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La Fe Viva Devociones católicas diarias para Enero • Febrero • Marzo 2020 “Síganme” Mateo 19:21

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La Fe VivaDevociones católicas diarias para

Enero • Febrero • Marzo 2020

“Síganme”Mateo 19:21

María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía

a meditar en su interior.— Lucas 2:19

ESTIMADOS AMIGOS:Al comenzar este año que tiene un aspecto armo-

nioso por ser 20-20, un arreglo que para los numerólogos simbolizan la fe y la confianza en las relaciones –el dos– y la integridad, el ciclo de la perfección y la realización completa en Dios –el cero.

Esos elementos deben estar presentes en nuestras vidas todos los años, pero en este año en particular cada día que abramos este librito y veamos el 2020 será mi oración por ustedes, familia y comunidad de lectores, que se sientan inspirados para hacer que sus pensamien-tos negativos se conviertan en pensamientos de fe, y sus dudas en confianza, seguros de que el amor infinito de Dios desea para ustedes la realización plena y llevarlos a completar la perfección del círculo del amor que un día se cerrará cuando seamos uno con nuestro Padre Celestial.

Todas las bendiciones del nuevo año desciendan sobre ustedes y sus familias,

Marina A. Herrera, editora

La Fe VivaDevociones católicas diarias para

Enero • Febrero • Marzo 2020

Volumen 18 • Número 2Marina A. Herrera, Editora del español

Kasey Nugent, Editora adjunta

La Fe Viva ofrece reflexiones diarias basadas en pasajes bíblicos de la misa diaria. Las lecturas bíblicas para la misa del día se incluyen al pie de cada devoción para ayudar a los católicos a rezar y meditar según el espíritu del tiempo litúrgico. A menos que se anote, las citas son de la Biblia Latinoamérica, que es de uso generalizado en los Estados Unidos.

IMPRIMATURObispo Mark S. Rivituso, obispo auxiliar • Arquidiócesis de St. Louis

Copyright © 2020 de Creative Communications for the Parish

La Fe Viva Vol. 18 No. 2 is published quarterly in January, April, July and October by Creative Communications for the Parish, 1564 Fencorp Drive, Fenton, MO 63026, a subsidiary of Bayard, Inc., sponsored by the Augustinians of the As-sumption. Subscription rates: 1 year, $15.00; single copy, $4.50. Canadian GST# is 84231 1870RT. Printed in the USA. Customer service: (800)246-7390; Website: www.livingfaith.com.

Nota: Algunas veces La Fe Viva da permiso a otras organizaciones para usar nues-tras listas con propósitos de promoción. Si no desea recibir esos envíos, tenga la bondad de notificar nuestra oficina en Fenton, MO o por correo electrónico en [email protected].

■ Foto de la tapa, iStock / JohnnyPowell.

Miércoles, 1° de enero • María, Madre de Dios

Mantener viva la historiaTodos los que escucharon a los pastores quedaron maravillados de lo que decían. Y María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior. Lucas 2:18-19

MARÍA NOS DA UNA GRAN FORMA de empe-zar el nuevo año: mantener la historia de Navidad en nuestro corazón y meditar sobre ella todo el año. Al fin y al cabo, es la historia de Dios convertido en humano, y no es algo cuyo significado puedes agotar en una sola narración. Ni en cientos de narraciones.

María conocía esta historia directamente. La com-prendía de una forma única, de adentro hacia afuera, se podría decir. A lo largo de su vida, meditó sobre todo lo que había pasado. Y así, el misterio de la presencia y acción de Dios en ella continuó manifestándose.

María, Madre de Dios, meditó mucho y, por medio del Espíritu Santo de su hijo, Jesús, el misterio de la Encarnación se puede manifestar también en nosotros.

Señor Jesús, mantén viva la historia de tu nacimiento en nuestro corazón para poder crecer en la fe, la esperanza y el amor.

Mark Neilsen

Números 6:22-27 • Salmos 67:2-3, 5-6, 8 Gálatas 4:4-7 • Lucas 2:16-21

Jueves, 2 de enero • San Basilio Magno y san Gregorio Nacianzeno

El camino rectoYo soy… la voz que grita en el desierto:

Enderecen el camino del Señor. Juan 1:23

CUANDO ALGUIEN IMPORTANTE viajaba por el desierto, era común enviar un equipo adelante a limpiar los matorrales y montículos para que el camino fuera llano y recto, así como hoy un equipo despeja el cami-no para una caravana presidencial. Juan Bautista dice que no es un mesías ni un profeta, sino el hombre que “endereza el camino del Señor”.

En Hechos 13:10, Pablo da vuelta esto y le dice a quien aleja a las personas de Jesús: “¿Cuándo termina-rás de torcer los rectos caminos del Señor?” El mensaje de la verdad es recto, sencillo y claro, mientras que el engaño es intrincado, retorcido.

¿Cómo sabemos cuál es el camino recto? En Lumen fidei, el papa Francisco dice: “quien se pone en camino para practicar el bien se acerca a Dios… caminamos hacia la plenitud del amor”.

Señor, por favor, ayúdame hoy a seguir tu camino recto de amor, y que no me aparte hacia desvíos retorcidos.

Phil Fox Rose

1 Juan 2:22-28 • Salmo 98:1-4 Juan 1:19-28

Viernes, 3 de enero • El Santísimo Nombre de Jesús

¿Qué es realmente importante?Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el peca-do del mundo. De Él yo hablaba al decir: “Detrás de mí viene un hombre que ya está delante de mí…”. Juan 1:29-30

JUAN BAUTISTA ERA un ser único. Tenía seguidores. Era respetado. Podría haber aprovechado su creciente prestigio y haber hecho el ingreso de Jesús en el minis-terio más desafiante de lo que ya era. Pero Juan aceptó que Jesús era el Cordero de Dios, enviado por el Padre para borrar el pecado del mundo. Sabía que Jesús esta-ba muy por delante de él.

Hoy vemos a muchos en la búsqueda de la fama y la fortuna momentáneas. La gente se expone de manera humillante en los “reality shows” de la televisión. En las redes sociales, a menudo se comparten demasiados datos personales vergonzosos.

Juan Bautista no lo habría entendido. Necesitamos saber qué es verdaderamente importante y quién está por delante de nosotros.

Dios, concédenos la sabiduría para conocerte a ti y a tu hijo.

Paul Pennick

1 Juan 2:29—3:6 • Salmo 98:1, 3-6 Juan 1:29-34

1 Juan 3:7-10 • Salmo 98:1, 7-9 Juan 1:35-42

Sábado, 4 de enero • Santa Isabel Ana Seton

Mirar y verAl día siguiente, Juan estaba allí otra vez con dos de sus seguidores. Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo: “¡Miren, ése es el Cordero de Dios!” Los dos segui-dores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron a Jesús. Juan 1:35-37

EN ESTE RELATO DEL PRIMER CAPÍTULO del Evangelio según san Juan, se torna evidente lo impor-tante que es mirar y realmente ver para discernir, para conocer, para encaminarnos y para permanecer.

Juan Bautista fija los ojos en Jesús y discierne que es el Cordero de Dios. Jesús ve que los discípulos de Juan lo siguen, y les invita a ver dónde vive, y ahí permane-cen con él. Más tarde, Jesús observa a los que se habían juntado y fija la mirada en Simón, al que llama Pedro. Y ya sabemos lo que esto significó más adelante para Pedro y para nosotros, la Iglesia.

Es crucial para cada uno de nosotros detenernos, fijarnos y ver la presencia de Dios en las personas y en las situaciones, y ubicarnos dentro del Reino de Dios. Caso contrario, vivimos distraídos, alejados, aislados. Un momento de atención cambia todo.

Señor, enséñanos a mirar y ver, a oír y escuchar.Olga Pavisich-Ryan

Domingo, 5 de enero • Epifanía del Señor

¿Has tenido tu propia epifanía?Qué alegría más grande… Se arrodillaron y le adoraron. Mateo 2:10-11

EL DESEO HUMANO ESENCIAL es sentir a Dios. Con esa experiencia fuertemente grabada en nuestro corazón, vivimos con paz interior y seguridad: Dios está con nosotros. Sin esa experiencia, aunque lo sepa-mos, estamos inquietos y siempre buscando.

La epifanía es la fiesta del encuentro con Dios. El largo viaje de los Magos es un símbolo de la búsqueda humana de lo divino. “Qué alegría más grande” cuan-do encontraron a Jesús, Dios con nosotros.

Ahora es el momento de mirar nuestra vida. ¿Te-nemos una seguridad interna sólida de que Dios está con nosotros? Si no, comienza el viaje de los Magos, buscando a Dios en el aquí y ahora. Pídele a Dios que te revele el ser divino.

Si ya has tenido tu propia epifanía, da gracias a Dios por el maravilloso regalo. Al encontrar al Señor, los Magos se arrodillaron y lo adoraron.

Mons. Stephen J. Rossetti

Isaías 60:1-6 • Salmo 72:1-2, 7-8, 10-13 Efesios 3:2-3, 5-6 • Mateo 2:1-12

1 Juan 3:22—4:6 • Salmo 2:7-8, 10-12 Mateo 4:12-17, 23-25

Lunes, 6 de enero • San André Bessette

Luz en la oscuridadEmpezaron a seguir a Jesús muchedumbres: gente de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán. Mateo 4:25

A MATEO LE APASIONA la geografía. En los relatos de la infancia, tiene cuidado de incluir la ubicación de Jesús: Nazaret, Belén, Egipto, de regreso a Judea, un desvío a Galilea. Jesús caminó por la Tierra Santa sin importar fronteras, enseñando y curando a los elegidos y los extranjeros, a limpios y sucios, hombres y muje-res. Qué irónico y triste que la tierra del Príncipe de la Paz sea uno de los lugares más violentos del mundo, donde vivir en peligro es la norma y el hijo de toda madre está en riesgo.

Hoy es lo que mi familia llama la “verdadera Epi-fanía”. Se desarma el árbol y los adornos y las luces regresan al ático. En este día que celebra la luz que brillaba en la oscuridad, tal vez nos anime recordar que cuanto más oscuro es el lugar, más brillante parece la luz. Traigamos luz a los rincones más oscuros de nues-tro corazón y convirtámonos en el instrumento de paz que tanto necesita este mundo.

Paige Byrne Shortal

Martes, 7 de enero • San Raimundo de Peñafort

Amor desbordanteQueridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. 1 Juan 4:7

QUÉ MARAVILLOSO SENTIMIENTO es sorpren-derse por un acto generoso de otro, conmoverse por una amabilidad inesperada sin ningún compromiso. Para mí, cada vez que recibo este tipo de amor, es Navi-dad. No importa cuán pequeña sea la acción, ¡el hecho de que el amor sea de Dios hace que sea importante! El tiempo navideño es un plan de estudio de lecciones dia-rias sobre cómo recurrir al amor como nuestra manera de ser. Todo el tema sobre “Dios es amor” puede sonar un poco poético mientras disfrutamos de la gloria del Rey recién nacido. El nacimiento de Cristo, sin embar-go, nos muestra concretamente cómo Dios es amor. Dios envió a su único Hijo al mundo para que pudié-ramos tener vida, y nos hizo libres de aceptar el regalo de la vida o no. El amor es gratuito, sin exigencias. El amor no puede evitar desbordarse en beneficio del otro.

Sor Kathryn J. Hermes, F.S.P.

1 Juan 4:7-10 • Salmo 72:1-4, 7-8 Marcos 6:34-44

1 Juan 4:11-18 • Salmo 72:1-2, 10, 12-13 Marcos 6:45-52

Miércoles, 8 de enero

Actos casuales o guiados por Dios“Ánimo, no teman, que soy yo”. Marcos 6:50

SIEMPRE ME SORPRENDE cómo la gente ve los mis-mos actos diferentemente. Una persona verá la mano de Dios constantemente trabajando; otra lo atribuirá a la casualidad.

En la lectura del Evangelio de hoy, los discípulos “no habían entendido lo que había pasado con los panes”. Además, cuando Jesús fue hacia ellos en el mar, no lo reconocieron. En esa etapa temprana de ser discípulos, “tenían la mente cerrada”.

Nuestro desafío es el mismo. Mientras nos converti-mos en discípulos, también debemos reconocer a Jesús y su trabajo en nuestras vidas. De lo contrario, los actos parecerán simplemente casualidades, y no reconocere-mos a Jesús.

¿Tu vida es una serie de casualidades o Dios guía tu vida? Hoy, rezamos para que, como los discípulos, podamos reconocer la presencia del Señor en nuestro entorno y su mano que siempre nos guía.

Mons. Stephen J. Rossetti

Jueves, 9 de enero

Palabras amables y exigentesTodos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mien-tras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Lucas 4:22

ALGUNOS DE LOS QUE estaban maravillados por Jesús lo siguieron; a otros les gustó lo que decía, pero volvieron a sus vidas; y otros se desalentaron por sus palabras y se unieron a su persecución.

Uno puede desalentarse por palabras amables cuando el orador no vive el mensaje. Como dijo Ralph Waldo Emerson: “Lo que eres habla tan fuerte que no pue-do escuchar lo que dices”. Para quienes tratamos de proclamar el Evangelio, ya sea predicando o criando hijos, escribiendo o cantando, a veces las palabras están destinadas a superar nuestras acciones. ¿Qué pode-mos hacer? Admitir nuestras limitaciones y buscar el perdón.

Podemos rechazar las palabras porque exigen de-masiado. Vamos a la iglesia y cantamos sobre seguir a Jesús, el amor, la paz y el perdón, pero ¿quién puede estar a la altura del mensaje? Nuevamente, para no ser uno de los perseguidores, reconocer los límites y buscar el perdón es el camino a seguir.

Paige Byrne Shortal

1 Juan 4:19—5:4 • Salmo 72:1-2, 14-15, 17 Lucas 4:14-22

1 Juan 5:5-13 • Salmo 147:12-15, 19-20 Lucas 5:12-16

Viernes, 10 de enero

La “gracia” de la lepraSeñor, si tú quieres, puedes limpiarme. Lucas 5:12

ACTUALMENTE, PUEDE SER un poco desalentador, especialmente para nosotros los sacerdotes. Nuestras sociedades se han vuelto tan seculares, que no solo poca gente va a la iglesia, sino que ni siquiera piensan en Dios… para nada.

Me parece asombroso. ¿Dónde planean pasar la eter-nidad? El problema hoy en día es que pocos se hacen esa pregunta.

Creo que era similar en tiempo de Jesús. En el Evangelio de hoy, ¿quién fue el que buscó a Jesús y “le suplicó”? No era el adinerado; era un pobre leproso. Era un marginado que sufría, condenado a una muerte miserable.

El leproso recibió la gran “gracia” de reconocer su necesidad de Jesús. No le desearía una enfermedad tan espantosa a nadie. Pero espero que todos conozcamos nuestra necesidad de Dios y, como el leproso, suplique-mos a Jesús que nos cure.

Mons. Stephen J. Rossetti

Sábado, 11 de enero

Dios… por medio nuestroEl amigo del novio está a su lado y hace lo que él le dice y se alegra con sólo oír la voz del novio. Juan 3:29

NOSOTROS, COMO JUAN BAUTISTA, vivimos nuestras vidas en referencia al novio. Cristo vino a la tierra como a un matrimonio. Él vino a desposarse, en íntima unión, con cada persona que existe, para dar su vida enteramente y ganar el amor y la devoción de cada una. No creas que la devoción es decir nuestras oracio-nes en silencio el domingo. Mejor imagina dos personas muy enamoradas. Como cristianos, al igual que Juan Bautista, somos los presentadores de los planes de boda divinos, preparamos el camino en la vida de algunas personas para la llegada del novio. Juan sabía que estaba aquí por una razón, y tú y yo también. Al final, se trata de lo que Dios hace en y por medio de nosotros por el bien de todos. Detente y escucha su voz.

Sor Kathryn J. Hermes, F.S.P.

1 Juan 5:14-21 • Salmo 149:1-6, 9 Juan 3:22-30

Isaías 42:1-4, 6-7 • Salmo 29:1-4, 9-10 Hechos 10:34-38 • Mateo 3:13-17

Domingo, 12 de enero • Bautismo del Señor

Ver las cosas de forma diferenteEntonces Pedro tomó la palabra y dijo: “Verdadera-mente reconozco que Dios no hace diferencia entre las personas. En toda nación mira con benevolencia al que teme a Dios y practica la justicia”. Hechos 10:34-35

HACE UNOS AÑOS FUI a buscar un par de lentes nuevos, pero cuando me los probé, sabía que no veía bien. La mujer que me atendía insistía que era la receta correcta y me dijo que solo tenía que acostumbrarme. Luego de tres días de sufrimiento, devolví los lentes y, al investigar un poco, descubrieron que la oculista no había actualizado sus notas. No podía ver porque los lentes estaban hechos con una receta vieja.

A veces sabemos en nuestro corazón que algo no está bien. Tal vez reconocemos que algo es injusto, pero aceptamos la situación aunque nos haga sentir incómo-dos. Hoy nos recuerdan que Dios envió tres visiones a Pedro antes de que entendiera lo que Él trataba de comunicar. Para nosotros también, cooperar con el espíritu inmanente es un desafío continuo que requiere la voluntad de ver las cosas de forma diferente.

Terri Mifek

Lunes, 13 de enero • San Hilario

En pocas palabras[Jesús] decía: “El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca. Renuncien a su mal camino y crean en la Buena Nueva”. Marcos 1:15

LOS BIBLISTAS DICEN QUE estas dos frases cortas dichas por Jesús en el Evangelio según san Marcos constituyen el corazón de su mensaje. Así, si no sabe-mos bien lo que significan estas palabras, es posible que nos estemos perdiendo algo importante. Los conceptos clave aquí son “Reino de Dios”, “renunciar” y “creer en la Buena Nueva”. El primero se refiere a la penetración gradual pero imparable de toda la creación con el amor de Dios. El segundo, “renunciar”, significa que esta-mos llamados de por vida a guiar nuestros corazones y nuestras vidas lejos de actitudes estrechas, egocéntricas y propensas a la violencia e ir hacia el amor por Dios y la compasión amorosa por los demás. El tercero, “creer en la Buena Nueva”, significa aceptar la gran noticia de Jesús de que el amor de Dios es confiable, sin importar lo mal que estén las cosas.

Señor Jesús, ayúdame cada día a renunciar y creer en la buena nueva.

Mitch Finley

1 Samuel 1:1-8 • Salmo 116:12-19 Marcos 1:14-20

1 Samuel 1:9-20 • 1 Samuel 2:1, 4-8 Marcos 1:21-28

Martes, 14 de enero

Oración sinceraSi me quedé tanto rato orando ha sido porque mi su-frimiento y mi pena son muy grandes. 1 Samuel 1:16

ANA RECURRE A LA ORACIÓN, desconsolada por no tener hijos. En la agitación de sus emociones, abre su corazón a Dios. Y termina su oración con una sen-sación de paz, después de haber puesto su dolor en las manos de aquel a quien ella confía su vida. Finalmen-te, concibe un hijo, Samuel. La experiencia de Ana de mostrar su angustia al rezar no implica que los pedidos de todos ante Dios son contestados tan directamente como los de ella. Más bien, confirma la posible sereni-dad luego de una oración sincera como la de Ana, que no calló nada al acercarse a Dios. La paz se arraigó en ella después de su pedido. “Su cara tenía otro aspecto”. Este cambio se produjo porque Ana salió lista para aceptar lo que fuera, confiando en que Dios estaba con ella.

Amigo amado, estás listo para escucharme cuando rezo. Quiero ser sincero y confiar todos mis pensamientos y sen-timientos a tu cuidado.

Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Miércoles, 15 de enero

“Hacer tu voluntad…”He elegido, mi Dios, hacer tu voluntad,

y tu Ley está en el fondo de mi ser. Salmo 40:9

DESPUÉS DE TENER UN HIJO, a mi esposo y a mí nos dijeron que probablemente no podríamos tener otro. Aunque finalmente tuvimos dos hijas más, varias décadas más tarde, aún recuerdo mi dolor y decepción. También recuerdo los celos abrumadores que sentí cuando una amiga concibió fácilmente a su tercer hijo.

Luché contra mis emociones hasta que un día sentí la necesidad de ofrecerle a ella las cosas de bebé que nues-tra hija ya no usaba. Por alguna razón, esa acción me li-beró del resentimiento y de los celos que me apresaban.

Podemos pensar que hacer la voluntad de Dios es una carga o un trabajo arduo, pero lo contrario es cierto. Aunque nos puede resultar difícil seguir nuestros mejo-res instintos, acabaremos encantados con nuestra nueva libertad si escuchamos y obedecemos.

Terri Mifek

1 Samuel 3:1-10, 19-20 • Salmo 40:2, 5, 7-10 Marcos 1:29-39

1 Samuel 4:1-11 • Salmo 44:10-11, 14-15, 25-26 Marcos 1:40-45

Jueves, 16 de enero

Vivir nuestra gratitudAl instante se le quitó la lepra… Marcos 1:42

¿ALGUNA VEZ TE PREGUNTASTE cómo el leproso curado siguió con su vida cuando Jesús lo liberó de su espantosa condición? Después de haberse curado, Jesús le dice que no hable de ello, pero lo hace de todas formas. De hecho, el leproso curado no puede mantener la boca cerrada. Él está muy agradecido, abrumado de alegría por ser de nuevo parte de la sociedad y vivir sin las discapacidades de su enfermedad.

Pero a medida que pasaron los años, ¿valoró el rega-lo? ¿Finalmente se olvidó del Sanador? ¿O dio gracias cada día por el resto de su vida? ¿Cambió de alguna manera significativa? ¿Fue el hombre curado más atento y comprensivo con quienes eran rechazados? ¿Fue muy generoso con su presencia y talento para ayudar a los necesitados? Quiero creer que sí. No he tenido lepra, pero la gracia de Dios ha nutrido mi crecimiento de muchas maneras. Estoy agradecida. Quiero mostrarlo de la forma en que vivo.

Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Viernes, 17 de enero • San Antonio

Un momento de enseñanzaComo no podían acercarlo a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo donde él estaba y por el boquete bajaron al enfermo en su camilla. Marcos 2:4

¿QUIÉN DICE QUE NO HAY RISAS en los Evange-lios? Esta es una escena digna del Gordo y el Flaco o de Buster Keaton. Imagina la reacción del dueño de la casa cuando cuatro zoquetes agujerean su techo. ¡Hablando de gracioso! Además, la multitud alrededor de Jesús debió volverse loca mientras hacían el agujero para bajar al hombre en camilla entre medio de ellos. ¡Qué caos! ¡Qué risa! Como de costumbre, por supuesto, los expertos religiosos solo sonríen; están muy ocupados en ser santurrones. Casi se puede escuchar a Jesús sus-pirar por la incapacidad de ellos para reírse cuando es perfectamente apropiado.

Típicamente, por supuesto, Marcos usa el relato para contarnos algo sobre Jesús y su poder, una lección que trasciende la situación cómica.

Mitch Finley

1 Samuel 8:4-7, 10-22 • Salmo 89:16-19 Marcos 2:1-12

1 Samuel 9:1-4, 17-19; 10:1 • Salmo 21:2-7 Marcos 2:13-17

Sábado, 18 de enero

Amor inclusivoComo Jesús estaba comiendo en casa de Mateo, un buen número de cobradores de impuestos y otra gente pecadora vinieron a sentarse a la mesa con Jesús y sus discípulos. Marcos 2:15

CUANDO YO ERA JOVEN, mi madre invitaba a cenar a adolescentes con los que trabajaba en un res-taurante. A veces eran doce personas más en nuestra pequeña casa, pero nadie se sentía indeseado o inopor-tuno. Ahora me doy cuenta del gran logro que fue reunir a un grupo tan diverso. Fue quizás una de las pocas veces en que niños populares se sentaron con los socialmente marginados, y alumnos talentosos pasaron tiempo con quienes luchaban por aprender o seguir en la escuela.

Mi madre no forzaba a nadie a venir; iban porque ella les caía tan bien como para dejar de lado sus dife-rencias y disfrutar mutuamente. Seguro que mi madre no sabía que me enseñaba una gran lección sobre la comunidad, pero al igual que con cualquier buen maes-tro, su ejemplo está grabado en mí. Diariamente me pregunto a quién intento excluir y cómo mis razones para hacerlo atascan la luz del amor incondicional.

Terri Mifek

19 de enero • 2° Domingo del Tiempo Ordinario

Hasta el último extremo de la tierraTú serás, además, una luz para las naciones,

para que mi salvación llegue hasta el último ex-tremo de la tierra. Isaías 49:6

YO ME PREOCUPO CON razón por mi relación con Dios, y a veces me enfrento de lleno a la pregunta de dónde pasaré la eternidad. Pero no todo es acerca de mí, ni tampoco de ti. Sí, Dios quiere transformarnos llenándonos de la luz de Cristo, pero no solo para que podamos gozar de nuestra propia salvación. Los extre-mos de la tierra también necesitan salvación, y Dios nos usa para llevar su luz a donde antes no había.

En general pensamos en el trabajo misionero en tér-minos geográficos: llevar el Evangelio a tierras extran-jeras. Hace poco, el papa Francisco nos instó a llevar la luz de Cristo a los extremos del espíritu humano: a los solitarios, a los desesperados, a los rechazados, a los desesperanzados.

Señor, espero el gozo eterno de tu salvación. Que tu gracia me haga luz para los extremos de la tierra, donde sea que los encuentre.

Mark Neilsen

Isaías 49:3, 5-6 • Salmos 40:2, 4, 7-10 1 Corintios 1:1-3 • Juan 1:29-34

1 Samuel 15:16-23 • Salmo 50:8-9, 16-17, 21, 23 Marcos 2:18-22

Lunes, 20 de enero • San Fabián, san Sebastián

Amor significa…La obediencia vale más que el sacrificio

y la fidelidad, más que la grasa de los carneros. 1 Samuel 15:22

“AMOR SIGNIFICA NUNCA TENER que decir per-dón”, dice la famosa frase de la película. La idea es que si alguien realmente nos ama, nos aceptará tal como somos, con defectos y todo.

Eso puede ser así en las películas, pero no tanto con Dios. Sin duda, él realmente nos ama y siempre nos perdona, pero ignorar tercamente su guía solo nos causa dolor. Aunque parezca mucho pedir, al final somos mucho más felices cuando renunciamos a nues-tra voluntad y hacemos lo que Él desea, sin importar cuán desagradable o difícil parezca. Ser un seguidor de Cristo consiste en escuchar y luego hacer, no de pensar que sabemos más que él lo que es mejor y pedir perdón más tarde.

Tu voluntad, no la mía, Señor.Melanie Rigney

Martes, 21 de enero • Santa Inés

Santificar el sábadoEl sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hom-bre para el sábado. Marcos 2:27

DIOS NOS DIO EL SÁBADO como día de descanso y para asistir al culto. Jesús desafió a las autoridades religiosas que agobiaban a la gente con represalias si violaban las leyes y costumbres del sábado, por ejemplo al mitigar el hambre desgranando espigas. Podemos perder la idea del significado del sábado cuando lo adaptamos a nuestros propios fines estrechos y espera-mos que otros nos imiten.

Esa actitud no libera a la gente para reposar en Dios. En lugar de eso, puede sobrecargarla con prácticas que se alejan del don original del sábado de mejorar la vida. Está escrito que Dios trabajó seis días al crear el univer-so y descansó en el séptimo día. Y estamos hechos a su imagen y semejanza, lo que incluye un día de descanso bien merecido y la libertad de saber que Dios está pre-sente en el ocio. El sábado, o domingo, debe reservarse para el bienestar de toda la persona. Fuimos hechos para trabajar, y reposar, con Dios.

P. James Stephen Behrens, O.C.S.O.

1 Samuel 16:1-13 • Salmo 89:20-22, 27-28 Marcos 2:23-28

1 Samuel 17:32-33, 37, 40-51 • Salmo 144:1-2, 9-10 Marcos 3:1-6

Miércoles, 22 de enero • Día de oración por la protección legal de los niños en el vientre materno

El amor sin límites de Dios¿Salvar una vida o matar? Marcos 3:4

A LO LARGO DE LOS AÑOS he tenido el privilegio de acompañar a muchas mujeres y hombres que sufrie-ron el dolor del aborto, buscaron el perdón, se perdo-naron y nombraron a sus hijos. Se responsabilizaron de sus abortos. Fue un proceso de crecimiento y curación emocional y espiritual. Mencioné a los hombres que estuvieron implicados en el aborto de su pareja porque a menudo se sienten excluidos del proceso de duelo por el hijo y niegan lo sucedido. Estos hombres también necesitan llorar, sanar, buscar el perdón y perdonar-se. Hay un grupo llamado Proyecto Raquel, donde la gente que tiene asuntos no resueltos por el aborto puede encontrar refugio, curación y esperanza. Recuerda, el amor y la compasión de Dios no tienen límite.

Fr. Martin H. Padovani, S.V.D.Curando relaciones heridas

Jueves, 23 de enero • San Vicente, santa Mariana Cope

El favorito de la maestraEso le disgustó mucho a Saúl quien se enojó. Se dijo: “… a David no le falta más que la realeza”. 1 Samuel 18:8

TODOS CONOCEMOS A HIJOS o hijas favoritos, personas que entran como si nada en una situación y no contribuyen tanto como nosotros, pero reciben todo el crédito por recaudaciones exitosas, ferias ministeriales y otras acciones. Son vecinos, compañeros de trabajo, compañeros feligreses, a veces incluso nuestra familia y amigos. La mayoría de las veces, ni se dan cuenta de cuánto nos enoja la injusticia de todo esto.

Por suerte, Dios no nos juzga por la popularidad o la adulación pública. Él sabe lo que hacemos en su nombre, sin importar que otros estén conscientes de nuestros esfuerzos o los aprecien. Y, al final, su opinión es la única que importa. Cada uno de nosotros puede estar entre los hijos más amados de Dios.

Padre, tú sabes mejor que nadie lo que hago en tu nombre. Que eso me baste.

Melanie Rigney

1 Samuel 18:6-9; 19:1-7 • Salmo 56:2-3, 9-13 Marcos 3:7-12

1 Samuel 24:3-21 • Salmo 57:2-4, 6, 11 Marcos 3:13-19

Viernes, 24 de enero • San Francisco de Sales

Fiel compañíaJesús subió al monte y llamó a los que Él quiso, y se reunieron con él. Marcos 3:13

JESÚS ELIGIÓ DOCE HOMBRES para ser sus com-pañeros. Ellos tenían muchos rasgos muy humanos. Con el tiempo, mostraban con palabras y acciones impaciencia, temor, traición, duda, malentendidos, impetuosidad, mezquindad. Y se equilibraban con coraje, firmeza, fidelidad, confianza, bondad, pureza de corazón. En definitiva, estos compañeros tenían los mismos rasgos que nos molestan y nos gustan, porque los encontramos fácilmente en nosotros mismos. A pe-sar de sus defectos, Jesús se mantuvo fiel a ellos. Jesús los amó, los alentó, los perdonó y confió en ellos. Él les compartió su propio espíritu. Nosotros compartimos también ese don y se nos llama a ser pacientes unos con otros en el camino de la vida. Grandes y poderosos misterios surgieron de estos compañeros de Jesús, aun-que apenas entendían lo importante que eran. Somos instrumentos vivos de la gracia y el poder de Dios, aun en nuestros momentos más débiles.

P. James Stephen Behrens, O.C.S.O.

Sábado, 25 de enero • La conversión de San Pablo

¿Quién está a cargo aquí?El Señor Jesús… me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo. Hechos 9:17

CONSIDERA LA SITUACIÓN de Ananías. Él cono-cía las cosas horribles que Saulo hizo a los seguidores de Cristo, pero se le pedía que le impusiera las manos. ¿Qué piensas de eso?

A diario, es posible que nos encontremos con gente que nos ofende: un familiar molesto o alguien que nos lastima física o emocionalmente. A veces, necesitamos evitarlos por nuestra propia seguridad. Pero, a veces, se nos llama a dejar de lado nuestro disgusto por lo que son o lo que han hecho o dicho. Quizás Dios nos pide que recemos por ellos, que los perdonemos o que sirvamos como instrumento de su toque curativo en ellos. Como Ananías, podemos tener el don de ser parte de un momento de conversión.

Padre, ayúdame a amar y a servir en tu nombre en lugar de juzgar.

Melanie Rigney

Hechos 22:3-16 o Hechos 9:1-22 Salmo 117:1-2 • Marcos 16:15-18

Isaías 8:23—9:3• Salmos 27:1, 4, 13-14 1 Corintios 1:10-13, 17 • Mateo 4:12-23

26 de enero • 3er Domingo del Tiempo Ordinario

Tenemos un llamadoJesús los llamó y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Mateo 4:21-22

EN EL EVANGELIO DE HOY, Jesús llama a sus primeros discípulos. Esa es la vocación de cada uno de nosotros. Pedro y los demás fueron llamados a romper con su pasado y a ayudar a Jesús con su misión.

¿Cuál es nuestro llamado? Simplemente, continuar la misión de Jesús. Hacer que él y su Evangelio sean cono-cidos y amados. A menudo se dice: “Tú y yo somos el único Evangelio que leerán algunas personas”. Cuan-do nos vean vivir de la forma que Jesús enseñó, y con alegría, se inspirarán. Y continuaremos siendo lo que Jesús fue: “una luz para los que caminan en la noche” (Isaías 9:1).

Al comenzar un nuevo año calendario, no queremos estar satisfechos simplemente “marcando el tiempo”. Queremos ser discípulos fieles y sinceros del Señor Jesús. Trata de empezar cada día preguntando: “¿Qué puedo hacer hoy para mostrar el amor y la compasión de Jesús a la gente con la que me encontraré?”.

P. Martin Pable, O.F.M.Cap.

Lunes, 27 de enero • Santa Ángela de Mérici

La oración de Cristo prevalece¿Cómo puede Satanás echar a Satanás? Si una nación está con luchas internas, esa nación no podrá manten-erse en pie. Marcos 3:23-24

EL DIABLO QUIERE ARRUINAR nuestro camino hacia Dios. Desea que caigamos con él en la muerte y en la alienación de Dios eternas. Para lograr este objetivo, en el camino desea caos y división. Quiere que la división reine desde la esfera más íntima de nuestra vida interpersonal hasta la ruptura de nuestras relacio-nes con los demás y, en última instancia, con un mundo y un cosmos fracturados. Su deseo es tan claro como las formas en que nos aqueja a nosotros y a nuestro mundo con divisiones.

En otro aspecto totalmente diferente, conocemos la oración de Cristo por nosotros y por el mundo. No hay necesidad de deducirlo, porque él habló de manera clara y explícita. Él rezó ante nosotros: “No ruego sólo por éstos, sino también por todos aquellos que creerán en mí por su palabra” (Juan 17:20).

Conocemos el deseo del diablo. Conocemos la oración de Cristo. Y sabemos que la oración de Cristo prevalece.

P. Louis J. CameliEl diablo que no conoces

2 Samuel 5:1-7, 10 • Salmo 89:20-22, 25-26 • Marcos 3:22-30

2 Samuel 6:12-15, 17-19 • Salmo 24:7-10 Marcos 3:31-35

Martes, 28 de enero • Santo Tomás de Aquino

Bailar con todas las fuerzasDavid bailaba… con todas sus fuerzas delante del Señor… 2 Samuel 6:14

ESTAMOS MUY PROGRAMADOS. Trabajamos sin parar. Pasamos horas concentrados frente a varios tipos de pantallas electrónicas. Confundimos cumplir con nuestras tareas con vivir realmente. ¿Bailar delante del Señor con todas las fuerzas? ¿Quién hace eso? Tallos secos de aciano en mi patio, meciéndose en el viento frío; un elegante cardenal rojo revoloteando con gracia, de rama en rama; mi nieto pequeño corriendo de un lado a otro con alegría cuando abre la puerta y ve que la abuela vino de visita; estudiantes sin clases una tarde de invierno; una joven con pequeñas bailarinas y un tutú de gasa, ¡todos bailando delante del Señor con todas las fuerzas! Necesito ponerme mis zapatos de baile y aprender de David, de toda la creación y de los niños. Mi Compañero Divino me espera para empezar el baile.

¡Señor, quiero bailar delante de ti todo este precioso día!Jennifer Christ

Miércoles, 29 de enero

Quitar las espinasOtros la reciben como entre espinos; éstos han es-cuchado la Palabra, pero luego sobrevienen las preocupaciones de esta vida, las promesas engañosas de la riqueza y las demás pasiones, y juntas ahogan la Palabra, que no da fruto. Marcos 4:18-19

UNA VEZ LLEVÉ A MIS HIJOS más pequeños al jardín botánico local, donde paseamos por su lugar favorito, el desierto.

Por descuido, me apoyé contra un cactus muy pinchudo y se me incrustaron muchas espinas. Y eran persistentes. Cada vez que pensaba que había quitado la última, unos minutos más tarde, sentía el pinchazo de otra, distrayéndome del momento con mis hijos.

Ay, esas espinas. Los antojos y deseos de los que ha-bla Jesús no son dolorosos en el momento, pero cuando los dejo entrar, son difíciles de quitar. Se instalan pro-fundo en los pliegues de mi vida, llamando mi aten-ción hacia adentro. Olvido las semillas del Sembrador mientras quito las espinas y me preocupo.

Dios amoroso, ayúdame a quitar las espinas.Amy Welborn

2 Samuel 7:4-17 • Salmo 89:4-5, 27-30 Marcos 4:1-20

2 Samuel 7:18-19, 24-29 • Salmo 132:1-5, 11-14 Marcos 4:21-25

Jueves, 30 de enero

Apreciar lo que tenemosal que produce se le dará más… Marcos 4:25

CASI SUENA COMO SI JESÚS aprobara la queja más frecuente: “Los ricos se hacen más ricos y los pobres, más pobres”. Seguro que esto no es lo que Jesús quiere decir. Analicemos estas palabras con más profundidad.

La primera parte del dicho (“Al que produce se le dará más”) es fácil de entender. Piensa, por ejemplo, en alguien que hace ejercicio a menudo. Esa práctica contribuye a la salud de un cuerpo que ya es sano. Es lo mismo en nuestra vida espiritual: si la alimentamos por medio de la oración, los sacramentos y la lectura de la Sagrada Escritura, crecemos espiritualmente.

La segunda parte del dicho puede desconcertar, ya que al que no produce se le quitará incluso lo poco que tiene. Seguramente Jesús piensa en las personas que malgastan sus vidas por estar resentidos con gente más afortunada o talentosa que ellos. ¿Qué pasaría, en cambio, si apreciaran y trabajaran para mejorar lo que tienen? Todos conocemos personas que hicieron preci-samente eso. Los respetamos. Y Dios también.

P. Martin Pable, O.F.M. Cap.

Viernes, 31 de enero • San Juan Bosco

Sembrar un reino… pero una vez sembrada, crece y se hace más grande que todas las plantas… Marcos 4:32

Un sueño del verano pasado: tarareando por el sendero para bicicletas, siguiendo el ritmo del pedaleo, el sol en mi espalda, el canto de los pájaros, estoy impresionada por la abundancia de Dios. Oleadas de flores de distin-tos tonos de morado cubren los terraplenes y llenan los barrancos. Conocidas localmente como “phlox salvaje” estas plantas crecen tan abundantemente que fueron clasificadas como “invasoras”. Digo: “¿Cómo puede ser invasiva la belleza?” ¿Quién sembró la pequeña semilla que creció tan generosamente? Una mano humana no. Si Jesús hubiera nacido y crecido en Wisconsin, ¿habría contado una parábola sobre el “phlox salvaje” en vez de la mostaza? En todos lados, Jesús está sembrando un reino de extravagancia, un lugar donde eres amado más allá de todo. Observa a tu alrededor hoy, y luego nutre las minúsculas semillas que crecen silenciosa y continuamente en una profusión de amor y gracia en este mundo que “ya es y todavía no” el Reino de Dios.

Jennifer Christ

2 Samuel 11:1-10, 13-17 • Salmo 51:3-7, 10-11 Marcos 4:26-34

2 Samuel 12:1-7, 10-17 • Salmo 51:12-17 Marcos 4:35-41

Sábado, 1° de febrero

Con los ojos de DiosEntonces Natán dijo a David: “Ese hombre eres tú”. 2 Samuel 12:7

El otro día, reflexionaba acerca de la falta de conoci-miento de sí mismas, bastante profundo para mí, de un par de personas. Esto me desconcertó porque eran personas inteligentes. Luego mi conciencia se llenó de recuerdos con las palabras “astilla”, “ojo” y “viga”, y me dispuse a considerar mis propios problemas al respecto.

Finalmente me di cuenta de que las veces que estuve menos consciente de mí misma y más despistada sobre mi vida y qué decisiones tomar, siempre fueron momen-tos en que mi vida de oración estaba seca. Es irónico, pero cuánto más me cierro en mí, en realidad menos comprendo sobre mí misma.

David, cuya visión estaba reducida por el pecado, solo pudo comenzar a ver con claridad otra vez cuando Natán, el profeta, lo confrontó. Solo con los ojos de Dios pudo ver quién era realmente.

Señor, me acerco a ti, preparada, lista para ver, escuchar y conocerme en ti.

Amy Welborn

Domingo, 2 de febrero • La presentación del Señor

Vivir el futuroLe había sido revelado por el Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Mesías del Señor. Lucas 2:26

¿DE QUÉ MANERA DIOS comunicó la promesa a Simeón de que llegaría a ver al Mesías? ¿Cuántos años tenía Simeón cuando Dios hizo esa promesa? ¿Quién lo sabe?

Una pregunta más interesante puede ser: ¿cómo era para Simeón tener siempre esa enorme promesa ante él? Me imagino que cada vez que algo muy bueno le pasaba, o algo malo, debe haberse dicho: “¿Qué es esto comparado con lo que Dios va a hacer para mí? ¡Voy a ver al Mesías!”. Sabía en su corazón que Dios lo había elegido para algo increíblemente maravilloso e importante. ¿Se sentía especial e importante y humilde y expectante, todo al mismo tiempo? La promesa debe haberlo hecho seguir adelente y perseverar, sin impor-tar lo difícil que se pusieran las cosas. Al final de cada día, podía estar seguro de que estaba mucho más cerca del encuentro que Dios había planeado para él.

¿Entonces qué clase de Simeones debemos ser tú y yo, teniendo en cuenta lo que Jesús nos prometió?

Kevin Perrotta

Malaquías 3:1-4 • Salmo 24:7-10 Hebreo 2:14-18 • Lucas 2:22-40

2 Samuel 15:13-14, 30; 16:5-13 • Salmo 3:2-7 Marcos 5:1-20

Lunes, 3 de febrero • San Blas, san Oscar

Acudir a DiosYo me acuesto y me duermo,

y me levanto: el Señor me sostiene.No le temo al pueblo que me rodea,

que por todas partes me amenaza. Salmo 3:6-7

POR LO GENERAL ES A LA NOCHE cuando me imagino las peores cosas que me podrían pasar. Aun-que de manera hábil me distraje de esos pensamientos durante el día, sucede cuando me voy a dormir que recuerdo que moriré y que todos los que amo mori-rán. Probablemente se hacen más oraciones a Dios a la noche que en cualquier otro momento. En ese momento muchos de nosotros reconocemos nuestra vulnerabili-dad.

Darnos cuenta de esto es doloroso, pero también nos abre a Dios. Cuando rezamos a la noche, podemos en-comendarle nuestra alma, del mismo modo que muchos niños lo hacen en la primera oración que aprenden. Esto puede comenzar como un ejercicio para hacernos sentir mejor. Pero si recurrimos a Dios débiles y teme-rosos, al menos recurrimos a Él.

Dios que nos amas, ayúdame a recordar que estás conmi-go, día y noche, en vigilia o en mis sueños.

Karla Manternach

Martes, 4 de febrero

No conocemos el plan de Dios¿Por qué no morí yo en vez de ti?… 2 Samuel 19:1

EL ANTIGUO TESTAMENTO TIENE su parte de relatos de muertes horrendas. En el libro de Samuel nos enteramos de la muerte de Absalón, uno de los hijos del Rey David. Absalón lidera una revuelta contra su pa-dre. Durante ese conflicto, queda atrapado en un árbol por su cabello y uno de los soldados de David lo mata. A pesar de la ruptura familiar, el dolor vence al Rey David, quien desea haber muerto en lugar de su hijo.

Pocos sucesos en la vida de un padre o de una madre pueden ser más duros que la muerte de un hijo. Lamen-tablemente, todos conocemos a parejas que han tenido que soportar este dolor y pérdida terribles. En estos momentos, la misma base de nuestra fe se ve desafiada. Al igual que David, clamamos por una respuesta. “¿Por qué no yo en vez de este hijo?” No conocemos plena-mente el plan de Dios. Pero en medio del dolor, sabe-mos que Dios está allí.

Querido Dios, que todos los que perdieron un hijo sientan tu amor y misericordia.

Paul Pennick

2 Samuel 18:9-10, 14, 24-25, 30—19:3 • Salmo 86:1-6 Marcos 5:21-43

2 Samuel 24:2, 9-17 • Salmo 32:1-2, 5-7 Marcos 6:1-6

Miércoles, 5 de febrero • Santa Águeda

Llegar a la línea de partidaYo dije: “Ante el Señor confesaré mi falta”.

Y tú, tú perdonaste mi pecado”. Salmo 32:5

“HAY UN GRAN NUDO de problemas en nuestra familia. No sé cómo lidiar con ellos. Pero entiendo que no puedo comenzar a desatarlos hasta que no deje de beber”.

Para cualquiera que hace frente a su alcoholismo, eso parecería ser un logro fundamental. El salmo de hoy nos guía a todos hacia algo similar. Enfrentamos pro-blemas parcialmente creados por nosotros en nuestra vida privada y pública. Se necesita humildad, sabiduría, valor y amor de nuestra parte para alcanzar la recon-ciliación, la sanación y la cooperación. En efecto, el salmo nos dice: “No progresarás hasta que confieses la participación de tu pecado en estos problemas. Pero si reconoces tu pecado al Señor, encontrarás el perdón. Y esa liberación marcará una total diferencia en cómo manejas los problemas”.

Esto es más que una buena teoría. Pruébalo. Lee los primeros siete versos del Salmo 32, examina tu con-ciencia y realiza una buena confesión.

Kevin Perrotta

Jueves, 6 de febrero • San Pablo Miki y compañeros

Necesidad del perdón de DiosY si en algún lugar no los reciben ni los escuchan, no se alejen de allí sin haber sacudido el polvo de sus pies: con esto darán testimonio contra ellos. Marcos 6:11

JESÚS DIJO ESTAS PALABRAS a sus discípulos al enviarlos a proclamar el Evangelio. Dijo, si la gente rechaza la Palabra, sigan de largo. Persevera. No aban-dones. Lamentablemente, escuché este pasaje usado incorrectamente con mucha frecuencia. Siento decir que yo misma lo hice. Lo incorporé para mis propósitos, citándolo silenciosamente para mí misma porque no me sentía aceptada o apreciada, empapando mi indigna-ción con el resplandor de la honradez.

Aunque eso es olvidarse de lo central, ¿o no? Cuando me siento ofendida, a menudo ese es el momento cuan-do más necesito escuchar el mensaje del Evangelio. Y si hay algo de lo que tengo que deshacerme, es proba-blemente mi propia arrogancia, mi propio entusiasmo para defenderme. Escuchar el Evangelio significa, entre otras cosas, recordar que yo también necesito la gracia y el perdón de Dios.

Señor Jesucristo, abre mi corazón a tu Palabra.Karla Manternach

1 Reyes 2:1-4, 10-12 • 1 Crónicas 29:10-12 Marcos 6:7-13

Sirácides 47:2-11 • Salmo 18:31, 47, 50-51 Marcos 6:14-29

Viernes, 7 de febrero

Un testimonio incómodoPues Juan le decía [a Herodes]: ‘No te está permitido tener a la mujer de tu hermano’. Marcos 6:18

HERODES ANTIPAS, rey de Galilea, se casó con He-rodías, que había estado casada con su medio hermano Filipo pero se había divorciado de él. Juan Bautista señalaba públicamente que este tipo de matrimonio es-taba prohibido por la ley de Moisés. Herodes no acogió con gusto lo que él decía, y Herodías tampoco, y man-dó encarcelar a Juan y finalmente ejecutarlo. Mientras estaba en la cárcel, ¿reflexionaba Juan sobre lo extraño de su situación? Predicar sobre moralidad sexual no había sido su principal preocupación. Su enfoque era avisar a la gente sobre el plan salvador de Dios, y aler-tarlos sobre la venida del Mesías. Sin embargo, no fue por este mensaje que se enemistó con Herodes, sino por haber declarado su inmoralidad sexual.

Muy pocos diríamos que la moralidad sexual es el tema principal que tratamos. Pero surgen situaciones en las cuales casi no podemos evitar dar testimonio de la verdad sobre la sexualidad en los planes de Dios. Si consideramos esta tarea extraña e indeseable, podría-mos recordar a Juan Bautista, y pedirle que nos ayude.

Kevin Perrotta

Sábado, 8 de febrero • San Jerónimo Emiliani, santa Josefina Bakhita

Saber qué necesitamosEl Señor Dios… le dijo: “Pídeme lo que quieras y te lo daré”. Salomón le respondió: “… yo soy todavía muy joven y no sé aún actuar… Concede pues a tu servidor que sepa juzgar a tu pueblo y pueda distinguir entre el bien y el mal”. 1 Reyes 3:5-6, 7, 9

Salomón sabía que era joven. Sabía que no tenía todas las respuestas. Pero deseaba ser un buen gobernan-te, por lo cual le pidió ayuda a Dios: tener sabiduría, comprensión y discernimiento. Me pregunto si este es el caso en que Dios da lo que se necesita incluso antes de pedirlo. ¿Quién fuera de un joven sabio podría percibir la vulnerabilidad de la juventud? ¿Qué corazón sino uno comprensivo podría tener en cuenta sus propias limitaciones? Si Salomón era bastante sabio para pedir sabiduría, ¿lo era porque Dios ya lo había hecho sabio? ¿Ya le había dado a Salomón la respuesta a sus oracio-nes antes de alguna vez pensar en pedirlo?

Dios Padre, ya sabes lo que necesito. Escucha mi oración.Karla Manternach

1 Reyes 3:4-13 • Salmo 119:9-14 Marcos 6:30-34

Isaías 58:7-10 • Salmo 112:4-9 1 Corintios 2:1-5 • Mateo 5:13-16

9 de febrero • 5° Domingo del Tiempo Ordinario

Estar presenteSi das al hambriento lo que deseas para ti

y sacias al hombre oprimido, brillará tu luz en las tinieblas,

y tu oscuridad se volverá como la claridad del mediodía. Isaías 58:10

Una buena amiga tiene un don particular para saciar a los oprimidos. Como directora de una escuela grande de la ciudad, raramente pasaba un día sin una crisis grande o pequeña, pérdidas o “sufrimientos”: el mal comportamiento de un niño perturbado, la noticia de una enfermedad terminal, la muerte repentina de un padre o madre, la inesperada despedida de un cuida-dor empleado, la montaña rusa emocional de un amor juvenil.

¿Cómo “saciaba ella al hombre oprimido”? Muy simple, siempre estaba presente. Está presente ante la necesidad humana, y dona su tiempo para acompañar a los que están lastimados, disminuidos, limitados o sufren de algún modo. Aunque su presencia no pueda modificar las circunstancias contra las cuales lucha su comunidad, el estar con ellos recuerda empáticamente que Dios siempre nos acompaña en las tinieblas.

Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Lunes, 10 de febrero • Santa Escolástica

El ‘fleco’ de su mantoPonían a los enfermos en las plazas y le rogaban que les dejara tocar al menos el fleco de su manto. Marcos 6:56

EN EL TIEMPO DE JESÚS, la plaza era el lugar donde estaba la acción. Allí la gente se reunía para comprar el pan cotidiano, para encontrarse con los vecinos y enterarse de lo nuevo. Entonces cuando fue al pueblo el maestro sanador del que todos hablaban, la plaza se llenó de emoción y esperanza.

Hoy día, los centros comerciales, los edificios de oficinas y el Internet han reemplazado la plaza. Sin embargo, la gente que sufre sigue reuniéndose en estos lugares, buscando algo verdadero más allá del ruido y la confusión. Van en busca de sanación y aceptación. Estamos llamados a trabajar en esta plaza, usando el manto con flecos de Jesús, y dejando que los que están a nuestro alrededor nos toquen y sientan la presencia de Jesús que vive en todos nosotros.

Señor, que las personas a las que yo toque hoy toquen a Jesús.

Steve Givens

1 Reyes 8:1-7, 9-13 • Salmo 132:6-10 Marcos 6:53-56

1 Reyes 8:22-23, 27-30 • Salmo 84:3-5, 10-11 Marcos 7:1-13

Martes, 11 de febrero • Nuestra Señora de Lourdes

Más que solo palabras¿Podría Dios en realidad habitar en la tierra? ¡Si los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, cuánto menos lo podrá esta Casa que he construido! 1 Reyes 8:27

SALOMÓN EN ESTE PASAJE marca algo que es exac-tamente lo opuesto a la idolatría. El rey acabó de com-pletar una estructura majestuosa para el culto y celebró su dedicación, pero sabe que es solamente la obra de sus manos y no debe confundirse con el Todopoderoso.

Nunca fui y seguramente nunca seré el arquitecto de un lugar de culto, pero construí muchas ideas que imaginaba podían contener o explicar a Dios. Utilicé palabras para describir la voluntad de Dios y resumir sus preferencias, en función de lo que había deduci-do de maestros respetados y confirmé con mi propia experiencia. Y hubo veces que mi propia inteligencia me impresionó tanto que estuve cerca de adorar algo inventado de la nada.

A Dios no lo podemos contener en nuestras palabras e ideas insignificantes, aunque son necesarias para en-tenderlo mejor, nunca las confundamos con lo real.

Señor, mantennos fieles a ti.Mark Neilsen

Miércoles, 12 de febrero

Moverse con cautelaCon la ley del Señor en su corazón,

sus pasos no vacilan. Salmo 37:31

CADA VEZ QUE VEO GENTE con dificultad para caminar por una enfermedad, fragilidad o por un accidente, noto con cuánto cuidado y lentitud dan cada paso. Está claro que no hay lugar para no pensar o no estar atentos; estudian el camino que tienen por delante y planean cada movimiento con cuidado y precaución.

Cuando reflexionamos sobre la vida de los santos que nos precedieron o las personas santas que caminan a nuestro lado, nos damos cuenta de que muestran una conciencia similar en la vida del Espíritu. Se toman a pecho la enseñanza y el testimonio de Jesús, que los guía mientras avanzan con amor, conciencia y fideli-dad.

Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

1 Reyes 10:1-10 • Salmo 37:5-6, 30-31, 39-40 Marcos 7:14-23

1 Reyes 11:4-13 • Salmo 106:3-4, 35-37, 40 Marcos 7:24-30

Jueves, 13 de febrero

Acudir a DiosSu corazón… ya no fue totalmente del Señor Dios… 1 Reyes 11:4

COMO DIRECTOR ESPIRITUAL, a veces la gente me dice que no puede sentir la presencia de Dios en su vida. Sienten que Dios no está “con ellos”, incluso en la oración. Por supuesto que entiendo estos sentimien-tos, hasta yo mismo los tuve. De hecho, ¿cuántos de nosotros vamos por la vida conscientes de la presencia de Dios en todo momento?

Vivir nuestra vida en una relación con Dios es la historia de nuestra fe y, como todos los buenos relatos, en gran medida depende del punto de vista de quien lo cuenta. Porque aunque no percibamos la presencia de Dios –como les sucedió a muchas personas santas a lo largo del tiempo– la verdad es que Dios nunca no está “con nosotros”. Somos nosotros los que nos alejamos, los que nos vemos atrapados en el ajetreo de la vida y olvidamos que Dios siempre está a nuestro lado, esperando que regresemos a él para aceptar su abrazo, como un padre paciente y misericordioso esperando el regreso de su hijo pródigo.

Dios, dirígime hacia ti para poder sentir lo cerca que estás.Steve Givens

Viernes, 14 de febrero San Cirilo, monje, y san Metodio

Abrirnos a DiosEn seguida levantó los ojos al cielo, suspiró y dijo: “Ef-fetá”, que quiere decir: “Ábrete”. Marcos 7:34

CADA VEZ QUE YO GOLPEABA la puerta del apar-tamento de mi vecino anciano, Santos, en alto edificio donde vivíamos, él siempre gritaba: “¡Abierto!”. Dejaba la puerta sin llave durante el día para que los visitantes no tuvieran que esperarlo en su lento y doloroso cami-nar hacia la puerta.

“¡Abierto!” también describe el espíritu de Santos de recibimiento y profunda escucha con todos los vecinos. Hoy, muchos años después, aún me siento envuelto en el amor ante el recuerdo de su consideración.

A veces en nuestra vida, tal vez estemos mucho más necesitados de que Dios diga: “¡Effetá!”. “¡Ábrete!”. “Ábrete a las maravillas del mundo creado a tu alre-dedor, al cuidado y apoyo de familia y amigos, a las luchas por las cuales creces, a mi amor constante para ti”.

Dios amoroso, en este Día de San Valentín y siempre, abre mi corazón a la gratitud.

Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

1 Reyes 11:29-32; 12:19 • Salmo 81:10-15 Marcos 7:31-37

1 Reyes 12:26-32; 13:33-34 • Salmo 106:6-7, 19-22 Marcos 8:1-10

Sábado, 15 de febrero

DevolverJesús les preguntó: “¿Cuántos panes tienen?”. Marcos 8:5

FRENTE A LOS DESASTRES y tragedias en el mun-do, ya sea hambre, tormentas devastadoras, guerras o enfermedades, nuestra respuesta más natural a menudo es perder la calma y decir: “¡Esto es demasiado! No puedo hacer nada por ello. Se lo dejaré a otras perso-nas”. Imagina a Jesús y sus discípulos frente al desafío de alimentar a cinco mil seguidores con algunos panes y un par de pescados. Gritamos: “¡Imposible!”. “Deje-mos que se las arreglen”.

Pero este no es el modo de Cristo. El modo de Cristo es permitir a Dios obrar con lo poco que traemos a cualquier situación para hacer un gran cambio en el mundo. Ninguno de nosotros tiene muy poco que ofre-cer. Siempre tenemos suficiente cuando le ofrecemos a Dios exactamente lo que nos ha dado –nuestra misma vida y dones– nuestro tiempo, talento y tesoro.

Jesús, recibe de vuelta lo que me has dado, y úsalo para traer tu amor al mundo.

Steve Givens

16 de febrero • 6° Domingo del Tiempo Ordinario

Extiende la mano a DiosDios ante ti puso el fuego y el agua;

extiende la mano a lo que prefieras. Sirácides 15:16

¿RECUERDAS EL PROGRAMA de televisión Let’s Make a Deal (Hagamos un trato)? Tal vez todavía exis-ta en alguna forma. Los participantes tenían la opción de escoger lo que estaba detrás de tres cortinas: un auto nuevo, un conjunto de cuchillos carniceros o un pan viejo. No era exactamente fuego y agua ni algo bueno o malo, pero sí podrías salir decepcionado.

Recibimos muchas opciones de cómo seguir a Cristo. No es siempre tan sencillo como el bien o el mal. Sin embargo, podemos desilusionar a Dios y a nosotros. Podemos elegir ayudar a los pobres, o podemos ignorar el llamado de Dios de amar al prójimo. Podemos dejar de contar chismes, o podemos fingir que es solo una conversación. Podemos perdonar y olvidar, o podemos prolongar nuestro resentimiento. Podemos tener com-pasión y respeto por los demás, o podemos tratar a la gente como si realmente no importara. Todos podemos elegir “Extender la mano” a Dios.

Paul Pennick

Sirácides 15:15-20 • Salmo 119:1-2, 4-5, 17-18, 33-34 1 Corintios 2:6-10 • Mateo 5:17-37

Santiago 1:1-11 • Salmo 119:67-68, 71-72, 75-76 • Marcos 8:11-13

Lunes, 17 de febrero • Los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de la Virgen María

Ser más como JesúsHermanos, considérense afortunados cuando les toca soportar toda clase de pruebas. Santiago 1:2

PROBABLEMENTE ODIEMOS ADMITIRLO, pero a veces las pruebas son buenas para nosotros, como supone Santiago. El salmo de hoy también repite esta verdad con estas palabras: “Sé, Señor… que con razón me has afligido”. ¿Cómo pueden las pruebas y afliccio-nes ser buenas? Nos recuerdan nuestros límites y que muchas cosas en la vida están fuera de nuestro control, de ahí la necesidad de confiar absolutamente en Dios. Las pruebas y aflicciones pueden engendrar virtudes como humildad, paciencia, entendimiento, sabiduría y compasión; esas hermosas cualidades que a menudo equiparamos a la madurez humana y espiritual. Y eso es muy bueno. Pero la madurez no es una consecuencia automática de la tribulación. Las pruebas nos pueden convertir en personas mezquinas, egoístas y peleadoras. Pero depende de nosotros. ¿Qué pruebas enfrento en este momento en particular? ¿En qué tipo de persona estoy dejando que me conviertan?

Jesús, salvador que sufre, que todas mis pruebas, grandes y pequeñas, me ayuden a parecerme más a ti.

Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

Martes, 18 de febrero

Toma en serio las preguntas de JesúsEntonces Jesús les dijo: “¿Y aún no entienden?”. Marcos 8:21

NOS PODEMOS REÍR DE lo torpes que son los discí-pulos, pero nos iría mejor si tomáramos las preguntas que Jesús les hace a ellos como preguntas para nosotros mismos. ¿Aún no comprendemos lo que significa ser sus discípulos? Gran parte del tiempo debemos admitir que casi no tenemos ni idea. ¿No recordamos todo lo que nos enseñaron sobre Jesús y sobre el significado del Evangelio? Con frecuencia, actuamos como si recordá-ramos, pero nuestras acciones y palabras contradicen nuestro comportamiento. Con mucha frecuencia no actuamos en virtud de nuestro bautismo como miem-bros del cuerpo de Cristo en tiempo y espacio. En cambio, los que nos observan ven pocas diferencias entre nuestra vida y la de la persona “buena” promedio pero sin fe que anda por la calle. Por consiguiente, será bueno para nosotros tomar las preguntas de Jesús como dirigidas también a nosotros.

Señor Jesús, ayúdame a comprender tus palabras y ser tu verdadero discípulo.

Mitch Finley

Santiago 1:12-18 • Salmo 94:12-15, 18-19 Marcos 8:14-21

Santiago 1:19-27 • Salmo 15:2-5 Marcos 8:22-26

Miércoles, 19 de febrero

Prontos a escuchar, lentos para hablar

Sean prontos para escuchar, pero lentos para hablar y enojarse, pues la ira del hombre no realiza la justicia de Dios. Santiago 1:19-20

TENGO QUE ADMITIR que mis estallidos realmen-te hablan de mí: mis deseos, mis frustraciones, mis opiniones, mis interpretaciones. Pierdo los estribos con los niños porque tuve un mal día; hablo mal a un com-pañero de trabajo porque discutí con mi esposo esta mañana. Se me acaba la paciencia porque decido que no me deberían importunar. ¿Y cuántas veces empeoré las cosas metiéndome en conclusiones o efectuando objeciones sin escuchar primero?

Santiago no dice que la ira sea mala o que nunca debemos sentirla. Pero nos anima a recordar todo el cuadro: estamos aquí para alcanzar la justicia de Dios.

Señor, ayúdame a escuchar de verdad, a pensar antes de hablar y a ser lenta para enojarme en pro de tu reino.

Anne Pushkal

Jueves, 20 de febrero

Pensar como Jesús piensaPedro, pues, lo llevó aparte [a Jesús] y comenzó a re-prenderlo. Marcos 8:32

PEDRO PROCLAMA QUE JESÚS es el Mesías tan es-perado. Jesús debe de haberse sentido satisfecho, tal vez diciéndose a sí mismo: “¡Lo entienden! ¡Finalmente!”. Pero cuando Jesús luego les dice a sus discípulos que “sufrirá mucho” y “será condenado a muerte”, Pedro lo lleva aparte y trata de hacerlo cambiar de idea. Para Pedro, los conceptos de “Mesías” y “sufrimiento” no van juntos.

A veces somos como Pedro. Nosotros, también, trata-mos de cambiar lo que piensa Jesús, modificar sus en-señanzas, en especial cuando nos resultan difíciles. Por ejemplo, el perdón. Sí, debemos perdonar en la mayoría de los casos, digamos, pero seguramente no en este. ¿Y eso de compartir nuestros bienes con los demás? Tal vez con alguien que sufrió una desgracia, ¡pero segu-ramente no con los que son siempre perezosos! Una buena pregunta para hoy: ¿Estamos amoldando alguna de las duras enseñanzas de Jesús para que nos resulte más cómodo ser discípulos?

Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

Santiago 2:1-9 • Salmo 34:2-7 Marcos 8:27-33

Santiago 2:14-24, 26 • Salmo 112:1-6 • Marcos 8:34—9:1

Viernes, 21 de febrero • San Pedro Damián

Una vida colmada de fe[Jesús dijo]: “si alguno se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y peca-dora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con la Gloria de su Padre rodeado de sus santos ángeles”. Marcos 8:38

¿NOS AVERGONZAMOS DE JESÚS y de sus pala-bras? Oh, hubo veces y situaciones, en las que podría-mos haber “dado testimonio” de nuestra fe y no lo hicimos. Pero nos arrepentimos de esas veces y situacio-nes, ¿o no? ¿De esto está hablando Jesús aquí? ¿Cuál es el significado más completo de “avergonzarse” de Jesús y de sus “palabras”?

Con frecuencia, necesitamos atribuirnos más mérito del que nos damos en lo que se refiere a vivir una vida digna de un católico sincero. Por ahora, al menos, no contemos las veces en las que no defendimos nuestra fe. En cambio, pensemos en las maneras en que, incluso a diario, por medio de nuestras acciones, damos testi-monio de nuestra fe y de nuestra identidad católica. La mayoría de las veces, somos más fieles de lo que pensamos.

Señor Jesús, gracias por todas las maneras en que me ayudas a vivir como tu discípulo.

Mitch Finley

Sábado, 22 de febrero • La Cátedra de San Pedro

Una ‘piedra’ muy humanaY ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y so-bre esta piedra edificaré mi Iglesia… Mateo 16:18

¡QUÉ PIEDRA! Este pescador veterano perdió la fe y tuvo que ser rescatado cuando Jesús lo invitó a caminar sobre el agua. Reprendió a Cristo y lo reprendieron más de una vez. En la Transfiguración, Pedro estaba tan abrumado que quería construir unas tiendas para Jesús, Moisés y Elías. En el Monte de los Olivos, se quedó dormido, y luego cortó la oreja del servidor del sumo sacerdote. Y finalmente, en la hora de mayor necesidad de Cristo, Pedro lo negó, no solo una vez, sino tres.

Como a mi sabio amigo le gusta recordarme: “Dios no llama a los que están preparados, Él prepara a los que llama”. Fue Pedro, no el apóstol más calmo, más estable, el elegido por Jesús para guiar su Iglesia. Tal vez fue el corazón abierto de Pedro y el amor genuino que tenía por Jesús lo que eclipsó todos sus sentimien-tos humanos.

Señor, ayúdame a recordar el ejemplo de Pedro cuando piense que no estoy preparada, que fallaré o que mis errores son muy grandes. Me juzgas con un criterio diferente, y tienes un propósito para mí.

Anne Pushkal

1 Pedro 5:1-4 • Salmo 23:1-6 Mateo 16:13-19

Levítico 19:1-2, 17-18 • Salmo 103:1-4, 8, 10, 12-13 1 Corintios 3:16-23 • Mateo 5:38-48

23 de febrero • 7° Domingo del Tiempo Ordinario

Parte del paquete del EvangelioNo te vengarás ni guardarás rencor contra tus paisa-nos. Levítico 19:18

EN EL ESTE DE PENNSYLVANIA, en el año 2006, un hombre disparó y mató a un grupo de niñas amish en su escuela rural. Luego se suicidó. Cuando el abuelo de una de las niñas asesinadas se enteró de la tragedia, sus primeras palabras fueron: “No debemos pensar mal de este hombre”. ¡Qué ejemplo poderoso de la disposi-ción de abstenerse de la venganza! Cuando nosotros o nuestros seres queridos son lastimados o insultados a propósito por otra persona, el pensamiento de vengan-za puede fácilmente desencadenar una respuesta y mu-chas veces resulta en palabras de ira o venganza física.

La venganza parece ser la solución correcta, pero no es la solución cristiana. Jesús en muchísimas ocasio-nes nos enseñó que no debemos vengarnos. Muchas veces prediqué el evangelio de poner la otra mejilla, y aún tengo que escuchar a alguno que dice: “Linda homilía, Padre”. Simplemente no nos gusta el mensaje antivenganza, pero es el mensaje de Jesús. Es una parte esencial del paquete del Evangelio.

Te alabamos, Señor, por tu infinita misericordia.P. James McKarns

Lunes, 24 de febrero

Renovar el almaEl muchacho quedó como muerto, tanto que muchos decían que estaba muerto. Marcos 9:26

ESTOY EN MEDIO DE que terminen de pintar mi casa. Está siendo un proceso inesperadamente largo, durante el cual mi casa se ve horrible desde hace sema-nas.

Es un desastre en varias capas, que se ve a medida que el pintor prepara la superficie. Raspa y descascara la pintura, exponiendo las áreas de desgaste y podre-dumbre, y hay días después que se va que parece que él debiera ser condenado.

Pero eso es lo que tiene que hacer. Antes de poder verse bello, debe verse un desastre.

Para muchos de nosotros, esto no es solo una cues-tión de apariencias, sino de ser. No podemos decir si “tiene que” suceder, porque quién sino Dios sabe la respuesta a eso, pero la mayoría de las veces, esa es la forma que es, ¿o no? Los momentos de comunión y vida más intensa con el Señor vienen después de mo-mentos en los que más nos sentimos desgastados.

Señor sanador, confío en que tú puedes sanarme y hacerme nuevo.

Amy Welborn

Santiago 3:13-18 • Salmo 19:8-10, 15 Marcos 9:14-29

Santiago 4:1-10 • Salmo 55:7-11, 23 • Marcos 9:30-37

Martes, 25 de febrero

Según la voluntad de DiosSi piden algo, no lo consiguen porque piden mal; y no lo consiguen porque lo derrocharían para divertirse. Santiago 4:3

PEDIR ES UN TIPO DE ORACIÓN, pero otras son oraciones de adoración, acción de gracias y contrición. Nuestras oraciones para pedir, suplicar, son las únicas de las cuales esperamos alguna respuesta. Suponemos que Dios está contento cuando ofrecemos adoración y alabanza, damos gracias por bendiciones y pedimos perdón por haber pecado. Pero las oraciones de petición nos pueden desilusionar cuando no recibimos lo que queremos obtener. Humorísticamente, escuché a un orador decir que si le pidiéramos a Dios por la mañana algunas cruces para cargar ese día, nuestras oraciones serían atendidas antes del desayuno.

Cuando ofrecemos oraciones de petición como lo hizo Jesús, estamos rezando bien. Jesús pidió no tener que beber la copa, o sea sufrir la crucifixión, pero agre-gó: “no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Esa debería ser nuestra actitud en todas nuestras oraciones de peti-ción. Entonces podríamos sentir que nuestras oraciones tenían una respuesta: tal vez no la que queríamos, sino siempre según la voluntad de Dios.

P. James McKarns

Miércoles, 26 de febrero • Miércoles de Ceniza

Vivir en el ahoraEste es el momento favorable, este es el día de la sal-vación. 2 Corintios 6:2

PUEDE SER DIFÍCIL vivir en el presente. En cambio, podemos vivir en el pasado, prendidos de los así llama-dos “buenos viejos tiempos” o lamentándonos por los errores que cometimos hace unos años. O vivimos en el futuro, anhelando ser liberados de nuestras pruebas presentes o temiendo lo que pueda deparar el futuro. La Cuaresma es un buen momento para tratar de vivir en el presente. ¿Por qué? Como el escritor británico C.S. Lewis dijo: “El presente es el único momento en el cual puede realizarse una tarea o recibirse la gracia”.

Esta Cuaresma, practica vivir en el ahora. ¿Cómo? Cuando picas cebolla para un guisado, pica la cebolla. Enfócate en la actividad que estás haciendo. Cuando asistas a una reunión, asiste a la reunión. Cuando ha-bles con alguien, dale toda tu atención. Cuando reces, reza. La salvación viene en todos los ahoras de nuestra vida. ¡Une suficientes ahoras bien vividas, y tienes una vida bien vivida!

Dios de todo tiempo, ayúdame a valorar el momento pre-sente y a estar abierta a la gracia de cada ahora.

Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

Joel 2:12-18 • Salmo 51:3-6, 12-14, 17 2 Corintios 5:20—6:2 • Mateo 6:1-6, 16-18

Deuteronomio 30:15-20 • Salmo 1:1-4, 6 Lucas 9:22-25

Jueves, 27 de febrero Jueves después del Miércoles de Ceniza

El gozo de ser discípulosTambién Jesús decía a toda la gente: “Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y que me siga”. Lucas 9:23

ESTAS PALABRAS NO PARECERÍAN ofrecer mucho incentivo de seguir a Jesús. Cargar con nuestra cruz a diario, ¿no sería muy alto el precio? Es cierto que las cosas importantes de la vida siempre tienen un pre-cio. Piensen en el saludable olvido de sí mismo que los casados necesitan para que su matrimonio sea verda-dero dador de vida. Si los amigos quieren que crezca su amistad, tienen que prestar atención a las necesidades de uno y del otro. Ese necesario olvido de sí mismo a veces puede parecer como cargar con nuestra cruz. ¿Entonces por qué la gente lo hace? Tal vez es porque aman.

Jesús tomó su cruz por amor a nosotros, y por el mismo motivo, tomamos nuestra cruz para seguir a Jesús. Sin amor, no podremos olvidarnos de nosotros y levantarnos al desafío de seguirlo.

Señor, lléname con el poder de tu amorosa presencia para que pueda conocer el gozo de seguirte.

P. Kenneth Grabner, C.S.C.

Viernes, 28 de febrero Viernes después del Miércoles de Ceniza

Ocuparnos de los demás¿No saben cuál es el ayuno que me agrada?…Compartirás tu pan con el hambriento,

los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo

y no volverás la espalda a tu hermano. Isaías 58:6-7

EL AYUNO OCASIONAL puede ser una práctica va-liosa porque nos enseña el autocontrol. Pero compartir nuestros alimentos con los hambrientos es ir un poco más lejos, porque nos agranda el corazón para incluir a aquellos que necesitan nuestro cuidado compasivo. Y cuanto más se agrande nuestro corazón, más se parece al corazón de Jesús, que tiene lugar para todos nosotros.

En Holy Cross Village donde vivo, muchos donan ali-mentos, poniendo sus ofrendas en canastas en nuestra capilla. Otros donan a bancos de alimentos o ayudan en comedores locales. En la Sagrada Escritura Dios nos pide que ayudemos a los hambrientos. Estas son algunas de las maneras en las que podemos responder. Ayudar a otros a veces pone una sobrecarga en nuestro tiempo y nuestros recursos. Pero el gozo de ayudar a los que necesitan resta importancia al costo.

Señor, que me ocupe de los demás como tú te ocupas de mí.P. Kenneth Grabner, C.S.C.

Isaías 58:1-9 • Salmo 51:3-6,18-19 • Mateo 9:14-15

Isaías 58:9-14 • Salmo 86:1-6 • Lucas 5:27-32

Sábado, 29 de febrero Sábado después del Miércoles de Ceniza

Dar pan de diferentes manerasSi das al hambriento lo que deseas para ti

y sacias al hombre oprimido, brillará tu luz en las tinieblas,

y tu oscuridad se volverá como la claridad del mediodía. Isaías 58:10

ISAÍAS DICE “da al hambriento lo que deseas para ti”. No se puede ser más claro ni más específico. Estamos llamados a dar de comer al hambriento, y a hacerlo de muchas maneras: aportando insumos a un banco local de alimentos, ayudando en un comedor, dando un cheque, llevando comida a los confinados. Pero “lo que deseas para ti” puede ser otra cosa aparte de “pan”.

La gente tiene hambre de otras cosas además del alimento físico. En esta Cuaresma mira a tu alrededor y pregúntate: ¿Quién en mi vida tiene hambre de mi tiempo o atención? ¿Quién anhela un halago o un sim-ple reconocimiento mío? ¿Quién necesita mi aliento o consejo? ¿Quién podría usar un abrazo o mi compañía? ¿Quién necesita mis oraciones? Isaías dice que hay “ma-gia” al dar pan a los demás: ilumina toda nuestra vida.

Dios de generosidad inagotable, ayúdame a satisfacer el hambre de al menos una persona que encuentre hoy.

Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

1 de marzo • 1er Domingo de Cuaresma

Somos amadosPero Jesús le respondió: “Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mateo 4:4

SATANÁS HA RETADO a Jesús a convertir las piedras del desierto en pan. Después de ayunar por cuarenta días, Jesús tiene hambre. Responde con este pasaje escrito en Deuteronomio 8:3 acerca del tiempo de los israelitas en el desierto.

Todos tenemos tiempos en el desierto que nos po-nen a prueba, debilitan nuestro ánimo y menoscaban nuestra esperanza. Tenemos hambre de seguridad, alegría y paz. La respuesta de Jesús nos guía hasta las nutritivas palabras de Dios. Para mí, ha sido un gran cambio prestar atención a versículos de la Escritura que me dan vida y copiarlos. Las últimas palabras que Jesús escuchó antes de ir al desierto en el Evangelio según san Mateo fueron las de Dios diciendo: “Este es mi Hijo, el Amado; en él me complazco”. La Cuaresma puede ser un tiempo para escuchar los pasajes de la Escritura que satisfagan nuestra hambre y fortalezcan nuestra confianza en que somos amados.

Querido Dios, ayúdame a escuchar tus palabras de amor esta Cuaresma.

Patricia Livingston Génesis 2:7-9; 3:1-7 • Salmo 51:3-6, 12-14, 17

Romanos 5:12-19 • Mateo 4:1-11

Levítico 19:1-2,11-18 • Salmo 19:8-10, 15 • Mateo 25:31-46

Lunes, 2 de marzo • Cuaresma, día de semana

Comienza por nosotrosAma a tu prójimo como a ti mismo. Levítico 19:18

SIEMPRE SE HABLA del mandamiento nuevo de Je-sús: “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. Esta frase viene a decir que en la práctica, la única forma de amar a Dios sobre todas las cosas es amar al prójimo como a uno mismo. ¿Cómo se puede amar a Dios si no? ¿Rezando mucho?¿Haciendo ofrendas y ayunos?¿Purificando nuestros pensamientos y deseos?

Parece que falta algo ¿no? Rezar mucho para que seamos capaces de seguir a Jesús con nuestros actos; ofrecer donativos y ayunar para que otros vean alivia-da su necesidad; purificarnos para que nuestros actos sirvan para llevar a Jesús a los de nuestro entorno.

Vale notar que la cita al comienzo de esta reflexión no es del Evangelio, es del Levítico. Es decir, no es un mandamiento nuevo. Lo nuevo es que hizo falta que Jesús viniera en persona a darnos la clase práctica de cómo hay que hacerlo. Da la sensación de que sigue haciendo falta que nos recuerden la lección porque no hemos aprendido casi nada.

Ven Jesús, no me dejes olvidar tu lección ni dejar de seguir tu ejemplo.

Ana Aguirre

Martes, 3 de marzo • Santa Katharine Drexel

Reverdecer nuestra vidaAsí será la palabra que salga de mi boca. No volverá a mí con las manos vacías

sino después de haber hecho lo que yo quería, y haber llevado a cabo lo que le encargué.

Isaías 55:11

LA CUARESMA, en el hemisferio norte se celebra en la “primavera”. Este es un tiempo que nos recuerda de manera enfática y concreta que la nueva vida ha estado germinando durante todo el invierno gélido y oscuro. Aunque no hayamos podido ver ninguna prueba de este crecimiento durante los áridos meses anteriores, el ciclo de la vida avanza continuamente.

Isaías nos dice que la palabra de Dios también da frutos y siempre reverdece, que siempre abunda en poder para volver a crearse. Que, mientras transcu-rre este tiempo de Cuaresma, podamos entrar en esta primavera litúrgica escuchando con atención la Palabra de Dios y con profunda fe en el poder creativo de Dios para hacer brotar vida en cada corazón, en cada rincón del mundo.

Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Isaías 58:10-11• Salmo 34:4-7,16-19 Mateo 6:7-15

Jonás 3:1-10 • Salmo 51:3-4,12-13,18-19 • Lucas 11:29-32

Miércoles, 4 de marzo • San Casimiro

Momento para el amorPorque así como Jonás fue una señal para los habi-tantes de Nínive, de igual manera el Hijo del Hombre será una señal para esta generación. Lucas 11:30

EN EL EVANGELIO según san Mateo, “La señal de Jonás” significa la resurrección. En Lucas, Jesús es como Jonás en el sentido de un profeta que viene a llamar al pueblo al arrepentimiento. En la Cuaresma, somos llamados al arrepentimiento. Por años, pensé que eso exigía que nos identificáramos como grandes pecadores con algún tipo de cruda autoacusación escrupulosa.

Fue liberador saber que la palabra “arrepentimiento” en griego simplemente significa voltearse. Alejarse de lo que no es vivificante. El mensaje profético de Jesús tiene un reto central: “Ámense unos a otros”.

La Cuaresma puede ser un tiempo para observar el amor que damos. ¿Está nuestro corazón enterrado en el resentimiento? ¿Hay alguien a quien necesitamos comen-zar a perdonar? ¿Hay alguien que necesite nuestra ayuda y más generosidad? ¿Demostramos amor hacia nosotros mismos con respecto a la manera en que comemos, bebe-mos y descansamos?

Dios, ayúdame a ver la Cuaresma menos como un tiempo para la culpa y más como un tiempo para el amor.

Patricia Livingston

Jueves, 5 de marzo • Cuaresma, día de semana

Amor infinito¿Acaso alguno de ustedes daría a su hijo una piedra cuando le pide pan? Mateo 7:9

EL AÑO PASADO, mi sobrina, que es una joven adul-ta y vive sola alejada de su familia, comprensiblemente se sintió aterrorizada cuando hubo una persecución policial y un bloqueo en su vecindario. Inmediatamente llamó a su madre, que permaneció al teléfono hablando con ella toda la noche para que Jenny pudiera sentirse conectada con una voz amorosa, familiar y tranqui-lizadora, con alguien que nunca la abandonaría. La mañana siguiente, cuando mi hermana tenía que irse a trabajar, le pasó el teléfono a su marido, quien continuó con la conversación y la conexión.

Cuando presenciamos actos altruistas y la entrega completa del tiempo propio y la energía emocional (¡y el sueño!) que muestran tantos padres, tutores y cuida-dores, podemos vislumbrar el inconmensurable cuidado que Dios tiene por cada uno de nosotros, día tras día y durante toda la noche.

Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Ester 14:1,3-5,12-14 • Salmo 138:1-3,7-8 Mateo 7:7-12

Ezequiel 18:21-28 • Salmo 130:1-8 Mateo 5:20-26

Viernes, 6 de marzo • Cuaresma, día de semana

Recordamos las palabras de JesúsPero yo les digo: Si uno se enoja con su hermano, es cosa que merece juicio. El que ha insultado a su herma-no, merece ser llevado ante el Tribunal Supremo; si lo ha tratado de renegado de la fe, merece ser arrojado al fuego del infierno. Mateo 5:22

VIVO EN UN ESTADO en el cual hay más carros que conductores registrados. También vivo en la región más densamente poblada del estado más densamente poblado. Estos factores, sin duda, contribuyen al hecho de que la mayoría de los automovilistas conduzcan en un estado muy agitado. Estoy bastante segura de que los “insultos” a los que hace referencia el versículo son epítetos moderados en comparación con lo que se dice detrás del volante y con los dientes apretados en nues-tras carreteras estatales.

Todo el tiempo, casi el 50 por ciento de los residen-tes de nuestro estado profesan ser seguidores de Jesús, cuyas palabras hoy nos retan. Ya sea en el asiento del conductor, en un juego, esperando en la cola, al teléfo-no o en el salón de conferencias, ¿dónde es más necesa-rio recordar las palabras de Jesús?

Claire J. King

Sábado 7 marzo • Santas Perpetua y Felicidad

Admite tus imperfeccionesAmen a sus enemigos… sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo. Mateo 5:44, 48

EL MANDAMIENTO DE JESÚS de amar a nues-tros enemigos conmovió a sus oyentes y sigue siendo un gran reto en la actualidad. Hay graves conflictos, ataques terroristas y piratería destructiva en muchas partes: en nuestra política, en la Iglesia, en la familia…

A menudo, cada lado cree que su postura u opinión son “perfectas”, a menudo con una fervorosa morali-dad como si la suya fuera la posición perfecta del Padre celestial.

Una vez escuché a un biblista decir que estaba con-vencido de que una expresión más exacta de lo que Jesús realmente aparece en Lucas sobre el mismo ser-món: “Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes” (6:36). Para los judíos, la misericordia de Dios era la perfección de Dios.

Me es más fácil amar a quienes atacan mis ideas y valores cuando trato de ser misericordiosa que cuando trato de ser perfecta. Admitir mi imperfección con com-pasión y humor hace más sencillo amar a aquellos con quienes tengo dificultades.

Patricia Livingston

Deuteronomio 26:16-19 • Salmo 119:1-2, 4-5, 7-8 Mateo 5:43-48

Génesis 12:1-4 • Salmo 33:4-5, 18-20, 22 2 Timoteo 1:8-10 • Mateo 17:1-9

8 marzo • 2° Domingo de Cuaresma

Llamándonos a nuevas tierrasDeja tu país, a los de tu raza y a la familia de tu padre, y anda a la tierra que yo te mostraré. Génesis 12:1

ME DETENGO POR un momento para “convertirme en Abraham”. También he salido de tierras que alguna vez conocí y amé íntimamente. He recorrido nuevos caminos y adoptado nuevas maneras de vivir. Me he alejado de lugares que alguna vez llamé mi hogar. Sin embargo, en todas mis partidas, las transformaciones más profundas no han sido causadas por los paisajes físicos que he abandonado. Hay tierras incluso más difíciles de abandonar.

Si bien es cierto que he abandonado la tierra de las respuestas fáciles y he ingresado a la tierra de las pre-guntas eternas, más retos me esperan. Anhelo abando-nar la tierra de la voluntad propia y abrazar la tierra de la entrega. Quisiera dejar la tierra de la acumulación y abrazar la tierra de la simplicidad. Tal vez, algún día, abandonaré la tierra del temor y entraré a la tierra de la confianza.

Oh, Dios, ayúdame a creer, como lo hizo Abraham, que eres Tú quien me llama a estas nuevas tierras.

Sor Macrina Weiderkehr, O.S.B.

Lunes, 9 de marzo • Santa Francisca de Roma

Seamos compasivosSean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes. Lucas 6:36

HACE POCO, UN NIÑO AMIGO se enfermó grave-mente de forma repentina. Sin pensarlo, me encontré implorándole a Dios misericordia, una y otra vez. Realmente no sé qué papel desempeñaron mis oracio-nes, pero, un día, me quedé con una extraordinaria sensación personal de la compasión de Dios, incluso antes de saber que el niño se había recuperado. Tal vez, esto se debió a que sentí con tanta profundidad nuestra necesidad humana de compasión.

El Evangelio según san Lucas proclama la misericor-dia de Dios, abundante y rebosante. Podemos mostrar misericordia, no porque seamos Dios, sino porque Dios la derrama sobre nosotros. Estos días de Cuaresma, nos atrevemos a abrir los ojos a nuestros pecados y fraca-sos. Y así podemos conocer más que nunca ese ilimita-do aceite de la misericordia que nos acaricia y que fluye hacia nosotros desde Dios y, por medio de nosotros, a otros.

Ten misericordia, Señor, y permítenos ser misericordiosos.Mary Marrocco

Daniel 9:4-10 • Salmo 79:8-9, 11, 13 Lucas 6:36-38

Isaías 1:10, 16-20 • Salmo 50:8-9, 16-17, 21, 23 Mateo 23:1-12

Martes, 10 de marzo • Cuaresma, día de semana

Dignos de enseñar a otrosHagan y cumplan todo lo que ellos dicen, pero no los imiten. Mateo 23:3

COMENCEMOS SUGIRIENDO QUE, a los efectos prácticos, los escribas y los fariseos de este Evangelio somos nosotros. Quienes entre nosotros alientan a otros a asumir nuevos patrones de crecimiento cierta-mente pueden tomarse a pecho este mensaje de Jesús. Jesús sabía que los maestros de su tiempo (esos somos tú y yo en la actualidad) enseñaban correctamente. Las prácticas que debían observarse y ponerse en práctica eran parte de su plan de estudios. Su preocupación era la siguiente: ¿ponían en práctica lo que enseñaban? ¿Coincidian sus palabras con sus acciones? Son pre-guntas que debemos hacernos. Es fácil darles a otros consejos que nosotros no ponemos en práctica. Muy probablemente, muy pocos prediquemos con el ejemplo. Sin embargo, debemos hacer un esfuerzo en nuestra vida para tomar en serio lo que esperamos de otros.

Escucha tus palabras. Mira cómo vives para poder ser digno de enseñar a otros.

Sor Macrina Weiderkehr, O.S.B.

Miércoles, 11 de marzo • Cuaresma, día de semana

El servicio es superior a la famaEl que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su escla-vo. Mateo 20:26-27

LA TENDENCIA HUMANA a querer buscar el pri-mer lugar y la distinción no es nada nuevo. Ya entre los discípulos vemos que la madre de los hijos de Zebedeo veía que Jesús estaba destinado a ser grande entre los hombres. Y no tiene ningún reparo en pedir lugares prominentes para sus hijos.

Jesús aprovecha la ocasión para enseñarnos una de sus más importantes reglas: para ser grande hay que “servir a los demás no servirse de los demás” como le gusta decir al Papa Francisco. En esta Cuaresma busquemos cada oportunidad para servir a los necesi-tados entre nosotros y especialmente a los que menos sospechan que estamos conscientes de su necesidad. Y no tiene que ser una necesidad física, puede ser también una palabra de aliento, de misericordia, de perdón.

Señor en tí confío que el servicio es superior a la fama y al poder.

Marina A. Herrera

Jeremías 18:18-20 • Salmo 31:5-6, 14-16 Mateo 20:17-28

Jeremías 17:5-10 • Salmo 1:1-4, 6 Lucas 16:19-31

Jueves 12 marzo • Cuaresma, día de semana

Abiertos a la sanidadEl corazón es lo más complejo,

y es perverso: ¿quién puede conocerlo?Yo, el Señor, escudriño el corazón

y sondeo las entrañas… Jeremías 17:9-10

DURANTE UNA ECOGRAFÍA, me intrigaba obser-var en la pantalla lo que el doctor veía dentro de mi cuerpo mientras me lo explicaba. Él entendía mucho mejor que yo y podía decirme lo que necesitaba. Aun así, él y todo su conocimiento científico, apenas han comenzado a explorar los misterios del cuerpo.

Tal vez, se parece a cuando el corazón está enfermo: no el órgano físico, sino el núcleo interior de la perso-na. No comenzamos a entender nuestro corazón ni qué lo aflige, salvo que sepamos que sufre cuando de alguna manera se aleja de Dios. Solo al permitirle a nuestro corazón estar abierto a la búsqueda de Dios —en lugar de levantar un muro u ocultarnos en rincones oscu-ros— este puede comenzar a sentirse y volverse mejor. Aunque podríamos sentir temor o vergüenza de invitar al Bendito a entrar, nuestras devociones de Cuaresma nos bridan ayuda especial para abrirnos a esa sanidad.

Ven, Señor, examina mi corazón y conóceme.Mary Marrocco

Viernes, 13 de marzo • Cuaresma, día de semana

El bien surge del malAquí estoy. Génesis 37:13

HE LEÍDO EL RELATO de José muchas veces, pero nunca antes me llamaron la atención estas palabras: “¡Aquí estoy!”. El padre le pedía a José que fuese donde estaban sus hermanos para ver si estaban bien. Sabe-mos del odio que sentían los hermanos por José porque su padre lo amaba profundamente. Sin embargo, es ob-vio en este relato que en el corazón del padre también había espacio para los otros hermanos. ¿Por qué otra razón mandaría a José a ver si estaban bien? El corazón que ama tiene mucho espacio. José fue a ver cómo esta-ban sus hermanos y, lamentablemente… conocemos la historia. Sus hermanos no estaban bien; los consumían los celos.

Aun así, las palabras aquí estoy permanecen en mi corazón. Nosotros también podemos responder al llamado de Dios. ¡Aquí estoy! En cierto sentido, esto es lo que hizo José al obedecer el pedido de su padre. Conocemos el resto de la historia. A veces, de lo malo surge algo bueno. ¿Podemos decir “aquí estoy”?

Sor Macrina Weiderkehr, O.S.B.

Génesis 37:3-4, 12-13, 17-28 • Salmo 105:16-21 Mateo 21:33-43, 45-46

Miqueas 7:14-15, 18-20 • Salmo 103:1-4, 9-12 Lucas 15:1-3, 11-32

Sábado, 14 de marzo • Cuaresma, día de semana

Del pecado al amorHubiera deseado llenarse el estómago con las bellotas que daban a los cerdos… Finalmente recapacitó… Lucas 15:16-17

¿QUIÉN HUBIERA PENSADO que la comida de los cerdos sería un lugar de gracia? En el Evangelio mucho es al revés. Pensamos en nuestros fracasos y pecados como obstáculos o barreras. En esta parábola, el Hijo Pródigo se había alejado de la vida, del amor y el bien lo más que pudo, había malgastado su herencia, le ha-bía roto el corazón a su padre y sus acciones lo habian llevado al punto más bajo posible.

¿Era el fin de todo para él? No: era el comienzo. ¿Qué ocurrió allí, en el lugar más oscuro –entre los cerdos– que permitió que la luz brillara con tanta pureza y resplandor? ¿De qué manera se transformó el pecado en amor? Durante la Cuaresma y la Semana Santa, –escu-chamos la parábola de esta transformación, este amor incondicional que no se impone, que nunca abandona, que siempre da la bienvenida y se alegra de que seamos lo que somos. ¿Demasiado bueno para ser verdad? La evidencia está en todas partes.

Gracias, Señor, incluso por mis fallas, cuando estas se vuelven motivos para encontrarte.

Mary Marrocco

15 marzo • 3er Domingo de Cuaresma

“Se va derramando”Pues ya se nos ha dado el Espíritu Santo, y por Él el amor de Dios se va derramando en nuestros cora-zones… Romanos 5:5

DERRAMAR. ESA PALABRA indica flujo, movi-miento, ingreso a un recipiente de algún tipo. Lo que se derrama es el amor divino. Y el recipiente en el cual se derrama es nuestro corazón. Qué imagen exquisita para llevar con nosotros al avanzar en nuestros días, especialmente si en esos días hay personas o situaciones que distraen nuestra atención de la tranquilidad. ¿Qué ocurriría si nos detuviéramos a recordar este versículo de la Escritura y la imagen del amor de Dios fluyendo en nosotros cuando nos sentimos frustrados, desalenta-dos, ansiosos y enojados? Recordar que somos reci-pientes del amor divino podría hacernos regresar a la mejor versión de nosotros, en la cual residen la bondad, la paciencia, la esperanza, la comprensión y el perdón. Después, el amor divino derramado en nuestro corazón se desbordará sobre la vida de otros.

Oh, Amor que siempre fluye, mientras derramas tu bondad en el recipiente de mi ser, rezo para permitir que se desborde sobre la vida de otros.

Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Éxodo 17:3-7 • Salmo 95:1-2, 6-9 Romanos 5:1-2, 5-8 • Juan 4:5-42

2 Reyes 5:1-15 • Salmos 42:2-3; 43:3-4 Lucas 4:24-30

Lunes, 16 de marzo • Cuaresma, día de semana

Sed de DiosSediento estoy de Dios, del Dios de vida;

¿cuándo iré a contemplar el rostro del Señor? Salmo 42:3

LA HERMANA MARY LUKE, una tranquila religiosa durante sesenta y un años, se mostraba inquieta. Le pregunté si estaba angustiada. “Oh, no”, respondió dulcemente, “Es tanto lo que deseo beber de la gloria del Cielo que me pongo tensa en la espera”.

Todos sentimos una sed de Dios que nada puede sa-ciar. Podemos intentar darle de beber a nuestro corazón sediento con compras que nunca nos satisfacen, con de-seos de poder y prestigio que solo nos deshidratan aún más o con búsquedas de posición y reconocimiento.

Sin embargo, sentir sed espiritual es una gracia. Nos exhorta a cruzar el desierto de la vida con un santo anhelo de llegar al oasis que está adelante. Nos reta a ofrecerles a otros un sorbo del cucharón de la compa-sión. Y esta sed nos mantiene avanzando con confianza en la fe hasta beber de los esplendores del Cielo y ver a Dios cara a cara.

Sor Bridget Haase, O.S.U.

Martes, 17 de marzo • San Patricio

Golpear la cabeza contra las barrerasNo nos cubras de vergüenza

sino que trátanos según tu benevolencia y según tu gran misericordia. Daniel 3:42

LA PRIMAVERA PASADA, un zorzal petirrojo se detuvo a descansar en un árbol fuera de la ventana de nuestro comedor. Posado en una rama frente a la venta-na, vio su reflejo. Comenzó a volar hacia la ventana re-iteradamente para ahuyentar al intruso imaginario. Por días y semanas, se golpeó la cabeza en la ventana y se obsesionó tanto con deshacerse de su competidor, que no pudo encontrar una compañera en todo el verano. Tratamos de ahuyentarlo, aunque insistía en este com-portamiento inútil. Pero nos dio una pequeña lección al reflexionar en las ocasiones en nuestra vida en las que no queríamos abandonar algún comportamiento que nos impedía avanzar. ¿Con qué frecuencia nos golpea-mos la cabeza contra obstáculos y nos resistimos a las indicaciones de Dios en nuestra vida?

Dios, trátame con bondad y misericordia cuando sea demasiado terca como para escucharte.

Sor Ruth Marlene Fox, O.S.B.

Daniel 3:25, 34-43 • Salmo 25:4-9 Mateo 18:21-35

Deuteronomio 4:1, 5-9 • Salmo 147:12-13, 15-16, 19-20 Mateo 5:17-19

Miércoles 18 de marzo • San Cirilo de Jerusalén

La necesidad de graciaSi las guardan y las practican, pasarán por sabios e inteligentes. Deuteronomio 4:6

EN DEUTERONOMIO, Moisés insta al pueblo a prac-ticar las “normas y leyes” de Dios. “Practicar” indica vigilancia, prestar atención a lo que piden y actuar en consecuencia. Reconozco en mi vida lo necesario que es percatarse de esto. No es una cuestión de pregun-tarse qué se espera de las doctrinas del Evangelio si quiero ser seguidora de Jesús. Es más una cuestión de si soy consciente de lo que hago o no hago, pienso o no pienso, siento o no siento, con relación a esas doctri-nas. Cuando estoy ensimismada, rápidamente pierdo oportunidades de vivir debidamente. Cuando dismi-nuyo el rápido ritmo de la vida, cuando me detengo a rezar, cuando dejo de tratar que la vida vaya solo como quiero que vaya, es entonces cuando puedo observar lo que se necesita para seguir los dos grandes mandamien-tos de amar a Dios y amar a otros como a mí mismo. Siempre necesito la gracia del Dios Santo para hacerlo.

Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Jueves, 19 de marzo • San José

Me enseña a salir de aprietos… un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo”. Mateo 1:20

En mi juventud aprendí de José una técnica muy útil para resolver los dilemas que se me presentan. José supo qué hacer sobre el embarazo de María con un hijo que no era de él, y salir huyendo a Egipto cuando Herodes quería matar al Niño Jesús. Tomó esos pasos después de recibir la respuesta en un sueño.

El ejemplo de José me inspira siempre a esperar un sueño que me dé la pauta para el camino a seguir y creo que he seguido la ruta que Dios había trazado para mí en todos las encrucijadas importantes de mi vida. Ahora, con la abundancia de imágenes que llenan nuestra mente, los sueños con significado son escasos. Preferimos recibir mensajes de texto que inspiraciones de ángeles.

Es por eso que la recomendación de dejar a un lado los celulares antes de dormir sea buena no solo para el sueño sino también para ponernos en contacto con esa dimensión nuestra de la mente donde nos puedan hablar los ángeles de Dios.

Marina A. Herrera

2 Samuel 7:4-5, 12-14, 16 • Salmo 89:2-5, 27, 29 Romanos 4:13, 16-18, 22 • Mateo 1:16, 18-21, 24 o Lucas 2:41-51

Oseas 14:2-10 • Salmo 81:6-11, 14, 17 Marcos 12:28-34

Viernes, 20 de marzo • Cuaresma, día de semana

El Segundo MandamientoY después viene este otro: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Marcos 12:31

Dios mío, qué difícil. No es difícil cuando me siento y rezo mientras el cielo se ilumina con el amanecer y mi corazón siente que puede expandirse para incluir a todo el mundo en el amor. Pero es difícil en una noche llu-viosa cuando salgo tarde del trabajo, necesito algunos artículos para la cena y hay alguien con un carro lleno en la cola para “10 artículos o menos”. ¡¿En serio?! ¿Tengo amor para este prójimo? Pienso que Jesús diría “Sí. Este es exactamente el prójimo al que debes amar”.

Esta Cuaresma, trato de concentrarme en el próji-mo que me fastidia. Cuando me enojo con alguien, trato de detenerme y verlo, deliberadamente, como una persona en medio de la vida, sufriendo presiones y ansiedades que no puedo imaginar. Esto me ayuda a dejar atrás mi reacción inicial (que habitualmente es el surgimiento de las tensiones de mi vida) y tenerle com-pasión como a otra persona en el complicado camino de la vida. No siempre logro hacerlo, pero habitual-mente avanzo un poco en el cumplimiento del segundo gran mandamiento.

Aileen A. O’Donoghue

Sábado, 21 de marzo • Cuaresma, día de semana

Reconocer nuestros defectosTe doy gracias porque no soy como los demás hombres. Lucas 18:11

ESTE ES EL MEOLLO de la hipocresía: se basa en una profunda negación de cómo yo podría ser como otra persona, especialmente si esa persona luce o actúa de una manera que es inaceptable ante los ojos de los demás. Sin embargo, dentro de cada uno de noso-tros existe el potencial para lo bueno o para lo malo. Henri Nouwen escribió sobre esta realidad en With Open Hands: “Con compasión, puedes decir ‘Ante los oprimidos, reconozco mi rostro y, en las manos del opresor, reconozco mis manos. Su carne es mi carne; su sangre es mi sangre’”. Uno de los momentos de gracia de mi vida fue cuando admití que sentía odio por otra persona. Nunca pensé que podía odiar a alguien. Me consternaba encontrar ese sentimiento dentro de mí. Este bendecido reconocimiento me ha ayudado enorme-mente para ser menos crítica con otros.

Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Oseas 6:1-6 • Salmo 51:3-4, 18-21 Lucas 18:9-14

1 Samuel 16:1, 6-7, 10-13 • Salmo 23:1-6 Efesios 5:8-14 • Juan 9:1-41

22 de marzo • 4o Domingo de Cuaresma

“Que pueda ver”.Le preguntaron [los fariseos]: “¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?” Él les dijo: “Ya se lo he dicho y no me han escuchado. ¿Para qué quieren oírlo otra vez?” Juan 9:26-27

TODO EL CAPÍTULO 9 en el Evangelio según san Juan se ocupa de la curación del ciego y la reacción de los fariseos. No pueden creer que Jesús haya curado al hombre puesto que este no podía ver antes de la cura-ción. Quieren escuchar el relato una y otra vez porque buscan el hueco que les permita justificar su increduli-dad.

Si hubieran escuchado, habrían llegado a la fe. Se habrían sorprendido por el milagro de lo ocurrido y, al menos, habrían sentido curiosidad por el hombre que lo hizo.

No es fácil escuchar el relato del ciego sin buscar un hueco: tal vez, realmente no estaba ciego; tal vez, era psicosomático; tal vez, había alguna sustancia química curativa en el lodo o en la saliva de Jesús.

Escuchemos este Evangelio para poder profundizar la fe en el poder de Jesús para abrir nuestros ojos.

Señor, ¡que pueda ver!Mark Neilsen

Lunes, 23 de marzo • Santo Toribio de Mogrovejo

Reconocer el milagroSi ustedes no ven señales y prodigios, no creen. Juan 4:48

NUNCA ESTOY MÁS dispuesta a creer en los mi-lagros que cuando quiero mucho algo. Si alguien que conozco está enfermo o si yo sufro alguna dificultad, mi fe en Dios parece capaz de superar cualquier obs-táculo: “Sé que puedes sanar a las personas, Señor. Sé que puedes ayudarme”.

Pero, ¿qué hago después de no recibir respuesta a una oración? Inmediatamente busco razones mundanas por las cuales las cosas resultaron como lo hicieron, para no sentirme agobiada por el poder abrumador de Dios. Después de todo, una coincidencia provechosa es mucho menos amenazante para mi independencia que un verdadero milagro.

Señor, a veces, mis dudas persisten, incluso después de haber visto señales y prodigios. Remedia mi incredulidad, para que pueda vivir y toda mi familia también pueda creer.

Elizabeth Duffy

Isaías 65:17-21 • Salmo 30:2, 4-6, 11-13 Juan 4:43-54

Ezequiel 47:1-9, 12 • Salmo 46:2-3, 5-6, 8-9 Juan 5:1-16

Martes 24 de marzo • Cuaresma, día de semana

¡Levántense!Jesús le dijo: “Levántate, toma tu camilla y anda”. Juan 5:8

ESTE HOMBRE ESTABA ENFERMO, ciego, cojo y tullido. He sentido en cierta medida esos padecimientos en mis tiempos de quebrantamiento espiritual. Mi peca-do me ha enfermado. No he podido verme a mí o a mi situación con claridad. Me he sentido atorada, incapaz de avanzar. Me he sentido rota y traicionada, tendida sobre mi camilla.

Jesús vino a mí en ese estado de tristeza. Habla palabras de paz y poder. Siente compasión por nues-tra confusión y nuestro dolor, pero, alabado sea Dios, nuestro Salvador no nos deja inmersos en esa situación. Levántate, dice. Deja esa camilla. Levántate y camina. Escucho su voz claramente. Sacúdete esa autocompa-sión y levántate. Él hace su parte: la sanación. Nosotros hacemos nuestra parte: caminamos.

¿Sientes que estás tendido en tu camilla hoy? Jesús nos llama a quitarnos el polvo y avanzar.

Kristin Armstrong

Miércoles, 25 de marzo • La Anunciación del Señor

El camino espiritualPero el ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios”. Lucas 1:30

LA HUMILDAD DEL ÁNGEL en esta escena siempre me ha conmovido porque refleja la humildad de Dios. Dios no nos impone las cosas. A medida que pasan los años y parece que no hubiera ningún avance en mi camino espiritual, debo admitir que a veces desearía que Dios me impusiera cosas. Deseo que Dios me haga más compasiva y santa sin que yo tenga que cometer los mismos errores una y otra vez. A veces, deseo poder llegar en helicóptero a la cima de alguna montaña espiritual.

Pero, lamentablemente, el camino espiritual es un recorrido, no un destino, y Dios no puede hacer ese recorrido por mí. Dios solo puede esperar pacientemen-te a que yo tome mi camino tortuoso con mis defectos y experiencias hacia el inmenso amor que envió a un ángel a reconfortar a una muchacha. Saber que el amor está presente conmigo en el camino, sin importar cuán difícil sea, aumenta mi fuerza para seguir.

Aileen A. O’Donoghue

Isaías 7:10-14; 8:10 • Salmo 40:7-11 Hebreos 10:4-10 • Lucas 1:26-38

Éxodo 32:7-14 • Salmo 106:19-23 • Juan 5:31-47

Jueves, 26 de marzo • Cuaresma, día de semana

Ven a CristoSin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener vida. Juan 5:40

ES EXTRAÑO VER a cuántos lugares iremos en búsqueda de la vida antes de darnos cuenta de que esta proviene de Jesús solamente. Después de todo, Él es el camino, la verdad y la vida.

Procuraremos crear vida a partir de relaciones, de adquisiciones materiales, de la profesión, de la paterni-dad, de nuestras pasiones, de nuestros viajes, de nuestra egoísta conciencia de uno mismo. Tratamos de generar sentido en nuestra apariencia, nuestra imagen y nues-tras cosas. Dedico más tiempo a mí que a él. En nuestra búsqueda de paz, propósito y plenitud, coleccionamos un salón de trofeos lleno de ídolos. Pero el vacío nunca se disipa, nunca estamos plenos, nada dura lo suficiente.

Finalmente, algo ocurre. Habitualmente, es algo grande y, finalmente, lo entendemos. Todos los ídolos se vuelven polvo, nuestros pedazos se dispersan y, final-mente, nos rendimos ante el hecho de que no tenemos idea de lo que hacemos.

No esperemos algo tan grande, algo que nos cambie la vida. Podemos cambiar nuestra vida hoy mismo viniendo a Cristo.

Kristin Armstrong

Viernes, 27 de marzo • Cuaresma, día de semana

Reivindicación para los justosSi el justo es hijo de Dios, Dios lo ayudará

y lo librará de sus adversarios. Sabiduría 2:18

¿NO ES ESTO LO QUE todos queremos creer? ¿Que si una persona hace lo que Dios quiere, tendrá protección contra el daño, especialmente contra la maldad de otras personas? Pero nuestra experiencia nos indica que no es así. Tampoco fue así para Jesús.

El pensamiento expresado en este pasaje del Libro de la Sabiduría refleja un concepto erróneo de lo que significa que Dios nos cuida. Quienes piensan de esta manera “No conocen los secretos de Dios” (versícu-lo 22). Desde la perspectiva de esta breve vida en la tierra, el destino de los justos parece trágico, incluso sin sentido. Pero, visto desde el amor eterno de Dios, hay recompensa y reivindicación para los justos.

Esa es nuestra esperanza, una esperanza que va más allá de los esquemas y los cálculos de la sabiduría mundana.

Señor Jesús, fortalece mi fe en tu cuidado eterno por mí y por quienes amo.

Mark Neilsen

Sabiduría 2:1,12-22 • Salmo 34:17-21,23 Juan 7:1-2,10,25-30

Jeremías 11:18-20 • Salmo 7:2-3, 9-12 Juan 7:40-53

Sábado, 28 de marzo • Cuaresma, día de semana

“Un cordero al matadero”¡Y yo que no tenía más sospecha que el cordero al que llevan tranquilo para matarlo! No sabía lo que estaban tramando para perderme. Jeremías 11:19

EN POCOS DÍAS, conmemoraremos la muerte del Cordero de Dios. Cristo, el inocente, hará su recorrido final hasta Jerusalén. Lo saludarán como al Mesías. En menos de una semana, esa alabanza se convertirá en burla. Tendrá su última cena en la sala superior con sus discípulos. Rezará al Padre en el huerto de Getsemaní. Observará a sus amigos más cercanos traicionarlo y negar que lo conocían. Sin quejarse, soportará un juicio tortuoso y tomará una cruz. Tendrá una muerte terrible en el Calvario, pero, ¿como un cordero confiado que va al matadero? No, este suplicio es más que eso.

Jesús no es un torpe animal que desconoce su desti-no. Es plenamente consciente de su papel en este drama humano trascendental. Su acto es abnegado y puro. Es una expresión del amor sublime que tiene por nosotros que nos ofrece el don de la vida eterna. Derrama su sangre para que podamos vivir. Por nosotros, este es un sacrificio que tiene que ocurrir.

Paul Pennick

29 de marzo • 5o Domingo de Cuaresma

Un Dios que lloraY Jesús lloró. Juan 11:35

LOS RABINOS JUDÍOS relatan la muerte de Moisés. No está en la Biblia, pero tiene un mensaje hermoso. Moisés una vez le dijo a Dios: “He trabajado tan duro y he sufrido tanto por ti y tu pueblo. Por favor, no me dejes morir”. Pero Dios respondió: “Eres humano, tie-nes que morir”. Cuando llegó el día, Dios bajó del Cielo y se llevó a Moisés en brazos. Y, cuando Moisés murió, Dios tomó su último respiro con un beso. Luego, según dicen los rabinos, una gran lágrima rodó por el rostro de Dios.

En el Evangelio de hoy, Jesús siente una profunda tristeza por la muerte de su amigo Lázaro. Al llegar a la tumba, se siente profundamente conmovido. Y entonces aparecen esas maravillosas palabras, el versículo más breve de la Biblia: “Y Jesús lloró”. El llanto de Dios por la muerte de Moisés es solo una hermosa historia; con Jesús, realmente ocurrió.

Pero ese no es el final de la historia. La muerte no será la última palabra; la muerte no triunfará. La última palabra es la resurrección y la vida eterna al compartir nuestro dolor.

P. Martin Pable, O.F.M. Cap.

Ezequiel 37:12-14 • Salmo 130:1-8 Romanos 8:8-11 • Juan 11:1-45

Daniel 13:1-9, 15-17, 19-30, 33-62 Salmo 23:1-6 • Juan 8:1-11

Lunes 30 de marzo • Cuaresma, día de semana

Caminemos juntosTampoco yo te condeno. Juan 8:11

CON QUÉ DULZURA y simpleza salen estas palabras de los labios de Jesús. A menudo, nos preparamos para escuchar lo opuesto de parte de Dios. Tal vez, eso es lo que nos impide acercarnos a él en ocasiones. En otras ocasiones, como quienes querían apedrear a la mujer adúltera en el Evangelio de hoy, es posible que espere-mos que juzgue a otros –aquellos a quienes ya hemos juzgado y hemos encontrado indignos– y nos sorpren-demos cuando no lo hace.

El Salmo 23, que cantamos hoy, promete aguas tranquilas, consuelo y guía, una mesa colmada y una copa rebosante incondicionalmente. No porque nunca fallemos, sino porque su amor nunca falla.

Cuando concede misericordia, ¿podemos recibirla? ¿Cuando fluye libremente para todos nosotros? ¿Pode-mos caminar juntos en esas aguas?

Señor misericordioso, abre mi corazón a la bondad y la misericordia que llenan mi vida y permíteme ser mensajero de tu paz.

Mary Marrocco

Martes 31 de marzo • Cuaresma, día de semana

Un plan sencilloEl pueblo fue a ver a Moisés… Números 21:7

EN ESTA LECTURA, no hay una sola palabra de Moi-sés registrada. No hay ningún arrebato emocional ante las desagradecidas quejas del pueblo como podríamos haber visto anteriormente en su vida. Aquí, la situa-ción es simple: el pueblo se quejó. El Señor los castigó. Moisés oró por ellos. El Señor le dijo qué hacer para que el pueblo no muriera. Moisés lo hizo. Cualquiera que mirara a la serpiente de bronce que había colocado en un poste viviría.

Es un sencillo plan estratégico para la misión. El rebaño del Señor siente inquietud y frustración y anhela la inmediata satisfacción y alivio en el desierto de la vida. Los encontramos con amor y oración, y nos con-vertimos en un puente entre ellos y el Señor. Obedientes a los creativos llamamientos de Dios, lo hacemos visible en medio de ellos para que puedan verlo a él y el cuida-do que tiene de ellos. Mientras están cautivados por el Amor que cuelga de un madero, viven.

Es simple, y solo podemos vislumbrar con modesto asombro el amor de Dios por el pueblo que está crean-do.

Sor Kathryn James Hermes, F.S.P.

Números 21:4-9 • Salmo 102:2-3, 16-21 Juan 8:21-30

Oraciones diarias y bendiciones

Oraciones diarias y bendiciones

Oración antes del trabajo

DIOS MÍO, te ofrezco mi trabajo en espíritu de pe-nitencia. Mis obras son la continuación de las tuyas. Divino Corazón de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado de María, te ofrezco mis oraciones, obras y sufrimientos de este día en reparación de todos mis pecados y en unión de todas las misas que se celebren hoy; y las ofrezco por las intenciones del Santo Padre.

Amén.Aceptación de la voluntad de Dios

SEÑOR, YO ACEPTO de tu Mano, con ánimo y gustoso, cualquier género de vida y muerte que quie-ras darme con sus amarguras, penas y dolores; como prueba de mi amor para unirme a tu Redención por mí y mis hermanos, con la esperanza luminosa de la eterna felicidad junto a Ti. Amén.

Oraciones diarias y bendiciones

Oraciones diarias y bendiciones

A Cristo Crucificado

Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús! postrado en tu santísima presencia; te ruego con el mayor fervor impri-mas en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y propósito firmísimo de la enmienda, mientras que con todo el amor, y con toda la compasión de que soy capaz, voy contemplando tus cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de ti el santo profeta David: “Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos.” Amén.

Anima Christi

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, purifícame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. Nunca dejes que me separe de ti. Del enemigo maligno, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame, y manda que vaya a ti, para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén.

Oraciones diarias y bendiciones

Oraciones diarias y bendiciones

Oración de Cuaresma

SEÑOR JESÚS, en tu hora más difícil pediste a tus amigos velar y orar contigo. Danos el valor de per-manecer fieles a ti, rodeados como estamos por las dificultades de nuestra vida. Ayúdanos a aprender de ti lo que significa tomar nuestra cruz cada día y hacer la voluntad del Padre. Al acercarnos a ti con nuestras plegarias y acciones durante la Cuaresma, abre nuestros ojos para apreciar el don de tu gracia santificante en nuestra vida. Te lo pedimos en tu Santísimo Nombre. Amén.

Acto de contrición

DIOS MÍO, con todo mi corazón me arrepiento de todo el mal que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer. Al pecar, te he ofendido a Ti, que eres el supremo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las oca-siones de pecado. Señor, por los méritos de la Pasión de nuestro Salvador Jesucristo, apiádate de mí. Amén.

AgradecimientoCreative Communications for the Parish recibe copias de libros sobre espiritualidad. Estos libros son evaluados por editores que seleccionan citas breves para incluir en La Fe Viva. Agradecemos a los siguientes las breves citas en este ejemplar: Louis J. Cameli, The Devil You Don’t Know, © 2011 Ave Maria Press; Martin H. Padovani, Healing Wounded Relationships, © 2006 Twenty-Third Publications.

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‘Son un signo de la cercanía de Cristo a estos hermanos necesitados de esperanza’

Estimados lectores de La Fe Viva: El Papa Francisco hace poco se dirigió a un grupo de capellanes de prisiones y les pidió que les dijeran a los presos que él reza por ellos. Les recordó que “son un signo de la cercanía de Cristo a estos hermanos necesitados de espe-ranza”. La oración es siempre el mejor lugar para empezar, y los animo a ustedes, tam-bién, a rezar por las mujeres y hombres encarcelados. Al apoyar el trabajo de Living Faith Foundation ustedes también serán “un signo de la cercanía de Cristo” a los que están necesitados de esperanza. La Fe Viva y Living Faith son distribuidos sin costo a los capellanes por vía de la Living Faith Foundation, y son formas sencillas de rezar con la Escritura. Un re-galo de $35 permitirá a 40 reclusos recibir LFV por un año. Cualquier regalo es siempre apreciado y hará mucho bien en las cárceles de todo el país. Gracias por sus ora-ciones y apoyo continuo. Que sean fortalecidos en la fe, la esperanza y el amor.

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