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-33- OPINIÓN Miércoles 28 de marzo del 2018 RINCÓN DEL AUTOR Sóplate estas cinco 1 Keiko quería que PPK fracase. Él la atrasó, le ganó por un pelo y una vez en el poder, en lugar de llamarla a conciliar, la des- preció e indujo a su padre y a su hermano a traicionarla. Se portó con ella peor que ella con él. Y ella no paró hasta vacarlo o empujarlo a la renuncia, que es lo mismo. Bueno, pues, con igual lógica con la que ansió el fin anticipado de PPK sin importarle demasiado lo que padecíamos los peruanos en el intento, ahora tiene que ansiar que a Martín Viz- carra le vaya bien. Ella ayudó a ponerlo y lleva una cuota de responsabilidad en lo que este haga. Es un buen augurio. 2.MoisésMamanitieneunahojadevida controversial, por decir lo menos. Pero los videos donde agarra al ppkausismo y a los ‘avengers’ con los pantalones abajo son perfectamente legítimos. Esa dis- cusión sobre la moralidad del topo ya la resolvimos hace tiempo. Aburre volver a oírla.Yaelpaísha dado un brinco y un vuelco con es- tos videos. Por eso, el Ministerio Público ha deci- dido investigar de oficio a los im- plicados. Mama- ni la hizo linda: Que se consigne ensuexpediente, a favor de su ex- piación. 3. El gobierno de PPK fue un negociazo. Las implicancias penales de esta frase las dejo a los fiscales. Lo que sostengo es que las décadas de dedicación de PPK a hacer estructuraciones financieras, le- vantandomillonesdedólaresdebancos, gobiernos y entes multilaterales para que empresas y consorcios ganadores de licitaciones puedan ejecutar un me- gaproyecto; condicionó y pervirtió su paso por la política. Lo hizo cuando fue ministro de Toledo y su empresa West- eld pescó algunas estructuraciones. Lo hizo cuando fue presidente y se entercó en la estructuración de Chinchero con la propuesta más temeraria de su vida: na- da de bancos ni de multilaterales, nada de intermediarios cobrando intereses y comisiones. Toda la plata la pondría el Estado y el Estado era él. Necesitamos un equipo multidisciplinario de econo- mistas, politólogos, psicólogos, fiscales, entre otros, para explicar. 4. Fujimori solo debía ser indultado a condición de un mea culpa y un retiro de la política. Es lo que pensábamos varios –me incluyo– que nos manifestamos a favor de su indulto, solo si era fruto de esos gestos. Pero hizo apenas un mea culpa desganado y volvió a la política como operador antivacancia. La CIDH debe tener esto en cuenta y recomendar al Estado Peruano que revierta la gracia presidencial. Y Keiko tendrá que volver a decirloqueyadijo:quenousarásupoder político en beneficio de su padre. 5. VizcarranoledebenadaaPPK.Alcon- trario, este casi lo enreda penalmente en el entuerto de Chinchero y le friega la vida. Su presidencia se la debe a la opo- sición. Y su lealtad se la debe al país. “Keiko quería que PPK fracase [...]. Con igual lógica, querrá que a Vizcarra le vaya bien”. Periodista FERNANDO Vivas LA INMIGRACIÓN EXTRANJERA EN EL PERÚ EL FUTURO DEL FUJIMORISMO LUEGO DE LA RENUNCIA DE PPK No es un problema Cuando pase el temblor L a reciente entrada de inmi- grantes venezolanos en nues- tro país ha generado reacciones diversas, entre las que destaca la preocupación por un posible impacto negativo en el empleo y los salarios de los peruanos. Aunque es un tema controversial porque puede implicar la adaptación de la población local (y la que migra) a nuevas condiciones de mercado, los estudios que han analizado los efectos de la inmigración en los países receptores muestran que su impacto sobre empleo y salarios no es necesariamente ne- gativo. El análisis señala que el impacto final depende de diversos factores, principalmen- te de las habilidades de la población inmi- grante, de cómo se comparan estas con las habilidades de la población nacional y de la capacidad del mercado laboral para absor- ber la mano de obra ingresante. Diversos estudios (por ejemplo, los rea- lizados en distintos años por George Borjas de la Universidad de Harvard) señalan que si la inmigración se caracteriza por ser prin- cipalmente de trabajadores poco calificados y la inserción de los migrantes en el entorno productivo es posible, puede existir una sus- titución parcial de trabajadores locales por trabajadores extranjeros y una presión a la baja en los salarios en los merca- dos que requieren trabajadores con ese perfil. Pero en el mediano plazo, este ajuste disminuirá los costos de producción, permitirá elevar la pro- ductividad por trabajador y, como consecuencia, la expansión de los negocios. Así, se compensan tanto las ¿ Quéleesperaalfujimorismo?Keiko Fujimorihaganadoenelcortoplazo en el frente interno. La facción beli- gerantedesuhermanoyelgobierno queladerrotóenlasurnashancaído con un solo tiro. El futuro de Kenji Fujimori es bastantesombríocomocongresistaycandida- to,yCambio21tienepocasposibilidadessinsu liderazgo.FuerzaPopularhaganadoestapar- tida interna y, por ahora, puede controlar me- jor su dinámica parlamentaria y electoral. Sin embargo,KenjiFujimoriguardauntemerario as bajo la manga con sus posibles revelaciones sobre el financiamiento y operaciones del fu- jimorismo. Nada está dicho y, por supuesto, al nuevo gobierno le conviene que la tensión se mantenga al interior de la familia Fujimori. En el mediano plazo, los efectos de la re- ciente crisis política son potencialmente ad- versos. El indulto ha desgastado el principal capital del fujimorismo: el recuerdo de Alber- to.Asimismo,muchaspersonascreenqueesta fuerzapolíticacontribuyódecisivamenteenla crisis, a pesar de querer presentarse hoy como campeones anticorrupción. Sus liderazgos no estuvieron a la altura de las circunstancias, “La preocupación sobre los efectos de la reciente inmigración a nuestro país no tiene sustento”. pérdidas en empleo de la población local co- mo la reducción en los salarios. Por otro lado, si la inmigración se carac- teriza por ser principalmente de trabajado- res más capacitados técnicamente, es en los sectores que requieren perfiles más especia- lizados en los que habrá sustitución del em- pleo local y una reducción del salario. Pero, nuevamente, y en este caso de manera más directa, habrá reducción de costos y ganan- cias de productividad que a la larga benefi- ciarán a todos. Por lo tanto, en cualquier escenario es contribuyendo al problema por acción y omi- sión. Keiko Fujimori abdicó inmediatamente asurolhistóricodeconducirunaoposiciónor- ganizada frente a un gobierno débil, fallando en su mandato democrático de control políti- co al dejar que sus congresistas confundan la scalización con el acoso. Esta crisis no se circunscribe a la caída de un presidente. La danza entre el Ejecutivo y el Parlamento ha mellado la precaria institucio- nalidad democrática. La gerencial apatía de oficialismo y el bravuconeo inútil de los oposi- tores no son nuevos, pero se han caricaturiza- doafuerzadebroncasyescándalosdecorrup- ción. Aunque no observemos movimientos ciudadanos en las calles, el ahondamiento de estacrisissematerializaenlaopiniónpública. No olvidemos que la desazón de los peruanos cobra forma más definida en tiempo electoral y, en el largo plazo, toda la clase política pue- de ser desbordada. Cuando pase el temblor, tirios y troyanos estarán en el mismo saco, sin importar cuánto empeño pongan en sus co- municados. Para evitar el descalabro, el fujimorismo y su lideresa tienen que repensar su rol en la política peruana. Empezando por entender que el largo plazo es más que el período entre elecciónyelección,yquelademocraciaesmás que alcanzar el poder a toda costa. Dura tarea tomandoencuentasuideariocardinal.Veinte mesesdeirresponsabilidadhanpuestoaFuer- za Popular contra las cuerdas y hoy no solo tie- nequeresolversucontinuidadcomoorganiza- necesario tomar en cuenta el efecto en la productividad. Sobre este último punto, la evidencia disponible para el caso peruano es escasa, pero los estudios internaciona- les muestran resultados interesantes. Por ejemplo, Boubtane y sus coautores (2014) encuentran un impacto positivo de la mi- gración en el crecimiento de 22 países de la OCDE debido a un incremento en su pro- ductividad. Este se da por el traspaso de tra- bajadores locales a empleos de mayor ren- dimiento, por el aporte en capital humano debido al ingreso de inmigrantes altamente calificados y por el crecimiento del capital físico aportado por ellos mismos. Asimismo, en Chile la evidencia muestra que la inmigración extranjera no presenta efectos negativos en salarios por su baja par- ticipación en el empleo total (representa el 2,1% de este). Más bien se evidencian mejo- ras en la productividad y el traspaso de traba- jadores locales a sectores donde esta es más alta (Contreras et al. (2013) y Bravo (2016)). En el Perú la magnitud de la inmigración reciente es tan baja que difícilmente impli- cará algún impacto significativo en el corto plazo. Los datos del INEI hasta agosto del 2017 indican que el saldo migratorio –de- finido como la diferencia entre entradas de extranjeros al país y salidas de extranjeros del país– fue de 54.000 personas, es decir 0,32% de la PEA. Cifras más recientes –brindadas por la ministra Aljovín– indican que el número de migran- tes representa aproximadamente el 0,6% de la PEA. Por ello, la preocupación sobre los efectos de la reciente inmigración a nuestro país no tiene sustento. Por el contrario, la preocupación debería centrar- se en la generación de capacidades en los trabajadores, tanto locales como extranje- ros, en las condiciones del mercado laboral para absorber esta nueva mano de obra y en el diseño de políticas que promuevan incre- mentos en la productividad. ciónpolítica,sinotambiénsucontribuciónala resiliencia de la democracia. Esto significa, en el corto plazo, que tienen que resolver la com- pleja ecuación de asegurar la estabilidad de este gobierno, pero sin acercarse demasiado. Por otro lado, el antifujimorismo también tienequeafinarsusestrategiasyentendimien- to del fenómeno. Durante la crisis, las lecturas antojadizas sobre la fuerza, organicidad y ca- pacidad estratégica del fujimorismo han sido tan inútiles como perjudiciales. Una cosa es ‘descubrir’ que Fuerza Popular tiene fisuras que pueden agudizarse, y otra es ‘meter com- ba’ sin pensar en los efectos colaterales. Un indulto que era visto como una estrategia des- estabilizadora del poder de Keiko, finalmente desencadenólacaídadelpresidente.Desmon- tar Fuerza Popular es difícil, y sus efectos pue- den ser contraproducentes. El fujimorismo es impredecible por sus propias limitaciones y este tipo de interpreta- ciones contribuyen a ahondar la incertidum- bre y a oscurecer cualquier entendimiento del juego político. No debería repetirse el error en los próximos meses. A pesar de las serias im- putaciones por sus fuentes de financiamiento y su incierto compromiso con las institucio- nes, Fuerza Popular es una organización con representación, identidad, recursos y poder. Poresacomplejidadesquedebeserobservada seriamente y sin apasionamientos. Nos guste o no, nuestra dinámica política sigue siendo pos-Fujimori,ynohayindiciosdequeesovaya a cambiar pronto. ILUSTRACIÓN: GIOVANNI TAZZA Politólogo PAOLO Sosa Director de proyectos de Apoyo Consultoría RAÚL Andrade

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Page 1: LA INMIGRACIÓN EXTRANJERA EN EL PERÚ No es un problema … · de PPK sin importarle demasiado lo que ... Es un buen augurio. 2. Moisés Mamani tiene una hoja de vida controversial,

-33- OPINIÓN Miércoles 28 de marzo del 2018

RINCÓN DEL AUTOR

Sóplate estascinco

1 Keiko quería que PPK fracase. Él la atrasó, le ganó por un pelo y una vez en el poder, en lugar de llamarla a conciliar, la des-preció e indujo a su padre y a su

hermano a traicionarla. Se portó con ella peor que ella con él. Y ella no paró hasta vacarlo o empujarlo a la renuncia, que es lo mismo. Bueno, pues, con igual lógica con la que ansió el fi n anticipado de PPK sin importarle demasiado lo que padecíamos los peruanos en el intento, ahora tiene que ansiar que a Martín Viz-carra le vaya bien. Ella ayudó a ponerlo y lleva una cuota de responsabilidad en lo que este haga. Es un buen augurio.

2. Moisés Mamani tiene una hoja de vida controversial, por decir lo menos. Pero los videos donde agarra al ppkausismo y a los ‘avengers’ con los pantalones abajo son perfectamente legítimos. Esa dis-cusión sobre la moralidad del topo ya la resolvimos hace tiempo. Aburre volver a

oírla. Ya el país ha dado un brinco y un vuelco con es-tos videos. Por eso, el Ministerio Público ha deci-dido investigar de ofi cio a los im-plicados. Mama-ni la hizo linda: Que se consigne en su expediente, a favor de su ex-piación.

3. El gobierno de PPK fue un negociazo. Las implicancias penales de esta frase las dejo a los fi scales. Lo que sostengo es que las décadas de dedicación de PPK a hacer estructuraciones fi nancieras, le-vantando millones de dólares de bancos, gobiernos y entes multilaterales para que empresas y consorcios ganadores de licitaciones puedan ejecutar un me-gaproyecto; condicionó y pervirtió su paso por la política. Lo hizo cuando fue ministro de Toledo y su empresa West-fi eld pescó algunas estructuraciones. Lo hizo cuando fue presidente y se entercó en la estructuración de Chinchero con la propuesta más temeraria de su vida: na-da de bancos ni de multilaterales, nada de intermediarios cobrando intereses y comisiones. Toda la plata la pondría el Estado y el Estado era él. Necesitamos un equipo multidisciplinario de econo-mistas, politólogos, psicólogos, fi scales, entre otros, para explicar.

4. Fujimori solo debía ser indultado a condición de un mea culpa y un retiro de la política. Es lo que pensábamos varios –me incluyo– que nos manifestamos a favor de su indulto, solo si era fruto de esos gestos. Pero hizo apenas un mea culpa desganado y volvió a la política como operador antivacancia. La CIDH debe tener esto en cuenta y recomendar al Estado Peruano que revierta la gracia presidencial. Y Keiko tendrá que volver a decir lo que ya dijo: que no usará su poder político en benefi cio de su padre.

5. Vizcarra no le debe nada a PPK. Al con-trario, este casi lo enreda penalmente en el entuerto de Chinchero y le friega la vida. Su presidencia se la debe a la opo-sición. Y su lealtad se la debe al país.

“Keiko quería que PPK fracase [...]. Con igual lógica, querrá que a Vizcarra le vaya bien”.

Periodista

FERNANDOVivas

LA INMIGRACIÓN EXTRANJERA EN EL PERÚ

EL FUTURO DEL FUJIMORISMO LUEGO DE LA RENUNCIA DE PPK

No es un problema

Cuando pase el temblor

L a reciente entrada de inmi-grantes venezolanos en nues-tro país ha generado reacciones diversas, entre las que destaca la preocupación por un posible

impacto negativo en el empleo y los salarios de los peruanos.

Aunque es un tema controversial porque puede implicar la adaptación de la población local (y la que migra) a nuevas condiciones de mercado, los estudios que han analizado los efectos de la inmigración en los países receptores muestran que su impacto sobre empleo y salarios no es necesariamente ne-gativo. El análisis señala que el impacto fi nal depende de diversos factores, principalmen-te de las habilidades de la población inmi-grante, de cómo se comparan estas con las habilidades de la población nacional y de la capacidad del mercado laboral para absor-ber la mano de obra ingresante.

Diversos estudios (por ejemplo, los rea-lizados en distintos años por George Borjas de la Universidad de Harvard) señalan que si la inmigración se caracteriza por ser prin-cipalmente de trabajadores poco califi cados y la inserción de los migrantes en el entorno productivo es posible, puede existir una sus-titución parcial de trabajadores locales por trabajadores extranjeros y una presión a la baja en los salarios en los merca-dos que requieren trabajadores con ese perfi l. Pero en el mediano plazo, este ajuste disminuirá los costos de producción, permitirá elevar la pro-ductividad por trabajador y, como consecuencia, la expansión de los negocios. Así, se compensan tanto las

¿ Qué le espera al fujimorismo? Keiko Fujimori ha ganado en el corto plazo en el frente interno. La facción beli-gerante de su hermano y el gobierno que la derrotó en las urnas han caído

con un solo tiro. El futuro de Kenji Fujimori es bastante sombrío como congresista y candida-to, y Cambio 21 tiene pocas posibilidades sin su liderazgo. Fuerza Popular ha ganado esta par-tida interna y, por ahora, puede controlar me-jor su dinámica parlamentaria y electoral. Sin embargo, Kenji Fujimori guarda un temerario as bajo la manga con sus posibles revelaciones sobre el fi nanciamiento y operaciones del fu-jimorismo. Nada está dicho y, por supuesto, al nuevo gobierno le conviene que la tensión se mantenga al interior de la familia Fujimori.

En el mediano plazo, los efectos de la re-ciente crisis política son potencialmente ad-versos. El indulto ha desgastado el principal capital del fujimorismo: el recuerdo de Alber-to. Asimismo, muchas personas creen que esta fuerza política contribuyó decisivamente en la crisis, a pesar de querer presentarse hoy como campeones anticorrupción. Sus liderazgos no estuvieron a la altura de las circunstancias,

“La preocupación sobre los efectos de la reciente

inmigración a nuestro país no tiene sustento”.

pérdidas en empleo de la población local co-mo la reducción en los salarios.

Por otro lado, si la inmigración se carac-teriza por ser principalmente de trabajado-res más capacitados técnicamente, es en los sectores que requieren perfi les más especia-lizados en los que habrá sustitución del em-pleo local y una reducción del salario. Pero, nuevamente, y en este caso de manera más directa, habrá reducción de costos y ganan-cias de productividad que a la larga benefi -ciarán a todos.

Por lo tanto, en cualquier escenario es

contribuyendo al problema por acción y omi-sión. Keiko Fujimori abdicó inmediatamente a su rol histórico de conducir una oposición or-ganizada frente a un gobierno débil, fallando en su mandato democrático de control políti-co al dejar que sus congresistas confundan la fi scalización con el acoso.

Esta crisis no se circunscribe a la caída de un presidente. La danza entre el Ejecutivo y el Parlamento ha mellado la precaria institucio-nalidad democrática. La gerencial apatía de ofi cialismo y el bravuconeo inútil de los oposi-tores no son nuevos, pero se han caricaturiza-do a fuerza de broncas y escándalos de corrup-ción. Aunque no observemos movimientos ciudadanos en las calles, el ahondamiento de esta crisis se materializa en la opinión pública. No olvidemos que la desazón de los peruanos cobra forma más defi nida en tiempo electoral y, en el largo plazo, toda la clase política pue-de ser desbordada. Cuando pase el temblor, tirios y troyanos estarán en el mismo saco, sin importar cuánto empeño pongan en sus co-municados.

Para evitar el descalabro, el fujimorismo y su lideresa tienen que repensar su rol en la política peruana. Empezando por entender que el largo plazo es más que el período entre elección y elección, y que la democracia es más que alcanzar el poder a toda costa. Dura tarea tomando en cuenta su ideario cardinal. Veinte meses de irresponsabilidad han puesto a Fuer-za Popular contra las cuerdas y hoy no solo tie-ne que resolver su continuidad como organiza-

necesario tomar en cuenta el efecto en la productividad. Sobre este último punto, la evidencia disponible para el caso peruano es escasa, pero los estudios internaciona-les muestran resultados interesantes. Por ejemplo, Boubtane y sus coautores (2014) encuentran un impacto positivo de la mi-gración en el crecimiento de 22 países de la OCDE debido a un incremento en su pro-ductividad. Este se da por el traspaso de tra-bajadores locales a empleos de mayor ren-dimiento, por el aporte en capital humano debido al ingreso de inmigrantes altamente califi cados y por el crecimiento del capital físico aportado por ellos mismos.

Asimismo, en Chile la evidencia muestra que la inmigración extranjera no presenta efectos negativos en salarios por su baja par-ticipación en el empleo total (representa el 2,1% de este). Más bien se evidencian mejo-ras en la productividad y el traspaso de traba-jadores locales a sectores donde esta es más alta (Contreras et al. (2013) y Bravo (2016)).

En el Perú la magnitud de la inmigración reciente es tan baja que difícilmente impli-cará algún impacto signifi cativo en el corto plazo. Los datos del INEI hasta agosto del 2017 indican que el saldo migratorio –de-fi nido como la diferencia entre entradas de extranjeros al país y salidas de extranjeros del país– fue de 54.000 personas, es decir

0,32% de la PEA. Cifras más recientes –brindadas por la ministra Aljovín– indican que el número de migran-tes representa aproximadamente

el 0,6% de la PEA. Por ello, la preocupación sobre

los efectos de la reciente inmigración a nuestro país no tiene sustento. Por el

contrario, la preocupación debería centrar-se en la generación de capacidades en los trabajadores, tanto locales como extranje-ros, en las condiciones del mercado laboral para absorber esta nueva mano de obra y en el diseño de políticas que promuevan incre-mentos en la productividad.

ción política, sino también su contribución a la resiliencia de la democracia. Esto signifi ca, en el corto plazo, que tienen que resolver la com-pleja ecuación de asegurar la estabilidad de este gobierno, pero sin acercarse demasiado.

Por otro lado, el antifujimorismo también tiene que afi nar sus estrategias y entendimien-to del fenómeno. Durante la crisis, las lecturas antojadizas sobre la fuerza, organicidad y ca-pacidad estratégica del fujimorismo han sido tan inútiles como perjudiciales. Una cosa es ‘descubrir’ que Fuerza Popular tiene fi suras que pueden agudizarse, y otra es ‘meter com-ba’ sin pensar en los efectos colaterales. Un indulto que era visto como una estrategia des-estabilizadora del poder de Keiko, fi nalmente desencadenó la caída del presidente. Desmon-tar Fuerza Popular es difícil, y sus efectos pue-den ser contraproducentes.

El fujimorismo es impredecible por sus propias limitaciones y este tipo de interpreta-ciones contribuyen a ahondar la incertidum-bre y a oscurecer cualquier entendimiento del juego político. No debería repetirse el error en los próximos meses. A pesar de las serias im-putaciones por sus fuentes de fi nanciamiento y su incierto compromiso con las institucio-nes, Fuerza Popular es una organización con representación, identidad, recursos y poder. Por esa complejidad es que debe ser observada seriamente y sin apasionamientos. Nos guste o no, nuestra dinámica política sigue siendo pos-Fujimori, y no hay indicios de que eso vaya a cambiar pronto.

ILUSTRACIÓN: GIOVANNI TAZZA

Politólogo

PAOLOSosa

Director de proyectos de Apoyo Consultoría

RAÚLAndrade

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