la fábrica verde de Ñú
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LA FÁBRICA VERDE DE ÑÚ
Érase una vez una libélula, más conocida como Ñú, que era muy muy bonita.
Tenía las alas muy brillantes y un cuerpo de un color verde especial. Era tan bonita que
todos los niños se alegraban cuando la veían cerca.
Sin embargo, la ciudad donde Ñú vivía no era tan bonita. En la ciudad había
muchos coches, nadie se preocupaba por usar la bicicleta o el autobús; también había
mucha basura amontonada en las calles, y tampoco había nadie que se preocupara de
ello, todo aquello iba haciendo que la ciudad cada vez se viera más gris. También había
mucha gente que tiraba residuos al río y ya ni siquiera parecía agua lo que por allí
pasaba. Un día, Ñu, muy entristecida decidió abandonar aquel lugar.
Cuando llevaba varios días en la ciudad vecina, vio que allí también ocurría lo
mismo, la ciudad tampoco era nada atractiva y nadie se preocupaba por mantenerla
limpia. Además como nadie la conocía se sentía muy sola y esto le permitió tener
mucho tiempo para pensar. Ñú quería encontrar una solución a todo aquello, y así fue.
Ñú creó una fábrica de color verde, por dentro era muy grande y además era
muy bonita, la había decorado con la basura que mucha gente dejaba en las calles de
la ciudad. Le había parecido una buena idea alargar la vida de aquellos deshechos para
hacer algo útil y bonito, a esto decidió llamarle Reutilización.
Además consiguió una máquina que conseguía triturar algunos materiales
como el plástico, el vidrio o el papel para fabricar otros objetos, ¿sabéis cómo le llamó
a esto? Reciclaje.
Pero aún faltaba algo más, porque cuando Ñú iba a pasear a la ciudad y veía
que tanta gente usaba el coche para moverse pensó: ¿por qué no usan el autobús o la
bicicleta y así ahorran energía y emiten menos gases?. Como pensó que a nadie se le
había ocurrido invitó a todos los niños y a sus papás y mamás a su fábrica verde.
Cuando los ciudadanos visitaban la fábrica verde de Ñú se quedaban
maravillados, les pareció una idea genial reutilizar productos, además, la ciudad se
llenó de contenedores verdes, amarillos, azules y grises y nunca más volvió a verse
basura en la ciudad, nunca más se tiró basura al río, y por supuesto, cuando les explicó
todas las ventajas que tenía Reducir…¡Los vecinos no dudaron en hacerlo!
A partir de entonces la ciudad fue cambiando…hasta que se convirtió en una
ciudad tan tan bonita como nuestra querida Ñú.