la guerra no tiene...té, nos probamos blusas nuevas, hablamos sobre cortes de pelo y recetas de...

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Laguerranotienerostrodemujer

SVETLANAALEXIÉVICH

TraduccióndeYuliaDobrovolskaiayZaharaGarcíaGonzález

www.megustaleerebooks.com

—Según los estudios históricos, ¿desde cuándo han formado parte las mujeres de ejércitosprofesionales?—Yaenelsiglo IVa.C.,enAtenasyEsparta, lasmujeresparticiparonenlasguerrasgriegas.En

épocasposteriores,tambiénformaronpartedelastropasdeAlejandroMagno.ElhistoriadorrusoNikoláiKaramzínescribiósobrenuestrosantepasados:«Enciertasocasiones,

laseslavasseuníanvalientementeasuspadresyespososdurantelasguerras.Porejemplo,duranteelasediodeConstantinoplaenelaño626,losgriegosdescubrieronmuchoscadáveresdemujeresentreloseslavoscaídosencombate.Además,unamadre,aleducarasushijos,siemprelespreparabaparaquefueranguerreros».—¿YenlaEdadModerna?—La primera vez fue en Inglaterra, entre 1560 y 1650. Fue entonces cuando se empezaron a

organizarhospitalesdondeservíanlasmujeres.—¿QuépasóenelsigloXX?—Aprincipiosdesiglo,enlaPrimeraGuerraMundial,enInglaterra,lasmujeresfueronadmitidas

en las Reales Fuerzas Aéreas, entonces formaron el Cuerpo Auxiliar Femenino y la SecciónFemeninadeTransporte;entotal,cienmilefectivos.»EnRusia,AlemaniayFranciatambiénhubomuchasmujeressirviendoenhospitalesmilitaresy

trenessanitarios.»PerofuedurantelaSegundaGuerraMundialcuandoelmundopresencióelauténticofenómeno

femenino. Las mujeres sirvieron en las fuerzas armadas de varios países: en el ejército inglés(doscientas veinticincomil), en el estadounidense (entre cuatrocientasmil y quinientasmil), en elalemán(quinientasmil)...»Enelejércitosoviéticohubocercadeunmillóndemujeres.Dominabantodaslasespecialidades

militares, incluso las más “masculinas”. Incluso llegó a surgir cierto problema lingüístico: hastaentonces para las palabras “conductor de carro de combate”, “infante” o “tirador” no existía elgénero femenino, puesto que nunca antes las mujeres se habían encargado de estas tareas. Elfemeninodeestaspalabrasnacióallímismo,enlaguerra...

(Extractodeunaconversaciónconunhistoriador.)

Lapersonaesmásquelaguerra

(Extractosdeldiariodeestelibro)

Losmillonescaídosenbaldeabrieronunasendaenelvacío...

OSIPMANDELSHTAM

1978-1985

Escribosobrelaguerra...Yo, la que nunca quiso leer libros sobre guerras a pesar de que en la época de mi infancia y

juventudfueranlalecturafavorita.Detodosmiscoetáneos.Noessorprendente:éramoshijosdelaGran Victoria. Los hijos de los vencedores. ¿Que cuál es mi primer recuerdo de la guerra? Miangustiainfantilenmediodeunaspalabrasincomprensiblesyamenazantes.Laguerrasiempreestuvopresente: en laescuela, en lacasa, en lasbodasyen losbautizos, en las fiestasyen los funerales.Incluso en las conversacionesde losniños.Undía,mivecinitomepreguntó: «¿Quéhace lagentebajotierra?¿Cómovivenallí?».Nosotrostambiénqueríamosdescifrarelmisteriodelaguerra.Entoncesporprimeravezpenséenlamuerte...Yyanuncamáshedejadodepensarenella,paramí

sehaconvertidoenelmayormisteriodelavida.Para nosotros, todo se originaba en aquel mundo terrible y enigmático. En nuestra familia, el

abuelodeUcrania, elpadredemimadre,murióenel frentey fueenterradoen suelohúngaro; laabueladeBielorrusia,lamadredemipadre,muriódetifusenundestacamentodepartisanos;desushijos,dosmarcharonconelejércitoydesaparecieronen losprimerosmesesdeguerra,el tercerofueelúnicoqueregresóacasa.Eramipadre.Losalemanesquemaronvivosaoncedesusfamiliareslejanosjuntoasushijos:aunosensucasa,aotrosenlaiglesiadelaaldea.Yasífueencadafamilia.Sinexcepciones.Durantemuchotiempojugara«alemanesyrusos»fueunodelosjuegosfavoritosdelosniñosde

lasaldeas.Gritabanenalemán:«Händehoch!»,«Zurück!»,«Hitlerkaput!».Noconocíamoselmundosinguerra,elmundodelaguerraeraelúnicocercano,ylagentedela

guerra era la única gente que conocíamos. Hasta ahora no conozco otromundo, ni a otra gente.¿Acasoexistieronalgunavez?

La aldea demi infancia era femenina.Demujeres.No recuerdo vocesmasculinas. Lo tengomuypresente:laguerralarelatanlasmujeres.Lloran.Sucantoescomoelllanto.Enlabibliotecaescolar,lamitaddeloslibroserasobrelaguerra.Lomismoenlabibliotecadel

pueblo,yenlaregional,adondemipadresolíairabuscarloslibros.Ahorayasélarespuestaalapregunta «¿por qué?». No era por casualidad. Siempre habíamos estado o combatiendo opreparándonosparalaguerra.Orecordábamoscómohabíamoscombatido.Nuncahemosvividodeotramanera,debeserquenosabemoshacerlo.Nonosimaginamoscómoesvivirdeotromodo,ynosllevarámuchotiempoaprenderlo.

Enlaescuelanosenseñabanaamarlamuerte.Escribíamosredaccionessobrecuántonosgustaríaentregarlavidapor...Eranuestrosueño.Sinembargo,lasvocesdelacallecontabanagritosotrahistoria,yesahistoriameresultabamuy

tentadora.Durantemuchotiempofuiunachicadelibros,elmundorealalavezmeatraíaymeasustaba.Yen

esedesconocimientodelavidaseoriginólavalentía.Avecespienso:«Siyofueraunapersonamásapegadaalavida,¿mehabríaatrevidoalanzarmeaestepozonegro?¿Mehabráempujadoaélmiignorancia?¿Ohabrásidoelpresentimientodequeesteeramicamino?».Porquesiempreintuimosnuestrocamino...Estuvebuscando...¿Conquépalabrassepuedetransmitirloqueoigo?Yobuscabaungéneroque

correspondieraamimododeverelmundo,amimirada,amioído.UndíaabríellibroYaizógnennoiderevni(Soydelaaldeaenllamas),deA.Adamóvich,Y.Brily

V.Kolésnik.Solounavezhabíaexperimentadounaconmociónsimilar,fuealleeraDostoievski.Laforma del libro era poco convencional: la novela está construida a partir de las voces de la vidadiaria. De lo que yo había oído enmi infancia, de lo que se escucha en la calle, en casa, en unacafetería, en un autobús. ¡Eso es! El círculo se había cerrado. Había encontrado lo que estababuscando.Loquepresentía.MimaestroesAlésAdamóvich...

Alolargodedosaños,másquehacerentrevistasytomarnotas,heestadopensando.Leyendo.¿Dequéhablarámilibro?Unlibromássobrelaguerra...¿Paraqué?Hahabidomilesdeguerras,grandesypequeñas, conocidasydesconocidas.Y los librosquehablande lasguerras son incontables.Sinembargo...siemprehansidohombresescribiendosobrehombres,esoloveoenseguida.Todoloquesabemos de la guerra, lo sabemos por la «voz masculina». Todos somos prisioneros de laspercepcionesysensaciones«masculinas».Delaspalabras«masculinas».Lasmujeresmientrastantoguardan silencio. Es cierto, nadie le ha preguntado nada ami abuela excepto yo. Ni amimadre.Guardan silencio incluso las que estuvieron en la guerra.Y si de pronto se ponen a recordar, norelatanlaguerra«femenina»,sinola«masculina».Seadaptanalcanon.Tansoloencasa,despuésdeverteralgunaslágrimasencompañíadesusamigasdearmas,lasmujerescomienzanahablardesuguerra,deunaguerraqueyodesconozco.Deunaguerradesconocidaparatodosnosotros.Durantemis viajes de periodista, en muchas ocasiones, he sido la única oyente de unas narracionescompletamentenuevas.Ymequedabaasombrada,comoenlainfancia.Enesosrelatosseentreveíaeltremendorictusdelomisterioso...Enloquenarranlasmujeresnohay,ocasinohay,loqueestamosacostumbradosaleeryaescuchar:cómounaspersonasmatanaotrasdeformaheroicayfinalmentevencen. O cómo son derrotadas. O qué técnica se usó y qué generales había. Los relatos de lasmujeressondiferentesyhablandeotrascosas.Laguerrafemeninatienesuscolores,susolores,suiluminación y su espacio. Tiene sus propias palabras. En esta guerra no hay héroes ni hazañasincreíbles,tansolohaysereshumanosinvolucradosenunatareainhumana.Enestaguerranosolosufrenlaspersonas,sinolatierra,lospájaros,losárboles.Todoslosquehabitanesteplanetajuntoanosotros.Ysufrenensilencio,locualesaúnmásterrible.Pero ¿por qué?,me preguntaba amenudo. ¿Por qué, después de haberse hecho un lugar en un

mundo que era del todomasculino, lasmujeres no han sido capaces de defender su historia, suspalabras,sussentimientos?Faltadeconfianza.Senosocultaunmundoentero.Suguerrasiguesiendodesconocida...Yoquieroescribirlahistoriadeestaguerra.Lahistoriadelasmujeres.

Traslosprimerosencuentros...La sorpresa.Las profesionesmilitares de lasmujeres eran: instructora sanitaria, francotiradora,

tiradordeametralladora,comandantedecañónantiaéreo,zapadora...Ahoraesasmismasmujeressoncontables,auxiliaresdelaboratorio,guíasturísticas,maestras...Losrolesnocoinciden.Alrecordarparece que evocan a otras chicas.Recuerdan y se sorprenden de ellasmismas.Antemis ojos veocómolaHistoriasehumaniza,sevapareciendoalavidanormal,surgeunailuminacióndiferente.Algunas de estas mujeres son narradoras extraordinarias, en sus vidas hay páginas capaces de

competirconlasmejorespáginasdelosclásicosdelaliteratura.Elserhumanoseveasímismoconclaridad desde arriba—desde el cielo— y desde abajo—desde la tierra—. Delante está todo elcaminohaciaarribayhaciaabajo:delángelalabestia.Losrecuerdosnosonunrelatoapasionadooimpasible de la realidad desaparecida, son el renacimiento del pasado, cuando el tiempo vuelve asuceder.Recordares,sobretodo,unactocreativo.Alrelatar,lagentecrea,redacta,suvida.Avecesañadenalgunaslíneasoreescriben.Entoncestengoqueestaralerta.Enguardia.Yalmismotiempo,el dolor derrite cualquier nota de falsedad, la aniquila. ¡La temperatura es demasiado alta! Hecomprobadoquelagentesencilla(lasenfermeras,cocineras,lavanderas...)sonlasquesecomportanconmássinceridad.Ellas—¿cómoexplicarlobien?—extraenlaspalabrasdesuinteriorenvezdeusarlasdelosrotativosolasdeloslibros,tomansuspropiaspalabrasenvezdecogerprestadaslasajenas.Ysoloapartirdesuspropiossufrimientosyvivencias.Lossentimientosyellenguajedelaspersonascultas,pormuyextrañoqueparezca,amenudosonmásvulnerablesfrentealmoldeodeltiempo.Obedecenaunacodificacióngenérica.Estáninfectadosporelconocimientoindirecto.Delosmitos.Amenudosehaderecorrerunlargocamino,avanzarconrodeos,parapoderoírelrelatodelaguerrafemeninaynodelamasculina:cómoretrocedían,cómoatacaban,enquésectordelfrente...Conunaentrevistanobasta,hacenfaltamuchas.Asítrabajaunretratistainsistente...Pasolargasjornadasenunacasaoenunpisodesconocidos,avecessonvariosdías.Tomamosel

té,nosprobamosblusasnuevas,hablamossobrecortesdepeloyrecetasdecocina.Miramosfotosdelosnietos.Yentonces...Siempretranscurreuntiempo(unonuncasabenicuántotiemponiporqué)yderepentesurgeelesperadomomentoenquelapersonasealejadelcanon,fraguadodeyesoodehormigónarmado,igualquenuestrosmonumentos,ysevuelvehaciasuinterior.Dejaderecordarlaguerrapararecordarsujuventud.Unfragmentodesuvida...Hayqueatraparesemomento.¡Quenose escape! A menudo, después de un largo día atiborrado de palabras, hechos y lágrimas, en tumemoriatansoloquedaunafrase,pero¡quéfrase!:«Fuialfrentesiendotanpequeñaquedurantelaguerracrecíunpoco».Eslafrasequeanotoenmilibreta,aunqueenlagrabadorahayadecenasdemetrosdecinta.Cuatroocincocasetes...¿Quétengoamifavor?Amifavortengoelhechodequeestamosacostumbradosavivirjuntos.

Encomún.Somosgentedeconcilio.Locompartimostodo:lafelicidad,laslágrimas.Sabemossufrirycontarnuestrossufrimientos.Elsufrimientojustificanuestravida,duraytorpe.Paranosotros,eldoloresunarte.Hedereconocerquelasmujeresseenfrentanaestecaminoconvalor.

¿Cómomereciben?Mellaman«niña»,«hija»,«nena»,supongoquesihubierasidodesugeneraciónsecomportarían

diferente. Con tranquilidad y equitativamente. Sin la alegría y admiración que acompañan elencuentrodevejezyjuventud.Esundetallemuyimportante:losquerecuerdanentonceseranjóvenesyahorasonviejos.Recuerdantrasunavidaentera,despuésdecuarentaaños.Meabrensumundoconcautela,comodisculpándose:«Acabadalaguerramecaséenseguida.Meocultétraslasombrademimarido.Enlasombradelocotidiano,delospañales.Mimamámepedía:“¡Nohables!Noconfieses”.

Había cumplido mi deber ante la Patria, pero me entristece haber estado allí. El hecho de haberconocidoaquello...Túerestanjoven.Lamentotenerquecontártelo...».Lastengodelante,yamuchasdeellaslasveoescuchandosualma.Escuchanelsonidodesualma.Loverificanconpalabras.Conlosaños,elserhumanocomprendequelavidasehaquedadoatrásyquehallegadoelmomentoderesignarse y de prepararse paramarchar. Es una pena desaparecer sinmás. De cualquiermanera.Sobre lamarcha.Almirar atrás, uno siente el deseo de no solo contar lo suyo, sino de llegar almisteriodelavida.Deresponderalapregunta:¿paraquéhasidotodoesto?Observarelmundoconunamiradaunpocodedespedida,unpocotriste...Casidesdeotrolado...Yanonecesitaengañarniengañarse.Ycomprendequelavisióndelserhumanoesimposiblesinlanocióndelamuerte.Queelmisteriodelamuerteestáporencimadetodo.Laguerraesunavivenciademasiadoíntima.Eigualdeinfinitaquelavidahumana...Enunaocasión,unamujerquehabíasidopilotodeaviaciónmenególaentrevista.Porteléfonome

explicó:«Nopuedo...Noquierorecordar.Pasétresañosenlaguerra...Yduranteesostresañosnomesentímujer.Miorganismoquedómuerto.Notuvemenstruaciones,casinosentía losdeseosdeunamujer.Yoeraguapa...Cuandomimaridomepropusomatrimonio...FueenBerlín,al ladodelReichstag... Me dijo: “La guerra se ha acabado. Estamos vivos. Hemos tenido suerte. Cásateconmigo”.Sentíganasdellorar.Degritar.¡Dedarleunabofetada!¿Matrimonio?¿Enesemomento?¿Enmediodetodoaquellomehabladematrimonio?Entreelhollínnegroylosladrillosquemados...Mírame... ¡Mira cómo estoy! Primero, haz que me sienta como una mujer: regálame flores,cortéjame,dimepalabrasbonitas.¡Lonecesito!¡Loestoyesperandotanto!...Porpocolepego.Quisepegarle...Teníaquemadurasenunade lasmejillas,estabamorada,vique loentendió todo,que laslágrimas chorreaban por esasmejillas. Por las cicatrices recientes...Y sin darme cuenta de que loestabahaciendo,yoyaledecía:“Sí,mecasarécontigo”.»Perdóname...Nopuedo...».Lacomprendí.Aunqueparamíestotambiénesunapágina,ounamediapágina,delfuturolibro.Textos.Textos.Lostextosestánentodaspartes.Enlosapartamentosdelaciudad,enlascasasdel

campo,enlacalle,eneltren...Estoyescuchando...Cadavezmeconviertomásenunagranoreja,bienabierta,queescuchaaotrapersona.«Leo»lavoz.

Elserhumanoesmásgrandequelaguerra...Lamemoria retiene solo aquellos instantes supremos.Cuando el hombre esmotivado por algo

másgrandequelaHistoria.Hedeampliarmivisión:escribirlaverdadsobrelavidaylamuerteengeneral,no limitarmea laverdadsobre laguerra.Partirde lapreguntadeDostoievski:¿cuántodehumanohayenunserhumanoycómoprotegeralserhumanoquehaydentrodeti?Indudablementeelmales tentador.Yesmáshábilqueelbien.Esatractivo.Merehundoenel infinitomundode laguerra,lodemáshapalidecido,parecemástrivial.Unmundograndiosoyrapaz.Empiezoaentenderlasoledaddelserhumanoquevuelvedeallí.Escomoregresardeotroplanetaodeotrouniverso.Elque regresa posee un conocimiento que los demás no tienen y que solo es posible conseguir allí,cercadelamuerte.Siintentaexplicaralgoconpalabras,lasensaciónescatastrófica.Pierdeeldondelapalabra.Quierecontar,ylosdemásquierenentender,perosesienteimpotente.Siempre se encuentra en un espacio diferente. Rodeado de un mundo invisible. Como mínimo

somos tres los que participamos en la conversación: el que habla, la persona tal como fue en elpasadonarradoyyo.Miobjetivoesconseguirlaverdaddeaquellosaños.Deaquellosdías.Sinquela falsedadde los sentimientos laenturbie. Inmediatamentedespuésde laguerra, lapersonacuentaunaguerradeterminada,peropasadasunasdécadasesevidentequetodocambia,porquelavidadelnarradorsecuelaentresusrecuerdos.Todosuser.Loquehavividoenesosaños,loquehaleído,lo

quehavisto,alosquehaconocido.Yhastasufelicidadosudesgracia.¿Conversamosasolasohayalguienmás? ¿La familia? ¿Los amigos? ¿Qué amigos? Los amigos del frente son una cosa; losdemás,otra.Losdocumentossonseresvivos,cambian,setambaleanjuntoanosotros,sonunafuentede laque siempre sepuedeextraer algomás.Algonuevoynecesario justoahora.Enesteprecisoinstante.¿Quéestamosbuscando?Nobuscamoslashazañasylosactosheroicos,sinolosencilloyhumano,loquesentimosmáscercano.Pordeciralgo,¿quéesloquemásmegustaríasabersobrelaGreciaantigua?¿YdelahistoriadeEsparta?Megustaríaleerdequéhablabalagenteensuscasas.Cómosemarchabanalaguerra.Quépalabrasdecíanelúltimodíaylaúltimanocheasusamados.Cómosedespedíaalosguerreros.Cómoesperabanquevolvierandelaguerra...Noaloshéroesyaloscomandantes,sinoalosjóvenessencillos...LaHistoriaatravésdelasvocesdetestigoshumildesyparticipantessencillos,anónimos.Sí,esoes

lo que me interesa, lo que quisiera transformar en literatura. Pero los narradores no solo sontestigos; son actoresy creadores, y, enúltimo lugar, testigos.Es imposible afrontar la realidaddelleno,caraacara.Entrelarealidadynosotrosestánnuestrossentimientos.Medoycuentadequetratoconversiones,dequecadaunomeofrecelasuya.Decómosemezclanyentrecruzannaceelreflejode un tiempo y de las personas que lo habitan. De mi libro no me gustaría que dijeran: «Suspersonajessonreales,yesoestodo».Quenoesmásquehistoria.Simplementehistoria.Noescribo sobre laguerra, sino sobreel serhumanoen laguerra.Noescribo lahistoriade la

guerra, sino la historia de los sentimientos. Soy historiadora del alma. Por un lado, estudio a lapersona concreta que ha vivido en una época concreta y ha participado en unos acontecimientosconcretos;porotro lado,quierodiscernirenesapersonaalserhumanoeterno.Lavibraciónde laeternidad.Loqueenélhaydeinmutable.Medicen:«Bueno, los recuerdosno sonhistoriay tampoco son literatura».Simplemente son la

vida, llenadepolvoysinelretoquelimpiadordelamanodelartista.Unaconversacióncualquieraestá repletademateriaprima.Son los ladrillos,queestánpor todaspartes.Pero ¡los ladrillosyeltemplosoncosasdistintas!Yoloveodiferente...Esjustoahí,enlacalidezdelavozhumana,enelvivoreflejodelpasado,dondeseocultanlaalegríaoriginalylainvencibletragediadelaexistencia.Su caos y su pasión. Su carácter único e inescrutable. En su estado puro, anterior a cualquiertratamiento.Losoriginales.Construyolostemplosdenuestrossentimientos...Denuestrosdeseos,delosdesengaños.Sueños.

Detodoloquehaexistidoperopuedeescabullirse.

Una vez más... Me interesa no solamente la realidad que nos rodea, sino también la que está ennuestro interior.Loquemásme interesanoes el sucesoen sí, sino el sucesode los sentimientos.Digamos,elalmadelossucesos.Paramí,lossentimientossonlarealidad.¿Ylahistoria?Estáallí,fuera.Entrelamultitud.Creoqueencadaunodenosotroshayunpedacito

dehistoria.Unoposeemediapágina;otro,dosotres.Juntosescribimosellibrodeltiempo.Cadaunocuentaagritossupropiaverdad.Lapesadilladelosmatices.Esprecisooírlotodoydiluirseentodo,transformarse en todo esto. Y al mismo tiempo, no perderse. Fundir el habla de la calle y de laliteratura. La dificultad adicional es que hablamos del pasado con el lenguaje de hoy. ¿Cómo sepodrántransmitirlossentimientosdeentonces?

Esporlamañanaysuenaelteléfono:«Nonosconocemos...HevenidodeCrimea,lallamodesdelaestacióndeferrocarril.¿Estálejosdesucasa?Quierocontarlemiguerra...».¡Ostras!

Teníaplanesparairconmihijaalparque.Amontareneltiovivo.¿Cómoleexplicoaunacriaturade seis años lo que estoy haciendo? Hace poco me preguntó: «¿Qué es una guerra?». ¿Cómoresponderle?... Quiero que entre en el mundo con el corazón tierno, le explico que no se puedearrancarunaflortalcual,porlasbuenas.Quedapenaaplastaraunamoscaoquitarleunalaaunalibélula.Entonces¿cómoexplicarlelaguerraaunserpequeño?¿Cómoexplicarlelamuerte?¿Cómoresponder por qué unas personas matan a otras? Matan incluso a niños tan pequeños como ella.Nosotros,losadultos,formamosunaespeciedecomplot.¿Ylosniñosqué?Despuésdelaguerramispadres lograron explicármelo amí, pero yo ya no soy capaz de hacer lomismo conmi hija.Noencuentrolaspalabras.Cadavezlaguerranosgustamenos,noscuestamásjustificarla.Paranosotrosyaeselasesinato,nadamás.Almenosparamíloes.Noestaríamalescribirun librosobre laguerraqueprovocaranáuseas,que lograraque la sola

ideadelaguerradieraasco.Queparecieradelocos.Quehicieravomitaralosgenerales...Estalógica«demujeres»dejaatónitosamisamigos(adiferenciademisamigas).Yvuelvoaoírel

argumento«masculino»: «Túnohasparticipado enningunaguerra».Pero tal vez es lomejor: noconozcolapasióndelodio,tengounavisiónneutral.Nodemilitar,nodehombre.Enópticaexisteelconceptodeluminosidad:eslacapacidaddelobjetivodefijarmejoropeorla

imagencaptada.Encuantoalaintensidaddelossentimientos,delapercepcióndeldolor,lamemoriabélicadelasmujeresposeeuna«luminosidad»extraordinaria.Diríainclusoquelaguerrafemeninaesmásterriblequelamasculina.LoshombresseocultandetrásdelaHistoria,detrásdeloshechos;laguerralosseduceconsuacción,conelenfrentamientodelasideas,delosintereses...mientrasquelasmujeresestánaexpensasdelossentimientos.Yotracosa:aloshombresdesdequesonniñosselesdicequetalvez,demayores,tendránquedisparar.Nadielesenseñaesoalasmujeres...Ellasnocontabanconquetendríanquehaceresetrabajo...Susrecuerdossondistintos,suformaderecordares distinta. Son capaces de ver aquello que para los hombres está oculto. Repito: su guerra tieneolores,colores,tieneundetalladouniversoexistencial:«Nosdieronlosmacutosylosusamosparacosernosunasfalditas»;«Enlaoficinadereclutamiento,entréporunapuertallevandounvestidoysalíporotrallevandounpantalónyunacamisamilitar,mecortaronlatrenzaynomedejaronmásque un flequillo»; «Los alemanes acribillaron a tiros toda la aldea y después se largaron... Nosacercamosallugardesdedondelohabíanhecho:laarenaamarillabienpisoteada,sobreellahabíaunzapatodeniño...».Enmásdeunaocasiónmelohanadvertido(sobretodoescritoreshombres):«Lasmujeres inventan». Sin embargo, lo he comprobado: eso no se puede inventar. ¿Copiado de algúnlibro?Solosepuedecopiardelavida,sololavidarealtienetantafantasía.Lasmujeres,hablendeloquehablen,siempretienenpresentelamismaidea:laguerraesantetodo

un asesinato y, además, un duro trabajo. Por último, también está la vida cotidiana: cantaban, seenamoraban,secolocabanlosbigudíes...En el centro siempre está la insufrible idea de la muerte, nadie quiere morir. Y aún más

insoportable es tener quematar, porque lamujer da la vida.La regala.La llevadentro durante unlargotiempo,lacuida.Hecomprendidoqueparaunamujermataresmuchomásdifícil.

Loshombres...Permitencondesganaquelasmujeresentrenensumundo,ensuterritorio.Estuve buscando, en la planta de producción de tractores deMinsk, a unamujer que había sido

francotiradora.Unafrancotiradorafamosa.Losrotativosdelfrentelededicaronvariosartículos.SusamigasdeMoscúmedieronelnúmerodeteléfonodesucasa,peroeraunoantiguo.Elapellidoqueyoteníaapuntadoeraeldesoltera.Fuialaadministracióndelafábricadonde,segúnmisdatos,ellaestabaempleada.Ellos (eldirectorde laplantayel jefede laadministración)medijeron:«¿No lebastaconloshombres?¿Paraquéquieretodasesashistoriasdemujeres?Esasfantasíasfemeninas...».

Loshombrestemíanquelasmujerescontaranotraguerra,unaguerradistinta.Visitéaunafamilia...Losdoshabíancombatido,elmaridoylamujer.Seconocieronenelfrentey

se casaron: «Celebramos la boda en las trincheras. La víspera del combate.Me apañé un vestidoblancoconlateladeunparacaídasalemán».Éleratiradordeametralladora,ellahacíadeenlace.Elhombre,sinrodeos,envióalamujeralacocina:«¿Nospreparasalgo?».Unavezservidoseltéylosbocadillos, ella se sentó con nosotros, y elmarido enseguida la hizo volver a levantarse: «¿Y lasfresas?¿Dóndeestáeltesorodenuestroscampos?».Tuvequeinsistir,peroelmaridofinalmentelecediósusitioalamujer.Antesdeirselerecordó:«Cuéntalotalcomoteheenseñado.Sinlágrimasynaderíasdemujeres:“Yoqueríaserguapa...Llorécuandomecortaron la trenza...”».Más tarde,ensusurros, ella me confesó: «Se ha pasado toda la noche haciéndome estudiar el volumen de Lahistoriade laGranGuerraPatria.Sepreocupapormí.Yahora seguroqueestá sufriendoporquesabequeacabarérecordandoalgoquenodebo».Estomismohaocurridomásdeunavez,enmásdeunacasa.Sí,ellaslloran,mucho.Gritan.Ycuandomevoysetienenquetomarlaspastillasparaelcorazón.

Llaman a urgencias.Y, sin embargo, continúan pidiéndome: «Ven.Ven, por favor. Llevamos tantotiempocalladas.Cuarentaañosconlabocacerrada...».Soy consciente de que no deben redactarse el llanto ni los gritos, una vez redactados perderán

importancia; la versión escrita saltará al primer plano y la literatura sustituirá la vida.Así es estematerial, la temperatura de estematerial. Supera los límites.En la guerra, el ser humano está a lavista,seabremásqueencualquierotrasituación,talvezelamorseríacomparable.Sedescubrehastalomásprofundo,hasta las capas subcutáneas.Las ideaspalidecenante el rostrode laguerra,y sedestapa esa eternidad inconcebible que nadie está preparado para afrontar. Vivimos en un marcohistórico,nocósmico.Enocasionesmedevolvíaneltextoqueyolesenviabaparaqueleyeran,conunanota:«Nohables

delaspequeñeces...EscribesobrenuestraGranVictoria...».Perolas«pequeñeces»sonparamílomásimportante,sonlacalidezylaclaridaddelavida:elflequilloquedejantrascortarlatrenza,lasollasdecampaña llenasde sopaygachashumeantesquenadiecomeráporquede las cienpersonasquefueron a combate solo han regresado siete; o, por ejemplo, lo insoportable que fue para todos,despuésdelaguerra,pasarporelmercadoyverlastablasdeloscarnicerosteñidasderojo...Inclusoaquelpañorojo...«Cariño,hanpasadocuarentaaños,peroenmicasanoencontrarásnadadecolorrojo.¡Desdelaguerra,odioelrojo!»

Atenta, escucho el dolor... El dolor como prueba de la vida pasada. No existen otras pruebas,desconfío de las demás pruebas. Son demasiados los casos en que las palabras nos alejaron de laverdad.Reflexionosobreelsufrimiento,queeselgradosuperiordeinformación,elqueestáenconexión

directaconelmisterio.Elmisteriodelavida.Laliteraturarusaensutotalidadhabladeesto.Sehaescritomássobreelsufrimientoquesobreelamor.Ylashistoriasqueyoescuchotambién...

¿Quiéneseran:rusososoviéticos?No,no,eransoviéticos:losrusos,losbielorrusos,losucranianos,lostadzhik...Deverasexistióesehombresoviético.Creoqueyanohabráningunomásdesuespecie,yelloslo

saben.Inclusonosotros,sushijos,somosdistintos.Queremossercomotodoslosdemás.Parecernosalmundo,noanuestrospadres.Yyanohablemosdelosnietos...

Peroyo lesquiero.Les admiro.En susvidashuboStalin, huboGulagy tambiénhuboVictoria.Elloslosaben.Hacepocomehallegadounacarta:«Mihijamequieremucho,paraella soyunaheroína, leer su libro ledaráungrandisgusto.La

suciedad,losparásitos,lasangreinfinita:todoesoesverdad.Noloniego.Pero¿acasoelrecuerdodetodo aquello es capaz de originar los sentimientos más nobles? ¿Prepararnos para un acto devalentía?...».Lohecomprobadomuchasveces:...nuestramemorianoesuninstrumentoideal.Nosoloesaleatoriaycaprichosa,sinoqueademás

arrastralasatadurasdeltiempo....miramosalpasadodesdeelpresente,elpuntodesdeelqueobservamosnopuedeestarenmedio

delanada....yademásestánenamoradasdetodoloquelespasó,porqueparaellasnosolamenteeslaguerra,

tambiénessujuventud.Elprimeramor.

Lasescuchocuandohablan...Lasescuchocuandoestánensilencio...Paramí,tantolaspalabrascomoelsilenciosoneltexto.—Esto no es para que lo publiques, es solo para ti... Los adultos... En el tren, siempre iban

pensativos...Tristes.Recuerdounanoche,mientraslosdemásdormían,enqueunhombremehablódeStalin.Habíabebidoysearmódevalor,meconfesóquesupadrellevabadiezañosenuncampodetrabajosforzados,incomunicado.Nosesabíasiestabavivoomuerto.Elhombrepronuncióunaspalabras terribles: «Yo quiero defender a mi Patria, pero no quiero defender a ese traidor de laRevolución,aeseStalin».Yonuncahabíaoídonadasimilar...Measusté.Porsuerte,porlamañanayanoestaba.Sehabríabajadodeltren...—Tecuentounsecreto...Yoteníaunaamiga,sellamabaOksana,eradeUcrania.Fueporellapor

quiensupeporprimeravezdelatremendahambrunaenUcrania.Noseveíaniunratón,niunarana:se los habían comido todos. En su aldeamurieron lamitad de los habitantes.Murieron todos sushermanospequeñosysuspadres,ellasesalvóporquecadanocherobabaestiércoldecaballodelosestablosdelkoljós[1]yselocomía.Nadiemáspudocomérselo,exceptoella:«Siestátemplado,noteentraen laboca,pero fríoescomestible.Ymejor si estácongelado,hueleahierbas secas».Yo ledecía:«Oksana,elcamaradaStalinlucha.Aniquilaalosmalvados.Peroellossonmuchos».«No—merespondía—,erestonta.MipadreenseñabaHistoriaenlaescuelaymedecía:“UndíaelcamaradaStalinpagaráporsuscrímenes...”.»Denocheyopensaba:“¿YsiOksanaeselenemigo?¿Ysiesunaespía?¿Quéhedehacer?”.Dos

díasmás tardemurióencombate.Noquedabanadievivode su familia,nohuboadóndeenviar elaviso...»Rara vez tocan este tema y, cuando lo hacen, es con extrema cautela. Siguen paralizados por la

hipnosisdeStalin,porelmiedo,yporsufe.Nohanlogradoaúndejardeamarloquetantohabíanamado.Elvalorenlaguerrayelvalorenelpensamientosondosvaloresdiferentes.Yocreíaqueeranlomismo.

Elmanuscritollevamuchotiemposobrelamesa...Llevodosaños recibiendocartasde rechazode laseditoriales.Las revistasguardan silencio.El

veredicto siempre es el mismo: es una guerra demasiado espantosa. El horror sobra. Sobranaturalismo.NosepercibeelpapeldominanteydirigentedelPartidoComunista.Enresumen,noes

unaguerracorrecta...¿Ycómoesentonceslacorrecta?¿Conlosgeneralesyelsabiogeneralísimo?¿Sin la sangre y los parásitos? Con los héroes y los actos de valentía. Sin embargo, lo que yorecuerdodeniñaes:ibacaminandoconmiabuelaatravésdeuninmensocampo,yellamecuenta:«Enestecampo,despuésdelaguerra,durantemuchotiemponocreciónada.Losalemanessehabíanretirado ya... En este lugar hubo un combate, lucharon durante dos días... Losmuertos yacían unojunto al otro, como gavillas. Como las traviesas de una línea de ferrocarril. Los alemanes y losnuestros.Traslalluvia,suscarasquedaronllorosas.Tardamosunmesenenterrarlosatodos...».¿Acasopuedoolvidarmedeaquelcampo?No me limito a apuntar. Recojo y sigo la pista del espíritu humano allí donde el sufrimiento

transformaalhombrepequeñoenungranhombre.Dondeelserhumanocrece.Paramí,esteseryanoeselproletariadomudodelaHistoria,quedesaparecesindejarhuella.Veosualma.Entonces¿enquéconsistemiconflictoconelpoder?Ya lohedescubierto: lasgrandes ideasnecesitanhombrespequeños,nolesinteresanlosgrandeshombres.Ungranhombreesexcesivoeincómodo.Esdifícildemoldear.Yoencambiobuscoalpequeñogranhombre.Ultrajado,pisoteado,humillado,aquelquedejóatrásloscamposdeStalinylastraiciones,ysalióganador.Hizoelmilagro.LahistoriadelaguerrahasidoreemplazadaporlaHistoriadelaVictoria.Peroél,mihombre,noscontará...

DIECISIETEAÑOSMÁSTARDE2002-2004

Leomiviejodiario...Intento recordar la persona que fui al escribir el libro. Ya no existe, y no existe el país donde

vivíamosentonces.Elmismopaísquedefendíanyporelquedaban lavida,entre1941y1944.Elmundoalotroladodelaventanahacambiado:unmilenionuevo,guerrasnuevas,armasnuevasyunhombreruso(mejordicho,ruso-soviético)inesperadamentetransformado.Llegó la Perestroika deGorbachov...Mi libro se publicó enseguida, la tirada fue increíble: dos

millonesdeejemplares.Fueunaépocadesucesosextraordinarios,otravezsalimosdisparadoshaciaunadireccióndesconocida.Otravezhaciaelfuturo.Aúnnosabíamos(ohabíamosolvidado)quelarevolución es siempre una ilusión, sobre todo en nuestra historia. Pero esto ocurrirá después, enaquel entonces todos estábamos borrachos de libertad. Yo recibía decenas de cartas cada día,miscarpetas se inflaban. La gente quería hablar... Quería contarlo todo. Se volvieron más libres ysinceros. No tuve ninguna duda de que estaba condenada a seguir completando mis libros. No areescribirlos, sino a continuarlos.Has puesto un punto y almomento se convierte en unos puntossuspensivos...

Estoypensandoqueahoraharíaotraspreguntasyescucharíaotrasrespuestas.Yhabríaescritootrolibro, no uno completamente diferente, pero otro libro. Los documentos con los que trabajo sontestimoniosvivos,nosesolidificancomolaarcillaalsecarse.Noenmudecen.Semuevenanuestrolado.¿Quéesloquelespreguntaríaahora?¿Quémegustaríaañadir?Meinteresaríamucho...Estoybuscandolapalabraexacta...Elhombrebiológico,nosoloelhombrefrutodeuntiempoyunaidea.Hubieraintentadoprofundizarenlanaturalezahumana,ensuoscuridad,ensusubconsciente.Enelmisteriodelaguerra.Habría escrito sobre el día en que visité a una mujer que había luchado con el ejército de

partisanos...Unamujer corpulenta, pero todavía guapa; ellame contó cómo su grupo (ella era la

mayor, iba condos adolescentes) salióde reconocimientoypor casualidadhicieronprisioneros acuatro alemanes. Estuvieron mucho tiempo deambulando por el bosque. Un día avistaron unaemboscada. Estaba claro que yendo con los prisioneros no conseguirían abrirse camino, noescaparían,asíquetomóunadecisión:pasarlosporlasarmas.Losadolescentesnopodríanmatarlos,llevabanvarios días vagando juntos por el bosque, y si has pasado tanto tiempo conuna persona,aunqueteseaajena,yatehasacostumbradoasupresencia,setehacemáscercana,sabescómocome,cómoduerme,cómosonsusojosysusmanos.No,nihablar,loschicosnoseríancapaces.Lotuvoclaro.Esdecir, tendríaquehacerloella.Delantedemírecordócómoloshabía idomatando.Tuvoqueengañaraunosyaotros.Primerosealejóconunode losalemanesconelpretextodebuscaraguaylepegóuntiroporlaespalda.Enlanuca.Aotroselollevóarecogerleña...Mesacudiólatranquilidadconlaquelonarraba.Losquehanestadoen laguerrasiemprerecuerdanquehacenfalta tresdíasparaqueuncivilse

transformeenunmilitar.¿Porquénohacenfaltamásdetresdías?¿Oesotromito?Diríaquesí.Allíelserhumanoesmuchomásincomprensibleydesconocido.En todas lascartas leía lomismo:«No te loconté todoporqueaquellaépocaeradiferente.Nos

habíamosacostumbradoaevitarmuchascosas...»,«Noteheconfiadotodalaverdad.Hastahacepocoestabaprohibidohablardeello.Osimplementeeravergonzoso»,«Losmédicosmehancondenado:midiagnósticoesfatal...Quierocontartodalaverdad...».Hace unos días recibí esta carta: «Nuestra vida, la vida de los viejos, resulta muy dura... No

sufrimosporlaspensiones,insuficientesyhumillantes.Loquenoshiereporencimadetodoesquenosarrancarondeungranpasadoynosecharonaunpresenteinsoportablementepequeño.Yanadienosinvitaahacerponenciasenloscolegios,enlosmuseos,yanonosnecesitan.Abreselperiódicoyleesquelosnaziseranunosmagnánimos,y lossoldadosdenuestroejércitoparecencadavezmásmonstruosos».Eltiempotambiéneslapatria...Peroquieroaesasmujerescomoeranantes.Noquierosutiempo,

lasquieroaellas.

Todopuedetransformarseenlaliteratura...De todosmisapuntes, lacarpetamás interesanteesen laque incluí losepisodiosqueeliminó la

censura.Enellatambiénestánescritasmisconversacionesconelcensor.Yencontrélaspáginasquedecidíborraryomisma.Miautocensura,mipropioveto.Ymisexplicacionesdeporquélasrechazo.Variosepisodiosestánrestituidosenellibro,perolaspáginasquevienenacontinuaciónlasquieropublicarporseparado:sonundocumentoensímismas.Formanpartedemicamino.

DELOQUEHARECORTADOLACENSURA

«Medespiertoporlanoche...Oigoalgo,comosialguienllorara...Estoyenlaguerra...»Estábamosbatiéndonosenretirada...PasadalaciudaddeSmolensk,unamujermediosuvestidoy

pude cambiarme de ropa. Yo caminaba sola... entre los hombres. Antes de eso iba vestida con unpantalónyderepentetuvequecambiarloporunvestidoligero.Deprontomevinoeso...Bueno,yasabes,cosasdemujeres...Mevinoantesdetiempo,porlosnervios,supongo.Porlasemociones,lasensacióndeofensa.¿Dóndeencuentraslonecesarioenesoscasos?¡Quévergüenza!Dormíamosenelbosque,debajodelosarbustos,enlaszanjas.Éramostantosqueelbosquesenosquedabapequeño.Caminábamosperdidos,desengañados,sincreerennadie...¿Dóndeestánnuestrosaviones?,¿dóndeestánnuestrostanques?Todoloquevolaba,semovía,retumbaba...Todoeraalemán.

»Yeneseestadomecogieronprisionera.Eldíaantesademásmehabíarotoambaspiernas...Teníaqueestartumbadaymeorinabaencima...Noséconquéfuerzaslogréarrastrarmedenocheporaquelbosque.Lospartisanosmeencontraronporcasualidad...»Medanpenalosqueleeránestelibro,ylosquenololeerántambién...»

«Aquella noche estaba de guardia... Entré en la sala de los heridos. Había un capitán allí... Losmédicosmehabíanavisadoalempezarmiturnodequemoriríaesamismanoche.Dequenollegaríaalamañanasiguiente...Lepregunté:“¿Cómoestás?¿Quépuedohacerporti?”.Nuncaloolvidaré...De repente sonrió, una sonrisa tan luminosa sobre su rostro extenuado: “Desabróchate la bata...Enséñame tuspechos...Hacemuchoquenoveoamiesposa...”.Meazoré,ni siquierahabíabesadonuncaanadie.Ledijealgo.Meescapéyvolvíunahoramástarde.»Habíamuerto.Ensurostrotodavíaestabaaquellasonrisa...»

«Cerca deKerch...Navegábamos en una barcaza bajo el fuego enemigo. La proa se incendió... Elfuegoavanzabapor lacubierta.Explotaronlasmuniciones... ¡Unaexplosióntanpotente!Tanfuertequelabarcazacedióporlabandaderechaycomenzóahundirse.Laorillaestabacerca,sabíamosqueestaba cerca, los soldados se lanzaron al agua. Desde la orilla comenzaron a disparar lasametralladoras.Losgritos, losgemidos, las injurias...Yoeraunabuenanadadora,quería salvaralmenosauno.Almenosaunherido...Eselagua,nolatierra:unheridomuereenseguida.Sehundeencuestióndesegundos...Oíamiladoquealguiensubíaalasuperficieyvolvíaazambullirse.Arriba,abajo.Aprovechéyleagarré...Estabafrío,resbaladizo...Penséqueestabaherido,quelaexplosiónlehabíaarrancado la ropa.Porqueyo tambiénestabadesnuda...Enpañosmenores...Laoscuridaderatotal.Noseveíanada.Alrededor:“¡Aaah!¡Eeeh!”.Yblasfemias...Aduraspenaslleguéalaorilla...Enaquelmomentoresplandecióunabengalayviquehabíasalvadoaunpezgrande,estabaherido.Eraenorme,deltamañodeunhombre.Unabeluga...Seestabamuriendo.Caíasuladoyescupítodaslaspalabrotasquesabía.Lloréderabia...Todossufrían...»

«Estábamos tratando de abrir el cerco... Nos dirigíamos hacia todas partes, y en todas partes nostopábamos con los alemanes. Lo decidimos: por la mañana entraríamos en combate. Si estamoscondenados, esmejormorir condignidad.Luchando.Había tres chicas.Denoche lo hicieron contodoslosquepudieron...Claroquenotodoserancapaces.Losnervios.Esnormal...Cadaunodeellosseestabapreparandoparamorir...»A lamañana siguiente algunos se salvaron... Pocos... Unos siete hombres de los cincuenta que

éramos.Losalemanesnossegabanconlasametralladoras...Recuerdocongratitudaaquellaschicas.Porlamañana,entrelosvivos,noencontréaninguna...Nuncalashevueltoaver...»

DELACONVERSACIÓNCONELCENSOR

—Después de leer un libro como este, nadie querrá ir a la guerra. Usted con su primitivonaturalismoestáhumillandoalasmujeres.Alamujerheroína.Ladestrona.Hacedeellaunamujercorriente.Unahembra.Ynosotroslastenemosporsantas.—Nuestroheroísmoesaséptico,noquieretomarencuentanilafisiología,nilabiología.Noes

creíble.Laguerrafueunagranpruebatantoparaelespíritucomoparalacarne.Paraelcuerpo.

—¿Dedóndehasacadoustedesasideas?Esasideasnosonnuestras.Nosonsoviéticas.Seburladelosqueyacenenlasfosascomunes.HaleídodemasiadoslibrosdeRemarque...[2]Aquíestascosasnopasan...Lamujersoviéticanoesunanimal...

«Alguiennoshabíadelatado...Alguienleshabíadichoalosalemanesdóndeestabaelcampamentodeloscombatientes.Rodearonelbosqueycerrarontodoslosaccesos.Nosotrosestábamosescondidosen lo más profundo del bosque. Nos salvaban los pantanos, los del destacamento punitivo no semetían allí. El cenagal. Se tragaba la técnica y a los hombres. Durante días, durante semanas,estuvimosdepieconelaguallegándonoshastaelcuello.Connosotroshabíaunaoperadoraderadioquehabíadadoaluzhacíapoco.Unbebédeunaño...Pedíapecho...Perolamadreteníahambre,nohabía leche, el niño lloraba.Los soldados estaban cerca... Llevaban a los perros... Si los perros leoían,moriríamostodos.Todoelgrupo,unastreintapersonas...¿Loentiende?»Elcomandantetomóladecisión...»Nadieseatrevíaatransmitirlaordenalamadre,peroellalocomprendió.Sumergióelbultocon

elniñoenelaguay lo tuvoallíun largorato...Elniñodejóde llorar...Elsilencio...Nopodíamoslevantarlavista.Nimiraralamadre,niintercambiarmiradas...»

«Cogíamosalosprisionerosylosconducíamosaldestacamento...Nolosfusilaban,eraunamuertedemasiadofácil, losapuñalábamosconlasbayonetas,comosifuesencerdos.Losdespedazábamos.Yo iba a verlo... ¡Esperaba! Esperaba el momento en que los ojos les reventaban de dolor... Laspupilas...»¡¿Quésabráusted?!Ellosquemaronamimadreyamishermanaspequeñasenunahoguera,en

mediodelpueblo...»

«Delaguerranorecuerdonigatos,niperros.Solorecuerdoratas.Ratasgrandes...Conunosojosdecoloramarilloyazul...Lashabíaamares.Merecuperédelaheridayenelhospitalmeenviarondevueltaalaunidad.Metocóunaunidadenlastrincheras,alasafuerasdeStalingrado.Elcomandanteordenó:“Acompañadlaalachozadechicas”.Entréymesorprendiódescubrirquedentronohabíanada.Lascamasvacíashechasconramasdepinoyyaestá.Nomeavisaron...Dejémimochilaysalí.Cuandoregresémediahoramástarde,yanoencontrélamochila.Nohabíanirastrodemiscosas,nielpeine,niellápiz.Resultaquelasratasselohabíanjaladoenuninstante...»Porlamañanameenseñaronlosmordiscosenlosbrazosdelosheridosgraves...»Nienlapelículamásterroríficahevistoalgocomolasratasabandonandolaciudadantesdelos

ataques aéreos. No fue en Stalingrado... Lo vi en Viazma... Era por la mañana, y hordas de ratascorríanporlascalles,semarchabanalcampo.Olfateabanlamuerte.Eranmillares...Negras,grises...La gente observaba horrorizada el espectáculo. Justo cuando las ratas desaparecieron, comenzó elataque.Llegaronlosaviones.Delascasasysótanosnoquedaronmásquepiedrasdesmenuzadas...»

«EnlasafuerasdeStalingradohabíatantosmuertosqueloscaballosyanolostemían.Normalmenteseasustan.Uncaballonuncapisaráaunmuerto.Recogimosanuestrosmuertos,perolosalemanesestaban desperdigados por todas partes. Estaban congelados... Trozos de hielo...Yo era conductor,llevabalascajasconlasgranadasyoíacómodebajodelasruedascrujíansuscráneos...Sushuesos...Ymesentíafeliz...»

DELACONVERSACIÓNCONELCENSOR

—Sí,esciertoquelaVictorianoshacostadomucho,deberíaustedbuscarlosejemplosheroicos.Haymiles.Encambio,sededicaasacaralaluzlasuciedaddelaguerra.Laropainterior.Ensulibro,nuestraVictoriaesespantosa...¿Quépretende?—Buscolaverdad.—Parausted, laverdadestáenlavida.Enlacalle.Bajonuestrospies.Paraustedestanbaja, tan

terrenal.Puesseequivoca,laverdadesloquesoñamos.¡Escómoqueremosser!

«Avanzábamos...Entramosenlosprimerospueblosalemanes...Éramosjóvenes.Fuertes.Llevábamoscuatro años sin mujeres. En las bodegas había vino. Había comida. Capturamos a unas chicasalemanasy... violamos auna entrediezhombres...Habíapocasmujeres, la población escapabadelejércitosoviético,asíquecogíamosalasadolescentes.Alasniñas...dedoce,treceaños...Silloraban,lespegábamos,lestapábamoslabocaconalgo.Lesdolíaynosotrosnosreíamos.Ahoranoentiendocómofuicapazdehacerlo...Yoveníadeunafamiliaeducada...Perolohice...»Loúnicoquetemíamoseraquenuestraschicaslodescubrieran.Nuestrasenfermeras.Delantede

ellassentíamosvergüenza...»

«Nosestabansiguiendo...Vagábamospor losbosques,por lospantanos.Comíamoshojas,cortezasdeárboles, raíces.Éramoscinco,unoeracasiunniño, recién reclutado.Unanocheelque teníaallado me susurró: “El chico está mal, morirá de todos modos. ¿Me entiendes?...”, “¿Qué quieresdecir?”,“Unpresomelohacontado...Cuandosefugabandelatrena,sellevabansiempreaunomásjovencito...Lacarnehumanaescomestible...Asísesalvaban...”.»Notuvefuerzasparadarleunapaliza.Aldíasiguienteencontramosalospartisanos...»

«Unamañana,lospartisanossepresentaronenlaaldea.Sacarondesucasaalcaudillodelaaldeayasu hijo.Con unas varas de hierro les golpearon hasta que cayeron al suelo.Ymientras yacían entierra, los remataron.Yomiraba por la ventana. Lo vi todo...Mi hermanomayor estaba entre lospartisanos...Cuandoentróencasayquisoabrazarme, legrité: “¿¡Hermanita!? ¡No temeacerques!¡Eresunasesino!”.Ydespuésmequedémuda.Nopudehablarduranteunmes.»Mi hermano murió en combate... ¿Qué habría pasado si hubiera sobrevivido? Si hubiera

regresadoacasa...»

«Una mañana los soldados del destacamento punitivo prendieron fuego a nuestra aldea... Solo sesalvaron losqueescaparonalbosque.Huyeron sinnada, con lasmanosvacías,nocogieronniuntrozodepan.Nihuevos,nimanteca.Denoche,latíaNastia,nuestravecina,azotabaasuhijaporquelaniñanoparabadellorar.LatíaNastiaseescapóconsuscincohijos.Yulia,miamiguita,eramuydébil.Siempreestabamalita...Losotroscuatroniños,todospequeños,pedíancomida.YlatíaNastiasevolvió loca,aullaba:“Uh-uh-uh-uh...Uh-uh-uh-uh...”.UnanocheoíqueYuliasollozaba:“Mamá,nomeahogues.Noloharé...Notedirémásquetengohambre.Nolodiré...”.»AldíasiguienteyanadievioaYulia...Nuncamás...

»LatíaNastia...Volvimosalaaldeahechacenizas...Todoestabaquemado.Alpocotiempo,latíaNastiaseahorcóenelmanzanonegrodesujardín.Colgabamuy,muybajo.Losniñoslarodearonypedíancomida...»

DELACONVERSACIÓNCONELCENSOR

—¡Esto esmentira! Es una difamación contra nuestros soldados, que salvaron amedia Europa.Contra nuestros partisanos. Contra nuestro heroico pueblo. No necesitamos su pequeña historia,necesitamosunaGranHistoria.LaHistoriade laVictoria. ¡Usteddetestaanuestroshéroes!Detestanuestrasgrandesideas.LasideasdeMarxydeLenin.—Esverdad,nomegustanlasgrandesideas.Amoalhombrepequeño...

LOQUEDECIDÍNOINCLUIR

«Año 1941... Nos rodearon. Con nosotros estaba Lunin, el instructor político... Leyó ante todosnosotroseldecretoquedecíaquelossoldadossoviéticosnoseentregabanalenemigo.ElcamaradaStalinhabíadichoqueentrenosotrosnoexistíanlosprisioneros,sololostraidores.Losmuchachossacaronlaspistolas...Entonceselinstructorpolíticodijo:“Nolohagáis.Vivid,chicos,soisjóvenes”.Ysepegóuntiro...»

«Otrahistoria,de1943...Elejércitosoviéticoavanzaba.EntramosenBielorrusia.Recuerdoaunniño.Surgió como de debajo de la tierra, de un sótano, corría hacia nosotros y gritaba: “Matad a mimadre... ¡Matadla!Queríaaunalemán...”.Teníalosojosapuntodeestallardelmiedo.Detrásdeélcorría una vieja sucia. Iba toda de negro. Corría y se santiguaba: “No hagáis caso al crío. Estáloco...”.»

«Mellamarondelcolegio...Laantiguamaestrahabíavueltodespuésdehabersidoevacuadaporlosalemanes.Medijo:»—Quierocambiarasuhijoaotraclase.Enmiclasesolotengoalosmejoresalumnos.»—Peromihijosiempresacalasnotasmásaltas.»—Noimporta.Elniñohaconvividoconlosalemanes.»—Sí,fuerontiemposdifíciles.»—Nomerefieroaeso.Todoslosquehanvividoenterritoriosocupados...estánbajosospecha...»—¿Cómo?Noloentiendo...»—Leshablaalosdemásniñosdelosalemanes.Ytartamudea.»—Esporelmiedo.Eloficialalemánqueestuvoalojadoennuestracasalegolpeó.Nolegustó

cómoelniñolelimpiólasbotas.»—Lohadicho...Loacabadeconfesar...Hanconvividoconelenemigo...»—¿Yquiénpermitióqueeseenemigo llegaracasihastaMoscú?¿Quiénpermitióqueestuviera

aquí,juntoanosotrosyanuestroshijos?»Tuveunacrisisnerviosa...»Mepasédosdíaspensandoquelamaestramedenunciaría.Peroalfinaldecidiónocambiarami

hijodeclase.»

«De día temíamos a los alemanes y a los de la policía auxiliar; de noche, a los partisanos. Lospartisanos se llevaronamiúltimavaquita, nosquedamos solo conel gato.Lospartisanos estabanhambrientos,furiosos.Sefueronconmivaquita,yyolosperseguícorriendodetrás,comounosdiezkilómetros. Suplicaba: “Devuélvanmela. Tengo en casa a tres niños con mucha hambre”. “¡Vete,mujer!—meamenazaron—.Sino,tedispararemos.”»Loquecuestaencontrarenlaguerraaunabuenapersona...»Losprójimosluchabanentresí.Loshijosdeloskuláks[3]regresabandelexilio.Suspadreshabían

muerto y ellos habían servido a los alemanes. Buscaban venganza. Uno de ellosmató al ancianomaestrodeescuelaensupropiacasa.Eranuestrovecino.Habíadenunciadoasupadreyparticipadoenlasexpropiaciones.Erauncomunistaconvencido.»Primerolosalemanesanularonloskoljósylesdieronlastierrasalagente.DespuésdeStalin,la

gente tuvo un respiro. Pagábamos los tributos... A rajatabla... Después empezaron a quemarnos. Anosotrosyanuestrascasas.Sellevabanelganadoyquemabanalagente.»Ay,hijita, laspalabrasmeasustan.Laspalabrassonhorribles...Elbienmesalvaba,nunca lehe

deseadomalanadie.Yosiempremeheapiadadodetodos...»

«AcabélaguerraenBerlín...»RegreséamialdeacondosÓrdenesdelaGloriayvariasmedallas.Estuveencasatresdías;al

cuartodía,demadrugada,mientras todosdormían,mimadremedespertó:“Hijita, tehepreparadotuscosas.Vete...Vete...Tienesdoshermanaspequeñas.¿Quiénquerrácasarseconellas?Todossabenquehaspasadocuatroañosenelfrente,conloshombres...”.»Dejeenpazamialma.Hagacomolosdemás,escribasobremiscondecoraciones...»

«Laguerraeslaguerra.Noesningúnteatro...»Llamaron al destacamento para que nos reuniéramos en el llano y formamos un círculo. En

medioestabandosdenuestroschicos,MishaK.yKoliaM.Mishaeraunbravoexplorador,tocabaelacordeón.YnadiecantabamejorqueKolia...»Estuvieronunlargoratoleyendolasacusaciones:entalaldeaexigieronalcampesinodosbotellas

deaguardienteydenoche...violaronasusdoshijas...Entalaldea,atalcampesinolearrebataronunabrigoylamáquinadecoser,quecambiaronporalcohol...»Quedansentenciadosamuerte...Lasentenciaesdefinitivaeinapelable.»¿Voluntariosparalaejecución?Todoeldestacamentosequedócallado...¿Quién?Noabrimosla

boca...Fueelcomandantequienejecutólasentencia.»

«Yoeralatiradoradelaametralladora.Matéatantos...»Durantemucho tiempo después de la guerrame dabamiedo dar a luz. Tuve hijos cuandome

calmé.Cuandopasaronsieteaños...»Peronoheperdonadonada.Ynuncaperdonaré...Mealegrabaveralosalemanesprisioneros.Me

alegrabaquesuaspectodieselástima:calzabanpealesenvezdebotas,llevabanpañosenlacabeza...Atravesaban la aldea y pedían: “Señora, deme pan..., pan...”. Me asombraba que los campesinossalierandesuscasasylesdieranuntrozodepan,unapatata...Losniñoscorríandetrásyleslanzabanpiedras...Ylasmujereslloraban...

»Lasensaciónquetengoesquehevividodosvidas:unadehombreyotrademujer...»

«Acabadalaguerra...Lavidahumananovalíanada.Unejemplo...Volvíadeltrabajoenautobúsydeprontooíunosgritos:“¡Ladrón!¡Alladrón!Mibolso...”.Elautobússedetuvo...Alboroto,empujones.Unoficialjovenhizobajaraunchavaldelautobús,pusosubrazosobrelarodillay,¡toma!,lerompeelbrazo.Vuelveasubir...Elautobússepusoenmarcha...Nadiedefendióalchaval,nadiellamóalapolicía. No llamaron a los médicos. El oficial tenía todo el pecho cubierto de condecoracionesmilitares...Mepreparéparabajarenmiparada.Élsalióprimero,metendiólamano:“Paseusted...”.Tangalante...»Acaboderecordarlo...Enaquellaépocatodavíaéramosmilitares,vivíamossegúnlaleymarcial.

Esanoeraunaleyhumana.»

«RegresóelEjércitoRojo...»Nosdieronpermisoparaexcavarlastumbas,parabuscardóndehabíansidoenterradosnuestros

familiares fusilados. Según la tradición, frente a lamuerte hay que vestir de blanco: chal blanco,camisablanca. ¡Lo recordaré hasta el últimominutodemivida!Lagente iba con lienzosblancosbordados...Todosvestidosdeblanco...¿Dóndehabránguardadotodasesasprendas?»Cavábamos...Lagentesellevabaloquehabíanencontradoyreconocido.Unotraíaunbrazoen

una carretilla, otro conducía un carro con una cabeza dentro... Una persona aguanta poco tiempoenteradebajodelatierra,sehabíanentremezclado.Conlaarcilla,conlaarena.»Noencontréamihermana,mepareció reconocerun trocitodesuvestido,meparecióqueera

suyo...Miabuelomedijo:“Noslollevamos,asítendremosalgoparaenterrar”.Ypusimosenelataúdaqueltrocitodetela...»Recibimos el papelitoquedecíaquemipadre “hadesaparecido”.Otros cobraban algopor sus

muertos, pero amimadre la espantaron en las oficinas de la administración rural: “Austedno lecorrespondeningúnsubsidio.Alomejorsuhombreviveacuerpodereyconunafraualemana.Alomejoreselenemigodelpueblo”.»En la época de Jruschov me puse a buscar a mi padre. Cuarenta años más tarde. Recibí una

respuestacuandoGorbachov:“Nofiguraenlaslistas...”.Noobstante,uncamaradadesuregimientocontactóconmigo,asísupequemipadrehabíamuertocomounhéroe.FueenlazonadeMogilev,seabalanzóhaciauntanqueconunagranada...»Qué lástima que mi madre no vivió para saberlo. Murió con el estigma de ser la mujer del

enemigo.Deuntraidor.Hubomuchascomoella.Murieronsinsaberlaverdad.Fuiavisitarlatumbademimadreconlacarta.Selaleí...»

«Muchosdenosotroscreíamos...»Pensábamos que después de la guerra todo cambiaría. Que Stalin confiaría en su pueblo... La

guerra aún no había acabado, pero ya había trenes dirigiéndose a Magadán.[4] Trenes llenos devencedores...Arrestaronatodoslosquealgunavezhabíancaídoprisionerosdelosalemanes,alosquehabíansobrevividoasuscamposdeconcentración,alosquelosalemaneshabíanutilizadocomomanodeobra...AcualquieraquehabíavistoEuropa.Alosquepodíancontarcómovivíalagenteenotraspartes.Sinloscomunistas.Cómoeranallílascasasylascarreteras.Queallínohabíakoljós...»Despuésdelaguerra,todoscerraronelpico.Vivíanensilencioyconmiedo,igualqueantesdela

guerra...»

«DoyclasesdeHistoriaenlaescuela...Desdequetrabajo,losmanualesdeHistoriasehanreescritotresveces.Heenseñadoamisalumnoscontresmanualesdiferentes...»Pregúntennos ahora que estamos vivos. No reescriban después, cuando nos hayamos ido.

Pregunten...»Noseimaginalodifícilqueesmataraunservivo.Yoestuveenunaorganizaciónclandestina.Me

encomendaronque consiguieraunpuestode camarera en el comedorde losoficiales...Era joven,guapa... Me dieron el empleo. Tenía que echarles veneno en la sopa y después marcharme alcampamentodelospartisanos.Lacuestiónfuequemehabíaacostumbradoaellos,eranenemigos,perolosveíacadadía,medecían:“Dankeschön...Dankeschön...”.Esdifícil...Mataresdifícil...Mataresmásdifícilquemorir...»TodamividaheenseñadoHistoria...Yjamáshesabidocómocontarla.Conquépalabras...»

Vivímipropiaguerra...Recorríun largocamino juntoamispersonajes.Comoellas,pasómuchotiempohastaquepudeasumirquenuestraVictoriateníadoscaras:unaesbellaylaotraesespantosa,cubiertadecicatrices.Mirarlaesdoloroso.«Enuncombatecuerpoacuerpo,eladversariotemiraalosojoscuandolomatas.Lanzarproyectilesodisparardesdeunatrincheraesotracosa»,medecían.Escucharaunapersonaquetecuentacómomoríaocómomatabavieneaserlomismo:tienesque

mirarlaalosojos...

«Noquierorecordar...»

UnedificioviejoenunodelosarrabalesdeMinsk,unoentrelosmuchosqueseconstruyerondeprisaycorriendoalacabarlaguerra,comosolucióntemporal...Llevaañosallí,rodeadodeunaacogedoramalezadejazmín.Eneselugarcomenzómibúsqueda,quesealargaríasieteaños,unosincreíblesydolorosossieteañosenlosquedescubriríaeluniversodelaguerra,ununiversocuyarazóndeseraún no hemos descifrado del todo.Me aguardaban el dolor, el odio, la tentación. La ternura y laperplejidad...Unos años en los que trataría de comprender quédiferencia hay entre lamuerte y elasesinato,dóndeestálafronteraentrelohumanoyloinhumano.¿Cómosesienteunapersonaasolasante la absurda idea de que puedematar a otra?E, incluso, de que debematarla.Años en los quedescubriríaqueenlaguerra,apartedelamuerte,hayunsinfíndecosas,lasmismascosasquellenannuestravidacotidiana.Laguerratambiénesvida.Añosenlosquemeenfrentaríaaunainfinidaddeverdades humanas. De secretos. Reflexionaría sobre cuestiones que ni me había imaginado queexistían. Por ejemplo, ¿por qué elmal no nos sorprende? ¿Por qué nuestro consciente carece delsentimientodeasombroanteelmal?Elcaminoyloscaminos...Decenasdeviajesportodoelpaís,milesdemetrosdecintagrabados.

Quinientas entrevistas, luego las dejé de contabilizar, los rostros se borraban, solo quedaban lasvoces.Enmimemoriasuenauncoro.Esuncoroenorme,aveceslaspalabrasnosedistinguen,soloseoyeelllanto.Hedeconfesarlo:nosiemprelashetenidotodasconmigo,nosiemprehecreídoquedieralatallapararecorrerestecamino.Parallegaralfinal.Habíaminutosdeincertidumbreymiedo,quemetentabanparaqueparara,quemeapartase,peroyanopodía.Habíasidocapturadaporelmal,paraentenderloteníaquemiraralabismo.Ahorameparecequeheadquiridociertosconocimientos,perotambiénesverdadquetengomuchasmáspreguntasyaúnmefaltanrespuestas.Peroporaquelentonces,enelpuntodepartida,yonoteníaniideadetodoesto...Mecondujohastaaqueledificiounapequeñareseñapublicadaenelrotativolocal,queinformaba

dequesehabíajubiladoMaríaIvánovnaMorózova,lajefacontabledelaplantaindustrialenlaquese fabricaban las máquinas viales de Minsk. Durante la guerra, decía la noticia, había sidofrancotiradora, tenía once condecoracionesmilitares, en su cuenta como francotiradora figurabansetentaycincomuertes.Enmiconciencia,laprofesiónmilitardeaquellamujernocuadrabaconsuoficio.Niconlafotografíaprosaicadelperiódico.Contodosesosrasgostriviales.

...Unamujermenuda,conunalargatrenzadedoncellaformandounacorona,estabasentadaenunenormesillónmientrassetapabalacaraconlasmanos.—No,nihablar.¿Volverallídenuevo?Nosoycapaz... Inclusoahoraevitolaspelículassobrela

guerra.Enaquellaépocasoloeraunaniña.Soñabaycrecía,crecíaysoñaba.Ydeprontocomenzólaguerra. Verás, siento pena por ti... Sé de qué hablo... ¿Realmente quieres saberlo? Te lo preguntocomoselopreguntaríaaunahija...Porsupuesto,sesorprendió.

—¿Por qué yo? Deberías preguntarle a mi marido, le encanta recordarlo. Los nombres de loscomandantes,de losgenerales, losnúmerosde lasunidades:seacuerdade todo.Yoencambiono.Solo recuerdo lo que me ocurrió a mí. Recuerdomi guerra. En la guerra haymucha gente a tualrededor,perosiempreestássola,porqueantelamuerteelserhumanosiempreestásolo.Recuerdoesaterriblesoledad.Mepidióqueapartaraelmicrófono:—Paracontarlonecesitovertelosojos,elmicrófonomedistrae.Aunquepasadosunosminutosseolvidódelagrabadora...

MaríaIvánovnaMorózova(Ivánushkina),cabo,francotiradora:

«Seráunrelatosencillo...Elrelatodeunamuchacharusacualquiera,entonceshabíamuchas...»Enellugardondeestabamipueblonatal,Diákonovskoe,ahoraseencuentraeldistritoProletarski

deMoscú.Empezólaguerra,yotodavíanohabíacumplidolosdieciocho.Teníaunastrenzaslargas,muylargas,mellegabanhastalasrodillas...Nadiecreíaquelaguerraseríalarga,pensábamosquedeun día para otro se acabaría. Que conseguiríamos rechazar al enemigo. Yo había trabajado en elcampo,despuésasistí auncursodecontabilidadycomencéa trabajar.Laguerracontinuaba...Misamigas... Las muchachas dijeron: “Debemos ir al frente”. Se respiraba en el aire. Todas nosapuntamosaloscursillosdelaoficinadereclutamiento.Talvezalgunassololohicieronarrastradasporelgrupo,nosabríadecirlo.Nosenseñabanadispararconlaescopeta,alanzargranadas.Alprincipio,adecirverdad,medaba

miedo coger la escopeta... Era desagradable. No podía imaginarme que tendría que matar, yosimplemente quería ir al frente. En los cursillos éramos unas cuarenta personas.Cuatro chicas denuestropueblo,todasamigas;otrascincodeotropueblo...Enfin,habíavecinosdevariasaldeas.Ysoloeranchicas.Hacíatiempoquetodosloshombressehabíanalistado,losquepodían.Aveceselordenanza llegaba en plena noche, en dos horas tenían que estar preparados y se marchaban. Enocasiones,inclusoselosllevabandirectamentedesdeelcampo.»Hizounapausa.«Nosabríarecordarsialgunavezbailábamos.Siasífuera,laschicasbailabancon

laschicas,nohabíamuchachos.Lavidasedetuvoennuestrasaldeas.»Los alemanes ya estaban en las afueras deMoscú, elComitéCentral delKomsomol[5] lanzó el

llamamiento común de defender la Patria. ¡Impensable que Hitler tomara Moscú! ¡No vamos apermitírselo!Nosoloyo...Todaslaschicasmanifestaronsudeseodeiralfrente.Mipadreyaestabacombatiendo.Pensábamosqueseríamosúnicas,especiales...Fuimosa laoficinadereclutamientoyallá vimos a muchísimas otras chicas. ¡Me quedé perpleja! Mi corazón ardía. La criba fue muyestricta. En primer lugar, por supuesto, había que tener buena salud. Yo tenía miedo de que medescartasenporquedepequeñaamenudohabíaestadoenfermay,comodecíamimadre,eradehuesodébil.Poresolosdemásniñosseburlabandemí.Además,sienlafamiliadelachicaquesolicitabairalfrentenohabíaotroshijos,lapodíanrechazar,yaquenosepermitíadejaraunamadresola.¡Aydenuestrasmadres!Suslágrimasnosesecabannunca...Nosreñían,nossuplicaban...Peroenmifamiliahabíaotrosniños,teníadoshermanasydoshermanos,muchomáspequeñosqueyo,peroigualmentecontaban.Habíaundetallemás:todoslosdelkoljóssehabíanido,yanoquedabagenteparalabrarelcampo,yelalcaldedelkoljósnoquisodejarnosmarchar.Enfin,quenuestrapeticiónfuedenegada.Acudimos al Comité Regional del Komsomol, allí lo mismo: petición denegada. Entonces ladelegación de nuestro distrito fue al Comité Provincial delKomsomol. El ímpetu era grande, loscorazonesestabanenllamas.Ydenuevonosenviaronacasa.Decidimosque,yaqueestábamosenMoscú, debíamos ir al Comité Central, a la instancia más alta de todas, a hablar con el primer

secretario del Komsomol. Debíamos luchar hasta el final... ¿Quién hablaría? ¿Quién sería el másvaliente?Creíamosqueallísíqueseríamoslosúnicos,peroenrealidadlospasillosestabanrepletosdegente,nihablardeveralprimersecretario.Habíajóvenesdetodoelpaís,muchosveníandelosterritorios ocupados, soñaban con vengar lamuerte de sus seresmás cercanos. De toda laUniónSoviética...Sí...Enfin,porunmomentoinclusonosdesanimamos...»Por la tarde,sinembargo, logramosqueelsecretarionosrecibiera.Nospreguntaron:“Ybien,

¿qué haréis en el frente si ni siquiera sabéis disparar?”. Respondimos a coro que ya habíamosaprendido... “¿Dónde? ¿Cómo? ¿Y sabéis vendar heridas?” En el mismo cursillo, un médico deldistritonoshabíaenseñadoavendar.Nosmiraronyaconotrosojos,másenserio.Ademásteníamosanuestrofavorqueéramosentotalunascuarentachicas,ytodassabíamosdispararyhacercurasdeprimeros auxilios. Nos dijeron: “Idos a casa y esperad. Vuestra solicitud tendrá una resoluciónfavorable”.¡Quéfeliceséramoscuandovolvíamosacasa!Esalgoinolvidable...Sí...»Yliteralmenteendosdíasrecibimoslascitaciones...»Fuimosalaoficinadereclutamiento,entramosporunapuertaysalimosporotra:mehabíahecho

una trenzamuy bonita, salí de allí sin ella... Sin la trenza...Me cortaron el pelo al estilomilitar...Tambiéndejéallímivestido.Notuvetiempodedarleamimamánilatrenza,nielvestido.Conlomucho que ella deseaba quedarse con algo mío. Allí mismo nos vistieron de uniforme, nosentregaronlosmacutosynosmetieronenlosvagonesdemercancía,conelsuelocubiertodepaja.Perolapajaerafresca,todavíaolíaacampo.»Nosembarcamosconjúbilo.Gallardamente.Bromeamos.Recuerdoquenosreímosmucho.»¿Adónde nos dirigíamos?No lo sabíamos.Y, al fin y al cabo, no nos importaba.Deseábamos

llegaralfrente.Todosluchaban,ynosotrastambién.LlegamosalaestaciónSchélkovo,cercadeallíse encontraba la escuela femenina de francotiradoras. Resultó que estábamos destinadas allí. Aaprender.Todasnosalegramos.Yaerareal.Dispararíamos.»Empezamos a estudiar. Estudiábamos los estatutos, la guarnición, el código disciplinario, el

camuflaje, ladefensacontraarmasquímicas.Todas laschicasseesforzabanmucho.Aprendimosamontaryadesmontarelfusildefrancotiradorconlosojosvendados,acomprobarladireccióndelviento, el movimiento del objetivo, la distancia hasta el objetivo, a cavar los fosos de tiro, adeslizarnosa rastras: todoesto lo teníamosdominado.Noveíamoselmomentode iral frente.Deentrarencombate...Sí...Acabamoslosestudios,saquéexcelentesenla instruccióndecombateydeorden cerrado.Me acuerdo de que lomás difícil era despertarme con la alarma y prepararme encincominutos. Incluso pedimos las botas una o dos tallasmás grandes para irmás rápido y estarlistascuantoantes.Encincominutosteníamosquevestirnos,calzarnosyponernosenlafila.Avecesocurríaquecorríamosalafilaconlasbotaspuestasdirectamentesobreelpiedesnudo.Unachicaporpoco acabó con los pies congelados. El sargento lo vio, la amonestó y después nos enseñó aponernoslospeales.Sesituabaanuestroladoydecía:“¿Quéhayquehacer,niñas,paraconvertirosensoldados,paraquenoseáislosblancosdelosnazis?”.Niñas,niñas...Todosnosteníancariñoynopodíanevitarsentirlástima.Nosenfadábamos.¿Acasonoéramostansoldadoscomolosdemás?»Bueno,finalmentellegamosalfrente.AlazonadeOrsha...DivisióndeFusilerosnúmero72...El

comandante—lorecuerdocomosifueraayer—,elcoronelBorodkin,nosvioyseenfadó:“¡Mehanasignadounasmuñecas!¿Quéclasedeescueladebaileesesta?¡Elcuerpodeballet!Eslaguerra,nouna clase de danza. Una guerra terrible...”. Aunque después nos invitó a comer. Oímos cómo lepreguntabaasuayudante:“¿Nonosquedaningúndulceparaacompañarelté?”.Nosotras,claroestá,nosenfadamos:¿porquiénnoshabíatomado?Habíamosvenidoacombatir.Nonosestabatomandopor soldados, sino por niñas. Por la edad podría ser nuestro padre. “¿Qué haré con vosotras,queridas?¿Dequébosqueoshabránrecogido?”Eraasícomonosveía,comonosrecibió.Ynosotrasquenoscreíamosunasexperimentadasguerreras...Sí...¡Estábamosenlaguerra!

»Aldíasiguientehizoque ledemostráramoscómosabíamosdisparar,cómonoscamuflábamos.Losdisparosnossalieronbien,inclusosuperábamosalosfrancotiradores,quesehabíanretiradounpardedíasdelalíneadebatallaparahacerunentrenamiento.Sesorprendíanmuchoviéndonoshacersu trabajo. Debía de ser la primera vez que veían a mujeres francotiradoras. Luego hicimos uncamuflajesobreel terreno...Elcoronelseacercóa inspeccionarel llano,avanzóhastaunpequeñomontículo: no veía a nadie. Y de pronto “el montículo” aulló debajo de sus botas: “¡Camaradacoronel,nopuedomás,pesaustedmucho!”.¡Quérisa!Elcoronelnodabacréditodelobienquenoshabíamoscamuflado.“Retiro—dijo—mispalabras sobre lasmuñecas.”Pero igualmente se sentíamal...Tardómuchotiempoenacostumbrarseanosotras...»Por primera vez salimos “de caza”, que es como lo llaman los francotiradores.Mi pareja era

MashaKozlova.Noscamuflamosyesperamostumbadas:yoibadeobservadora,Mashadetiradora.DerepenteMashamedijo:»—¡Dispara,dispara!Mira,allí,unalemán...»Lecontesté:»—Yoobservo.¡Disparatú!»—Mientrassigamosdiscutiendoquiénhacequé—dijo—estesenosescapará.»Yoinsistí:»—Primerotenemosqueprepararelmapadetiro,anotarlospuntosdereferencia:elcobertizo,el

árbol...»—¿Vasaponertecomoenlaescuela,conlaschorradasdelpapeleo?¡Hevenidoaquíadisparar,

noaperdereltiempo!»ViqueMashaseenojabaconmigo.»—Puesentoncesdispara,¿aquéesperas?»Así íbamosdiscutiendo.Mientras tanto,eloficialalemán lesdaba instruccionesa sus soldados.

Vinouncarroylossoldadoshicieronunacadenaparacargarlasmercancías.Eloficialesperó,diouna orden y se fue. Y nosotras allí, riñendo. Me di cuenta de que había salido ya dos veces; siperdíamos otra ocasiónmás, ya no habría nada que hacer. Se nos habría escapado. Cuando lo viaparecer por tercera vez—es un instante: aparece y desaparece— decidí disparar. Lo decidí y derepentemesurgióestepensamiento:“Esunapersona;esunenemigo,peroesunserhumano”.Meempezaronatemblarlasmanos,sentíeltemblorentodomicuerpo,comounescalofrío.Unaespeciedetemor...Inclusoahora,ensueños,avecesmevieneesamismasensación...Pasardelosblancosdemaderaadispararaunservivoesdifícil.Loveíaatravésdelaluneta,loveíabien...Peroalgodentrodemíseoponía...Algomeloimpedía,nomeatrevía.Aunasí,medominé,apretéelgatillo...Élagitólasmanosycayó.Murióono,nolosé.Yamímeentraronescalofríosysentímiedo:¡¿hematadoaunapersona?!Necesitabaasimilarlo,asimilarestepensamiento.Sí...¡Enfin:erahorroroso!Esalgoquenoseolvidanunca...»Alregresar,explicamosennuestrasecciónloquemehabíaocurrido,celebramosunareunión.La

responsable de nuestra organización delKomsomol,Klava Ivanova,me intentaba convencer: “Nodebes compadecerlos, debes odiarlos”. Los fascistas habían matado a su padre. Algunas veces,cuandoentonábamosunacanción,ellanospedía:“Parad,chicas,porfavor,yacantaremosdespuésdevenceraestoscanallas”.»Noshabíacostado...Noshabíacostadoasimilarlo.Odiarymatarnoespropiodemujeres.Nolo

es...Tuvimosqueconvencernos...Obligarnosanosotrasmismas...»Pasados unos días, María Ivánovna me invitó a conocer a una amiga suya del frente, Klavdia

GrigórievnaKrójina.Volvíaescuchar...

KlavdiaGrigórievnaKrójina,sargento,francotiradora:«Laprimeravezsientesmiedo...Muchomiedo...»Nos posicionamos, yo observaba. De repente le vi: un alemán se asomó por encima de la

trinchera.Apretéelgatilloyelhombrecayó.Actoseguido,selojuro,sentítemblartodomicuerpo,oí cómomishuesos segolpeabanunoscontraotros.Lloré.Habíadisparadoa losblancosynada,peroenaquelmomentotodocambió:habíamatado.¡Yo!Habíamatadoaundesconocido.Nosabíanadadeél,perolehabíamatado.»Poco después seme pasó. Ocurrió así... Habíamos iniciado el contraataque, atravesábamos un

pequeñopueblo.FueenUcrania,creo.Alladodelacarreterahabíaunabarracaounacasa,nohabíamanera de saber qué era, la habían quemado, solo quedaban las piedras negras. Los cimientos...Muchaschicasnoquisieronacercarse;yo,encambio, sentíquemeatraía...Enaquellamasanegraencontramos huesos humanos, insignias soviéticas carbonizadas... Allí habían ardido nuestrosheridosoprisioneros.Despuésdeaquello,cuandomatabayanosentíalástima.Desdequeviaquellasinsigniasnegras...»...De laguerra regresé concanas.Teníaveintiúnañosy la cabeza todablanca.Mehirieronde

gravedad, una lesión interna, un oído me fallaba. Mi madre me recibió diciendo: “Sabía quevolverías.Rezabaportidíaynoche”.Mihermanomurióencombate.»Mamálloraba.»—Ahorayadalomismo,niñaoniño.Pero,quierasono,élnacióhombre,sudebereradefender

laPatria,perotúeresunachica.SolounacosalepedíaaDios:quenotemutilasen,mejorseríaquetemataran.Todoslosdíasibaalaestación.Arecibiralostrenes.Unavezviaunamuchacha,volvíadelaguerraconlacaraquemada...Mediounescalofrío:¿seríastú?Luegotambiénrezabaporella.»Cerca de nuestra casa —soy de la región de Cheliabinsk— se realizaban explotaciones de

yacimientos.Encuantoempezabanlasexplosiones,queporalgunarazónsiempreocurríandenoche,yosaltabadelacamayagarrabamicapote.Luegocorría,teníaqueescaparme.Mimadremecogía,meabrazaba,mesusurraba:“Despiértate,despierta.Laguerrasehaacabado.Yaestásencasa”.Suspalabrasmehacíanvolverenmí:“Soymamá.Tumamá...”.Siempremehablabamuybajo...Lasvocesfuertesmeasustaban...»Nohacefríoenlahabitación,peroKlavdiaGrigórievnasearrebujaenunapesadamantadelana:

tienefrío.Continúa:«Nuestros exploradores hicieron prisionero a un oficial alemánque estabamuy sorprendidode

queensutropahubieratantasbajasydequetodossussoldadosmurieranpordisparosenlacabeza.Casisiempreconunabalaenelmismopunto.Nodejabaderepetirqueuntiradornormalnoseríacapazdelogrartantosimpactosenlacabeza.Correcto.“Preséntenme—solicitó—aesetiradorquetantos soldados ha matado. Me llegaban reemplazos numerosos y a diario perdía hasta diezhombres.”Elcomandantedel regimiento lecontestó:“Lamentablementenopuedohacerlo:eraunachica,unafrancotiradora,perohamuerto”.EraSashaShliájova.Cayóenunduelodetiradores.Subufandarojalejugóunamalapasada.Legustabamuchoesabufanda.Unabufandarojasobrelanievesaltaa lavista,boicoteaelcamuflaje.Pueseloficialalemánsequedódepiedraaloírqueeraunachica, no sabía cómo reaccionar. Estuvo callado durantemucho rato. En el último interrogatorio,antes de que le enviaran a Moscú (¡resultó ser un pájaro gordo!), confesó: “Nunca antes habíacombatidofrenteamujeres.Soistodasguapas...PeroennuestrapropagandadicenqueenelEjércitoRojonocombatenmujeres,sinohermafroditas...”.Estenosehabíaenteradodenada.Sí...Soncosasqueunajamásolvida...»Íbamosenparejas,esagobianteestarasolasundíaentero,acabasconlavistacansada,losojoste

lagrimean,alfinallosbrazosnilosnotas,elcuerposetequedaentumecidodelatensión.Sobretodo

erapesadoenprimavera.Lanievesefundíabajoelcuerpotendidoenelsueloytepasabastodoeldíametida en un charco de agua. Estabas casi sumergida... y de pronto bajaba la temperatura y tequedabas completamente pegada a la tierra. Al despuntar el día salíamos a la avanzada yregresábamos al oscurecer. Nos pasábamos doce horas, o más, tumbadas en la nieve, o bientrepábamoshasta lacimadeunárbol,el tejadodeuncobertizoodeunacasaenruinas,yallínoscamuflábamos para que nadie descubriera dónde estábamos, desde dónde observábamos.Procurábamos encontrar una posición lomás próxima posible: setecientos, ochocientos e inclusoquinientosmetroseraladistanciaquenosseparabadelastrincherasdondeestabanlosalemanes.Demadrugadaseoíansusvoces.Ylasrisas.»Noséporquénoteníamosmiedo...Ahoranoloentiendo...»Enlacontraofensivaavanzábamosmuyrápidamente...Elavituallamientosequedórezagadoynos

debilitamos:senosterminaronlasmuniciones,losalimentos,unproyectilhizopedazoslacocinadecampaña.Llevábamos tresdíasaguantandoabasedepanseco, teníamos las lenguas tandesolladasqueapenaslaspodíamosmover.Habíanmatadoamicompañera,ibaalaavanzadaconunanovata.De pronto vimos un potrillo en la franja neutral. Era precioso, con una colamuy peluda. Estabapastandolamardetranquilo,comosiasualrededornoocurrieranada,comosinohubieraguerra.Seoíanlasvocesdelosalemanes:tambiénloestabanviendo.Nuestrossoldadoscomentaban:»—Seirá.Noestaríamalparaunasopa...»—Aestadistancia,conunaautomáticanoloalcanzarás,nihablar.»Entoncessefijaronennosotras.»—Mira,ahíestánlasfrancotiradoras.Untrabajilloparaellas...¡Venga,chicas!»Sinpensarlo,apuntéydisparé.Laspiernasdelpotrillosedoblaronycayóde lado.Mepareció

oír...A lomejornoeramásqueunaalucinación,peromeparecióque relinchóconunavozmuy,muyaguda.»Luegomedicuentadeloquehabíahechoymeasaltólapregunta:¿paraqué?“¡Eratanbonitoy

lohematado,lohematadoporunasopa!”Oísollozosdetrásdemí.Megiré,eralanovata.»—¿Quétepasa?—pregunté.»—Medapenaelpotrillo.»Visusojosllenosdelágrimas.»—Pero¡quédelicadossomos!Llevamostresdíasmuertosdehambre.Tedapenaporquetodavía

no has enterrado a nadie. Intenta hacer treinta kilómetros en un día, a pie, con los pertrechos, yencimacon labarrigavacía.Primero tenemosqueechar a los alemanes,yahabrá tiempopara lasemocionesdespués.Despuésyasentiremospena.Después...¿Entiendes?Después...»Miré a los soldados: un instante antesme habían animado,me habían aclamado.Me lo habían

pedido. Pero... Eso había sido antes... Ahora nadie me miraba, como si no existiera, cada uno seenfrascóenlosuyo.Fumaban,cavaban...Alguienafilabaalgunacosa...Yyo:aapañármelassolita.Allorar sime apetecía. ¡Amoco tendido!Ni que yo fuera una desolladora, ni queme pasara el díamatandoatrocheymochecomosinada.Deniña,yoamabaatodoslosseresvivos.Cuandoibaalcolegio,nuestravacaenfermóyladegollaron.Llorédosdías.Sinparar.Peroenaquelmomento—¡zas!—,y lepeguéuntiroaunpotrillo indefenso.Yesoque...Endosañosera laprimeravezqueveíaaunpotrillovivo...»Por la tarde trajeron la cena. Los cocineros comentaron: “¡Bien hecho, tiradora!Hoy tenemos

carneen laolla”.Nosdejaronlasmarmitasysefueron.Ylaschicasallí,sentadas, lacomidani latocaron.Comprendídequésetrataba,rompíallorarysalícorriendo...Laschicasseprecipitarontrasdemí,paraconsolarme.Rápidamenteagarraronlasmarmitasyvengaacomer...»Puessí,ocurriótalcual...Sí...Cosasqueunajamásolvida...»Denochecharlábamos,cómono.¿Sobrequé?Sobrelafamilia,claroestá;cadaunahablabadesu

madre,desupadreodesushermanosquecombatían.Sobreloqueharíamosdespuésdelaguerra.Decómonoscasaríamos,ydesinuestrosmaridosnosamarían.Elcomandantesereía.»—¡Ay, chiquillas!Noos faltadenada,perodespuésde laguerra losnoviosos tendránmiedo.

Convuestrapuntería,lanzaréisunplatoapuntandoalacaraydespacharéisacualquiera.»Amimaridoloconocíenlaguerra,servíamosenelmismoregimiento.Recibiódosheridas,una

lesióninterna.Estuvoenlaguerradeprincipioafin,ydespuéstodalavidafuemilitarprofesional.Conélnohacíafaltaexplicarquéeslaguerra.Noleteníaqueexplicardedóndeveníayo.Cómomeencontraba.Nosefijasialhablarlevantoeltonoono,simplementelodejapasar.Yyoleperdono.Loheaprendido.Hemoscriadoadoshijos,ambossehangraduado.Unhijoyunahija.»Otracosaquelecontaré...Melicenciaron,viajéhastaMoscú.Deallíanuestropuebloaúnfaltaba

ciertadistancia,partedelcaminoseteníaquehacerapie.Ahorahaymetro,peroenaquellaépocaporallíabundabanlasplantacionesdefrutalesmedioabandonadasylosbarrancos.Teníaquecruzarunomuygrande.Paracuandolleguéhastaallí,yaeradenoche.Estabadelantedelbarrancoynosabíaquéhacer:volveryesperarhastaeldíasiguienteoarmarmedevaloryarriesgarmeacruzarlo.Darisarecordarlo: había estado en el frente, había visto de todo: cadáveres y demás, y me rajé ante unbarranco.Inclusoahorapuedorecordareloloracadáveresmezcladoconelolora tabacobarato...Sin embargo, seguía siendo una chica. En el vagón, mientras viajaba a casa... Ya de vuelta deAlemania...Deunamochilaseescapóunratónytodaslaschicasdimosunsalto,lasqueestabanenlascamas superioresbajaronenvolandas, chillando.Connosotrasviajabauncapitánqueno se lopodíacreer:“Todasvosotrastenéismedallasyluegoosdamiedounratoncito”.»Porsuerteaparecióuncamión.Decidí:“Tratarédepararlo”.»Separó.»—VoyaDiákonovskoe—legrité.»—Yotambién.—Elconductor,unmuchachojoven,abriólapuerta.»Subídirectamentealacabina,éldejómimaletaenlacaja,ynospusimosenmarcha.Vioqueyo

ibadeuniforme,conlascondecoracionesalavista.Mepreguntó:»—¿Acuántosalemaneshasmatado?»Lerespondí:»—Asetentaycinco.»Él,riéndoseunpoco:»—Mientes,alomejornohasvistoniauno...»Entonceslereconocí.»—¿Kolia?¿Chizhov?¿Erestú?¿Recuerdascómoteanudabaelpañuelorojodepionero?»Antes de la guerra, trabajé durante una temporada como instructora de pioneros[6] en elmismo

colegiodondeañosanteshabíaestudiado.»—¿María,erestú?»—Puessí...»—¿Enserio?—Pisóelfreno.»—¡Anda,llévameacasa,noteparesamediocamino!—Estuveapuntodellorar,yéllomismo.

¡Quéencuentro!»Paramosenlapuertademicasa,élconmimaletaenlasmanoscorriendoaavisaramimadre.

Bailabaenelpatioconaquellamaleta.»—¡Rápido,lehetraídoasuhija!»Nosemeolvida...¿Acasoalgoasísepuedeolvidar?»Habíamos vuelto y teníamos que empezar de nuevo.Aprender a calzarnos los zapatos: en tres

añosenelfrentenonoshabíamosquitadolasbotas.Noshabíamosacostumbradoaloscinturones,aluniforme siempre ajustado. La ropa de civil era como si colgara por todas partes, una sensación

incómoda.Lafaldamehorrorizaba...Yelvestido...Esqueenelfrenteíbamosconpantalón,denochelo lavábamos, lo extendíamos, dormíamos encima, y por la mañana lo tenías como planchado.Bueno,nosesecabadeltodosihacíafrío,seescarchaba.¿Cómoseaprendeavestirconfalda?Eracomoandarconlaspiernasatadas.Salíasvestidadecivil,conzapatos,y,sitecruzabasconunoficial,levantabaslamanosinquererparahacerelsaludomilitar.Noshabíamosacostumbradoalaración;íbamos a la panadería, cogíamos el pan y nos íbamos sin pagar. La vendedora ya te conocía,comprendía lo que pasaba, le daba cosa pararte y recordarte que había que pagar por lo que tellevabas.Despuéstedabascuenta,teavergonzabas,volvías,pedíasdisculpas,comprabasalgomásylopagabastodo,incluidolodeotrodía.Habíaqueaprenderdenuevolascosascotidianas.Recordarlavidacotidiana.¡Lavidanormal!¿Conquiénpodíacompartirtodoaquello?Ibacorriendoahablarconlavecina...Conmimadre...»Unacosaquepienso...Escuche.¿Cuántosañosdurólaguerra?Cuatroaños.Esmuchotiempo...

No recuerdo ni pájaros, ni colores. Claro que estaban presentes, pero no los recuerdo. Sí... Esextraño,¿verdad?¿Acasolaspelículassobrelaguerrapuedenserdecolor?Allítodoesnegro.Tansololasangreesdeotrocolor,sololasangreesroja...»Hace poco, hará unos ocho años, encontramos a nuestra querida Máshenka Aljímova. El

comandante del grupo de artillería había recibido una herida y ella avanzó a rastras hacia él parasalvarle.Delanteexplotóunproyectil...Justodelantedeella...Elcomandantemurió,nolediotiempodellegarhastaél,yella...Susdospiernasquedarondestrozadas,aduraspenaslogramosvendarlas.Noscostómuchísimo.Lointentamosdeunamanera,deotra.Latransportábamosencamillahaciaelbatallón sanitario y ella pedía: “Chicas, pegadme un tiro... No quiero vivir con esto...”. Cómosuplicaba...Bueno.Laenviamosalhospitalycontinuamos,comenzólaofensiva.Mástarde,cuandonospusimosabuscarla...Sehabíaperdidosurastro.Nosabíamosnidóndeestaba,nicómo.Durantemuchosaños...Enviábamoscartasatodaspartes,nadienosdabaunarespuestaclara.Losestudiantesdelaescuelanúmero73deMoscúnosecharonunamano.Esoschicos,esaschicas...Laencontrarontreintaañosdespuésdelaguerra,enunaresidenciaparamutilados,enAltái.Muylejos.Habíapasadotodosaquellosañosentreresidenciasyhospitales,lahabíanoperadodecenasdeveces.Nisiquieraasu madre le confesó que seguía viva... Se escondió de todos... La trajimos a nuestro encuentro.Nuestras caras se bañaron en lágrimas. Después conseguimos reunirla con su madre... Se vieronpasados treinta años... Su madre por poco se volvió loca: “Qué alegría que mi corazón hayaaguantado y no haya reventado antes. ¡Qué alegría!”.Máshenka decía: “Ya nome damiedo ver anadie.Yamehehechovieja”.Sí...Enfin...Estoeslaguerra...»Recuerdounanoche,estabatumbadaenlatiendadecampaña.Nodormía.Seoíanloscañonesalo

lejos.Losnuestros respondíandecuandoencuando...Yono teníaningunasganasdemorir... Juré,había hecho un juramentomilitar, que si era preciso entregaríami vida, pero aun así sentía tantorechazo por la muerte... Sabía que incluso si volvía a casa, el alma me dolería. Ahora pienso:“Hubierasidomejorquemehubieranheridoenelbrazooen lapierna,quemedolieraelcuerpo.Porqueelalma...duelemucho”.Esqueéramosmuy jóvenes.Unasniñas.Yohastacrecídurante laguerra.Devueltaacasamimadrememidió...Habíacrecidodiezcentímetros...»Aldespedirse,untantotorpe,meabrazóconsusmanoscalientes:«Perdóname...».

«Deberíaiscrecer,niñas...Estáismuyverdesaún...»

Lasvoces...Decenasdevoces...Seabalanzaronsobremídesvelandounaverdadinsólita,yesaverdadyanocabíaenaquellafórmulasimpleybienconocidadesdelainfancia:hemosganadolaguerra.Seprodujounareacciónquímicainstantánea:laretóricaquedódiluidaenlamateriavivadelosdestinoshumanos... Resultó ser la sustancia más perecedera de todas. El destino es cuando detrás de laspalabrassiguehabiendounavozreal.¿Qué es lo que pretendo oír si ya han pasado decenas de años? ¿Cómo fue en Moscú o en

Stalingrado,unadescripciónde lasoperacionesmilitares, losnombresolvidadosde los altiplanosarrebatadosalenemigo?¿Necesitoquemenarrenlosmovimientosdelasunidadesylosfrentes,lasretiradas y ofensivas, la cantidad de convoyes volados y de incursiones de partisanos, todo ellodescritoenmilesdevolúmenes?No,buscootracosa.Loqueestoyrecopilandolodefiniríacomo«elsaberdelespíritu».Sigolaspistasdelaexistenciadelalma,hagoanotacionesdelalma...Elcaminodel alma paramí esmuchomás importante que el suceso como tal, eso no es tan importante. El«cómofue»noestáenprimerlugar,loquemeinquietaymeespantaesotracosa:¿quéleocurrióallíalserhumano?¿Quéhavistoyquéhacomprendido?Sobrelavidaylamuerteengeneral.Sobresímismo,alfinyalcabo.Escribolahistoriografíadelossentimientos...Lahistoriadelalma...Nosetrata de la historia de la guerra o del Estado, ni de la vida de los héroes, sino de la del pequeñohombre expulsado de una existencia trivial hasta las profundidades épicas de un enormeacontecimiento.LaGranHistoria.Lasmuchachasde1941...Loprimeroquequieropreguntares¿dedóndesalieron?¿Porquéeran

tantas?¿Cómoseatrevieronalevantarseenpiedeguerraenigualdadconloshombres?¿Adisparar,aponerminas,aexplotar,abombardear,endefinitiva,amatar?EnelsigloXIX,Pushkin se formuló lamismapreguntaalpublicar en la revistaSovremennik un

fragmento de lasmemorias deNadezhdaDúrova, una doncella que había servido en el cuerpo decaballería:«¿Quécausasforzaronaunaseñoritajoven,deunabuenafamilianoble,adejarsucasa,arenunciar a su género, a aceptar tareas y obligaciones que incluso asustan a los hombres, ypresentarseenlasbatallas—¡yquébatallas!—napoleónicas?¿Quélahabíamotivado?¿Lassecretaspenasamorosas?¿Elexcesodeimaginación?¿Ladevoción,naturaleindomable?¿Elamor?».Entonces¡¿qué?!Másdecienañosdespuéssurgelamismapregunta...

JURAMENTOSYPLEGARIAS

«Quierohablar...¡Hablar!¡Desahogarme!Porfinalguiennosquiereoíranosotras.Llevamostantosaños calladas, incluso en casa teníamos que tener las bocas cerradas. Décadas. El primer año, alvolverdelaguerra,hablésinparar.Nadiemeescuchaba.Alfinalmecallé...Mealegrodequehayasvenido.Mehepasadotodoeltiempoesperandoaalguien,sabíaquealguienvendría.Teníaquevenir.Entonceserajoven.Muyjoven.Quépena.¿Sabesporqué?Nofuicapazdememorizarlo...»Unos días antes de la guerra había hablado con una amiga, estábamos convencidas de que no

habría ninguna guerra. Fuimos al cine y, antes de la película, pasaron una crónica: Ribbentrop yMólotovsedabanunapretóndemanos.Semequedaronclavadaslaspalabrasdelpresentador,dijoqueAlemaniaeraelfielamigodelaUniónSoviética.»Enmenosdedosmeses,lastropasalemanasyaestabanenlasproximidadesdeMoscú...»Enmi familiaéramosochohijos, loscuatroprimeroséramosniñas,yo lamayor.Undíapapá

volviódeltrabajoylloró:“Ensudíamealegrabadehabertenidoprimerohijas.Futurasnovias.Peroahoratodaslasfamiliasenvíanaalguienalfrenteynosotrosnotenemosaquiénenviar...Yomehehecho viejo, no me aceptan, y vosotras sois niñas, los niños son todavía pequeños”. En mi casasufrieronmucho.»Cuando organizaron los cursos para personal sanitario, mi padre nos apuntó a mí y a mi

hermana.Yohabíacumplidolosquince,ella teníacatorce.Éldecía:“Es todoloquepuedoofrecerparalograrlaVictoria.Amisniñas...”.Enaquelmomentonosepensabaenotracosa.»Unañodespuésestabaenelfrente...»

NataliaIvánovnaSerguéeva,soldado,auxiliardeenfermería

«Losprimerosdías...En laciudadnohabíamásqueconfusiónabsoluta.Elcaos.Unterrorhelado.Perseguíanalosespías.Lagentedecía:“Notenemosquedejarnosprovocar”.Nadieniporunminutoaceptabaquenuestroejércitohabíasufridounacatástrofe,quelohabíanderrotadoenpocassemanas.Noshabíanenseñadoqueloscombatessiempreseríanenterrenoajeno.“Nocederemosniunpalmodenuestratierra...”Yderepentenosbatíamosenretirada...»Antesde laguerraempezóacorrerel rumordequeHitlerseestabapreparandoparaatacar la

Unión Soviética, pero las conversaciones sobre esto fueron reprimidas severamente. Por losorganismoscorrespondientes...¿Entiendeaquémerefiero?ElNKVD...[7]LaCheca...[8]Si lagenteseatrevíaaopinar,eraensusurros,ensuscasas,enlacocina.Losquevivíanenpisoscompartidos,solosepermitíanhablardeelloenlashabitaciones,conlaspuertasbiencerradas,oenuncuartodebañodespués de haber abierto el grifo. Pero cuandoStalin habló... Se dirigió a nosotros: “Hermanos yhermanas...”.Todosolvidamosnuestrosresentimientos...Mitío,elhermanodemimadre,estabaenuncampodetrabajosforzados,eraempleadodeferrocarriles,uncomunistaconvencido.Lehabíandetenidoeneltrabajo...¿Entiende?¿Quiénlohizo?ElNKVD...Arrestaronanuestroqueridotío,peroenlafamiliasabíamosqueerainocente.Losabíamos.Teníacondecoracionesmilitaresdelaguerracivil... Pero tras el discurso de Stalin,mimadre dijo: “Defenderemos nuestra Patria, y después yaaclararemoslodemás”.TodosamábamoslaPatria.»Yocorríenseguidaalaoficinadereclutamiento.Mehabíapasadolosúltimosdíasencamacon

unaamigdalitis,aúnteníaunasdécimasdefiebre.Peronopudeesperar...»

ElenaAntónovnaKúdina,soldado,conductora

«Enmifamilianohabíaniños...Éramoscincohermanas.Nosinformaron:“¡Laguerra!”.Yoteníaungranoídomusical.Soñabaconmatricularmeenelconservatorio.Decidíquemidonseríaútilenelfrente,queseríasoldadodetransmisiones.»Nos evacuaron a Stalingrado. Cuando comenzó la batalla de Stalingrado, todas nos alistamos

comovoluntarias.Todasjuntas.Todalafamilia:mimadreynosotras,lascincohermanas.Mipadreparaentoncesyacombatíaenelfrente...»

AntoninaMaksímovnaKniáseva,cabomayor,enlacesytransmisiones

«Todoscompartíamoselmismodeseo: iral frente.¿Elmiedo?Claroque lo teníamos...Perodabaigual...Fuimosalaoficinadereclutamiento,nosdijeron:“Deberíaiscrecer,niñas...Estáismuyverdesaún...”.Habíamoscumplidolosdieciséisolosdiecisiete.Alfinalmesalíconlamíaymeaceptaron.Unaamigayyoqueríamosiralaescueladefrancotiradores,peronosdijeron:“Iréisalaguardiadetráfico.Notenemostiempoparaentrenaros”.»Mimadrepasóvariosdíasenlaestacióndetrenes,esperandonuestrapartida.Cuandoyaíbamos

haciaeltren,porfinnosvio,mediounaempanada,unadocenadehuevosysedesmayó...»

TatianaEfímovnaSemiónova,sargento,guardiadetráfico

«Enuninstante,elmundohabíacambiado...Recuerdolosprimerosdías...Porlasnochesmimadreseacercabaalaventanayrezaba.YonosabíaquecreíaenDios.Mirabaelcielosinparar...»Me reclutaron,yoeramédicodeprofesión.Memotivabael sentidodeldeber.Mipadreestaba

feliz de que su hija combatiera en el frente. De que defendiera la Patria. Fue a la oficina dereclutamiento por la mañana temprano. A recoger mi certificado. Fue tan temprano con toda laintención:queríaquetodosenlaaldeavieranquesuhijaseibaalfrente...»

EfrosiniaGrigórievnaBreus,capitán,médico

«Aquelverano...Elúltimodíadepaz...Porlatardefuimosabailar.Teníamosdieciséisaños.Íbamosengrupo,primeroacompañábamosaunoacasa, luegoaotro.Aúnnonosdividíamosenparejas.Había,porejemplo,seischicosyseischicas.»Tansolodossemanasmástarde,aestosmismoschicos,estudiantesdeunaacademiadevehículos

blindados,quenoshabíanllevadoacasadespuésdebailar,lostraíancubiertosdevendajes,lisiados.¡Erahorrible! ¡Horrible!Cuandoalgunavezoía risas,no lopodíaperdonar.¿Cómopodíaalguienreírse,cómoseatrevíanaestaralegres,mientrasvivíamosestaguerra?»Prontomipadresealistóenlamiliciapopular.Encasanosquedamosmishermanospequeñosy

yo.Mishermanoshabíannacidoen1934yen1938.Ledijeamimadrequeme ibaal frente.Ellalloraba,yyotambién,aescondidas,denoche.Aunasí,meescapédecasa...Escribíamimadredesdelaunidadmilitar.Desdeallíyanohabíamaneradehacermevolveracasa...»

LiliaMijáilovnaButko,enfermeradequirófano

«Dieronlaorden:“¡Aformar!”.Nosalineamosporaltura,yoeralamáspequeña.Elcomandanteibarecorriendolafila,observaba.Seacercóamí.»—¿QuéhaceaquíestaPulgarcita?¿Porquénovuelvescontumamáhastaquecrezcasunpoco?»Yoyanoteníamadre...Mimadrehabíamuertoenunbombardeo...»Lo que más me impresionó... Para toda la vida... Pasó durante el primer año, estábamos en

retirada...Vi—nosestábamosescondiendoenlamaleza—cómodeprontonuestrosoldado,fusilenmano, se abalanzócontraun tanquealemányempezóa aporrear la carrocería con la culatade sufusil.Golpeaba, gritabay llorabahasta caerse.Hastaque los fusileros alemanes le acribillaron.El

primerañoluchábamosconfusilescontralostanquesyavionesdecazaalemanes...»

PolinaSemiónovnaNosdrachiova,instructorasanitaria

«Yolepedíaamimadre... lesuplicaba:“Nollores...”.Todavíanohabíaanochecido,peroyaestabaoscuro,yportodaspartesseoíanalaridos.Lasmadres...habíanvenidoadespedirsedesushijas.Nolloraban; no, aullaban. Mi madre parecía una estatua. Aguantaba, temía hacerme llorar a mí. Yosiemprehabíasidounaniñademamá,encasamemimaban.Ydeprontoahíestaba,conelpelocortocomosifueraunmuchacho,solomehabíandejadoelflequillo.Ellaymipadremehabíanprohibidoir al frente, peroyo lo únicoquedeseaba era estar allí, en el frente. ¡Combatir!Esos carteles queahoracuelganenlosmuseos:“¡LamadrePatriatellama!”,“¿Quévasahacerporelfrente?”,amí,porejemplo,me influíanmucho. ¡Y lascanciones!“Levántate,granpaís...Levántatepara lamortalbatalla...”»Duranteelviaje,nosimpactóverquelosmuertosyacíandirectamentesobrelosandenes.Yase

veíalaguerra...Peronuestrajuventudexigíalosuyo:nosotrascantábamos.Cancionesalegres.Unascoplillas.»Haciaelfinaldelaguerra,todamifamiliaestabaenlabatalla.Mipadre,mimadre,mihermana...

Todosentraronatrabajarenlosferrocarriles.Ibanavanzandojustopordetrásdelfrenteyreparabanlasvías.TodosenlafamiliarecibimosunaMedalladelaVictoria:mipadre,mimadre,mihermana,yo...»

EvgeniaSerguéievnaSaptrónova,sargentodeGuardia,mecánicadeaviación

«Antesdelaguerra,yoyatrabajabaenelejército,eraoperadoradeteléfonos...Nuestraunidadestabaubicada en la ciudad de Borísov, allí la guerra llegó en cuestión de semanas. El jefe decomunicacionesnosordenócolocarnosenfila.Noservíamos,noéramossoldados,sinotrabajadorasasalariadas.»Nosdijo:»—Haempezadounacruelguerra.Paravosotras, lasmuchachas,serámuydifícil.Demomento,

lasquequieran,puedenvolverasuscasas.Lasquedeseenquedarseenelejército,quedenunpasoadelante...»Todas las chicas, como si fuéramos una sola, dimos un paso al frente. Éramos veinte. Todas

estábamosdispuestas adefendernuestraPatria.Antesde laguerranomegustabannada los librosbélicos,preferíaleersobreelamor.¿Cómoseexplicaeso?»Nos pasábamos días enteros delante de los aparatos. Los soldados nos traían unas marmitas,

comíamos algo, echábamos una cabezadita allí mismo, junto a las máquinas, y nos volvíamos aponer los auriculares. No teníamos tiempo para lavarnos el pelo, les pedí: “Chicas, cortadme lastrenzas...”.»

GalinaDmítrievnaZapólskaia,operadoradeteléfonos

«Íbamosunayotravezalaoficinadereclutamiento...»En una ocasión, ya no recuerdo cuántas veces fuimos, el comisario militar casi nos echó a

patadas: “Sipor lomenos tuvieraisunaprofesión.Si fuerais enfermerasoconductoras...Vosotras,

¿quésabéishacer?¿Quéharéisenelfrente?”.Noloentendíamos.Nisiquierasenoshabíaocurridopreguntarnosquéharíamosunavezallí.Queríamoslucharyyaestá.Nocomprendíamosquelucharsignificabasaberhaceralgo.Algoconcreto.Supreguntanosdejóperplejas.»Entonces, junto con otras chicas, fuimos a apuntarnos a unos cursillos de enfermería. Nos

informarondequedurabanseismeses.Decidimosqueerademasiado,quenonosservía.Habíaotroscursos,detresmeses.Adecirverdad,tresmesestambiénnosparecíademasiadotiempo.Peroesoscursillosyaestabanfinalizando.Pedimosquenosdejaranpresentarnosalosexámenes.Aúnfaltabaunmesdeclases.Porlanochehacíamosprácticasenelhospital,dedíaasistíamosaclases.Entotalestudiamosunmesyalgo...»Nosdestinaronaunhospital.Fueafinalesdelmesdeagostode1941...Lasescuelas,loscentros

médicos,loscentroscívicosestabantodosrepletosdeheridos.Peroenfebrero,digamos,meescapédelhospital,deserté,esaeslapalabracorrecta.Sinpapeles,sinnada,meescapéenuntrensanitario.Dejéunanota:“Noacudiréamiturno.Mevoyalfrente”.Yyaestá...»

ElenaPávlovnaIákovleva,sargento,enfermera

«Aqueldíayoteníaunacita...Estabacomoenlasnubes...Pensabaqueesedíaélmeibaadecir:“Tequiero”,perono,vinotriste:“¡Vera,haempezadolaguerra!Nosenvíanalfrente”.Élestudiabaenunaacademiamilitar.Yo,porsupuesto,enseguidameimaginéenelpapeldeJuanadeArco.¡Enelfrenteyconunfusilenlasmanos!Juntos,losdos.Fuicorriendoalaoficinadereclutamiento,peroallí me cortaron: “Solo hacen falta médicos. Hay que estudiar seis meses”. ¡Seis meses! ¡Paravolvermeloca!Memoríadeamor...»Me convencieron de que tenía que estudiar. Acepté: estudiaría, pero no para convertirme en

enfermera... ¡Yo lo que quería era disparar! Disparar como ellos. En cierto modo, me sentíapreparadaparahacerlo.EnelcolegiosolíandarnoscharlasloshéroesdelaguerracivilrusaylosquehabíancombatidoenEspaña.Nostratabanporigualachicasychicos,nonosseparaban.Todolocontrario,desdeelcolegiooíamos:“¡Chicas,aconducirtractores!”,“¡Chicas,apilotaraviones!”.¡Yencima estaba enamorada! Nos imaginaba a los dos juntos, cayendo en una batalla. En la mismabatalla...»Yoestudiabaenlaescuelasuperiordeteatro.Soñabaconseractriz.MiídoloeraLarisaReisner.[9]

EsamujerconchaquetadecueroqueeracomisariodeEstado...Megustabaquefueseguapa...»

VeraDaníltseva,sargento,francotiradora

«Atodosmisamigos—eranmayoresqueyo—lesenviaronalfrente...Llorémuchísimo:mehabíaquedadosola,nomehabíandejadoirconellos.Medijeron:“Tútienesqueestudiar,jovencita”.»Perolosestudiosduraronpoco.Eldecanodenuestrafacultadnosdijo:»—Chicas,yaacabaréislosestudioscuandoterminelaguerra.Ahoranuestrodeberesdefenderla

Patria.»Los padrinos de la fábrica nos acompañaron hasta la estación. Era verano. Recuerdo que los

vagonesestabanadornadosconflores.Noshicieronregalos.Amímetocaronunasgalletascaseras,ricas,ricas,yunjerseymuymono.¡Conquéentusiasmobailéenelandén!»Elviajedurómuchosdías...Al llegar auna estaciónbajamosunmomento con las chicaspara

llenaruncubodeagua.Miramosanuestroalrededorynosquedamosatónitas:habíaunmontóndevagones,unodetrásdeotro,ydentronohabíamásquechicas.Cantaban.Nossaludaban,agitabanlos

pañuelosy lasgorras.Lovimosclaro:yanoquedabanhombres,habíancaídoencombate...O loshabíanhechoprisioneros.Yasoloquedábamosnosotras.»Mamámeescribióunaplegaria.Laguardéenmimedallón.Probablementemeayudó:regreséa

casa.Siemprebesabaelmedallónantesdeloscombates...»

AnnaNikoláievnaJrolóvich,enfermera

«Yofuipiloto...»Cuandoestabaestudiandoséptimocurso,anuestraciudadllegóvolandounavión.Hablodehace

mucho tiempo, en 1936, ¿se lo imagina?Entonces resultaba poco común, insólito. Por esamismaépocasurgióelllamamiento:“¡Jóvenes,avolar!”.Yo,claro,siendomiembrodelKomsomol,fuidelas primeras. Enseguida me apunté al aeroclub.[10] Mi padre se opuso categóricamente. Todos losmiembrosdemifamiliaeranmetalúrgicos,variasgeneracionesdemetalúrgicosdealtoshornos.Mipadre consideraba que una mujer podía trabajar en este sector, pero no en el de la aviación, deningunamanera.Eljefedelaeroclubseenteróymediopermisoparaquemellevaraamipadreadarunavueltaenavión.Lohice.Despegamosydesdeaqueldíanovolvióahablardel tema.Lehabíagustado.Acabéelcursodelaeroclubconunasnotasexcelentes,eraunabuenaparacaidista.Antesdelaguerrainclusotuvetiempodecasarmeydetenerunahija.»Al estallar la guerra, en el aeroclub empezaron a reorganizarse las cosas: movilizaban a los

hombres, y nosotras, las mujeres, les sustituíamos. Entrenábamos a los estudiantes. Había muchotrabajo,avecesnosalíamosdeallíenvariosdías.Mimaridofuedelosprimerosenmarcharsealfrente.Solomequedódeélunafotografía:losdosjuntos,depiealladodeunavión,conloscascosde aviador puestos... Vivíamos con mi hija, en los cuarteles. ¿Que cómo vivíamos? La dejabaencerrabaencasa,sola,conlapapillapreparada.Empezábamosavolaralascuatrodelamadrugada.Yovolvíaporlatarde,ellahabíacomidoono,perosiempreestabatodacubiertadepapilla.Yanolloraba,solomemiraba.Teníalosojosgrandes,comosupadre...»A finalesde1941 recibí el aviso:mimaridohabíamuertoenuncombatecercadeMoscú.Era

comandantedelaescuadra.Yoqueríaamihija,perolallevéacasadeunosfamiliaresysolicitéquemeenviasenalfrente...»Laúltimanoche...Lapaséderodillas,delantedesucuna...»

AntoninaGrigórievnaBóndareva,tenientedeGuardia,pilotoalmando

«Eraeldíademicumpleaños,cumplíadieciocho...Estaba tanalegre,eramigrandía.Ydeprontotodosamialrededorgritando:“¡Laguerra!”.Recuerdoveralagentellorar.Enlacalle,todoslosqueme cruzaba por el camino estaban llorando. Algunos rezaban. Era muy poco habitual... La genterezaba y se santiguaba delante de todos. Pero en el colegio nos explicaban que Dios no existía...¿Dóndeestabannuestroscarrosdecombateynuestrosaviones,tanbonitos?Enlosdesfilesmilitaressiempre los veíamos. ¡Nos sentíamos orgullos! ¿Dónde estaban nuestros comandantes? SemiónBudionni...[11] Está claro que fue un momento de confusión. Aunque, acto seguido, empezamos apensarenotracosa:¿cómoganar?»Yo estaba en segundo curso de la escuela profesional de enfermería deSverdlovsk.Enseguida

pensé:“Sihayunaguerra,tengoqueiralfrente”.Mipadreerauncomunistadetodalavida,ensustiempos había sido preso político. Desde pequeños nos había enseñado que la Patria es lo másimportante,quehayquedefender laPatria.Novaciléniun segundo:“¿Siyono lohago,quién lo

hará?”.Eramideber...»

SerafimaIvánovnaPanásenko,subteniente,técnicasanitariaadjuntadelbatallóndeinfanteríamotorizada

«Mimadre llegócorriendoa laestación...Eramuyaustera.Nuncanosbesaba,nihacíaelogios.Sihabía algo bueno que celebrar, le bastaba con unamirada tierna. Pero aquel díame agarró de lacabezaymebesaba,mebesaba.Yaquellamiradasuya...Una largamirada...Comprendíque jamásvolveríaaveramimadre.Lo intuí...Sentíganasdedejar todoaquello,dedevolver losbártuloseirmeacasa.Sentíapenaportodos...Pormiabuela...Mishermanitos...»Deprontoempezóasonarlamúsica...Ordenaron:“¡R-r-rompanfilas!¡Aembarcar!”.»Estuvemuchoratomirándolaysaludandoconlamano...»

TamaraUliánovnaLadínina,soldadodeinfantería

«Medestinaronaunregimientodetransmisiones...¡Deningunamaneraaceptaríaentrarenlastropasdetransmisiones!...Porentoncesyonosabíaqueesotambiéneracombatir.Vinoelcomandantededivisión,formamosfilas.Unachicaqueestabaconnosotras,MáshenkaSungúrova,saliódelafila:»—Camaradageneral,pidopermisoparahablar.»Éldijo:»—¡Adelante,hable,soldadoSungúrova!»—La soldadoSungúrova solicitaque la liberendel servicio en transmisionesy ladestinen allí

dondesedispara.»Verá,todascompartíamoslamismaidea.Teníamoslasensacióndequeloquenosotrashacíamos

(lastransmisiones)eramuypoco,inclusonossentíamosdespreciadas,creíamosqueelúnicolugardondehabíaqueestareraenprimeralíneadecombate.»Lasonrisaseborródelacaradelgeneral:»—¡Hijasmías!—Siustedpudieraverelestadoenelqueestábamos:sincomer,sindormir...En

pocas palabras, no nos hablaba como un superior, sino como un padre—. Creo que no entendéisvuestropapelenelfrente,vosotrassoisnuestrosojosynuestrosoídos,unejércitosintransmisionesescomounhombresinsangre.»MáshenkaSungúrovanopudoresistirse,enseguidacontestó:»—¡Camarada general! ¡La soldado Sungúrova está aquí como un clavo, lista para cumplir

cualquiertareaquenosencomiende!»Asílallamamoshastaquefinalizólaguerra:“ElClavo”.»...Enjuniode1943,envísperasdelabatalladeKursk,nosentregaronlabanderadelregimiento;

paraentoncesnuestro regimientoespecialde transmisiones,elnúmero129delQuintoEjército,yaera femenino en un ochenta por ciento. Se lo cuento para que se lo pueda imaginar... Para que loentienda...¡Loqueocurríaennuestrasalmas!Creoqueyanohabráotragenteigualacomoéramosenaquelmomento.¡Nunca!Unagenteigualdeingenuaydesincera.¡Contantafe!Cuandonuestrocomandante recibió la bandera y ordenó: “¡Regimiento, vista a la bandera!”, todos nos sentimosfelices.Ganamosconfianza,yaéramosunregimientocomolosdemás,unodevehículosblindados,ode infantería. Estábamos allí, todas llorando, bañadas en lágrimas.Nome va a creer, pero con laemoción todas las energías de mi organismo se concentraron y mi enfermedad (sufría cegueranocturna,meocurrióporladesnutrición,porlafatiga)securó.Verá,aldíasiguienteestuvebien,mecurégraciasalaconmocióndetodamialma...»

MaríaSemiónovnaKaliberda,sargentoprimero,especialidad:transmisiones

«Apenasmehiceadulta...El9dejuniode1941cumplílosdieciochoaños,mehicemayordeedad.Ydossemanasmás tardecomenzóestamalditaguerra,no:endocedías.NosenviaronaconstruirelferrocarrilGagra-Sujumi.Reunieronsoloalosjóvenes.Recuerdocómoeraelpanquecomíamos.Deharinateníapoco,conteníaotrosingredientes,peroelprincipaleraelagua.Cuandolodejábamossobrelamesa,alcabodeunratosalíaunpequeñocharco,nosotroslamíamoseselíquido.»Era1942...MepresentécomovoluntariaenelhospitaldeTránsitoyEvacuaciónnúmero3.201.

Era un hospital militar muy grande que formaba parte del Frente Transcaucásico, del Frente delCáucasodelNorteydelEjércitoCosteroespecial.Loscombateseranencarnizados,traíanamuchosheridos.Me pusieron en el reparto de comidas, era una faena de veinticuatro horas: a la hora deservireldesayunoaún íbamospor lacenadeldíaanterior.Unosmesesdespuésmehirieronen lapierna izquierda;memovía saltandoapatacoja sobre lapiernaderecha,peronoparéde trabajar.Despuésmeasignaron funciones administrativas, esto también requería estar presentedíaynoche.Vivíaeneltrabajo.»El30demayode1943...AlaunadelmediodíahubounataqueaéreoenmasasobreKrasnodar.

Salícorriendoalacalleparaversipodíaayudaraevacuaralosheridosdelaestacióndetrenes.Dosbombascayerondirectamenteenelalmacéndondeseguardabanlasmuniciones.Vicómoloscajonessalían disparados hasta una altura superior a un edificio de seis plantas y explotaban. La ondaexpansivamelanzócontraunapareddeladrillo.Perdíelconocimiento...Cuandomerecuperé,yaeradenoche.Levantélacabezaeintentécerrarelpuño:losdedossemovían.Aduraspenasabríelojoizquierdoycaminéhaciaelhospital,todacubiertadesangre.Porelpasillomeencontréconlajefadeenfermería,quenomereconoció.Mepreguntó:“¿Cómosellama?¿Dedóndeviene?”.Entoncesse acercó un poco, se estremeció yme dijo: “¿Ksenia, pero dónde te habíasmetido durante tantotiempo?Los heridos tienen hambre y tú no estás”.Mevendaron rápidamente la cabeza y el brazoizquierdopor encimadel codo, y luego fui a servir la cena.Semenublaba la vista, tenía sudoresfríos.Empecéarepartirlacomidaymedesmayé.Cuandorecobréelconocimiento,amialrededorseoía:“¡Rápido!¡Másdeprisa!”.Yasítodoelrato:“¡Deprisa!¡Rápido!”.»Unosdíasmástardedonésangreparalosheridosdegravedad.Lagentesemoría...»... Durante la guerra cambié tanto que, cuando volví a casa, mi madre no me reconoció. Me

indicarondóndevivíayllaméalapuerta.Meabrieron.»—Pase...»Entré,saludéydije:»—Permítemequepaseaquílanoche.»Mi madre estaba encendiendo la estufa, mis dos hermanitos pequeños estaban sentados en el

suelo,desnudos,nohabíanadaqueponerles.Mimadrenomereconocía,medijo:»—¿Ustedsedacuentadecómovivimos?Lesugieroquevayaabuscarotroalojamientoantesde

queanochezca.»Meacerquéunpocomás,yellaotravez:»—Señora,vayaabuscarseotroalojamiento.»Meinclinéhaciaella,laabracé,balbuceé:»—¡Mamá,mamá!»Entoncesseabalanzaronsobremí...Lloraron...»AhoravivoenCrimea...Las flores inundannuestracasa,cadadíamiropor laventanayveoel

mar,perotodomiserdesfallecededolor,mirostroyanohasidonuncaunrostrodemujer.Lloroamenudo,cadaunodemisdíasestáenvueltoenlamentos.Loslamentosdemisrecuerdos...»

KseniaSerguéievnaOsádcheva,soldado,administrativa

SOBREELOLORAMIEDOYLAMALETALLENADEBOMBONES

«Memarchabaalfrente...Hacíaundíaprecioso.Elaireeratransparente,lloviznaba.¡Muybonito!Eraporlamañana.Salídecasaymedetuve:¿acasonovolveríanuncamás?Yanoveríanuestrojardín...Nuestra calle... Mamá lloraba, me abrazaba y no me soltaba. Yo me iba, ella me alcanzaba, meabrazabaynomesoltaba...»

OlgaMitrofánovnaRuzhnítskaia,enfermera

«Morir...No teníamiedodemorir. Pormi juventud, tal vez...Lamuerte nos rodea, lamuerte estásiempreanuestro lado,peroyonopensabaenella.Nohablábamosdeella.Merodeabamuy,muycerca, pero siempre pasaba de largo.Unanoche, en la zonade nuestro regimiento, una unidaddeinfanteríaentróencombatedereconocimiento.Hacialamadrugada,launidadseretiró,ydelazonaneutranosllegabangemidos.Unheridosehabíaquedadoallí.“Novayas,tematarán.—Lossoldadostratabanderetenerme—.¿Loves?,yadespuntaeldía.”»No leshicecasoy fuiabuscarloa rastras.Encontréalherido, leatéuncinturónalbrazoy lo

arrastréduranteochohoras.Conseguítraerloconvida.Elcomandanteseenteróyenunarrebatomecastigó con cinco días de arresto. El subcomandante del regimiento reaccionó de otra manera:“Mereceunacondecoración”.»Con diecinueve añosme entregaron laMedalla al Valor. Con diecinueve seme quedó el pelo

blanco.Condiecinueveaños, en el últimocombate, unabalameatravesó ambospulmones, yotrabalamepasóentredosvértebras.Meparalizólaspiernas...Ymeconsideraronmuerta...»Condiecinueveaños...Losmismosqueacabadecumplirminieta.Lamiroynomelocreo.¡Es

unacría!»Cuandovolvíacasa,mihermanameenseñóelavisodemimuerte...Hastamehabíanenterrado...»

NadezhdaVasílievnaAnísimova,instructorasanitariaenunaunidaddeametralladoras

«Norecuerdoamimadre...Enmimemoriasoloquedanunassombrasimprecisas...Unoscontornos...Sucara, su siluetaal inclinarse sobremí.La tuvecerca.Es la impresiónquemequedó.Tenía tresaños cuandomimadremurió.Mi padre servía en elLejanoOriente, eramilitar de profesión.Meenseñóamontaracaballo.Eselrecuerdomásfuertedemiinfancia.Mipadrenoqueríaquecrecieracomounadamiselainútil.EnLeningrado,recuerdoestarallídesdeloscincoaños,vivíaconmitía.Durantelaguerraruso-japonesaellafueHermanadelaCaridad.Laqueríacomosifueramimadre...»¿Quecómoeradepequeña?Saltédesdeelsegundopisodelcolegioporunaapuesta.Megustaba

elfútbol,siempreestabajugandoconlosniñosenlaportería.AlempezarlaguerraconFinlandia,intentéescaparmealfrenteunmontóndeveces.En1941acabéelséptimocursoymematriculéenunaescuelatécnica.Mitíalloraba:“¡Laguerra!”.Yoestabacontenta:iríaalfrente,lucharía.¿Cómoibaasaberentoncesloqueeralasangre?»FormaronlaPrimeraDivisióndeGuardiadelamiliciapopular.Anosotras,unascuantaschicas,

nosadmitieronenelbatallónsanitario.»Llaméamitía:

»—Memarchoalfrente.»Desdeelotroextremodelalíneamecontestó:»—¡Vengacorriendoacasa,señorita!Elalmuerzoseestáenfriando.»Colgué.Despuéssentípenaporella,muchísimapena.Comenzóelasediodelaciudad,elhorrible

asediodeLeningrado,muriólamitaddelapoblación,ellaestuvosola.Eravieja.»Recuerdoqueunavezfuidepermiso.Antesdeiraveramitía,paséporunatienda.Antesdela

guerrameencantabanlosbombones.Dije:»—Póngamebombones,porfavor.»La vendedora me miraba como si estuviera loca. Yo no lo entendía: ¿qué era una cartilla de

racionamiento?¿Quéeraelasedio?Todalagentedelacolameestabamirando,yoibaconunfusilqueeramásgrandequeyo.Eldíaquenoslosentregaron,lomiréypensé:“¿Algúndíaseréigualdegrandequeestefusil?”.Derepentelagenteempezóadecir,todalacola:»—Delelosbombones.Cojanuestrosbonos.»Salídelatiendaconlosbombones.»Enmitaddelacalleestabanrecolectandoayudasparaelfrente.Enunaplaza,encimadelasmesas,

habíaunasenormesbandejas, lagente seacercabaydepositaba las joyas:una sortijadeoro,unospendientes...Nadieapuntabanada,nadiefirmabarecibos.Lasmujeressequitabansusalianzas...»Sonlasimágenesqueguardoenlamemoria...»Y también hubo la famosa orden de Stalin número 227: “¡Ni un paso atrás!”. ¡El fusilamiento

comocastigoporretroceder!Elfusilamientoinsitu.Obien,entregaalostribunalesyluegodirectoa los batallones penales creados a raíz de esta orden. A los que acababan allí se les llamaba“condenados a la muerte”. Y a los que lograban romper el cerco o escapar del cautiverio, losenviabanaloscamposdecontrolyfiltradodelNKVD.Losdestacamentosdebloqueoibandetrás...Disparabanalossuyos...»Sonlasimágenesqueguardoenlamemoria...»Unclaroenelbosque...La tierraestabamojadadespuésde la lluvia.Enel centro, arrodillado,

habíaunsoldadojoven.Cadadosportresselecaíanlasgafas,lasrecogíayselasvolvíaaponer.Después de la lluvia... Era un chico de Leningrado, con estudios. Le habían retirado el fusil. Nospusieron en fila. Por todas partes había charcos de agua... Nosotros... oíamos cómo él rogaba...Prometía...Suplicabaquenolefusilaran,quesumadrenoteníaanadieexceptoaél.Lloraba.Yallímismo, sin esperar nada, le pegaron un tiro en la frente. Con un revólver. Era un fusilamientoejemplar: le pasaría lomismo a cualquiera que vacilara. ¡Aunque fuera por un segundo! Por unosolo...»Aquellaordenmehizomadurardelanochealamañana.Nosehablóde...Procuramosolvidarlo...

Sí,ganamoslaguerra,pero¡aquéprecio!¡¿Aquéterribleprecio?!»Estábamos en vela varios días seguidos: habíamuchos heridos. En una ocasión, nos pasamos

todostresdíassindormir.Meenviaronconuntransportesanitarioallevaralosheridosalhospital.Despuésdeentregaralosenfermos,eltransportevolvíavacíoypudedormir.Regreséfrescacomounarosa,loscompañerosencambiosecaíandecansancio.»Mecrucéconelcomisariopolítico:»—Camaradacomisario,estoyavergonzada.»—¿Quétepasa?»—Hedormido.»—¿Dónde?»Lecontéquehabíaacompañadoalosheridos,quehabíapasadoelcaminodevueltadurmiendo.»—¿Y qué? ¡Bien hecho! Al menos tendremos a una persona despejada, los demás apenas se

aguantandepie.

»Perosentíaremordimientos.Convivimosconlavozdelaconcienciadurantetodalaguerra.»Enelbatallónsanitariometratabanbien,peroyoqueríasersoldadodereconocimiento.Dijeque

sinomedejabaniralaprimeralíneadecombate,meescaparía.EstabanapuntodeexpulsarmedelKomsomolpordesobedienciaalreglamentodecombate.Sinembargo,mefugué...»LaprimeraMedallaalValor...»Comenzó el combate. El fuego era muy intenso. Los soldados se agazaparon. Sonó el

llamamiento: “¡Adelante! ¡Por la Patria!”, pero no se movieron. Ordenaron de nuevo, nadiereaccionó.Mequité el gorro para que lo vieran: se había levantadouna chica...Entonces todos selevantaronyentramosencombate...»Meentregaronlamedallayesemismodíallevamosacabootraoperaciónmilitar.Aqueldíapor

primeraveztuve...Bueno...Loquetenemoslasmujeres...Vilasangreylancéungrito:»—Mehandado...»Connosotrosestabauntécnicosanitario,unhombremuymayor.Enseguidasemeacercó.»—¿Dóndetehandado?»—Nolosé...Peroestoysangrando...»Meloexplicócomosifueramipadre...»Despuésdelaguerra,mepaséquinceañosmássaliendodereconocimiento.Cadanoche.Enmis

sueñosme fallaba el fusil automático, o biennos rodeaban.Medespertaba rechinando los dientes.Tratabadesituarme:“¿Dóndeestoy?¿Allíoaquí?”.»Alacabarlaguerra,teníatresdeseos:primero,dejarédearrastrarmeporelsuelo,iréentrolebús;

segundo,mecompraréunabarradepanblancoyme la comeré entera; tercero, dormiréhastanopodermásenunacamaconsábanasblancas.Lassábanasblancas...»

AlbinaAleksándrovnaGantimúrova,sargentoprimero,tropasdereconocimiento

«Estaba embarazada del segundo...Mi hijo tenía dos años, yo estaba encinta.Estalló la guerra.Mimarido combatía en el frente.Me fui al pueblo donde vivíanmis padres e hice...Yame entiende...Aborté...Enaquellaépocaestabaprohibido...¿Cómopodíadaraluz?Alrededorhabíatantodolor...¡Laguerra!¿Cómosepuededaraluzsiterodealamuerte?»Hiceuncursillodecriptografía,meenviaronalfrente.Deseabalavenganzaporlahijaquenunca

tuve.Aminiña...»Pedíeltrasladoaprimeralínea.MedejaronenelEstadoMayor...»

LiubovArkádievnaChárnaia,cabomayor,criptógrafa

«Abandonábamoslaciudad...Todos...El28dejuniode1941,almediodía,nosotros,losestudiantesde laUniversidaddePedagogíadeSmolensk,nos reunimosenelpatiodel tallerde imprenta.Lospreparativosfueronrápidos.SalimosdelaciudadporlaviejacarreteradeSmolenskhaciaKrásnoe.Avanzábamosconcautela,engruposreducidos.Yaentradalatarde,elcalordisminuyó,empezamosacaminarmásdeprisa,sinmiraratrás.Miraratrásnosdabamiedo...Hicimosunaltoysoloentoncesmiramos al este. El resplandor rojo se extendía a lo largo del horizonte, a una distancia de unoscuarentakilómetros,parecíaqueocupabatodoelcielo.Estabaclaroquenose tratabadediezodeciencasasenllamas,estabaardiendolaciudadentera...»Yoteníaunvestidonuevo,eravaporoso,convolantes.LegustabamuchísimoamiamigaVera.Se

lohabíaprobadovariasveces.Prometíregalárseloparasuboda.Estuvoapuntodecasarse.Sunovio

eramuymajo.»Ydeprontoempezólaguerra.Nosmarchábamosacavartrincheras.Entregamosnuestrascosas

al administrador de la residencia. “¿Y el vestido?” “Quédatelo, Vera”, le dije cuando dejamos laciudad.»No quiso. “Ya me lo regalarás cuando me case, tal y como me prometiste”, dijo. En aquel

resplandorrojoardíamivestido.»Luegocaminábamosmirandotodoelratohaciaatrás.Eracomosinosardieranlasespaldas.No

paramosentodalanoche,porlamañanaempezamosatrabajar.Acavarlaszanjasantitanque:sietemetros, una pared vertical, tres metros y medio de profundidad. Cavaba y sentía que la pala mequemabalasmanos,veíalaarenadecolorrojo.Nologrababorrardemimentelaimagendenuestracasa,rodeadadeflores,delilas...Lilasblancas...»Dormimosenunastiendaslevantadassobreunpradoentredosríos.Hacíacaloryhabíamucha

humedad.Losmosquitosnosacribillaban.Antesdeacostarnos losechamosde las tiendas,perodemadrugadaestabanallídenuevo,nihablardedormirtranquila.»Deallímellevaronalhospital.Nosacomodaronenelsuelo,muchoshabíamoscaídoenfermos.

Tenía fiebre.Yescalofríos.Estaba tumbaday lloraba.Seabrió lapuerta, ladoctoraavisódesdeelumbral (no se podía entrar, los colchones cubrían todo el suelo): “Ivanova, hay plasmodio en lasangre”.Sereferíaamí.Ellanosabíaque,desdequeensextocursohabíaleídosobreelplasmodio,eraloquemástemíadelmundo.Enesemomento,porelaltavozsonólacanción:“Levántate,granpaís”.Eralaprimeravezquelaoía.“Mecuraré—pensé—ymeiréalfrente.”»Me llevaron a Kozlovka, cerca de Roslavl. Me dejaron en un peldaño, estuve allí, sentada,

aguantandocontodasmisfuerzasparanocaerme.Oí:»—¿Esta?»—Sí—dijoelenfermero.»—Acompáñenlaalcomedor.Quecomaprimero.»Porfinmeacostéenunacama.Noseimaginalasensación:tumbadanoenelsueloalladodeuna

hoguera, ni envuelta en una capa bajo un árbol, sino en un hospital, calentita, en una cama consábanas. Dormí siete días seguidos. Luego las enfermerasme contaron queme despertaban ymedabandecomer,yonolorecuerdo.Cuandomedespertésietedíasdespués,vinoelmédico,merevisóyafirmó:»—Suorganismoesfuerte,saldráadelante.»Ymedormíotravez.»...Denuevoenelfrente,miunidadenseguidafuerodeadayaislada.Laracióndiariadealimentos

eradedosgalletas.Nohabíatiempoparaenterraraloscaídos,simplementelesechábamosencimaunacapadearena.Cubríamossusrostrosconelgorro...“Sisobrevivimos—dijoelcomandante—,teenviaréalaretaguardia.Pensabaqueunamujernoaguantaríaaquínidosdías.Consoloimaginarmeami mujer...” Lloré de lo enojada que me sentí, para mí estar en la retaguardia era peor que lamuerte.Mimenteymiespírituresistían,peromicuerponodabalatalla.Lasobrecarga...Recuerdocómoarrastrábamoslosproyectiles,loscañones,sobretodoenUcrania:latierraesmuypesadaenprimavera,despuésdelalluvia,sevolvíacomolamasadelpan.Cavarunafosacomúnyenterraraloscompañerosdespuésde tresdíassindormir... Inclusoesoeradifícil.Dejamosde llorarporqueparallorarhacenfaltafuerzas.Loúnicoquequeríamoseradormir.Dormirydormir.»Cuandoestabadeguardia,yocaminabasinpararyrecitabaversos.Otraschicascantabanparano

caersedormidas...»

ValentinaPávlovnaMaksimchuk,servidoradeunapiezaantiaérea

«TransportábamosalosheridosfueradelaciudaddeMinsk...Yoibaconunoszapatosdetacónalto,mi alturame daba vergüenza. Seme rompió un tacón y de repente alguien gritó: “¡Soldados! ¡Eldesembarco!”.Corrídescalza,conloszapatosenlamano,dabapenatirarlos,eranmuybonitos.»Cuandonosrodearonycomprendimosquenosaldríamosdeesa,Dasha,laenfermera,yyonos

levantamosysalimosdelazanja,yanoqueríamosocultarnosmás:preferíamosmorirdeunbalazoquecaerprisioneras,sufrirlahumillación.Inclusolosheridos,losquetodavíaerancapaces,tambiénseponíandepie...»Al ver al primer soldado alemán me quedé sin habla. Allí estaban ellos, jóvenes, alegres,

sonrientes.Y pasaran por donde pasaran, nadamás ver un pozo o una fuente se ponían a lavarse.Siempre se remangaban las camisas. Y se lavaban... A su alrededor había sangre, gritos, y elloslavándose...Cuántolosodiaba...Volvíamicasa,mecambiéderopadosvecesseguidas.Tododentrodemíprotestabacontrasupresencia.Nolograbadormir.Mivecina,Klava,encuantolosviopisarnuestra tierra, se quedó tullida. Los tenía en su propia casa... Se murió pronto porque no podíaaguantarlo...»

MaríaVasílievnaZhloba,integrantedeunaorganizaciónclandestina

«Los alemanes entraron en nuestra aldea... Iban enmotocicletas, grandes y negras...Me los quedémirando: eran jóvenesy alegres.Se reían sinparar. ¡Acarcajadas!Amí semeparabael corazón:estabanocupandonuestratierrayencimasereían.»Miúnicosueñoeravengarme.Meimaginabamuriendoheroicamenteyquedespuésalguienme

dedicabaunlibro.Queminombreperdurabaenelrecuerdo...»En1943tuveamihija...Mimaridoyyoyanoshabíamosidoalbosque,conlospartisanos.Dia

luzenunpantano,sobreunmontóndepaja.Secaba lospañalesconelcalordemicuerpo,me loscolocabaenlossenos,sesecabanunpoco,secalentaban,yvolvíaaponérselos.Anuestroalrededortodoardía,quemabanlasaldeas,lascasasconlagente.Oencerrabanalagentedentrodeunaescuela,de una iglesia... Echaban queroseno... Mi sobrina de cinco años, ella escuchaba nuestrasconversaciones,mepreguntó:“Tía,¿quéquedarádemícuandomequemen?Sololasbotas...”.Eraloquenospreguntabannuestroshijos...»Yomisma recogía los restos quemados... Recogí a la familia demi amiga... La gente buscaba

huesos,pedacitosderopa,loquefuera,tratábamosdereconocerdequiéneran.Cadaunobuscabaalossuyos.Yoencontréuntrozoderopa,miamigadijo:“Eslablusademimamá...”.Ysedesmayó.Lagenteenvolvíaloshuesosensábanasyenfundasdecojines.Enloqueteníamosamano.Nosotrasfuimosconunbolso,conloquerecogimosnolollenamosnialamitad.Lodepositamostodoenunafosa común. Todo estaba negro, solo los huesos eran blancos. Y la ceniza de los huesos... Sereconocíaasimplevista...Esblanca,muyblanca...»Despuésdeaquelloyanadamedabamiedo.Mihijaeramuypequeñita,a los tresmesesme la

llevabaalasmisiones.Elcomandantemeencargabaunamisiónyelpobrelloraba...Teníaqueiralaciudad y traermedicamentos, vendas, sueros...Los escondía entre las piernas y los bracitos demihija.Enelbosquehabíaheridos.Teníaqueir.¡Debíahacerlo!Nadiemáspodíahacerlo,nadiepodíapasar,entodasparteshabíapatrullasalemanas...Peroyosí.Conmibebé.Envueltoenpañales.»Mecuestaconfesarlo... ¡Esdifícil!Cogía saly frotabaamihijaconellaparaque le subiera la

fiebre,paraquellorara.Seponíaroja,laerupciónlebrotabaportodoelcuerpo,lloraba,gritabaaplenopulmón.Meparabanenelpuestodecontrolyyolesenseñabaalaniña:“Tifus,señor...Tifus...”.Al instanteme echaban de allí,me arreaban para queme fuera cuanto antes: “Weg!Weg!”. Sí, la

frotabaconsal,conajo.Lacriaturaerapequeña,aúnledabaelpecho.»Cuandodejábamosatrásloscontrolesyentrábamosenelbosque,yorompíaallorar.¡Aullaba!

Medabatantapenalapobrecría.Yenunpardedíasibaotravez...»

MaríaTimoféievnaSavítskaia-Radiukévich,enlacedeunregimientodepartisanos

«Entonces supe lo que era el odio... Por primera vez experimenté ese sentimiento... ¡Cómopodíanpisarnuestratierra!¿Quiéneseran?Solodeverlomesubíalafiebre.¿Porquéestabanenmipaís?»De repente llegaba una columna con prisioneros de guerra y al pasar dejaban centenares de

cadáveresenlacarretera...Centenares...Alosquecaíandesfallecidoslosrematabanallímismo.Lesatizabancomosifueranganado.Dejamosdelloraralosmuertos.Nonosdabatiempoaenterrarlos,detantosquehabía.Durantedíasyacíanenelsuelo...Losvivosconvivíanconlosmuertos...»Meencontréamihermanastra.Habíanquemadosualdea.»Ellateníatreshijos,habíanmuertotodos.Quemaronsucasa,quemaronasushijos.Sesentabaen

elsueloysebalanceabadeunladoaotro,acunandosupena.Selevantabaynosabíaadóndeir.»Nosfuimostodosalbosqueconlospartisanos:mipadre,mishermanosyyo.Nadienoslopidió,

nadienosobligó,lodecidimosnosotros.Mimadresequedósolaconunavaca...»

ElenaFiódorovnaKovalévskaia,partisana

«Nolodudé...Teníaunaprofesiónútilenelfrente.Nolopenséniunsegundo,novacilé.Engeneral,conocíamuypocagentequequisieraesperarencasa.Esperaraquetodoacabase.Recuerdoaunapersona...Unamujerjoven,eranuestravecina...Medijocontodasinceridad:“Yoamolavida.Quieromaquillarme, ponerme guapa, no quieromorir”. Nome acuerdo de nadiemás. A lomejor se loteníancallado,ensecreto.Noséquédecirle...»Recuerdoquesaquélasplantasafuerademihabitaciónylespedíamisvecinos:»—Riéguenlas,porfavor.Volverépronto.»Volvíalcabodecuatroaños...»Las chicas que se quedaban en casa nos tenían envidia, las mujeres lloraban. De las que iban

conmigo, una de las muchachas no lloraba, todas las demás llorábamos, pero ella no. Cogió elpañueloysemojólosojosconagua.Unpoquito.Sesentíaalgoincómoda:todasllorábamosyellano.¿Acasoentendíamosquéeralaguerra?Éramosjóvenes...Ahorasí,medespiertoaterrorizadaenmitaddelanochesisueñoqueestoyotravezenlaguerra...Elaviónvuela,miavión,seelevay...cae...Entiendoquemeestoycayendo.Sonlosúltimosminutosdemivida...Datantomiedo.Hastaquemedespierto,hastaqueel sueñoseevapora.Losviejos temena lamuerte, los jóvenesse ríendeella.¡Soninmortales!Yojamáspenséquepodíamorirme...»

AnnaSemiónovnaDubróvina-Chekunova,tenientemayordeGuardia,piloto

«MeacababadelicenciarenlaescueladeMedicina...Volvíamipueblo,mipadreestabaenfermo.Yde repente llegó la noticia: la guerra.Me acuerdo de que nos enteramos por lamañana... Conocíaquella terrible noticia por la mañana... El rocío matutino no se había secado aún cuando nos loanunciaron: ¡la guerra! Ese rocío que de pronto vi sobre la hierba, sobre los árboles, después lorecordabacuandoestabaenelfrente.Lanaturalezacontrastabaconloquenosocurríaaloshumanos.

Elsolbrillaba...Lasmargaritas,miflorfavorita,florecían;enlospradoslashabíaamares...»Recuerdoqueundíanosescondimosenuncampodetrigo,eraundíasoleado.Lasmetralletas

alemanassedespertaron:ta-ta-ta-ta-ta,yluegonada,elsilencio.Soloseoíaelsusurrodeltrigo...Tehacíapensar:“¿Volveréaescucharalgunaotravezelsusurrodeltrigo?...”.»

MaríaAfanásievnaGarachuk,técnicasanitaria

«Amimadreyamínosevacuaron...AlaciudaddeSarátov...Enunostresmesesaprendíeloficiodetornera.Las jornadasde trabajoerandeveintehoras.Pasábamoshambre.Yoloúnicoque teníaenmente era conseguir ir al frente.Buenaomala, allí había comida.Habríagalletasy té conazúcar.Racionabanlamantequilla.Norecuerdoquiénnoslodijo.¿Talvezfueronlosheridosdelaestacióndetrenes?Queríamosescapardelhambrey,porsupuesto,éramosdelKomsomol.Fuiconunaamigaalaoficinadereclutamiento,peronodijimosquetrabajábamosenlafábrica.Silohubiesensabido,nonoshabríanadmitido.Peronosinscribieron.»NosenviaronalaEscueladeInfanteríadeRiazán.Salimosdeallíconlicenciadecomandantede

la escuadra de ametralladoras. La ametralladora pesabamucho, cargábamos con ella. Como unoscaballos.Denochehabíaquehacerguardia, estábamosatentasalmásmínimo ruido.Como linces.Controlábamos cualquier susurro...Sediceque en laguerra te conviertes enmitadhumano,mitadanimal. Totalmente cierto... No hay otra forma de sobrevivir. Si te limitas a ser humano, no haysalvación. ¡Perderás la cabeza! En la guerra uno debe recordar algo perdido dentro de sí. Algoarcano...Algoqueprocedede los tiemposenqueelhombrenoeradel todohumano...Nosoyunapersonamuyculta,soyunasimplecontable,peroséloquedigo.»AcabélaguerraenVarsovia...Ylohicetodoapie.Yalodicen,lainfanteríaeselproletariadode

la guerra. Avanzábamos arrastrándonos... No me pregunte más... No me gustan los libros sobreguerras. Sobre héroes... Estábamos todos hechos una ruina, tosiendo, sin dormir, sucios, malvestidos,asíéramos.Amenudohambrientos...Pero¡ganamoslaguerra!»

LiubovIvánovnaLúbchik,comandantedelaescuadradeametralladoras

«Mipadre—yo lo sabía—habíamuertoenuncombate...Mihermano tambiénmurió.Morironomoriryadabaigual.Yosolosentíapenapormimadre.Unamujerbellasehabíaconvertidodeunmomentoaotroenunaancianamuyenfadadaconsudestino,nopodíavivirsinmipadre.»—¿Porquétevasalaguerra?—mepreguntó.»—Paravengarlamuertedepapá.»—Tupadrenohabríasoportadoverteconunfusil.»Cuandoerapequeña,mipadremepeinaba.Meponíalazosenelpelo.Laropabonitalegustaba

másqueamimadre.»Enlaunidadmilitarfuilatelefonista.Másquecualquierotracosarecuerdocómoelcomandante

exigíaagritos:“¡Reemplazos!¡Solicitolosreemplazos!¡Exijolosreemplazos!”.Yasícadadía...»

UlianaÓsipnovnaNémser,sargento,telefonista

«Nosoyningunaheroína...Yoeraunaniñaguapa,depequeñamemimabanmucho...»Comenzó la guerra... No quería morir. Disparar me daba miedo, nunca había pensado que

dispararía. ¡Quéva!Meespantaba laoscuridad,elbosqueespeso.Porsupuesto, teníamiedode losanimales...Ufff...Cruzarseconunlobooconunjabalí,nomeatreveríaniaimaginarlo.Inclusolosperrosmedabanmiedo,cuandoerapequeñamemordióunpastoralemánydesdeentonceslesteníapánico. ¡Qué va! Yo soy así... Pero con los partisanos aprendí de todo... Aprendí a disparar: lametralleta,lapistola,laametralladora.Sihicierafalta,sabríademostrarloahoramismo.Recordaríacómosehace.Nosenseñabaninclusocómoprocedersiloúnicoqueteníamoseraunanavajaounapala.Dejédetenermiedoalaoscuridad.Yalosanimales...Peronomeacercaríaaunaserpiente,nomeacostumbréalasserpientes.Denocheenelbosquesolíanaullarlaslobas.Nosotrosestábamosennuestras cuevas subterráneas, como si nada. Los lobos estaban hambrientos, feroces.Y las cuevaseranpequeñas,parecíanmadrigueras.Elbosqueeranuestracasa.Lacasadelospartisanos.¡Quéva!Despuésdelaguerra,empecéatenerleotravezmiedoalbosque...Sipuedo,evitolasexcursionesalbosque...»Penséquepodríapasarlaguerraescondidaenmicasa,juntoamimadre.Juntoamibellamadre,

ellaeramuyguapa.¡Quéva!Yomismajamásmehabríaatrevido...Nihablar.Nomeatreví...Pero...Nosdijeron...quelosalemaneshabíanentradoenlaciudadymedicuentadequeyosoyjudía.Antesdelaguerrahabíamosvividoenarmonía:rusos, tártaros,alemanes, judíos...Éramostodosiguales.¡Quéva!Yonisiquierahabíaoídolapalabra“judío”,yovivíaconmipapá,mimamá,conmislibros.Ydepronto éramos leprosos, nos echabande todaspartes.Algunos conocidos inclusodejarondesaludarnos. Sus hijos no nos saludaban. Los vecinos nos decían: “Déjennos sus cosas, ya no lasnecesitarán”.Antesdelaguerraeranamigosdelafamilia:tíoVolodia,tíaAnia...¡Quéva!»Amimadre lamataron de un tiro...Ocurrió unos días antes de nuestro traslado al gueto. Las

directrices colgabanpor toda la ciudad: a los judíos se lesprohibía circular por la zonapeatonal,cortarseelpeloenlapeluquería,comprarenlastiendas...Selesprohibíareír,selesprohibíacantar...¡Quéva!Mamánoloteníaasumido,siemprefueunpocodespistada.Otalveznoselohabíaqueridocreer... ¿Habría entrado en una tienda? ¿O le habrían dicho algo y ella se rió? Como hacen lasmujeres guapas...Antes de la guerra ella cantaba en la filarmónica, todos la querían. ¡Qué va!Meimagino...Sinohubiera sido tanbella...Nuestramadre...Sihubiera idoconmigo,oconpapá...Nodejodepensarenello...Noslatrajeronunosdesconocidosenplenanoche,estabamuerta.Lehabíanquitadoelabrigoyloszapatos.Fueunapesadilla.¡Unanochehorrible!¡Horrible!Alguienlehabíaquitadoelabrigoyloszapatos.Lehabíanquitadolaalianza,elregalodemipadre...»Enel guetono teníamosuna casaparanosotros, nos tocóvivir enundesván.Papá se llevó el

violín,lomásvaliosoqueteníamos,queríavenderlo.Yoestabaencamaconunaamigdalitisgrave...Teníamuchafiebreynopodíahablar.Papáqueríacompraralgodecomida,teníamiedodequeyomuriese.Sinmimamámemoriría...Sinsuspalabras,sinsusmanos.Yo,unaniñatanmimada...Tanquerida... Le estuve esperando durante tres días hasta que unos conocidos me avisaron de que lehabíanmatado...Dijeronquehabíasidoporelviolín...Nosésirealmenteteníavalor.Mipadre,antesdeirse,dijo:“Aversilocambioporunajarrademielyuntrozodemantequilla”.¡Quéva!Mequedéallí,sinmimadre...,sinmipadre...»Fuiabuscarapapá...Queríaencontrarsucuerpoparaqueestuviéramosjuntos.Yoeraclarita,no

morena,depeloclaro,asíqueenlaciudadnadiemehabíatocado.Fuialmercado...Allímeencontréconunamigodemipadrequesehabíamudadofueradelaciudad,vivíaconsuspadresenunaaldea.Eramúsicocomopapá.TíoVolodia.Selocontétodo...Meescondióensucarretadebajodelacapota.Enlacarreta,loscochinilloschillaban,lasgallinascacareaban,elviajefuelargo.¡Quéva!Llegamoscasidenoche.Mequedabadormida,medespertaba...»Asífuecomoacabéconlospartisanos...»

AnnaIósifovnaStrumílina,

partisana

«Hubo un desfile militar... Nuestro destacamento de partisanos desfiló junto a las unidades delEjércitoRojo.Después del desfile nos ordenaron que entregáramos las armas y que dedicáramosnuestrosesfuerzosalarehabilitacióndelaciudad.Nonoscabíaenlacabeza:laguerracontinuaba,tan solo se había liberado Bielorrusia, pero a nosotros nos exigían que dejáramos de combatir.Fuimosalaoficinadereclutamiento,todaslaschicas...Yodijequeeraenfermeraysolicitéquemeenviaran al frente. Me prometieron: “Muy bien, anotamos sus datos y si la necesitamos ya leavisaremos.Demomentovayaustedatrabajar”.»Esperé. No recibía ningún aviso. Fui otra vez a la oficina... Y así varias veces... Finalmente

conseguíquemehablaranconfranqueza:nomenecesitaban,yateníansuficientesenfermeras.Ahoralo necesario era desescombrarMinsk... La ciudad estaba en ruinas... ¿Me pregunta cómo eran laschicas?Unadeellas,Chernova,estabaembarazadacuandotransportóunaminaatadaasucostado,allídondelatíaelcorazóndesubebé.Puedesacarsuspropiasconclusionessobrecómoeraaquellagente.Nosotrosnonecesitábamosahondarencómoéramos,porqueéramosnosotros.NoseducaronenlaideadequeéramosunoconlaPatria.Otraamigamíasalíadecasaconsuhija,yelcuerpodelaniña,pordebajodelvestido, iba todoenvueltode folletospropagandísticos.Lapequeñaalzaba losbrazos y se quejaba: “Mamá, tengo calor. Mamá, tengo calor”. Y las calles estaban repletas dealemanes. Policías auxiliares. Burlar a un soldado alemán aún era posible; burlar a un policíaauxiliar, jamás. Era gente local, nos conocían, conocían nuestro modo de ser. Nuestra forma depensar.»Incluso los niños... Nos los llevábamos al destacamento, pero eran niños. ¿Cómo podíamos

salvarlos? Decidimos enviarlos lo más lejos posible de la línea del frente, a los orfanatos de laretaguardia,peroellosseescapaban,anhelabanllegaralfrente.Losinterceptabanenlostrenes,enlascarreteras,ylosdevolvíanalorfanato.Peroellosvolvíanaescapar.»Setardarácientosdeañosendigerirloqueocurrió.¿Quéclasedegenteeraaquella?¿Dedónde

venía?Imagínese:unaembarazadacaminandoconunaminaatadaalcuerpo...Estabaencinta...Amaba,queríavivir.Claroqueteníamiedo.Ysinembargo,ibaporahíconesamina...NolohizoporStalin,sino por sus hijos. Por su futuro. Se negaba a vivir de rodillas. Someterse al enemigo... Tal vezéramos unos ciegos, no lo niego, no sabíamos, no comprendíamos muchas cosas, pero éramosciegosypurosalavez.Éramosdosuniversosunidos,dosrealidadesunidas.Debeentenderlo...»

VeraSerguéievnaRománovskaia,enfermera

—Llegóelverano...MegraduéenlaescueladeMedicinayrecibíeldiploma.¡Laguerra!Recibíunallamadadelaoficinadereclutamientoymeordenaron:«Disponededoshoras.Preparesuscosas.Laenviamosalfrente».Hiceunamaletapequeña.—¿Quésellevóalaguerra?—Bombones.—¿Cómodice?—Unamaletallenadebombones.Alacabarlaescuelamehabíandesignadoaunaaldea,asíqueme

pagaronlaindemnizaciónporeltraslado.Teníadineroymelogastétodoencomprarunamaletadebombonesdechocolate.Sabíaqueenlaguerranonecesitaríadinero.Encimadelosbombonespusela orla de mi promoción, donde salían todas mis amigas. Fui a la oficina de reclutamiento. Elcomandantemepregunta:«¿Dóndequierequeladestinemos?».Ledigo:«¿Adóndeirámiamiga?».Habíamos llegado juntas a la región de Leningrado, ella trabajaba en otra aldea a unos quince

kilómetros.Elhombreseríe:«Ellamehapreguntadolomismo».Cogiómimaletaparaacercármelaalcamiónquenosllevabaalaestación:«Pesamucho,¿quélleva?».«Bombones.Unamaletaentera.»Secalló.Dejódesonreír.Senotabaquesesentíaincómodo,cohibido.Eraunhombredeunaciertaedad...Sabíaadóndemeestabaenviando...

MaríaVasílievnaTijomírova,técnicasanitaria

«Midestinosedecidióenseguida...»Enlaoficinadereclutamientovielanuncio:“Sebuscanconductores”.Meapuntéauncursillode

seismeses...Ni se fijaron en que eramaestra (antes de la guerra había estudiado en la escuela dePedagogía). ¿Quién necesita maestras cuando estamos en guerra? Se necesitan soldados. Éramosmuchaschicas,unbatallóndevehículos.»Unavez,duranteunejerciciodetropas...Noséporqué,peronopuedorecordarlosinllorar...Era

primavera.Habíamos acabado el ejercicio de tiro y regresábamos a pie.Recogí unas violetas.Unramitopequeño,loatéalabayoneta.»Volvimos al campamento. El comandante nos hizo formar en fila yme llamó. Salí de la fila...

Olvidéporcompletoqueibaconaquellasvioletas.Meriñó:“Unsoldadoesunsoldado,nounaniñaquevarecogiendoflores”.Leeraincomprensiblequealguienpudierapensarencogerfloresenunasituacióncomoaquella.Unhombrenolopodíacomprender...Peroyonotirémisvioletas.Lasquitéde la bayoneta yme las guardé en el bolsillo. Por esas violetasme castigaron con tres recargosextra...»Enotraocasiónestabahaciendoguardia.Alasdosdelamadrugadavinieronarelevarme,pero

yomenegué.Ledijealcompañeroquefueseadormir:“Yaharáslaguardiadedía,yomequedo”.Estabadispuestaaestarallítodalanoche,hastaelamanecer,contaldepoderoíralospájaros.Solodenochepodíaencontrarsealgoquerecordaraanuestravidaanterior.Depaz.»Cuando nos marchamos al frente, la gente salió a la calle y formaron una especie de muro

humano:lasmujeres,losancianos,losniños.Todoslloraban:“Laschicassevanalaguerra”.Elmíofueunbatallóndemuchachas.»Yoibaalvolante...Despuésdelcombate,recogimosaloscaídos.Todoseranjóvenes.Unosniños.

Yentreellosdepronto,unachica.Unachicamuerta...Nosquedamosmudas...»

TamaraIllariónovnaDavidóvich,sargento,conductora

«¿Quecómomepreparabapara ir al frente?...Puesnomevaustedacreer...Pensabaqueacabaríapronto. ¡Que pronto venceríamos al enemigo!Me llevé una falda,mi falda favorita, dos pares decalcetinesyunpardezapatos.AbandonábamosVorónezh,perorecuerdoqueentramoscorriendoenuna tienda yme compré otro par de zapatos, de tacón alto. Es una imagen que tengo: la retirada,alrededor todoestabanegro,humeante...Pero la tiendaestabaabierta: ¡unmilagro!Noséporqué,peromeencaprichédeaquelloszapatos.Eranmuyelegantes,lorecuerdo...Ytambiénmecompréunperfume...»Cuestarenunciardegolpealavidaquehasllevadosiempre.Nosoloseoponeelcorazón,sino

todotuorganismo.Meacuerdodelocontentaqueestabaalsalirdelatiendaconloszapatos.Estabaentusiasmada.Portodasparteshabíahumo...Retumbabanlosdisparos...Estabaenplenaguerra,perotodavíanoqueríapensarenella.Nomelocreía.»Yesomientrasamialrededortronabanloscañones...»

VeraIósifovnaJóreva,cirujanamilitar

SOBRELOCOTIDIANOYLOEXISTENCIAL

«Soñábamos...Habíamosdeseadotantoentrarencombate...»Nos acomodaron enunvagóny allímismocomenzó la formación.Eradistintode lo quenos

habíamos imaginado en casa. Había que levantarse muy temprano y nos pasábamos los díascorriendo.Peroennuestrointerioraúnperdurabalamiradadeantesdelaguerra.NosindignabaqueelcabomayorGúsev,unhombre sinestudios,que solo tenía loscuatrocursosde secundaria,nosquisieraenseñarelreglamentodecombatecuandonisiquierasabíapronunciarbienciertaspalabras.Pensábamos: “¿Y qué nos puede enseñar este tipo?”. En realidad, nos estaba explicando cómosobrevivir...»Cuandopasamoslaformación,justoantesdeljuramentomilitar,elcabonostrajolosuniformes:

capotes,gorros,camisas,faldas...Envezdecombinacionesnosentregarondoscamisasdealgodónde cortemasculino, en vez demedias nos dieron peales y, para colmo, unos pesados borceguíesamericanosconel tacónylapuntaherrados.Pormialturaymiconstitución,resultóqueyoeralamáspequeñadetodalaunidad:medíaunmetrocincuentaytres,ycalzabalatalla35.Porsupuesto,laindustria textil militar no trabajaba con unas medidas tan minúsculas, y menos aún si eransuministradasporEstadosUnidos.Metocaronunosborceguíesdelatalla42.Melosquitabayponíasindesatarloscordones,erantanpesadosqueteníaquecaminararrastrandolospies.Laprimeravezque marché al paso con compás fue por una calzada empedrada, y mi calzado despedía chispas.Además, mi andar parecía cualquier cosa menos un paso con compás. Me espanta recordar lapesadilla de aquella primera marcha. Yo estaba dispuesta a realizar una hazaña, pero no estabapreparadaparacalzarelcuarentaydosenvezdeltreintaycinco.¡Estanpesadoytanfeo!¡Tanfeo!»Elcomandantesefijóenmimaneradeandarymellamó:»—¡Smirnova! ¿Teparece esounpaso concompás? ¿Acasono tehan enseñadocómo sehace?

¿Porquénolevantaselpie?¡Tresrecargosextra!»—¡Alaorden,camaradatenientemayor,tresrecargosextra!—Medilavueltapararetirarmey

mecaídebruces.Lospiessemesalierondelosborceguíes...Losteníasangrando...»Fue así como se dieron cuenta de que no podía caminar. Entonces ordenaron al zapatero de

nuestracompañíaquemehicieraunasbotasdelatalla35.Tuvoqueusarlalonadeunaviejatiendadecampaña...»

NonnaAleksándrovnaSmirnova,soldado,servidoradeunapiezaantiaérea

«Lademomentosderisaquepasamos...»La disciplina, los reglamentos, las insignias: toda esa cienciamilitar se nos hacíamuy cuesta

arriba. Una vez estábamos de guardia vigilando los aviones. Según el reglamento, si alguien seacerca,hayquepararlealgritode:“¡Alto!¿Quiénva?”.Puesseacercaelcomandanteymiamigavay le lanza:“¡Alto!¿Quiénva? ¡Consupermiso,voyadisparar!”.¿Se lo imagina?Gritó:“¡Consupermiso,voyadisparar!”.Consupermiso...¡Quérisa!»

AntoninaGrigórievnaBóndareva,tenientedeGuardia,pilotoalmando

«Laschicasllegábamosalaescuelamilitarconunastrenzasmuylargas...Esospeinados...Yotambiénllevabaunacoronadetrenzas...Pero¿dóndeíbamosalavarnosunamelenatanlarga?¿Cómonoslasecaríamos?Cadadospor tressonaba laalarma,yhabíaqueacudircorriendo, tuviéramoselpelomojadoo seco.Nuestra comandante,MarinaRaskova,nosordenóquenos cortáramos las trenzas.Todas las chicas obedecimos entre llantos. Pero Lilia Litviak, que acabó siendo una piloto muyconocida,noquisodeshacersedesutrenza.»FuiainformaraRaskova:»—Camaradacomandante,suordenestácumplida,soloLitviaksehanegado.»MarinaRaskova,contodasubondadfemenina,eraunacomandanterigurosa.Meenviódevuelta.»—¿Quéclasedesecretariodelaorganizacióndelpartidoeressinosabeshacerquesecumplan

lasórdenes?¡Mediavuelta,andando!»Perolosvestidos,loszapatosdetacón...Nosdabatantalástima...Losguardamosescondidos.De

díanoscalzábamoslasbotasyporlanochenoslosponíamos,paramirarnosunratoenelespejo.Raskova lo descubrió, y unos días después recibimos la orden: debíamos enviar por correo todanuestraropacivilacasa.¡Asílohicimos!Nohayqueolvidarquenosaprendimoselfuncionamientodelnuevomodelodeaviónenmedioañoenvezdeendos,comosucedíaentiemposdepaz.»Durantelosprimerosdíasdelentrenamientoperecierondostripulaciones.Cuatroataúdes.Todas

nosotras,lostresregimientos,lloramosalágrimaviva.»Raskovanosdijo:»—Amigas,secadlaslágrimas.Sonnuestrasprimeraspérdidas,perohabrámuchasmás.Apretad

vuestroscorazones...»Después, ya en la guerra, enterramos a las compañeras sin derramar ni una sola lágrima.

Dejamosdellorar.»Pilotábamosavionesdecaza.Laalturaporsímismayaeraunaenormecargaparaelorganismo

femenino, a veces la barriga se nos pegaba a la columna vertebral. Pero ¡las chicas volábamos yderribábamosalosasesdelaaviación!¡Asíera!¿Sabe?,loshombresnosobservabanperplejos.Nosadmiraban...»

KlavdiaIvánovnaTérejova,capitanadelasfuerzasaéreas

«En otoño me llamaron de la oficina de reclutamiento... Me recibió el comisario militar, mepreguntó:“¿Sabesaltarconparacaídas?”.Confeséquemedabamiedo.Habíamuchapropagandadelas fuerzasdedesembarcoaéreo:ununiformebonito,chocolatecadadía...Perodesdepequeñamedabanmiedolasalturas.“¿Lehacemásilusiónlaartilleríaantiaérea?”¡Comosiyosupieraquéeslaartillería antiaérea! Entonces propuso: “¿Y si la enviamos a un destacamento de partisanos?”.“¿Podría escribirle cartas a mimadre, que vive enMoscú?” Él cogió un lápiz rojo y finalmenteescribióenmicredencial:“Frentedelaestepa”...»Eneltrenhabíaunjovencapitánqueseenamoródemí.Pasólanochedepieennuestrovagón.

Noeraunnovato,lehabíanheridomásdeunavez.Nomequitabaelojodeencima,medijo:“Vera,por favor, no se rinda, no se vuelva una amargada. Hay tanta ternura en usted... ¡Yo ya he vistodemasiadas cosas!”. Y frases por el estilo, sobre lo difícil que era salir puro de la guerra. Delinfierno.»MiamigayyotardamosunmesenalcanzaralCuartoEjércitodelaGuardiadelSegundoFrente

Ucraniano.Finalmente llegamos.Elcirujano jefe saliódelquirófano,nosobservóunosminutosynoshizopasaralquirófano:“Estaesvuestramesa...”.Losvehículossanitariosllegabanunotrasotro,vehículosdegrancapacidad,losStudebaker...Losheridosestabantiradosenelsuelo,enlascamillas.

Loúnicoquepreguntamoseraaquéheridosdebíamosatenderprimero,nosdijo:“Alosqueestáncallados...”.Alcabodeunahorayaestabaenmimesaoperando.Yahíempecé...Operabaduranteundíaentero,paraba,dormíaunpoquito,melavabalacarayvolvíaamimesa.Cadatrespacientes,unomoría.Nollegábamosaayudaratodos.Unodecadatres,losmuertos...»EnlaestacióndetrenesdeZhmérinkahubounbombardeoaéreotremendo.El trensanitariose

paró, todos salimos corriendo. Al comisario político le habían operado de apendicitis el díaanterior...pueséltambiéncorría.Pasamoslanocheenelbosque,nuestrotrenquedóhechoañicos.Demadrugada aparecieron los aviones alemanes y peinaron el bosque con vuelo rasante. ¿Dóndepodíamosescondernos?Noéramosunostopos,nopodíamosmeternosbajotierra.Mequedédepie,abrazadaaunabedul:“¡Ay,mamá,mamá!¿Seráposiblequememuera?Sisobrevivo,serélapersonamásfelizdelmundo”.Lecuenteaquienlecuentelodelabedul,todossetronchan.Fuiunblancomuyfácil.Ahíerguida,juntoaunabedulblanco...¡Ay,quérisa!»Celebré el día de laVictoria enViena. Fuimos al zoo,me apetecíamucho.La otra opción era

visitar el campo de concentración. Todos estábamos invitados. Pero no fui... Ahorame pregunto:“¿Porquénofui?...”.Teníaganasdealgoalegre.Divertido.Deverotrotipodevida...»

VeraVladímirovnaSheváldysheva,tenientemayor,cirujana

«Éramostres...Mamá,papáyyo...Elprimeroenmarcharsealfrentefuemipadre.Mamáquisoirseconél,eraenfermera,perolessepararon.Yoapenashabíacumplidolosdieciséis...Nomequisieronadmitir.Fuivariasvecesalaoficinadereclutamiento,alcabodeunañomeaceptaron.»Primeroviajamosenuntren,unviajelargo.Juntoconnosotrasibanlossoldadosquevolvíande

los hospitales, también había chicos jóvenes. Nos hablaban sobre el frente, nosotras lesescuchábamos boquiabiertas. Decían que nos bombardearían. Nosotras lo esperábamos: ¿cuándoempezaríaelbombardeo?Noshacía ilusión, iríamosal frenteypodríamosdecirqueéramosunossoldadosexperimentados.»Llegamos.Peroenvezdearmas,nosentregaronollas,paralavarenlastinas.Todaseranchicas

demiedad.Antesteníamosanuestrospadresquenosquerían,nosmimaban.Yoerahijaúnica.Ydeprontoahíestábamos,cortandoleña,avivandolasestufas.Luegousábamoslascenizasparalavar,envezdejabón:sehabíaacabadoynosesabíasivolveríanatraerono.Laropaestabasucia,llenadeparásitos.Impregnadadesangre...Eninvierno,lasangrepesabatodavíamás...»

SvetlanaVasílievnaKatýjina,soldado,unidaddelavandería

«Todavíarecuerdoamiprimerherido...Recuerdosucara...Teníaunafracturaabiertadeladiáfisisfemoral.¿Seloimagina?Elhuesoselesalíaafuera,unaheridademetralla,todoeraunrevoltijo.Esehueso...Mesabíalateoría,sabíaloqueteníaquehacer,pero,cuandomeacerquéarastrashastaélyviaquello,mesentímareada.Deprontoescuché:“Bebaunpoquitodeagua,hermanita”.[12]Elheridome lo había dicho a mí. Le daba pena. Aquello se me grabó en la memoria. Nada más oírlo,recapacité: “¡A tomar por saco las finezas de damisela! Este hombre se está muriendo y yo aquímareada”.Desplegué el paquete de curas y le cubrí la herida:me sentí aliviada, le había prestadoayudacomoeradebido.»Aveces veopelículas bélicas: la enfermera va por allí, paseándose enprimera línea de fuego,

toda limpitaella, tan recogidita,conuna faldaenvezdelpantalónguateado,yconsugorritobiencolocado encima del tocado. ¡Mentira! ¿Acaso hubiéramos sido capaces de sacar a un herido del

combatevestidasasí?Yamediráustedsisepuedearrastraralgoportierravestidaconunafaldita,toda rodeada de hombres.A decir verdad, las faldas nos las entregaron solo cuando la guerra seestaba acabando, eran para las ocasiones especiales. Al mismo tiempo recibimos también ropainterior de mujer, en vez de los paños menores que llevábamos, de hombre. Estábamos locas dealegría.Nosdesabrochábamoslascamisasparaqueseviera...»

SofíaKonstantínovnaDubniakova,cabomayor,instructorasanitaria

«El bombardeo... Bombardeaban, bombardeaban, bombardeaban. Todos echaron a correr... Yotambién.Corríayoíaungimoteo:“Ayuda...Ayuda...”.Perocontinuécorriendo...Alpocoempecéadarme cuenta de algo, noté el bolso sanitario colgando demi hombro.Y la vergüenza. ¡Elmiedodesapareció!Medi la vuelta y regresé corriendo: habíaun soldadoherido, gimiendo.Levendé laherida.Luegopaséaotro,yaotro...»Por la noche, el combate se acabó.A lamañana siguiente cayó la nieve.Bajo ella estaban los

muertos...Muchosteníanlosbrazoslevantados...haciaelcielo...Pregúnteme:“¿Quéeslafelicidad?”.Yolecontestaré...“Esencontrarentreloscaídosaalguienconvida...”»

AnnaIvánovnaBeliái,enfermera

«Viamiprimermuertoencombate...Lemirabay lloraba...Lloré sumuerte...Entoncesoíquemellamabaunherido: “¡Véndeme lapierna!”.Teníaunapiernaarrancadadecuajo, semanteníaen susitiosoloporlaperneradelpantalón.Cortélapernera:“¡Ponmelapiernaaquí!¡Ponlaamilado!”.Hiceloquemepidió.Losheridos,siestabanconscientes,nonospermitíanquedejáramosporahísusbrazos,ni suspiernas.Se lasquedaban.Ysimorían,nospedíanqueenterrásemosasusmiembrosconellos.»Enlaguerracreíaquejamásmeolvidaríadenada.Peroseolvida...»Eraunhombrejoven,guapo.Yyacíaallí,muerto.Yomeimaginabaqueatodoslosquecaíanen

combate los enterraban con honoresmilitares, pero lo arrastraron hacia el boscaje como si nada.Cavaronunatumba...Lopusieronallítalcual,sinataúd,soloecharontierraencima.Elsolbrillabamucho,tambiénloiluminabaaél...Erauncálidodíadeverano...Nohabíanada,nisiquieraunalonadecampaña,lometieronenlatumbaconsuuniforme,lacamisayelpantalón,talcomoibavestido,lasprendaserannuevas,debíadehaberllegadohacíapoco.Lopusieronenlafosayleecharontierraencima. El hoyo era poco profundo, lo justo para que cupiera. Su herida no era grande, pero símortal:untiroenlasien.Sepierdepocasangreyelhombreparecevivo,aunquemuypálido.»Enseguidacomenzóelbombardeo.Aquelsitioquedódestruido.Nosésiquedóalgo...»¿Sabecómoenterrábamosa losmuertos cuandoestábamos sitiados?Allímismo, al ladode la

trincheradondenosocultábamos, losenterrábamosyyaestá.Quedabacomounamontañitaynadamás.Sidetrásvenían las tropasalemanas,o loscarros,enseguida losaplastaban,porsupuesto.Nohabía marcas, quedaba una superficie como cualquier otra. A menudo los enterrábamos en losbosques,debajodelosárboles...Debajodelosrobles,delosabedules...»Yanosoycapazdeestarenunbosque.Menosaúnsiesunbosquedeárbolesviejos...Nopuedo

estarallí...»

OlgaVasílievnaKorzh,instructorasanitariadelescuadróndecaballería

«Enelfrenteperdílavoz...Yoteníaunabuenavoz...»La recuperé cuando regresé a casa. Se reunió la familia y brindamos: “Venga, Vera, cántanos

algo”.Yempecéacantar...»Mefuialfrentesiendounamaterialistaconsciente.Unaatea.Mefuisiendounabuenaalumnade

la escuela soviética. Y allí... Allí empecé a rezar... Antes de cada combate rezaba mis propiasoraciones. Eran palabras sencillas... Mis propias palabras... Siempre decía lo mismo: rezaba porvolverconmispadres.NomesabíalasoracionesdeverdadynomehabíaleídolaBiblia.Nadiemeviorezar.Lohacíaaescondidas.Conmuchaprecaución.Porque...entonceséramosdistintos,lagenteentonceseradiferente.¿Mecomprende?Nuestromododepensareradiferente,deentenderlotodo...Porque...Lecontaréuncaso...Unavezentrelosreciénllegadoshabíauncreyente,ylossoldadossereíancuando leveían rezar:“¿Qué, tuDios teayuda?YsiÉlexiste,¿porquépermite todoesto?”.Ellosnocreían,igualquetampococreíaaquelhombrequegritabadelantedelCristocrucificado:“SiÉlteama,¿porquénotesalva?”.DespuésdelaguerraleílaBiblia...Lahecontinuadoleyendotodalavida...Aquelsoldadoeraunhombreresponsable,noqueríadisparar.Senegaba:“¡Nopuedo!¡Novoyamatar!”.Todosaceptabanmatar,peroélno.¿Sabequé tiemposeranaquellos?Unos tiemposterribles...Porque...Leentregaronalostribunalesydosdíasmástardelofusilaron...¡Dostiros!»Eranotrostiempos...Otrasgentes...¿Cómoseloexplico?...Cómo...»Porsuerte...Yonoveíalagentealaquemataba...Pero...Dalomismo...Ahoraséqueyomataba

igual.Piensoenello...Porque...Porquemehehechovieja.Rezopormialma.Lehedichoamihijaque,cuandoyomemuera,llevemiscondecoracionesymedallasaunaiglesia,noaunmuseo.Queselosentreguealsacerdote...Vienenamíensueños...Losmuertos...Mismuertos...Aunquenunca loshayavisto,vienenymeobservan.Losmiro,buscoentreellosparaversihayheridos,aunqueesténmuygraves,parapoderlossalvar.Nosécómodecirlo...Perotodosestánmuertos...»

VeraBorísovnaSapguir,sargento,servidoradeunapiezaantiaérea

«Yo,loquenopodíatolerareranlasamputaciones...Amenudocortabanmuyarriba,amputabanunapiernayapenaspodíasostenerlaparallevarlahastalapalangana.Recuerdoquepesabanmucho.Meacercabasilenciosamenteparaqueelheridonosedieracuenta,ymelasllevabacomosifueranunbebé...Unreciénnacido...Sobre todosieraunaamputaciónalta,muyporencimade larodilla.Nolograbaacostumbrarme.Bajolosefectosdelaanestesia,losheridosgemían,obienechabanpestes.Soltabanunaspalabrotasmuyrebuscadas.Yosiempreibacubiertadesangre...Eraoscura...Negra...»Nose locontabaamimadre.En lascartasque leenviaba ledecíaque todo ibabien,que tenía

ropadeabrigo,unbuencalzado.Mimadrehabíaenviadoalfrenteatresdelossuyos,paraellanoerafácil...»

MaríaSelivéstrovnaBozhok,enfermera

«Nací y me crié en Crimea... Cerca de Odesa. En 1941 terminé el décimo curso en la escuelaSlobodskaiadeldistritoKordymski.Cuandoempezólaguerra,losprimerosdíasescuchabalaradio.Comprendí que estábamos perdiendo terreno... Fui corriendo a la oficina de reclutamiento, meenviarondevueltaacasa.Fuiotrasdosvecesmásyen lasdosocasionesmerechazaron.El28dejuliopornuestropueblopasaronlastropasenretirada,meuníaellasymemarchéalfrentesindarningúnaviso.

»Alveralprimerheridomedesmayé.Despuéssemepasó.Laprimeravezquememetíbajounalluvia de balas para rescatar a un soldado, gritaba tan fuerte que ahogaba el ruido de la artillería.Despuésmeacostumbré.Unosdiezdíasmástardemehirieron,yomismameextrajelametrallaymepuseelvendaje...»El25dediciembrede1942...La333.ªDivisióndelQuincuagésimoSextoEjércitose instalóen

unadominaciónen lascercaníasdeStalingrado.Elenemigoqueríaarrebatárnoslaa todacosta.Selibró una batalla. Nos atacaron con tanques, pero con nuestra artillería logramos frenarlos. Losalemanesrecularon.Enlazonadenadiequedóunherido,eltenienteKostiaJúdov,elartillero.Loscamillerosquetratarondesacarlecayeronmuertos.Enviamosadosperrosderescatesanitario(esafuelaprimeravezquelosvi),tambiénlosmataron.Entoncesmequitéelgorro,melevantéycanté,primero amedia voz y luego cada vezmás ymás fuerte, nuestra canción favorita de antes de laguerra:Tedespedícuandotefuistealabatalla.Aambosladosdelazonaneutraseinstalóelsilencio.MeacerquéaKostia,meincliné,loacomodéeneltrineoyempecéaarrastrarlohacianuestrobando.Mientrascaminabapensaba:“Quenomedisparenalaespalda,quemepeguenuntiroenlacabeza”.Unpaso,otro...Losúltimos instantesdemivida... ¡Ahora!¿Medoleráono? ¡Quémiedo!Peronohuboningúndisparo.»Losuniformesvolaban:entregabanlosnuevosyenunpardedíassenosquedabanempapadosde

sangre. Mi primer herido fue el teniente mayor Belov; mi último herido, Serguéi PetróvichTrofímov,sargentode launidaddemorteros.En1970vinoaverme, leenseñéamishijas lagrancicatrizqueteníaenlacabeza,lamarcadelaherida.Entotal,saquédebajoelfuegoacuatrocientosochentayunheridos.Unperiodistahizolosnúmeros: todounbatallóndeinfantería...Cargábamoscon hombres que pesaban dos y tres veces más que nosotras. Los heridos pesan más todavía.Arrastrábamosalheridoconsusarmas,sucapote,susbotas.Nosechábamossobrelasespaldasesosochentakilosylosllevábamos.Ydespuésíbamosaporelsiguiente,otrossetentaycincouochentakilos...Así comocincoo seis vecesduranteun combate.Y esoquenosotras nopasábamosde loscincuentakilos,comolasbailarinas.Nomelocreoya...Nomelocreo...»

MaríaPetrovnaSmirnova(Kujárskaia),instructorasanitaria

«Año 1942... Salimos en misión. Cruzamos la línea del frente y nos paramos al lado de uncementerio. Sabíamos que los alemanes estaban a cinco kilómetros. Era de noche, ellos lanzabanbengalas sin parar. Las mismas que usan los paracaidistas. Esas bengalas permanecen encendidasdurantemuchoratoeiluminanamuchadistancia.Eljefedelasecciónmellevóhastaunrincóndelcementerio,meseñalódesdedóndeestabanlanzandoloscohetes,meenseñólosarbustosporlosquepodrían llegar losalemanes.Losmuertosnomedanmiedo,depequeñano temía loscementerios,peroenesemomento,conveintidósaños,eralaprimeravezquemetocabahacerdecentinela...Enesasdoshorasmevolvícanosa...Mevilasprimerascanas,unmechónentero,alsalirelsol.Estabavigilandoyobservabaaquellosarbustos,quesusurraban,semovían,ymeparecíaqueencualquiermomentodeallíibanasalirlosalemanes...Yalguienmás...Unosmonstruos...Estabasola...»¿Leparecequeestardenochehaciendoguardiaenuncementerioesunatareaparaunamujer?

Loshombres se lo tomabanmejor, teníanmásasumida la ideadequehabíaquevigilar,habíaquedisparar...Paranosotrasnodejabadeserunanovedad.O,porejemplo,hacerunacaminatadetreintakilómetros.Contodalamunición.Enundíacaluroso.Loscaballosnoaguantaban,secaían...»

VeraSafrónovnaDavídova,soldadodeinfantería

«¿Mepreguntasquequéeslomásespantosodelaguerra?Seguroqueestásesperandoquetediga...Yasé loqueestásesperando...Creesque tevoyaresponder:“Lomásespantosode laguerraes lamuerte”.»¿Aquesí?Comosinoosconociera,alosperiodistas...Vosotrosyvuestrostópicos...Ja,ja,ja...

¿Porquénoteríes?¿Eh?»Puestevoyadecirotracosa...Paramí,lomásterribledelaguerraeratenerquellevarcalzones

dehombre.Unauténticohorror.Esque...Aversiencuentro laspalabras...Bueno,enprimer lugar,eraalgomuy feo...Estásen laguerra, te estáspreparandoparamorirpor tuPatria,yvasy llevascalzoncillos de hombre. En fin, tienes un aspecto ridículo. Absurdo. Los calzones masculinosentonces eran largos. Anchos. De satén. Había diez chicas en nuestra covacha[13] y todas vestíancalzonesdehombre.¡Diosmío!Eninviernoyenverano.Duranteloscuatroaños.»Cruzamos la frontera soviética... Como decía nuestro comisario durante las clases de política,

habíaqueremataralanimalensupropiamadriguera.Cercadelprimerpueblopolaconosentregaronlosnuevosuniformesy...¿Y?¿Y?¡Porprimeraveznosentregaronbragasdemujerysostenes!Porprimeravezentodalaguerra.Ja,ja...¿Loentiendes?...Porfinveíamoslaropainteriorfemeninadesiempre...»¿Porquénoteríes?Lloras...Pero¿porqué?»

LolaAjmétova,soldado,tiradora

«Nomeadmitíanenelejército...Yoteníadieciséisaños, todavíafaltabamuchoparaquecumplieralosdiecisiete.Llamaronalfrenteanuestraenfermeradelpueblo,letrajeronunaviso.Llorómucho,teníaquedejarencasaasuhijopequeño.Entoncesvolvíalaoficinadereclutamiento:“Iréyoenvezde ella”.Mimadre nome dejaba: “¿Nina, pero ¿cuántos años tienes?A lomejor la guerra acabapronto”.Unamadreesunamadre.»Lossoldadosmepasabangalletasyazúcar.Meprotegían.Yonoteníaniideadequeteníamosun

katiusha,[14] estaba escondido detrás de nuestra posición. Comenzó a disparar. Disparaba y todo anuestro alrededor tronaba, todo ardía.Me sorprendió tanto ese estruendo, el fuego, el ruido, measustétantoquemecaíenuncharcoyperdíelgorro.Lossoldadosserieronacarcajadas:“¿Quétepasa,Nina?¿Quépasa,bonita?”.»Los combates cuerpo a cuerpo... ¿Qué recuerdo? Recuerdo el crujido... Comenzaba la lucha

cuerpoacuerpoyenseguidaveníaesecrujido:eranloshuesoshumanosqueserompían.Losgritos,lasvocesinhumanas...Yoibaalataquejuntoalossoldados,solounpoquitomásatrás.Loveíatodo...Loshombresdándosebayonetazosunosaotros.Rematándoseunosaotros.Clavandolasbayonetasenlasbocas,enlosojos...Enelcorazón,enlabarriga...Yera...¿Cómolodescribo?Nollego...Nollegoadescribirlo...Enpocaspalabras,lasmujeresnoconocenaloshombreseneseestado,encasanolosvenasí.Nilasmujeres,nilosniños.Esespantoso...»Acabada laguerra, regresé a casa, a la ciudaddeTula.Por lasnochesgritaba.Mimadreymi

hermanapasabanlasnochesamilado...Medespertabagritando...»

NinaVladímirovnaKovelénova,cabomayor,instructorasanitariadelacompañíadetiradores

«LlegamosalazonadeStalingrado...Loscombateseranmortales.Unsitioletal...Elaguaylatierrasevolvierondecolorrojo...TeníamosquecruzaralaotraorilladelríoVolga.Nadienoshacíani

caso: “¿Qué? ¿Unas chicas? ¡Al diablo! No necesitamos a gente en transmisiones, necesitamos atiradores, fusileros”.Éramosmuchas, unasochentamuchachas.Por la tarde aceptaron a las chicasqueeranmásaltas, amíyamiamiganos rechazaron.Muybajitas.Altura insuficiente.Pretendíandejarnosenlareserva,llorécomounaloca...»Enelprimercombate,losoficialesmeempujabanhaciaabajo,yosacabalacabeza,queríaverlo.

Era una especie de curiosidad, una curiosidad infantil... ¡Ingenuidad! El comandante me chillaba:“¡SoldadoSemiónova! ¡SoldadoSemiónova, tehasvuelto loca!Lamadre... ¡Tematarán!”. Justo loquenomecabíaenlacabeza:¿cómomeibanamatarsiacababadellegaralfrente?Entoncesaúnnosabíalovulgarypocoselectaqueeslamuerte.Nolevayasconpeticionesysúplicas.»Enloscamionesviejostraíanalossoldadosdelamiliciapopular.Alosancianosyalosniños.

Lesdabanunpardegranadasylosenviabanalcombate,allíteníanquehacerseconunfusil.Despuésdelabatallanohabíanadieaquienvendarlelasheridas...Todosmuertos...»

NinaAlekséievnaSemiónova,soldado,transmisiones

—Recorrílaguerradecaboarabo...»Alarrastraramiprimerheridometemblabanlaspiernas.Lellevabaysusurraba:“Ojalánose

me muera... Ojalá no se me muera...”. Vendaba con cuidado su herida, lloraba, le decía cosascariñosas.Delantedemípasóelcomandante.Mepegóunabronca...Medijounascuantas...—¿Porquélegritó?—Nodebíaimplicarmetanto,llorar.Mehabríaagotadoyaúnhabíamuchosheridosqueatender.»Viajábamos,por todaspartesyacían losmuertos, tenían lascabezas rapadasyverdescomo las

patatascuando lesdaelsol.Estabanesparcidoscomopatatas... Ibanenplenacarreraycayeronahímismo,sobreelcampolabrado...Comounaspatatas...

EkaterinaMijáilovnaRabcháeva,soldado,instructorasanitaria

«Nosabríadecirdóndeocurrió...Enquélugar...Estabaenuncobertizoconunosdoscientosheridos,yosola.Traíanalosheridosdirectamentedelcombate,habíamuchos.Eraenunaaldea...Norecuerdoelnombre,hanpasadotantosaños...Meacuerdodequenodormí,nomesenténiunsolominutoencuatrodías.Todosdecían:“¡Enfermera!¡Ayúdeme!”.Yocorríadeunoaotroenfermo;unavezmetropecéymecaí,mequedédormida al instante.Medespertóungrito, un comandante, un tenientejoven, tambiénestabaherido, se incorporóunpocoypegóungrito: “¡Callaos! ¡Silencio!”.Sediocuentadequeestabaexhausta,dequetodosmellamaban, lesdolía:“¡Enfermera!¡Enfermera!”.Melevantédeunsaltoymepuseacorrer,noséhaciadónde,niparaqué.Entonceslloré,porprimeravezdesdequeestabaenelfrentelloré.»Después...Nuncallegasaconoceratucorazón.Eninvierno,losprisionerosdeguerraalemanes

empezaron adesfilar pordelantedenuestraunidad. Iban congelados, con las cabezas envueltas enunasmantas rotas, con los capotes agujereados.Hacía tanto frío que los pájaros se congelaban alvuelo. Caían congelados. En esta hilera había un soldado... Un niño... Las lágrimas se le habíancongelado sobre lasmejillas... Yo iba empujando un carro con pan, lo llevaba al comedor. Él nolograbaapartarlamiradadeaquelcarro,nomeveíaamí,soloalcarro.Elpan...,elpan...Cogíunahogaza,lapartíylediuntrozo.Locogió...Noselocreía...No...¡Noselocreía!»Yoestabafeliz...Estabafelizporquenoeracapazdeodiar.Mesorprendíamímisma...»

NataliaIvánovnaSerguéieva,soldado,auxiliardeenfermería

«Yofuilaúnicaqueregreséconmimadre...»

ViajoaMoscú...TodoloqueséacercadeNinaYákovlevnaVishnévskaiaporahorasoloocupaunaspocaslíneasdemicuaderno:alosdiecisieteañossefuealfrenteycombatiócomoauxiliarsanitariaenelPrimerBatallóndelaBrigadadeCarrosdeCombatedelQuintoEjército.ParticipóenlafamosabatalladelosvehículosblindadosdePrójorovka,dondeentotalseenfrentaron,deambosbandos,delsoviéticoydelalemán,mildoscientostanquesycañonesdeasalto.Unadelasbatallasdetanquesmásgrandesdelahistoria.Su dirección me la facilitaron los jóvenes exploradores de un colegio de Borísov, que habían

recopiladounagrancantidaddematerialparaunmuseodedicadoalaBrigadadeCarrosdeCombatenúmero32,quehabíaliberadoalaciudad.Porlogeneral,enlasunidadesdevehículosblindados,losauxiliares sanitarios eran hombres, pero en esta la auxiliar sanitaria era una mujer. Me puse enmarchaenseguida...Todoindicaquehallegadoelmomentodeafrontarunacuestiónbásica:¿cómoelijounadirección

entredecenasdeellas?Alprincipioibaygrababaatodaslasmujeresquesurgíanenmicamino.Mepasaban demano enmano, intercambiaban llamadas telefónicas.Me invitaban a sus encuentros osimplemente a su casa, a tomar el té. Poco a poco comencé a recibir cartas de todo el país, midireccióntambiénladifundíanporelcorreodelosexcombatientes.Meescribían:«Yaeresunadelasnuestras,unachicadelfrente».Prontolocomprendí:entrevistarlasatodaserasencillamenteinviable,tenía que formular algún concepto de búsqueda y selección. Pero ¿cuál? Clasifiqué todas lasdirecciones disponibles y lo definí: debía obtener testimonios de mujeres desde diferentesprofesionesbélicas.¿Aquecadaunopercibelavidaatravésdesuoficio,atravésdesulugarenelmundo o del acontecimiento en que participa? Era presumible que la enfermera había visto unaguerra,lapanaderaotra,laparacaidistaunatercera,lapilotounacuarta,lacomandantedelaseccióndefusilerosunaquinta...Enlaguerra,cadaunatenía,digamos,supropiocampodevisión:paraunaera la mesa en el quirófano: «Vi tantos brazos y piernas amputados... Por poco creí que ya noquedabanhombresenterosenelmundo.Parecíaquetodosellosoestabanheridosohabíanmuerto...»(A.Démchenko,cabomayor,enfermera);paraotraeranlasollasdelacocinadecampaña:«Aveces,despuésdelcombateyanoquedabanadie...Ibasconunaolladegachas,desopa,ynoteníasaquiendárselas...» (I. Zínina, soldado, cocinera); para otra era la cabina del piloto: «Teníamos elcampamentoenelbosque.Alregresardelamisióndecidídarunpaseo,estábamosenplenoverano,lasfresasestabanmaduras.Ibacaminandoporunsenderoydeprontolovi:eraunalemánmuerto...Sehabíapuestonegro...Sentímiedo.Enunañodeguerranohabíavistoaningúnmuerto.Allíarribaeraotracosa...Cuandovolaba,todosereducíaaunúnicopensamiento:localizarelobjetivo,lanzarlasbombasyvolver.Nonos tocabavermuertos.Noteníamosqueenfrentarnosaesemiedo...»(A.Bóndareva,tenientedeGuardia,piloto);ylaquefuepartisana,inclusoenelpresentesigueasociandolaguerra con el olor deunahoguera: «Todo lohacíamos en la hoguera: el pan, la comida..., y siquedabanbrasas,encimaponíamosasecarlaspellizas,lasbotasdefieltro...»(E.Visótskaia).Prontomiensimismamientoseinterrumpe.Laencargadadelvagóntraeelté.Actoseguidollegan

lasruidosasyalegrespresentacionesde loscompañerosdelcompartimento.Encimadelamesaya

estálabotelladevodka,lostentempiéscaseros...y,comosuelesucederennuestropaís,empiezalaconversacióncordial.Sobrelossecretosfamiliaresylapolítica,sobreelamoryelodio,sobrelosjefesdelEstadoylosvecinos.Hacetiempoquemedicuentadeello:somosgentedecaminoyconversaciones...Yotambiéncuentomiscosas:adóndeviajo,conquéfin.Dosdemiscompañerosdeviajehabían

combatido:unoacabólaguerraenBerlínsiendoelcomandantedeunbatallóndezapadores,elotroluchó tres años en los bosques deBielorrusia como partisano. Enseguida la conversación gira entornoalaguerra.Mástardeapunténuestraconversacióntalcomosegrabóenmimemoria:—Somosunatribuenvíasdeextinción.¡Unosmamuts!Somosdeunageneraciónquecreíaqueen

lavidahaycosasqueestánporencimadelavidahumana.LaPatriaylaGranIdea.Bueno,ytambiénStalin.¿Porquénegarlo?Lascosascomoson.—Completamente de acuerdo. En nuestra unidad había una chica audaz... Participaba en las

misionesenlosferrocarriles.Ibaaponerlosexplosivos.Antesdelaguerra,todoslosdesufamiliahabíansidorepresaliados:elpadre,lamadre,losdoshermanosmayores.Ellasefueavivirconsutía. Buscó contacto con los partisanos desde los primeros días de la guerra. Los de la unidad loveíamos claro: siempre se metía en la boca del lobo, quería demostrar... Antes o después, todosfuimos condecorados, ella nunca. Si no le dieron ninguna medalla fue porque sus padres eranenemigosdelpueblo.Perdióunapiernapocotiempoantesdequellegarannuestrastropas.Fuiaverlaalhospital...Lloraba...«Bueno—decía—,almenosahoramecreerán.»Eraunachicaguapa...—Amíundíasemepresentarondosmuchachas.Erancomandantesdeunaseccióndezapadores,

lasenviabaunneciodeesosqueabundanenrecursoshumanos,enelacto lasmandédevuelta.Seenfadaronmuchísimo.Ellasqueríanestarenprimeralíneadebatallaparairdesminandolospasos.—¿Yporquélasrechazó?—Porunaseriede razones.Primero:yadisponíadesuficientes sargentospara llevaracabo las

mismastareasparalasquehabíanenviadoaestaschicas.Segundo:amijuicionoeranecesariometera lasmujeres en primera línea, en elmismísimo infierno. Con nosotros, los hombres, bastaba.Ytambiénsabíaquetendríaqueconstruirlesunacasernaindividual,acompañarsuactividaddemandoconunmontóndecosasdechicas...Demasiadafaena.—Esdecir,ustedopinaquelaguerranoeslugarparaunamujer,¿eseso?—Históricamente la mujer rusa nunca se ha conformado con bendecir a su marido o su hijo

cuandosemarchabanaluchar,nosehalimitadoaquedarseencasallorandoyesperandosuvuelta.LaesposadelpríncipeÍgor,[15]Yaroslavna,seencaramabaalosmurosyvertíalabreafundidasobrelascabezasdesusenemigos.Sinembargo,nosotros,loshombres,nossentíamosculpablesdequelasmuchachas combatieran;yo todavíame siento culpable.Recuerdounavez enquenosbatíamos enretirada.Eraotoño,llovíasinparar,dedíaydenoche.Juntoalacarreterayacíaunachicamuerta...Teníaunatrenzalargayestabacubiertadefango...—Es verdad...Cuandome contaron que, rodeadas por las tropas enemigas, nuestras enfermeras

estabandisparandoparadefenderalosheridos,igualdeindefensosqueunniño,locomprendí.Perofigúreseunasituaciónbiendistinta:dosmujeresenmisióndematarsearrastranporzonadenadiearmadasconfusilesdefrancotirador.Bueno...Nologroquitarmelasensacióndeque,quierasono,nodejadeserunaespeciede«caza».Yodisparaba...Perosoyhombre...—Peroellastambiénestabandefendiendosutierra,¿ono?SalvabanlaPatria...—Esverdad...Conunachicaasítalveziríadereconocimiento,peroseguroquenolepropondría

matrimonio.Bueno...Normalmentepercibimosalamujercomounamadreocomounanovia.Comolabella dama, sime apura.Mihermanopequeñome contóque, cuando los prisionerosdeguerraalemanesdesfilabanpor lascallesdenuestraciudad,élyotrosniñosempezaronadispararlescon

tirachinas.Nuestramadre,alverlo,lepropinóunbuencachete.Aquellosalemaneseranapenasunoscríos, los de la última cosecha de Hitler.Mi hermano tenía siete años, pero se acuerda de cómonuestramadre losmiraba con lágrimas en los ojos: «¡Malditas sean vuestrasmadres por haberosdejado ir a la guerra, a vosotros, tan jóvenes!». La guerra es cosa de hombres. ¿Acaso con loshombresnotienebastanteparaescribir?—N-no...Yosoytestigo.¡No!Noolvidemoslocatastróficosquefueronlosprimerosmesesdela

guerra:todanuestraaviaciónfuedestruidaentierra,nuestroscarrosblindadosardieroncomocajasdecerillas.Nuestros fusileserananticuados.Millonesde soldadosyoficialescayeronprisioneros.¡Varios millones! En un mes y medio, Hitler ya se había acercado muchísimo a Moscú... Loscatedráticosseinscribíanenlamiliciapopular.¡Unosancianosintelectuales!Yalmismotiempolaschicassedesvivíanporiralfrente,voluntariamente.Uncobardeporsímismojamásseiríaaluchar.Eran unas chicas valientes, extraordinarias. Hay datos estadísticos: las bajas humanas de personalmédico en primera línea de batalla ocupaban el segundo puesto, solo detrás de los batallones defusileros. De la infantería. A ver, ¿sabe cómo es sacar a un herido del campo de batalla? Se locontaré...»Noslanzamosalataque,elenemigonosrecibióconelfuegodelasametralladoras.Elbatallón

desapareció. Todos habían caído. No nos mataron a todos, había muchos heridos. Los alemanescontinuaron disparando, no dieron el alto el fuego. Inesperadamente desde la trinchera saltó unachica, luegootra, luegounatercera...Sepusieronavendaralosheridosyasacarlosfuera,porunmomentoinclusolosalemanessequedaronperplejos.Alasdiezdelanoche,todaslaschicasestabanheridasdegravedad,perocadaunadeellashabíasalvadopor lomenosadoso tressoldados.Lascondecoraban con cuentagotas, al inicio de la guerra no se prodigaban los galardones.Había quesacar al herido junto con su armapersonal.Laprimerapreguntaquehacía el batallón sanitario alllegar era: “¿Dónde están las armas?”.Al inicio de la guerra eran escasas.Ya fuera un fusil, unametralletaounaametralladora,habíaquecargarconelarma.En1941seemitiólaordennúmero281sobrelasrecomendacionesparaconcedercondecoraciones: laMedallaporelServiciodeCombateera concedida por salvar a quince heridos de gravedad en el campo de batalla (siempre con lasarmas); por salvar a veinticinco, laOrdende laEstrellaRoja; a cuarenta, laOrdende laBanderaRoja; a ochenta, la Orden de Lenin. Le acabo de describir lo que significaba salvar durante elcombateaunsolo...bajolasbalas...—Es verdad... Yo también lo recuerdo... En fin... Nosotros queríamos enviar a nuestros

exploradores a la aldea donde se alojaba la guarnición alemana. Primero fueron dos... Luego unomás... Ninguno de ellos regresó. Entonces el comandantemandó llamar a una de nuestras chicas:«Liusia, irás tú». La vestimos de pastora y la dejamos en mitad de la carretera... ¿Qué otra cosapodíamoshacer?¿Quéotrasoluciónteníamos?Aunhombrelemataríanseguro,unamujertalvezconseguiríapasar...Esosí,veraunamujerconunfusilenlasmanos...—Yaquellachica,¿regresó?—Norecuerdosuapellido...Soloelnombre:Liusia.Lamataron...Loscampesinosnoslocontaron

díasdespués...Todos nos quedamos callados. Luego brindamos en memoria de los caídos. La conversación

cambia de rumbo: hablamos de Stalin, de cómo antes de la guerra aniquiló almejor personal demando,alaélitemilitar.Delacruelcolectivizaciónydelaño1937.DelGulagydelosexilios.Dequeeldesastrede1941alomejornohabríaocurridosien1937nohubierapasadoloquepasó.Nohubiéramos retrocedidohastaMoscú.Hablamosdequedespuésde laguerraaquello seolvidó.LaVictorialoeclipsótodo.—¿Yelamor?¿Habíaamorenlaguerra?—pregunto.—Yocoincidíconmuchaschicascombatientes,peronolasveíamoscomomujeres.Aunquedesde

mipuntodevistaeranunasmuchachasmaravillosas.Peroerannuestrasamigas,lasquenossacabandel campo de batalla. Nos salvaban, nos curaban las heridas. A mí me salvaron la vida en dosocasiones.¿Cómopodríatenerunmalconceptodeellas?Pero...¿acasoustedpodríacasarseconsuhermano?Nosotroslasllamábamos«hermanas».—¿Ydespuésdelaguerra?—Cuandolaguerraacabó,ellasquedaronmuymalparadas.Mimujer,porejemplo...Ellaesmuy

inteligente, peromira conmalos ojos a las chicas que lucharon en el frente. Considera que solofueron a la guerra para buscarse un novio, que se enredaban con cualquiera. En realidad (puedohablarle con sinceridad, ¿verdad?), en su mayoría eran buenas chicas. Puras. Aunque acabada laguerra...Despuésdetantasuciedad,tantosparásitos,despuésdetantasmuertes...Apetecíaalgobonito.Colorido. Mujeres guapas... Yo tenía un amigo que se enamoró de una chica, una personaextraordinaria. Era enfermera. Pero después de la guerra él no quiso saber nada, se licenció y sebuscó a otra,másmona. Ahora no es feliz en sumatrimonio. No puede olvidar a su amor de laguerra, a laque tambiénhabría sido suamiga.Sinembargo, enaquelmomento ladejóporque sehabía pasado cuatro años viéndola calzar unas botas gastadas y una chaqueta guateada de hombre.Intentábamosolvidarnosdelaguerra.Ydepasoacabamosolvidandoanuestraschicas...—Esverdad...Éramosjóvenes...Nosapetecíaexprimirlavida...Nadiedurmióentodalanoche.Nosquedamoshablandohastaelamanecer.

Salgodelmetroyenseguidameencuentroenuntranquiloparquemoscovita.Conuncolumpioyunarenero para los niños. Mientras camino, repaso la conversación telefónica, la voz ha sonadosorprendida:«¿Yahallegado?¿Yvieneavermeenseguida?¿Noquierepasarantesporlaasociacióndelosveteranosdeguerra?Allítienentodalainformaciónsobremí,¿yalahaconsultado?».Mehequedado algo perpleja... Antes pensaba que el sufrimiento libera, que, tras superar las penas, elindividuo ya solo se pertenece a sí mismo. Que su propia memoria le protege. Pero estoydescubriendo que no, no es una regla general. A menudo este saber e incluso el saber superior(inexistenteenlavidanormal)existencomounenteoculto,comounaespeciedereservaintangibleysecreta,comolaspepitasdeoroenunamina.Hayquesepararminuciosamenteellastreyrebuscarbienentrelossedimentosdelajetreodiarioparafinalmentehacerlobrillar.¡Paraquenosregalesupreciadaluz!Entonces ¿qué somos en realidad, de qué estamos hechos? ¿De qué material? ¿Cuál es su

resistencia?Esoesloquequieroentender.Hevenidohastaaquíparaencontrarlarespuesta...Meabrelapuertaunamujerrolliza,deestaturamásbienpequeña.Meestrechalamanocongesto

masculino,delaotramanocuelgasunietopequeño.Suactitudimpasibleysumoderadacuriosidadmesugierenqueenestacasaestánacostumbradosalosvisitantes.Aquílosesperan.Lahabitaciónesespaciosa,casinohaymuebles.Hayunaestanteríaconlibros,hechaamano,ensu

mayoría son libros de guerra,memorias, abundan las fotografías, imágenes tomadas en el frente,ampliadas,seveunacornaduradearcedelaquecuelgauncascodetanquista,encimadeunamesitadesfilaunahileradecarrosdecombateenminiaturaconlasdedicatorias:«Departedelossoldadosde launidad...», «Por cortesíade los estudiantesde la academiamilitar...».Ami ladoen el sofá sesientantresmuñecosvestidosdeuniforme.Inclusolascortinasylatapiceríasondecolorcaqui.Entiendoqueaquílaguerranisehaacabadoniseacabaránunca.

Nina Yákovlevna Vishnévskaia, auxiliar de compañía, técnica sanitaria del batallón de carros decombate:

«¿Pordóndeempiezo?Hepreparadountextoparati...Pero,bueno,hablarédecorazón.Talycomofue...Telocontarécomoaunaamiga...»Para empezar, en las tropas de vehículos de combate, a las chicas nos aceptaban con desgana.

Mejordicho,nonosaceptaban.¿Quecómologréentrar?...»Yo vivía conmi familia en la ciudad deKonákovo, en la región deKalíninskaia. Acababa de

aprobar los exámenes del octavo curso y pasaba a noveno. Ninguno de nosotros comprendíaentoncesquéeraunaguerra,noslotomábamoscomojuego,comounlibrodeaventuras.Noshabíaneducadoparaabrazarel romanticismorevolucionario, los ideales.Noscreíamosapies juntillas loquedecíanlosrotativos:laguerraacabaríapronto.Perodeundíaparaotro...»Vivíamosenunenormepisocompartidojuntoconotrasmuchasfamilias,ycadadíaalguiense

marchabaalfrente:titoPetia,titoVasia...Losacompañábamoshastalaestación.Nosotros,losniños,lovivíamosllenosdecuriosidad.Losdespedíamosdesdeelandén...Laorquestatocaba,lasmujereslloraban,pero todoaquellononosespantaba,al revés,nosdivertía.Lafanfarriasiempre tocaba lamismamarcha:EladiósdeSlavianka.Nosentrabanganasdesubiraltrenyviajarconellos.Alsonde aquellamúsica. Teníamos la sensación de que la guerra estaba en algún lugar lejano. Yo, porejemplo, me quedaba pasmada admirando los botones de las guerreras, me encantaba su brillo.Enseguida me apunté al cursillo de voluntariado de los auxiliares de sanidad, pero losacontecimientossepercibíandemaneramuyinfantil.Comounjuego.Despuéscerraronelcolegioynosmovilizaronparalaconstruccióndeobrasdefensivas.Nosalojaronenunoscobertizos,acampoabierto.Nossentíamos inclusoorgullosos:por fin íbamosaparticiparenalguna tarea relacionadaconlaguerra.Entramosaformarpartedelllamado“batallóndelosdébiles”.[16]Trabajábamosdesdelasochodelamañanahastalasochodelanoche,docehorasdiarias.Cavábamoszanjasantitanques.Éramos todos unos niñatos que no pasábamos de los quince o dieciséis años... Una vez,mientrastrabajábamos,oímosunasvoces:unogritaba“¡Cuidadoconlosaviones!”;otro,“¡Alemanes!”.Losadultosseprecipitaronaesconderse,peronosotrosnosmoríamosdecuriosidad:¿cómoseríanlosaviones alemanes?, ¿cómo serían los alemanes? Pasaron por delante de nosotros, no vimos nada.¡Vayadisgusto!...Pocodespuésdieronmediavueltayrealizaronunvuelorasante.Todospudimosverlascrucesnegras.Noteníamosniunapizcademiedo,solocuriosidad.Yderepentecomenzaronadisparar las ametralladoras, a segar, delante de nuestros ojos iban cayendo los compañeros conquienes habíamos estudiado y trabajado. Llegó el estupor, no lográbamos entender qué ocurría.Seguíamosallí,plantados,observando...Estábamoscomoanclados...Losadultosveníanatodocorrerynostirabanalsuelo,peronosotrosseguíamosigualqueantes,noteníamosmiedo...»Al poco tiempo los nazis ya estaban muy cerca de la ciudad, como a unos diez kilómetros,

podíamosoír los cañonazos.Fui corriendo junto aotras chicas a laoficinade reclutamiento: eso,aquello, ha llegadonuestrahora, queremosdefendernos, ir enpandilla.Sindudarloni un instante.Perononosadmitíanatodas,soloalasmuchachasmásresistentesyfuertes,y,antetodo,alasqueyateníanlosdieciochocumplidos.Alasjóvenescomunistasdeexpedientesintachables.Habíauncapitánseleccionando chicas para una unidad de vehículos de combate. A mí, por supuesto, no quiso niescucharmeporquesoloteníadiecisieteañosymedíaunmetrosesenta.»—Siunsoldadode infantería—meexplicaba—recibeunaherida,caeráal suelo.Ustedpodría

acercarseaélarastrasyvendarleallímismo,obientirardeélhastaunrefugio.Untanquistaesotrahistoria...Siquedaheridodentrodelcarro,hayquesacarloporlaescotilla.¿Cómovaustedasacaraunhombrefueradeuntanque?¿Sabelorobustosquesonlostanquistas?Yparameterseenuntanquehayquetreparmientrasledisparan;lasbalas,lametralla...¿Sabeloqueesuncarroenllamas?»—¿Acasonosoyunajovencomunistacomolasdemás?—Mepuseallorar.»—Claroqueloes.Unajovencomunistapequeña.

»Amisamigas,conlasqueibaalcursillodeauxiliaressanitarios—eranunaschicasaltas,fuertes—lasaceptaronatodas.Meponíatristequeellassefueranyyomequedase.»A mis padres, por descontado, no les dije nada. Cuando fui a despedirme de las chicas, se

compadecierondemíyacabaronescondiéndomeenelcamión,debajodelalona.Viajábamosenuncamión abierto, todas con pañuelos de distintos colores: negro, azul, rojo... Y yo con la cabezaenvuelta en una blusa demimadre. Como si fuéramos a cantar en un coro de aficionadas. ¡Vayapinta!... Sonrío siempre que me acuerdo de eso... Shura Kiseliova hasta se llevó su guitarra.Viajábamos,yaseveíanlastrincheras, lossoldadosnosvieronysepusieronagritar:“¡Lleganlasartistas!¡Lleganlasartistas!”.»ParamosdelantedelEstadoMayoryelcapitándiolavozdemando:“Bajenypónganseenfila”.

Mepuselaúltima.Lasdemásmuchachasconsusbártulos,yosinnada.Comomehabíametidoenelcamión de improviso, no llevaba nada. Shurame dio su guitarra: “Almenos tendrás algo en lasmanos”.»SalióeljefedelEstadoMayor,elcapitánanunció:»—¡Camarada teniente coronel! Estas doce chicas están a sus órdenes para prestar el servicio

militar.»Elotromiró.»—Nosondoce,sinotrece.»Elcapitánalosuyo.»—No, camarada teniente coronel, son doce.—Tan convencido estaba de que éramos doce. Se

giró,miróymevioenseguida—.¿Dedóndehassalidotú?»Yocomosinada.»—Hevenidoacombatir,camaradacapitán.»—¡Acércate!»—Hevenidoconmiamiga...»—Contuamigatevasabailar.Aquíestamosenlaguerra.Acércate.»Talcomoestaba,conlablusademimadrepuestaenlacabeza,caminéhaciaél.Lesmostrémi

carnetdeauxiliarsanitaria.Yempecéasuplicar:»—Señores,notenganduda,soymuyfuerte.Hetrabajadocomoenfermera...Hedonadosangre...

Porfavor...»Estudiaronmispapelesyeltenientecoronelordenó:»—¡Envíenlaacasa!¡Conelprimervehículodepaso!»Ymientras esperábamos su llegada, temporalmente, me designaron a la sección sanitaria.Me

quedaba allí preparando los taponesdegasa.En cuantoveía un coche llegar alEstadoMayor,meescondíaenelbosque.Esperabaallíunpardehoras,elvehículosealejabayyovolvíaamistapones.Lohiceasídurante tresdías,hastaquenuestrobatallónentróencombate.ElPrimerBatallóndelaTrigésima Segunda Brigada de Carros de Combate. Mientras todos combatían, yo preparé lascovachasparalosheridos.Enmenosdemediahoracomenzaronallegarlosheridos...Ymuertos...Enaquelcombateperdió lavidaunadenuestraschicas.En fin, seolvidarondequeme teníanquedevolveracasa.Seacostumbraronamí.Lossuperioresyaniseacordaban...»¿Siguiente paso? Tenía que vestirme de uniforme. Nos entregaron unos macutos para que

guardáramos nuestras cosas. Eran nuevos, por estrenar.Almío le corté las correas, le descosí lapartedeabajoymelopuseporencima.Yateníalafaldamilitar.Poralgúnsitioencontrétambiénunacamisasindemasiadosagujeros,mepuseuncinturónymefuiconlaschicasporahí,apresumirunpoco.Estabaenseñándoleselmodelitoamiscompañerascuandoenlacovachaentróelcabo,seguidodelcomandantedelaunidad.»Elcabo:

»—¡Fir-rrr-mes!»Entróeltenientecoronel,elcaboinformó:»—¡Camarada teniente coronel! Se ha detectado un suceso inesperado. Les he suministrado los

macutosalaschicasyunadeellassehametidodentro.»Elcomandantemereconoció.»—¡Así que eres tú! ¡La que se nos coló!...Bueno, cabo, es necesario uniformar debidamente a

todaslasmuchachas.»¿Quéropanosdaban?Lostanquistasllevabanpantalonesdelonaconrefuerzoenlasrodillas.A

nosotrasnosdieronunosmonosdetelafina,dealgodón.Latierraestabamezcladaconfragmentosdemetal, cubiertadepiedrasarrancadas...Alpoco tiempoandábamosotravezharapientas,porquenosotrasnoíbamosdentrodeloscarros,sinoqueavanzábamosarastrasporelsuelo.Loscarrosamenudoardían.Eltanquista,sisobrevivía,acababacubiertodequemaduras.Nosotrasigual,porqueparasacaraunhombreenvueltoenllamastambiéntienesquemeterteenelfuego.Resultóverdad...Esrealmentedifícilextraeraunhombrepor laescotilla,sobre todosiera tiradorde torreta.Yunmuertopesamásqueunvivo.Prontoloaverigüé...»Llegamosallísinlainstrucciónnecesaria,nonosaclarábamosconlosrangos.Elcabonosdecía

todo el rato que, si queríamos ser soldados, teníamos que saludar a nuestros superiores, cuidarnuestroaspectoyabotonarnoselcapote.»Losdemás soldados,viéndonos, aunaschicas tan jóvenes,nosgastabanbromasa todashoras.

Unavez,losdelaunidadsanitariameenviaronabuscarelté.Fuiabuscaralcocinero.Memiró.»—¿Quéquieres?»Ledije:»—Elté...»—Noestálisto.»—¿Porqué?»—Los cocinerosnos tenemosque lavar primero.Nos lavamos en las ollas.Cuando acabemos,

herviremoselagua...»Melotragué.Letoméenserio.Recogímiscubosymedimediavuelta.Mientrasvolvía,mecrucé

conelmédico.»—¿Cómoesquetraesloscubosvacíos?¿Dóndeestáelté?»Lerespondítalcual:»—Loscocinerostodavíatienenquelavarseenlasollas.Elténoestálistotodavía.»Elpobresellevólasmanosalacabeza.»—¿Quécocineros?¿Quéollas?»Meenviódevuelta,abroncóalcocineroymellenaronlosdoscubosdeté.Ibacaminando,con

loscubos llenos,cuandovi llegaramiencuentroal jefede lasecciónpolíticayalcomandantedebrigada.Enseguidameacordédequeunsoldadodebíasaludarasussuperiores.Peroibandosjuntos.¿Cómoibaasaludaralosdosalmismotiempo?Avancéunospasospensandoencómoapañármelas.Entoncesdejéloscubosenelsuelo,levantélasdosmanossaludandoehicesendasreverenciasaunoyaotro.Ellos,quemientrasandabanapenassehabíanfijadoenmí,conaquellossaludossequedaronestupefactos.»—¿Quiéntehaenseñadoarendirhonores?»—Elcabo.Dicequehayquesaludaratodosycadaunodelossuperiores.Comoustedesdosvan

juntos...»Paranosotras,laschicas,todoenelejércitoresultabadifícil.¡Loquenoscostabaaprendernoslas

insignias!Cuandollegamos,aúnseusabanlosrombos,loscubitos,lasrayas...Veteasaberquérangoteníaeseoaquel.Ordenaban:“Llévaleestepaquetealcapitán”.¿Ycómosabréquiénes?Mientrasle

buscabas,hastalapalabra«capitán»seteescapabavolandodelacabeza.Llegabasysoltabas:»—Señor,señor,elotroseñormehaordenadoentregarleesto...»—¿Quéotroseñor?»—Esequesiemprellevacamisa.Sinlaguerrera.»La memoria no era capaz de retener si eran tenientes o capitanes, solo si era apuesto o feo,

pelirrojooalto.“¡Ah,vale,aquelalto!”,decíamos.»Claroque...Cuandoviesosmonosquemados,losbrazosquemados,losrostrosquemados...Yo...

Fue sorprendente... Perdí las lágrimas... El don de llorar, ese don tan de mujeres... Los tanquistassaltabandelosvehículosenllamas,loscuerposardiendo.Humeaban.Amenudoteníanlosbrazosolaspiernasrotas.Estabangravementeheridos.Mepedían:“Simuero,escribaamimadre,escribaamimujer...”.Yonosabíahacerlo.Nosabíacómosepodíacomunicarlamuertedealguien...»Cuandofueronlostanquistaslosquemerecogieronamí,conlaspiernaspartidas,ymellevaron

aunaaldeaucraniana(porlazonadeKirovograd), ladueñadelacasaenquesealojabalaunidadsanitarialanzóelgritoalcielo:»—¡Ay,peroquéchavaltanjoven!...»Lostanquistasserieron.»—¡Mujer,noesunchaval,sinounachavala!Ellasesentóamiladoymeescudriñóconlamirada,muyatenta.»—¡Quéva!Esunchavalmuyjovencito...»Yoteníaelpelomuycorto,vestíaconmono;elcasco,dechico.Lamujermecediósucamastroe

inclusosacrificóunlechalparaquemerecuperaracuantoantes.Noparabadelamentarse:»—¿Quépasó?¿Acasoosfaltabanhombresparatenerquecogeraniños?Achiquillas...»Desuspalabras,desuslágrimas...Poruntiempo,todomivalormeabandonó,sentíatantapena

pormí, pormimadre. ¿Qué hacía yo allí, entre todos aquellos hombres?Yo era una chica. ¿Y sivolvíaacasasinpiernas?Loquemepasabaporlacabeza...Lospensamientos...Nolosoculto...»A los dieciocho años, en la batalla deKursk,me condecoraron con laMedalla al Servicio de

Combate y la Orden de la Estrella Roja; a los diecinueve, con la Orden de la Guerra Patria desegundogrado.Siemprequellegabanlosreemplazos(loschicoseranjóvenes),ellosporsupuestosesorprendían.Teníandieciochoodiecinueveaños,comoyo,ymepreguntabanentreburlas:“¿Cómoesque tehandadoesasmedallas?”,obien: “Pero¿deverdadhasparticipadoenuncombate?”.Semofaban:“¿Sabesquelasbalaspuedenatravesarelblindaje?”.»Aunodeesosdespuésletuvequevendarlaheridaenelcampodebatalla,bajoelfuegoenemigo,

meacuerdodesuapellido:Schegolevatij.Lepartieronunapierna.Mientrasleponíalatablilla,élmepedíaperdón:»—Perdóname,hermana,porhaberteofendido.Adecirverdad,megustas.»¿Qué sabíamosnosotros sobre el amor?Si algunohabía tenido alguno, había sido el amorde

colegio,yelamordecolegionodejadeserunamorinfantil...Recuerdoqueunavezlosalemanesnoscercaron...Cavábamos la tierracon lasmanos,no teníamosnada.Nisiquierapalas...Nada...Elcercoseibaestrechando,seacercaban,cadavezmásymás.Lodecidimos:“Estanoche,orompemoselcerco,omoriremos”.Amímeparecíaqueseguramenteacabaríamostodosmuertos...Nosésivalelapenaquelocuente...Nosé...»Noscamuflamos.Esperamosquellegaralanocheparaentrarencombate.Elteniente,MishaT.,

estabasustituyendoalcomandantedelbatallónporqueelcomandanteestabaherido.Teníaunosveinteaños,sepusoarecordarcómolegustababailar,tocarlaguitarra.Luegomepreguntó:»—¿Algunavezlohasprobado?»—¿Elqué?¿Quéesloquedeberíahaberprobado?—Teníamuchísimahambre.»—Noelquésinoaquién...¡Aunamujer!

»—Pero¡quédices!»—Yotampoco.Yahoraestamosapuntodemorirsinhaberconocidoelamor...Estanochenos

matarán...»—¿Eresimbéciloqué?—Porfinentendíaquéserefería.»Nosmoríamosporlavidaaúnsinsaberquéeralavida.Solohabíamosleídodeellaenloslibros.

Amímeencantabanlaspelículasdeamor...»Losauxiliaressanitariosdelasunidadesdecarrosblindadosmoríanpronto.Nisiquierateníamos

unsitioasignadodentrodel tanque, íbamosencima,agarrándonoscomopodíamosalblindaje,conunúnicopensamientoenlacabeza:“Ojoconlospies,quenosemelostraguenlasorugas”.Habíaqueestaralertapor si algún tanqueardía...Entonces saltarycorrer,oarrastrarsehastaallí...Enelfrente éramos cinco amigas:LiubaYasínskaia, ShuraKiseliova,ToniaBobkova,ZinaLatish y yo.“LasmuchachasdeKonákovo”,asínosllamabanlostanquistas.Ytodaslaschicasmurieron...»LanocheantesdelcombateenquemataronaLiubaYasínskaia,ellayyopasamosunlargorato

hablando.Era1943...Nuestradivisiónseacercabaal ríoDniéper.De repentemedijo:“¿Sabesunacosa?,moriréenestecombate.Tengounpresentimiento.He idoaveralcaboy lehepedidoropainteriornueva,perosehaportadocomountacaño,mehadichoqueyamehabíadadounconjuntonuevohacíapoco.Quieroqueporlamañanameacompañesaverle”.Intentécalmarla:“Yallevamosdosañosguerreando,lasbalannostienenmiedo”.Noobstante,alamañanasiguientemeconvencióparaque laacompañara, le suplicamosquenosdieraunconjuntode ropa interior.Aquellacamisainteriornueva...Blancacomolanieve,conunascintasenelcuello...Deprontoestabaimpregnadadesusangre...Esacombinacióndeblancoyrojo,conlasangrebermeja,segrabóenmimemoria.Eraexactamentecomoellaselohabíaimaginado...»Latransportamosencimadeunacapadelonaentrelascuatro,deprontopesabamucho.Muchos

compañerosperdieronlavidaenaquelcombate.Cavamosunagranfosacomún.Losdejamosallíatodos, directamente, sin ataúdes—era lo habitual—, y a Liuba la pusimos encima.Yo no lograbaentenderquesehabíaido,quenuncamáslavería.Semeocurrióquedeberíacogeralgosuyocomorecuerdo.Llevabaunanillo,dequéera,sieradeoroono,notengoniidea.Perolocogí.Aunqueloschicos intentaron impedírmelo: “Ni se te ocurra, es de mal augurio”. Cuando dábamos el últimoadiós,cadauno,segúnlacostumbre,echabaunpuñadodetierra,yotambiénlohice,yelanillosecayóahídentro,enlafosa...JuntoaLiuba...Recordéentoncesqueellaleteníamuchoaprecioaeseanillo...Supadreluchódurantetodalaguerrayregresóvivojuntoasumujer.Suhermanotambiénvolvióacasa.Todosloshombresdelafamiliavolvieron...PeroLiubamurió...»ShuraKiseliova... Era lamás guapa de todas.Como una actriz. Fue reducida a cenizas. Estaba

ocultando a los heridos graves entre las pilas de heno cuando abrieron fuego, y la paja prendió.Shurahabríapodidosalvarse,peroparaello teníaqueabandonara losheridos...Sequemójuntoaellos...»LosdetallesdelamuertedeToniaBobkovalosconocíhacepoco.Hizodeescudoparaelhombre

alqueamaba.Lametrallavuelaenfraccionesdesegundo...¿Cómolologró?SalvóaltenientePetiaBoichevski,lequería.Élsobrevivió.»Treinta años después, Petia Boichevski vino a verme desde Krasnodar.Me encontró. Yme lo

contó.FuimosjuntoshastaBorísovyencontramoselclarodelbosqueenelqueToniahabíaperdidolavida.Cogióunpuñadodetierradesutumba...Cómobesabaaquellatierra...»ÉramoscincolaschicasdeKonákovo...Yofuilaúnicaqueregreséconmimadre...»Inesperadamenteempezóarecitarlosversos:

Subióalblindajelamuchacha,valiente:estádefendiendoasuPatriaenelfrente.

Notemelasbalas,notemelametralla.Sudulcecorazóndeardorestalla.Cómorecuerdolabellezadiscretadeldíaenquehubedeverlamuerta...

Me confiesa que lo compuso ella misma, durante la guerra. Sé que muchas de aquellas chicasescribían. A día de hoy, aún copian con esmero estos versos, enternecedores y sencillos, y losguardanenlosarchivosfamiliares.Supresenciaenlosálbumesdefotografíasdelaguerra—melosenseñan en cada casa— les aporta un aire de diario íntimo. Normalmente los diarios hablan deamoríos,aquíencambioeltemaeslamuerte.«Tengouna familiamuyunida.Esunabuenafamilia.Muchosniños,nietos...Peroyovivoen la

guerra, todavía sigo allí... Hace diez años encontré a mi amigo Vania Pozdniakov. Creíamos queestabamuerto y resultó queno, que estaba vivo.En la batalla dePrójorovka, su carro—él era elcomandante—eliminóados tanquesalemanes, luegoestallóen llamas.Toda la tripulaciónmurió,solo Vania salió con vida, sin ojos, cubierto de quemaduras. Le enviamos al hospital aunque nocreíamosquesobreviviera.Nolequedabaniuncachitosinquemar.Todalapiel...Toda...lapielselecaíaa jirones...Comounacapa...Diconsudireccióndespuésdetreintaaños...Habíapasadomediavida...Recuerdoquesubíalasescalerasymetemblabanlasrodillas:¿seráélono?Abriólapuertaymetocólacaraconlasmanos,mereconoció:“¿Nina,erestú?¿Erestú?”.Despuésdetantotiempomereconoció...»Sumadre,unamujermuyvieja,vivíanjuntos,sesentabaconnosotros,lloraba.Mesorprendí.»—¿Porquéllora?Doscompañerosdecombatesehanreunido,tienequealegrarse.»Mecontestó:»—Mistreshijossefueronalaguerra.Dosmurieron,soloVaniavolvióacasaconvida.»Vaniaregresóciego.Ellalehabíallevadodelamanotodalavida.»Lepreguntéaél:»—Vania,laúltimacosaquevistefueelcampodebatalladePrójorovka,elcombatedetanques...

¿Quérecuerdasdeaqueldía?»¿Sabeloquemecontestó?»—Lo único que lamento es haberme precipitado al dar la orden de abandonar el vehículo.

Igualmentetodosloschicosmurieron.Todavíahabríamospodidoincendiarotrotanquealemán...»Esoesloqueledamáspena...Hastaeldíadehoy...»Élyyoéramosfelicesenlaguerra...Entrenosotrosnohabíaaúnpalabras.Nohubonada.Perolo

recuerdo...»¿Porquésobreviví?¿Paraqué?Creo...Creoqueparacontarlo...»El encuentro con Nina Yákovlevna continuó, pero ya por escrito. Después de transcribir la

conversaciónydeseleccionarloquemásmesorprendióyconmovió,talcomohabíaprometido,leenviéel texto.Unassemanasmás tarde, llegódesdeMoscúunpesadopaquetecertificado.Loabrí:recortes de prensa, artículos e informes oficiales de la labor patriótica que realizó la veterana deguerraNinaYákovlevnaVishnévskaiaenloscolegiosmoscovitas.Tambiénestabanlaspáginasquele había enviado; de mi texto quedaba poco, tachaduras en cada párrafo: había eliminado lasdivertidas líneas sobre los cocineros que se lavaban en las ollas, e incluso el inofensivo: «Señor,señor,elotroseñormehaordenadoentregarleesto...».Enlaspáginasquecontabanlahistoriasobreel teniente Misha T. aparecían unos indignados signos de interrogación y anotaciones en losmárgenes:«Paramihijosoyunaheroína.¡Unadiosa!¿Quépensarádemíalleeresto?».Enadelantemetopéamenudoconestasdosverdadesconviviendoenlamismapersona:laverdad

personal,confinadaalaclandestinidad,ylaverdadcolectiva,empapadadelespíritudeltiempo.Del

olor a rotativos. La primera de ellas rara vez lograba resistir el ímpetu de la segunda. Si, porejemplo,enelapartamentodemiinterlocutorahabíaalgúnfamiliaroconocido,ounvecino(sobretodo un hombre), ella semostrabamenos sincera y hacíamenos confidencias que si hubiéramosestado a solas. Se convertía en una conversación pública. Dirigida al espectador. Me resultabaimposible llegar a sus impresiones personales, chocaba contra una fuerte defensa interior. Elautocontrol.Lacorreccióneraconstante.Sepodíarastrearperfectamentelarelacióndecausa-efecto:cuantosmás oyentes había, más estéril, más imposible era la narración.Mesuraban cada palabra,ajustándolaal«comoesdebido».Lohorriblesevolvíasublime;ylooscuroeincomprensibledelserhumano, explicable. De pronto me encontraba en el desierto del pasado, donde solo habíamonumentos. Los actos heroicos. Orgullosos e impenetrables. Fue lo mismo que pasó con NinaYákovlevna:habíaunaguerraquerecordabasoloparamí,«te locuentocomoaunahijaparaqueentiendasloquenosotras,unasniñas,teníamosquesoportar»;laotraestabadestinadaaunaaudiencianumerosa,«talcomolosdemáslocuentanycomolodescribenlosrotativos,sobrehéroesyproezas,para educar a la juventudpormediode actuaciones ejemplares».Yocadavez sentíamás asombroanteestafaltadeconfianzahacialosencilloylohumano,estedeseodesustituirlavidaporideales.Elsimplecalorporelresplandorfrío.No podía olvidar cómo las dos habíamos tomado el té en su cocina, sin ceremonias. Las dos

llorando.

«Ennuestracasavivendosguerras...»

Un edificio gris de paneles prefabricados en la calle Kajóvskaia de Minsk, media ciudad estáedificadaconestosbloquesdeviviendasimpersonales,devariospisos,quecadaañosehacenmáslúgubres.Aunqueesteedificioesespecial.«Ennuestracasavivendosguerras...»,medicenalabrirlapuerta. En una unidad de la Marina de guerra del Báltico combatió la sargento Olga VasílievnaPodvishenskaia.Sumarido,SaulGuénrijovich,fuesargentodeinfantería.Todoserepite...Unavezmás,pasounlargoratomirandolosálbumesdefotografíasfamiliares,

decorados con amor y cuidado, siempre expuestos en algún lugar visible para los invitados. Ytambiénparalosquevivenenlacasa.Cadaunodeestosálbumestieneuntítulo:«Nuestrafamilia»,«Laguerra»,«Laboda»,«Loshijos»,«Losnietos».Megustaencontrarmeconesterespetohaciasusvidas, condocumentosquecertifican su amorpor elpasadoypor todo lovivido.Por los rostrosentrañables. He visitado ya centenares de apartamentos, he hablado con muchas familias, cultas,sencillas, y rara vezme cruzo con este gran sentido de la familia cuando la gente se refiere a sugenealogía, al hilo familiar. Ocurre lo mismo en ciudades y pueblos rurales. Probablemente lasfrecuentesguerrasyrevolucionesnoshanhechodesistirdecuidarelcontactoconnuestropasado,detejercuidadosamente la telarañadel linaje.Demiraratrás.Desentirorgullo.Nosapresurábamosaolvidar,aborrar lashuellas,porque los testimoniosguardadosamenudoseconvertíanenpruebasquelecostabanlavidaaalguien.Nadieconocenadamásalládesusabuelos,nadiebuscasusraíces.HacíamosHistoria,perovivíamosaldía.Conmemoriacorta.Peroenestacasaesdiferente.—¿Esposiblequeestafueseyo?—SeríeOlgaVasílievna.Sentadaamilado,cogeunafotografía

dondeaparecevestidaconeluniformedelaMarinaylascondecoracionesmilitares—.Siemprequemiroestas fotografíasme sorprendo.Saul se las enseñóanuestranietade seis años,y laniñamepreguntó:«Abuela,anteserasunchico,¿verdad?».—OlgaVasílievna,¿ustedsefuealaguerraenseguida?—Miguerracomenzóconlaevacuación...Tuvequedejaratrásmicasa,mijuventud.Durantetodo

el viaje nos estuvieron bombardeando, dispararon sobre nuestro tren, los aviones volaban a pocaaltura.Recuerdoqueungrupodechicos,estudiantesdeunaescueladeartesyoficios,saltarondelvagón,ibanvestidosconunoscapotesnegros.¡Eranunblancoperfecto!Lesacribillaronabalazos,losavionesvolabanmuybajo.Lasensacióneraquedisparabanycontaban...¿Seloimagina?»Trabajábamosenunaplantaindustrial,teníamoscomidayengeneralnoestabamal.Peronuestro

corazón estaba en llamas...Yo escribía continuamente cartas a la oficina de reclutamiento.Una, lasegunda, la tercera...En juniode1942recibí lacitaciónde llamadaa filas.Porel lagoLádoga,enunas barcazas abiertas, bajo el fuego enemigo, nos transportaron al asediado Leningrado. De miprimer día en Leningrado recuerdo las noches blancas y el destacamento demarinos, vestidos denegro.Elambienteestabacargado,nohabíaniunpeatón,soloseveíaalosmarinos,iluminadosporlos reflectores, caminando con las cintas de ametralladora colgadas del hombro, igual que en laguerracivil.¿Seloimagina?Unaimagendepelícula...»Laciudadestabacompletamentesitiada.Elfrenteseencontrabamuycerca.Eltranvíanúmero3

llegabahastalafábricaKírovyallímismocomenzabalalíneadelfrente.Sieltiempoeradespejado,enseguidaempezabaelbombardeo.Disparabana tirodirecto.Disparaban,disparaban,disparaban...Losgrandesbuquesdeguerraestabanatracadosenelmuelle.Loscamuflábamos,porsupuesto,peroseguíaexistiendo laposibilidadde recibirun impacto.Nuestraespecializacióneran lascortinasdehumo. Organizaron un destacamento especial de camuflaje con humo, encabezado por el excomandantedelaescuadrilladetorpederosytenientedenavíoAleksanderBogdánov.Laschicasensu mayoría éramos graduadas en escuelas técnicas o estudiantes de los primeros cursos de launiversidad. Nuestra misión era proteger los buques, cubrirlos con el humo. Comenzaba elbombardeo,ylosmarinosallí,impacientes:“Venga,quelaschicassedenprisaconelhumo.Conlacortinaestamosmástranquilos”.Salíamosenunosvehículoscargadosconunamezclaespecial,losdemásmientrastantoseescondíanenlosrefugiosantiaéreos.Nosotras,¿cómosedice?,atraíamoselfuego.Losalemaneslanzabanlosproyectileshaciaesacortinadehumo...»Laraciónera,yasabe,acordealestadodelasedio,pero,bueno,íbamosaguantando.Porunlado,

éramosjóvenes,esoesundetalleimportante;porelotro,loshabitantesdeLeningradonodejabandesorprendernos.Nosotrosporlomenosrecibíamosalgodesustento,habíacomida,lamínima,perolahabía. En la ciudad, la gente caminaba y se caía de hambre. Se morían. Los niños venían ycompartíamos con ellos nuestras escasas raciones. No eran niños, eran una especie de pequeñosancianos. Unas momias. Nos explicaban su “menú” durante el asedio, por así llamarlo: sopa decinturones de piel o de zapatos nuevos, gelatina de cola de carpintero, tortitas demostaza... En laciudadsecomieronatodoslosgatosyperros.Desaparecieronlosgorriones,lascotorras.Cazabanaratasyratonesparacomérselos...Selasapañabanparafreírlos...Despuéslosniñosdejarondevenir,los esperábamos pero ya no venían. Probablemente se murieron. Es lo que pienso... En invierno,cuando Leningrado se quedó sin combustible, nos enviaron a un barrio donde todavía habíainmuebles de madera, teníamos que convertirlos en leña. El momento más duro era cuando nosacercábamosaunacasa...Estabasdelantedeunabuenacasa,loshabitanteshabíanmuertoosehabíanmarchado,normalmentehabíanmuerto.Sepodíadeducirporlavajillacolocadaencimadelamesa,porlascosasdelacasa.Pasabaunamediahoraantesdequepudiéramoslevantarnuestraspalancas.¿Se lo imagina?Nosquedábamos todasallí, comoesperandoalgo.Solodespuésdeque llegaraelcomandanteyempezaseahincarsupalanca,comenzábamosaderribareledificio.»Trabajábamoshaciendoacopiodeárboles,tambiéncargábamosconloscajonesdelamunición.

Recuerdoqueunavezllevabauncajóndeesosymecaí,elcajónpesabamásqueyo.Esoesunacosa.Yotra:lodifícilqueresultabaaquelloparanosotras,lasmujeres.Mástardefuicabodeunaescuadra.Eraunaescuadradechicosjóvenes.Nospasábamoslosdíasenterossubidosaunalancha.Loschicospodíansatisfacersusnecesidadesdirectamentepor laborda,yyaestá.¿Yyo,quéhago?Unpardeveces aguanté todo lo que pude y después salté al agua.Yme ponía a nadar.Los chicos gritaban:“¡Sargento a la mar!”. Y me sacaban. Una pequeñez tan elemental... Pero ¿seguro que es unapequeñez?Despuéstuvequeiralmédico...¿Seloimagina?¿Yelpesodelasarmas?Paraunamujertambiénesdifícil.Alprincipiodelaguerranosentregaronlosfusiles,eranmásaltosquenosotras.Cuandolaschicascaminaban,lasbayonetaslessobresalíanmediometroporencimadesuscabezas.»El hombre se acostumbraba conmás facilidad. Se acoplaba a esa austera cotidianidad...A esas

relaciones...Peronosotrasañorábamos,añorábamosmuchísimonuestrascasas,anuestrasmadres,lacomodidaddeunacasa.ConnosotrasestabaunachicadeMoscú,NatashaZhílina.Lacondecoraroncon la Medalla al Valor y le dieron permiso para ir a casa unos días. Cuando regresó, laolfateábamos.Literalmente:hacíamoscolaparaolerla,decíanqueolíaacasa.Cómoechábamosdemenosa lafamilia...Quéalegríanosentrabaalverelsobreconlacarta...Alver la letradepapá...Cuando teníamos un rato de descanso, nos poníamos a bordar algo, unos pañuelos. Nossuministraban unos peales y los convertíamos en fulares. Nos apetecía hacer cualquier tarea

femenina.Echábamosenfaltatodasesascosasdemujeres,aduraspenasloaguantábamos.Cualquierexcusaerabuenaparacogerunaaguja,coseralgo,loquefuera,volverporlomenosporuninstantea nuestro estado natural. Claro que nos reíamos, también vivimos momentos alegres, pero eradistinto,nocomoantesdelaguerra.Eraunestadodeánimoespecial...Lagrabadoraregistralaspalabras,grabalasentonaciones.Laspausas.Elllantoyelasombro.Me

doy cuenta de que cuando una persona habla surge algo más grande, algo que supera lo que acontinuaciónaparecerásobreelpapel.Medapenanopoder«grabar»losojos,lasmanos.Vivensupropiavidadurantelaconversación.Unavidaseparada.Tienensupropio«discurso».—Tenemos dos guerras... Eso está claro...—SaulGuénrijovich interviene en la conversación—.

Cuandoempezamosarecordar,yomedoycuentaenseguida:ellarecuerdasuguerra,yolamía.Amítambiénmepasaroncosasparecidasaesoquelehacontadodelacasa,odecómohacíancolaparaoleraesachica.Peroyonolorecuerdo...Semeescapó...Enaquelmomentomeparecíaunanadería.Una tontada. No le has explicado todavía lo de los gorrosmarineros, ¿verdad?Olga, ¿cómo haspodidoolvidarlo?—Noloheolvidado.Esunadelascosasquemásrecuerdo...Perosiempremedamiedorescatar

esahistoriademimemoria.Cadavez...Bueno,sucedióasí:laslanchasdenuestroschicossalieronaalta mar de madrugada. Varias decenas de lanchas... Al poco tiempo oímos que comenzaba elcombate. Esperamos... Escuchamos... El combate durómuchas horas, hubo unmomento en que seaproximóalaciudad.Perocesópronto.Justoantesdelanochecersalíalaorillaamirar:porelcanaldeMorskóibajabanflotandolosgorrosmarineros.Unotrasotro.Losgorrosyunasmanchasrojassobre lasondas...Yastillas...Enalgún lugarhabíanechadoal aguaanuestroschicos...Losgorrossiguieron flotando todo el rato que estuve allí. Al principio los contaba, después paré. No podíamarcharme, pero tampoco podía seguir mirando. El canal de Morskói se convirtió en una fosacomún...Saul,¿dóndeestámipañuelo?Nolohesoltadodelamano...Pero¿dóndeestá?—Yohememorizadomuchasdesushistorias,paralosnietos.Suelocontarlessuguerra,ladeella,

nolamía.Mehedadocuentadequelesparecemásinteresante.—SaulGuénrijovichdesarrollasuargumento—: Yo tengo más conocimientos bélicos concretos, ella tiene más sentimientos. Lossentimientos sonmás vivos,más fuertes que los hechos. En Infantería también servían chicas. Encuantounadeellasentraba,todosnosotroscorríamoscomolocosaarreglarnos.Niseloimagina...¡Niseloimagina!—Enseguidacomenta—:Ellasiempreusaestaexpresión,semehapegado.¡Noseimaginalobuenoqueeraoírlarisadeunamujerenlaguerra!Lavozdeunamujer.»¿Que si había amor en la guerra? ¡Pues claro que lo había! Las mujeres con las que allí

coincidimossonhoyunasesposasmaravillosas.Fielesamigas.Losquesecasaronenlaguerrasonlosmás felices, losmatrimoniosmás felices.Nosotros dos tambiénnos enamoramos en el frente.Entre el fuego y la muerte. Es un vínculo muy fuerte. No negaré que también había otras cosas,porque fue una guerra larga y porque éramos muchos. Pero yo lo que más recuerdo son losmomentosnobles.Magnánimos.»Enlaguerrameconvertíenunapersonamejor...¡Indudablemente!Mehicemejorpersonaporque

allí habíamucho sufrimiento. Vimucho sufrimiento, y yo también sufrímucho. Allí lo nimio sedesechaba enseguida, era superfluo. Allí todo estaba muy claro... Pero la guerra se vengó denosotros... Nos da miedo reconocerlo incluso ante nosotros mismos... La guerra nos alcanzó... Yahoranuestrashijas...Notodasnuestrashijassonfelices.¿Lacausa?Susmamás,excombatientes,laseducarontalycomoellasfueroneducadasenelfrente.Ylospapástambién.Deacuerdoconlaéticadeaquellos tiempos.Enel frente, comoya lehedicho, lapersonaestabacompletamenteexpuesta:enseguidasesabíacómoera,loquevalía.Nohabíaformadeesconderse.Nuestrashijasnoteníanniideadequelavidapodíaserdistintadecomolavivíandentrodesuscasas.Nadielesavisónuncadequelarealidadtieneunaparteoculta.Esaschicas,cuandosecasaron,fácilmentecaíanenmanosde

granujasque lasengañaban,porquenocostabanadaengañarlas.Lesocurrióamuchosdenuestrosamigosdelfrenteconsushijos.Ytambiénanuestrahija...—Por alguna razón, nosotros a nuestros hijos no les hablábamos nunca de la guerra.

Probablemente nos daba miedo y tratábamos de protegerles. ¿Acertamos? —reflexiona OlgaVasílievna—.Yo ni siquierame ponía las condecoraciones. En una ocasiónme las arranqué y yanuncamásmelashevueltoaponer.Despuésdelaguerrafuidirectoradeunafábricadepan.Duranteunareunión,ladirectoradelgrupoindustrial,unamujer,viomiscondecoracionesydelantedetodosmereprochó:«¿Porquétienesquellevareseretablopuestoencimacomohacenloshombres?».Ellatenía unaOrden del Trabajo, siempre la llevaba puesta en la chaqueta, peromis condecoracionesmilitaresnolegustaban.Cuandonosquedamosasolasensudespacho,selosoltétodo,ellasesintióafligida,peroyoperdílasganasdeenseñarmismedallas.Hastaahorasiempreheevitadosacarlas.Aunquemeenorgullecetenerlas.»Tuvieron que pasar decenas de años hasta que Vera Tkachenko, una conocida periodista,

publicara en el periódico central Pravda un artículo sobre nosotras, explicando que tambiénhabíamosluchadoenlaguerra.Explicandoquehabíamujeresexcombatientesquesehabíanquedadosolas,quenosehabíancasadoyquenoteníancasa.Yqueelpaísestabaendeudaconesasmujeressantas. A raíz de aquel artículo, la gente poco a poco empezó a tener en cuenta a las mujerescombatientes.Muchashabíancumplidoloscuarenta,cincuentaaños,yvivíanenresidencias.Porfinempezaron a facilitarles viviendas individuales. Mi amiga... Prefiero no decir su apellido, por siacaso,paraquenoseenfade...Enlaguerrahabíasidoauxiliarsanitariamilitar...Lahirieronentresocasiones.CuandoacabólaguerrasematriculóenlafacultaddeMedicina.Noquedabanadiedesufamilia,todoshabíanmuerto.Lopasabamuymal,porlasnochesfregabaescaleras,asíseganabalavida. Y a pesar de todo jamás le confesó a nadie que tenía la categoría de mutilada de guerra yderechoasubsidio.Habíadestruidotodoslosdocumentos.Lepregunté:“Pero¿porquélohiciste?”.Ella contestó sollozando: “¿Quién se iba a querer casar con una inválida?”. “Vale —le dije—,entonceshicistelocorrecto.”Yempezóalloraramocotendido:“Nosabeslobienquemeiríaahorateneresospapeles...Estoymuyenferma”.¿Seloimagina?Lloraba.»En una ocasión invitaron a cien soldados de laMarina, veteranos de laGranGuerra Patria, a

Sebastopol, la ciudad de la gloria naval rusa. Fue conmotivo de las celebraciones del TrigésimoQuintoAniversariodelaVictoria.Solohabíatresmujeres.Doséramosmiamigayyo.ElalmirantedelaMarinanoshizounareverenciaacadauna,nosdiolasgraciasenpúblicoynosbesólasmanos.¡¿Acasosepuedeolvidaralgoasí?!—¿Algunavezhadeseadoolvidarlaguerra?—¿Olvidar?Olvidar...—vuelveaformularOlgaVasílievna.—Nosomoscapacesdeolvidarla.Estáporencimadenuestrasposibilidades—SaulGuénrijovich

interrumpelaprolongadapausa—.Olga,¿recuerdasaquellavez,undíadelaVictoria,enquevimosaunamadre,unaseñoramuyanciana,conunapancartaigualdeviejaqueella,quedecía:«BuscoaTomasVladímirovichKúlniev,desaparecidoen1942duranteelasediodeLeningrado»?Ajuzgarporsu cara, ya debía de haber cumplido los ochenta. ¿Cuántos años hacía que duraba su búsqueda?Ycontinuaráhastaquelleguesuúltimahora.Nosotrossomoscomoella.—Megustaríaolvidar.Megustaría...—pronuncialentamente,casiensusurros,OlgaVasílievna—.

Megustaríaviviralmenosundíasinlaguerra.Sinnuestramemoria...Almenosundíaasí...Losrecuerdoalosdosjuntos,comoenlasfotografíasquesetomaronenelfrente.Meregalanuna

deellas.Allí son jóvenes,muchomás jóvenesqueyo.Enseguida todocobraotrosentido.Todoseacerca.Miroesasfotografíasprocedentesdesujuventudydeprontomipercepcióndeloqueacabodeoírygrabarcambia.Eltiempoentrenosotrosdesaparece.

«Elauricularnodispara...»

Sontandistintaslasmanerasderecibirmeydenarrar...Algunas de ellas comienzan a contármelo todo al momento, en el primer contacto telefónico:

«Recuerdo...Meacuerdodetodocomosihubieraocurridoayer...».Otrasprocuranaplazarlacitaylaconversación: «Tengo que prepararme... No quiero volver a aquel infierno...». Valentina PávlovnaChudaevaesdelasquevaconmuchacautela,abrecondesganalaspuertasdesumundo, laheidollamandodevezencuandoalolargodevariosmeses,enunaocasiónhablamosdurantedoshorasyporfindecidimosconocernos.Sindemoras,aldíasiguiente.Estoyllamandoasupuerta...—Te invito a probar mis empanadas. Llevo preparándolas desde la madrugada. —Alegre, la

señorameabrazaenelzaguán—.Yatendremostiempoparahablar.Yahabrátiempoparaquellorealágrima viva... Llevo mucho tiempo conviviendo con mi tristeza... Ahora lo primero son lasempanadas.Elrellenoesdecerisuela.TalcomolohacemosenSiberia.Venga,entra.»Perdonaquetetutee.Eslacostumbredelfrente:“¡Venga,chicas!¡Ánimo,chicas!”.Todassomos

así,ya losabes...Lohabrásvisto...Riquezas,comoves,haypocas.Todoloquehemosconseguidoahorrarmimaridoyyoestáguardadoenunacajadebombones:unpardeórdenesydemedallas.Loguardo en el aparador, luego te lo enseño. —Entra en la habitación—. Los muebles, como ves,también son viejos.Da pena cambiarlos.Después de pasarmucho tiempo en una casa, los objetostienenalma.Yolocreo.Mepresentaasuamiga,AleksandraFiódorovnaZénchenko,queduranteelasediodeLeningrado

fuefuncionariadelKomsomol.Mesientoenlamesa:deacuerdo,quevenganlasempanadas,ysiencimasonalestilosiberiano,

concerisuela,mejoraún,nuncalasheprobado.Tresmujeres.Unasempanadas reciénhorneadas.Pero laconversaciónenseguidasecentraen la

guerra.—Nolehagapreguntasnilainterrumpa—meavisaAleksandraFiódorovna—.Sipara,empezará

allorar.Yluegosecallará...Nolainterrumpa.

ValentinaPávlovnaChudaeva,sargento,comandanteenunaunidaddeartillería:

«YosoydeSiberia...¿Quémeempujóamí,aunachicadelalejanaSiberia,airsealfrente?Comosesueledecir,deunapuntaaotradelmundo.Enunaocasiónmelopreguntóunperiodistafrancés.Fueenelmuseo,élmemirabamuchísimo,tantoquemesentícohibida.¿Quéquiere?¿Porquémemira?Finalmentesemeacercóypormediodeltraductorsolicitóqueyo,laseñoraChudaeva,leconcedieraunaentrevista.Porsupuesto,mepusenerviosa.Pensé:“¿Quéquerráeste?”.Acababadeoírmehablarenelmuseo.Porlovisto,leinteresabaotrotema.Loprimeroquehizofuelanzarmeunpiropo:“Esustedmuyjoven...¿Cómoesposiblequehayaparticipadoenlaguerra?”.Lerespondí:“Esto,comopuedeentender,demuestra lo jóvenesqueéramoscuandocombatíamos”.Pero loque le inquietaba

era otro asunto: “¿Cómo es que se metió en el frente viniendo desde Siberia, la otra punta delmundo?”. “Vale—comprendí—, probablemente lo que quiere usted saber es si hubomovilizacióntotal,cosaqueexplicaríaporquéyo,unaestudiantedelcolegio,memarchéalfrente.”Asintió,sí,esoera loquequería saber. “Deacuerdo—dije—, le contestaré lapregunta.”Y le conté todamivida,igual que ahora te la cuento a ti. Acabó llorando. El francés lloró... Al finalme confesó: “No seenfade,señoraChudaeva,peroparanosotros,losfranceses,elimpactodelaPrimeraGuerraMundialresultómásfuertequeeldelaSegunda.NosotrosconmemoramoslaPrimeraGuerra,lastumbasylosmonumentosestánpor todaspartes.Deustedessabemospoco.Adíadehoy,muchoscreenqueEstadosUnidosvencióaHitlerensolitario;sobretodo,entrelagentejoven.Elprecioqueelpueblosoviético tuvo que pagar por la Victoria, aquellos veinte millones de vidas humanas perdidas encuatroaños,esundatodesconocido.Tampococonocemoslamagnitudrealdeldolorquetuvieronquesoportar.Deesteinfinitosufrimiento.Gracias,suhistoriamehaconmovidoelalma...”.»...Amimadre no la recuerdo. Perdió la vida demuy joven.Mi padre era el representante del

Comité provincial del Partido Comunista en Novosibirsk. En 1925 le enviaron a su aldea natal arecaudar el trigo. El país vivía sumido en la pobreza, los campesinos ricos escondían el pan,preferíanquesepudriera.Yoteníanuevemeses.Mimadrequisoacompañaramipadreasualdea,élaceptó.Ellaibaconmigoyconmihermanita,noteníaconquiendejarnos.Tiempoatráspapáhabíatrabajadodepeónparaaquelkulákaquienhabíaamenazadoenlareuniónaquellanoche:“Sabemosdóndetieneguardadoeltrigo;sinonosloentregaporlasbuenas,vendremosyselocogeremosporlasmalas.SeloquitaremosennombredelaRevolución”.»Nadamásacabarlareunión,sejuntótodalafamilia.Mipadreteníacincohermanos,ningunode

ellos regresó de laGranGuerra Patria, igual quemi padre.Bueno, pues se sentaron a lamesa, acomerlatradicionalpastarellena,ladeSiberia.Habíabancoscolocadosalolargodelasventanas...Amimadre le tocó sentarse conunhombro frente a la ventanayotrohaciamipadre, que estabadonde no había ventana, solo pared. Era abril... En aquella época del año en Siberia suele haberheladas.Por lovisto,mimadre tenía frío.Loentendídespués,cuandoyafuimayor.Se levantó,seechólapellizademipadresobreloshombrosymedioelpecho.Enesemomentoseoyóeldisparo.Queríandispararamipadre,apuntabanasupelliza...Mimadresolopudopronunciar:“Pa...”,seleabrieronlosbrazosymedejócaerencimadelacomidacaliente...Teníaveinticuatroaños.»Más tarde, mi abuelo se convirtió en el presidente del sóviet rural de la misma aldea. Le

envenenaronconestricnina,selaecharonenelagua.Guardolafotografíadesuentierro.Colocadasobreelataúdseleelapancarta:“Cayódelamanodelenemigodelpueblo”.»Mipadreeraunhéroedelaguerracivil,comandantedeltrenacorazadoquehabíaluchadocontra

la rebeliónde las legiones checoslovacas.[17]En1931 fue condecorado con laOrdende laBanderaRoja.Enaquellaépocaerancontadaslaspersonasquelatenían,ymástodavíaenSiberia.Eraungranhonor, ungran reconocimiento.Su cuerpo tenía las huellas de diecinueveheridas, noquedóni unlugarsano.Mimadreexplicaba—noamí,claro,a losparientes—que loschecoslovacosblancoshabíancondenadoamipadreaveinteañosdepresidio.Ellasolicitóunavisita,estabaenelúltimomes de gestación, preñada demi hermanamayorTasia.En la cárcel había un largo pasillo, no ladejaban pasar para ver a mi padre, le dijeron: “¡Eres una escoria bolchevique! Tendrás que irarrastrándotederodillas...”.Ella,apocosdíasdelparto,searrastróporaquellargopasillo.Asífuesuvisita.Amipadrenolereconoció,teníalacabezablanca.Unancianodepelocanoso.Yesoqueacababadecumplirlostreinta.»Conunpadrecomoelmío,ycriadaenunafamiliacomolamía,¿acasohubierasidocapazde

quedarmetranquilamentedebrazoscruzadosmientrasveíaalenemigoamenazarotravezmitierra?Llevo su sangre... Lamisma sangre quemi padre. Él tuvo que afrontarmuchas dificultades en suvida... En 1937 interpusieron una denuncia contra él, trataron de difamarle. De convertirlo en un

enemigodelpueblo.EranaquellashorriblespurgasdeStalin...ComodijoelcamaradaStalin:“Dondepansecome,caen lasmigajas”.Anunciaronunanueva luchadeclasesparaqueelpaíscontinuaraviviendo atemorizado. Para que fuera sumiso. Pero mi padre logró ser atendido por Kalinin[18] yrecuperósubuennombre.Todosconocíanamipadre.»Todoestomelocontaronmástardemisparientes...»Puesbien, año1941.Celebramosnuestragraduación.Todas teníamosnuestrosplanes,nuestros

sueños,lonormal.Éramoschicas.DespuésdelactodegraduaciónfuimosacelebrarloaunaisladelríoOb. Éramos tan alegres, tan felices...Yo aún no había besado a nadie, ni siquiera tenía novio.Estuvimos en la isla hasta que vimos la salida del sol, después regresamos... La ciudad estabaalborotada,lagentelloraba.“¡Laguerra!¡Laguerra!”,seoíaalrededor.Entodaspartesestabapuestalaradio.Nonosenterábamosdenada.¿Quéguerra?Nosotraséramosfelices,acabábamosdehablardenuestrosgrandiososplanes:adóndeiremosaestudiar,quéprofesióntendremos.¡Yderepentelaguerra!Losadultoslloraban,peronosotrasnoestábamosasustadas,nosdecíamosqueenmenosdeun mes “le arreamos candela a los nazis”. Cantábamos las canciones de antes de la guerra. Pordescontado,nuestroejércitodestrozaríaalenemigoensupropioterreno.Nisombradeduda...Niporasomo...Nocomprendimosnadahastaqueempezaronallegarlaspartidasdedifusión.Mepuseliteralmente

mala: “¿Cómo es posible? ¿Es que nos estaban tomando el pelo?”. Los alemanes ya se estabanpreparandoparahacerundesfileenlaplazaRoja.Rechazaron la solicituddealistamientodemipadre.Peroél fue tenazyunayotravezvolvíaa

presentarseenlaoficinadereclutamiento.Despuéslologró.Yesoconsusalud,consucabezallenadecanas,consuspulmones:padecía tuberculosis inveterada.Curadamuyporencima.Yasuedad.Pero se fue al frente. Se inscribió en la llamadaDivisión deAcero, también llamadaDivisión deStalin.Allí lucharonmuchos siberianos.Nosotrosconsiderábamosqueunaguerra sinnosotrosnoera una guerra, que debíamos combatir. ¡Exigíamos armas! Todos los compañeros de mi clasefuimoscorriendoalaoficinadereclutamiento.El10defebreromemarchéalfrente.Mimadrastrallorabamucho:“Valentina,notevayas.¿Quéhaces?Erestandébil,tanflaca,¿acasocreesquesirvescomosoldado?”.Yo fuiunaniña raquíticadurantemucho,mucho tiempo.Ocurriódespuésdequematasenamimadre.Nocaminéhastacumplirloscinco...¿Dedóndesaquélasfuerzas?»Estuvimos viajando durante dos meses en los vagones de mercancía. Dos mil muchachas, un

convoy completo. El convoy siberiano. ¿Qué veíamos a medida que nos acercábamos al frente?Recuerdounepisodio...Jamásloolvidaré:unaestacióndestruida,porelandénibansaltandoconlasmanosunosmarineros.Noteníannipiernas,nimuletas.Caminabanconlosbrazos...Elandénestabarepleto... Y además estaban fumando... Nos vieron a nosotras y se rieron. Gastaban bromas. Elcorazónmehacía tuc-tuc..., tuc-tuc...¿Dóndenosestábamosmetiendo?¿Adóndeíbamos?¿Adónde?Cantamosparalevantarlosánimos,cantábamosmucho.»Nuestros superiores viajaban con nosotras, nos instruían. Nos animaban. Aprendíamos sobre

transmisiones.HastaquellegamosaUcrania,fueallídondenosbombardearonporprimeravez.Pasójusto cuando nos encontrábamos en unos baños, en el centro de desinfección. Habíamos ido alavarnos.Allí había un señor, el vigilante de los baños.Nos daba vergüenza, lógico: éramos unaschicasmuyjóvenes.Cuandoempezóelbombardeoacudimoscorriendoaaquelseñor:loquefueraparasalvarnos.Nosvestimosaloloco,yomepuseunatoallaenlacabeza, teníaunatoallaroja,ysalimosafuera.Eltenienteprimero,tambiénunchaval,megritó:»—¡Señorita,alrefugio!¡Tirelatoalla!Estáperjudicandoelcamuflaje...»Yomeescapabadeél.»—¡Yo no estoy perjudicando nada! ¡Mimadreme tiene prohibido salir a la calle con el pelo

mojado!

»Despuésdelbombardeovinoabuscarme.»—¿Porquénocumplesmisórdenes?Soytusuperior.»Nolecreí.»—Ya...Loquemefaltaba,quefuerasmisuperior...»Mepeleéconélcomosifueraunchicomás.Simplementealguiendemiedad.»Nos dieron unos capotes grandes, gruesos, parecíamos gavillas de trigo. Al principio no

fabricabanbotasparanosotras.Esdecir,noesquefaltaranbotas,esquesolohabíatallasdehombre.Más tardenoscambiaron lasbotas, lasnuevas tenían lacabezada rojay lacañaerade lonanegra.¡Cómo presumíamos con esas botas! Estábamos flacas, las camisas militares—de hombre— noscolgaban por todos lados. Las que sabían coser se las ajustaban. Además, necesitábamos otrasprendasderopa...¡Éramoschicas!Elcaboordenómedirnoslos...Dabarisaypenaalmismotiempo.Vinoelcomandantedelbatallón:“¿Qué,elcaboyaoshaentregadotodasvuestrascosasdechicas?”.Elcaboinformó:“Sí,yahetomadolasmedidas”.»

«Mehicesoldadodetransmisionesenlaunidaddelaartilleríaantiaérea.Hacíaguardiasenlatorredecontrol.Talvezhabríallegadoalfinaldelaguerraconelteléfonopegadoalaorejasinohubierarecibidoelavisodelamuertedemipadre.Mequedésinmiqueridopapá.Sinlapersonaalaquemásquería.Sinmiúnicafamilia.Empecéapedir:“Quierovengarme.Quierohacerlespagarlamuertedemipadre”.Queríamatar...Queríadisparar...Meintentabanconvencerdequelas transmisioneseranuna cuestión primordial para la artillería. Pero el auricular no dispara... Redacté una solicitud alcomandantedel regimiento.Denegómipetición.Entonces, sinpensármelodosveces,medirigí alcomandante de la división. Vino a vernos el coronel Krasnij, ordenó que formáramos filas ypreguntó: “¿Quién es la que quiere ser comandante de la unidad de artillería?”. Salí de la fila: elcuellodelgadoyfino,ydeesecuellocolgabaunametralleta,pesada,setentayuncartuchos.Porlovisto, teníaunapinta tandeplorablequeelcoronel inclusosonrió.Segundapregunta:“Aver,¿quéquieres?”. Le dije: “Quiero disparar”. No sé en qué se quedó pensando, pero guardó un largosilencio.Niunasolapalabra.Luegosediolavueltaysefue.Penséquesehabíaacabado,aquelloeraunrechazo.Deprontovinocorriendoelcomandante:“Elcoronelhadadosuautorización...”.»¿Loentiendes?Nosésisepuedeentenderahora.Quieroqueentiendasmissentimientos...Nadie

disparasinquehayaodioensuinterior.Eslaguerra,noundíadecaza.Recuerdocómodurantelasclasesdepolíticanos leíanelartículode IliáEhrenburg“¡Mata!”.Cuandoencuentresaunalemán,mátalo.Eraunartículofamoso,todoelmundololeía,seloaprendíandememoria.Amímecausóunagranimpresión,loguardéenelpetatedurantetodalaguerra,juntoalapartidadedefuncióndemipadre...¡Disparar!¡Disparar!Teníaquevengarme...»Hiceuncursillobreve,muybreve:estudiétresmeses.Aprendíadisparar.Finalmentemeconvertí

encomandantedeunaunidaddeartillería.MeenviaronalRegimientodeArtilleríaAntiaéreanúmero1.357. Al principio sangraba por la nariz y por los oídos, el desarreglo estomacal era total... Lagargantasemesecabahastaprovocarmenáuseas...Denocheaúneraaceptable,perodedíamemoríadel miedo. Tenías la sensación de que el avión volaba hacia ti, justo hacia tu cañón. ¡Te iba aembestir!Enuninstante...teconvertirásennada.¡Eselfin!Esonoesparaunamuchacha...Noesparasus oídos, ni para sus ojos... Al principio teníamos unos cañones antiaéreos de ochenta y cincomilímetros,enlabatalladeMoscúfuncionaronbien,mástardedecidieronusarloscontraloscarrosblindadosyanosotrosnoscambiaronalcañóndelcalibre37.FuedurantelasbatallasdeRzhev...Loscombatesallíeran...EnprimaveraserompióelhielodelríoVolga...¿Sabesquéesloqueveíamos?Veíamosflotarlosbloquesdehielodecolorrojoynegrocondosotresalemanes,yunsoldadorusoencima. Así morían, agarrados entre sí. Quedaban prisioneros del hielo, y la mitad del hielo era

sangre.ElríoVolgasellenódesangre...»De repente se detiene: «Necesito retomar el aliento... Si no, me desharé en llanto, acabaré

arruinandonuestraconversación...».Miraporlaventanamientrasrecuperaeldominiodesímisma.Unminutomástardesonríe:«Parasertefranca,nomegustallorar.Yadepequeñameesforzabapornollorar...».«Escuchando a Valentina, me he acordado de Leningrado, del asedio —interviene Aleksandra

FiódorovnaZénchenko—.Deuncasoenparticularquenosconmovióatodos.Noscontaronqueunamujerdeedadavanzadaabríacadadíalaventanayechabauncacitodeaguaafuera,alacalle,ycadavezelaguallegabamásymáslejos.Primeropensamosqueeraotraloca,duranteelasediohabíamosvistodetodo,noobstantefuimosavisitarla,aaveriguardequéibalacosa.Escucheloquenosdijo:“SilosnazisentranenLeningrado,sipisanmicalle,verteréaguahirviendosobresuscabezas.Soyunavieja,nosirvoparanada,peropuedoescaldarlos”.Asíqueseentrenaba...Adiario...Elasediosolo había empezado, aún había agua caliente... Se notaba que era una mujer culta. Recuerdo surostro.»Ellaeligióunaformadeluchaacordeconsusfuerzas.Esnecesarioimaginarseaquelmomento...

Elenemigoestabaenloslímitesdelaciudad,loscombatessedesarrollabanenlazonadelArcodeTriunfodeNarva.BombardeabanlasnavesdelaplantaindustrialdeKírov...Cadaunopensabaquépodíahacerparadefenderlaciudad.Morirerademasiadofácil,habíaquehaceralgomás.Participar.Milesdepersonaspensabanasí...»«Quiero encontrar las palabras adecuadas... ¿Cómo podría expresarlo todo?» No sé a quién le

dirige lapreguntaValentinaPávlovna,sianosotrasoaellamisma.«Volvíde laguerra tullida.Unpedazodemetrallameimpactóenlaespalda.Laheridanoeragrande,peromelanzómuylejos,alanieve.Resultaqueeldíaanteriornomehabíasecadobienlasbotasdefieltro,talveznohabíaleñasuficiente,otalveznoeramiturnodesecarporlanoche;laestufaerapequeñayéramosmuchos.Semecongelaronlaspiernasantesdequemeencontrasen.Porlovisto,lanievemecubrióentera,peroyo seguía respirando, se formóun agujero en lanieve...Una especiede tubo...Me localizaron losperrossanitarios.Cavaronyencontraronmigorra.Dentroteníamipasaportedelamuerte,todosloteníamos: en él apuntábamos los nombresdenuestros parientes y las direcciones.Me sacaron,metumbaronencimadeunacapadelona,teníalazamarraempapadadesangre...Peronadiesefijóenmispies...»Paséseismesesenelhospital.Mequeríanamputarunapiernaporencimadelarodillaporquela

teníagangrenada.Tuvemimomentodecobardía,noqueríavivirunavidademutilada.¿Paraqué?¿Quiénmeesperaba?No teníanipadre,nimadre.Paracualquieraseríaunacarga.¿Quiénquerríaconvivirconunmuñón?Decidíahorcarme...Lepedíalaenfermeraquemedieraunatoallagrandeen vez de la pequeña...En el hospital se burlaban demí,me pusieron unmote: “Aquí está nuestraabuelita...”.Todoveníaporque,cuandoel jefedelhospitalmevio llegar,mepreguntó:“Aver, ¿túcuántos años tienes?”.Me precipité en responderle: “Diecinueve. Los cumpliré pronto”. Él se rió:“¡Vaya! Una edad respetable, estás hecha una anciana”. La enfermera, tía Masha, también solíabromearsobremí.Medijo:“Seestánpreparandoparalaintervención,poresotedarélatoalla.Peroteestarévigilando.Nomegustatumirada,chica.¿Noestaráspensandoenhacerunatontería?”.Noabrílaboca...Vi,sinembargo,quedeverasseestabanpreparando.Intuíadequésetrataba,aunquenoteníaniideadeloqueeraunaintervención:jamásmehabíasometidoauna,esahoracuandotengounmapageográficodecicatricesportodoelcuerpo.Escondílatoallagrandedebajodelaalmohaday esperé a que todos se calmasen.Que se durmiesen. Las camas eranmetálicas.Decidí: “Ataré latoallaalacamaymeahorcaré.Ojalánomefaltenlasfuerzas...”.PerolatíaMashanoseapartódemíentodalanoche.Protegiómijovenvida.Nosedurmió...Protegióaestatonta...»Mimédicodesala,unjoventeniente,nodejabadeimportunaraljefedelhospital:“Déjemequelo

intente...Déjemequelointente...”.Elotroseresistía:“¿Queintentesqué?Undedoyaselehapuestonegro.Esunamuchachadediecinueveaños.Pornuestraculpapuedeperderlavida”.Resultaquemimédico de sala estaba en contra de la operación, proponía otra cura,muynovedosa por entonces.Consistíaeninyectarmeoxígenopordebajodelapielconunaagujaespecial.Eloxígenoalimenta...No sabría explicarte exactamente, no soymédico...En fin, ese joven teniente convenció al jefedelhospital.Nomeoperaronlapierna.Comenzaroneltratamiento.Endosmesesmepusedepie.Conlasmuletas,porsupuesto:mispiernaserancomotrapos,noaguantabanelpeso.Nolassentía,sololas veía. Poco a poco aprendí a caminar sin las muletas. Me felicitaban: “Has nacido de nuevo”.Despuésdelhospitalmecorrespondíaundescanso.Pero¿quédescanso?¿Dónde?¿Conquién?Mevolvíamiunidad,conmicañón.Allímealistéalpartido.Alosdiecinueveaños.»El día de laVictoria yo estaba en PrusiaOriental. Llevábamos un par de días en calma, nadie

disparaba.Derepente,porlanoche,sonaronlosavisos:“¡Alertaalosaviones!”.Noslevantamosdeunbrinco.Yenseguidalosgritos:“¡Victoria!¡Capitulación!”.Lodelacapitulaciónnoloentendimosmuybien,perolodelaVictoria,esosílocazamosalvuelo:“¡Laguerrasehaacabado!¡Laguerraseha acabado!”. Todos empezaron a disparar con lo primero que tuvieran a mano: metralletas,pistolas..., cañones... Uno se secaba las lágrimas, el otro bailaba: “¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo!”. Untercero se tiróal sueloyabrazaba,abrazabaa laarena,a laspiedras.Dealegría...Yoestabaallíyreflexionaba: “Si la guerra ha acabado,mi padre ya no volverá a casa, nuncamás”. La guerra sehabíaacabado...Elcomandanteluegonosechóunabuenabronca:“Noosmarcharéisacasahastaquehayáiscompensadoelcostedetodoslosproyectiles.Pero¿quéhabéishecho?¿Cuántosproyectileshabéisdisparado?”.Creíamosqueapartirdeentoncesenelmundoyasiemprereinaría lapaz,quenadienuncaquerríaotraguerra,quedebíamosdestruirtodoslosproyectiles.¿Dequéibanaservirahora?Estábamoscansadosdetantoodiar.Dedisparar.»¡Cuántasganasteníadevolveracasa!Aunquemipadrenoestuvieraallí,nimimadretampoco.

Lacasaesalgosuperioralaspersonasquelahabitan,ysuperioralacasamisma.Esalgo...Lagentedebetenerunacasa...Doygraciasamimadrastra,quemerecibiócomounamadre.Despuésdeesoyo la llamaba “mamá”.Me había estado esperando, esperándome durantemucho tiempo. Y eso apesar de que el jefe del hospital le había enviado una carta explicándole que me amputarían unapierna,queledevolveríanaunainválida.Desdeelhospitalqueríanprepararla.Leprometíanquesetratabadeunasolución temporal,quedespuésme llevaríana...Peroellaqueríaqueyovivieseconella...»Ellameestabaesperando...Yomeparecíamuchoamipadre...»Alosdieciochooalosveintenosmarchamosalfrente,volvimosalosveinteoalosveinticuatro.

Primerovivimosalegría,despuésmiedo:¿quéharemoscuandoseamosciviles?Miedoalavidadepaz...Misamigashabíanacabadosusestudios,pero¿quééramosnosotras?Unasinadaptadasquenoteníanningúnoficio.Loúnicoquesabíamoshacereralaguerra,elúnicooficioquedominábamoseralaguerra.¡Quéganasteníamosdedeshacernosdeladichosaguerra!Rápidamentemearregléelcapote, que me sirvió para confeccionarme un abrigo, y le cambié los botones. Vendí las botasmilitaresenunmercadilloymecompréunoszapatos.Mepuseunvestidoymebañéenlágrimas.Nome reconocía en el espejo, en cuatro años no nos habíamos quitado el pantalón. ¿Me atrevería aconfesar que me habían herido, que tenía lesiones? Si lo reconoces, después nadie quiere dartetrabajo, nadie quiere casarse contigo. Nos lo teníamos callado. No le confesábamos a nadie quehabíamos combatido. Como mucho, manteníamos contacto entre nosotras, nos intercambiábamoscartas.Transcurrieronporlomenosunostreintaañoshastaqueempezaronarendirnoshonores...Ainvitarnos a dar ponencias... Al principio nos escondíamos, ni siquiera enseñábamos nuestrascondecoraciones.Loshombresselasponían,lasmujeresno.Loshombreseranlosvencedores,loshéroes;losnovioshabíanhecholaguerra,peroanosotrasnosmirabanconotrosojos.Deunmodo

muydiferente...NosarrebataronlaVictoria,¿sabes?Discretamentenoslacambiaronpor lasimplefelicidadfemenina.NocompartieronlaVictoriaconnosotras.Erainjusto...Incomprensible...Porqueenelfrenteeltratoquenoshabíandadoloshombreseraformidable,siemprenosprotegían.Enlavida normal nunca he vuelto a ver por su parte un trato similar. Durante la retirada a veces nostumbábamosparadescansar,directamenteenelsuelo,yellosnosdabanloscapotesysequedabanenmangasdecamisa:“Hayquetaparalaschicas...Alaschiquillas...”.Siencontrabanuntrozodegasa,de algodón, siempre nos lo ofrecían: “Quédatelo, te puede servir...”. Compartían con nosotras laúltimagalleta.Enellosnoveíamosotracosaquebondadycalorhumano.¿Quépasódespuésdelaguerra?Mecallo...Mecallo...¿Quénosimpiderecordar?Serálaintoleranciaalosrecuerdos...»Mi marido y yo nos mudamos aMinsk. No teníamos nada: ni una sábana, ni una taza, ni un

tenedor...Doscapotesydoscamisasmilitares.Encontramosunmapa,unmapadebuenacalidad,conunabasede tejidodealgodón.Lo remojamos...Eraunmapagrande...Aquella fuenuestraprimerasábana. Más tarde, cuando nació nuestra hija, la utilizamos para hacer pañales. Sí, un mapa... Lorecuerdobien:unmapamundipolítico...Lamaletadechapademaderaconlaquemimaridoregresódelfrentenossirviódecuna.Ennuestracasa,apartedelamor,nohabíanada.Telodigo...Undíamimaridovolviódeltrabajo:“Vamos,porlacallehevistounsofáviejo...”.Fuimosabuscaresesofá,fuimosdenoche,paraquenadienosviera.¡Quéalegríanosdioesesofá!»Sinembargo,éramosfelices.¡Deprontohicetantasamigas!Erantiemposdifíciles,perononos

desanimábamos. Pasábamos por la tienda con nuestras cartillas de racionamiento y enseguidaintercambiábamosllamadas:“Mehandadoazúcar,venteatomarelté”.Noteníamosnadaencima,ninada debajo, nadie poseía cosas valiosas, alfombras, cristalería... Nada... Y éramos felices. Felicesporque estábamos vivos. Hablábamos, nos reíamos. Paseábamos por la calle... Yo no paraba deadmirartodoloqueveía,aunquehabíapocoqueadmirar:piedrasquebrantadas,inclusolosárbolesestaban mutilados. El amor fue lo que nos arropó. Necesitábamos compañía, todos nosotrossentíamosmuchanecesidaddecalorhumano.Coneltiempo,claro,cadaunoseencerróensucasa,consufamilia,peroenaquellaépocaformábamosunapiña.Codoconcodo,comoenlastrincheras...»Hoyendíamellamanmuchoparaquevayaalosencuentrosenelmuseomilitar...Mepidenque

hagapresentaciones.Ahorasí.¡Cuarentaañosdespués!¡Cuarenta!Hacepocohabléanteungrupodejóvenes italianos. Me hicieron muchas preguntas: ¿qué médico me trataba? ¿De qué me estabacurando?Poralgunarazónintentabanaveriguarsihabíaacudidoaveraalgúnpsiquiatra.¿Quéeraloqueveíaensueños?Sisueñoconlaguerra.Lamujerrusaexcombatienteeraunenigmaparaellos.¿Cómo es esta mujer que no solo salvaba y vendaba las heridas, sino que disparaba, provocabaexplosiones...,matabahombres?...Mepreguntaronsimehabíacasado.Estabansegurosdequeno.Dequeerasoltera.Mereí:“Todosvolvierondelaguerracontrofeos,yometrajeamimarido.Tengounahija.Yasoyabuela”.Notehehabladodelamor...Nopodré,micorazónnodaabasto.Otravezserá...¡Habíaamor!¡Lohabía!¿Tecreesqueunapersonaescapazdevivirsinamor?¿Desobrevivir?Enelfrenteseenamoródemínuestrocomandantedelbatallón...Meprotegióalolargodetodalaguerra,nodejabaquenadiesemeacercara,cuandoselicenciófueabuscarmealhospital.Entoncessemedeclaró...Bueno,delamoryahablaremosenotraocasión...Túven,vensinfalta.Seráscomomisegundahija.Claroquequería tenermuchoshijos,meencantan losniños.Perosolo tengounahija...Mi hijita...No tuve salud, ni fuerzas.Tampoco pude estudiar:me enfermaba demasiado.Mispiernas, todo es por mis piernas... Me juegan malas pasadas... Antes de jubilarme trabajé comoauxiliarenlaescuelapolitécnica,todosmequerían,losprofesores,losestudiantes.Porquedentrodemíhabíamuchoamor,muchaalegría.Eramiformadeentenderlavida,despuésdelaguerrasoloqueríavivirdeesemodo.Diosnocreóalapersonaparaquesufriera,lacreóparaelamor.¿Noestásdeacuerdo?»Hace dos años vino a vernos nuestro comandante del EstadoMayor, IvánMijáilovichGrinkó.

Lleva un tiempo jubilado. Se sentó en esta misma mesa. Yo hice empanadas. Mi marido y élestuvieron conversando, recordaban... De pronto recordaron a nuestras muchachas... Yo rompí allorar:“Habláisdelhonor,delrespeto.Ymientrastantoesaschicassoncasitodassolteras.Nuncasehan casado. Viven en pisos compartidos. ¿Quién se compadeció de ellas? ¿Quién las defendió?¿Dóndeosescondisteisdespuésdelaguerra?¡Traidores!”.Enunapalabra,lesarruinélavelada...»ElcomandantedelEstadoMayorestabasentadodonde túestásahora.“Señálame—dijoconun

golpeenlamesa—aaquelquetehayaofendido.¡Enséñamelo!”Ymepedíaperdón:“Valentina,notengo palabras para ti, solo lágrimas”. No queremos que se compadezcan de nosotras. Tenemosnuestro orgullo. Que reescriban la Historia las veces que quieran. Con Stalin o sin él. Pero estosiemprequedará:¡vencimos!Aligualquenuestrossufrimientos.Loquehabíamosaguantado.Noeschatarra,nicenizas.Esnuestravida.»Yyanodigoniunapalabramás...»Me marcho con un paquete de empanadas bajo el brazo: «Son siberianas. Especiales. No las

encontrarásenuna tienda...».Ademáshe recibidootra larga listadenombresy teléfonos:«Estaránencantadas de hablar contigo.Te estarán esperando.Aver sime explico: recordar asusta, pero norecordaresaúnmásterrible».Ahoraentiendoporquéapesardetodoellaseligenhablar...

«Noscondecorabanconunasmedallaspequeñas...»

Porlamañanarevisomibuzón...Mi correo personal cada vez se parecemás al correo de una oficina de reclutamiento o de un

museodehistoria:«LesaludanlaspilotosdelRegimientodeAviaciónMarinaRaskova»,«Leescribode parte de las mujeres partisanas del grupo Zhelezniak», «Le felicitan las integrantes del grupoantifascista clandestino de Minsk y le desean muchos éxitos en su trabajo...», «Le escriben lassoldadosde launidaddehigieney lavandería...».Durantemibúsquedasolomeheencontradoconunospocosrechazosexasperados:«No,esunapesadilla...¡Nopuedo!¡Nohablaré!».O:«¡Noquierorecordar!¡Noquiero!Olvidarlomellevómuchotiempo...».Recuerdoenconcretounacarta,sindireccióndelremitente:«Mimarido,caballerodelaOrdendelaGloria,fuecondenadoadiezañosdetrabajosforzados

despuésdelaguerra...AsíeracomolaPatriarecibíaasushéroes.¡Alosvencedores!Loúnicoquehizo fue escribir a su compañero de universidad y contarle que le costaba sentirse orgulloso denuestraVictoria:habíamosabarrotadodecadáveresnuestroterrenoyelajeno.Lohabíamosbañadoensangre.Enseguidaledetuvieron...Lequitaronlashombreras...»AlmorirStalin,regresódeKazajstán...Regresóenfermo.Nohemostenidohijos.Yononecesito

recordarlaguerra,llevotodalavidaluchando...»Notodosseatrevenadejarsusrecuerdosporescrito,no todosconsiguenconfiaraunahojade

papel sus sentimientos y pensamientos. «Las lágrimas me lo impiden...» (A. Burakova, sargento,transmisiones).Elcarteo,encontradeloesperado,tansoloaportanuevosnombresydirecciones.

«Nome faltametal dentrodel cuerpo...Los combatesdeVítebskmedejaronde recuerdounbuenpuñadodemetralla.La llevo en el pulmón, a tres centímetros del corazón.También en el pulmónderecho.Dostrozosmásenelvientre...»Aquí tiene mi dirección... Venga a verme. No puedo continuar escribiendo, las lágrimas me

impidenverelpapel...»

V.Grómova,técnicasanitaria

«Notengograndescondecoraciones,tansolounasmedallas.Nosésimividalepareceráinteresante,peromegustaríacontárselaaalguien...»

V.Vóronova,soldadodetransmisiones

«...MimaridoyyovivíamosenlaregióndeExtremoOriente,enlaciudaddeMagadán.Mimaridoeraconductor;yo,controladora.Nadamásempezarlaguerra,losdossolicitamosquenosenviasen

al frente.Nos contestaron: “Seguid trabajando allí, donde sois necesarios”. Entonces enviamos untelegramadirigido al camaradaStalin, en el quehacíamosuna aportaciónde cincuentamil rublos(eramuchodinero, todosnuestrosahorros)para lafabricacióndeun tanqueydecíamos lomuchoquelosdosdeseábamosiralfrente.RecibimosunacartadeagradecimientofirmadaporelGobierno.En1943nosmandaronalosdosalaacademiatécnicadecarrosdecombatedeCheliabinsk,dondeterminamoslosestudioscomoexternos.»Allí mismo nos entregaron el tanque. Los dos nos habíamos graduado como mecánicos-

conductores superiores, pero en un tanque solo puede haber un mecánico-conductor. El mandooperativo decidió designarme a mí el puesto de comandante del tanque IS-122, a mi marido lenombraron mecánico-conductor superior. Así fue como llegamos a Alemania. Los dos fuimosheridosencombate.Losdosrecibimoscondecoraciones.»Entre los tanquistas había bastantesmuchachas en los tanquesmedios, pero solo yo iba en un

tanquepesado.Avecespiensoquenoestaríamalqueunescritornarraramivida.Yonoséhacerlo...»

A.Boiko,cabomayor,tanquista

«1942...Menombraroncomandantede ladivisión.El comisariopolíticodel regimientomeavisó:“Tengaustedencuenta,capitán,quelasuyaesunadivisiónsingular,unadivisióndechicas.Lamitaddelosefectivossonmuchachas,yellasrequierenuntratamientoespecial,unaatenciónyuncuidadoespeciales”.Porsupuesto,yoyateníaconocimientodequelasmuchachasservíanenelejército,peronoloveíanadaclaro.Nosotros,losoficialesprofesionales,observábamosconciertorecelocómoelsexodébilaprendíaelartemilitar,quedesdesiempresehabíaconsideradounatareamasculina.Porponerunejemplo:unaenfermeraesalgohabitual.YahabíanacreditadosucapacidadenlaPrimeraGuerraMundial y luego durante la guerra civil. Pero ¿qué iba a hacer una chica en la artilleríaantiaérea,dondeesnecesariolevantarproyectilesmuypesados?¿Cómoalojarlasenlabatería,dondesolohayunacovacha,teniendoencuentaquelasunidadestambiénincluyenhombres?Tendríanquepasarse horas ajustando la trayectoria, observando, y todos los instrumentos son metálicos, losasientosde los cañones sonmetálicos...Hablamosdechicas, su saludno lo aguantaría.Al finy alcabo, ¿dónde se lavarían y se secarían el pelo? Surgían un sinfín de preguntas, era una situacióninsólita...»Comencéavisitar lasbaterías,a tomarnotas.Reconozcoquemesentíaalgocohibido: lachica

con el fusil colocada en su puesto, la chica con los prismáticos en la torre... Yo venía de lasposicionesavanzadas,del frente.Laschicas eran tandistintas: tímidas,medrosas, coquetas, aunquetambién decididas, ardientes.No todo elmundo es capaz de someterse a la disciplinamilitar y lanaturaleza femenina se opone al régimen del ejército. Un día una olvidaba lo que se le habíaordenado,aldíasiguienteotrarecibíaunacartadesucasaysepasabatodalamañanallorando.Yoles aplicaba el castigo correspondiente, pero luego lo suspendía:medaban pena. Pensaba: “¡Estoyperdido!”.Noobstante,prontotuvequedescartartodasmisdudas.Lasmuchachasseconvirtieronenauténticos soldados. Con ellas recorrimos un duro camino. Venga a verme. Tendremos una largaconversación...»

I.A.Levitski,excomandantedelaQuintaDivisióndelRegimientodeArtilleríaAntiaéreanúmero784

Lasdireccionesestánesparcidasportodoelpaís:Moscú,Kiev,Apsheronsk,Vítebsk,Volgogrado,Yalutorovsk,Súzdal,Gálich,Smolensk... ¿Cómoabarcarlas todas?El país es enorme.Meayuda la

ocasiónpropicia.Inesperadamenterecibounasugerencia.ElcarterometraeunainvitacióndepartedelosveteranoscombatientesdelSexagésimoQuintoEjércitodelgeneralP.I.Bátov:«Tenemoslacostumbredereunirnosel16y17demayoenMoscú,enlaplazaRoja.Esunatradiciónyunrito.Vienen todos los que todavía tienen fuerzas suficientes. Vienen deMúrmansk y deKaragandá, deAlmatyydeOmsk.Detodaspartes.DetodoslosrinconesdenuestrainmensaPatria...Enunapalabra,laesperamos...»....HotelMoscú.Estamosenmayo,elmesdelaVictoria.Amialrededor,lagenteseabraza,llora,

sehacefotos.Lasfloresaplastadascontraelpechosemezclanconlascondecoraciones.Mesumerjoenesetorrente,quemeabrazaymearrastra,medomina,yprontomeencuentroenunmundocasidesconocido.Enunaisladesconocida.Estoyrodeadadepersonas,aalgunaslasconoceréyaotrasno,perotengoclaraunacosa:quieroaestagente.Habitualmentesepierdenentrenosotrosypasandesapercibidos porque ya semarchan, su número cada vez esmás reducido, cada vez haymás denosotros y menos de ellos, pero una vez al año se reúnen para volver, aunque sea solo por uninstante,asutiempo.Sutiemposonsusrecuerdos.En la séptima planta, en la habitación 52, está reunido el hospital número 5.257. Aleksandra

IvánovnaZáitseva, lamédicomilitar,capitana,encabeza lamesa.Sealegradevermeyconmuchogustomepresentaalasdemás,comosinosconociéramosdesdehacemuchotiempo.Sinembargo,yohellamadoaestapuertacasiporcasualidad.Unpocoaciegas.Apunto:Galina IvánovnaSazónova,cirujana;ElizavetaMijáilovnaAisenstein,médico;Valentina

Vasílievna Likiná, enfermera quirúrgica; Anna Ignátievna Gorélik, enfermera jefe de quirófano;enfermeras Nadezhda Fiódorovna Potúzhnaia, Klavdia Prójorovna Borodúlina, Elena PávlovnaYákovleva,AngelinaNikoláievnaTimoféieva, SofíaKalamdínovnaMotrenko,TamaraDmítrievnaMorózova,SofíaFilimónovnaSemenuk,LarisaTíjonovnaDeikún.

SOBRELASMUÑECASYLOSFUSILES

«Ay,nenas,quépuñeterafueesaguerra...Vistaconnuestrosojos.Conojosdemujer...Eshorrenda.Poresononospreguntan...»

«¿Osacordáis, chicas? Íbamosen losvagonesdemercancías...Los soldados seburlabandecómosujetábamoslosfusiles.Nolohacíamosdelamaneraenquesesuelesostenerunarma,sino...Yanosoycapazdereproducirlo...Igualquecogíamosanuestrasmuñecas...»

«La gente llorando, lanzando gritos...Oí la palabra: “¡Guerra!”.Y pensé: “¿Qué guerra simañanatengounexamen?Elexameneralomásimportante.¿Quéguerra?”.»Enunasemanaempezaronlosbombardeos,yyaestábamossalvandoalagente.Enunaépocaasí,

tresañosenlafacultaddeMedicinayaeranmucho.Aunquelosprimerosdíasvitantasangrequemeentrómiedo.¡Mecachisconlacasi-médico!Yesoquesaquélanotamáximadelasprácticas...Peroelcomportamientodelagenteeraextraordinario.Esoinspiraba.»Chicas,nosésioslohecontado...Alterminarelbombardeo,viquedelantedemíhabíauntrozo

detierraquesemovía.Corríhastaallíyempecéacavar.Mismanostocaronunrostro,cabello...Eraunamujer...Logrésacarlaalasuperficieymepuseallorar.Ella,alabrirlosojos,noquisosaberquélehabíapasado,sinoquepreguntónerviosa:»—¿Dóndeestámibolso?»—¿Quéimportasubolsoahora?Yaloencontrará.»—Dentroestánmisdocumentos.

»Nolepreocupabacómoestaba,siestabaheridaono,sinodóndeestabansucarnetdelpartidoylacartillamilitar.Mepuseabuscarelbolsoenseguida.Loencontré.Lamujerselocolocóencimadelpechoycerrólosojos.Prontollegóeltransportesanitarioylasubimosadentro.Comprobédenuevosielbolsoibaconella.»Por la noche volví a casa, se lo conté amimadre y le dije que había decididomarcharme al

frente...»

«Nuestras tropasestaban retrocediendo...Salimos todosa lacarretera...Pordelantedenuestracasapasaba un soldado, un hombre yamayor, se paró y le hizo una profunda reverencia amimadre:“Perdónenos,mujer...¡Pongaasalvoasuhija!¡Sálvela!”.Yoteníadieciséisaños,llevabaunatrenzalarguísima...yteníalaspestañaslargas,muylargasynegras...»

«Recuerdocuandoviajamosalfrente...Uncamiónllenodechicas,ungrancamiónconcubiertadelona.Eradenoche,laoscuridad,lasramasdelosárbolesgolpeabanlalona,latensióneraenorme,parecíaqueeranbalasquenosdisparaban...Conlaguerralaspalabrasylossonidoscambiarondesignificado...Laguerra...¡Nuncadejabadeestarcerca!Decíamos“mamá”ylapalabracobrabaotrosentido,decíamos“casa”yelsentidotambiéneraotro.Seleshabíaañadidoalgunacosa.Selessumómásamor,másmiedo.Algomás...»Sinembargo,desdeelprimerdíatuvelacertezadequenonosvencerían.Tangrandeesnuestro

país.Infinito...»

«Yoeraunaniñitademamá...Nuncahabíaviajadofuerademiciudad,nuncahabíadormidoenunacasaajena,ydeprontomehabíaconvertidoenlamédicosubalternadeunabateríademorteros.¡Lomal que lo pasaba! Losmorteros empezaban a disparar y al instante me quedaba sorda. Tenía lasensacióndequemicuerposeestabaquemando.Mesentabaenelsueloysusurraba:“Mama,mama...Mama...”.Estábamosacampadosenunbosque,por lamañanahabía tantosilencio,seveíaelrocío.¿Quiénhubieradichoqueestábamosenlaguerra?Tanbonito,tanpacíficoeraelpaisaje...»Nosordenaronvestirnosdeuniforme,yomidounmetrocincuenta.Cuandomemetídentrodel

pantalón, las otras chicas consiguieron atármelo por encima de la cabeza. Así que seguí con mivestido,meescondíadelossuperiores.Finalmenteacabéenlaceldadearrestoporhaberincumplidoladisciplinamilitar...»

«Nuncaloimaginé...Nosabíaquefueracapazdedormirmientrasandaba.Caminábamosenfila,yyodormía,mechocabaconlapersonaqueteníadelante,medespertabaporunsegundoymevolvíaadormir.Elsueñodeunsoldadoesdulce.Unavezíbamosaoscuras,noavancéhaciadelante,sinodelado,caminéatravésdelcampo,caminabaydormía.Hastaquemecaíenunazanjaymedesperté.Tuvequecorrerparanoperderalosdemás.»Lossoldados,alhacerelalto,sesentaban,unpitillosecompartíaentretres.Mientraselprimero

fumaba,elsegundoyeltercerodormían.Inclusoroncaban...»

«Noloolvidaré:trajeronaunheridoylebajarondelacamilla...Alguienlecogiódelamano:“Estámuerto”.Nosapartamos.Yentonceselheridosuspiró.Cuandorespirómepusederodillasjuntoaél.Gritéentrelágrimas:“¡Quevengaelmédico!”.Tratarondedespertaralmédico,lesacudían,perosevolvíaacaer,estabacompletamentedormido.Nolograrondespertarleniconhidratodeamonio.Nohabíadormidonadaentresdías.»Cuántopesanlosheridoseninvierno...Lascamisasmilitaresseponíanrígidasdelasangreyel

agua heladas; las botas de lona empapadas en sangre, heladas, no había manera de abrirlas. Los

heridosestabanfríoscomocadáveres.»Yalotroladodelaventanareinabauninviernodebellezaincreíble.Abetosmágicos,pintadosde

blanco.Poruninstante,semeolvidabatodo...Yenseguidatodovolvía...»

«Había un batallón de esquiadores... Chicos del último curso del colegio... Un fuego denso deametralladoraslostumbó...Cuandolostrajeron, lloraban.Éramosdelamismaedad,peronosotrasnossentíamosmayores.Losabrazábamos:“Pobrecrío”.Ellosseindignaban:“Sihubierasestadoallíno me llamarías crío”. Morían gritando: “¡Mama! ¡Mama!”. Había dos muchachos de Kursk, lesllamábamos “los ruiseñores de Kursk”. Yo iba a despertarles, babeaban un poco cuando estabandormidos.Eranunoschiquillos...»

«Pasábamoslosdíasylasnochespegadasalamesadeoperaciones...Yomemanteníadepie,perolosbrazossemecaían.Enocasionesacababaconlacabezahundidaliteralmenteenelpaciente.¡Dormir!¡Dormir!¡Dormir!Senoshinchabanlaspiernas,nonoscabíanenlasbotas.Teníalavistatancansadaquemecostabacerrarlosojos...»Miguerrahueleatressustancias:sangre,cloroformoyyodo...»

«¡Madremía!Lasheridas...Profundas,desgarradas,extensas...Eraparavolverseloca...Fragmentosdebalas,degranadas,deproyectiles,enlascabezas,enlosintestinos,entodoelcuerpo;juntoconelmetal extraíamos botones, trozos de tela, camisas, cinturones. Un soldado vino con el pechocompletamentedesgarrado,seleveíaelcorazón...Todavíalatía,peroelhombreseestabamuriendo...Lepractiquéelúltimovendajeyapenasmedominabaparanoromperallorar.Deseabaacabarcuantoantes, esconderme enun rincóny llorar.Deprontomedijo: “Gracias, hermana...”, yme tendió lamanoconalgopequeñoydemetal.Aduraspenasloentreví:elsableyelfusilcruzados.“¿Paraquémelodas?”,pregunté.“Mimadremedijoqueestemedallónmeprotegería.Yonolonecesitarémás.Alomejoratitedamássuerte”,dijo,ysepusodecaraalapared.»Alfinaldelajornada,porlanoche,teníamossangreenelpelo,traspasabalasbatasyllegabaal

cuerpo,empapabalosgorrosylasmascarillas.Negra,viscosa,mezcladacontodoloquehaydentrodeunservivo.Conorina,conexcrementos...»Avecesunodelospacientesmellamaba:“Enfermera,meduelelapierna”.Ynoteníaesapierna...

Loquemásterrormedabaeratransportaralosmuertos,siunacorrientedeairelevantabalasábana,parecíaque te estuvieranmirando.Yoera incapazde llevarlos si tenían losojos abiertos, siempreprocurabacerrarleslosojos...»

«Trajeronaunherido...Estabatumbadoenlacamilla,elvendajelecubríacasiporcompleto,habíarecibidounaheridaenlacabezayseleveíamuypocolacara.Unpoquito.Porlovisto,lerecordéaalguien, se dirigió amí: “Larisa... Larisa... Larisa...”. Supongo que se trataba de la chica a la quequería.Yyomellamabajustoasí,peroyosabíaquejamásmehabíacruzadoconesehombre...Perome llamaba amí.Me acerqué, no comprendía lo que ocurría, intentaba aclararme. “¿Has venido?¿Hasvenido?”Cogísumano,meinclinéhaciaél...“Sabíaquevendrías...”Mesusurrabaalgo,yonoentendíaquédecía.Mecuestacontarlo,cadavezquemeacuerdodeaquelmomento,losojossemellenan de lágrimas. “Cuando me marché al frente —dijo— no tuve tiempo de darte un beso.Bésame...”Le besé. Se le escapó una lágrima que se escurrió hacia el vendaje y desapareció. Y ya está.

Murió...»

SOBRELAMUERTEYLASORPRESAANTELAMUERTE

«Lagentenoqueríamorir...Nosotrasrespondimosacadagemidoyacadagrito.Unavezunherido,al sentir que semoría,me agarró así, por el hombro,me abrazóynome soltaba.Él creíaque sialguienestabaasu lado,si laenfermeraestabaconél, lavidanose le iría.Pedía:“Cincominutosmás,dosminutosmásdevida...”.Unosmoríansigilosamente,sinhacerruido;otrosgritaban:“¡Noquieromorir!”.Soltabanpalabrotas:“Lamadreque te...”.Unoderepentesepusoacantar...Entonóunacanciónmoldava...Lapersonamuere,peronopiensa,nopuedecreer,queseestámuriendo.Aunasí,yoveíacómodesdedebajodelpeloseexpandíauncoloramarillo,amarillointenso,comounaespecie de sombra, primero le cubría el rostro, luego iba bajando... Se quedaba allí,muerto, y surostroexpresabalasorpresa,comosiaúnsepreguntara:“¿Cómoesposiblequeyomemuera?¿Deverdadestoymuerto?”.»Mientrastepodíanoír...Hastaelúltimomomentoyolesdecíaqueno,quedeningúnmodo,que

noseibanamorir.Lesbesaba,lesabrazaba:“¿Quédices?”.Yaestabanmuertos,lamiradaclavadaeneltecho,peroyoseguíasusurrándolescosas...Lestranquilizaba...Susapellidossemeborrarondelamemoria,perotengopresentessusrostros...»

«Traíanalosheridos...Elloslloraban...Nollorabandedolor,sinodeimpotencia.Erasuprimerdíaenelfrente,acababandellegar,algunosnisiquierahabíanllegadoadisparar.Todavíanoleshabíanentregado los fusiles porque durante los primeros años las armas valían su peso en oro. Losalemanesdisponíandetanques,morterosyaviones.Lossoldadoscaíanyloscompañerosrecogíansus fusiles.Susgranadas.Algunos ibanalataquecon lasmanosvacías...Comosi se trataradeunapelea...»Yenelprimerataqueseencontraronconlostanques...»

«Cuandomorían...Cómomiraban...Cómo...»

«Miprimerherido...Labalaleimpactóenlagarganta,vivióunosdías,peronopodíahablar...»Lescortabanelbrazoolapierna,ynohabíasangre...Seveíalacarnelimpia,blanca,lasangre

aparecía luego.Nisiquieraahorapuedodescuartizarelpollosi lacarneesblancay limpia.Sientocomounsaborsaladoenlaboca...»

«Losalemanesnocogíanprisionerasalasmujeresmilitares...Lasfusilaban.Olaspaseabanantesustropas, mostrándolas: “No son mujeres, son unos monstruos”. Siempre nos guardábamos doscartuchosparanosotras,dos,porsielprimerofallaba...»Capturaronaunadenuestrasenfermeras...Undíamástardeconseguimosarrebatarlesesaaldea.

Portodaspartesencontramoscaballosmuertos,motocicletas,vehículosblindados.Laencontramos:lehabíanarrancadolosojos,lehabíancortadolospechos...Lehabíanmetidounpalo...Hacíamuchofrío,ellaeramuyblancayteníaelpelocanoso.Teníadiecinueveaños.»Ensubolsoencontramoslascartasdesufamiliayunpajaritoverde,degoma.Unjuguete...»

«Combatíamos en retirada... Nos bombardeaban. El primer año parecía que nunca dejábamos deretroceder.Losavionesnazisvolabanmuybajo,perseguíanacadapersonaqueveían.Siempreteníaslasensacióndequeteperseguíanati.Yocorría...Veía,oíaqueelaviónibaapormí...Miréalpiloto,él vio que yo era una chica... El convoy sanitario... Disparaba a los carros y encima sonreía. Sedivertía...Eraunasonrisatemerariayhorrible...Yunrostroguapo...»Nopodíasoportarlo...Lancéungrito...Corríhaciauncampodemaíz,élibadetrás,corríhaciael

bosque,ymeseguía.Porfinlleguéhastaunazonadearbustos...Entréenelbosque,caíencimadelahojarasca.Lanarizme sangrabadel sobresalto, no teníamuyclaro si aún seguíaviva.Pero sí, loestaba...Desdeentonces los avionesmeaterrorizan.Escomosi aquelpilotocon suavión siempreestuvieraenalgunaparte,enseguidameentraelpánico,nosoycapazdepensarennada,soloenqueeseaviónestávolandohaciamíyenquetengoqueescondermeparanover,nooír.Nosoportoelruidodelosaviones.Nopuedovolar...»

«Ay,chicas...»

«Justoantesdelaguerrayoqueríacasarme...Conmiprofesordemúsica.Unahistoriadelocos.Meenamorécompletamente...Yéltambién...Mimadremelohabíaprohibido:“¡Eresdemasiadojoven!”.»Prontoempezólaguerra.Solicitéquemeenviasenalfrente.Queríairmedecasa,queríaseruna

adulta.Enmicasallorabanmientrasmeayudabanaprepararelequipaje.Loscalcetinesgruesos,laropainterior...»En mi primer día vi al primer muerto... Un fragmento de granada entró volando, por pura

casualidad,hastaelpatiodelcolegiodondesealojabaelhospitalehiriódemuerteanuestroauxiliarsanitario.Yopensé:“Mimadredecidióqueerademasiado jovenparacasarme,peroqueno loeraparaunaguerra...”.Miqueridamamá...»

«Nosdeteníamos...Entonces instalábamoselhospital, lo llenábamosdeheridos,yenesemomentollegaba la orden: a evacuar. A unos los subíamos a los vehículos, a otros los dejábamos allí: losmediosdetransporteeranescasos.Nosmetíanprisa:“Dejadlos.Marchaos”.Recogíamoslascosasyellos nos miraban. Nos seguían con la mirada. En esas miradas había un mundo: resignación,reproche...Nospedían:“¡Hermanos!¡Hermanas!Nonosdejéisconlosalemanes.Pegadnosuntiro”.¡Tantodolor! ¡Tanta tristeza!Los que lograban levantarse, se venían connosotros.Los queno, sequedaban.Noéramoscapacesdeayudaraningunodeellos,yonomeatrevíaalevantarlavista...Erajoven,lloraba,lloraba...»Cuandoempezamosaganarterreno,yanoabandonamosniaunsoloherido.Losrecogíamosa

todos,inclusoalosalemanes.Duranteuntiempotrabajéconellos.Meacostumbré,losvendabacomosinada.Perocuandomeacordabade1941,decómohabíamostenidoquedejaranuestrosheridosyqueellos,losalemanes,les...Cómolestrataban...Lohabíamosvisto...Mesentíaincapazdeacercarmeaellos...Peroaldíasiguientevolvíaylosvendaba...»

«Salvábamos vidas... Aun así, muchos se lamentaban porque solo eran médicos y se limitaban avendar las heridas, porque no luchaban a mano armada. Porque no disparaban. Lo recuerdo...Recuerdoesesentimiento.Recuerdoqueelolorasangreeraespecialmenteintensoenlanieve...Losmuertos... yacían en los campos. Los pájaros les sacaban los ojos, les picoteaban los rostros, losbrazos.Insoportable...»

«Laguerra se estaba acabando...Medabapavor escribir a casa.Decidí: “Novoy a escribir; simematan ahora, mamá llorará porque la guerra se ha acabado y me han matado justo antes de laVictoria”. Nadie lo decía en voz alta, pero todos lo pensábamos. Presentíamos que venceríamospronto.Laprimaverahabíaempezado.»Deprontovielcieloazul...»

«¿Sabequées loquemás recuerdo?¿Loquesemequedógrabadoen lamemoria?El silencio,elincreíblesilenciodelassalasdondeestabanlosheridosgraves...Losmásgraves...Nohablabanentre

ellos.Muchos estaban inconscientes.Aunque lamayoría de ellos simplemente guardaban silencio.Estaban pensando.Tenían lamirada fijada en un punto y reflexionaban.Les llamábamos y no nosoían.»¿Enquéestaríanpensando?»

SOBRELOSCABALLOSYLOSPÁJAROS

«Viajábamos...»Enunaestaciónhabíadostrenes,unoalladodeotro...Unoconlosheridos,otroconloscaballos.

Comenzóel bombardeo.Los trenes se incendiaron...Nosotros empezamosa abrir laspuertasparasalvaralosheridos,paraquepudieranescapar,ytodosellosselanzaronasalvaraloscaballos.Losgritos de las personas espantan, pero no hay nada más terrible que el relincho de los caballossufriendo.Ellosnotienenlaculpa,nosonresponsablesdelasfechoríasquecometemosloshumanos.Ningunocorrióaesconderseenelbosque,todostratarondesalvaraloscaballos.Todoslosqueerancapaces.¡Todos!»Quiero decir... Quiero decir que los aviones alemanes volaban muy cerca. Muy bajo, mucho.

Después estuve pensando: los pilotos alemanes debían verlo, ¿será posible que no tuviesenvergüenza?¿Enquéestabanpensando?...»

«Me acuerdo de... Entramos en un pueblo, los cadáveres de los partisanos yacían desde dondecomenzabaelbosque.Nosoycapazderelatarcómoleshabíantorturado,micorazónreventaría.Leshabíancortadoa trozos...Leshabíansacado lasentrañas,comoa loscerdos...Estabanallí tirados...Muycercapastabanloscaballos.Seveíaqueerandelospartisanos,algunosestabanensillados.Alomejor se habían escapadode los alemanes y después habían regresado, o tal vez no se los habíanllevadoporlasprisas,asaber.Elcasoesqueestabanallícerca.Habíamuchahierba.Ytambiénpensé:“¿Cómo lagente seatreveacometeresascosasdelantede loscaballos?Delantede losanimales”.Loscaballostalvezloestaríanviendo...»

«Ardían los bosques y los campos...Humeaban los prados.Vi perros y vacas quemados...Unolorinsólito.Desconocido.Vi...losbarrilesconlostomatesylascolesquemados.Ardíanlospájaros.Loscaballos... Todo... Las carreteras estaban llenas de objetos negros, quemados. Había queacostumbrarseaeseolor...»Comprendíentoncesquecualquiercosapuedearder...Inclusolasangre...»

«Duranteunbombardeosenosacercóunacabra.Seacercóhastaellugardondenosescondíamosyse tumbó. Simplemente se tumbó a nuestro lado y balaba. Dejaron de bombardear, la cabra nossiguió, no se apartaba de la gente: era otro ser vivo asustado. Llegamos a un pueblo y allí se laofrecimosaunamujer:“Quédesela,nosdamuchapena”.Queríamossalvaralacabra...»

«Enlasaladelhospitaldondeyotrabajabahabíadosheridos...Eranunalemányuntanquistadelosnuestros,conquemaduras.Fuiaverlos.»—¿Cómoseencuentra?»—Yobien—dijoeltanquista—.Peroesteestásufriendo.»—Esunnazi...»—Ya,peroyoestoybienyélsufre.»Yanoeranenemigos,eranpersonas, tansolodoshombresmalheridosen lamismahabitación.

Entreellos surgióuna relaciónhumana.Tuveoportunidaddeobservarenmásdeunaocasiónqueesoocurríamuyrápido...»

«Sí, cierto... ¿Os acordáis? En el otoño tardío volaban los pájaros... Unas bandadas largas, muylargas.Ylaartillería, lanuestraylaalemana,disparando,ylospájarosvolaban.¿Cómoavisarles?¿Cómoadvertirles?:“¡Novoléisporaquí!¡Estándisparando!”.¡¿Cómo?!Lospájaroscaían,caíanalsuelo...»

«Unaveznostrajeronaunosalemanesparaquelescambiáramoselvendaje.EranoficialesdelasSS.Vinoavermelaauxiliardeenfermería.»—¿Quéhacemos?¿Desgarramosohacemoselvendajecorrecto?»—Elcorrecto.Sonheridos...»Ylostratamoscomoesdebido.Mástardedosdeellossefugaron.Losencontrarony,paraqueno

sevolvieranaescapar,lesquitélosbotonesdeloscalzoncillos...»«Cuando me dijeron... estas palabras: “¡La guerra se ha acabado!”. Me senté en la mesa deesterilización.Habíaunmédicoconelquehabíamosacordadoque,cuandoanunciaran:“¡Laguerrasehaacabado!”,nossentaríamosencimadelamesadeesterilización.Esdecir,haríamosalgofueradelonormal.Yonuncahabíadejadoquenadieseacercaraalamesa,nidelejos.Siempreibaconlosguantes,lamascarilla,labataestéril,yomismaservíaatodoslonecesario:tampones,instrumentos...Peroenaquelmomentomesentéencimadeesamesa...»¿Quéanhelábamos?Loprimero,claro,eravencer;losegundo,llegarvivosalfinal.Unadecía:

“Cuando acabe la guerra, tendré unmontónde hijos”, otra: “Mematricularé en la universidad”, ytambién:“Irécadadíaalapeluquería,siempreiréarregladaymecuidarémucho”.O,porejemplo:“Mecompraréunperfumeenunfrascoelegante.Yunfular,yunbroche”.»Puesesetiempollegó.Deprontotodasnosserenamos...»

«Tomamosunaaldea...Buscábamosagua.Entramosenunpatiodondehabíamosdivisadounpozoconcigoñal.Unpozoartesanal,talladoamano...Enelpatioyacíaeldueñodelacasa,fusilado...Asuladoestabasentadosuperro.Nosvioycomenzóagañir.Tardamosencomprenderquenosestaballamando.Elperronosllevóalacasa...Enlapuertahallamosalamujeryatresniños...»Elperrosesentóylloró.Lloródeverdad.Comolloranloshumanos...»

«Entrábamosennuestrospueblosliberados...ynoquedabanada,sololasestufas.¡Sololasestufas!EnUcranialiberamoslugaresdesolados,solocrecíansandías,lagentecomíaesassandias,noteníanadamás.Nosrecibíanconesassandías...Envezdeflores...»Regresé a casa. Losmíos vivían en una chabola,mimadre y tres niños, nuestro perro comía

armuellecocido.Hervíanelarmuelle,locomíanellosytambiénselodabanalperro...Ylocomía.Antesdelaguerrahabíamuchosruiseñores,dosañosdespuésdelaguerratodavíaseguíansinoírse;la tierra había sido revuelta, como quien dice, había salido a la superficie el estiércol de losantepasados.Lanaturalezasehabíaalterado.Losruiseñoresaparecieronalterceraño.¿Dóndehabíanestado?Asaber.Volvieronpasadostresaños.»Lagentereconstruyólascasas,entoncesregresaronlosruiseñores...»

«Lasfloressilvestresmerecuerdanalaguerra.Entoncesnorecogíamosflores.Sihacíamosramoseraporqueenterrábamosaloscompañeros...Cuandonosdespedíamosdeellos...»

«Ay,chicas,quémezquinaes...estaguerra...Brindemosenmemoriadenuestrasamigas...»

«Noerayo...»

¿Quéesloqueretienemimemoria?Probablemente una voz, una voz suave amenudo acompañada de sorpresa.Una persona que se

asombradesímisma,deloquelehaocurrido.Elpasadodesaparece,suvórticecandentecolapsóyseevaporó,elserhumanosigueelcursodesuvida.Lerodealocotidiano.Todoasualrededorescorriente,exceptosumemoria.Yomeconviertoenuntestigo.Untestigodeloquelagenterecuerda,decómorecuerda,deloquequierecomentarydeloqueprefiereolvidar,encerrarenelrincónmáslejanodesumemoria.Escondertraslascortinas.Decómoestasmujeressedesesperanbuscandolaspalabras adecuadas, deseando reconstruir lo desaparecido, con la ilusión de que la distancia en eltiempolesayudaráahallarelsentidocompletodeloshechosquevivieron.Verycomprenderloqueentonces no pudieron ni ver ni comprender. Observan y se reencuentran. Muchas veces se hanconvertidoendospersonas:estayaquella,lajovenylavieja.Lapersonaenlaguerraylapersonadespuésdelaguerra.Muchodespuésdelaguerra.Mepersiguelasensacióndequeoigodosvocesalavez...EnMoscú,enlacelebracióndeldíadelaVictoria,conocíaOlgaYákovlevnaOmélchenko.Todas

lasmujeres iban vestidas de primavera, con chales claros, pero ella iba de uniforme y con boinamilitar.Eraaltayfuerte.Nihablaba,nilloraba.Durantetodoelratosemantuvoensilencio...peroeraun silencio especial, cargadode algoque estabapor encimade laspalabras.Parecíaque estuviesehablandoconsigomisma.Nonecesitabaanadie.Nosconocimosymástardefuiaverlaalaciudaddondereside,aPólatsk.Antemísehaabiertootrapáginadelaguerraqueharíapalidecercualquierfantasía.

OlgaYákovlevnaOmélchenko,técnicasanitariadeunacompañíadeinfantería:

«El amuleto de mamá... Mi madre quería que yo me marchara con ella, sabía que yo estabadesesperadaporiralfrente,asíquemeatóalcarroquetransportabanuestrosbártulos.Peroyomesoltéymemarché,untrozodeaquellacuerdasequedóatadoamimano...»Había mucha gente viajando... Todos se escapaban... ¿Adónde ir? ¿Cómo llegar al frente?Me

crucéconungrupodechicas.Unadijo:“Nomuylejosdeaquívivemimadre,nosdirigimosasucasa”.Llegamosunanoche,llamamos.Sumadreabriólapuertayalvernossucias,harapientas,nosordenó:“Noosmováis”.Nosquedamosallí,enlapuerta.Entoncestrajounasollasenormesynoshizoquitarnoslaropa.Noslavamoselpeloconceniza(yanoquedabajabón)ynosacomodamosenelpisodearriba,en layacijade laestufarusa,[19]medormíal instante.Por lamañana, lamadredeaquellamuchachanoshizosopadecolyhorneópanconsalvadoypatata.¡Quériconosparecióesepandepobreyquédulceeraaquellasopa!Nosquedamosallícuatrodías,ellanosdabadecomerparaquenos recuperásemos.Nosdaba lacomidapocoapoco,en racionespequeñas, temíaquesicomíamos demasiado moriríamos. Al quinto día nos dijo: “Marchaos”. Antes había venido unavecina,nosotrasestábamosenlayacija,escondidas.Noshizoungestoparaquenohablásemos.Ni

siquieraasusvecinosleshabíaconfesadoquesuhijaestabaencasa,todossabíanqueluchabaenelfrente.Erasuúnicahija,perocuandoestaabandonólasarmasyregresóacasaahurtadillas,ella,lamadre,notuvolástima,nopudoperdonarladeshonra.»Nosdespertóenmitaddelanocheynosdiounossaquitosconcomida.Nosdiounabrazoacada

unadenosotrasynosdijo:“Marchaos...”.»—¿Nointentóretenerasuhija?—No,labesóydijo:«Tupadreestáluchando,túdebeshacerlomismo».»Porelcamino,esamuchachamecontóqueeraenfermera,quesuunidadhabíasidorodeada...»Recorríunlargocamino,pasépormuchoslugareshastaquefinalmentelleguéaTambov,yallí

entré a trabajar en un hospital.Era un buen lugar,me recuperé, gané unos kilitos.Cuando cumplídieciséis añosme dijeron que ya podía donar sangre, igual que los demásmédicos y enfermeras.Empecé a donar sangre regularmente. En el hospital constantemente hacían falta cientos de litros,nunca había suficiente sangre. Cada vez donaba quinientos centímetros cúbicos, medio litro desangre,dosveces almes.Recibíauna raciónalimenticiadedonante:unkilode azúcar,unkilodesémola, un kilo de embutidos... Alimentos para recuperar fuerzas. Me hice amiga de tía Niura,trabajaba como auxiliar en el hospital, eramadre de siete niños, sumarido había perdido la vidadurantelosprimerosmesesdeguerra.Suhijomayor,deonceaños,alirabuscarlacomida,perdióla cartilla de racionamiento de toda la familia, yo les pasaba mi ración de donante. Una vez unmédicomepropuso:“Vamosaapuntartudirección,aversisepresentaalguienquehayarecibidotusangre”.Escribimosmidirecciónyenganchamoselpapelitoalabotella.»Pasadoun tiempo, comounpardemesesmás tarde, acabémi jornadayme fui a la cama.De

prontosentíquemezarandeaban.»—¡Levántate!Havenidotuhermano.»—¿Quéhermano?Yonotengohermanos.»Yovivíaenelúltimopisodelaresidencia,bajélasescaleras,levi:untenientejoven,apuesto.Le

pregunté:»—¿QuiénpreguntaporOmélchenko?»Élrespondió:»—Yo.—Ymostrólanotaqueescribimosconelmédico—.Eso...Soytuhermanodesangre...»Metrajodosmanzanasyunpaquetitodebombones,comprarbombonesentonceseraimposible.

¡Diosmío! ¡Qué ricos estaban aquellos bombones! Fui a ver al jefe del hospital: “¡Ha venidomihermano!”.Me dieron permiso. Él me invitó: “Vamos al teatro”. Nunca antes había estado en unteatro,quéilusiónmehizo.Yademásibaconunchico.Eraguapo.¡Oficial!»Seibaenunosdías,leenviabanalfrenteVorónezh.Cuandovinoadespedirse,abrílaventanayle

saludé.Nomedieronpermiso,justoacababandeingresarmuchosheridos.»Nuncame había escrito nadie, no tenía ni idea de lo que era recibir una carta.De repenteme

entregaron un triángulo de papel plegado, lo abrí y leí: “Su amigo, comandante de la sección deametralladores...,murió como un héroe...”. Era él,mi hermano de sangre. Era huérfano y, por lovisto,laúnicadirecciónquellevabaencimaeralamía.Midirección...Cuandosemarchó,mepidióquenocambiaradehospital,asídespuésdelaguerraleseríamásfácillocalizarme.“Enlaguerra—decía—,lagentesepierdefácilmente.”Yalcabodeunmesrecibíesacartasobresumuerte...Sentítantomiedo...Elcorazónsemeparó...Decidíquepondríatodasmisfuerzaseniralfrenteyvengarmisangre,yosabíaqueenalgúnlugarsehabíaderramadomisangre...»Irsealfrentenoerasencillo.Escribítressolicitudesanombredeljefedelhospital,conlacuarta

exigíquemerecibiera.»—Sinomedasupermiso,meescaparé.»—Bueno,siteponesasí,teprepararélospapeles.

»Lomásespantoso,porsupuesto,eselprimercombate.Simplementeporqueaúnnosabesnada...Elcielotronaba,latierratronaba,elcorazónreventaba,lapielparecíaapuntoderomperse.Nosabíaquelatierrapudieracrujir.Todocrujía,todotronaba.Setambaleaba...Todalatierra...Nopodía...Nosabíacómoaguantarlo...Creíquenoloaguantaría.Elmiedoeratanfuertequehicelosiguiente:paranoacobardarme,saquémicarnetdelKomsomol,lomojéenlasangredeunheridoymeloguardéenelbolsillo,cercadelcorazón.Asíme juréamímismaque resistiría; lomás importanteeranoceder ante elmiedo, sime rendía en el primer combate, sería el fin.Me retirarían de la línea debatalla,acabaríaenelbatallónsanitario.Yyoloúnicoquequeríaeraestarenprimeralínea,queríaverundíalacaradeunnazi...Caraacara...Pasamosalataque;caminábamosporuncampodehierbamuy alta. Hacía años que nadie había sembrado nada allí. A duras penas podíamos caminar. FueduranteloscombatesdelabatalladeKursk...»Cuandoacabóelcombate,eljefedelEstadoMayormemandóllamar.Merecibióenunachoza

destruida,vacía.Solohabíaunasillayelcomandante.Hizoquemesentaraenesasilla.»—Teveoymepregunto:“¿Quétehaempujadohastaesteinfierno?”.Temataráncomosifueras

unamosca. ¡Es la guerra! ¡Pura carnicería! Te voy a trasladar a servicios sanitarios, ¿vale? Si tematan,tematan,perosipierdeslavista,losbrazos,¿lohaspensado?»Lecontesté:»—Camaradacoronel,sí,lohepensado.Sololepidounacosa:nomemuevadelaunidaddonde

estoy.»—¡Fuera!—Fuetalelgritoquelanzó,quemeasusté.Ysediolavueltahacialaventana...»Los combates eran encarnizados. Participé en combates cuerpo a cuerpo... Era horroroso... Es

inhumano...Laspersonassemachacan,hincanlasbayonetas,seestrangulanunosaotros.Serompenloshuesos.Aullidos,gritos.Gemidos.Yesecrujido... ¡Esecrujido!Noseolvida.Elcrujidode loshuesos...Seoyecómocrujeelcráneo.Cómoseparte...Hastapara laguerraesdemasiado,nohaynadahumanoenello.Nocreeréanadiequedigaquenohasentidomiedoenlaguerra.Losalemanesse levantaban y caminaban, siempre iban con las camisas arremangadas por encima del codo; encinco o diezminutos comenzaba el ataque.El cuerpo trepidaba. Sentía escalofríos. Pero esto solohastaoírelprimerdisparo...Luego...Todoseolvidabaalescucharlavozdemando,melevantabaycorríahaciadelantejuntoconlosdemás.Sinpensarenelmiedo.Aldíasiguientenopodíadormir,elmiedo me empapaba. Lo recordaba todo, cada detalle, me daba cuenta de que me podían habermatadoyentoncessí,elmiedoeratremendo.Cuandoacababaelataque,eramejornomirarsealascaras, las caras sondistintas, no son las que suelen tener las personas.Nonos podíamosnimirarentre nosotros. Ni siquiera podíamos mirar a los árboles. Me acercaba a los compañeros y oía:“¡Vete!...”.Nosoycapazdeexpresarlo.Lasensacióneraquetodosestabanfueradesí,enlosojosdelaspersonashabíaalgoanimal.Preferiríanohaberlovisto.Nisiquieraahorapuedocreerquesalieseconvida.Viva...Talvezherida,conlesionesinternas,peroviva,mecuestacreerlo...»Cierrolosojosylosveootravez...»El proyectil alcanzó el almacén de lamunición, se incendió al instante. El soldado que estaba

haciendoguardiaallíquedócalcinado.Erauntrozodecarnenegro...Saltaba...Dabatumbos...Todoslemirabandesdelastrincheras,peronadiesemoviódelsitio,estabanaturdidos.Yoagarrélasábanaymeacerquécorriendo,selaechéporencimaalsoldadoymelancésobreél.Leaplastécontraelsuelo.Elsueloestabafrío...Así...Seestuvozarandeandohastaqueelcorazónlereventóysequedóinmóvil...»Yoestabatodacubiertadesangre...Unodelossoldadosdemásedadsemeaproximó,meabrazó,

leoídecir:“Cuandolaguerraacabe,inclusosiestachicasobrevive,yanoseráunapersonanormal,estáacabada”.Sereferíaaqueyoeratanjoven...yestabaenmediodetodosaquelloshorrores.Yotemblabacomosimehubieradadounataque,me llevarona lacovacha.Nomeaguantabadepie...

Temblabacomosihubierarecibidounadescargaeléctrica...Unasensaciónindescriptible...»Elcombatesereanudó...EnlazonadeSevsklosalemanesnosatacabansieteuochovecesaldía.

Aquel día seguí sacando a los heridos del campo de combate, siempre con sus armas. A rastrasalcancéalúltimo, teníaelbrazocompletamentepartido.Se le aguantaba sujetoporunospequeñospedazos..., ligamentos... bañados en sangre...Habíaque cortarle el brazo enseguidaparaponerle elvendaje.Nohabíaotrasolución.Yyono teníanicuchillo,ni tijeras.Llevabaelbolsocolgadodelhombro, pero de tanto ir y venir se me habían caído los instrumentos. ¿Qué podía hacer? Cortéaquellacarneconlosdientes.Lepuseelvendaje.Leestabavendandoyelheridomurmuraba:“Másrápido,enfermera.Tengoqueseguirluchando”.Deliraba...»Pasadasunashoras,nosatacaroncontanquesydossoldadosseacobardaron.Sedieronlavuelta

y empezaron a correr... Toda la fila tembló... Muchos compañeros perdieron la vida. Yo habíaocultadounoscuantosheridosenunhoyodejadoporunaexplosión,cayeronprisioneros.Lestendríaquehaberrecogidoeltransportesanitario...Perocuandoaquellosdosseachicaron,cundióelpánico.Abandonaron a los heridos.Después del combate fuimos al hoyo donde yacían: a unos les habíanarrancadolosojos,aotrosleshabíanabiertolastripas...Cuandolosvi,mesentíestallar.Fuiyolaqueleshabíareunidoenaquellugar...Yo...Sentítantomiedo...»Porlamañanaordenaronalbatallónformarfilas,sacaronaesoscobardes,lospusierondelante

detodos.Leyeronlasentencia,condenadosamuerteporfusilamiento.Erannecesariassietepersonasparaejecutarlasentencia.Seofrecierontres,losdemásnosemovieron.Cogímifusilydiunpasoalfrente.¿Cómomeatreví?...Yo,unachica...Todosmesiguieron...Nose lespodíaperdonar. ¡Buenagentehabíamuertoporsuculpa!»Ejecutamos la sentencia... Bajé el fusil y me entró el pánico. Me acerqué a ver los cuerpos...

Estabanallí...Sobreelrostrodeunodeellostodavíahabíaunasonrisa...»No sé si ahora les habría perdonado. No sabría decirlo... No quiero especular. A veces tengo

ganasdellorar.Peronopuedo...»Enlaguerrameolvidédetodo.Olvidémividaanterior.Todo...Olvidéelamor...»Uncomandantedeunaunidaddeexploradoresseenamoródemí.Meenviabamensajesescritosa

travésdesussoldados.Tuvimosunacita.“Estoyenamorada—ledije—deunapersonaqueyanoestáentrelosvivos.”Semeacercómucho,memirófijamentealosojos,sediomediavueltaysemarchó.Estaban disparando, él caminaba totalmente erguido, ni siquiera se agachó un poco... Más tarde,ocurrióenUcrania,liberamosunaaldea.Pensé:“Voyadarunavuelta”.Elcieloestabadespejado,lascasaseranblancas.Detrásdelpuebloencontréunas tumbasmuyrecientes...Allíestabanenterradoslos que habían caído en combate por ese pueblo. No sé por qué fui, una corazonada. Sobre unasláminas demadera habían enganchado sus fotografías y habían apuntado los apellidos.Estaban encadatumba...Deprontoviunacarafamiliar...Eraelcomandantedelosexploradoresquesemehabíadeclarado.Ysuapellido...Mesentí tanmal.Sentíun temor tremendo...Comosimehubieraestadoobservando, como si todavía siguiera vivo... En aquel momento, los muchachos de su unidad seacercaron a la tumba. Todosme conocían,me habían estado llevando susmensajes. Ningunomemiró, era como si yo no estuviera allí.Como sime hubiera vuelto invisible.Después cuando noscruzábamos, creo...Bueno, es lo que pienso... Les gustaría que hubiera sido yo la queme hubieramuerto.Lesresultabadifícilverme,saberqueyoestaba...viva...Yosentía...Bueno,mesentíaculpableanteellos...Yanteél...»Alvolverdelaguerramepusemuyenferma.Paséporvarioshospitaleshastaquemeatendióun

viejo profesor. Comenzó a tratarme... Me curaba más con palabras que con medicamentos, meexplicó mi enfermedad. Decía que si me hubiera marchado al frente a los dieciocho años, miorganismoyasehabríahechofuerte,peroyoteníasolodieciséis,unaedaddemasiadotemprana,poresome traumatizó tanto. “Claro, los fármacos ayudan—explicaba—, la pueden curar, pero si de

verdadquiere recuperar la salud, si quierevivir,mi único consejo es que se casey tengamuchoshijos.Soloesolapuedesalvar.Concadahijosuorganismoseirárecuperando.”—¿Cuántosañostenía?—Cuandoacabólaguerrateníadiecinueve.Nisiquierapensabaencasarme.—¿Porqué?—Mesentíaagotada,mesentíamuchomayorquelagentedemiedad,inclusomesentíavieja.Mis

amigasbailaban, ibana fiestas,yonopodía,observaba lavidacon losojosdeunavieja.Comosiestuvieraenunmundodistinto...¡Unavieja!Mecortejabanchicosjóvenes.Niños.Peronoveíanmialma, no sabían lo que yo llevaba por dentro. Le he contado solo un día... Le he hablado de loscombatesenlazonadeSevsk.Solamentedeundía...Alanochesiguientelasangremesalióporlasorejas.Medesperté comodespuésdehaber sufridounagravísima enfermedad.Tenía la almohadaenteraimpregnadadesangre...»¿Yenelhospital?Enlasaladeoperaciones,detrásdelbiomboteníamosunatinagrandedonde

dejábamos los brazos y las piernas amputados... Un día vino un capitán desde las posicionesavanzadas,trayendoasuamigoherido.Notengoniideadecómoentróallí,perovioaquellatinay...sedesmayó...»Puedorecordarmásymás.Sinparar...Pero¿quéeslomásimportante?»Recuerdolossonidosdelaguerra.Atualrededortodozumba,rechina,cruje...Enlaguerra,el

alma del ser humano envejece. Después de la guerra jamás volví a ser joven... Eso es lo másimportante.Esloqueopino...—¿Sehacasado?—Sí,me casé.Tuve cincohijos.Crié amis cinconiños.Diosnomehadadoniñas.Loqueme

parecemássorprendenteesquedespuésdeviviraquelmiedo,aquelhorror,pudedara luzaunosniñosmuybonitos.Resultéserunabuenamadreyunabuenaabuela.»Lorecuerdoytengolasensacióndequenoerayo,sinootrachica...

Regresabaamicasaconcuatrocintas (lasconversacionesdedosdías)queconteníanotraguerra,missentimientoserandiversos:elasombroyelmiedo,laperplejidadylaadmiración.Lacuriosidadyeldesconcierto,laternura.Devueltaencasa,lesexpliquéalgunosepisodiosamisamigos.Paramisorpresa, la reacción de todos ellos fue lamisma: «Demasiado horror, ¿cómo lo superó? ¿No sevolvió loca?».Obien:«Estamosacostumbradosa leer sobreotraguerra, laque tieneunos límitesexactos:ellos-nosotros,bien-mal.¿Quéhapasadoaquí?».Peroatodoslosviconlosojosllenosdelágrimasyatodosellosesterelatoleshizoreflexionar.Probablementesobrelomismoqueamí.Lahumanidadhavividomilesdeguerras(hacepocoleíqueentotalsehabíancontabilizadomásdetresmil, entre grandes y pequeñas), sin embargo, la guerra sigue siendo un gran misterio. Nada hacambiado.Paradescifrarelmisterio intento reducir laGranHistoriahastadarleunadimensióndepersona.Esperohallarlaspalabras.Porqueenesteterrenosupuestamentereducidoycómodoparalaobservación, en el espacio de una sola alma humana, todo es aún menos concebible, menospredeciblequeenlaHistoria.Meencuentroantelaslágrimasvivas,antelossentimientosvivos.Anteun rostro humano real, al que durante la conversación recorren sombras demiedo y de dolor.Aveces incluso surge ese subversivo pensamiento sobre la escurridiza belleza del sufrimiento.Entoncesmeasustodemímisma...Elúnicocaminoesamaralserhumano.Comprenderloatravésdelamor.

«Recuerdoaquellosojos...»

Labúsquedacontinúa...Aunqueestaveznometocaunviajelargo...La calle donde vivo enMinsk lleva el nombre de Vasili Zajárovich Korzh, héroe de la Unión

Soviética que participó en la guerra civil rusa, luchó enEspaña, fue comandante de la brigada departisanosdurantelaGuerraPatria.Todoslosbielorrusoshanleídosobreélo,comomínimo,hanvistolapelículaquenarrasuvida.EstodaunaleyendaenBielorrusia.Centenaresdevecesheescritosunombreenlosremitesdelascartas,peronuncahepensadoenélcomoenunapersonareal.Hacetiempoqueelmitohasustituidoalapersona.Sehaconvertidoensudoble.Aunquehoyrecorrolamismacallebienconocidaconunsentimientonuevo:mediahoradeviajeen trolebúshasta laotrapuntadelaciudadyconoceréasushijas,lasdoslucharonenelfrente,conoceréasuesposa.Delantedemí,laleyendavolveráacobrarvida,tocarátierra.Lograndesevolverápequeño.Pormuchoquemegustemirarel cielooelmar,observarungranodearenaporunmicroscopiome fascinaaúnmás.Elmundoenunagotadeagua.Esavidaenormee inverosímilquedescubroallí.¿Porqué lagentellama«pequeño»aloqueesdiminutoo«grande»aloqueesampliosiambosresultanigualdeinfinitos?Hace tiempoqueno los distingo.Paramí, unapersona esmucho.En su interior haydetodo,másquesuficienteparaperderme.Encuentroladirección,denuevoestoyanteunmasivoydeslucidobloquedeviviendasdevarios

pisos.Buscolapuertadeentradanúmero3,elascensormesubealaséptimaplanta...Meabrelamenordelasdoshermanas,ZinaidaVasílievna.Reconozcolasmismascejasgruesasy

oscuras,ylamiradaabiertaeinsistentequehevistoenlasfotografíasdesupadre.—Estamostodasaquí.EstamañanahallegadodesdeMoscúmihermanaOlga.Viveallí.Trabajaen

la Universidad Patrice Lumumba. Nuestra madre también ha venido. Gracias a usted nos hemosreunidolastres.

Lasdoshermanas,OlgaVasílievnaKorzhyZinaidaVasílievnaKorzh,erantécnicassanitariasenlosescuadronesdecaballería.Sesientanjuntasymiranasumadre,FeodociaAlekséievna.Esellalaquecomienza:—Todoestabaenllamas...Nosmandaronevacuar...Viajamosdurantemuchotiempo.Llegamosa

laregióndeStalingrado.Lasmujeresylosniñossedirigíanhacialaretaguardia,loshombresibanen dirección contraria. Los trabajadores del campo, todos hacia allí. Los camiones iban llenos.Recuerdo a un hombre, se levantó y gritó: «¡Madres, hermanas! ¡Marchaos a la retaguardia,encargaosdelacosechaynosotrosderrotaremosalenemigo!».Todossequitaronlosgorrosynosmiraban.Ynosotrasallí,conloúnicoquetepodíasllevar,connuestroshijos,unosenbrazos,otroscogidosdelamano.Elhombrenospedía:«¡Madres,hermanas!Marchaosalaretaguardia,encargaosdelacosecha...».Durantetodanuestraconversación,ellanodirániunapalabramás.Lashijasdetantoentantole

acariciaránlasmanosparatranquilizarla.

ZinaidaVasílievna:—VivíamosenPinsk...Yo teníacatorceañosymedio,Olgayahabíacumplido losdieciséis;mi

hermano Lionia, los trece. Justo entonces enviamos a Olga a un balneario, a nosotros mi padrepensaba llevarnos al campo.Aver a sus familiares... Pero aquella noche no le vimos por casa.Éltrabajabaenelcomitéregionaldelpartido,denochelellamaronynoregresóacasahastalamañanasiguiente.Entróenlacocina,comióalgodeprisaynosdijo:»—Niños,haempezadolaguerra.Quedaosencasa.Esperadme.»Aquellanochenosmarchamos.ElrecuerdomáspreciadoquemipadreconservabadeEspañaera

una escopeta de caza,muy bonita, con una cartuchera.Era un premio por su valentía. Le lanzó laescopetaamihermano.»—Apartirdeahoraereselmayor,yaeresunhombre,debescuidardemamáydetushermanas...»Protegimosaquellaescopetadurantetodalaguerra.Elrestodeobjetosdevalorlosvendimoso

loscambiamosporpan,peroconservamoslaescopeta.Nofuimoscapacesdesepararnosdeella.Eraelrecuerdodenuestropadre.Tambiénnoslanzóalcochesupelliza,eragrande,sumejorprendadeabrigo.»Enlaestacióncogimoseltren,peroantesdellegaraGómelhubounfuertebombardeo.Seoyóla

voz demando: “¡Fuera de los vagones, a esconderse entre los arbustos!”.Cuando el fuego cesó...Primerohubosilencioydespuésgritos...Todoscorrían...Mimadreymihermanopudieronsubiraltren, pero yo me quedé. Me asusté mucho. ¡Mucho! Nunca antes me había quedado sola. Era laprimeravez.Creoqueduranteuntiempohastaperdílapalabra...Mequedémuda...Mepreguntaban,yyo no respondía... Despuésme enganché a unamujer, la ayudaba a vendar a los heridos, ella eramédico. La llamaban “camarada capitán”. Después seguí en la unidad sanitaria donde ella servía.Cuidabandemí,medabandecomer,peroprontosedieroncuentadequeyoeramuyjoven.»—¿Cuántosañostienes?»Comprendíquesi lesdecía laverdad,meenviaríanaunorfanato.Lotuveclaroal instante.No

queríasepararmedeesagentefuerte.Queríasercomoellos,queríaluchar.Noshabíanmetidoenlacabezaquecombatiríamosen su terreno;mipadre también lodecía,queeraalgopasajero,que laguerraacabaríaprontoyquevenceríamos.¿Ytodoesoocurriríasinmí?Asídeinfantileseranmispensamientos.Enfin,dijequeyahabíacumplidolosdieciséisymepermitieronquedarme.Alpocotiempomeenviaronahaceruncursillo.Durócuatromeses.Estudiabayalmismotiempocuidabaalosheridos.Ibaacostumbrándomealaguerra...Claroquenoteníaotraopción...Noestudiabaenunaescuela,sinoallímismo,enelbatallónsanitario.Retrocedíamosynosllevábamosalosheridos.»Evitábamos las carreteras, estaban expuestas a los bombardeos, al fuego. Íbamos por los

pantanos, almargen de las carreteras. Nos desplazábamos desordenadamente. Cada unidad por sucuenta. En algunos lugares, las tropas se concentraban, a veces entrábamos en combate.Caminábamos, caminábamos, caminábamos. Caminábamos por los campos. ¡Al carajo con lacosecha!Pisábamoseltrigo.Lacosechadeaquelañofuesinprecedente,loscerealescrecíanaltos.La hierba era verde, el sol lucía, y yacían los muertos, había sangre en todas partes... Hombresmuertos y animalesmuertos. Los árboles negros... Estaciones de tren destruidas... De los vagonesnegroscolgaban loscuerposquemados...Finalmente llegamosaRostov.Allí fuiheridaduranteunbombardeo.Recuperéelconocimientoyaenel tren,oícómounsoldadoviejo reñíaaotro joven:“Tumujernollorabatantoalparircomoestásllorandotúahora”.Cuandomevioabrirlosojos,medijo:“Grita,cariño,grita.Teharásentirmejor.Túsíquepuedeshacerlo”.Penséenmamáylloré.»Despuésdelhospitalmedieronpermisoytratédeencontraramimadre.Mimadretambiénme

estababuscando,yOlga.¡Ocurrióunmilagro!GraciasaunosamigosdeMoscú,nosencontramos.

Todas les escribimos y así logramos contactar. ¡Un milagro! Mamá vivía en un koljós cerca deStalingrado.Fuiallí.»Erafinalesde1941...»¿Cómovivían?Mihermano conducía un tractor, era unniñode trece años.Al principio había

trabajadocomoenganchador,perocuandollamaronafilasatodoslosconductoresdetractores,sepusoalvolante.Trabajabadedíaydenoche.Mamáibadetrásdeltractorosesentabaasulado,temíaquesedurmieraysecayera.Losdosdormíanenelsueloencasadealguien...Nosequitabanlaropaporque no tenían mantas. Así era su vida... Al poco tiempo llegó Olga, le dieron un empleo decontable.Peroellanoparabadeenviarcartasalaoficinadereclutamiento,pedíaquelaenviaranalfrente, y siempre la rechazaban. Yo ya tenía experiencia como soldado, así que entre las dos lodecidimos: iríamos a Stalingrado y allí encontraríamos alguna unidad militar que nos aceptara.Tranquilizamosamamá,lementimosdiciendoqueiríamosaKubán,alastierrasricas,dondevivíanunosamigosdenuestropadre...»Yoteníaunviejocapote,unacamisamilitar,dosparesdepantalones.LediunosaOlga,ellano

teníanada.Compartimosunpardebotas.Mamánoshizounaespeciedepantuflasdelanadeoveja,comocalcetines,algoqueabrigaba.Hicimosapie lossesentakilómetroshastaStalingrado:unasecalzabalasbotasyotraibaconlaspantuflasdemamá,despuéscambiábamos.Hacíamuchofrío,erafebrero,pasamoshambre.¿Sabequénospreparónuestramadredecomida?Noshizounagelatinaabasedehuesosyunastortitas.Teníamosmuchahambre...Sinosdormíamos,soñábamosconcomida.Enmissueñoshabíapanesquevolabansobremicabeza.»Llegamos a Stalingrado, allí nadie nos atendió. Nadie quiso escucharnos. Entonces decidimos

viajaradondemamánoshabíaenviado,aKubán,conlosamigosdemipadre.Nosmetimosenuntrendemercancías:yomeponíaelcapoteymesentaba,Olgamientrastantoseescondíadebajodelasiento.Despuéscambiábamos,yomeescondíayOlgasesentaba.Alosmilitaresnolesdecíannada.Dedineronoteníamosnada...»LlegamosaKubán...Depuromilagro...Localizamosalosamigosdepapá.Yallísupimosquese

estaba formando un cuerpo voluntario de cosacos. Se trataba del Cuarto Cuerpo de CaballeríaCosaca, quemás tarde fue honrado con el título deCuerpo deGuardia. Estaba formado solo convoluntarios.Habíagentedetodaslasedades:tantoloscosacosquehabíanidoalataqueconSemiónBudionniyKlimentVoroshílov,[20]comolosmás jóvenes.Nosadmitieron.Nisiquieraahoraséporqué. Debió de ser porque insistimos mucho. No les dejamos otra opción. Nos inscribieron en elmismoescuadrón.Nosdieronacadaunaununiformeyuncaballo.Habíaquealimentarycuidaralcaballo, era una enorme responsabilidad. Menos mal que de pequeñas teníamos uno, me habíaacostumbrado,leshabíacogidocariño.Medieronelcaballo,lomontéynomeasusté.Notodosalióalaprimera,peroyonoteníamiedo.Micaballitoerapequeño,lacolaletocabaalsuelo,peroerarápido, obediente, así que pronto aprendí a montarlo. Incluso alardeaba de mis logros... Despuéslleguéacabalgarcaballoshúngaros,rumanos.Meencariñétantoconloscaballos,aprendítantodeellos, que incluso a día de hoy no paso nunca por delante de un caballo sin darle un abrazo.Dormíamosentresuspatas,semovíanconsumocuidado,nuncasetropezabanconunapersona.Uncaballojamáspisaráaunmuertoynoabandonaráaunherido.Esunanimalmuyinteligente.Paraelsoldadodecaballería,sucaballoesunamigo.Unfielamigo.»El bautismo de fuego... Fue en la zona del poblado de Kushchóvskaya, nuestras tropas

contribuyeronarechazarelataquedeloscarrosdecombate.TraslabatalladeKushchóvskaya[21]—elfamosoataquede lacaballeríacosaca—nuestraunidad recibióelgradodeCuerpodeGuardia.Elcombatefuetremendo...Paranosotrasfuemáshorribleaúnporqueteníamoselmiedodelosnovatos.Yohabíacreídoqueconmiexperienciayasabríacómoera...pero...Losjinetesseabalanzaroncomounalud:losfaldonesflameando,lossablesenalto,loscaballosresoplaban...Uncaballogalopando

tieneunafuerzaenorme...Cuandoesaavalanchaseprecipitóalencuentrocon los tanques,atacó laartillería,parecíaunespectáculodeultratumba...,irreal...Losnaziseranmuchos,ibanconmetralletasterciadas,caminabanjuntoalostanques...Ynoloaguantaron,¿entiende?,noresistieron.Tirabanlasmetralletas...Abandonabanlasarmasysedabanalafuga...Talfueelímpetu...

OlgaVasílievna,sobreelmismocombate:—Yoatendíaalosheridos...Viaunsoldadoalemántendidoenelsuelo,penséqueestabamuertoy

mepuseahacermisfaenas,peronoestabamuerto,soloherido...Intentómatarme...Fueunaespeciedepresentimiento,comosialguienmetocaralaespalda,ymegiréhaciaél.Tuveeltiempojustoparadesarmarledeunpuntapié,nolematé,tampocovendésuherida,simplementemefui.Teníalaheridaenelvientre...

ContinúaZinaidaVasílievna:—Yoestaba acompañando aunheridoydeprontovi a dos alemanes saliendodedetrás deuna

tanqueta.Habíamos abatido la tanqueta, pero esos dos, por lo visto, habían logrado salvarse. ¡Fuecosadeunsegundo!Siyonohubieraactuadojustoatiempoparamatarlesdeunaráfaga,ellosnoshabríancosidoabalazosamíyalherido.Ocurrióencuestióndesegundos.Despuésmeacerquéaellos,teníanlosojosabiertos.Recuerdoperfectamenteaquellosojos...Unoeratanjoven,tanguapo...Daban pena aunque fueran nazis... Ese sentimiento tardó en desaparecer: no quería matar, ¿locomprende?Mi alma se colmódeodio: ¿paraquénariceshabían tenidoque atacarnuestra tierra?Matarcontuspropiasmanosproducemiedo.Nohayotrapalabra...Muchomiedo...Sitocahacerlo...»El combate acabó.Las unidades cosacas ya se ponían enmarcha, peroOlga no estaba.Yo iba

detrás de todos, la última, ibamirando atrás.Ya había anochecido.YOlga no aparecía... Entoncesllegó la información:Olgayunos cuantosmás sehabíanquedadopara recoger a losheridos.Nopodía hacer nada, solo esperarla.Me quedaba atrás, rezagada, y corría para volver a alcanzarmiunidad. Lloraba: “¿Será posible que haya perdido a mi hermana en el primer combate? ¿Dóndeestará?¿Cómo?”.Ysiestabaallímuriéndose,llamándome...»Olga...Olga también lloraba a lágrimaviva... Se reunió conmigo enplenanoche...A todos los

cosacos se les humedecieron los ojos al ver el reencuentro. Nos abrazamos y ya no podíamossepararnos. Comprendimos entonces que no podíamos, que no aguantaríamos servir juntas en elejército.Mejorseríaque fuéramoscadaunapornuestro lado.Nuestrocorazónno losoportaríasituvieraquepresenciarlamuertedelaotra.Decidimosqueseríayoquiensolicitaríaeltrasladoaunbatallóndistinto.¿Cómopudimossepararnos?...¿Cómo?»Enadelanteluchamosenescuadronesdiferentesydespuésinclusoendivisionesdistintas.Como

mucho,sisedabaelcaso,nossaludábamosadistancia,comprobábamosquelaotraseguíaviva...Lamuertenosesperabaencadaesquina.Aguardaba...RecuerdoelmonteArarat...Acampamosenunazonaarenosa.LosalemaneshabíantomadoArarat.EraNavidad,losalemanesestabancelebrándolo.Entrenosotrosseleccionaronunescuadrónvolanteyunabatería.Partimosaesode lascincode latarde,hicimostodoelrecorridodenoche.Alamanecernosencontramosconnuestrosexploradores,elloshabíansalidoantes.»Laaldeaestabajustoabajo...,enelvalle.Parecíacomosiestuvieraenelfondodeuncuenco...Los

alemanes no se esperaban que fuéramos capaces de atravesar las arenas, así que tenían pocasdefensas.Pasamosporsuretaguardiasinhacerruido.Enunmomentodescendimoslamontaña,nos

deshicimosdesusguardiasyentramosenlaaldeacomouncohete.Lossoldadosenemigossaltabanala calle desnudos, solo con metralletas en las manos. Habían puesto árboles navideños... Estabanborrachos...Encadapatiohabíaporlomenosunpardetanques.Habíatanquetas,carrosblindados...Vehículosde todo tipo.Loshacíamosvolarallímismo: fuego,estruendo,pánico...Todoelmundocorriendo...Lasituacióneratancaóticaquetemíasdispararporerroraunodelostuyos.Todoardía...LosárbolesdeNavidadardían...»Yo tenía ocho heridos a mi cargo... Los subí arriba, a la montaña... Por lo visto, habíamos

cometido un error: no habíamos cortado los cables. La artillería alemana abrió fuego con losmorterosylasarmasdelargoalcance.Atodaprisaacomodéamisheridosenuncarrosanitarioysepusieronenmarcha...Delantedemisojos,unproyectilimpactóenelcarroytodovolóporlosaires.Soloencontréaunoconvida.Losalemanesyaestabansubiendolacolina...Élmepedía:“Déjame,hermana...Déjame...Me estoymuriendo...”. Tenía la barriga abierta en dos... Los intestinos... Todoeso...élmismolorecogíayselometíadentro...»Micaballoestabacubiertode sangre,penséqueera la sangredelherido,peroal comprobarlo

resultóqueelcaballoteníaunaheridagrandeenelcostado.Paracubrirlanecesitéunpaqueteenterodecuraindividual.Enelbolsillomequedabanunosterronesdeazúcar,selosdialcaballo.Ahorayalos disparos llegaban de todas partes, ni siquiera sabía dónde estaban los alemanes y dónde losnuestros. Cada diez metros me encontraba con soldados heridos... Decidí buscar un carro yrecogerlos.Aunospasosviuncaminoquebajabaenpendienteydespuéssedividíaentres.Estabadesconcertada...¿Quécaminodebíatomar?Teníalasriendasbiensujetas.Elcaballoibaallídondeyole dirigía. En aquel momento no sé qué instinto me lo sugirió, había oído que los caballos soncapacesdeadivinarelcaminocorrecto,asíqueantesdellegaralabifurcaciónsoltélasriendasyelcaballoeligióunadirecciónqueyojamáshabríatomado.Ysiguióesecamino.»Nomequedabanfuerzas,yanomeimportabaadóndemellevara.“Loquetengaqueserserá.”Al

principio el caballo caminaba poco a poco, luego se animó, ya agitaba la cabeza, y yo sujeté lasriendas.A vecesme inclinaba y le presionaba la herida.Con cada paso, el caballo ibamás ymásalegre,ydeprontorelinchó:“Habráoídoalgo”.Yoiballenadetemor:¿ysieranalemanes?Penséendejarqueelcaballoseacercarasoloprimero,peroprontodistinguíhuellasrecientes:decaballos,lasruedasdeunodenuestroscarros,porallíacababandepasarporlomenoscincuentajinetes.Aunosdoscientos o trescientos metros nos topamos con el carro, iba cargado de soldados heridos. Almomentovialrestodemiescuadrón.»Laayudaestabacerca...Laordenerarecogerlosatodos.Bajolasbalas,bajoelfuegorecogíamos

alosnuestros,atodos:tantoalosheridoscomoalosmuertos.Subíalcarro.Dentrohabíahastaelúltimosoldado,eldelabarrigaabiertaendos,también.Atrássoloquedaronloscaballosacribilladosabalazos.Sehabíahechodedía,pasábamosporentrelosanimalesmuertos,habíatodaunamanada.Caballosbellos,fuertes...Elvientoondeabasuscrines...Lapareddelahabitacióndondeestamossentadasestácubiertadefotografíasampliadasdelasdos

hermanas, de antes de la guerra y también del frente. En la primera todavía son unas colegialas,llevanpuestounsombreroysujetanunramilletedeflores.Lasfotografiarondossemanasantesdelaguerra. Son los típicos rostros infantiles, sonrientes, ligeramente domados por la importancia delmomento y el afán de parecermayores. Hay otra fotografía en la que salen con el uniforme delejércitocosaco.Esde1942.Solounañoseparalasdosimágenes,perosonrostroscompletamentediferentes,laspersonassondiferentes.TambiénestálafotografíaqueZinaidaVasílievnaleenvióasumadredesdeelfrente:sobrelacamisamilitarsevesuprimeraMedallaalValor.Lasiguientefotofue tomada el día de laVictoria...Observo la transformación de sus rostros: de los suaves rasgosinfantiles a la seguramirada demujeres, se nota cierta rigidez, austeridad. Cuesta creer que esoscambiostuvieronlugarenmeses,enañosescasos.Eltiempoalhacersutrabajosuelesermáslento,

másdiscreto.Elsemblantedeunapersonatardaenmoldearse.Eltrabajodeperfilarelalmasobreelrostrotomasutiempo.Sinembargo,laguerracreósusimágenesconmucharapidez.Sediomuchaprisaencompletarsus

retratos.

OlgaVasílievna:—Liberamosunpobladogrande,deunas trescientascasas.Allí, en las instalacionesdelhospital

local, los alemanes habían organizado un lazareto. Lo primero que vi: en el patio había un hoyogrande, llenodeenfermos,antesdeirselosalemaneshabíanfusiladoabuenapartedesusheridos.Porlovisto,creíanqueelrestoloharíamosnosotros.Quelostrataríamosdelmismomodoqueellostrataban a nuestros heridos. Solo habían dejado una sala con enfermos, tal vez no les había dadotiempo,otalvezloshabíanabandonado,porqueningunoteníapiernas.»Cuando entramos en aquella sala, todos nos miraban con odio: debían de estar pensando que

veníamos a matarlos. El intérprete les explicó que no matábamos a los heridos, sino que loscurábamos.Entoncesunosepusoexigente:dijoquellevabantresdíassincomernadayquetampocoles habían curado las heridas. Le revisé: realmente su estado era terrible. Llevaban tiempo sinatenciónmédica.Lasheridaslessupuraban,latelaseleshabíamezcladoconlacarne.—¿Sintiópenaporellos?—Nodefiniríaloquesentíentoncescomopena,lapenasiempreesunsentimientodecompasión.

Yo no sentía la compasión. Era otra cosa.Un día pasó algo...Un soldado empezó a golpear a unprisionero.Yoloconsideréfueradelugarysalíensudefensa,aunquelocomprendía...Eraelgritodesualma...Aquelsoldadomeconocía,eraporsupuestomuchomayorqueyo,echabapestes.Perodejódegolpear...Medijodetodo:“¡Lamadrequete...!¿Acasohasolvidado?¿Hasolvidadocomoellos,estoshijosdeputa...?”.Nomehabíaolvidadodenada,recordabaaquellasbotas...Cuandolosalemanesclavarondelantedesustrincherasunahileradebotasconlaspiernascortadasdentro.Erainvierno, estaban allí como unas estacas... Aquellas botas... Era todo lo que vimos de nuestroscompañerosmuertos...Loquehabíandejado...»Recuerdocuandovinieronenayuda losmarinos...Habíagrandesextensiones llenasdeminasy

muchos de ellos perdieron la vida. Esos marinos quedaron sin sepultura durante mucho tiempo.Yacían expuestos al sol... Los cadáveres se hincharon, con aquellas camisetas a rayas parecíansandías.Gigantescassandíasesparcidasporelcampo.Uncampogigantesco.»Nomehabíaolvidadodenada.Peronoseríacapazdepegaraunprisioneroporelmerohecho

dequeestáindefenso.Loimportanteesquecadaunotomabasuspropiasdecisiones.

ZinaidaVasílievna:—UncombateenlasafuerasdeBudapest.Erainvierno...Estabaarrastrandoaunsargentoherido,

eraelcomandantedeunaescuadradeametralladoras.Yovestíaconpantalón,unchaquetónguateadoyungorroconorejeras.Viuntrozodenievenegra...Quemada...Comprendíqueallíhabíaunhoyodeproyectilbastanteprofundo,justoloquenecesitaba.Bajéalembudoysentíquehabíaalguienallí,oíunrechinidometálico...Megiré:unoficialalemán,conlaspiernastullidas,estabatumbadoymeapuntabaconsumetralleta.Semeescaparonunosmechonesdedebajodelgorro, llevabaelbolsosanitarioconunacruzroja.Cuandomedilavuelta,meviolacara,comprendióqueeraunachicayserió.Serelajóytirólametralletaaunlado.Derepentesequedóquieto,apático...

»Así que allí estábamos los tres en aquel embudo: nuestro soldado herido, ese alemán y yo. Elespacio era reducido, nuestros pies se tocaban. Yo estaba toda manchada de su sangre, nuestrassangresseentremezclaron.Elalemántenía losojosmuyabiertosymemiraba:estabaesperandoaverquéhacíayo.¡Malditonazi!Enseguidahabíatiradolametralleta,¿comprende?Aquelmomento...Nuestrosoldado,elherido,nosedabacuenta,intentabaagarrarsupistola...Alargabalasmanosparaestrangularalalemán...Yelotromemirabaamí...Recuerdoaquellosojos...Primeromeocupédevendar a nuestro herido, el otro yacía en un charco de sangre, sangrabamucho, tenía una piernacompletamentedestrozada.Lefaltabamuypocoparamorir.Yolosabíamuybien.Encuantoacabédevendar alnuestro, cogí la ropadelotro,del alemán,y la rompíen trozospara taparle laheridayhacerleuntorniquete.Despuésvolvíconnuestrosoldado.Elalemándecía:“Gut.Gut”.Solorepetíaesa palabra. Nuestro herido estuvo gritándome hasta que se quedó inconsciente... Amenazaba... Yointentaba calmarle. Llegó el carro sanitario, saqué a los dos del embudo y los subí al carro.... Alalemántambién.¿Comprende?

OlgaVasílievna:—Cuandoloshombresveíanaunamujerenprimeralíneadelfrente,cambiabanporcompleto,la

solavozdeunamujeryalestransformaba.Unavez,denoche,mesentéjuntoalacovachayempecéacantarenvozbaja.Pensabaquetodosdormían,quenadiemeoía,peroporlamañanaelcomandantemedijo:“Noestábamosdurmiendo.Añorábamostantolavozdeunamujer...”.»En otra ocasión, yo estaba haciéndole las curas a un tanquista... Estábamos en mitad de un

combate, todo tronabaanuestro alrededor.Mepreguntó: “Señorita, ¿cómo se llama?”. Inclusomeechóunpiropo.Mesonabatanraropronunciarminombremientrasestábamosrodeadosporaquelfragor,aquellapesadilla.Amísiempremehabíagustadocuidarlaropa,irbienarreglada.Amenudome decían: “¡Parece mentira que hayas entrado en combate! Estás toda limpita y aseada”. Meespantaba la ideadequememataranyquedarmeallí tiradaconunaspectohorrible.Habíavistoamuchasmuchachasmuertas...Tiradasenelbarro,enloscharcos...Bueno...Yonoqueríamorirasí...En los refugios,durante losbombardeos,mepreocupabamásporprotegerme la cara, losbrazos,queenesquivarlamuerte.Creoquetodasnuestraschicashacíanlomismo.Loshombresseburlaban,lesparecíacurioso.Decíanqueperdíamoseltiempoentonterías.Naderíasdemujeres.

ZinaidaVasílievna:—Nohaymaneradedomarlamuerte...No...Nipuedeunoacostumbrarseaella...Losalemanesnos

pisaban los talones, estábamos de retirada hacia las montañas. Había cinco heridos graves, conheridas abdominales. Ese tipo de herida es mortal, les quedaban uno o dos días. No podíamosllevarlosconnosotros,nohabíatransporte.AmíyaOksana,otraauxiliarsanitaria,nosdejaronconellosenuncobertizoprometiendoquevolveríanapornosotrosenunpardedías.Regresarontresdíasmástarde.Nospasamostresdíasconaquellosheridos.Eranunoshombresfuertes,permanecíanconscientes.Noqueríanmorir...Noteníamosmedicamentos,solounospolvos...Pedíanaguatodoelrato, pero lo tenían prohibido.Unos lo comprendían, otros echaban pestes.Maldiciones, injurias...Unolanzólataza;otro,labota...Fueronlostresdíasmáshorriblesdemivida.Losvimosmorirunotrasotroynopodíamoshacernada...»Miprimeracondecoración...MeconcedieronlaMedallaalValor.Peronofuiarecibirla.Estaba

muyenfadada.¡Esqueeraabsurdo!AmiamigalehabíanconcedidolaMedallaporelServiciode

Combate,yamísololaMedallaalValor.Peromientrasellahabíaparticipadoeneseúnicocombate,yo ya había participado en la batalla de Kushchóvskaya y en otras operaciones. Me sentí muyofendida: ella por un combate recibía el “servicio de combate”, es decir, le reconocían muchosméritos, y amí en cambio tan solome reconocían el “valor”, como si hubiera sido algo puntual.Llegóelcomandantey,bueno,cuandosupodequésetrataba,serióacarcajadas.MeexplicóquelaMedallaalValoreralamásimportante,casicomounaorden.»Cerca de Makéevka, en Dombás, recibí una herida en la nalga. Se me metió un fragmento

diminutodemetralla,comounapiedrecilla,yallísequedó.Sentíquesangraba,tapélaheridaconelpaquete de cura individual. Y seguí con lo mío, atendiendo a los heridos. Me daba vergüenzaadmitirlo:unachicaheridayencimaenlasnalgas.Enelculo...Alosdieciséisañoscuestadeciresascosas. Es como vergonzoso. Así que continué corriendo y vendando hasta desmayarme por lapérdidadesangre.Teníalasbotasllenasdesangre.»Losdemiunidadmevieronypor lovistomeconsideraronmuerta.Pensaronqueyavendrían

luegolosdelaunidadsanitariayrecogeríanelcuerpo.Perocuandolostanquessalieronenmisióndereconocimiento,sedieroncuentadequeenelcampodebatallahabíaunachica.Semehabíacaídoelgorro.Vieronlasangrebrotar,esdecir,queestabaviva.Mellevaronalbatallónsanitario.Deallímetransportaronaunhospital, luegoaotro, luegoaotro...Prontoseacabólaguerra...Medioañomástardemedierondebajaenelejércitoporrecomendaciónmédica.Teníadieciochoaños...Ymuymalasalud:heridaentresocasiones,conlesionesinternasgraves.Peroeraunachica,yporsupuestoloocultaba.Hablabadelasheridas,peroocultabalalesióninterna.Quenotardóenmanifestarse.Mevolvierona ingresar.Mereconocieron la invalidez...¿Yquéhiceyo?Rompí losdocumentosy lostiré, ni siquiera fui a buscar la prestación de invalidez. Eso supondría tener que presentarme antecomisiones,renovarpapeles.Explicarcosas:cuándohabíasidoherida,conquétraumatismos.¿Paraquétodoeso?»Alhospitalvinieronavermeelcomandantedelescuadrónyelcabomayor.Elcomandantedel

escuadrón me gustaba mucho, pero durante la guerra no se había fijado en mí. Era un hombreapuesto,eluniformelefavorecíamucho.Acualquierhombre lefavorece.Encambio, lasmujeres,¿quéaspectoteníamos?Todasvestíamospantalón,nosenospermitía llevar trenzas, íbamosconelpelo cortado como un chico... En el hospital el pelo yame había crecido,me hacía la trenza,meengordéunpocoyellos...¡Deverasesridículo!Losdosseenamorarondemí...¡Alinstante!Pasamostodalaguerrajuntossinquehubieranadaydeprontolosdos,elcomandantedelescuadrónyelcabomayor, semeestabandeclarando. ¡Amor!Amor... ¡Cuánto lodeseábamos! ¡Quéganasde felicidadteníamos!»Fueafinalesde1945...»Despuésdelaguerra,loquequeríamoseraolvidarlacuantoantes.Nuestropadrenosayudó.Papá

eraunhombresabio.Cogiónuestrasmedallas,nuestrasórdenes,losagradecimientos,losguardóydijo:»—Eralaguerra,habíaquecombatir.Yahoraolvidadlo.Haempezadootravida.Poneoszapatos

elegantes.Soisunaschicasmuyguapas.Debéisestudiarycasaros.»Olganolograbaacostumbrarseaotravidaasídepronto,teníasuorgullo.Noqueríaquitarseel

capotedesoldado.Meacuerdodecómonuestropadreledecíaamamá:“Esculpamíaquelaschicas,tanjóvenes,sefueranalaguerra.Mepreocupahaberlasquebrantado...Acabaránguerreandotodasuvida”.»Portodasmisórdenesymedallasmeentregaronunosbonosespecialesparairdecompras.Me

compréunasbotitasdegoma,eran laúltimamodaenaquelmomento,unabrigo,unvestido,unoszapatos.Decidívenderelcapote.Fuialmercadillo...Llevabaunvestidoligero,decoloresclaros...Yelpelo recogidoconunahorquilla... ¿Sabe loqueviallí?Aunmontóndemuchachos jóvenes sin

brazos, sinpiernas...Loscombatientes...Con susmedallas, con susórdenes...Unoque teníamanosvendíacucharastalladasamano.Vendíansostenes,bragasdemujeres.Otro...sinpiernas,sinbrazos...estaba sentadoallí, bañadoen lágrimas.Mendigando...No tenían sillasde ruedas, semovían sobreunas tablas que hacían ellos mismos, empujándose con las manos, los que las tenían. Estabanborrachos.Cantaban.Esofueloquevi...Mefui,novendímicapote.DurantetodoslosañosquevivíenMoscú,nopiséelmercadillo.Medabamiedoquealgunodeaquellosmutiladosmereconocieraymegritara:“¿Porquémesacastedelcampodebatalla?¿Paraquémesalvaste?”.Meacordabadeunteniente joven...Suspiernas...Lametralla lehabíacortadounapiernadecuajo, laotraaún la teníasujeta... Le estuve vendando... Bajo el fuego... Él me gritaba: “¡No alargues esto! ¡Remátame!Remátameahoramismo...Teloordeno...”.¿Loentiende?Meaterrorizabala ideadeencontrarmeaaquelteniente...»Enelhospitaldondeestuveingresada,todoelmundoconocíaaunchico,Misha,eltanquista...Era

joven y guapo.Nadie sabía su apellido, solo su nombre... Le habían amputado ambas piernas y elbrazoderecho,tansololequedabaelizquierdo.Laamputacióneramuyalta,lecortaronlaspiernashasta la articulación de la cadera, no podría utilizar prótesis. Le llevaban en una silla. Leconstruyeronunasillaaltaylosquepodíanlepaseaban.Alhospitalveníanmuchosciviles,ayudabanacuidara lospacientes,a losgraves,comoMisha.Venían lasmujeres, losestudiantes. Incluso losniños.AMishalellevabanenbrazos.Élnosedesanimaba.¡Teníatantasganasdevivir!Acababadecumplirlosdiecinueve,todavíanohabíavividonada.Nomeacuerdodesiteníafamilia,encualquiercasoestabasegurodequenoleabandonarían,teníafeenquenoseolvidaríandeél.Apesardequelaguerra hubiera arrasado nuestra tierra y todo estuviera en ruinas. Habíamos liberado aldeascompletamentecalcinadas.Lagentenoteníanadamásquelatierra.Sololatierra.»Ni mi hermana ni yo fuimos a estudiar Medicina, aunque antes de la guerra era lo que más

deseábamos.Teníamos laposibilidadde entrar en la facultad sinhacer los exámenesde admisión,nuestra condición de excombatientes nos daba ese derecho. Pero habíamos visto tanto dolor, tantamuerte,quenosfueimposiblepensarenvolveraverlo.Niporasomo.Inclusotreintaañosdespués,convencíamihijadequenoestudiaraMedicina,aunquefuera loqueellaquería.Decenasdeañosdespués...Loveoencuantocierrolosojos...Eraprimavera...Recorríamosuncampodespuésdeuncombate,buscandoalosheridos.Elcampoestabamachacado.Encontréadosmuertos:unsoldadodelosnuestrosyunalemán.Losdosmuy jóvenes.Estaban tumbadosentreel trigo tiernomirandoalcielo...Lamuertenoselesnotabatodavía.Simplementemirabanalcielo...Recuerdoaquellosojos...

OlgaVasílievna:—Delosúltimosdíasdelaguerrameacuerdodeeso.Íbamosacaballoydeprontoescuchamos

aquellamúsica.Unviolín...Laguerraseacabóparamíaqueldía...Esamúsicaeracomounmilagro.Otrossonidos...Eracomosimedespertara...Creíamosquedespuésde laguerra,despuésdeaquelmardelágrimas,viviríamosunavidafabulosa.Unavidabonita.DespuésdelaVictoria...Despuésdelgrandía...Creíamosque lagente sevolveríabuena,quenos amaríamos losunos a losotros.Quetodosseríamoshermanosyhermanas.Cómoesperábamosesedía...

«Nosotrasnodisparamos...»

Habíamuchagenteenlaguerra...Ynofaltabanasuntosqueatender...Alrededor de la vida, igual que alrededor de lamuerte, haymucho trabajo.No solo se trata de

cargarydisparar,nosolosecolocanminasysedesactivan,sebombardeaysehacevolarpor losaires;nosolosetratadelanzarsealataque,sinoquetambiénhayquelavarlaropa,prepararlasopa,hornear el pan, fregar las ollas, cuidar a los caballos, arreglar vehículos, tallar madera para losataúdes, repartir el correo, poner tapas y medias suelas a los zapatos, traer tabaco. Incluso en laguerra, lavidasecomponedemuchascosasbanales.Depequeñosasuntos.Séqueamenudonosepiensaen todoesto.«Del trabajohabitualde lasmujeres,había amontones», recuerdaAleksandraIósifovnaMishútina, auxiliar sanitaria. El ejército iba por delante, seguido del «segundo frente»:lavanderas,cocineras,mecánicasdecoches,carteras...Una de ellasme escribió una vez: «No éramos los héroes, estábamos entre bastidores». ¿Y qué

sucedíaallí,entrebastidores?

SOBRELASBOTITASYLAMALDITAMADERA

«Caminábamosporellodo,loscaballosseahogabanocaíanmuertos.Loscamionespatinaban...Lossoldadosteníanquearrastrarloscañones.Tirabandeloscarrosquetransportabanelpanylaropa.Los cajones de tabaco. Una vez un cajón cayó al lodo, las blasfemias e injurias rusas queacompañaronaesacaída...Protegíanlosproyectiles,cuidabaneltabaco...»Mimaridomedecía,nosecansabaderepetir:“¡Abrebienlosojos!¡Estoesépico!¡Épico!”.»

TatianaArkádievnaSmeliánskaia,corresponsaldeguerra

«Antesdelaguerrayovivíafeliz...Conmipadre,conmimadre.Mipadreluchóenlaguerraruso-finlandesa.Habíaperdidoundedo,yolepreguntaba:“Papá,¿paraquésirveunaguerra?”.»Prontonuestrapropiaguerrasenosvinoencima,notuvetiempoparacrecer.Nosevacuaronde

Minsk.NosalojaroncercadeSarátov.Allítrabajéenelkoljós.Elpresidentedelsóvietdecampesinosmemandóllamar:»—Heestadopensandoenti,chica.»Mesorprendí.»—¿Yquépiensa,señor?»—¡Sinofueraporestemalditopedazodemadera!Estetrozodemadera...»Yonocomprendíanada,esperé.Élcontinuó:»—Mehanentregadoundocumento,hayqueenviaradospersonasalfrenteynotengoanadie.Yo

mismoiríasinofueraporestemalditopedazodemadera.Túnopuedes,eresunaevacuada.¿Osí?Solohaydoschicas:túyMaríaÚtkina.

»Maríaeraalta,unamuchachahechayderecha,yoerapocacosa.»—¿Qué,irásalfrente?»—¿Medaránunasbotas?»Parecíamosunoszarrapastrosos:¡alirnosdecasa,nonoshabíadadotiempodecogernada!»—Eresmuyguapa,seguroqueallítedaránunoszapatos.»Asíqueacepté.»...Noshicieronbajardel tren,vinoabuscarnosunhombretón,un tipo robusto,bigotudo,pero

nadiequiso ir conél.Noséporqué,no lopregunté,yonoerauna líder, solíamantenermeenunsegundoplano.Nonos cayóbien esehombre.Despuésvinounoficial guapo. ¡Comounmaniquí!Nos convenció y nos fuimos con él.Llegamos a la unidad y allí estaba otra vez aquel hombretónbigotudo,sereía:“¿Qué,chatas,porquénoquisisteisvenirosconmigo?”.»Elmayornosiballamandounaporunaynospreguntaba:“¿Quésabeshacer?”.»Mellamóamí:»—¿Ytú?»—Yosélavarlaropa.»—Veoqueeresunabuenachica.Siencimasupierascocinar...»—Sécocinar.»Dedíapreparabalacomida,volvíadenocheyentoncesteníaquelavarlaropadelossoldados.

También hacía guardia. Me gritaban: “¡Centinela! ¡Centinela!”. Yo no podía contestar, no mequedabanfuerzas.Niparadarlavoz...»

IrinaNikoláevnaZínina,soldado,cocinera

—Yome fui con el tren sanitario... Recuerdo que la primera semaname la pasé entera llorando:primero,noteníaamimamáamilado,y,segundo,mehabíatocadodormirarribadetodo,dondeseguardabanlasmaletas.Esaerami«habitación».—¿Aquéedadsefuealaguerra?—Estabaenoctavocurso,noaguantéhastafinalizarelaño.Meescapéalfrente.Todaslaschicas

deltrensanitarioerandemiedad.—¿Cuálerasutrabajo?—Cuidábamosalosheridos;lesdábamosdecomer,debeber,lesponíamoselorinal:todoesoera

nuestrotrabajo.Conmigohacíaturnosunamuchachaalgomayorqueyo,alprincipiomeprotegía:«Llámamesitepidenelorinal».Eranlosheridosgraves:unosinbrazos,otrosinpiernas.Elprimerdíalallamé,luegoestabaclaroqueellanopodríacubrirmedíaynoche,mequedésola.Unheridomepidió:«¡Enfermera,elorinal!».»Yo le entregué el orinal, pero él no lo cogía.Me di cuenta de que no teníamanos.Me quedé

paradaunratohastaquecomprendí loquedebíahacer,entoncesmequedé inmóvil, sinsabermuybiencómoproceder.¿Meentiende?Leteníaqueayudar...Ynoteníaniidea,jamáslohabíavisto.Nisiquieraenelcursillonoslohabíanenseñado...

SvetlanaNikoláevnaLúbich,auxiliarsanitaria

«Yonodisparaba...Cocinabagachasparalossoldados.Poresomeconcedieronunamedalla.Nimeacuerdodeella:total,¡siyonoluché!Preparabalasgachas,lasopa.Traíalasollas,lasvasijas.Eranmuy,muypesadas...Meacuerdodelcomandante,aquelhombreseenfadabamucho:“Medanganasde

llenar todasesasvasijasdeagujeros... ¿Cómopodrásdara luzdespuésde laguerra?”.Unavez lohizo:acribillólasvasijasabalazos.Alfinalencontramosenunaaldeacercanaotrasollasparapodercocinar,eranunasollasmáspequeñas.»Cuando los soldados volvían de las avanzadillas, les daban un descanso. Daban pena, venían

sucios, agotados, con lospiesy lasmanoscongelados.Lasheladas secebabansobre todocon losuzbecos,conlostadzhik.Ensustierrassiemprehacesol,calor,ydeprontoestabanatreintagradosbajo cero.No lograban entrar en calor, yo les tenía que dar de comer.No podían ni acercarse lacucharaalaboca...»

AleksandraSemiónovnaMasakóvskaia,soldado,cocinera

«Lavaba la ropa... Recorrí la guerra con la pila de lavar. Lavábamos a mano. Los chaquetonesguateados,lascamisas...Nostraíanlaropa,estabamuysucia,llenadeparásitos.Losmonosblancos,esos,losdecamuflaje,empapadosdesangre,yanoeranblancos,sinorojos.Onegros,cubiertosdesangre seca.El primer agua no servía para lavar, se quedaba toda roja o negra...Camisas sin unamanga,conunagujeroenmitaddelpecho,elpantalónsinunapernera...Loslavábamosenlágrimas,losaclarábamosconlágrimas...»Eranpilas,montañasdecamisasdesoldado...Depiezasdeabrigo...Meduelenlasmanossolode

recordarlo. En invierno los chaquetones pesaban mucho por la sangre congelada. Todavía sueloverlosenmissueños...Unasmontañasnegras...»

MaríaStepánovnaDetko,soldado,lavandera

«Enlaguerrahabíatantosmilagros...Lecontaréunacosa...»Ania Kabúrova se estaba muriendo... Era de transmisiones. Una bala le había atravesado el

corazón. Justo en aquelmomento nos sobrevoló una bandada de grullas en forma de “V”. Todoslevantamos las cabezas, ella abrió los ojos. Miró: “Qué lástima, chicas”. Se calló y nos sonrió:“Chicas, ¿de verdad me moriré?”. Justo entonces vino corriendo hacia nosotras nuestra cartera,nuestraKlava, corría y gritaba: “¡No temueras! ¡No temueras!Hay una carta para ti...”.Ania nocerrabalosojos,esperaba...»Klava se sentó a su lado y abrió la carta. Era de su madre: “Mi querida hija...”.Más tarde el

médicodijo:“Esunmilagro.¡Unmilagro!Siguióvivaencontradelacienciamédica...”.Leacabarondeleerlacarta...SoloentoncesAniacerrólosojos...»

MaríaNikoláevnaVasilévskaia,sargento,transmisiones

«¿Miespecialidad?...Puesmiespecialidadeselcortedepelomasculino...»Unavezvinounachica...Yonosabíacómocortarleelpelo.Teníaunacabellerapreciosa,elpelo

rizado.Entróelcomandante.»—Córteleelpelocomoaunhombre.»—Peroesunamujer.»—No,noloes,esunsoldado.Volveráaserunamujerdespuésdelaguerra.»Sin embargo... Sin embargo, en cuanto les crecía unpoquito el pelo, de noche a las chicas les

poníarulos.Usábamospiñasenvezdelosbigudíes...Piñassecasdelospinos...Aunquefuerasoloun

rizoenelflequillo...»

VasilisaYúzhnina,soldado,peluquera

«Heleídopocoslibros...Nosécontarhistoriasdeunamaneraelegante...Vestíamosalossoldados,les lavábamos, les planchábamos, y ese fue todonuestro heroísmo.Nosmovíamos a caballo, casinuncaíbamosentren,loscaballosestabanagotados,sepuededecirquecasillegamosaBerlínapie.Hacíamos cualquier cosa que era necesaria: ayudábamos a transportar a los heridos, en Diéperllevábamos losproyectilesporquenohabíaformadeusarel transporte, losarrastramosenbrazoshastavarioskilómetros.Cavábamoslascovachas,pavimentábamospuentes...»Cuando nos rodearon, corrí y disparé como los demás. Simaté a alguien, no lo sé. Corría y

disparabacomotodos.»Creoquetehedichomuypoco.¡Enrealidad,vivímuchashistorias!Intentarérecordarlomejor...

Venalgunaotravez...»

AnnaZajárovnaGorlach,soldado,lavandera

«Mihistoriaescorta...»Elcabopreguntó:»—Niña,¿cuántosañostienes?»—Dieciséis,¿porqué?»—Porque—dijo—noaceptamosamenores.»—Haréloquesea.Hornearéelpan.»Medejaronquedarme...»

NataliaMujamedínova,soldado,panadera

«En las listas figuraba como escribiente...Me convencieron para que fuera al EstadoMayor de lasiguientemanera...Medijeron:“Sabemosqueantesdelaguerraustedtrabajócomofotógrafa,ahoraharálomismo”.»Lo que recuerdo bien es que no quería fotografiar la muerte. A los muertos. Hacía las fotos

cuandolossoldadosestabandescansando,fumaban,sereían,recibíanlascondecoraciones.Quépenanohaber tenidopelículasencolor,soloenblancoynegro.Cuandorendíanhonoresa labandera...Habríapodidosacarunastomasmuybonitas...»Actualmente...mevienenaverlosperiodistasymepreguntan:“¿Ustedfotografióalosmuertos?

Trasuncombate...”.Simepongoabuscar...tengopocasfotografíasdelamuerte...Sialguienmoría,los chicos pedían: “¿Le hiciste alguna fotografía cuando estaba vivo?”. Les queríamos vivos...Sonrientes...»

ElenaVilénskaia,sargento,escribiente

«Nosotras construíamos... Las vías de ferrocarril, los puentes de pontones, las covachas. El frenteestabacerca.Cavábamosdenocheparaquenonosvieran.

»Cortábamos los árboles. Básicamente enmi escuadra éramos solo chicas,muy jóvenes.Habíaalgunoshombres,losqueeraninútilesparaelservicioactivo.¿Quieresabercómotransportábamoslos troncos?Los levantábamos entre todas y los llevábamos a pulso.Una escuadra entera para untronco.Laspalmasdelasmanosnossangraban...Tambiénnossalíancallosenloshombros...»

ZoiaLukiánovnaVerzhbítskaia,comandantedelaescuadradelbatallóndezapadores

«Me gradué en la escuela normal de maestros... Recibí el certificado cuando la guerra ya habíaempezado. Dado que estábamos en la guerra, no nos designaron ningún puesto de trabajo, nosenviaronacasa.Lleguéyenunosdíasmetrajeronlacitacióndellamadaafilas.Mamáporsupuestonoqueríaquemefuera,yoera joven,solo teníadieciochoaños:“Teenviaréconmihermano, lesdiré que no estás”. Le contesté: “Pero soy del Komsomol”. Nos reunieron en la oficina dereclutamiento,nosexplicaronquehacíanfaltamujeresparalaspanaderíasdecampaña.»Esuntrabajomuyduro.Teníamosochohornosmetálicos.Llegábamosaunpueblodestruidooa

unaciudadymontábamosloshornos.Cuandoacabábamosloshornos,habíaquebuscarleña, traercomoveinteotreintacubosdeagua,cincosacosdeharina.Nosotras,laschicasdedieciochoaños,levantábamossacosdesetentakilos.Losagarrábamosentredos.Obienhabíacuarentahogazasenlabandeja. Yo, por ejemplo, no podía levantarla. Pasábamos días y noches enteros delante de loshornos,díasynoches.Nadamásacabarunaracióndemasa,habíaqueponerseconlasiguiente.Nosbombardeabanynosotrasseguíamoshaciendoelpan...»

MaríaSemiónovnaKulakova,soldado,panadera

«Me pasé los cuatro años que duró la guerra sobre ruedas... Hacía las rutas de acuerdo con lasindicaciones: “A la administración deSchukin”, “A la administración deKozhuro”.Recibíamos eltabaco, loscigarrillos, lospedernalesenelalmacén...Todolo imprescindiblepara lossoldadosdeposiciones avanzadasy enmarcha.Aveces en coche, aveces en carro, peromás amenudoapie,juntoconunpardesoldadosmás.Llevábamoslacargaacuestas.Aunatrincheranosepuedellegarencarro,losalemanesoiríanelchirrido.Asíqueacargarlaespalda.Acuestas,cariño,acuestas...»

ElenaNikíforovnaIévskaia,soldado,abastecimiento

«Cuandoempezólaguerra...Yoteníadiecinueveaños...VivíaenlaciudaddeMúrom,enlaregióndeVladímirskaia.Enelmesdeoctubrede1941,anosotros,losmiembrosdelKomsomol,nosenviaronaconstruirlacarreteraMúrom-Gorki-Kulebaki.Regresamosynosllamaronafilas.»MeenviaronaGorki,alaescueladecomunicaciones,alcursillodeempleadosdecorreos.Acabé

elcursilloymetrasladéalejércitoencampaña,alaSexagésimaDivisióndeInfantería.Fuioficialdel servicio militar postal. Muchas veces fui testigo de cómo los que estaban en las posicionesavanzadasllorabanybesabanlossobresalrecibirunacarta.Muchoshabíanperdidoasusfamiliares,algunosporquehabíanmuertoyotrosporquevivíanenlosterritoriosocupados.Poresonopodíanescribir. Éramos nosotras quienes escribíamos las cartas firmadas por la Joven Desconocida:“Querido soldado, te escribe la JovenDesconocida. ¿Cómovan los combates? ¿Cuándo traerás laVictoriaacasa?”.Nospasábamosnochesenterascomponiendoesascartas...¿Cuántasescribídurantelaguerra...?»

MaríaAlexéievnaRémneva,subteniente,empleadadecorreos

SOBREELJABÓNESPECIAL«K»YLACELDADEARRESTO

«Mecaséel1demayo...Yel22dejunioempezólaguerra.Llegaronlosprimerosataquesdesdeelaire.Yoestaba trabajando en el orfanatoparaniños españoles, loshabían alojado enKiev.Fue en1938. La guerra civil española... Nosotros no sabíamos qué hacer, pero los niños españolesempezaronacavarzanjasenelpatio.Yalohabíanvivido...Alosniñoslesenviaronalaretaguardia,yome trasladéa la regióndePenza.Meencomendaronuna tarea:organizar los cursillospara lasenfermeras.A finales de 1941yomisma examinaba a las estudiantes porque todos losmédicos sehabíanmarchadoalfrente.Tramitéloscertificadosysolicitéquemeenviasenalfrenteamítambién.MedestinaronalazonadeStalingrado,aunhospitaldecampaña.Eralamayordetodaslaschicas.Mi amiga Sonia Udrúgova —hoy seguimos muy unidas— había cumplido los dieciséis, acabónovenocursoydespuéselcursillodeenfermeras.LlevábamostresdíasenelfrenteymeencontréaSoniaenelbosque,lloraba.Meacerqué.»—Sonia,¿porquélloras?»—¿Esquenoloentiendes?¡Llevotresdíassinveramimadre!»Cuandolerecuerdoaquello,seríe.»DurantelabatalladeKurskmetrasladarondelhospitalaldepartamentodehigienedecampaña,

me nombraron comisaria política. Las lavanderas estaban a sueldo.Viajábamos en los carros: laspilas, las palanganas, los samovares para calentar el agua...Encima se sentaban las chicas con susfaldas rojas,verdes,azules,grises.Todosse reían:“¡La tropa lavandera sevadeviaje!”.Amímellamaban“lacomisariadelavandería”.Bueno,coneltiempoelaspectodemischicasdejódesertanpintoresco.»El trabajoeramuyduro.Nihablardemáquinasde lavar.Todoamano...Amanosdemujeres...

Llegábamos y nos dejaban una casa o una chabola. Lavábamos allí la ropa y, antes de secarla, laempapábamosconeljabónespecial“K”,contralosparásitos.HabíatambiéninsecticidaDDT,perono servía, utilizábamos el jabón “K”, era apestoso. Allí, en el mismo espacio donde lavábamos,tambiénsecábamoslaropaydormíamos.Nosdabanunaracióndeunosveintegramosdejabónporcadapiladeropaalavar.Ylaropaestabanegracomolatierra.Detantolavar,delevantarpeso,delatensión,muchaschicasacababansufriendodehernias,eljabón“K”nosprovocabaeccemas,lasuñassenoscaían,pensábamosquenuncanosvolveríanacrecer.Peroapesardetodo,despuésdeunpardedíasdedescanso,habíaqueponersealavarotravez.»Laschicasmerespetaban...»Unavezllegamosalcampamentodelospilotos.Imagínese:nosvieron,íbamosvestidasconropa

sucia, vieja... Y aquellos chavales soltaron con desprecio: “Míralas, lavanderas...”.Mis chicas porpocosepusieronallorar.»—Comisaria,nohayderecho...»—Tranquilas,yanostomaremoslarevancha.»Dichoyhecho.Porlatarde,mismuchachassearreglaron,sevistieronconlomejorqueteníany

se dirigieron al claro donde estaba el campamento.Una tocaba el acordeón y las demás bailaban.Acordamosquenobailaríamosconlospilotos.Ellosseacercabanymischicasnoleshacíannicaso.Se pasaron la tarde bailandounas conotras. Finalmente los chicos lanzaron el grito al cielo: “Unidiotahadichoalgoquenodebíayahoraoshabéisenfadadocontodos”.»Engeneral,lanormaeranocastigaralosasalariadosenlasceldasdearresto,pero¿quéhacíayo

siteníaacienchicasjuntas?Alasonceeraeltoquedequedayyaestá.Ellastratabandeescapar:eranjovencitas. Entonces yo las castigaba, las encerraba en la celda de arresto. Una vez vinieron lossuperioresdelaunidadmilitarvecina,habíadoschicasarrestadas.»—¿Cómoesposible?¿Nosabequenosepuedeencerraralosasalariadosenlaceldadearresto?»Lecontestémuytranquila:»—Camaradacoronel,redacteuninformeymándeseloalossuperiores.Estáensuderecho.Pero

yotengoquecuidarladisciplina.Yasíhelogradoestablecerunordenejemplar.»Sefueronsinmás.»Ladisciplinaera férrea.Unavezmecrucéconuncapitán:pasabapordelantedemicasa justo

cuandoyosalía.Separó.»—¡Diosmío!Yahevistoqueacabadesalir,pero¿sabeustedquiénviveallí?»—Losé.»—Aquíresidelacomisariapolítica.¿Sabelomalaquees?»Dijequejamáshabíaoídonada.»—¡Diosmío!Nuncasonríe,estátodoeldíademalhumor.»—¿Legustaríaconocerla?»—¡Nihablar!»Entoncesleconfesé:»—¡Puesmuchogusto,soylacomisariapolítica!»—¡No,nopuedeser!Mehabíandichoqueella...»Yoprotegíaamischicas.Habíaunamuyguapa,sellamabaValia.UnavezmefuialEstadoMayor

porunosdiezdías.RegreséymedijeronqueesosdíasValiahabíaestadovolviendomuytarde,quehabía estadoconuncapitán.Lohecho,hechoestaba.PasaronunpardemesesymeenterédequeValiaestabapreñada.La llamé:“Valia,¿cómohapodidoocurrir?¿Adónde irás?Tumadrastra (noteníamadre)viveenunachoza”.Yellavengaallorar:“Esporsuculpa,siustednosehubieraido,nomehabríapasadonada”.Paraellaseracomosumadre,suhermanamayor.»Valiavestíaunabrigoligero,hacíafrío,leentreguémicapote.EnviamosamiValiaacasa...»El8demarzode1945organizamosunafiesta.Conté.Conseguimosunosbombones.Mischicas

salieronafueraydeprontovieronadosalemanessalirdelbosque.Ibanarrastrandosusmetralletasporelsuelo...Estabanheridos...Mischicaslosrodearon.Yo,comocomisariapolítica,porsupuestoque escribí en el informe que el día 8 de marzo las lavanderas habían hecho prisioneros a dossoldadosalemanes.»Aldíasiguientehuboreunióndemandosmilitares,eljefedeldepartamentopolíticoselevantóy

loprimeroquedijofue:»—Camaradas, tengo buenas noticias: la guerra se acabará pronto. Ayer las lavanderas del

DuodécimoPrimerDestacamentodeLavanderíacapturaronadosalemanes.»Todosaplaudieron.»Durantelaguerranonoscondecoraban,cuandolaguerraterminó,medijeron:“Condecoraremos

adospersonas”.Meindigné.Pedílapalabra,hablé,dijequeeracomisariapolíticadeldestacamentodelavandería.Dijeloduroqueeraeltrabajodelaslavanderas,quemuchassufríanhernias,eccemas,etc., que las chicas eran jóvenesyque trabajabanmásque lasmáquinas.Mepreguntaron: “¿Puedeprepararunalistaparamañana?Condecoraremosamásgente”.Estuvimostodalanochepreparandolalista juntoconelcomandantedeldestacamento.MuchaschicasrecibieronlaMedallaalValor,alServicio deCombate, incluso a una lavandera le concedieron laOrden de laEstrellaRoja.Era lamejorlavandera,noseapartabadelapila:aveces,lasdemáscaían,peroellacontinuabalavando.Eraunamujermayor,todasufamiliahabíamuerto.»Cuando tocó enviar a las muchachas a casa quise darles algo. Eran todas de Bielorrusia, de

Ucrania,allítodoestabaenruinas.¿Cómoibaadejarquesefueranconlasmanosvacías?Estábamosalojadosenunpuebloalemán,allíhabíauntallerdecostura.Fuiamirar:lasmáquinasdecoserporsuerteestabanintactas.Asíquelehicimosunregaloacadaunadelaschicasqueseiban.Yoestabatancontenta,tanfeliz.Eralomínimoquepodíahacerpormischicas.»Todasqueríanvolveracasaytodasteníanmiedo.Nadiesabíaloquenosesperabaallí...»

ValentinaKuzmínichnaBrátchikova-Borschévskaia,teniente,comisariapolíticadeldestacamentodelavanderíadecampaña

«Mipadre...Miqueridopadreeracomunista,unsanto.Enmividajamásmeheencontradoconunapersonamejor.Élmeeducaba: “Asaberquéhabría sidodemí sino fuerapor elpoder soviético.Habríasidoundonnadie.Habríatrabajadotodamividaparaalgúnricachón.Elpodersoviéticomediolavida,pudeestudiarunacarrera.Mehiceingeniero,ahoraconstruyopuentes.Todoselodeboanuestropaís”.»Yoamabaelpoder soviético.QueríaaStalin.YaVoroshílov.Queríaa todosnuestros jefesde

Estado.Asímeloenseñómipadre.»Laguerratranscurría,yocrecía.PorlasnochesmipadreyyocantábamosLaInternacionalyLa

GuerraSanta.Papátocabaelacordeón.Cuandocumplílosdieciocho,meacompañóalaoficinadereclutamiento...»Desdeelejércitoescribíacasaexplicandoqueconstruíaycustodiaba lospuentes. ¡Quéalegría

fueparamifamiliaescucharlo!Mipadrenoshizoenamorarnosdelospuentes,losamábamosdesdequeéramospequeños.Cadavezqueveíaunpuentedestruido,porunbombardeooporunaexplosión,sentíacomosi fueraunservivo,nounobjetoestratégico.Lloraba...Porelcaminomeencontrabaconcentenaresdepuentesderrumbados,grandesypequeños,durante laguerra fue loprimeroquedestruían.Eranelblanconúmero1.Cuandopasábamosdelantedelospuentesconvertidosenruinas,siemprepensaba:“¿Cuántosañosnecesitaremosparavolveraconstruirtodoesto?”.Laguerramatael tiempo,elvalioso tiempode lossereshumanos.Yosabíaporexperienciaquemipadre invertíavarios años en construir cada puente. Se pasaba las noches con los planos, incluso en sus días dedescanso.Loquemáspenamedabaenlaguerraeraeltiempo.Eltiempodepapá...»Hacetiempoquemipadrenoestá,peroyolesigoamando.Noleshagocasoalosquedicenque

lagentecomoéleranunostontosyunosciegosporcreeraStalin.PorquetemíanaStalin.PorquecreíanenlasideasdeLenin.Porquepensabancomolosdemás.Créeme,eranbuenagente,erangentehonrada,nocreíanenStalinoenLenin,sinoenlas ideascomunistas.Enunsocialismoconrostrohumano, así lo formularon luego. En la felicidad para todos. Para cada uno de nosotros. Eransoñadores,idealistas,peronoeranciegos.Nuncaestarédeacuerdo.¡Pornadadelmundo!Amitaddela guerra ya disponíamos de buenos carros de combate y de aviones, contábamos con un buenarmamento, no obstante, sin la fe jamás hubiéramos vencido a un enemigo tan terrible como elejército de Hitler, un enemigo poderoso, disciplinado, que había conquistado toda Europa. Nohubiéramospodidoromperlelaespinadorsal.Nuestraprincipalarmafuelafe,noelmiedo,ledoymi palabra de comunista (en la guerra me afilié al partido, hoy sigo siendo comunista). No meavergüenzodemicarnetdelpartidoynolorechazo.Desde1941mifenohacambiado...»

TamaraLukiánovnaTórop,soldado,ingeniera

«LastropasalemanasseinstalaroncercadeVorónezh...Lescostómuchotiempoconquistarlaciudad.Labombardeabancontinuamente.Losavionesnodejabandesobrevolarnuestropueblo,Moskovka.

Yoaúnnohabíavistoalenemigo,solosusaviones.Perosupemuyprontocómoeralaguerra...»A nuestro hospital llegó la información de que había un tren hecho pedazos en las afueras de

Vorónezh,fuimoshastaallíyvimos...¿Sabeloquevimos?Carnepicada...Mecuestapronunciarlo...¡Horroroso! El primero en reaccionar fue nuestro médico jefe. Empezó a gritar a todo pulmón:“¡Camillas!”.Yoeralamásjoven,acababadecumplirlosdieciséis,todosestabanatentosporsimedesmayaba. Recorríamos las vías del tren, íbamosmetiéndonos en los vagones. No había nadie aquien cargar en las camillas: los vagones ardían, los gemidos y los gritos no se oían. No habíapersonasenteras.Yomeapretabaelpechoconlamano,enelcorazón,losojossemecerrabandelmiedo.Volvimos al hospital y cada uno se dejó caer allí donde pudo: uno con la cabeza apoyadasobrelamesa,otroenlasilla,todosnosdormimos.»Acabémiturnoymefuiacasa.Vineconlacarallorosa,memetíenlacama,cerrabalosojosy

volvíaavertodoaquello...Mimadreregresódeltrabajo,habíavenidoavernoseltíoMitia.Oílavozdemamá.—No sé cómo acabará Elena. ¿Has visto cómo le ha cambiado la cara desde que trabaja en el

hospital? Parece otra, no habla con nadie, y de noche grita. ¿Dónde está su sonrisa? Tú sabes loalegrequeera.Ahorahadejadodereír.»Escuchabaamamáymetragabalaslágrimas.»...En1943Vorónezhfueliberada,yoingreséeneldispositivomilitarizadodeseguridad.Allísolo

servíanlaschicas.Todasteníanentrediecisieteyveinteaños.Eranjóvenes,guapas,nuncahabíavistotantas chicasguapas juntas.Laprimera a laque conocí fueMarusiaPrójorova, eramuyamigadeTaniaFiódorova.Lasdoserandelamismaaldea.Taniaeramuyseria,muyordenada,legustabaquetodo estuviera limpio; aMarusia le encantaba cantar y bailar.Cantaba coplas traviesas.Ymásquecualquierotracosa,legustabamaquillarse,sepasabahorasdelantedelespejo.Tanialereprochaba:“Envezdeponerte lacarabonita,deberíasplancharteeluniformeyhacerbien lacama”.TambiénestabaPashaLitávrina,unamuchachamuyresuelta.EraíntimaamigadeShuraBatíscheva.Estaeramástímidaydiscreta,lamástranquiladetodas.ALiusiaLijachiovalegustabaensortijarseelpeloysiempre iba con su guitarra. Se acostaba con ella y con ella se levantaba. Lamayor de todas eraPolinaNevérova,sumaridohabíamuertoenelfrente,siempreestabatriste.»Vestíamosdeuniforme.Cuandomamámevioporprimeravez,sequedóblanca.»—¿Hasdecididoalistarte?»Latranquilicé:»—No,mamá.Yatelohedicho,solovigilamoslospuentes.»Mamálloraba:»—Laguerraacabarápronto.Ycuandoacabe,loprimeroqueharásseráquitarteeseuniforme.»Yocreíalomismo.»Dosdíasdespuésdeconocerlanoticiadelfinaldelaguerra,nosreunieron.Hablóelcomandante

deldispositivodeseguridad,elcamaradaNaúmov:»—Mis queridos soldados —dijo—, la guerra ha acabado. Sin embargo, ayer nos dieron una

orden: hacen falta soldados en el dispositivo de seguridad militarizada para la protección delferrocarrildelsudeste.»Alguiendelasalagritó:»—Pero¡siallíestánactuandolosguerrillerosdeBandera![22]»Naúmovhizounapausayañadió:»—Sí,chicas,allíestánlosguerrilleros.LuchandocontraelEjércitoRojo.Perounaordenesuna

orden,hayquecumplirla.Losquequieranvenir,porfavor,entreguenlassolicitudesalcomandantedeGuardia.Iránlosvoluntarios.»Regresamosalcuartel,cadaunasetumbóensucatre.Lohicimosensilencio.Anadieleapetecía

irselejosdecasa.Yanadieleapetecíamorircuandolaguerrayasehabíaacabado.Aldíasiguientenos reunieronde nuevo.Yome sentaba en lamesa presidencial, cubrieron lamesa conunmantelrojo.Pensabaqueseríalaúltimavezquemesentaríaallí.»Elcomandantedeldispositivopronuncióundiscurso:»—No tenía dudas, Bábina, de que tú serías la primera. Todas vosotras, muchachas, sois muy

valientes.Laguerrahaacabado,yapodéisvolveracasa,perohabéiselegidodefendervuestraPatria.»Dos días después nosmarchábamos a proteger el ferrocarril. Nos proporcionaron un tren de

mercancías,enelsuelohabíaheno,olíaahierbaseca.»NuncaanteshabíaoídosiquieramencionarlaciudaddeStryi,deprontoeranuestrodestino.La

ciudad no me gustó, era pequeña y espantosa, se oía música todos los días, eran los funerales:enterraban a policías, comunistas, miembros del Komsomol. Otra vez veíamos la muerte. Noshicimos amigas deGaliaKoróbkina. Ellamurió allí. Y otra chica también... Las acuchillaron unanoche...Entoncesdejédebromearydesonreír...»

ElenaIvánovnaBábina,soldadodeldispositivomilitarizadodeseguridad

SOBRELOSCOJINETESFUNDIDOSYELLENGUAJEOBSCENORUSO

«Yohesalidoamipadre...Sindudasoyhijasuya...»Mipadre,MirónLénkov,recorrióunlargocamino,deserunmuchachoanalfabetoaconvertirse

encomandantedesecciónenlaguerracivil.Fueuncomunistaconvencido.Cuandomurió,mimadreyyonosquedamosenLeningrado;aestaciudadledebolomejordemí.Mipasióneranloslibros.SemeinundabanlosojosdelágrimasconlasnovelasdeLidiaChárskaia,meencantabanlasobrasdeIvánTurguénev.Megustabamucholapoesía...»Enveranode1941...Afinalesdelmesdejuniofuimosavisitaralaabuela,vivíaporlazonadel

río Don. La guerra nos sorprendió mientras viajábamos. Enseguida los mensajeros a caballoempezaronagaloparporlaestepa,repartíanlascitacionesdelasoficinasdereclutamiento.Lagentede las aldeas despedía a los cosacos que se iban al frente, comían, bebían, las mujeres llorabandesconsoladamente.Yomeacerquéa laoficinadereclutamientodelpueblocosacodeBukóvskaia.Larespuestafuecortayseca:»—Noaceptamosaniñasenlafrente.¿EresmiembrodelKomsomol?Muybien,puesayudaenel

koljós.»Revolvíamos el trigo para que no se pudriera en los silos.Después recogíamos la cosecha de

verduras. Los callos demismanos se endurecieron,mis labios se agrietaron, el bronceado de laestepamecubríalacara.Loúnicoquemehacíadiferentealrestodelaschicasdelcampoeraqueyomesabíadememoriaunmontóndeversosyqueeracapazderecitarlosduranteellargocaminodelcampoacasa.»La guerra cada vez estaba más cerca. El 17 de octubre los alemanes tomaron la ciudad de

Taganrog.Lagenteabandonabasuscasas.Miabueladecidióquedarse,peroamihermanayamínosdijo: “Sois jóvenes. Salvaos”. Caminamos cinco días hasta la estación de Oblívskaia. Acabamostirandolassandalias,sehabíanrotoatrozos,entramosenelpueblodescalzas.Eljefedelaestaciónavisó: “No esperéis a los vagones cubiertos, subid directamente a las plataformas. Ahoraengancharemos la locomotora y os enviaremos a Stalingrado”. Tuvimos suerte: subimos a unaplataformacargadaconavena.Hundimoslospiesenloscereales,nostapamosconelpañuelo...Nosabrazamosydormimos.Elpansenoshabíaacabado,lamieltambién.Losúltimosdíasnosdieronde

comer las mujeres cosacas. Nos sabía mal cogerles comida, no podíamos pagarles, pero ellasinsistían:“Comed,niñas.Todosloestamospasandomal,tenemosqueayudarnosunosaotros”.Meprometínoolvidarjamásesabondadhumana.¡Nunca!¡Pornadadelmundo!Ynolaheolvidado.»EnStalingradocogimosunbarco,despuésviajamosotravezentren,alasdosdelamadrugada

llegamosalaestaciónMedvedítskoe.Unaolahumananosempujóalandén.Nopodíamosmovernos,noshabíamosconvertidoendosbloquesdehielo,yallíestábamos,apoyándonos launaen laotraparanocaer.Paranorompernosenpedacitos,igualquehabíavistorompersecontraelsueloaunaranareciénsacadadeunfrascoconoxígenolíquido.Porsuerte,alguiendelosquehabíaviajadoconnosotras se dio cuenta. Acercaron el carro lleno de gente y nos ataron a la parte de atrás. Nospusieron unos chaquetones guateados y nos dijeron: “Caminad, si no os congelaréis.No hay otraforma de entrar en calor. No podemos transportaros”. Al principio nos caíamos al suelo, luegoinclusocorrimos.Yasíalolargodedieciséiskilómetros...»ElpueblodeFrank,elkoljósPrimerodeMayo.Elpresidentedelkoljóssepusomuycontentoal

saberqueyoeradeLeningradoyquehabíaacabadonoveno.»—Muybien.Meayudarás.Harásdecontable.»Por unmomentome alegré. Pero entonces vi la pancarta “¡Muchachas, al volante!” que estaba

colgadaenlapared,detrásdelpresidente.»—Nopiensoquedarmeenunaoficina—lecontesté—.Sialguienmeenseña,puedoconducirun

tractor.»Los tractores estaban totalmente cubiertos de nieve. Quitábamos la nieve, desmontábamos las

máquinas,elmetalestabatanfríoquequemabalasmanos,lapielsenosquedabapegada.Lospernosoxidados, apretados a conciencia, parecía que estuvieran soldados. Si no lográbamos girarlos dederecha a izquierda, intentábamos desenroscarlos al revés. Como si fuera adrede... Justo en esemomento, comopor artedemagia, siempreaparecía el jefedebrigada, Iván IvánovichNikitin, elúnico tractorista profesional y nuestro tutor. Se llevaba lasmanos a la cabeza, sin dejar de soltarimproperios.¡Joder!Lamadreque...Susinjuriaserancomounllantodesesperado.Sinembargo,unavezlloré...»Salíalcampomarchaatrás:lamayoríadelasruedasdelacajadeengranajesdemivehículoeran

“desdentadas”. El plan era sencillo: a los veinte kilómetros seguro que alguno de los tractores seagarrotaría,entoncesmontaríansucajadeengranajesalmío.Pasóexactamenteasí.Otratractoristacomoyo,SaraGosenbuk,nosefijóenqueelradiadorperdíaaguayestropeóelmotor.¡Joder!Lamadre...Porcadagotaque...»Aqueldía...Antesdesaliralcampo,abríelgrifodecárter:queríacomprobarelaceite.Salióun

líquidoraro.Llaméaljefedelabrigada,avisédequeeraprecisocambiarellubricante,élseacercó,frotóunagotaentrelosdedos,olfateóydijo:“¡Tútranquila!Undíaaguantará”.Lediscutí:“Esonoestá bien, ustedmismo nos dijo que...”.Montaba en cólera a la primera de cambio: “Tendría quehabermecallado,convosotrasnohayremedio.¡Señoritasdeciudad!Oscreéismuylistas.¡Andando!Lamadreque...”.Enmarcha, joder,y tal...Me fui.En lacabina, el calor era tremendo, lamáquinaechabatantohumoquecostabarespirar,peroesoeralodemenos,loimportanteeranloscojinetes.Meparecíaoíruntraqueteo.Parabalamáquina,noseoíanada.Aumentabalacarga,¡traqueteaban!Ydeprontolonotéjustodebajodemiasiento:¡toc-toc-toc!»Apaguéelmotoryfuicorriendohastalosorificiosderevisión:¡doscojinesdelatónsehabían

fundidoporcompleto!Mesentéenel suelo, abracé la rueday llorépor segundavezdesdeque laguerrahabíaempezado.Laculpaeramía:¡habíavistocómoestabaelaceite!Medejéasustarporlosinsultos. Debería habérselo hecho pagar con la misma moneda, pero no lo hice, era demasiadoeducada.»Oíunruidoyvolví lacabeza. ¡Teníaquehaberlovisto!Allíestabanelpresidentedelkoljós,el

directordelaestacióndemáquinasytractores,eljefedeldepartamentopolíticoy,cómono,tambiénnuestrojefedebrigada.¡Sinoesporél!...»Elhombresequedóallíclavado.Locomprendióalinstante.Noabríalaboca.¡Joder!Lamadre

quete...»Eldirectortécnicotambiénloentendió.»—¿Cuántos?»—Dos—respondí.»Laleymarcialtemandabadirectamentealostribunales.Poractonegligente,ademásdesabotaje.»Eljefedeldepartamentopolíticomiróaljefedebrigada.»—¿Porquénocuidasatuschicas?¿Cómovoyaenviaraestacríaalostribunales?»Dealgúnmodotodosearregló.Selimitóaunoscuantossermones.Peroeljefedebrigadadejó

deecharpestesenmipresencia.Yoencambioaprendíahacerlo...¡Joder!Lamadrequete...Lasqueaprendíasoltar...»Despuésocurrióalgomaravilloso:encontramosanuestramadre.Vinoconnosotrasydenuevo

volvimosaserunafamilia.Undía,derepente,mamádijo:»—Creoquedebesvolveralaescuela.»Tardéencomprenderla.»—¿Adónde?»—Tequedaunañoparaacabar,¿quiénloharáporti?»Después de todo lo que había vivido, la idea de sentarme otra vez en la clase, de resolver

problemas,escribirredacciones,dehincarloscodosparaaprendermelosverbosenalemán...Nomeencajabaenlacabeza.¿Gastarlavidaenesaschorradasenvezdelucharcontralosnazis?¡YencimacuandoelenemigohabíaavanzadohastaelVolga!»Yamefaltabamuypoco:encuatromesescumpliríalosdiecisiete.Eraalgo.¡Nadiemedevolvería

a casa! ¡Nadie! En el comité regional del partido todo fue como la seda, pero en la oficina dereclutamientotuvequeluchar.Pormiedad,pormisproblemasdevista.Peroloprimeromesirviópara solucionar lo segundo... Cuando hablamos de la cuestión de la edad, tildé al comandante dechupatintas...Ymeproclaméenhuelgadehambre...Mesentéasuladoydurantedosdíasnomemovídesitio,apartandocadavezelpedazodepanylatazadeaguaquemeofrecía.Ledijequememoriríadehambre,peroqueantesescribiríaunanotaexplicandoquiéneraelculpable.Dudoquemecreyeraoqueseasustara,peromandóquemehicieranunreconocimientomédico.Serealizabaenlamismahabitación.Cuando ladoctora, tras revisarme lavista, informódequenohabíanadaquehacer, elcomandanteserióymedijoquehabíapasadodosdíasdehambreenvano.Metratóconcompasión.Peroyolesdijequesiveíamaleraporculpadenohabercomido.Caminéhastalaventana,mepuseal ladode ladichosa tabladecontrolde lavisióny lloréamoco tendido.Lloréhastaque...Estuvellorandounbuenrato...Hastaquemeaprendídememorialasdoslíneasinferiores.Luegomesequélaslágrimasydijequeyaestabapreparadaparaquemevolvieranamirarlavista.Estavezsalióbien.»El10denoviembrede1942, conuna reservadecomidaparadiezdías, tal comosenoshabía

ordenado,unasveinticincochicasnossubimosaunviejocamiónyempezamosacantarcancionespatrióticas.Después tuvimosquecaminarpor laorilla izquierdadelVolgadesdeKamyshin(dondeprestamos el juramento) hasta Kapústin Yar. Allí estaba situado el regimiento de reserva. Nosperdimos entre miles de hombres. Venían los “compradores” de diferentes unidades militares,seleccionabanlosreemplazos.Nosesquivaban.Pasabandenosotras...»De camino hice dos amigas, Ánnushka Rakshenko y Asia Básina. Ellas no tenían ninguna

profesiónyyoconsiderabaquelamíanoeralamilitar.Asíquereclamaranloquereclamaran,lastresdábamosdospasosalfrente,creíamosquepodríamosaprenderrápidocualquieroficiomilitar.Peronosevitaban.

»Sinembargo,huboun“comprador”,untenientejoven,alquenodejamosescapatoria:solicitabaconductores,tractoristas,mecánicos...Envezdedospasoshaciadelantedicincoylesolté:»—¿Porquésoloseleccionaahombres?¡Yotambiénsoytractorista!»Sesorprendió.»—Nopuedeser.Dimelaordendefuncionamientodeloscilindros.»—Uno,tres,cuatro,dos.»—¿Algunavezhasfundidoloscojinetes?»Reconocísinceramentequehabíafundidodos.»—Bien.Aceptada.Porserfranca.—Asintióehizoademándeirse.»Misamigassepusieronamilado.Eltenientenoseopuso.¡Joder!Lamadreque...»Elcomandantedelaunidad,alpresentarnoslosefectivosdereemplazo,lepreguntóalteniente:»—¿Paraquéhastraídoaestasniñas?»Elotroseruborizóycontestóquelehabíamosdadopena:queacabaríamosnosesabedóndey

quenosmataríancomoaunosperdigones.»Elcomandantesuspiró.»—Vale.Unaa lacocina, laotraalalmacény laque tienemásestudios iráalEstadoMayor,de

escribiente.—Secallóunmomentoyañadió—:Quélástima,songuapas.»Yoeralamáspreparada,laquetenía“másestudios”,pero¿trabajardeescribiente?¿Yquétenía

queverquefuéramosguapas?Pasédeladisciplinamilitarymeencabrité.»—¡Somos voluntarias! Venimos a defender nuestra Patria. Solo aceptaremos servir en las

unidadesdecombate...»Poralgunarazónelcoronelcedióenseguida.»—Deacuerdo,queseandecombate.Dosiránalosequiposambulantes,alasmáquinas,yesta,la

lenguatona,almontajedemotores.»Asícomenzónuestroservicioeneltallerambulantedevehículosblindadosnúmero44.Éramos

unafábricasobreruedas.Lasmáquinas(fresadoras,mandrinadoras,pulidoras,tornos,elgeneradoreléctrico,elcebador,lavulcanización)estabanmontadassobrelosvehículos,losllamaban“equiposambulantes”. En cada máquina trabajaban dos personas. Las jornadas eran de doce horas,interrumpidamente.Uncompañerosustituíaalotroalahoradeldesayuno,comida,cena.Siaunoletocabaelserviciodeguardia,elotrotrabajabalasveinticuatrohoras.Trabajábamoscuandonevaba,trabajábamosatascadosenelbarro.Trabajábamosbajoelfuegoenemigo.Ahorayanadiedecíaqueéramosguapas.Aunqueesverdadqueenlaguerraseapenabanmásdelaschicasguapas.Dabapenaenterrarlas...Dabapenaemitirlapartidadedefunción...¡Joder!Lamadreque...»Amenudo tengosueños...Séque tengosueños,pero raravez recuerdoconquéhe soñado.Me

despierto con la sensación de haber estado en algún lugar... Y de haber vuelto... En los sueños sereduceasegundosloqueenlavidarequiereaños.Avecesconfundoelsueñoylarealidad...CreoquefueenZimóvniki,yoacababadeacostarmeenelsueloparadormirunpardehorascuandocomenzóelbombardeo.¡Joder!Lamadrequete...Preferíaquemematasenaperderelplacerdedoshorasdesueño.Hubounagranexplosiónmuycerca.Lacasaenterasetambaleó.Peroyonomemovídelsitio,medormí...»Noteníamiedo,nolosentía.Lojuro.Solodespuésdelosataquesaéreosmásferocesmedaban

comopinchazosenunamuela.Tampocomedurabamucho.Adíadehoyseguiríaconsiderándomemuy valiente si poco tiempo después de la guerra no hubiera tenido que acudir a un montón demédicospordolores constantes, inaguantables, ydel todo incomprensibles, enmúltiples zonasdelcuerpo.Elneurólogo,unespecialistaconmuchísimaexperiencia,sequedóatónitoalsabercuántosañostenía.»—¡Solo tiene veinticuatro años y ya ha logrado destruir todo su sistema nervioso vegetativo!

¿Cómopiensavivir?»Le respondía que pensaba vivir bien. Por encima de todo ¡estaba viva! ¡Había anhelado tanto

sobrevivir a la guerra! Y bien, es cierto, no había muerto, pero llevaba pocos meses vividos deposguerracuandosemehincharonlasarticulaciones,elbrazoderechoempezóadolermehorroresynomerespondía,meempeoró lavista, tuveriñónflotanteyelhígadodesplazado,y,comoprontosupe, tenía el sistema nervioso vegetativo completamente destrozado. Durante toda la guerra misueño había sido estudiar. La universidad fue para mí como una segunda batalla de Stalingrado.Completé los estudios en un cursomenos de lo establecido, si nome habrían faltado las fuerzas.Cuatroañossinquitarmeelmismocapote,eninvierno,enprimavera,enotoño,ylamismacamisamilitardescolorida...¡Joder!Lamadreque...»

AntoninaMijáilovnaLenkova,mecánicadetallermóvildevehículosblindados

«Senecesitabansoldados...Peronosotrasloquequeríamoseraestarguapas»

Entodoslosañosquellevotrabajandohegrabadocentenaresdehistorias...Enlasestanteríasestánacumuladas cientosde cintasymilesdepáginas impresasdebidamente clasificadas.Escuchoy leoconatención...Elmundodelaguerraabreantemísusfacetasmásinesperadas.Nuncaantesmehabíapreguntado

cómo,porejemplo,aquellasmujerespodíandormirduranteañosenlastrincherasprovisionales,oenelsuelojuntoaunahoguera,vestircapotesybotas,nobailar,noreírse.Dejardeponersevestidosligeros.Prescindirdeloszapatosylasflores...¡Sitansoloteníandieciochooveinteaños!Mehabíaacostumbradoapensarqueenunaguerranohaylugarparalavidademujer.Creíaqueallíesavidaes simplemente imposible, casi prohibida. Pero me equivocaba... Muy pronto, ya en las primerasconversaciones, me di cuenta: independientemente del tema concreto del que hablaran, inclusohablando de la muerte, las mujeres siempre mencionaban la belleza, ese eje indestructible de suexistencia:«Estabatanbellaenelataúd...Parecíaunanovia...»(A.Strótseva,soldadodeinfantería).Obien:«Meteníanqueentregarlamedallaymicamisamilitaryaestabamuyvieja.Lehiceunribetedegasaenelcuello.Algoblanco...Mesentíatanhermosaenesemomento.Noteníaunespejo,nomepodíamirar. Luego hubo un bombardeo, seme quedó la camisa hecha un asco...» (N. Ermakova,soldadodetransmisiones).Conalegríayagustomeexplicabansusinocentesapañosdechicas,lospequeños secretos, los signos invisibles, cómo a pesar de todo, rodeadas de la cotidianidad y elquehacer«masculinos»propiosdeunaguerra,queríanseguirsiendoellasmismas.Notraicionarsunaturaleza. Sorprendentemente cuarenta años más tarde, sus memorias conservan muchas de laspequeñecesdelavidacotidiana.Detalles,matices,colores,sonidos.Ensumundo,lacotidianidadylaexistenciaseunían, laexistenciaensíeravaliosa,ellasrecuerdan laguerracomounaépocadesuvida. No tanto las acciones y los acontecimientos, sino la vida como tal. Enmás de una ocasiónobservéqueensusrelatoslosencillovencealogrande,inclusovencealaHistoria.«Quépenaquesolo fui guapa durante la guerra...Allí pasaronmismejores años.Quedaron fulminados.Despuésenvejecírápidamente...»(AnnaGalái,tiradoradearmaautomática).Amuchosañosdedistancia,unosacontecimientosdeprontoseengrandecíanyotrosseencogían.

Seagrandabalohumano,loíntimo,todoesoganabaimportanciaparamíy,loqueesmásllamativo,paraellasmismas.Lohumanosuperabaaloinhumanosoloporelhechodeserhumano.«Quenotedenmiedomislágrimas.Nosientaspenapormí.Meduele,peronoimporta,teestoyagradecidaporpermitirmerecordarmijuventud...»(K.S.Tijonóvich,sargento,servidoradeunapiezaantiaérea).Yonoconocíaestaguerra.Nisiquierameimaginabaqueexistiera...

SOBRELASBOTASDEHOMBREYLOSSOMBREROSDEMUJER

«Nosotras vivíamos en cuevas... Como unos topos... No obstante, manteníamos alguna que otramonería. En primavera llevaba unas flores y cosas así. Alegraba la vista. Cada día podría ser elúltimo, todos lo sabíamos.Procurábamos recordar,memorizar...Auna chica le habían enviadode

casaunvestidodelana.Aunquenoestabapermitidollevarropacivil,leteníamosenvidia.Elcabo—¡unhombre!—refunfuñaba:“Quetehubieranmandadounasábana.Nosseríamásútil”.Noteníamosni sábanas ni almohadas. Dormíamos encima de un montón de ramas y hierbas secas. Yo habíaguardadoahurtadillasunospendientes,melosponíadenoche,antesdeacostarme...»Laprimeravezquesufríuntraumatismo,dejédeoírydehablar.Medije:“Sinorecuperolavoz,

metiraréalasvíasdeltren”.Yo,quesiemprehabíacantadomuybien,deprontonoteníavoz.Perolarecuperé.»Estabalamardecontenta,mepuselospendientes.Fuiahacerlaguardia,gritabadealegría.»—Camaradateniente,informael...»—¿Quéesesto?»—¿Elqué?»—¡Fuera!»—Pero¿quépasa?»—¡Quíteseinmediatamenteesospendientes!¿Quéclasedesoldadoesusted?»Eltenienteeramuyapuesto.Todaslasmuchachasestabanunpocoenamoradasdeél.Nosdecía

que en la guerra hacían falta soldados, solo soldados. Lo imprescindible era el soldado... Pero anosotras además nos apetecía estar guapas... Me pasé toda la guerra sufriendo porque no queríaacabarconlaspiernasmutiladas.Yoteníaunaspiernasbonitas.Aunhombreesoledalomismo.Noleimportatanto,inclusosipierdelaspiernas.Encualquiercaso,seríaunhéroe.¡Podríacasarse!Siunamujerquedamutilada,eseserásudestino.Sudestinodemujer...»

MaríaNikoláevnaSchiólokova,sargento,jefadelaescuadradetransmisiones

«Yonodejédesonreírdurante todalaguerra...Considerabaquedebíasonreír todoloquepodíaymás, unamujer tieneque iluminar.Antes de quepartiéramos al frente, nuestro viejo profesor nosinstruía:“Acadaheridoletenéisquedecirqueleamáis.Vuestrofármacomáspotenteeselamor.Elamor protege, aporta las fuerzas necesarias para sobrevivir”. Los heridos sentían tanto dolor quelloraban, nosotras les decíamos: “Cariño, aguanta...”. “¿Tú me quieres, hermanita?” (A todasnosotras, a lasmás jóvenes, nos llamaban hermanitas.) “Claro que te quiero. Recupérate pronto.”Ellospodíanenfadarse,escupirtacos,nosotrasnunca.Porunapalabragroseranoscastigaban,hastanosmetíanenlaceldadearresto.»Eradifícil...Claroque loera...Porejemplo,subiralvehículovistiendofaldacuandoalrededor

había unmontón de hombres.Los camiones eran altos, eran unos camiones especiales, sanitarios.¡Pruebatúasubir!Pruébalo...»

VeraVladímirovnaSheváldisheva,tenientemayor,cirujana

«Subimos a los vagones... Era un tren de mercancías... Éramos doce chicas; los demás, todoshombres.Eltrenrecorríaunosdiezoquincekilómetrosyseparaba.Hacíaotrosdiezkilómetrosyotravezseestacionabaenlavíamuerta.Noteníamosniagua,nilavabo.¿Loentiende?»En las paradas, los hombres hacían una hoguera y zarandeaban la ropa frente a las llamas, se

limpiabandelosparásitos,sesecaban.¿Ynosotrasqué?Nosescondíamosdetrásdecualquiersitioyallínosquitábamoslaropa.Yollevabaunjerseydepunto,habíaunpiojoencadamilímetro,encadapunto.Verlosmeproducíanáuseas.Hayparásitosdetodotipo,piojosdelacabeza,piojospúbicos,piojosdelcuerpo...Yolosteníatodos...Perojuntoaloshombresnopodía...freírmispiojosantetodo

elmundo.Eravergonzoso.Tiréeljersey,mequedésoloconelvestido.Enunaestación,unamujerdesconocidamediounachaquetayunoszapatosviejos.»El viaje era largo, después caminamos durante mucho tiempo. Hacía un frío que pelaba. Yo

mientrasandabanosoltabaelespejito,comprobabasimehabíacongelado.Porlanocheviquesemehabíancongeladolasmejillas...Quétontaera...Habíaoídoquelapielcongeladasevuelveblanca.Yosiempreteníalasmejillasrojas,muyrojas.Penséquenoestaríamaltenerlassiemprecongeladas.Aldíasiguiente,lapielsemepusonegra...»

NadezhdaVasílievnaAlekséieva,soldado,telegrafista

«En nuestra unidad había muchas chicas guapas... Fuimos a los baños, había una peluquería allímismo.Todasnosteñimoslascejas.Elcomandantenosechóunbuenrapapolvo:“¿Habéisvenidoaluchar o a ir a un baile?”. Por la noche lloramos, frotamos, nos intentamos quitar el tinte.Al díasiguiente,elcomandantenosibarepitiendoacadauna:“Nonecesitodamiselas,necesitosoldados.Enuna guerra, las damiselas no sobreviven”.Era un comandantemuy severo.Antes de la guerra eramaestrodematemáticas...»

AnastasiaPetrovnaShéleg,cabomayor,operadoradeglobosaerostáticosdebarrera

—Tengolasensacióndehabervividodosvidas:unadehombreyotrademujer...»Cuando entré en la academiamilitar, enseguidame encontré con una disciplina severa: en las

maniobras,enlasfilas,enelcuartel,todoeraacordealreglamento.Nilamínimaindulgenciaporserchicas. Todo el rato oíamos: “¡Dejen de hablar!”, “¡Basta de charlas!”. Por la noche nos apetecíasentarnos con las amigas, hacer algo... Recordar cosas de chicas... Pero no se nos permitía bajoningún concepto. Nos habíamos quedado sin casa, sin tareas domésticas, nos sentíamos raras.Teníamos una hora de descanso: se podía estar en la sala de descanso, escribíamos a casa,hablábamos.Peronirisas,niexclamaciones:estabaprohibido.—¿Estabapermitidocantar?—No.—¿Yporquéno?—Nosenospermitía.Solocantábamossilaformaciónrecibíalavozdemandocorrespondiente.—¿Ysino,no?—No.Ibaencontradelreglamento.—¿Lecostómuchoacostumbrarse?—No creo que llegara a acostumbrarme. Cerrábamos los ojos y de pronto: «¡Levántense!».Un

instante,eracomosisenoshubierallevadoelviento.Nosvestíamos,perolasmujeresteníamosqueponernosmásprendasqueloshombres,cadadosportressenoscaíaalgoalsuelo.Finalmente,conel cinturón en la mano, corríamos al vestidor. Agarrábamos el capote sin detenernos, el puntosiguiente era el almacénde armas.Allí habíaque enfundarse lapalade zapadory ensartarla en elcinturón,encimaveníalacartuchera,despuésabotonarseigualdedeprisaycorriendo.Cogíamoselfusil,poníamosel cierre sobre lamarchaydesdeel cuartopisobajábamos rodando lasescaleras,literalmente.Yaen formacionesacabábamosdearreglarnos.Y todoelprocesodebíaefectuarseencuestióndeminutos.»Después, en el frente... Calzaba botas tres tallas más grandes, se habían arrugado, el polvo

penetrabaencadapliegue.Unavezlacaserametrajodoshuevos:“Cómetelos,estástandelgaditaque

pronto te romperáspor lamitad”.Yo,aescondidas,paraqueellano loviera, rompíesoshuevos,eranpequeños,ymelimpiélasbotas.Porsupuesto, teníahambre,peroganólamujer:queríaestarguapa.Noseimaginacómorozaelcapote,cómopesatodoeso,esparahombres,elcinturónytodolo demás. Lo quemás odiaba era el capote, cómome rozaba el cuello, y esas dichosas botas. Laformadeandarcambiaba,todosetecambiaba...»Meacuerdodequeestábamostristes.Siempreíbamostristes...

StanislavaPetrovnaVólkova,subteniente,comandantedelaseccióndezapadores

«Convertirnosensoldadosnoeraunatareafácil...Noloera...»Nosentregaronlosuniformes.Elcabonosordenóformar:»—Alineadlaspuntas.»Alineamos. Las puntas estaban perfectas, pero nosotras nos quedábamos un poco por detrás

porquelasbotaserandelatalla40.Yelcabo:»—¡Laspuntas,laspuntas!»Yluego:»—¡Cadetes,alinéense!Compruebensiestánrectos,¡vistaalpechodelacuartapersona!»Evidentementelavistanonosalcanzabaynoconseguíamosalinearnosbien.Elcabopegabaun

grito:»—Pero¿quéoshabéispuestoenlosbolsillosdelpecho?»Senosescapabalarisa.»—Fueraesasrisitas.—Elcabosedesesperaba.»Para pulir el saludomilitar nos obligaba a saludar a cualquier cosa, desde las sillas hasta los

cartelesinformativosquecolgabandelapared.Sufriómuchoconnosotras,elpobre.»Una vez, en un pueblo, fuimos en formación a los baños públicos. Los hombres fueron a la

sección masculina, nosotras a la femenina. Las mujeres de allí se alarmaron, intentaban taparse,gritaban: “¡Vienen los soldados!”. No había manera de distinguirnos de los chicos: pelo cortado,uniformemilitar.Enotraocasiónentramosenlosserviciosylasmujeresllamaronalapolicía.Ledijimosalpolicía:»—¿Ydóndequeríaquefuéramos?»Lesechólabroncaalasmujeres:»—¡Sonchicas!»—Nosonchicas,sonsoldados...»

MaríaNikoláievnaStepánova,mayor,jefadetransmisionesdelbatallóndelcuerpodetiradores

«Solorecuerdolacarretera.Elcamino...Haciadelante,haciaatrás...»Cuando llegamos al Segundo Frente Bielorruso nos querían dejar en el Estado Mayor de la

división:“Sonmujeres,nohacefaltaqueesténen la líneadebatalla”.Ynosotras:“Queno,somosfrancotiradoras, enviadnos a donde tenemos que estar”. Nos dijeron: “Os enviaremos a unregimiento, el coronel que lo encabeza es un buen hombre, cuida bien de las chicas”. Entre loscomandanteshabíadetodo.Noslocomunicaronsintapujos.»Esecoronelnosrecibióconlassiguientespalabras:“Aver,muchachas,habéisvenidoabatallar,

pueshacedloynohagáisnadamás.Estaréisrodeadasdehombres,nodemujeres.Avercómoosloexplico,chicas...Eslaguerra”.Dabaporhechoqueéramosunasniñatas.Enmiprimerataqueaéreo

mesentéencuclillasyme tapé lacabezacon lasmanos, luego tambiénsentípenapormismanos,deberíaesconderlas.Noestabapreparadaparamorir.»RecuerdocómoenAlemania...¡Quérisa!Enunpuebloalemánnosalojaronenuncastillo.Había

muchashabitacionesyunas salasgigantescas. ¡Yqué salas!Losarmarios estaban repletosde ropabonita.Cadachicaeligióunvestido.Amímegustóunodecoloramarillo,yunalbornoz,notengopalabrasparaexplicarlobonitoqueera:largo,ligero...¡comounapluma!Eralahoradeacostarnos,estábamosmuycansadas.Nospusimosesosvestidosynosfuimosadormir.Nospusimoslasprendasque nos habían gustado y nos quedamos dormidas. Yome fui a la cama con el vestido puesto yencimaelalbornoz...»En otra ocasión, en una sombrerería abandonada, elegimos unos sombreros. Esa noche

dormimos sentadas para poder pasar un rato con los sombreros puestos. Nos levantamos por lamañana... Nosmiramos al espejo por última vez... Nos lo quitamos todo y nos volvimos a ponernuestrascamisasypantalonesdeuniforme.Nocogíamosnada.Enelcaminohastaunaagujaresultapesada.Llevábamoslacucharaenlapartedeatrásdelacañadelabota,yyaestá...»

BellaIsaákovnaEpstein,sargento,francotiradora

«Loshombres...Bueno,esque...Nosiemprenoscomprendían...»Pero queríamos mucho a nuestro coronel Ptitsin. Le llamábamos “padre”. No era como los

demás,comprendíanuestraalmafemenina.EnlasinmediacionesdeMoscú(nosbatíamosenretirada,eraelmomentomásduro),nosdijo:»—Chicas,Moscúestáaquímismo.Haréquevengaunpeluquero.Teñíos lascejas, laspestañas,

poneosrulos.Nomeimportaquenoestépermitido,quieroqueestéisbellas.Laguerraeslarga...Noacabarápronto...»Nostrajoaunapeluquera.Noshizopeinados,nosmaquillamos.Éramostanfelices...»

ZinaidaProkófievnaGomarieova,telegrafista

«Nos lanzamosal ataquepor la superficieheladadel lagoLádoga...Yenseguidanosencontramosbajoelfuegoenemigo.Estábamosenlasuperficiedeunlago,debajohabíaagua,unheridosehundíaalmomento.Yoibaarastras,vendabalasheridas.Meacerquéauno,lehabíandadoenlaspiernas,estaba perdiendo el conocimiento, pero me apartó a empujones y metió la mano en su macuto.Buscabasuracióndeemergencia.Sihabíademorir,almenosantessepondríalasbotasdecomida...Esqueantesdelataquenoshabíanracionado losalimentos.Quisecurarle laherida,peronohabíamanera,estabaaferradoalmacuto:loshombressoportabanmuymalelhambre.Elhambreparaelloserapeorquelamuerte...»Demíme acuerdo de lo siguiente... Al principio lamuerte asusta... En tu interior conviven la

sorpresaylacuriosidad.Despuésdesaparecenporelcansancio.Vivesallímitedetusfuerzas.Fuerade los límites. Solo un temor sobrevive hasta el final: quedar fea después demorir. Es unmiedofemenino...Quepaseloquetengaquepasar,peroporfavorqueunagranadanotehagapedazos...Sédeloquehablo...Yomismarecogímuchasvecesesospedazos...»

SofíaKonstantínovnaDubniakova,técnicasanitaria

«Las lluvias no cesaban... Corríamos por el lodo, la gente se caía en el lodo. Los heridos, losmuertos. La idea demorir en aquel cenagal era completamente detestable. En ese negro pantano.¿Qué chica joven aceptaría quedarse tendida allí? En otra ocasión, en los bosques bielorrusos,encontramosun lugar llenodepequeñosarbustosdecerisuela.Campanillasazulesde invierno.Unpequeño prado todo teñido de azul. ¡Ojalá muriera rodeada de esas flores! Una tontorrona dediecisieteaños...Asíescomomeimaginabalamuerte...»Pensaba quemorir era como irse volando a un lugar desconocido.Una noche hablamos de la

muerte,perosolofueunavez.Temíamospronunciaresapalabra...»

LiubovIvánovnaOsmolóvskaia,soldado,exploradora

«Nuestroregimientoestabaformadosolopormujeres...Partimosalfrenteenmayode1942...»NosadjudicaronunbiplanoPo-2.Erapequeño,demarchalenta.Volabaapocaaltura,amenudoa

vuelorasante.¡Justoporencimadelasuperficie!Antesdelaguerra,esosavionesservíanparaquelosjóvenesaprendieranavolarenlosaeroclubes,peronadiejamáspensóqueseutilizaríanconfinesbélicos.Los fabricaban demadera contrachapada cubierta de tela; bueno, en realidad, de gasa.Unsoloimpactodirectoeramásquesuficienteparaqueseincendiara,sequemabaporcompletoenelaireantesdetocartierra.Eracomounacerilla.ElúnicoelementosólidodemetaleraelmotorM-11.Mucho más tarde, ya al final de la guerra, nos equiparon con paracaídas e instalaron unaametralladora en el compartimento del navegante; antes de eso no había armamento, los cuatrolanzabombasdebajodelalainferioryyaestá.Ahoranoshabríanllamado“kamikazes”,alomejorloéramos.¡Sí!¡Loéramos!ValorábamoslaVictoriaporencimadenuestrasvidas.¡LaVictoria!»Mepreguntacómolosoportábamos.Selocontaré...»Antesdejubilarmemeponíaenfermasolodepensarencómoibaapodervivirsintrabajar.¿Para

qué si no había estudiado una segunda carrera después de cumplir los cincuenta? Me hicehistoriadora.Durantetodamividamehabíadedicadoalageología.Perounbuengeólogotrabajaenelcampo,yamíyamefallabanlasfuerzas.Vinounmédico,mehizouncardiogramaypreguntó:»—¿Cuándohasufridouninfarto?»—¿Quéinfarto?»—Tieneelcorazónllenodecicatrices.»Por lo visto eran de la guerra. Yo me situaba sobre el blanco, todo el cuerpo me temblaba.

Temblaba porque abajo había un fuego intenso: disparaban los aviones de caza, disparaban loscañonesantiaéreos...Algunaschicassevieronobligadasaabandonarelregimiento,noaguantaban.Volábamosbásicamentedenoche.Duranteunatemporadaintentaronenviarnosenmisionesdiurnas,peroprontodescartaronlaidea.AbatíannuestrosPo-2conmetralletas...»Enunanochehacíamoshastadocesalidas.HabíavistoalfamosopilotoPokrishkindevueltade

unamisiónmilitar.Eraunhombrefuerte,noeraunveinteañerocomonosotras:mientraslereponíanelcombustible,eltécnicolequitabalacamisetayselaescurría.Chorreabacomosihubieraestadodebajo de la lluvia. Supongo que ahora puede hacerse una idea de cómo lo pasábamos nosotras.Aterrizábamos y ni siquiera lográbamos salir de la cabina, nos tenían que sacar.No podíamos nisujetarelportaplanos,lollevábamosarrastrandoporelsuelo.»¡Y qué decir de las chicas responsables de las armas! Tenían que sujetar manualmente cuatro

bombas(cuatrocientoskilos)enlamáquina.Yasítodalanoche:unavióndespegaba,otroaterrizaba.Nuestroorganismocambiabahastatalpuntoquedurantelaguerranoéramosmujeres.Noteníamoseso de lasmujeres... Lasmenstruaciones...Bueno, yame entiende...Después de la guerra no todaslograrondaraluz.

»Todas fumábamos. Yo también, daba la sensación de que nos calmaba. Aterrizaba temblando,encendía el cigarro y me calmaba. Vestíamos chaquetas de cuero, pantalón, camisa, en inviernollevábamos cazadoras de piel. Inevitablemente en nuestra forma de andar y en los movimientosaparecíanrasgosmasculinos.Cuandolaguerraseacabó,nosconfeccionaronvestidosdecolorcaqui.Deprontosentimosqueéramoschicas...»

AleksandraSemiónovnaPopova,tenientedeGuardia,navegante

«Hace poco me entregaron la Medalla... de la Cruz Roja... La Medalla Internacional FlorenceNightingale. Me felicitaban y se asombraban: “¿Cómo ha podido sacar a ciento cuarenta y sieteheridosdelcampodebatalla?Enlasfotografíasdelaguerraesustedtandiminuta...”.Yalomejorhabíasacadoamásdedoscientos,¡comosialguienhubierallevadolacuenta!Nosemehabíapasadopor lacabeza,noledábamosimportancia.Lagentecombatía,sedesangraba,¿acasodebíasacar lalibretayempezarahacernúmeros?Nuncaesperabaaqueelataqueacabara,memetíaenelcampodebatallayrecogíaalosheridos.Siaunheridodemetrallalevasarescatarenunpardehoras,yanohaynadaquehacer,elheridosehadesangradoporcompleto.»Mehirieronen tresocasionesy recibí trescontusiones.En laguerra,cadauno tienesupropio

sueño:unoanhelabavolveracasa,otro llegaraBerlín,misueñoerasobrevivirhastacumplir losdieciocho.Poralgunarazónmeasustabalaideademorirantes,denocumplirlosdieciocho.Vestíapantalón,gorroycamisamilitar,siempreibaharapientaporquesiempremearrastrabaderodillasyencima cargaba con el herido. Me parecía inimaginable que un día pudiera caminar en vez dearrastrarme.¡Eraunsueño!Undíavinoelcomandantedeladivisión,mevioypreguntó:“¿Quéhaceaquíestechiquillo?Habríaqueenviarlealcolegio”.»Recuerdo que no había vendas suficientes... Las heridas de bala eran horribles, con una herida

gastabasunpaquetesanitarioentero.Unavezmequitétodalaropainteriorylespedíaloschicos:“Quitaosloscalzoncillos,lascamisetasinteriores,lagentesemeestámuriendo”.Sequitaronlaropay la rompieron en pedazos.Nome avergonzaba ante ellos, eran comomis hermanos, vivía entreellos como si fuera un chaval más. Caminábamos tres juntos cogidos de la mano, el del mediodormíaunaodoshoras.Luegocambiábamos.»LleguéaBerlín.En lapareddelReichstagescribí:“Yo,SofíaKuntsévich,hevenidohastaaquí

paramataralaguerra”.»Mepongoderodillasantecadafosacomún...Derodillas...»

SofíaAdámovnaKuntsévich,cabo,instructorasanitariadeunacompañíadetiradores

SOBRELAVOZDETIPLEYLASSUPERSTICIONESDEMARINEROS

«Habíaoído...Laspalabras...sonelveneno...Laspalabrassoncomopiedras...Decíanalgunosqueeldeseodeiracombatireraundeseomasculino.“¡¿Dóndesehavistoqueunamujerpuedamatar?!Sisonunassubnormales,unasdeficientes...”»¡No!¡Milvecesno!No,eraeldeseonaturaldeunapersona.Laguerraseguíasucurso,yovivía

mivida.Unavidadechica...Lavecinarecibíaunacarta:sumaridoestabaherido,seencontrabaenelhospital.Yopensaba:“Siélestáherido,¿quiénlesustituye?”.Otroregresósinunamano:¿quiénlesustituía?Otroregresósinunapierna:¿quiénlesustituía?Yoenviabasolicitudes,suplicabaqueme

aceptasenenelejército.Asíescomonoshabíaneducado,nadadebíaocurrirennuestropaíssinquenosotrosfuéramospartícipes.Nosenseñaronaamaranuestropaís.Admirarlo.Sihabíaempezadolaguerra,nuestrodebereraayudar.Sihacíanfaltaenfermeras,debíamosaprenderaserenfermeras.Sihacíafaltamanejarcañonesantiaéreos,debíamosaprenderamanejarlos.»¿Si en el frente queríamos parecernos a los hombres? Al principio lo deseábamos: nos

cortábamos el pelo, incluso cambiamos nuestra forma de andar. Pero después, nada, ¡ni hablar!Despuésnosapetecíahorroresmaquillarnos;yonomecomíaelazúcar,loguardabaparausarlodefijadordelflequillo.Éramosfelicescuandoconseguíamosunaolladeaguaparalavarnoselpelo.Sila caminata era larga, buscábamos la hierba suave. La arrancábamos, y luego los pies... Noslimpiábamos los pies, ¿sabe?... Teníamos nuestras cosas, cosas de chicas... El ejército no lo habíaprevisto...Enfin,senosquedabanlospiesverdes...Siporsuertenostocabauncabodeciertaedad,élnonosquitabadelosmacutoslaropainteriorextra;sinostocabaunojoven,invariablementetirabacualquier cosa que sobrase. ¿De verdad le puede sobrar algo a una chica cuando en ocasionesnecesitacambiarsederopadosvecesaldía?Paranuestrasnecesidadesarrancábamoslasmangasdelas camisetas interiores, una camiseta tiene dosmangas, disponíamos de dos. En total eran cuatromangas...»

KlaraSemiónovnaTojonóvich,cabomayor,servidoradeunapiezaantiaérea

«Antes de la guerra me fascinaba el universo castrense... Un universo de hombres... Solicité lanormativadeadmisiónparaunaacademiadeaviaciónmilitar.Mefavorecíaeluniforme.Megustabaelconceptodelordencerrado,delaexactituddelasvocesdemando.Larespuestadelaacademiafue:“Primerodebecompletarlosdiezañosdeeducaciónescolar”.»Estáclaroque,conlaactitudquetenía,alempezarlaguerrayonoeracapazdequedarmeencasa.

Peronomeadmitíanenelejército.Amisdieciséisaños,deningunamanera.Elcomisariomilitardecíaalgoasícomoquéibaapensardenosotroselenemigosiyaalprincipiodelaguerraelpaísaceptabaenelfrentealosniños,achicasmenoresdeedad.»—Hayquelucharcontraelenemigo.»—Yaselasapañaránparaderrotaralenemigosinusted.»Yole tratabadeconvencer,argumentabaqueeraalta,quenadiemepondríadieciséisaños,que

pensarían que tenía más. Me quedé clavada en su despecho: “Ponga en el formulario que tengodieciocho”.“Esolodicesahora,averquédicesdemídentrodeunosaños.”»Cuandolaguerraacabónomeapetecía,nopodíapensarenunacarreramilitar.¡Loquefueracon

taldequitarmelaropadecamuflaje!...Inclusoadíadehoyodiolospantalones,nomelospongonisiquieraparasalirdeexcursiónalbosque,parairabuscarsetas.Quéganasdevestirropanormal,ropademujer...»

KlaraVasílievnaGoncharova,soldado,servidoradeunapiezaantiaérea

«Sentimoslapresenciadelaguerramuypronto...Nosgraduamosenlaacademiayesemismodíasepresentaron “los compradores”, así se llamaba a los representantes de las unidades militares enproceso de reorganización que venían en busca de nuevos efectivos. Siempre eran hombres, senotaba mucho que sentían pena por nosotras. Nosotras les mirábamos con unos ojos y ellos anosotrasconotros:nosotrasdábamosesepasohaciadelante, saliendode la fila, ansiandoquenosescogiesen, deseando mostrar nuestras capacidades; ellos nos observaban sabiendo adónde nos

enviaban.Eranconscientes.»Nuestroregimientoeramasculino,solohabíaveintidósmujeres.ElRegimientonúmero870de

ArtilleríadeLargoAlcance.Decasanosllevamosunparderecambiosderopainterior,nosepodíallevarmás.Unbombardeolodestruyótodo,nosquedamosconloqueteníamospuesto,laropaconlaque habíamos escapado. Los hombres acudieron al centro de traslado, les entregaron uniformesnuevos. Para nosotras no había nada. Nos ofrecieron unos peales y nosotras nos confeccionamosbraguitas,sostenes.Elcomandanteseenteróynospegóunabronca...»Habíapasadomedioaño...Lasobrecargahizoquedejáramosdesermujeres...Senosfue...Senos

trastornó el ciclo biológico... ¿Me explico? ¡Da mucho miedo! Da miedo pensar que nunca másvolverásaserunamujer...»

MaríaNésterovnaKuzmenko,cabomayor,armera

«Aspirábamosa...Noqueríamosquedijerandenosotras:“¡Esasmujeres!”.Nosesforzábamosmásqueloshombres, teníamosquedemostrarquenoéramosinferioresaellos.Durantemuchotiempoexistióhacianosotrasesaactitudcondescendiente,ufana:“¡Asaberlaqueesasnosarmaránaquí!...”.»¿Cómo ser un hombre? Es imposible. Nuestros pensamientos son una cosa, pero nuestra

naturalezaescompletamenteotra.Nuestrabiología...»Caminábamos... Por delante iban unas doscientas muchachas, seguidas de unos doscientos

hombres. Hacía calor. Había que andar treinta kilómetros. ¡Treinta! Caminábamos y dejábamosmanchas rojas sobre la arena... Unas huellas rojas... Bueno, teníamos eso... Lo nuestro... ¿Cómoocultarlo?Los soldados iban andando detrás y fingían no notar nada...Nomiraban al suelo... Lospantalonessenossecaban,parecíanhechosdevidrio.Noscortábamos.Noshacíanheridasallíytodoel rato olíamos a sangre. No nos suministraban nada... Vigilábamos, esperábamos hasta que lossoldados dejaban sus camisas colgadas en los arbustos.Entonces nos llevábamos una o dos...Mástardesedabancuenta,sereían:“Cabo,necesitamoscamisasnuevas.Laschicasnoslashanquitado”.El algodón y las vendas no daban ni para los heridos... Es decir, de lo demás ni hablar... La ropainteriorfemeninaaparecióa lomejordosañosmás tarde.Llevábamoscalzoncillosycamisetasdehombre. Pues eso, caminábamos... ¡calzando botas! Teníamos los pies fritos. Caminábamos... Nosdirigíamosalpasodeunrío,allínosesperabanlasbalsas.Llegamosallíycomenzóelbombardeo.Eraunbombardeotremendo,loshombrescorrieronaesconderse.Nosllamaban...Peronosotrasnooíamoselbombardeo,nonosimportabaenabsoluto,corrimoshaciaelrío.Haciaelagua...¡Agua!Nosquedamosallíhastasentirnoslimpias...Expuestasalfuego...Esoes...Lavergüenzanosasustabamásquelamuerte.Algunaschicasmurieronenelagua...»Probablementefuelaprimeravezquedeseéserhombre...Laprimeravez...»DespuésllególaVictoria.Alprincipioibaporlacalleynomecreíaquehubiéramosvencido.Me

sentabaenlamesaynomecreíaquehubiéramosvencido.¡Victoria!NuestraVictoria...»

MaríaSemiónovnaKaliberdá,sargentoprimero,especialidad:transmisiones

«Ya estábamos liberando Letonia... Acampamos en las cercanías de Daugavpils. Era de noche, yoestabaacostándome.Oíalguardialanzarelgrito:“¡Deténgase!¿Quiénandaallí?”.Endiezminutosme llamaron. Entré en la covacha demando, dentro se sentaban nuestros camaradas y un hombrecivil. Recuerdo bien a aquel hombre. Llevaba muchos años viendo solo a hombres vestidos deuniforme,conloscapotes,eseencambiollevabaunabrigonegroconelcuellodefelpa.

—Necesitosuayuda—medijoelhombre—.Mimujerestádepartoadoskilómetrosdeaquí.Estásola,nohaynadiemásencasa.»Intervinoelcomandante:»—Seencuentraenlazonaneutral.Yasabequenoesseguro.»—Unamujerestádandoaluz.Deboayudarla.»Meacompañaroncincotiradoresdemetralleta.Mellenéelbolsodematerialesdevendaje,hacía

pocomehabíanentregadounospealesnuevos,defranela,losllevétambién.Nospusimosenmarcha.El cañoneo era constante: tiro corto, tiro largo.El bosque estaba tanoscuroquenoveíamosni laluna.Finalmentesurgiólasiluetadeunasconstrucciones.Eraelpoblado.Entramosenunacasayvialamujer. Estaba tumbada en el suelo envuelta en trapos. Elmarido enseguida se puso a tapar lasventanas. Dos tiradores se quedaron vigilando fuera, en la puerta, otro nos iluminaba con unalinterna.Lamujeraduraspenaspodíaretenerlosgemidos,ledolíamucho.»Yotodoelratolepedía:»—Aguanta,preciosa.Nopuedesgritar.Aguanta.»Estábamosenlazonaneutral.Sielenemigoescuchabaungrito,saltaríanlasalarmasyatacaría.

Perocuandolossoldadosvieronquehabíanacidoelbebé...“¡Hurra!¡Hurra!”,gritaronenvozmuybaja,casiensusurros.“¡Enlalíneadebatallahanacidounniño!”»Trajeronagua.Nosepodíahervir,enjuaguéalbebéconaguafría.Leenvolvíenmispeales.No

habíanadaenlacasa,sololostraposviejosdondesetumbabalamadre.»Delamismamaneravisitéaquelpobladodurantevariasnoches.Laúltimavezfueenvísperasdel

ataque,medespedí:»—Enadelanteyanopodrévisitarla.Memarcho.»Lamujerlepreguntóalgoasumaridoenletón.Élmelotradujo:»—Mimujerpreguntacuálessunombre.»—Anna.»Lamujerhabló.Elmaridotradujo:»—Dicequeesunnombremuybonito.Llamaremosasíanuestrahijaensuhonor.»Lamujer se incorporó un poco, todavía no estaba para levantarse, yme dio una polveramuy

hermosa,denácar.Porlovisto,eralomásvaliosoqueposeía.Abrílapolverayaquelolorapolvos,en plena noche, cuando alrededor solo había disparos, explotaban los proyectiles... Era algo tan...Inclusoahorasemellenanlosojosdelágrimas...Elolorapolvos,latapadenácar...Unbebé...Unaniña...Cosastandecasa,delavidarealdeunamujer...»

AnnaNikoláievnaJrolóvich,enfermera

«Una mujer en la Marina de guerra... era algo prohibido, incluso antinatural. Según la creenciapopular,unamujerenunbarcotraedesgracias.YosoydelaregióndeFástov,ennuestropueblolasmujeresnoparabandeburlarsedemimadre:“Pero¿túquéhasparido,unachicaounchico?”.YohabíaescritoalmismísimoVoroshílov,pedíaquemeadmitiesenenlaacademiatécnicadeartilleríadeLeningrado.Fuiadmitidagraciasasuordenpersonal.Eralaúnicachicaallí.»Acabé los estudios, pero igualmente me querían dejar en tierra. Entonces oculté mi sexo. Mi

apellidomeayudaba,esucraniano,Rudenko,talcomoespuedeserdechicoodechica.Aunqueenunaocasiónmedelaté.Yo estaba lampaceando la cubierta, deprontooí algoymiré: unmarineroqueríaecharaunagata,asabercómohabíallegadoalbuque.Alparecerexistíalasuperstición,desdelostiemposdelosprimerosmarineros,dequelosgatosylasmujerestraenladesgracia.Lagatasenegabaaabandonarelbuque,susrequiebrosharíanmorirsedeenvidiaacualquierfutbolistafamoso.

Latripulaciónsereíaacarcajadas.Perocuandoporpocosecayóalagua,yomeasustéylancéungrito.Debió de ser una voz de tiple tan declaradamente femenina que las risas de los hombres secortaronenseco.Sehizoelsilencio.»Oílavozdelcomandante:»—Velador,¿hasubidoalgunamujeralbuque?»—¡Deningunamanera,camaradacomandante!»Saltóelpánico:unamujerabordo.»...FuilaprimeramujeroficialenactivodelaMarinadeguerra.Durantelaguerraarmébuquesy

fusilerosnavales.Poraquellaépocaenlaprensainglesasurgióunaextrañacriatura:alguienquenoera hombre ni mujer y que combatía en la Marina soviética. Escribían que nadie le propondríamatrimonioaesaespeciede“ladycondaga”.¡¿Amí?!Puesseequivocausted,señorito,mecaséconeloficialmásguapo...»Fuiunaesposafelizyahorasoyunamadreyunaabuelafeliz.Noesculpamíaquemimarido

perdieralavidaenlaguerra.TodamividaheamadoalaMarina...»

TaisiaPetrovnaRudenko-Sheveleva,capitán,comandantedecompañíadelaarmada,actualmentetenientecoronelretirado

«Yotrabajabaenunafábrica...Enlafábricadecadenasdenuestropueblo,Mijálchikovo,eneldistritodeKostovski,enlaregióndeGórkovskaia.Encuantoempezaronallamarafilasaloshombresparaenviarlos al frente, yome puse delante de unamáquina a cumplir con el trabajo que antes hacíanellos.Luegometrasladaronalaplantadeforjadoencaliente,allídondeseforjanlascadenasdelosbuques,yotrabajabademartilladora.»Solicitéquemeenviasenalfrente,peroladireccióndelafábricamereteníabajotodaclasede

excusas.AsíqueescribíalComitéRegionaldelKomsomolyenelmesdemarzode1942recibílacitación.Nosíbamosvariaschicas,todoelpueblovinoadespedirnos.HicimostreintakilómetrosapiehastallegaralaciudaddeGorki,allínosdistribuyeronenvariasunidades.AmímeenviaronalRegimientodeArtilleríaAntiaéreaMedianúmero784.»Al poco tiempo me nombraron apuntadora. Pero yo quería más, quería ser artillera. A decir

verdad, todo elmundo consideraba que era un trabajo que solo podían desempeñar los hombres:habíaquelevantarproyectilesdedieciséiskilosymantenerfuegointensoconunaduracióndesalvadehastacincosegundos.Peronoolvidemosqueyohabíatrabajadocomomartilladora.Unañomástardeme elevaron al rango de sargento yme nombraron jefa de pieza de artillería, enmi equipohabía dos chicas y cuatro hombres. Con el fuego intenso, los cañones se ponían al rojo vivo,descargarlos era peligroso, teníamos que saltarnos el reglamento y enfriarlos cubriéndolos conmantasmojadas.Loscañones,adiferenciadelaspersonas,noaguantaban.Yoeraunachicafuerte,resistente,peroséquemicapacidaddurantelaguerraerasuperioraladelavidanormal.Incluidalacapacidadfísica.Deprontosurgíanunasfuerzasinexplicables...»Porlaradiooíquehabíamosganadolaguerra,dilaalertaydictémiúltimaorden:—Acimut: quince, cero, cero.Ángulo de elevación: diez, cero. ¡Espoleta: ciento veinte; tiempo:

diez!»YomismaparticipéenelcierreydisparécuatroproyectilesenhonoranuestraVictoria.»Todos los que estaban en posición de batería acudieron corriendo, también el comandante

Slatvinski.Enunprimermomentomecastigódelantedetodosconunarrestoporinsubordinación,pero luego lo canceló. Saludamos la Victoria disparando nuestras armas personales, nosabrazábamosynosbesábamos.Bebíamosvodkaycantábamos.Después lloramosdurante todaunanocheyundía...»

KlavdiaVasílievnaKonoválova,sargento,jefadeunapiezadeartillería

—Yo cargaba con la ametralladora manual... Nunca me habría atrevido a confesar que era muypesada.¿Quiénentoncesmedejaríacontinuarenlaescuadradeametralladoras?Mehabríantachadodesoldadodeficiente,mehabríansustituido.Mehabríanenviadoalacocina.Eravergonzoso.Diosmesalvaradepasarlaguerraenlacocina.Estaríatodoeldíallorando...—¿Enviabanalasmujeresalasmisionesigualquealoshombres?—Tratabandeprotegernos.Parasalirenmisiónteníamosquesuplicar,obienmerecerlomucho.

Demostrarloquevalíamos.Hacíafaltavalentía,audacia.Notodaslasmuchachaserancapaces.Enlacocina estaba Valia. Era tímida, suave, era difícil imaginarla con un fusil en las manos. En unasituación extrema, por supuesto que habría disparado, pero no se peleaba por participar en lasmisiones.¿Yo?Yosí.¡Soñabaconlasmisiones!»Aunqueenelcolegiohabíasidounaniñatranquila...Pasabadesapercibida...

GalinaYaroslávovnaDubovik,partisanadelaDuodécimaBrigadadeCaballeríaPartisanadeStalin

«La orden: presentarse en veinticuatro horas... Destino: el hospital ambulante de campaña número713...»Meacuerdodequemepresentéenelhospitalconunvestidoligerodecolornegroysandalias,

con lacapade lonademimaridosobre loshombros.Allímismomeentregaroneluniforme,meneguéacogerlo:meveníamuygrande,tresocuatrotallasgrande.Informaronaljefedelhospitaldequehabíadesobedecidoladisciplinamilitar.Éldecidiónotomarmedidas:“Esperemosunpoco,enunosdíascambiará”.»Enunosdíasnos trasladábamosaotro lugar,huboungranbombardeo.Nos refugiamosenun

campo de patatas, el día anterior había llovido. ¿Se imagina en qué quedó convertidomi vestidoelegante y cómo estaban mis sandalias? Al día siguiente me vestí de soldado. Con el uniformecompleto.»Asífuecomocomenzómitrayectoriabélica...QueacabóenAlemania...»En 1942, a principios delmes de enero, entramos en el pueblo deAfónevka, en la región de

Kursk. Las heladas eran intensas. Había dos edificios de la escuela repletos de heridos: estabantumbadosencamillas,enelsuelo,sobrepaja.Faltabanvehículosycombustibleparatransportarlosala retaguardia. El jefe del hospital decidió organizar un convoy de caballos que saliera desdeAfónevka y otras aldeas cercanas. El convoy se presentó por lamañana. Todos los caballos eranconducidos por mujeres. En los trineos había mantas hechas a mano, pellizas, cojines, algunosinclusoveníanconcolchonesdeplumas.Nologrorecordarlosinquemesaltenlaslágrimas...Estasescenas...Cadamujereligióaunherido,empezóaprepararloparaelrecorrido,lemurmurabanmuybajito: “¡Hijito mío!”, “¡Venga, cariño!”, “¡Cuidado, mi vida!”. Cada una llevaba una pequeñaprovisión de comida casera, hasta traían comida recién cocinada. Envolvían a los heridos en lasmantasdesuspropiascasasylosacomodabansobrelostrineos.Todavíasigooyendosusplegarias,aquellassencillaslamentacionesdemujeres:“¡Venga,cariño!”,“¡Cuidado,mivida!”.Lolamento,mearrepientodenohaberlespreguntadosusapellidosaaquellasmujeres.»TambiénsemehaquedadoclavadaenlamemorialaimagendeiravanzandoporunaBielorrusia

reciénliberadaynoencontrarhombresenlospueblos.Soloestabanlasmujeres.Nohabíamásquemujeres...»

ElenaIvánovnaVariújina,enfermera

SOBREELSILENCIODELPAVORYLABELLEZADELAFICCIÓN

«¿Serécapazdeencontrarlaspalabrasadecuadas?Puedocontarcómodisparaba.Peroexplicarcómolloraba,nunca,nihablar.Esoquedarámudoparasiempre.Loúnicoqueséesqueen laguerra laspersonassevuelvenespantosaseinconcebibles.¿Cómovasaentenderlas?»Ustedesescritora.Invéntesealgo.Algobonito.Sinparásitosnisuciedad,sinvómitos...Sinolora

vodkayasangre...Algonotanterriblecomolavida...»

AnastasiaIvánovnaMedvédkina,soldado,tiradoradeametralladora

«No sé...A ver, ya entiendo lo queme pregunta, peromi vocabulario no llega...Mi vocabulario...¿Cómodescribirlo?...Hacefalta...Queelespasmoahogue,talycomomeahogaamí:denoche,ensilencio.Deprontomeacuerdo.Ymeahogo.Tiritandodeescalofríos.Asíes...»Enalgúnlugarestánesaspalabras...Hacefaltaunpoeta...ComoDante...»

AnnaPetróvnaKaliágina,sargento,auxiliarsanitaria

«Avecesoigounamúsica...Ounacanción...Unavozdemujer...Yallíencuentroloquehesentido.Algosemejante...»Encambio,veounapelículadeguerraysabeamentira,leounlibroylomismo,mentira.Noes...

Noescorrecto.Comienzoahablarytampocomesale.Noestanespantoso,nitanbonito.¿Sabelopreciosos que resultan los amaneceres en la guerra? Antes de un combate... Los observas y estássegura:esepodríaserelúltimo.Latierraestanbella...Yelaire...Yelsol...»

OlgaNikítichnaZabélina,cirujanamilitar

«En el gueto vivíamos rodeados de alambre de púas... Recuerdo incluso que aquello ocurrió unmartes,poralgunarazónmefijéenqueeramartes.Unmartes...Norecuerdonielmes,nilafecha.Perofueunmartes.Estabatrajinandoencasaypasépordelantedeunaventana.Enunbancofrenteanuestroedificioestabansentadosunchicoyunachica,ysebesaban.Asualrededornohabíamásquemasacresyfusilamientos.¡Yaquellosdossebesaban!Esaescenatanpacíficamedejóperpleja...»En el otro extremo de nuestra calle, era una calle pequeña, apareció una patrulla alemana.

Tambiénlovierontodo,teníanuncampodevisiónperfecto.Nomediotiempodecomprendernada...Claroqueno lo tuve...Ungrito.Ungranestruendo.Unosdisparos...Yo...mequedéenblanco...Elprimersentimientofuede terror.Soloviqueelchicoy lachicase levantaronyal instanteestabancayendo.Losdosalavez.»Ydespués...Pasóundía,elsegundo...,el tercero...Nopodíadejardepensarenellos.Teníaque

entenderlo:seestabanbesandoenlacalle,noencasa,¿porqué?Queríanmorirasí...Sabíanquedetodosmodosmoriríanenelguetoyprefirieronmorirdeotramanera.Claroqueeraamor.¿Quéotracosapodíaser?¿Quépodríaser?...Soloamor.

»Selohecontado...¿Verdadquehaquedadounahistoriabonita?¿Yenlavidareal?Enlavidarealexperimenté pavor... Sí... ¿Qué más? Deje que lo piense... Ellos luchaban... Buscaban una muertebonita.Estoyconvencidadequefuesuelección...»

LiubóvEduárdovnaKrésova,miembrodeunaorganizaciónclandestina

«¿Yo?Yonoquierohablar...Aunque...Enfin...Nosepuedehablardeello...»

IrinaMoiséievnaLepítskaia,soldado,tiradora

«Porlascallesdelaciudadvagabaunamujerdemente...Nuncaselavaba,nisepeinaba.Mataronasuscincohijos.Atodos.Losmatarondeformasdistintas.Aunoledispararonenlacabeza,alotroeneloído...»Seacercabaaunpeatónenlacalle...Aunocualquiera...Yledecía:“Tecontarécómomatarona

mishijos.¿Porquiénempiezo?PorVasia...¡Ledispararoneneloído!YaTolia,ledispararonenlacabeza...Aver,¿conquiénempiezo?”.»Todalagentehuíadeella.Estabaloca,poresopodíacontarlo...»

AntoninaAlbértovnaVizhútich,partisana,enfermera

«Loúnicoquerecuerdoeselgrito:“¡Victoria!”.Elalborotodurótodoeldía...“¡Victoria!¡Victoria!¡Hermanos!”Alprincipionomelocreía,yaestábamostanacostumbradosalaguerra,laguerraeralavida.¡Victoria!Habíamosvencido...¡Estábamosfelices!¡Felices!»

AnnaMijáilovnaPerepiolka,sargento,enfermera

«Señoritas,¿sabenustedesquelaesperanzadevidadeunjefedelaseccióndezapadoresesdedosmeses?»

Todoelratohablodelomismo...Deunamanerauotrasiempreregresoallí...Lamuerteeseltemamásfrecuente.Larelaciónqueteníanconlamuerte:ellasiempremerodeaba

cerca.Eraigualdecercanaydehabitualquelavida.Tratodeentendercómoeraposiblesalvarseenmediodeaquellaexperiencia infinitademuerte.Verladía trasdía.Reflexionar sobreella.Ensayarinvoluntariamentelapropiamuerte.¿Es posible contarlo? ¿Hasta dónde llegan nuestras palabras y nuestros sentimientos? ¿Qué está

condenadoaserinexplicable?Cadaveztengomáspreguntasymenosrespuestas.A veces regreso a casa después de la conversación de turno pensando que el sufrimiento es

soledad. Aislamiento absoluto. Otras veces me inclino a creer que el sufrimiento es un tipo deconocimiento, de sabiduría. Hay ciertas cuestiones de la vida humana que solo se guardan y setransmiten por la vía del sufrimiento, sobre todo aquí, en nuestro país.Así es nuestromundo, asísomosnosotros.ConunadelasprotagonistasdeestecapítulonosencontramosenunauladelaUniversidadEstatal

deBielorrusia.Alegresyruidosos,losestudiantesrecogíansuspapeles.«¿Cómoéramosentonces?—merespondióconunapregunta—.Puesexactamentecomoellos,comomisestudiantes.Soloquelaropa era distinta y las joyas eranmás sencillas. Los anillos de metal, los collares de vidrio. Laszapatillasdetelaengomada.Noexistíanaúnnilostejanos,nilosreproductoresdemúsica.»Yomirabaalosestudiantes,quesalíandeprisamientrasquelanarraciónyahabíaempezado...

«Antes de la guerra mi amiga y yo nos habíamos graduado en la universidad, durante la guerraestudiamos en la academia de zapadores. Nos dirigimos al frente ya siendo oficiales... Éramossubtenientes... Nos recibieron así: “¡Bien hecho, chicas! Qué bien que estéis aquí. Pero no osenviaremos a ninguna parte.Os quedáis en el EstadoMayor”.Así fue como nos recibieron en elEstadoMayordeingenierosmilitares.Nosdimosmediavueltayfuimosabuscaralcomandantedelfrente.Mientras tanto,porelpuebloyacirculabaelrumordequeunaschicasandabanbuscandoalcomandante.Senosacercóunoficial.»—Enseñenladocumentación.»Revisónuestrospapeles.»—¿Por qué buscáis al comandante cuando lo que deberíais hacer es presentaros en el Estado

Mayordeingenierosmilitares?»Seloexplicamos:»—Nos enviaron en calidad de jefas de sección de zapadores, pero aquí pretenden que nos

quedemos en elEstadoMayor.Queremos luchar por ser jefas de zapadores y estar en la línea debatalla.»AqueloficialnoscondujodenuevoalEstadoMayor.Estuvieronhablandoydiscutiendounbuen

rato, finalmente acudió un montón de gente, cada uno dispuesto a dar su opinión, o un consejo,aunquealgunosselimitaronareírse.Nosotrasnosmanteníamosfirmes:veníamosconunacartade

credencialesyteníamosqueserjefasdeseccióndezapadores.Eloficialquenoshabíaacompañadomontóencólera.»—Señoritas,¿sabenustedesquelaesperanzadevidadeunjefedelaseccióndezapadoresesde

dosmeses?»—Losabemos,poresoqueremosestarenlalíneadebatalla.»Noteníannadaquehacer,nosfirmaronlascredenciales:»—De acuerdo, las enviamos al Quinto Ejército de Choque. Ustedes, probablemente, serán

conscientes de loque es un ejército de choque, el nombre lodice todo.Está en la líneadebatallaconstantemente.»Ladehorroresquenosestabananunciando.Ynosotrasrepetíamosmuyalegres:»—¡Sí,estamosdeacuerdo!»Llegamos al EstadoMayor delQuintoEjército deChoque, allí había un oficial, tenía pinta de

intelectual,nosrecibiómuyelegantemente,perocuandoelpobreoyóquenuestraintencióneraserjefasdelaseccióndezapadores,lanzóelgritoalcielo:»—¡Queno,queno!¿Enquéestánpensando?Lesencontraremostrabajoaquí,enelEstadoMayor.

¿Esunabroma?Allínohaymásquehombres,¿yderepentesucomandanteseráunamujer?Esunalocura.¡Nihablar!»Nos estuvieron lavando el cerebro durante dos días. A decir verdad... resultaban convincentes.

Peronosotrasnoretrocedimos:soloqueríamosserjefasdelaseccióndezapadores.Nocedimosniunpaso.Peroesosolo fueelprincipio.Por finalcanzamosnuestroobjetivo.Mepresentaronamisección... Los soldados me observaban detenidamente: con aire de sorna, con enfado incluso, unsimplemovimientodelatabaloquerealmentepensaban.Cuandoelcomandantedelbatallónlesdijoqueyoseríasunuevojefedesección,aullaron:“Uh-uh-uh...”.Unoinclusoescupió.»Unañomástarde,cuandomeentregaronlaOrdendelaEstrellaRoja,esosmismossoldados,los

quehabíansobrevivido,mellevaronahombroshastamicovacha.Estabanorgullososdemí.»Simepreguntadequécoloreslaguerra,lediréqueesdelcolordelatierra.Paraunzapador...

Delnegro,amarillo,arcillosocolordelatierra...»Caminábamos...Dormíamosenelbosque.Encendíamosunahoguera,nossentábamosalrededor

del fuego, muy callados, algunos se quedaban dormidos al instante. Yo me dormía con los ojosabiertos,observando las llamas: lasmariposas, lasmoscas,volabanatraídaspor el fuego.Durantetoda la noche el bosque quedaba en silencio, no se oía ni un susurro. Silenciosos, los bichosdesaparecíanenlagranhoguera.Lesseguíanotros...Adecirverdad...nosparecíamosaesasmoscas.Íbamos,caminábamos.Acudíamoscomollevadosporunacorriente.»Alcabodedosmesesnomemataron,alcabodedosmesesrecibíunaherida.Laprimeravezfue

unaheridaleve.Apartirdeentoncesdejédepensarenlamuerte...»

StanislavaPetrovnaVólkova,subteniente,jefadeunaseccióndezapadores

«Depequeña...Comienzopormiinfancia...Enlaguerratemíarecordarlainfancia.Precisamentelainfancia.Enlaguerraestáprohibidorecordarlomástierno...Lotiernoestáprohibido.Esuntabú.»Puesbien...Cuandoerapequeña,mipadremerapabalacabeza.Lorecordécuandonoscortaron

elpeloylasmuchachasnosconvertimosensoldaditosjóvenes.Algunaschicasseasustaron...Yoencambiomeacostumbréfácilmente.Paramíeraalgonatural.Noenvanomipadrehabíasuspirado:“Noesunaniña,estamoscriandoaunchaval”.Laculpaeradeunapasiónquemehabíacostadomásdeunabronca.EninviernoyometirabadesdeunbarrancohastaelríoOb,todocubiertodenieve.Alacabarlasclases,lepedíaamipadresuviejopantalónguateado,meloponíayatabaporencimalas

botas de fieltro. Me metía el chaquetón guateado por debajo del pantalón y me ajustaba bien elcinturón.Entoncesmecubríalacabezaconunapapalinaymelaatabapordebajodelmentón.Conesapinta,contoneándomecomounoso,ibahaciaelrío.Cogíaunacarretillaymetirabapendienteabajo...»¡Ufff! Qué sensación, la de despeñarte y desaparecer debajo de la nieve. ¡Se me cortaba la

respiración!Otraschicaslohabíanintentado,peronolessalíabien:acababanconunpietorcido,conlanarizsangrandoocontodaunaseriedeheridaspequeñas.Yoeramáshábilquecualquierchaval.»Meheacordadodelainfancia...porquenoquierohablardirectamentedelasangre...Pero,claro,

entiendoqueesimportante,muyimportante.Megustaleer.Loentiendo...»LlegamosaMoscúenseptiembrede1942...Estuvimosunasemanaenteradandovueltasentren

porelferrocarrildecircunvalación.ParamosenlasestacionesdeKúntsevo,Perovo,Ochákovo,ylaschicasbajabanencadaestación.Allíacudíanlos“compradores”,asílosllamaban;loscomandantesde diferentes unidades y tipos de tropas nos invitaban a ser francotiradoras, auxiliares sanitarias,soldadosdetransmisiones...Amínadadeaquellomeseducía.Finalmentequedamostrecepersonasdetodoeltren.Nosalojaronenelmismovagón.Enlavíamuertahabíadosvagones:elnuestroyeldel Estado Mayor. Llevábamos dos días sin que se presentara nadie. Nosotras nos reíamos ycantábamos:“Olvidado,abandonadoestoy”.Alatardedelsegundodíavimoscaminarhacianuestrosvagonesatresoficiales,ibanacompañadosporeljefedeltren.»¡Erancompradores!Eranaltos,apuestos,consuscorreajesbienajustados.Acababandeestrenar

los capotes, sus botas brillaban, las espuelas tintineaban. ¡Asombroso!Nunca antes habíamos vistonadaparecido.EntraronalvagóndelEstadoMayor,nosotraspegamoslasorejasalaparedparaoírloquedecían.Eljefedeltrenenseñabalaslistasyhacíaunbreveresumendecadapersona:quiénera,dedóndevenía,quéhabíaestudiado.Porfinoímos:“Todasaceptadas”.»Luego los oficiales bajaron del vagón y nos ordenaron formar. Nos preguntaron: “¿Quieren

aprenderelartedelaguerra?”.Claroquelodeseábamos,másquenadaenelmundo.¡Mucho!¡Loanhelábamos!Ni siquiera senosocurriópreguntar: ¿dónde íbamosa estudiar?, ¿quéespecialidad?Ordenaron: “Teniente Mitropolski, acompañe a las chicas a la academia”. Cada una se cargó sumacutoalaespalda,enfilasdedos,conducidasporeloficial,caminamosporlascallesdeMoscú.Laciudadmásquerida...Lacapital...Preciosainclusoenesostiemposdifíciles...Entrañable...Eloficialmedíalacalleapasosgrandes,ibarápido,apenaspodíamosseguirle.Muchomástarde,enlareuniónquecelebramosenMoscúconmotivodelTrigésimoAniversariodelaVictoria,SerguéiFiódorovichMitropolskinosconfesó,anosotras,lasexalumnasdelaAcademiadeIngenieríaMilitardeMoscú,loavergonzadoquesehabíasentidoalacompañarnosporlascallesdelaciudad.Tratabadeapartarsede nosotras para que nadie se diera cuenta de que íbamos juntos. Pero aquellamanada de chicas...Nosotrasnolosabíamos,asíqueleperseguíamoscasicorriendo.¡Menudoespectáculo!» Pues bien... Los primeros días de clases me gané un castigo, dos recargos de guardia

extraordinarios:mehabíaquejadodequeelaulaestabamuyfríaydealgunaotracosa.Lastípicascostumbresescolares,¿sabe?Recibíaloquemerecía:unrecargoextra,luegootro...Alpocotiempomecayóotro,yotro...Durante loscambiosdeguardia, loscadetesse fijabanenmíyseburlaban:mirad,yatenemosotravezahíalplantón.Ellossedivertían,claro,peroyoperdíaclasesyademásnodormíadenoche.Mepasabalosdíashaciendoguardiaenlapuertaylasnochessacándolebrilloalsuelodelcuartel.¿Lecuentocómosehacíaentonces?Seloexplicaré...Contododetalle...Noeslomismoquehoyendía,ahorahayunmontóndecepillosdiferentes,enceradoraseléctricasytal.Peroenaquellaépoca...Despuésdeltoquedequedamequitabalasbotasparanomancharlasdecera,meenvolvíalospiescontrapos,mehacíaunaespeciedezuecosatándomelostraposconcuerdasfinas.Entoncesesparcíapedazosdeceraporelsuelo, losesparcíapor toda lasuperficiefrotandoconelcepillo,elcepillonoerasintéticosinodecrin, ¡teníaque tenermuchocuidadocon lasmadejasde

pelusaquesepegabanalsuelo!,yporúltimosacababrilloconlospies.¡Esosíqueerabailarhastacaersedecansancio!Laspiernassemeentumecíanymezumbaban,laespaldamedolía,elsudormeinundabalacara.Porlamañananoteníafuerzasniparagritaralasección:“¡Alevantarse!”.Dedíanopodíaquedarmesentadaniunminuto,elguardiadebeestardepieensupuesto.Unavezmepasóunincidentecurioso...Deverdad,fuecómico...Yoestabaenmipuesto,hacíaunmomentoquehabíaterminadodelimpiarelcuartel.Mevinotantamodorraquesentíaqueunpocomásymecaería.Mearriméalamesaymequedéadormecida.Deprontooíqueseabríalapuerta,meincorporédegolpey vi delante de mí al oficial de guardia. Levanté la mano haciendo el saludo militar e informé:“Camaradateniente,elcuartelestádescansando”.Élmemiróconlosojosmuyabiertosynolograbacontener la risa.Comprendí que yo, al ser zurda, automáticamente le había saludado con lamanoizquierda.Intentécambiardemanorápidamente,peroyaeratarde.Otravezlahabíapifiado.»No me cabía en la cabeza que aquello no era ningún juego, que no era la escuela, sino una

academia militar. El entrenamiento para la guerra. La orden de un superior es la ley para elsubalterno.»Delexamenfinalsemequedóclavadalaúltimapregunta:»—¿Cuántasvecesensuvidaseequivocaelzapador?»—Elzapadornoseequivocanuncamásdeunavez...»—Esoes,niña...»Yactoseguidolohabitual:»—Descanse,cadeteBairak.»Despuésvinolaguerra.Laguerrareal...»Mepresentaronamisección.Dilavozdemando:“¡Sección,firmes!”,ylaseccióncomosinada,

ni semovieron.Unocontinuaba tumbado, elotro seguía sentadoy fumando, el tercero se estirabahastahacersecrujirloshuesos.Enfin,fingíanquenomeveían.Nolessentabanadabienqueellos,unoshombrescurtidos,losexploradores,tuvieranqueobedeceraunamuchachadeveinteaños.Yoloentendíamuybienymeviobligadaadarlavoz:“¡Descansen!”.»Justoenesemomentocomenzóelbombardeo...Saltéalazanja,peroenvezdeestirarmeabajo,

directamentesobreelfango,lohiceaunlado,dondehabíanieve:elcapoteeranuevo,medabapena.Suelepasarcuandoeres joven:valorasmás la ropaque lavida. ¡Noeramásqueunachavala,unatonta!Missoldadosserieronagusto.»A ver... ¿Cómo era el reconocimiento terrestre que realizábamos nosotros, los ingenieros

militares?Denoche,lossoldadoscavabanunfosoparados,enlazonaneutral.Antesdelamanecer,yo junto a uno de los jefes de escuadras nos arrastrábamos hacia ese foso, los soldados noscamuflaban.Allínosquedábamosdurantetodoeldíaevitandocualquiermovimiento.Lospiesylasmanos se nos congelaban en un par de horas pormuy arropados que fuéramos. En cuatro horasestábamoshechosunoscubitosdehielo.Sinevaba,acababasconvertidoenunmuñecodenieve...Esosí era invierno...Enverano tocabaaguantarel caloro la lluvia.Duranteeldíaobservábamosmuyatentos y nos preparábamos el mapa de la línea de batalla: anotábamos cualquier cambio en lasuperficie terrestre. Si encontrábamos un mogote, un terrón de tierra, nieve manchada, hierbaaplastada, si veíamos que el rocío había sido borrado, eso era lo que buscábamos... Era nuestroobjetivo...Asíeracomoidentificábamosloscamposdeminasalemanes.Siloszapadoresalemaneshabíanmontadounaalambrada,teníamosqueaveriguarsulongitudysuanchura.¿Quétipodeminashabían puesto: antipersonales, antitanques, minas-trampa? Identificábamos los puntos de fuegoenemigos...»Envísperasdelosataquesdenuestrastropashacíamoseltrabajodenoche.Investigábamoscada

centímetro del terreno. Nos abríamos paso en los campos minados... No nos despegábamos delsuelo...Yo,comounalanzadera,circulabaentrelasescuadras.Eralaresponsabledetodas.

»Historiasnomefaltan...Tengosuficienteparaunapelícula...Paraunaserie.»Losoficialesmeinvitaronadesayunar.Acepté:loszapadoresraravezprobabancomidacaliente.

Cuando todos se sentaron en la mesa, me llamó la atención una estufa rusa que había, con laportezuela cerrada.Me acerqué y la estudié. Los oficiales se burlaban demí: “Estamujer está tanobsesionadaconsusminasquelasveinclusodentrodelasollas”.Yolesibarespondiendoenbroma,deprontomefijéenundiminutoagujeroabajodeltodo,enlaparteizquierdadelaportezuela.Loexaminébienyencontréuncablemuyfinoqueibahaciaelinteriordelaestufa.Megirérápidamentehacialoscomensales:“Lacasaestáminada,lesruegoquelaabandonen”.Losoficialessequedaroncallados,peromeseguíanobservandocondesconfianza, anadie le apetecía levantarsede lamesa.Olíaacarne,apatatasfritas...Volvíarepetir:“¡Abandonenlacasainmediatamente!”.Loszapadoressepusieronmanosalaobra.Primeroquitaronlaportezuela.Cortaronelcablecontijeras...Yallí...,allí... dentro de la estufa había unas cuantas tazas esmaltadas de un litro unidas con un cordel. ¡Elsueñodecualquiersoldadohechorealidad!¡Unastazas!Muchomejorquelamarmita.Enelfondodela estufa había dos paquetes grandes envueltos en papel. Unos veinte kilos de explosivos. ¡Eldesayunocalientecontazasincluidas!»YaestábamosenUcrania,en laprovinciadeStanislávov,actualmentees laprovinciade Ivano-

Frankivsk. La sección recibió una misión: desactivar urgentemente las minas de una fábrica deazúcar. Cada minuto contaba: no se sabía qué tipo de minado había utilizado el enemigo, si elmecanismo de reloj se había activado ya, la explosión podía producirse en cualquier momento.Salimosenmisiónapasoacelerado.Hacíabuentiempo,íbamossoloconlonecesario.Alpasarpordelantedelasposicionesdelastropasdeartilleríadelargoalcance,deprontounsoldadosaltófueradelatrincheraygritó:“¡Alerta!¡Cuadroalavista!”.Levantélacabezaymiréalcielobuscandoel“cuadro”.[23]Noviningúnavión.Elsilencioeraabsoluto,noseoíanada.¿Dóndeestabaesecuadro?Unodemiszapadorespidiópermisoparasalirdelaformación.Viqueibadirectoalartilleroyquele daba un bofetón. Todavía no me había dado tiempo de comprender qué era lo que estabaocurriendo, cuando el artillero empezó a gritar: “¡A por ellos!”. De la trinchera saltaron otrosartillerosyrodearonanuestrozapador.Misección,sinpensarlodosveces,dejócaerlassondas,losbuscaminas, losmacutosycorrióaayudarle.Comenzólapelea.Yonoentendíanada,¿porquémisecciónsehabíametidoenunapelea?Íbamosmuyapresuradosydeprontosurgíatodoesealboroto.Ordené:“¡Sección,aformar!”.Hicieroncasoomiso.Desenfundélapistolaypeguédostirosalaire.Enseguida salieron los oficiales de la covacha. Tardamos un buen rato en calmarlos a todos. Uncapitán se acercó ami sección y preguntó: “¿Quién está almando?”. Le informé. Élme escuchóperplejo.Luegopreguntó:“¿Quéhapasadoaquí?”.Nolepudecontestarporquerealmentenohabíaentendido nada.El ayudante del jefe de sección pidió permiso para hablar, explicó qué era lo quehabíasucedido.Asíconocíelotrosignificadodelapalabra“cuadro”yloofensivoqueeraparaunamujer.Eraalgoasícomo“puta”.Erauninsultotípicodelfrente...»¿Puedocontarleunacosa?...Estaesunaconversaciónsincera,¿verdad?...Enlaguerrameprohibí

amímisma pensar en el amor, en la infancia.Y también en lamuerte.Mmm...Una conversaciónsincera, ¿verdad?...Bueno...Ya le he dicho que para sobrevivirme había prohibidomuchas cosas.Sobre todo, me impuse un veto ante todas las cosas tiernas, cariñosas. Ni pensar en ellas. Nirecordarlas.MeacuerdodequenosdieronunastardeslibresdeservicioenlaciudaddeLvov,porprimeravez...Porprimeravezen toda laguerra...Elbatallónacudióalcineaverunapelícula.Alprincipio,lasensacióndeestarsentadaenunsillóncómodo,deencontrarmeenunambientebonito,silencioso, confortable, me extrañaba y mucho. Antes de la película, actuaron unos artistas, unaorquesta tocómúsica.Lagentebailaba.Bailaban lapolca,elpasd’Espagne, la cracoviana.Loquemásme impresionaba era lamúsica...Me costaba imaginar quenomuy lejos de nosotros seguíandisparandoyqueprontotendríamosquevolveralalíneadebatalla.Quelamuerteestabacerca.

»Undíamástardemisecciónrecibiólaordendepeinarunterrenosituadoentreunpobladoylalínea de ferrocarril. Unos vehículos allí habían volado por los aires. Minas... Los exploradorescaminaban en paralelo a la carretera con detectores de minas. Caía una llovizna fría. Estábamoscalados.Misbotasseempaparonyerantanpesadascomosilassuelasfuerandehierro.Melevantélosfaldonesdelcapoteylossujetéconelcinturónparaquenomemolestaran.Delantedemí,atadaaunacorrea,ibamiperraNelka.Cuandoellaencontrabaunproyectilounamina,sesentabaalladoyesperabahastaqueladesactivasen.Eramifielamiga...PuesNelkasesentó...Esperabaygañía...Deprontome avisaronpor la cadenahumana: “Teniente, la llama el general”.Miré hacia atrás: en lacarretera seveíaunWillysMB.Crucé lazanjadeun salto,decaminomepusebienel capote,meajustéelcinturónylagorra.Aunquemiaspectoigualmenteeramásbiendeplorable.»Meacerquécorriendoalcoche,abrílapuertaycomencéainformar:»—Camaradageneral,asudisposición...»Oí.»—Retírese.»Mequedéinmóvilenlaposicióndefirme.Elgeneralnisiquieramehabíamirado,observabala

carreteradesdeelcoche.Senotabaqueestabanervioso,amenudocomprobabaelreloj.Yoseguíallí.Elgeneraldijoasuayudante:»—¿Dóndesehabrámetidoeljefedeloszapadores?»Otravezintentédarparte:»—Camaradageneral...»Segiróhaciamíysoltóenojado:»—¡¿Quédiabloshagocontigo?!»Porfinlocomprendíycasimerío.Suordenanzafueelprimeroenadivinarlo.»—Camaradageneral,alomejor,ellaeseljefedeloszapadores.»Elgeneralmeclavólamirada.»—¿Quiénerestú?»—Jefadelaseccióndezapadores,camaradageneral.»—¿Tú?—Seescandalizó.»—¡Sí,camaradageneral!»—¿Sontuyosloszapadoresqueestánahítrabajando?»—¡Sí,camaradageneral!»—Ydalecongeneral,general...»Bajódelcoche,caminóunospasoshaciadelanteyluegoregresóconmigo.Sedetuvo,memidió

conlamirada.Sedirigióasuasistente:»—¿Lohasvisto?»Mepreguntó:»—¿Cuántosañostienes,teniente?»—Veinte,camaradageneral.»—¿Dedóndeeres?»—DeSiberia.»Duranteunbuen ratomeestuvohaciendopreguntas,propusoqueme trasladaraa suunidadde

carrosblindados.Comentóqueleindignabamiaspectomiserable,queéljamáslohubierapermitido.Necesitabanzapadores.Luegonosalejamosunospasosdelcocheymeseñalóelbosque.»—Allí tengo mis cajitas con ruedas. Mi idea era hacerlas pasar por donde están las vías del

ferrocarril.Elcarrilestádesmontado,peroesposibleque lavíaestéminada.Hazleunfavora lostanquistasycompruebalacarretera.Esmáscómodoyladistanciahastalalíneadebatallaresultamáscorta.¿Sabesloqueesunataqueporsorpresa?

»—Losé,camaradageneral.»—Cuídate, teniente. Prométeme que llegarás al día de la Victoria sana y salva. Está cerca,

¿comprendes?»Elferrocarril,oloquequedabadeél,realmenteestabaminado.Locomprobamos.»TodosteníamosganasdesobrevivirhastalaVictoria...»Enelmesdeoctubrede1944nuestrobatallón,queformabapartedelDestacamentoEspecialde

Desminado número 210 junto con las tropas del Cuarto Frente Ucraniano, entró en territorio deChecoslovaquia.En todas partes nos recibían con alegría.Nos lanzaban flores, frutas, paquetes decigarrillos...Nosponíanalfombrassobrelacalzada...Elhechodequeunamuchachallevaraelmandodeunaseccióndehombresyqueencimaellamismafueraunazapadoraespecializadaendesminadocausaba sensación. Yo tenía el pelo corto como un chico, vestía con pantalón y guerrera, habíaadquiridogestosmasculinos,enfin,parecíaunchaval.Avecesentrabaenlospueblosacaballo,enese caso ya era del todo imposible que comprendieran que ese jinete era una chica, aunque lasmujeres lo intuían,meobservaban.La intuición femenina...Eradivertido... ¡Deveras!Llegabaa lacasadonde teníaque alojarmey entonces lospropietarios se enterabandeque su inquilino eraunoficial del ejército, pero que no era un hombre.Muchos se quedaban literalmente boquiabiertos...¡Comoenunaescenadecinemudo!Peroamíeso...Mmm...Megustaba.Megustabaprovocaresaclase de sorpresa.EnPolonia ocurría lomismo.Recuerdo una vez, en una aldea, una ancianameacariciólacabeza.Comprendíloquepretendía:“¿Quéhace,señora,estábuscándomeloscuernos?”.Ellaseruborizóydijoqueno,quetansolosentíalástimapor“unaseñoritatanjovencita”.»Y a cada paso estaban las minas. Había muchas. Una vez entramos en una casa, uno de mis

soldadosviounasbotasdebecerroalladodeunarmario.Yahabíaalargadolamanoparacogerlas...Yo lancéungrito:“¡No las toques!”.Cuando las revisé, resultóqueestabanminadas.Encontramostodaclasedeobjetosminados:lossillones,lascómodas,losaparadores,lasmuñecas,laslámparas...Loscampesinosnospedíanquelevantáramoslasminasdesushuertos.Parapoderdegustarlapastacasera,enunaaldea lasección tuvoque limpiardeminasuncampode trigoyhastaun trilloparabatirelcereal...»Puesbien...AtraveséChecoslovaquia,Polonia,Hungría,Rumanía,Alemania...Perotengopocos

recuerdos,básicamentesemequedarongrabadaslasfotografíasmentalesdelosrelievesdelterreno.La roca... La hierba alta... Tal vez era realmente alta, o tal vez solo nos lo parecía porque eraincreíblementedifícilabrirsecaminotrabajandoconsondasydetectoresdemetal.Lahierbavieja...Unasbardanasmásaltasque losarbustos...Tambiénrecuerdounsinfíndearroyosydebarrancos.Los montes cerrados, las alambradas con los soportes medio podridos, los campos minadoscubiertosdehierba.Losparterresabandonados.Allísiemprehabíaminasescondidas,alosalemanesles gustaban las flores. Una vez estábamos en un campo, al lado cavaban la cosecha de patata,nosotrosmientrastantocavábamoslasminas...»EnRumanía,enlaciudaddeDej,mealojéencasadeunamujerjovenquehablababienelruso.

Resultó que su abuela era rusa. Lamujer eramadre de tres niños. Sumarido habíamuerto en elfrente, era soldado de la división rumana de voluntarios. Pero era una mujer alegre, le gustabadivertirse.Unavezmepropusoque fuéramos juntasabailar.Meofreció su ropa.La tentacióneramuy grande.Me puse el pantalón, la guerrera, las botas de becerro y encima el traje tradicionalrumano:unalargacamisabordadayunafaldadelana,estrecha,acuadros,quemeceñíporlacinturaconunacintanegra.Mecubrílacabezaconunpañuelodecolores.Teniendoencuentaquedespuésdetodoelveranoarrastrándomeporlasmontañashabíalogradounbuenbronceado,deunarumanadeverdadsolomediferenciabalanarizpeladaylasgreñasblancasenlassienes.Enfin,queparecíaunamuchacharumana.»Noteníanningúnlocal,losjóvenessiempresereuníanencasadealguien.Cuandollegamos,ya

tocabanmúsica, lagentebailaba.Viacasi todos losoficialesdemibatallón.Alprincipiomedabamiedoquemereconocieran,asíquemanteníaladistancia,inclusometapabalacaraconelpañuelo.Medabaporsatisfechasitansolopodíamirarunpoco...Decidido:miraríadelejos...Perodespuésdequeunodenuestrosoficialesmeinvitaraabailarvariasvecessinreconocerme(ibaconloslabiosylascejaspintadas),mepuseabailarariendasuelta.Medivertíadelolindo...Megustabaoírqueeraguapa.Meagradabanlospiropos...Bailabaybailaba...»Laguerrasehabíaacabado,duranteelañosiguientenosotrosseguimoslevantandolasminasde

loscampos,loslagos,losríos.Mientrasdurólaguerra,íbamosechandoporlabordalosecundario,loprincipaleraalcanzarnuestroobjetivoa tiempo.Ahorahabía llegadoelmomentodepensarenotras cosas... De pensar en la vida... Para los zapadores, la guerra se acabó unos años después,combatimosmástiempoquelosdemás.¿SeimaginacómoestemerunaexplosióncuandolaVictoriayasehacelebrado?Esperaresemomento...¡No,no,no!LamuertedespuésdelaVictoriaeslamuertemásterrible.Ladoblemuerte.»Pues bien... Como regalo de Año Nuevo, en 1946, me entregaron diez metros de satén rojo.

Bromeé: “¿Para qué? Como mucho, el día que me licencien, podré hacerme un vestido rojo. ElvestidodelaVictoria”.Comosilohubieraadivinado...Prontollególaorden:milicenciamiento...Talcomomandaba la tradición, el batallónme organizó una despedida a lo grande. Los oficialesmeregalaronunchalazul,delanafina.Melotuvequeganarcantandoesafamosacanciónsobreelchalazul.Estuvecantandotodalanoche.»Decaminoacasa,eneltren,mesubiólafiebre.Semehinchótodalacara,nopodíaabrirlaboca.

Meestabansaliendolasmuelasdeljuicio...Regresabadelaguerra...»

AppolinaNíkonovnaLizkévitch-Bairak,teniente,jefadeunaseccióndezapadores

«Unamirada,unasola...»

Elsiguientecapítulohabladelamor...Enlaguerra,loúnicopersonaleselamor.Lodemásescomún,incluidalamuerte.¿Quémesorprendió?Puesquedelamorellashablanconmenosfranquezaquedelamuerte.Me

doycuentadequenolodicentodo,comosiintentasenprotegerse,cadavezsurgeunlímitedondesedetienen.Vigilantes,defiendeneselímite.Entreellasexisteunaespeciedeacuerdosecreto:másalláestáelespacioprohibido.Sebajael telón.¿Dequésedefienden?Estáclaro:delascalumniasylasofensasdelaposguerra.¡Loquelestocósufrir!...Despuésdelaguerratuvieronquelucharenotraguerra, nomenos terrible que aquella que habían dejado atrás. Si alguna de ellas se atrevía a serfrancamás allá del límite, si a alguna se le escapaba una confesión desesperada, a ello le seguíasiempreunapetición:«Ocultemiapellido»,obien«Enaquel tiempo,deesonosehablabaenvozalta...Seconsiderabaobsceno...».Escuchémásdelorománticoodelotrágico.Claro,noesnilavidanilaverdadensutotalidad.Peroestaessuverdad.Unodelosescritoresde

la generación de la guerra lo formuló con mucha honestidad: «¡Maldita sea la guerra, nuestromomentosublime!».Eslaclave,elepígrafecomúndesusvidas.Ysinembargo,¿cómoeselamorallí,juntoalamuerte?

SOBRELAMUJERCHIFLADAYLASROSASDEMAYO

«Laguerramequitóamiamor...Amiúnicoamor...»Bombardeabanlaciudad,mihermanaNinavinocorriendo,nosdespedimos.Pensábamosqueno

volveríamos a vernos.Me dijo: “Me quiero unir a un equipo sanitario de voluntarios, pero a verdónde los encuentro”. Me acuerdo de que la estuve mirando, era verano, ella llevaba un vestidoligero, vi que en el hombro, al ladodel cuello, tenía unapeca.Erami hermana, peronunca anteshabíavistoesamancha.Laobservabaypensaba:“Siempretereconoceré”.»Tanagudoeraelsentimiento...Tantoamor...Mepartíaelcorazón...»TodosabandonabanlaciudaddeMinsk.Lascarreterasestabanexpuestasalfuego,íbamosporlos

bosques. En alguna parte gritaba una niña: “¡Mamá, la guerra!”. Nuestra unidad reculaba.Caminábamosporuncampoespacioso, ancho, cubiertode trigo, al ladode la carreterahabíaunachozabaja.YaestábamosenlaprovinciadeSmolensk...Enlacarreterahabíaunamujer,parecíaqueeramásaltaquesucasa,todavestidadelinobordadoconlosmotivostradicionales.Cruzólosbrazospor encima del pecho y hacía profundas reverencias ante cada soldado que le pasaba delante, seinclinabaylesdecía:“QueDiostedevuelvaacasa”.Selodecíaacadaunodeellos,¿sabe?Senosllenaronlosojosdelágrimas...»Guardéesterecuerdodurante toda laguerra...Yotro, fueenAlemania,cuandoperseguíamosa

losnazis.Entramosenunpueblo...Enelpatiodeunacasaestabansentadasdosmujeresalemanasconsuscofias,ytomabancafé...Pensé:“Diosmío,ennuestropaíslagentecomehierbayvosotrasaquí,sentaditas y tomando café”. Allí mismo, al lado, pasaban nuestros vehículos, andaban nuestros

soldados...Yellastomabancafé...»Mástardeestuverecorriendonuestropaís...¿Sabeloquevi?Deunaaldeahabíaquedadosolouna

estufa.Asu ladosesentabaunanciano,ydetrás,depie,estabansus tresnietos;por lovisto,habíaperdido a su hijo y a su nuera. Su ancianamujer recogía palos amedio quemar para encender laestufa.Seveíaunapelliza tiradaporelsuelo,entendíqueacababandevolverdelbosque.Yenesaestufanosecocinabanada.»Tanagudoeraelsentimiento...Tantoamor...»...Nuestrotrenseparó.Norecuerdoporqué:estabanarreglandolasvíasotalvezcambiandola

locomotora.Yoestabasentadaconunade lasenfermeras,al ladodossoldadossepreparabanunasgachas. De pronto se nos acercaron dos alemanes, prisioneros, nos pedían comida. Nosotrasteníamos una hogaza de pan.La partimos por lamitad y les dimos un trozo a los alemanes.Oí aaquellossoldados,losquehacíansusgachas,comentar:»—¡Fíjatecuántopanleshandadolosmédicosanuestrosenemigos!»Y lo demás por el estilo, que si no habíamos visto la guerra, que la habíamos pasado en los

hospitales,etc.»Alpocoratoaparecieronotrosprisionerosalemanes,estavezsepararondelantedelossoldados

ydesuolla.Elmismosoldadoquenoshabíajuzgadohacíaunmomentolehablóalalemán:»—¿Qué,tieneshambre?»El alemán se quedó allí, plantado... Esperando.Un soldado de los nuestros le pasó el pan a su

compañero.»—Venga,daleuntrozo.»Lescortóuntrozoacadauno.Losalemaneslocogieron,peronosemarcharon,observabanla

olladondesecocinabanlasgachas.»—Vale—dijounodelossoldados—,dalesunpoco.»—Aúnnoestálisto.»¿Sedacuenta?»Y los alemanes, como si entendiesen el idioma, no se movieron. Esperaban. Los soldados

aliñaronlasgachasconmanteca,llenaronunaslatasviejasyselasdieronalosalemanes.»Esa es el almadel soldado ruso.Nos estaban reprochandoque les diéramospan,mientras que

ellosmismoslesofrecieronpanyencimalasgachas,ysolodespuésdealiñarlasconlamanteca.Esloquerecuerdo...»Tanagudoeraelsentimiento...Tanfuerte...»Hacíamuchoque la guerra se había acabado...Yomepreparaba para irmede vacaciones a un

balneario... Era justo cuando la crisis de losmisiles enCuba. Elmundo se estaba tambaleando denuevo.Estabahaciéndomelamaleta,puselosvestidosylasblusas.Aver,¿quémeolvidaba?Cogílabolsadondeguardo losdocumentosy saquémi carnetmilitar.Pensé: “Si pasa cualquier cosa, allímismomepresentaréenlaoficinadereclutamiento”.»Yaenelbalneario,noséporqué,enlamesadelcomedorcomentéquemehabíallevadoelcarnet

militar. Lo dije sin pensar, sin ninguna intención de presumir. Un hombre de nuestra mesa seemocionómuchísimo.»—Sololamujerrusa,mientrassepreparaparapasarsusvacacionesenunbalneario,puedecoger

sucarnetmilitarypensarque,siocurrieraalgo,sedirigiríaenseguidaalaoficinadereclutamiento.»Recuerdosuasombro.Suadmiración.Asímemirabamimarido.Conesaexpresiónenlacara...»Perdónemeporesta larga introducción...Noséhablarordenadamente.Mispensamientossaltan,

lossentimientosmeinvaden...»Nosmarchamosalfrentejuntos.Losdos,mimaridoyyo.»Heolvidadomuchascosas.Aunquelosrecuerdosmevienencadadía...

»Elcombateterminó...Elsilencioeraincreíble.Élacariciabalahierba,lahierbaerasuave...Ymemirabaamí.Memiraba...Esamiradasuya...»Unavez su escuadra salió de reconocimiento.Los esperamos durante dos días... Pasé esos dos

días sin dormir... Finalmenteme adormecí.Medespertó sumirada, estaba sentado ami ladoymeobservaba.»—Duérmete...»—Medapenadormir.»Tanagudoeraelsentimiento...Tantoamor...Mepartíaelcorazón...»Olvidémuchascosas,loolvidécasitodo.Creíaquenoloolvidaríanunca.Pornadadelmundo.»YaatravesábamosPrusiaOriental,todoshablabanyadelaVictoria.Yélmurió...Perdiólavidaen

elacto...Metralla...Muerteinstantánea.Enunsegundo.Meinformarondequelohabíantraído,vinecorriendo...Leabracé,nodejéquesellevaransucuerpo.Asepultar.Cuandolaguerra,losenterrabanrápidamente:morían de día y, si el combate era corto, enseguida los recogían a todos, traían loscadáveresdetodaspartesycavabanungranhoyo.Echabantierraporencima.Aveceseraarenaseca.Simirabasmuchoesaarenaparecíaqueestuvieramoviéndose.Eraestremecedor.Laarenaseagitaba.Porquedebajo...Paramídebajoseencontrabanlosvivos,hacíanadatodosellosestabanvivos...Losveía, leshablaba...Nome locreía...Nosotrosestábamosaquí,pisandoel suelo,ynocreíamosqueellosyaestabanallí...¿Dónde?»Nopermití que le enterrasen enseguida.Quise que tuviésemos otra noche. Sentarme a su lado.

Mirar...Tocar...»Por lamañana...Decidíque lo llevaríaacasa.ABielorrusia.Estabaamilesdekilómetros.Las

carreteras de guerra... El mundo patas arriba... Todos creían que me había vuelto loca de dolor.“Debes calmarte. Necesitas dormir.” ¡No! ¡No! Yo iba de un general a otro y así subí hasta elcomandantedel frente,Rokossovski.Alprincipiome lonegó... ¡Esuna locura!Cuántagentehabíasidosepultadayaenlasfosascomunes,ensueloajeno...»Logréquemevolvieraarecibir.»—¿Quierequemepongaderodillas?»—Lacomprendo...Peroélestámuerto...»—Notengohijosdeél.Nuestracasasequemó.Hastalasfotografíassehanperdido.Nomequeda

nada.Si lo llevoacasa,almenostendrésu tumba.Ytendréunlugaralqueregresardespuésdelaguerra.»Secalló.Cruzabaeldespachoagrandespasos.Caminaba.»—¿Algunavezhaamadousted,camaradamariscal?Yonoentierroamimarido,entierroami

amor.»Silencio.»—Entoncestambiénquieromoriraquí.¿Paraquévoyavivirsinél?»Elsilencioeralargo.Despuéssemeacercóymebesólamano.»Me facilitaron un avión especial para una noche. Subí al avión... Abracé el ataúd... y me

desmayé...»

EfrosiniaGrigórievnaBréus,capitán,médico

«Laguerranoshabíaseparado...Mimaridosehabíamarchadoalfrente.AmímeevacuaronprimeroaJárkovydespuésaTartaria.Encontréuntrabajo.Undíavinieronabuscarme.Miapellidodesolteraes Lisóvskaia, y allí todo el mundo me llamaba Sóvskaia. Pues bien, me gritaban: “¡Sóvskaia!¡Sóvskaia!”.Yorespondí:“¡Aquíestoy!”.Medijeron:“DebespresentarteenelNKVD,recogetupase

yvete aMoscú”. ¿Para qué?Nadieme explicó nada, yo no tenía ni idea.Era la guerra...Mientrasviajabapensaba: “Tal vezmimarido esté herido, tal vezme llamanpara quevaya a cuidarle”.Encuatromesesnohabía recibidoningunanoticiasuya. Ibadecidida:si leencontrabasinpiernas, sinbrazos,hechouninválido,melollevaríaacasa.Yanosbuscaríamoslavida.»LleguéaMoscúymepresentéenladirecciónindicada.Leíelletrero:“ComitéCentraldelPartido

Comunista de Bielorrusia”, es decir, era nuestro Gobierno bielorruso, allí esperaba mucha gentecomo yo. Todos haciéndonos las mismas preguntas: “¿Cómo? ¿Por qué? ¿Para qué nos hanreunido?”. Nos aseguraron: “Pronto lo sabrán”. Nos invitaron a pasar a una sala grande: allí seencontraba el secretario del Comité Central de Bielorrusia, el camarada Ponomarenko, y otrosdirigentes.Mepreguntaron:“¿Quiereustedestarallí,dedondeprocede?”.Esdecir,ellugardedondeyoera,enBielorrusia.Claroquelodeseaba.Medestinaronalaacademiaespecial.Meempezaronaentrenarparaenviarmealaretaguardiadelenemigo.»Al finalizar el entrenamiento, al día siguiente, nos subimos a los vehículos y nos trasladamos

hastalalíneadelfrente.Unavezallí,continuamosapie.Yonosabíanicómoeraelfrente,niaquéseparecíalazonaneutral.Ordenaron:“¡Prepárense!Plenadisposición”.“¡Zas!”,lanzaronlabengala.Vilanieve,erablanca,muyblanca,yunahileradepersonas,éramosnosotros,tumbadosunotrasotro.Éramosmuchos.Labengalaseapagó,nohubodisparos.Nuevaorden:“¡Acorrer!”,todoscorrimos.Yasíentramosenelterritorio...»Al campamento de partisanos, milagrosamente, me llegó una carta de mi marido. Cuánto me

alegré,nomeloesperaba,llevabadosañossinsabernadadeél.Yunbuendía,desdeunavión,nosdescargaronlacomida, lasmuniciones...yelcorreo...Enesecorreo,dentrodeaquelsacodelona,había una carta para mí. Entonces me dirigí por escrito al Comité Central. Escribí que estabadispuestaaasumircualquiertareacontaldeestarjuntoamimarido.Aespaldasdelcomandantedenuestro grupo, entregué aquella carta al piloto. Pronto tuve noticias: una vez completada nuestramisión,elgrupodeberíapresentarseenMoscú.Todonuestrogrupoespecial.Nosenviaríanaotrolugar...Todosdebíamostomareseavión,perosobretodoyo,Fedosenko.»Estábamos esperando el avión, era de noche, estaba oscuro como la boca de un lobo. Arriba

volabaencírculosunavión,ydeprontonoscomenzóa lanzarbombas.EraunMesserschmitt, losalemaneshabíandetectadonuestrocampamento,elpilotoyaestabaejecutandounnuevoviraje.Justoenaquelmomentodescendíanuestroavión,unU-2,yjustoalladodelpinodondeyomeocultaba.Elpilototocótierrayalinstanteempezóelascenso:elalemánacabaríalamaniobrayvolveríaaabrirfuego.Meagarréaunalaygrité:“¡TengoqueiraMoscú!¡Tengopermiso!”.Elhombreescupióunpardeinjuriasyluegodijo:“¡Sube!”.Volamoslosdossolos.Nisiquierapudosubiralosheridos...Anadie.»EnMoscú,enplenomesdemayo,yoibaconunasbotasrústicasdefieltro.Fuialteatroconesas

mismas botas. Y como si nada. Escribí a mi marido: “¿Cómo podemos vernos?... Por ahora soyreservista...Peromeprometen...”.Lopedíaentodaspartes:“Enviadmeconmimarido,aunqueseaunpardedías,unamirada,una sola,y regresaré,despuésenviadmeadondequeráis”.Se limitabanaencogersedehombros.Sinembargo,porelnúmerodelcorreosupedóndecombatíayviajéhastaallí.Primeroacudíalcomitéprovincialdelpartido,enseñé ladireccióndemimarido, lospapelesquedemostrabanqueerasumujer,ydijequequeríaverle.Mecontestaronqueeraimposible,queseencontraba en plena línea de batalla, que volviera a mi unidad; yo estaba tan abatida, con tantahambre,¿yencimateníaquevolver?Fuiaveralcomandante.Memiróyordenóquemefacilitasenalgoderopa.Medieronunacamisamilitar,uncinturón.Tratódeconvencerme:»—Peroquéideas,allídondeestásumaridoesmuypeligroso...»Mequedésentadaylloraba,asíqueseapiadódemíymefirmóelpase.»—Salga a la carretera—me explicó—, allí verá una patrulla de tráfico, ellos le enseñarán el

camino.»Encontréaquellacarretera,encontréaquellapatrulla,mebuscaronuncocheymefuiallá.Llegué

alaunidad,amialrededorsolohabíamilitares.“¿Ustedquiénes?”,mepreguntaron.Nomeatrevíadecirqueestababuscandoamimarido.¿Cómoibaadeciresocuandopor todaspartesexplotabanbombas?...Respondí:“Buscoamihermano”.Noséporquédijequeerasuhermana.“Espere—medijeron—,estáaseiskilómetrosapie”.¿Todavíateníaqueesperardespuésderecorreruncaminotanlargo? Justo en aquelmomento llegó un camión, venía a por la comida, y en el camión venía uncabo,erapelirrojo,pecoso.Dijo:»—YoconozcoaFedosenko.Peroestáenlastrincheras.»Conseguí convencerle. Me dejó subir al camión, viajamos, no se veía nada de nada... Pleno

bosque...Elcaminopasabaporelbosque...Todoundescubrimientoparamí:estábamosenlalíneadebatallaynohabíanadie.Avecesseoíaalgúnqueotrodisparo.Llegamos.Elcabopreguntó:»—¿DóndeestáFedosenko?»Lecontestaron:»—Ayersalierondereconocimiento,leshaamanecidoysehanquedadoallíesperando.»Pero tenían conexión por radio. Le informaron de que había venido su hermana. “¿Qué

hermana?” “La pelirroja.”La cuestión es que su hermana eramorena. Pero por lo de pelirroja élenseguida comprendió qué clase de hermana era. No me imagino cómo, pero se abrió camino,prontoaparecióFedosenkoynosencontramos.Cuántaalegría...»Mequedéundía,otrodíaydecidí:»—PreséntateenelEstadoMayorparainformar.Quieroquedarmeaquícontigo.»Sefueaverasussuperiores,yomientrastantonirespiraba:“¿Ysiledicenquetienequeirseen

veinticuatrohorasynovolveraponerunpieaquí?”.Enelfrente,esoseríalógico.Deprontolosvi:dos superiores (el mayor, el coronel...) se dirigían a nuestra covacha. Se presentaron, nosestrechamoslasmanos.Después,claroestá,nossentamos,brindamosycadaunohabló,dijeronqueyoerarealmentesuesposa,lospapelesloconfirmaban,queunamujerqueencontraraasumaridoenlastrincheraseraunamujerúnica.¡Quehabíanqueridoverconsuspropiosojosaestamujer!Québonitaspalabrasdecían,cómolloraban.Todamividarecordaréaquellanoche...¿Quéotracosamequeda?»Meadmitieroncomoauxiliarsanitaria.Salíaconéldereconocimiento.Disparabanyyoleveía

caer al suelo. Pensaba: “¿Estará muerto o herido?”. Corría allí, el mortero seguía disparando, elcomandantesedesesperaba.»—Pero¡¿dóndetemetes,chiflada?!»Meacercabaarastras,comprobabaqueestabavivo...»EnlaorilladelríoDniéper,denoche,alaluzdelaluna,meentregaronlaOrdendelaBandera

Roja.Al día siguientemimarido fue herido, gravemente herido. Corríamos juntos, caminábamosjuntosporlospantanos,nosarrastrábamosjuntos.Lasametralladorasdisparabansintregua,recibióunabalaenlacadera.Eraunabalaexplosiva,¡loquecuestavendarunaheridadeesetipoenlanalga!Estaba reventado, se lemetíadentro la tierra, el fango.Fuecuando rompíamosel cerco.Nohabíaadónde llevar a los heridos, tampoco disponíamos demedicamentos.Mi única esperanza era quelográramos romper el cerco. Cuando lo conseguimos, le acompañé al hospital. Mientras letransportabaempezó la septicemia.EraNochevieja...Empezabael año1944...Seestabamuriendo...Yocomprendíaquesemoría...Lehabíancondecoradomuchasveces,reunítodassusórdenesyselaspuseallado.Elmédicolevisitó,éldormía.Elmédicosemeacercó.»—Debeustedmarcharse.Yaestámuerto.»Lerespondí:»—Cállese,aúnestávivo.

»Mimaridoabriólosojosydijo:»—Eltechosehavueltoazul.»Miré.»—No,noesazul.Esblanco,Vasili,esblanco.»Aélleparecíaazul.Eldelacamillavecinaledijo:»—Tú,Fedosenko,sisalesconvidadeesta,debesllevaratumujerenbrazos.»—Ytantoqueloharé—confirmóél.»Nolosé,peromeimaginoquesentíaqueseestabamuriendo,mecogiódelasmanos,hizoque

meinclinaraymebesó.Talcomosebesaporúltimavez.»—Luba,quépena,lagentecelebrandolaNocheviejaynosotrosaquí...Noestéstriste,túyyoya

celebraremosotrasfiestas...»Cuandoyalequedabanpocashorasdevida...Leocurrióesadesgracia,ensuciólacama,tuvimos

quecambiarlaropa...Puseunasábanalimpia,levendélapierna,teníaquesubirlohacialaalmohada,eraunhombre,pesabamucho,meinclinéysentíqueeseeraelfinal,queenunoodosminutosseacabaría... Era de noche.Diez y cuarto de la noche... Seme quedó grabada la hora exacta...Quisemorir... Pero por debajo de mi corazón llevaba a nuestro hijo, eso fue lo que me detuvo, logrésobreviviresosdías.Leenterréel1deenero,pasadostreintayochodíasnaciómihijo,queyatienesuspropios hijos.Vasili era el nombredemimarido,mi hijo también se llamaVasili, ymi nietotambién...»

LubovFomínichnaFedosenko,soldado,auxiliarsanitaria

«Loveía...adiario...Peronopodíaresignarme.Moríanhombresjóvenes,guapos...Yodeseaballegara tiempo para... Bueno... para darles un beso. Si no era capaz de ayudarles comomédico, por lomenoshacerloquehaceunamujer.Regalarunasonrisa.Acariciar.Cogerdelamano...»Muchosañosdespuésdelaguerra,unhombremeconfesóquerecordabamijovensonrisa.Para

míeraunheridocualquiera,nilorecordaba.Peroéldecíaqueaquellasonrisalehabíadevueltoalavidadesdeelotromundo,comoquiendice...Lasonrisadeunamujer...»

VeraVladímirovnaSheváldisheva,tenientemayor,cirujana

«Llegamos al Primer Frente Bielorruso... Éramos veintisiete chicas. Los hombres nos admiraban:“Noson lavanderas,ni telefonistas,son lasfrancotiradoras.Nuncahemosvistoamuchachascomoestas.¡Quéchicas!”.Elcaboescribióunosversosennuestrohonor.Laideaeraquelaschicassigansiendotiernascomorosasdemayo,quelaguerranomutilesusalmas.»Al partir al frente, cada una de nosotras había jurado que no habría amoríos. Después de la

guerra, si sobrevivíamos, ya tendríamos tiempo para amar. Y antes de la guerra ni siquiera noshabíamosbesado.Éramosmásestrictasquelajuventuddeahora.Paranosotrasunbesosignificabaelamorhasta lamuerte.Dehecho,enel frente lasrelacionesestabanprohibidas;si lossuperioresseenteraban,pornormageneral,aunodelosenamoradoslotrasladabanaotraunidad,simplementelosseparaban.Peronosotrasprotegíamos,defendíamosnuestroamor.Incumplimosnuestrosjuramentosinfantiles...Nosenamorábamos...»Creoquesienlaguerranomehubieraenamorado,nohabríasobrevivido.Elamormesalvó.Esa

fuemisalvación...»

SofíaKrígel,cabomayor,francotiradora

«¿Mepreguntasobreelamor?Nomedamiedodecirlaverdad...Yofuiuna“esposadecampaña”.Laesposaenlaguerra.Lasegundaesposa,lailegítima.Unaconcubina.»Elprimercomandantedelbatallón...»Yo no le quería. Era un buen hombre, pero no le quería.Memetí en su covacha unosmeses

despuésdeestarallí.¿Quéotraopcióntenía?Allísolohabíahombres,eramejorvivirconunoquetemerlos a todos.Durante los combates no había para tanto, pero después, sobre todo cuando nosretirábamos de descanso, de reagrupación, era terrible. En la batalla, bajo el fuego te llamaban:“¡Hermana! ¡Hermanita!”, pero acabado el combate te acorralaban...Denochenohabíamanera desalirdelacovacha...¿Tambiénselohandicholasdemásonosehanatrevidoaconfesarlo?Lesdavergüenza,creo...Selocallaron.¡Sonorgullosas!Peroallíhubodetodoporquenadiequeríamorir.Cuandoeres joven, tedapenamorir...Ytambiénpara loshombreseradifícilestarcuatroañossinmujeres...Ennuestroejércitonohabíaburdeles,tampocofacilitabanfármacos.Alomejor,enotraspartesestabanpendientesdeesascosas.Peroennuestrocaso,paranada.Cuatroaños...Lossuperioressepodíanpermitiralgunacosa,peroelsoldadorasono.Ladisciplina.Perodeesonosehabla...Noestábienvisto...No...Yo,porejemplo,eralaúnicamujerdemibatallón,vivíaenlacovachacomún.Juntoconloshombres.Measignaronmipropioespacio,peroimagínesequéespaciosilacovachamedía seismetros cuadrados.Denochemedespertaba agitando los brazos: repartía bofetadas,mequitabade encima susmanos.Cuandomehirieron, estuveenelhospitaly allí tambiénagitaba losbrazos.Denochemedespertabalaenfermera:“¿Quétepasa?”.Claroque¿aquiénseloibaacontar?»Alprimercomandantelematóunpedazodemina.»Alsegundocomandantedelbatallón...»Meenamorédeél.Ibaalataqueconél,queríaestarasulado.Yolequería,peroélamabaasu

mujeryasusdoshijos.Meenseñabasusfotos.Yosabíaquedespuésdelaguerra,sisalíaconvida,volveríaconellos.Vivíanen laciudaddeKaluga. ¿Yquémásda? ¡Teníamosnuestrosminutosdefelicidad! ¡Vivimos tanta felicidad! Aquellos momentos de regresar... vivos... de un combateencarnizado.¡Connadiemásibaaviviréllomismo!¡Eraimposible!Yolosabía...Yosabíaqueélnoseríafelizsinmí.Yanosabráserfelizconnadie,comoloéramosenlaguerra.Nosabrá...¡Jamás!»Alfinaldelaguerramequedéembarazada.Yolodeseaba...Peroanuestrahijalacriéyosola,él

nomeayudó.Nohizonada.Niunacarta,niunregalo...niunapostal.Seacabólaguerrayseacabóelamor. Como una canción... Se fue con su legítima esposa y sus hijos. De recuerdo me dejó sufotografía.Yoqueríaquelaguerranoacabara...Asustadeciresto...Abrirelcorazóndamiedo.Suenaa locura. ¡Estaba enamorada! Sabía que el amor se acabaría junto con la guerra. Su amor... Noobstante,leagradezcolossentimientosquemeregaló,losqueconocíasulado.Leheamadotodamivida,miamormeacompañóatravésdelosaños.Yanotengoporquémentir.Mehehechovieja.¡Sí,todamivida!Nomearrepiento.»Mihijamereñía:“Mamá,¿porquélesiguesamando?”.Peroyoleseguíaamando...Hacepoco

meenterédequehabíamuerto.Llorémucho.Inclusomihijayyonospeleamosporeso:“¿Porquéestásllorando?Paratiélllevabamuertomuchotiempo”.Leamo.Recuerdolaguerracomolamejorépocademivida,allífuifeliz...»Pero,seloruego,nomencionemiapellido.Pormihija...»

SofíaK-vich,auxiliarsanitaria

«Durantelaguerra...»Metransportaronalaunidadmilitar...Alalíneadebatalla.Elcomandantemerecibiópidiendo:

“Quíteseelgorro,porfavor”.Mesorprendí...Mequitéelgorro...Enlaoficinadereclutamientonoshabíancortadoelpelocortocomounsoldado,peromientrasestuvimosenelcampamento,mientrasduróelviaje,elpelomehabíacrecidounpoco.Comenzóarizarse,esquelotengomuyrizado.Unosrizospequeñitos...Ahorayanoseve...Mehehechovieja...Pueselcomandantemeestabamirando:“Llevodosañossinveraunamujer.Permítamequelamire”.»Despuésdelaguerra...»Yovivíaenunpisocompartido.Misvecinasestabancasadas.Meofendían,semetíanconmigo:

“Ja,ja,ja...Venga,cuéntanoscómotefollabasallíalostíos...”.Leechabanvinagreamisollas,mevertíanpaquetesdesalenlosguisos...“Ja,ja,ja.”»Micomandanteselicenciódelejército.Vinoavermeynoscasamos.Fuimosalregistrocivilyya

está.Noorganizamosningunaboda.Yunañomástardemedejóporotramujer,lajefadelcomedorennuestrafábrica:“Ellahueleaperfume,ytúapestasabotasypeales”.»Vivosola.Notengoanadieenestemundo.Teagradezcoquehayasvenidoaverme...»

EkaterinaNikítichnaSánnikova,sargento,tiradora

«Mimarido...Menosmalqueahoraestáenel trabajo.Mehaprohibidorotundamente...Élsabequemegustahablardelamor...Comolanocheenquemepuseelvestidodenoviaquemehiceyomisma,convendas.Meloapañé.Laschicassehabíanpasadounmesguardandovendas.Vendasalemanas,detrofeo...¡Mehiceunauténticovestidodenovia!Guardounafotografía:llevopuestoesevestidoylasbotas,lasbotasnoseven,perorecuerdoquelasllevaba.Meapañéuncinturónconelgorromilitar...Elcinturónestabamuybien...Pero¿quéestoydiciendo?...Ydaleconlomío...Miraquemimaridomehadichoqueniunapalabradeamor,quehabledelaguerra.Élesunhombreserio.Estuvodosdíasenterosseñalándomeloenelmapa...Dóndeyenquéfrenteestaba...Dóndeseencontrabanuestraunidad...Iréapormisnotas,loapuntétodo.Telasleeré...»¿De qué te ríes? Qué bonita es tu sonrisa. Yo me reía mucho... Pero ¡qué carajo, soy una

historiadorapenosa!Mejorteenseñarélafotografía,conelvestidohechoconvendas.»Meveotanguapaenesafotografía...Conaquelvestidoblanco...»

AnastasiaLeonídovnaZhardétskaia,alférez,auxiliarsanitaria

SOBREESEEXTRAÑOSILENCIOANTEELCIELOYELANILLOPERDIDO

«Condiecinueveaños,cuandopartíalfrentedelaciudaddeKazán,eraunaniña...»Medioañomástardeescribíamimadrediciéndolequemeponíanveinticincooveintisieteaños.

Cadadíaestabacargadodemiedo,deterror.Pasabalametrallavolandoyteníaslasensacióndequetearrancaba lapiel.Lagentemoría.Moría cadadía, cadahora,parecíaquecadaminuto.Faltabansábanaspara taparlos.Dejábamos a losmuertos enpañosmenores.En lashabitaciones reinabaunextraño silencio. Nunca he vuelto a encontrarme con esa clase de silencio. Cuando una personamuere,siempremirahaciaarriba,jamáshaciaunlado,nitampocomiraaotrapersona.Solohaciaarriba...Haciaeltecho...Parececomosiestuvieramirandoalcielo...»Medecíaamímismaquenoseríacapazdeescucharpalabrasdeamorenaquelinfierno.Queno

mecreeríaesaspalabras.Delosañosquedurólaguerranorecuerdoniunasolacanción.NisiquierarecuerdolafamosacanciónLacovacha.Niunasola...Meacuerdodeque,cuandosalídecasaparapartir al frente, en nuestro jardín florecían los cerezos. Me alejaba y miraba atrás... Despuésprobablemente por el camino vi otros jardines, durante la guerra también florecían. Pero no meacuerdo...Enelcolegiomereíamuchísimo,enelhospitalnisiquierasonreía.Meindignabasiveíaaalgunamuchacha arreglarse las cejas o pintarse los labios.Me parecía fatal: “¿Cómo es posible?¿Cómopretendegustarleaalguienenestascircunstancias?”.»Alrededorestabanlosheridos,alrededortodosgemíandedolor...Lascarasdelosmuertosson

amarillentas, verdosas. ¿Cómo puede una pensar en la alegría? ¿En su felicidad? Yo no queríamezclarelamorconaquello.Contodoaquello...Creíaqueallí,eneseambiente,elamormoriríaalinstante.¿Cómopuedeexistiramorsinbelleza,singloria?Acabaríalaguerraypodríamosvivirunavidabella.Yelamor.Peroallí...Allíno,nihablar.¿Ysimemoríayhacíasufriralhombrequemeamaba?Medabatantapena.Asíescomomesentía...»Conocíamimaridoenelfrente,élmecortejaba.Yonolequeríaescuchar:“¡Queno!Podremos

hablar de esto solo cuando acabe la guerra”. Jamásme olvidaré de un día, cuando regresó de uncombateymepidió:“¿Talveztengasunablusa?Póntela,porfavor.Dejaqueveacómoeresconunablusapuesta”.Yonoteníanada,sololacamisadeluniforme.»Yoledecíaamiamiga—ellasehabíacasadoenelfrente—:“Noteharegaladoflores.Noteha

cortejado.Ydeprontotecasasconél.¿Quéclasedeamoresese?”.Nomeparecíabien.»Se acabó la guerra... Nos mirábamos y no creíamos que la guerra se hubiera acabado, que

estábamosvivos.Ahoraviviríamos...Amaríamos...Loteníamosolvidado,nolohabíamosaprendido.Volvíacasaymefuiconmimadrealtallerdecostura,aencargarmeunvestido.Miprimervestidodespuésdelaguerra.»Llegónuestroturnoymepreguntaron:»—¿Quécorteprefiere?»—Nolosé.»—¿Cómoesposible?¿Vieneustedaltallerynosabequévestidoquiere?»—Nolosé...»Hacíacincoañosquenohabíavistounvestido.Semehabíaolvidadocómosehaceunvestido.

Lospliegues, loscortes...Lacinturaalta, lacinturabaja...Todoaquelloestabatanlejosdemí...Mecompréunoszapatosdetacón,diunospasosporlahabitaciónymelosquité.Lospuseenunrincónypensé:“Nuncaaprenderéacaminarconellos...”»

MaríaSilvéstrovnaBozhok,enfermera

«Quiero hablar de...Quiero decir que en la guerra viví una experiencia emocionalmuy bella.Noexistenpalabrascapacesdetransmitirlaadmiraciónconlaquenostratabanloshombres.Dormíamosenlamismacovacha,compartíamosloslechos,salíamosjuntosalasmisionesy,cuandoteníafrío,cuandoestabatanheladaquesentíaquesemecongelabaelbazo,quesemecongelabalalengua,yqueunpocomásymedesmayaba,yodecía:“Misha,porfavor,desabróchatelapelliza,caliéntame”.Éllohacía:“¿Qué,estásmejor?”.“Sí.”»Nuncamáshevueltoavivirnada igual.Cuando laPatriacorríapeligro,nosedebíapensaren

ciertascosaspersonales.»—Pero¿habíaamor?»—Sí,lohabía.Lovimuchasveces...Discúlpeme,alomejormeequivocoyloquepiensonoeslo

másnormal.Enelfondodemialmayoloreprobaba,seguramentenoeraelmomentomásadecuado

paraelamor.Nosrodeabaelmal.Elodio.Meparecequemuchoscompartíanmiopinión...»—¿Cómoeraustedantesdelaguerra?»—Megustabacantar.Megustabareír.Queríaserpiloto.Encuantoalamor...¡Nipensarlo!Noera

lomásimportanteparamí.LoprimordialeralaPatria.Ahorapiensoqueéramosmuyingenuos...»

ElenaVíktorovnaKlenóvskaia,guerrillera

—En el hospital... Todos estaban felices. Estaban felices por haber salido con vida. Había untenientedeveinteañosqueestabatristeporquehabíaperdidounapierna.Peroentoncesnosrodeabaelduelogeneralyparecíaungolpedesuerte:estabavivo,tansololefaltabaunapierna.Loprincipaleraqueestabavivo.Quetendríaamor,quesecasaría,enfin,teníatodaunavidapordelante.Hoyendía, perder una pierna es una desgracia enorme, pero entonces ellos saltaban sobre su pierna,fumaban,sereían.¡Eranunoshéroes!¡Claroquesí!—¿Ustedseenamoróallí?—Claro que sí, éramos muy jóvenes. Los heridos llegaban y nosotras nos enamorábamos sin

remedio.Teníaunaamigaqueseenamoródeunteniente,estabacubiertodeheridas.Meloenseñó:«Mira,esél».Yo,porsupuesto,enseguidadecidíenamorarmetambiéndeél.Cuandoletrasladaban,mepidiómifoto.Teníaunaguardada,melahiceenunaestacióndetrenes.Cogílafotoparadársela,peroluegopensé:«Levoyaregalarlaúnicafotografíaquetengo,¿ysinoesmiamorverdadero?».Yaseestabanllevandolacamilla,letendílamanoconlafotocogidafuertemente,peronomeatrevíaabrirelpuño.Asíacabóeseamor...»DespuésvinoPável,otroteniente.Ledolíamucho,ledejéunachocolatinadebajodesualmohada.

Cuandonosencontramosunavezacabadalaguerra,unosveinteañosdespués,éllediolasgraciaspor aquella chocolatina a mi amiga Lilia Drozdova. Lilia se sorprendió: “¿Qué chocolatina?”.Entoncesconfeséquehabíasidoyo...Ymebesó...Mebesópasadosveinteaños...

SvetlanaNikoláevnaLubich,auxiliarsanitaria

«Unavez,despuésdeunconcierto...Fueenunhospitaldeevacuaciónmuygrande...Semeacercóelmédico jefe y me pidió: “Tenemos un paciente grave, es un tanquista, está en una habitaciónindividual.Prácticamenteno reacciona antenada, tal vez le ayude su canción”.Fui a lahabitación.Toda mi vida recordaré a ese hombre que había salido de milagro de su tanque en llamas. Lasquemaduras le cubrían todo el cuerpo. Estaba tendido en la cama, inmóvil, su rostro sin ojos eracompletamente negro. Sentí un nudo en la garganta, me costó unos minutos dominarme. Luegocomencéacantarenvozbaja...Videprontoqueelrostrodelheridosemovíaligeramente.Susurróalgo.Meinclinéyescuché:“Cantemás...”.Cantémásymás,todomirepertorio,hastaqueelmédicomedijo:“Creoquesehadormido...”»

LiliaAleksandróvskaia,artista

«El comandante de nuestro batallón y la enfermera Liuba Sílina... ¡estaban enamorados! Todos loveíamos...Élibaalcombateyella...Elladecíaquejamásseperdonaríaasímismasinoleveíamorir,si no leveía en suúltimominuto. “Quenosmaten—decía—a losdos a lavez.Quenos abata elmismo proyectil.” Se preparaban paramorir juntos o vivir juntos. Nuestro amor no diferenciaba

entre hoy y mañana, solo existía el presente. Sabíamos que en el momento presente estábamosenamoradosyque,almomentosiguiente,tantotúcomotuamado,podíaiscaermuertos.Enlaguerratodo transcurre más rápidamente: la vida y la muerte. En unos pocos años allí vivimos una vidaentera.Nuncahepodidoexplicárseloanadie.Allíeltiempoesdistinto...»Enuncombate,elcomandantedelbatallónfueheridodegravedad,Liubarecibióunaheridaleve,

un rasguño en el hombro. Le enviaron a la retaguardia y ella se quedó en el frente. Ella estabaencinta, él le envióunanota: “Buscaamispadres.Pase loquepaseconmigo, túeresmimujer.Ytendremosunhijoounahija”.»MástardeLiubameescribió:“Suspadresnomeaceptaron,niasuhijotampoco”.Elcomandante

murió.»Estuveduranteañospensandoeniraverla,finalmentenopude.Éramosíntimas.Peroresidíamuy

lejos,enAltái.Hacepocorecibíunacarta,mecomunicabanquesehabíamuerto.Suhijomeinvitóaquefueraavisitarsutumba...»

NinaLeonídovnaMijái,sargento,enfermera

«EldíadelaVictoria...»Nosíbamosareunirparanuestrotradicionalencuentro.Yosalgodelhotelylaschicasmedicen:»—¿Dóndehasestado,Lilia?Quéhartóndellorarnoshemosechado.»Resultaqueseleshabíaacercadounhombre,unkazajo,ylespreguntó:»—Chicas,¿dedóndesois?¿Dequéhospital?»—¿Ustedaquiénbusca?»—Cada año vengo aquí y busco a una hermana, a una enfermera.Me salvó la vida. La amo.

Quieroencontrarla.»Misamigasserieron.»—Hombre,lodehermanitayaesaguapasada,comomuchoencontraráustedaunaabuela.»—No...»—Estaráustedcasado,¿aquesí?Ytendráhijos.»—Tengonietos,tengohijos,tengoesposa.Peroperdímialma...Mefaltamialma...»Laschicasmelocontaronyjuntashicimosmemoria:¿seríaposiblequefueramikazajo?»...Trajeronaunchavalkazajo.Eramuyjovencito.Leintervenimos.Teníasieteuochoroturasde

intestino,leconsideramosenestadoterminal.Estabatumbado,seleveíamuyapático.Cuandoteníaunminuto libre, iba a visitarle: “¿Qué tal estamos hoy?”.Yomisma le ponía las inyecciones y letomaba la temperatura, él poco a poco se iba recuperando.Comenzó a recobrar la salud.Nuestrohospitalestabaenprimeralínea,poresonosolíamosprolongarlaestanciadelosheridos.Lonuestroeraprestarayudaurgente,arrancaralheridodelasgarrasdelamuerte,despuéslesenviábamosalaretaguardia.Asíqueelsiguientetransporteteníaquellevarseaaquelchico.»Lehabíansubidoyaalacamilla;meavisarondequemellamaba.»—Hermanita,acércate.»—¿Qué tepasa? ¿Quéquieres?Estásmejorando.Te transportarán a la retaguardia.Tepondrás

bien.Piensaqueyaloestás.»Mepidió:»—Teloruego,soyhijoúnico.Mehassalvado.»Ymediounregalo,unanillo,unopequeñito.»Yonollevabaanillos,nomegustaba.Asíquelorechacé:»—Nopuedoaceptarlo.Nopuedo.

»Élinsistía.Losdemásheridosleapoyaban.»—Venga,cógelo,teloofrecedetodocorazón.»—Solocumploconmideber,¿loentienden?»En fin,me convencieron.Aunque, la verdad sea dicha,más tarde perdí el anillo ese.Mevenía

grande,unavezmedormíenelcoche,pasamosporunbachedelacarretera,elcochediounsaltoyelanillosecayó.Mesupofatal.»—¿Encontróustedaesehombre?—No,nonoshemosvisto.Nosésieraélono.Peroconlaschicasleestuvimosbuscandotodoel

día.»...En1946regreséacasa.Mepreguntaron:“¿Seguirásvistiendodeuniformeoirásdecivil?”.De

uniforme,porsupuesto.Nopensabaquitármelo.Unanochefuiabailaraunclubdeoficiales.Ahorasabrácómotratabanalaschicasmilitares.»Mepuseunvestido,unoszapatos.Enelguardarropadejélasbotasyelcapote.»Meinvitóabailarunoficial.»—Supongoqueusted—dijo—noesdeaquí.Esunaseñoritamuyelegante.»Yasítodalanoche.Noseapartabademí.Seacabólaveladayseofreció:»—¿Medasunúmero?Lerecogeréelabrigo.»Élibaprimero.Enelguardarropaleentregaronlasbotasyelcapote.»—No,estenoeselmío...»Meacerqué.»—Eselmío.»—Peroustednomehadichoqueestuvoenelfrente.»—Yustednomelohapreguntado.»Seruborizó.Noseatrevíaamirarme.Yesoqueélmismoacababaderegresardelaguerra...»—¿Quéesloquelesorprendetanto?»—Niporasomohabríaimaginadoqueustedhaservidoenelejército.Verá,unachicadelfrente...»—¿Le ha sorprendido que haya venido sola? ¿Sinmarido ni embarazada? ¿O que no vista un

bastochaquetónguateado,nifumetabacobaratoniescupablasfemias?»Nolepermitíquemeacompañaraacasa.»Siempremehesentidoorgullosadehaberestadoenelfrente.DehaberdefendidolaPatria...

LiliaMijáilovnaButkó,enfermeradequirófano

«Miprimerbeso...»ElsubtenienteNikoláiBielojvóstik...Ay,mehepuestoroja,yesoapesardequeestoyhechauna

abuelita.Entonceserajoven.Muyjoven.Creíaque...Anadie,nisiquieraamimejoramiga,leconfeséque estaba locamente enamorada. Locamente. Era mi primer amor... ¡O tal vez el único! ¿Quiénsabe?...Yocreía:“Nadiedelaunidadsospechanada”.¡Antesnadiemehabíagustadotanto!Sialgunomegustabanoera lomismo,eramenos.Yél...Hacíamiscosasypensabaenélconstantemente,acadaminuto.Ese...Eseeraelamorverdadero.Losentía.Todoslossíntomas...Ve,yamehevueltoaponerrojacomountomate...»Ensuentierro...Yacíasobreunacapamilitardelona,leacababandematar.Nosencontrábamos

bajoelfuegoalemán.Habíaqueenterrarlodeprisa...Enesemismomomento...Vimosunosabedulesañejos,elegimosuno,estabaunpocomásalládeunroblegrande.Elabedulmásalto.Allí...Tratéderecordar los detalles para después poder regresar y localizar su tumba. Cerca había una aldea, lacarretera se bifurcaba... ¿Sería posible acordarme? ¿Cómo lo lograría si en esemismomomento

estaba viendo que uno de los abedules comenzaba a arder?... ¿Cómo? Había llegado la hora dedespedirnosdeél...Medijeron:“¡Túprimera!”.Elcorazónmediounsalto,comprendí...que...todossabían de mis sentimientos. Todos lo sabían... Tuve un pensamiento fugaz: ¿tal vez él también losabía? Allí estaba... Dentro de nada le bajarían al foso... Le cubrirían de arena... Pero me alegróenormementepensarquetalvezéllosabía.¿Yyolehabíagustado?Comositodavíaestuvieraentrelos vivos y pudiera responderme... Me acordé de que en Nochevieja me había regalado unachocolatinaalemana.Tardémásdeunmesencomérmela,laguardabaenunbolsillo.»Todamividahevividoconesterecuerdo...Aquelinstante...Lasbombascaían...Él...tendidosobre

aquella capa militar... Ese momento... Y yo tan alegre... sonreía para mis adentros. Parecía unachiflada.Mealegrabaporqueél,quizá,sabíademiamor...»Meacerquéylebesé.Antesnohabíabesadoaningúnhombre...Eramiprimeravez...»

LiubovMijáilovnaGrozd,técnicasanitaria

SOBRELASOLEDADDEUNABALAYDEUNAPERSONA

«Mihistoriaespeculiar...Lasoracionesmeconsuelan.Rezopormihija...»Recuerdo un refrán de mi madre. Ella solía decir: “La bala es tonta, el destino es ciego”.

Cualquierdesdichalacomentabaconeserefrán.Unasolabala,unasolapersona,labalavuelaasuantojoyeldestinomanejaaunapersonaasugusto.Eldestinojuegaconelserhumano,lovolteadearribaabajoyloponedelrevés.Elserhumanoescomounapluma,comounaplumitadegorrión.Nadiesabecómoserásufuturo.Nosenospermite...adentrarnosenelmisterio.Caminodelaguerra,unagitanameechólascartas.Semeacercóenunaestación,meapartódelasdemás...Mepredijoungranamor...Yollevabaunrelojalemán,poresegranamormequitéelrelojyselodi.Lacreí.»Hoymesiguenfaltandolaslágrimasparallorarmipena,ladeaquelamor...»Alaguerrayoibaconalegría.AlestilodelKomsomol.Juntoconlosdemás.Viajábamosenlos

vagones demercancías; en la parte de fuera de los vagones había un letrero: “Cuarenta personas,ochocaballos”.Enrealidad,éramosunoscien.»Mehicefrancotiradora.Podríahaberestudiadotransmisiones,esunaespecialidadútil,tantoenla

guerracomoenlostiemposdepaz.Unaespecialidaddemujer.Peromedijeron:“Hayquedisparar”,así que aprendí a disparar.Yo era buena. Tengo dos órdenes de laGloria y cuatromedallas. Soncondecoracionesportresañosdecombates.»Derepenteoímoselgrito:“¡LaVictoria!”.Nosanunciaron:“¡LaVictoria!”.Recuerdoloprimero

que sentí, sentí alegría.Y enseguida, en elmismo instante, sentímiedo. ¡Pánico! ¿Qué sería demivida? Mi padre había muerto en la batalla de Stalingrado. Mis dos hermanos mayores habíandesaparecidosindejarhuellaenlosprimerosmesesdeguerra.Quedábamossolonosotras,mimadreyyo.Dosmujeres.¿Cómoviviríamos?Todas laschicasreflexionábamossobreeso...Por lanochenos reunimos en la covacha...Conversábamos y decíamos que estábamos al comienzo de nuestrasvidas.Eljúbilosemezclabaconelmiedo.Anteshabíamiedoalamuerte,ahoratemíaalavida...Eraelmismomiedo.¡Deverdad!Hablábamos,hablábamosyluegonosquedábamosensilencio.»¿Nos casaríamos o no? ¿Nos casaríamos por amor o sin él? Intentábamos adivinar el futuro

arrancandolospétalosdelasmargaritas...Olanzandolascoronasdefloresalrío,oquemandolasvelas...Meacuerdodequeenunaaldeanosenseñaronellugardondevivíalabruja.Acudimosaellacorriendo,inclusoalgunosoficialesfueronaverla.Ylaschicasfuerontodas.Labrujaadivinabaelfuturoconelaguaypracticabaquiromancia.Enotropuebloencontramosaunorganillero,estenos

ofrecía unos papelitos con predicciones.Me tocaron buenas predicciones... ¿Dónde está esa buenasuerte?»¡Cómo nos recibió la Patria! No puedo contarlo sin llorar... Han pasado cuarenta años, pero

incluso ahorame arden lasmejillas.Los hombres no abrían la boca y lasmujeres... nos gritaban:“¡Sabemosloqueestuvisteishaciendoallí!Osinsinuasteisanuestroshombresconvuestroschochosjóvenes.Soislasputasdelfrente...Perrasmilitares...”.Losinsultosnofaltaban,elrusoesrico...»En ocasiones, los chicos me acompañaban a casa y de pronto me sentía mal, muy mal, me

palpitaba el corazón. Caminaba y me sentaba en el suelo. “¿Qué te pasa?” “Nada. He bailadodemasiado.” Y en realidad eran mis dos heridas, las consecuencias... Era la guerra... Tenía queaprenderasercariñosa.Aserdébilydelicada,yesoqueporhaberllevadolasbotasacabécalzandouncuarenta.Meextrañabasimeabrazaban.Mehabíaacostumbradoavalermeyosola.Deseabaoírpalabras tiernas, pero no las entendía. Me parecían tan infantiles... En el frente, en compañía dehombres,eloídosemehabíaacostumbradoapalabrasmásfuertes.Unaamigamía,quetrabajabaenunabiblioteca,meaconsejaba:“Leepoesía”.»Mecasépronto.Unañodespuésdelaguerra.Mecaséconuningenierodelafábrica.Yoanhelaba

elamor.Soñabaconunacasa,conunafamilia.Conunacasaqueolieraaniñospequeños.Olfateabalos primeros pañales, nome cansaba de olerlos.Olor de felicidad...De felicidad femenina...En laguerranohayoloresdemujeres,todoslosoloressonmasculinos.Laguerrahueleahombre.»Tengo dos hijos... Un niño y una niña. El chico fue el primero. Es un buen niño, es listo. Se

graduóenlauniversidad.Esarquitecto.Perolaniña...Miniña...Empezóaandaraloscincoaños,suprimerapalabra,“mamá”,lapronunciótrascumplirlossiete.Todavíaavecesdice“mumo”envezde“mamá”;envezde“papá”lesale“pupo”.Ella...Sigoconlasensacióndequenoesverdad.Dequeesunerror.Estáenunmanicomio...Desdehacecuarentaaños.Desdequemejubilélavisitoadiario.Esmipecado...»Durantemuchos años, cada1de septiembre le comproun abecedarionuevo.Nospasamos los

días leyéndolo.Aveces regresoacasa trasundíaconellay tengo lasensacióndehaberolvidadocómo leer y escribir. De haber perdido el don de la palabra. Estos hábitos a mí no me resultannecesarios.¿Paraqué?»Esuncastigo...¿Porquédelito?¿Talvezporhabermatado?Reflexiono...Enlavejeztesobrael

tiempo... Reflexiono y vuelvo a reflexionar. Por la mañana me pongo de rodillas y miro por laventana.Y le rezoaDios...Lerezopor todos...Amimaridono leguardorencor, leperdonéhacetiempo.Tuveamihija...Élnosmiró...Estuvounratoysefue.Sefuereprochándome:“¿Teparecequeunamujernormalseiríaalfrente?¿Aprenderíaadisparar?Portodoesonohassidocapazdedaraluzaunaniñanormal”.Poréltambiénrezo...»Alomejortienerazón...Lopiensoaveces...Mipecado...»YoamabalaPatriaporencimadetodo.Laamaba...¿Aquiénselocuentoahora?Aminiña...Solo

aella...Yorecuerdolaguerrayellapiensaquelecuentocuentos.Cuentosdeniños.Fábulasdemiedo.»Nopongamiapellido.Nolohaga...»

KlavdiaS-va,francotiradora

«Ylapatatadeprimaveraesdiminuta...»

Hubootraguerra...Nadieenesaguerramarcabasobreelmapadóndeseacababalazonaneutralypordóndepasabala

líneadelfrente.Nadiehubierapodidocontarcuántossoldadosluchabanallí,nicuántasarmashabía.En esa guerra disparaban los cañones antiaéreos, las ametralladoras y las escopetas de caza. Lascarabinasviejas.Allínohabíapausasniofensivasdirigidas,muchoslucharonensolitario.Moríanensolitario.Noeranlosejércitos(lasdivisiones,losbatallones,lascompañías...),combatíaelpueblo:los partisanos y los grupos clandestinos, los hombres, los ancianos, las mujeres, los niños. LevTolstóisereferíaaeseímpetupolifacéticocomo«laporradeguerrapopular»y«lacalidezocultadepatriotismo».Asuvez,Hitler(repitiendolaspalabrasdeNapoleón)sequejabaantesusgeneralesdeque«Rusianocombatesegúnlasreglas».Enesaguerramorirnoeralomásterrible...Habíaalgopeor...Imaginémonosaunsoldadoenla

guerrarodeadoporsusfamiliares:sushijos,sumujer,susancianospadres.Encadamomentotienequeestarpreparadoparasacrificarlos.Entregarlosalainmolación.Allíamenudonohabíatestigosdelosactosdevalor,aligualquetampocoloshabíadelatraición.EldíadelaVictoriaennuestrasaldeasnoesundíadealegría,sinoundíadellanto.Lagentellora

mucho.Añoranasusseresqueridos.«Fueterrorífico...Enterréatodosmisfamiliares,enlaguerrasepultémialma»(V.G.Andrósik,integrantedelgrupoclandestino).Comienzanarelataramediavozyacabancasigritando.

«Soytestigo...»Hablaré del comandante de nuestra unidad de partisanos... Es mejor no decir su apellido, sus

familiaresviventodavía.Leerlolesdolería...»Nuestrosenlacescomunicaronlanoticia:laGestapohabíaarrestadoatodasufamilia,alamujer,

adoshijaspequeñasysuancianamadre.Entodaspartescolgaronanunciosyenelmercadorepartíancirculares:sielcomandantenoseentregaba,ahorcaríanasufamilia.Elplazoparadecidireradedosdías.Losagentesde lapolicíaauxiliar recorrían lasaldeashaciendopropaganda: loscomandantesrojosnosecompadecennidesushijos.Sonunosmonstruos.Nohaynadasagradoparaellos.Desdeunaviónlanzabanlasoctavillasalbosque...Elcomandantepensabaenentregarse,pensabaenpegarseuntiro.Durantetodoesetiemponoledejábamosasolas.Levigilábamos...Eracapazdesuicidarse...»Contactamos conMoscú. Informamos sobre la situación.Recibimos instrucciones...Esemismo

día organizamos una reunión de losmiembros del partido del grupo. En la reunión se tomó unadecisión: “No nos dejaremos provocar”. Como buen comunista, el comandante se sometió a ladisciplinadelpartido...»Dos días después, enviamos a nuestros exploradores al pueblo. De vuelta trajeron una noticia

terrible: los alemanes habían ahorcado a toda su familia. El comandante murió en el siguientecombate...Murió de unamanera incomprensible. Por casualidad. Supongo que simplemente estababuscandolamuerte...

»Tengolágrimasenvezdepalabras...¿Cómoencontrarmotivosparahablar?¿Porquéhedecreeren que es necesario?... La gente quiere vivir bien, quiere estar tranquila en vez de escucharme ysufrir.»

V.Karatáeva,guerrillera

Yotambiéntratodeconvencermedequedebocontinuar...

SOBREUNACESTACONUNAMINAYUNPELUCHE

«Completé mi misión... No podía quedarme más en el pueblo y me fui al campamento de lospartisanos.Unos días después, laGestapo detuvo amimadre.Mi hermano pudo escapar, peromimadre no. La torturaron, la interrogaron sobre el paradero de su hija. Pasó con ellos dos años.Durante dos años, los nazis la usaron a ella y a otras mujeres como escudos humanos en susoperaciones...Temíanlasminasdelospartisanos,asíquesiempreenviabandelantealagentelocal:sihabíaminas,esagentevolaríaporlosairesylossoldadossaldríanilesos.Escudoshumanos...Dosañosusaronamimadreparaeso...»Nos había pasado en muchas ocasiones: tendíamos una emboscada, esperábamos y de pronto

veíamosaungrupodemujeresacercándoseydetrásdeellascaminabanlosalemanes.Alacercarseveíasatumadre.Ylomásterribleeraesperarlaordendelcomandantediciéndonosqueabriéramosfuego.Todosesperábamosesaorden,unolesusurrabaaotro:“Allíestámimadre”,“Porallávienemi hermana”, veían incluso a sus hijos... Mi madre siempre se cubría la cabeza con un pañueloblanco.Eraaltaysiempreladivisábamosentrelasprimeras.Yotodavíanomehabíadadocuentadequeestabaallícuandomellegabalavoz:“Vienetumadre...”.Ordenabandispararyyodisparaba.Nosabía adónde disparaba, tenía un único pensamiento: no perder de vista el pañuelo blanco, ¿estabavivaaúnohabíacaído?Elpañueloblanco...Lagenteechabaacorrer,caíanalsueloyyonosabíasimimadrehabíamuertoono.Despuésdecadacombate,durantedosdíasandabaperdida,hastaquelosenlacesmecomunicabanqueseguíaviva.Conesoyovolvíaalavida.Yasíhastalapróximavez.Creoqueahoranolohabríaaguantado...Cómolesodiaba...Meayudóelodio...Aúnhoysigooyendoelgritodeunniñocuandolelanzaronalpozo.¿Haoídoalgunavezungritoasí?Elniñocaeygrita,grita como desde debajo de la tierra, desde el otro mundo. No es el grito de un niño, ni de unhumano...¿Yveraunchicojovendescuartizadoconunasierra?Eraunpartisanodenuestrogrupo...Despuésde todoeso,cuandosalesenmisión, loúnicoque tepideelcorazónesmatarles,mataracuantosmásmejor,exterminarlosdelmodomáscruel.Cuandoveíaalosnazisquehabíamoshechoprisioneros, sentíaganasdeaferrarmeacualquieradeellos.Deestrangularlos.Estrangularlosconlasmanos, desgarrarlos con los dientes.No les habríamatado, sería un final demasiado fácil.Noutilizaríamiarma,niunfusil...»Justoantesderetirarse,yaen1943,losnazisfusilaronamimadre...Mimadreeraespecial,ella

nosbendijo:»—Marchaos,hijos,tenéisquevivir.Esmejornomorirquemorirpornada.»Mamá no decía grandes palabras, sabía encontrar sencillas palabras demujer. Ella quería que

viviésemosyestudiásemos,sobretodoqueestudiásemos.»Lasmujeresquehabíancompartidoceldaconellamecontaronquecadavezqueselallevaban

ellalespedía:»—¡Ay,hermanas,osimplorounaúnicacosa:simuero,ayudadamishijos!

»Despuésde laguerra, unade esasmujeresmeacogió en su familia, y esoque teníadosniñospequeños.Losnazisquemaronnuestracasa,mihermanopequeñoperdió lavida luchandocon lospartisanos,amimamá la fusilaron,mipadrecombatíaenel frente.Volvióde laguerra lesionado,enfermo.Durópoco,muriópronto.Detodamifamilia,mequedéyosola.Aquellamujervivíaenlapobreza,criabaasusdoshijos,yodecidíirme,marcharmeaotrolugar.Ellallorabaynodejabaquemefuera.»Cuandosupequehabíanfusiladoamimadre,perdílarazón.Ibaperdida,nopodíatranquilizarme.

Tenía...Teníaqueencontrarla...Lashabíanfusiladoyhabíanalisadolatumbaconmáquinaspesadas...Lassepultaronenunfosoantitanques...Meindicaronaproximadamentedóndedebíadeestarella,yocorríallí,cavaba,removíaloscadáveresconlasmanos.Reconocíamimadregraciasasuanillo...Alver ese anillo, lancéungritoyyano recuerdonadamás.No recuerdonada...Alguiendelpueblo,unasmujeres, la sacaron, la lavaron, trajeron agua en una lata, luego la enterraron. Todavía hoyguardoaquellalata.»Por lasnochesavecesestoyen lacamaypienso:“Mimadremuriópormiculpa”.No,nofue

culpamía...Siyo,cuidandodemisprójimos,nohubieraidoaluchar,sidelamismamanerahubieraactuado otra persona, y una tercera, y una cuarta, no habría existido lo que existe ahora. Peroconvencerme...Olvidar...Cómocaminabamimadre...Cómosonabalaorden...Cómodisparabayoalmismolugarpordondeaparecíaella...Supañueloblanco...Ustednuncasabrálodifícilqueesvivirconesto.Ycuantosmásañospasan,másdifícilsemehace.Avecesporlanochemellegadesdelacalleunarisa joven,unavoz,ymeestremezco,poruninstantemepareceoírunllantoinfantil,ungritoinfantil.Otrasvecesmedespiertodeprontoysientoquenopuedorespirar.Meahogaeloloraquemado...Ustednosabecómohuelelacarnehumanaalarder,sobretodoenverano.Hueleaalgoinquietanteydulce.Pormitrabajoactualenelcomitéejecutivoprovincial,sihayunincendio,deboasistirallugaryredactarelinforme.Perosimedicenqueardeunagranja,quehanmuertoanimales,nuncaacepto,nosoycapaz...Merecuerdaa...aquelolor...cuandoardíalagente...Tedespiertasporlanoche,vasabuscarelperfumeytieneslasensacióndequeelperfumetambiénhueleaeso.Dequeeseolorestáportodaspartes...»Durante mucho tiempo tuve miedo a casarme. Me daba miedo tener hijos. Si empezaba otra

guerra,meiríaalfrente.¿Quélespasaríaamisniños?Ahorameheaficionadoaloslibrossobrelavida después de la muerte. ¿Qué hay allí? ¿A quién me encontraría? Deseo y a la vez temoencontrarmeconmimadre.Dejovenesaideanomeespantaba,peromehehechovieja...»

AntoninaAlekséievnaKondrashova,guerrillera,exploradoradelaBrigadadePartisanosBatóshskaia

«Miprimeraimpresión...alveraunsoldadoalemán...Fuecomosimehubiesendadounapaliza,medolíatodoelcuerpo,cadacélula:“¿Cómoesposiblequeesténaquí?”.Elodioeramásfuertequeelmiedoporlagentequeridayqueelmiedoaperderlavida.Claroqueteníamospresentesanuestrosfamiliares,peronohabíaelección.Elenemigohabíainvadidonuestratierraparahacernosdaño...Asangreyfuego...»Porejemplo,cuandomeenterédequemeibanadetener,meescapéalbosque.Conlospartisanos.

Memarchédejandosolaamimadrede setentaycincoaños.Acordamosqueella fingiríaqueeraciegaysorda,enesecasonolatocarían.Porsupuesto,noeramásqueunintentoporanimarme.»Mefuiyaldíasiguiente losnazis irrumpieronennuestracasa.Mimadrefingióqueeraciega,

queoíamal.Ellos lepegaronunapalizabrutal, la torturaronparaquedijeradóndeestaba suhija.Recuperarselellevómuchotiempo...»

YadvigaMijáilovnaSavítskaia,integrantedeunaorganizaciónclandestina

«Nocambiarénunca...Serélamismaqueeraentonces.Sí,soyingenua,soyunaromántica.Hastaquemeconviertaenunaviejadepelocanoso...Pero¡soyyo!»MiamigaKatiaSimakovaeraelenlacedelospartisanos.Eramadrededoshijas.Lasdoseran

pequeñas,teníanunosseisosieteaños.Cogíaaesasniñasdelamanoyrecorríalaciudad.Mientras,memorizabadóndeyqué técnicausaban losalemanes.Siunguardia lepegabaungrito, fingíasertonta.Yasídurantealgunosaños...Lamadresacrificabaasusniñas...»Otramujerdelgrupo,Zazhárskaia,teníaunahija,sellamabaValeria.Laniñahabíacumplidolos

siete.Teníamos lamisióndevolarelcomedor.Decidimosponerunaminaen laestufa,peroanteshabíaquellevarlaalcomedor.Ylamadredijoquesuhijallevaríaelartefacto.Pusolaminaenunacesta,lacubrióconunpardeprendasinfantiles,unpeluche,dosdecenasdehuevosyunpedazodemantequilla.Asífuecomolaniñaintrodujolaminaenelcomedor.Dicenqueelinstintomaternoeslomásfuertedelmundo.¡Puesno,unaideaesmásfuerte!¡Ylafeesmásfuerte!Creo...No,estoysegura:sinohubieranexistidoesamadreyesaniña,sinosehubieranencargadodeponeresamina,nohabríamosvencido.Sí,viviresbello.¡Esmaravilloso!Perohaycosasmásvaliosas...»

AleksandraIvánovnaJrámova,secretariadelComitéEjecutivoClandestinodelPartidoComunista

«En nuestro grupo combatían los hermanos Chimuk... En su aldea natal habían caído en unaemboscada,serefugiaronenuncobertizoydesdeallídisparaban,losalemanesprendieronfuegoalcobertizo. Los hermanos siguieron disparando hasta que se les acabaron los cartuchos... Luegosalieron.Estabanchamuscados...Losalemaneslospaseabanenuncarro,selosenseñabanalagenteparaquelesreconociesen,paraquedelatasendedóndeeran...»Toda laaldeaestuvopresente.Allíestabansupadreysumadre,peronadie rompióelsilencio.

Qué coraje debía de tener su madre para no soltar un grito. Para resistir. Pero ella sabía que silloraba,losalemanesquemaríanlaaldeaentera.Nosololamataríanaella.Losaniquilaríanatodos.Porunsoldadoalemánmuerto,quemabanelpuebloentero.Ellalosabía...Haycondecoracionesparatodo,peroningúntítulohonorarioestaríaalaalturadeestamadre...Desusilencio...»

PolinaKasperóvich,guerrillera

«Nosunimosalospartisanoslasdos,mamáyyo...Ellacocinabaylavabalaropaparatodos.Sieranecesario,tambiénhacialasguardias.Unavezsalídemisión,amimadreledijeronquemehabíanahorcado.Cuando regreséunosdíasdespués,mamámevioysequedóparalizada,perdióelhabladuranteunashoras.Habíamuchascosasqueteníamosqueafrontar...»Enlacarreterahabíamosrecogidoaunamujer,estabainconsciente.Mástardenosdimoscuenta:

nopodíacaminar,searrastrabaycreíaqueyahabíamuerto.Sentíaqueperdíasangre,perodecidióque losentíadesdeultratumba.Cuando ladespertamos,se recobróunpocoy laescuchamos...Noscontócómo loshabían fusilado, losconducíanal lugarde fusilamiento, aellaya suscincohijos.Mataron a sus hijos mientras les conducían hacia el cobertizo. Los alemanes se divertíandisparándoles... Les quedaba el último, un niño de pecho. El alemán le hacía señas a la madre:“Lánzalealaire,quelevoyadisparar”.Entonceslamadretiróalniño,perolotirócontraelsuelo,para ser ellamismaquien lomatara...A supropiohijo...Paraque el alemánno tuviese tiempode

disparar...Elladecíaquenoqueríavivir,quenopodíavivirenestemundodespuésdetodoeso...Quenoquería...»Yonoqueríamatar,nonacíparamatar.Queríasermaestra.Perovicómoquemabanlaaldea...No

podía gritar, tampoco podía llorar en voz alta: estábamos de reconocimiento y pasamos cerca deaquella aldea. Solo pude morderme las manos, me han quedado las cicatrices: me mordí hastasangrar.Recuerdocómogritabalagente...Lasvacasgritaban...Lasgallinasgritaban...Meparecíaquetodaslasvoceseranhumanas.Todoseresvivos.Ardíanygritaban.»Nolodigoyo,estáhablandomipena...»

ValentinaMijáilovnaIlkevich,enlacedepartisanos

«Losabíamos...Todossabíamosqueteníamosquevencer...»Mástardelagentepensóquehabíamostenidoquedejaramipadresoloenelpuebloapropósito,

que tenía que cumplir con alguna misión del comité provincial del partido. Pero ni le habíamosdejado ni existía ninguna misión. Fuimos nosotros quienes tomamos la decisión de luchar. Norecuerdoqueennuestrafamiliacundieraelpánico.Huboungrandolor,esosí,peronohubopánico,todos confiábamos en que venceríamos.Cuando los alemanes ocuparon nuestro pueblo, el primerdía, por la noche, mi padre tocó con el violín el himno de La Internacional. Quiso hacer algo...Expresarsuprotesta...»Pasarondosotresmeses...O...»Era un niño judío... El alemán lo ató a su bicicleta para que el niño corriera detrás como un

perrito:“Schnell!Schnell!”.Pedaleabaysereía.Eraunalemánjoven...Prontoseaburrió,bajódelabicicletaycongestosordenóalniñoquesepusieraderodillas...Decuatropatas...Quesearrastraracomounperro...Quesaltara...“Hund!Hund!”Lanzóunpalo:“¡Tráemelo!”.Elniñosepusodepieycorriendosefueaporelpalo,lorecogióconlasmanos.Elalemánseenfureció...Comenzóapegaralniño.Areñirlo.Leordenó:“Pontedecuatropatasytráemeelpaloconlaboca”.Elniñolohizo...»El alemán jugó con aquel niño un par de horas. Luego otra vez lo ató a la bicicleta y se

marcharon.Elniñocorríaacuatropatas...haciaelgueto...»¿Yustedmepreguntaporquédecidimosluchar?¿Porquéaprendimosadisparar?...»

ValentinaPávlovnaKozhemiákina,guerrillera

«¿Acasosepuedeolvidaralgoasí?...Losheridoscomíansalacucharadas...Llamabanalossoldados,queestabanenlafila,elsoldadooíasuapellido,dabaunpasoadelantey,delodébilqueestaba,secaíajuntoconsufusil.Delohambrientoqueestaba.»Lagentenosayudaba.Sinonoshubiesenayudado,elmovimientoguerrilleronohabríaexistido.

Elpuebloluchabaanuestrolado.Avecesllorando,peronosdabancomida.»—Juntospasaremoslapena.JuntosesperaremoslaVictoria.»Vertían en el saco las últimas patatas, pequeñas como guisantes, compartían el pan. Nos

preparaban sacos de provisiones para que nos los lleváramos al bosque.Uno decía: “Yo aportarétanto”,elsegundo:“Yoparticipocontanto”,“¿Ytú,Iván?”,“¿Ytú,María?”,“Yocomotodos,perotengohijos”.»¿Quéhubiésemoshechosinelapoyodelagente?Enelbosqueseocultabaunejércitoentero,sin

lagentehubiésemosmuerto; a lo largode laguerra, lapoblación sembrabay recogía lacosecha,cuidabade sushijosydenosotros,nosvestía.Meacuerdodequeunavezentramosenunaaldea,

estaban enterrando a un hombre viejo.Le habíanmatado la noche anterior,mientras sembraba.Elhombrecerróelpuñoenelqueteníalassemillas,tanfuertelocerróquenoconsiguieronabrírselo.Leenterrarontalcual,conlassemillasenlamano...»Nosotros íbamos armados, podíamosdefendernos.Pero ellos ¿qué?El castigopor haber dado

panalospartisanoseraelfusilamiento;yomequedabaadormirenunacasaymeibaporlamañana,sialguienhubieseinformadodequeenesacasahabíadormidounapartisana,losalemaneshabríanfusiladoa todos losquevivíanallí.Y todos eranunamujer con sus treshijosde corta edad.Esasmujeresnonosechaban,siveníamos,encendíanlaestufa,noslavabanlaropa...Nosdabanloúltimoquetenían:“Coman,chicos,coman”.Ylapatatadeprimaveraesdiminuta,pequeñacomounguisante.Nosotroscomíamosmientraslosniñosllorabanenunrincón.Noscomíamoslasúltimaspatatas...»

AleksandraNikíforovnaZajárova,comisariapolíticadelRegimientodePartisanos225delaprovinciadeGómel

«Miprimeramisión...Meentregaronunasoctavillas.Lasescondídentrodelaalmohada.Mimadremehizo la camay las encontró.Abrió la almohada.Lloró. “Arruinarás tuviday lamía también.”Aunquedespuésmeayudó.»A menudo nos visitaban los enlaces de los partisanos. Llegaban, desguarnecían el caballo,

entrabanencasa.¿Creequelosvecinosnosedabancuenta?Losveíanyadivinabanquiéneseran.Yodecíaqueveníandepartedemihermano,quevivíaen laaldea.Pero todossabíanqueyono teníaningún hermano. Les estoy agradecida, debería hacer una profunda reverencia ante todos los quevivenenmicalle.Unapalabrasuyahabríabastadoparaquetodamifamiliamuriese.Unaseñalconun dedo había sido suficiente... Pero nadie...Ni una sola persona...Durante la guerrame enamorétantodelagentequeyanopodrédejardeamarlanunca...»Despuésde la liberación...Yo ibapor lacalleymirabaatrás: temersehabíaconvertidoenuna

costumbre, ya no era capaz de caminar tranquilamente. Iba y contaba los coches, en la estacióncontabalostrenes...Mehacostadodesacostumbrarme...»

VeraGrigórievnaSedova,integrantedeungrupoclandestino

«Yaestoyllorando...Nopuedoretenerlaslágrimas...»Unavezentramosenunacasa,dentronohabíanada,dosbancosdemaderadesnudosyunamesa.

Creoquenisiquierahabíaunajarraparabeberagua.Alagenteselohabíanquitadotodo.Solohabíaunaimagensantaenunrincónyunpañodelinocolgadodebajo.»Losdueñoserandosancianos.Unodelosnuestrossequitólasbotas,suspealeserantanviejosy

estabantandesgarradosquenoconseguíaenvolverselospiesconellos.Fuerallovía,elsueloestaballeno de fango, y las botas de aquel hombre estaban rotas. La anciana se levantó, se acercó a laimagensanta,descolgóelpañoyseloentregóalhombre:“¿Hijo,cómovasaandarasí?”.»Nohabíanadamásenaquellacasa...»

VeraSafrónovnaDavídova,guerrillera

«Los primeros días... Encontré en las afueras de la aldea a dos heridos... Uno había recibido unaheridaenlacabeza,elotrosoldadoteníaunfragmentodemetrallaenunapierna.Yomismaleextrajelametralla,vertíquerosenoenlaherida:noencontrénadamás.Yasabíayo...lodelqueroseno,que

servíaparadesinfectar...»Los cuidéhastaque se recuperaron.Primerouno semarchóal bosque,después el segundo.El

último,antesdeirse,secayóderodillas.Mequeríabesarlospies.»—¡Hermana!Mehassalvadolavida.»Nohuboninombre,niapellidos.Solohermanoyhermana.»Porlanochelasmujeresveníanamicasa.»—DicenquelosalemaneshanentradoenMoscú.»—¡Jamás!»Conesasmismasmujeres,despuésdelaliberación,levantamoselkoljós,menombraronlajefa.

Contábamos con cuatro viejos y con cinco chavales de diez o trece años. Eran mis aradores.Teníamos veinte caballos, todos en mal estado, había que curarlos. Esas eran todas nuestraspertinencias. No teníamos ni máquinas, ni colleras. Las mujeres levantaban la tierra con palas,rastrillábamos con las vacas y los bueyes, los animales se tumbabany nohabíamanera de que sevolvieranalevantar.Loschavalessepasabanlosdíaslabrandoelcampo,llegabalanoche,abríansuspaquetitos, y dentro siempre tenían lamisma comida:prasnak. ¿A que no sabe qué es, ni ha oídonunca esa palabra? Es una especie de pan...Muy,muy amargo. Lamasa se hacía con semillas deacelgamachacadascontrébol.»Enotoñorecibimosdirectrices,senosordenabaentregarquinientosochentametroscúbicosde

madera.¿Yconquiénibayoacortarlosárboles?Fuiconmihijodedoceañosymihijadediez.Lomismohicieronelrestodelasmujeres.Cumplimosconloordenado...»

VeraMitrofánovnaTolkachiova,enlacedepartisanos

NarranIósifGueórguievichYasukévichysuhijaMaría,enlacesdepartisanosdurantelaguerra:

IósifGueórguievich:—Lo di todo para la Victoria... Lo más querido. Mis hijos combatían en el frente. A mis dos

sobrinos les fusilaronporestarvinculadosa lospartisanos.Losnazisquemaronamihermana, lamadredeaquellosmuchachos.Ensupropiacasa...Lagentecontabaque,hastaqueelhumolocubriótodo,selaveíaaella,erguidacomosifueraunavela,conunaimagensantaenlasmanos.Despuésdelaguerra,siemprequeseponeelsolmeparecequeveoalgoardiendo...

María:—Yoeraunaniña,teníatreceaños.Sabíaquemipadreayudabaalospartisanos.Locomprendía.

Denocheveníanloshombres.Dejabanunascosas,sellevabanotras.Mipadresolíallevarmeconél,meacomodabaenelcarro:“Siéntateaquíyno temuevas”.Llegábamos,élextraía lasarmaso losfolletos.»Mástardeempezóaenviarmealaestación.Meexplicóloqueteníaquemirarymemorizar.Yo

pasaba sigilosamente, me escondía entre los arbustos y me quedaba allí hasta la noche, contabacuántos trenes habían pasado. Memorizaba qué transportaban, estaba a la vista: armas, tanques osoldados.Dosotresvecesaldíalosalemanesdisparabancontralosarbustos.—¿Noledabamiedo?—Yoerapequeña,siemprepasabadesapercibida.Aqueldía...Lorecuerdobien...Mipadrehizodos

intentosdesalirdelcaseríodondevivíamos.Delantedelbosqueleesperabanlospartisanos.Probósuertedosvecesycadavezlaspatrullaslehacíanvolver.Anochecía.Mipadremellamó:“María...”.Mimadregritóatodopulmón:“¡Nodejaréquelacría...!”.Metratódedetener...»Corrí a través del bosque, tal como mi padre me había dicho. Me conocía de memoria cada

sendero,perolaoscuridadmedabamiedo.Encontréalospartisanos,ellosmeesperaban,lespaséelinforme.Regresécuandoeldíayadespuntaba.¿Cómoibaaburlarlaspatrullasalemanas?Empecéaandarencírculos.Elhieloquecubríaellagoserompióymecaíalagua;lachaquetademipadre,susbotassehundieron.Logrésalir...Corrídescalzaporlanieve...Enferméydesdeentoncesyanomehelevantadodelacama.Laspiernassemequedaronparalizadas.Nohabíanimédicosnimedicamentos.Mamámecurabaconinfusiones.Hacíacompresasdearcilla...»Cuandoacabó laguerra, fuimosaconsultarcon losmédicos.Peroyaerademasiado tarde.Me

quedé en la cama... Puedo estar sentada, pero no por mucho tiempo, guardo cama, miro por laventana...Recuerdolaguerra...

IósifGueórguievich:—Lahellevadoenbrazos...durantecuarentaaños.Comosifueraunbebé...Hacedosañosmurió

miesposa.Medijoquemeloperdonabatodo.Lospecadosdelajuventud...Todo...MenosloquelepasóaMaría.Loviensumirada...Medamiedomorir,entoncesMaríasequedarásola.¿Quién lallevaráenbrazos?¿Quiénlabendeciráantesdequeseduerma?¿QuiénrogaráaDiosporella?...

SOBREMAMÁSYPAPÁS

LaaldeadeRatyntsy,deldistritodeVolózhinski,enlaprovinciadeMinsk,seencuentraaunahoradeviajede lacapital.Esunaaldeabielorrusacomocualquierotra:casasdemadera,patiosdelanterosllenosdeflores,gallosypatospaseandoporlascalles.Losniñosjueganconlaarena.Lasviejassesientanenlosbancosdelantedesuscasas.Hevenidoaveraunadeellas,perosehacongregadotodalacalle.Hablan.Esuncoroplañendo.Cadaunallorasupropiapena,queeslamismaentodasellas.Hablandecómolabrabanlatierra,

decómohorneabanelpanpara lospartisanos,decómoprotegíana losniños,cómoacudíana lasvidentes y gitanas, adivinaban los sueños y pedían la ayuda de Dios. De cómo esperaban a sushombresquevolvierandelaguerra.Meheapuntadotresnombres:ElenaAdámovnaVelichko,JustinaLukiánovnaGrigoróvichyMaría

FiódorovnaMazuro.Losdemásquedaronahogadosentrellantos...

«¡Ay,hijamía!Cariño, ¡nomegustaeldíade laVictoria! ¡Lloroesedía! ¡Ay,cómolloroesedía!Cuandomeparoapensar, todovuelveconmigo.Ladichaestálejos, ladesdichalallevosiempreacuestas...»Losalemanesnosquemaron,selollevarontodo.Nosquedamossoloconlaspiedrashumeantes.

Regresamosdelbosqueyyanohabíanada.Solo losgatos. ¿Quécomíamos?Enveranoyo iba albosque,recogíasetas,frutas.Teníalacasallenadeniños.»Seacabólaguerra,nosapuntaronalkoljós.Yorecogía,segaba,batíaeltrigo.Nohabíacaballos,

nosotrasmismas arrastrábamos el arado.Cuando la guerra,mataron a todos los caballos.Y a losperros.Mimamásolíadecir:“Cuandomemuera,noséquéserádemialma,peromismanosseguroquedescansarán”.Mihijateníadiezaños,ellalabrabaelcampoconmigo.Eljefedelabrigadavinoaverla, se sorprendía: “¿Cómo una cría tan pequeña puede cumplir con la obrada?”. Y nosotras

labrábamosylabrábamoslatierrasinparar,elsolseponía,deseábamosquenolohicieranunca.Eldíasenosquedabacorto.Doblábamoslaobradadiaria.Ynocobrábamosnada,tansoloanotábamoslasjornadasdetrabajo.Enveranoíbamosalcampocadasantodía,enotoñonollegábamosacobrarniunsacodetrigo.Criábamosalosniñosabasedepatata...»

«Seacabó laguerra.Mequedé sola, solita.Hacíadevaca,hacíadebuey,hacíademujer,hacíadehombre.¡Aydemivida!..»

«Laguerra,lapena...Enmicasasolohabíaniños.Noteníamosniunbanco,niunarca.Estábamospelados.Comíamosbellotasyenprimaveramasticábamoshierba...Mihijacomenzóelcolegio,soloentonceslecomprésusprimerasbotas.Seacostabaconesasbotitas,noqueríaquitárselas.¡Asíeranuestravida!Lavidasenosacabaynohaynadaquerecordar.Sololaguerra...»

«Corría el rumor de que los alemanes habían reunido a un montón de prisioneros en un pueblocercano,quesireconocíasalostuyos,podíasllevártelosacasa.¡Nuestrasmujerescorrierontodasparaallá!Porlanocheregresaron,algunasconlossuyosyotrasconforasteros;contarontalescosasqueunanoselopodíacreer:lagentesepudríaviva,semoríandehambre,sehabíancomidotodaslas hojas de los árboles...Comíanhierba...Comían las raíces que encontraban en la tierra...Al díasiguiente, yo también fui, no encontré a losmíosydecidí: “Salvaré al hijode algunamadre”.Mecayóbienuno,eramoreno,sellamabaSashkó,igualqueminieto.Esechicoteníadieciochoañitos...Aunalemánleentreguéunoshuevosyuntrozodemanteca,ylejuré:“Esmihermano”.LojuréporDios. Llegamos a casa, Sashkó no se comió ni un huevo, estabamuy débil. Enmenos de unmessurgióentrelosnuestrosunjudas.Habíavividocomotodos,estabacasado,conhijos...Peroesejudasse fue a chivar a la comandancia, denunció a los alemanes que estábamos albergando a unosforasteros.Aldíasiguientesepresentaronlossoldadosensusmotocicletas.Lesrogamosderodillas,peroellosnosmintieron,dijeronquese llevabanaesagentecercadesuscasas.LediaSashkóeltrajedemiabuelo...Creíaqueviviría...»Pero les condujeron fuerade la aldea... y les acribillaronabalazos.A todos.Sin excepciones...

¡Erantanjóvenes!Lasquehabíamosalojadoalosforasteros,éramosnueve,decidimosescondersuscuerpos.Cincodenosotrassacamosalosmuertosdelhoyomientraslasotrascuatrovigilabanparaque los alemanes no nos descubrieran. No se podía cavar a mano, eran días de mucho calor yllevabanmuertoscuatrodías...Teníamosquetenermuchocuidadoalcavarconlaspalas,podíamosdañar los cadáveres...Usábamosmanteles, poníamos los cuerpos encimay los arrastrábamos.Nostapábamoslanariz,íbamosconagua.Porsicaíamosdesmayadas...Cavamosunafosaenelbosque,losdejamosallí,unosalladodelosotros...Lestapamoslascarasconsábanas...»Loslloramosunañoentero.Ycadaunadenosotraspensaba:“¿Dóndeestarámimarido?¿Dónde

estarámihijo?¿Estaránvivos?”.Laqueesperadesespera...¡Ay,hija..!»

«Mimaridoeraunbuenhombre.Unañoymedio,esofueloquedurónuestravidajuntos.Cuandoélse fue a la guerra, yo llevaba anuestra hija enmi interior.Él no llegó a verla, di a luz sin él. Semarchóenveranoyyotuveanuestraniñaenotoño.»Aúnleestabadandoelpecho,lacríanohabíacumplidoniunaño.Yoestabasentadaenlacama

con ella... Oí que alguien daba golpecitos en la ventana: “Lena, han traído una nota... Sobre tuhombre...”. (Lasmujerespararonalcartero,vinieronadecírmeloellas.)Me levantécon laniñaenbrazosylalechesalióbrotando,achorros.Laniñagritó:sehabíaasustado.Desdeentoncesrechazóel pecho. Fue un sábado, justo en vísperas delDomingo deRamos. En elmes de abril. El sol yacalentaba... En la nota leí que mi Iván había perdido la vida en Polonia. Recibió sepultura en las

afueras de la ciudad de Gdansk.Murió el 17 demarzo de 1945. Era una nota pequeña, delgada...Nosotros ya esperábamos la Victoria, esperábamos que de un día para otro volvieran nuestroshombres.Losárbolesyaflorecían...»Tras aquel susto,mi niña enfermó, no se curó hasta que comenzó el colegio. Si golpeaban la

puerta, si oía un grito, enseguida se poníamalita. Por las noches lloraba.Yo lo pasémal durantemuchotiempo,duranteunossieteañoselsolnomesonrió.Lavidaeranegracomolabocadellobo.»Nosdijeron:“¡Victoria!”.Empezaronaregresarloshombres.Peronovolvierontodosaquellos

delosquenoshabíamosdespedido.Regresaronmenosdelamitad.MihermanoYúsikfueelprimeroenvolver.Aunquevinomutilado.Teníaunaniñacomolamía.Suhijacumplióloscuatroaños,luegoloscinco...Mihija ibaa jugarasucasa,undíavolvióacasacorriendoy llorando:“No irémás”.“¿Porquélloras?”,lepregunté.“Olga(laotraniñasellamabaOlga)sesientaenlasrodillasdesupapá,éllaabraza.Yonotengopapá.Solotengoamamá.”Nosabrazamos...»Yasídurantedoso tresaños.Laniñavolvíade lacalleymedecía:“¿Puedo jugarencasa?Si

vienepapáyestoyenlacalleconlosotrosniños,nomereconocerá.Élnomehavistonunca”.Yonopodíaconvencerlaparaquesalieraafuera.Laniñasepasabalosdíasencerrada.Esperandoasupapá.Nuestropapájamásregresó...»

«Elmío,almarcharsealaguerra,llorómucho;cómoledolíadejarasushijospequeños.Tantapenasentíaelhombre.Losniñoseranmuypequeños,aúnnocomprendíanqueteníanunpadre.Yencimatodoseranniños.Almáspequeñoyolellevabaenbrazos.Supadrelocogióyloestrechócontrasupecho.Yalesordenaban:“¡Enfilas!”.Yélnopodíasoltaralcrío,seponíaenlafilaconelniñoenbrazos... El comandante le reñía, y él bañaba al crío en lágrimas. Le dejó los pañales mojados.Corrimos con los niños detrás de él, hasta salimos fuera de la aldea, unos cinco kilómetros.Corríamosjuntoconotrasmujeres.Mishijosyasecaíanalsuelo,yoapenasteníafuerzasparallevaralpequeño.PeroVladímir—mimarido—mirabaatrásyyoseguíacorriendo.Mequedésolaenlacarretera...Alosdemásniñosloshabíaperdidoporelcamino.Ibasoloconelpequeño...»Al cabo de un año me llegó la nota: “Su marido Vladímir ha muerto en Alemania, cerca de

Berlín”.Ni siquierahevisto su tumba.Regresóunvecino, sanoy salvo, regresóotro, ese sinunapierna.Tantapenasentí:ojaláelmíohubieseregresado,dabaigualquefuerasinambaspiernas,peroojaláestuviesevivo.Yolehabríallevadoenbrazos...»

«Mequedécontreshijos...Cargabacontodo: traíaelheno, ibaalbosqueabuscarleña,cavabalaspatatas.Lohacíatodo...Arrastrabaacuestaselarado,elrastrillo.¿Acasomequedabaotra?Entrelasvecinas,unasíyotratambién,habíaunaviudaounamujerdesoldado.Noshabíamosquedadosinloshombres.Sin los caballos.A los caballos también se los habían llevado a la guerra.Yo estabaentrelasmejorestrabajadoras.Pormitrabajomedierondosdiplomas,yenunaocasiónhastarecibídiezmetrosdetela.¡Fueunaalegría!Amisniños,alostres,lesapañéunascamisas...»

«Después de la guerra... Los hijos de los que habíanmuerto apenas tuvieron tiempo de crecer. Sehacíanmayores.Eranchavalesde treceocatorceañosyyasecreíanadultos.Queríancasarse.Nohabíahombresynofaltabanmujeresjóvenes...»Siamímehubiesendicho:“Entregatuvacaynohabráguerra”.¡Lahabríaentregado!Paraque

mishijosnuncasupiesenloqueyosupe.Mipenaduermeconmigo,yconmigoselevanta...»«Miroporlaventanaymepareceverloaél...Meocurreaveces,amediatarde...Yasoyunavieja,peroaélleveojoven.Igualquecuandonosdespedimos.Sileveoensueños,tambiénleveojoven.Enlossueñosyotambiénlosoy...»Lasdemásmujeresrecibieronlaspartidasdedefunción,yosolotengolanotade“desaparecido

en combate”. Está escrito con tinta azul. Los primeros diez años le esperaba cada día. Y le sigoesperando.Nuncaseteacabalaesperanzadequeestéentrelosvivos...»

«¿Cómoviveunaestandosola?Lagentepasaportucasa,unosteayudan,losotrosno.Losdemáscomentan.Cadaunoescupesuspalabras...Lagentesecansódechismorrear,losperrossecansarondeladrar...SimiIvánhubiesepodidoverasuscinconietos...Avecesmepongodelantedesuretratoyleenseñolasfotografíasdesusnietos.Habloconél...»

«Ay,ay,ay...Ay,Señor...Padremisericordioso...»

«Justodespuésdelaguerratuveunsueño:yosalíadecasaymihombreestabadandovueltasporelpatio...Vestidodemilitar...Yme llamaba amí.Salté de la cama, abrí la ventana...No se oía ni unsusurro.Nisiquieralospájaros.Tododormía.Elvientosepaseabaporentrelosárboles...Silbaba...»Porlamañanacogíunadecenadehuevosyfuiaveralagitana.“Yanoestáentrelosvivos.”Me

echólascartas.“Noesperesenvano.Essualmaqueestávagando.”Estábamosjuntosporamor.Ungranamor...»

«Unavidentemeexplicó:“Cuandotodosduerman,túcúbreteconunpañuelonegroysiéntatedelantedeunespejogrande.Deallíapareceráél...Noletoquesniaél,niasuropa.Soloháblale...”.Mepasélanochesentada...Élvinopocoantesdedespuntareldía...Nomedecíanada,estabacalladoylloraba.Semeapareciócomounastresveces.Yolellamabayélvenía.Lloraba.Dejédellamarle.Medabatantapena...»

«Yotambiénesperoelencuentroconmihombre...Selocontarédíaynoche.Noquieronadadeél,soloquemeescuche.Habráenvejecidoallí,enelcielo.Igualqueyo.»

«Ay,mitierra...Cuandotrabajolatierra,cavandopatatasoremolacha...,pienso:“Élestáallí,prontomeiréconél...”.Mihermanamedice:“Nomiresalsuelo,miraalcielo.Arriba.Ellosestánallí”.Porallíestámicasa...Estácerca...Quédateconnosotras.Siduermesaquí,porlamañanasabrásmás.Noses lomismo la sangre que el agua, da pena derramarlas, pero derraman la sangre.Lo veo por latelevisión.Cadadíaloveo...»No es necesario que escribas sobre nosotras... Un recuerdo es más valioso... Hemos estado

hablando contigo.Hemos llorado.Tú, cuando te despidas,mira atrás, date la vuelta para vernos anosotrasyanuestras casas.Nomiresunavezcomosi fuerasunaextraña,hazlodosveces.Comohacenlosnuestros.Nohacefaltanadamás.Gírateparamirarnos...»

SOBRELAPEQUEÑAVIDAYLAGRANIDEA

«Yosiemprehabíacreído...YohabíacreídoenStalin...Habíacreídoen loscomunistas.Yoeradelpartido.Creíaenelcomunismo...Paraellovivía,habíasobrevividoparaello.DespuésdeldiscursodeJruschovenelXXCongreso,[24]cuandohablódeloserroresdeStalin,caíenferma.Nopodíacreerque fuera verdad. En la guerra yo también gritaba: “¡Por la Patria! ¡Por Stalin!”. Nadieme habíaobligado...Yolocreía...Eramivida...»Seloexplicaré...»Combatídurantedosañosenungrupodepartisanos...Enelúltimocombatemehirieronenlas

piernas,perdíelconocimiento,hacíamuchofrío,cuandomedespertécomprendíquesemehabían

congeladolasmanos.Ahoralastengobien,peroenaquelmomentomismanoserannegras...Ylaspiernas,porsupuesto,tambiénsemehabíancongelado.Sinohubierasidoporelfrío,alomejormehabríansalvadolaspiernas,peroestabansangrandoypasémuchotiempotumbadaenlanieve.Meencontraron,mepusieronjuntoalosdemásheridos,noshabíanreunidoatodosenelmismositio,ylosalemanesvolvierona rodearnos.Elgrupo luchaba...Tratabanderomperelcerco...Anosotros,losheridos,nosamontonaronsobreunostrineoscomosifuéramosleña.Nohabíatiempoparacurarlas heridas, ni para cuidar de nosotros, nos llevaban al centro del bosque. Nos escondían. Nosalejabanmásymás...FinalmentecomunicaronaMoscúqueyoestabaherida.EradiputadadelSóvietSupremo.Eraunapersonaimportante,mispaisanosseenorgullecíandemí.Procedodelomásbajo,soy una simple campesina. Vengo de una familia de campesinos.Me afilié al partido siendomuyjoven...»Perdílaspiernas...Melascortaron...Enelbosquemesalvaronlavida...Laintervenciónsellevóa

caboenunascondicionespésimas.Paraoperarme,mesubieronaunamesa,nisiquierahabíayodo,me cortaron las piernas con una simple sierra, ambas piernas...Me tumbaron sobre lamesa y nohabíayodo.Fueronabuscaryodoaotraunidadsituadaaseiskilómetros,yyomientras tantoallí,estirada sobre la mesa. Sin anestesia. Sin... En vez de anestesia había una botella de aguardientecasero.Nohabíanada,solounasimplesierra...Decarpintero...»ContactaronconMoscú,pidieronunavión.Elaviónvinotresveces,sequedabadandovueltasy

nolograbadescender.Portodasparteshabíafuegointenso.Lacuartavezelaviónaterrizó,peroyame habían amputado las dos piernas. Más tarde, en Ivánov, en Tashkent, me hicieron cuatroreamputaciones, cada vez que reaparecía la gangrena. Cada vez me cortaban un trocito más yfinalmente resultó una amputación muy alta. Al principio lloraba... Lloraba a lágrima viva... Meimaginabaamímismaarrastrándomeporelsuelo,creíaquenopodríaandar,soloserpentear.Noséloquemeayudó,loquemedetuvo...Cómologréconvencermeamímisma...Claroqueencontréabuenagente.Muchabuenagente.Habíauncirujano,éltampocoteníapiernas...Puesélcomentaba,melodijeronlosotrosmédicos:“Meinclinoanteella.Heoperadoamuchoshombres,peronohevistoa nadie como ella. Ni un gemido”. Yo me mantenía firme... Delante de los demás, me habíaacostumbradoaserfuerte...»DespuésregreséaDisna.Amipueblonatal.Regreséconmuletas.»Ahoracaminomalporqueyasoyvieja,peroentoncesibaatodaspartescorriendoyapie.Corría

sobre lasprótesis.Visitaba loskoljós.Menombraronvicepresidentadel comitéejecutivo regional.Un puesto de responsabilidad. No me quedaba sentada en mi despacho. No paraba de visitar lasaldeas,loscampos.Sinotabaquemetratabancondeferencia,inclusomeenfadaba.Enaquellaépocahabía pocos jefes de los koljós debidamente preparados; si se iniciaba una campaña importante,nombraban a los responsables del comité ejecutivo regional. Cada lunes nos reunían en él y nosdesignaban las tareas,decíanquién iríaadónde.Undíamequedémirandopor laventana: todossedirigíanal comité regionalyamí todavíanomehabían llamado.Mesentímuydolida,quería sercomolosdemás.»Por finsonóel teléfono,me llamabaelprimersecretario:“FioklaFiódorvna,vengaaverme”.

Quéfelizmesentí,aunquemeeramuydifícilvisitarlasaldeas;meenviabanalasaldeassituadasaveinteotreintakilómetros,avecesunvehículoteacercabayavecestetocabairapie.Loscaminospasabanporbosques;simecaía,aduraspenasmepodía levantar.Dejabaelbolsoenel suelo,meapoyaba ome agarraba a un árbol, poco a pocome ponía de pie y seguía caminando.Y eso quecobrabalapensión.Hubiesepodidovivirparamímisma,soloparamímisma.Peroyoqueríavivirparalosdemás.Soycomunista...»No tengo nada mío. Solo las órdenes, las medallas, los diplomas de honor. El Estado me

construyólacasa.Esunacasagrandeporquenohayniños,poresoparecetangrande...Ylostechos

parecentanaltos...Vivoaquíconmihermana.Ellaparamíesunahermana,unamadre,unaniñera.Mehehechovieja...Porlamañanayanosoycapazdelevantarmesinquemeayuden...»Vivimoslasdos,vivimosdelpasado.Nuestropasadoesbello.Lavidaeradifícil,peroerabellay

honesta,nomearrepiento.Hevividohonestamente...»

FioklaFiódorvnaStrui,partisana

«Hemossidoformadospornuestrotiempo.Dimoslomejordenosotros.Nohabrámásépocascomoaquella. No se repetirá. Entonces nuestras ideas eran jóvenes y nosotros también éramos jóvenes.HacíapocoquehabíamuertoLenin.Stalinestabavivo...Conquéorgullollevabayoelpañuelorojo,eldistintivodelaOrganizacióndePionerosdelaUniónSoviética,olainsigniadelKomsomol...»Estalló la guerra. Y nosotros allí, tal como éramos... Por descontado, pronto se organizó un

movimientoclandestinoennuestraciudad,Zhitómir.Yoestuvedesdeelprincipio,nisiquierasehabíadiscutido:¿participarono?¿Nosdabamiedoono?Nilohabíamoscomentado...»Unos meses más tarde, los nazis dieron con la pista de nuestro grupo. Alguien nos había

traicionado. La Gestapome arrestó... Claro que teníamiedo. Paramí eso fuemás terrible que lamuerte.Lastorturasmeaterrorizaban.Meaterrorizaba...¿Ysinoaguantolastorturas?Cadaunodenosotros reflexionaba sobre ello... A solas... Yo, por ejemplo, ya desde pequeña soportaba malcualquierdolor.Sinembargo,aúnnonosconocíamos,nosabíamoslofuertesqueéramos...»Enelúltimointerrogatorio,despuésdeserincluidaporterceravezenlalistadeloscondenadosa

fusilamiento, pasó lo siguiente... El tercer fiscal dijo que él había estudiado laHistoria... Ese naziquería entender por qué éramos como éramos, por qué nuestras ideas eran tan importantes paranosotros.“Lavidaestáporencimadelasideas”,decíaél.Yo,porsupuesto,noestabadeacuerdo.Élmegritaba,mepegaba.“¿Qué?¿Quéesloqueosobligaacomportarosdeestemodo?¿Aaceptarlamuertecontranquilidad?¿Porquéloscomunistascreéisqueelcomunismodebevencerentodoelmundo?”,mepreguntaba.Hablabarusoalaperfección.Asíquedecidícontárselotodo,yosabíaquememataríandetodosmodos,queríaquenofueraenvano,quesupiesenlofuertesqueéramos.Meestuvointerrogandocomounascuatrohoras,yolecontestabaloquesabía,loquehabíaestudiadodemarxismo-leninismoenelcolegioyenlauniversidad.¡Quémallopasabaél!Sellevabalasmanosala cabeza, recorría la habitación comoun demente, de pronto se paraba ymemiraba atónito, porprimeraveznomeestabapegando...»Mequedédepiedelantedeél...Lamitaddelacabellera—antesllevabadostrenzasgruesas—me

la habían arrancado. Estaba hambrienta... Al principio soñaba con un pequeño pedacito de pan,despuésconunacorteza,despuésmehabríaconformadoconencontraralmenosunasmigas...Eseeramiaspecto...Peromimiradaeraardiente...Meescuchóduranteunlargorato.Meescuchabaynomepegaba...No,élaúnnosentíamiedo,era1943.Aunquesindudapercibíacierto...peligro.Quisoaveriguarquéclasedepeligroera.Yolerespondí.Cuandomefui,apuntóminombreenlalistadeloscondenados...»Lanochepreviaalfusilamientolapasérecordandomivida,micortavida...»El día más feliz fue cuando mis padres, después de haberse alejado a unos kilómetros de la

ciudad,bajoelbombardeo,decidieronvolver.Decidieronnomarcharse.Quedarseencasa.Yosabíaque íbamos a luchar. Creíamos que la Victoria no tardaría. ¡Seguro que sí! En primer lugar, nosdedicamosalocalizaryasalvaralosheridos.Estabanenelcampo,tumbadossobrelahierba,enlaszanjas, algunos habían logrado refugiarse en los establos. Una mañana salí al huerto a recogerpatatasymeencontréauno.Estabaenlasúltimas...Eraunoficialjoven,lasfuerzasnolellegabanniparadecirmesunombre.Susurrabaalgo...Noentendínada...Recuerdolodesesperadaquemesentí.

Aunquemeparecequenuncahesidotanfelizcomoenaquellosdías...Mereencontréconmispadresporsegundavez.Antesyocreíaqueamipadrenoleinteresabalapolítica,éleraunbolcheviquesinpartido.Mimadreeraunacampesinasinestudios,creíaenDios.SepasótodalaguerrarezándoleaDios.Pero¡cómo!Seponíaderodillasdelantedeunicono:“¡Salvaalpueblo!¡SalvaaStalin!Salvaal partido comunista de este monstruo de Hitler”. En la Gestapo, mientras me interrogaban, yoesperabaqueencualquiermomentoseabriríalapuertayentraríamifamilia,mipadreymimadre...Medabacuentadedóndemeencontrabayerafelizdenohabertraicionadoanadie.Másquemorirnosasustabalaposibilidaddetraicionar.Cuandomearrestaron,supequeviviríauncalvario.Sabíaquemiespírituerafuerte,pero¿ymicuerpo?»No recuerdo el primer interrogatorio... Estaba consciente... Tan solo una vez perdí el

conocimiento, fue cuandome retorcieron losbrazos conuna especiede rueda.Creoquenogrité,aunque antes de empezar conmigo ya me habían demostrado cómo gritaban los otros. En lossiguientesinterrogatoriosperdílacapacidaddesentirdolor,elcuerposemeentumecía.Parecíaqueestabahechodemadera.Teníaunúnicopensamientoen lacabeza:“¡No!Nomemorirédelantedeellos. ¡No!”.Solodespués,alvolvera lacelda,volvíaasentireldolor,surgían lasheridas.Estabatotalmente herida. Todo mi cuerpo... ¡Aguantar! ¡Aguantar! Para que mi madre supiese que habíamuertosiendounapersona,sintraicionaranadie.¡Mamá!»Mepegaban,mecolgaban.Antessiempremequitabantodalaropa.Hacíanfotografías.Conlas

manossolomepodíacubrirlospechos...Habíavistoagentevolverseloca...ComoelpequeñoKolia,unniñoquenohabíacumplidoniunaño,leestábamosenseñandoapronunciar“mamá”;cuandoleapartaronde sumadre intuyóque la estabaperdiendopara siempreygritóporprimeravez en suvida: “¡Mamá!”. Era más que una palabra... Le quiero contar... Se lo quiero contar todo... ¡Me heencontradoconpersonasextraordinarias!Moríanen loscalabozosde laGestapo, solo lasparedesconocieron lo valientes que eran. Cuarenta años después, me pongo de rodillas delante de ellos.“Morir es lo más sencillo”, decían. Pero vivir... ¡Cuántas ganas de vivir teníamos! Sabíamos quevenceríamos,loúnicoquenosabíamoserasisobreviviríamoshastaesegrandía.»Ennuestraceldahabíaunapequeñaventanaconunareja.Comoestabamuyalta,alguienteníaque

ayudarteasubiryentoncespodíasverunpedacitodetejado.Estábamostandébilesquenopodíamosayudarnosentrenosotrasasubir.Connosotras,enlacelda,estabaAnia,eraparacaidista.Sugrupohabía desembarcado en la retaguardia del enemigo, cayeron en una emboscada, entonces lacapturaron. Pues ella, cubierta de sangre, de pronto pidió: “Subidme, quieromirar fuera. ¡Quierover!”.»Loqueríaypunto.Entretodaslalevantamos,ellaexclamó:“Chicas,hayunaflorallí...”.Ytodas

empezaronapedir:“¡Yotambiénquiero!...¡Yotambién!...”.Nosédedóndesacamoslasfuerzas.Eraundientedeleón,asabercómohabíallegadoapararaaqueltejado,cómohabíaarraigadoallí.Cadauna de nosotras pidió un deseo. Ahora creo que todas pedimos lo mismo: salir vivas de aquelinfierno.»Me gustaba mucho la primavera... Adoraba el florecer de los cerezos y el perfume de lilas

envolviendolasflores...Nosesorprendaantemiestilo,yosolíaescribirversos.Puesahoradetestolaprimavera.Laguerraseinterpusoentremialmaylanaturaleza.VialosnazisenmiZhitómirnataljustoalflorecerloscerezos...»Sobrevivídemilagro...Mesalvóunagentequequeríamostrarlesuagradecimientoamipadre.

Mi padre eramédico, en aquelmomento eso era algo importante.Me empujaron fuera de la fila,estabaoscuroynosconducíanallugardefusilamiento.Yoestabaciegadeldolor,caminabacomoenunsueño...Ibaadondemellevaran...Luegomerecogieron...Metransportaronacasa,teníaelcuerpocubiertodeheridas,enseguidatuveunbrotedeeccemanervioso.Nosoportabaoírvoces.Lasoíaysentíadolor.Mispadreshablabanensusurros.Yogritabasinparar,solomecalmabasimesumergía

enaguacaliente.Nodejabaquemimadresealejasedemí,ellamepedía:“Hija,hedepreparar lacomida.Trabajarenelhuerto...”.Meagarrabaaella...Encuantosoltabasumano,todoloquehabíasoportadomevolvíaaaplastar.Metraíanfloresparadistraerme.Lascampánulas,miflorfavorita...Lashojasdecastaños...Losoloresmedistraían...Mimadreguardóelvestidoqueyohabíallevadomientras estuve en la Gestapo. Cuando mamámurió, encontré el vestido debajo de su almohada.Hastasuúltimorespiro...»Me levanté por primera vez cuando vi a nuestros soldados. De pronto yo, la que no se había

levantado de la cama en todo un año, salté y corrí afuera: “¡Queridos! Queridos míos... Habéisvuelto...”.Lossoldadosmellevaronenbrazosamicasa.Tananimadaestabaquealdíasiguientefuialaoficinadereclutamiento:“¡Quierotrabajar!”.Informaronamipadre,élvinoabuscarme:“Nena,¿cómo has venido? ¿Quién te ha ayudado?”.Duró poco...Recaí, los dolores regresaron... Era unatortura...Gritabadurantedíasenteros.Lagentepasabapordelantedenuestracasayrezaban:“Señor,aceptasualmaoayúdalaparaquenosufra”.»MesalvaronlasarcillasmedicinalesdeTsjaltubo.Mesalvóeldeseodevivir.Simplementevivir,

nadamás.Vivíunosaños.Vivícomoelrestodelagente...Viví...Durantecatorceañostrabajéenunabiblioteca.Fueronunosañosfelices.Losmásfelices.Ahoramividaesunaluchaconstantecontralasenfermedades.Digan loquedigan, lavejezes fea.Yencima lasoledad,mehequedadosola.Hacetiempoqueyanoestánmispadres.Pasonocheslarguísimassinpegarojo...Hanpasadomuchosaños,pero no me he librado de mi pesadilla más terrible, me despierto bañada en sudores fríos. Norecuerdo el apellido de Ania... No recuerdo si era de Briansk o de Smolensk. ¡Recuerdo cómodetestaba lamuerte!Cruzaba losbrazosdetrásde lacabezaygritabapor laventanaenrejada:“¡Yoquierovivir!”.»Noencontréasusfamiliares...Noséaquiénpuedocontárselo...»

SofíaMirónovnaVereschak,integrantedeunaorganizaciónclandestina

«Después de la guerra supimos de los campos de concentración nazis, deDachau, deAuschwitz...¿Cómopodríayodaraluzsabiendoeso?Yaestabaencinta...»Meenviaronaunaaldeaaayudara lagenteasuscribir letrasdelTesoro.ElEstadonecesitaba

dinero,hacíafaltareconstruirlasfábricas,elpaísentero.»Llegué:laaldeanoexistía,todosvivíanencuevasexcavadasenlatierra...Salióunamujer,daba

miedoverloquellevabapuesto.Entréensucueva,dentrohabíatresniños,todoshambrientos.Lesestabapreparandoalgo,machacabaunashierbas.»Mepreguntó:»—¿Vienesporlodesuscribirlasletras?»Ledijequesí.Yella:»—Dinerono tengo,pero tengounagallina. Iré apreguntarle a lavecina, ayermepidióque le

vendieselagallina.Simelacompra,tedaréeldinero.»Lo cuento y seme hace un nudo en la garganta. ¡La gente era increíble! Habíanmatado a su

marido en el frente, estaba sola con tres hijos, no tenía nada excepto esa gallina y la vendía paradarmeel dinero.Así era como recogíamosdinero enmetálico.Ella estabadispuesta a entregar loúltimoqueteníaparaquehubiesepaz,paraquesushijossiguieranvivos.Recuerdosurostro.Yasushijos...»¿Cómocrecieron?Megustaríasaberlo...Megustaríavolveraverlos...»

KlaraVasílievnaGoncharova,

servidoradeunapiezaantiaérea

«Mamá,¿cómoespapá?»

Noveoelfinaldeestecamino.Elmalpareceinfinito.Yanopuedopercibirlosolocomounhechohistórico.Quiénpodríaresponderme:¿meenfrentoaltiempooalserhumano?Lostiemposcambian,pero¿yloshumanos?Lasrepeticionesmehacenpensarenlatorpezadelavida.Ellaslocontabancomosoldados.Tambiéncomomujeres.Muchasdeellaseranmadres...

SOBREELBAÑODELBEBÉYLAMAMÁQUESEPARECEAUNPAPÁ

«Yocorría...Éramosvariaspersonascorriendo.Nosescapábamos...Nosperseguían.Nosdisparaban.Veíaamimadre,ellatambiénestabaexpuestaalfuegodelasametralladoras.Nosveíacorrer...Yooíasuvoz,ellagritaba.Despuéslagentemecontócómogritaba.“Menosmalquetehaspuestoelvestidoblanco... Hijita... Ya no habrá nadie para vestirte...» Ella estaba segura de que me matarían y sealegrabadequeunavezmuertayoyacieravestidadeblanco...Justoantesnosestábamospreparandoparairdevisitaaunaaldeacercana.AcelebrarlaPascua...Conunosfamiliares...»Sehizoungransilencio...Dejarondedisparar.Solooíalosgritosdemimadre...¿Talvezseguían

disparando?Yonooíanada...»Durante laguerra todanuestra familiamurió.Seacabó laguerrayyono teníaanadieaquien

buscar...»

LiubovÍgorevnaRudkóvskaia,guerrillera

«ComenzaronlosbombardeosenMinsk...»Fuicorriendoalparvulario,abuscaramihijo.Mihijaenaquelmomentoseencontrabaenlas

afuerasdelaciudad,habíacumplidolosdosaños,estabafueradeMinsk,enunoscampamentosdeverano con suguardería.Decidí recoger ami hijo, dejarlo en casa y después ir a por la niña.Mideseoerareunirlosalosdosloantesposible.»Me acerqué al parvulario, los aviones sobrevolaban la ciudad, en alguna parte continuaban

lanzandobombas.Alotroladodelavallaoílavozdemihijo,teníatresaños.»—Notengáismiedo,mamámehadichoquenuestrossoldadosecharánalosalemanes.»Measoméporlapuerta,enelpatiohabíamuchosniños,elmíolosestabatranquilizando.Mevio

amíycomenzóatemblar,allorar,enrealidadestabamuyasustado.»Lellevéacasa,lepedíamisuegraquecuidaradelniñoymefuiaporlaniña.¡Fuicorriendo!En

ellugardondesesuponíaqueestabanlosdelaguarderíanoencontréanadie.Lasmujeresdelaaldeame contaron que a los niños se los habían llevado afuera. ¿Adónde? ¿Quién? Se suponía que sehabíanmarchadoalaciudad.Conlospequeñoshabíadosmaestras,elcochequeesperabannollegóysemarcharonapie.Laciudadestabaadiezkilómetros...Peroeranniñosmuypequeños,deunoodosaños.Querida,pasédossemanasbuscándolos...Recorrímuchasaldeas...Cuandoporfinentréen

unacasaymedijeronqueallíestabanuestraguardería,nuestrosniños,nopodíacreérmelo.Estabantumbados en el suelo, con perdón, entre sus propios excrementos,muchos tenían fiebre. Parecíanmuertos...Ladirectoradelaguarderíaeraunamujermuyjoven...,puesselehabíavueltotodoelpelocanoso.Resultaquehabíanhecho todoelcaminohasta laciudadapie, sehabíanperdido,algunosniñoshabíanmuerto.»Yocaminabaentreellosynoencontrabaamihija.Ladirectorametranquilizaba:»—Nosedesespere,búsquela.Tienequeestaraquí.Yolarecuerdo.»EncontréamihijaElagraciasasuzapatito...Sinohubierasidoporelcalzado,jamáslahubiera

reconocido...»Más tarde nuestra casa quedó reducida a cenizas... Nos quedamos solo con lo que llevábamos

encima.Ocurriócuandolastropasalemanasyahabíanentradoenlaciudad.Noteníamosadóndeir,tuvimosquepasarunosdíasenlacalle.UndíameencontréconTamaraSerguéievnaSiniza,antesdelaguerranosconocíamosunpoco.Escuchómihistoriaymepropuso:»—Venidamicasa.»—Nopodemos,mishijostienenlatosferina.»Ellatambiéneramadredeniñospequeños,sushijospodríancontraerlaenfermedad.Fueronunos

tiemposterribles...Nohabíamedicamentos,loshospitalesestabancerrados.»—Noimporta,venidconmigo.»Querida,¿acasosepuedeolvidaralgoasí?Compartíanconnosotrosloúltimoquelesquedaba,

laspielesdepatata.Demifaldaviejalehiceaminiñounpantaloncito,fuesuregalodecumpleaños.»Perodeseábamosluchar...Nosangustiabanuestrapasividad...Quéfelizmesentíalpoderunirmea

laluchaclandestina,porfindejaríadeestarsentadaconlosbrazoscruzados.Porsiacaso,amihijo—el niño era mayor que la pequeña— le envié con mi suegra. Ella me impuso una condición:“Acogeréaminietosiemprequetúnovuelvasapisarmicasa.Portuculpanosmataránatodos”.Pasétresañossinveramihijo,temíaacercarmealacasa.Cuandolosalemanesdieronconmipistayempezaronaseguirme,cogíamihijaymemarchéconellaabuscaralospartisanos.Lallevéenbrazosalolargodecincuentakilómetros.Cincuentakilómetros...Tardamosdossemanasenllegar...»Ella estuvo conmigo durante más de un año... Amenudome paro a pensar: ¿cómo logramos

sobrevivir? Sime lo pregunta, no sabría contestarle. Querida, simplemente, es algo imposible deaguantar. Solo con oír las palabras “asedio partisano”, incluso hoy, los dientes me empiezan acastañetear.»En mayo de 1943... me enviaron a la zona de partisanos vecina, tenía que llevarles nuestra

máquina de escribir.Aquel otro grupo guerrillero tenía unamáquina de escribir soviética, con elalfabetocirílico,peronecesitabanunaconelalfabetoalemán,comolaqueteníamosnosotros.EralamáquinaqueyomismahabíasacadodelMinskocupadoporencargodelcomitédeluchaclandestina.Lleguéamidestino,alaorilladellagoPálik,yunosdíasmástardecomenzóelasedio.Enesomehabíametido...»Nofuisola,sinoconmihija.Antes,sisalíaenmisionesdeunoodosdías,melacuidabalagente

delgrupo,peronoteníaconquiéndejarladurantetantotiempo.Asíque,porsupuesto,mellevéalaniña conmigo. Empezó el asedio... Los alemanes cercaron la zona de actuación partisana... Nosbombardeabandesdeelcielo,nosacribillabanabalazosdesdelatierra...Mientrasloshombressolocargabanconsusfusiles,yoibaconmifusil,lamáquinadeescribirymiEla.Caminábamos,yometropezaba, laniñasecaíaenelbarrizal.Seguíamosandando,yovolvíaa tropezarme,ellavolvíaacaerse...¡Yasídurantedosmeses!Prometíquesisalíaconvida,jamásmeacercaríaauncenagal,eraunacosaquenopodíaniver.»—Yaséporquénoteagachascuandonosdisparan.Quieresquenosmatenalasdosalavez—

medijominiñadecuatroaños.Peroenrealidaderaporquenomequedabanfuerzas,simehubiese

tumbado,nomehabríalevantado.»Lospartisanosavecessecompadecíandemí.»—Tienesquedescansar.Dejaquellevemosatuniña.»Peroyonoselaconfiabaanadie.¿Ysielenemigoabríafuego?¿Ysilamatabanyyonoestabaa

sulado?¿Ysiseperdía?...»MecrucéconelcomandantedebrigadaLopátin.»—Pero¡quémujer!—Seasombró—.Llevaasuhijaenbrazosynosueltalamáquinadeescribir.

Notodosloshombresseríancapacesdehacerlomismo.»AbrazóamiElaylabesó.Despuéslesdiolavueltaalosbolsillosdesupantalónyjuntótodaslas

miguitas de pan. La niña se las comió acompañándolas con el agua del pantano.Otros partisanossiguieronsuejemplo,serevolvieronlosbolsillosyledierontodaslasmigas.»Cuando logramos romper el cerco, yo estaba hecha polvo, enferma. Estaba cubierta de

forúnculosdelospiesalacabeza,lapielsemecaíaajirones.Yteníaalaniñaenbrazos...Estábamosesperando a un aviónprocedente de la retaguardia, nos dijeronque si venía, enviarían en él a losheridosdemayorgravedadyquepodríanllevarseamiEla.Recuerdoelmomentoenquesubióalavión.Losheridosletendíanlasmanos:“Ela,venconmigo...”,“Ela,siéntateamilado.Haysitioparados...”.Todoslaconocían,enelhospitalellalescantaba.»Elpilotopreguntó:»—¿Conquiénestás,niña?»—Conmamá.Estáfuera...»—Puesllamaatumadreparaquevuelecontigo.»—No,mamánopuedevolar.Tienequequedarseacombatircontralosnazis.»Asíeranellos,nuestroshijos.Yolamirabaysemepartíaelcorazón:¿volveríaaverlaalgúndía?»Lecontaréelreencuentroconmihijo...Fuedespuésdelaliberación.Ibacaminandohacialacasa

dondevivíamisuegra,laspiernasmeflaqueaban.Lasmujeresdelgrupo,lasqueeranmayoresqueyo,mehabíanaconsejado:»—Tú,cuandoleveas,enningúncasopuedessoltarlealaprimeradecambioqueeressumadre.

¿Teimaginasloquehabrátenidoquesoportarentuausencia?»Vicorreraunaniña,lahijadelosvecinos.»—¡Ay!UstedeslamamádeLionia.Lioniaestávivo...»Latierrasemedeshizodebajodelospies:mihijoestabavivo.Laniñamecontóquemisuegra

habíamuertodetifusyquelavecinahabíaacogidoaLionia.»Entréensupatio.¿Sabecómoibavestida?Llevabaunacamisadeuniformealemányunasbotas

defieltroremendadas,unasbotasviejas.Lavecinamereconocióenseguida,peronodijonada.Mihijoestabaallísentado,descalzo,harapiento.»—¿Cómotellamas?—lepregunté.»—Lionia...»—¿Conquiénvives?»—Antesvivíaconmiabuela.Cuandosemurió,laenterré.Cadadíaibaaverlaylepedíaqueme

llevaraconella,alatumba.Medabamiedodormirsolo...»—¿Dóndeestántupapáytumamá?»—Papáestávivo,enelfrente.Amamálamataronlosnazis.Melocontómiabuela...»Conmigoveníandospartisanos, esoshombreshabían sepultadoa suscompañeros.Escuchaban

lasrespuestasdemihijoylloraban.»Nopudeaguantarmás.»—¿Cómoesquenoreconocesatumadre?»Seabalanzósobremí.

»—¡Papá!—Yoibavestidadehombre,llevabaungorro.Luegomeabrazóygritó—:¡¡¡Mamá!!!»Cómo gritaba. Tuvo un ataque de nervios... Durante el mes siguiente no se apartó de mí, ni

siquieramepermitíaqueledejaraparairaltrabajo.Íbamosjuntos.Noteníasuficienteconsaberqueestabaconél,teníaquecogermedelamano.Nossentábamosacomer,élcomíaconunamanoyconlaotrameagarraba.Mellamaba“mamá”,“mami”.Eramuycariñoso...Todavíaloes...»Cuando regresómimarido,me faltó tiempo para contárselo todo. Le estuve hablando durante

díasynoches...»

RaisaGrigórievnaJosenévich,guerrillera

«La guerra son los entierros... Los entierros de los partisanos eran frecuentes. Si no era en unaemboscada,eraenuncombate.Lecontaréunentierro...»Huboun combate tremendo.En aquel combate perdimos amuchos, amí tambiénmehirieron.

Despuésdel combatedimos sepultura a los caídos.Pornormageneral, losdiscursosdedespedidaeran cortos. Primero hablaban los comandantes, luego los amigos.Aquella vez entre losmuertoshabíaunchico,unvecinodellugar,sumadrevinoalentierro.Comenzóelllantoporsuhijo:“¡Ay,hijomío! ¡Teestábamospreparando lacasa! ¡Noshabíasprometidoquevolveríascon tunovia!Yahoraestáscasándoteconlatierra...”.»Habíaunafiladehombresesperando,depie,ensilencio.Luegoella levantó lacabezaysedio

cuentadequeenlatumbanosoloyacíasuhijo,sinomuchosotrosjóvenes,ylloróporloshijosdelasotrasmadres:“¡Ay,hijitosmíos!¡Nosabenvuestrasmadresqueosestándejandobajolatierra!Latierraesfría.Elinviernoesferoz.Lloraréportodasellas,portodosvosotros,queridosmíos...”.»Fuepronunciar“Lloraré...portodosvosotros,queridosmíos”ytodosloshombresrompierona

llorar.Nadiepudoresistirlo,noteníanfuerzas.Todalafilaestaballorandoaplenopulmón.Entonceselcomandanteordenó:“¡Saluden!”.Ladescargadefusilesahogóelllanto.»Enesemomentomeasombró lagrandezadelcorazóndeunamadre.Enelaugedesuenorme

dolor,cuandoenterrabanasupropiohijo,lagenerosidaddesucorazónlehizollorarporloshijosdelosotros...Llorarloscomosifuesensuyos...»

LarisaLeóntievnaKorótkaia,guerrillera

«Regreséamialdea...»Juntoanuestracasa jugabanunosniños.Yo lesmirabaypensaba:“¿Cuálserá lamía?”.Todos

eraniguales.Todosteníanelpelocorto, trasquilado.Noreconocíamihija, lespreguntéquiéneraLiusia.Viqueunodelospequeños,vestidoconunacamisalarga,selevantabaycorríahacialacasa.Ibanvestidosdetalmaneraquecostabadiferenciarentreniñosyniñas.Preguntéotravez:»—Aver,¿quiéndevosotrosesLiusia?»Señalaronconlosdedos:“Aquellaquehaidocorriendo”.Comprendíqueeramihija.»Alinstantereapareció,ibadelamanodemiabuela,lamadredemimadre.Ibaamiencuentro.»—Vamos,vamosallí.Reñiremosamamáporhabernosdejado.»Yo iba vestida con ropa militar de hombre, con gorra militar, llegué a caballo. Mi hija, por

supuesto,seimaginabaquesumamádebíasercomoelrestodelasmujeres,comosuabuela.Yenvezdeeso,delanteteníaaunsoldado.Tardómuchoenaceptarme,meteníamiedo.Podíaenfadarmetodoloquequisiera,perolarealidaderaqueyonolahabíacriado,habíacrecidoconlaabuela.»Deregaloles llevéjabón.Enaquellaépocaeraunregalodelujo.Cuandolavábamosa laniña,

ellaintentabamordereljabón.Leapetecíaprobarloycomérselo.Asíeracomohabíanvivido.Amimadre... yo la recordaba como a unamujer joven,me recibió una ancianita. Le dijeron que habíallegado su hija, y ella salió corriendo a la calle.Me vio, abrió los brazos y corrió haciamí. Lareconocíymeprecipitéasuencuentro.Apocospasosdemí,secayó,lefallaronlasfuerzas.Yocaíasulado.Besabaamimadre.Besabalatierra.Sentíaenmicorazóntantoamor,tantoodio.»Recuerdoaunalemánherido, tumbado, seagarrabaa la tierra, laherida ledolía; se leacercó

nuestrosoldado:“¡Notoqueseso,esmitierra!Latuyaestáallídedondehasvenido...”.»

MaríaVasílievnaPavlovez,médico,guerrillera

«Mefuialaguerrapocodespuésdemarcharsemimarido...»Dejéamihijaconmisuegra,peromisuegramuriópronto.Lahermanademimaridoacogióalaniña.Cuandoacabólaguerraymelicenciédelejército,micuñadanoquisodevolvermeamihija.Decía que no tenía derecho a sermadre porque había abandonado a la pequeña yme había ido acombatir. ¿Acaso unamadre es capaz de abandonar a su hijo, ymás cuando es tan indefenso?Yoregresé de la guerra ymi hija había cumplido siete años,mehabía ido cuando ella tenía tres.Merecibió una niña mayor. Cuando ella era pequeña, faltaba la comida, cerca de la casa había unhospital,ellaibaallíybailabaparalosheridos,ellosledabanpan.Mihijamelocontómástarde...Alprincipio, ella esperaba a su papáy a sumamá, después solo a sumamá.Supapámurió...Ella losabía...»Enel frente,yopensabamuchoenmihija,no laolvidéniporun instante, soñabaconella.La

añoraba.Llorabapornopoderleerlecuentos,porsaberqueseacostabayselevantabasinmí...Otrapersonalehacíalastrenzas...Noleguardabarencoramicuñada.Lacomprendía...Ellaamabamuchoa su hermano, era un hombre fuerte, apuesto, no le cabía en la cabeza que pudieran matar a unhombrecomoél.Noobstante,perdiólavidamuypronto,enlosprimerosmesesdelaguerra...Unamañana, un bombardeo aniquiló sus aviones en tierra. Durante los primeros meses, e incluso elprimer año de guerra, los alemanes eran los reyes del cielo. Murió... Y su hermana no queríadespedirsedelopocoquelequedabadeél.Deloúltimo.Eradeesetipodemujeresqueconsideranquelafamilia,loshijos,sonlomásimportantedelavida.Enmediodeunbombardeo,bajoelfuegodelaartillería,loquemásleatormentabaeraqueelniñonosehabíabañado.Nopuedojuzgarla...»Ella decía que yo era cruel... Que carecía de alma femenina... Pero en la guerra nosotras

sufríamosmucho...Estábamos lejos de nuestras familias, de nuestras casas, de nuestros hijos...Nosolo yo, muchas mujeres habían dejado a sus hijos en casa. Entre vuelo y vuelo, mientrasesperábamos la orden de salida, los hombres fumaban, jugaban al dominó. Nosotras, en cambio,bordábamos paños hasta que nos daban la señal de partir. Por ejemplo,mi navegante. Ella queríaenviarunafotografíaasucasa,nosotraslebuscamosunpañuelograndeylaenvolvimosenélparaquenose levieran lashombreras, lacamisadeluniformequedabaocultabajo la tela.Parecíaquellevaraunvestido...Yasísehabíafotografiado.Erasufotografíafavorita...»Conmihijanoshicimosamigas...Lohemossidotodalavida...»

AntoninaGrigórievnaBóndareva,tenientedeGuardia,pilotoalmando

SOBRECAPERUCITAROJAYLAALEGRÍADEENCONTRARUNGATOENLAGUERRA

«Tardémuchoenacostumbrarmealaguerra...»Íbamosalataque.Laprimeravezqueviaunheridobrotándolelasangredeunaarteria—antes

nuncalohabíavisto,lasangrelebrotabaachorros—corríabuscaraunmédico.Elheridomeparóagritos:“¿Adóndevas?¡Utilizaelcinturón!”.Soloentoncesmedominé...»¿Si sientopenapor algo?Sí, por unniño...Unniñode siete añosque sehabíaquedado sin su

madre.Asumadrelamataron.Elniñoestabasentadoenlacarreteraalladodelcadáverdesumadre.Élnocomprendíaqueyasehabíaido,esperabaquesedespertase,ledecíaqueteníahambre...»Nuestro comandantenoquisodejar solo a eseniño, lo acogió: “Hijo, yano tienesunamadre,

pero contarás conmuchospadres”.El chaval crecía a nuestro lado.Comounhijo del regimiento.Desdelossieteaños.SeencargabadecargarconcartuchoseltambordelsubfusilPPSh.»Cuandoustedsevaya,mimaridoempezaráaarmarjaleo.Nolegustannadaestasconversaciones.

Élodialaguerra.Peroélnoestuvoallí,erademasiadojoven,esmásjovenqueyo.Notenemoshijos.Yonoparoderecordaraaquelniño...Hubiesepodidosermihijo...»Despuésde laguerra sentíapenapor todos.Por laspersonas...Por losgallos,por losperros...

Ahorasigosinsercapazdesoportareldolorajeno.Despuéstrabajéenunhospital,lospacientesmeadoraban porque era muy cariñosa. Tenemos un jardín grande. No se ha podrido nunca ni unamanzana,niunafruta.Lasregalo,selasregaloalagente...Esaloquemeacostumbréenlaguerra...Esmimododeser...»

LiubovZajárovnaNóvik,enfermera

«Entoncesyonolloraba...»Eraloúnicoquemedabamiedo...Arrestabanaloscompañeros,luegoveníanunosdíasdeespera

insoportable:“¿Aguantaránlastorturas?”.Sinolasaguantaban,vendríannuevosarrestos.Alcabodeuntiemponosllegabalainformacióndequelosdetenidosibanaserejecutados.Meencomendabanamí la tarea de ir a ver a quién ahorcaban ese día. Yo caminaba por la calle, veía que estabanpreparando la horca... Llorar estaba prohibido, detenerse un segundo de más también estabaprohibido: en todas partes había agentes. Hacía falta tanta valentía, mejor dicho, tanta fuerza devoluntad,paraguardarsilencio...Parapasarpordelantesinderramarlágrimas...»Asíquenolloraba...»Eraconscientededóndemeestabametiendo,perosolocuandomedetuvieronlocomprendícon

todosupeso.Meencerraronenlacárcel.Mepegabanpatadas,medabanlatigazos.Aprendíloqueerala“manicura”nazi.Poneslasmanosencimadeunamesayunamaquinitaespecialtemeteagujaspordebajodelasuñas...Alavez,debajodecadauña...¡Undolorinfernal!Tedesmayasalmomento.Nolorecuerdo,séloterriblequeesesedolor,peronolorecuerdo...Meestirabanencimadelostroncos.A lomejornosediceasí,nosé.Pero loque recuerdoes lo siguiente:haydos troncos, te tumbanentreellos...yponenenmarchaunamáquina...Actoseguidooyescómocrujen,cómoseretuercentushuesos... ¿Si duraba mucho? Tampoco me acuerdo... Me torturaban en la silla eléctrica... Eso fuedespuésdeescupirleenlacaraaunodelosverdugos...Norecuerdosieraunjovenounviejo.Medesnudarondel todoyesesemeacercóypusolasmanosenmispechos...Solopudeescupirle...Ynadamás.Entoncesmesentaronenlasillaeléctrica...»Desde entonces todo lo que tiene que ver con la electricidad me produce malestar. Me hace

acordarmedecómoseteagitaelcuerpo...Nisiquierapuedoplanchar...Meafectódeporvida:cojolaplancha y siento descargas por todo el cuerpo. No soy capaz de hacer nada relacionado con laelectricidad. Tal vez tendría que haber acudido a psicoterapia después de la guerra. No sé. Pero,bueno,mejoropeor,yahevividomivida...

»Ay,noséquémepasahoy,nodejodellorar.Entoncesyonolloraba...»Mecondenaronapenademuerteenlahorca.Estuveenlaceldadeloscondenadosjuntoconotras

dosmujeres. ¿Sabe?, nosotrasno llorábamos, no cedíamos al pánico: al entrar en la organizaciónclandestinayasabíamosloquenosesperaba,poresomanteníamoslacalma.Hablábamosdepoesíayrecordábamos nuestras óperas favoritas...ComentábamosmuchoAnnaKarénina... Hablábamos delamor...Anuestroshijosnilosmencionábamos,nosdabamiedorecordarlos.Inclusonossonreíamos,nos animábamos unas a otras. Así pasamos dos días y medio... A la mañana del tercer día mellamaron.Nosdespedimos,nosdimosunbesosinderramarunasolalágrima.Nosentíamiedo:porlovisto,mehabíaacostumbradotantoalaideadelamuertequeelmiedohabíadesaparecido.Igualquelaslágrimas.Enmialmasehabíaestablecidounaespeciedevacío.Yanopensabaennadie...»Viajamosunlargorato,nomeacuerdodecuántoexactamente,yoibadespidiéndomedelavida...

Finalmente el vehículo se paró. Éramos unas veinte personas, no podíamos ni bajar, teníamos loscuerposmachacados.Nosecharonalsuelocomosifuéramossacosyelalcaidenosordenóquenosarrastrásemos hacia los barracones. Nos iba arreando con una fusta... Al lado de uno de losbarracones vimos a unamujer que le estaba dando el pecho a su bebé.Y, bueno...Los perros, loscentinelas,todossequedaronestupefactos,lamirabanynadielelevantabalamano.Elalcaidenolotoleró...Deunbrincosepusoasulado.Learrebatóalniñodelasmanos...Y,bueno,allíhabíaunabocade agua,pues élvengaagolpear albebécontra esa cosametálica.Los sesos salpicaban...Laleche...Viquelamadresecaíaalsueloycomprendí,soymédico...Comprendíquelehabíaestalladoelcorazón...»Undíanosestabanescoltandohacianuestrospuestosde trabajo. Íbamosatravesando laciudad,

caminando por calles conocidas. Bajábamos una calle y de pronto oí una voz familiar: “¡Mamá,mamá!”.ViatíaDashayamihijacorriendohaciamí.Mihijallegócorriendohastamíymeabrazó.Imagínese: ninguno de los perros centinelas adiestrados especialmente para atacar a personas sehabíamovido.Lonormaleraqueesosperrosseecharanencimaalamínima,adesgarrar,peroenaquelmomentosequedaronquietos.Laniñameabrazaba,yonolloré,solorepetía:“¡Hija!Natasha,nollores.Prontoestaréencasa”.Niloscentinelas,nilosperros,nadielatocó...»Enesemomentotampocolloré...»Con cinco años, lo que mi hija se aprendía de memoria no eran canciones infantiles, sino

oraciones. Tía Dasha le enseñaba a rezar. La niña rezaba por papá y por mamá, para quesobreviviésemos.»El13defebrerode1944meenviaronalpresidionazi...Metocóuncampodeconcentraciónen

Francia,aorillasdelcanaldelaMancha.»Enprimavera...El18demarzo,díadelaComunadeParís,losfrancesesorganizaronunafuga.

Asímeuníalosmaquis.»FuicondecoradaconlaCruzdeGuerrafrancesa...»DespuésdelaVictoriaregreséacasa...Recuerdo...Fuelaprimeraparadaennuestratierra...Todos

nosotrosbajamosdelosvagones,besábamoslatierra,laabrazábamos...Recuerdoquevestíaunabatablanca,mecaíalsueloybesabalatierra,apuñadosmelametíaenelpecho.Pensé:“¿Serécapazdealejarmedenuevodemitierra,dealgoqueamotanto?”.»LleguéaMinsk,noencontréamimaridoencasa.Mihijavivíacon tíaDasha.ElNKVDhabía

arrestadoamimarido,leteníanenunacárcel.Fuiallá...Yoí...Medijeron:“Sumaridoesuntraidor”.Mimaridoyyohabíamosentradojuntosenlaorganizaciónclandestina.Losdos.Éleraunhombrevalienteyhonesto.Comprendíquehabíaunadenunciacontraél...Lehabíandifamado...“No—dije—,es imposible quemi marido sea un traidor. Yo le creo. Es un comunista convencido.” El fiscal...comenzó a chillar: “¡Cállate la boca, puta francesa! ¡Cállate!”. Haber vivido en los territoriosocupados,habercaídoprisionerodeguerra,haberpasadopor loscamposdetrabajoenAlemania,

haberestadoenloscamposdeexterminio:todolevantabasospechas.Lapreguntabásicaera:¿cómohabías salido con vida? ¿Por qué no habías muerto? Incluso los muertos estaban bajo sospecha...Inclusoellos...Nadieparecíatenerencuentaquehabíamosluchado,quelohabíamossacrificadotodoporlaVictoria.Quehabíamosvencido...¡QueelpueblohabíalogradolaVictoria!Stalinnoconfiabaenelpueblo.EseeraelagradecimientodelaPatria.Pornuestroamor,pornuestrasangre...»Yo... escribía solicitudes, acudía a las autoridades de todos los niveles. Al cabo demedio año

soltaronamimarido.Le rompieronunacostillay le lesionaronun riñón...Enel calabozonazi lehabíanheridoenlacabezaylehabíanrotounbrazo,allísucabellosevolviócanoso;en1945,enelNKVD,leconvirtieronenuninválido.Dediquéañosenterosacurarle,peronopodíadecirnadadeeso, él no quería escucharme. “Me detuvieron por error”, y ya está. Para él lo principal era quehabíamosvencido.Ypunto.Yolecreía.»Ynolloraba.Entoncesyonolloraba...»

LiudmilaMijáilovnaKáshechkina,miembrodeunaorganizaciónclandestina

«¿Cómoexplicárseloaunniño?¿Cómoexplicarlelamuerte?...»Iba andando conmi hijo por la calle y por ambos lados yacíanmuertos.Yo iba contándole el

cuentode laCaperucitaRojayanuestroalrededorhabíacadáveres.Fuecuando regresábamosdelcampoderefugiados.Llegamosacasademimadre,algonoibabien:miniñosemetíadebajodelacamaysepasabaallíeldíaentero.Teníacincoañosynohabíaformadesacarlealacalle...»Estuve un año sin saber qué hacer con él. No lograba que me explicara qué era lo que le

atormentaba.Vivíamosenunsótano,sialguienpasabaporlacalle,porlaventanasoloseveíanlasbotas.Undíasaliódedebajodelacama,vioesasbotaspasandoporlaventanaylanzóungrito...Mástarderecordéqueunnazilehabíapegadoconlasbotas...»Pocoapocoselefuepasando.Yajugabaconlosniñosenlacalle,porlatardevolvíaacasayme

preguntaba:»—Mamá,¿cómoespapá?»Yoleexplicaba:»—Papáesclarito,esguapo,luchacontralosnazis.»CuandonuestrastropasliberabanMinsk,lostanqueseranlosprimerosenirrumpirenlaciudad.

Mihijollegóacasallorando.»—¡Mipadrenoestáallí!Sontodosnegros,nohayningúnrubio...»Eraelmesdejulio,lostanquistaseranjóvenesyestabanmuymorenos...»Mimaridoregresóacasainválido.Regresóunviejoenvezdeunjoven,quédesastre:elniñose

habíaacostumbradoalaideadequesupadreeraclaritoyguapo,peroacasallegóunhombreviejoy enfermo.El pobre crío tardómuchoen reconocer a supadre en esehombre.No sabíani cómollamarle.Tuvequeacostumbrarleselunoalotro.»Mimaridovolvíadeltrabajoyyolerecibíadiciendo:»—¿Porquéhastardadotanto?Dimahaestadopreocupado,decía:“¿Dóndeestámipapá?”.»Él,mimarido,trasseisañosdeguerra(tambiénhabíacombatidoenlaguerraruso-japonesa),se

habíadesacostumbradoasuhijo.Asucasa.»Cuandoyocomprabaalgo,ledecíaamihijo:»—Lohacompradopapá,éltecuidamucho.»Prontosehicieronamigos...»

NadezhdaVikéntievnaJátchenko,

miembrodeunaorganizaciónclandestina

«Mibiografía...»Yo llevaba desde 1929 trabajando en los ferrocarriles. Era ayudante de conductor. En aquella

época, en la Unión Soviética no había mujeres conductoras de trenes. Era mi sueño. El jefe deldepósito de locomotoras refunfuñaba: “Mírala, se le ha metido en la cabeza una profesión dehombres”.Peroyoavanzabahaciamimeta.En1931loconseguí...Fuilaprimeramujerconductoradetrenes.Ustednomecreerá,pero,cuandoyoconducíalalocomotora,lagenteseagolpabaenlosandenes:“Unamuchachallevandoeltren”.»Nuestra locomotora estaba pasando la revisión. Mi marido y yo trabajábamos por turnos, ya

teníamosanuestrohijoynoshabíamosorganizadolavidadelasiguienteforma:siélsalíadeviaje,yomequedabaconelniño;siyomeiba,lecuidabaél.Justoaqueldíamimaridoacababaderegresaryenpocotiempoyoteníaquemarcharme.Porlamañanamedespertéyoíquealgoraropasabaenlacalle,habíamuchoalboroto.Puselaradio:“¡Guerra!”.»Despertéamimarido.»—¡Lionia,levántate!¡Laguerra!¡Levántate,hacomenzadolaguerra!»Sefuecorriendoaldepósito,regresóconlacarallorosa.»—¿Sabesquéesunaguerra?»¿Quéhacer?¿Cómoprotegeralniño?»Nosevacuaron,amíyamihijo,a la retaguardia,a laciudaddeUliánovsk.Nosfacilitaronun

apartamentodedoshabitaciones,eraunbuenapartamento,elmejorquehetenido.Encontramosunaplazaparamihijoen laguardería.Todo ibabien.Lagentemequería. ¡Claroquesí!Era lamujerconductoradetrenes,laprimera...Ustednomecreerá,peronomequedéallí,noaguanténimedioaño.Nopude:¡todosdefendiendolaPatriamenosyo!»Vinomimarido.»—¿Qué,María,tequedarásenlaretaguardia?»—No—ledije—,nosvamos.»Enaquelmomentoseestabaorganizandounconvoydereservaespecialparalasnecesidadesdel

frente. Mi marido y yo solicitamos el ingreso. Mi marido era el jefe de locomotora, yo era laconductora.Pasamoscuatroañosenelmismovagón,nuestrohijoviajabaconnosotros.Entodalaguerra,elcríonohabíavistonisiquieraungato,cercadeKievrecogióaunagatita,luegohubounbombardeotremendo,nosatacaroncincoaviones,yelniñoabrazóalagata:“Migatita,cuántomealegrodehaberteencontrado.Noveoanadie,quédateconmigo.Tevoyadarunbeso”.Uncrío...Unniño debemantener las cosas de niños... Antes de dormirse,me decía: “Mamá, tenemos una gata.Ahora ya tenemos una casa de verdad”. Ni por asomo te inventas algo parecido... Que no se leescape...Apúntesesobretodolodelagata...»Nosbombardeaban,nosdisparabanconlasametralladoras.Siempreapuntabanalalocomotora,

loimportanteeramataralconductor,destruirlalocomotora.Losavionesdescendíanydescargabancontralalocomotora,contraelvagón,ymihijoibadentrodeesevagón.Másquenada,temíapormihijo.Esindescriptible...Bajoelbombardeo,melollevabaconmigoalalocomotora.Leabrazaba,leestrechabacontraelcorazón:“¡Quenosmate lamismametralla!”.¿Acasoesposible?Talvezporesosalimosconvida.Apúnteselo...»La locomotora es mi vida, mi juventud, lo más bello de mi existencia. Me gustaría seguir

conduciendo,peroyanomedejan,soyvieja...»Quéterribleestenersolounhijo.Quétontería...Ahoravivimos...Bueno,vivoconlafamiliade

mihijo.Élesmédico,dirigeunadelasplantasdelhospital.Nuestroapartamentonoesgrande.Peronuncamevoydevacaciones,nuncamevoydeviaje...Esindescriptible...Noquieroalejarmedemi

hijo,demisnietos.Meespantalaideadesepararmedeellosaunqueseaporundía.Mihijotampocosealejademí.Prontoharáveinticincoañosquetrabajayniunavezsehaidodeviaje.Ensutrabajo,lagentesesorprende.“Mejormequedocontigo,mamá”,esloqueélmedice.Yminueraesigual.Esindescriptible... Si no tenemos una casa de veraneo es simplemente porque no somos capaces desepararnosniporunosdías.Niunminutopuedovivirsinellos.»Quienhayaestadoenlaguerrasabeloquesignificasepararseporundía.Porunsolodía.»

MaríaAleksándrovnaÁrestova,conductoradetren

SOBREELSILENCIODELOSQUEYANOPUEDENHABLAR

«Inclusoahorahabloensusurros...Sobreaquello...Ensusurros...Yesoqueyahanpasadocuarentaañosypico...»Olvidé la guerra... Porque después de la guerra continué viviendo conmiedo.Mi vida era un

infierno.»YahabíamoscelebradolaVictoria,laestábamoscelebrando.Yaestábamosrecogiendoladrillos,

trozos de metal, habíamos empezado a limpiar la ciudad. Trabajábamos de día y de noche, norecuerdocuándodormíamos.Trabajábamossinparar.»Elmesdeseptiembre...eracálido,recuerdoquehabíamuchosol.Quehabíamuchafruta.Enel

mercado,lasmanzanassevendíanacubos.Aqueldía...Yoestabacolgandoropareciénlavadaenelbalcón... Recuerdo hasta el último detalle porque a partir de aquel día mi vida cambió. Todo sequebrantó.Sepusopatasarriba.Estabacolgandolaropa...Eraropadecamablanca,siempreheusadola ropa de cama blanca.Mamáme había enseñado cómo lavarla con arena en vez de con jabón.Íbamosalríoabuscarlaarena,yoconocíaunlugarespecial.Y,bueno...Laropa...Desdeabajomellamó una vecina, gritando como una loca: “¡Valia! ¡Valia!”. Bajé a todo correr, el primerpensamientofue:“¿Dóndeestámihijo?”.Loschavalesjugabanentrelasruinas,jugabanalaguerrayencontrabangranadasyminasdeverdad.Losartefactosavecesdetonaban...Loschicossequedabansin brazos, sin piernas...Me acuerdo de cómo intentábamos retenerlos, pero eran chavales, teníancuriosidad.Ibasylepegabasunabronca:“¡Quédateaquí!”,yencincominutosyaseteescapaba.Lasarmas lesatraían...Sobre tododespuésde laguerra...En fin,yobajécorriendo.Salíalpatioyallíestaba mi marido... Mi Iván... Mi querido marido... ¡Iván! Había regresado... ¡Había regresado delfrente!¡Estabavivo!Yolebesaba,leacariciaba.Tocabasucamisa,susmanos.Habíaregresado...Meflaqueabanlaspiernas...Yél...Élparecíaunapiedra.Nimesonrió,nimeabrazó.Comosilehubiesencongelado. Me asusté, pensé que a lo mejor era por algún traumatismo. O tal vez que habíaensordecido.Peromedabaigual,loimportanteeraqueestabaallí.Yolecuidaría,lecuraría.Muchasmujeres vivían con hombres en aquel estado, yo los había visto, pero de todosmodos nos dabanenvidia.Todoesopasópormicabezaenuninstante.Semedoblabanlasrodillasdelafelicidad.Metemblaban.¡Élestabavivo!Ay,cariño,asíeslasuertedeunamujer...»Enseguidasereunieronlosvecinos.Todossealegrabanyseabrazaban.Peroélnada,parecíauna

piedra.Noabríalaboca.Losdemássedieroncuenta.»Yo:»—Iván...Iván...»—Vámonosacasa.»Loquetúquieras,vámonosacasa.Mecolguédesuhombro...¡Tanfelizera!Puraalegría.¡Estaba

orgullosa!Encasa,callado,sesentóeneltaburete.

»—Iván...Iván...»—Verás...—Nopudocontinuar.Lloró.»—Iván...»Tuvimosunanoche.Unasolanoche.»A lamañana siguiente vinieron a por él, golpearon la puerta.Él fumabay esperaba, sabía que

vendrían. Me había contado poca cosa... No le había dado tiempo... Había atravesado Rumanía,Checoslovaquia, volvía con condecoraciones, pero también regresaba con miedo. Ya le habíaninterrogado, ya había pasado por dos inspecciones estatales. Le habían tachado por haber caídoprisionero.Ocurrió durante las primeras semanas de guerra..., en las afueras de Smolensk... Cayóprisionero,perodebíadehabersepegadountiro.Loquisohacer,loséseguro...Seleshabíaacabadolamunición,noteníanniparacombatirniparaquitarselavida.Lehabíanheridoenlapierna,eneseestado le capturaron. Ante sus ojos, el comisario político se abrió la cabeza con una piedra... Elúltimo cartucho había dado gatillazo...Delante de él...Un oficial ruso no se deja capturar, no hayprisionerosenlaguerra,haytraidores.LodecíaelcamaradaStalin,élmismohabíarenunciadoasupropiohijocuandoestecayóprisionero.Mimarido...Mi...Losfiscaleslegritaban:“¿Porquéestásvivo?¿Porqué?”.Él sehabíaescapado...Seescapóalbosque, seunióa lospartisanosucranianos.Cuando liberaronUcrania,solicitóque leenviaranal frente.Eldíade laVictoriaseencontrabaenChecoslovaquia.Lecondecoraron...»Tuvimosunanoche...Si lohubiesesabido...Yoacariciabalaesperanzadequedarmeencinta,de

daraluzaunaniña...»Por la mañana se lo llevaron... Lo sacaron de la cama... Me senté en la mesa de la cocina,

esperando a que se despertara nuestro hijo. El niño había cumplido once años. Sabía que sedespertaría yme preguntaría, lo primero queme preguntaría: “¿Dónde está papá?”. ¿Qué le iba acontestar?¿Cómoexplicárseloalosvecinos?¿Oamimadre?»Recuperé a mi marido al cabo de siete años... Durante cuatro años, mi hijo y yo estuvimos

esperandoquevolvieradelaguerra;y,despuésdelaVictoria,esperamosotrossieteaquevolvieradelaregióndeKolimá.Deloscamposdeprisión.Pasamosonceañosesperando.Mihijocreció...»Aprendimos a callar... “¿Dónde está su marido?” “¿Quién es tu padre?” Cualquier formulario

oficialincluíalapregunta:“¿Hayalgúnprisionerodeguerraentresusfamiliares?”.Unavezsemeocurrió contestar la verdad yme negaron el empleo de señora de la limpieza en una escuela.Noconfiaban en mí para fregar los suelos. De pronto yo era el enemigo del pueblo, la mujer delenemigodelpueblo.Deuntraidor.Tiraronmividaporlaborda...Antesdelaguerra,yoeramaestradeescuela,mehabíagraduado,despuésdelaguerracargabaladrillos.Ay,mivida...Discúlpeme,séque hablo de una forma incoherente, mi relato es muy lioso.Me precipito... De noche yo solía...Cuántasnocheshepasadosolarecordandomivida.Ydedíamanteníalabocacerrada.»Hoyendía sepuedehablarde todo.Yoquiero...preguntar:¿quiéneselculpabledequeen los

primerosmeses de guerramillones de soldados y oficiales cayeran prisioneros?Quiero saberlo...¿Quiéndecapitóalejércitoantesdelaguerra?¿Quiénlosfusiló?¿Quiénlosdifamóylostachódeespíasalemanes,deespías japoneses?Yoquiero...¿Quiéndepositósuconfianzaen lacaballeríadeBudionni mientras Hitler se armaba de tanques y de aviones? ¿Quién nos aseguraba: “Nuestrasfronteras están selladas...”? Y eso que en los primeros días de guerra nuestro ejército tuvo queahorrarcadacartucho...»Yoquiero...Yapuedopreguntarlo...¿Quéhasidodemivida?¿Denuestravida?Peroyoguardo

silencio ymimarido también. Incluso ahora nos invade el temor. Tenemosmiedo... Continuamosviviendoconmiedo.Dueleyesvergonzoso...»

ValentinaEvdokímovnaM-va,

enlacedepartisanos

«Sepusolamanoallí,enelcorazón...»

YporfinllególaVictoria...Siantessusvidassehabíandivididoenpazyguerra,desdeahorasedividíanenguerrayVictoria.Otravezhabíadosmundosdiferentes,dosvidasdiferentes.Despuésdehaberaprendidoaodiar,

ahorateníanqueaprenderaamar.Recordarlossentimientosolvidados.Laspalabrasolvidadas.Lapersonadelaguerradebíavolveraserlapersonadelano-guerra...

SOBRELOSÚLTIMOSDÍASDEGUERRA,CUANDOMATARDABAASCO

«Estábamosfelices...»Habíamoscruzadolafrontera,laPatriahabíasidoliberada.Nuestratierra...Yonoreconocíaalos

soldados,eranotraspersonas.Todossonreían.Vestíancamisaslimpias.Ibanconfloresenlasmanos,nohabíaconocidoagentetanfeliz.Antesnuncalahabíavisto.YocreíaqueunavezqueentrásemosenAlemanianosentiríapenapor losalemanes,quenohabríapiedadparanadie. ¡Tenía tantoodioacumulado! ¡Tanta rabia! ¿Por qué debía sentir compasión por sus hijos? ¿Por qué debía sentircompasión por sus madres? ¿Por qué no debía destruir sus casas? Ellos no se apiadaban... Ellosmataban... Quemaban... ¿Y yo? Yo..., yo..., yo... ¿Por qué? ¡¡¿Por qué?!! Tenía ganas de ver a susmujeres, de ver a lasmadres que habían parido a esos hijos. ¿Cómonosmirarían a los ojos?Yoquisemirarasusojos...»Pensaba:“¿Quéserádemí?¿Quéserádenuestrossoldados?”.Lorecordábamostodo...¿Cómolo

soportaremos?¿Cuántafuerzanecesitaremosparasoportarlo?Entramosenunpueblo,habíaniñosenlacalle,estabanhambrientosysuaspectoeralamentable.Teníanmiedodenosotros...Seescondían...Yo,laquesehabíajuradoasímismaquelesodiaríaatodos...Yomismarecolectabalopocoquelesquedabaanuestrossoldadosdesusracionesdecomida,losúltimosterronesdeazúcar,paradárselosalosniñosalemanes.Por supuesto, nohabíaolvidado...Lo recordaba todo...Peronopodíamirar como si nada a los

ojos de aquellos niños hambrientos. De madrugada se formaban colas de niños alemanes hastanuestrascocinasdecampaña,lesdábamosunaracióndeprimerysegundoplato.Cadaniñoveníaconsu bolso para el pan colgado del hombro y en la cintura llevaban un bidón pequeño para sopa ocualquier otra comida caliente: gachas o potaje. Les alimentábamos, les curábamos. Incluso lesacariciábamos...Acariciéaunoporprimeravezy...measusté...Yo...¡Yo!Estabaacariciandoaunniñoalemán... La boca se me secó. Se me pasó pronto, me acostumbré. Y ellos también seacostumbraron...»

SofíaAdámovnaKuntsévich,cabo,instructorasanitaria

«YoacabémicaminoenAlemania...YlocomencéenMoscú...

»Eratécnicasanitariasuperiorenunregimientodecarrosblindados.NuestrostanqueseranlosT-34,elfuegolosconsumíarápidamente.Pasémuchomiedo.Antesdelaguerranisiquierahabíaoídonunca un disparo.De camino al frente, se oía el bombardeo desde lejos yme parecía que toda latierra temblaba. Tenía diecisiete años y acababa de licenciarme en la escuela técnica.Memetí encombatenadamásllegar.»Bajédel tanque...Todoestabaen llamas...Elcieloardía...Elsueloardía...Elmetalardía...Ami

ladohabíamuertosyalrededorseoía:“Ayúdenme...Ayúdenme...”.¡Eraterrible!Noséporquénomeescapé. ¡Cómo logré no salir corriendo del campo de batalla! Es tan espantoso que no existenpalabrasparadescribirlo, solo lasemociones.Antesnopodíaverpelículasdeguerra,ahorayasí,peroigualmentemehacenllorar.»LleguéhastaAlemania...»Loprimeroquevialpisarsueloalemánfueunapancartacaseraquehabíanpuestoaunladodela

carretera:“¡Estaeslamalditatierraalemana!”.»Entramosenunpueblo...Portodaspartesveíamoslascontraventanascerradas.Lagentelohabía

dejadotodoysehabíanescapadomontandoensusbicicletas.Goebbelsleshabíaconvencidodequelosrusosvendríanylesdegollarían, lesmachacarían, lescortaríanenpedazos.Abrías lapuertadeuna casa: o estaba vacía, o estaba llena de cadáveres, la gente se había envenenado. Había niñosmuertos.Tomabanveneno,sematabanatiros...¿Sabeloquesentíamos?Laalegríadehabervencidoydequeaelloslesdolíalomismoquenoshabíadolidoanosotros.Nossentíamosvengados.Ylosniñosnosdabanlástima...»Encontramosaunavieja.»Ledije:»—Hemosvencido.»Ellalloró.»—MisdoshijoshanmuertoenRusia.»—¿Ydequiéneslaculpa?¡¿Cuántagenteperdimosnosotros?!»Merespondió:»—Hitler...»—Hitlernotomabalasdecisionesportodos.Eranvuestroshijosymaridos...»Nomereplicónada.»LleguéhastaAlemania...»Hubieraqueridocontárseloamimadre...Peromimadrehabíamuertodehambre,no teníanni

pan,nisal,no teníannada.Mihermanoestabaenelhospital,heridodegravedad.Encasasolomeesperabamihermana.Meescribiócontándomeque,alveranuestrastropasentrandoenOrel,cogíadelamanoatodasycadaunadelaschicasmilitares.Dabaporsupuestoqueyoestaríaallí.Queyoteníaquevolvervivaacasa...»

NinaPetróvnaSákova,teniente,técnicasanitaria

«LoscaminosdelaVictoria...»¡UstedniseimaginacómoeranloscaminosdelaVictoria!Porellostransitabanlosprisioneros

liberados, empujaban carretillas, llevaban bártulos, iban con banderas nacionales. Los rusos, lospolacos, los franceses, los checos... Todos caminando, cada uno hacia su destino. Todos nosabrazaban.Nosbesaban.»Noscruzamosconunasmuchachasrusas.Habléconellasymecontaron...Unadeellassehabía

quedado embarazada. La más guapa. La había violado el agricultor que las empleaba. La había

obligadoavivirconél.Mientrascaminaba,lloraba,segolpeabaenlabarriga:“¡Nopiensollevaracasaaunnazi!¡Nolollevaré!”.Lasdemásintentabancalmarla...Finalmentelachicaseahorcó...Juntoasupequeñonazi...»Eraelmomentodeescucharnos,deescucharydeescribir.Esunapenaqueanadieselepasara

por la cabeza escucharnos, la gente repetía unayotra vez la palabra “Victoria”, todo lodemás seconsiderabapasajero.»Undíaibaconunaamigaenbicicleta.Porlacarreteraibaunamujeralemanaconsushijos,creo

queerantres:dosenuncarritoyunocaminando,sesujetabaalafaldadesumadre.Ellaparecíamuyagotada.Verá,lamujernosalcanzó,sepusofrenteanosotrasyseinclinó.Así...Hastaelsuelo...Nocomprendíamosloquenosdecía.Sepusolamanoallí,enelcorazón,yseñalóasushijos.Bueno,finalmentecomprendimosquenosdabalasgraciaspornohaberlesquitadolavidaasushijos...»Era la esposa de alguien. Probablemente sumarido había combatido en el frente oriental... En

Rusia...»

AnastasiaVasílievnaVoropaeva,alférez,operadoradeunproyectorantiaéreo

«Unoficialdenuestraunidadseenamoródeunachicaalemana...»Los jefes se enteraron... Le deshonraron y le mandaron a la retaguardia. Si solo la hubiese

violado...Eso...sucedía...Raravezsaleennuestroslibros,peroeslaleydelaguerra.Loshombresllevaban tanto tiempo sin mujeres... y además, claro, el odio nos desbordaba. Entrábamos en unpueblooenunaaldea: lostresprimerosdíassededicabanalsaqueoya...Demaneraoficiosa,porsupuesto...Loentiende,¿no?...Pasadosesostresdíasyaeraotracosa,inclusotepodíanmandaralostribunales.Perolostresprimerosdíasseemborrachabany...claro...Perolodeesequeseenamoró...Aqueloficial loreconocióabiertamenteenlaSecciónEspecialdelNKVD:eraamor.Porsupuesto,eraunatraición.¿Enamorarsedeunaalemana?¿Delahijaodelamujerdelenemigo?Es...Bueno...Leobligaronaqueentregarasusfotografías,sudirección,porsupuesto...»Recuerdo...Claroquerecuerdoaunamujeralemanaviolada.Yacíadesnuda,enlaentrepiernale

habíanmetidounagranada.Ahorasientovergüenza,peroenaquelmomentonolasentí.Ytambiénlos sentimientos cambiaban.Los primeros días sentíamos una cosa,más tarde otra... Pasados unosmeses... Una vez vinieron cinco chicas alemanas a nuestro batallón para ver al comandante.Lloraban...Unginecólogolasrevisó:teníanheridasahí.Estabancompletamentedesgarradas.Teníanlas bragas empapadas de sangre...Las habían estadoviolandodurante toda la noche.Los soldadoshacíancola...»No lo grabe...Apague la grabadora... ¡Es verdad! ¡Todo esto es verdad!Ordenaron al batallón

formar filas... A esasmuchachas alemanas les dijeron: “Buscadlos, fusilaremos aquímismo a losvioladores. Sea cual sea su rango. ¡Estamos avergonzados!”. Pero ellas lloraban.No querían...Noqueríanquesederramasemássangre.Esofueloquedijeron...Entonceslesdieronunahogazadepanacadaunadeellas.Claro,todoestoeslaguerra...Claro...»¿Ustedcreequeperdonarerafácil?Veresascasitasblancas...intactas...Contechadosdetejas.Con

rosasenlosjardines...Yomismadeseabaquesintierandolor...Claroquequeríaversuslágrimas...Noesposiblevolversebuenoalinstante.Buenoeíntegro.Tanbuenocomoesustedahora.Apiadarsedeellos.Necesitéquepasarandécadasenteras...»

A.Rátkina,cabo,transmisiones

«La tierra natal ya había sido liberada...Morir resultaba del todo insoportable, enterrar resultabainsoportable. Nos explicaban que todavía debíamos rematar al enemigo. El enemigo aún erapeligroso...Locomprendíamos...Pero¡quépenadabamorir!...»Recuerdo muchas pancartas a lo largo de las carreteras, parecían cruces: “¡Esta es la maldita

tierraalemana!”.Todosrecuerdanesapancarta...»Ytodosesperabanesemomento...Loveremos...Loentenderemos...¿Dédóndeprocedían?¿Cómo

erasupaís?¿Seríanpersonasnormalesycorrientes?¿Viviríanigualquenosotros?Enelfrentenimeimaginabaqueseríacapazde leerdenuevoaHeine.Yanteseramipoetapreferido.Yanopodríavolver a escuchar la música de Wagner... Crecí en una familia de músicos profesionales, meencantaba lamúsica alemana:Bach,Beethoven. ¡ElgranBach!Losborrédemimundo.Habíamosvisto...Nosenseñaronloscrematorios...ElcampodeconcentracióndeAuschwitz...Montañasenterasde ropa de mujer, de zapatitos infantiles... La ceniza gris... Después la habían utilizado comofertilizanteenloscamposdondecultivabanrepollos.Lechugas...Nofuicapazdeseguirescuchandomúsicaalemana...TuvoquepasarmuchotiempohastaquevolvíaBach.HastaquetoquédenuevoaMozart.»Porfinestábamosensutierra...Loprimeroquenossorprendiófuelacalidaddelascarreteras.

Unascasasdecampesinosenormes...Macetas,cortinasbonitasinclusoenloscobertizos.Enlascasashabía manteles blancos. Una vajilla de calidad. Porcelana. Allí fue la primera vez que vi unalavadora...No lográbamos entenderlo: ¿si allí vivían tanbien, para quéhacer unaguerra?Nuestragentesecobijabaenchozasmientraselloscomíansobremantelesblancos.Pequeñastacitasdecafé...Antes solo las había visto en los museos. Esas tacitas... Se me ha olvidado contarle... Todos nosquedamos atónitos...Habíamos empezado el ataque, allí estaban las primeras trincheras alemanas...Las asaltamos y allí encontramos unos termos con café caliente.El olor a café... Las galletas.Lassábanasblancas.Las toallas limpias.El papel higiénico...Nosotros no teníamosnadade eso. ¿Quésábanas?Sidormíamossobreelheno,sobrelasramasdelosárboles...Enocasionesnospasábamosdosotresdíassinprobarlacomidacaliente.Nuestrossoldadosacribillaronatirosesostermos...Esecafé...»En las casas alemanas también vi juegos de café fusilados. Macetas fusiladas. Almohadas...

Carritos de bebé... Pero igualmente no éramos capaces de hacerles lo que ellos nos habían hecho.Hacerlessufrirtantocomonosotroshabíamossufrido.»Nos costaba entender dónde se había originado suodio.El nuestro era comprensible.Pero ¿el

suyo?»Nos dieron permiso para enviar paquetes a casa por correo. Jabón, azúcar...Algunos enviaban

calzado,losalemanesfabricabanuncalzadomuyresistente,relojesmuybuenos,prendasdepieldemuchacalidad.Todoelmundobuscabarelojes.Yofuiincapaz,sentíaaversión.Noquisecogernadasuyo aunque supiera quemimadre ymis hermanas se veían obligadas a vivir en una casa ajena.Nuestra casa había sido reducida a cenizas.Al regresar se lo conté amamá, ellame abrazó: “Yotampocohubierapodidocogernada.Ellosmataronatupadre”.»DécadasdespuésdelaguerraabríunlibrodepoesíadeHeine.Yescuchélosdiscosdemúsicade

loscompositoresalemanesquemegustabanantesdelaguerra...»

AglaiaBorísovnaNesteruk,sargento,transmisiones

«YaenBerlín...sucedióunacosa:yoibaporlacalleydeprontoamiencuentrosaltaunchavalconunametralletaenlasmanos,eraunVolkssturm.[25]Ocurrióalfinaldelaguerra.Eranlosúltimosdías.Yoibaarmada,metralletaenristre.Élmemiró,pestañeóyseechóallorar.Yyonodabacréditoalo

quemesucedía,perotambiénlloré.Deprontosentítantapenaporél,elchicoestabaallídelanteconesaabsurdametralleta.Leempujéhaciaunedificioenruinas:“Escóndete”.Élseasustó,creíaqueleibaapegaruntiro:yollevabapuestoungorro,nopodíasabersieraunachicaounchico.Mecogiódelamano.¡Llorabaamocotendido!Yoempecéaacariciarleelpelo.Élsequedóatónito.Quierasono, estábamos en guerra... ¡Yo misma me quedé atónita! ¡Si me había pasado toda la guerraodiándolos!Noimportasiesjustoono,peromataresrepugnante,sobretodoenlosúltimosdíasdeguerra...»

AlbinaAleksándrovnaGantimúrova,sargentoprimero,tropasdereconocimiento

«Lolamento...Hiceunapromesaynolahecumplido...»Trajeronaunheridoalemánanuestrohospital.Creoqueerapiloto.Teníaelfémurdestrozadoy

lagangrenayahabíacomenzado.Deprontosentícomounaespeciedepenaporél.Elheridonoabríalaboca.»Yochapurreabaunpocodealemán.Lepregunté:»—¿Tienesed?»—No.»Losdemásheridossabíanqueenlasalahabíaunalemán.Sucamaestabaalgoalejadadelresto.

Yoatravesabalasalayellosseenfadaban.»—¿Leestásirviendoaguaalenemigo?»—Seestámuriendo...Mideberescuidarle...»Yateníatodalapiernadecolorazul.Lainfecciónsepropagavelozmente,consumealapersona

enundía.»Lediagua,élmemiróyderepentedijo:»—Hitlerkaput!»Era1942.EstábamosenlazonadeJárkov,sitiadosporlastropasalemanas.»Yopregunté:»—¿Porqué?»—Hitlerkaput!»Entoncesledije:»—Piensasesoydicesesoporqueestásaquí.Peroenelfrenteestabasmatando...»Él:»—Yonodisparabanimataba.Meobligaron.Peroyonodisparaba...»—Cuandosonprisioneros,todosdicenlomismo...»Deprontoélmepidió:»—Se lo... ruego, frau...—Yme entregó un sobre lleno de fotografías.Me enseñó a sumadre,

también salía él, sus hermanas, sus hermanos... Eran unas fotos bonitas. Por último,me apuntó ladirección—.Ustedesllegaránallí.¡Seguro!—MelodecíaunalemánenlasafuerasdeJárkov—.Porfavor,cuandollegueaAlemania,métaloenunbuzóndecorreo.»Meescribióladirecciónenunadelasfotografías,perohabíavarias.Durantemuchotiempono

me separé de ese sobre. Lo perdí durante un intenso bombardeo. Me dio mucha pena. El sobredesapareciócuandoyahabíamosentradoenAlemania...»

LiliaMijáilovnaButko,enfermeradequirófano

«Recuerdouncombate...»Enaquelcombatehicimosmuchosprisionerosalemanes.Algunosdeellosestabanheridos.Les

vendábamos y ellos gemían exactamente igual que nuestros chicos. El calor era... ¡tremendo!Encontramosunateteraylesofrecimosagua.Estábamosenunlugarabierto.Expuestosalfuego.Nosordenaronqueatrincherásemosatodaprisa,quedebíamosocultarnos.»Comenzamosa cavar las trincheras.Los alemanesnosobservaban.Nosotros les tratábamosde

explicar:“Ayudadnosacavar,venga,atrabajar”.Alentenderloquequeríamosdeellosnosmiraronaterrorizados;habíansupuestoque,cuandoacabáramosdecavar,lospondríamosalbordedelhoyoylosfusilaríamos.Loestabanesperando...Habíaqueverconquépavorcavaban...Esascarassuyas...»Sequedaronatónitosalcomprobarqueenrealidadnohabíamoshechootracosaquevendarles,

ofrecerles agua y sugerirles que se ocultasen en las trincheras recién cavadas... Un alemán hastalloró...Eraunhombrebastantemayor,lloraba,nodisimulabasuslágrimas...»

NinaVasílievnaIliínskaia,enfermera

SOBREUNAREDACCIÓNCONERRORESINFANTILESYLASPELÍCULASCÓMICAS

«Habíaacabadolaguerra...»Undíamellamóelcomisariopolítico:»—VeraIósifovna,tendráustedquetrabajarconlosheridosalemanes.»Misdoshermanoshabíanperdidolavidaencombate.»—Nopiensohacerlo.»—Esqueesnecesario.»—Nosoycapaz:misdoshermanoshanmuerto,nopuedonivera losalemanes.Loúnicoque

sientosonganasdedegollarlos¡yustedmehabladecurarles!Compréndame...»—Esunaorden.»—Siesunaordenobedeceré.Soyunamilitar.»Curé a aquellos heridos, hacía todo lo necesario, pero me resultaba muy difícil. Tocarlos o

aliviarsudolor.Mesalieronmisprimerascanas.Fuejustamenteentonces.Lohacíatodoytalcomoeradebido:lesoperaba,lesalimentaba,lesdabacalmantes.Loúnicoquenofuicapazdehacereravisitarlosporlatarde.Porlamañanametocabacambiarlosvendajes,comprobarelpulso...Enunapalabra, realizar las tareas médicas; en cambio la visita de la tarde consistía en hablar con lospacientes, en preguntarles cómo se encontraban. Esome era imposible. Vendar y operar, sí; perohablar,no.Selohabíaadvertidoalcomisariopolítico:»—Nolesharélavisitadelatarde...»

VeraIósifovnaJóreva,cirujanamilitar

«EnAlemania...Ennuestroshospitalesdeallíhabíamuchosalemanesheridos...»Me acuerdo de mi primer paciente alemán. Empezó a gangrenársele la pierna y decidieron

amputar...Estabaenmisala...»Porlatardemedijeron:»—Ekaterina,veavercómoestátualemán.»Fuiacomprobarsihabíahemorragiaoalgoporelestilo.Élestabadespierto.Noteníanifiebre

ninada.»Memiróunlargoratoydespuéssacóunapequeñapistolaqueteníaescondida.»—Cógela...»Me hablaba en alemán, no sé bien lo que decía; entendí lo poco queme permitíami limitado

vocabularioaprendidoenlaescuela.»—Cógela...—decía—,yoqueríamataros,peroahoratúmematarásamí.»Esdecir,lehabíamossalvado.Élnoshabíamatadoenloscamposdebatallayencambionosotros

lesalvábamoslavida.Nofuicapazderevelarlequeenrealidadlequedabamuypocodevida...»Salídelasalaymedicuenta,sorprendida,dequesemeescapabanlaslágrimas...»

EkaterinaPetrovnaShalíguina,enfermera

«Hubiesepodidodarconél...Peroelmeropensamientodeunposibleencuentromeaterrorizaba...»Enmi colegio se dabamucha importancia al estudio de la lengua alemana, venían estudiantes

alemanesavisitarnos.VeníanaMoscú.Íbamosjuntosalteatro,cantábamos.Habíaunchicoalemán.Cantaba tan bien... Nos hicimos amigos, incluso me enamoré de él... Durante toda la guerra meatormentóelmismopensamiento:¿quépasaríasileencontrabaylereconocía?¿Seríaélunodeesosinvasores?Yomeemocionoconfacilidad,soymuysensibledesdequeerapequeña.¡Mucho!»Una vez estaba recorriendo el campo de batalla, el combate había acabado... Ya habíamos

recogidoanuestrosheridosysoloquedabanlosalemanes...Meparecióreconocerle...Unmuchachojovenderasgossemejantes...Tendidosobrenuestratierra...Paséunlargoratomirándole...»

MaríaAleksándrovnaFleróvskaia,responsabledetrabajopolítico

«¿Quiereaveriguarlaverdad?Amímeasusta...»Un soldado nuestro... ¿Cómo se lo explico? Todos sus familiares habían muerto. Él... Los

nervios...O tal vez estaba borracho.Amedida que nuestraVictoria se acercaba, la gente cada vezbebíamásymás.Encualquiercasaosótanosepodíaencontrarvino.Oaguardiente.Loshombresseemborrachaban continuamente. Él cogió la metralleta e irrumpió en una casa alemana... Vació elcargador...Nollegamosatiempodepararle.Fuimosdetrása todocorrer...Cuandoentramos,enlacasanohabíamásquecadáveres...Habíaniños...Learrebatamoslametralletayleatamos.Élescupíatodaclasedeinjurias:“Dejadquemepegueuntiro”.»Learrestaron, le juzgarony lecondenarona fusilamiento.Yoy todosnosotrossentíamospena

porél.Luchódurantetodalaguerra.LlegóaBerlín...»¿Ahoralepermitenescribirsobreestascosas?Antesestabaprohibido...»

AS-va,servidoradeunapiezaantiaérea

«Laguerrameestabaesperando...»Cumplídieciochoaños...Prontometrajeronlacitación:debíapresentarmeenelcomitéejecutivo

provincialdelpartido,llevarprovisionesparatresdías,unrecambioderopainterior,unatazayunacuchara.Setratabadelamovilizaciónparaelfrentelaboral.»Nos transportaron hasta la ciudad de Novotroitsk, en la región de Oremburgo. Empezamos a

trabajar en una fábrica. Las heladas eran tan fuertes que el abrigo se te congelaba dentro de la

habitación,locogíasyeratanpesadocomosiestuvierahechodemadera.Trabajamosdurantecuatroañossinvacaciones,sindíaslibres.»Esperábamos, anhelábamosel finde laguerra.Elpuntoy final.A las tresde lamadrugada, la

residencia empezó a alborotarse, vinieron el director de la fábrica y los demás directivos:“¡Victoria!”.Yonotuvefuerzasparalevantarmedelcatre:mesentabanyvolvíaacaermehaciaatrás.No lograron levantarme en todo el día. Me quedé paralizada de la alegría, de la emoción. Noconseguílevantarmehastalamañanadeldíasiguiente...Salíafuera,teníaganasdeabrazarydebesaratodoelquemeencontraba...»

KseniaKliméntievnaBelko,soldadodelfrentelaboral

«Québellaeslapalabra“Victoria”...»En lapareddelReichstagescribí...Escribíconuncarbón, fue loprimeroqueencontré:“Osha

vencidounamuchacharusadelaciudaddeSarátov”.Todoelmundodejabaalgoescritoenlapared,unaspalabras.Confesionesymaldiciones...»¡Victoria!Misamigasmepreguntaban:“¿Aqué tededicarásdespuésde laguerra?”.Durante la

guerrahabíamospasadotantahambre...Amásnopoder...Soñábamosconcomerhastahartarnos,almenosunavez.Yo teníaundeseo:cobrar laprimerapagadeposguerraycomprarmeunacajadegalletas. ¿Que qué iba a hacer después de la guerra? No tenía dudas, sería cocinera. Hoy en díatrabajoenlosserviciosdealimentaciónpública.»Lasegundapregunta:“¿Cuándonoscasaríamos?”.Cuantoantesmejor...Yosoñabaconlosbesos.

Besarnosnosapetecíahorrores...Ytambiénnosapetecíacantar.¡Cantar!Asíes...»

ElenaPávlovnaShálova,secretariadelaorganizaciónbasedelKomsomoldeunbatallóndetiradores

«Yoaprendíadispararyalanzargranadas...Ainstalarminas.Aprestarlosprimerosauxilios...»Perodurantecuatroaños...Durantelaguerraolvidéporcompletolagramática.Todoloquehabía

aprendidoenlaescuela.Podíadesmontarunametralletaconlosojosvendados,peroenlosexámenesde ingreso a la universidad escribí una redacción llena de errores infantiles y casi sin comas.Mesalvaronmiscondecoracionesmilitares,meadmitieronenlauniversidad.Comencéaestudiar.Leíaloslibrosynocomprendíanada,leíapoesíaytampococomprendíanada.Habíaolvidadotodasesaspalabras...»De noche me acosaban las pesadillas: los soldados alemanes, los ladridos de los perros, los

estertoresdelosmoribundos...Almorir, lapersonaescomosisusurrara,peroesesusurroesmáshorriblequecualquiergrito.Todoloquehabíavividovolvía...Unapersonaqueesperasuejecución...Sus ojos se llenan demiedo... No se lo cree, hasta el último instante no se lo cree. Y también lacuriosidad,ensumiradaseleelacuriosidad.Losfusilesleapuntanyenelúltimoinstantesetapalacaraconlasmanos.Setapalacara...Lacabezasemehinchabadegritos...»Mientrasdurólaguerra,yonoreflexionaba,perodespuéscomencéapensar.Arebobinar...Todo

aquelloserepetíaunayotravez...Dejédedormir...Losmédicosmeprohibieronestudiar.Perolaschicas,misvecinasdelaresidencia,medijeronquemeolvidaradelosmédicosymeorganizaronsupropia terapia. Cada noche una de ellasme llevaba al cine, a ver alguna película cómica. “Debesaprenderareír.”Noimportabasimeapetecíaono,mellevabanarastras.Habíapocascomediasyvicadaunadeellasporlomenosunascienveces.Alprincipiomereíayeracomounllanto...»Peromeredimídemispesadillas.Pudeestudiar...»

TamaraUstínovnaVorobéinikova,integrantedeunaorganizaciónclandestina

SOBRELAPATRIA,STALINYLATELAROJA

«Eraprimavera...»Moríanchicosjóvenes,perdíanlavidaenprimavera...Enmarzo,enabril...Recuerdoqueenterrar

era especialmente doloroso en primavera, en la época en que florecen los jardines, cuando todosesperábamoslaVictoria.Anótelo,inclusosiyaselohandicho.Esonosafectómucho...»Paséenel frentedosañosymedio.Mismanospusieronmilesdevendajes, limpiaronmilesde

heridas...Vendabayvendabasinparar...Unavezsalíacambiarmelacofia,meapoyéenelmarcodela ventana yme quedé absorta. De pronto tenía la sensación de haber descansado. Luego nuestromédicomepropinóunabroncamonumental.Yonocomprendíanada...Sefue,peroantesmecastigócon dos turnos extra.Mi compañerame lo explicó:me había ausentado durantemás de una hora.Resultaquemehabíaquedadodormida.»Ahora tengo varios problemas de salud, sufro de los nervios. Si me preguntan: “¿Qué

condecoraciones tiene?”, me da vergüenza contestar que no tengo ninguna, no me llegaron acondecorar.Talvezesporqueenlaguerraéramosmuchosycadaunohacíaloquepodía...Loqueestaba a su alcance... ¿Le parecería factible que nos condecoraran a todos? En realidad, todosnosotrostenemoslacondecoraciónmásgrande:el9demayo.¡EldíadelaVictoria!»Meacuerdodeunamuerteinsólita...Nadieentoncesledioimportancia,noestábamosparaeso...

Pero yo amenudo pienso en aquel hombre... El primer día que pisamos territorio alemán se nosmurióuncapitán.Sabíamosquesufamiliahabíaperdidolavidadurantelaocupación.Eraunhombreaudaz, anhelaba tanto... Le daba miedo morirse antes, no vivir hasta el día en que vería la tierraalemanaysudesgracia,eldolordeesagente.Ledabamiedonollegaravercómohabíanlloradoysufrido ellos... No ver las ruinas que había en lugar de sus casas... Simplementemurió, no estabaheridoninada.Llegó,lovioymurió.»Avecesmeparoapensar:¿dequémurió?»

TamaraIvánovnaKuráeva,enfermera

«Nadamásbajardeltrensolicitéestarenprimeralínea...Enseguida...Pordelantepasabaunaunidadmilitarymeuníaella.Enaquelmomentoyoestabaconvencidadequesirviendoenlalíneadebatallapodríavolveracasaantesquesirviendoenlaretaguardia.Dejéencasaamimadre.Laschicasdelaunidad todavía recuerdan:“Ellanoquisoestaren launidadsanitaria”.Esverdad,yopasabapor launidadsanitariaparalavarmeycambiarmederopa,enseguidavolvíaamitrinchera.Aprimeralínea.Nopensabaenmí.Siempreibaalataque,yafueracorriendooarrastrándome...Sinembargo,elolorasangre...Nuncapudeacostumbrarmealolordelasangre...»Despuésdelaguerraencontréunempleodeparteraenlasaladepartosdeunhospital,peroduró

poco.Muy poco... Tengo alergia al olor de la sangre,mi organismo lo rechaza.Había visto tantasangreenlaguerraqueyanopodíaaguantarmás.Miorganismoreventaba.Salídelasaladepartosenambulancia.Sufríunaurticaria,meahogaba.»Unavezmeconfeccionéunablusadeunatelaroja,melapuseyaldíasiguienteteníamanchas

rojasportodoslosbrazos.Comoampollas.Miorganismonoaceptabanilateladecolorrojo,nilasfloresrojas,¡nihablarderosasoclaveles!Nadaquefueserojo,decolorsangre...Nisiquieraahora

tengo nada rojo enmi casa...No lo encontrarás pormucho que lo busques.El color de la sangrehumanaesmuyvivo,nohevistouncolortanintensonienlanaturaleza,nienlasobrasdearte.Separeceunpocoaljugodegranada,peronoeslomismo.Deunagranadamadura...»

MaríaYákovlevnaYezhova,tenientedeGuardia,comandantedelaunidadsanitaria

«Oh...Ah...Todoelmundosequedaalucinadoconlocoloridaquesoy.Conestosadornosquellevo.En laguerrayoera igual.Nadamilitar. Ibaadornadacon todasaquellasnaderías...Menosmalquenuestro comandante era, como lo llaman ahora, un “liberal”. No venía de un cuartel sino de unauniversidad. Imagínese, era unprofesor titulado.Y tenía buenosmodales.Para aquella época era...unararaavis...»Meencantan los anillos,meda igualque seanbaratos, pero tengoque llevarvarios, en ambas

manos. Me encantan los perfumes. Los que están de moda. Las alhajas de todo tipo. Que seandiferentes y muchas. En mi familia solían bromear: “¿Qué le regalamos a nuestra loca por sucumpleaños?Estáclaro,unasortija”.Despuésdelaguerramihermanomehizomiprimeranillo,lohizoconunalata.Ytambiéntorneóuncolgantehechoconunvidriodebotella,eradecolorverde.Yotrodecolormarrónclaro.»Mepongoencimacualquiercosaquebrille.Nadiesecreequefuialaguerra.Niyomismamelo

creo. Incluso ahoramismo, en este preciso instante, hablando contigo, nome lo creo.Aunque enaquel cofrecitoguardo laOrdende laEstrellaRoja...Es laordenmásbonita de todas... ¿Aque esbonita?Poresomeladieronamí.Ja,ja,ja...Ahorahablandoenserio...EstoesparalaHistoria,¿aquesí?¿Esacosa tuyaestágrabando?...Osea,queespara laHistoria...Puesdiré lo siguiente: “Sirenunciasasermujer,nosobrevivesenlaguerra”.Nuncaheenvidiadoaloshombres.Nidepequeña,nidejoven.Tampocodurantelaguerra.Siempremehealegradodesermujer.Muchasvecessedicequelasarmas,unametralletaounapistola,sonbellas,queenellashaymuchopensamiento,muchapasión...Puesparamílasarmasnuncahansidobellas,meesdeltodoincomprensiblelaadmiraciónquesienteunhombreanteunapistola.Yosoyunamujer.»¿Queporquémequedésola?Teníanovios.Losnoviosnomefaltaban...Perovivosola...Melo

pasomuybienconmigomisma.Todasmisamigassonjóvenes.Amolajuventud.Lavejezmeasustamásquelaguerra.Hasvenidotarde...Ahorayapiensoenlavejez,noenlaguerra...»Esacosatuyasiguegrabando,¿aquesí?ParalaHistoria,¿aquesí?»

ElenaBorísovnaZviáguintseva,soldado,armera

«Volvíacasa...Todosestabanvivos...Mimadreloshabíamantenidoatodosconvida:amisabuelos,amihermanayamihermano.Yoregreséconellos...»Alcabodeunañollegómipadre.Papávolvióconunascondecoracionesimportantes,yotansolo

habíatraídounaordenydosmedallas.Peroennuestrafamilialaheroínaeramimadre.Ellaloshabíasalvadoatodos.Salvóalafamiliaysalvólacasa.Suguerrahabíasidolamásterrible.Papánuncaseponía sus órdenes, consideraba que era vergonzoso pavonearse delante de mamá. Le resultabaembarazoso.Porqueamimadrenolehabíanconcedidomedallas...»Entodamivida,nuncahequeridotantoanadiecomoamimamá...»

RitaMijáilovnaOkunévskaia,soldado,zapadora

«Regresé cambiada... Durante mucho tiempo mi percepción de la muerte fue anormal. Bueno,extraña...»EnMinskempezóa transitarelprimer tranvía,undíayoibaenesetranvía.Deprontoseparó,

todalagenteamialrededorgritaba,lasmujereslloraban:“¡Sehamatadounhombre!¡Sehamatadoun hombre!”. Todo el mundo bajó y yo me quedé sola en el interior del vagón, sentada allí, nocomprendíaporqué lloraban todos.Yono lovivíacomoalgo tan terrible.Enel frentehabíavistotantosmuertos...Yanoreaccionaba.Meacostumbréavivirentreellos,siempre teníasmuertosa tulado...Juntoaellosfumábamos,comíamos.Hablábamos.Adiferenciadelavidanormal,enlaguerraellos no estaban en algún lugar debajo de la tierra, sino que siempre estaban donde estabas tú.Contigo.»Despuésesesentimientovolvió,otravezexperimentémiedodelantedeunmuerto.Dentrodeun

ataúd.Pasadosunosaños,esasensaciónregresó.Volvíasernormal.Comolosdemás...»

BellaIsaákovnaEpstein,francotiradora

«Unaanécdotadeantesdelaguerra...»Fuialteatro.Enelintermedioencendieronlaslucesylevi...Todoslevimos...Estallóunasalvade

aplausos. ¡Unestruendo!EnelpalcogubernamentalestabaStalin.Mipadreestababajoarresto,mihermano mayor había desaparecido en los campos de trabajos forzados, y a pesar de elloexperimenté una emoción tan fuerte que se me saltaron las lágrimas. ¡Me quedé pasmada de lafelicidad!Todoelpúblico...¡Todoelpúblicosepusoenpie!Leaplaudimosdurantediezminutos.»Asíerayocuandomefuialaguerra.Acombatir.Peroenlaguerraescuchabaconversacionesen

voz baja... De noche, los heridos fumaban en los pasillos. Unos dormían, otros no. Hablaban deTujachevskiydeYakir...[26]¡Habíandesaparecidomiles,millonesdepersonas!¿Dónde?¿Cómo?Losucranianoscontaban...cómolesobligabanaunirsealoskoljós...Cómolesreprimían...CómoStalinprovocóunahambruna,elloslollamaban“lahambruna”.Lasmadresenloquecidassecomíanasushijos...Yesoocurríaenunlugardondelatierraestanfértilquesiplantasunpalosecotecreceunárbol.Los prisioneros de guerra alemanes empaquetaban esa tierra y la enviaban a sus casas.Tangenerosaes.Lacapafértilesdeunmetro.Lasconversacioneseranenvozbaja,amediavoz...Nuncahablabanengrupo,soloentredospersonas.Eltercerosobraba,elterceropodíaserunchivato...»Lecontaréunchiste...Selocontaréparanollorar.Aver...Hayunospresoshablandodenocheen

un barracón. Se preguntan entre ellos: “¿A ti por qué te han encerrado?”.Uno dice: “Por decir laverdad”, el otro: “Por mi padre...”. Y el último responde: “Por pereza”. ¡¿Cómo?! Todos sesorprenden. Y les cuenta: “Pasamos la noche en compañía de unos amigos, estuvimos contandochistes. Regresamos a casa tarde, mi mujer me preguntó: ‘¿Vamos ahora a denunciar o ya lesdenunciaremos por lamañana?’. ‘Por lamañana, ahora tengo sueño.’Ypor lamañana vinieron aarrestarnosanosotros”.»Esgracioso.Peronoapetecereírse.Esparallorar.Llorar.»Despuésdelaguerra...Todoelmundoesperabaelregresodelosfamiliaresdelfrente,mimadre

y yo los esperábamos de los campos. De Siberia... ¡Sí, claro que sí! Hemos vencido, hemosdemostradonuestralealtad,nuestroamor.Ahoratienenquecreernos.»Mihermanoregresóen1947,amipadrenoleencontramos...Hacepocofuiaveramisamigas

del frente deUcrania.Viven en un pueblo cerca deOdesa.En la plaza central del pueblo hay dosobeliscos:lamitaddelapoblaciónmuriódehambre,yloshombrescayerontodosenlaguerra.¿EnRusiacreequealguiensehaatrevidoacontabilizaratodoslosquemurieron?Alomejorsipregunta

a los pocos que sobrevivieron... Hija mía, para contar nuestra Historia hacen falta centenares depersonascomousted.Paradescribirtodosnuestrossufrimientos.Nuestrasincontableslágrimas.Ay,hija...»

NastasiaAleksándrovnaKupriyánova,enfermeradequirófano

«Derepentesentíunirresistibledeseodevivir...»

El teléfono no para de sonar. Apunto direcciones nuevas, recibo más cartas. Es imposible pararporquecadavezlaverdadesmásinsoportable.

TamaraStepánovnaUmniáguina,cabomayordeGuardia,técnicasanitaria:«Ay,queridamía...»Hepasadolanocherecordando,reviviendoenlamemoria...»Fui corriendo a la oficina de reclutamiento: llevaba una faldita de algodón y calzaba unas

zapatillasblancasdetelaengomada,eranunaespeciedezapatitosconcierre,muydemoda.Puesfuiconesafaldita,conesaszapatillas,apedirquemeenviasenalfrente,fuiadmitida.Subíauncoche.Logré llegara launidad,eraunadivisióndefusilerossituadaen lascercaníasdeMinsk;yallímedijeronquedeningunamaneramenecesitaban,queloqueteníaneravergüenzadeveraunachicadediecisieteañosluchando,comosiconloshombresnohubierasuficiente.Yotrascosasporelestilo,queprontomachacaríanalenemigoyquelasniñasestabanmejorconsusmamás.Yo,porsupuesto,mequedémuyafligida.“¿Yahoraquéhago?”Fuiaveral jefedelEstadoMayor;en sudespachoestabaaquelcoronelquemehabíarechazado,yyodije:“Camaradajefedelrangoaúnmásalto,pidopermisoparadesobedeceralcamaradacoronel.Detodosmodos,jamásmeiríaacasa,meuniréalastropas en la retirada. ¿Adónde sinopodría ir sabiendoque los alemanes están cerca?”.Apartir deentonces me llamaron: “Camarada jefe del rango aún más alto”. Era el séptimo día de guerra.Comenzabalaretirada...»Prontoestuvimosbañadosensangre.Habíamuchísimosheridos,peroerantansilenciosos,tenían

tanto aguante, tan fuertes eran sus ganas de vivir. Todos deseaban sobrevivir hasta el día de laVictoria.Laaguardaban:llegaríadeunmomentoaotro...Recuerdoquelaropasemeempapabadesangrehasta,hasta,hasta...Miszapatillassehabíanrotoyyocaminabadescalza.¿Sabeloquevi?EnlazonadeMaguilovempezaronabombardear laestaciónde trenes.Allíhabíaestacionadoun trenllenodeniños.Losempezaronatirarporlasventanasdelvagón,eranniñosmuypequeños,detresocuatroaños.Elbosqueestabacercaylospequeñoscorríanhaciaesebosque.Alpocoratollegaronlostanquesalemanesyloscarrosempezaronaaplastaralosniños.Noquedónirastrodeellos...Hoyuno puede perder el juicio con un episodio así. Pero, durante la guerra, la gente era capaz deaguantarlo, se volvían locos después de la guerra. Durante la guerra, las úlceras de estómagocicatrizabansolas.Dormíasdirectamenteencimadelanieveenvueltaenunafinacapayalamañanasiguientenisiquieraestabasresfriada.»Luegonuestraunidadfuerodeada.Yoteníaamuchosheridosamicargoynosedeteníaniun

camión.Losalemanesnospisabanlostalones,unpocomásycerraríanelcerco.Untenienteheridomediosupistola:“¿Sabesdisparar?”.¿Cómoibaasaberhacerlo?Solohabíavistocómodisparabanlosdemás.Perocogílapistolaymeacerquéalacarreteraparadetenerlosvehículos.Allíblasfemé

por primera vez en mi vida. Como un hombre. Me salió una composición de palabrotas muyenrevesada... Los coches pasaban por delante... Di mi primer disparo al aire... Yo sabía que eraimposiblesacaralosheridosenbrazos.Nololograríamos.Ellosnospedían:“Chicos,rematadnos.Nonos dejéis”.La segunda bala... atravesó la lona de un camión... “¡Imbécil! ¡Aver si aprendes adisparar!”Sinembargo,separaron.Meayudaronacargaralosheridos.»Perolomásterribletodavíaestabaporllegar,lomásterriblefueStalingrado.¿Sabecómoerael

campodebatalla?Eraunaciudad:lascalles,losedificios,lossótanos.¡Vayaasacaraunheridodeeseagujero!Todomicuerpoeraunenormecardenal.Yllevabalospantalonestotalmentecubiertosdesangre.Elcabonosreñía:“Chicas,nohaypantalonesderecambio,niseosocurrapedírmelos”.Yesos pantalones nuestros se secaban y semantenían de pie, el almidón no endurece tanto como lasangre,podíascortarteconellos.Noquedabaniunpedacitosinmanchar.Todoardía;enelríoVolga,porejemplo,inclusoelaguaardía.Erainvierno,yelríoardíaenvezdecongelarse.Todoestabaenllamas...EnStalingrado no quedó ni un solo centímetro de tierra que no estuviera impregnadodesangrehumana...Rusayalemana.Ydegasolina...Delubricantes...Allítodosentendimosquenohabíaadónde retroceder, deningunamanerapodíamos retroceder: omoríamos todos (el país, el puebloruso),ovencíamos.Llegóunmomentoenquetodosloteníamosclaro.Nadielodecíaenvozalta,perotodoslosabíamos.Tantoungeneralcomounsoldadoraso...»Llegabanlosreemplazos.Eranunosmuchachosjóvenes,llenosdevida.Yolesmirabaantesdel

combateysabíadeantemanoqueperderíanlavida.Lagentenuevameasustaba.Evitabaacercarmeaellos, hablarles. Porque acababan de entrar en la unidad y desaparecían demasiado pronto. Nodurabanmásdedoso tresdías...Antesde entrar en combate lesmiraba, lesmiraba...Era1942, elmomentomásgrave,másdifícil.Unavez,detrescientaspersonas,soloquedamosdiezparavercaerla noche. Cuando la batalla se apaciguó y vimos que éramos tan pocos, nos besamos y lloramosporquedeprontonosdimoscuentadequeestábamosvivos.Dequeéramoscomounafamilia.»Alguienestámuriendoante tusojos...Ytú loves,sabesconseguridadquenopuedesayudarle,

quelequedanminutosdevida.Lebesas,leacaricias,ledicespalabrascariñosas.Tedespidesdeél.Eslo último que puedes hacer por esa persona... Incluso en estemomento, esas caras reviven enmimemoria.Losveoatodos,atodosloschicossinexcepción.Tantosañoshanpasadoynoheolvidadoniuno,niunsolorostro.Losrecuerdoatodos...Losveoatodos...Deseábamoshacerlestumbas,peroesotampocoloconseguíamossiempre.Nosmarchábamosyellossequedabanallí.Avecesocurríaquelecubríastodalacabezaconvendasaunheridoyélsemoríamientras.Lesenterrábamosconlascabezas vendadas. Los quemorían en combate almenosmiraban al cielo. O te pedíanmuriendo:“Ciérramelosojos,hermanita,peroconcuidado”.Unaciudaddestruida,lascasasderrumbadas,porsupuesto que es terrible, pero cuando cae muerto un hombre joven... No me daba tiempo ni deretomarelaliento,corría...Salvaba...Parecíaqueyanotequedabanfuerzas,quenoaguantaríasotroscincominutosmás...Y sin embargo, seguías... Enmarzo, el suelo se deshelaba, era húmedo... Lasbotas de fieltro no eran lomejor, perome las puse.Nome las quité en todo el día, por la nocheestabantancongeladasquenopudequitármelas.Huboquecortarlas.Ynomeresfrié...¿Ustedselocree,querida?»CuandoacabaronloscombatesenStalingrado,nosencomendarontransportaralosheridosmás

gravesaKazányaGorki enbarcosygabarras.Yaeraprimavera,marzo, abril.Encontrábamosamuchosheridosliteralmentedebajodelatierra:enlastrincheras,enlascuevas,enlossótanos...Eranmuchísimos.¡Unapesadilla!Despuésdesacaralosheridosdelcampodebatallasiemprehabíamospensadoqueyanoquedabanmás,que loshabíamosenviadoa todos,quenodejábamosanadieenStalingrado. Pero cuando la gran batalla se acabó, resultó que en la ciudad había tantos que nosparecíaincreíble...Inimaginable...Enelbarcodondeyoviajéreunieronalosquehabíanperdidolaspiernas, losbrazos, a centenaresdeenfermosde tuberculosis.Teníamosquecurarles,hablarles en

voz baja, tranquilizarles con una sonrisa.Nos enviaban como acompañantes y nos prometían que,después de tantos combates, por fin podríamos descansar; era como una especie de premio, deagradecimiento.PeroenrealidadaquelloerainclusomáshorriblequeelinfiernodeStalingrado.Enla batalla te encargabas de un hombre, le sacabas del combate, le prestabas ayuda, lo confiabas alpersonalsanitarioysentíasseguridad:“Elheridoestáenbuenasmanos,lealejarándeestelugar”.Yactoseguidoibasaporotro.Encambioenelbarcolosteníasatodosconstantementedelantedeti...Enelcombatequeríanvivir,sedesesperabanpormantenerseconvida:“¡Dateprisa,hermana!¡Dateprisa!”. Pero ahora ya se habían desanimado, rechazaban la comida, queríanmorir. Se tiraban delbarco.Lesvigilábamos.Lessalvaguardábamos.Habíauncapitánalquelevigilabainclusodenoche:habíaperdidoambosbrazosyqueríaquitarselavida.Undíasemeolvidóavisaraotraenfermera,salíunosminutosafuerayélselanzóporlaborda...»LosllevamoshastaUsolie,cercadePerm.Allíyaleshabíanconstruidoespecialmenteparaellos

unascasitasnuevas,limpias,paraacomodarlos.Eraunaespeciedecampamento...Lesllevábamosencamillasy ellos vomitaban furia. Sentías que podrías casarte con cualquiera de ellos. Que le llevarías enbrazos. Después volvíamos en el barco, ya sin los heridos, podíamos descansar. Y, sin embargo,nosotrasnodormíamos.Laschicaslloraban,aullaban.Empezamosaescribirlescartas,cadadía.Noslosrepartíamos,acordamosquiénescribiríaaquién.Erantresocuatrocartasdiarias.»Yunpequeñodetalle.Despuésdeeseviaje,duranteloscombatesempecéaesconderlaspiernasy

lacara.Yoteníaunaspiernasbonitasymedabamuchomiedoquemequedaranmutiladas.Tambiéntemíapormicara.Soloqueríacomentarlo...»Después de la guerra, pasé varios años sin poder quitarme de encima el olor a sangre, me

persiguiódurantemucho,muchotiempo.Lavabalaropaypercibíaeseolor,preparabalacomidayotravezlopercibía.Alguienmeregalóunablusadecolorrojo,enaquelmomentoeraunacosamuyespecial,casinohabíatelas,peronomelaponíaporqueeraroja.Eraincapazdeaceptaresecolor.Nopodíahacerlacompra.Nosoportabaentrarenlaseccióndecarne.Sobretodo,enverano...Yverlacarnedepollo,separecemucho,¿sabe?...Esigualdeblancaquelacarnehumana...Mimaridoseencargabadelacompra...Enveranonopodíaquedarmeenlaciudad, intentabairmea todacostaadondefuera.Llegabaelveranoymeparecíaquedeunmomentoaotroempezaríalaguerra.Cuandoel sol localentaba todo: losárboles, losedificios,elasfalto, todoesoolía, todomeolíaa sangre.¡Comiese loque comiese, no lograbadeshacermede eseolor! Incluso cambiando las sábanas,meparecíaquelaropalimpiaolíaasangre...»... Los días de mayo de 1945... Recuerdo que nos fotografiábamos muchísimo. Éramos muy

felices...El9demayotodoelmundogritaba:“¡Victoria!¡Victoria!”.Lossoldadosserevolcabanenlahierba:“¡Victoria!”.Bailaban...»Disparaban...Cadaunodisparabaelarmaquetenía...»—¡Dejendedispararahoramismo!—ordenabaelcomandante.»—Todavía nos quedan cartuchos. ¿Para qué los necesitamos ya? —Nosotros no lo

comprendíamos.»Dijeran lo que dijeran, yo solo oía una palabra: “¡Victoria!”. ¡De repente sentí un irresistible

deseodevivir!¡Quévidamásbellanosesperaapartirdeahora!Mepusetodasmiscondecoracionesypedíquemehicieranunafotografía.Poralgunarazón,queríaquemefotografiasenentre flores.Metomaronlafotografíaenunvergel.»El 7 de junio erami gran día, el día demi boda.Nuestra unidad nos organizó una fiesta a lo

grande. A mi marido lo conocía desde hacía mucho tiempo: era capitán, el comandante de lacompañía.Losdosnosloprometimos:“Sisobrevivimos,despuésdelaguerranoscasaremos”.Nosconcedieronunmesdepermiso...

»Fuimos a Kineshma, en la provincia de Ivánov, donde vivían sus padres. Yo me sentía unaheroína,nuncasemehabíapasadopor lacabezapensarencómorecibiríanaunachicadel frente.Habíamos recorrido un camino tan largo, habíamos devuelto tantos hijos a sus madres, tantosmaridosalasesposas...Ydepronto...Entendíloqueesunultraje,escuchépalabrasofensivas.Antesdeesonohabíaoídootracosaquenofuera:“Hermanitaquerida”,“Hermanitamía”.Yademásyonoeraunacualquiera,eraguapa.Ymehabíandadoununiformenuevo.»Porlanochenossentamosatomarelté,lamadrellamóasuhijoalacocinaylloró:“¿Conquién

tehascasado?Esunafulanadelfrente...Tienesdoshermanaspequeñas.¿Quiénquerráahoracasarsecon ellas?”. Incluso ahora lo recuerdoymevienenganasde llorar. Imagínese: llevéundisco,megustabamucho.Lacancióndecía:“Tienestodoelderechoacalzarloszapatosdemoda...”.Sereferíaaunachicaquehabíacombatido.Puseesacanción,suhermanaseacercóydelantedemírompióeldisco,comodiciéndomequeyonoteníaderechoanada.Ellosdestruyerontodasmisfotografíasdelfrente...Ay,querida,notengopalabrasparaeso.Notengopalabras...»Laalimentaciónentoncesseracionabaporcartillas.Unavezmimaridoyyojuntamosnuestras

cartillas y fuimos a cambiarlas por alimentos. Había un almacén especial, llegamos allí y nospusimos al final de la cola.Me llegó el turno y de pronto el hombre que estaba al otro lado delmostradorlosaltóyseabalanzósobremí,meabrazaba,mebesabaygritaba:“¡Chicos!¡Chicos!Laheencontrado.Latengodelante.Cómodeseabaencontrarla,cómodeseabaverla.¡Chicos,ellaeslaquemesalvó!”.Mimaridoestabaamilado.Esehombreeraunherido,lehabíasacadodelcampodebatalla.Bajoelfuego.Élseacordabademí.¿Yyodeél?¡Comosifueraposiblerecordarlesatodos,eran tantos!Enotra ocasión, en la estaciónde trenesme crucé conunmutilado: “¡Hermana!”,mereconoció.Ycon lágrimas en losojos: “Medije que si te veía,mepondríade rodillas...”.Solo lequedabaunapierna...»Nosotras, las muchachas del frente, pasamos muchas penas. También después de la guerra.

Terminadauna,nos tocóotraguerra. Igualde terrible.Loshombresnosdejaroncon laespaldaaldescubierto.Nonosprotegieron.Enelfrenteeradiferente.Tearrastrabas,veníavolandountrozodemetralla o una bala... y los chicos te vigilaban... “¡Agáchate, hermana!”, gritaba uno y se te tirabaencima, te cubría con su cuerpo. Y la bala iba a por él... A vecesmorían o eran heridos. En tresocasionesmesalvaronlavida.»DeKineshmaregresamosotravezanuestraunidad.Unavezallí,supimosquenonosdisolvían,

nosencomendaronlevantarlasminasdeloscampos.Loskoljósnecesitabanterrenos.Laguerrahabíaacabadopara todos,perocontinuabapara loszapadores.Ynuestrasmadresyahabíancelebrado laVictoria... La hierba había crecido alta,muy alta, y por todas partes habíaminas, bombas. Pero lagentenecesitabalatierraynosotrosnosapresurábamos.Cadadíamoríancompañerosnuestros.Cadadíadespuésdelaguerracelebrábamosentierros...Cuántagentedejamosallí,enloscampos...Cuántagente...Ocurríaavecesqueentregábamosunaparcelaalkoljós,enviabanlostractoresalcampo,lamáquinasetopabaconunaminaquesenoshabíapasadoporalto(algunaseranantitanques)ytantoeltractorcomoeltractoristavolabanporlosaires.Lostractoresnosobraban.Ytampocoloshombres.Observar esas lágrimas en una aldea cuando la guerra ya había terminado era... Lloraban lasmujeres...Llorabanlosniños...Recuerdoaunsoldadonuestro...PasábamoscercadeStárayaRusa,seme ha olvidado el nombre de la aldea, pero él había nacido en esa aldea, fue a su koljós, a suscampos,adesactivar lasminas...yallímurió.Todosvinieronadespedirsedeél.Combatiódurantetodalaguerra,loscuatroaños...ydespués,ensutierranatal,ensucampo,perdiólavida.»Nada más empiezo a relatarlo y me pongo enferma. Estoy hablando y mis entrañas se hacen

gelatina,todometiembla.Loveodenuevo:losquecayeronencombateyacenconlasbocasabiertas,estabangritandoyselescortóelgrito,tienenlosintestinosvueltosdelrevés.Hevistomásmuertosque árboles... ¡Qué terrible! Qué miedo pasas en un combate cuerpo a cuerpo: un hombre

enfrentándose a otro con la bayoneta...Con la bayoneta en ristre.Empiezas a tartamudear, duranteunos días no consigues articular bien las palabras. Pierdes la capacidad de hablar. ¿Le parece quealguienquenohaestadoallípuedeentenderlo?¿Ycómolocuentas?¿Conquéexpresiónenlacara?Dígamelousted:¿quécarahayqueponerrecordándolo?Losdemásalparecersoncapaces...Yono.Lloro.Peroesnecesario,debequedarseenelrecuerdo.Esnecesariotransmitirlo.Nuestrogritodebeguardarseenalgúnlugardelmundo.Nuestroaullido...»Yoesperonuestrafiesta...Laesperoylatemo.Lassemanasanterioressiempreandoacumulando

ropa sucia para tenermucha, asíme paso todo el día lavándola. Tengo quemantenerme ocupada,necesito algo para distraerme durante ese día.Y si nos reunimos, nos faltan los pañuelos, así sonnuestrosencuentrosconloscompañerosdelfrente.Unmardelágrimas...Nomegustanlosjuguetesbélicos,losjuguetesdeguerraparaniños.Lostanques,lasmetralletas...¿Quiénloshainventado?Merevuelvenel alma.Yonunca leshecompradoni regaladoa losniños juguetesdeguerra.Nia losmíosnialosdelosdemás.Unavezalguientrajoacasaunavioncitodeguerrayunametralletadeplástico.Losenviédirectamentealabasura.¡Almomento!Porquelavidahumanaesunregalotangrande...¡Elmayorregalo!Laspersonasnosomosdueñasdeeseregalo...»¿Sabe lo que pensábamos todos durante la guerra? Imaginábamos: “¡Qué feliz será la gente

despuésdelaguerra!Quévidamásbellayfelizcomenzará.Lagentehapasadoportantosufrimientoquetodosseránbuenos,losunosconlosotros.Habrámuchoamor.Laspersonasserándistintas”.Nolodudábamos.Niporuninstante.»Queridamía...Todoesigualqueantes,laspersonasseodianentreellas.Otravezsematanunosa

otros.Esloquenoacabodeentender...¿Yquiénesson?Somosnosotros...Nosotros...»EnStalingrado...Unavez llevéadosheridosalmismo tiempo.Cargabaconuno, le arrastraba

unosmetros,yluegovolvíaaporelotro.Losalternabaporquelosdosestabanmuygraves,resultabaimpensabledejarlos,ylosdos,avercómoseloexplico,ambosteníanlaspiernasdestrozadasmuypor arriba, se estaban desangrando. En esos casos, cadaminuto cuenta. De pronto, cuando yamehabíaalejadounpocodelabatallayelhumosehabíadispersado,descubríqueestabaarrastrandoaun tanquista de los nuestros y a un alemán...Mequedépetrificada: nuestros soldadosmorían y yosalvando a un alemán. Sentí pánico... Enmedio del combate, con la densa humareda, nome habíadado cuenta...El hombre se estabamuriendoy gritaba... “Ah, ah, ah...”Los dos estabanquemados,negros. Iguales. Pero ahora ya lo veía con claridad: una chapa distinta, un reloj distinto, todo eraajeno.Yesemalditouniforme.“¿Quéhagoahora?”Arrastrabaanuestroheridoypensaba:“¿Vuelvoaporelalemánono?”.Comprendíaquesiledejaba,prontomoriríadesangrado...Regreséaporél.Ycontinuéarrastrandoalosdos...»FueenStalingrado...Elcombatemásterrible.Másquecualquierotro.Queridamía...Esimposible

teneruncorazónparaelodioyotroparaelamor.Elserhumanotieneunsolocorazón,yyosiemprepensabaencómosalvarelmío.»Después de la guerra viví durante mucho tiempo conmiedo al cielo, ni siquiera levantaba la

cabeza.Tambiénmedabamiedolatierraarada.Yesoquelosgrajoslapisabancontodatranquilidad.Lospájarosprontoolvidaronlaguerra...»

1978-2004

[1]Koljós: economía colectiva o granja colectiva en laUniónSoviética.Después de laRevolución rusa de 1917 fue la principalforma de la economía agrícola. Una vez expropiados, los terrenos pasaron a ser propiedad del Estado. Los campesinos erantrabajadoresasalariadosreunidosforzosamenteenlasgranjascolectivas.(N.delasT.)

[2]ErichMariaRemarque(1898-1970),escritoralemándeposguerraque,trasparticiparenlaPrimeraGuerraMundial,dedicógranpartedesuobraanarrarconcrudezaloshorroresdelacontienda.Esconsideradounodelosmáscélebresenemigosdelnazismo.(N.delasT.)

[3] Kulák: término despectivo del lenguaje político soviético. Inicialmente la palabra aludía a los agricultores que poseíanpropiedades y contrataban a trabajadores. Después se usó de forma despectiva para referirse a cualquier campesino, un poco másprósperoquelamedia,queseopusieraalascolectivizaciones.(N.delasT.)

[4] La ciudad de Magadán, fundada en 1930 en el extremo norte de Rusia, fue el lugar más importante en el tránsito de losprisioneroshacialoscamposdetrabajo.FinalizadalaSegundaGuerraMundial,losciudadanossoviéticosquehabíansidoprisionerosdeguerra, tantomilitarescomociviles,fueronensumayoríacondenadosadiezañosde trabajosforzadosenloscentrossituadosenesaregión.(N.delasT.)

[5]ElKomsomolfuelaorganizaciónjuvenildelPartidoComunistadelaUniónSoviética.Fundadoen1918,agrupabaajóvenesdeentrecatorceyveintiochoaños,sobrelosqueejercíaunagraninfluencia,puesintroducíaalajuventudenelidearioylosvaloresdelpartido.MuchoslíderespolíticosdelPartidoComunistaempezaronsucarrerapolíticaenelKomsomol.Dejódeexistiren1991,pocosmesesantesdeladisolucióndelaUniónSoviética.(N.delasT.)

[6]LaOrganizacióndePionerosdelaUniónSoviéticafueungrupodeescultismoqueagrupabaaniñosyniñasdeentrediezyquinceaños, a los que ofrecía diversas actividades, desde tareas de alfabetización hasta campamentos en lasmontañas, siempre desde losprincipiosideológicosdelcomunismo.(N.delasT.)

[7]NKVD:ComisariadodelPuebloparaAsuntos Internos.Organismoencargadodeunamplioabanicode funciones relacionadasconlaseguridaddelEstado,incluyendolastareaspoliciales,loscentrosdedetención,lacontrainteligencia,etc.(N.delasT.)

[8]LaChecafuelaprimeraorganizacióndeinteligenciapolíticaymilitarsoviética,activadurantelosañosinmediatamenteposterioresa la Revolución rusa de 1917. Protagonista de múltiples detenciones y torturas, su objetivo era identificar y eliminar a toda costacualquieractoantirrevolucionario.(N.delasT.)

[9]LarisaReisner (1895-1926) fueunaescritorayperiodista rusamuycomprometidacon lacausabolchevique.Durante laguerracivil luchó como soldado y fue comisaria política en laArmadaRoja.Más tarde, trabajó como corresponsal en diversos conflictos,ademásdejugarunpapeldestacadoenlapolíticayladiplomaciarusasdeprincipiosdelsigloXX.Tuvounavidasentimentalmuyagitadaymantuvorelacionesconalgunosdelospersonajesmásinfluyentesdelaépoca.(N.delasT.)

[10] Aunque la instrucción de los pilotosmilitares tenía lugar en academias especializadas, estas eranmuy escasas. Por eso losaeroclubescivilesempezaronaformarpilotos,aquienesofrecíanentrenamientomilitaryexpedíanlicenciasparapilotardeterminadotipodeaviones.(N.delasT.)

[11] Semión Mijáilovich Budionni (1883-1973) fue un comandante militar soviético. Organizó y dirigió el Primer Ejército deCaballeríadelEjércitoRojo.Graciasasusméritosdurantelaguerracivilrusade1917a1923,seconvirtióenunodelosjefesmilitaresmáspopularesyqueridosdesutiempo.(N.delasT.)

[12]Enelidiomaruso,eltérminoquehacereferenciaaunaprofesionaldelaenfermeríaesunapalabracompuestacuyatraducciónliterales«hermanamédica».Enellenguajecoloquial,amenudoseutilizasimplemente«hermana».

Durantelaguerrasecreabaentreenfermerasypacientesunarelacióncercanayafectuosaquesobrepasabaloslímitesestrictamenteprofesionales.Unheridoencombatepercibíaaunaauxiliarsanitariacomoaunacompañera,casicomoaunahermanaespiritual.Hemosqueridomantenerestematizemocionaldeltérminorusoparatransmitirlaatmósferadellibro.(N.delasT.)

[13]Utilizamos el término «covacha» para referirnos a un tipo de construcción subterránea que el ejército ruso utilizó durante laSegundaGuerraMundialparaalojarenlazonadeloscombatesalosefectivos,lasunidadesmédicas,losserviciosadministrativos,etc.Primeroseexcavabaunfosoounacuevadirectamenteenlatierra,despuésestacavidadsereforzabaconmaderayramas.Apesardeque las condiciones eran precarias, las covachas ofrecían ciertas ventajas en comparación con las tiendas de campaña: eran máseconómicasyseadecuabanmejoralclimaruso.(N.delasT.)

[14]Lanzacohetesmúltiplesoviético.(N.delasT.)[15]ReferenciaalepisodiodescritoenelCantardelashuestesdeÍgor,unaobraanónimadelaliteraturaeslavapresumiblemente

escritaafinalesdelsigloXII.(N.delasT.)[16] El «batallón de los débiles» es un término soviético no oficial de la época de la Segunda Guerra Mundial. Se trataba de

formacionesparamilitaresqueincluíanapersonasqueporsuedadosuestadofísiconoseconsiderabanaptasparaelserviciomilitar.Seutilizaronfundamentalmenteparalaconstruccióndefortificaciones.(N.delasT.)

[17]LaslegioneschecoslovacaserantropasregularesdelejércitorusoquelucharondurantelaPrimeraGuerraMundialylaguerracivil rusa.Estaban formadasporchecosyeslovacosvoluntarios,pero tambiénporprisionerosdeguerradelbandoaustrohúngaro.En1918lasautoridadessoviéticasintentarondesarmarlaslegioneschecoslovacas, locualprovocóunarebeliónarmadaqueseextendióporlasregionesdelVolga,losUralesySiberia,yseprolongódurantevariosmeses.EstarebelióncontribuyóalderrocamientodelosórganosdepodersoviéticosyaliniciodelasaccionesmilitaresdelEjércitoBlanco.(N.delasT.)

[18]MijaílKalinin(1875-1946)fueunrevolucionariobolcheviqueypolíticosoviético,fundadordelaUniónSoviéticaypresidentedelPresídiumdelSóvietSupremoduranteelperíodode1937a1946.(N.delasT.)

[19]Setratadeuntipodeestufatípicadelasregionesrusas.Sirveparacocinarycomosistemadecalefacción.Situadaenelcentrodelascasasyenvueltaenunaconstruccióndeladrillos,elhumoseconduceporunastuberíasatravésdelasparedesylostechosparatransmitirelcaloratodalacasa.Lagentesolíadormirenelpisodearriba,justoencimadedondeseencontrabalaestufa.(N.delasT.)

[20] Semión Budionni (1883-1973) y Kliment Voroshílov (1881-1969), mariscales, militares de la Unión Soviética, ambos seganaronlafamadehéroespopularesdurantelaguerracivilrusa.(N.delasT.)

[21]Las tropasalemanasocuparonelpobladodeKushchóvskayaenagostode1942.La13.ªDivisióndeCosacosdeKubándel

EjércitoRojoconsiguióretenerduranteunosdíaslaofensivaalemana.(N.delasT.)[22] Stepán Bandera (1909-1959) fue líder nacionalista del movimiento por la independencia de Ucrania, dirigente de la

OrganizacióndeNacionalistasUcranianos(OUN).En1941losefectivosdelaOUNseintegraronenelejércitoalemán.TraselfindelaSegundaGuerraMundial,lasformacionesdeguerrilleroscontinuaronlaluchaarmada.(N.delasT.)

[23]ApodopopulardelavióndereconocimientoalemánFocke-WulfFw189.(N.delasT.)[24]XXCongresodelPartidoComunistadelaUniónSoviética,celebradoenfebrerode1956.Eneltranscursodelevento,elnuevo

líderdelpartido,Nikita Jruschov,pronuncióundiscursodenunciandoel culto a lapersonalidaddeStalin.ElXXCongresomarcóeliniciodeunaépocadecambiospolíticosconocidacomo«eldeshielo».(N.delasT.)

[25] El Volkssturm, la milicia nacional alemana creada en octubre de 1944, integraba a todos los hombres de entre dieciséis ysesentaaños.(N.delasT.)

[26]MijaílTujachevski(1893-1937)yIonaYakir(1896-1937)fuerondosdestacadosmilitaresdelaUniónSoviética,arrestadosyejecutadosen1937,injustamenteacusadosdeorganizarunaconspiraciónmilitarydeespionajeenfavordelaAlemanianazi.SondosdelasvíctimasmásnotoriasdelaGranPurgadeStalin.(N.delasT.)

SvetlanaAlexiévichesunaprestigiosaperiodistayescritorabielorrusa,nacidaen1948,cuyaobraofreceunretratoprofundamentecríticodelaantiguaUniónSoviéticaydelassecuelasquehadejadoen sus habitantes. Su espíritu crítico, su profundo compromiso con los que sufren y su fructíferacarrera literariahansido reconocidoscon innumerablesgalardones,entre losquecabedestacarelPremioNobel de Literatura (2015), el Premio RyszardKapuscinski de Polonia (1996), el PremioHerderdeAustria(1999),elPremioNacionaldelCírculodeCríticosdeEstadosUnidos(2006),elPremioMédicisdeEnsayoenFrancia(2013)yelPremiodelaPazdeloslibrerosalemanes(2013).EsoficialdelaOrdendelasArtesylasLetrasdelaRepúblicaFrancesa.EncastellanohaaparecidoVocesdeChernóbil(Debolsillo,2015).

Títulooriginal:UvoininezhenskoelizoEdiciónenformatodigital:noviembrede2015©2013,SvetlanaAlexiévich©2015,PenguinRandomHouseGrupoEditorial,S.A.U.TravesseradeGràcia,47-49.08021Barcelona©2015,YuliaDobrovolskaiayZaharaGarcíaGonzález,porlatraducciónLaeditorialnohapodidocontactarconelautoropropietariodelasimágenesdelaportada,peroreconocesutitularidaddelosderechosdereproducciónysuderechoapercibirlosroyaltiesquepudierancorresponderle.Diseñodeportada:PenguinRandomHouseGrupoEditorial/NoraGrosseFotografíadeportada:©TodoslosderechosreservadosPenguinRandomHouseGrupoEditorialapoyalaproteccióndelcopyright.Elcopyrightestimulalacreatividad,defiendeladiversidadenelámbitodelasideasyelconocimiento,promuevelalibreexpresiónyfavoreceunaculturaviva.Graciasporcomprarunaediciónautorizadadeestelibroyporrespetarlasleyesdelcopyrightalnoreproducirnidistribuirningunapartedeestaobraporningúnmediosinpermiso.Alhacerloestá respaldandoa losautoresypermitiendoquePRHGEcontinúepublicando librospara todos los lectores.DiríjaseaCEDRO(CentroEspañoldeDerechosReprográficos,http://www.cedro.org)sinecesitareproduciralgúnfragmentodeestaobra.ISBN:978-84-9992-625-4Composicióndigital:M.I.maqueta,S.C.P.www.megustaleer.com

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LaguerranotienerostrodemujerLapersonaesmásquelaguerra«Noquierorecordar...»«Deberíaiscrecer,niñas...Estáismuyverdesaún...»«Yofuilaúnicaqueregreséconmimadre...»«Ennuestracasavivendosguerras...»«Elauricularnodispara...»«Noscondecorabanconunasmedallaspequeñas...»«Noerayo...»«Recuerdoaquellosojos...»«Nosotrasnodisparamos...»«Senecesitabansoldados...Peronosotrasloquequeríamoseraestarguapas»«Señoritas,¿sabenustedesquelaesperanzadevidadeunjefedelaseccióndezapadoresesdedosmeses?»«Unamirada,unasola...»«Ylapatatadeprimaveraesdiminuta...»«Mamá,¿cómoespapá?»«Sepusolamanoallí,enelcorazón...»«Derepentesentíunirresistibledeseodevivir...»NotasBiografíaCréditos

TableofContentsLaguerranotienerostrodemujerLapersonaesmásquelaguerra«Noquierorecordar...»«Deberíaiscrecer,niñas...Estáismuyverdesaún...»«Yofuilaúnicaqueregreséconmimadre...»«Ennuestracasavivendosguerras...»«Elauricularnodispara...»«Noscondecorabanconunasmedallaspequeñas...»«Noerayo...»«Recuerdoaquellosojos...»«Nosotrasnodisparamos...»«Senecesitabansoldados...Peronosotrasloquequeríamoseraestarguapas»«Señoritas,¿sabenustedesquelaesperanzadevidadeunjefedelaseccióndezapadoresesdedosmeses?»

«Unamirada,unasola...»«Ylapatatadeprimaveraesdiminuta...»«Mamá,¿cómoespapá?»«Sepusolamanoallí,enelcorazón...»«Derepentesentíunirresistibledeseodevivir...»NotasBiografíaCréditos