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LA GUERRA DE VIETNAM Eduardo García Domínguez Capitán de Corbeta ANTECEDENTES HISTORICOS Y POLITICOS yando al príncipe Nguyen Anh, quien dominaba en todo el territorio vietna mita desde Hue, capital imperial. os antecedentes históri cos del pueblo vietnamita A l | se remontan a varios siglos antes de Cristo, pasando por períodos bajo domi- nación china e hindú. A partir del siglo XVII se empieza a producir una abierta rivalidad entre los gobernantes de los sectores norte y sur, lo que llevó a que estos últimos construyesen una mura- lla para separar ambas regiones, obs táculo que corría aproximadamente por la latitud 18° y que hizo que los anamitas, habitantes de Vietnam, de cada región, se desarrollasen con pro- fundas diferencias entre ellos. A raíz de las guerras napoleóni- cas, Francia debió prácticamente aban- donar la región, lo que fue aprovecha do por los gobernantes vietnamitas para efectuar grandes persecuciones religiosas, destinadas a eliminar a los franceses y a los nacionales católicos. Napoleón III, en 1858, exigió el respe- to a la supremacía francesa sobre la región, lo que sólo pudo lograr 26 años después habiendo hecho que China, llamada en 1880 por el emperador Tu Duc, renunciara a toda aspiración sobre Vietnam. La penetración europea en la re- gión se inicia en el siglo XVIII, inicial mente mediante misioneros y luego a través de mercaderes ingleses y holan- deses. Francia, última en llegar a la región, desarrolló una fuerte penetra- cióón a fin de recuperar el tiempo per- dido y de este modo lograr el control sobre ella, lo que obtuvo en 1802 apo En 1887, Francia inició la unifi- cación de Laos, Camboya y Vietnam, formando lo que pasó a llamarse la Unión Indochina. Esta integración fue realizada sin ningún criterio de respeto hacia las diferencias básicas que exis an entre estos tres pueblos, unifica ción que duró hasta la Segunda Guerra Mundial.

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LA GUERRA DE VIETNAM

Eduardo García Domínguez Capitán de Corbeta

ANTECEDENTES HISTORICOS Y POLITICOS

yando al príncipe Nguyen Anh, quien dominaba en todo el territorio vietna­mita desde Hue, capital imperial.

os antecedentes históri­ cos del pueblo vietnamita

A l | se remontan a varios siglos antes de Cristo, pasando por períodos bajo domi-

nación china e hindú. A partir del siglo XVII se empieza a producir una abierta rivalidad entre los gobernantes de los sectores norte y sur, lo que llevó a que estos últimos construyesen una mura-lla para separar ambas regiones, obs­táculo que corría aproximadamente por la latitud 18° y que hizo que los anamitas, habitantes de Vietnam, de cada región, se desarrollasen con pro-fundas diferencias entre ellos.

A raíz de las guerras napoleóni-cas, Francia debió prácticamente aban-donar la región, lo que fue aprovecha­do por los gobernantes vietnamitas para efectuar grandes persecuciones religiosas, destinadas a eliminar a los franceses y a los nacionales católicos. Napoleón III, en 1858, exigió el respe-to a la supremacía francesa sobre la región, lo que sólo pudo lograr 26 años después habiendo hecho que China, llamada en 1880 por el emperador Tu Duc, renunciara a toda aspiración sobre Vietnam.

La penetración europea en la re-gión se inicia en el siglo XVIII, inicial­mente mediante misioneros y luego a través de mercaderes ingleses y holan-deses. Francia, última en llegar a la región, desarrolló una fuerte penetra-cióón a fin de recuperar el tiempo per-dido y de este modo lograr el control sobre ella, lo que obtuvo en 1802 apo­

En 1887, Francia inició la un ifi-cación de Laos, Camboya y Vietnam, formando lo que pasó a llamarse la Unión Indochina. Esta integración fue realizada sin ningún criterio de respeto hacia las diferencias básicas que exis­tían entre estos tres pueblos, unifica­ción que duró hasta la Segunda Guerra Mundial.

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Pero no todo fue en calma; a me­dida que se consolidaba la posición francesa en la región, subterráneamen­te crecían los movimientos nacionalis­tas. El más importante, y el más tar­dío, fue el que creó en el norte Nguyen That Thant, quien después se hizo lla­mar Ho Chi Minh, que significa "el que lleva la luz".

Los franceses siempre reprimie­ron en forma violenta y severa a todos los grupos nacionalistas, sin distinción, acusándolos de comunistas, indepen­dientemente de cual fuese su ideología política, si es que la tenían.

Esta persecución, sumada a la na­tural aversión que sentían por el domi­nio extranjero, hizo que los grupos, pasando por encima de sus divergen­cias políticas, se unificaran bajo la misma bandera de lucha: expulsar a los franceses de su territorio.

Al sobrevenir la Segunda Guerra Mundial y producirse la invasión japo­nesa en la región, Francia, a la sazón bajo el gobierno de Vichy, cooperó con ellos y mantuvo su régimen colo­nial, lo que fue aprovechado por los nacionalistas para que, mediante el apoyo aliado, se formase la Liga Viet­namita para la independencia, que más tarde pasó a llamarse Viet Minh, la que desde su gestación fue guiada y dirigida por el Partido Comunista, crea­do por Ho Chi Minh en 1931.

Antes de ser derrotados, los japo­neses depusieron el gobierno colonial y proclamaron a Vietnam como país independiente, bajo la conducción del emperador Bao Dai. Este fue rápida­mente derrocado por el Viet Minh, debiendo abdicar en favor de Ho Chi Minh.

Francia regresa a Vietnam en 1946, pero sólo controla la región sur, debiendo reconocer la existencia de la República Democrática de Vietnam como un Estado libre de Indochina. Pero ésta, bajo la dirección de Ho Chi Minh, deseaba todo el control sobre la Cochinchina, a lo cual los franceses no estaban dispuestos. El 19 de diciembre de 1946 las fuerzas del Viet Minh ata carón a las guarniciones francesas, dando inicio a la Guerra de Indochina, que se prolongó hasta el 8 de mayo de 1954, fecha en la que los franceses caen derrotados finalmente en Dien Bien Phu, siguiendo luego las negocia­ciones de Ginebra, que finalizan con las siguientes consecuencias generales:

a. Se estableció una línea separato­ria entre ambas fuerzas, que coinci­dió con el paralelo 17° N, al norte de la cual quedaría el Viet Minh y al sur los franceses.

b. En 1956 debía realizarse una elección, a fin de que el pueblo viet­namita decidiera sobre la unifica­ción del país.

c. Se estableció un período durante el cual podría producirse la reubica­ción de la población, es decir, cada uno permitiría el paso de un sector a otro al que lo desease.

Según informes, a raíz del aspec­to recién nombrado, 800 mil personas viajaron de norte a sur, mientras que a la inversa sólo lo hicieron cien mil.

Los acuerdos de Ginebra no esta­blecieron un límite político entre los dos Estados, sino que una línea para separar fuerzas, ya que el fin último de estos acuerdos era la unificación de Vietnam mediante una elección popu­lar, la que nunca se realizó, debido a

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los temores del gobierno sureño de ser derrotados y que quedara de esta fo r­ma todo Vietnam bajo control comu­nista.

Lo anterior es fácil de compren­der si se analiza en forma rápida cuáles fueron los cuadros políticos que pre­sentó cada sector. Esta especie de votación negativa, que se produjo a raíz de la reubicación, hizo que Ho Chi Minh, líder indiscutible en Viet­nam del Norte, tomara rápidamente el control político de su área y bajo su firme dirección consolidara el régimen de orientación marxista en su región.

Mientras tanto, el sur se debatía en profundos problemas políticos, carente de una personalidad definida que aglutinara a todos bajo su direc­ción. El entonces presidente Ngo Dinh Diem, ansioso de consolidar su posi­ción y apoyado por los Estados Uni­dos, que había ingresado en 1950 en la región, desató una encarnizada per­secución de sus adversarios políticos, lo que hizo nacer una gran oposición en la población.

En 1957, consciente Ho Chi Minh que no podría lograr la dominación sobre todo el territorio vietnamita por medios pacíficos, decidió hacerlo por la fuerza, iniciando una ofensiva sobre Vietnam del Sur mediante guerrillas formadas por el Viet Minh e infiltra­das en esa región, dando así inicio a la Guerra de Vietnam.

DESARROLLO DE LA GUERRA

En el desarrollo de esta guerra es posible distinguir tres períodos, que se diferencian entre ellos por la magnitud del esfuerzo militar proporcionado por los Estados Unidos.

7. Desde 1957 a 1964

La primera fase de esta guerra se inició con el comienzo de la acción guerrillera en Vietnam del Sur, guerri­lla compuesta inicialmente por miem­bros del Viet Minh infiltrados por Ho Chi Minh, que pretendieron aparecer como un movimiento de liberación emprendido por fuerzas de oposición al gobierno de Vietnam del Sur. Como fruto de esta guerrilla nació en 1960 el Vietcong, o movimiento de Liberación Nacional de Vietnam del Sur, de orien­tación comunista, y que según ha podido conocerse prácticamente obe­decía órdenes de Ho Chi Minh. El Vietcong, en forma hábil logró atraer bajo su conducción a otros grupos nacionalistas de diferente orientación política, con lo que ganó apoyo popu­lar, recurso indispensable para que una guerrilla sobreviva. A esto contribuyó enormemente la forma tiránica en que Ngo Dinh Diem gobernaba el país.

La participación de Estados Uni­dos estaba orientada principalmente a los aspectos económicos y militares. El apoyo económico, en lo principal esta­ba orientado también a lo militar, es decir, costear unas poderosas Fuerzas Armadas de Vietnam del Sur y entre­nar a su personal. Durante este perío­do se estableció en Vietnam un grupo de asesores, que en 1960 era de cien personas mientras que en octubre de 1963 llegaba a quince mil.

Las unidades navales norteame­ricanas estaban encargadas del patru­ llaje aeromarítimo en el océano y en el Golfo de Tailandia. No podían rea­lizar ningún tipo de contacto con el adversario, limitándose a dar la posi­ción de las embarcaciones sospechosas a las fuerzas vietnamitas, para que éstas realizaran ¡a detención y registro.

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A fines de 1963, y viendo que el gobierno estaba a punto de caer, Esta dos Unidos decide intervenir en forma mucho más directa en el conflicto, pero se da cuenta que una de las cosas fundamentales que debe lograr es el cambio de presidente, por lo que, con su conocimiento, se produce la asun­ción al poder del general Nguyen Kao Ky, después de un intenso período de enfrentamientos pol iticos que se inicia con el asesinato del presidente Diem.

2. Desde 1964 a 1968

Esta segunda fase de la guerra será la de mayor participación norteameri­cana. El inicio de ella puede estable­cerse en el incidente del Golfo de Tonkín, en el cual el destructor Ma­ ddox fue atacado por torpederas nor­ vietnamitas la noche del 2 de agosto de 1964. La veracidad de este hecho fue puesto en duda después que el Senado de los Estados Unidos adoptó la Resolución de Tonkín, autorizando al gobierno para repeler todo ataque adversario y efectuar bombardeos aéreos sobre el territorio de Vietnam del Norte, pero sin afectar a la pobla­ción civil. De esta forma se inició el aumento gradual de fuerzas norteame­ricanas en el área, las que en 1968 alcanzaron a 550 mil hombres, y es este país el que asume el control de las operaciones, quedando Vietnam del Sur totalmente subordinado a él.

Al iniciarse este segundo período de la guerra, el gobierno de Vietnam del Sur controlaba, según estimaciones, el 34% de su territorio; el 24% era neutral y el 42% restante estaba bajo control del Vietcong, que cobraba im­puestos en su región y era reconocido por los gobiernos comunistas del mundo.

Durante casi todo el período que abarca esta fase, Estados Unidos man tuvo el bombardeo aéreo sobre el terri­torio de Vietnam del Norte, atacando todo punto que tuviese algún valor es­tratégico. No se consiguieron los obje­tivos buscados, pues se mantuvo el flujo de apoyo logístico de ese territo rio hacia el Vietcong y, por otra parte, como es lógico suponer, fue imposible evitar que este bombardeo no afectase a la población civil, lo que fue muy bien aprovechado por Vietnam del Norte para hacer impopular la guerra en el frente interno de los Estados Unidos. Los bombardeos fueron final­mente suspendidos como paso previo a las negociaciones de paz.

Imposibilitado de actuar con fuer­zas terrestres o anfibias sobre el terri­torio de Vietnam del Norte, Estados Unidos orienta el empleo de sus fuer­zas para luchar contra la guerrilla en Vietnam del Sur, para lo cual mantie­ne la orgánica regular de sus fuerzas, sin darse cuenta que se le oponía una fuerza irregular que, cuando le era conveniente, adoptaba la forma regu­lar. En todo caso, y gracias a su enor­me superioridad de medios, ocasionó serios daños a las fuer? del Vietcong, lo que obligó a Vietnam del Norte a aumentar el flujo logístico para apo­yarlo y permitirle sobrevivir.

Este aumento del apoyo logístico permitió comprobar que la Marina sudvietnamita no tenía la voluntad para controlar el tráfico marítimo, por medio del cual se realizaba principal­mente este apoyo. Al producirse el incidente en la caleta Vung Ro, la Armada norteamericana asume el con­trol total del patruMaje marítimo me­diante la Operación Market Time,

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cuya misión principal era impedir el apoyo logístico que efectuaban los comunistas. A esta operación se sumó posteriormente la Operación Game Warden, que aumentaba la extensión del patrullaje a las áreas fluviales, haciendo centro de gravedad en los principales ríos y en el delta del Mekong.

A las Fuerzas de Tareas que reali­zaban las operaciones antes menciona­das se sumó, en 1966, la Fuerza Móvil de Río, que tenía por misión la bús­queda y destrucción sostenida de los enemigos en el delta, mediante una fuerza móvil de embarcaciones de asalto y tropas embarcadas.

Estas fuerzas tuvieron gran impor­tancia en el desarrollo de la guerra, reduciendo sistemáticamente el apoyo logístico que fluía de norte a sur, prácticamente sin interferencias antes de su creación, pero no lo lograron totalmente, pues por falta de decisión de sus aliados se dejaron áreas sin cubrir, todo lo cual jugó un papel muy importante en la ofensiva comunista que se realizó a fines del presente período.

El año 1968 era de elecciones en Estados Unidos y ya los candidatos a la Casa Blanca no hablaban de victoria; muy por el contrario, sólo se limita­ban a expresar que se daría término a la guerra. Los comunistas, sabedores de esta debilidad política y de lo ero­sionado que estaba el frente interno, decidieron lanzar una ofensiva general el 30 de enero, la que ha sido denomi­nada Ofensiva del Tet, o de la Fiesta del Año Nuevo Lunar, la cual abarcó 35 capitales de provincias, entre las que se contaba Hué y Saigón, alcan­

zando a ser ocupada la embajada norte­americana durante veinticuatro horas.

Esta ofensiva, en lo político signi­ficó para los comunistas ganar apoyo popular, debido a la incapacidad mos­trada por Estados Unidos y su aliado para proteger las áreas bajo su jurisdic­ción y mejorar la posición previa a las negociaciones de paz que se habrían de iniciar. Para Estados Unidos signi­ficó un golpe político tan grande que hizo renunciar a Johnson a la reelec­ción.

En lo militar, para Estados Uni­dos fue una sorpresa que demostró lo imperfecto que había sido el control de las aguas, el que, como vimos, se limitó al área oceánica, principales ríos y al delta; debió suprimir el bom­bardeo sobre Vietnam del Norte como paso previo exigido por Ho Chi Minh para sentarse a la mesa de negociacio­nes y, por último, hizo que Norteamé­rica tomase conciencia de la imposibi­lidad de una victoria, buscando a par­tir de este momento la forma más honrosa para salir de la guerra.

El 10 de mayo de 1968 se inicia­ron las conversaciones de paz, en París, entre los Estados Unidos y Vietnam del Norte, a los que posteriormente se unieron Vietnam del Sur y el Vietcong. Con esto se inicia el tercer período de la guerra.

3. Desde 1968 a 1975

Durante prácticamente todo el período coexisten las negociaciones de paz y el enfrentamiento bélico. Los Estados Unidos inicia la vietnamiza­ ción del conflicto, como fue llamado por Nixon —en la Doctrina Guam—el hecho de que Estados Unidos se

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retiraría, debiendo su aliado sobrevivir como pudiera. El retiro norteameri­cano fue parcelado, completándose en 1974.

Las operaciones navales son am­pliadas con el propósito de mejorar el control de las vías acuáticas y se reali­za la Operación Sea Lord, destinada a bloquear la costa camboyana, y la Operación Sea Float, destinada al con­trol de la zona del transdelta de Nam Can, estableciendo dominio sobre las posiciones ribereñas.

Siguiendo con la política de retiro de personal, pero deseoso de eliminar la amenaza comunista sobre Vietnam, Nixon decide atacar los santuarios de Laos y Camboya, para impedir que éstos sean usados por los comunistas, en sus ofensivas, como puntos de par­tida.

El año 1972, los comunistas deci­den montar otra ofensiva con los mis­mos propósitos de la del 68, pero esta vez Estados Unidos responde con nue­vos bombardeos y el bloqueo de los puertos de Vietnam del Norte, lo que obliga a los comunistas a sentarse a la mesa de negociaciones, debido a los serios problemas logísticos que las acciones americanas les ocasionaran.

Esta ofensiva terminó en una derrota militar comunista, que le dio dividendos políticos. Se suspendió el bombardeo y los comunistas reorgani­zaron su logística y reemprendieron las acciones, a lo que Estados Unidos respondió con nuevos bombardeos, que por primera vez sorprendieron a los comunistas, momento en que Esta­dos Unidos se encontró en la mejor posición para obtener una decisión

favorable, pero no pudo ser explotado el éxito por el quiebre de su frente interno.

A mediados de 1973 se acuerda el cese del fuego y los norteamerica­nos se retiran, de modo que la ofen­siva comunista de 1974 no encuentra más oposición que la de las fuerzas sudvietnamitas, las que finalmente son derrotadas el 30 de abril de 1975, en Saigón, poniéndose fin a la guerra y logrando el comunista Vietnam del Norte la dominación y unificación de Vietnam.

CARACTER DE LA GUERRA

Determinar el carácter de la gue­rra de Vietnam es bastante difícil, por dos aspectos, fundamentalmente; el primero, es lo disímil de los intereses en juego, y el segundo, es que durante el transcurso de ella esos intereses en algunos casos sufrieron variaciones.

1. Estados Unidos

Su objetivo político puede resu­mirse en: Detener ei avance comunista en el sudeste asiático, manteniendo un gobierno libre, independiente y esta­ble en Vietnam del Sur.

El objetivo antes enunciado —ello resulta claramente comprensible— no era de una importancia vital para Esta­dos Unidos. Ninguno de sus intereses vitales, y menos la supervivencia del país, estaba en juego. Lo que sí estaba en juego era su condición de superpo­ tencia, pero no desde el punto de vista de que pudiese dejar de serlo, sino en cuanto a la confianza que en lo suce­sivo sus aliados tendrían en él.

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Consecuente con el objetivo polí­tico y su importancia, Estados Unidos no volcó el máximo de sus medios; por el contrario, hubo períodos, como ya fue descrito, en que se limitó al apoyo económico y asesoría militar; en otros, en cambio, llegó a tener grandes medios bélicos en la región. Si bien la guerra le reportó ingentes gas­tos, no podría decirse que realizó un esfuerzo significativo en relación con su gran capacidad.

Esto puede apreciarse en que nunca declaró la guerra y limitó el conflicto a un área geográfica precisa, es decir, el territorio de Vietnam del Sur, al que se le agregó posteriormen­te los santuarios ya enunciados, pero nunca con afán de extender la guerra a esos países. Por otro lado, esta lim i­tación —en gran medida— era impues­ta por la abierta reacción contraria a la guerra que existía en el pueblo norte­americano.

Desarrolló una conducción estra­tégica del tipo limitado, graduando su esfuerzo al mínimo necesario para obtener el objetivo buscado.

La actitud estratégica adoptada por Estados Unidos fue en general defensiva, ya que se limitó en su accio­nar a consolidar la posición de su alia­do en el territorio ocupado por el Vietcong, su adversario directo, aun­que debe reconocerse que no com­prendió cabalmente la guerra en que estaba empeñado, lo que será anali­zado más adelante cuando veamos la conducción política y estratégica.

2. Vietnam del Sur

Su objetivo político puede resu­

mirse en: Mantener la independencia política y la integridad territoria l ame­nazada por el comunismo.

Este objetivo político era de la más alta importancia, pues su supervi­vencia como Estado se encontraba en juego.

Pese a la ya enunciada importan­cia del objetivo político, la magnitud de su esfuerzo en períodos importan­tes de la guerra no fue en ningún caso la que hubiese sido necesaria. Primero, por las amplias divergencias políticas que produjeron revueltas y un desgaste de la unidad nacional, tan necesaria para enfrentar este conflicto. Luego, por la participación masiva norteame­ricana, se entregaron en manos de éstos, limitándose a apoyarlos y en ocasiones ni esto hacían. Finalmente, producida la vietnamización del con­flicto, desarrollaron el máximo esfuer­zo de que eran capaces en ese momen­to, pero ya no sería de la magnitud necesaria.

Se puede decir que durante las dos primeras etapas de la guerra ésta no tuvo conducción propia, subordi­nándose a los Estados Unidos. En la última fase desarrolló una conducción estratégica de la forma ilimitada.

3. Vietnam del Norte

Su objetivo político era: Obtener el control político sobre todo Vietnam, logrando su reunificación.

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La supervivencia de Vietnam del Norte no estaba en juego, lo que no hace vital a este objetivo, pero es indu­dable que su importancia es compara­tivamente mayor que la de Estados Unidos.

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El esfuerzo desarrollado, no cabe duda, fue máximo. Soportó los más enormes bombardeos aéreos que se conocen, con una voluntad inquebran­table.

La conducción estratégica fue del tipo ilimitada, adoptando en ocasiones la forma de guerra de guerrillas, según le conviniese en sus operaciones. Hizo amplio uso de la guerra sicológica para obtener la victoria sobre Estados Unidos.

CONDUCCION POLITICA Y ESTRATEGICA

Al referirnos a la conducción política y estratégica, es conveniente agrupar a Estados Unidos con su alia­do Vietnam del Sur, pues realmente se puede decir que durante toda la guerra éste estuvo subordinado en ambos pla­nes a su aliado.

1. De Estados Unidos y Vietnam del Sur

Estados Unidos ingresó a la re­gión en 1950, a solicitud expresa de Francia, en el aspecto naval, y de Viet­nam del Sur, en el aspecto terrestre y aéreo.

En Estados Unidos hubo concor­dancia en que la elección de 1956 no debía realizarse, y de esta manera apo­yaron la decisión sudvietnamita que, como ya vimos, ocasionó el inicio de la guerra.

Desde ese momento Estados Uni­dos afirmó que era una revolución y prestó apoyo militar para que esta gue rrilla fuera suprimida por la vía arma­da, sin llegar a comprender la impor­

tancia que jugaban otros aspectos, como era el político, económico, cul­tural, etc. De este modo se despilfarró, durante el primer período, varios billo­nes de dólares en ayuda para mantener un poderoso ejército que carecía de la voluntad para ser empleado y contri­buía con la dictadura a la persecución de los. adversarios políticos, lo que fomentaba el apoyo a la guerrilla, sin el cual ésta no habría podido subsistir.

Cuando esta política fue cambia­da por la de americanización de la gue­rra se cometió, a nuestro juicio, varios errores en la conducción política, todos ellos relacionados con la deter­minación de localizar el conflicto en el territorio de Vietnam del Sur; esto lle­vó a que se entregara la iniciativa polí­tica al adversario, quien regulaba el empleo de la fuerza de acuerdo al mo­mento político que se viviera, lo que quedó comprobado largamente en el conflicto. Por otro lado, posibilitó el empleo de áreas de países supuesta­mente neutrales como punto de par­tida de sus ofensivas. En su afán de limitar el conflicto llegó al extremo de no declarar la guerra, lo que motivó posteriormente una serie de problemas en su frente interno, ya que no pudo luchar con las mismas armas que su adversario, permitiendo de esta mane­ra su erosión. En el aspecto militar, la limitación del conflicto hizo que no fuesen empleados los medios adecua­dos, lo que impidió el logro del objeti­vo deseado; además, al no poder que­brar la voluntad de lucha del enemigo, éste lo interpretó como una debilidad manifiesta.

Finalmente se llegó a la vietnami­ zación del conflicto, como lo llamó Nixon; pero para comprender lo

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erróneo de esta política basta pregun­tarse ¿sería posible que Vietnam del Sur lograra solo lo que no pudo hacer apoyado por 550 mil hombres? Es in­dudable que la respuesta es no, y Esta­dos Unidos también lo sabía, pero el estado deplorable en que se encontraba su frente interno no le permitía seguir en esta guerra y buscó la mejor salida de ella. Bajo esta premisa resultaría acertada esta política, pero si la anali­zamos en el contexto general de la con­ducción política de la guerra, se podría concluir que fue la determinación que llevó a la derrota final a esta superpo­ tencia, pues no lograba su objetivo y abandonaba el área, consciente de que aquello por lo que había luchado durante catorce años caería en poder comunista.

Si partimos de la base que no comprendieron la naturaleza política de la guerra que debían enfrentar, es fácil concluir que su condición estraté­gica fue errónea.

Creyeron que el bombardeo aéreo sobre Vietnam del Norte lograría lo que sólo podía hacerse mediante la ocupación, es decir, impedir el apoyo logístico al sur y quebrar la voluntad de lucha del adversario; como dato in­

bombardeo fueron arrojadas cinco bombardeo fueron arrojados cinco millones de toneladas de bombas, can­tidad superior al doble del total arro­jado en la Segunda Guerra Mundial y la de Corea juntas, lo que, como ya vimos, no dio los resultados esperados, y cuando sí fue posible lograrlos la situación política era tal que no per­mitía explotarlos.

Los aliados emplearon como ob tivo estratégico la destrucción de la fuerza adversaria, en circunstancias que muchas veces no sabían dónde se encontraba esa fuerza, lo que los llevó en ocasiones a arrasar áreas civiles que aumentaron el potencial humano y el apoyo prestado a la guerrilla; esto, porque intentaron una guerra conven­cional cuando el enemigo no lo era.

No hubo un comando combina­do y durante los períodos de conduc­ción vietnamita éstos carecieron de voluntad para lograr determinados ob­jetivos, como se demostró en el caso de Vung Ro y en la ofensiva del Tet.

2. De Vietnam del Norte y el Viet- cong

A diferencia de sus adversarios, éstos realizaron una acertada aprecia­ción política del conflicto y usaron su poder militar en aquellos momentos en que le reportaba mayores benefi­cios; a esto sumaron un decidido es­fuerzo para lograr apoyo popular de la población sudvietnamita, sabedores que sólo con dicho apoyo la guerrilla sobreviviría.

Supieron cuándo su situación interna y/o militar era precaria y con­venía obtener un armisticio para resta­blecer su situación, reanudando poste­riormente las operaciones.

Al apreciar el profundo significa­do que los efectos de la guerra tenían para el pueblo de Estados Unidos, rea­lizaron un gran esfuerzo de acción sico­lógica sobre dicho pueblo.

En resumen, podemos decir que Vietnam del Norte supo comprender

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la naturaleza política de la guerra y empleó todos los medios disponibles para lograr una victoria que nadie, en el mundo, creyó posible al iniciar su intervención Estados Unidos.

La conducción estratégica fue lle­vada a cabo de acuerdo a lo que la política necesitaba de ella. Es así como, conscientes del inmenso poten­cial que poseía su enemigo, decidieron, para obtener éxito, jugar con el factor tiempo, elemento que usaron en for­ma sumamente atinada. Es decir, cada vez que se sentían imposibilitados para enfrentar al enemigo lo eludían, buscando a su vez los puntos débiles de éste para, haciendo masa sobre él, obtener una victoria a su favor. Un ejemplo claro de esto fue la ya men­cionada ofensiva del Tet, que se rea­lizó en el momento preciso y que, independientemente del éxito militar que pueda o no haberse obtenido, arrojó los frutos políticos esperados.

Que semejante estrategia estaba dirigida por una política atinada, pode­mos comprobarlo en una cita de Ho Chi Minh, en la que explica cómo gana­ron a Francia y cómo lo harían contra Estados Unidos. "Contra Francia fue la guerra del tigre contra el elefante. La guerra de guerrillas consistía en hacer correr al elefante francés contra el tigre hasta morir por agotamiento. Ahora, contra Estados Unidos, lo úni­co que cambia es el tamaño del ele­fante, que es mucho más grande que el anterior. Por lo tanto, es cuestión de hacerlo correr mayores distancias y si es posible a más de un tigre, con lo cual tarde o temprano también morirá agotado".

COMENTARIOS FINALES

Este conflicto permite visualizar que la insuficiente comprensión de él fue de grandes consecuencias para Estados Unidos, pues sólo si se hubie­se reconocido la real dimensión polí­tica que adquiriría podría haberse establecido una estrategia apropiada para el logro de los objetivos.

En este conflicto también ha quedado demostrado que no basta el hecho de ser más poderoso militar­mente para derrotar al adversario, pues si este poder no va acompañado por una sólida consistencia del frente interno, la mayor victoria militar pue­de desmoronarse por la incapacidad política para explotarla.

Nuevamente se aprecia la relativi­dad del control del mar, ya que ni la más poderosa flota naval pudo asegu­rar el aislamiento marítimo del teatro. Especialmente válido es esto cuando existen numerosas vías fluviales o de aguas interiores, que permiten un gra­do de apoyo logístico a las fuerzas y población en el teatro de operaciones, mediante pequeñas embarcaciones.

Los teóricos del bombardeo aéreo convencional vieron destruirse sus teo­rías fundamentadas alrededor de la capacidad para quebrar la voluntad de lucha del adversario con el solo empleo de estas operaciones, debiendo reco­nocer el gran apoyo que presta, pero la imposibilidad de obtener el objetivo buscado sin la participación de las demás instituciones armadas.

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