SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSANº 99/3-I-1998

La ilusión,algo muy serio

La ilusión,algo muy serio

Etapa II - Número 99Edita: Fundación San Agustín. Arzobispado de Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz- Asesores religiosos: Manuel Mª Bru, Javier AlonsoRedacción: Pza. del Conde Barajas,1. 28005 Madrid.

Télfs: 365 18 13 - 366 78 64 Fax: 365 11 88 E-Mail: fsagustin@planalfa.esDirector: Miguel Angel Velasco Puente

Redactor Jefe: José Antonio Ullate Fabo - Redactores: Coro Marín Palacios, Inmaculada Álvarez, Jesús Colina (Roma)Jefe de Producción: Francisco Flores Domínguez - Secretaría de dirección: Sonsoles de la Vega - Documentación: Dora Rivas

Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. - Depósito legal: M-41.048-1995

25

18

En este númeroSumario

la foto 8

criterios 9

iglesia en madridEl día a día.La voz del arzobispo.Usted tiene la palabra.Una Nochebuena diferente 10-13

testimonio 14

el día del señor 15

raícesTodos niños, con el Niño 16-17

mundoAgenda del Papa para 1998.Misión española en un pueblecito de Zimbawe 19-21

la vida 22-23

desde la feRevelaciones sobre los Magos.Cristianismo: lo divino, presente en lo humano.Violencia doméstica:más vale prevenir.Libros 24-31

contraportada 32

3-7

ESPAÑA

Monseñor BraulioRodríguez, obispo

de Salamanca:No hay progreso cuando lo

humano está amenazado

DESDE LA FE

El Defensor del Pueblo advierte:Límites constitucionales a la telebasura

EN PORTADA

Los Reyes Magos¿secuestrados?

ΩA

La tradición de los Magos deOriente tan arraigada enEspaña, de tanto sabor re-

ligioso, popular e infantil, pare-ce que en los últimos deceniosviene siendo objeto de secuestropor el fenómeno creciente de unconsumismo convulsivo. Es co-mo si los Reyes sólo se redujerana traer a los niños y a los adultostodas las mercaderías del mun-do, con las que los hombres, pe-queños y grandes, pretenden al-canzar la felicidad. Ilusiones re-ducidas a millones, dichareducida a placer y felicidad re-ducida a tener.

El mercado, cada vez másagresivo y trepidante, manipulala figura de los Reyes Magos ylos convierte en instrumentos desu febril actividad. Así, una em-

presa de transportes proclama:Transporte oficial de los Reyes Ma-gos; una firma de telefonía móvilanuncia con ellos: El regalo estrella;o una marca de camisas dice: Sino te la regala Santa Claus, pídeselaa los Reyes Magos.

Creo que es una gran respon-sabilidad, de padres y educado-res, recordar la misión de los Ma-gos, rememorar su llamada, re-crear su camino y contemplar,junto con las nuevas generacio-nes, su encuentro con ese Niño–el Verbo encarnado–, sin el cualnada de lo que celebramos estosdías de Navidad tiene sentido nifundamento. Se hace, pues, ne-cesario tomar las aguas desdearriba, para ir al origen de nues-tros queridos Reyes y descubrirsu auténtico significado.

Sólo el evangelista san Mateonarra la Adoración de los Magos. Apesar de la magnificencia de laescena, su relato es sobrio. Sin en-trar en discusiones escriturístas,puede afirmarse que es bastanteprobable que nos encontremosante una narración histórica. To-do induce a pensar así. Los deta-lles cronológicos, en los tiemposdel rey Herodes, y geográficos, lle-garon a Jerusalén, nos sitúan antela crónica de un hecho. Cristo,que ha nacido en una época y enuna tierra, es un ser histórico. Di-ce Mateo que llegaron del Oriente.Es una formulación vaga. Podrí-an ser oriundos de la Media, deCaldea, Persia o Arabia. ¡Quémás da! En todo caso vinieron delejanas tierras. Más allá del Jor-dán. ¿Vinieron solos, o con sé-

quito? ¿A caballo, en carroza o encamello? ¿Los tres juntos, o porseparado? Nada sabemos.

El evangelista los denominaMagos –del griego mágos–. Estetérmino se refería a una casta sa-cerdotal de la religión de Zarat-hushtra en la Media. Se les ad-miraba por su saber religioso, susdotes adivinatorias y sus conoci-mientos científicos. Lo único cier-to es que seguían la estela de unaestrella. Un día la vieron salir ysintieron una fuerza irrefrenableque les impulsaba a seguirla.Dios les llama a través de una es-trella. Consultarían sus saberes.Indagarían su causa... Y, al final,como un resultado buscado porun camino y descubierto por otro,encontrarían el Misterio: la Estre-lla anunciaba un gran nacimiento.

/3en portadaNº 99/3-I-1998

Los dibujos que ilustran este artículo son obra de Nacho Belda. Han sido tomados del libro de Federico Fernández de Buján La historia de los Reyes Magos contada a los niños por el Rey Melchor

Los Reyes magos¿secuestrados?

Su razón les impulsaba a descu-brir el arcano, aunque parecíainescrutable. No importa. Lo quela cabeza no alcanza lo rebasa elcorazón. Y cuando la razón, asen-tada en la fe, comprende el mis-terio, los tres Magos están pron-tos para la partida.

Recorren un largo camino,hasta que de repente la estrelladesaparece, misteriosamente, co-mo había surgido. Su dicha setorna tristeza. Pero los Magos nodejan de recorrer su nuevo cami-no. Se acercan a Jerusalén y pre-guntan. En la capital cundió eldesconcierto. Unos perplejos,otros admirados, los más incré-dulos. Herodes convoca el Con-sejo. Los escribas recitan al rey elpasaje del profeta Miqueas: Y túBelén de Éfrata... Herodes recibe alos Magos y, urdido su plan, los

envía a Belén. Al partir, vuelven aver la estrella que, de nuevo, espara ellos guía para llegar al Sol.Pronto la estrella desciende y sedetiene en una pequeña casa. En-traron y vieron a un Niño con suMadre. No fue preciso ver más.Ese Niño pequeño parecía igno-rante –nada sabía–, indefenso–nada podía– y pobre –nada te-nía–, pero sólo con verlo supie-ron que era el Rey del Universo, yque sólo Él podía llenar de felici-dad sus vidas.

LA EPIFANÍA

La fiesta de los Magos es tam-bién la fiesta de la Epifanía (Ma-nifestación). Aparición inespera-da y bienhechora de Dios. Epifa-nía como Parusía: Dios visita a supueblo, viene a la tierra y se ma-

nifiesta a los hombres. Primero alos suyos, al pueblo elegido, a tra-vés de unos pastores, a la gente hu-milde, a la necedad del mundo. Pe-ro Dios encarnado no es sólo elMesías, Salvador de Israel, estambién el Rey del mundo y, porello, se va a manifestar en los Ma-gos a todos los pueblos. Los Ma-gos representan ahora a reyes, osabios, o sacerdotes. Personajesimportantes, cultos o poderosos,quizá ricos. Dios no es de nadieen exclusiva. Dios se da a todos.

Los Magos han sido, pues, losprimeros misioneros. Regresarona sus lejanos países y predicaronla Buena Nueva que habían vistoy adorado. Una piadosa tradiciónlos venera como obispos, orde-nados por el apóstol santo Tomásy, además, mártires. Es tambiéncuriosa la devoción de los Magos

en el Camino de Santiago. Sonmuchos los tímpanos de pórticosde iglesias del camino en dondese representa la Adoración de losMagos. Así el mundo medievallos hizo ejemplo de peregrinos.

UN POCO DE HISTORIA

Del relato de Mateo ya hemosvisto que no es posible extraermuchos datos de estos misterio-sos magos. La tradición cristianase ha encargado de ir entretejien-do su intrahistoria. Orígenes esel primero que habla de tres, aun-que en las primitivas comunida-des el número fluctúa. Textos an-tiguos, que utiliza san Juan Cri-sóstomo, hablan nada menos quede doce. En las catacumbas ro-manas hay varias representacio-nes de la Adoración de los Magos.En la mayor parte de ellas apa-recen tres personajes, si bien enalgunas aparecen dos. Algunosexplican esto invocando razonesartísticas, buscando la simetría.Muy pronto el número de tres,coincidente con el de los presen-tes, se impone.

La primera vez que se les danombre es en un códice del sigloVII conservado en París. ¡Nos eratan necesario tener un nombrepara llamarlos! Melchor, Gaspary Baltasar. Nombres fantásticos.A su conjuro la imaginación loinvade todo. En el siglo XII, sanBeda ofrece la primera descrip-ción de los Magos: Melchor viejo,cano, de barba y cabellos largos;Gaspar joven, imberbe, rubio; yBaltasar de raza negra y muy bar-bado. Esta visión del Venerablees la que perdurará en épocasposteriores, y así llega hastanuestros días en numerosas y be-llísimas representaciones pictó-ricas de artistas de todos lostiempos.

El título de Reyes es muy tem-prano. La cristiandad quiso veren su llamada una manifestacióndel sometimiento de todo reinoa la realeza de Cristo. Un nuevoRey acababa de nacer, pero suReino era universal. Así, se apli-caron a la venida de los Reyespáginas del Antiguo Testamen-to, como las del salmo 71: Los re-yes de Tarsis le ofrecerán dones, losreyes de Arabia y Sabá le traerán pre-sentes. El primero de los Padresde la Iglesia que afirma su reale-za es Cesareo de Arlés, en el si-glo VI.

En la Edad Media, que fuemuy devota de las reliquias desantos y mártires, aparecen las

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de los santos Reyes, y se custo-dian en Milán, hasta que en el si-glo XII fueron expoliadas y tras-ladadas a Colonia, en cuya cate-dral se conservan en una arqueta.Desde entonces, allí se veneranen una larga tradición de piedadpopular.

El viaje y la Adoración de losMagos ha sido también fuente deinspiración permanente en la li-teratura española. Están ya enBerceo y en Juan Manuel. Una delas piezas más célebres es el Autode los Reyes Magos, que es el pri-mer drama castellado del cualhay noticia. Se contiene en unmanuscrito del siglo XII de la ca-tedral de Toledo, y hoy se con-serva en la Biblioteca Nacional.

Consta de 147 versos. La repre-sentación de este Auto llega has-ta nuestros días.

En Cataluña hay una gran tra-dición. También en localidadesconcretas, como en Churra (Mur-cia), Valdecaballeros (Extrema-dura) y Tejina (Canarias). Juntoa este famoso Auto, recientemen-te, la profesora Teresa Herrera, fi-lóloga de la Universidad de Sa-lamanca, descubrió en el fondouniversitario un manuscrito anó-nimo del siglo XV, con el títuloHistoria de los Reyes Magos. La es-tudiosa cree que su autor seríaun judío converso, debido a quepone toda su erudición en las ci-tas del Antiguo Testamento, endefensa de la fe en la Revelación

cristiana. La curiosidad de esteescrito es la descripción de lastentaciones que el demonio vapresentando a los Magos en sucamino a Belén, así como las re-futaciones de éstos.

Sería imposible seguir descri-biendo la multitud de escritos deensayistas, dramaturgos y poe-tas, aparte de escritores sagradosque han dedicado bellas páginasliterarias a esta adorable escenade los Magos de Oriente.

LA CARTA A LOS REYES

Afortunadamente, los Reyesno están todavía en el espacio ci-bernáutico. Tampoco tienen E-mail, correo electrónico. Tampoco

tienen fax. Ni siquiera se les pue-de llamar por teléfono y dejarlesun mensaje en su contestador au-tomático. Por eso el niño delanuncio de telefonía móvil, el deHola, soy Edu, feliz Navidad, quellama febrilmente y dice cuandotermina el anuncio: Ahora la M,no tendrá en su agenda, en la mde Magos, el teléfono de los Re-yes, y por eso no podrá hacer supedido de regalos más que escri-biendo, como todos los niños, sucarta.

Es una bendición del cieloque, al menos para esta circuns-tancia, no se haya perdido tanmaravillosa costumbre. Toda car-ta es algo cálido e íntimo. ¡Quépena que sólo recibamos ya car-tas estereotipadas o publicitarias!Además, en la carta de los niñosa los Reyes no sólo les piden re-galos, sino que también, y aunantes, deben exponer sus razo-nes por las cuales los Reyes tie-nen que traerles los regalos: Hesido bueno, he comido bien, he hechotal cosa o ayudé a tal persona, obe-decí en esto o en lo otro... ¡Ojalá es-ta carta infantil consolide y con-tribuya a que no se pierda deltodo la costumbre de la corres-pondencia epistolar en nuestrasnuevas generaciones!

LA TRADICIÓN DE LOS REGALOS

La historia de los Magos y elencuentro con el Niño, el home-naje que aquéllos hacen a Éstecon sus presentes, es la causa deque los Reyes Magos vuelvan denuevo cada año a ponerse en ca-mino y traigan regalos a todos losniños por Navidad. El regalo esexpresión del cariño. Es por ellobueno. Los dones de los Magosfueron aceptados por la SagradaFamilia. Todo esto no puede per-derse. Lo malo es que el regalo

/5en portadaNº 99/3-I-1998

Un anuncio de televisión de estas fiestasnavideñas sitúa en una cafetería a los

tres Reyes Magos vestidos de calle, depar-tiendo apaciblemente en una mesa. De re-pente, entra un cliente, también vestido decalle, y se sienta en un taburete de la ba-rra pidiendo un café. En esto, el rey Baltasarse levanta y, descubriendo en ese cliente aPapá Noel, dice sorprendido: ¡Pero si eresla competencia! Pues bien, ¿quiénes sonla competencia de nuestros queridos Re-yes Magos?

Ciertamente, desde hace algunos dece-nios, por diversos influjos extranjeros, so-bre todo americanos, debido a la presión

que se hace en razón a la dependencia fil-mográfica americana, el Papá Noel se haconvertido en la competencia y en el suce-dáneo más corriente de los Reyes Magos y,en alguna medida, los ha suplantado en sutradicional costumbre de traer regalos a losniños. Este Papá Noel es la versión paganadel Santa Claus anglosajón de tradición cris-tiana. Hoy, a la inversa de lo que sucedióen otras épocas, lo cristiano se paganiza.

Además de este personaje, que es el úni-co que ha penetrado en España, en otrospaíses de nuestro entorno existen tambiénotras tradiciones: Así, en Italia, la Befanaes una mítica vieja bruja, de aspecto horri-

ble, que pasa por la tierra del 1 al 6 de ene-ro, y que en la última noche de su andanzaterrena deja regalos a los niños. Al cristia-nizar esta figura pagana, algunos han que-rido ver en ella a la vieja mesonera que ne-gó posada a la Virgen y a san José, y porello ahora purga, por los siglos de los si-glos, su pecado, entregando regalos y go-losinas a los niños.

Por último, en Francia existe la tradicióndel Bonhomme Noel, personaje celeste quela Nochebuena distribuye juguetes y cara-melos a los niños que han sido buenos, de-jándolos al lado de los zapatos que éstoshan situado junto a la chimenea.

LA COMPETENCIA

sea lo único. Que se desvincule de su causa.Que no tenga referente. Que además sea mo-tivo para un consumo convulsivo. Un consu-mo absurdo, desproporcionado y vacío. Tam-poco responden al espíritu de la Navidad cris-tiana regalos en exceso caros.

Recapitulando, la fiesta de los Reyes, tannuestra, debemos defenderla, no sólo de in-flujos extranjeros, sino también del secuestromaterial que de ella hace el mercado. Los Ma-gos nos enseñan una respuesta, arriesgada eincierta, a la llamada divina a través de unaEstrella. Nos aleccionan a no desanimarnosante las dificultades que la vida nos pueda irpresentando. Nos invitan a descubrir que, so-bre cualquier otro camino en el que creemosencontrar la felicidad –ya sea el saber, el podero el tener–, sólo hay una meta que es el Verboencarnado, y para llegar a Él sólo hay un ca-mino que es el amor vivido día tras día. Elamor que lleva al Amor. Aquí ha estado, y es-tará para siempre, la irresistible atracción delos Reyes Magos de Oriente.

Federico Fernández de Buján

6/ en portada Nº 99/3-I-1998

Nuestros hijos tienen cinco, seis, sieteaños, se acerca el día de Reyes y nos

surge la duda: ¿Debemos decirles la ver-dad o dejarles que sigan con su ilusión?

Argumentan los defensores de la ver-dad:

– Es preciso que los niños vean quelos padres no les engañamos nunca. De locontrario, cuando descubren la verdad,perderán su confianza en nosotros. Laverdad por encima de todo, desde que sean capaces de comprenderla.

Responden los partidarios de la ilusión:– Los niños viven en un mundo de fan-

tasía muy distinto del de los adultos. ¿Porqué destruir, con una información prema-tura, ese reino maravilloso? Dejémoslesen el país de la ilusión, que es el que máscuadra a sus años. La verdad ya les lle-gará. Pero no adelantemos aconteci-

mientos. Que sea la vida misma la que,con el paso del tiempo, se la desvele.

¿Cuál de las dos actitudes es la máseducativa?

Quizá las dos, armonizadas. Por ejem-plo: si nuestro hijo nos pregunta un día:¿Es verdad que los Reyes son mentira?Pepito me ha dicho..., no debemos res-ponderle que Pepito no sabe lo que dice,sino aprovechar la ocasión para contarle laverdad, sin que sea para él motivo de frus-tración:

– No es que los Reyes no existan –po-demos responderle–. Los Reyes existen yllevaron al Niño de Belén sus regalos.Después se fueron al cielo y allí están aho-ra. Pero quieren que todos los años, comoellos lo hicieron con Jesús, los padres re-galen cosas a sus hijos. Se trata de unacostumbre muy bonita que nos da a lospadres la oportunidad de demostraros elinmenso cariño que os tenemos.

Ésa podría ser una fórmula.Pero supongamos que nuestro hijo –o

nuestra hija– tiene ya 7 u 8 años y aún nonos ha dado la oportunidad de aclararlelos hechos. Pues tomemos nosotros mis-mos la iniciativa. Porque esa verdad, comotantas otras, conviene que la reciba denuestros labios.

Un buen día, cercano a Reyes, le de-cimos cariñosamente:

– Tú sabes que los Reyes Magos lle-varon obsequios al Niño Dios. Despuésse fueron al cielo. Pero quieren que, enel aniversario de la noche santa, los pa-dres llevemos obsequios a nuestros hijos.Por eso papá y mamá, todos los años,buscamos los juguetes que os gustan y,mientras dormís, los colocamos silencio-samente junto a vuestra cama para quelos encontréis en la mañana de Reyes.Como tú ya eres mayor, he querido decír-telo, pero no se lo cuentes a Pedrín ni aMari Carmen, porque como ellos son aúnpequeños no lo entenderían... Y a propó-sito: ¿qué te parece si vienes tú conmigoy me ayudas a escoger lo que le regala-remos a mamá y a tus hermanos?

De esta forma, sustituyendo en la men-te de nuestros hijos el bello mundo de lailusión por el no menos bello de la realidad,les habremos ayudado a salvar ese es-collo desde el que no pocos de ellos di-cen adiós a la infancia. Pero, en cualquiercaso, no saquemos las cosas de quicio nihagamos una montaña de algo intras-cendente.

Luis Riesgo Ménguez

LA LEYENDA DE LA NOCHE DE REYES

/7en portadaNº 99/3-I-1998

Más de 700 escolares de Japón tuvieron que ser hospitaliza-dos recientemente, víctimas de crisis epilépticas, aqueja-

dos de convulsiones, irritación de ojos, vómitos y problemas res-piratorios, depués de ver en televisión la serie de dibujos Poke-mon, de la compañía Nintendo.

Esta crisis se desencadenó a los 20 minutos de la retrans-misión de una espectacular explosión con cinco segundos debombardeo de flashes rojos provenientes de uno de los perso-najes más populares de la serie, una especie de rata que res-ponde al nombre de Pikachu. La explosión que acabó rompien-do los nervios de los niños consistía en la detonación de unabomba para destruir un virus informático. Algunos médicos ex-plicaron el fenómeno como un caso de epilepsia fotosintética otelevisiva producido por la exposición continuada de los niños aun bombardeo de luces bri-llantes en la pantalla.

Los productores de dibu-jos animados españoles creen que un caso como elde Japón no puede produ-cirse en España. AntonioD´Ocón, presidente de lacompañía de dibujos ani-mados responsable de LosFruitis o Delfi, asegura queen Europa se cumplen a ra-jatabla las normativas inter-nacionales, que fijan los lí-mites máximos de luz y deintensidad de color.

Según D´Ocón, las seriesjaponesas centran la atrac-ción en los efectos especia-les y en la violencia, porque,muchas veces, el guión brillapor su ausencia.

La epilepsia fotosensitivaes muy conocida por los mé-dicos españoles. José María

López-Terrada, jefe de sección de Neurología del Hospital delNiño Jesús, recodaba un caso de dos hermanas que fueron in-gresadas porque sufrían convulsiones provocadas por la televisión.Como única medicina, recomendó a los padres que dejaran de verla televisión, pero los padres preferían atosigar de pastillas a lasniñas que apagar la televisión, y cambiaron de consulta.

La ley 6/1995 de 28 de marzo, de Garantías de los Derechos dela Infancia y la Adolescencia, de la Comunidad de Madrid, diceen su artículo 18 que los juguetes deberán adaptarse a las nece-sidades de los niños, niñas y adolescentes a que vayan destina-dos y al desarrollo psicomotor de cada etapa evolutiva, reuniendolas condiciones de seguridad que la normativa establezca.

Según un estudio realizado por el Consejo Audiovisual deCataluña (CAC), el horario televisivo infantil, de cinco a siete de

la tarde, es el que regis-tra más violencia en pan-talla. La directiva euro-pea de Televisión sinFronteras define violen-cia como imágenes sus-ceptibles de perjudicar eldesarrollo físico, mentalo moral de los menoresde edad.

La mitad de los pro-gramas dirigidos a me-nores contiene, al me-nos, una secuencia vio-lenta; y los dibujosanimados japoneses,con notoria reputaciónde agresividad, destacanpor introducir sistemáti-camente elementos deviolencia.

Coro Marín

La noche que vivíamos el 5 enero de ca-da año, mientras fuimos niños, no era

una noche mágica, como algunos dicen.Era una noche de fe, de fe en la Navidad,de fe en Dios que venía y se hacía niñocomo nosotros, y nos hacía sus cómpli-ces amigos, que aceptaban de los Magosde Oriente aquellos regalos, a cambio dealgo tan sencillo como era nuestra sonrisa.

Nos dolió cuando el color de la fe tuvopor fuerza que pasar, con los años, de bri-llante a claro, de la forma al fondo, del re-galo al don. Al menos nadie nos robó aque-lla sonrisa, aquella complicidad. Y así pu-dimos entender mejor qué significaba elcolorido de esa tradición, a qué nos remi-tía, y hacia dónde nos conducía, porqueformaba parte de la única fe en el misteriode la Navidad.

Pero más nos duele cuando vemos có-mo ahora a tantos niños se les ha arre-

batado esa sonrisa, se les ha negado lafantasía, y se les ha llenado la habitaciónde juguetes, como si eso fuese lo que realmente necesitan, como si los kilos deplástico pudiesen sustituir la experienciade la espera de la madrugada de esa no-che, como si tuviese sentido mantener elvalor de una tradición cuando lo más pre-ciado de está, su reclamo del misterio dela Navidad, no entra en casa porque losadultos han perdido la fe, o la han redu-cido a algo que no dice nada, porque noexpresa nada, porque no es digno de nin-gún asombro, porque son ellos los pri-meros en haber perdido la sonrisa...

Ahora, casi los únicos niños que tienenla oportunidad de vivir esta experienciason los pobres, –todos los niños son po-bres si los mayores no les hacemos ri-cos–, los que se contentan con la tabla yla cuerda, los que entienden de frío y sa-

ben el valor de una caricia que les arro-pe. Al ver cómo en tantas parroquias Cá-ritas trae a los Reyes Magos, para ellosme he dicho: ¡Al menos a ellos no les qui-temos la sonrisa de Dios!

Manuel María Bru

LA VIOLENCIA EN LOS PROGRAMAS INFANTILES

REYES MAGOS: EL COLOR DE LA FE

Acuérdate de Él, en todo lugar«No te hubiera dejado partir

si allí no hubiera religión,pero si llegaras tan lejos

adonde no hubiera ni pueblo ni iglesiaacuérdate de Dios en todos los lugares».

(La felicitación navideña del Hogar Vasco en Madrid reproduce esta poesía escrita por el «bertsolari» Pedro María Otaño,que nació en Cizurquil, Guipúzcoa, en 1857, y murió en Rosario de Santa Fe, Argentina, en 1910)

8/ la foto Nº 99/3-I-1998

/9criteriosNº 99/3-I-1998

En su mensaje de Navidad,con el dolor en el alma porla matanza de Chiapas, el

Papa acaba de recordar, entre lamultitud cada vez mayor de nuevospobres, a los niños ofendidos y pro-fanados, adolescentes enrolados en lasguerras de los adultos, víctimas jóve-nes de la droga o atraídos por mitos fa-laces. No puede ser más expresi-vo Juan Pablo II, y especialmentecuando habla de profanación.

Ante la inminente noche deReyes, referirse a estas cosas pu-diera parecer a alguien inopor-tuno: ¿por qué entristecernos enuna fecha tan especial para losniños?; ¿no es la ilusión lo que te-nemos que alimentar?, ¡olvide-mos, por unos días al menos, larealidad! Sin embargo, esta do-lorosa realidad de los inocentesde hoy tiene mucho más que verde lo que parece con esa ilusiónde la noche de Reyes. En reali-dad, tiene que verlo todo.

La noche de Reyes sigue sien-do para nuestros niños, y con-viene que lo siga siendo, la no-che de la ilusión. ¿Pero ilusión escerrar los ojos a la realidad; o es eldeseo de felicidad, y felicidad sinlímite alguno, que brilla en losojos del niño acogido con amor,como la chiquilla de nuestra por-tada, y que grita, más aún, si ca-be, en los ojos de tristeza infinitaque no encuentran ese amor parael que han sido hechos? El inten-to de matar la ilusión –que no seda única ni principalmente ne-gando la posibilidad de su cum-plimiento, sino, sobre todo, que-riendo hacer creer que se cumplecon falsas promesas– es en reali-dad un atentado mortal contra elser mismo del hombre, sea niño,adulto o anciano. Podrá llenarsela vida de superfluos sucedáneos

de felicidad, pero habrá que se-guir hablando de una ingentemultitud de nuevos pobres.

Los asesinatos de Chiapas, deArgelia, de ETA, no sólo eviden-cian el grado de crueldad a quese está llegando en nuestro mun-do: son, además, como dice el Pa-pa, un terrible signo de esa pro-fanación de la vida sagrada de ca-da niño, al tratar de reducirlo aproducto de consumo y de edu-carlo para ser consumidor. Nohace falta pensar en Méjico o enArgelia. Muertes como éstas lastenemos más cercanas, por ejem-plo, las que provocan quienesasesinan la ilusión de los niñosenseñándoles a odiar; o más su-tiles –y por ello más peligrosas,si cabe–, como las que ejecutanquienes pretenden alimentarlacon el veneno mortal de cosas va-

cías mientras les niegan a Dios,el único que satisface sin enga-ños toda ilusión. Es justamente elmisterio precioso que envuelvea la noche de Reyes.

No hemos sido creados parauna pasajera ilusión infantil, quede mayores se convierte en unagran mentira que trata de disfra-zarse de realismo, o que ni si-quiera se disfraza y muestra surostro cínico o escéptico, cuandono amargado y desesperado. Lailusión es, en verdad, el nombreingenuo de la esperanza.

Haciéndose niño, es decir, ilu-sión verdadera, Dios grita a unmundo que trata de matarla quenada hay más verdadero que es-ta ilusión infinita, que se cumpleen Él, reflejada de un modo be-llísimo en el anhelo y en el asom-bro de la noche de Reyes.

El misterio preciosode la noche de Reyes

Α Ω

Respecto a la misión deevangelizar, he descu-

bierto progresivamente en es-tos años que no hay que bus-car la raíz de tantos síntomasnegativos para la vida cristia-na en los ataques e insidiasexternas, sino en una debili-tación interna de la fe. Es lafalsa ilusión de que para vol-ver a despertar el interés porel cristianismo se deba de-mostrar una especie de plau-sibilidad cultural. Es comodecir: mostremos a los hombresmodernos la hondura culturaldel cristianismo, el «beneficio»,el rendimiento del Evangelio entérminos de cultura humanista.

Por otro lado, entre loscristianos comprometidos, ani-da a menudo la falsa opiniónde que su grado de pertenen-cia a la Iglesia se mide por suparticipación en iniciativaseclesiales, en el gobierno delas cosas eclesiásticas. Lo cualno pertenece a la naturalezade la Iglesia, y sobre todo noes importante. Porque la fuer-za evangelizadora no la danlas palabras ni las iniciativasde los eclesiásticos, sino el tes-timonio de personas que porgracia viven la fe.

La fe puede arraigar en loshombres de hoy sólo si vuel-ven a sentir la sorpresa origi-nal de los primeros discípu-los de Cristo. Todo el que seinteresa de verdad por la mi-sión de la Iglesia sabe por ex-periencia que cuentan pocas ysencillas cosas, las que la Igle-sia ha enseñado y practicadosiempre: rezar y estar atentosa las personas que por graciaya viven la fe. Es lo más sen-cillo y lo que más se olvida entantos discursos sobre laevangelización: sólo quien tie-ne fe puede transmitirla yanunciar el Evangelio de mo-do que fascine. Sólo Dios sal-va. Ni la vida de la comuni-dad, ni el prestigio de ningúnhombre de Iglesia puedensostener sólidamente la fe denadie, sino en cuanto signodel amor operante del Señor.

Fernando Sebastián

SIN FE NO HAY

EVANGELIZACIÓN

10/ iglesia en madrid Nº 99/3-I-1998

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El día a día

Arte navideñoen la catedralde Alcalá

La colección del escritory crítico de arte Juan

Ramírez de Lucas, de be-lenes provenientes de loscinco continentes, de es-tampas, pinturas, y escul-turas sobre el Misterio, yhasta de figuras navide-ñas de mazapán, se ex-pone hasta finales de febrero en el Museo dio-cesano de la catedral-ma-gistral de Alcalá de Hena-res.

Ejercicios Espirituales

El padre José María Fernández Cueto, de los Cooperado-res Parroquiales de Cristo Rey, dirigirá una tanda de Ejer-

cicios Espirituales, para hombres, a partir de los 18 años, durantelos días 18 a 23 de enero, en la Casa Cristo Rey de Pozuelo deAlarcón (teléfono: 352 09 68), según el método ignaciano.

Celebración de la Epifanía

El martes día 6, solemnidad de la Epifanía del Señor, el ar-zobispo de Madrid, monseñor Rouco Varela, presidirá la

Eucaristía en la catedral de la Almudena a las 12 h. El obispo de Getafe, monseñor Fernández-Golfín, presidi-

rá la Eucaristía en la catedral de la Magdalena a las 12.30 h.En la diócesis complutense, la Misa solemne tendrá lugar

en la catedral-magistral de Alcalá de Henares a las 13 h.

Centenario del Niño del Remedio

Durante elaño 1998 se

cumple el primercentenrio de ladevoción públi-ca y primera no-vena que se re-zó delante de laimagen del San-to Niño del Re-medio. Con talmotivo, el Ora-torio del Niño delRemedio (calleDonados, 6) hapreparado diver-sos actos, a lolargo del año,para celebrarlo.Desde pasadomañana, 5 deenero, hasta eldía 13, su fiestasolemne, se re-zará la novenaal Santo Niñodel Remedio, alas 19.30 h. Eldomingo 18 de enero, a las 20.30 h. se presentará, con unconcierto, el nuevo disco de canciones religiosas de la AcciónCatólica, a cuyo cuidado esta el Oratorio desde 1993.

La devoción a esta imagen del Santo Niño del Remedio co-menzó en 1898, en la calle Costanilla de los Ángeles nº 6.Existía allí un taller de encuadernación, que regentaba donPedro Martín Marrazuela. Un día de agosto de 1897, llegó al ta-ller un viejo amigo de don Pedro, que le ofreció el poder adquiriruna artística imagen del Niño Jesús, que una señora que mar-chaba a Cuba vendía por veinte duros. Se hizo la correspon-diente gestión y el señor Martín la adquirió, y la colocó en un al-tar provisional ante el cual toda la familia oró de rodillas. Sor-teados varios nombres al azar, fue bendecido con el nombre delNiño del Remedio, llegando a ser una de las advocaciones na-videñas más arraigadas de Madrid, junto a la advocación delSanto Niño Montañés.

Sin duda que en estos días estaréis reci-biendo felicitaciones navideñas de vues-tras familias, amigos, hermanos y her-

manas de vuestras comunidades, y también,gracias a las iniciativas de muchos que osquieren y se interesan por vosotros, habréisrecibido llamadas telefónicas de vuestros fa-miliares más directos. Ahora quiero yo tam-bién, con esta carta, enviaros mi saludo cor-dial y de felicitación, en mi nombre y en elde toda la comunidad diocesana de Madrid,en estos días en que se hace especialmentevisible la gracia de Dios, y su amor al hombre, alcelebrar junto con toda la Iglesia el Misteriodel Nacimiento del Señor, fuente de vida, dealegría y de esperanza verdaderas.

El Hijo de Dios ha bajado del cielo y vienea nosotros con la pobreza y la sencillez de unNiño que nace. Vosotros sabéis bien lo quesignifica esa pobreza y esa sencillez, al lle-gar a una tierra y aceptar un género de vidaque, en la mayoría de los casos, distan muchode parecerse a aquellos en que habéis nacidoy crecido. Esta experiencia os acerca sin du-da, de modo especial, al corazón de CristoNiño, de María y de José, y os ayuda a vivirla Navidad en su centro mismo, sin distrae-ros con nada de la periferia.

María y José, en Belén, podrían echar demenos sus cosas de Nazaret, y más aún lacompañía de sus parientes y vecinos, pero lapresencia del Niño Jesús, ¿no era acaso másgrande que todas las otras ausencias? Másaún, aquella Presencia abrazaba a todos, abra-zaba al mundo entero, de modo que en la gru-ta de Belén no faltaba nadie y no faltaba nada.Así también vosotros, queridos misioneros ymisioneras, acogiendo al Niño Dios en estaNavidad, y en la Navidad de la Eucaristía decada día, lo tenéis todo, y nos tenéis a todos,por lejos que os encontréis de vuestros luga-res de origen.

El pasado año por estas fechas, me referíaal dolor, junto con la esperanza, por la muer-te de misioneros que dieron testimonio deCristo con su sangre en diversos lugares mien-tras realizaban su tarea diaria de amor y deentrega. No han dejado de repetirse estas si-tuaciones, y por eso sigue existiendo el do-lor, pero sin duda la vida y la esperanza quenacen de Cristo son más fuertes que ese dolory esa muerte, y hacen posible el milagro de

la alegría en medio de las dificultades, porgrandes y numerosas que fueren. Una vezmás, quiero enviaros mi palabra de consueloy de aliento en vuestra hermosa tarea.

Gracias a Dios, en las distintas comunida-des de la Iglesia en Madrid, sigue avanzandoy se está haciendo vida el Plan Pastoral, ensintonía con la llamada del Papa a disponer-nos como conviene al gran Jubileo del año2000. En esta gran misión diocesana que es-tamos llevando a cabo, vosotros sois tambiénindispensables. Vuestro testimonio está sien-do aliento y estímulo para toda la comunidaddiocesana, a la que ayudáis a sentirse misio-nera, abriendo su mirada a la Iglesia universal.

QUERIDAS FAMILIAS DE NUESTROS MISIONEROS:

Quiero también enviaros a vosotros estacarta de afecto y felicitación. Quiero, ante to-do, aprovechar esta nueva ocasión para re-cordaros el don que os hizo, también a voso-tros, el Señor al llamar a uno de los miembrosde vuestra familia a la misión de anunciar el

Evangelio en lugares lejanos. Sin duda estaseparación produce dolor, pero es infinita-mente más grande el gozo, la paz y la espe-ranza que supone esta llamada para el mun-do entero, y de modo especial para vosotrosmismos. Y no porque vuestros familiares mi-sioneros están atendiendo –que lo están– atantas y tan urgentes necesidades de los máspobres de la tierra, y sean generosos y va-lientes –que sin duda lo son–, sino porque tie-nen a Cristo con ellos y lo están comunicandoa los hombres a lo largo y ancho del mundo.Gozaos, pues, por este don de Dios, y dadlesiempre gracias, sobre todo en estos días.Orad también toda la familia, unida, ante elBelén que sin duda habréis puesto en vuestrascasas. Dejáos llenar del amor del Niño Dios, ypedidle por nuestros misioneros y misione-ras madrileños.

A todos os deseo una santa y gozosa Na-vidad, y un año 1998 lleno de las bendicio-nes de Dios.

+Antonio Mª Rouco Varela

/11iglesia en madridNº 99/3-I-1998

LA VOZ DEL ARZOBISPO: MENSAJE NAVIDEÑO A NUESTROS MISIONEROS Y A SUS FAMILIAS

Una Presencia mayorque toda ausencia

El arzobispo de Madrid, como en años anteriores, ha dirigido una carta entrañable de felicitación de Navidad a todos losmisioneros y misioneras de la archidiócesis esparcidos a lo largo y ancho del mundo, así como a sus familiares en Madrid.

Ofrecemos lo esencial de estos mensajes

12/ usted tiene la palabra Nº 99/3-I-1998

Terrorismoy aborto

Como acontecimiento nacio-nal más impresionante de

1997, creo que quedarán graba-das en la memoria de muchos es-pañoles las multitudinarias ma-nifestaciones contra la barbariede un chantaje hipócrita: el ase-sinato a plazo fijo y a sangre fríade Miguel Ángel Blanco; y el re-cuerdo de la cara demacrada deotro inocente, José Antonio Orte-ga Lara, tras su liberación.

Causa espanto sólo pensar encualquier ser arrancado del calorde su familia y vida cotidiana, pa-ra encontrarse súbitamente ente-rrado en la oscuridad inhóspitade un zulo, una pre-tumba dondeel tiempo no puede contarse poramaneceres y anocheceres, sinopor el ruido amenazador de uncarcelero.

Hay una situación, peor si ca-

be, que el secuestro que han su-frido las víctimas inocentes deETA: el aborto.

Rodeado por la seguridad yel calor del «hogar» materno, derepente surge la decisión del de-samor: deshacerse del ser no que-rido. El calor materno se torna enuna fría celda carcelaria donde elprisionero sufre, intuye de algúnmodo la angustia de la incerti-dumbre vital. El inocente prisio-nero siente un día que el verdugoviene a amenazar su vida.

Algo hace aún más terrible es-te horror: la sociedad lo ha auto-rizado, en el colmo de los eufe-mismos lo ha «despenalizado».En el mundo se matan medianteel aborto a unos 50 millones deseres humanos cada año. O sea,cada tres años hay un holocaustosimilar a los que en todo el sigloXX han causado perversos per-sonajes como Stalin, Hitler, Ce-aucescu y otros.

Causa tristeza pensar que jó-

venes tan visiblemente afectadospor la muerte de Miguel ÁngelBlanco, vilmente abortado comoproyecto humano con 24 años,sean quienes, con las almas en-callecidas, apoyen las iniciativasparlamentarias herodianas ten-dentes a extender el exterminio«legalizado». Y si no las apoyan,¡que se rebelen!

Me parece recordar que fue elPapa quien dijo, hace algo másde un año, que el terrorismo per-sistirá mientras exista el aborto.

Alfonso Bertodano Stourton

Navidadcon sentido

Hace dos sema-nas mi abuela

perdió el sentido y tuve que lle-varla al hospital. Ahora no es ca-paz de acordarse de cosas que hi-zo hace cinco minutos. Puede quedentro de poco tampoco sea capaz

de recordar mi cara. Hemos tenidoque llevarla a una residencia, por-que la queremos y no puede estarsola. Estos días han sido de mu-cha tristeza y melancolía, y le doygracias a Dios por haberme dadofuerzas para estar con ella expli-cándole todo las veces que fueranecesario. Gracias a mi abuela y,por supuesto, gracias a Dios he te-nido que dar lo mejor de mí –to-do mi cariño y comprensión– y lotendré que seguir dando pues es-taré con ella muy a menudo, in-cluso con mucho más amor queantes. Estas Navidades tienen aho-ra mucho más sentido.

Patricia Santos

Abuelossin fronteras

En Toronto, entre las madres sol-teras que buscan un modelo

maduro para su hijo o hija, se hapuesto en marcha un programa deabuelos voluntarios que está te-niendo una gran acogida. Mi hijolee en los libros acerca de las abuelas ylos abuelos, pero no los tiene en su pro-pia vida –escribe una de las solici-tantes.

Inspirándome en esa idea, ani-mo a los abuelos españoles paraque estudien la posibilidad deofrecer sus servicios poniendo enmarcha la ONG Abuelos sin Fron-teras (como Médicos sin Fronteras,Veterinarios sin Fronteras, etc...).quizá contribuiría a que se reva-lorizase su papel.

Porque los abuelos son un ver-dadero tesoro para las familias.Prueba de ello es que en los paí-ses escandinavos y en Norteamé-rica, donde a partir de cierta edadlo habitual es que los abuelos seanrecluidos en casas de ancianos, le-jos de los suyos, se ha comprobadoel empobrecimiento que su au-sencia supone para el hogar, y es-pecialmente para los niños.

Y es que en la familia todos te-nemos nuestro puesto. Tambiénlos abuelos. Máxime hoy día enque el trabajo fuera de casa del pa-dre y de la madre está obligando alredescubrimiento del papel de losabuelos, los cuales, aunque nosean los educadores de sus nietos–ese papel será siempre responsa-bilidad intransferible de los pa-dres–, sí serán colaboradores deprimer orden en las tareas educa-tivas y en la ayuda a las tareas decasa.

José Aymerich Roca

CARTAS AL DIRECTOR

Nochebuena de 1997. Como todas lasnoches del año, jóvenes de las parro-quias del arciprestazgo de San Agus-

tín, de Madrid, se encuentran en una de lasparroquias para llevar caldo y bocatas a los in-digentes que pasan la noche en la calle. El pá-rroco les llama los ángeles de la noche. Esta no-che se han juntado casi todos, y no sólo losdel turno de los miércoles. Además de los bo-catas y del caldo, llevan sidra, turrones, y latarta que ha hecho una madre. No faltan tam-poco la guitarra ni las panderetas. En una no-che como ésta, ¿cómo resistirme a acompa-ñarles en su vía lucis navideño?

Primera estación: el Estadio Bernabéu. Allíestán Macario, Juan (El abuelo), Amadeo, Mi-guel, y El chulo. Ya han colocado sus cartonesen forma de trinchera, para pasar la noche.Ahora –me señala y me dice El abuelo–, por lacosa de la reventa, cerraron con estas verjas esta es-quina que estaba muy bien para refugiarse del frío.

Macario tiene las manos hinchadas, y nopuede apenas coger nada con ellas. Se echaa llorar: Acaban de venir mis hermanos para lle-varme a cenar con ellos, pero les he dicho que no,porque no van a dejar de reñirme.

Amadeo me cuenta que, desde que estácon ellos, bebe mucho menos, porque le obli-gan a comer. Se quieren todos como herma-nos. Cantan villancicos y bailan. Macario, otravez, se pone a llorar: ¡Que Dios os bendiga, queel Niño Jesús os bendiga. Feliz Navidad!

Segunda estación: a las puertas de losbingos de Azca, en la Castellana. Allí estaLoli, una mujer de armas tomar, y su hijo Ja-vi, que, por el modo de expresarse, se ve quetiene aún que aprender mucho sobre la vi-da de su madre. Ablahad se alegra con nues-tra venida, pero se va corriendo para no per-der su tren desde Nuevos Ministerios. Esmusulmán, me dicen, y lleva una vida muy

ordenada. Le pregunto a Loli qué tal le vala noche: La gente más normal, más sencilla, losque vienen al bingo de Pascuas a Ramos, ésosson los más generosos. Y me señala a una se-ñora que sale del bingo con un abrigo de vi-són blanco: Mira, pobrecita, viene todos los dí-as a jugar. Me paro un instante: sí, no estoysoñando, una pobre mujer, que pide dineropara vivir, tiene lástima de una mujer adi-nerada, pero enviciada en el juego. Cosas dela vida.

Tercera estación: paso subterráneo quecruza la Castellana. Suenan los ruidos de unadiscoteca contigua. Al comienzo del pasadizohay un grupo de chavales con chupas negrasde cuero. En seguida, dos de ellos nos reco-nocen de la catequesis de la Cconfirmación.

Nos adentramos y vemos a Antonio acostadoen un colchón, y cubierto de mantas y carto-nes. A él tampoco le convencen los albergues.Estos jóvenes no tratan de convencerles denada, sino solamente de ser sus amigos a tra-vés del caldo y los bocatas.

Luego nos encontramos con Miguel, queaún no se ha liberado de la condena de la dro-ga. Para él no hay Navidad. Hoy, además, es-tá peor que otros días. La gente que está solaestos días se deprime, pero los que están mássolos, solos con su tormento, se desesperan.Baja los ojos: Adiós y gracias. Me doy cuenta deque la mirada de estos jóvenes clama al cielo.También han aprendido a sufrir y a callar an-te un crucificado vivo, aunque sea Noche-buena. Es como un preludio del misterio com-pleto de la encarnación.

Cuarta estación: calle Orense. Allí está Lo-la, una anciana con una cara dulce y una son-risa de oreja a oreja. Vende flores a la puertade una cafetería. Es de Jaén. Dice que desdeque murió su madre, no ha vuelto a su pue-blo. Espera a su hija Ana, que está buscandotrabajo: Mientras no lo encuentre, las flores es loúnico que tenemos. Cuando se puso de moda, ha-ce algunos años, se vendían muy bien. Ahora na-da. Los chicos de hoy son muy poco románticos yno las compran. Hay días que está hasta lascinco de la madrugada. Hoy irán antes a casa.La preparan una bolsa con todo tipo de co-sas. Ya tienen para cenar.

Como Macario, también Ana nos bendi-ce. Estoy contenta porque Dios me quiere y meayuda. Esta bendición suya –le digo– es el me-jor regalo de Navidad.

Manuel María Bru

/13iglesia en madridNº 99/3-I-1998

UNA NOCHEBUENA DIFERENTE POR LOS BAJOS DE LA CASTELLANA

Los «ángeles de la noche»

Nochebuena en el Bernabéu

Lola y Ana venden flores en la puerta de una cafetería de la calle Orense

En televisión y de guionista. Ahí trabajoyo. Después de pasar por algún realityshow y un concurso de cuyo nombre no

me quiero acordar, caí en la pequeña pantalla.Una tarde volvíamos en coche varios com-

pañeros del plató –los guionistas trabajamosmucho en grupo y nos pasamos el día char-lando, argumentando, discutiendo…, y así,poco a poco, vamos construyendo nuestrashistorias–, y uno de ellos me comentó queestaba extrañado porque había oído que yopedí un cambio de programa por problemasde conciencia. ¿De qué tienes tú problemas deconciencia? –me preguntó–. A mí también mechocó la pregunta. Le expliqué en pocas pa-labras que era católico y que prefería no tra-bajar en determinados programas que estánen clara oposición con mis creencias. Pero en-tonces –insistió mi amigo– ¿qué hace un tío co-mo tú en un lugar como la tele? Aquella pre-gunta me hizo pensar bastante, y muchas ve-ces me la he vuelto a hacer: ¿Qué hace uncristiano en la tele?

Uno hace lo mismo que los demás: traba-jar lo mejor posible, ayudar a los compañerosen lo que pueda. Exactamente igual que miscompañeros, sean o no creyentes. Y respetarmucho a los demás. La verdad es que nos res-petamos mucho. Mis compañeros saben, porejemplo, que a mí me molestan las blasfe-mias, y procuran no decirlas, y si se les esca-pa alguna, muchas veces se disculpan. Y lesagradezco de veras ese esfuerzo. Me pareceuna muestra de amistad y respeto, de buenrollito, como decimos muchas veces.

¿Y qué más hago en un lugar como éste? Eltrabajo es muy absorbente, y existe el granpeligro de vivir excesivamente volcado en loprofesional. Procuro que la tele no robe todomi tiempo, porque pienso que mi familia ymis amigos son demasiado importantes co-mo para descuidarles. Esto, que parece unaperogrullada, no lo es tanto. A mí me costótiempo darme cuenta de que los guiones, lasclases, los escritos y las conferencias que mepedían estaban volviéndome un egocentristavolcado casi exclusivamente en mi yo. De he-cho, hasta que no corté con muchas clases yconferencias, no volví a descubrir a mi fami-lia y amigos; y esto lo recomiendo vivamen-te a quien se sienta agobiado por el excesivotrabajo: ¡Corta! Que le den dos duros a unmontón de obligaciones que muchas vecesnos inventamos. Puede que cueste un poco,pero compensa enormemente. Estoy segurode lo que digo: lo importante en esta vida noes triunfar profesionalmente, sino ser feliz.

¿Y qué más hace el guionista cristiano?Pues rezo, claro está. Rezo bastante por mifamilia, mis amigos, y mis compañeros. Entremis colegas hay muchos que me han comen-tado que son ateos o agnósticos. Y rezo porello, porque, si hay cielo –yo sé que lo hay–,me encantaría estar con ellos allí; y porquemuchos de mis compañeros me piden que lohaga. Algunos descaradamente: Oye, tú rezapor mí; y otros, con sus comentarios. Recuer-do uno de una buena amiga que me decía,mientras tramábamos una historia: ¡Qué suer-te tienes, Javier!, porque para ti la muerte es un pa-so al Cielo. A mí, en cambio, me asusta, la veo co-mo un abismo negro que me da miedo.

Los diez mandamientos que aprendí dememoria en el colegio, y que luego nunca ol-vidé porque los ví hechos realidad en mi ho-gar, han sido para mí una gran fuente de fe-licidad. Supongo que todo el mundo quiereser feliz –yo al menos aún no conozco ningu-na excepción–, y pienso que la única manerade ser feliz es serlo con los demás.

Por eso, porque uno es feliz, es tan fácilque incluso no creyentes entiendan algunosde los mandamientos: no robar, no matar, nocodiciar los bienes ajenos, honrar a los pa-dres... En el fondo son una invitación a ser untío legal, a intentar tener buen rollo con todos.Sin embargo, hay otros mandamientos comosantificar las fiestas, amar a Dios sobre todaslas cosas, no cometer actos impuros, que noparecen tener tanta acogida en el mundo ar-tístico: en definitiva, aquello que sólo se des-cubre de verdad cuando uno se ha encontra-do con Jesucristo. Creo que fue por eso porlo que mi colega se extrañó de que un cristia-no consecuente trabajara en la tele.

Quizás en la tele haya bastante frivolidad,pero desde luego, en mis casi seis años de ex-periencia, he comprobado que se puede es-tar allí y vivir en cristiano sin saltarse una co-ma. Es cuestión de tomarse en serio eso dequerer ser feliz en la vida.

Javier F. Espadas

14/ testimonio Nº 99/3-I-1998

JAVIER F. ESPADAS, GUIONISTA DE «MÉDICO DE FAMILIA»

¿Qué hace un chico como túen un lugar como éste?

Qué significa La Palabra sehizo carne? El oro se hi-zo heno; se hizo heno

para ser quemado. El heno se quemó, pero que-

dó el oro; mas tampoco perecióel heno, sino que lo transformó.¿Cómo lo transformó? Lo resu-citó, le devolvió la vida, le su-bió a los cielos y le sentó a la de-recha del Padre.

Ciertamente a los que creen ensu nombre les dio el poder de lle-gar a ser hijos de Dios. No pien-sen quienes han recibido ese po-

der que es cosa imposible. ¿Esacaso maravilla que lleguéis aser hijos de Dios, cuando porvosotros llegó a ser hombre elHijo de Dios? Pudo Él bajar anosotros, y ¿no vamos a podernosotros subir a Él? Tomó pornosotros nuestra muerte, y ¿noha de darnos su vida? Padeciómales por ti, ¿no te dará sus bie-nes?

Pero, ¿cómo –preguntas–pudo suceder que la Palabra deDios, por quien es gobernadoel mundo y fueron y son crea-

das todas las cosas, se achicaraen el seno de una virgen, y ba-jando al mundo y dejando a losángeles se encerrara en el senode una mujer?

No sabes pensar a lo divino.Eligió a la mujer en que fue con-cebido y creó a la que habría decriarle. ¿De qué te admiras?

Es de Dios de quien te hablo.La Palabra era Dios.

Lo que te mostró en su car-ne, debes esperarlo en la tuya.

San Agustín

/15el día del señorNº 99/3-I-1998

Evangeliode mañana

SEGUNDO DOMINGO

DE NAVIDAD

Juan 1, 1-18

En el principio ya existíala Palabra, y la Palabra

estaba junto a Dios, y la Pa-labra era Dios. La Palabraen el principio estaba junto aDios. Por medio de la Pala-bra se hizo todo, y sin ellano se hizo nada de lo quese ha hecho. En la Palabrahabía vida, y la vida era laluz de los hombres. La luzbrilla en la tiniebla, y la ti-niebla no la recibió.

Surgió un hombre envia-do por Dios, que se llama-ba Juan: éste venía comotestigo para dar testimoniode la luz, para que por él to-dos vinieran a la fe. No eraél la luz, sino testigo de laluz. La Palabra era la luzverdadera, que alumbra atodo hombre.

Al mundo vino y en elmundo estaba; el mundo sehizo por medio de ella, y elmundo no la conoció. Vinoa su casa, y los suyos no larecibieron. Pero a cuantosla recibieron, les da poderpara ser hijos de Dios, sicreen en su nombre. Éstosno han nacido de sangre, nide amor carnal, ni de amorhumano, sino de Dios. Y laPalabra se hizo carne, y ha-bitó entre nosotros, y hemoscontemplado su gloria: glo-ria propia del Hijo único delPadre, lleno de gracia y deverdad.

Juan da testimonio de ély grita diciendo:

–Éste es de quien dije: Elque viene detrás de mí, pa-sa delante de mí, porqueexistía antes que yo.

Pues de su plenitud to-dos hemos recibido graciatras gracia: porque la ley sedio por medio de Moisés; lagracia y la verdad vinieronpor medio de Jesucristo.

A Dios nadie le ha vistojamás: el Hijo único, que es-tá en el seno del Padre, esquien lo ha dado a conocer.

La Iglesia dedica este segundo año pre-paratorio del gran Jubileo del 2000 al Es-píritu Santo. Es una ocasión providencialque «Alfa y Omega» no puede desapro-vechar. Desde estas páginas, los SantosPadres irán dando a conocer cada se-mana al gran «Desconocido», no sólo enlos tiempos de Pablo en Éfeso, sino tam-bién, y especialmente, hoy.

Pablo atravesó las regiones altas y lle-gó a Éfeso donde encontró algunos

discípulos. Les preguntó: ¿Recibisteis el Espíritu Santo al abra-

zar la fe?Respondieron: ¡Pero si nosotros no

hemos oído siquiera que hay EspírituSanto!

(Hechos 19,1-2)

«¿¡ESPÍRITU SANTO!?»

Dios achicado

16/ raíces Nº 99/3-I-1998

Melchor, Gaspar y Baltasar, siendo personas sa-bias y ricas descubren la verdad auténtica. Ellosfueron al portal de Belén desde países lejanos; demanera que fue una viaje duro, pero ellos sin em-bargo lo recorrieron con un guía muy curioso, «LaEstrella». Melchor, Gaspar y Baltasar se conocieron en el ca-mino de Belén; aunque eran muy distintos por suraza, país y costumbres, se hicieron amigos. Y jun-tos, aunque eran sabios y poderosos, adoraron alniño Jesús como su Dios, porque, en este Niño,Dios ha venido para todos los pueblos sin distin-ción.

Teresa Restán11 años

Reyes, si buscáidejad vuestro

que hasta Diossólo por hace

Ninguna cosde los peligr

que hasta Diossólo por hace

Veréis al Vevestido de camirad lo que

en hacer es

Alonso de Ledes

Todniñ

con elAnte Dios que se hace –y se manifiesta– niñocondición y edad, han mostrado su asombro g

niños y mayores… Y hoy seguimos, grac

Belén polaco

Victoria Paredes, 12 años

Lucía Restán, 6 años

/17raícesNº 99/3-I-1998

áis gran nombre,o patrio suelo,

os baja del cielocerse hombre.

sa os asombreros del suelo,

os baja del cielocerse hombre.

Verbo divinoarne humana,e el alma ganaeste camino.

sma (siglos XVI - XVII)

Queridos Reyes Magos:Este año ha sido un año estupendo porque hemostenido una niña, como ya sabéis, y se llama Paloma.Como es muy pequeña y no sabe hablar, os pedi-mos en su nombre. Queremos que le traigáis un ju-guete de bebés.Yo quiero pediros una colonia, porque me gustanmucho y ahora no tengo ninguna. También quieropediros una pequeña vajilla para el desayuno, contazas, platos, cubiertos y lo que queráis. Y os pido de lo que no se compra con dinero, sobretodo una cosa: no gritar cuando me enfado con lostres mayores.

Un beso muy fuerte

Una mamá de hoy

dos,ños Niño

ño en Belén, todas las generaciones, y de todagozoso y agradecido: todos, reyes y literatos,

acias a Dios, sin salir de nuestro asombro

Belén guatemalteco

Belén Vázquez, 7 años

Pedro Paredes, 9 años

Cuál es la raíz ontológica de la ilicitudmoral del uso de la píldora o de cual-quier otro método abortivo o anti-

conceptivo?Su pregunta nos lleva a distinguir entre

métodos anticonceptivos y procedimientosque conducen a un aborto inducido y direc-to. No es igual una píldora que no permiteuna ovulación en la mujer, que la píldoraRU–486, que es claramente abortiva. Existenotros métodos comúnmente tenidos por an-ticonceptivos, pero que en realidad son abor-tivos.

El rechazo del aborto es muy claro: es mo-ralmente ilícito porque todo ser humano, ytambién el niño en el seno materno desde suconcepción, tienen el derecho a la vida in-mediatamente. Y este derecho viene de Dios,no es de los padres, ni de clase alguna de so-ciedad y autoridad humana. Por ello, nin-gún hombre, ninguna autoridad humana,ninguna ciencia, ninguna indicación médi-ca, económica, moral, puede tener título ju-rídico para disponer directamente de la vi-da humana.

Por eso, la Iglesia defiende la validez ili-mitada del quinto mandamiento: no matarás.Y, a pesar de los intentos de disfrazar la ver-dad con juegos dialécticos, a pesar de las en-cuestas, a pesar de que se pretende rehuir lareflexión, la mayoría de la gente sigue pen-sando que el aborto es un crimen conscientecontra vidas humanas.

No hay progreso auténtico cuando lo hu-mano está amenazado con el aborto. Por algodijo el Papa en Río de Janeiro: En torno a lafamilia y a la vida se libra hoy la batalla funda-mental de la dignidad del hombre. En este senti-do, la píldora RU-486, como cualquier mé-todo abortivo, es rechazable moralmente. To-do se mueve en el mismo plano. Es más de lomismo: atentar contra la vida humana.

¿Cómo valora usted la expresión culturade la muerte con la que Juan Pablo II desig-na a veces la sociedad actual?

El hombre contemporáneo oye múltiplesvoces respecto al progreso, la vida, la felici-dad; reflexiona menos sobre su comporta-miento y las consecuencias de sus actos. Elresultado es un difuso sentimiento de extra-vío, que normalmente acaba por la acepta-ción de los modelos de comportamiento quepropaga la moda del momento. Por esta ra-

zón, cuando estos modelos de comporta-miento tocan aspectos fundamentales de lohumano, la dignidad misma de la persona esacechada.

¿Cómo entender, si no, que en un mundocon tantas posibilidades exista tanta violen-cia contra la vida de millones de seres hu-manos, especialmente niños, forzados a lamiseria, al hambre y a la destrucción, a cau-

sa de una deleznable distribución de las ri-quezas entre los pueblos y las clases socia-les? ¿Cómo aceptar el comercio escandalosode las armas (entre las que están las minasanti-personas), que genera tantos conflictosarmados? ¿O la siembra de muertes que serealiza con temerarios desajustes ecológicos,o con la droga, o con el fomento de modelosde práctica de la sexualidad que, además deser rechazables moralmente, comportan gra-ves riesgos para la vida? ¿Cómo definir elaborto o la contracepción? Parece justo lla-mar a esto cultura de la muerte.

¿Cuál cree que debería ser la respuestade los católicos? ¿Cree que una posible cau-sa de que la vida humana esté cada vez másamenazada puede ser la falta de capacidadde reacción social de los fieles?

Los católicos somos muchos, y es difícilque todos reaccionemos al unísono; pero esevidente que no podemos quedarnos cruza-dos de brazos: hay que utilizar la imagina-ción y no sólo lamentarse de lo malos queson los tiempos. Hay muchas cosas que haceren lo positivo. Ya me contentaría yo con quela mayoría de los católicos leyéramos el ca-pítulo cuarto de la encíclica Evangelium vitaede Juan Pablo II, aparecida en 1995. ¡Cuántasindicaciones para anunciar, celebrar y servirel Evangelio de la vida en nuestro mundo!

Yo no quiero ser simplista y pensar quela culpa de lo que sucede en el ámbito de lavida la tengan únicamente los católicos; sélas fuerzas y los intereses económicos quemueve la industria de la muerte, de esa cul-tura. Pero siempre recuerdo lo que con tantafuerza decía Georges Bernanos, cuando afir-maba que la culpa de que el mundo esté malla tienen en gran parte los católicos. Era unamanera de afirmar nuestra gran responsabi-lidad. Hay que actuar; también en esta so-ciedad, en la que coexisten la cultura de lamuerte con el Evangelio de la vida.

Inma Álvarez

18/ españa Nº 99/3-I-1998

ENTREVISTA CON MONSEÑOR BRAULIO RODRÍGUEZ

No hay progresocuando lo humanoestá amenazado

Monseñor Rodríguez, obispo de Salamanca y Presidentede la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida,

de la Conferencia Episcopal, habla para Alfa y Omega

/19mundoNº 99/3-I-1998

En 1998, Juan Pablo II cumple veinte añoscomo sucesor de Pedro. Será un añoapretado, lleno de esperanza y de citas

decisivas. Ciertamente, los años no pasan enbalde y su caminar ya no es el del atleta deDios de los primeros años; sin embargo, laagenda del Papa sigue llena.

En este año, el Santo Padre emprenderácuatro viajes internacionales. Empieza conuno de los más esperados de todo su pontifi-cado, Cuba. Visitará, del 21 al 25 de enero, laisla caribeña, el único país de Iberoaméricaque no ha visitado hasta ahora. Los resultados

de esta peregrinación, como se está viendoen los últimos días, podrían ser excepcionales.

El Papa regresará este año al continenteafricano para visitar Nigeria (del 21 al 23 demarzo), y es posible que haga escala en algúnotro país cercano. En junio, del 19 al 21, viajaráa Austria. En la segunda mitad del año, enrespuesta a la petición del Sínodo de los obispospara América, que se clausuró el 12 de di-ciembre, debería viajar a México, al santua-rio de la Virgen de Guadalupe, para hacer pú-blica la Exhortación apostólica postsinodal.Será un viaje preñado de significados, pues

México fue el destino del primero de los 80viajes apostólicos que hasta ahora ha realiza-do. En este año, hará también unas cuatro ocinco visitas pastorales a ciudades de Italia.

UN MARATÓN

Quizá los acontecimientos más compro-metedores de todo el año serán los dos Síno-dos de obispos programados para este año.

En el camino de preparación de la Iglesiahacia el tercer milenio, Juan Pablo II ha esta-blecido que cada continente celebre una asam-blea de este tipo. Tras los Sínodos de Euro-pa, África, El Líbano y América, ahora le lle-ga el turno a Asia (abril) y a Oceanía(noviembre). Para el Papa, estos dos mesessupondrán un auténtico maratón, pues, ade-más de las actividades ordinarias, sigue to-das y cada una de las sesiones. En el Sínodopara América escuchó las casi 300 ponenciasde los obispos. El Pontífice espera con impa-ciencia las asambleas especiales del Sínodo delos obispos, pues para él suponen una oportu-nidad única de tomar el pulso de la Iglesiaen las diferentes regiones o sobre diversos te-mas.

En los primeros meses de este año, posi-blemente en febrero, Juan Pablo II podría con-vocar un Consistorio para la creación de unosdieciséis nuevos cardenales. En su mayoríaserán arzobispos de sedes tradicionalmentecardenalicias o que desempeñan tareas de al-ta responsabilidad en la Curia Romana. In-dudablemente, esta decisión del Papa tendrárepercusiones importantes en su futura su-cesión.

Pero 1998 será el año de la preparación algran Jubileo del año 2000, consagrado al Es-píritu Santo, el gran desconocido incluso dentrode muchos sectores de la Iglesia. Para cele-brar la fiesta de Pentecostés, el Papa organi-zará el primer encuentro de la historia de losmovimientos católicos, fenómeno que él atri-buye a la acción del Espíritu, como fruto delConcilio Vaticano II. El objetivo de esta citaconsiste en promover una colaboración másestrecha entre estas nuevas realidades y la je-rarquía eclesiástica.

Así como en 1997 la Santa Sede organizóun Simposio internacional sobre las raíces an-tijudías del cristianismo, en el 98 convocará unCongreso sobre las inquisiciones. El términoaparece en plural para analizar científica-mente los diversos tribunales que a lo largo dela histora asumieron este nombre, y sus di-ferencias.

Jesús Colina. Roma

LA AGENDA DE JUAN PABLO II PARA 1998

Un año lleno hasta los topesCuatro viajes internacionales, dos Sínodos, el primer encuentro con los movimientos católicos de todo el mundo, creación de nuevos cardenales … El Santo Padre se dispone a vivir un año lleno de esperanza y de citas decisivas

Desde hace algunos añostenía el vehemente deseoy la ilusión de conocer al-

guna misión católica en el cora-zón de África. Quería ver, en sumismo campo de acción, la laborque desarrollan los misioneros:cómo trabajan, qué proyectos lle-van a cabo, con qué dificultadesse encuentran, qué ayudas reci-ben, etc... El deseo se ha hechorealidad gracias a la acogida yatenciones del padre IldefonsoTrujillo, buen amigo y misione-ro en Zimbabwe, la antigua co-lonia inglesa de Rhodesia del Sur.Aprovechando su regreso a lamisión, después de unas brevesvacaciones en España, me fui conél hasta Jotsholo, pueblo de laprovincia de Lupane, en el Oestede Zimbabwe, donde se halla elcentro principal de su misión.

Nada más tomar contacto conla realidad socio-cultural y reli-giosa de la zona, me doy cuentade que estoy ante una cultura,costumbres y tradiciones muy di-ferentes a las de mi país.

Me impresiona y llena de pro-fundo gozo el constatar que la re-ligión católica, la religión del vie-jo continente europeo, es practi-cada y vivida con entusiasmo ynaturalidad en muchas comuni-dades de este país del África aus-tral. Hombres y mujeres, jóvenesy niños, celebran y viven nues-tra misma fe católica y compar-ten nuestra misma esperanza.Creo que nunca me he sentidotan hermano con los hermanosen la fe, ni tuve jamás la expe-riencia tan viva de la catolicidadde la Iglesia.

HACER DE TODO

Jotsholo es una de las nuevemisiones dirigidas por sacerdo-tes españoles del IEME, en estre-cha colaboración con algunos sa-cerdotes y religiosas nativas. Elconjunto de estas misiones abar-ca una extensión de más de 500kilómetros. El obispo que coor-dina pastoralmente todo este te-

rritorio misional es un español,de León. Se llama don IgnacioPrieto. Lleva trabajando comomisionero más de cincuenta añosen la misma zona. Es un auténti-co hombre de Dios, de fe firme,recio e incansable, admirado yquerido por todos.

La misión de Jotsholo está alcuidado de dos sacerdotes espa-ñoles, Ildefonso Trujillo y SerafínSuárez, y un sacerdote nativo, elpadre Sibanda, ayudados por tresreligiosas nativas de la Congre-

gación de Misioneras Hijas delCalvario.

Toda la misión se sitúa en ple-no bosque, salpicado de chocitasunifamiliares. Salvo algunas ex-cepciones, son muy pobres. Lascarencias más elementales sontan evidentes que impactan acualquiera. Su alimentación dia-ria se compone de una ración depasta de maíz molido y algunasverduras. El año que no llueve,muchos mueren de hambre. An-te esta situación, mi pensamiento

vuelve a la Europa de la abun-dancia y del consumismo. Estoyplenamente seguro de que, conlo que se malgasta y despilfarraen el mundo occidental, viviríandignamente todos los habitantesde las regiones más pobres de latierra.

Metidos de lleno en esta vida,los sacerdotes y religiosas de lamisión, aparte de la labor estric-tamente evangelizadora que de-sarrollan con todo tesón y perse-verancia, más allá de lo que yome había figurado, deben hacerde todo. Desde tener que arreglarun molino de maíz que se ha es-tropeado en alguna comunidadlejana del bosque, y que es im-prescindible para preparar la ba-se de la alimentación diaria, has-ta trasladar a toda prisa en su To-yota todoterreno a un enfermogravísimo al único hospital queexiste en un radio de 500 kilóme-tros. Por supuesto que estas tare-as las realizan también los res-ponsables de las comunidades, ylos mismos familiares del enfer-

20/ mundo Nº 99/3-I-1998

MISIÓN ESPAÑOLA EN UN PUEBLECITO DE ZIMBABWE

«Estos hombres y mujeres trabajan Con ocasión de la Jornada del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), el próximo día 6, el sacerdote

Amadeo Blanco Rodríguez nos cuenta su experiencia como misionero en Jotsholo, un pueblo de la provincia de Lupane, en el Oeste de Zimbabwe, donde hay una misión dirigida por sacerdotes españoles

Momentos en la vida de la misiónde Jotsholo (Zimbabwe)

mo, pero, a veces, les toca a losmisioneros tomar la iniciativa condecisión firme y rapidez.

Estos hombres y mujeres, ab-negados donde los haya, traba-jan hasta la extenuación y, a me-nudo, con gran angustia en el al-ma, al verse desbordados por suspropias limitaciones y por la ca-rencia total de recursos. ¡Cuántotiene que agradecer toda la Igle-sia a los llamados misioneros devanguardia! Ellos son, sin duda,el corazón, los pies y las manosde Cristo para los hermanos queviven en las regiones más depri-midas del mundo. Todo el apre-cio, cariño, admiración y ayudahacia ellos será siempre poco.

OBJETIVOS PRIORITARIOS

Formación de catequistas: Lainstitución o ministerio de los ca-tequistas está muy prestigiado entoda África. Ellos, en completaunión y coordinación con los mi-sioneros, son los auténticos bra-zos derechos de la evangeliza-ción. Son muy estimados y res-petados por todos. Es lógico ynatural que los misioneros ten-gan como tarea prioritaria el aten-der cuidadosamente a estos agen-tes tan valiosos de la pastoral yla evangelización.

Creación de comunidades vi-vas: Es otro aspecto, de capital im-

portancia, en la marcha de la mi-sión. Las comunidades, con suslíderes a la cabeza, tienden a serlas verdaderas protagonistas desu propio y tan urgente desarro-llo social, cultural y religioso. Es-to lo saben muy bien los misio-neros, y por ello no escatimanningún esfuerzo y sacrificio en-

caminados a una mejor forma-ción y acompañamiento de estascomunidades. Ellas celebran laliturgia dominical cuando se ha-lla ausente el misionero, distri-buyen la Eucaristía y se implicanen la posible solución de los pro-blemas surgidos en las comuni-dades.

Formación litúrgica: La cele-bración de la fe y la práctica dela oración destaca mucho en lavida de estas comunidades. Lascelebraciones litúrgicas son muyparticipadas con cánticos, dan-zas y símbolos llenos de expresi-

vidad; siempre con un respetoabsoluto a las normas vigentesen los rituales de la Iglesia cató-lica. Certifico que no existe nin-gún abuso ni chabacanería. Todoes correcto, natural y elegante.

Dirección del Centro de forma-ción de la misión: En él se impartenpermanentemente cursillos, enrégimen de internado, sobre lasmaterias más diversas: cateque-sis, sanidad, agricultura forma-ción bíblica y de líderes cristia-nos, etc... El centro resulta ya pe-queño e insuficiente para lademanda de cursillistas, cada vezmayor; pero, por ahora, no po-drán ampliarlo, por falta de pre-supuesto económico.

Mi convivencia con los misio-neros y comunidades de Jotsholofue muy agradable y gratifican-te. Pasé con ellos unos días inol-vidables: rezamos juntos, cele-bramos la Eucaristía, charla-mos… Les acompañé en todassus salidas al bosque, y observécon mucha atención su buen ha-cer pastoral y humanitario.

¡Gracias por todo, mis buenosamigos! Nunca agradeceré sufi-cientemente vuestra amable aco-gida y todas vuestras atenciones.Gracias, sobre todo, porque ha-béis reavivado en mí el espíritumisionero.

Amadeo Blanco Rodríguez

/21mundoNº 99/3-I-1998

HABLA EL PAPA

LA FAMILIA,BALUARTE DE TODA

AUTÉNTICA

CIVILIZACIÓN

En éste nuestro tiempo, enel que la familia sufre con

frecuencia dificultades, o essometida a influencias econó-micas y sociales que minan suunidad, la Iglesia se siente lla-mada a ofrecer su orientacióny apoyo. Hoy invita a las fa-milias a mirar a la casa de Na-zaret, desde la que Jesús pro-clama el Evangelio de la familia.

La familia es el fundamen-to y la salvaguardia de una so-ciedad auténticamente libre ysolidaria. ¿Cómo podríamosdejar de subrayar la urgenciade tutelar y promover sus au-ténticos derechos? Es someti-da a diferentes ataques y de-safíos. Pienso en las persis-tentes amenazas que llenan deinsidias la vida de muchas fa-milias: la miseria, el desem-pleo, la falta de casa, la men-talidad contraria al don de lavida que fomenta su elimina-ción con el aborto y la eutana-sia, el individualismo que ig-nora al otro. Pienso en tantassoledades que afligen a la so-ciedad de hoy, entre las que seencuentra la de muchos an-cianos excluidos de los cuida-dos familiares. Junto a fenó-menos tan preocupantes, sontodavía más graves las ame-nazas que atentan directa-mente contra la estructura dela familia y desfiguran su pa-pel en la sociedad.

A través de la familia flu-ye la historia del hombre, lahistoria de la salvación de laHumanidad.

(28 de diciembre de 1997)

hasta la extenuación»

ELLOS SON, SIN DUDA, EL CORAZÓN, LOS PIES

Y LAS MANOS DE CRISTO

PARA LOS HERMANOS

QUE VIVEN EN LAS REGIONES

MÁS DEPRIMIDAS

DEL MUNDO

22/ la vida Nº 99/3-I-1998

La dirección de la semana

Les ofrecemos esta semana la dirección de la versión delperiódico del Vaticano, L‘Osservatore Romano en espa-

ñol. A través de esta página puede usted suscribirse, consul-tar el archivo o acceder a su servicio fotográfico.

Dirección: http://www.vatican.va/news_services/or/ho-me_spa.htmObservaciones: Se ofrece la posibilidad de consultar to-da la documentación relativa a los más recientes viajesapostólicos del Papa: Sarajevo, República Checa, París,Líbano, Polonia y Río de Janeiro.

INTERNEThttp://www.vatican,va/news_services/or/home_spa.htm

Si a alguien pudiera pertene-cer un poquito más la Navi-

dad debería ser al sencillo. Co-mo sencillos son los habitantesde tantos pequeños pueblos re-partidos por toda España. Así,por ejemplo, los de un pueble-cito perdido en la provincia deZamora, donde este año pre-sencié una peculiar celebraciónde la Navidad.

El año pasado los críos deSan Vitero de Aliste habían tra-bajado para acercar al pueblo,de una manera sumamente ex-presiva, el Misterio de la Navi-dad. Expresión que tomaba for-ma en una representación tea-tral sin grandes pretensiones,pero cargada de cariño, hecha

en la iglesia del pueblo. Tal vezel ejemplo de los niños entu-siasmó a los mayores porqueeste año fueron ellos quienescogieron el relevo, y sorpren-dieron a sus vecinos haciendopor un día de actores.

La cordera –así es como lla-man ellos a su obra– se repre-sentó después de la Misa de Na-vidad. No sé cuánto tiempo lesllevó prepararla, pero se percibíamucho empeño y dedicación entodos los aspectos: en el ves-tuario, en la escenificación (na-da fácil, teniendo en cuenta quese realizó en un templo), en laentonación y expresión de losactores, pero sobre todo en loque la letra trató de comunicar.

El cura había advertido: Enla Misa de hoy no tendremos ho-milía, en su lugar os pido quemiréis la representación de «Lacordera», no como un espectá-culo, sino contemplando el Mis-terio que encierra. Y los lugare-ños obedecieron. Habitualmen-te un poco más bulliciosos, enesta ocasión guardaron un si-lencio sagrado, para escucharlas voces de unos vecinos con-vertidos, por un rato, en acto-res-santos.

Los personajes hablaban dela obediencia del justo José, dela virginidad de una Madre, deun Niño nacido pobre que eraDios, también de unos pastoresque iban a adorarlo. En esta úl-

tima figura fue donde el pueblose sintió vibrar. Los pastores notenían grandes dones que ofre-cer al niño, pero iban a adorarlo.Le llevaban una cordera –la másgorda del rebaño– porque sa-bían que el Niño bien merecíael mejor regalo. Creo que en es-te punto desapareció la ficción–si había habido algo de ella–porque los pastores-actores seconfundieron con los pastores-reales en un mismo sentimiento.Ésa era su vida, su trabajo, supueblo. Eso era lo que ofrecíana Dios el día de su nacimiento.Creo que el Niño todavía los de-be estar aplaudiendo.

Dora Rivas

Catequistasnativos

El 6 de enero, fiesta de la Epifanía delSeñor, se celebra en toda España el

Día de los Catequistas Nativos y del Semi-nario Nacional de Misiones. El Instituto Es-pañol de Misiones Extranjeras (IEME) haorganizado una campaña de sensibiliza-ción para informar a la Iglesia española so-bre la importancia que tienen en las misio-nes de los países del Sur los catequistasnativos, y sobre la urgencia de enviar másmisioneros y sostenerles económicamente.Con tal fin, el IEME (que hoy celebra tam-bién su día) ha organizado, como todos losaños, una colecta en toda España que se-rá enviada (excepto los gastos de material)a la Congregación para la Evangelizaciónde los Pueblos, que lo hará llegar a las mi-siones más necesitadas.

Las indulgencias son mani-festaciones de las «entra-

ñas de misericordia, de benig-nidad» (Col. 3, 2) de la Iglesia.Francisco Armenteros acabade publicar Las indulgencias(ed. Palabra, folletos mc),cuando los cristianos estamospreparando el Jubileo del año2000, siguiendo los consejosdel Papa Juan Pablo II.

Es una reflexión muy útil pa-ra dar a conocer qué son lasindulgencias, cuál es su senti-do y utilidad, y cuáles las dis-posiciones necesarias para po-der ganarlas.

Un folleto de interés

«La cordera»

/23la vidaNº 99/3-I-1998

S. Rf.ª Núm. Fecha N. Rfª Núm.

Asunto: Dando cuenta del Natalicio de un niño en la Demarcación

Sobre las 22,00 horas del día de hoy, cuandola pareja que suscribe se encontraba realizandoel servicio de correrías, se pone en conocimien-to de ésta, por medio de D. Arcángel Divino delCielo (000004), soltero, de profesión Ángel, sindomicilio conocido, de que en un establo cerca-no acababa de dar una mujer a luz Un Niño.

Trasladada la pareja al lugar de los hechos, yal llegar a un humilde establo sin más calor que elde los animales, es hallada una familia, cuyo ca-beza acreditó ser y llamarse mediante su D.N.I.José, carpintero, casado, con domicilio en la ca-lle Buen Padre núm.1, el cual manifiesta que, de-bido a que debía trasnochar, y al estado de sumujer, tuvo que refugiarse en el establo.

Sobre un pesebre está recostado un reciénnacido, cuyo nombre será Jesús, hijo de José y deMaría, de profesión Salvador, y en su cara sepuede ver un reflejo de felicidad y amor.

Ofrecida la pareja por si desean algún auxiliopor parte del Cuerpo, son respondidos por la Ma-dre de la criatura que pronto sería la Humanidadquien buscará el auxilio en el recién nacido.

Lo que tengo el honor de participar a Todos parasu conocimiento.

El Comandante de Puesto

Cada vez son más los actosde reconocimiento por par-

te de la sociedad a personas yentidades que dedican sus me-jores esfuerzos a los demás.Tras hacer memoria de la últi-ma víctima de ETA: el conce-jal del PP en Salamanca, JoséLuis Caso comenzó, hace unosdías, el acto de entrega de lospremios Solidaridad 1997, deCruz Roja Salamanca, otorga-dos a las Hijas de la Caridad y

Hermanas del Amparo, a la Ca-sa Parroquial del barrio dePuente Ladrillo, zona castiga-da por la droga y el sida, a donPablo Mateos, un jubilado de77 años que ha dedicado la mi-tad de su vida a ayudar desin-teresadamente a los más ne-cesitados, y a empresas y en-tidades administrativas queponen sus medios a disposi-ción del desarrollo de la soli-daridad.

Los miembros y propagan-distas del Consejo diocesa-

no de los jóvenes de AcciónCatólica de Madrid-Alcalá (JU-MAC) de la etapa de 1947 a1952 acaban de celebrar el cin-cuenta aniversario del co-mienzo de sus tareas, en la re-sidencia de sacerdotes de lacalle San Bernardo, de Madrid.

Monseñor Luis José Alon-so, que fue consiliario de lospropagandistas y los universi-tarios, presidió la Eucaristía yconcelebraron don Jesús Ur-teaga, también entonces con-

siliario de la JUMAC, y seis sa-cerdotes (dominico uno deellos) salidos de sus filas. Asis-tieron varias decenas de con-sejeros y propagandistas, al-gunos acompañados por susesposas, y las viudas de cuatroya fallecidos.

Una vez finalizada la Euca-ristía se dio lectura a una cartade adhesión del que fue canó-nigo magistral y consiliario delos jóvenes, don Antonio Ga-rau, que por su edad –ha cum-plido ya 96 años– no pudoasistir.

Modelos de solidaridad

Cincuentenario

PUESTO DE BELEN

Cuarenta años de «Ciudad Nueva»

Cuarenta años son muchosaños. Para una revista,

más. Y para una revista de in-formación general, pero demarcada significación religiosa–en este caso fiel transmisorade la espiritualidad del movi-miento de los Focolares quefundó Chiara Lubic–, más to-davía. Ciudad Nueva, hoy bajola dirección de Ángel CarrerasGascón, acaba de alcanzarlos,después de haber prestado unincomparable servicio a sus lec-tores, que desde estas páginasdeseamos siga prestando du-rante muchos años más.

Ciudad Nueva es tambiénuna editorial, cuyos libros es-tán alcanzando un bien gana-do prestigio y éxito. Los dosmás recientes son: Pecado ygracia. ¿De qué va eso?, deBenoit Lobet; y ¿Qué sentidotiene lo que me pasa?, de Eu-genio Fizzotti. Son dos títulosque hablan por sí solos. Cada

una de las cincuenta páginasde estos actualísimos libros debolsillo interpelan, con un len-guaje de hoy, al hombre denuestro tiempo, y le hacen re-flexionar.

Un «atestado» navideñoÉste es el texto de la felicitación navideña de la Asociación

Pro Huérfanos de la Guardia Civil, de Madrid:

24/ desde la fe Nº 99/3-I-1998

La magia de la madrugada del día de Re-yes, en la que los niños se levantan a to-do correr para buscar debajo del árbol

de Navidad los regalos, induce a pensar queestos tres personajes son una construcción fa-bulosa. Sin embargo, la arqueología está es-tudiando una curiosa tabla de arcilla que po-ne en evidencia la veracidad de la narraciónevangélica.

Esta pequeña tablilla, en la que están acu-ñados caracteres cuneiformes, es un auténti-co documento astronómico y astrológico (en-tonces las dos disciplinas eran hermanas ge-melas) que revela la existencia de unaconjunción de Júpiter y Saturno, en la cons-telación de Piscis, el año 7 antes de Cristo.

Los evangelios enmarcan el nacimiento deJesús en tiempos del censo del Imperio, or-denado por César Augusto, cuando Quirinoera gobernador de Siria, y en los últimos añosdel rey Herodes, quien falleció el mes de mar-zo del año 4 a. C. Según los historiadores, Je-sús nació unos siete años antes del año «0». Elevangelista Mateo (2, 2) pone en relación elacontecimiento de Belén con la aparición deuna estrella particularmente luminosa en elcielo de Palestina. De este modo, la tabla dearcilla ofrece un testimonio peculiar.

Existen muchas hipótesis sobre la estrellaque vieron los magos (magoi en griego servíapara referirse a la casta de sacerdotes persas ybabilonios que se dedicaban al estudio de laastronomía y de la astrología) y que les llevóa afrontar un viaje de unos mil kilómetroscon el objetivo de rendir homenaje a un re-cién nacido.

DOCUMENTACIÓN CIENTÍFICA

El 17 de diciembre de 1603, Johannes Ke-pler, astrónomo y matemático de la corte delemperador Rodolfo II de Habsburgo, al ob-servar con un modesto telescopio, desde elcastillo de Praga, el acercamiento de Júpiter ySaturno en la constelación de Piscis, se pre-guntó por primera vez si el evangelio de Ma-teo no se refería precisamente a ese mismofenómeno. Hizo concienzudos cálculos, has-ta descubrir que una conjunción de este tipotuvo lugar en el año 7 a.C. Recordó tambiénque el famoso rabino y escritor Isaac Abra-vanel (1437-1508) había hablado de un influ-jo extraordinario atribuido por los astrólogoshebreos a aquel fenómeno: el Mesías teníaque aparecer durante una conjunción de Jú-piter y Saturno en la constelación de Piscis.Kepler habló en sus libros de su descubri-miento, pero la hipótesis cayó en el olvido,entre su inmenso legado astronómico.

Faltaba una demostración científica clara.Llegó en 1925, cuando el erudito alemán pa-dre Schnabel descifró anotaciones neobabi-lonias de escritura cuneiforme, acuñadas en

una tabla encontrada entre las ruinas de unantiguo templo del sol, en la escuela de as-trología de Sippar, antigua ciudad que se en-contraba en la confluencia del Tigris y el Eú-frates, unos cien kilómetros al norte de Babi-lonia. La tablilla se encuentra ahora en elMuseo estatal de Berlín.

Entre los numerosos datos de observaciónastronómica sobre los dos planetas, Schnabelencuentra en la tabla un dato sorprendente: laconjunción entre Júpiter y Saturno, en la cons-telación de Piscis, tiene lugar en el año 7 a.C.,en tres ocasiones, durante pocos meses: del29 de mayo al 8 de junio; del 26 de septiembreal 6 de octubre; del 5 al 15 de diciembre. Ade-más, según los cálculos matemáticos, esta tri-ple conjunción se vio con gran claridad en laregión del Mediterráneo.

LA ESTRELLA

Si este descubrimiento se identifica con laestrella de Navidad de la que habla el evan-gelio de Mateo, el significado astrológico delas tres conjunciones hace sumamente vero-símil la decisión de los Magos de emprenderun largo viaje hasta Jerusalén para buscar alMesías recién nacido.

Según explica el prestigioso catedrático deFenomenología de la Religión, de la PontificiaUniversidad Gregoriana, Giovanni Magna-

ni, autor del libro Jesús, constructor y maestro(Gesú costruttore e maestro, Cittadella, Asís,1997), «en la antigua astrología, Júpiter eraconsiderado como la estrella del Príncipe delmundo, y la constelación de Piscis como elsigno del final de los tiempos. El planeta Sa-turno era considerado en Oriente como la es-trella de Palestina. Cuando Júpiter se en-cuentra con Saturno en la constelación de Pis-cis, significa que el Señor del final de lostiempos aparecerá este año en Palestina. Conesta expectativa llegan los Magos a Jerusa-lén, según el evangelio de Mateo 2,2».

¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos ve-nido a adorarle, preguntan los Magos a los ha-bitantes de Jerusalén y después a Herodes.La triple conjunción de los dos planetas en laconstelación de Piscis explica también la apa-rición y la desaparición de la estrella, datoconfirmado por el texto evangélico. La terce-ra conjunción de Júpiter y Saturno, unidoscomo si se tratara de un gran astro, tuvo lugardel 5 al 15 de diciembre. En el crepúsculo, seve al mirar hacia el Sur, de modo que los Ma-gos de Oriente, al caminar de Jerusalén a Be-lén, la tenían en frente. La estrella parecía mo-verse, como explica el evangelio de Mateo,delante de ellos (2, 9).

Jesús Colina. Roma

ESTUDIOS ARQUEOLÓGICOS PROPONEN HIPÓTESIS APASIONANTES

Revelaciones sobre los Magos

El anuncio a los Magos: detalle del Retablo del Maestro de Ávila

/25desde la feNº 99/3-I-1998

Un adulto formado y consuficiente espíritu críticoprobablemente no nece-

site más que el mando a distanciapara protegerse de lo que, en latelevisión, le resulta inadecuadoo inconveniente. Para los niñosy los jóvenes, en cambio, no bas-ta con la libertad de elegir entreunos y otros programas para de-cidir si ve o no un determinadocanal de televisión. Necesitan unplus de protección que debe pres-tarle la sociedad.

Por esta razón, el Defensor delPueblo, desde el comienzo de susactividades, ha mantenido unapreocupación constante por laprotección de los menores y losjóvenes frente a la influencia que,sobre la educación y la formaciónde los mismos, ejercen todos losmedios de comunicación, espe-cialmente los audiovisuales. Nospreocupa el tipo de mensajes,tanto en su contenido como ensu formato.

No nos mueve un afán mora-lizante, sino una obligación cons-titucional. El artículo 20.4 de laConstitución señala, entre otroslímites a las libertades de expre-sión y comunicación, las de «laprotección de la juventud y de lainfancia». Esa protección está im-puesta por el legislador, tanto alas cadenas de televisión públicacomo a las privadas, al configu-rarse la comunicación por televi-sión como un servicio públicoesencial.

También es una obligación de-rivada de nuestra pertenencia ala Unión Europea, en cuya direc-tiva de Televisión sin fronteras es-tablece límites que prohíben laemisión de contenidos poten-cialmente perjudiciales para losmenores, en los horarios en los

que éstos puedan encontrarsefrente al televisor.

Cuando en nuestro informedel año 96 al Parlamento hablá-bamos de la proliferación de latelebasura, esperábamos el debatepolítico, parlamentario y socialque se ha originado. Compren-demos que cumplir con los pre-ceptos constitucionales es difícil,porque el mundo audiovisual,que tanto condiciona los com-portamientos de la sociedad ac-tual, mueve importantes intere-ses económicos, políticos y co-merciales.

Razón por la cual tenemosque hacer una llamada a los pa-dres y educadores para que ve-len porque sus hijos y alumnosaccedan sólo a aquellos conteni-dos audiovisuales adecuados asu edad y formación. Cuando pe-dimos una autoridad o un Con-sejo de lo audiovisual, indepen-diente del Gobierno y de cual-quier ideología, que vele porimpartir normas de conducta so-bre estas materias, no pretende-mos restablecer la «censura» pre-via o los rombos en la televisión.Simplemente estamos sugirien-

do que sean los propios mediosquienes tengan una programa-ción responsable, acorde con loslímites a la libertad de expresiónque la Constitución establece. Pe-ro que si estos medios, en la ca-rrera por conseguir audiencias,recurren al «todo vale», exista esaautoridad independiente queproteja a las familias, y a los ni-ños y jóvenes, si fallan, como has-ta ahora ha ocurrido, los actua-les mecanismos de protecciónque controla el Poder Ejecutivo,los cuales no han dado los resul-tados que sería de desear.

Lo hemos pedido en nuestroinforme al Parlamento de 1996,e insistiremos en el correspon-diente al del año 1997, formu-lando una serie de recomenda-ciones para acentuar la protec-ción de los menores y losjóvenes, no sólo frente a la tele-visión, sino en relación con losrestantes medios de comunica-ción, tanto audiovisuales comoescritos. Pues de nada vale queerradiquemos de la televisión loque cualquiera puede encontraren los quioscos u otros estable-cimientos de la calle que actúanen el libre mercado.

Tanto el Gobierno como los le-gisladores parecen convencidosde que tienen que abordar el pro-blema en esta Legislatura, a juz-gar por los anuncios, que han for-mulado en el Parlamento, de pro-yectos y proposiciones de leyque, estoy seguro, habrán de tra-mitarse en el próximo períodoparlamentario de sesiones, antesde que se generalice la gran ex-plosión de ofertas televisivas, através de los nuevos sistemas di-gitales, por cable e Internet.

F. Álvarez de Miranda y Torres

TELEVISIÓN: EL DEFENSOR DEL PUEBLO ADVIERTE

Límites constitucionales a la «telebasura»

«¿No podrían los debates frívolos –si es que no hay másremedio que existan– tratar de temas frívolos, y no de alguien

como el Papa?», se preguntaba el Defensor del Pueblo, donFernando Álvarez de Miranda, hace unos días hablando deuno de los muchos programas actuales de la «telebasura».Todos y cada uno podemos defendernos seleccionando bien

los programas o, cuando no hay nada de interés y de calidad,apagando el televisor. Algunos también pueden, desde supeculiar responsabilidad en la sociedad, tratar de defender alos demás, y el Defensor del Pueblo puede, ante laAdministración, buscar la protección jurídica del legislador.Es lo que hace. Y así nos lo explica para «Alfa y Omega»:

La revelación de Dios en Je-sucristo, conservada ytransmitida por la Iglesia,

fue capaz de crear un estilo de vi-da y tiene fuerza para originaruna singular visión del mundo ydel hombre –visión salvífica– des-de la perspectiva de Dios. El cris-tianismo, desde sus inicios, no sepresenta como una cultura, sinoque se hizo significativo; y trans-formante, de un modo originalí-simo y único, de las culturas gre-corromanas. Irrumpió como unacontecimiento, misterioso has-ta el extremo del escándalo, en elque se hace presente lo divino enlo humano.

La Encarnación y la Pascua esun hecho nuevo que tuvo y tie-ne fuerza para renovar todo lohumano y a todo hombre. Su ac-tuación y prolongación en la His-toria tiene como fin la construc-ción de un hombre y una socie-dad nuevos. El cristianismo,

según la ley de la encarnación,influyó y dejó su impacto en to-das las áreas y geografías cultu-rales.

La presencia cristiana, eclesial,en la Historia y en cada momen-to cultural invita a repetir, en vozmuy alta, que la mayor gesta enla Historia, con alcance absoluto,es la encarnación del Verbo. Noestá de más el recordar que la his-toria del cristianismo es una his-toria de presencias culturales. Siéstas no se hubiesen dado, el cris-tianismo hubiera agonizado. Latan denodada helenización del

cristianismo –valga esta meraalusión–, la versión cristiana ale-jandrina, no cabe la menor dudade que ha sido una de las más ge-niales creaciones de la Iglesia. Deesta inculturación o evangeliza-ción del mundo greco-alejandri-no, es decir, del corazón del sa-ber del Imperio romano, se sir-vió también el Espíritu Santopara que llegara hasta nosotrosla memoria del nacimiento, viday resurrección de Jesucristo.

De este modo el cristianismo,la persona y mensaje de Jesús, in-disociablemente unidos, se mos-

tró como esencialmente católico,es decir, que se dirigía y debía lle-gar a todos los hombres. Misión yconversión eran dos términos yrealidades básicas; eran los nece-sarios pilares para la necesariaexpansión cristiana. Sería im-pensable la transformación de lasociedad, la conversión de laspersonas que la forman, sin la mi-sión: el llevar, traducir y hacerpresente el anuncio de Cristo.

En nuestros días, sin quedar-nos en arcaicismos, es menestersubrayar que el cristianismo estraditio y paradosis: recepción y en-trega. Por eso miramos al pasa-do: para poder contemplar el pre-sente y abrirnos al futuro.

FE Y CULTURA, HOY

Hoy –una época nueva y deprofundas mutaciones– vivimosmomentos no iguales, pero símuy similares a los siglos degrandes cambios: los siglos II, IV,IX, XII, XVI, etc... Por ello es ne-cesario retornar a la frescura delos orígenes, para entregar confrescor el acontecimiento origi-

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Cristianismo: lo divino,

«LA REVELACIÓN DE DIOS EN JESUCRISTO, CONSERVADA Y TRANSMITIDA POR LA IGLESIA,

FUE CAPAZ DE CREAR UN ESTILO DE VIDA Y TIENE FUERZA

PARA ORIGINAR UNA SINGULAR VISIÓN SALVÍFICA

DEL MUNDO Y DEL HOMBRE»

Monseñor Romero Pose, obispo auxiliar de Madrid y uno de los más reconocidos especialistasen el estudio de los primeros siglos cristianos, que tiene, entre otras, la responsabilidad pastoral enel mundo de la cultura, escribe para los lectores de «Alfa y Omega»

nante. Con la recepción del Vati-cano II se vulgariza la expresióndiálogo fe y cultura. Posteriormen-te al Concilio, la Evangelii nun-tiandi significó un grito en favorde la transformación del mundonacido de la modernidad, y cu-ya cultura debía ser evangeliza-da, transformada con el Evange-lio, para salvación del hombre;en una búsqueda amorosa de diá-logo con la cultura actual, se in-tenta recoger todo lo positivo dela modernidad, que es cristianaen su origen y en su misma en-traña.

PRESENCIA PÚBLICA

La presencia pú-blica de la Iglesia–que tiene su másfuerte referente enla liturgia– es elpunto de llegada yel comienzo de laevangelización.

Una presenciacristiana en el cora-zón de los hombres,en medio del mun-do, una presenciaque genera cultura,llega a su cota másalta en la expresiónorante del hombrey en la celebraciónlitúrgica de la Igle-sia.

La presencia pú-blica de la Iglesia enla cultura tiene co-mo fin posibilitar elencuentro de todohombre con Jesu-cristo, en la inequí-voca convicción de que Él es elúnico Salvador, de que en Él serevela el rostro de Dios comomisterio de amor, y de que en Élestá la Verdad del hombre que esllamado a la comunión con Diosy con los hermanos. Nuestra cul-tura –todo lo que el hombre creay tiene en su entorno para ser yhacer– se está convirtiendo gra-dualmente en una cultura no cris-tiana. Debe ser regenerada; sinolvidar, sin embargo, que en granparte es fruto de la deformacióndel mensaje cristiano. Lo señalóacertadamente Henri de Lubac.Es una cultura subyugada por eltener y el hacer, y el hombre in-

merso en ella está necesitado desaber quién es, de dónde viene ya dónde va.

La respuesta a esta cultura,desde el Evangelio, no puede co-rrer el riesgo de ser una respues-ta gnóstica, ideológica, sino lapresentación objetiva de Jesu-cristo con lo que conlleva de con-frontación y escándalo, y no me-nos de persecución y martirio.No habrá presencia cultural cris-tiana sin cruz, sin testimonio mar-tirial.

Una de las características delanuncio evangelizador es la sen-

cillez con que se debe presentarel mensaje. Evangelizar la cultu-ra es anunciar y testimoniar, concoraje y simplicidad (aplós, sim-pliciter), la persona de Jesús. Eldenominador común de la pri-merísima teología cristiana –queno dejaba de ser una profundareflexión y diálogo con el entornocultural– era la sencillez, para quea todos llegase lo que a todos sedirigía: la salvación del Verbo en-carnado.

Por eso mismo la presenciaeclesial en nuestro entorno cul-tural es una labor de toda la Igle-sia, y es necesario mentalizarsede que no es un aspecto especia-

lizado de la pastoral, sino un pro-grama que engloba, aglutina yaúna todas las acciones pastora-les.

No se nos oculta que hay unadimensión, no poco importante,de diálogo y presencia cristiana:la presencia en el mundo del pen-samiento y de la investigación, lapresencia en la academia y en lasexpresiones artísticas. Que la dis-tancia de la razón con respecto ala fe es debida a la ausencia cris-tiana, o a la falta de presencia porel eclipse del pensador o intelec-tual cristiano. Pero tampoco de-

bemos ocultar que el intelectualcristiano se hace. Y éste –fieles alaxioma de que un cristiano no na-ce, se hace– se engendra en la ca-tequesis y mediante la iniciacióncristiana, y al amparo de su fa-milia. Catequesis, familia y co-munidad (parroquia) son las cé-lulas que dan vida, engendran alcristiano creador y transforma-dor de cultura.

ATOMIZACIÓN

Además de la pastoral ordi-naria que requiere una formacióncontinuada, existen otros ámbi-tos de presencia y creatividad

cultural. Pero éstos suponen laparroquia, comunidad o espaciossimilares donde se inicia y vivela fe. Me refiero a los centros aca-démicos, universitarios o parau-niversitarios; concretamente, enMadrid, las Facultades de Teolo-gía y los Centros universitariosde la Iglesia. Esto tiene una mi-sión trascendental, siempre ycuando caminen juntas la ecle-sialidad y la hondura académi-ca, cuando se hermanan la fidesy la ratio.

El cuidado de las vocacionesintelectuales, el trabajo silencio-

so y continuado,el mimo prestadoa la investigaciónes también una delas mejores siem-bras de cara a laevangelización dela cultura. La pre-sencia en los me-dios de comuni-cación, sobre todoen el mundo dellibro, depende engran parte delcuidado y mimode nuestras pro-pias institucionesacadémicas.

Quien quiera co-laborar a fondoen la presenciacultural del cris-tianismo, en estemomento históri-co, debe asumirconsciente y go-zosamente que notiene derecho a re-coger lo que siem-bra.

Uno de los más evidentes pe-ligros de la presencia culturalcristiana es la atomización. Sonmuchas las personas, en la Uni-versidad y otras ágoras, que vi-ven aisladas sin poder compar-tir ni potenciar su vida y pensa-miento. La atomización es frutodel desconocimiento. La presen-cia eclesial en el mundo de la cul-tura es un reto antropológico.

La persona de Jesucristo, níti-damente presentada, es la que es-timula la creatividad cultural cris-tiana: la Verdad, la Belleza y laBondad.

Eugenio Romero-Pose

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presente en lo humano

Dante admira a Beatriz, a orillas del Arno, en Florencia

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Partiendo de que nuestro país ha evolu-cionado muchísimo, afortunadamente,son pocos los casos que la policía no

atiende. Pero quizás las leyes no protegen losuficiente a las víctimas; está la cuestión dela reiteración de amenazas que muchas ve-ces no se tiene en cuenta. Desgraciadamen-te, algunas leyes, por falta de conocimientode la realidad social, no se aplican.

Tenemos la sociedad que tenemos. Los jue-ces forman parte de una sociedad que no es-tá del todo sensibilizada. El problema está enque hay una serie de profesiones que no estánlo suficientemente sensibilizadas, y hay quesensibilizarlas. Es decir, hay profesionales(médicos, asistentes sociales, jueces, etc...)que inciden más en esta problemática, en losque debemos volcarnos.

La solución al problema es la prevención;y ¿qué es la prevención? La educación. Loque hay que hacer es educar en respeto, soli-daridad e igualdad: ésta es la realidad. Si te-nemos una buena escuela no sexista y unas fa-milias que eduquen en el respeto, el problemade la violencia en la familia irá disminuyen-do.

¿Cuándo se toma conciencia en nuestropaís del problema de la violencia doméstica?

Este problema surge en España en los años80, como resultado de unos trabajos que hizola Comisión de investigación de malos tratosa la mujer. Al principio, no teníamos ningúneco en los periódicos; en segundo lugar, la po-licía no tenía estadísticas, porque apenas habíadenuncias; en definitiva, no había ningún tipode sensibilidad. Las mujeres no conocían susderechos, no podían abandonar sus domici-lios aunque las mataran. La legislación eradistinta, no había recursos para las mujeresque querían abandonar sus domicilios. Desdela creación del Instituto de la Mujer, se empe-zó a trasmitir una serie de mensajes a la so-ciedad, que han permitido avanzar muchísi-mo, aunque todavía no somos una sociedad losuficientemente sensibilizada.

Cuando una mujer denuncia a su mari-do, ¿qué mecanismos se emplean para pro-tegerla desde las instituciones públicas?

De momento ninguno, porque no estabaprevisto. ¿Cuál es la prevención?: las campa-ñas, el educar, los medios de comunicación…

El Código Penal tiene otra forma de actuar,que es la de sancionar.

¿Qué papel juegan los medios de comu-nicación?

Su papel es fundamental: al mismo tiempoque se dan las noticias, no hay que crear alar-ma. Los medios de comunicación deben sen-sibilizar, explicando cuál es el fondo de todoesto. Hay que ir a una educación verdaderay completa. Si educamos a un niño en el res-peto, de mayor será una persona respetuosa.Por otro lado, tendríamos que hablar de laviolencia que se nos transmite por la televi-sión. Las cosas no son por casualidad, soncausales, no casuales.

¿Considera oportuna una reforma del Có-digo Penal?

Sería necesario estudiar una posible refor-ma. Hace unos días, durante las Jornadas so-bre violencia doméstica, en las que participó elConsejo General del Poder Judicial, se ha com-

probado que hay mucho desconocimiento dela realidad, por muchas circunstancias. Yo séque este problema no se soluciona en un año,pero muchas mujeres llevamos trabajandomuchos años, y ahora muchas personas se ti-ran de los pelos, ante acontecimientos como elde la mujer asesinada por su marido en Gra-nada. Pienso que no hay que esperar a quemueran 60 mujeres. La violencia engendraviolencia; un mundo sin violencia empiezaen la propia familia.

¿Dónde cree que está la solución del pro-blema?

Creo que la gente debe reaccionar cuandose produzca una muerte. Me parece muy ra-zonable que se pida justicia, porque nada pue-de quedar impune, pero ¿quién les va a de-volver la vida a esas personas? Hay que ir a laprevención, a la educación en el respeto eigualdad en todos los aspectos.

Álvaro de los Ríos

60 MUJERES ASESINADAS EN 1997, EN ESPAÑA, POR SUS MARIDOS O NOVIOS

Violencia doméstica: más vale prevenir

Y prevenir es educar. Desgraciadamente, 60 mujeres han muerto a manos de sus maridos o novios en el año 1997, y más de 16.000han presentado algún tipo de denuncia por malos tratos. En torno a este grave problema, Asunción Miura, titular de la Dirección

General de la Mujer, de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, habla para Alfa y Omega:

Fue en 1963. Acababa de fa-llecer Juan XXIII y, comotantos cristianos, me apre-

taba el corazón la incertidumbresobre quién sería su sucesor,puesto que de ello dependía quela hermosa aventura del Conci-lio prosiguiese con su esperan-zadora significacióno se frustrase. Estabayo en Italia cuandome enteré de la elec-ción del cardenalMontini. Yo era enton-ces director general deCinematografía y Tea-tro. Me faltó tiempo pa-ra exteriorizar mi júbiloen la primera ocasiónque tuve de hacerlo pú-blicamente, en la clau-sura de la Semana de cinereligioso y de valores hu-manos que se celebrabaen Valladolid: lo signifi-cativo de mi actitud eraque contrastaba con lafrialdad o el manifiesto re-chazo que en los mediosoficiales del régimen en-contró el nuevo Papa.

El segundo encuentrofue personal: una audien-cia de las llamadas especia-les, en el Vaticano. Fue paramí la revelación de un Papainsospechado. Su ternura.Mis manos, en las suyas. La dul-zura paternal de su mirada.

El último encuentro ha sidoel libro que Vicente Cárcel Ortíha publicado con el título PabloVI y España. Fidelidad, renovacióny crisis (1963-1978). O lo que eslo mismo: la historia de los rece-los o de la declarada hostilidadcon que el régimen de Franco co-rrespondió al Papa, y de la acti-tud de éste, firme en su decisiónde llevar a la Iglesia española porlas vías del Concilio, que no eran–¿hará falta decirlo?– las vías delpasado, a las que el régimen deFranco se aferraba suicidamen-

te. Al servicio de esa decisión, elPapa, eficazmente secundadopor los nuncios Riberi y Dada-glio, y por el cardenal Tarancón,cabeza de la Conferencia Epis-copal Española, desarrolló unafinísima tarea renovadora, de laque salió

otra Iglesia, ya instala-da en su tiempo, aunque no pu-diese ocultar la preocupaciónprofunda ante el callejón sin sa-lida en el que se encerraba un ré-gimen que había prestado tandestacados servicios a la Iglesia,pero progresivamente ciego ysordo a las exigencias de lostiempos.

Era la preocupación de mu-chos españoles; lo que no impi-dió que se crease la leyenda delPapa enemigo de nuestro país, alque, sin embargo, se dirigió siem-pre con amor y, como él dijo, conafecto hondo, sincero, cordial, pater-no.

Vicente Cárcel es un historia-dor eclesiástico de prestigio fir-me, al que su residencia en Ro-ma, como miembro de la Curia,ha facilitado sin duda la utiliza-ción de fondos documentales queimpresionan por su número y ca-

lidad. También por la obje-tividad con que son utiliza-dos. Toda la historia de laIglesia española duranteaquellos años decisivos, enlos que la Iglesia de la Cru-zada se transformó en Igle-sia conciliar, desfila ante ellector, con la referenciaconstante al Papa, autorúltimo de la transforma-ción. También aparecenen el libro los testimoniosde la lucha que, en Espa-ña como en el resto delos países afectados porel Concilio, tuvo quesostener el Papa paramantener la unidad dela Iglesia y seguir ade-lante entre los dos radi-calismos de integristasy progresistas.

Si añado que el librotiene más de mil den-sas páginas, se com-prenderá la imposibi-lidad de hacer aquí

más que señalarlo comouna aportación histórica de re-lieve. Al cerrarlo, el lector se sien-te confortado por la revelaciónde que la Iglesia española, en cir-cunstancias muy difíciles, suporenovarse dentro de la fidelidadtradicional a la Santa Sede, pero,simultáneamente, el lector sesiente abrumado por el peso dela deuda que España contrajo coneste pontífice, al que, tomada ensu conjunto, tan mal trató. Es ladeuda a cuyo pago, sin duda, elautor ha querido contribuir consu libro. Y, modestísimamente,yo, con este comentario.

José María García Escudero

/29desde la feNº 99/3-I-1998

LA DICTADURA DELOS TOLERANTES

Los valores, cuando son ma-nidos y paseados –como

ocurre con la tolerancia, latransigencia, la libertad y la so-lidaridad–, se enturbian y sepierden. Y es que hoy, todossomos tolerantes, todos nosconsideramos como tales, y ayde aquel que nos cuelgue elsambenito de intolerantes.

Las dictaduras del puño dehierro ya han quedado atrás,pero estamos entrando actual-mente en una nueva era de lasdictaduras de los tolerantes. To-lerancia, porque es el valor quehan escogido para monopoli-zar, y dictaduras, porque im-ponen sus valores e ideas. Sino piensas como ellos, inme-diatamente te conviertes en in-tolerante.

Bajo esta falsa tolerancia ca-ben todos los que hoy son de-rechos humanos, el aborto, lasuniones homosexuales, las pa-rejas de hecho, los métodos an-ticonceptivos y una larga lis-ta. Si no estás de acuerdo conestos nuevos avances del pro-greso, eres intolerante.

Y ante esto, muchos cristia-nos se amedrentan y prefierensituarse bajo la dictadura de lostolerantes: se repite la fórmula:yo soy católico, pero…, se poneen duda el magisterio de laIglesia, y se siente vergüenzaante algunos grupos católicosque se toman las cosas demasiadoen serio. Y de la radicalidad evan-gélica, ni se hable, claro.

Ante las dictaduras anti-guas, los cristianos cobrabanvalor y entregaban sus vidas.Ante las dictaduras de los tole-rantes, el cristiano se deja lle-var. La tolerancia en sí es po-sitiva y necesaria para la con-vivencia, pero la bienentendida y manejada por to-dos por igual. Ser tolerante noes transigir con todo, lo buenoy lo malo, sino aceptar lo bue-no y condenar lo malo. Peroen una sociedad en donde,mayoritariamente, no se buscala verdad, difícil es poder ha-blar de tolerancia.

Alex Navajas Josa

Punto de VistaLIBROS

Mis tresencuentroscon Pablo VI Vicente Cárcel Ortí

30/ desde la fe Nº 99/3-I-1998

En el umbral del libro debe-ría figurar una advertencia:

Que pasen de largo los pusilá-nimes y los filisteos. No te que-jes, una vez abierto este libro,de lo que te sugiera o de lo queno seas capaz de digerir. Nopreguntes, ¿es verdad lo quedice?, sino agradece cada ver-dad que, al pasar tus dedos porel magma de estas páginas, depronto, florezca. No digas: Meaburre, como si fuera un folletónde charlatán. Filisteos, seguidvuestro camino.

Saint-Exupéry, hombre deacción, sintió el aguijón de laexistencia: la vida no sólo nosha tocado; es tarea, responsa-

bilidad. De ahí el sentido heroicoque todo tiene en él. En Ciuda-dela (Alba editorial), el narradorrelata su experiencia al frentedel reino (la vida humana: Ciu-dadela, te construiré en el cora-zón de los hombres). Cuidado,pues, con la literalidad del tex-to; todo es metáfora. No bastacon tragarse cada línea, hay quedejar que siga su propia misión,acogerla, esperarla. Sin prisa.Saint-Exupéry disecciona su al-ma con el bisturí de su expe-riencia, pero, al no acunar el tra-to con Jesucristo, la dureza deltexto es su grito –1944 añosdespués– por un significado queacampe en nuestra intemperie.

No supo que el Verbo se hi-zo nómada –como él–: Su ca-ravana también hay que espe-rarla.

José Antonio Ullate Fabo

LIBROS

GENTESJUAN CARLOS I: «El relajamiento de los lazos sociales y de las obligacionesfamiliares, que hasta hace bien poco se tenían como sagradas, hace que losnecesitados puedan sentirse hoy más abandonados que nunca y los enfermosy ancianos puedan encontrarse cada vez más solos y faltos de afecto».

MONSEÑOR JAVIER MARTÍNEZ, obispo de Córdoba: «El escándalo del cris-tianismo no está sólo en afirmar que hace casi dos mil años Dios tomó nues-tra carne de una muchacha, y se hizo parte de nuestra historia. Lo verdade-ramente escandaloso es que sabemos que hoy sigue vivo entre nosotros, ennuestra carne, y que esa presencia suya es la única esperanza de los hombres».

HANS MAGNUS ENZESBERGER, ensayista, poeta y dramaturgo: «Nos rodeauna falsa infantilización de supermercado, de Disney, lleno de colorines y en-voltorios dorados..., pero es una ingenuidad falsa que no responde a la ver-dadera capacidad de los niños. Hay que tomarse muy en serio a los niños. Losniños son mucho más curiosos y mucho más listos de lo que los adultospiensan».

En una entrevista que hice aBárbara Hutton, ya en el

declive de su vida, la célebremultimillonaria me aseguró queel único objeto de su existenciaera entonces hacer a la gentefeliz. Phil Bosmans aseguraque hacer hombres felices esel sueño de los hombres feli-ces. ¿Cuál sería el sueño delos infelices? Mrs. Hutton hapasado a la historia como unamujer desgraciada que hacíadesgraciados a cuantos se leacercaban.

Me vale el recuerdo al hilode la lectura de prensa y de laescucha de tertulias radiofóni-cas, donde proliferan profesio-nales con licencia para desca-lificar. Jueces, abogados, po-líticos e incluso obispos, sondescalificados por el mero he-cho de no coincidir con las opi-niones del columnista-tertulia-no. La calificación descalifica-dora más corriente es la defascista, que ha adquirido valoruniversal: se usa tanto con losterroristas de ETA como conlos liberal-conservadores quenos gobiernan. Hay quien, in-cluso, llama fascistas a los ca-tólicos en la medida que seconfiesan defensores de laverdad, de la vida, de la moral.Es el insulto preferido por cier-tos demócratas de siempre, yalgún que otro se confiesa ro-jo, anticipándose a la califica-ción descalificadora del su-puesto antagonista.

El sueño de estos califica-dores de oficio es que todo elmundo deje de ser fascista pa-ra ser feliz. A lo que nadie sen-sato puede oponer reparos. Só-lo que antes habría que poner-se de acuerdo sobre elcalificativo, sobre todo, por elsiniestro parentesco ideológicoentre fascismo y comunismo,dos dictaduras que hicieron fe-lices a quienes las disfrutarony enviaron a campos de exter-minio a quienes las rechazaron.

Manuel Cruz

CALIFICAR,DESCALIFICAR

CONTRAPUNTO.

TOPOGRAFÍA DE LA ESPERA

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La biografía que acaba depublicar Federico Suárez

sobre Donoso Cortés ofrecemuchas claves para entenderel reinado de Isabel II. Algunas,sorprendentes y hasta escan-dalosas, pero concienzuda-mente probadas.

Este libro obligará a revisaralgunos juicios sobre compor-tamientos políticos al más altonivel en el siglo pasado: ahorasabemos que las cosas fueronbastante peor de lo que pen-sábamos, de manera que ellector se sorprenderá, y com-prenderá las motivaciones deno pocos acontecimientos. Isa-bel II y la reina madre y regen-te hasta 1840 –María Cristina–

se sometieron a políticos sinescrúpulos, y se nos cuentan–en algún momento como au-ténticas primicias– las gravesconsecuencias que tal com-portamiento originó.

Hubo un decidido interéspolítico en corromper a la reinaIsabel II desde niña para ma-nejarla a su antojo, hasta talpunto que, ni los consejos deDonoso, su secretario particu-lar, ni de san Antonio MaríaClaret, su confesor, pudieronejercer en ella la más mínimainfluencia.

Todo ello llama la atenciónen estas páginas, y contrastacon la vida ejemplar de Dono-so Cortés, amigo de Ozanam y

Montalembert, que abandera-ron la renovación de la vidacristiana en Francia, a media-dos del siglo pasado.

El pensamiento de Donosotuvo un reconocimiento másallá de nuestras fronteras, y elcastigo del silencio en Espa-ña. Lo cual resulta lógico, si setiene en cuenta la calaña debuena parte de los personajesde la Corte y de la política desu tiempo. Donoso fue la antí-tesis de lo que hoy se conocecomo discurso cultural domi-nante.

Este libro debería suscitaruna polémica intelectual, por-que su contenido obliga a cam-biar bastantes planteamientos

históricos sobre el asenta-miento del régimen liberal enEspaña.

Javier Paredes

Jano Bifronte o las dos caras de Juan Pablo II era el título del artículoque recientemente firmó en El País Juan José Tamayo Acosta, teólo-go. Mantiene en él, una vez más, el ya casi paleolítico tópico de quehay dos Juan Pablos II, el progresista en unas cosas y el conservadoren otras. La manía de aplicar categorías políticas a personas y rea-lidades eclesiales conduce a esta especiede esquizofrenia empeñada en mantenertópicos que no resisten el menor análisis,ya que ¿quién define y por qué y sobrela base de qué lo que es conservador y loque es progresista? ¿Estos pontificadoresque pontifican que el Papa no puede pon-tificar, sino sólo ellos? Parece que si el se-ñor Tamayo Acosta se siente autorizado,en cuanto teólogo católico, a criticar al Pa-pa y a decirle que tiene dos caras, yo mesiento autorizado a criticar a este teólogo ydecirle que tiene una, pero como un pia-no.

Para defender su no menos rancia tesissobre El tinglado de la Iglesia, el teólogo se-glar E. Miret Magdalena recurre en unartículo de El País, ¿cómo no?, a los re-sultados de una encuesta, según la cual ala mitad de los católicos españoles les pareceque la Iglesia se aferra demasiado al pasado, ysólo una cuarta parte de ellos acepta la infali-bilidad del Papa. Y dice Miret que ésa es la realidad. Y yo digo que noes verdad, porque nunca es verdad la verdad a medias –en el caso deque lo fuera–; ésa será, concediendo mucho, una parte de la ver-dad; pero luego hay otra parte de la verdad que Miret se calla, yque no es resultado de ningún sondeo, ni encuesta, sino puro datocontrastado, según el cual más de noventa de cada cien padres es-pañoles quieren para sus hijos enseñanza religiosa católica, con osin tinglados...

Pesadumbre, abatimiento, depresión, nostalgia, Navidad negra, tristeza... hansido palabras repetidas una y mil veces estos días en los periódicos.Sesudos analistas y comentaristas de los más variados pelajes coincidenen que, durante los días de Navidad, sufren una barbaridad. No sóloellos, sino la gente en general. Es más, ofrecen estadísticas según las

cuales uno de cada cinco españoles –paramás precisión, el 23% exactamente de la po-blación– no disfruta, sino que padece las Na-vidades. Y hablan de días ásperos, de fechasnefastas, de mujeres degolladas, hombres apu-ñalados, y otras mil desgracias, como si el res-to del año no ocurrieran ésas y otras muchopeores. Un periódico llegó incluso a titular lavíspera de Nochebuena: Ocho millones de es-pañoles estarán tristes esta noche ¡Hombre, mi-re usted, ya será un poco menos...! Sabidoes que hay verdades, verdades a medias yestadísticas. ¿Y no se les ocurre pensar que noes que toda esa gente esté triste esa noche, oen estas fiestas, sino que es triste, es gente sinesperanza, probablemente porque nadie lesha explicado bien dónde se encuentra la es-peranza y la verdadera alegría?

El Gobierno vasco parece tener un es-pecial interés en minimizar el alcance dela enseñanza del euskera sirviéndose detan curiosa pedagogía como la de que los

alumnos aprendan secuestrando. Dicen que lo de aprender secues-trando sólo era un juego. ¡Caray con los juegos! ¿Qué entenderán esosseñores por jugar? Añaden que impartir a funcionarios la metodo-logía del secuestro sirve ¡para mejorar el uso de los tiempos verbales!¿Qué tendrá que ver la gimnasia con la magnesia? Y concluyen quees algo normal ¿Qué entenderán estos señores por normal?

Gonzalo de Berceo

No es verdad

UNA BIOGRAFÍA CON SORPRESAS

Vinde, vinde, santos Reiesveréis a xoia millorun Meniño pequeniñoqu´a o nacer nublou o sol.

Desde la puesta del sol,guiados por aquellaotra luz que apareció in-

móvil sobre una colina, cami-naban los tres Santos Reyes. Ji-netes en camellos blancos, ibanlos tres en la frescura apaciblede la noche atravesando el de-sierto. Una brisa suave hacíaflamear los recamados mantos.El de Gaspar era de púrpura deCorinto; el de Melchor, de púr-pura de Tiro; el de Baltasar, depúrpura de Menfis. Los tres Re-yes Magos cabalgaban en fila.Cuando estuvieron a las puer-tas de la ciudad arrodilláronselos camellos y los tres Reyes seapearon y, despojándose de lascoronas, hicieron oración sobrelas arenas.

Y Baltasar dijo: ¡Es llegado eltérmino de nuestra jornada!...

Y Melchor dijo: ¡Adoremos alque nació Rey de Israel!...

Y Gaspar dijo: ¡Los ojos le ve-rán y todo será purificado en no-sotros!...

Entonces volvieron a mon-tar en sus camellos y entraronen la ciudad por la Puerta Ro-mana y, guiados por la estrella,llegaron al establo donde habíanacido el Niño. Allí los escla-vos negros, como eran idóla-tras y nada comprendían, lla-maron con rudas voces:

– ¡Abrid!... ¡Abrid la puerta anuestros señores!

Entonces los tres Reyes ha-blaron a sus esclavos en voz ba-ja: ¡Cuidad de no despertar al Ni-ño!

Y aquellos esclavos, llenosde temeroso respeto, quedaronmudos, y los camellos, que per-manecían inmóviles ante lapuerta, llamaron blandamentecon la pezuña, y casi al mismotiempo aquella puerta de viejoy oloroso cedro se abrió sinruido. Un anciano de nevadabarba asomó en el umbral. Sutúnica era azul y bordada de

estrellas como el cielo de Ara-bia en las noches serenas, y elmanto era rojo, como el mar deEgipto, y el báculo en que seapoyaba era de oro, florecidoen lo alto con tres lirios de pla-ta. Al verse en su presencia lostres Reyes se inclinaron. El an-ciano sonrió con el candor deun niño, y franqueándoles laentrada, dijo con santa alegría:

– ¡Pasad!Y aquellos tres Reyes, que

llegaban de Oriente en sus ca-mellos blancos, volvieron a in-clinar las frentes coronadas, yarrastrando sus mantos de púr-pura, y cruzadas las manos so-bre el pecho, penetraron en elestablo. Sus sandalias borda-das de oro producían un ar-

monioso rumor. El Niño, quedormía en el pesebre sobre ru-bia paja centena, sonrió en sue-ños. A su lado hallábase la Ma-dre, que le contemplaba de ro-dillas con las manos juntas. Suropaje parecía de nubes, susarracadas parecían de fuego, ycomo en el lago azul de Gene-zaret, rielaban en el manto losluceros de la aurora. Un ángeltendía sobre la cuna sus alas deluz, y las pestañas de Niño tem-blaban como mariposas rubias,y los tres Reyes se postraronpara adorarle y luego besaronlos pies del Niño. Para que nose despertase, con las manosapartaban las luengas barbas,que eran graves y solemnes co-mo oraciones. Después se le-

vantaron, y volviéndose a suscamellos le trajeron sus dones:oro, incienso y mirra.

Gaspar dijo al ofrecerle oro:Para adorarte venimos de Oriente.

Y Melchor, al ofrecerle in-cienso: ¡Hemos encontrado al Sal-vador!

Y Baltasar al ofrecerle mirra:¡Bienaventurados podemos lla-marnos entre todos los nacidos!

Y los tres Reyes Magos, des-pojándose de sus coronas, lasdejaron en el pesebre a los piesdel Niño.

Y repitieron como un cánti-co: ¡Éste es!... Nosotros hemos vis-to su estrella!

Ramón María del Valle-Inclán

¡Hemos visto su estrella!En el centenario de la Generación del 98, he aquí un fragmento del libro «Jardín sombrío», de Valle Inclán,

quien murió precisamente en la noche de Reyes de 1936

Epifanía. Juan de Flandes (s. XVI). Museo Episcopal de Palencia