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SUPLEMENTO CULTURAL No. 118 - 30 DE SEPTIEMBRE DE 2013 - AÑO 3 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN “En la serie Álbum Blanco, se ha ido conformando mi visión como pintora en la que trabajo en comunión e interde- pendencia la abstracción y la naturaleza; la abstracción semi geométrica va surgiendo de manera misteriosa desde mis imágenes mentales y lo que conforma mi memoria”. Ana Míriam Peláez [En páginas centrales, foto-galería de Álbum Blanco, en exhibición actualmente en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en Zacatecas]

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La gualdra 118

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 118 - 30 DE SEPTIEMBRE DE 2013 - AÑO 3 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

“En la serie Álbum Blanco, se ha ido conformando mi visión como pintora en la que trabajo en comunión e interde-pendencia la abstracción y la naturaleza; la abstracción semi geométrica va surgiendo de manera misteriosa desde mis imágenes mentales y lo que conforma mi memoria”.

Ana Míriam Peláez

[En páginas centrales, foto-galería de Álbum Blanco, en exhibición actualmente en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en Zacatecas]

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La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira Saade / Dir. General

Raymundo Cárdenas Vargas /Dir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada Lazarín /Dir. La Gualdra

[email protected]

Sandra Andrade Trinidad /Diseño Editorial

Juan Carlos Villegas /Ilustraciones

[email protected]

“La literatura posee un valor semántico o de signifi cado, y un valor formal o de expresiones lingüís-ticas. El común denominador de ambos valores está en la intención. La intención semántica se

refi ere al suceder fi cticio; la intención formal se refi ere a la expresión estética. Sólo hay literatura cuando ambas intenciones se juntan”.

Alfonso Reyes

El próximo miércoles 2 de octubre, en la ciudad capital de Zacatecas, se in-augurará formalmente el II Foro Ibe-roamericano de la Lengua Española, dedicado en esta ocasión a don Alfon-so Reyes, por eso compartimos con us-tedes algunos datos biográ� cos de este gran personaje de las letras. Alfonso Reyes nació en Mon-terrey, N. L. el 17 de mayo de 1889. Fue en la Facultad de Derecho de México, donde obtuvo el título de abogado en el año de 1913. Fue fundador del Ateneo de la Juventud. En 1912 fue nombra-do Secretario de la Escuela Nacional de Altos Estudios, en la que profesó la cátedra de Historia de la Lengua y Literatura Españolas, y en 1913 fue designado segundo secretario de la Legación de México en Francia. Exi-liado en España (1914-1924). Publicó numerosos ensayos sobre la poesía del Siglo de Oro español y fue uno de los primeros estudiosos de la obra de Sor Juana Inés de la Cruz. Fue un prolí� co escritor, entre sus obras más destaca-das, podemos mencionar los siguientes ensayos: “Cartones de Madrid” (1917), en 1919 realizó la prosi� cación del poema del Mío Cid, “Visión de Aná-huac” (1917), “El suicida” (1917), “El cazador” (1921), “Cuestiones gongori-nas” (1927), “Simpatías y diferencias” (ensayos, 1921-1926), “Homilía por la cultura” (1938), “Capítulos de literatu-ra española” (1939 y 1945) y “Letras de la Nueva España” (1948). Entre sus libros, podemos mencionar también: La antigua retó-rica y Última Tule (1942), El deslinde (1944), La crítica en la Edad Ateniense (1945), Junta de sombras (1949), Ten-tativas y Orientaciones (1944), Norte y Sur (1945), La X en la frente y Margi-nalia (1952). Realiza, la traducción de La Iliada, de Homero, en 1951. Discur-so por Virgilio (1931) e I� genia cruel (1924), son dos obras imprescindibles para todos aquéllos que estudien y amen la literatura.

Tiempos brutalespor Gabriel Luévano Gurrola

Ángel Zárraga, poeta-pintorpor Maritere Espinosa

No me había dado cuentapor Fernando Cuervo

Basta soñar por María Brunereau

El álbum blancode Ana Míriam Peláez

Desayuno en tiffany’s, mon kupor Carlos Belmonte Grey

The fall of Arthur: unas cuantas líneas al respectopor Adso Eduardo Gutiérrez Espinoza

Diario de Mateopor Mateo Estrada Gaviria

Libros de superación personal9por Eduardo Campech Miranda

El Picaporte por Simitrio Quezada

Castillo de sal si puedes por Ester Cárdenas

II Foro Iberoamericano de la Lengua y Festival Internacional de Narración Oral en Zacatecas por Perla Schwartz

Pájaros en la cabeza por Pilar Alba

Sueño que una mujer escribe por Edgar Khonde

Aleteo por Alberto Huerta

Poema de una historia invisiblepor Roberto Galaviz

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LA GUALDRA NO. 118 / 30 DE SEPTIEMBRE DE 2013 / AÑO 3

Fue maestro de literatura y además, ocupó diversos cargos en el servicio diplomático; en abril de 1939 fue presidente de la Casa de España en México, lo que posteriormente sería El Colegio de México. Fue miembro de número de la Academia Mexicana y catedrático fundador del Colegio Nacional. En 1945 obtuvo el Premio Nacional de Literatura en México. Fa-lleció en el año de 1959. Para empezar bien la semana, le dejamos una muestra de la poesía de Alfonso Reyes, que será homenajeado en este Foro II Foro Iberoamericano de la Lengua Española:

La señal funestaISi te dicen que voy envejeciendoporque me da fatiga la lecturao me cansa la pluma, o tengo harturade las fi losofías que no entiendo;si otro juzga que cobro el dividendodel tesoro invertido, y aseguraque vivo de mi propia sinecuray sólo de mis hábitos dependo,cítalos a la nueva primaveraque ha de traer retoños, de maneraque a los frutos de ayer pongan olvido;pero si sabes que cerré los ojosal desafío de unos labios rojos,entonces puedes darme por perdido.

IISin olvidar un punto la pacienciay la resignación del hortelano,a cada hora doy la diligenciaque pide mi comercio cotidiano.Como nunca sentí la diferenciade lo que pierdo ni de lo que gano,siembro sin fl ojedad ni vehemenciaen el surco trazado por mi mano.Mientras llega la hora señalada,el brote guardo, cuido del injerto,el tallo alzo de la fl or amada,arranco la cizaña de mi huerto,y cuando suelte el puño del azadasin preguntarlo me daréis por muerto.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

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30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

LiteraturaPor Gabriel Luévano Gurrola

Tiempos brutalesAuroraCiudad Juárez 1995

Moscas bravas: no en el cadáver, sino en los circundantes, los que veían el bulto, como si fueran un puente entre el pudor y el banquete que se darían si el peritaje desapareciera y les dejara libre a su amiga. Moscas que proba-blemente esperaran una lágrima o un amago de lloro para lanzarse y devorar con ganas el pan cerdo de cada día. Tenía unos diez minutos de estar parada en el mismo sitio, a unos metros del ser cubierto ya para enton-ces, separado del tiempo de la vida por tiras de plástico amarillo. Le man-daron llamar al periódico. Su patrón, refunfuñando, aceptó el permiso y ella había corrido, buscando un taxi para enterarse del solo accidente que espe-raba y que resultó, lo vería más tarde, una página completa en el otro sema-nario, el de la competencia. Este amanecer parecía dis-tinto, pensó Alejandra. Como si imi-tara al primer amanecer que bañó de luz a los calamares derrotados en la arena de los primeros siglos de la realidad. Sólo que aquí no había mar, sino una costra amparada por terrales, alocados a cada rato. Mientras salía el sol, el nimbo creciente de su fuerza hacía saltar pedazos de cielo, virutas luminosas que cercadas por la oscuri-dad cobraban un color indefinido, na-ciente, dando la bienvenida a la nueva mañana que siempre es el inicio del mundo: la consciencia macerada que nos dice que vencimos al hambre, a los demonios y sus trinchetes de sueño. Efectivamente, lo que aho-ra veía Alejandra distaba mucho de ofrecer el candor adormecido (y adormecedor) del agua que empozó a los nacientes enigmas oceánicos. No había mar, sólo desierto, pero sí podía columbrar los calamares. Se le acercaban uno por uno, embutidos en batas puede que asfixiantes, portando tapabocas, libretas donde anotaban el examen del crimen y cuando estaban a punto de tocarla se desviaban al bul-to en la arena. Sólo uno le dirigió unas cuantas preguntas: que si conocía a la muerta y, con ello, al homicida que parecía ser su pareja, un tal Rogelio, prófugo, indefectiblemente impune. “¿Cuánto tenía sin ver a la occisa?”, fue la última pregunta que le endilgó. Este calamar era un señor bajo, de traje gris y lentes negros, su voz tenía el timbre que únicamente los desiertos forman, como pústulas arenosas, en la garganta. Alejandra encogió los hom-bros. “Algunos meses”, mintió. Supuso que mentirle al oficial y además men-tirse a sí misma, negando en el fondo las extendidas, casi improbables citas que tuvo con Aurora desde hacía cinco años, tras la noche de aquel bar donde vieron transidas por el estupor, bailar desnuda a una mujer de pelo largo y

rojo, con un lunar cerca del pubis, le traería el aplomo que necesitaba. Des-de ese momento su confianza se había congelado. Sabía que Aurora descono-ció siempre el lugar que propuso Ro-gelio, al cual las llevó. “Es parecido a las carpas, allá en tu provincia. Músicos, cantantes, algún gracioso y nada más”, le dijo. Un breve viento rugidor le frenó los pensamientos. El calamar-oficial se había ido, aunque el otro, el que sí parecía derrotado a la orilla de un mar, después de haber sido mecido noches enteras en aguas tranquilas, todavía se hallaba ahí, medio envuel-to en una cobija terminada en barbas (parecidas a tentáculos). Quizá existía un mar, al menos un lago, cerca de su ciudad falseada en topografías maño-sas y ellos estaban demasiado lejos para ver la línea del agua levantándose cuando uno llega atraído por el sabor a sal. No resultaban extrañas (qui-zá inmorales, sabiendo que las formas piden desgañitarse frente a un cadá-ver), las comparaciones con molus-cos. Tal vez por eso resultara también coincidencia el nombre del bar, entre lúbrico y marino: La Camarona. Era propiedad de unos nayaritas emigra-dos, abría diario y presentaba los fines de semana un espectáculo conversado por lo bajo, en susurros y guiños, son-risas complacidas de inocencia animal. Ambas añoraban, Alejandra por haberlo vivido muchos años me-diante, la muerta por oírlo demasiado en boca de su amiga, el espectáculo de la carpas itinerantes (la variedad le denominaban), que alegraba por ins-tantes el hartazgo de los pobladores jaliscienses, sobre todo en las comu-nidades. Alejandra gustaba más de las cantantes que de los cómicos. Estos últimos poseían la agilidad del sal-timbanqui, el contorsionismo de los vientos, la lengua bufa. Pero ella intuía que era pura ficción. Con sus parodias políticas y los diálogos interminables acabados siempre en desgracias chus-cas, rompían el turrón en la cara de la gente; los preparaban para el velo que entonces colocarían frente a sus ojos y que proponía sedas o cortinas, algo-dón y olvido. Reían y olvidaban. Lue-go venían los magos, los poetas, los danzarines y finalmente, el número esperado. Llegaban, subían a la tarima las cantantes: señoras endomingadas cerca de los absurdos que se iban quitando con movimientos quedos y acompasados a la música, los abrigos o las gabardinas hasta quedar des-pampanantes en vestidos de noche, luminosos gracias a las pocas luces destrozadas en el techo de la carpa. Alejandra recordaba con cariño: mu-jeres que enamoraban a cuanto tuvie-ra ojos y un oído respetable; quienes dejaban caer no sólo el velo sino un telón completo en las cabezas de los seres agolpados en las escasas sillas,

la mayoría en el suelo, astrosos y ya no tristes. De ahí que confiara, creyen-do que Rogelio les depararía una noche nostálgica y digna. De ahí la sorpresa, la decepción y el susto al ver que la pelirroja no cantaba, pero sí se desha-cía de los abrigos, y el vestido y la ropa interior. Pudo ver la consternación de Aurora, trasluciendo otro escarnio, una igual vergüenza que la obligaba a buscar un punto en qué concentrarse, para con ello evitar el ondular moroso de las caderas, los muslos brillantes y torneados, amplios, los pechos libres coronados a veces por el pelo rojizo. Buscaba además, huir de la mirada maligna de Rogelio, urgidora, pronta a decir el deseo íntimo pero evidente: apoderarse de la mejor amiga, la única de su linda Aurora, tan sumisa y bue-na mujer la pobre. La pelirroja seguía bailando y se acercaba. Alejandra, sin voltear la cabeza, sintió un calor en ascenso, el inminente contacto de la respiración de la bailarina a unos centímetros de ella. Vio así el lunar pequeño, junto al pubis. Al levantar la vista se encontró con la sonrisa amplia, unos ojos muy grandes y hermosos, medio desolados, la cabellera larga, los pechos entrega-dos a su hipotética mano, aprobando la caricia. Parecía entregarse total-

mente a la cliente tímida que no pudo evitar la lágrima que corrió solitaria en la mejilla. La mujer se contrarió un segundo, dejó de bailar y tomándole el mentón limpió con un dedo el agua salina y le besó la nariz. Tuvo que salir de La Camarona en seguida. Sólo entonces, punzada por el recuerdo, Alejandra recobró el que importaba, de Aurora adelan-te, envuelta y con el estupor callado de cinco años sin hablarle más de lo necesario. Quiso llorar, derramar-se, y no pudo. Las moscas se habían aquietado y flotaban como luceros inmundos en el aire. Se dijo que de-bía volver al periódico cuanto antes, escribir la historia, la de esa mañana para su publicación y júbilo del jefe. Quizá deseando terminar la jornada lo antes posible, llegar a su casa y abrir el diario de pasta gruesa, escribir una se-gunda historia, más larga y profunda que reviviera la forma de una Aurora íntegra e inmolada, que le perpetuara la metáfora más fuerte nacida de la contemplación del cuerpo, ya no ca-lamar, sino tronco detenido, como los que vio con Vita en un Chapala aban-donado, cuando un niño le regaló una flor y ella veía los pedazos de madera flotar, dando vueltas en su vértice, en el agua que parece que tenemos todos en el cuerpo.

Lucian Freud, Niña desnuda riéndose, 1963

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LA GUALDRA NO. 118

Por Maritere Espinosa*

Ángel Zárraga, poeta-pintorEn 1913 tres personalidades coincidi-rán en la ciudad de París: Diego Rive-ra, Ángel Zárraga y Alfonso Reyes. A cien años de dicho encuentro pode-mos hoy leer algunos de los testimo-nios que estos personajes del arte y la cultura escribieron años más tarde. Diego Rivera –acompañado de Angelina Beloff, su esposa enton-ces- y Ángel Zárraga, ambos enviados a Europa para continuar sus estudios de arte, con una beca del gobierno porfirista, introducen a Reyes por las calles de Montmartre, Montparnasse del Barrio Latino, donde se encuentran talleres y galerías; el público aplaude en ese momento a Stravinski en la presentación de su obra “La Consa-gración de la Primavera”. La influencia de Picasso en los jóvenes artistas se encuentra en boga, igual que la del poeta y crítico Guillaume Apollinaire, quien colabora para varias revistas desde las que teo-riza acerca de las nuevas tendencias del arte en la época, el fauvismo y el cubismo. Así el regiomontano Reyes se entusiasma con los Calligrammes del poeta, pero no del joven arte del futurismo y cubismo. Según deja al descubierto su correspondencia a Henríquez Ureña el 30 de septiem-bre de 1913 a quien escribe: “¡El no-tición!... ¡Escándalo! Diego Rivera está haciendo futurismo. Y me aseguran que Zárraga también. ¡Quienquiera que seas, Dios de la estética... haz... que no se hayan equivocado estos dos serios ta-lentos!”.1

En su recorrido en la Ciudad Luz, Reyes conoce, gracias a Zárraga, la Galería de Berthe Weill, entonces un referente en el mundo de los ar-tistas; ahí se exhibían los dibujos Zá-rraga y del propio Rivera, acuarelas de Matisse o piezas de Van Dongen.

Arte

s Mademoiselle Weill le inspiró decir: “Tal dueña es un andrógino anarquista con aspecto de insecto y ojos saltones de habitante de Marte; jorobada, de estatura nauseabundamente insignifi-cante [...]”. Así destilaba tinta la es-critura de Reyes. Don Alfonso escribió tiem-po después de Zárraga, considerando su poesía y pintura como un todo, el siguiente elocuente testimonio: “Ser antes que hacer, ¡quién pintara como él pinta! ¡Quién escribiera como él escri-be! ¡O quién escribiera como él pinta y pintara como él escribe!”.2

Otro mexicano que se en-cuentra con el pintor Zárraga es Juan José Tablada, según se lee en su nota “Salón de Otoño, Ángel Zárraga”, una colaboración para Revistas de Revistas del 10 de octubre de 1911, en la que escribe Tablada: “Yo no sé si los buenos ciudadanos de México sean en estos mo-mentos sensibles a otra cosa que no sean las hazañas de Zapata y los vivas y mue-ras a nuestra triste política… sólo sé que para mí ha significado algo muy grato, muy reconfortante, presenciar el triunfo en medio de la urbe de este artista que es nuestro, que es mexicano, pero que será más mexicano y más nuestro el día que México se preocupe de reivindicar para su gloria, la gloria única y verdadera de sus artistas y de sus sabios”. Tablada, quien además lo visita en su taller del Bulevard Ara-go, refiere también que “Zárraga fue un poeta que escribía versos antes de ser poeta”, tal impresión le causa el pintor-poeta duranguense. Los cua-dros que exhibe Zárraga en el Salón, no son otros que Exvoto (de San Se-bastián) y El Don (La Dádiva), piezas extraordinarias que tuvieron las me-jores críticas parisinas. Zárraga en su estancia parisina tiene una fructífera

producción, destacando en el arte del retrato. Con estilo cubista, muy en boga en la época, logra retratos de August Renoir, Eugene D´Ors, Juan Ramón Jiménez, entre otros muchos. Mucho antes que en México, el pintor hace una vida y una carrera artística en Europa, donde radica por espacio de 37 años. Realiza óleos y murales, con clara influencia costumbrista, pero también de academia mexicana y europea. Zarpó a Europa contando apenas con 18 años, pero ya siendo portador de una carta suscrita por el poeta Amado Nervo, dirigida a su amigo Rubén Darío, entonces Cónsul de Nicaragua en París, recomendán-dole al joven mexicano. Testimonio documental de este vínculo es el manuscrito del poeta Luis Andrés Zúñiga, titulada “Al pintor Ángel Zárraga”, con correcciones del propio Darío que resguarda la Biblio-teca Complutense, un fragmento de la misma hoy transcribimos: “Hazme un cuadro, pintor, donde se vea la fresca luz/ de un delicioso idilio, y parezca muy digno, por la idea/ de la lira de Tehócrito [“h” tachada por Darío] ó Virgilio. Que realicen milagros tu paleta/ tu fuerte numen y tu sabia mano/ y mis vivos de-seos interpreta. Haz un cielo suntuoso de verano/, un bosque tropical, una lla-nura, y allá perdido en el confín lejano, que ostente una montaña en verdura.

* Curadora e investigadora.

1 Reyes, Alfonso. Correspondencia Alfonso Reyes-Pedro Henríquez Ureña, Edición a cargo de José Luis

Martínez, México: FCE, 1986, p. 158.

2 Citado por Carlos Tünnermann en La Prensa, “Ángel Zárraga: protegido de Darío”, Nicaragua, 2009.

Entre verdes rosales campesinos y en el centro risueño del paisaje/ que derrame sus aguas cristalinas á la sombra insegu-ra del boscaje un altivo torrente que ser-peando se acerca á una alquería, mien-tras lánguido el sol, muy lentamente, se va hundiendo en la incierta lejanía”. Darío, líder innegable del Mo-dernismo, pone en contacto al pintor con amigos escritores, poetas y artistas de Francia y España. Al convertirse en director de la Revista Mundial -la más prestigiosa revista hispanoamericana de artes de la época-, en su número 7 del mes de noviembre de 1911, publi-ca la colaboración de Ulrico Brendel sobre “El Salón de Otoño” de París de ese mismo año, cuya portada (p. 38 de la revista) se reproduce una de las pin-turas que Zárraga exhibió en El Salón: Exvoto (de San Sebastián). Septiembre es un mes que marca la partida del artista Ángel Zá-rraga y Argüelles quien falleció el 22 en su casa de Cuernavaca, Morelos; tenía entonces setenta años. En 1917 inició la escritura de “Oda a la Virgen de Guadalupe”, que acabaría en 1936. Señala Pável Granados que este poe-ma es la primera obra vanguardista de la literatura mexicana. Y que la importancia de su pintura ha hecho que la crítica no se haya detenido su-ficientemente en su poesía, que será necesario tratar en otra colaboración.

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30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Por Fernando Cuervo

Por María Brunereau*

No me había dado cuenta

Basta soñar

Ese día me levanté por el silencio atroz que parecía zumbar en casa. Gricel no estaba, al parecer se había ido tempra-no a trabajar. Ella iba todos los días ex-cepto los jueves, era su día preferido. En fin, yo apenas me había levantado, eran las once y el sol brillaba intenso. Preparé el desayuno y comí como cer-do. Abrí una cerveza y andaba con ella en la mano por toda la casa. Me dejé la pijama y las sandalias. No quería acos-tumbrarme a mi desempleo, pero meter números en una computadora no era lo mío. No. Por eso abandoné mi búsque-da en los anuncios del periódico y dejé mi futuro laboral en manos del azaroso destino. Gricel fruncía los labios cuando me veía recostado en el sillón, pero sólo se enojaba en serio cuando al llegar me encontraba bebiendo. Cuando la cerveza estaba muriendo en mi garganta, justo al co-locar la botella en la mesa del come-dor, me asesté tremendo golpe en el pie derecho con el tubo metálico de la silla. Grité y aventé la botella. Golpea-ba con el puño en la mesa. Maldita si-lla. Observé cuidadosamente mi pie, y me incliné para soplar en dirección al dedo más pequeño. Se le hizo un lunar morado, oscuro. Pasé todo el día tirado en el sillón con el pie en alto. Justo al aca-barse las cervezas llegó Gricel. Sólo atiné a sonreír cuando me lanzó su carraspeo. Estaba cansadísima, aún así le conté la increíble historia de la crea-ción del punto negruzco en mi dedo. Me recomendó que no lo tocara, y se fue a dormir. Yo seguí viendo la tele-

Esta mañana me desperté con la con-vicción de haber soñado algo, pero en-tre más me esforzaba por recordar el sueño, más se cancelaba en mi memo-ria, resultado final... una gran frustra-ción. ¿A quién no le ha sucedido algo similar? Coincidirán conmigo cuando digo que es muy fácil olvidar los pro-pios sueños; entre más soñamos, más olvidamos el verdadero significado que éstos tienen en nuestra vida. Por otro lado, el ambiente externo no ayu-da porque nunca falta la “sabia” opi-nión de las personas “normales” que nos hacen ver lo absurdo de nuestro sueño porque “nadie puede vivir en una utopía” o “eso es cosa de niños”… si a esas opiniones le agregamos el cos-to de la vida, obviamente nos desper-tamos de volada corriendo el riesgo de olvidar lo que estábamos soñando. Los artistas no me dejarán mentir cuando afirmo que elegimos

visión hasta que me quedé dormido y Gricel tuvo que apagarlo cuando se fue en la mañana. A la semana siguiente descu-brí que mi famoso lunar había evolu-cionado y cubría ya toda la punta de mi dedo. Me sorprendió no haberme dado cuenta antes. Mi rutina me provocaba un leve mareo desde que Gricel ya no compraba cervezas. Intenté salir un par de ocasiones para reencontrarme con viejas amistades pero me enteré que ya todos habían dejado el suburbio. Tam-poco me había percatado de ello. Gri-cel ya no hablaba de otra cosa que no fueran regaños y quejas de su trabajo. Sinceramente creí que exageraba. Lo que necesitábamos era tiempo de cali-dad, juntos, pero su maldito trabajo no le permitía un momento para respirar. Al finalizar el mes, un día de ésos en que un malestar te despierta en medio de la madrugada, me levan-té con un punzante dolor. Fui al baño, encendí la luz y lo primero que noté cuando me vi en el espejo fue el sudor de mi rostro. Me senté en la taza, arre-mangué la parte derecha del pantalón y me quité el calcetín. Más de la mitad de mi pie estaba morado, con tintes verdosos. Parecía hinchado y al tocar-lo me ardía. Maldije. Cómo era posible aquello. Estúpida silla. —Gricel…despierta—, la moví lentamente. —¿Qué quieres? Déjame des-cansar—, me contestó con los ojos ce-rrados. —Es mi pie, tienes que mi-rarlo, es urgente—, el tono de voz que

alcanzar uno de los sueños más difíci-les. Realizarnos en el campo artístico es una ardua tarea que no necesaria-mente está ligada con el talento, al menos no al 100%; son otros elemen-tos como la dedicación, la perseveran-cia y la acción los que aumentan nues-tras posibilidades de éxito. La única fórmula que conoz-co para realizar los propios sueños es reconocer que éstos no son reales, que existen sólo para nosotros y que no son otra cosa que una simple fuente de ins-piración, lo más importante es aceptar que no podemos vivir de ellos; tarde o temprano, nos llega a todos la necesi-dad de afrontar nuestra responsabi-lidad ante nosotros mismos y ante el grupo social al que pertenecemos, no podemos pretender actuar de manera aislada si deseamos cumplir nuestros objetivos de manera exitosa. Un artista que desee alcanzar sus ideales deberá cultivarse constan-

Río de palabras

salía de mi boca era el dictamen de mi desesperación. — ¿Tu pie? ¿Qué tiene?.. Ten-go que descansar, recuerda que ma-ñana…—, encendió la lámpara de la cabecera y yo le señalé mi pie. — ¡Qué te pasó…! Tienes que ir con un doct…—, justo cuando iba a terminar la frase se quedó callada.

temente, plantearse objetivos claros y alcanzables acerca del impacto que de-sea tener a través de su trabajo, deberá desarrollar una estrategia clara con una metodología de acción adecuada a sus necesidades, como lo hace cualquier otro profesionista en otros ramos. Un artista deberá cuestionarse constan-temente acerca de su propuesta, estar

Nos quedamos en silencio va-rios minutos. Ella tenía los ojos irrita-dos, estaba toda desaliñada, hace tiem-po que no la recordaba así, hace mucho que no la veía así y tan de cerca. Yo no dejaba de mirar mi pie. Me preguntaba qué podía hacer, ya no teníamos dine-ro. Ya no recordaba cuándo fue que Gricel dejó de comprar cervezas.

dispuesto a cambiar de idea si es nece-sario, abrirse al diálogo e intercambio de ideas con otros artistas, y aceptar las críticas que se le harán a su trabajo, ya que éstas le darán la posibilidad de replantearse y enriquecerse. La clave está en dejar de soñar para poder darle vida a la pasión propia…* Artista plástica. Cerete, Bérgamo, Italia.

Salvador Dalí, Sueños de madrugada, 1923

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LA GUALDRA NO. 118

Arte

s vis

uale

sEl álbum blanco de Ana Míriam Peláez*

En la serie Álbum Blanco, se ha ido conformando mi visión como pintora en la que trabajo en comunión e interdependencia la abstracción y la natu-raleza; la abstracción semi geométrica va surgiendo de manera misteriosa desde mis imágenes mentales y lo que conforma mi memoria; de la muerte de los que se han ido, de las percepciones de los momentos cotidianos, entretejidas con el mundo de las formas naturales. Esto da aliento a una aspiración más profunda: lo espiritual. En esta serie, la monocromía -como parte de la austeridad, de la espiritualidad, de lo contemplativo y meditativo- es el eje de mi pintura, parto del color blanco y gamas de color muy reducidas. En el campo de la composición utilizo la proporción áurea, que aplico de forma no rigurosa y explícita: le doy mi propia interpretación cuidando no se salga de sus límites. En conjunción con todos estos elementos se encuentra un “perso-naje”: el círculo como símbolo del mundo espiritual, de la forma perfecta, de formas orgánicas, en donde todo fluye sin obstrucciones. El formato pequeño y la integración del marco permiten que la pieza se convierta en un objeto íntimo, que juega entre la bidimensionali-dad y la tridimensionalidad; el contraste visual entre el marco antiguo y la contemporaneidad de la pintura, dan como resultado la pintura-objeto.

Ana Míriam Peláez

*Ana Míriam Peláez (Ciudad de México, D.F. 1966). Cursó la Licenciatura y la Maestría en Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM (1985-89 y 1996-98), con reconocimiento y mención honorífica respectivamente. Ha participado en más de treinta exposiciones colectivas en México y Estados Unidos. Tiene cerca de veinte exposiciones individuales desde 1990, la más reciente de ellas en septiembre de 2013: Álbum Blanco, en exhibición actualmente en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en Zacatecas. Su obra se ha distinguido en destacados concursos de arte, como la Mención Honorífica en el VII Salón Nacional de Artes Plásticas-Sección Bienal Estampa (1989) o el Tercer Lugar en el Tercer Concurso Universitario de Artes Plásticas de la UNAM, (1990), entre otros. El FONCA ha reconocido su trabajo en cuatro ocasiones, a través de las Becas del Programa de Jóvenes Creadores (1992-1993 y 1999-2000), y dentro del Programa de Coinversiones. Desde 1990 combina su trabajo pictórico con la docencia y desde hace 13 años imparte distintos talleres dentro del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México. Su obra puede encontrarse en colecciones públicas como privadas, destacando la del Museo de Baie-Sainte Paul, en Canadá o el Acervo Artístico del Tecnológico de Monterrey en la Ciudad de México. Actualmente es beneficiada con el Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA.

El corazón de Camila

Los juegos de coco

La poesía del círculo

Muerte en blanco

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30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Artes visuales

Los sueños

Red de formas iluminadas

Un postre llamado pureza Vida y muerte de C

Tiempo

Presencias intemporales

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LA GUALDRA NO. 118

Ayer fui al cine. Miré La leyenda de las ballenas (1). La historia puede ser un drama cualquiera: en una aldea de mao-ríes (Nueva Zelanda) se debe transmi-tir el mando. Éste es exclusivo para los hombres. Y éstos son preparados desde la adolescencia. El jefe religioso procu-ra encontrar. Pero no. La única que es apta es una niña. Es la nieta del custo-dio de la leyenda y de la transmisión de la autoridad. La chiquilla se afana y logra mostrar que es ella la receptora del mando en la comunidad. Se mira el liderazgo tradicional; el desprecio por “el otro”, que es la mujer; y, las leyen-das que dan identidad y cohesión a un pueblo. La entrada al cine costó 40 pesos. Aquí no existe el asiento desig-nado, ni el guía. Se puede ingresar con palomitas y refresco. El sábado [5 de junio] estuve en Aguascalientes. Fuimos al teatro: En medio de ninguna parte {la soledad. De-seé al actor principal… Al salir bebí, hasta perderme. Quise coincidir con C., me duele su derrota. Ahora leo Cris Cris Cri Cri [Alejandro García, México, Lectorum, 2004]. Sábado, agosto 21. Pese al horóscopo de ayer (lo leí en El Sol, al comprar unas tortas para comer), que pide prudencia ante el día alegre y promisorio, no puedo negar que ayer todo me pintó bien. Incluso prometí exclamar: “Hay caras que se agradecen”. Ayer me levanté de madru-gada (7am), acomodé y ordené los días por venir. Desayuno en Vips: en-chiladas con arrachera. 70 pesos. Lo hice porque espero cobrar mi primera pensión. Leí Letras libres [n. 68, agos-to de 2004]. Tres artículos me atrapa-ron: uno sobre José Luis Martínez, otro acerca de Bashevis Singer y el tercero sobre Agustín Yáñez. Mientras ojeé, bebí café. Luego al banco. Precisamente allí estaba, está el rostro que me delei-tó. Cuando lo vi, deseé que él atendiera mi trámite. Así ocurrió. No mira a los ojos. Todo lo hace con diligencia y pre-cisión. La computadora no volverá a dar atención de calidad. Sólo ocurrirá la eficacia. La bendita libertad estuvo cuando me deseó un “buen día”. Con mi dinero compré a Da-vid Leavitt. Lo comencé a leer en el au-tobús, en mi camión favorito y con la música que él entiende…(1) La leyenda de las ballenas. Dir. Niki Caro, 2003,

Nueva Zelanda. Adaptación de la novela de Witi

Ihimaera.

Diar

io de

Mat

eoPor Mateo EstradaGaviria

Por Eduardo Campech MirandaConcluyendo la lectura del libro La Vaca de Camilo Cruz, vino a mi mente la reflexión del por qué ese tipo de tex-to tiene tanta demanda y aceptación entre la población. Aclaro que no soy partidario de ese tipo de obras, pero que he leído algunas de ellas por diversas circunstancias. El título referido como –por citar sólo dos- ¿Quién se ha llevado mi queso?, o La búsqueda, explotan comercialmen-te alguna carencia emocional. Estos libros narran histo-rias endebles, frágiles, anticipadas y predecibles, y en ocasiones están mal escritos. Pero no que exigen mayor esfuerzo intelectual por parte del lector. La razón es simple: su propósito es ofrecer un aprendizaje práctico para la vida (como si ésta fuera un pastel que todos podemos hornear del mismo modo y con el mismo sazón). El lector de este tipo de textos es un lector que no ha encontrado una motivación de vida, que se encuentra en un momento de crisis (de cualquier índole), que es más cercano a las telenovelas que a las novelas, a los versos forzados de Arjona que al propio José Alfredo, a la televisión que a los diarios. El lector de este tipo de textos, muchas veces no ha sido auxiliado para leer otros libros. También es cierto que en función de lo ante-rior hay un menosprecio (o desprecio) casi generaliza-do de los lectores de literatura hacia los lectores ante-riores y sus preferencias lectoras (por muy cantinflesca y redundante que parezca esta última frase, así es). Las sentencias lapidarias de “eso no es literatura” resuenan

Libros de superaciónpersonal

Promoción de la lectura

en la cabeza del incipiente lector. En efecto, eso no lo es. Pero es el material que tenían para leer. El primer contacto placentero con la letra impresa, el primer eco a sus problemas (si leyera poesía, por ejemplo, el eco se multiplicaría). Los libros de superación personal no son “para jodidos”. Jodidos estamos todos, pero la manera como enfrentamos a nuestros demonios cambia y está condi-cionada por nuestras lecturas (del mundo y de textos), por el carácter que nos identifica, por las expectativas que nos planteamos. Los libros de superación personal son un gran negocio, quien los escribe nos muestra que ganó celebridad, fama y dinero a partir de explotar una breve historia y llenarla de “enseñanzas”, de “mensa-jes”, de vender cuentas de vidrio para hacer gafas rosas. Hay adultos que comparten y recomiendan estas lecturas a los niños y adolescentes. ¡Vaya manera de asumir responsabilidades!, ¿no sería más efectivo, creíble y contundente hacerles sentir en carne propia que son valiosos, autónomos y todas las virtudes que les dirá cualquiera de los autores del género abordado? Y aquí volvemos a los propósitos: que el libro (ese extraño objeto al que se le confieren tantas y tan positivas vir-tudes, tantas, que asusta a los lectores) asuma el papel educativo de los hijos, pero no cualquier libro, no. No es lo mismo leer Los Miserables que El monje que vendió su Ferrari. El libro que lean, debe complementar los es-tereotipos televisivos.

Edvard Munch, Los solitarios, 1935

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30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Por Carlos Belmonte Grey

Desayuno entiffany’s, mon ku

Cine

¿Qué pasaría si en todo un pueblo las mujeres se declararan en huelga de sexo? ¿Acaso los esposos y novios las golpearían para obligarlas a reto-mar sus “deberes de mujer”? ¿Y los niños, se verían afecta-dos colateralmente por el carácter irri-table de sus padres a causa de la falta de sexo? ¿O peor aún, si la huelga se alargara durante varios meses y la tasa de natalidad descendiera, provocaría una laguna generacional y por tanto, un posible déficit de mano de obra? Lo único que piden las mu-jeres es que los hombres les ayuden a acarrear el agua a la casa desde el pozo localizado en lo alto de la mon-taña. Así que otra pregunta se impone, ¿cómo haría la comunidad para cubrir las necesidades del vital líquido? Ésta es la historia que el ru-mano Radu Mihaileanu, quien dirige en la cinta La source des femmes -La fuente de las mujeres- basada en una historia real sucedida en un pequeño poblado de Turquía en el año 2001, cuando la huelga de amor organizada por las mujeres decantó en una se-rie de actos violentos de los hombres obligando al gobierno a intervenir y dar solución favorable a la petición de las huelguistas. Mihaileanu consiguió rodear-se de un reparto femenino multieste-lar: Leïla Bekhti (Paris, je t’aime, 2006),

En huelga de sexoHafsia Herzi (La graine et le mulet, 2007), Hiam Abbass (Munich, 2005) y Sabrina Ouazani (Le passé, 2013). Las mujeres, entonces, se declaran en huelga sexual y de mimos porque están hartas de ser las encar-gadas de todas las tareas caseras mien-tras que los hombres se ocupan de la agricultura y de tomar el té en los ca-fés del pueblo musulmán. Ellas son conscientes que su acción militante va a irritar y a provo-car el odio de la población, pero están decididas a conseguir el cambio de cos-tumbres de su comunidad, a pesar de saber que las habitudes son prácticas más enraizadas en la gente que la im-posición artificial de reglas jurídicas. Pero la cinta no es un recital de declamas huelguistas adoctrinan-tes, sino que la inserción de secuen-cias musicales inspiradas en bailes y músicas turcas ejecutados en los esce-narios naturales de donde son origina-rios le otorga una especie de ambiente onírico. Un detalle del filme es el ho-rizonte de perspectiva de las mujeres basado en las telenovelas mexicanas de Televisa que son las únicas que llegan al pueblo, y funcionan para ali-mentar cuatro esperanzas: 1. El amor principesco de novela. 2. La vida aburguesada de las mujeres de telenovela que se pasan el día hablando por el celular. 3. La inten-sidad atronadora de los orgasmos. 4. Y

la vida como un cuento de hadas según sucede en la novela “Esmeralda”. El hecho de situar una historia de militancia social con el sexo como factor de presión dentro de un contexto rígidamente religioso concede al filme

una cualidad que le hizo merecedor de una nominación a la Palma de Oro du-rante el Festival de Cannes 2011. No estaría mal promover su vi-sualización para comprender la importan-cia de las manifestaciones en el cotidiano.

Alguna vez leí, en palabras de Christopher Tolkien, que su pa-dre había dejado unos cuantos trabajos incompletos, debido principalmente a su vida aca-démica o su pérdida de interés para continuar la escritura de dichos trabajos. Harper Co-llins, una de las editoriales más importantes en lengua inglesa, publicó en el 2013 una versión crítica, de manera póstuma, un poema inacabado de J.R.R. To-

lkien: The fall of Arthur. Este poema es previo a la creación-escritura del mundo de El señor de los anillos y, por lo tanto, se acerca a los libros de ca-ballería, específicamente el ciclo ar-túrico. Inspirándose en Geoffrey de Monmouth y Thomas Malory. En el prólogo a este libro, Christopher Tolkien cree que su pa-dre comenzó la redacción de este poema en 1930 y lo abandonó en 1937, debido a la corrección y la futura publicación de El Hobbit, no-

vela que ha sido popularizada por la versión cinematográfica de Peter Jackson. La característica de este poema póstumo es, sin duda, inte-resante: el autor escribe en inglés moderno y emplea los versos ali-terativos, estilo popular en la tem-prana Edad Media, el mismo estilo empleado para obras clásicas me-dievales: Beowulf y Sir Gawain y el caballero verde; la versión incom-pleta de The fall of Arthur —si bien

el título puede recordarnos a El otoño del patriarca o al mito de la caída de Ícaro— contiene cuatro cantos en los cuales nos narra el enfrentamiento entre bretones, encabezados por Arturo, y sajo-nes. Lo maravilloso de esta edi-ción son los exquisitos análisis posteriores al poema: se analiza el papel de The fall of Arthur dentro de la tradición artúrica, la rela-ción del poema con El Silmarillion y la evolución del poema.

Por Adso Eduardo Gutiérrez Espinoza

The fall of Arthur:unas cuantas líneas al respecto

Libros

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LA GUALDRA NO. 118

PROGRAMA OCTUBRE 2013, CINETECA ZACATECAS.La Cineteca Zacatecas está ubicada en calle Dr. Hierro #303, centro histórico de Zacatecas.La proyección de las películas se realiza de manera gratuita, con fi nes culturales y educativos. Excepto HELI, EL TICUZ Y 17 TOUR DE CINE FRANCÉS.

Miércoles 217:00 Hrs.

Entrada librePelícula invitada

EL GRAN CALAVERADir. Luis Buñuel

México/ 1949/ 90 min.

Miércoles 218:30 Hrs.

Entrada librePelícula invitada

NOSOTROS LOS NOBLESDir. Gary Alazraki

México/ 2013/ 90 min.

Miércoles 220:00 Hrs.

Entrada libreCiclo Alejandro Jodorowsky.

LA CORBATAFrancia/ 1957/ 35 min.

Dir. Alejandro Jodorowsky

Miércoles 220:40 Hrs.

Entrada libreCiclo Alejandro Jodorowsky.

FANDO Y LISDir. Alejandro Jodorowsky

México/1968/ 96 min.

Jueves 318:00 Hrs.

Entrada libreCiclo en coordinación con el IFE

LAS SUFRAGISTASDir. Ana Cruz

México/ 2012/ 77 min.

Jueves 320:00 Hrs.

Entrada libreCiclo Alejandro Jodorowsky.

FANDO Y LISDir. Alejandro Jodorowsky

México/1968/96 min.

Viernes 418:00 Hrs.

Entrada libreLA REVOLUCIÓN DE LOS ALCATRACES

Dir. Luciana KaplanMéxico/ 2012/ 97 min.

Viernes 420:00 Hrs.

Entrada libreCiclo Alejandro Jodorowsky.

EL TOPODir. Alejandro Jodorowsky

México/ 1970/ 125 min.

Sábado 518:00 Hrs.

Entrada libreCiclo de Cine Tibetano

LO QUE QUEDA DE NOSOTROSDir. Francois Prévost y Hugo Latulippe

Canadá/ 2004/ 76 min

Sábado 520:00 Hrs.

Entrada libreCiclo en coordinación con el IFE

GERTRUDIS BOCANEGRADir. Ernesto Medina

México/ 1992/ 98 min.

Domingo 612:00 Hrs.

Entrada libreMatiné

LA PRINCESITADir. Alfonso CuarónEUA/ 1995/ 97 min.

Domingo 618:00 Hrs.

Entrada libreCiclo Alejandro Jodorowsky.

EL TOPODir. Alejandro Jodorowsky

México/ 1970/ 125 min.

PROGRAMA OCTUBRE 2013, CINETECA ZACATECAS

LUNES 30 DE SEPTIEMBRE10:00 Hrs.Historias de alto vueloSelene de la Cruz, Distrito FederalTeloneros:Victoria Gullón, EspañaClaudia Bravo, Distrito FederalOlga Regina Rodríguez, ZacatecasTeatro Fernando Calderón 10:00 Hrs.Calaverita de azúcarCarlos Alejandro Domínguez, GuanajuatoTeloneros:Niré Collazo, UruguayMario Ángeles, HidalgoLourdes Rodríguez, ZacatecasTeatro del Seguro Social 10:00 Hrs.ColectivaColecciones de palabras, mariposas y lágrimasAna García-Castellanos, EspañaLucas Nápoles, CubaCésar Rincón, ZacatecasPresidencia Municipal de Zacatecas 10:00 Hrs.ColectivaEntre el diablo de Jericó, madame la Morte y el Reino Nuevo de LeónJericó, ColombiaMarta Singh, Argentina - CanadáJuan Jaime Gutiérrez, Nuevo LeónMaría Eugenia Márquez, ZacatecasINEGI, Delegación Zacatecas 12:00 Hrs.ColectivaUn Edipo sin complejosQuico Cadaval, EspañaRicardo Cazacuentos, CoahuilaOlga Regina Rodríguez, ZacatecasExtensión a Universidades / UNID, Sede Zacatecas 19:30 Hrs.Las mil y una nochesEspectáculo UnipersonalMaría Fernanda Gutiérrez, ArgentinaTeatro Fernando Calderón 20:30 Hrs.De los andares nacen los cantaresEspectáculo UnipersonalVictoria Gullón, EspañaTeatro Fernando Calderón MARTES 1º DE OCTUBRE10:00 Hrs.Puros cuentos salidosErón Vargas, DurangoTeloneros:Quico Cadaval, EspañaOlga Regina Rodríguez, ZacatecasVíctor Hugo Lozano, ZacatecasTeatro Fernando Calderón 10:00 Hrs.ColectivaCric crac, los sones y las cancionesClara Haddad, Brasil - PortugalMario Ángeles, HidalgoJericó, ColombiaRicardo Cazacuentos, CoahuilaClaudia Bravo, Distrito FederalExtensión a Municipios / Patio Presidencia Municipal de Guadalupe 10:00 Hrs.ColectivaY Dios creó el mundo, a los huicholes y a los españolesAna García-Castellano, EspañaFlorillina Cuentacuentos, NayaritCarlos Alejandro Domínguez, GuanajuatoMaría Eugenia Márquez, ZacatecasExtensión a Universidades 12:00 Hrs.ColectivaCuentos de otros reinos y nacionesJericó, ColombiaNorma Torres, Distrito FederalOlga Regina Rodríguez, ZacatecasCésar Rincón, ZacatecasExtensión a Universidades

19:30 Hrs.Carnaval a puro cuentoEspectáculo UnipersonalNiré Collazo, UruguayTeatro Fernando Calderón 20:30 Hrs.Personajes del Nuevo Reino de LeónEspectáculo UnipersonalJuan Jaime Gutiérrez, Nuevo León.Teatro Fernando Calderón MIÉRCOLES 2 DE OCTUBRE10:00 Hrs.El rey que no sabía reírEspectáculo UnipersonalRicardo Cazacuentos, CoahuilaTeloneros:Clara Haddad, Brasil - PortugalVíctor Hugo Lozano, ZacatecasMaría Eugenia Márquez, ZacatecasTeatro Fernando Calderón 10:00 Hrs.ColectivaCuentos de fantasmas y otros mundosMarta Singh, Argentina - CanadáNiré Collazo, UruguayQuico Cadaval, EspañaErón Vargas, DurangoCarlos Alejandro Domínguez, GuanajuatoExtensión a Universidades / UTEZ Zacatecas 10:00 Hrs.ColectivaDoña Cuca la cuchara y otros personajesJericó, ColombiaMaría Fernanda Gutiérrez, ArgentinaJuan Jaime Gutiérrez, Nuevo LeónJulia Eugenia Robles, ZacatecasOlga Regina Rodríguez, ZacatecasExtensión a Universidades

17:30 Hrs.Inauguración de la exposición fotográfi ca“Rostros de la Literatura”, de Carlos BrachoVestíbulo del Teatro Fernando Calderón 18:00 Hrs.InauguraciónII FORO IBEROAMERICANO DE LA LENGUA ESPAÑOLAa ALFONSO REYESAutoridades, invitados especiales y participantesTeatro Fernando Calderón 19:30 Hrs.Conferencia magistralAlfonso Reyes en la LiteraturaDra. Minerva Margarita Villarreal,Directora de la Capilla Alfonsina, Monterrey, N. L. yDra. Alicia Reyes,Directora de la Capilla Alfonsina, México. D.F.Teatro Fernando Calderón 21:00 Hrs.Juego teatral en un actoEl QuijoteCarlos Bracho, MéxicoTeatro Fernando Calderón JUEVES 3 DE OCTUBRE10:00 Hrs.Patitas blancas, patitas negrasMario Ángeles, HidalgoTeloneros:Víctor Lozano, ZacatecasLourdes Rodríguez, ZacatecasTeatro del Seguro Social 10:00 Hrs.ColectivaPrincesas en castillos y en bibliotecasAna García-Castellano, EspañaClara Haddad, Brasil - PortugalJericó, ColombiaOlga Regina Rodríguez, ZacatecasExtensión Dependencias 10:00 Hrs.ColectivaCantares y contares de los fantasmas familiaresVictoria Gullón, EspañaQuico Cadaval, EspañaRicardo Cazacuentos, CoahuilaNorma Torres, Distrito FederalMaría Eugenia Márquez, ZacatecasExtensión Universidades 10:00 Hrs.Mesa redondaREPÚBLICAS DE LETRAS; LA HISTORIA EN LETRAS.“Autores del norte, del centro y del sur de América”, Mtro. Elmer Mendoza, México“Zacatecas a fi nes del Siglo XVIII: nuevas aportaciones sobre La portentosa vida de la muerte de fray Joaquín Bolaños”, Dr. José Carlos Rovira, España“Historia y fi cción; hibridaciones; aciertos señalados”, Mtro. José Javier Villarreal, México“Las letras en territorio zacatecano”, Dr. Alejandro García, México“La palabra en el desarrollo del pensamiento abstracto”, Dr. Sergio Espinosa Proa, MéxicoModera: Sonia Viramontes, Zacatecas, MéxicoAuditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez 12:00 Hrs.Mesa redondaLIBRO, LECTURA Y SOCIEDAD.“Fomento de la lectura y bibliotecas públicas”, Mtra. Beatriz Palacios González, México“Las bibliotecas virtuales y la Biblioteca Cervantes”, Dr. José Carlos Rovira, España“La Biblioteca del Palacio Real de Madrid: antecedentes y evolución de un modelo como Biblioteca Pública”, Dr. Javier Morales Vallejo, España“La Lectura en Tiempos Mercuriales”. Mtra. Perla Schwartz, MéxicoModera: Gonzalo Lizardo, Zacatecas, MéxicoAuditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez 18:00 Hrs.Mesa redondaPALABRA HABLADA, ESTRUCTURAS EMOCIONALES Y SUPERVIVENCIA DE LAZOS SOCIALES“Voces y sonidos que mantienen la memoria”, Mtro. Bodhan Ulasin, Eslovaquia“De la narración escrita a la oral: la gramática de la fantasía”, Mtra. Ana García-Castellanos; España“Construcción de imaginarios sociales a partir de la Palabra”, Mtro. Germán Jaramillo, Colombia“Dinamismo de la lengua hablada”, Francisco Cadaval, EspañaModera: Dra. Matilde Hernández, Zacatecas, MéxicoAuditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez 18:00 Hrs.El motociclista enamorado y otros cuentosLucas Nápoles, CubaSelene de la Cruz, Distrito FederalErón Vargas, DurangoBernardo Govea, GuanajuatoFlorillina Cuentacuentos, NayaritCésar Rincón, ZacatecasExtensión a Municipios / Teúl de González Ortega 20:00 Hrs.Callejoneada de Leyendas “Vámonos pa’ Zacatecas” María Eugenia Márquez, ZacatecasPlaza 450Vámonos pa’ Zacatecas Ana García - Castellanos, EspañaAlcaicería de Gómez (Calle del Seminario)El Seminarista de los ojos Negros Jericó, ColombiaCallejón 4 de JulioEl indio triste Niré Collazo, UruguayCallejón Cuatro de JulioLas tres Cruces Quico Cadaval, EspañaMuseo Pedro CoronelEspantos

IX Festival Internacional de Narración Oral &II Foro Iberoamericano de la Lengua Española

del 27 de septiembre al 5 de octubre

Olga Regina Rodríguez, ZacatecasCallejón del CornejoLeyenda del Cornejo Juan Jaime Gutiérrez, Nuevo LeónCallejón del EstudiantePerfume de gardenias desde la tumba Carlos Alejandro DomínguezPlaza Miguel AuzaEl árbol del amor Victoria Gullón, EspañaPlaza Miguel AuzaLeyenda de la Fuente de la Plaza Goitia María Fernanda Gutiérrez y Marta Singh, Argentina-CanadáJardín Juárez2 Leyendas de JobitoInicia: en Plaza 450

VIERNES 4 DE OCTUBRE10:00 Hrs.ColectivaCuentos desopilantesJericó, ColombiaQuico Cadaval, EspañaAna García - Castellanos, EspañaRicardo Cazacuentos, CoahuilaOlga Regina Rodríguez, ZacatecasTeatro Calderón 10:00 Hrs.Cuentos astutos para niños sin sustoEspectáculo UnipersonalNorma Torres, Distrito FederalTeloneros:Juan Jaime Gutiérrez, Nuevo LeónJulia Eugenia Robles, ZacatecasMaría Eugenia Márquez, ZacatecasTeatro del Seguro Social 10:00 Hrs.ColectivaPromesas de renacuajos y mariquitasMario Ángeles, HidalgoVíctor Hugo Lozano, ZacatecasNiré Collazo, UruguayClara Haddad, Brasil - PortugalExtensión Centros Educativos / Instituto Educativo de Zacatecas 11:00 Hrs.Mesa RedondaRETOS Y FRONTERAS DEL IDIOMA ESPAÑOL ANTE EL INGLÉS; IMBRICACIONES“Una poeta chicana: soñar y escribir en español”, Elsa Le-ticia García Argüelles, México“Pensar en otro idioma: posesionarse del propio”, Marta Singh, Argentina - Canadá“Tierra de nadie y de todos; infl uencia de la cultura chica-na”, Georgia Aralú González Pérez, MéxicoModera: Alfonso Campuzano, Zacatecas, MéxicoAuditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez 12:00 Hrs.ColectivaCuentos al viento entre mar e islaLucas Nápoles, CubaSelene de la Cruz, Distrito FederalErón Vargas, DurangoBernardo Govea, GuanajuatoFlorillina Cuentacuentos, NayaritCésar Rincón, ZacatecasExtensión a Municipios / Tlaltenango de Sánchez Román 18:30 Hrs.ConversatorioDERROTA O ENRIQUECIMIENTO DE LA LENGUA ES-PAÑOLA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓNBeatriz Pagés, Directora de la Revista Siempre, MéxicoRené Avilés Fabila, Premio Nacional de Periodismo, Mé-xicoTeatro Fernando Calderón 20:00 Hrs.Ceremonia de ClausuraII FORO IBEROAMERICANO DE LA LENGUA ESPA-ÑOLAa ALFONSO REYESTeatro Fernando Calderón 21:30 Hrs.Función para adolescentes y adultosRetórico y eróticoNiré Collazo, UruguayQuico Cadaval, EspañaLucas Nápoles, CubaMarta Singh, Argentina - CanadáClara Haddad, Brasil - PortugalSelene de la Cruz, Distrito FederalOlga Regina Rodríguez, ZacatecasCentro Cultural Ciudadela del Arte / Cupo Limitado SÁBADO 5 DE OCTUBRE18:00 Hrs.Espectáculo UnipersonalLos Cuentos de RodariBernardo Govea, GuanajuatoTeatro Fernando Calderón 18:30 Hrs.Espectáculo UnipersonalQue Comience el WemilereLucas Nápoles, CubaTeatro Fernando Calderón 19:30 Hrs.Espectáculo UnipersonalEl Inventor de cuentosAna García Castellano, EspañaTeatro Fernando Calderón 20:30 Hrs.Clausura GeneralIX FESTIVAL INTERNACIONAL DE NARRACIÓN ORALZACATECAS 2013Teatro Fernando Calderón Nota:Entrada libre a todas las actividades

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30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

En mi artículo anterior les conté, cómo descubrí la es-critura de Francisco Sánchez, su importancia para mi formación, su trabajo como guionista y la sorpresa que me llevé cuando en el 2004 un poco antes de que ini-ciara el Festival Cultural Zacatecas, Sampedro llegó a la casa con el libro Siglo Buñuel de Francisco y me dijo que yo moderaría la mesa en que se presentaría el libro. Me sorprendí y me inquieté, de inmediato inicié la lectura del libro, una verdadera delicia. La fecha finalmente llegó y ese día por la ma-ñana en el teatro del IMSS se presentaría El gavilán de la sierra, cinta de Juan Antonio de la Riva, con quien Francisco había escrito el guión de esa pequeña joya de la cinematografía mexicana que es Pueblo de madera y con la cual entre otros premios recibieron el Coral a la mejor película y guión cinematográfico en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana en 1990. Bien, en compañía de mi gran amigo Héctor Ávila esperaba entrar al teatro del IMSS cuando alguien del Instituto Zacatecano de Cultura Ramón Ló-pez Velarde, nos anunció que la cinta programada no se proyectaría, ya que el director, Juan Antonio de la Riva, no había llegado (tiempo después tuve el gusto de conocer a Juan Antonio y nos contó que se había cansado de llamar a las personas que lo habían invitado para preguntar dónde debía recoger su boleto de avión y jamás se habían dignado contestarle el teléfono, por lo que había colegido que la invitación se había cancelado) y además dieron la explicación de que había utilizado el boleto para trasladarse a Durango. La verdad es que du-rante el período en que José Esteban Martínez estuvo al frente del Instituto ocurrieron cosas bastante bizarras (también en los subsiguientes periodos) pero eso ya lo contaré en otra ocasión, lo cierto es que la grosería de que fue objeto Juan Antonio y el pretexto (mentirilla) que se dio no tiene parangón. Una vez que me enteré que Juan Antonio no estaría en la presentación de Siglo Buñuel, me entró la neura que sólo desapareció cuan-do Sampedro me presentó a Francisco y Ana (su bella y maravillosa esposa); conversando sobre la situación, Francisco decidió que yo lo presentara y Sam moderara la mesa, la verdad yo no estaba preparada para hacer una presentación digna de Francisco, hice lo mejor que pude, él, al igual que en sus escritos estuvo brillante y ése fue el principio de una hermosa amistad. (Continuará)

Plazas, plazuelas, calles y callejones fueron y son escenarios coloridos del Noveno Festival Internacional de Na-rración Oral, el cual inició el pasado 27 de septiembre para finalizar el próximo 5 de octubre. Ésta es una actividad previa al II Foro Iberoamericano de la Lengua, mismo que será inaugurado la noche del 2 de octubre en el Teatro Fernando Calderón; esta segunda ac-tividad es coordinada por el Arquitecto Héctor Ávila Ovalle, subdirector de en-señanza del Instituto Cultural Zacate-cano de Cultura. Este año el Foro será dedicado a ese gran humanista que fue el regio-montano Alfonso Reyes, “una especie de Aristóteles del siglo XX”; en dicha mesa participarán la nieta del maes-tro Reyes Alicia Reyes, directora de

*Amor al cine. Juan Pablos Editor / Instituto Zacatecano de Cultura Ra-món López Velarde, 2009.

Por Ester Cárdenas

Por Perla Schwartz

FranciscoSánchezforever II

II Foro Iberoamericano de la Lengua y Festival Internacional de Narración Oral enZacatecas

“Voces agoreras anuncian, en este ya adelantado prin-cipio de milenio, el inminente fenecimiento de los libros y del cine. Algunos incluso lo celebran. Por perturbador

que pueda parecer esta amenazante posibilidad, pienso que no hay que tomarlo por lo trágico. Como Doris Day

cantaba en una película de Hitchcock, lo que serait, serait…”.

Francisco Sánchez

El pi

capo

rte

El público “en general”, la sociedad “en general”Ahora que en el estado de Zacatecas comienzan otros gobiernos mu-nicipales, analizo cómo los errores en la redacción siguen siendo los mismos. Diré que “transtrieniales”, que permanecen a pesar del paso de trienios. No estaría mal que los nuevos encargados de las áreas de co-municación social se detuvieran un momento para reconsiderar expre-siones como “público en general”, “sociedad en general”, “comunidad en general”. La pregunta obligada es: ¿puede hablarse de un “público en particular”? Ya lo saben: público, sociedad, comunidad y sustantivos colec-tivos afines son eso: colectivos. Se refieren a una generalidad. Sin embargo leo circulares salidas de oficinas públicas que co-mienzan con ese terrible: “Al público en general”. “Se invita a la sociedad en general”. Más terrible queda una expresión del tipo “A todos los profeso-res en general”, “A todos los médicos en general”, “Se les recuerda a los trabajadores en general”. Odio tener que teclear que los citados son “errores en general”.

* Envíe comentarios y demás inquietudes a: [email protected]

Por Simitrio Quezada

la cada vez más efervescente Capilla Alfonsina de la Ciudad de México; así como la poeta Minerva Margarita Villa-rreal, filial de la misma en Monterrey. Para el II Foro Iberoamerica-no han sido invitados varios espe-cialistas de España y Portugal, así como de catedráticos zacatecanos; las actividades que se pueden con-sultar en la página web del Instituto de Cultura Zacatecano, se llevarán a cabo en el mencionado Teatro Cal-derón, así como en el Museo Manuel Felguérez, que este 2013 cumple 15 años de haber sido fundado. El Foro promete ser un evento cultural rele-vante, para la reflexión en torno a la lengua, pero sobre todo en la perti-nencia de acrecentar el fomento a la lectura.

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LA GUALDRA NO. 118 / 30 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Río d

e pal

abra

s

Por Pilar Alba

Por Alberto Huerta

Por Roberto Galaviz

Por Edgar Khonde

Pájaros en la cabeza

Aleteo

Elogio a mi nombre

Sueño que una mujer escribe

“Pájaros en la cabeza”, así dice mi ma-dre que tengo. Cada vez que vamos por la calle y me suelto de su mano para ver el agua de la fuente o reco-ger hojas y florecitas del suelo. Tam-bién me lo dice cuando me quedo así como ahorita nada más viendo el cielo contando las nubes o de noche las es-trellas; viendo pasar aviones, helicóp-teros azules que con su ruido a veces me dan miedo. Yo no digo nada, a mí me gusta tener pájaros en la cabeza, me gusta que sus trinos me lleguen al cerebro para no oírla cuando llora cada vez que termina con un novio o para no sentirme solo cuando me deja para irse a las fiestas, porque ella tiene derecho, como cualquiera, de divertir-se. Entonces cierra la puerta con llave

Alicia, te envío esta carta contándote un sueño al que he titulado Sueño que una mujer escribe: Sueño a una mujer que escri-be que hay un hombre ciego escribien-do sobre la casualidad y la coinciden-cia. La casualidad es la pesadilla de lo real, escribe el ciego. En este enuncia-do el ciego intuye la carencia de volun-tad y además la existencia de la escri-tora. La mujer se ve revelada, cosa que no tenía prevista, ¿cómo?, se pregunta. En el desarrollo de su novela el ciego es un escritor de cuentos y poemas; un escritor argentino que vive en Gine-bra. En cada paso que da esta mujer se siente vigilada e imaginada por el cie-go. Llega al punto en que cree que está siendo descrita en uno de los cuentos del cuentista, el cuento: “La espada y la dama”, de manufactura fantástica, termina con un enfrentamiento en-tre la dama y un coleccionista de es-padas. Nerviosa envía la novela a su editor, con el título de El escritor de la brújula. El editor reenvía el libro a dos lectores, uno de ellos sugiere una corrección profunda, el editor acepta. Al cuento “La espada y la dama” le es agregado un final que desenlaza en un asesinato. En la trama de la novela la mujer cita fragmentos de los poemas que escribe el ciego; dos de los poe-mas los cita completos, uno de ellos lleva por título “Las causas”, el otro no tiene título. Cuatro días después de haber enviado la novela, la mujer entra en

para que no me salga y me dice que debo quedarme callado, sin hacer rui-do para que los vecinos no se de cuen-ta que sólo yo estoy en la casa. Así lo hago y es cuando más se vuelan los pá-jaros moviendo sus alas, cante y cante, lo bueno que sólo están en mi cabeza si no la gente se asustaría con tanto al-boroto. Lo que no me gusta es cuando le dice a los otros: “es que esta criatura tiene pájaros en la cabeza, y ah, cómo le revolotean y le revolotean”; luego sigue el consejo de la gente y no me deja ver la tele, me quita los libros; me hace ir con el doctor para que vea y le diga lo que hay en unos dibujitos: un loro verde, una golondrina parda, una paloma blanca, un canario amarillo, un ruiseñor negro.

Veleidosa, la Monarca, voluptuosa aleteó pero, en esta ocasión, en ningún rincón del mundo, por muy escondido y recóndito, no ocurrió absolutamente nada.

Mi nombre es marcaregistrada desde ayer;

si escuchas con atención,tiene una sonoridadque podrás notar de inmediato

tienes que comprender(incluso reconocer)que no todos tienen un nombreque suene como un platilloa mitad de concierto sinfónico,no todos saben usar esas letraspara completar objetivos

no todos tienen en la espaldaun tatuaje de una pelea de mujeres en lodo-en la que por supuesto,-gana siemprequien yo quiera que gane

es la ley,es el resquicio de justiciaque todavía chorrea este mundo,es a lo que llamo:tener un nombrey saber para qué sirve

saber que un nombrees más que la tintade veintisiete añosregada por aquí y por allá

una tienda de antigüedades en don-de conoce a Darío, el dependiente, quien le va mostrando objetos hasta finalmente manifestarle sesgadamen-te su filia por las espadas. Asustada se percata de que la situación se asemeja al cuento que escribe el ciego. En un acto que luego describiría como “invo-luntario” ante el ministerio público, le clava un puñal a Darío; en su alegato declarará que Darío intentó atacarla. Sin embargo el fiscal entregará los vi-deos del circuito cerrado de la tienda donde se nota de forma clara cómo la mujer atacó a Darío por la espalda. En la cárcel la mujer recibirá las pruebas de la novela que ahora se llama, a su-gerencia del editor, Sueño con el diablo. [Como ya te imaginarás, el puñal que enterró a Darío, es el mis-mo puñal que Luis Melián Lafinur le regaló al padre de Borges, y que Eva-risto Carriego tuvo entre sus manos, ese puñal que soñaba con tigres]. Luego cuando desperté y es-cribí la palabra “tigre”, entendí algo so-bre el sueño; lo que todavía no descifro es por qué decidí contarte este sueño.

PS. En el cuento de “La dama y la espada” (el editor habría también decidido cambiar el orden de los sus-tantivos) el lector que corrigió la no-vela puso como final el asesinato de la dama en un asalto donde era atravesa-da por la misma espada que había dado muerte a su bisabuelo en una batalla en Churubusco contra los franceses. * @edgarkhonde Max Ernst, Las aves, también pájaros, pescado-serpientes y el espantapájaros, 1921

[Leerse mientras se escucha: El corrido de Roberto/ Juan Cirerol]

mi nombre es la pólvoraque si es necesario,explota;no obstante sé cuándo mojar esapólvora y quemar las naves

es necesariohacerme entonces el desarmadoe inventarme una herida(todos nos hemos inventado heridas, es un vicio muy antiguo)

es la forma de saberque luchar es inútilcuandoun nombre es más que una bala,que una mirada

mi nombreRoberto Galaviz ®es marca registrada

es como un músculo que si no se usa,se atrofiase adelgazay nadie aquí quiere esonadiesería una tragedia.