la escritura como despo¡o · el libro penmane ce, mienrras el lector sigue su camino en ......
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U NIVERSIDAD DE MÉxICO
La escritura como despo¡oyfragmento
ÁlVARO RUIZ ASREU
Nivimos en una época de cosas incon~
c11&lS, en un tiempo de fragmentos? Elescritor atiende al llamado de los bocetos,retazos. comentarios al margen, e1emen~tosdeunaobraquenoescribirájamás. Noha llegado aún el libro, la rotalidad escrita.En tanto se nos aparece, tilo que construi~
mos son apenas fragmentos: guiñapos a laesperadel texro único ydefinitivo". ConsrnJir fragmentos. y la novela moderna seasienta en esta premisa, es al mismo tiempoconstruir la verdadera imagen e1el hombreque es también despojo, un desposeído.La cita de Ossip Mandelstham es inconfundible:
Destruid los manuscritos. pero conser·
vad lo que habéis escrito al margen por
aburrimiento. ineptitud y cumo en sue·
ños. Esas creaciones secundarias e in·
voluntarias de nuestra fanlasía no se
perderán en el mundo, se instalarán de
inmediato tras los pupitres en sombras
como terceros violinesdeópcraen el tea·
tro Mariinsky.
La cada vez más preocupante pro·
ducción masiva de libros, textos literariosde muchas clases, tiende avolverse W1 cen·!lO de discusión critica. El libro penmanece, mienrras el lector sigue su camino enIasociedad posindusttial de su tiempo. Miraese producto salido de las máquinas modernas de impresión yya no le causa mayorplacerni entusiasmo. El libro, según Chartier, ha dejado de ser fuente de conoci·miento, ya no es más un valor, el guía, elmaestro de lasociedad, esta función laganóhace mucho la televisión. En su lugar seencuentra la pantalla frente a la cual ellector ya "no lee" hablando en sentido lite·ral un libro con su pasta dura, s·u encuader·nación, sus ilustraciones, sus capirulares,
sino un texto que puede armar, anotar, sub-rayar, es decir, un texto para ser cambiado,
rransformado.Cómo crear de nuevo una cultura en
la que el libro vuelva a ser un objeto atadoa la permanencia, la escritura como "unmovimiento perpetuo" de ida y vuelta.Recordando que el trayecto de la escritura es amplio, inacabado, que su registro noincluye solamente a las celebridades ysusobras11tenninadas",aunqueesobvioqueesta
idea es una quimera, sino a 105 escritoresde las márgenes, a la escritura fragmentada que se traza en diarios, autobiografías,textos sin género lloficial", apuntes, cartas,
memorias. Es una escritura de variadostonos e invocaciones no del paraíso sinodel destierro que va de Efrén Rebolledo aMacedonio Fernández, Lezama Lima,JulioTorri, desde Borges y Bioy Casates a Julio Ramón Ribeyro, Augusto Monterroso.Sustentada en una murralla de la vida cotidiana, esta literatura parece construirsede retazos de un mundo hecho también deretazos, yque busca la biblioteca ideal, una
reinvenci6n del texto.
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El objetivo de este razonamiento es revi·sar la escrituraque se sale del canon, yqueparece afuera del escritor, la que no abedeGe a usu proyecto", sino la que se le esca·
pa. El contenido de las Prosas apátridas(1975) de Ribeyro setía el ejemplo típicode una literatura que quiere negar el estatuto del género, ybusca su propiadefinición en el trayecto. En esta situación límite, sin defmición precisa se encuentrael diario, la autobiografía, el ensayo y lacrónica, parecen subgéneros en movimien·to que acatan no la voluntad del autorsino el destino de su propia sintaxis: el desituarse entre la orilla de la escritura y el
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margen de libertad que le otorga su desobediencia canónica.
Pero ¡quién lee esta escritura al margen? Más aún ¡cuál es su función en nuestra cultura literaria? En primet lugar hayque establecer la impottancia de esa literatura como un tejido minucioso mediante el cual se trata de restaurar aquelloshoyos dejados por una prosa que no creaen apariencia una unidad, sino atiende elllamadode lodisperso. Sudestinoes el lectot informal, sin ataduras, dispuesto a laaventura de construcCión de una historiao una vida, una idea o un lugar, que debeteconstruirse mediante la imaginación, elarrebato simple ysincero, la pasión entrevista pot el mensaje de una escritura quese niega a ofrecer un mensaje.
Estudiar la literatura al margen no esUna modalidad ni siquiera algo frecuenteen nuestro tiempo, pero los defensores delgénero hlbrido iniciaron hace tiempo unregreso a la propuesta de revaloración dela esctitura no celebratoria sino discreta,tampoco la escritura de la vanidad sino ladel desasosiego. Retomar esa escritura hasidoelpr0p60itode lacríticaespañola Esperanza López Patadaen su libro Una miradaal sesgo, un ensayo que rema a favor de esta
idea: el mundoes laswnade lo disperso, unadistracción, y la escritura como un iry venirde moscas, bailando en tomo de los lectores. Loquesomoses Iasumade loo "hechos"simplesde un díadesemana, pedir un café,cortarte las uñas, peinarte o mirarte loszapatos, lo que llentorpece la vida" yal mis-mo tiempo la constituye. Cortázarensu ¡)¡.tirrw round practica una inversión llde todolo circundante". Las lllOSCa' son el resumende todo lo simple, "contra los prepotentesque creen tluminarlo todo, expresarlo roda,contra una literatura elevada a soberbia eimprobable cifra de lo real".
Basadaen una ideade laescrituta comodiscontinuidad, un proceso de la desposesión, López Parada intenta restaurar losretazos de una prosa breve que es menosambiciosa y que se ahoga en la gargantadel rey: una escritura que se sabe oadmitesu impotencia, reconoce sus limitaciones.El punto de partida es que no hay literaturas totales, síntesis y anuncio de lo quevendrá, sino apuntes, historias no acaba·das, narraciones que se truncan en el siglo
Soúl. Kaminer
que se afanó en ¡¡producir ruinas, algo asícomo restos prefubricados". Creoque el intento de esta excelente crítica es quitarlepeso, celebtidad, a los escritores, inducirlos
al trampolfnde la escritura en proceso, mutante, de la que se apropian para llegar a un
lugarque es también cambiante, relativo.
III
Nada mejot que el diario para ver esa literatura·interior que cada uno lleva en símismo, la tendencia a la confesión de suspropios hábitos dentro de su cuadernoprivado. El Relato de mi vida de Thomas
Mann hace pensar en los artificios conque el escritor puede todearse una vez quesiente lanecesidad de narrar no los hechossinosupropia experienciaacumulada.También la miscelánea narrativa, de géneros ygustos, que intenta Sergio Pitol en El arte
de la fuga es una muestra palpable de queel diario se resiste a aceptar la vida del diarista sin más, sin involucrar la escritura que
lee y la que escribe su propia mano para
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
Soül Kominer
revelar al otro. YJulio Ramón Ribeyro hizodel diario su proyecto literario, su confe~
sión sobre penurias, sinsabores, empresasamorosas incumplidas, madrugadas de ta~
baca y alcohol dominadas por la indigencia, lafaltadecasi todo. Hayportanto"unaquerella entre vida y escritura"; el diarioda cuenta de ella yes su motivo, en sus pá~
ginas hay una guerra entre la pluma y laespada. El diario echa mano de ambos.
Literatura autobiográfica, la del diarioestá hecha de vida y "de postergar la vidaen nombre de su escrirura", pero tambiénes un sacrificio en nombre de otra vida, laque otorga el relato de la cotidianidad.Puede verse como la búsqueda del fracaso,la antesala del fin que en el caso de Ribeyroestuvo anunciando en su batalla cotidianaentre subsistencia yliteratura. Sobre los absolutos, la frase quecertifica el mundo comosi se tratara de un laboratorio, la senten~
cia segura de un autory una obra olvidandoque su herramienta es el lenguaje: insti~
tución de soledades que refleja los despojosdel mundo, lengua literaria que no reconoce la última palabra sino sólo la primera.
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CCl1ltr:l esta tendenda de lacrftieaso- .berhi¡l, qu~ stlhlimiza lo que toca, se erigeel ~n:-'Ílbis crctltivo, de enorme disciplinay transparencia, de l...6pez Parada. Su inten~
ción no es la Obra sino una labor de rescate de los elementos que la despojan valmismo tiempo la hacen posible. Detienela mimda en los géneros que ahora se llaman hibridos pero que suelen ser el diario,la memoria, el apunte de laobra,lasanota~
ciones, el texto que se niega a ser. El Diariode Enrst ]ünger, compuesto por seis volú~
menes "de apretada grafía" I es unaescritu~ra bajo presión: el ascensodel nazismo ylaproximidad de la guerra. Es una lInueva ycopemicana literatura" de la profundi~
dad, "de la observación más minuciosa, de
la conciencia, pero también de la era deldoloryde la muerte". Es el diario como indicio de que estamos en pleno descenso.
IV
Nueva lectura de la producción literariade América Latina, apuesta a favor de 106
textos rpenos frecuentados por la crítica,el ensayo de López Parada establece undiálogo entre la obra y su tiempo. Es unllamado a revisar la visión académica dela literaturacomo totalidad, como la esferaque cuando se cierra deja afuera a todo lodemás. El trabajo crítico camina en otrosentido: el de las zonas menos hahiradasde dogmas yde criterios unifonncs; se atre#ve entonces a frecuentar lo que se en~
cuentI'a fuera del círculo, en los márgenesde la esfera enfrentándose a una escrituradel despojo yde! vado, del fragmento yloperecedero. Cómo va a perdurar una es·airura de espejos rotos en una sociedadcuya nomenclatura es lo disperso, la mul#tiplicación de sus expresiones yde sus obsesiones. Hay una crítica que no atiendeel Uamado del mundo contemporáneo,que no abre los ojos sino que parece dor#mida. y hayottaque ha concebidoa la obracomo un comienzo, siempre como el indi.cio de algo mayor, hecha de tropiezos ydeanotaciones, y nade una mcalidad. El crf~
tico y la crítica van atener qut' ahandonarsuspretensiones, cerrarel cubículo, salir a lacalle, empezare!caminade regreso en la deconstrucci6n de SlLS hábitos para construirun nuevo discurso, rato, Fragmentado.
La lengua no sólo es la composiciónperfecta del palindzoma -luz azul; amor,roma- que traza un "orden iluminado",sino de la frase miserable, común como lade la mosca, ser invenebrado. "Frases perseguidoras de que están llenos nuestroslibros", que representan la escritura de Mon·terroso. Frases "terrenas que para atrás nosignifican nunca lo mismo, que inclusopara ningún lado significan nada".
Desde la crítica erudita, imaginativade Pedro Henrrquez Ureña que arraigó enpor lo menos dos generaciones de escritores de México, Argentina yotros paises, nohemos visto que esadisciplinaoherramien#ta vuelva a su ruta original. Es preciso re#gresar al punto de panida: revalorar la literatura no consagrada, restablecer susvínculos con los clásicos, analizando elpaso de la escritura anotada de muchosautores. A Rulfo llega ttavés de Los cuade-rnos deJuan Rulfo, no la obra que se suponeterminada, como es Pedro Páramo. El proceso de lectura sufre una inversión: ya noes partir de un universo total, sino de los
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apuntes, la hoja suelta, que reconstruye elperfil fragmentario del autor, ladimensión
inacabada de la obra.Libros como el de Esperanza López
Parada, Una mirada al sesgo, conjunto deensayos sobre la literatura entendidacomo laberinto, como pluralidad vocesinacabadas, es también una visión de mundo en la que el hombre aparece fuera delParaíso, en lucha cotidiana ante la realidad fragmentada, huidiza, de la que forma parte. ICEn los márgenes entonces delas estructuras literarias consagradas, elrelato limítrofe, híbrido realiza la inversión y revisión de lo habitual. Proponeuna escritura abierta y exterior, ubicua ymóvil, capaz de recoger y emplear todoslos códigos, modificar las jerarquías, ca~paz de exigir una nueva definición del
Saúl Karniner
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hecho anístico, de loo~(etial~ yprqhi:bidones de la creación". 1'"
Tratado de una clase de expresión literaria, reflexión que busca alumbrar laparte oscura de la escritura hecha de tro
piezos, equívocos, textos inacabados oque el autor abortó, Una miradaal sesgo esalgo más que un ensayo sobre la escriturade las orillas, Es una mirada a 4"\I" orillaen la que pasa la vida ensu ineeDsárite fragilidad. Pero principalmente~ un tta!ia:"jode granconcenttación, en e! que inddela prosa directa y poética de la autora consu imaginación puesta al ~rvicio de unaidea libre de la esctitura yStlS disrintlis for.mas de expresión. •
Esperanza ,us;;., Parada; Una mirada alsesgo. Lireralum hisp¡¡noamm:ana d<sde ¡""mlfr.
genes, 1beroameri""l" Madrid, 199.9, '.>1
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