la cuestión econónica en el periodismo político

LA CUESTIÓN ECONÓMICA EN EL PERIODISMO POLÍTICO


El mérito mayor del buen periodismo es acortar la brecha entre actualidad y profundidad. Y hacerlo en un espacio breve, con un lenguaje comprensible y atractivo para el público.

Penetrar la realidad política sin naufragar en la epidermis de los acontecimientos exige asumir que la realidad es compleja y desarrollar estrategias que combinen perspectivas múltiples de aproximación a los hechos noticiables.


Es imposible leer con claridad cómo se vinculan la agenda pública, los comportamientos sociales y la dinámica política sin abarcar la cuestión económica.

Cuánta riqueza genera una sociedad, cómo se distribuyen sus beneficios y el esfuerzo para lograrlos, son cuestiones determinantes en la configuración de intereses y posicionamientos que se dirimen en la esfera pública.

Esta doble vía de abordaje –que repara en el contraste e interacción de fenómenos políticos y económicos– enriquece también la perspectiva de análisis del contexto global y regional

RELACIONES ENTRE POLÍTICA Y ECONOMÍA

“La política y la economía –sintetiza el catedrático español Carlos Berzosa– son dos esferas del ámbito social que tienen un grado relativo de autonomía pero entre las que se establece una relación de interdependencia. Esta relación de interdependencia es necesaria para la una y la otra. Resulta complementaria en muchas ocasiones pero es conflictiva en otros casos”


Aun en los sistemas de mercado más ortodoxos, la dinámica económica requiere decisiones políticas. Los gobernantes deben elegir entre distintas opciones que tienen consecuencias sobre los actores económicos; sobre las personas y organizaciones en su condición de productores, trabajadores, consumidores, ahorristas, inversores, etc.

Los factores económicos en la elaboración de las decisiones políticas

La sociedad como objeto de las decisiones económicas del poder político


El concepto abarca desde las decisiones económicas más elementales de un Estado –cuánto y cómo recauda; cuánto y cómo gasta– hasta las más complejas, como su articulación con la políticas exterior, educativa y de desarrollo tecnológico, entre otras.


La sociedad como objeto de las decisiones económicas del poder político


En un sistema democrático, diferentes actores sociales son también sujetos de las decisiones económicas. Porque su elaboración es un proceso complejo que involucra –de manera más o menos directa– a fuerzas políticas, organizaciones de la sociedad civil, grupos de interés, factores de poder, y al periodismo.


La sociedad como sujeto de las decisiones económicas


Los temas económicos ocupan un lugar central en la agenda pública. Integran, por tanto, la materia prima del juego político.


La sociedad como sujeto de las decisiones económicas


Una cuestión que atravesó el debate de los ’90 es el verdadero peso relativo de la dirigencia política y de la sociedad civil en la elaboración de las decisiones, frente al protagonismo avasallador de las corporaciones empresarias y sus círculos académicos afines.



El filósofo y politólogo Oscar Landi señalaba ese avance de la esfera económica sobre la decisión política como una de las causas fundamentales de la pérdida de prestigio del Estado y del desencanto con la democracia, extendido, en rigor, en casi todo Occidente.



“Se trata –decía Landi– de la extensión de una duda que ronda en el sentido común de mucha gente: ¿puede la política cambiar significativamente mi realidad? En este mundo globalizado, y luego de la transferencia al mercado de muchas funciones sociales del Estado nacional, se sospecha que la política convencional ha quedado con pocos instrumentos de intervención sobre las circunstancias cotidianas del hombre común”



Después del estallido de la convertibilidad, la dirigencia que sobrevivió al terremoto político trató de instalar una visión distinta. Se afirmó otra vez el propósito de resucitar la supremacía de la política sobre la economía.



La vigorosa restauración del presidencialismo es el dato más relevante de un cambio en la configuración del poder decisorio.

A favor de esa mutación, hoy ya no existen problemas de gobernabilidad, a diferencia de lo que sucedía en los años de la crisis.

La contracara es la aparición de tendencias hegemónicas que debilitan el carácter republicano y federal del régimen político.



“Las instituciones están basadas en un sistema de principios y creencias de aceptación común, sin el cual no hay convivencia civilizada”, define Natalio Botana.

Las instituciones existen para reducir la incertidumbre en la interacción humana. Y tanto las instituciones específicamente económicas como las políticas importan en términos económicos, porque determinan conductas básicas de los actores del sistema.

Instituciones y desempeño económico


Aspectos decisivos del funcionamiento institucional sobre el desarrollo económico (London, Straguzzi y Poinsot):

1. Las instituciones “afectan a los costos de transacción o negociación”. A mayor incertidumbre del comprador, menor será el valor del bien comprado.



Aspectos decisivos del funcionamiento institucional sobre el desarrollo económico (London, Straguzzi y Poinsot):

2. Las instituciones inciden en los costos de transformación. Si el sistema institucional no define claramente y no garantiza en plenitud los derechos de propiedad, los productores de bienes y servicios tenderán a utilizar tecnologías que incorporen poco capital fijo y no impliquen acuerdos a largo plazo.



La incertidumbre sobre el funcionamiento institucional y la inseguridad jurídica desincentivan la inversión, es decir la creación o adquisición de bienes para producir otros bienes y servicios.

Inhiben o al menos afectan el carácter reproductivo del capital y, en un sentido más amplio, esto será un factor determinante de los niveles de eficiencia económica y equidad social.



El sistema político establece las reglas de juego que determinan la interacción de los actores involucrados en el proceso de decisión pública; quiénes y cómo participan y en qué medida influyen en los contenidos y resultados de la acción decisoria.

En él se sitúan las organizaciones que generan las leyes y normas que regulan la vida social. Es el lugar donde se elabora el marco institucional básico en el que operan las organizaciones públicas y privadas.

Sistema político y desempeño económico


El sistema político constituye “el elemento simbólico por excelencia de conexión del ciudadano con la política”.

Es respecto a él que se construyen y definen las actitudes y valores de los ciudadanos hacia la cosa pública, lo cual es clave para la “legitimidad” de las decisiones.



Existe una correlación entre la debilidad de las instituciones democráticas y la debilidad de las instituciones económicas.

Un estudio del BID, basado en análisis econométricos, concluyó que más de la mitad de la brecha entre los niveles de ingreso de los países desarrollados y los latinoamericanos se explica por las deficiencias institucionales de estos últimos.

Entre las principales falencias menciona “la falta de respeto por la ley, la corrupción y la ineficacia de los gobiernos para proveer los servicios públicos esenciales”.



Otro factor retardatario del desarrollo latinoamericano es que, en general, “el juego político no garantiza compromisos intertemporales entre los actores.

Las reglas forman parte del juego mismo, con lo que son objeto de sucesivos cambios derivados de modificaciones en los equilibrios de poder” (London, Straguzzi y Poinsot).



“La política económica, sus elementos de cambio y continuidad, pueden ser explicados en virtud de la distribución del poder entre los grupos claves de la sociedad y que son afectados por esa política”.

“La organización socioeconómica de un país condiciona y refleja la distribución del poder en él” .

Economía y configuración de los actores del sistema político

EL ABORDAJE PERIODÍSTICO

“El periodismo interpreta la realidad social para que la gente pueda entenderla, adaptarse a ella y modificarla”, dice Lorenzo Gomis.

Distingue dos niveles de interpretación: una “de primer grado, que nos dice qué ha pasado, descriptiva, con lo que obtenemos el producto comúnmente llamado información, y una interpretación de segundo grado, que nos permite situar un hecho dado como noticia en el contexto social y analizar qué significa lo que ha pasado: es evaluativa”.

Misión y objeto de trabajo del periodismo político


En las sociedades abiertas, esa función del periodismo –específicamente ya, del periodismo político– es primordial para el funcionamiento del sistema democrático.

El periodismo contribuye a la formación de la opinión pública, a la construcción de los consensos, a la gestación de las diferentes opciones políticas del sistema, a la legitimación o deslegitimación de la gestión del gobierno y del comportamiento de la oposición.

Misión y objeto de trabajo del periodismo político


Desentrañar la interdependencia entre política y economía y el modo en que ella repercute sobre la calidad de vida de las personas y el ejercicio de su condición ciudadana, es una tarea fundamental del periodismo político.

Para cumplirla, es preciso incorporar a las estrategias de producción ciertas herramientas concretas del análisis económico.

Dimensión económica de la realidad política


Uno de los desafíos es trabajar en una formación más universal y diversa. Incorporar conocimientos básicos de teoría económica es tan necesario como reconocer las claves de la mecánica del poder.



También se requiere dominar ciertas destrezas: familiarizarse con el seguimiento y manejo de determinadas variables, e identificar las fuentes más seguras para actualizarlas.

Entre esas variables destacan las cuentas públicas, los indicadores monetarios, las relaciones cambiarias, los datos globales y sectoriales de producción, inversión, consumo, niveles de empleo y distribución del ingreso.



Cuando las estructuras de las redacciones lo permiten, resulta muy útil el trabajo en equipo e interdisciplinario.

Es necesario poner el acontecimiento en valor, explorar el contexto, revisar antecedentes, indagar sobre las causas, proyectar probables efectos.

Una mirada integradora


No basta con reportar el suceso. Hay que establecer una continuidad en el seguimiento del proceso.En la elaboración del mensaje informativo y en la edición, debe evitarse la fragmentación. “La noticia no está en el detalle, es un conjunto –advierte Furio Colombo–. Intentar ver ese conjunto es siempre una precaución útil”.

Una mirada integradora

PRÁCTICA POLÍTICA Y POLÍTICA FISCAL

El caso argentino es rico en situaciones de crisis en las cuales política y economía interactuaron una sobre otra con resultados negativos para la sociedad.

En nuestro desarrollo histórico moderno se advierte un hilo conductor: la relación entre las prácticas políticas y política fiscal.

El caso argentino


Ha sido notoria la compulsión de nuestras administraciones estatales a gastar más de lo que recaudan. O su pertinaz ineficacia para recaudar al menos lo que gastan, si se prefiere enfatizar la otra cara de la moneda.

El caso argentino


Durante décadas, el bache fiscal se cubrió con emisión de moneda sin respaldo. La inflación, el más regresivo de los impuestos, hizo el trabajo sucio de una redistribución negativa de la carga pública.

El costo fue una dramática disgregación social y el deterioro de una institución económica básica: la moneda. En poco más de veinte años, se destruyeron cuatro signos monetarios (el peso moneda nacional, el peso Ley 18.188, el peso argentino y el austral), hasta agotar la fórmula.

El caso argentino


En 1991 se reinstauró el viejo sistema de convertibilidad, en procura de anclar la inflación desbocada. Los pesos pasaron a ser canjeables por una moneda dura como el dólar, en una relación uno a uno. Así, con una moneda prestada, Argentina pudo recuperar la estabilidad de precios y el crédito, y abrir un ciclo de crecimiento.

Pero la irresponsabilidad fiscal se mantuvo intacta, y con ella el germen de la destrucción a plazo fijo del nuevo experimento económico-social.

El caso argentino


El atajo para financiar el déficit fue entonces imprimir bonos de deuda, en lugar de billetes.

Cuando se agotó la capacidad de repago y la confianza de los acreedores, las administraciones estatales (Nación, provincias, municipios) se quedaron sin prestamistas voluntarios.

Acudieron entonces al crédito compulsivo, mediante la emisión de dieciséis bonos-moneda.

El caso argentino


El crédito compulsivo no fue suficiente. El Estado incurrió en default (cesación de pagos). La convertibilidad no resistió la desconfianza creciente, la corrida bancaria y la demanda desbocada de dólares que sobrevinieron luego.

El congelamiento de los depósitos bancarios no alcanzó para evitar el estallido del modelo y sus consecuencias: la megadevaluación de 2002 y el retorno a la inflación.

El caso argentino


El estallido de la convertibilidad fue el detonante de una crisis de raíz económica –sin precedentes por su profundo impacto social– pero también de naturaleza política e institucional.

El caso argentino


La indisciplina en la administración de las finanzas públicas fue a la vez causa y efecto de fenómenos largamente enraizados en el sistema político:

El populismo, que busca el rédito político de corto plazo sacrificando el crecimiento y el bienestar de mediano y largo plazos.

El caso argentino


La indisciplina en la administración de las finanzas públicas fue a la vez causa y efecto de fenómenos largamente enraizados en el sistema político:

El clientelismo, que permite el ascenso en la pirámide del poder mediante una compleja red de intercambios, donde los favores políticos de un modo u otro se pagan con recursos del Estado.

La corrupción como fuente de financiamiento de las campañas políticas y de las estructuras clientelares.

El caso argentino

la cuestión econónica en el periodismo político

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