la dieta del loro

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LA DIETA DEL LORO Por Iván Allonca Abogado Mi esposa y yo mantenemos un loro como mascota de la especie Amazona ochrocephala auropalliata o “cabeziamarillo” y de abundante plumaje verde, bautizado con el nombre de Pinky hace catorce años, su adquisición fue a orillas de la Carretera Panamericana regresando de Bocas Del Toro; pero de procedencia chiricana. Todos estos años de observarlo, especialmente al comer, consciente de su altísima expectativa de vida, mi juicio crítico fue asaltado un buen día, por las hipótesis siguientes: obedecerá a la forma de comer o bien, por lo que come. Descarto la segunda, porque otras aves comen lo mismo, mientras su expectativa de vida es baja, la incidencia de enfermedades es altísima y, a diferencia del loro, suelen engullir los alimentos. Me inclino por la primera en cambio, porque el loro al comer es más lo que paladea y desecha que lo que embulle, siendo imperceptible su posible aumento de peso, a pesar de lo mucho que pueda comer y ejercitarse. Una vista alrededor de su habitáculo es una evidencia irrefutable. En fin, a dónde quiero llegar se preguntarán. Sencillo, hagamos la dieta del loro sin descuidar los líquidos como el agua y jugos naturales. No más aquellas basadas en batidos o la ingesta de unos alimentos y la prohibición de otros. Dile no a la anorexia y bulimia. ¡VIVE LA VIDA INTENSAMENTE Y EN PLENITUD!

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Page 1: La dieta del loro

LA DIETA DEL LORO

Por Iván AlloncaAbogado

Mi esposa y yo mantenemos un loro como mascota de la especie Amazona ochrocephala auropalliata o “cabeziamarillo” y de abundante plumaje verde, bautizado con el nombre de Pinky hace catorce años, su adquisición fue a orillas de la Carretera Panamericana regresando de Bocas Del Toro; pero de procedencia chiricana.

Todos estos años de observarlo, especialmente al comer, consciente de su altísima expectativa de vida, mi juicio crítico fue asaltado un buen día, por las hipótesis siguientes: obedecerá a la forma de comer o bien, por lo que come.

Descarto la segunda, porque otras aves comen lo mismo, mientras su expectativa de vida es baja, la incidencia de enfermedades es altísima y, a diferencia del loro, suelen engullir los alimentos.

Me inclino por la primera en cambio, porque el loro al comer es más lo que paladea y desecha que lo que embulle, siendo imperceptible su posible aumento de peso, a pesar de lo mucho que pueda comer y ejercitarse. Una vista alrededor de su habitáculo es una evidencia irrefutable.

En fin, a dónde quiero llegar se preguntarán. Sencillo, hagamos la dieta del loro sin descuidar los líquidos como el agua y jugos naturales. No más aquellas basadas en batidos o la ingesta de unos alimentos y la prohibición de otros. Dile no a la anorexia y bulimia. ¡VIVE LA VIDA INTENSAMENTE Y EN PLENITUD!