10 que no puede extrafiar queSimon se atreviera a escribir unas frases tan agresivas comoestas:

"'Yo conoci a cierto seglar que habiendo sacado a luz dos malogra-dos tomos, .andando buscando memorias para hacer otro, decia le-vantaria al paso ide 10 que le pagaran los heehos de cada uno, veri-diendole la gloria del mundo al peso del oro que le diese" 30.

Es cierto que puede tratarse en este caso de una persona dis-tint a que Herrera -aunque tampoco hemos podido buscar sus-tituto que encaje-, pero aun asi, bien grave resulta citar uncaso tan escandaloso sin establecer distingo.

Mas la discrepancia con Herrera no la limita fray Pedro Si-mon a rebatir los conceptos utilizados en la polemica, sino quela lleva, como hemos dicho, a todos los extremos. Asi podemosverlo, por ejemplo, en el caso del concepto historico.

Si para Herrera la Historia debe ser la justicia humana apli-cada a los hechos colectivos de un pueblo 31, para Simon la His-toria consiste en la contemplacion de la obra de Dios en losactos de los hombres, que como resultado de sus designios debenser recordados, con el fin de entender 10 que con ellos ejemplar-mente se nos propone 32. Y tan fundamental es para Simon dejarbien asentado este concepto, que firmemente subraya su pre-

sitaba que, en la Historia del mundo que estaha escribiendo, se exaltaran losmeritos de su padre Alejandro Farnesio para apoyar en ellos sus solicitudes derecompensa. Tarnhien se pnblican otras cartas de Juan Canobio; en la del 29 deseptiembre de 1604 dice "che era bone donare a costui perche dicense bene ... ",y en la de 21 de octubre de 1608 afirmaba que otros gran des senores Ie han dadoayudas a Herrera para, la Impresion de su historia y que si Farnesio 10 hace"che fara quello 10 verro sopra questi punti", Segun sededuce de estas corres-pondencias, Herrera alardeaba de po seer ciertos documentos que comprometianla memoria de Alejandro Farnesio, por 10 que ponia a precio sus servicios his-tori cos, muy por encima de 10 que estaba dispuesto a pagar Ranuccio Farnesio.En relacion con sus actividades cortesanas tan comprometido debio verse He-rrera, envuelto en los juegos de la politica, que el 24 de agosto de 1609 fue de-tenido, no sustanciandose el proceso hasta el 19 de julio de 1611, fecha en laque fue puesto en libertad (Ballesteros 10, pg. XLV).

29. Ballesteros 10, asi con el principe Felipe, Franqueza, Rodrigo Calderon, Conde-duque, etc.

30. Simon, III parte; prdlogo al lector. T. V, pag, 17.

31. Asi nos dice que algunos autores han procurado "escurecer la piedad, valor ymucha constancia de animo que la nacion castellana ha mostrado en el descu-brimiento, pacifica cion y poblacion de tantas y tan nuevas tierras... haciendomas caso de 10 malo que algunos hicieron. .. que de 10 bueno que muchos obra-ron". Herrera, prologo 14, T. I.

32. No es un concepto meramente providencialista, que cuidan de evit~r los escrf-tores espafioles de esta epoca -tras la polernica tremenda de la Reforma- conel fin de no incurrir en la idea de la predestinacion aplicada a los hechos !listo.ricos, que ampararia la de la predestinacion de los individuos. Es la providenciay el libre albedrio de los hombres.

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tension en considerarle como previo y clave de su exposici6n-que solo asi podra entenderse-, "declarando que sea historia,y sus fines, cosa que he juzgado -insiste- par importante ynecesaria", maxime cuando a ella se ve obligado "POl'ser tanpocos los que hallo la traten can fundamento, y tantos los quesin el, ni saber la esseneia de la historia se panen muchas veeesa escribirla" 33. Asi, despues de repasar las ideas que sobre elfin de la Historia tenian, entre otros, Tito Livia y Cicer6n -"tes-tigo de los tiempos, luz de la verdad, maestra de la vida"-,Simon manifiesta significativamente que "sabre los dichos nome parecen bastantes fines para mover a componer historia,si no se le dan otros mas realzados". Esta declaraci6n, tan lejosde la adoraci6n renaeentista, nos asombraria si no tuvieramosya noticia de su actitud, porque para Simon, ademas de las ape-laciones sabre el eoncepto historico, que eonsidera comunes yuniversales a todas las historias, hay

"en est a nuestra ... otro lfundamentol especial. .. que es ser ocasi6ny instrumento de las divirias alabancas, por las grandezas que sedescubren aver salido de las divin.as manos en las cosas que cuentala historia: porque con tar los bestiales ritos que en estas Provinciasse usa ban entre los Indios ... las carnicerias de carne humana, deque no se vian hartos ... y que en medio de estas aborninacionescon que irritaban la justicia de Dios ... fueran tan blarudas sus en-trafias divinas, que entonces pusiese medics para hacerles mercedes,criando ... soldados valierites ... y que no les atemorizassen dificul,tades, antes atropellando por todas metiessen la luz del Evangelio,con que se desvaneciessen estas tinieblas ... y assi no pienso queabra quien sienta bien de nuestra Santa Fe que no Ie soli cite estoa tomar por fin en esta historia las alabancas divi.nas ... Hazed Se-nor cosas admirables y dignas de vuestra infinita virtud que no-so-tros las cantaremos, las escribiremos y pondrernos en historias, paraque no se olviden, antes vayan pasando de gente en gente ... , quetodas estas sonj las prerogativas de la historia" ...

Plantear asi el quehaeer hist6rico y entendida de esta manerala Historia, para eomprender las grandezas de Dios, del mismomodo que para ejemplarizar los peeados de los hombres, resultaahora claramente justifieada su deeidida defensa del papel delreligloso como escritor de Historia, no solo par su limpieza depensamiento en la busqueda de la verdad, sino tambien por elpropio contenido y razon de la Historia. Se entronca asi estaactitud como una parte mas de la meditacion cristiana, queextrae las ensefianzas de las Eserituras, de la historia del pueblojudio, como tambien puede extraerlas de la historia proxima.De esta forma, la Historia es una lecci6n formativa y tiende ala perfecci6n del hombre.

POl'consiguiente, la Historia estara formada par una sucesi6nde hechos en los que coneurre la prima traseendencia y la inma-riente libertad del hombre: una Historia heeha por los hombres

33. Simon, pro logo a !a L parte 18.

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y dirigida, ejemplar 0 correctivamente, por Dios. Asi veremosque al censurar Simon a quienes se dedicaron a saltear -"daralbazos"- a los pueblos costeros para adquirir esclavos, dice:

"los quales hechos quiso Dios no quedaseri sin castigo, pues avien-dose tenido advertencia en los fines que tuvieron los mas de losdesalmados hombres que andavan en este trato, se vido aver sidomiserabilisimos con muertes trabajosas y escandalosas, porque pe-cades <deagravio y escandalo a veces piden estos fines" 34.

La pugna con la historia herreriana no podia ser mas honda,al mismo tiempo que mas justificada -seglin este cuadro deideas- la actitud recriminatora, como producto de un criteriorenacentista, entregada a las apetencias de los hombres, hala-gadora segun fuera el pago del servicio, alejada de sus fines ...

Pero tampoco paraba aqui la diserepancia, que Simon extien-de 10mismo a la estructura que al lenguaje, aunque estos seanya problemas de detalle comparativo, y no de fondo.

Respecto a la estructura de la obra historica, el plan al quequiere ajustarse Simon queda expuesto en el prologo de la pri-mera parte. A este proposito, dice que se da par advertido, comose 10 han hecho conocer muchos amigos, de que debia

"yr siguiendo y como ensartandola segun los tiempos en que fuesucedierido [Olden cronologicol aunque fuessen muy distantes tie-rras, pues el tiempo las junta y este es el comun estilo de los his-toriadores clasicos",

aunque mas claramente podia haber dicho que esta fue la es-tructura que Herrera dio a su obra. Frente a esta tecnica, Simondeclara paladinamente que prefiere "hazer tomo aparte de laProvincia que Ie toea, sin envolver las historias", y esto por dosrazones:

"escusar el disgusto que es cortar el hilo a la historia y cosas deuna Provincia, quando mas cebado va el lector en ellas, para saltara otras de otra ... , y La otra ... , que qualqutera que tuviese algunodellos llibros l ,0 por no poderlos comprar todos 0 por perderselealguno, 0 por otra causa, a 10 menos los que le quedaren le den his-toria entera de una Provincia". " 3,.

Gomose ve, se trata de un plan exactamente opuesto al desa-rrollado por Herrera en sus Decadas, evidentemente desconcer-tante al saltar de un tema a otro, por sucederse en los mismosafios, y al que quiere oponer Simon la unidad local del relato.

En el mismo atan de contraste -aunque en este caso mas'bien sea impotencia disfrazada- podemos ver la idea de Simonrespecto al lenguaje que debe emplearse y, claro es, el que va

34. Simon 18, I parte, IV Noticia, cap. I.

35. Lo curioso del caso es que luego, al desarrollar las N oticias 11istoriales, hizoalgo parecido que Herrera, ya que Aguado habia hecho 10 propio.

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a emplear el. Era dificil eludir el compromiso, ya que la lecturade su obra provocaria Ia comparacion. El parrafo que dedica altema es bien elocuente:

"No me hacausado el .desvelo en Espafiolizar tan a 10 ciceronianoel lenguaje Espafiol, como el hizo el Latino, por saber con desengafiono ser obra esta ide muchos dias [rnoda transitoria l , aun en el masdesvelado, pues es cierto que en poco [tiempo] se ha de envejecerel mas cortado y cortesano y Iadino modo de hablar, y aun quantamas perfil ado aora, a de parecer peor dentro, de treynta afios, y nose si me atreva a fiar Ie guardara el respeto tanto tiempo: pues sumucha variacion y carrera tan por la posta muda con mayores ymuy mas ligeros buelos cosas muy mas de asiento que 10 es ellenguaje: y los que .ayer a puestas de sol vimos y celebramos, yaoy al amanecer no las conocemos per hall arias tan otras. Porque el.asiento .de las cosas .deste mundo es no tenerle: Y assi, procurandono levantar el estilo tan sobre las nuves, que sea menester baxedellas quien 10 entienda, por ser esto mas querer atormentar con lahistoria que dar gusto, como 10 hazen muchos destos modernos tiem-nos, verdugos de nuestra lengua Castellana, ni que vaya tan humil-de que sea despreciable y asquerosa ; solo he procurado estilo claroy casto guardando el rostro al tiempo en que me hallo y no al queesta por venir, pues no sabemos qual sera" 36.

Se trata, como vemos, de una terminante manifestacion deanticultismo, de franca hostilidad a la moda renacentista quetendia a imitar el estilo de los grandes escritores latinos. Lo creeartificioso, contrario a la pureza del idioma castellano y fugaz-del momenta- para llegar a "parecer peor" en el futuro, porcansancio y evolucion logica.

Naturalmente, todo esto es, en gran parte, un desahogo frentea Herrera y los demas escritores de elegante lenguaje.

No pasaron inadvertidas todas estas censuras de Simon contraHerrera, a pesar de que solo se conocieron las insertas en la pri-mera parte de sus Noticias Historiales -la unica que llego apublicarse- y aunque el propio Herrera, ya fallecido, no podiasalir a la palestra para defenderse de tan frontal ataque, eruditosde tiempos posteriores recogieron nuevamente el mensaje del va-puleado cronista, para cubrirIe con el propio prestigio de su obra.Asi 10 vemos en la nueva edicion de las Decadas que se llevo acabo en el siglo XVIII, donde en el prologo se vuelve de nuevo altema de la polemica, para amparar la memoria de Herrera. Asi,al par que se reprocha a Torquemada sus ataques, cuando el mis-mo Ilego a servirse de las Decadas en el texto de la MonarquiaIndiana 37, se esfuerza en contraponer el tone correcto con el quedice se detendio Herrera, con la agresividad que adopto Simon altomar parte en el debate:

36. Simon 18, prologo al lector, tercer parrafo,

37. En el proemio, en efecto, se apostilla al margen los lugares en que Torquemadase sirvio de Herrera: lib. IV, cap. 66, foL 482 del T. I ;68, 494; 104, 342, etc.

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f _ _f _ _f-. •• _ _f _ _f _ _f _ _f _ _f _ _

"La modestia del Autor [Herrera] en su respuesta (aunqua masimpaciente i doctamente en otra parte) no merecia que Fray PedroSimon tomase la pluma en su defensa [en Ia de Torquernada I, ha-ciendo con ello injuria de todos ~8 de 10 que provocado dijo Herreracontra uno, i mas genera de escritores, que no le paso por el pen-samiento en los limites de su enojo" 39. .

He aqui, pues, un curioso episodio, que hoy llamariamos con-tienda de eruditos 0 literaria, que en el fondo entrafia algo masque una pugna con L6pez de Velasco y Antonio de Herrera, puessignifica y pone al descubierto un movimiento de protesta contrala instituci6n del Cronista Mayor de Indias, por ofrecerse al ex-terior y en la practica de su ejercicio con muy distintos perfilesde los que Ovando concibi6 al reclamar del Rey su estableci-miento.

Si en el caso que hemos estudiado, toda la irritaCi6n se dirigecontra Antonio de Herrera, es muy cierto que gran parte era con-secuencia de su pedestal, en tanto en cuanto el era CronistaMayor de Indias y escribia auxiliado del aparato documental quecomo tal estaba a su disposicion, y en tanto su tono y alardeestaban respaldados en su funci6n, prestigio y tono.

Pero, ademas de esto, hemos de vertambien una prueba queno concuerda con la pretendida pasividad del residente en Ame-rica en el siglo XVII, que como vemos, actua, escribe, proclamay defiende unas verdades que enfrenta con las que en la Corte ytan cerca del propio Consejo de Indias, otro poderoso personajese empefia en desconocer y soslayar despectivamente. y tantasvoces dieron que aun en el siglo XVIII estaban oyendose,

Demetrio RamosProfesor de la Universidad de Barcelona (Espana)

38. Es decir, transformando la defensa que de si mismo hizo Herrera, en ataque atodos los religiosos que escribian desde America. La dificultosa sintaxis de esteparrafo fue la causa de que el Dr. Ballesteros Beretta creyera que el P. Simonhabia salido en defensa de Herrera, como 10 dice en el pro logo a la edicion deIas- Decadas de la Real Academia de la Historia 10, T. I, 1934.

39. Segunda edicion de la Historic General de los hechos de los castellanos en lasislas y tierra fir me del mar Oceano, de Antonio de Herrera. Madrid, 1729. Vol. I.Proemio de Barcia.

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