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La Escala Evolutiva
La Escala Evolutiva o Ciclo de Manifestaciones Cósmicas es la
expresión mediante la cual la Esencia va adquiriendo diferentes
substancias a fin de reconocer el Universo que ella misma ha creado.
Como toda energía, aquella que llamamos Dios también tiene dos
polaridades:
• La positiva o Pensamiento Eterno de Creación.
• La negativa o Creación Manifestada.
Como resultado de la interacción de ambas polaridades surge un
"hijo" al que podemos llamar Universo.
Este "hijo" contiene en sí mismo la esencia y la sustancia de su
padre/madre y, por consiguiente, cada parte de su cuerpo también la
contiene. En el ADN de sus células está todo lo manifestado, sea esto
visible o invisible y el ser humano es una parte importante de este
organismo vivo.
¿CÓMO SE ESTRUCTURA EL UNIVERSO MANIFESTADO?
El Cosmos, Dios, el Todo o la energía creadora se manifiesta en
nuestro Universo a través de siete grandes planos o dimensiones que
se organizan según su nivel vibratorio dentro de la Escala Evolutiva.
Estos planos a su vez pueden ser subdivididos en otras siete partes o
etapas que corresponden a los pasos intermedios en el proceso de
manifestación y que abarcan desde el principio de cada dimensión
hasta el límite con la siguiente. La evolución de cada una de ellas estará
determinada en la medida que su estructura o comportamiento se
acerca al inmediato superior.
Para identificar cada estadio dentro de la Escala Evolutiva podemos
imaginar una escalera formada por siete grandes peldaños, cada uno de
los cuales formará una dimensión o plano de manifestación.
Asignaremos a cada plano un número del 1 al 7 según su posición con
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respecto al origen. Asignaremos también números del 1 al 7 a los
subplanos, de tal manera que podemos representar cada momento
evolutivo con dos números, el primero de los cuales representará la
dimensión y el segundo la etapa dentro de ella. Ej. 2.7 (2a. dimensión,
7a etapa).
Es importante observar que cada dimensión sirve de base o
asentamiento a las dimensiones sucesivas y que su evolución está en
función de la utilidad que supone para los planos superiores.
LA ESCALA EVOLUTIVA
Iniciando el recorrido desde el plano energético más alejado de la
Fuente nos encontramos con la:
• Primera dimensión
Corresponde al reino mineral. Está compuesta por los elementos de la
naturaleza conocidos como masas inertes porque carecen de vida
orgánica. En esta dimensión la energía manifiesta un grado muy bajo de
vibración.
Su evolución viene determinada por la absorción de energía que les
hará transformarse en otros más sutiles a medida que van perdiendo
densidad. Los minerales más densos corresponderían a la dimensión 1,
etapa 1, (1.1), mientras que los líquidos estarían situados en los
subplanos intermedios y los gases nobles se situarían al final (1.7).
Estos gases forman ya parte de la composición química de las plantas
que pertenecen a la siguiente dimensión y son, además, esenciales para
la vida en todas sus manifestaciones.
• Segunda dimensión
En esta dimensión surge la vida orgánica, es el reino vegetal.
En la Tierra, después de millones de años se formó una atmósfera
rica en carbono e hidrógeno, verdaderos elementos básicos para la
vida. Esta atmósfera, surcada por rayos eléctricos y radiaciones
ultravioletas procedentes del Sol dio lugar a los aminoácidos, que
actuaron como caldo de cultivo. Debido al calentamiento del planeta se
evaporó el agua de los lagos y algunos aminoácidos se fueron agrupando
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dando origen a las primeras células. Estas células eran vegetales y en
potencia tenían la posibilidad de convertirse en células animales.
La primera etapa de esta segunda dimensión comienza con las plantas
menos evolucionadas como, por ejemplo, ciertos líquenes y algas
microscópicas que son las responsables desde hace millones de años de
la producción de oxígeno en nuestro planeta; estarían clasificadas como
2.1.
Los siguientes subplanos estarían formados por vegetales cada vez
más complejos y útiles para las dimensiones superiores. Así nos
encontramos con algunos fundamentales para la alimentación y la salud
de animales y personas como los cereales y las plantas medicinales. En
la última etapa (2.7), encontramos vegetales que casi se pueden
confundir con animales primarios unicelulares.
Aunque en la dimensión vegetal no existe el cerebro, las plantas
tienen órganos de captación muy sutiles que les hacen reaccionar ante
las influencias del entorno, no sólo ante fenómenos atmosféricos o
temperaturas ambientales, sino que son capaces de captar la tensión,
el miedo, el amor, las vibraciones musicales o los ruidos desagradables
mostrando su agrado en forma de lozanía o su rechazo en forma de
decaimiento. Incluso se han registrado sus reacciones mediante la
aplicación de polígrafos en distintos experimentos de laboratorio.
•Tercera dimensión.
Corresponde al mundo animal. El paso de vegetal a animal se produce
en el momento en que ciertas especies vegetales marinas, como el
plancton, liberan colonias de células con capacidad de funcionamiento
independiente. En algunos casos la vida animal primaria o protozoos se
produce mediante la unión de células vegetales simples, como las de un
hongo llamado mixomiceto. Esta unión desarrollada da lugar a las
amebas.
Los seres unicelulares formarían el primer peldaño de la dimensión
animal (3. 1) y después vendrían los insectos y los invertebrados (3.2).
A partir del subplano 3.3, donde se ubican los reptiles, los peces y las
aves, tiene lugar un hecho trascendente, la aparición de un elemento
esencial en la evolución: el cerebro.
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A continuación vendrían los mamíferos y en el último peldaño de esta
dimensión (3.7), estarían los primates, los delfines y ballenas. Es decir,
animales que por su desarrollo cerebral y sus facultades intelectuales
son los antecesores del ser humano. No obstante la "naturaleza"
seleccionaría a una determinada raza de primates para el desarrollo de
la vida humana, debido a su mejor adaptación al medio.
• Cuarta dimensión.
El cuarto gran peldaño de la Escala Evolutiva está ocupado por el ser
humano.
Al iniciar la primera etapa, el hombre dispone de cuatro "cuerpos"
fundamentales que mantiene a lo largo de los siete peldaños de esta
dimensión, aunque durante el recorrido sufre algunas
transformaciones.
Estos cuatro cuerpos son:
•El "Yo interno" o cuerpo espiritual, que es el auténtico
hombre/mujer al que nos referimos cuando decimos "yo soy" y otros
tres envoltorios que le sirven de soporte:
•Un cuerpo mental.
•Un cuerpo energético o astral.
•Un cuerpo material, soporte físico de todos los anteriores.
El hombre/mujer, en su evolución o ascenso por la Escala Evolutiva, va
conociendo y dominando tanto la materia que le rodea como la que le
sirve de soporte, su propio cuerpo físico. Y al hacerlo va dependiendo
menos de ella y, por el contrario, va manejando mejor sus otros
cuerpos sutiles (energético y mental). Dicho de otro modo, el hombre
evoluciona a medida que pierde densidad, y pierde densidad
aumentando la tasa vibratoria de su ser integral o ser formado por la
unión de todos sus cuerpos.
En el primer subplano, 4.1, encontramos seres conocidos por la
antropología como pitecántropos y austrolopitecus en los cuales, su
incipiente evolución se centra en reconocer el entorno que les rodea y
del cual dependen en gran medida. Su evolución es prácticamente
inconsciente.
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En el 4.2 estarían los hombres de Neanderthal u Homo-sapiens.
Siguen adaptándose al entorno pero tienen ya una incipiente
inteligencia que les permite fabricar algunos utensilios para controlar
su entorno y protegerse. Siguen conectados con la Fuente (ver pag.
VIII. Sexta Dimensión).
En el subplano 4.3 estaría el hombre de Cro-magnon u homo sapiens-
sapiens, que es el antecesor directo del hombre actual. En este estadio
evolutivo nos encontramos todos los seres humanos que habitamos la
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superficie de la Tierra. Con un espíritu individualizado, nos
diferenciamos básicamente de la anterior etapa por la aparición de un
elemento nuevo e importante a resaltar: la consciencia, la capacidad de
darnos cuenta de las cosas y de aumentar además progresivamente ese
grado de consciencia a través del mecanismo de la reencarnación. Es
entonces cuando el hombre 4.3 se siente el rey de las creaciones
físicas que ve, la manifestación más evolucionada de cuanto le rodea
físicamente. Y al descubrir su dimensión espiritual comienza a utilizar
de forma consciente el libre albedrío y a ser responsable de sus actos.
A partir de esa etapa la evolución se manifiesta con unos parámetros
distintos. Ya no es un desarrollo cerebral lo que se persigue, ni de
otras partes del organismo, la tarea cósmica de los 4.3 es regular y
propiciar el desarrollo evolutivo de las dimensiones anteriores: mineral,
vegetal y animal, sin las que no podría sobrevivir pues le sirven de base
y sustento. Igualmente tiene la responsabilidad cada vez más
consciente a medida que va evolucionando en su escala 4.3 de construir
sociedades armónicas.
Cuando el hombre aprende a vivir en armonía con lo y los que le
rodean, evoluciona hacia el escalón 4.4. A partir de ese momento
adquiere plena conciencia de su función: investigar y profundizar en el
conocimiento del mundo físico y material para aprender a dominarlo.
Es en esta etapa cuando se completa el desarrollo del soporte físico.
El cerebro de un 4.4 tiene ya una capacidad suficiente para incorporar
otras funciones, las mismas que en el subplano anterior se
consideraban como capacidades paranormales, como la telepatía, la
precognición, la clarividencia o la clariaudiencia.
Desde este punto la evolución va estrechamente ligada al desarrollo
intelectual armónico, es decir, al equilibrio entre las funciones de sus
dos hemisferios cerebrales. De hecho, si en la etapa anterior el
hombre 4.3 utiliza aproximadamente un 10% de su capacidad
intelectual, ahora este porcentaje aumenta hasta el 25 o 30 por
ciento.
Este aumento de su capacidad cerebral se aplica en la creación de
sociedades armónicas basadas tanto en la correcta interrelación
personal con sus semejantes y con la ecología del planeta, como en el
conocimiento exhaustivo del mundo material.
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En este estado evolutivo el ser humano siente la necesidad de ser
consciente del Universo que le rodea, de las manifestaciones
energéticas, de sus procesos mentales y su esencia espiritual.
No existen para ellos diferencias entre materia y espíritu pues
incorporan que ambos son parte de una misma cosa. Por tanto su
búsqueda incesante de la trascendencia comienza por el
descubrimiento de la manifestación más densa del Creador, el mundo
material.
Los mitos y leyendas tan utilizados por el hombre de la Tierra para
explicar lo que con su desarrollo intelectual no entiende, no tienen
cabida en estas sociedades evolucionadas. Por el contrario, aquello que
escapa a su comprensión es objeto de estudio, análisis e investigación,
lo que les permite desarrollar hipótesis de trabajo razonables que no
les hacen caer en comportamientos irracionales o "mágicos". Su
religión es pensar, reflexionar, analizar, pero no sólo con el consciente,
también incorporan otras áreas cerebrales, ésas que en la etapa
anterior eran grandes desconocidas, como el subconsciente o el
inconsciente.
De esta manera el pensar se convierte en un concepto casi espiritual,
pues ellos tienen el convencimiento de que a Dios no se llega por la fe,
sino por el conocimiento de sus manifestaciones.
Sus civilizaciones se esfuerzan en la creación de sociedades
armónicas y por eso desarrollan mecanismos sociales para erradicar las
causas de las desarmonías y la desigualdad. En este sentido no dan
cabida a instituciones políticas, económicas, religiosas o militares que
no hacen sino coartar la libertad de los seres humanos y suponen un
handicap para su evolución.
Los hombres 4.4 son fuente de inspiración de elevadas mentes 4.3,
principalmente en las áreas de las ciencias y las artes. De hecho la
"musa" no es más que el acceso de forma consciente, ya sea mediante
viaje astral o sueño recordado, a un mundo más evolucionado.
Los hombres de la etapa 4.5 ya han adquirido un conocimiento
bastante notable del mundo material y del mundo de las energías. Su
tarea como humanidad es aplicar ese conocimiento dentro de la ética y
la moral. Aportan a los hombres de etapas inferiores el conocimiento
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de las leyes que rigen la naturaleza, la relación del hombre con el
Cosmos y las claves para alcanzar el siguiente paso evolutivo.
Ellos aportaron en su día la información necesaria para hacer
entender su propia divinidad a los hombres 4.3, lo que se tradujo,
lamentablemente, en la creación de escuelas herméticas y religiones
institucionalizadas.
Son estos seres humanos los que en momentos cruciales de la
evolución de una humanidad 4.3 se comunican mediante envíos
telepáticos para colaborar en la ampliación de consciencia. Son
considerados por distintas filosofías como Hermanos Mayores.
Los 4.6 son los maestros espirituales de los 4.4. Son hombres que
continúan desarrollando sus capacidades físicas, energéticas y
mentales para ir acercándolas en vibración a su esencia espiritual.
Los hombres 4.7. han alcanzado ya tal desarrollo de su consciencia
cósmica y tal dominio de la materia que podríamos decir que han
aprendido y asumido todo lo concerniente al universo manifestado.
Están ya preparados para pasar a la siguiente dimensión, el 5º gran
peldaño de la manifestación del Cosmos: el plano energético. A partir
de ese momento se liberan de lo que las tradiciones orientales conocen
como "rueda de las reencarnaciones".
Ya no se necesita cuerpo físico, pues la diferencia vibratoria
existente entre éste y los cuerpos más sutiles (astral, mental y
espiritual) es prácticamente nula, es decir, el físico es tan liviano que
prácticamente es invisible, la materia que lo componía ha llegado a tal
punto de sutilidad que comienza a integrarse en la energía astral.
Entre otras muchas funciones los hombres 4.4, 4.5, 4.6 y 4.7,
habiendo asimilado su papel como seres humanos en evolución, se
ocupan de enseñar a sus semejantes menos evolucionados -de otros
lugares del Universo- aportándoles referencias que favorezcan su
ampliación de consciencia.
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• Quinta dimensión.
Corresponde a la dimensión energética. En esta etapa evolutiva se
encuentran aquellos seres que provienen del mundo material pero que
ya carecen de cuerpo físico. Habitan en soles.
En sus primeras etapas 5.1, 5.2, 5.3 y 5.4 su función consiste en
aportar energía a los sistemas planetarios en los que habitan, sobre
todo a ciertos elementos vitales para las dimensiones anteriores a la
suya, como el aire o el agua.
En los últimos subplanos 5.5, 5.6 y 5.7, a medida que ascienden en la
escala evolutiva van emitiendo diferentes tipos de radiaciones, entre
ellas la energía vital que unida a algunos gases nobles forman la energía
astral.
Son conocidos como Logos Planetarios. Los seres de 5ª dimensión son
identificados por las distintas tradiciones como seres angélicos y las
siete etapas de esta dimensión corresponden a las distintas
denominaciones que la mayoría de las religiones nos han legado y que la
iglesia católica en particular nos ha dado a conocer como: Ángeles,
Arcángeles, Potestades, Tronos, Querubines, Serafines y
Dominaciones.
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· Sexta dimensión.
Es la dimensión mental. En esta etapa evolutiva es donde se
encuentran los arquitectos del Cosmos. Los seres que estructuran
hasta el mínimo detalle todas las manifestaciones físicas, astrales y
mentales de esa energía que llamamos Dios. En las primeras etapas 6.1,
6.2, 6.3 y 6.4 cumplen la misión de regular mentalmente el desarrollo
evolutivo del programa cósmico correspondiente a las dimensiones
anteriores a ellos (fundamentalmente las correspondientes a las
dimensiones carentes de cerebro o con cerebro pero sin conciencia;
desde 1.1 a 4.2 inclusive).
Las etapas superiores 6.5, 6.6 y 6.7 estarían ubicadas en el núcleo
central de un sistema de soles o en las galaxias (en nuestro entorno
galáctico, en la estrella Alción o Alcione perteneciente a la
constelación de las Pléyades) . Estos seres llegan a tener a su cargo en
sus etapas más evolucionadas galaxias enteras a las que estructuran en
todos sus aspectos. Son conocidos como Logos Solares, pues de ellos
dependen todos los soles integrados en la galaxia. Así, la manifestación
de la vida, su maravillosa perfección, su interrelación ecológica hasta la
aparición del ser humano dotado de libre albedrío, queda bajo su
responsabilidad.
A medida que evolucionan van asumiendo tareas más complejas,
semejantes a las de un arquitecto de la Tierra que afronta obras de
mayor envergadura y complejidad, a medida que va avanzando en su
profesión. Carecen de cuerpo astral excepto en las capas que
proporcionan energía a su personalidad, la cual tiene aún dos aspectos,
externo e interno, aunque la diferencia entre ambas es prácticamente
nula. Al integrarse en la séptima dimensión la personalidad es única: el
espíritu.
· Séptima dimensión.
A este plano evolutivo pertenecen los Logos Galácticos o Divinidades.
Estos seres han integrado en sí mismos toda la Creación Manifestada.
Son los responsables espirituales de grupos de galaxias. Entre ellos
está el Espíritu Crístico, que tanta influencia ha tenido sobre el
planeta Tierra en los cuatro mil últimos años, al haberse incorporado
en hombres de elevada evolución como Jesús, Buda, Krishna,
Zoroastro... respondiendo así a la conocida frase: "el Verbo se hizo
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carne", es decir, el Logos (palabra, verbo) se encarnó en esos conocidos
avatares terrestres.
Estos seres, por ser la manifestación más elevada de Dios son
conocidos como Hijos suyos aunque, evidentemente, todo ser en la
medida de su evolución y especialmente los dotados de conciencia o
espíritu es, de igual manera, hijo de Dios.
Con ser la última etapa de evolución estos seres no son aún Dios,
puesto que son una manifestación suya. Por tanto, se podría establecer
la hipótesis de que Dios es la manifestación de todo lo creado,
visible e invisible y que todo lo creado conformaría una Octava
Dimensión que contendría a todas las demás. Ese es el destino de todos
los seres humanos: la integración consciente en la octava dimensión,
regresar al origen del que partieron pero una vez incorporada en su
viaje la consciencia cósmica con el objeto de volver a ser creadores.
Evidentemente para llegar a ese estado han de pasar millones de años
de aprendizaje. Miles y miles de vidas físicas. Miles y miles de
experiencias como seres energéticos, mentales y espirituales. Ese es el
fin del hombre y así está impreso en cada una de sus células, en cada
uno de sus corpúsculos energéticos, en cada una de las sutiles
vibraciones de su mente y su espíritu.
El cuerpo energético
El cuerpo energético, también llamado astral, es un fluido
bioenergético. Está compuesto por 7 bandas de energía electro
magnética que lo rodean y que, además, interpenetran todas sus células
y le proporcionan la energía necesaria para la manifestación de la vida.
Son bandas o capas de color que vibran en distintas frecuencias y que
regulan diferentes funciones del cuerpo físico.
COMPOSICIÓN DEL CUERPO ENERGÉTICO
El cuerpo energético o astral está formado por varios componentes:
• La energía vital -de alta vibración- que proviene del Sol.
• La unión de cuatro gases nobles: criptón, xenón, argón y helio.
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El resultado es una energía portadora de vida biológica, capaz de
comunicarse con ambos mundos, el energético y el material con toda
facilidad.
ESTRUCTURA Y FUNCIONES DEL CUERPO ENERGÉTICO
El cuerpo energético se conecta con el físico a través unos vórtices
energéticos llamados chacras (*). Los siete principales se distribuyen a
lo largo de la columna vertebral y se podría decir que son los botones
que unen la prenda con sus ojales, que son las capas. El principal es el
que está situado en el plexo solar, bajo el esternón. Su función es
captar y distribuir energía vital a los otros seis chacras primarios que
están conectados a su vez a seis glándulas principales, encargadas de
verter al torrente sanguíneo complejos compuestos químicos, como las
hormonas, para autorregular el cuerpo y para producir reacciones
tanto físicas como emocionales.
Muy próxima a la piel se puede apreciar una línea azul violáceo que no
pertenece propiamente al cuerpo energético sino que es producto del
calor desprendido por el cuerpo en sus procesos de combustión.
Las cuatro primeras capas están relacionadas con la vitalidad del
cuerpo físico y se las suele identificar como "doble etérico" pues
conforman realmente un doble exacto del físico con el que tienen una
gran afinidad vibratoria.
(*) Chacra: Palabra de origen sánscrito que significa rueda. Existen 7 chacras principales distribuidos a lo largo de la columna vertebral y 21 secundarios, además de un número considerable de chacras menores repartidos por todo el organismo. Su función es la de distribuir energía etérica, para ello utilizan una compleja red de canales que recorren el cuerpo. son conocidos por la medicina china como meridianos y nadis.
• 1ª.- Capa. Color amarillo.
Es la más densa. Proporciona energía a los tejidos, huesos, músculos y
piel. Sirve de protección ante la agresión externa adecuándose al
medio exterior. La conexión con el físico se ubica en la nuca y su
glándula correspondiente es la tiroides. Es fácilmente visible, sobre
todo alrededor de la cabeza por la gran cantidad de energía que aporta
al cerebro, máximo consumidor y transformador de la energía vital.
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• 2ª-. Capa. Color rojo-anaranjado.
Regula energéticamente el corazón, el aparato circulatorio, el sistema
linfático y la producción de anticuerpos. Se conecta en el comienzo
superior del esternón y la glándula correspondiente es la timo.
• 3ª.- Capa. Color azul.
Proporciona energía a todos los órganos del aparato respiratorio y la
aportación de oxígeno a la sangre. Se conecta en la garganta y las
glándulas correspondientes son las suprarrenales.
• 4ª.- Capa. Color verde.
Regula el sistema nervioso y controla el funcionamiento coherente de
todas las funciones anteriores. Se conecta en el pubis y las glándulas
correspondientes son las gónadas.
• 5ª.- Capa. Color rojo claro.
Tiende al rosa (por la influencia y proximidad de la capa 7ª. que es de
color blanco). Le proporciona al cerebro la energía necesaria para
realizar procesos mentales ya sean conscientes, inconscientes o
subconscientes. Permite la entrada de energía mental a todos los
órganos del sistema encefálico. Aporta el tipo de energía específica
para que se produzcan todas las funciones físicas del modo más
racional posible. Se conecta en el entrecejo y se corresponde con la
glándula pituitaria (hipófisis).
• 6ª.- Capa. Color variable.
Su color varía en función de las tendencias de la persona y
corresponde a la personalidad externa del individuo. Está
estrechamente relacionada con la capa 5ª, sobre todo por el
consciente, donde radica el LIBRE ALBEDRÍO, mecanismo sutil que
permite la toma de decisiones y de ese modo marcar la tendencia
espiritual. A medida que el individuo va evolucionando el color de esta
capa se va aclarando. Se conecta en el centro de la frente y la glándula
correspondiente es la pineal (epífisis).
• 7ª•- Capa. Color blanco.
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Es la de mayor vibración y sirve de referencia a todas las demás al
conectarnos con nuestra parte espiritual. Regula la conexión de todo el
SER INTEGRAL con la FUENTE o YO INTERNO. Está íntimamente
relacionada con la CONCIENCIA o portavoz del ESPÍRITU. Se conecta
en el plexo solar y no tiene correspondencia glandular.
Algunas funciones complejas están reguladas por varias capas del
cuerpo energético, tal es el caso de la digestión, en la que intervienen:
la 1 a capa como receptáculo del proceso (estómago e intestino), la 2ª
para la distribución del alimento a todo el cuerpo por medio de la
circulación sanguínea, la 3ª proveyendo de la energía derivada de la
respiración, la 4ª, transmitiendo las órdenes de funcionamiento a
través del sistema nervioso, la 5ª, dando las instrucciones generadas
por el inconsciente que tiene a su cargo los procesos biológicos del
organismo y finalmente la 6ª por las decisiones de la persona en cuanto
a qué, cómo y cuando tomar el alimento.
En la reproducción intervendría además la capa 7ª, ya que para la
génesis de un nuevo ser humano intervienen la totalidad de los astrales
de la pareja, dada la importancia del momento como creación de vida.
PLANOS ENERGÉTICOS
Se podría decir que las capas del cuerpo astral se especializan, según
su tasa vibratoria, para proporcionar energía al ser integral en sus
cuatro planos de manifestación:
• Las capas 1ª, 2ª, 3ª y 4ª energetizan al plano físico. Se conocen
también como doble etérico.
• La 5ª capa al plano mental.
• La 6ª al plano astral (regulando vibratoriamente a las cinco
primeras).
• La 7ª pertenecería al plano espiritual.
¿CÓMO SE EFECTÚA LA RECARGA ENERGÉTICA DEL CUERPO
FÍSICO?
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Mediante la energía astral, que es el verdadero combustible creador
de vida, está en permanente contacto con el cuerpo físico a través de
las capas, los chacras y las glándulas, lo que le permite mantener un
flujo constante de energía para activar todos los sistemas orgánicos.
Para que la entrada de energía astral sea la adecuada es necesario
mantener los chacras desbloqueados lo que se consigue con un
funcionamiento mental y emocional correctos, ejercicios de meditación
y recarga de energía y una forma de vida saludable, tanto en lo relativo
a la alimentación como a la actividad física.
Somos energía en diferentes grados de vibración y formamos un
"todo" donde cada nivel de frecuencia es semejante a los demás y por
tanto, cualquier variación en uno de ellos repercute inmediatamente en
los otros.
La recarga de energía etérica se produce durante todo el día pero
especialmente por la noche, mientras dormimos, cuando el cuerpo
astral se desplaza fuera del físico.
La energía que llega al cuerpo físico lo hace en forma de cuantos o
sub-cuantos dependiendo de la sutileza de la capa astral o de las
necesidades energéticas de la persona. Los sub-cuantos tienen menor
carga que los cuantos pero llegan más frecuentemente para mantener
el tono vital constante, por ejemplo durante la noche mientras
dormimos, o cuando estamos enfermos.
EL CUERPO ENERGÉTICO COMO MEDIO DE INTERRELACION
PERSONAL
La energía etérica inter-penetra todos los átomos del organismo.
Interiormente produce la fuerza de cohesión de los átomos y las
moléculas y, en definitiva, crea el orden biológico. Exteriormente se
manifiesta alterando los gases atmosféricos del ambiente, en cuanto a
la vibración de sus moléculas, y estableciendo comunicación entre
distintos organismos.
Por ejemplo, todos hemos podido apreciar la atmósfera de tensión o
de acogimiento cuando entrábamos en una habitación, o hemos sentido
acercamiento o rechazo al encontrarnos con una persona a la que
acabamos incluso de conocer. Todo ello es producto de la sintonía
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vibratoria que se transmite energéticamente a través del ambiente y
que nos "comunican" a unos con otros, con percepciones la mayoría de
las veces inconscientes. Es importante tomar consciencia de que las
relaciones que se establecen entre los seres humanos se realizan no
sólo a través del cuerpo físico, sino también de la energía astral y la
mente. Por tanto es conveniente cuidar todos los aspectos de la
manifestación del ser integral.
En este sentido el impacto de energía astral de un cuerpo sobre otro
está directamente relacionado con la impresión visual mutua, pues son
los ojos la primera fuente de información corporal.
Los ojos serían las antenas receptoras de la energía que se está
moviendo, lo que ocurre es que el ojo humano sólo transmite al
consciente un 15% de ¡o que ve, el resto pasa al subconsciente.
En ese 85% restante va implícito:
• La captación del estrechamiento de la pupila del otro ojo.
• El cambio sutil de coloración del iris.
• El enarcamiento de las cejas, a veces milimétrico.
• El cambio de color de la piel.
Y luego son los labios los que dan el mensaje. A partir de ahí el astral
se moviliza, se colorea y se acerca al otro astral.
La segunda fuente de información corporal son las manos.
El astral tiene una vibración energética y lumínica por encima del
ultravioleta, por lo tanto no es visible por el ojo humano, ya que la
retina no está preparada para recibir impulsos luminosos del espectro
visible; no obstante, una educación mental adecuada puede hacer que
los bastoncillos oculares vibren con frecuencias de luz más elevadas y
así se pueden ver capas del astral de mayor vibración cada vez.
Al hablar de educación mental nos referimos a evolución mental,
quizás la palabra educación no sea la más apropiada, pero en realidad es
educación puesto que es la aplicación de la consciencia en cada proceso
mental lo que lleva a la evolución.
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La Mente
INTRODUCCIÓN
Es en el plano mental donde el impulso creador se convierte en ideas.
Ahora bien, para que dos planos de diferente nivel vibratorio se puedan
relacionar se necesita la existencia de un lazo o puente de unión que
contenga, en sí mismo, características de cada uno de los niveles a
relacionar. El nexo que une los planos espiritual y mental se encuentra
en la Conciencia.
Este aspecto de la mente lleva incorporada la Ley Cósmica que se
muestra a través de "la voz de la conciencia", la cual evalúa las
decisiones que tomamos respondiendo como sentimiento interno de
aprobación o desaprobación.
Como toda energía, la mente se manifiesta a través de dos
polaridades. En el caso de la Mente Suprema el polo positivo está
formado por el pensamiento eterno de creación y el polo negativo por
la creación propiamente dicha.
En el caso de la mente humana el polo positivo está conformado por la
Conciencia y el polo negativo por tres aspectos o manifestaciones que
tienen entidad de cuerpos mentales y que de mayor a menor vibración,
son: subconsciente, consciente e inconsciente.
LOS CUERPOS MENTALES
Se denominan cuerpos mentales a aquellos dispositivos que tiene el
plano mental para manifestarse en el plano físico y lo hace a través de
un plano intermedio, el plano energético o astral.
Estos tres aspectos o funciones de la mente utilizan un órgano
fundamental: el cerebro.
Consciente.
Es el cuerpo mental que se manifiesta cuando estamos despiertos y
en actividad. Nos comunica con el exterior y dispone de una serie de
facultades como el razonamiento, la lógica, la reflexión, la comprensión
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intelectual, la deducción, etc. que regulan la manifestación de nuestros
impulsos.
La energía del cuerpo mental consciente se ubica en la parte frontal e
izquierda del cerebro. Las neuronas de esas áreas están especializadas
en la interrelación de parámetros diversos.
En él se encuentra el libre albedrío, dispositivo sutil que manejamos a
la hora de tomar decisiones y que es la herramienta fundamental de la
evolución por consciencia.
Así pues el consciente puede manejar dos tipos de parámetros
externos e internos:
Parámetros externos son los que nos llegan a través de los sentidos.
Después de ser percibidos físicamente son transformados en
pensamientos, sentimientos o emociones. Es decir, la percepción física
necesita aumentar su vibración para ser captada por el plano mental.
Este aumento de vibración es producido por la glándula pituitaria o
hipófisis, que se excita inmediatamente cuando en estado de vigilia se
produce una sensación o percepción física. Por ejemplo, una puesta de
sol nos puede producir un sentimiento de paz, mientras que un trueno
lo haría de intranquilidad.
• Parámetros internos son aquellos que provienen de dos vías:
La "voz de la experiencia" (proviene del subconsciente) y son las
referencias que tenemos grabadas en nuestra memoria y corresponden
a experiencias vividas tanto en la vida actual como en anteriores
existencias.
• La "voz de la conciencia" (proviene de la conciencia) y es el portavoz
del espíritu; apunta siempre a la Ley Cósmica, se ocupa de decirnos,
ante cualquier eventualidad, dónde está el camino correcto hacia el que
debemos dirigirnos.
Ambas informaciones provienen de planos de mayor vibración que el
consciente, como son el subconsciente y la conciencia. Es necesario por
lo tanto un dispositivo que "traduzca" o haga la información asequible
al consciente. Este dispositivo es la glándula pineal o epífisis que, al
estimularse, actúa como de reductor de frecuencia. Hay que tener en
cuenta que los impulsos internos no llegan de forma nítida y clara al
consciente porque han de atravesar una serie de filtros o trabas
formados por la educación, las normas sociales, los convencionalismos,
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las creencias y las convicciones mágicas, que dificultan escuchar esas
"voces" con claridad.
Inconsciente.
La función básica de este cuerpo mental es la de regular los procesos
biológicos del organismo, desde el crecimiento del cabello hasta las
más complejas funciones. Es, además el regulador de muchos procesos
automáticos como la respiración los latidos del corazón los parpadeos
la producción de hormonas y de diferentes sustancias químicas la
digestión la temperatura corporal etc.
En el inconsciente se localizan también los instintos, los reflejos y los
hábitos de conducta mecánica como el conducir o el nadar. Se ubica en
la parte occipital del cerebro, en el cerebelo, situado en la parte
posterior del encéfalo. Desde ahí controla todo el funcionamiento
biológico a través del Sistema Nervioso Central y Periférico.
Las capas 1ª, 2ª, 3ª y 4ª del astral son los elementos energéticos que
utiliza el inconsciente para regular adecuadamente la biología del
organismo.
En cuanto a la conexión con los otros dos cuerpos mentales, ésta se
produce sin intervención de glándulas, llevándose a cabo a través de la
capa 5ª del astral como reguladora de los procesos mentales.
Cada célula del organismo lleva impresa en su código genético la orden
de supervivencia que emana directamente de la Fuente. El inconsciente
tiene como misión que esa orden se cumpla y ante una situación de
peligro para la vida se pone en funcionamiento todo un proceso químico
que activa los mecanismos de instintos y reflejos, colocando a la
persona en situación de hacer frente al peligro para repeler la agresión
o huir. Los músculos se tensan, las pupilas se dilatan, el corazón late
más rápidamente enviando más oxígeno y glucosa a los músculos, las
glándulas suprarrenales generan adrenalina para mantener la tensión,
el cerebro interrelaciona todas sus áreas para obtener la información
necesaria y producir la respuesta más adecuada. Sólo el miedo provoca
el colapso de estas acciones.
El funcionamiento del inconsciente a veces se ve interferido por las
decisiones que toma el consciente y que van en contra de la ley de
supervivencia. Por ejemplo, comer en exceso, fumar, beber alcohol,
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consumir drogas, la falta de higiene, etc. En ese momento se produce
un desarreglo energético que se traduce a nivel físico en forma de
disfunciones orgánicas.
Existe una estrecha relación entre la mente y el cuerpo. Así,
cualquier alteración emocional o psicológica tiene su correspondiente
repercusión en el organismo, bien en forma de dolores, nerviosismo,
estrés, úlceras gástricas, infartos... Esto permite afirmar que
prácticamente todas las enfermedades o disfunciones que padece el
ser humano tienen su origen en el plano mental aunque no seamos
conscientes de ello.
Una vida armónica en el plano mental se traduce en un cuerpo
energético en armonía y éste en un físico armónico, dónde las
influencias negativas por ser de menor vibración no pueden causar
efecto.
Subconsciente.
Es el cuerpo mental de más alta vibración después de la conciencia.
Podríamos decir que es el eje alrededor del cual gira la personalidad
del hombre. El centro neurálgico donde se generan las emociones, los
sentimientos y las pasiones, además de ser un núcleo de información
fundamental para la toma de decisiones a través del libre albedrío.
Actúa como puente de unión entre la parte inductiva (conciencia y
espíritu) y la parte ejecutiva (consciente e inconsciente). En esta labor
de enlace es ayudado por dos dispositivos traductores o
transformadores de frecuencia, que son dos glándulas: pineal y
pituitaria. Ambas funcionan como válvulas de entrada y salida de
información.
• La glándula pituitaria o hipófisis funcionaría como un amplificador
de energía, convirtiendo la energía mental que generan el consciente y
el inconsciente en energía de más alta vibración -como la que genera el
subconsciente y para que pueda ser captada por él-.
• Por el contrario, la glándula pineal o epífisis funcionaría como un
reductor energético, convirtiendo la energía que dimana del
subconsciente en otra de menor vibración que pueda ser captada por el
consciente y el inconsciente.
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Los procesos mediante los cuales se producen estos intercambios
energéticos son complejos, pero al mismo tiempo rapidísimos. El punto
central de recepción y distribución de energías se encuentra situado
en el tálamo y el hipotálamo, verdadero crisol alquímico del cuerpo y de
la mente.
El área de influencia del subconsciente, a nivel físico, se sitúa en la
parte derecha y occipital del cerebro. Esto quiere decir que las
neuronas de esas zonas están especializadas en manejar información
de índole superior. Aquí se localizan, por ejemplo, los impulsos
creativos del ser humano, aquellos que le mueven a realizar empresas
que la lógica no comparte.
En el subconsciente está ubicada la personalidad interna del individuo
(suma del bagaje de experiencias acumulado a lo largo de las
diferentes reencarnaciones). Es el cuerpo mental que traduce a nivel
mental las tendencias espirituales para que puedan ser captadas por el
consciente y el inconsciente y puedan, de esta forma, tener su
correspondencia en el cuerpo físico.
Las funciones que realiza el subconsciente son numerosas:
• Por la parte ejecutiva, maneja toda la información del mundo físico
que nos rodea a través de los cinco sentidos (información que le
suministra el inconsciente) y también la información que le suministra
el consciente a través del razonamiento lógico y las decisiones del libre
albedrío.
• Por la parte inductiva recibe información de la conciencia, como
portavoz del espíritu, en respuesta a la información que ha sido enviada
anteriormente por el consciente y el inconsciente.
Toda esta información es analizada, identificada y clasificada para,
posteriormente, ser archivada en un banco de datos llamado memoria
temporal, la cual pone constantemente a disposición del consciente
como experiencia adquirida en esta vida, para que pueda tener
referencias concretas a la hora de tomar decisiones. La memoria
temporal se halla situada en el límite entre el consciente y el
subconsciente.
El subconsciente tiene la capacidad de conectar, además, con otro
banco de datos mucho más completo que contiene la información total
de las memorias temporales de cada reencarnación. Se llama Memoria
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Perpetua y a él irá a parar la información de la Memoria Temporal de
esta vida cuando se produzca la muerte física. (*)
La información almacenada en estas dos memorias es la base de la
"voz de la experiencia" que unida a la "voz de la conciencia" conforma
la personalidad interna del hombre. (*) Este dispositivo permite, además, acceder a la información sobre la historia y
evolución no sólo de la Tierra y sus habitantes sino también de todo el Sistema Solar, de la Galaxia y. posiblemente, del Universo creado. Es conocido por la tradición como archivo akhásíco.
La información de la Memoria Perpetua puede ser extraída con
técnicas de hipnosis, sofronización, meditación e introspección. No
obstante, siempre envía su mensaje al consciente a pesar de los filtros
que éste interpone para que el Yo interno se manifieste libremente.
Estos filtros son de muchos colores y tienen muchos nombres:
educación, buenas formas, normas de conducta establecidas, conceptos
mágicos, temor al ridículo, al qué dirán, miedo, inseguridad...
Además de las funciones anteriores el subconsciente tiene otra
fundamental: es el receptor de energía psíquica que transmite al
cuerpo físico a través de la capa 5ª del astral en conexión con la
glándula pituitaria.
La energía psíquica es la que recarga los circuitos de funcionamiento
cerebrales. Su falta hace, por ejemplo, que nuestra capacidad de
análisis y razonamiento se vea muy disminuida.
El mundo del subconsciente es tan profundo y amplio como el propio
universo. Es posible que sea el punto de conexión que el hombre tiene
con los seres que generan la energía mental (6ª dimensión), al igual que
la conciencia es la conexión con el plano espiritual.
MANIFESTACIÓN DE LOS CUERPOS MENTALES
El Cosmos regula o coordina su manifestación a través de diferentes
planos de existencia o soportes de distintos grados de vibración.
Estos soportes serían:
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• Materia.
• Astral.
• Mente.
• Espíritu.
Cada uno de ellos está presente en las cuatro primeras dimensiones
de la escala evolutiva (mineral, vegetal, animal y humana), aunque
obviamente de muy distinta manera.
Es a partir de la 5ª dimensión cuando parece que el Cosmos está
siguiendo otras pautas completamente distintas para manifestarse, ya
que en ella no existe la materia y por lo tanto ya no aparecen las cinco
primeras capas del astral (aquellas que energetizaban el cuerpo físico).
En cuanto a las capas 6ª y 7ª del astral siguen existiendo puesto que
existe personalidad externa e interna del ser, ambas aún muy
diferenciadas.
Lo mismo ocurre con la 6ª dimensión donde el plano mental se
manifiesta en toda su amplitud. Los seres que lo componen carecen de
cuerpo físico y su astral sólo tiene dos capas, la 6ª y 7ª, que
corresponden a la manifestación de sus dos personalidades. Ambas
capas tienen ya un color y vibración casi igual, señal inequívoca de que
la personalidad externa está aproximándose en vibración a la interna.
En la 7ª dimensión sólo existiría una capa astral de color blanco
brillante, que se fundiría al llegar a 7.7 con la energía cósmica de la
cual partió.
LA EVOLUCIÓN POR CONCIENCIA
La evolución es un camino perfectamente planificado, donde cada
elemento evolutivo llegará a darse cuenta, tarde o temprano, de que no
existe la evolución sin consciencia de ella, que es necesario ser
conscientes de la materia, del astral y de la mente para poder acceder
al mundo espiritual. En ese proceso ascendente, lo que es
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aparentemente distinto, como las personalidades externa e interna, un
día se convierten en una sola: la personalidad del Cosmos, la Mente del
Cosmos.
Son entidades de 6ª dimensión las que mentalmente coordinan las
dimensiones inferiores,1ª, 2ª, y 3ª. Y es en esta, correspondiente al
reino animal, donde se hace presente un órgano fundamental en la
evolución: el cerebro, que alojará en principio un sólo cuerpo mental: el
inconsciente.
Más adelante aparece el hombre. El ser humano en sus diferentes
etapas de evolución, que quedan marcadas por el grado de su desarrollo
cerebral, va conquistando su capacidad intelectual conectando
mediante la experiencia nuevas áreas cerebrales hasta llegar a la
consciencia total.
LOS CUERPOS MENTALES EN LA EVOLUCIÓN HUMANA
Etapa 4.1
• Inconsciente poco individualizado, es decir prácticamente colectivo.
• Consciente poco desarrollado, casi nulo.
• Subconsciente: No existe aún.
Etapa 4.2
• Inconsciente más desarrollado pero aún continúa siendo colectivo,
es decir coordinado en 6ª dimensión (plano mental).
• Consciente un poco más desarrollado, adquiere su conformación
total al final de esta etapa.
• Subconsciente incipiente.
Etapa 4.3
• Inconsciente especializado, ya desconectado de planos superiores.
(Ver pág. VIII). • Consciente desarrollado.
• Subconsciente desarrollado.
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En esta etapa, al desconectarse por completo de los planos
superiores surge en el hombre el deseo de conocimiento o de ser
consciente y un impulso de relacionarse o religarse con esos planos
superiores de consciencia a los que, hasta ese momento había estado
unido. Este sentimiento se traduce en la creación de religiones
organizadas y escuelas herméticas.
Etapas 4.4, 4.5, 4.6 y 4.7
• El inconsciente va adquiriendo paulatinamente un total conocimiento
de la materia, lo que se consigue al llegar a 4.7.
• El consciente va comprendiendo y dominando paulatinamente el
mundo material a medida que obtiene cada vez mayor conocimiento del
mundo de las energías o astral y del mundo de la mente, para poder
llegar al final de 4.7 a ser la más perfecta manifestación de ser
humano con una correcta utilización del libre albedrío. La consciencia
debe abarcar a los otros dos cuerpos mentales, es decir, el ser humano
ha de ser consciente del inconsciente y del subconsciente.
• Subconsciente muy desarrollado, que sirve de perfecto canal
receptor a las comunicaciones con los planos superiores de consciencia
y con la Fuente.
DE LA MENTE HUMANA A LA MENTE CÓSMICA *
La mente. Ese gran puente de unión entre el cuerpo y el espíritu, ha
sido considerado en muchas ocasiones como un obstáculo insalvable en
el camino evolutivo. Sin embargo, su función es clara y positiva: servir
de enlace traductor para que el Espíritu se manifieste en el plano
físico.
La comunicación entre los tres cuerpos mentales, conseguida a través
de múltiples encarnaciones en las diferentes etapas de la dimensión
humana, hará que los filtros que deforman el mensaje de la Fuente,
vayan poco a poco eliminándose dejando pasar más nítidamente la luz
del ser interior.
El hombre 4.3, que no halla fácilmente el camino de relación directa
con los planos superiores, dirige sus esfuerzos a alcanzar cotas más
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altas de perfección intelectual. El problema es que ese avance, que
debería ser un medio, lo ha convertido en un fin.
Por ese camino el hombre conseguirá tener un cerebro muy potente
pero no logrará establecer fácilmente la comunicación entre sus
cuerpos mentales de una forma directa, si antes no comprende que su
mente es sólo el eslabón de una cadena con más eslabones debajo a los
que es preciso ayudar y arriba en los que hay que inspirarse para así
poder acelerar nuestra evolución.
Ciencia del Yo. (extracto).
© Tito. M. Archivos Sine nomine 2005
Compilado por Grupo Sine Nomine. Entidad sin ánimo de lucro para el desarrollo armónico, a
través del estudio y práctica de los postulados planteados por diversas escuelas filosóficas y
éticas tradicionales y alternativas.