la iglesia de cristo - iasd división euroafricana

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Con este volumen Aula7activa inicia la traducción de la serie depublicaciones que bajo el título genérico de Estudios de EclesiologíaAdventista por medio de los cuales el Comité de Investigación Bíblicade la División Euroafricana publica trabajos de investigación quefaciliten al conjunto de la iglesia la reflexión en torno a puntos básicoscomo son la Santa Cena, el bautismo, su misión y ministerio…El volumen que aquí presentamos, corresponde al segundo volumende la serie mencionada. Con el título de La iglesia de CristoSu misión y su ministerio en el mundo todos los temas fueron expuestosen el transcurso de las Conferencias Bíblicas de 1993. Endichas Conferencias participó un buen número de teólogos europeosy también alguno procedente de Norteamérica.

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  • ESTUDIOS DE ECLESIOLOGA ADVENTISTA VOLUMEN II

    LA IGLESIA DE CRISTO Su misin y su ministerio en el mundo

    Comit de Investigacin Bblica Conferencias Bblicas de la Divisin Euroafricana

    1993

  • ESTUDIOS DE ECLESIOLOGA ADVENTISTA VOLUMEN II

    LA IGLESIA DE CRISTO Su misin y su ministerio en el mundo

    Comit de Investigacin Bblica Conferencias Bblicas de la Divisin Euroafricana

    1993

  • Edita

    Traduccin: Daniel Bosch Queralt Revisin: Ramon Carles Gelabert i Santan

    Diseo grfico y maquetacin: Esther Amig Marset

    Aula7activa-Aeguae Tel.: 616 754 880

    E-mail: [email protected] Web: www.aula7activa.org

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    Aula7activa no se hace responsable de las opiniones expresadas en esta obra. El texto publicado expresa exclusivamente la opinin de su autor.

    2009, Comit de Investigacin Bblica, Divisin Euroafricana, Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da

    2009, Aula7activa-AEGUAE, en espaol para todo el mundo Depsito Legal: B-27008-2009

  • vSUMARIO

    PRLOGO A LA EDICIN ESPAOLA ...................................xv

    PRLOGO ............................................................................. xvii

    Captulo 1DE LA TEORA A LA PRCTICA DE LA IGLESIA:Reflexiones sobre la naturaleza de la misin de la iglesia ......... 1

    I. HACIA UNA DEFINICIN DE LA IGLESIA .................................... 2 A. El significado del trmino ekklsa................................ 2 B. Sinnimos del trmino iglesia en el Nuevo Testamento .................................................................. 4 C. Otras metforas que describen la iglesia en el Nuevo Testamento ....................................................... 4

    II. QU ES LA IGLESIA............................................................... 5 A. La realidad espiritual de la iglesia................................. 6

    1. La iglesia como pueblo de Dios................................ 6 a. Dimensin teocntrica e histrica ........................ 6 b. La unin del pueblo de Dios: dimensin escatolgica ......................................................... 7 c. La iglesia depositaria de la palabra de Dios......... 8

    2. Dimensin cristolgica.............................................. 9 a. La iglesia cuerpo de Cristo................................... 9 b. La iglesia, construccin de Cristo ...................... 10 c. La iglesia comunidad de la cruz......................... 11

    3. La iglesia obra del Espritu: dimensin neumatolgica ........................................................ 11

    B. Aspectos humanos de la iglesia ................................. 12 1. La iglesia divina y humana ..................................... 12 2. La iglesia visible e invisible..................................... 13 3. La iglesia una y diversa .......................................... 14 4. La iglesia santa y pecadora .................................... 15 5. La iglesia local y universal ...................................... 17 6. La iglesia apostlica y el poder............................... 17

  • vi

    7. La iglesia militante y triunfante ............................... 18 III. LA MISIN DE LA IGLESIA ................................................... 19

    A. Misin proftica de la iglesia....................................... 20 1. Evangelizar ............................................................. 20 2. Ensear .................................................................. 21

    B. Misin comunitaria de la iglesia .................................. 22 C. Misin diaconal de la iglesia ....................................... 23

    CONCLUSIN: UNA IGLESIA EN OBRAS .................................... 24

    Captulo 2JESS TUVO LA INTENCIN DE FUNDAR UNA IGLESIA?.................................................................................. 29

    I. JESS Y EL REINO DE DIOS ................................................. 31 II. JESS, ISRAEL Y EL REMANENTE ........................................ 35 III. EL MESAS Y SU COMUNIDAD............................................. 38 IV. UNA COMUNIDAD CON UN MENSAJE................................... 41 V. UNA COMUNIDAD CON UNA MISIN ..................................... 44 VI. UN ASUNTO DE TERMINOLOGA.......................................... 45 VII. INSTITUCIN DE DOS CEREMONAS: SU SIGNIFICADO......... 50 CONCLUSIN......................................................................... 52 Bibliografa ........................................................................... 54

    Captulo 3LA AUTORIDAD DE LA IGLESIA: Origen, naturaleza y expresin .................................................................................. 59

    I. LA AUTORIDAD COMO PERSONA........................................... 60 II. LOS APSTOLES Y LA PALABRA DE DIOS ............................. 62 III. DICONOS Y ANCIANOS..................................................... 65 IV. LA AUTORIDAD EN LA IGLESIA LOCAL ................................. 67 V. LA IGLESIA UNIVERSAL, NICA Y UNIDA ............................... 68 VI. LA AUTORIDAD DE LA IGLESIA UNIVERSAL .......................... 71 VII. EL CONCILIO DE JERUSALN FUE CONSULTIVO O DEAUTORIDAD?.......................................................................... 72 VIII. LAS LECCIONES DEL CONCILIO DE JERUSALN................. 75 IX. LA ESTRUCTURA CARISMTICA DE LA IGLESIA .................... 77

  • vii

    X. LOS MIEMBROS EXPERIMENTADOS Y LA AUTORIDAD CONCILIAR ............................................................................. 79 XI. LA RESPUESTA DEL CREYENTE ANTE LA AUTORIDAD .......... 81 XII. LA AUTORIDAD COMO DIAKONA........................................ 93 CONCLUSIN......................................................................... 85

    Captulo 4LA IGLESIA REMANENTE....................................................... 87

    I. EL MOTIVO DEL REMANENTE EN LA IGLESIA ADVENTISTA ...... 88 A. El remanente del gran chasco .................................... 88 B. El remanente fiel ......................................................... 89 C. El remanente que tiene el espritu de profeca ........... 90 D. El remanente no es Babilonia..................................... 91 E. El remanente misionero .............................................. 93 F. El remanente escatolgico.......................................... 95

    II. EL MOTIVO DEL REMANENTE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO . 97 A. El remanente en el libro de Gnesis........................... 98

    1. No y los antediluvianos......................................... 98 2. Lot y Sodoma y Gomorra........................................ 99 3. Jacob y su familia ................................................... 99 4. Jos y su familia ................................................... 100 5. Sntesis ................................................................. 100

    B. Elas y Ams ............................................................. 101 1. El ciclo de Elas .................................................... 101 2. Ams..................................................................... 103

    C. ISAAS ........................................................................ 105 III. EL MOTIVO DEL REMANENTE EN QUMRN ........................ 107 IV. EL MOTIVO DEL REMANENTE EN EL NUEVO TESTAMENTO. 108

    A. El remanente en Pablo ............................................. 109 1. Una elite................................................................ 109 2. Un remanente escatolgico .................................. 110 3. Un remanente totalidad ........................................ 111

    A. El remanente en los Evangelios ............................... 111 1. Jess .................................................................... 111 2. La iglesia............................................................... 112

  • viii

    3. Conclusin ............................................................ 113 V. LA IGLESIA REMANENTE EN APOCALIPSIS ......................... 113

    A. El remanente salvado ............................................... 113 B. El remanente sufriente.............................................. 114 C. El remanente santo................................................... 115 D. El remanente proftico.............................................. 116 E. El remanente elite ..................................................... 118

    VI. LA IGLESIA ADVENTISTA: IGLESIA DEL REMANENTE? ...................................................................... 119

    Captulo 5EL MOVIMIENTO ECUMNICO Y LA IGLESIA ADVENTISTA ......................................................................... 123

    I. EL MOVIMIENTO ECUMNICO ............................................. 123 A. El movimiento ecumnico, seal de los tiempos.... 123 B. Qu significa ecumenismo y a qu aspira el movimiento ecumnico?................................................ 124 C. Historia del movimiento ecumnico .......................... 125 D. Roma y el movimiento ecumnico............................ 126 E. La unidad ecumnica................................................ 130 F. Estancamiento ecumnico y convergencia............... 132 G. Ecumenismo con las otras religiones mundiales...... 138

    II. LA AUTOCOMPRENSIN DEL ADVENTISMO EN LA ERA ECUMNICA ......................................................................... 144

    A. El carcter ecumnico del primer movimiento adventista ...................................................................... 144 B. Cisma ecumnico entre el movimiento adventista y las iglesias .................................................................. 146 C. El segundo movimiento adventista fue un movimiento de reforma.................................................. 148 D. De movimiento a iglesia organizada y a misin global ............................................................... 150

    Captulo 6LA IGLESIA EN EL MUNDO .................................................. 155

  • ix

    INTRODUCCIN: SIGNIFICADO DEL MUNDO EN LA ECLESIOLOGA ..................................................................... 155

    A. El mundo en la esfera de la ekklsa ........................ 155 B. Relaciones con el mundo en la eclesiologa............. 156

    I. LA NOCIN DE KSMOS EN EL NUEVO TESTAMENTO .......... 157 A. Frecuencia ................................................................ 157 B. Uso lingstico........................................................... 158 C. Significado ................................................................ 159

    1. El mundo es creacin de Dios .............................. 159 2. El mundo cay en el pecado ................................ 160 3. Dios ama al mundo............................................... 161 4. El mundo como espacio vital y campo de misin para la iglesia............................................................ 162

    D. Un conjunto en tensin ............................................. 163 II. EN EL MUNDO PERO NO DEL MUNDO ................................. 165

    A. En el mundo.............................................................. 165 1. Negativo: No retirarse del mundo ......................... 165

    a. Separacin del mundo ..................................... 165 b. Aislarse por temor es un comportamiento mundano............................................................ 167

    2. Positivo: En el mundo ........................................... 170 a. Inters por el mundo ........................................ 171 b. Ser solidaria con el mundo............................... 173 c. Compromiso en el mundo ................................ 175

    3. Resumen .............................................................. 176 B. No del mundo............................................................ 177

    1. Negativo: No del mundo ....................................... 177 a. Distinto del mundo ........................................... 177 b. Odiado por el mundo........................................ 181

    2. Positivo: Existir para el mundo ............................. 182 a. Inters por el mundo ........................................ 182 b. Ser solidaria con el mundo............................... 183 c. Compromiso por el mundo............................... 184

    3. Conclusin ............................................................ 187 Bibliografa ......................................................................... 188

  • xCaptulo 7MISIN BENDICIN ORDENACIN: Reflexin sobre lateologa y la prctica de la ordenacin en la IglesiaAdventista del Sptimo Da ................................................ 191

    I. LA PRCTICA DE LA ORDENACIN EN EL ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO........................................................... 195

    A. Las ocasiones y los interesados ............................... 196 1. Bendicin de nios y adultos ................................ 196 2. Curacin por uncin de los enfermos ................... 197 3. La plenitud del Espritu Santo............................... 198 4. Encomienda del ministerio.................................... 199

    B. Las ocasiones y los interesados ............................... 201 1. La imposicin de manos ....................................... 201 2. La bendicin y la oracin de intercesin............... 201 3. La transferencia del poder divino.......................... 202 4. Personas que representan a Dios ........................ 203

    II. SIGNIFICADO TEOLGICO DE LA IMPOSICIN DE MANOS..... 204 A. La doctrina sobre el sacerdocio universal de los creyentes y los dones especiales del Espritu............... 205 B. La misin................................................................... 211

    1. Vocacin ............................................................... 211 2. Recibir el cargo y el poder .................................... 212 3. Confirmacin......................................................... 212

    C. Bendicin .................................................................. 213 1. Intercesin ............................................................ 214 2. Destino.................................................................. 214 3. Provisin ............................................................... 215

    D. La propia ordenacin ................................................ 215 1. Sumisin ............................................................... 215 2. Compromiso ......................................................... 216 3. Obligacin............................................................. 218

    III. SIGNIFICADO Y PRCTICA DE LA IMPOSICIN DE MANOS EN LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SPTIMO DA........................ 219

    A. Historia de la imposicin de manos en la Iglesia Adventista...................................................................... 219

  • xi

    1. La prctica de la imposicin de manos................. 219 2. Significado de la imposicin de manos................. 225

    B. Terminologa de la imposicin de manos ................. 228 1. Malentendido jerrquico de la ordenacin ............ 228 2. Malentendido legalista de la bendicin................. 233 3. Malentendido sacramental de la ordenacin ........ 236

    C. Economa de la imposicin de manos ...................... 239 1. El pastor, el anciano, el dicono ...................... 240 2. Ordenaciones mltiples ........................................ 242

    D. Cronologa de la imposicin de manos..................... 243 1. Recomendacin de la iglesia................................ 244 2. Entrevista preliminar ............................................. 244 3. La decisin administrativa .................................... 245

    E. Liturgia de la imposicin de manos........................... 245 1. El servicio religioso de ordenacin ....................... 246 2. El responsable del servicio ................................... 246 3. Desarrollo del servicio religioso ............................ 248

    IV. PERSPECTIVA................................................................. 250 Bibliografa ......................................................................... 252

    Captulo 8HAS SIDO TRADO AQU PARA QUE........................... 259

    INTRODUCCIN.................................................................... 259 I. EL CENTRO DE NUESTRO SERVICIO: EL SANTUARIO............ 260 II. INSTRUCCIONES DIVINAS SOBRE EL SERVICIO EN EL SANTUARIO.......................................................................... 261 III. INSTRUCCIONES DIVINAS RESPECTO DEL SERVICIO FUERADEL SANTUARIO ................................................................... 264 IV. EL CORAZN DEL SANTUARIO: LA PRESENCIA DE LA GLORIA DE DIOS .................................................................. 266

    Captulo 9HACIA UNA TEOLOGA ADVENTISTA DEL CULTO DE ADORACIN.......................................................................... 269

    I. QU ES EL CULTO DE ADORACIN...................................... 271

  • xii

    A. La adoracin y la Trinidad......................................... 276 B. Elementos divinos y humanos en la adoracin......... 278

    II. EL CULTO PROTESTANTE Y EL CULTO CATLICO................ 280 A. El culto de adoracin comunitario............................. 281 B. El servicio de culto en el Nuevo Testamento............ 285

    III. EL CULTO DE ADORACIN EN LA ACTUALIDAD................... 288 Bibliografa ......................................................................... 292

    Captulo 10UNIDAD Y TENSIONES EN EL SENO DE LA IGLESIA ADVENTISTA ........................................................................ 293

    I. LLAMADO A LA UNIDAD ...................................................... 293 II. LA PARADOJA DE LA UNIDAD............................................. 295 III. AMENAZAS TEOLGICAS ................................................. 297 IV. FACTORES NO TEOLGICOS............................................ 298

    A. El cdigo de conducta............................................... 300 B. Formas de culto del sbado...................................... 301 C. La prosperidad econmica ....................................... 302 D. El problema del nacionalismo................................... 303 E. El lado administrativo de las cosas........................... 305

    CONCLUSIN....................................................................... 307

    Captulo 11LA IGLESIA ADVENTISTA Y SU JUVENTUD,EN LA ACTUALIDAD Y EN EL FUTURO .............................. 309

    I. OBJETO DE LA DISCUSIN ................................................. 310 II. DATOS ............................................................................ 313

    A. Desplazamiento de los signos de identidad.............. 319 B. Identidad por medio de smbolos cristolgicos ......... 320 C. Definicin subjetiva de la cualidad de miembro........ 321

    III. UNA COMPARACIN CON LOS JVENES EVANGLICOS...... 322 A. El problema de la desvinculacin de los jvenes ..... 322 B. Generalizacin de la instruccin ............................... 323 C. Transformacin de los valores.................................. 323 D. Prdida de las tradiciones ........................................ 324

  • xiii

    E. Predominio de la esfera privada ............................... 324 IV. RESULTADOS PRELIMINARES .......................................... 324

    A. La juventud adventista es parte de la sociedad........ 324 B. La importancia del medio personal ........................... 325 C. Asimilacin selectiva autodirigida ............................. 325 D. Autodeterminacin.................................................... 326 E. Libertad y responsabilidad ........................................ 327 F. La fe como confianza personal en Dios .................... 327 G. Direccin de la experiencia ...................................... 327

    V. POSIBILIDADES DE REACCIN DE LA IGLESIA Y SUS CONSECUENCIAS ................................................................. 327

    A. La reaccin proactiva................................................ 328 B. La reaccin reactiva.................................................. 328 C. La reaccin no activa................................................ 329 D. La reaccin interactiva.............................................. 329

    1. Anlisis honesto de la situacin actual de la juventud .................................................................... 330 2. Considerar seriamente la situacin ...................... 330 3. Reconocer las posibilidades de xito ................... 331

    a. Las ocasiones surgidas de la conciencia de libertad ............................................................ 331 b. La oportunidad de la responsabilidad personal 332 c. La oportunidad de la orientacin por la experiencia........................................................... 332 d. La ocasin de las relaciones............................ 333

    4. Sacar provecho de las oportunidades .................. 334

    Captulo 12LA IGLESIA DEL FUTURO Y EL FUTURO DE LA IGLESIA 335

    Captulo 13EL MUNDO VISTO POR LOS ADVENTISTAS ..................... 345

  • xiv

    Apndice A CREENCIAS FUNDAMENTALES DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SPTIMO DA ........................................ 355

    Creencia fundamental 11: La iglesia ............................. 355 Creencia fundamental 12: El remanente y su misin.... 355 Creencia fundamental 13: La unidad en el cuerpo de Cristo ........................................................................ 356

    Apndice B LA IGLESIA DEL DIOS VIVIENTE ........................................ 357

    Sin muralla de separacin............................................. 358 La iglesia es el objeto supremo de la consideracin de Cristo ........................................................................ 359 La oposicin del enemigo.............................................. 360 La iglesia est completa en Cristo ................................ 361

  • xv

    PRLOGO A LA EDICIN ESPAOLA

    La iglesia como comunidad de fe se enfrenta a distintos dilemas y cuestiones a lo largo de su devenir en este mundo en su misin como iglesia confesante y comulgante.

    Con este volumen Aula7activa inicia la traduccin de la serie de publicaciones que bajo el ttulo genrico de Estudios de Eclesiologa Adventista por medio de los cuales el Comit de Investigacin Bbli-ca de la Divisin Euroafricana publica trabajos de investigacin que faciliten al conjunto de la iglesia la reflexin en torno a puntos bsi-cos como son la Santa Cena, el bautismo, su misin y ministerio

    El volumen que aqu presentamos, corresponde al segundo vo-lumen de la serie mencionada. Con el ttulo de La iglesia de Cristo Su misin y su ministerio en el mundo todos los temas fueron ex-puestos en el transcurso de las Conferencias Bblicas de 1993. En dichas Conferencias particip un buen nmero de telogos europe-os y tambin alguno procedente de Norteamrica.

    Las temticas y puntos de vista sobre la iglesia quiz sorprendan a ms de un lector. Cristo quera fundar una iglesia? Los actuales usos de ordenacin e imposicin de manos en la actualidad siguen los modelos del Nuevo Testamento? El ecumenismo puede ser la solucin del cuerpo de Cristo dividido? Los cultos de celebracin (worship) son la alternativa al culto tradicional? La unidad mundial de la iglesia es una amenaza para la diversidad? La iglesia y los jvenes. El futuro de la iglesia Estas y otras preguntas y temas son los que ocupan y preocupan tanto a los estudiosos de la ecle-siologa como a los miembros de a pie. Las pginas que siguen pre-tenden, no ser la solucin, sino una herramienta de reflexin eso s, en profundidad.

    LOS EDITORES Aula7activa

  • xvi

  • xvii

    PRLOGO

    En 1991 se public el primer volumen de tudes sur lecclsiologie adventiste. Sainte cne et ablution des pieds. La presente obra constituye el segundo ttulo de esta serie.

    Desde el principio de su existencia, la Iglesia Adventista del Sp-timo Da est convencida de que, de conformidad con la palabra proftica de la Biblia, Dios le ha confiado un mandato preciso en una hora determinada de la historia. En sus inicios, la Iglesia Adven-tista no formul teolgicamente esta autocomprensin sino que, ante todo, la vivi.

    Hasta 1931 no se public ningn artculo que fuera verdadera-mente de fe y sera preciso esperar todava cincuenta aos ms, hasta la sesin plenaria de la Asamblea General de la Iglesia Ad-ventista del Sptimo Da que tuvo lugar en 1980, en Dallas, Estados Unidos de Amrica, para que se formularan y aceptaran dos artcu-los (11 y 13). Dichos artculos explicitan el carcter, la misin y el significado de la unidad de la iglesia.

    Las exposiciones incluidas en este volumen constituyen una con-tribucin a ese proceso de reflexin teolgica. Tienen por objeto explicar la posicin actual de la iglesia, la comprensin que tiene de s misma, su misin, su servicio ante y en el mundo, as como los riesgos asumidos.

    Todos los temas fueron expuestos en el transcurso de las Confe-rencias Bblicas de 1993. En ellas particip la mayora de los predi-cadores adventistas de la Divisin Euroafricana divididos en grupos lingsticos.

    Esta obra est dividida en dos partes. Los captulos 1 al 7 forman la primera de ellas. Fueron redactados por miembros del Comit de Investigacin Bblica. Los textos publicados en la segunda parte provienen de las notas tomadas a partir de las conferencias graba-das que, a falta de tiempo, no pudieron ser redactadas por sus auto-res. El sermn del culto que tuvo lugar en esta sesin fue grabado a peticin de los participantes.

  • xviii

    Uno de los aspectos particularmente enriquecedor de estas con-ferencias es la diversidad de lenguas y culturas. Todos los autores presentan sus exposiciones que son el resultado de sus investiga-ciones. Por lo tanto, no deben ser consideradas como la posicin oficial de la Iglesia Adventista, si bien el Comit de Investigacin Bblica considera que las conclusiones a las que llegan estn de acuerdo con el punto de vista adventista.

    Esta obra debera contribuir a establecer una relacin ms pro-funda con la iglesia en su condicin de cuerpo de Cristo y a mejorar la comprensin de la misin que se le confa en la actualidad.

    Johannes MagerPresidente del Comit de Investigacin Bblica

    de la Divisin Euroafricana

  • 1Captulo 1

    DE LA TEORA A LAPRCTICA DE LA IGLESIA

    Reflexiones sobre la naturalezade la misin de la iglesia

    Roberto Badenas

    Qu es la iglesia? Dnde est la iglesia? Quin es iglesia? Quiso Cristo realmente una iglesia?1 La fund realmente?2 Es todava necesaria la iglesia? Para qu sirve la iglesia? Ante todo, es una comunidad, una institucin o un movimiento? Cul es su verdadero papel?

    La nocin de iglesia suscita una avalancha de preguntas, a la vez tericas y prcticas. Es una nocin compleja y cuestionada desde hace mucho tiempo, que puede ser abordada desde los n-gulos ms diversos: naturaleza, estructura, fundamento, crecimien-to, etctera.3

    Actualmente la iglesia es objeto de un inters renovado. Dentro y fuera de ella se ha replanteado la cuestin de su esencia y su pa-

    1 CHEVALLIER, M. A. Jsus a-t-il voulu lglise?. ETR (tudes Thologiques & Religieuses). Vol. 65 (1990), nm. 4: 489-503. 2 Alfred Loisy deca que Jess predic el reino de Dios y vino la iglesia. (Lvangile et lglise. Paris, 1902. p. 111). 3 Si se desea tener una visin general, ver: ASOCIACIN MINISTERIAL DE LA ASOCIACIN GENERAL DE LOS ADVENTISTAS DEL SPTIMO DA. Creencias de los adventistas del sptimo da. Madrid: Safeliz, 1989. p. 157-175. RICE, R. The Reign of God. Berrien Springs (Michigan): Andrews University, 1985. p. 181-208. DEDEREN, R. Nature of the Church. Ministry. Vol. 51 (1978), nm. 2 (febrero): 24B-24F. (En lnea: [Consulta: 11 febrero 2009]). BERKHOF, L. Teologa sistemtica. 3 ed. esp. Grand Rapids (Michigan): Eerdmans, 1976, p. 661-721.

  • LA IGLESIA DE CRISTO

    2

    pel. En algunos medios la iglesia est desacreditada; en otros vuel-ve a estar de moda. En ambos casos el futuro de esta evolucin es imprevisible. Pero debemos saber dos cosas: la iglesia ser en gran medida lo que nosotros hagamos de ella y nuestra accin depende de nuestra concepcin de la iglesia y su razn de ser.4

    El objetivo de esta exposicin es presentar algunas reflexiones bblicas y teolgicas sobre la naturaleza y la misin de la iglesia en vistas a una prctica eclesial ms coherente y eficaz.

    I. HACIA UNA DEFINICIN DE IGLESIA

    La nocin de iglesia es ambigua. Cuando hablamos de iglesia, en primer lugar, es preciso determinar a qu nos estamos refiriendo: a la iglesia en general, a las iglesias temporales, a la iglesia universal o a las iglesias particulares, a la iglesia como institucin divina o a la iglesia como organizacin humana, etctera. Para entender qu es la iglesia vamos a considerar, en un principio, el vocabulario bblico y sus races veterotestamentarias as como las distintas imgenes que utiliza el Nuevo Testamento para describirla.

    A. El significado del trmino ekklsaEkklsa [evkklhsi,a], trmino utilizado generalmente en el Nuevo Tes-tamento par referirse a la iglesia, deriva de ek-kal [evk-kale,w] (lla-mar para salir) y en griego designaba las asambleas civiles (He 19: 32, 39, 41). Por lo tanto, el nombre iglesia se refiere, en primera instancia, a una comunidad, una reunin que resulta de un llama-miento.5

    4 Ver BONHOEFFER, D. La nature de lglise. Genve: Labor et Fides, 1971. 5 Ver SCHMIDT, K. L. Ekklsia. En: KITTEL, G.; FRIEDRICH, G. (eds.), TDNT(Theological Dictionary of the New Testament). Vol. III. Grand Rapids (Michigan): Eerdmans, 1964-1976, p. 501-536.

  • DE LA TEORA A LA PRCTICA DE LA IGLESIA

    3

    El trmino aparece 112 veces en el Nuevo Testamento (65 en los escritos paulinos, 23 en los Hechos y 20 en el Apocalipsis) y solo dos veces en los Evangelios (Mt 16: 18; 18: 18). El trasfondo veterotestamentario del concepto de iglesia se encuentra en la idea de qhal [lh'q'] (de qal, llamar), que describa la asamblea del pue-blo (uso frecuente en Crnicas, Esdras y Nehemas), y en el trmino `dh [hd'[e] (de y`D [d[;y"], encontrarse en un lugar determinado), que de lejos es el ms comn (aparece, sobre todo en xodo, Lev-tico, Nmeros y Josu). A veces los dos trminos aparecen juntos en la expresin qhal `dh, la reunin de la asamblea (Ex 12: 6; Nm 14: 5). La Septuaginta, habitualmente, traduce `dh como si-nagoga mientras que ekklsa es la principal traduccin de qhal(un centenar de veces, en el sentido de asamblea de Israel). 1. En el Nuevo Testamento, ekklsa designa habitualmente la

    comunidad de los cristianos en un lugar determinado (una igle-sia local), ya est reunida para adorar o no (He 5: 11; Ro 16: 4; 1 Cor 11: 18; 14: 19, 28, 35; 16: 1; Ga 1: 2; 1 Tim 2: 1, 4; etc.). En numerosos casos la iglesia se rene en casa de un particular (iglesia de hogar). Ver Ro 16: 23; 1 Cor 16: 19; Col 4: 15 y Flm 2.

    2. Ekklsa designa a veces un grupo (regional) de iglesias, como la iglesia de Judea, de Galilea o de Samaria (He 9: 31). Es casi seguro que la mencin iglesia de Jerusaln (He 8: 1; 11: 22) evoca, de hecho, varios grupos.6

    3. En un sentido ms general, el nombre ekklsa se aplica glo-balmente al conjunto de los cristianos (1 Cor 10: 32; 11: 22; Ef 4: 11-16).

    4. Finalmente, en ciertos pasajes, el trmino ekklsa se refiere claramente a una realidad espiritual y universal, o incluso cs-mica (Mt 16: 18; Ef 1: 20-22; 3: 10, 21; 5: 23-25, 27, 32; Col 1: 18, 24; Flp 2: 9-11).

    6 MENOUD, P. H. glise. En: VON ALLMEN, J. J. (ed.). Vocabulaire biblique.Neuchtel: Delachaux et Niestl, 1964. p. 83-86.

  • LA IGLESIA DE CRISTO

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    B. Sinnimos del trmino iglesia en el Nuevo Testamento

    1. Uno de los trminos ms arraigados en el Nuevo Testamento para describir la comunidad de los creyentes es el de Israel, que a veces va acompaado de precisiones del tipo Israel de Dios (Ga 6: 16) o Israel espiritual (1 Cor 10: 18, Heb 8: 8-10). De ese modo se indica un a clara continuidad espiritual entre la iglesia y el judasmo. El nuevo pueblo unido en Cristo recibe to-dos los ttulos del pueblo de la antigua alianza: linaje elegido, sacerdocio real, nacin consagrada, pueblo adquirido por Dios (1 Pe 2: 9).

    2. A veces, el nombre de Jerusaln reemplaza al de Israel, en par-ticular en los contextos escatolgicos. As, el pueblo de Dios, en su reunin final es llamado la Jerusaln de arriba (Ga 4: 26) o la Jerusaln celeste (Heb 12: 22), a menudo en oposicin a Babilonia (ver Ap 21: 2, 9-10). Esta imagen evoca la idea de una iglesia como la nueva sede del reino divino (ver Ez 40: 1-4), centro y capital del nuevo pueblo de Dios.

    3. La iglesia tambin es descrita como templo de Dios (1 Cor 3: 9-17), templo consagrado por el Seor (Ef 2: 21), por el Es-pritu, una morada para Dios (Ef 2: 22) o casa de Dios (1 Tim 3: 15). Esta imagen recuerda la vocacin de la iglesia: ser un lu-gar privilegiado en el que Dios acta, se manifiesta y es adora-do.

    C. Otras metforas que describen la iglesia en el NuevoTestamento

    1. La iglesia se describe una vez como la columna y base de la verdad (1 Tim 3: 15), por lo que se subraya su papel de deposi-taria, guarda y defensora que Dios le confi para transmitir su revelacin.

  • DE LA TEORA A LA PRCTICA DE LA IGLESIA

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    2. La iglesia tambin es comparada a un rebao cuyo pastor es Jess (Jn 10: 1-6; Lc 2: 32; He 20: 28; 1 Pe 5: 2; Heb 13: 20), quien est encargado de reunirla y guiarla.

    3. A veces, la iglesia es llamada la familia de Dios (Ef 2: 19; 3:15) o la familia de la fe (Ga 6: 10), para subrayar la comu-nin (koinna [koinwni,a]) que reina entre los creyentes y su Dios, quien, en su amor, los ha adoptado y los llama hijos (Ga 4: 4-6).

    4. Otro smbolo comunitario, utilizado en el Nuevo Testamento, para designar a la iglesia es el del ejrcito (Ef 6: 12-13) que re-cuerda a sus miembros que son solidarios en una lucha comn.

    5. Sin embargo, de todos los smbolos que describen a la iglesia, los ms ricos en significado son los smbolos humanos, en es-pecial el del cuerpo de Cristo (Ef 1: 22-23; 4: 11-16; Col 1: 18; 2: 19; 1 Co 2: 27), imagen que muestra la unidad orgnica de la iglesia, as como su relacin estrecha y vital con Cristo, su ca-beza gloriosa. Recordemos tambin el smbolo de la novia (Ef 5: 22-33; 2 Cor 11: 2; Ap 19: 7; 22: 17), que exalta la relacin de amor e intimidad entre Cristo y los suyos. En conclusin, la palabra iglesia puede ser tomada en dos sen-

    tidos principales, distintos y complementarios. La empleamos para designar un grupo local el conjunto de fieles que se renen en un mismo lugar para celebrar los servicios religiosos o para designar a la cristiandad, ya sea de una regin dada, o del mundo entero. Es debido a un uso abusivo del lenguaje que la misma palabra se em-plea a veces para designar el lugar de culto, sala de reunin, templo o capilla.7

    II. QU ES LA IGLESIA

    Pero en qu consiste exactamente el hecho de ser iglesia? Qu implica?

    7 VAUCHER, A. F. La historia de la salvacin. Madrid: Safeliz, 1988. p. 336.

  • LA IGLESIA DE CRISTO

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    Es difcil hablar de la iglesia en s o tomada en s misma, por-que la iglesia es una realidad espiritual y humana a la vez. Por lo tanto, deberemos abordar con detalle las distintas facetas de su naturaleza compleja.

    A. La realidad espiritual de la iglesia

    La Biblia describe a la iglesia como una realidad de origen divino y la llama la iglesia de Dios (He 20. 28; 1 Cor 1: 2).

    1. La iglesia como pueblo de Dios

    a. Dimensin teocntrica e histrica En el antiguo Testamento constatamos que Dios siempre quiso te-ner un pueblo que lo representase y transmitiese sus revelaciones y sus bendiciones a la humanidad entera. Las familias de Set, No, Sem, Abraham y, ms tarde, el pueblo de Israel recibieron esta mi-sin especial de Dios (ver Gn 12: 1-3).

    El pueblo de Dios precede a la iglesia como realidad teolgica e histrica. La nacin que Dios hizo salir de Egipto recibe el nombre de iglesia del desierto (He 7: 38). Quien dice pueblo, dice comuni-dad, organizacin y organismo social, es decir, un modo de vivir en comn, que necesariamente conlleva una realidad histrica. x Se trata de un pueblo formado a partir de una comunidad tnica

    y nacional especfica (las-thn [lao.j-e;qnh]), con una continui-dad histrica, adems de una dimensin espiritual, que le da unas fronteras permeables: est abierto a otros que no sean los hijos de Israel, a la vez que la exclusin es una amenaza para los hijos infieles de Israel (Ro 9: 6-8).

    x Es un pueblo unido a Dios por vnculos intelectuales, (revela-cin), jurdicos (alianza), histricos (historia de la salvacin) y afectivos (amor).

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    x Es un pueblo elegido por Dios entre las naciones, un reino de sacerdotes (Ex 19: 5; NBJ), su pueblo santo (Dt 28: 9; Lv 26: 12), la protoiglesia. Dios situ su pueblo en Palestina, entre las principales civiliza-

    ciones de su tiempo, en la encrucijada de tres continentes. Su razn de ser era invitar a la humanidad para que llegase a ser tambin el pueblo de Dios (Is 56: 7). La iglesia, que a su vez sali de Israel, se ha erigido en su sucesora a la hora de desempear esta importante tarea (Mt 21: 41-43). La constituyen todos aquellos que, con inde-pendencia de que sean o no judos, responden al llamado de Cristo (Ga 3: 26-29).

    La iglesia apostlica, de vocacin universal, hizo saltar por los aires las barreras nacionales y tnicas de Israel. As sigui el plan original de Dios y la orden de Jess: Id y haced discpulos de todas las naciones (Mt 28: 19).

    Pablo describe la relacin que existe entre Israel y la iglesia por medio de la imagen de un olivo. Israel era el olivo de Dios, pero los judos que no aceptaron a Cristo como el Mesas son como las ra-mas cortadas, no son iglesia, mientras que aquellos que, aun perte-neciendo a otras naciones, aceptan a Jess son como las ramas injertadas (Ro 11: 16-25).

    b. La unin del pueblo de Dios: dimensin escatolgica Ya Juan el Bautista, antes de la aparicin pblica de Jess, predic la unin escatolgica del pueblo de Dios. Invit a regresar al Seor (b [bwv] proftico traducido por metanoen [metanoei/n]) y volver a formar un pueblo de Dios conforme a su voluntad (Is 49: 5). El bau-tismo es el signo visible de ese regreso a Dios y esa reunin a la vez espiritual y comunitaria.

    Jess, siguiendo a Juan, se presenta como el verdadero unifi-cador del pueblo. En su persona Dios viene a instaurar su reino, reuniendo a los sbditos del Rey alrededor de su enviado. Se trata de juntar las ovejas descarriadas de Israel (Mt 10: 6; 15: 24) como la clueca rene a sus pollitos (Mt 23: 37; Lc 13: 34). Este ncleo del pueblo escatolgico es el embrin de la iglesia.

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    Con ese fin, Jess escogi a sus apstoles (Mc 3: 13-19; 6: 30; Mt 10: 12; Lc 6: 13). El nmero doce tiene una gran importancia simblica. Que Jess escogiese doce hombres para empezar a reunir al resto de Israel era un acto proftico. De ese modo pretend-a regenerar y restaurar simblicamente al pueblo elegido, partiendo de doce nuevos patriarcas. As pues, adems de un acto histrico, es un acto de importancia escatolgica. Puesto que son un grupo de doce, no tienen sucesores.8

    Caracterstica fundamental de esta empresa de reunin es que Jess, en su condicin de Mesas (es decir, rey del reino escatol-gico de Dios), no est llamado a reunir un grupo de discpulos, sino la totalidad del pueblo de Dios. Tranquilizaos, rebao pequeo, que es decisin de vuestro Padre reinar de hecho sobre vosotros (Lc 12: 32). Este versculo expresa muy bien esta certeza indefecti-ble del reino como realidad escatolgica de Dios y la precariedad de su realidad histrica. La reunin empieza con un rebao pequeo (Mt 10: 6; ver Ez 34: 5, 12). As pues, hay una diferencia evidente entre el reino de Dios (realidad espiritual y escatolgica) y la iglesia (realidad temporal y humana).

    A ese grupo reducido que constituye su iglesia Jess le da la misin de representar y proclamar la realidad teolgica del reino de Dios y, por ende, ser el instrumento histrico de su advenimiento. La actualidad, renovada constantemente, de la asociacin a Cristo anuncia, por pequeo que sea el grupo, la gran reunin final del reino.

    c. La iglesia depositaria de la palabra de Dios La iglesia existe ah donde el ser humano obedece al llamado de Dios en Cristo y su palabra. No hay iglesia fuera de esta relacin de escucha. Por ella la iglesia existe y subsiste. Esta relacin constitu-ye su riqueza y su deber. Por eso, la iglesia es la depositaria de la revelacin divina, el testigo a la vez inagotable y accesible para to-dos. Esa palabra eterna ser siempre el canon por el que deber

    8 LOHFINK, G. Lglise que voulait Jsus. Paris: Le Cerf, 1985.

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    medirse la iglesia, as como el objeto de su proclamacin, que de-ber explicar con fidelidad y obedecer con humildad. La palabra divina siempre est por encima de todos sus dirigentes y doctores as como de sus dogmas y su organizacin.

    Quienquiera que se interese por la iglesia deber reconocer que ante ella el mundo se plantea la siguiente pregunta. La iglesia vive la palabra que predica? Si la iglesia desea ser fiel a su razn de ser, ello exige una vocacin de obediencia, humildad y vigilancia conti-nuas.

    2. Dimensin cristolgica

    Un nico hecho constituye y mantiene la iglesia: su dependencia de Cristo. Jess predic el reino de Dios y la iglesia naci como resul-tado de su predicacin y su accin. Sin ese acto fundador no hay iglesia. El camino de la iglesia siempre ha sido y ser un camino que sale de Jess y lleva a l.

    a. La iglesia cuerpo de Cristo La adhesin a la iglesia no es semejante a la adhesin a un club o cualquier otra organizacin humana. Ser iglesia es participar de la misma vida de Cristo.

    La iglesia es una realidad espiritual tan dependiente de Cristo que Pablo la compara a un cuerpo cuya cabeza es Cristo (Col 1: 18-24; Ef 1: 22; 2: 19-22; 5: 23-24; Ro 12: 4-5). En la imagen del cuer-po as como en la imagen de la vid empleada por Jess (Jn 15: 17) subyace la idea de un vnculo orgnico y no una simple aso-ciacin o un acercamiento exterior entre Cristo y los creyentes.

    Como cuerpo, la iglesia no puede existir sin Cristo, su nico jefe y el centro vivo que asegura la unidad del conjunto. Cuando la igle-sia se constituye alrededor de otra cosa distinta a Cristo (con el fin de mantener una organizacin o una tradicin, o para llevar a cabo

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    una misin, por loable que sea) se aparta de su fundador y traiciona su verdadera naturaleza.9

    b. La iglesia, construccin de Cristo Otra imagen destinada a mostrar la estrecha relacin entre la iglesia y Cristo es un edificio cuya piedra angular es Cristo, los profetas y los apstoles son sus cimientos y el resto de los creyentes, los otros elementos de construccin (Ef 2: 19-22; 1 Cor 3: 9-16; 1 Pe 2: 4-7).

    En Mateo 16: 18 Jess anuncia explcitamente que l mismo construir su iglesia. Por lo tanto, es su proyecto, su obra y su pro-piedad.

    Este logion, difcil y controvertido, desde el punto de vista hist-rico y teolgico,10 pudo haber significado en el origen que Jess consideraba a Pedro como el nuevo Abraham, quien, por su fe en Jess el Mesas, es el primer creyente de la generacin mesini-ca.11 Toda la Biblia invita a considerar a Abraham como el padre de los creyentes (Ga 3: 6-9, 29; Ro 4: 16; He 1:8, 9), como la roca de donde os tallaron (Is 51: 1), explicado as por los comentarios rabnicos: Cuando Dios mira a Abraham dice: He encontrado una roca sobre la que podr construir y fundar mi pueblo. Por eso llam roca a Abraham.12

    En cualquier caso, sea cual sea el sentido ltimo de estas pala-bras, Jess mismo construye su iglesia. Ni aun cuando Pedro sea su piedra inicial, no es su constructor. Los miembros de la iglesia tambin sern piedras vivas (1 Pe 2: 4-5) llamadas a ocupar un lu-gar unas al lado de otras, sostenindose sobre las que las preceden

    9 Ver: CERFAUX, L. La thologie de lglise suivant saint Paul. Paris: Le Cerf. 1965. CULLMANN, O. La royaut du Christ et de lglise. Genve: Labor et Fides, 1971. GUILLET, J. Entre Jsus et lglise. Paris: Le Cerf, 1985. 10 CLAUDEL, G. La confession de Pierre, trajectoire dune pricope vanglique.Paris: Gabalda, 1988. 11 CHEVALIER, M. A. Tu es Pierre, tu es le nouvel Abraham (Mt 16.18). ETR (tudes Thologiques & Religieuses). Vol. 57 (1982), nm. 3: 375-387. 12 Midrs del Yalqut Shimoni sobre Gnesis 17: 5-7, citado por CHEVALIER, J-sus a-t-il voulu lglise?, p. 501.

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    y apoyando a las que les siguen, imbricadas unas con otras para resistir con fuerza y unidas en un mismo proyecto.

    c. La iglesia comunidad de la cruz Una de las caractersticas esenciales de la iglesia, en relacin con su fundador, es que no toma conciencia de su existencia a partir de la decisin de un comit, sino el da en que un pequeo grupo de hombres y mujeres reconoci con espanto su exclusin de la sina-goga y desde ese momento constitua la iglesia en torno al crucifi-cado, que tambin haba sido expulsado y alejado de la comunidad de Israel. As, la iglesia se encuentra fuera, con Cristo crucificado y resucitado, frente a la antigua iglesia. Nace como la iglesia en tribulacin, iglesia del remanente e iglesia del crucificado. As pues, es iglesia en la medida en que siga fielmente a Cristo y reconozca su dependencia exclusiva en relacin con l por encima de todas las instituciones religiosas.13

    3. La iglesia obra del Espritu: dimensin neumatolgica

    La iglesia se organiza y crece como una institucin divina que pro-voca inmediatamente el encuentro de aquellos que aceptan perte-necer a Cristo y comprometerse con su obra. Esa obra no es el re-sultado del esfuerzo humano, sino del poder y la creatividad del Espritu Santo.

    El don del Espritu manifiesta pblicamente la aparicin de la iglesia (He 2). El Espritu dirige la iglesia y acta en y por ella (He 9: 31). La gua (He 4: 8; 6: 10; 8: 29; etc.) y la inspira (He 15: 28). Es-tablece en ella los ministerios necesarios para su funcionamiento (He 6: 6; 20: 28) y la enriquece con sus dones (1 Cor 12).

    A Calvino le gustaba designar a la iglesia con un trmino militar: la compaa de los fieles. Una compaa se rene siguiendo una orden.

    13 Para mayor aclaracin sobre la verdadera iglesia, ver el captulo 4 de esta obra.

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    Cuando los hombres, sometidos a la accin del Espritu Santo, encuentran a Jess y, con l, su misin hacia los dems, surge y se edifica una comunidad visible. Es la iglesia, la manifestacin ms concreta del Pueblo de Dios.14 Ya que es difcil decir que el Espritu de Dios est donde se encuentra la iglesia, es ms seguro afirmar que la iglesia est donde est el Espritu de Dios.

    B. Aspectos humanos de la iglesia

    Parte de la esencia de la iglesia, sometida al tiempo, las circunstan-cias y las distintas culturas, es que nada humano le sea ajeno. En su existencia, la iglesia participa de las tinieblas del hombre (de las que ella debera ser ms consciente que nadie). En el fondo, su rasgo distintivo ms claro frente al mundo es precisamente la solida-ridad con los otros seres humanos, su finitud, su pequeez, sus lmites y su decadencia. No obstante, a pesar de sus fallos y su desgracia, la iglesia desempea un papel inalienable en el medio humano.15

    1. La iglesia divina y humana

    Para definir la naturaleza a la vez divina y humana ser til empezar por establecer de manera concisa qu no es la iglesia. a. En primer lugar, la iglesia no es, como cree una parte del catoli-

    cismo romano, la revelacin de Dios encarnada en una institu-cin, en la que la verdad y la autoridad divinas estn confiadas a la gestin humana. Jess es la verdad y solo a l pertenecen el poder y la autoridad en los cielos y la tierra (Mt 28: 18). La igle-

    14 BARTH, K. Esbozo de dogmtica. Santander: Sal Terrae, 2000 (Presencia Te-olgica; 108), p. 168. 15 FARELLI, J. Faut-il supprimer l glise? II. Le Christianisme au XXe sicle 348 (1992) : 8.

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    sia proclama, anuncia y prepara el reino de Dios. No es el reino de Dios.

    b. La iglesia tampoco es, como algunas formas de protestantismo afirman, una sociedad religiosa en torno a una confesin de fe, una regla de vida o un sistema de culto. No tiene su origen en una eleccin humana, sino en la eleccin de Cristo. Estas dos tendencias tienen en comn que hacen de la iglesia

    algo demasiado grande y demasiado pequeo a la vez. Demasiado grande porque depositan demasiada confianza en el ser humano. Demasiado pequeo porque ponen escasa confianza en Dios.16

    Un nico hecho de carcter divino y humano funda y mantiene la iglesia y la hace necesaria: en ella el ser humano escucha a Dios. All donde se d este hecho se da la iglesia, incluso si no cuenta con ms de dos o tres miembros o su influencia sobre la sociedad en la que vivan sea escasa.

    2. La iglesia visible e invisible

    La primera iglesia empieza con los doce apstoles, un grupo visible que provoc una agitacin visible y pblica. A partir del momento en que existe como comunidad precisa, como institucin, con una or-ganizacin y una confesin de fe determinadas y, sobre todo, con personas muy concretas, la iglesia es, necesariamente, visible.

    Ser visible implica siempre para la iglesia un desfase entre el ideal que predica y la realidad que vive. Es el desfase existente en-tre la revelacin divina de tal o cual sermn, entre la comunin con Dios y la ceremonia de la Santa Cena, entre la sabidura divina y las clases de teologa, entre la autoridad del Espritu Santo y la del co-mit director, entre el reino de los cielos y la comunidad en la tierra. Quin no se echa a rer y llorar a la vez ante tales acercamientos?

    Desde el momento en que la iglesia est al servicio de un Dios infinito y perfecto, la visibilidad de la iglesia es un escndalo. Quiz

    16 BARTH, K. Rvlation, glise, Thologie. Genve: Labor et Fides, 1934. p. 23-38.

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    por eso la aceptacin de una iglesia que se expresa como una insti-tucin es cada vez menor.

    Es necesaria la iglesia visible? Ciertamente que queremos algo mejor: una iglesia invisible, libre e ideal. Buscamos el amor, la gran-deza, la verdad, el bien y la belleza por encima de la fragilidad de la realidad humana, una isla espiritual de los santos en el ocano de la corrupcin humana. Pero Jess no prometi este reino magnfico para este tiempo. Solo prometi el perdn, el arrepentimiento y la aceptacin de los pecadores. Buscar una iglesia sin cuerpo, sin mi-sin, sin funcin y sin confesin precisa es decir no a la esencia misma de la iglesia; porque Jess quiso una iglesia visible para que testificara en el mundo.

    Retroceder ante esta realidad y refugiarse en una utopa es, tan solo, una huida. Los discpulos de Cristo son iglesia o no son. En su humilde testimonio y su frgil obediencia hacen visible la gracia de Dios ante la miseria humana.

    Sin embargo, la iglesia es, en cierto sentido, invisible porque no podemos encerrar la gracia divina en los lmites de los registros de nuestros libros. Pero siempre ser una realidad terrestre. Todo en ella es un smbolo: su predicacin, su adoracin, el testimonio de vida de sus miembros y su organizacin. Tanto tiempo de ser el cuerpo terrestre de una cabeza celeste obliga a la iglesia a sufrir la tensin entre su visibilidad y su invisibilidad.

    3. La iglesia una y diversa

    No podemos hablar de iglesia sin reconocer su terrible dilema. Pro-bablemente ms en la actualidad que nunca antes, debemos afron-tar las tensiones creadas por la polarizacin entre los que aferran a las particularidades denominacionales y aquellos que se aprestan a eliminarlas, al precio que sea, buscando la unidad ecumnica.

    No obstante, el Nuevo Testamento no nos muestra jams una iglesia sin fallos. Desde el mismo inicio, la iglesia se caracteriza por una diversidad que llega hasta la confrontacin.

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    Sin embargo, la iglesia es una, como expresin de la voluntad de Cristo (Jn 17: 20-23). La iglesia es nica, no en el sentido de que se distingue de las dems, sino por el hecho de que Dios la distin-gue de las seudoiglesias a pesar de las mltiples iglesias, solo hay una iglesia verdadera, que Dios reconoce entre todas y en todas. Por ello, si creemos sinceramente que la accin del Espritu Santo, que sopla donde quiere (Jn 3: 8), no podemos sentirnos separa-dos completamente de los miembros que pertenecen a otras comu-nidades (Mt 18: 20). Es probable que tambin sean iglesia o que an o formen parte de ella o que esa circunstancia no se d jams. Exactamente igual que nosotros.

    El hecho de que la iglesia sea una significa tambin que, a lo largo de la historia, la iglesia, en cierto sentido, permanece idntica a s misma. Puede cambiar y deformarse por sus debilidades y sus errores; pero la iglesia de Dios no puede modificar la unidad de su naturaleza. Las cartas a las siete iglesias del Apocalipsis muestran que, a pesar de las divisiones de la iglesia a lo largo de la historia, todas y cada una de ellas siguen siendo la iglesia de Dios a la que el Espritu no cesa de hablar (Ap 2 y 3).

    La iglesia est llamada por principio a buscar su unidad visible sin imaginarse jams que la ha encontrado. Est llamada a perma-necer unida y unificndose sin cesar en Cristo.17 Los cristianos de-ben tender hacia esa unidad con todas sus fuerzas (Jn 10: 16; Ef 4: 3-6), sabiendo que el escndalo de la divisin subsistir hasta el momento en que todos escucharn mi voz y se har un solo reba-o con un solo pastor (Jn 10: 16).

    4. La iglesia santa y pecadora

    Creo que la iglesia es santa porque el significado bblico de esa palabra es apartado. Desde el punto de vista de su misin, de su fundacin, de su razn de ser y de sus objetivos, la iglesia siempre

    17 SCHNACKENBURG, R. La nature et le mystre de lglise dans le Nouveau Testament. Paris: Descle, 1964. p. 46-49.

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    estar apartada, siempre ser distinta de todas las otras socieda-des.

    La iglesia es santa porque es el cuerpo de Cristo, llamada a ser sin mancha ni arruga (Ef 5: 27). Su santidad solo procede de l. Sus miembros son santos (Ro 1: 7; 15: 25; etc.), aunque tambin pecadores, porque estn llamados a la santidad (Ef 5: 25) y porque desde el presente, por la fe y en la obediencia, ya son partcipes de la santidad de Cristo. (Heb 10: 10).

    Pero tambin veo que la iglesia es pecadora. La componen se-res humanos; y quien dice humanidad, dice pequeez, pecado, lo-cura y error mientras vivamos en el tiempo y no en la eternidad.

    La distancia enorme que existe entre la iglesia ideal y la iglesia real impide compararla a un club de perfectos. Ante todo es un hos-pital al que todos pueden acudir para ser curados. La iglesia visible est formada por pecadores salvados, pero pecadores. Es el pueblo de Dios, imperfecto que aspira a recibir la perfeccin en un da futu-ro. Por su vocacin la iglesia ya es gloriosa; pero por su realidad todava no ha sido glorificada.18

    Tener en cuenta nicamente los errores de la iglesia visible es dar ms importancia a los pecados de los seres humanos que a la gracia de Dios, porque es tratarlos como pecados sin perdonar. A la vez que predica la voluntad de Dios y su ley, que jams llega a obe-decer plenamente, la iglesia predica la condenacin del pecado y el poder de la gracia.

    A pesar de todas sus debilidades y sus imperfecciones, la igle-sia es el objeto ms caro al amor divino.19 Su perfeccin no es tarea nuestra, sino del Espritu Santo, que la santifica y hace que santifi-que. Sin embargo, estar en el pecado significa para ella una angus-tia permanente que debe asumir, combatir y vencer a la vez.

    18 KNG, H. Lglise. Paris: Descle de Brouwer, 1968. p. 449-462. 19 WHITE, E. G. Conqurants pacifiques. Dammarie-ls-Lys: SDT, 1959. p. 143-144 (ed. esp.: Los hechos de los apstoles); Vers Jsus. Dammarie-ls-Lys: SDT, 1963. p. 81 (ed. esp.: El camino a Cristo).

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    5. La iglesia local y universal

    Y digo bien: universal. Porque la nocin de catolicidad, a ojos de algunos, est bajo sospecha a causa de su asociacin al catolicis-mo romano. Pero el pueblo de Dios no puede ser ms que uno, san-to y universal.

    Para la iglesia, ser universal significa que, aun siendo un grupo restringido, la comunidad formada entorno a Jess no se considera al margen del mundo como si fuera un grupo elitista o contestatario, sino que se sita en su seno, como testimonio de la promesa de Cristo para toda la humanidad (ver Ro 5: 12, 15). Su vocacin es ser la luz del mundo y la sal de la tierra (Mt 5: 13-16). Por definicin, por decirlo de algn modo, segn el espritu de su fundador, la igle-sia es todo lo contrario de una secta (al estilo fariseo).

    Soy de la opinin que la comunidad local a la que pertenezco, en la que sirvo, forma parte de la iglesia santa y universal. Ninguno de sus defectos actuales, ninguna de sus manchas y arrugas puede inducirme al error sobre este tema. Abandonar su comunidad con-creta para ir en busca de la verdadera iglesia, en la que no habra ms que defectos humanos, no es realista. Porque la vocacin de la iglesia constituye, precisamente, en la bsqueda constante de su unidad, su santidad y su universalidad en la accin del Espritu.

    6. La iglesia apostlica y el poder

    Mi iglesia es apostlica porque escucha y transmite el mensaje que escucharon y transmitieron los apstoles. Pero el gobierno de la iglesia reside en Cristo y no en los apstoles o sus sucesores.

    Cristo es el nico Seor de la iglesia y quien la conduce. Cual-quier otra forma de gobierno humano no es ms que una represen-tacin subsidiaria de su nica cabeza y su nico representante so-bre la tierra: el Espritu Santo.

    Cualquier organizacin humana, desde el momento en que toma cierta envergadura, es vctima de la tentacin del poder. Nadie, de

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    un modo u otro, escapa a ese deseo de dominacin. Pero la iglesia tiene una vocacin distinta. Por ello debe resistir a la doble tentacin de reivindicar para si la labor de dominar o aislar, de erigir una ciu-dad de Dios frente a la ciudad del mundo, el reino piadoso opuesto al reino de los ateos o los impos, la isla de los justos y santos en medio del ocano del mal. Su misin de servicio hacia los seres humanos debe darle la honestidad de alejarse de tales pretensio-nes.

    Adems, debe ser consciente de que la forma ms abominable de dominacin es la religiosa, ejercida en nombre de Dios sobre las conciencias y por el medio que sea, exterior o espiritual. La iglesia, desde su mismo origen, se sita bajo el signo del servicio y no de la dominacin (Lc 22: 24-30).

    Pero, cuidado! Es preciso que la iglesia no haga de ese servicio una dominacin oculta. Porque las tiranas, no pretenden odas ellas ser un servicio? El gran Inquisidor de Dostoyevsky estaba lleno de buena voluntad hacia Dios y los hombres, pero esa buena volun-tad no estaba al servicio de nadie ms que l mismo. Su servicio era la ms refinada de las dominaciones, la del Anticristo.

    La obediencia a Dios y el servicio en la iglesia deben distinguir-se radicalmente de la obediencia al poder clerical y del servicio que se le rinde. En la iglesia de Cristo todos deben buscar, ante todo, el reino de Dios (Mt 6: 33).

    7. La iglesia militante y triunfante

    Llegados a este punto de la descripcin de la iglesia, an podemos definirla en el sentido prctico como la asamblea de los creyentes, que han respondido al llamado aceptando a Cristo como su Salva-dor. Pero en un sentido ms general, debemos reconocer que la iglesia comprende tambin a todos los hijos de Dios de todos los

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    pases y de todas las pocas. La muerte es incapaz de romper el vnculo que une al creyente con su Salvador.20

    La nocin de iglesia tambin se refiere a una realidad trascen-dente que no se sita ni en un momento del tiempo ni en un punto del espacio; y comprende el conjunto de todos los que pertenecen a Cristo as como los que le pertenecieron en el pasado y los que le pertenecern en el futuro, aunque no hayan sido llamados a la exis-tencia. Concebida de este modo, la iglesia no existe plenamente, tal como dice Pablo, est en proceso de formacin, de edificacin. [] Su complecin vendr con el fin del tiempo, con el regreso del Se-or, cuando el mundo presente ser reemplazado por el mundo celestial. La nocin de iglesia tiene, de este modo, un carcter esca-tolgico desde sus orgenes.21 La iglesia militante concreta y emp-rica es tan solo una representacin proftica y una anticipacin de la iglesia triunfante. La vulnerabilidad de su estado militante hace que olvidemos la gloria prometida para su estado triunfante. Su triunfo est garantizado y amenazado constantemente. Garantizado desde arriba por la fidelidad divina (Mt 16: 18) y amenazado desde abajo por la infidelidad humana.

    A grandes rasgos, esta es la naturaleza de la iglesia. Es, a la vez, una realidad intemporal, histrica y escatolgica, pueblo de Dios, cuerpo de Cristo y obra del Espritu Santo, Institucin divina y humana a un tiempo, visible e invisible, una y diversa, santa y peca-dora, local y universal, apostlica y actual, militante y triunfante.

    III. LA MISIN DE LA IGLESIA

    En el Nuevo Testamento encontramos varios objetivos que Jess fija explcitamente para su iglesia. Se pueden resumir en una triple funcin.22

    20 Mt 16: 18; ver VAUCHER, La historia de la salvacin, p. 336. 21 GAUGUEL, M. Le problme de lglise. 1947, p. 8-9. 22 LEENHARDT, F. J. Lglise. Genve: Labor et Fides, 1978, p. 90-98.

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    1. Misin proftica: anunciar el Evangelio al mundo. Id y haced discpulos de todas las naciones, bautizadlos [] y enseadles a guardar todo lo que se os ha mandado; mirad que yo estoy con vosotros cada da, hasta el fin del mundo (Mt 28: 19-20).

    2. Misin comunitaria: reunir a los hombres entorno a Cristo. Don-de estn dos o tres reunidos apelando a m, all, en medio de ellos, estoy yo (Mt 18: 20).

    3. Misin diaconal, de servicio (Mt 20: 26-28; ver 1 Cor 3: 5-9). Si no cumple esta misin, es decir, si no conduce a los hombres

    al Dios verdadero y acta como embajadora de Cristo, la iglesia no tiene sentido. Su propia misin establece sus lmites.

    A. Misin proftica de la iglesia

    La grandeza de la iglesia no reside en el nmero de sus adeptos, sino en el valor de su testimonio. La iglesia alcanza su verdadero significado desde el momento en que renuncia a apoyarse en los recursos humanos (el nmero, las cualidades morales, los progra-mas y las actividades) u y se compromete nica y totalmente con la escucha sincera y obediente de su llamado divino. Esta misin que consiste en ser portavoz de Dios, se realiza principalmente a travs de la predicacin y la enseanza.

    1. Evangelizar

    La iglesia es el instrumento de Dios en el avance de su obra (Ro 10: 14-15). La orden de Cristo consiste en hacer discpulos en el mundo entero, entre todas las naciones, todas las razas y todas las clases sociales (Mt 18: 18-20): 1. Mediante la predicacin y la proclamacin del Evangelio eterno

    (Ap 14: 6-12). 2. Mediante el testimonio personal. Recibiris una fuerza el Esp-

    ritu Santo [] para ser testigos mos (He 1: 8).

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    La funcin especfica de la iglesia es anunciar al Seor hasta que l venga (1 Cor 11: 26). El fin de su predicacin es preparar esa venida (2 Pe 3: 12). Solo cuando el poder redentor de Cristo haya sido proclamado hasta los confines de la tierra vendr el fin (Mt 24: 14; Heb 1: 4-7).

    Esta responsabilidad crucial de la iglesia se enfrenta a obstcu-los y muros que la separan del mundo que la rodea: del mundo obrero, del mundo tcnico, del mundo intelectual, del mundo polti-co Desgraciadamente, el origen de esas barreras no siempre es ajeno a la propia iglesia. Tambin tienen que ver con la coraza invi-sible de temores y prejuicios con la que la iglesia misma se recubre.

    La iglesia progresa ah donde lleva a cabo su labor de evangeli-zacin. Por desgracia, en los pases secularizados de Occidente la prdida de toda esperanza trascendente se convierte en un factor de descreimiento. Cada vez ms, las personas se han instalado en una cmoda indiferencia. Para millones de seres humanos la televi-sin, el portafolios y las vacaciones pagadas se han convertido en el fin ltimo de la vida.

    Sin un combate visible que sostener, sin el esfuerzo que acom-paa habitualmente al compromiso con la accin, la iglesia no tarda en adormecerse. Casi siempre una vida demasiado fcil es invadida por un letargo espiritual. Se dira que Satans deja que la iglesia y los cristianos vivan en paz con le fin de que continen durmiendo tranquilamente.

    Para cumplir nuestra misin de evangelizacin, deberemos, ante todo, tomar conciencia de la inadecuacin de muchos de nuestros acercamientos al mundo moderno y de la necesidad primordial que tenemos de estar presentes en la sociedad para transmitir el llama-miento de Dios.

    2. Ensear

    La iglesia est llamada a ser el vehculo de la gracia, en el sentido de que proporciona el conocimiento de Cristo a la humanidad. En

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    resumidas cuentas, es una escuela que tiene un encargo explcito: Enseadles a guardar todo lo que os he mandado (Mt 28: 18-20).

    Ello significa que a la vez que se profundiza, se transmite: a. Preservar y exaltar las verdades bblicas (Ro 3: 2; 9: 4-5; 1 Tim

    3: 15; 6: 20; 2 Tim 2: 14). b. Instruir y educar a los miembros en la palabra de Dios (1 Cor 14:

    12; Ef 4: 13-14; Col 1: 28). La iglesia debe esforzarse por aceptar, con toda la lucidez y el

    coraje de que sea capaz, los desafos de un mundo en perpetua evolucin. En la luz de la palabra y en la fe en el Resucitado, la igle-sia debe buscar el dilogo con todos aquellos que lo acepten leal-mente, de modo que les ayude a encontrar respuestas portadoras de esperanza e iluminadas por la buena nueva de salvacin.

    B. Misin comunitaria de la iglesia

    La misin de la iglesia es un trabajo de equipo [sois linaje escogi-do (1 Pe 2: 9-11)]. No hay creyentes solitarios. Cristo quiere exten-der su reino de amor entre los hombres por medio de la fraternidad: En esto conocern que sois discpulos mos: en que os amis unos a otros (Jn 13: 35).

    Cuando el ser humano responde al llamado de la gracia y el amor divinos algo nuevo empieza a habitar en l. El mismo aliento le une a Dios y a los otros seres humanos, los cuales, de ese modo, se convierten realmente en sus hermanos. Esa es la comunin del Espritu (communio sanctorum).

    Pretender que se vive una religin nicamente vertical es una ilusin. El que diga yo amo a Dios, mientras odia a su hermano, es un embustero (1 Jn 4: 20).

    El amor fraternal resume los deberes de los cristianos frente a sus hermanos espirituales. Ese amor toma diversas formas: la com-prensin y la exhortacin fraternales (Heb 3: 10; 10: 25; Ga 6: 1), la sumisin mutua (Ef 5: 21; Ga 5: 13; 1 Pe 5: 5), la tolerancia recpro-ca (Flp 3: 15-16; Ef 4: 2; 15; Ro 14: 1), la confesin y el perdn de

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    las ofensas (Sant 5: 16; Ef 4: 32), la solidaridad (Ga 6: 10) hacia los que predican el evangelio (Ga 6: 6) y hacia aquellos que estn ne-cesitados (Heb 13: 1-2; 2 Cor 9: 5-14), etctera.

    En cierto modo, se trata de una misin sacerdotal compuesta, ante todo, por una consagracin al servicio de Dios o, lo que es lo mismo, de comunin con Dios y de presencia en el mundo.

    El sacerdocio universal de los creyentes (1 Pe 2: 9; Ef 2: 18; 4; 13; 1 Tim 2: 6; ver Ex 19: 6) significa que todas las obligaciones y los privilegios de la nueva alianza son accesibles para todos y cada uno de los creyentes y no solo para los miembros del clero. La mi-sin de la iglesia concierne a todos, tanto laicos como pastores.

    La liturgia cobra sentido cuando hace al hombre contemporneo del acontecimiento salvador sucedido en el pasado y le permite es-cuchar el evangelio que antao proclam Cristo, mediante la adora-cin personal y el culto comunitario y la administracin de los man-damientos divinos (bautismo, Santa Cena). En el marco de esta misin comunitaria es importante que no se descuiden las cuestio-nes referentes a la forma litrgica de nuestro culto, sobre la eclesio-loga, sobre la ordenacin, etctera, sino que se planteen abierta-mente, para que la dimensin comunitaria de la iglesia sea transmitida convenientemente.

    C. Misin diaconal de la iglesia

    La iglesia no es nicamente una comunidad que ora, predica y en-sea, sino que tambin es una comunidad que sirve, sostiene y cu-ra. Fue concebida para servir a Dios y a los seres humanos y no para servirse a s misma (Mt 20: 25-28). Ser fiel a su misin en la medida en que cumpla su papel preciso y subordinado de servicio.23

    La manera como la iglesia trata a los seres humanos refleja ms que nada la naturaleza de su origen: el amor divino. Ello implica en

    23 GUY, F. The Misunderstanding of the Church. Ministry. Vol. 53 (1980), nm. 8 (agosto): 8-10. En lnea: [Consulta: 16 febrero 2009].

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    la prctica un servicio desinteresado de ayuda mutua (1 Cor 12: 7; 1 Pe 4: 10; Heb 10: 24), de intercesin (Ef 6: 18; Sant 5: 16), de edifi-cacin (1 Te 5: 11; Flp 3: 17; 2 Te 3: 9; Tit 2: 7), de consuelo (1 Te 4: 18), de beneficencia (Heb 13: 16), etctera.

    La iglesia, unida en la misma fe, la misma esperanza y el mismo amor, avanza siempre con el fin de que todas sus tareas sean hechas por Dios. Es preciso que la conciencia de la responsabilidad poltica y social de la iglesia nos empuje a tomar posicin constan-temente y de un modo renovado, de modo que podamos encarar los numerosos y difciles desafos que nos presenta nuestro tiempo. Pero es importante que la iglesia, solicitada por las necesidades inmensas de nuestro mundo en el marco de la accin social y eco-nmica, se interpele sobre la eficacia de sus programas de salud, de ayuda al tercer mundo, de educacin y de libertad religiosa, para evitar cualquier riesgo de evasin con respecto a sus tareas esen-ciales.

    Cuando nos tomemos en serio todos nuestros deberes, an nos ser preciso volver constante e infatigablemente al principio. Por muy excelente que sea tal o cual actividad, en cada una de ellas un nico hecho constituye a la iglesia en iglesia: que los hombres y las mujeres escuchen y transmitan lo que Dios les dice. Cuando esta circunstancia est ausente, donde su lugar est ocupado por un sistema, cuando se deposita demasiada confianza en el ser huma-no, sea en el sentido que sea, y demasiado poca en Dios, la iglesia traiciona su misin, que consiste, simplemente, en permanecer con-sagrada a Dios en su condicin de sierva y misionera.

    CONCLUSIN: UNA IGLESIA EN OBRAS

    La iglesia no es un fin en s misma, su objetivo es hacer que el reino de Dios avance. Con tal fin, la iglesia es radicalmente necesaria. Cristo sinti esa necesidad. Nosotros la necesitamos. El mundo tiene una terrible necesidad de la iglesia. Pero para alcanzar su ob-jetivo la iglesia debe asumir plenamente su misin proftica, diaco-

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    nal y sacerdotal y debe preguntarse constantemente. Soy fiel a mi tarea?

    Es importante que precisemos qu es la iglesia y cul es su mi-sin. Pero sin lugar a dudas hay algo ms urgente para nosotros: ser iglesia.

    En tanto que su tarea no est concluida, la iglesia tampoco es-tar acabada: est en proceso de construccin. Nunca est refor-mada del todo. Debemos rehacerla continuamente (ecclesia semper reformanda) y renovarla para que se convierta en lo que Cristo quie-re que sea. Nuestra eclesiologa debe ser siempre un proyecto abierto.

    La iglesia no es un inmueble concluido sino una obra inmensa. Demasiados miembros se comportan dentro de la iglesia como si fueran inquilinos. Olvidan que si Dios nos llama a su iglesia no lo hace para que seamos sus realquilados. Siempre ha dicho que bus-ca obreros; obreros prontos a servir la obra de Dios, con la modestia de quien sabe que no es ms que un pen y es ms capaz de es-tropear un trabajo que de llevarlo a cabo.

    Cada poca de la historia conlleva sus propias prioridades en las acciones teolgicas y pastorales. Percibirlas y definirlas con cla-ridad es de importancia capital. Entre las prioridades presentes de nuestra iglesia podemos citar las siguientes: 1. Profundizar de modo creativo, tanto en el mbito teolgico como

    en el prctico, la plenitud de la fe bblica. Nuestro Dios no es nicamente el Dios del pasado. Tambin lo es del presente y del futuro (Ap 1: 8).

    2. Formar a cristianos bien estructurados, dotados de una com-prensin de la fe verdaderamente adulta y dinmica, capaces de afrontar problemas nuevos y superar contracorrientes destructo-ras dejndose guiar por el evangelio.

    3. Reforzar la dimensin comunitaria de la fe con el fin de que, a la vez que hunde sus races en la adhesin personal a Cristo, pro-duzca un compromiso slido en el seno de unas comunidades eclesiales vivas, activas, receptivas y fraternales.

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    4. Atreverse a dar testimonio de una vida evanglica que sea ca-paz, en la humildad y la fraternidad, de abrirse al dilogo, de compartir la fe y de superar a la vez la tendencia acomplejada al repliegue sobre s misma y al ecumenismo secularizante.

    5. Revitalizar entre sus miembros la conviccin de que la consa-gracin total al servicio de Dios (expresada en los distintos mi-nisterios) es el ms alto valor espiritual y humano y vale la pena ser vivida como una vocacin de servicio, por encima de cual-quier otro.24Dios se sirve voluntariamente de la iglesia para llevar a cabo su

    proyecto salvador. Nuestro estilo de vida como iglesia probar al mundo que el proyecto de Dios es bueno.

    Cuando la mirada mide la distancia que separa a la iglesia de su objetivo, es posible que se nos caiga la mano del arado.25Quien no conoce esa angustia, sencillamente, no ha sido capaz de apercibirse de la pequeez de nuestra realidad ante la magnitud de nuestra labor.

    La iglesia, comunidad de predicacin y de adoracin, de recon-ciliacin y de esperanza, a pesar de su miseria, debe ser entendida como un don privilegiado. Si no estamos convencidos de que perte-necer a la iglesia es un privilegio extraordinario, es porque todava no hemos comprendido su razn de ser. Debemos encontrar el sen-tido de la alianza y de la misin.

    Si realmente deseamos colaborar con el establecimiento del re-ino de Dios, permaneceremos fieles a la misin de la iglesia y lucha-remos para que nuestra comunidad concreta sea la iglesia una, san-ta y universal.

    La esperanza cristiana [] es una esperanza disiciplinada. Indica a los seres humanos cules son sus lmites: Se te permite estar ah, en ese lugar. El reino de Dios viene! Qudate en tu lugar y ah, en tu lugar, s un fiel ministro de la palabra de Dios. [] El cristiano, cuando soporta la tensin entre lo revolucionario

    24 LOSSE, R. Lglise et les dfis du monde. Paris: Nouvelle Cit, 1986, p. 283-286.25 BARTH, Rvlation, glise, Thologie, p. 238

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    y lo conservador, cuando se siente inquieto a la vez que confia-do, completamente humilde y a la luz del amor divino, cumple la labor que le ha sido encomendada. [] De este modo, esperan-do y apresurndose, la iglesia avanza al encuentro del Seor.26

    26 Ibdem, p. 239.

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    Captulo 2

    JESS TUVO LA INTENCIN DE FUNDAR UNA IGLESIA?

    Raoul Dederen

    Es usual considerar que la iglesia cristiana inici su existencia tras la muerte y resurreccin de Jess. Para sostener este punto de vis-ta, se ha pretendido con cierto xito que Jess solo hizo dos refe-rencias a la iglesia, ambas en el Evangelio segn Mateo (16: 8; 18: 7),1 de las cuales la primera habla de ella en futuro: voy a edificar mi iglesia.2 El hecho de que Lucas emplee ekklsa [evkklhsi,a] vein-titrs veces en el libro de los Hechos y ni una sola vez en su evan-gelio tambin ha sido considerado significativo.3 Para muchos, el relato evanglico no consideraba que la iglesia fuese una realidad presente hasta despus de la efusin del Espritu Santo en el da de Pentecosts, tal como se recoge en el libro de los Hechos.

    De este modo, los especialistas alemanes del s. XIX no vean ninguna relacin entre el origen de la iglesia cristiana y el ministerio de Jess. La mayora de ellos estaban a favor de un origen de la iglesia espontneo, totalmente independiente de Cristo. En 1902, Lvangile et lglise, de Alfred Loisy, provoc una crisis en el cato-licismo romano de la Europa occidental. Loisy pretenda que Jess

    1 Ms adelante trataremos la cuestin de la autenticidad de estos dos pasajes. 2 Salvo indicacin en sentido contrario, en esta traduccin las citas de la Biblia se han extrado de la versin Nueva Biblia Espaola, Madrid: Cristiandad, 5 reimpre-sin, septiembre 1993. En el texto original se da preferencia a la traduccin de la Biblia al francs realizada por Louis Segond revisada, llamada la colombe, Pa-rs: Alliance Biblique Universelle, 1978. [N. del T.]3 La cifra se eleva a veinticuatro si incluimos He 2: 47. Algunos consideran que el uso de ekklsa para designar a Israel en He 7: 38 no puede entrar en el cmputo para el examen de esta cuestin, ya que, en ese versculo, ese trmino no se em-plea, probablemente, en un sentido tcnico.

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    no quiso fundar la iglesia, sino que su predicacin del reino haba preparado el terreno de un modo tan idneo que, a la espera del regreso de Cristo, la iglesia ocup el lugar del reino y continu des-arrollndose en el espritu de aquellos que esperaban la parusa. Para l la iglesia era el resultado inevitable de la tentativa de los primeros discpulos que queran unir la experiencia espiritual de Dios vivida con Jess a las dimensiones institucionales de la teo-cracia juda a la que haban pertenecido. No obstante, esa unin continuaba siendo independiente de Jess. Por ms que Loisy re-chazara esta idea, algunas de sus variantes han sido defendidas por varios protestantes, anglicanos y catlicos romanos. Para ellos, la iglesia primitiva no se consideraba como una respuesta a la vo-luntad declarada de Cristo. De hecho, Jess jams haba fundado ni organizado iglesia alguna.

    Si esta hiptesis se limitara a la pretensin de que el Seor no fund los distintos escalones de una jerarqua oficial ni una organi-zacin eclesistica provista de un credo formalmente establecido, con sus estructuras y sus reglas, es ms que probable que quien suscribe estuviera de acuerdo con ella. Pero si iglesia significa una nueva comunidad religiosa, con una nueva visin del mundo y un nuevo sentido de la misin, con una conciencia muy neta de ser la heredera de las promesas que Dios haba hecho al Israel antiguo, tal como esperamos poder demostrar en este artculo, quien lo sus-cribe se inclina a pensar que Jess actu y ense con esa comu-nidad en su pensamiento.

    Si bien es cierto que el Pentecosts marca el inicio de la iglesia como una realidad espiritual del cuerpo de Cristo, este artculo tiene el objetivo de demostrar que la intencin de Cristo era fundar una sociedad visible, la iglesia, que consideraremos como el instrumento previsto por l para llevar a cabo su obra en favor de la humanidad. Esta bsqueda es susceptible de muchas aproximaciones. El desa-rrollo de cada una de ellas exigira un libro entero. Empezaremos por examinar brevemente las declaraciones y las acciones de Je-ss, las relaciones entre el concepto de iglesia y los del reino de Dios, de Israel y del Mesas. Seguidamente consideraremos si, en

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    su condicin de Mesas, Jess pensaba en una comunidad que tu-viera una misin y un mensaje especficos. En tercer lugar, y antes de examinar el significado de la institucin de dos ceremonias, el bautismo y la Santa Cena, examinaremos brevemente dos objecio-nes que se presentan contra la autenticidad de sus declaraciones tal y como se recogen en el Evangelio de Mateo. Todas las referencias a la vida y las declaraciones de Jess contenidas en los cuatro Evangelios son consideradas como autnticas e histricas, sin esta precisin, nuestras observaciones revestiran un carcter totalmente distinto.

    I. JESS Y EL REINO DE DIOS

    Para quien suscribe, la cuestin primordial no es si Jess fund u organiz la iglesia, sino saber si sus declaraciones y sus actos ten-an presente una comunidad especfica y si su ministerio iba desti-nado a formar una comunidad visible. La respuesta a esa pregunta depende en gran medida de qu significaba el reino de Dios para el Seor y la relacin que ese reino tiene con la iglesia.

    Durante siglos, el reino de Dios en la tierra se identific con la iglesia.4 Este razonamiento condujo a la exaltacin de esta ltima y a menudo tuvo por resultado la autoridad absoluta de la iglesia en la doctrina y la atribucin de la gracia salvadora. Actualmente existe un amplio consenso en admitir que, en las Escrituras, el sentido primero de basilea [basilei,a] es realeza, soberana. El trmino implica a la vez la soberana o la dignidad de un rey, la manifesta-cin de las actividades soberanas de Dios entre los seres humanos y, para algunos, el reinado o el dominio sobre los que se ejerce di-

    4 El catolicismo romano en particular, basndose en un pasaje de La ciudad de Dios (XX, 6-10) de Agustn de Hipona, ha desarrollado una teologa que equipara la iglesia al reino de Dios. Esta identificacin se perpetu, aunque de forma modifica-da, en el protestantismo en la tradicin de la Reforma.

  • LA IGLESIA DE CRISTO

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    cha realeza.5 El trmino se refiere al reinado soberano de Dios so-bre la creacin. El Seor puso en el cielo su trono, escribe el sal-mista. Y aade: su soberana gobierna el universo (Sl 103: 19). Que proclamen la gloria de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno contina de edad en edad (Sl 145: 11, 13). En varias ocasiones, el trmino se refiere al reino mesinico y esca-tolgico que un da se establecer sobre la tierra. El da en que la tierra se agrietar, crujir y ser sacudida, cuando la Luna sea con-fundida y el Sol tenga vergenza, el Eterno gobernar sobre la mon-taa de Sin y en Jerusaln (Is 24: 17-23; ver So 3: 14-20; Za 14: 9). Lejos de ser contradictorias, ambas visiones del reino afirman que lo que actualmente existe alcanzar su punto culminante en el futuro. Segn la expresin de G. E. Ladd, el Seor es rey ahora y lo ser en el futuro.6

    Este reino est fundado sobre una alianza entre Dios y el ser humano, una alianza que encontramos en las primeras pginas de las Escrituras. En el principio, tales alianzas se hacan con indivi-duos o familias (Gn 9: 8-13; 12: 13; 15: 18). El reinado de Dios, es-tablecido sobre la alianza con Abraham, encontr su expresin en el reino de Israel (Ex 34: 28; Jos 24; Es 10; Ne 9, 10). Entre Dios y la nacin juda, a la que otorg privilegios especiales en vistas a un destino especial (Jr 7: 23; 31: 33), exista una relacin particular. No solo Dios reinaba sobre Israel (Dt 33: 5; 1 S 12: 12), sino que, a travs de esa nacin, el nico Dios de toda la tierra (Sl 22: 28; 33: 13-14) preparaba el camino para la salvacin de todas las naciones. Porque, ante todo, Israel era el objeto de la actividad divina (1 Cr

    5 Ver, por ejemplo RINGGREN, H.; SEYBOLD, K. melek, malak, meluk, malekot, mamelak, mamelakot. En: BOTTERWECK, G. J.; ANDERSON, G. W.; RING-GREN, H. ThWAT (Theologisches Wrterbuch zum Alten Testament). Vol. 4. Stutt-gart: Kohlhammer, 1970-2000, p. 926-957; SCHMIDT, K. L. basileia. En: KITTEL, G.; FRIEDRICH, G. (eds.), TDNT (Theological Dictionary of the New Testament).Grand Rapids (Michigan): Eerdmans, 1964-1976; RICHARDSON, A. Kingdom of God. En: A theological word book of the Bible. New York: Macmillan, 1967, p. 119-121.6 LADD, G. E. Theology of the New Testament. Grand Rapids (Michigan): Eerd-mans, 1974. p. 61-69.

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    17: 14; 28: 5; 2 Cr 13: 8) y el instrumento del plan de salvacin en favor de la humanidad (Gn 12: 3; Ex 19: 5-6; Is 43: 10; 66: 19).

    La religin del Antiguo Testamento, construida sobre esa rela-cin de alianza, era una religin de un destino particular y de espe-ranza. Su edad de oro se situaba en un tiempo futuro. Esa esperan-za nacional, asociada principalmente al reino de la poca, despus de la cada de dicho reino se identific cada vez ms con la idea de un reino por venir y con la espera del Mesas. Cuando eso sucedie-ra, Dios reinara en Sin, establecera su reino eterno y dirigira las naciones del mundo entero, las cuales le rendiran homenaje (Is 24: 23; Ab 21; Mi 4: 6, 7; Za 14: 9-17). Tras la desilusin causada por sus reyes humanos y bajo el peso aplastante de las tribulaciones causadas por el exilio babilnico y sus consecuencias, Israel re-gres a la fe en Dios, reconocindole como guardin de la alianza, y mir hacia el futuro, hacia el Rey-Mesas quien, aun siendo descen-diente de David (Jr 23: 5; 33: 15; Za 3: 8), sera ms que un simple mortal (Es 7: 10-17; 9: 1-6; Mi 5: 1-2). Si el plan de Dios para Israel no estaba abocado al fracaso, el Ungido verdadero, el Siervo autn-tico de Dios era la nica respuesta.

    Si bien es cierto que el carcter de esta espera variaba de un grupo a otro, cuando naci Jess, en Israel haba un fuerte senti-miento de espera del reino7 y del Rey mesinico. La proclamacin de Juan el Bautista referente a la inminencia del reino de Dios (Mt 3: 1-2) no cay en saco roto. Poco despus de l, Jess empez su ministerio del mismo modo, anunciando: Se ha cumplido el plazo, ya llega el reinado de Dios. Enmendaos y creed la buena noticia (Mc 1: 5). Declaraba explcitamente que su tarea consista en predi-car el reino de Dios (Lc 4: 43). De ello se infera que con la veni-da de Jess un acontecimiento importante estaba a punto de suce-der, en particular porque el reino de Dios (o de los cielos) iba a ser el tema central de sus enseanzas.8

    7 Ver, por ejemplo, GUTHRIE, D. New Testament Theology. Leicester: InterVarsity, 1981, p. 410-411. 8 Si se acepta el empleo de la palabra reino con respecto a los reinos seculares y los paralelismos de las declaraciones de Jess, la expresin reino de Dios y sus

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    Jess consideraba que su ministerio era el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento referentes a ese reino, excluida su consumacin apocalptica (Lc 4: 21; Mt 11: 2-6). El reino de Dios irrumpi en la historia por medio de su persona y su misin. Aunque a veces pueda inducir a confusin, el doble aspecto del reino de Dios, su realidad presente y su dimensin futura, est presente en las enseanzas de Jess,9 quien consideraba la creacin de una comunidad especfica durante su vida que, en cierto modo, formara parte de su proclamacin del reino.10 Desde el inicio de su ministe-rio, explic a sus discpulos que si bien el reino era, ante todo y so-bre todo, el reino de Dios, es decir, la manifestacin de la actividad soberana de Dios entre los hombres y las mujeres (Mt 4: 23; Lc 11: 2, 20; Mt 9: 35; 24; 14), tambin era una realidad que deba ser buscada en el presente (Lc 12: 31). Algunos entran (Mc 9: 47; Lc 18: 24-25; Jn 3: 5), otros son excluidos (Mc 12: 34). Sus puertas pueden estar cerradas para los hombres (Mt 23: 13). Algunos pue-den convertirse en obstculos para que otros puedan acceder al reino (Lc 11: 52). Hay quien intenta entrar usando la violencia (Lc

    equivalentes (reino