la felicidad sólo está en los estadios, ¡y no todos los ...vistas jorge luis borges dijo a su...

3
\.-IHH . I/ / 1.1 to que lo indujo a escr ibirlo. H ay. pues. en d amo r por la mujer. y siem- pn..: en iguales proporciones. muc ho de dolor. pero igualmente. mucho de gloria. Sin embargo. y como trágica ironía de la vida. el amo r. y su obje- to glorioso. la muje r. lo empiezan a ser comprendi do s por la mente y el co razón cuando ya el cuerpo em- pieza alejarse de su maravillosa per- cepción. Ésta es la enseñanza que tal vez quiere transmitirnos el au t or de Pandora a través de las palabra s de Félicien Rop s. ELKIN G óMEZ La felicidad sólo está en los estadios, ¡y no todos los domingos! De tripas co razón. Una novela be rracamente espiritual Daniel Samper Pizano & Jorge Mar on na Bogotá, El Áncora Edito res, I999, 183 págs. Así como dos grandes esc rit ores, Jor ge Luis Borges y Adolfo Bioy Casar es, pudieron escribir a cua tro manos libros infames e inve ntar por lo me nos a do s escritores execrables, Isidro P aro di y Bustos Domecq, asi- mismo dos execrab l es escritores, D aniel S amper Pi za no y Jorge Maronna , han podido escribir a cua- tro manos tres libros, y el resultado se par ece mucho a algo de Borges o, cuando me nos, de Bioy Casar es, o, en el p eo r de los casos, de Fonta- narr osa, aunque en ava nz ado esta- do de ebri ed ad . Y es qu e se tr a ta de dos esc ritor es tan ma los, que el me- jor co nsejo que un crítico puede da r- les es qu e se m eta n de humoristas, dond e con el sentido del ridí culo qu e poseen podrían tal vez triunfar . P ero, bromas apa rt e, no be pa ra - do de reír en buena part e de este -po r lo m enos has ta la mit ad- de- licioso libro, y eso que el malhumor [10o] re in a por estos días en mis prejui- cios y a pr oximaciones a la mayor parte de las novedades literarias qu e me caen en tre man os, vengan de do nd e vinieren ... P e ro este libro. esencia de ingen io americano, como dirían Rodó o Vasconcelos, tiene que ponerlo a uno de hu mo r. pu es, como escribGermán Arciniegas, "nosotros somos tan grandes humo- ris ta s co mo los ingleses, o co mo los escandinavos. La única diferencia es que mientras en el norte hay buen humor , aquí , por de bajo del Trópico de ncer , hay mal humor". Y es qu e Argentina y Co lombia han hecho siempr e buenas migas en este aspecto de no tomar se la vida demasiado en ser io. R ec ue rdo que en a lg una de sus numerosas entre- vist as Jorge L uis Borges dijo a su entrevistador: -¿ Quiere usted saber lo que en verda d es el humor? Va ya a Colom- bia. Allá sí qu e sabe n lo qu e es eso. Y era perceptivo el argentino, así como, un sig lo atrás , don Migue l Ca né. Y es que el humor bogotano tiene u na extraña simbiosis co n el ar gent ino , un a mp lio sentido del ri- dículo, una no oc ultab le est irpe de fino repenti smo inglés (recuérdese qu e los ar gentinos fueron los ingle- ses de América hasta la guerra de las Malvinas). De tal m ane ra que en este libro no se sa be a ciencia cierta qui én es- cribi ó tal o cual página . Lo úni co eviden te es qu e el be rr aca me nt e debe ser de M aronna y que el espi- ritual deb e ser de Samper. Dos bur - RESEÑAS las sut il es y ocultas de cada un o a la nacionalidad del o tr o. Y si de hablar de influencias se tra- te, tal vez De tripas corazón par odia el famoso best seller de Gaarder, El mundo de Sofía, y el estilo recuerda demasiado las novela s de Fonta- na rrosa, po rque, aunque no se sepa en Colombia, también las hay, y trae a la memoria igualme nt e, pe ro con otro t ema , las Lecciones de histeria de Colombia del pr opio Samper , así como los innumerables apuntes en- tre cultos e ingeniosos de los no me- nos célebres Luthiers. Para la mues- tra un botón: " ... ora a babor, ora a estribor, ora pro nobis", que r ecuer- da el famoso pubis pr o nobis de un viejo disco luthierano de 197 3 (tal vez soy ya indiscre to con las fechas, asf co mo con la e dad de las mujeres). Y es que los autores son de clara es tirp e y religión luth iera na (por Maronna) y calvinista (por Samper) , de los pies a la calvicie. De modo qu e ambos resultan prot esta nt es, por lo cual sería adecuado enviarles la fuer- za públi ca para di solve r de alg ún modo sus presunta s m an i fest aciones lite raria s. Y como buenos pro tes tantes que so n los autores, el l ibro pued e ser mirado , en tr e otras innumerab les cosas, como una reflexión contra la in tolerancia religiosa: " Tod os perseg u ían la felicidad, pero, par a alca nzarla , se perseg uían sin cuart el los unos a los otros" , dice por ahí. O bien, aquellos "c onforma- ban un pue blo religioso pero muy violento, lo cual suele ocurrir co n frecuencia". Eso me recuerda , aunque poco tenga qu e ver con el te ma, pero no importa, qu e en estos días he estado l eyendo a Jeffe ry Jay Lowder, de quien no he p odi do sabe r si es un humori sta que re fl exio na sob re pro- blema s teológicos o un teólogo que tie ne sentido del humor. Y he en con- CULTU RAL Y BIDLI OGJtÁFICO. VOL. 39• N(ÍM . 59• 2002

Upload: others

Post on 03-Aug-2021

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: La felicidad sólo está en los estadios, ¡y no todos los ...vistas Jorge Luis Borges dijo a su entrevistador: -¿Quiere usted saber lo que en verdad es el humor? Vaya a Colom bia

\.-IHH .I/ / 1 . 1

to que lo indujo a escribirlo. Hay. pues. e n d amor por la mujer. y siem­pn..: en iguales proporciones. mucho de dolor. pero igualmente. mucho de gloria. Sin embargo. y como trágica ironía de la vida. el amor. y su obje­to glorioso. la mujer. sólo empiezan a ser comprendidos por la mente y el corazón cuando ya el cuerpo em­pieza aleja rse de su maravillosa per­cepción. Ésta es la enseñanza que tal vez quiere transmitirnos el autor de Pandora a través de las palabras de Félicien Rops.

ELKIN G óMEZ

La felicidad sólo está en los estadios, ¡y no todos los domingos!

De tripas corazón. Una novela berracamente espiritual Daniel Samper Pizano & Jorge Maronna Bogotá, El Áncora Editores, I999, 183 págs.

Así como dos grandes escritores, Jorge L uis Borges y Adolfo Bioy Casares, pudieron escribir a cuatro manos libros infames e inventar por lo menos a dos escritores execrables, Isidro Parodi y Bustos Domecq, asi­mismo dos execrables escritores, D aniel S amper Piza no y Jorge Maronna, han podido escribir a cua­tro manos tres libros, y el resultado se parece mucho a algo de Borges o , cuando menos, de Bioy Casares, o, en el peor de los casos, de Fonta­narrosa, aunque en avanzado esta­do de ebriedad. Y es que se trata de dos escritores tan malos, que el me­jor consejo que un crítico puede dar­les es que se metan de humoristas, donde con el sentido del ridículo que poseen podrían tal vez triunfar.

Pero, bromas aparte, no be para­do de reír en buena parte de este -por lo menos hasta la mitad- de­licioso libro, y eso que el malhumor

[10o]

re ina por estos días en mis prejui­cios y aproximaciones a la mayor parte de las novedades literarias que me caen entre manos, vengan de donde vinieren ... P ero este libro. esencia de ingenio americano, como dirían R odó o Vasconce los, tiene que ponerlo a uno de humor. pues, como escribió Germán Arciniegas, " nosotros somos tan grandes humo­ristas como los ingleses, o como los escandinavos. La única diferencia es que mientras en el norte hay buen humor, aquí, por debajo del Trópico de Cáncer, hay mal humor".

Y es que Argentina y Colombia han hecho siempre buenas migas en este aspecto de no tomarse la vida demasiado en serio. Recuerdo que en alguna de sus numerosas entre­vistas Jorge L uis Borges dijo a su entrevistador:

-¿Quiere usted saber lo que en verdad es el humor? Vaya a Colom­bia. Allá sí que saben lo que es eso.

Y era perceptivo el argentino, así como, un siglo atrás, don Miguel Cané. Y es que el humor bogotano tiene una extraña simbiosis con el argentino, un amplio sentido del ri­dículo, una no ocultable estirpe de fino repentismo inglés (recuérdese que los argentinos fueron los ingle­ses de América hasta la guerra de las Malvinas).

D e tal manera que en este libro no se sabe a ciencia cierta quién es­cribió tal o cual página. Lo único evidente es que el berracamente debe ser de Maronna y que el espi­ritual debe ser de Samper. Dos bur-

RESEÑAS

las sutiles y ocultas de cada uno a la nacionalidad del otro.

Y si de hablar de influencias se tra­te, tal vez De tripas corazón parodia el famoso best seller de Gaarder, El mundo de Sofía, y el estilo recuerda demasiado las novelas de Fonta­narrosa, porque, aunque no se sepa en Colombia, también las hay, y trae a la memoria igualmente, pero con otro tema, las Lecciones de histeria de Colombia del propio Samper, así como los innumerables apuntes en­tre cultos e ingeniosos de los no me­nos célebres Luthiers. Para la mues­tra un botón: " ... ora a babor, ora a estribor, ora pro nobis", que recuer­da el famoso pubis pro nobis de un viejo disco luthierano de 1973 (tal vez soy ya indiscreto con las fechas, asf como con la edad de las mujeres).

Y es que los autores son de clara estirpe y re ligión luthie rana (por Maronna) y calvinista (por Samper), de los pies a la calvicie. De modo que ambos resultan protestantes, por lo cual sería adecuado enviarles la fuer­za pública para disolver de algún modo sus presuntas manifestaciones literarias.

Y como buenos protestantes que son los autores, el libro puede ser mirado, entre otras innumerables cosas, como una reflexión contra la intolerancia religiosa:

"Todos perseguían la fe licidad, pero, para alcanzarla, se perseguían sin cuartel los unos a los otros", dice por ahí. O bien, aquellos "conforma­ban un pueblo religioso pero muy violento, lo cual suele ocurrir con frecuencia".

Eso me recuerda, aunque poco tenga que ver con el tema, pero no importa, que en estos días he estado leyendo a Jeffery J ay Lowder, de quien no he podido saber si es un humorista que reflexiona sobre pro­blemas teológicos o un teólogo que tiene sentido del humor. Y he en con-

RO~ETfN CULTU RAL Y BIDLI OGJtÁFICO. VOL. 39• N(ÍM . 59• 2002

Page 2: La felicidad sólo está en los estadios, ¡y no todos los ...vistas Jorge Luis Borges dijo a su entrevistador: -¿Quiere usted saber lo que en verdad es el humor? Vaya a Colom bia

RESEÑA S

trado en él reflexiones preocupan tes: "Si los fundamentalistas están en lo cierto, ¡entonces todos los no faná­ticos están en el Infierno! " O esto , no menos inquietante: "Si Jesús es la respuesta, ¿entonces cuál e ra la pregunta?" .

Es cierto que el libro empieza a trompicones en la Obertura, pero ya hacia la página 20 estamos muertos de la risa. Y allí viene la mejor parte. El libro es mucho mejor al principio. Tristemente, al igual que muchos par­tidos de fútbol , se irá deteriorando en el segundo tiempo, cuando los auto­res se dedican a guardar el resultado. Pero De tripas corazón es muy bue­no ... por lo menos hasta la mitad.

El recorrido por el mundo de los filósofos es de una hilarante perfec­ción. Creo que vale la pena sumer­girse en él junto con El Viajero que busca la perfección espiritual y la Respuesta definitiva. Allí conoce­remos a " un tal Tales, matemático y astrónomo, que era uno de los Sie­te Sabios de Grecia, probablemen­te el quinto o el sexto, pero que poco a poco mejoraba su posición en la tabla" y viviremos momentos dignos de reventar de risa cuando Pitágoras enseñe el Pi a El Viajero. Tendremos un encuentro con. los presocráticos, a quienes los íntimos a migos llamaban cariñosamente " los presos". "Los presocrá ticos se distinguían -dicen los autores­porque, a pesar de ser unos tipos muy agudos, casi todos tenían nom­bre esdrújulo, hecho que no les pa­recía nada grave" . Pasearemos por Atenas con los perripatéticos, lla­mados así porque paseaban a sus perros mientras discutían. D e aque­llos, los que perdían en las discusio-

nes eran llamados simplemente los patéticos.

Hay mome ntos notables , como cuando Mahoma parte de H égira y El ingenuo Viajero pregunta que si se fue "de gira". Encontraremos un corolario a la famosa sentencia de Heráclito, nadie se baña dos veces en el mismo río: "Es más: en Grecia nadie se baña dos veces en e l mismo mes".

Visitaremos a Empédocles, "de quien se decía que era mago, que hacía milagros con las estrellas y que contro laba los vientos. El Viajero se preguntó que si esto último e ra ver­dad, e ntonces por qué lo llamaban Empédocles". Sabremos algo impor­tante de Tomás de Aquino: " Aun­que era noble , rico, muy gordo y napolitano, lo cual le habría garan­tizado un empleo como tenor, Tomás de Aquino había escogido estudiar a Dios".

Y leeremos, entre otras muchas, la presentación de un filósofo alemán:

- Helio, 1 KanL -!'m sorry, you can 't - lamentó

El Viajero. Sabremos además que el descu­

brimiento de América fue hecho, mucho antes de Colón, por Leif Erikson, y que lo que sucedió es que su descubrimiento no fue homolo­gado "porque Leif olvidó llenar al ­gunos formularios y someterse a la prueba antidopaje".

Luego aparecerá Aleco, el niño de la Patagonia, que pronto será universalmente conocido como [email protected]. " Dura es la ta­rea del sabio, dirá más adelante el niño, cuando tiene buzón en Inter­net". En adelante el libro trascurre en la Patagonia, y se convierte e n una reflexión acerca del Tonto Emo­cional y de la Inteligencia Estoma­cal (que, a propósito, profesa valo­res éticos rigurosos, presidida por El Recto).

El único problema es que a par­tir de algún momento. no he podi­do dilucidarlo bien, Aleco, el ni ño santo y El Viaje ro y Fátima (los tres personajes principales) se mueren, se quedan sin vida, denunciando una vez más que los autores no son nove listas sino humoristas, lo cual

NARRATIVA

evidentemente no es lo mismo. por­que el novelis ta es capaz de soste­ner su obra en mundos menos ri­sueños pero igualme nte poderosos, el de la tristeza, el del diálogo, el de la aventura, el del monólogo in­terior, y nada de eso aparece aquí. Samper y Maronna escribieron lo que tenían que escribir. dijeron lo que tenían que decir y después se dedicaron a tomarse el pelo en me­dio de unos e-mails agónicos que se notan demasiado y que permi­ten - maravi llas de la tecnología y desgracias de la literatura- la es­critura a cuatro manos " desde cual­quier lugar del mundo" y que in­ten ta n resca tar a los murientes personajes que se van desmoronan­do corno un castillo de naipes en la mitad de la Patagonia, tan fríos como ella misma.

Claro que hay aquí y allá rasgos admirables de buen humor. apuntes certeros, chistes repe ntinos de factu­ra impecable y e fectiva. como la parrafada acerca del perro de Pavlov, en la página I 19 o la defensa del ñan­dú como mamífero en la pág. 148 o la presencia de l contradictor: ··Mi defecto, que en el fondo es una vir­tud, es que permanentemente me contradigo a veces. Por fortuna ten­go la desgracia de que sólo me des­miento en temas muy importantes, de demostrada supe rficialidad''. Pe ro estos rasgos son aislados. El conj un­to, como las se lecciones de fútbol cuando se les pierde la brújula, se va a pique. y queda un desteñ ido equi­po que intenta a todo trance llegar al final de los noventa minutos botan­do la pelota para cualquier lado. evi­tando la goleada. <.:on lo cual se pier­de hasta el sentido del humor, de tal manera que parecie ra que la redac­ción de las últimas páginas hubie ra sido enca rgada a Bc ne detti o a

[101]

Page 3: La felicidad sólo está en los estadios, ¡y no todos los ...vistas Jorge Luis Borges dijo a su entrevistador: -¿Quiere usted saber lo que en verdad es el humor? Vaya a Colom bia

\ . IRN . \ 1/ I A

Galeano o a cualquier otro escritor uruguayo.

Por fort una. aquí está el fú tbol , que todo lo redime. Este es un mun­do en el que reina el fútbol. en el que el ca torce es un número mágico, pues era el de Johann Cruyff, y no parece q ue escribie ra Maronna sino Maradona. ni Samper, sino el Tino Asprilla.

La edición es cuidada, al princi­pio. Porque ella también evolucio­na - o involuciona- y si al final a los autores se les estaba acabando el humor, por lo menos en mi ejem­plar parece que a los editores tam­bién la tinta.

Para finalizar, es preciso resaltar algo muy importante. De tripas co­razón es el primer libro de filosofía en el cual se encuentra una respues­ta al sentido de la vida. Lo cierto es que los autores encontraron sin que­rerlo la Respuesta, la Clave, el Meo­llo, la Revelación, el supremo senti­do de la vida que andaban buscando desde el principio del libro, en reali­dad desde el principio de "todos" los libros, pero, como a veces sucede, no se dieron cuenta y siguieron dere­cho. Está por ahí, escondida, en la página 159: " La Felicidad sólo se en­cuentra en los estadios, y no todos los domingos".

L U IS H . ARISTIZÁBAL

Tocando la miseria de los héroes

El insondable Alvaro Pineda Botero Planeta, Bogotá, 1997, 459 págs.

Me resulta muy difícil encuadrar ' esta novela de Alvaro Pineda Botero

en el marco de las obras literarias de­dicadas al Libertador. M e parece que los acercamientos literarios a Bolívar han gozado, en términos ge­nerales, de poca fortuna. Y es expli­cable que así sea. La grandeza de los héroes será sie mpre tema " litera-

[102]

rio ... Así. de l panegírico al himno, todos los Aurelios Martínez Mutis que andan por ahí desperdigados, los discursos sempiternos de las acade­mias, las arengas populacheras del congresista, del candidato a la pre­sidencia de la república o del gue­rrillero. Tocar la miseria de los hé­roes resulta blasfematorio, más si tenemos en cuenta la pacatería de medios intelectuales dominados por medievales anacronismos y por la casi completa carencia de un apara­to crítico de calidad. Apenas si se le permite el acercamiento al mito a otro héroe reconocido entre los ido/a forum -a un García Márquez por ejemplo-, sumergirse en esos pan­tanos en busca del hombre perdido que nadie quiere hallar en el fondo, no vaya a ser que se desvele que el que se supone es el más grande de todos nosotros nos haga empeque­ñecer aún m ás dentro del concierto de las naciones mediocres.

Y si a ello vamos, es notable ob­servar de qué manera el tema Bolí­var cambia de algún modo a los es­critores. Con el Bolívar de El general en su laberinto (1989) se alcanzó, a mi parecer, el punto más bajo en toda la obra de García Márquez, así como con El último rostro (1978), uno de los buenos momentos de Mutis, aunque tampoco está mal lo de Germán Espinosa alrededor de Bolívar, esa Sinfonía desde el nuevo mundo escrita para convertirse en frustrada serie de televisión y en la cual acaso quiso Espinosa parodiar a sus aborrecidos "escritores comer-

RES EÑ A S

ciales'' (léase de nu evo García Márquez, Mutis ... ) y nos dio un agra­dable episodio conradiano luego del sopor in-sopor-table de obras como El signo del pez.

La ceniza del Libertador ( 1987) fue el intento de Fernando Cruz Kronfty de darnos a otro Bolívar novelesco. Cruz Kronfty es un escri­tor que merece más atención de la que se le ha prestado. Culto y refi­nado, ha dejado una obra coherente y por momentos de gran calidad li­teraria, aunque no creo que sea tal el caso en su acercamiento a Bolí­var, que, en mi opinión, resulta farra­goso y confuso.

Andrés Hoyos ha sido el primero que haya conseguido dar una atmós­fera diferente y desempolvada a la época bolivariana en Conviene a los felices permanecer en casa (1992), aunque no se trate, en estricto sen­tido, de un libro bobvariano. Pero sí es un estilo que merecería la litera­tura sobre el Libertador.

Pero el libro que hay que acercar más a éste de Pineda - por el tema si no por el estilo- es, necesaria­mente, el de Uslar Pie tri, La isla de Robinson, tan elogiado precisamen­te por García Márquez y, acaso tam­bién, el del venezolano D enzil Ro­mero, q ue encuentro más pobre y lejano.

Después de tantos libros recien­tes acerca de Bolívar, cabe pregun­tarse si es válido seguir ahondando en el tema cuando el propio Liber­tador confiesa en estas páginas que no ha escrito sus memorias porque ya existen demasiados textos sobre él y sobre su obra. Aun así, Pineda ha dedicado seis años de trabajo en Bogotá, Viena y L ondres, a este li­bro curioso y extraño ... Porque el de Pineda es un libro curioso y extraño en varios sentidos. No es que sea ex­perimental o muy posmodemo ni que se extravíe en los meandros de la linealidad del relato. No; de hecho, es bastante lineal en el fondo. Y como no quiero hablar de metacontenidos ni en jerga posmodernista, diré sim­plemente que es una interesante no­vela, sí, pero que también es una in­teresante biografía, acaso un poco libre, pero muy ceñida a los hechos.

80LETIH CULTU RAL Y BIBLIOG RÁFICO. VOL. 39. NÚM . 59· 2002