la enseÑanza en los mesosistemas universitarios mediada por la convergencia tecnologica
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LA ENSEÑANZA EN LOS MESOSISTEMAS UNIVERSITARIOS MEDIADA POR LA
CONVERGENCIA TECNOLOGICA DE LA COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN.
Una Mirada Constructivista en los Procesos Educativos Virtuales de sus Microsistemas.
De los dilemas distópicos del hoy, a las emergencias del mañana.
En los últimos tiempos hemos visto agudizarse la problemática de la universidad,
conformada por una crisis, estructuralmente histórica, debido al agotamiento de los
modelos paradigmáticos. Como coyuntural, devenida de procesos que interesan y
trasforma la geopolítica social en la actualidad.
Para interpretar estos eventos, no es posible aislar la universidad del contexto de
la sociedad como un microcosmos, sino por el contrario, hay que apertura diálogos en el
plano ontoepistemicos considerando que estos hechos sociales no son de fácil explicación
y presentan variadas significancias, por la complejidad de la universidad en esta época
postmoderna.
Se precisa establecer delicados ajustes, tanto en su exosistema, como en su
mesosistema, tales como: de la peculiaridad a la generalidad, de lo público a lo privado, de
lo heterogéneo a lo homogéneo, del anverso al reverso de las recursividades. Hay que
profundizar la comprensión del maderamen complejizante y sutil de la realidad actual, de
lo que lo que ocurre en el sistema educativo universitario, tomando en cuenta las
disrupciones sociales. Comunidad y sistema educativo universitario en los que el uso
corriente e interesado de determinados tópicos se transforma con fluidez en consignas
tales como: cambios, renovación, interacción, cooperación, reforma.
Entre otros, podemos citar los que se están dando en el modelo geopolítico
productivo y social a causa de la convergencia digital de las TICs. Éstas entendidas en el
sentido expresado por Torrent (2002), como la rama productiva que utiliza las tecnologías
digitales que procesan, transmitan, visualicen, reproduzcan, controlan y permiten el
tratamiento de la información y de la comunicación, así como sus efectos.
En lo que atañe al proceso de enseñanza. Algo contraproducente en el desempeño
docente: es la falsa autonomía del individualismo que conduce al aislamiento. De lo que
aquí se trata, es de establecer una interacción entre sus pares por parte del docente,
mediados por un dialogo enriquecedor, sin restarle carácter y creatividad a cada docente.
En cuanto a la integración, colaboración y/o interacción organizacional del sector
universitario con los entes sociales, no es una panacea que produzca todos los efectos
que se ven reflejados en la sociedad del conocimiento. Son recursos para promover
desarrollos y mejoras en el mesosistema universitarios generados desde su interior, como
forma de poner en práctica estas interacciones, sin generar oposición explicita de los
cambios introducidos por el exosistema.
Sin lugar a dudas, el mesosistema universitario estará expuesto a grandes
paradojas, derivadas de las disrupciones epocales: una educación totalizante pero
especializada, uniforme pero diversificada, local y global, autónoma pero dependiente,
Innovadora pero continuista. Esto vendría a derivar en inéditas relaciones dinámicas
entre la sociedad y el mesosistema universitario, tales como: los vínculos e intercambios
económicos y sociales que dan como resultado unas emergencias de correlaciones
societales.
Como indica Hargreaves (2005), en estas condiciones, la docencia universitaria
necesita de revisarse y renovar de manera continua: sus propósitos, su axiología, su ética y
en un sentido lato: repensar la educación. La importancia de la generación de
conocimientos va de la mano de la propia organización de su mesosistema, de sus normas
y valores, del significado de su autonomía y de su desarrollo profesional. Una revisión y
renovación demanda no solo capacidad sino también dimensión en donde explayarse. Los
cambios son ineludibles, el progreso es optativo. La docencia puede ser susceptible a esas
mutabilidades como problemática o como opción para mejorar. Mostrando el proceso
mediante el cual se reforma la enseñanza y los cambios en la docencia son
sistemáticamente paradójicos.
La corriente antropagógica del constructivismo:
El vocablo constructivismo es de reciente cuño, pero la problemática que expresa
es un asunto antiguo con profundas raíces en la filosofía. Designa en lo fundamental una
posición sobre el problema del conocimiento que concibe al sujeto que conoce y al objeto
conocido como entidades interdependientes. Por lo mismo, el constructivismo asume que
la realidad es en importante medida una construcción humana. La forma en que se utiliza
o se invoca el constructivismo alcanza gran diversidad, pero es posible reconocer un
sustrato común, un hilo de continuidad, que representa la identidad de este episteme.
Al hablar de constructivismo se está haciendo mención a un conjunto de
elaboraciones teóricas, concepciones, interpretaciones y prácticas que junto con poseer
un cierto acuerdo entre sí, poseen también una gama de perspectivas, interpretaciones y
prácticas bastante diversas y que hacen difícil el considerarlas como una sola.
El punto común de las actuales elaboraciones constructivista está dado por la
afirmación de que el conocimiento no es el resultado de una mera copia de la realidad
preexistente, sino de un proceso dinámico e interactivo a través del cual la información
externa es interpretada y re-interpretada por la mente que va construyendo
progresivamente modelos explicativos cada vez más complejos y potentes.
Esto significa que conocemos la realidad a través de los modelos que construimos
para explicarla, y que estos modelos siempre son susceptibles de ser mejorados o
cambiados. Así tenemos que, Flórez (2000) identifica algunas posturas dentro del
constructivismo aplicado a la educación. Según él, se pueden observar cuatro corrientes:
evolucionismo intelectual, desarrollo intelectual, desarrollo de habilidades cognoscitivas y
construccionismo social.
La corriente evolucionista o desarrollista establece como meta de la educación
el progresivo acceso del individuo a etapas superiores de su desarrollo intelectual. Se
concibe al sujeto como un ser motivado intrínsecamente al aprendizaje, un ser activo que
interactúa con el ambiente y de esta manera desarrolla sus capacidades para comprender
el mundo en que vive. Si el individuo es activo en su proceso de aprendizaje, el docente
debe proveer las oportunidades a través de un ambiente estimulante que impulse al
individuo a superar etapas.
La educación es concebida como un proceso destinado a estimular el desarrollo de
la capacidad de pensar, deducir, sacar conclusiones, en fin, reflexionar, para lo cual los
contenidos de la educación son sólo un medio. Esta postura está directamente
relacionada con los planteamientos de Piaget.
La postura de desarrollo intelectual con énfasis en los contenidos científicos,
sostiene que el conocimiento científico es un excelente medio para el desarrollo de las
potencialidades intelectuales si los contenidos complejos se hacen accesibles a las
diferentes capacidades intelectuales y a los conocimientos previos de los estudiantes. Se
advierten dos corrientes dentro de esta postura: aprendizaje por descubrimiento y
aprendizaje significativo. Entre los representantes de ellas se menciona a Ausubel y
Bruner, aunque este último no sólo ha desarrollado teoría en torno al aprendizaje por
descubrimiento, sino que últimamente ha derivado hacia posturas más cercanas al
constructivismo social y la psicología narrativa.
La corriente de desarrollo de habilidades cognoscitivas plantea que lo más
relevante en el proceso de aprendizaje es el desarrollo de tales habilidades y no los
contenidos. La enseñanza debe centrarse en el desarrollo de capacidades para observar,
clasificar, analizar, deducir y evaluar, prescindiendo de los contenidos, de modo que una
vez alcanzadas estas capacidades pueden ser aplicadas a cualquier tópico. Entre autores
conocidos en este campo está Hilda Taba, quién propuso metodologías para el desarrollo
del pensamiento inductivo. En Venezuela es conocida Margarita Sánchez.
Para terminar, la corriente constructivista social propone el desarrollo máximo y
multifacético de las capacidades e intereses del aprendiz. El propósito se cumple cuando
se considera al aprendizaje en el contexto de una sociedad, impulsado por un colectivo y
unido al trabajo productivo, incentivando procesos de desarrollo del espíritu colectivo, el
conocimiento científico-técnico y el fundamento de la práctica en la formación de las
nuevas generaciones.
Representantes de este esquema son Bruner y Vygotski. Los constructivistas
sociales insisten en que la creación del conocimiento es más bien una experiencia
compartida que individual. La interacción entre organismo y ambiente posibilita el que
surjan nuevos caracteres y rasgos, lo que implica una relación recíproca y compleja entre el
individuo y el contexto.
Podemos concluir que el constructivismo que se desprende de las corrientes
citadas constituye, efectivamente, una teoría, es decir, una explicación racional acerca de
la forma en que los seres humanos incrementan su nivel de conocimiento, intervienen en
el proceso de instrucción o aprenden determinados saberes o aspectos de la realidad que
les son enseñados en las instituciones educativas, aclarando que la mayoría de la
ocasiones, los saberes son confundidos con el conocimiento y, su vez, con el aprendizaje
se alude a la interiorización de información, a la posibilidad de repetirla o aplicarla en los
mismos términos en que fue expresada.
La biunívoca relación de enseñanza y aprendizaje:
Los procesos sobre la forma de enseñar están direccionados en base a la reflexión
sobre lo que conocemos acerca de cómo aprende los discentes. El aprender es una acción
que se construye, en base al modo en que la enseñanza sea eficaz cuando apuntala las
actividades adecuadas para obtener los propósitos de una planificación curricular,
estimulando, por consiguiente, al participante para que fijen un aprendizaje significativo.
Una sistemática enseñanza de calidad orienta su metodología y la evaluación con
la situación de aprendizaje contemplada en la planificación, de forma tal que todos los
elementos conjugados en este proceso coadyuven en la acción de conocimiento del
participante. Así podemos afirmar que este sistema de enseñanza se direcciona con la
corriente constructivista basándose en dos principios: la construcción del aprendizaje
alineando la enseñanza.
Durante la centuria pasada, el aprendizaje fue objeto de investigación por
diferentes disciplinas, pero fue insuficiente los estudios sobre los contextos en donde
aprende los sujetos. En las últimas dos décadas, las indagaciones han renovados esfuerzo
sobre como los participantes desarrollan sus aprendizajes, en especial referencia tienen
los estudios de Marton y Sälöj (1976) sobre los enfoques superficiales y profundo del
aprendizaje. Este campo de estudio se conoce ahora como “aprendizaje del estudiante”.
Todas estas investigaciones presentan un denominador común, constituido por el
contexto del aprendizaje, y permiten extraer algunas consideraciones importantes sobre
la enseñanza.
La teoría de la enseñanza y el aprendizaje que se centra en la acción del
estudiante, tiene sus presupuestos en las bases conjeturales del constructivismo. Esto se
deriva de un marco referencial reflexivo sobre los aprendizajes arraigados en
fundamentos empíricos y que se traduzca ampliamente con fluidez en la práctica. El
aspecto común básico es que lo significativo no se impone ni se trasmite, lo que construye
un aprendiz a partir de una situación de aprendizaje depende de su motivación e
intencionalidad, de lo que conoce y de cómo utilizar ese campo experiencial. De allí que el
aprendizaje es una forma de interacción con la realidad, por ello hay que disuadir al
participante de un enfoque superficial y estimular a cambio un enfoque profundo que es
el desarrollo de una enseñanza de calidad.
Del enfoque superficial podemos indicar que es producto de efectuar el mínimo
esfuerzo, con el objeto de liberarse del compromiso de cumplir con la faena académica,
realizando dichas actividades con bajo nivel cognitivo y solo como un requisito. Al utilizar
este enfoque, el participante se centra en lo que denominamos rasgo de aprendizaje tales
como: palabras usadas, datos inconexos, componentes sin relación evidentes. Esto es un
impedimento para la comprensión de los signos, el significado, los significantes y la
estructura de lo que es enseñado.
Por otro lado el enfoque profundo, es establecer una necesidad sentida de asumir
las tareas con compromiso hacia el logro, planificadas sistémicamente inquiriendo de
actividades cognitivas adecuadas. Propendiendo hacia la comprensión de los significados y
significantes subyacente, en las temáticas, principios, aplicaciones y relaciones relevantes.
Para ello necesita echar mano a los recursos previos, de comprender los detalles para /8el
aseguramiento de los aprendizajes. Estas actividades pueden muy bien desempeñarse de
una manera individual y/o colaborativa.
Un modelo para reforzar los procedimientos en el enfoque profundo es el modelo 3P, de
enseñanza y aprendizaje, que viene hacer una propuesta del modelo lineal de enseñanza de
Dunkin y Biddle (1994), con el propósito de incluir los enfoques del aprendizaje, a fin de crear un
sistema interactivo. El modelo 3P se soporta en tres aspectos en los que se sitúan los factores
relacionados con el aprendizaje:
• Pronostico: Comprenden los aspectos contextuales del alumno relativas a determinadas competencias cognitivas, conocimientos previos, expectativas y motivaciones hacia el estudio. Por otro lado, las variables relacionadas con el contexto de enseñanza, como la cultura educativa, estructura y contenidos de estudio, métodos de enseñanza y evaluación.
• Proceso: Son los referidos enfoques centrado en los procedimientos de aprendizajes mediados por factores de metacognicion.
• Producto: corresponde a las valoraciones que pueden ser cuantitativas, cualitativas o afectivas y están determinadas por los enfoques adoptados por el discente al aprender.
A medida que aprendemos nos ponemos en sintonía con la realidad, cambia
nuestra percepción de los fenómenos y sus entornos y los vemos materializarse de
manera diferente. Procurarse la información en si no conlleva a grandes transformaciones,
pero de cómo estructuramos esa comunicación y de repensar esa realidad si lleva a
cambios significantes. De esta forma, la educación tiene que ver con los cambios
conceptuales y no precisamente de obtener de suyo la información.
Nuevas tecnologías, nuevos desafíos.
Es inconcuso, hacer alusión a las TICs ya que esta son la emergencia en las
recursividades de una sociedad conectada en redes, bajo factores esenciales de cohesión
social y de contienda, como lo indica Carrascosa (2001), entre sistemas de comunicaciones
adquiribles, módicos, abiertos y globalizados que trascienden fronteras políticas y
culturales, configurando a un mundo cada más interconectado con procedimientos
económicos, rápidos y de alta difusión de datos e información.
Los programas e-learning plantean cambios contundentes, derivando hacia una
nueva modélica de la enseñanza que transforma esa capacidad de acceso a la información
en conocimiento. Desarrollando una cultura digital clave en el acrecentamiento de nuevos
arquetipos organizativos en el mesosistema universitario.
La motilidad virtual y la conectividad entre nodos de centros de educación superior
a través de campus virtuales, fomentan el apoyo a estas redes y asociaciones que
promueve este tipo de tecnologías. Con estos antecedentes la educación virtual adquiere
una preponderancia, actualmente reconocida, como una relevante vía de enseñanza y
aprendizaje en cualquier ámbito de interacción virtual o semipresencial.
A esta modalidad de educación también se le denomina e-learning o educación
online. Este género de la sociedad de la información soportada por la internet, con
basamento tecnológico en la TICs, tiene singular relevancia en el despliegue de novedosos
procesos de enseñanza y aprendizaje, transformar la comunicación con el propósito de
mejorar la apropiación de conocimientos y la aptitud. La autoridad en el aula no está más
en el control de la información, sino en la disposición de construir el conocimiento o en la
capacidad suficiente de crear un aprendizaje autónomo tutoriado en cada participante,
con esto se afirma que la información no es más conocimiento.
Para ello, necesitamos establecer parámetros de calidad asociadas a los usos de las
TICs. Ya que una enseñanza de calidad inquiere algo más que recursos tecnológicos
adecuados y docentes bien formados. Debe centrarse en los procesos álgidos de la
enseñanza y de las nuevas competencias de que se dispones: medios, recursos,
motivación extrínseca e intrínseca docentes y apoyos intra- extra institucionales.
Un modelo agógico virtual, debe ofrecer flexibilidad en atención a las necesidades
del estudiante, promover la colaboración a través de grupos de trabajo, interactividad
entre docentes, discentes y el mesosistema universitario en general. Con las nuevas
tecnologías, se crean entornos que facilitan la actividad formativa de cada usuario,
independiente de la sincronía o asincronía en que el facilitador y el participante se
encuentren situados. De esta forma se ofrece al participante una elección real en cuándo,
cómo y dónde estudiar, ya que puede introducir diferentes opciones y diferentes
materiales, algunos de los cuales se encontraran fuera del espacio formal de aprendizaje.
En consecuencia, favorece que los estudiantes sigan a su propio ritmo y progreso, y de
acuerdo a sus propias circunstancias.
Este desarrollo de nuevas modalidades agógicas, basadas en la TICs, conlleva a la
equidad en el acceso y cobertura masiva de la demanda de educación superior, flexibiliza
la gestión, y promueve una congruente pertinencia educativa, al generarse vinculaciones
mundializadas con cualquier otro mesosistema universitario, como estrategia política en
el sistema de la educación. Es un proceso que se construye constantemente en el seno de la
praxis académica y que, si bien es cierto, cuenta con las herramientas para obtener una
mayor cobertura y calidad en el servicio, tiene considerables retos planteados por la vida
económica, social y cultural de su exosistema.
La incorporación de las nuevas tecnologías, en entidades académicas del sistema
de educación superior, provoca una competencia global en los servicios educativos, en el
trabajo de los docentes y en las diferentes posibilidades de acceso, generando nuevos
modelos de educación y nuevas modalidades en los mesosistemas universitarios como
respuesta a los nuevos desafíos.
La práctica didáctica constructivista en el aula virtual
Hoy en día la certidumbre de los procesos de enseñanza y aprendizaje giran en
torno a la adhesión: de las TICs y de nuevas estrategias didácticas, que inciden en la
metódica del docente universitario que apuntan hacia el eje de formación, abogando por
una enseñanza de calidad que importe en su proceso el protagonismo del discente por
apropiarse del conocimiento, a través de la adquisición de las competencias en sus
aprendizajes.
Estos cambios e innovaciones otorgan una preponderancia marcada al contexto en
el aprendizaje. Repensar el fenómeno educativo del mesosistema universitario, no desde
el hecho elemental en una modalidad de enseñanza y aprendizaje, sino más bien en la
forma más eficaz y eficiente de adquirir los saberes, diseñando y forjando diferentes
escenarios, estrategias, contextos de acuerdo a cada proyecto académico.
Alcanzar los propósitos de la planificación y de las prerrogativas mencionadas
anteriormente, depende en mucho de la construcción del microsistema virtual (Entorno
Virtual de Aprendizaje, EVA) y de lo que ello conlleva. Más que ver con el replanteamiento
y la innovación del entorno virtual, que de la tecnología.
El punto de controversia aquí, estará en saber cómo construir estos aprendizaje,
desde la perspectiva de un proceso de enseñanza mediado por tecnologías y como
gestionarlo exitosamente con el diseño de una EVA. Para lo cual, se debe abordar la
formación virtual desde una mirada constructivista, reconceptuar el proceso de enseñanza
y aprendizaje, tanto como fomentar metodologías novedosas de diseño intruccional,
moderadas por la intervención tecnológicas de las TICs.
En los aprendizajes virtuales, todas las actividades, intercambios y relaciones
generadas ocurren por medios tecnológicos. En este sentido la EVA son el contexto donde
los elementos que conforman el aula virtual interactúan e intercambian información con
el fin de construir conocimiento, basando su acción en una serie de reglas, todo ello,
logrado a través de elementos informáticos. Proporcionando en el proceso de desarrollo
una enseñanza situada: centrada en el participante, facilitadora de los aprendizajes
flexibles, abiertos y activos por parte de éste.
Bajo este concepto, la didáctica de la práctica docente fundamenta su proceso en
la interrelación de una triada establecida por: el tutor, el participante y la EVA, a la cual
definiremos como Complementariedad Interactiva, que actuando entre sí de acuerdo a la
finalidad planificada, según el aprendizaje definido, pone énfasis en aspectos como: la
enseñanza para que esta sea activa y participativa orientada a la práctica y a la solución de
problemáticas. Y apoyada en tecnologías adecuadas, diferentes recursos y códices
audiovisuales.
En los entornos de educación virtual, fundamentados en el enfoque de los
aportes del constructivismo, la gama de posibilidades orientadas a que los participantes
desarrollen, por medio de sus propios esquemas, conclusiones a problemas planteados en
situaciones reales o virtuales, que requieran múltiples planteamientos para su solución.
Particularmente el uso de simulaciones ayuda a la construcción de conceptos y mejora la
capacidad de resolver problemas, estas simulaciones son eficaces si cada una introducen
solamente un concepto o teoría para ser explicada por los participantes.
Bajo el enfoque constructivista, lo que aprendemos depende de nuestra relación
con los demás y del ámbito que nos rodea, por lo tanto el lenguaje y el intercambio social,
son herramientas fundamentales en la producción de significados y significantes en la
resolución de problemas. En todo caso la excelencia del proceso enseñanza y aprendizaje
en un ambiente virtual, va a obedecer a las convergencias tecnológicas que se genere en
las EVAs, a los recursos técnicos que intervienen, y a la capacidad de interrelación de la
complementariedad interactiva.
Debido a esto, para una propuesta de adiestramiento virtual, es indispensable
conocer no sólo la naturaleza intrínseca de los elementos que componen las EVAs, sino del
medio tecnológico, sus potencialidades y limitaciones, todo ello, con el fin de fomentar
ámbitos ajustados a la modalidad virtual y que verdaderamente faciliten los procesos de
enseñanza y aprendizaje. La complementariedad interactiva o la convergencia digital del
medio por sí mismas no aseguran situaciones exitosas de aprendizaje, sino la emergencia
compleja de los elementos intervinientes que propicie interacciones en la construcción del
conocimiento.
Una enseñanza flexible, y apoyada por nuevas técnicas y metodologías deben
responder a las mutabilidades de las exigencias que se plantean en el desempeño de la
práctica docente virtual. Para ello destacaremos dos metodologías, fundamentadas en el
enfoque constructivista como lo son: la metodología PACIE y el aprendizaje autónomo.
La metodología PACIE, innovante proceso de enseñanza y aprendizaje,
originalmente concebido por el Ing. Pedro Camacho, y cuyas premisas deícticamente se
fundamentan en: Organización, Comunicación, Interacción, Evaluación, Motivación y
Amor. Son las siglas acrósticas de Presencia, Alcance, Capacitación, Interacción y E-
learning
Este espacio virtual insertado en los preceptos constructivistas como eje
ontoepistemico, replantea la aplicación racional de los recursos convergentes tecnológicos
de la información y la comunicación en todo proceso formativo virtual. No debe
confundirse, no obstante, el uso de las tecnologías, en este modelo, como único
requerimiento por encima de los proceso de aprendizajes de los discentes. Este método
interioriza en los participantes, tres rasgos principistas del aprendizaje, como son: lo
cognitivo propio a la competencia, lo conativo referentes a las acciones y lo afectivo
correspondiente al sentir.
La interacción se convierte en una incertidumbre entre el conocimiento y los
aprendizajes. Sin embargo, en esta metodología podemos constatar como el método y la
evaluación de un buen proceso de enseñanza se alinea constructivamente con las
actividades de aprendizaje concebidas en los propósitos de la planificación. Pudiéndose
observar este alineamiento en cualquier proyecto EVA de PACIE, y más específicamente
en el Bloque Académico.
El Bloque Académico, estructura y compendia los contenidos, recursos, estrategias
a través de cuatro secciones: Exposición, Rebote, Construcción y Comprobación. Si
establecemos una relación comparativa entre la Metodología PACIE y el modelo 3P de
Dunkin y Biddle, podemos afirmar que ambos modelos son equivalentes, como podemos
observar en el siguiente cuadro:
Metodología PACIE Exposición Rebote y Construcción Comprobación
Modelo 3P Pronostico Proceso Producto
Otro aspecto con fundamento constructivista es el Aprendizaje Autónomo (AA).El
AA es una competencia a ser considerada y aprendida, por cuanto en el conjunto de la
formación de cada participante. Sin embargo, para que una competencia de este rasgo
pueda desenvolverse y ejercitarse adecuadamente, deben conjugarse determinadas
condiciones, recursos e instrumentos.
De ahí la importancia que tiene la EVA, como espacio de interacción del docente.
Para ello las actividades que involucra la autonomía del discente, debe considerar una
cuidadosa reflexión en su diseño, selección, basándose en la alineación constructiva de la
enseñanza que aspire a promover un aprendizaje de mayor valor formativo. Los enfoques
de la enseñanza, la facilitación del aprendizaje, el diseño de planes de evaluación, en un
proyecto con Metodología PACIE, afianzara el proceso de un aprendizaje autónomo en los
participantes.
En el ámbito de los conocimientos, el facilitador orienta la planificación de los
aprendizajes, hacia el dominio autónomo que pueda desarrollar el participante de manera
específica. Y en el aspecto de los aprendizajes, se apoyan en los métodos que faciliten los
saberes proporcionados por los propósitos y estándares. Estos procesos entre los agentes
intervinientes del hecho, apunta hacia la filosofía de una interacción grupal colaborativa
aforísticamente estructurada.