la crisis económica de principios de siglo (200o-2o03)

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Capítulo 9 La crisis económica de principios de siglo (200O-2O03) Hizo falta tiempo para que el mundo se diera cuenta de que nuestra vida se desenvuel- ve este año en la órbita de una de las más grandes de las catástrofes económicas de la historia moderna, Pero ahora que el hombre de la calle ha tomado conciencia de lo que pasa, su ignorancia de las causas y consecuencias del fenómeno lo llenan de te- mores que se revelarán, quizás, exagerados... Es entonces que comienza a dudar del porvenir. JOHN MAYNARD KEYNES, 1930 Tenemos gas para tirar al río y en pleno invierno nos cagamos de frío, tenemos pollos gorditos, bien nutridos. por eso importamos foráneos y podridos. Hay energía del Chaco a Santa Cruz y somos reyes de los cortes de luz, tenemos vacas y tanto toro nuevo y cien gramos de carne nos cuestan más que un huevo. La abundancia, la abundancia nos inunda quien habrá puesto las cosas al revés... Al final en esta tierra tan fecunda la cosa que más abunda es la escasez. IGNACIO COPANI Las crisis son momentos y no se definen solamente por el tiempo que transcurre en el interior de una crisis, sino por los períodos que lo enmarcan y nosotros estamos en una situación de desconstrucción del país de.\de hace muchos años... no es que se va a salir de la crisis: o refundamos el país o ñas qufdamas sin pnís. Sa .viA BLEICHMAR, 2002

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C a p í t u l o 9

L a c r i s i s económica de p r i n c i p i o s de s i g l o

( 2 0 0 O - 2 O 0 3 )

Hizo falta tiempo para que el mundo se diera cuenta de que nuestra vida se desenvuel­ve este año en la órbita de una de las más grandes de las catástrofes económicas de la historia moderna, Pero ahora que el hombre de la calle ha tomado conciencia de lo que pasa, su ignorancia de las causas y consecuencias del fenómeno lo llenan de te­mores que se revelarán, quizás, exagerados... Es entonces que comienza a dudar del porvenir.

JOHN M A Y N A R D KEYNES, 1 9 3 0

Tenemos gas para tirar al río y en pleno invierno nos cagamos de frío, tenemos pollos gorditos, bien nutridos. por eso importamos foráneos y podridos. Hay energía del Chaco a Santa Cruz y somos reyes de los cortes de luz, tenemos vacas y tanto toro nuevo y cien gramos de carne nos cuestan más que un huevo. La abundancia, la abundancia nos inunda quien habrá puesto las cosas al revés... Al final en esta tierra tan fecunda la cosa que más abunda es la escasez.

IGNACIO COPANI

Las crisis son momentos y no se definen solamente por el tiempo que transcurre en el interior de una crisis, sino por los períodos que lo enmarcan y nosotros estamos en una situación de desconstrucción del país de.\de hace muchos años... no es que se va a salir de la crisis: o refundamos el país o ñas qufdamas sin pnís.

S a . v i A BLEICHMAR, 2 0 0 2

9 . 1 . U n e s c e n a r i o i n t e r n a c i o n a l c a m b i a n t e : de l a " n u e v a economía" a l a g u e r r a de I r a k

C o m o s e ñ a l a m o s en el c a p í t u l o anterior, e l l lamado proceso de g l o b a l i z a c i ó n t e n í a por ba­se las transformaciones t e c n o l ó g i c a s que se expandieron por el mundo, especialmente desde la ú l l ima d é c a d a de l siglo X X , l levando a algunos autores a d i fund i r la idea del surg imiento de una "nueva e c o n o m í a " sustentada en la i n f o r m a c i ó n y las comunicaciones . Dicho concepto, que de­finía un sistema e c o n ó m i c o interconectado por las redes e l e c t r ó n i c a s , fue de uso corr iente en-trr los economistas anglosajones. T a m b i é n se p e n s ó en e l f in de la alternancia de los c ic los de c u c i m i e n t o y de r e c e s i ó n . L a "nueva e c o n o m í a " , gracias a una product iv idad sostenida —que c o m b i n a r í a baja i n f l a c i ó n y desempleo con altas tasas de i n v e r s i ó n — p r o v o c a r í a el encadena­miento vir tuoso de un c rec imiento con t inuo y autosostenido. A j u i c i o de sus defensores, en es­ta 'nueva e c o n o m í a " e l crecimiento r e e m p l a z a r í a a la ren tab i l idad como concepto central de las empresas. E l c l iente t e n d r í a todo el poder, subordinando al proveedor, y la competenc ia ser ía universal , fundamentalmente a t r a v é s de Internet . L a i n f o r m á t i c a , la m u n d i a l i z a c i ó n y la f l ex i ­b i l idad c o n f i g u r a r í a n e l n ú c l e o de una tercera r e v o l u c i ó n indust r ia l , y por lo tanto, los sistemas en red e s t a b l e c e r í a n las condiciones para p roduc i r en f u n c i ó n de las exigencias particulares de cada cliente, aumentando as í e l mercado potencia l . '

S in embargo, otras corrientes de pensamiento s e ñ a l a b a n los errores de esta c o n c e p c i ó n , es-t i i íma t i zaban su o p t i m i s m o y, sobre todo, p o n í a n en seria duda e l p r o n ó s t i c o de que la "nueva ct o n o m í a " posindust r ia l , impulsada po r la i n f o r m a c i ó n , g e n e r a r í a un prosperidad m u n d i a l sin precedentes. Por el cont rar io , s e g ú n u n autor, la e s p e c u l a c i ó n financiera se hallaba "en e l cora­zón de la « n u e v a e c o n o m í a » " y anunciaba nuevas crisis.^

L a realidad estaba indicando que los c r í t i c o s t en ían m á s r a z ó n que los optimistas. Los aten­tados a las Torres Gemelas y al P e n t á g o n o , e l 11 de septiembre de 2001 , const i tuyeron un golpe indudable a la e c o n o m í a mundia l en su conjunto, mientras infundieron gran temor a la pobla­c ión norteamericana y de los pa í s e s m á s desarrollados. E l F M I s e ñ a l ó entonces el deb i l i t amien­to g l o b a l de la conf ianza del consumidor y de los negocios, el re t i ro generalizado de activos riesgosos tanto en los mercados maduros c o m o en los emergentes, una r e p e r c u s i ó n negativa en la demanda y en la ac t iv idad e c o n ó m i c a en E E . U U . y otros p a í s e s industriales, e indÍ9Íos de au­mento del desempleo. Pero el impacto e c o n ó m i c o de los atentados no fue "un rayo en un d ía de sol" : m á s bien a c e n t u ó tendencias preexistentes, rat if icando la presencia de fuertes elementos de con t inu idad entre la s i t u a c i ó n posterior y e l escenario anterior al 11-S.

Esas tendencias apuntaban ya, desde e l a ñ o 2000, a una clara d i s m i n u c i ó n del d i n a m i s m o e c o n ó m i c o g loba l , que apenas alcanzaba a recuperarse de las diferentes crisis e c o n ó m i c a s i n ­ternacionales de fines de l s ig lo anterior, especialmente la del sudeste a s i á t i co de 1997 y, sobre todo, marcaban e l comienzo de un d e c l i n a c i ó n de la e c o n o m í a norteamericana, que h a b í a sido

\ \

sea Historia económica, política, y social de Ja Argentina

el m o t o r del c rec imien to e c o n ó m i c o de los a ñ o s precedentes. Antes de los atentados se hab ían hecho a s í fuertes "correccipnes a la baja" en las proyecciones e c o n ó m i c a s de los organismos in­ternacionales. Entre octubre de 2000 y los d í a s previos a l 11-S, las estimaciones de l F M I sobre el c rec imiento de la p r o d u c c i ó n mund ia l se m o d i f i c a r o n del 4 , 2 % a u n 2,6%; para el G7 , de un 2,9% a un 0 ,6%; en tanto que para el caso de los "nuevos p a í s e s indust r ia l izados" la est ir í iación para e l a ñ o 2001 se redujo de un 6,6 a un 1 % , y para A m é r i c a La t ina de 4 ,5% a 1,7%. En el mis­mo sentido se inscr ibieron entonces las proyecciones de l Banco M u n d i a l , del Departamento de Asuntos E c o n ó m i c o s y Sociales de la O N U y de la U N C T A D . ^

Para el segundo t r imestre de 2000 la r e c e s i ó n estaba instalada en Estados Unidos , lo que se reflejaba en el comienzo de una c a í d a de l P B L de l vo lumen de ganancias de las corporaciones de la i n v e r s i ó n fija y de la p r o d u c c i ó n indus t r ia l , y en e l aumento de la d e s o c u p a c i ó n . Paralela­mente, las operaciones especulativas h a b í a n alcanzado en los mercados financieros globales y en especial en Wa l l Street, dimensiones extraordinarias, basadas en una v a l o r i z a c i ó n f ic t ic ia de los capitales, que no r e s p o n d í a n a los datos de la e c o n o m í a real . E l í n d i c e b u r s á t i l estadouni­dense Nasdaq, b a r ó m e t r o de la sociedad de la "nueva e c o n o m í a " , c a y ó el 5 7 % en un a ñ o de marzo de 2000 a marzo de 2 0 0 1 .

Pero, sobre todo, con las nuevas p o l í t i c a s e c o n ó m i c a s del gob ie rno de George W. Bush, Es­tados Un idos se fue t ransformando en e l p a í s m á s endeudado de l planeta, con una deuda publi­ca que en 2003 llegaba al 5 8 % de su P B L un abul tado déf ic i t f iscal , y un creciente saldo nega­t ivo de la cuenta corr iente de la balanza de pagos en los ú l t i m o s a ñ o s , como se muestra en el siguiente cuadro."*

CUADRO 9.1. CUENTA CORRIENTE DE LA BALANZA DE PAGOS Y BALANZA COMERCIAL DE EE.UU. (EN BILLONES DE DÓLARES)*

Ano 1997 1998 1999 200O 2001 2002 2003

Cuenta Corriente

% /PBI

Balanza comercial

- 1 3 6

- 1 , 6

- 1 0 8 . 1 7 8

- 2 1 0

- 2 . 4

- 1 6 4 . 8 6 8

- 2 9 7

- 3 , 2

- 2 6 3 . 2 5 2

- 4 1 3

^ . 2

-378 .344

- 3 8 6

- 3 , 8

- 3 6 2 . 6 9 2

- 4 7 4

-4 .5

^ 2 1 . 7 3 5

-531

-4,8

-496.508

• Un billón de dólares es equivalente a mil millones de la misma moneda según las normas de EE.UU. FU€NTE; Fondo Monetario Internacional y U.S, Census Bureau, Foreign Trade División,

A esta s i t u a c i ó n recesiva se agregaron los escandalosos fraudes corpora t ivos protagoniza­dos por algunos de los mayores conglomerados empresariales y c o m p a ñ í a s financieras estadou­nidenses — W o r l d C o m , Enron , M e r c k , C i t i g r o u p , D u k e Energy, G l o b a l Cross ing, Hal l ibur ton, J. P. M o r g a n Chase, M e r r y l l Lynch , X e r o x — , vinculados a la p r e s e n t a c i ó n de balances falsos, con la compl i c idad de altos funcionarios del gobie rno norteamericano.^ En real idad, este pro­ceso reflejaba el derrumbe de la tasa de ren tab i l idad de grandes corporaciones, entre ellas mu­chas de las llamadas "de punta" , tanto de i n f o r m á t i c a como de comunicaciones , precisamente las que encabezaban e l proceso "g loba l izador" que, s e g ú n algunos economistas, representaban e l pasaporte que p e r m i t í a el ingreso a la era posindustr ia l . E l v a l o r de las acciones de varias em­presas i n f o r m á t i c a s c o n centro en S i l l i c o n Val ley (Estados Unidos ) , estaba completamente des­proporcionado respecto a su rentabi l idad real. E l colapso de estas f i rmas —una parte de ellas conocidas comopuntocom— d e r r u m b ó e l mi to de la p roduc t iv idad indef in idamente ascenden­te gracias a la t e c n o l o g í a de la i n f o r m a c i ó n y las ilusiones acerca de un capi ta l ismo sin crisis. A d e m á s , en e l caso de Enron y otras corporaciones, a l entrar en qu iebra dejaron en la calle a miles de empleados y vaciaron sus fondos de p e n s i ó n , sustento de las jub i l ac iones futuras. Es­tos e s c á n d a l o s invo luc ra ron a grandes estudios contables, c o m o A r t h u r Andersen, que estaba encargado de la auditon'a de Enron y t u v o que cerrar sus puertas. T a m b i é n afectaron a compa-

IJSÍ crisis económica de principios de sig-lo (3OOO-30O3) 8 6 3

nías financieras y bancos de negocios, c o m o M e r r y l l L y n c h , M o r g a n Stanley, C i t i g r o u p y G o l d ­man Sachs, que f inanciaron a esas empresas en quiebra, perdiendo ellas mismas, tal e l caso de M e r r y l l Lynch , m á s de la mi tad de sus valores b u r s á t i l e s . U n accionar fraudulento que i n c l u y ó asimismo a agencias consultoras, como M o o d y ' s y Standard & Poor ' s (de E E . U U . ) y F i t c h (de Francia) que evaluaban, entre otras cosas, el famoso riesgo país, cal i f icando muchas veces en forma arbi trar ia a empresas o naciones c o m o m á s seguras o m á s riesgosas. I n f l u í a n as í en la de­t e r m i n a c i ó n de la tasas de i n t e r é s que los deudores d e b í a n pagar a los acreedores, perjudicando a p a í s e s como la Argent ina .*

E l deterioro de la s i t u a c i ó n e c o n ó m i c a t a m b i é n alcanzaba a las otras naciones del G 7 , aun­que en e l caso de J a p ó n s ignif icaba la c o n t i n u a c i ó n de un proceso que v e n í a de l a d é c a d a ante­rior. L a inc idenc ia de ese deterioro fue s ign i f ica t iva en los pr incipales miembros de l a U n i ó n Europea, especialmente a part ir de 2 0 0 1 . En A l e m a n i a y Francia , por ejemplo, n o se respetaron los l í m i t e s para el dé f ic i t fiscal acordado en la U E y varias de las grandes empresas mu l t i nac io ­nales del c o n ü n e n t e quedaron a l borde de la quiebra, evidenciando que, m á s a l l á de sus aspec­tos f inancieros , e l trasfondo era e l de una verdadera r e c e s i ó n . A l g u n o s pa í s e s europeos se em­barcaron en intensas reformas di r ig idas a rever t i r la d e c l i n a c i ó n de su act ividad e c o n ó m i c a . Los recortes en el sistema de pensiones y l a gradual flexibilización de l mercado labora l fueron una de las v í a s a las que se r e c u r r i ó con ese p r o p ó s i t o . "Parece que la larga siesta de Europa ha l le­gado finalmente al l í m i t e , v í c t i m a del c r ó n i c o e s t a n c a n r ú e n t o e c o n ó m i c o , del deter ioro de las fi­nanzas p ú b l i c a s y de la competencia de mano de obra barata en los nuevos p a í s e s de la U E y en Asia" , r e s u m í a u n periodista norteamericano.^

E n e l cuadro siguiente puede observarse la e v o l u c i ó n del P B I de los pa í s e s m á s desarrolla­dos, en donde se percibe su d e s a c e l e r a c i ó n e c o n ó m i c a , c o m p a r á n d o l o s con la e v o l u c i ó n de la econonu'a de China , que refleja un proceso inverso .

CUADRO 9.2. EVOLUCIÓN DEL P B I EN LOS PAÍSES DEL G7 Y CHINA (EN PORCENTAJES)

E E . U U . R. Unido Canadá Alemania Francia Italia Japón

1999 4,49 2 ,80 5,61 2 ,05 3,21 1,56 0,06 7,10

200O 3,69 3,38 5,29 2,86 " 3,79 3,03 2,84 8,00

2001 0,52 2 , 1 3 1.90 0,85 2 , 1 0 1,76 0,43 7,50

2002 2,21 1,64 3,26 0 , 1 8 1,19 0,36 - 0 , 3 5 8,30

2003 3 ,10 2 ,22 2,00 - 0 , 1 0 0,47 0,26 2,66 9,29

FUENTE: Elaljoración propia en tiase a datos de World Development Indicators, 2005,

L a r e c e s i ó n a fec tó a la demanda interna y a la i n v e r s i ó n y si bien e l incremento d e l desem­pleo fue marg ina l , se ve r i f i có una r e d u c c i ó n de la p roduc t iv idad del trabajo. Po r su parte, espe­cialmente en E E . U U . , se a s i s t i ó a un proceso def lacionario entre 2001 y 2003, como un arras­tre de esta s i t u a c i ó n , hasta que la subida de los precios de l p e t r ó l e o , con la guerra de I r ak , v o l v i ó a generar tendencias inflacionarias.

E l origen de l proceso recesivo radicaba en la p é r d i d a de d inamismo del conjunto de las eco­n o m í a s industrial izadas, una de cuyas principales expresiones fue la d e c l i n a c i ó n en sus tasas de crecimiento . Esta s i t u a c i ó n i m p l i c ó l a d e s a c e l e r a c i ó n de los ingresos t r ibutar ios de los Estados nacionales, que pasaron a desarrollar estrategias destinadas a sostener la demanda y apuntalar las ganancias empresariales aumentando el gasto p ú b h c o , realizando en ciertos casos reduccio­nes fiscales en beneficio de las grandes empresas y d i sminuyendo los costos salariales. Se i m ­puso e l rigor monetar io y la l i b e r a l i z a c i ó n f inanciera, que co inc id ie ron con una m a y o r deman­da estatal de fondos (mot ivada por los dé f i c i t s presupuestarios), lo que d e t e r m i n ó el a lza de las tasas de i n t e r é s . De ese modo m e j o r ó radicalmente la ren tab i l idad de las act ividades financie-

8 6 4 Historia, económica, política y social d e la Arg-entina

ras , hacia las que progresivamente se vo lca ron importantes grupos especula t ivos desaceleran do a ú n m á s el c rec imiento , desalentando las inversiones —en especial de las empresas peque ñ a s y medianas— y generando d e s o c u p a c i ó n .

C h i n a fue el ú n i c o pa í s que m o s t r ó en este p e n o d o altas tasas de c r e c i m i e n t o , aunque la " r e c o n v e r s i ó n " de su sistema e c o n ó m i c o r e v e l ó t a m b i é n desigualdades en las condiciones de v ida de su p o b l a c i ó n . * Este c rec imien to se d e b i ó pr inc ipa lmente a su presencia en los mercados externos pero, t a m b i é n , a par t i r de 2002 , al desarrol lo del mercado i n t e r n o que la pon í a a l res­guardo, s e g ú n un autor, de los vaivenes c í c l i c o s de la e c o n o m í a mund i a l . ^

De ese modo , la potencia a s i á t i c a se t r a n s f o r m ó en el mayor usuar io de acero y cemento de l mundo , con tendencias a superar a los E E . U U . en el consumo de va r io s productos, desde el cobre hasta la soja. Se c o n s t i t u y ó as imismo en un gran demandante de t e l e f o n í a m ó v i l y su mer­cado au tomotor e m p e z ó a aproximarse a los de A l e m a n i a y J a p ó n .

Ch ina d e m o s t r ó , t a m b i é n , que un p a í s puede sostener altas tasas de c rec imien to durante mu­chos a ñ o s , combinando trabajo in tens ivo barato con un sistema financiero cerrado que canali­zaba altos ahorros internos hacia proyectos seleccionados generalmente por la tecnocracia gu­bernamental . ' " C o m o resultado de e l lo , desde las ú l t i m a s d é c a d a s de l s ig lo X X el ingreso per c á p i t a de la n a c i ó n a s i á t i c a se c u a d r u p l i c ó : c r e c i ó a un ritmo de 10% anua l .

A d e m á s , l a p a r t i c i p a c i ó n de China en el comerc io mundia l a u m e n t ó del 1 % en 1980 al 6% en 2003, representando el 8 0 % de las exportaciones norteamericanas. E n part icular , su inter­cambio con E E . U U . se h a b í a t ransformado en ampl iamente favorable en una p r o p o r c i ó n de cin­co a uno, especialmente porque las cadenas minoristas norteamericanas a d q u i r í a n principalmen­te sus productos en e l g igante a s i á t i c o e x p l i c a n d o a s í , en g ran m e d i d a , el abul tado défici t comerc ia l de la potencia occidental .

Pero la r a í z de este déf ic i t estaba en Estados Unidos mismo, porque e l gobierno republica­no g e n e r ó una enorme transferencia de ingresos desde los sectores med ios de la p o b l a c i ó n a los m á s ricos mediante una baja de impuestos, r a z ó n pr inc ipa l por la cual e l Estado c o m e n z ó a gas­tar m á s de lo que p e r c i b í a . S in embargo, Bush d e s c a r t ó enfrentar la s i t u a c i ó n con un ajuste que pudiera frenar la lenta r e c u p e r a c i ó n de la e c o n o m í a o con un cambio abn jp to de la po l í t i ca im­pos i t iva , prefir iendo incrementar la ya abultada deuda p ú b l i c a . En cuan to al problema comer­c i a l , aun si China hubiera accedido a dejar fiotar su moneda, las consecuencias no habr í an sido neutras para el pa í s d e l Nor te porque m á s de la mi t ad de las expor tac iones chinas al mercado estadounidense se or ig inaron en empresas de capitales norteamericanos, relocalizadas para apro­vechar los menores costos de l p a í s a s i á t i c o . U n cambio de las reglas de j u e g o hubiera deterio­rado su c o m p e t i t i v i d a d . "

Los t r á g i c o s atentados de 2001 sumaron otras dificultades a la decl inante e c o n o m í a esta­dounidense, especialmente en algunos sectores c o m o los seguros, el t u r i s m o y e l transporte aé­reo. E l consumo est imulado desde el Estado no era suficiente para alentar una r e c u p e r a c i ó n per­sistente, por eso, a la c a í d a de demanda sucedieron planes de r e e s t r u c t u r a c i ó n empresarial y despidos. Con la l legada a la Casa Blanca , entre otros, de cuatro di r igentes republicanos que en­carnaban los intereses del c o m p l e j o pe t ro le ro -mi l i t a r (George W. B u s h , Richard Cheney, Do-na ld Rumsfe ld y Condoleezza Rice) , el r u m b o expansionista de la p o l í t i c a exter ior estadouni­dense q u e d ó v incu lado a la r e c u p e r a c i ó n e c o n ó m i c a . A partir de 2002, e l pa í s del norte r e tomó moderadamente el c rec imien to sobre la base de una euforia consumis ta apoyada en la especu­l ac ión financiera, en un a b u l t a d í s i m o d é f i c i t comerc ia l y en los gastos mi l i ta res . U n aconteci­miento b é l i c o , la guerra de I rak, c o l a b o r ó con la r e c u p e r a c i ó n . i

Sin embargo, las intervenciones mi l i ta res no fueron un o b s t á c u l o para que la O r g a n i z a c i ó n M u n d i a l del Comerc io ( O M C ) intentara impulsa r nuevas reglas de j u e g o y destrabar el c ic lo de l i b e r a l i z a c i ó n de los in te rcambios mundia les in ic iado en Doha en 2 0 0 1 , y paral izado desde sep­t iembre de 2003, tras l a r e u n i ó n de C a n c ú n , M é x i c o , y nuevamente en l a r e u n i ó n de Hong Kong en 2005. Los p a í s e s en v ías de d e s a i T o l l o acusaban a los m á s r icos de proteger un n ú m e r o ex­cesivo de productos, c o m o el caso de Noruega que l o g r ó el r econoc imien to de 2 0 0 í tem sensi­bles para su e c o n o m í a mientras que la A r g e n t i n a s ó l o obtuvo u n o . ' ^

¿ a crisis económica de principios de siglo (2000-2003) 8 6 5

Es que las naciones pe r i f é r i ca s se dedican pr incipalmente a la p r o d u c c i ó n de bienes a g r í c o ­las o productos intensivos en trabajo, y e l sistema de comerc io internacional j u e g a t rad ic iona l -mente en su contra. L a p r e t e n s i ó n de los p a í s e s industr ia l izados en las reuniones de la O M C fue siempre la de una absoluta l i b e r a l i z a c i ó n de los productos industriales de alta t e c n o l o g í a , en los cuales t ienen apreciables ventajas, mientras se intenta i mped i r a los menos desarrollados agre­gar v a l o r a sus bienes de e x p o r t a c i ó n . Por e jemplo , Estados Unidos y la U E no apl icaban aran­celes a las importaciones de cacao, pero i m p o n í a n el 3 0 % sobre productos procesados c o m o el chocolate. Por esta r a z ó n , las naciones en desarrol lo aportaban a l mercado m á s d e l 9 0 % del ca­cao, pero menos del 5% del chocolate. Este hecho las condenaba a no poder superar la p r ima-rización de sus exportaciones. '^

A l g o que reaf irmaba un economista l ibera l c o m o Jagdish Bhawa t i , que d e s c r e í a de los pre­suntos beneficios de acuerdos t ipo A L C A , agregando que la baja de tarifas de manera preferen-cial dura poco porque los aranceles t ienden a caer in temacionalmente . S o s t e n í a , a d e m á s , que lo que interesaba realmente a E E . U U . no era el comerc i o en s í , sino todo lo relacionado c o n la pro­piedad intelectual , los servicios , el flujo de capitales y los e s t á n d a r e s en las condiciones de tra­bajo. " N i el N A F T A ni e l A L C A — d e c í a — t ienen que ver con e l comerc io . Los Estados Unidos es t án usando a todos sus abogados y a todos sus lobbystas para poner barreras sutiles, sobre to­do en acuerdos de t ipo b i la tera l . Y los p a í s e s en desarrol lo a veces no tienen n i e l t i empo n i los recursos como para seguir todos estos m o v i m i e n t o s " . ' " E l l ibre comerc io consti tuye a s í s ó l o un argumento para imponer o reforzar una determinada d i v i s i ó n internacional del trabajo, s imi la r a la de l s ig lo X I X . ' 5

N o obstante, las principales barreras hacia los p a í s e s a g r í c o l a s , implementadas por los m á s desarrollados, fueron de c a r á c t e r no arancelario. E l 13 de mayo de 2002, resu l tó aprobada por el Congreso norteamericano una nueva ley agn'cola autorizando un gasto cercano a los 100.000 m i ­llones de d ó l a r e s (19.000 mil lones anuales en c inco a ñ o s ) , destinado a incrementíu^ el m o n t o de los subsidios a los agricultores en un 7 0 % con respecto a la ley anterior de 1996. Se apoyaba prin­cipalmente a los productores de los commodíties tradicionales ( t r igo , m a í z , soja, a l g o d ó n y ma-nO, total izando una ayuda anual de 14.000 mi l l ones de d ó l a r e s ( v e n í a n recibiendo alrededor de 8.000 m i l l o n e s ) . " ' A estos subsidios, se le agregaban la a p l i c a c i ó n de leyes anf idumping , salva­guardias, reglamentos fitosanitarios y o t ro t i po de o b s t á c u l o s . En las discusiones sobre la cons­t i tuc ión del A L C A , el gobierno de Washington p r e t e n d í a exc lu i r esas medidas que , s e g ú n é l , de­bían discutirse solamente en el marco de la O M C . En cuanto al proteccionismo a g r í c o l a , e l caso de la U n i ó n Europea, c o n su po l í t i ca agraria c o m ú n , resultaba s imi la r al de E E . U U . , c o m o ya he­mos vis to en c a p í t u l o s anteriores.

Por otro lado, algo menos conoc ido , es que gran parte de esos subsidios no estaba d i r i g i d o a los agricultores m á s necesitados sino a sectores de altos ingresos. "En los Estados Unidos —se­ña la A l i e t o G u a d a g n i — el 2 5 % de los predios m á s grandes percibe el 9 0 % del total de los sub­s idios ." La lista de sus receptores i nc luye a m u U t i m i l l o n a r i o s como D a v i d Rocke fe l l e r y Ted Turnen No es diferente de lo que ocurre en l a U E , donde el cuar t i l m á s alto de los productores a g r í c o l a s , en t é r m i n o s de t a m a ñ o de los predios, reciben e l 7 5 % del apoyo t o t a l . "

L o s aspectos monetarios i m p l i c a r o n t a m b i é n una serie de cambios en el á m b i t o m u n d i a l . La U E , que ya t e n í a u n Banco Cent ra l Europeo ( B C E ) fundado en a p l i c a c i ó n del Tra tado de Maastr icht , con un funcionamiento independiente de los gobiernos nacionales, c r e ó una mone­da c o m ú n , el euro, que e n t r ó en c i r c u l a c i ó n el 1° de enero de 20O2. En verdad e x i s t í a c o m o medi­da de valor desde 1999, fecha en la cua l se fijaron las paridades entre las monedas de 11 p a í s e s de la U E , conformando un á r e a monetaria a la cual se a g r e g ó luego Grecia, pe ro no G r a n Bre­taña , Dinamarca y Suecia. El euro, admin i s t rado por el B C E , e m p e z ó cot izando menos que el d ó l a r con e l cual entraba a competir , y fue presentado c o m o una ú l t i m a etapa de l m o v i m i e n t o de i n t e g r a c i ó n e c o n ó m i c a y monetar ia de Europa , aunque su funcionamiento r e s u l t ó t a m b i é n muy discut ido por p o l í t i c o s y economistas de la r e g i ó n .

Para sus part idarios, la moneda ú n i c a con t r ibuye a homogeneizar e l sistema de precios de los p a í s e s que lo han adoptado, reduce los costos de las transacciones y suprime los gastos de con-

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v e r s i ó n de las divisas nacionales, e l iminando los riesgos de ines tab i l idad y de posibles m a n i ó bras especulativas. Pero, para sus c r í t i c o s , tiene t a m b i é n grandes deficiencias. E n pr imer lugar toma ineficaz la p o l í t i c a monetar ia y la somete a la p r e s i ó n de los mercados en detr imento de la posible u t i l i z a c ión de instrumentos fiscales y presupuestarios. En segundo t é r m i n o , se adap­ta a las concepciones neoliberales, que p r i v i l e g i a n la es tabi l idad moneta r ia por sobre otros ob­je t ivos , anulando las p o l í t i c a s de r e g u l a c i ó n m a c r o e c o n ó m i c a s y la pos ib i l idad de poder enca­rar en fo rma diferente los problemas particulares de los dist intos p a í s e s . ' *

En cuanto al dó l a r , e m p e z ó cot izando sobre la par del nuevo euro c u y o valor c a y ó a un mí­n imo en 2 f ) 0 l . Pero desde comienzos de 2002 y hasta fines de 2003 e l euro r e m o n t ó y el dólar p e r d i ó alrededor de u n 30% de su c o t i z a c i ó n frente a la moneda europea como consecuencia de las dif icul tades e c o n ó m i c a s de E E . U U . y de los ataques terroristas. U n a baja tolerada y alenta­da por e l gobierno norteamericano, que intentaba mejorar su pe r f i l expor tador y poder reducir as í sus déf ic i t fiscal y comerc i a l . En e l siguiente cuadro se muestra esa e v o l u c i ó n .

GRÁFICO 9 .1 . EVOLUCIÓN DE LAS COTIZACIONES EURO/DÓLAR

Euro/Dólar

FUENTE: BCE (2003).

Pero el lo i m p l i c ó un j u e g o pel igroso cuya consecuencia m á s de l icada se r í a que los merca­dos internacionales, en par t icular los a s i á t i c o s encabezados p o r China , se tomaran renuentes a seguir comprando los bonos norteamericanos que la potencia d e l N o r t e ut ihzaba para financiar sus desequil ibrios. Esta s i t u a c i ó n e n t r a ñ a b a un riesgo cierto de d e v a l u a c i ó n , cuyas consecuen­cias s e r í a n el deter ioro del v a l o r de los papeles en manos de los inversionistas internacionales y, a ú n peor, la pos ib i l idad de que el d ó l a r perdiera su cal idad de moneda de reserva. Dadas es­tas circunstancias, para preservar su c rec imien to . China imi taba lo que E E . U U . y Gran Bre taña pactaron en la posguerra dent ro del sistema negociado de Bre t ton W o o d s , que fue fijar la coti­z a c i ó n de sus monedas con e l o ro : B e i j i n g hizo l o m i s m o tomando c o m o referencia el dó la r , de manera que si és te l legaba a caer, el yuan lo s e g u i r í a . Para E E . U U . esta d e c i s i ó n generaba una r e l a c i ó n compleja ya que v e í a recortadas las ventajas de la c a í d a de l d ó l a r e impl icaba un sub­sidio indirecto a favor de los chinos. D e esta manera, se instalaba un nuevo elemento conf i ic t i -vo dentro del comple jo panorama de la e c o n o m í a mundia l .

C o n respecto a A m é r i c a La t ina la s i t u a c i ó n e c o n ó m i c a entre 2 0 0 0 y 2002 fue cr í t ica , y pa­ra algunos p a í s e s r e s u l t ó m u y desfavorable. Ya hacia e l a ñ o 2 0 0 0 la r e g i ó n d e j ó de crecer como resultado de la adversa s i t u a c i ó n externa e interna, y en 2001 t e n í a una tasa promedio de creci­miento negativa, mientras la pobreza alcanzaba al 4 3 % de la p o b l a c i ó n , unos 214 mil lones de personas.'^ E l deter ioro de la coyuntura internacional , agravado por los atentados del 11-S, fue a c o m p a ñ a d o por problemas propios de la r e g i ó n : la crisis argentina, la crisis e n e r g é t i c a brasile­ña y los desastres c l i m á t i c o s en C e n t r o a m é r i c a y e l Caribe. A d e m á s , a l escaso d inamismo de las

La crisis económica de principios de siglo (2000-3003) 8 6 7

exportaciones se sumaron la merma de la demanda internacional y el bajo n i v e l de los precios de e x p o r t a c i ó n , que afectaron los saldos comerciales. L o s t é r m i n o s de in tercambio descendie­ron, siendo los bienes m á s perjudicados el c a f é , e l p e t r ó l e o y los hidrocarburos.

L a d é b i l s i t u a c i ó n f inanciera internacional y las movidas especulativas contra la e c o n o m í a b ra s i l eña y argentina despertaron temores de contagio. L a entrada de invers ión extranjera directa d i s m i n u y ó , mientras se p r o d u c í a una creciente fuga de capitales. Ante el temor de los inverso­res externos, la m a y o r í a de los pa í s e s de la r e g i ó n fueron financiados por los organismos inter­nacionales, sobre todo e l F M I , quienes presionaron para reducir los altos niveles de endeuda­miento, fundamentalmente mediante e l recorte de gastos p ú b l i c o s .

E n 2002 las importaciones sufrieron una importante ca ída , generando un supe ráv i t en la cuen­ta comerc ia l del conjunto de A m é r i c a Lat ina . N o obstante, la salida de capitales financieros l le­gó a u n techo h i s t ó r i c o , expl icado fundamentalmente por las crisis de Brasi l , Argen t ina , Vene­zuela y Uruguay. De este modo , los saldos de la cuenta corr iente y la cuenta de cap i ta l de la balanza de pagos de la r e g i ó n resultaron negativos, y se compensaron con una d i s m i n u c i ó n de las reservas, desembolsos al F M I y atrasos en el pago de capital e intereses de la deuda externa.

O t r o rasgo sustantivo de la reg ión en el p e r í o d o fue la d e p r e c i a c i ó n de las monedas nacionales de los pa í ses del Mercosur, Venezuela, Co lombia , Ha i t í y R e p ú b l i c a Dominicana. Pero la s i tuac ión e c o n ó m i c a adversa c o m e n z ó a revertirse en 2003, mejora r rúen to que se a f i n n ó en 2004, con una ta­sa de crecimiento del 5,9%, por e l impulso de la demanda extema de muchos productos de la reg ión y, en algunos casos, por la r ecupe rac ión de los mercados internos, como ocur r ió en la Argentina.

E n lo que respecta a l escenario p o l í t i c o in ternacional , en e l c a p í t u l o anterior h a b í a m o s vis­to que la d i s o l u c i ó n de la U n i ó n S o v i é t i c a y el f i n de la disputa bipolar abr ió u n a nueva coyun­tura, en la que la c o n s o l i d a c i ó n del cap i t a l i smo liberal d i o paso en lo e s t r a t é g i c o a la suprema­cía m i l i t a r de Washington; aunque desde el pun to de vista e c o n ó m i c o se m a n t e n í a una estructura mul t ipo la r en cuya c ú p u l a p e r m a n e c í a la t r í a d a E E . U U . , U E y J a p ó n , con la a p a r i c i ó n amena­zante de l gigante chino y otros p a í s e s a s i á t i c o s .

E n ese contexto se realizaron las elecciones estadounidenses de noviembre de 2000, cuyos resultados generaron una batalla legal para acceder a la Casa Blanca. A u n cuando la suma total de votantes diera una ajustada ventaja al representante d e m ó c r a t a , A l b e r t Gore, dado que el presiden­te norteamericano se el ige mediante u n colegio electoral e l triunfador fue el republicano George W. Bush . Esto o c u r r i ó gracias a las elecciones de l Estado de Flor ida , gobernado por un hennano de este ú l t imo , Jeff, donde hubo un turb io manejo del recuento de votos en favor de l candidato re­publicano refrendado por la just icia . D e esta manera Bush pudo acceder a la pr imera magistratu­ra de E E . U U . , en enero de 2001 , apoyado y financiado por los sectores m á s conservadores, inc lu­yendo la derecha religiosa, del establishment norteamericano.^" Su llegada a la Casa Blanca impl icó así importantes cambios respecto de la anterior a d m i n i s t r a c i ó n d e m ó c r a t a ; por u n lado, i m p u l s ó un programa de rebajas imposit ivas a favor de los sectores m á s pudientes de la p o b l a c i ó n y au­m e n t ó el gasto p ú b l i c o en el á r e a de defensa, que en 2003 l l egó al 3,8% de P B I ; por o t ro , d i s e ñ ó una p o l í t i c a exter ior intervencionista en beneficio de grupos empresarios de ese establishment, muchos de ellos relacionados con integrantes de l gobierno y el negocio del p e t r ó l e o . - '

E n ese sentido, el disparador del in te rvenc ion ismo estadounidense y la j u s t i f i c a c i ó n de sus gastos mil i tares , fueron los lamentables atentados del 11 de septiembre de 2 0 0 1 . Ese d í a se pro­dujo e l derrumbe de las torres gemelas que formaban parte de l W o r l d Trade Center de Nueva York — s í m b o l o del poder e c o n ó m i c o estadounidense— a s í como t a m b i é n la d e s t r u c c i ó n de una de las alas del ed i f i c io de l P e n t á g o n o , en Washington — s í m b o l o de su poder m i l i t a r — cuando tres aeronaves de l í n e a se incrustaron contra esas construcciones en acciones suicidas llevadas a cabo por fundamentalistas i s l á m i c o s . C o n recursos impensados, el grupo terror is ta A l -Qae -da l l e v ó a cabo un espectacular hecho h i s t ó r i c o , tanto por la eficacia alcanzada como por la au­dacia asumida. N i n g u n a a c c i ó n del t e r ro r i smo anterior h a b í a i n f i i g i d o tantos d a ñ o s , en t é r m i ­nos de d e s t r u c c i ó n mate r ia l y vidas perdidas. A d e m á s , desde 1812, cuando tropas b r i t á n i c a s incendiaron el C a p i t o l i o , el te r r i tor io con t inen ta l de los Estados Unidos nunca h a b í a sufr ido un ataque de semejante magn i tud . Este c rue l acto tertorista d e t e r m i n ó un profundo viraje tanto en

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las p o l í t i c a s de seguridad c o i n o en la p e r c e p c i ó n del enemigo por par te de las autoridades esta­dounidenses, que desde ese entonces p a s ó a ser el "fundamental i s m o " m u s u l m á n , cuyo caldo de c u l t i v o puede encontrarse en los irresueltos problemas del Or i en t e M e d i o , comenzando con el in terminable conf l i c to p a l e s t i n o - i s r a e l í . - ^

L a influencia de los atentados en la Casa Blanca fue de tal m a g n i t u d que dio origen al concep­to de "seguridad colect iva". Conforme al mismo, el gobierno estadounidense c o m e n z ó a sacrificar derechos elementales de sus ciudadanos e ins t a ló una tensión permanente entre seguridad, liberta­des y ga ran t í a s en su propio terr i torio. En ese sentido, mediante la Patriot Act se redujo el derecho a la privacidad y se e s t a b l e c i ó la d e t e n c i ó n sin t iempo y sin i n t e r v e n c i ó n j ud i c i a l de los extranje­ros, y aun de ciudadanos norteamericanos, sospechosos de terroristas. Mediante estos m é t o d o s le­galizados, se vo lv ie ron inaplicables los instrumentos protectores de los derechos humanos tales co­mo las convenciones de L a Haya y Ginebra, y la C o n v e n c i ó n de la O N U contra la tortura.^''

E l gobierno estadounidense i n s t a u r ó , a pa r t i r de entonces, una "guerra contra el terroris­mo" , s e ñ a l a n d o a u n grupo de p a í s e s c o m o integrantes del "eje del m a l " : A f g a n i s t á n , Irak, Irán y Corea del Norte, entre o t ros . Para evi tar las acciones de sus gobiernos o de sectores de ellos contra los intereses estadouniden,ses, Wash ing ton d e c i d i ó in ic ia r una l lamada "guerra preventi­va" en defensa de la democracia y la l iber tad . E l p r imer ob je t ivo fue e l gobierno afgano domi­nado por fundamentalistas talibanes —ant iguos aliados de E E . U U . cuando e l p a í s a s i á t i co fue invadido y ocupado por tropas s o v i é t i c a s — c o n la excusa de albergar y proteger a quienes su­puestamente h a b í a n par t ic ipado en los atentados de 2 0 0 1 , especia lmente al l í de r terrorista islá­mico Osama bin Laden . L a guerra cont ra el gobierno ta l ibán le p e r m i t i ó a la superpotencia nor­teamericana ocupar posiciones mil i tares en p a í s e s otrora integrantes de l bloque s o v i é t i c o como Georgia y los de A s i a Cent ra l . L a d e c i s i ó n no fue casual sino que o b e d e c i ó a un fuerte interés sobre una de las mayores reservas petroleras de l planeta y, a d e m á s , a l p r o p ó s i t o de ocupar par­te del hinterland de Ch ina y Rusia. F ina lmente , en dic iembre de 2 0 0 1 , y ante una escasa oposi­c ión b é l i c a , el p o d e r í o nn l i t a r norteamericano l o g r ó desalojar a los talibanes de Kabu l , e impu­so un gobierno adicto a sus intereses e s t r a t é g i c o s y e c o n ó m i c o s . A l m i s m o t iempo, Washington c o m e n z ó a preparar la segunda etapa in tervencionis ta en la r e g i ó n . - '

Por su parte, Rusia c o n t i n u ó una guerra sin fin contra los independentistas chechenos. El presidente V l a d i m i r Put in , e legido in ter inamente en enero de 2000 en reemplazo de Yeltsin y consagrado por elecciones dos meses d e s p u é s , d e b i ó afrontar en oc tubre de 2002 la toma de un teatro en M o s c ú por parte de un comando checheno integrado por 5 0 combatientes "separatis­tas", cargados con armas y explos ivos . Estos tomaron como rehenes a los 800 espectadores que presenciaban una comed ia mus ica l y e x i g i e r o n que las tropas rusas abandonaran Chechenia en una semana. Al l í negoc ia ron la l i b e r a c i ó n de algunos rehenes, pero asesinaron a dos. Repenti­namente, un comando m i l i t a r ruso i n g r e s ó al teatro, roc ió la sala c o n gas n a r c ó t i c o y produjo la matanza de m á s de un centenar de personas (entre rehenes y "separatistas"), h i r iendo a otras muchas. El episodio puso al desnudo la nula d i s p o s i c i ó n del gob ie rno encabezado por Putin, un ex je fe de la desaparecida K G B s o v i é t i c a , para negociar c o n los nacionalistas chechenos y la d e c i s i ó n de recurr i r a cualquier m é t o d o a fin de aplastar toda r e b e l d í a .

r , a t ens ión internacional s u b i ó especialmente en febrero de 2 0 0 3 , cuando el secretario de Estado norteamericano C o l i n P o w e i l i n t e n t ó convencer al Conse jo de Seguridad de la O N U de que Irak e n g a ñ a b a a la c o m u n i d a d internacional , pues no s ó l o apoyaba al terrorismo sino que desarrollaba armas de d e s t r u c c i ó n masiva. G r a n B r e t a ñ a c o n v a l i d ó la tesis estadounidense acu­sando a Irak de v i o l a r una r e s o l u c i ó n sobre su desarme. En cambio . C h i n a y Rusia, otros miem­bros con derecho a veto, se manifestaron part idarios de prolongar las inspecciones de armasen el p a í s á r a b e . Alemania , por entonces presidente del Consejo, y Franc ia ra t i f icaron, por su par­te, su o p o s i c i ó n a una posible s o l u c i ó n b é l i c a . Pero, poco t i empo d e s p u é s , tanto Bush como Po­wei l anunciaron la d e c i s i ó n de i r a la guer ta contra Irak por una " justa causa". De esta manera, se v io laba e l derecho internacional que e s t a b l e c í a que toda i n i c i a t i v a bé l i ca , para ser conside­rada justa , d e b í a responder a una a g r e s i ó n y no se p o d í a apelar a una respuesta mi l i t a r hasta tan­to se agotaran las al ternat ivas p a c í f i c a s .

X,a crisis económica d e principios de siglo (2000-2003) 8 6 9

L a i n v a s i ó n estadounidense a I r ak , el 20 de marzo de 2003, fue e l p r imer conf l i c to bé l i co por e l cont ro l de las fuentes, p r o d u c c i ó n y d i s t r i b u c i ó n de p e t r ó l e o de este m i l e n i o . Acusando al gobie rno de Saddam Hussein de una supuesta (y c o m o se d e m o s t r ó luego, inexis tente) tenen­cia de armas de d e s t r u c c i ó n masiva que p o n í a n en riesgo los intereses de l m u n d o occidental , la potencia b é l i c a de los norteamericanos a n a s ó c o n la v ida de miles de soldados y c ivi les i r aqu í e s destruyendo, a d e m á s , parte de los restos a r q u e o l ó g i c o s m e s o p o t á m i c o s de una de las m á s anti­guas c iv i l i zac iones humanas. Francia y A l e m a n i a no cons igu ie ron imponer l imi tes a esta a c c i ó n unilateral y Wash ing ton no se r e t r a c t ó frente a l Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. S igu ió adelante con sus objetivos, apoyado por Gran B r e t a ñ a , E s p a ñ a , Italia y otras naciones, en o p o s i c i ó n a gran parte de la o p i n i ó n p ú b l i c a internacional , que m a n i f e s t ó abiertamente su de­sacuerdo. E n palabras de un ex presidente nor teamericano, "altos dirigentes estadounidenses hacen denodados esfuerzos para ejercer un d o m i n i o impe r i a l en todo e l mundo" .

E l ob je t ivo e s t r a t é g i c o de asegurar las fuentes de p e t r ó l e o de la r e g i ó n a p a r e c í a c laramen­te c o m o un m o t i v o p r inc ipa l de la i n v a s i ó n . Estados Un idos t e n í a s ó l o el 2 ,9% de las reservas mundiales de p e t r ó l e o , generaba el 9 , 9 % de la p r o d u c c i ó n mund ia l y c o n s u m í a el 2 6 % de é s t a antes del ataque contra Irak. Se pensaba que a l r i t m o de p r o d u c c i ó n de 2001 , las reservas mun­diales se a g o t a r í a n en 4 0 a ñ o s . " L ó g i c a m e n t e — s e ñ a l a un autor— el cont ro l g e o e s t r a t é g i c o de la que, hoy por hoy, es la pr inc ipa l mater ia p r i m a industr ia l , resulta imprescindible para deter­minar la h e g e m o n í a e c o n ó m i c a m u n d i a l " . A l g o reconocido por Paul W o l f o w i t z , entonces sub­secretario de defensa estadounidense, a l s e ñ a l a r que la gran diferencia entre ( invad i r ) Corea de l Norte e I rak es que " e c o n ó m i c a m e n t e no t e n í a m o s otra e l e c c i ó n en Irak. E l p a í s nada en un mar de p e t r ó l e o " . - * N o resulta casual que uno de los efectos m á s importantes de la guerra haya sido el progres ivo aumento de los precios d e l preciado producto e n e r g é t i c o en beneficio de las gran­des c o m p a ñ í a s petroleras mult inacionales y de los miembros de la O r g a n i z a c i ó n de P a í s e s Ex­portadores de P e t r ó l e o (OPEP) . Pese a lo cual , la p r o d u c c i ó n de p e t r ó l e o en I r a k c o m e n z ó a es­tancarse d e s p u é s de la i n v a s i ó n y l l egó a d e s c e n d e r á los dos mi l lones de barriles diarios, cuando en 1979 se e x t r a í a n a l l í 3 mil lones al día.-'^

Por e l cont rar io , el intento, t a m b i é n proclamado por Washington , de restablecer un r é g i m e n más d e m o c r á t i c o en el p a í s invadido se r e v e l ó fa l l ido , t e rminando en elecciones poco claras y con una sociedad fracturada en lo soc ia l y en lo re l ig ioso. Sobre todo, la inestabi l idad, el des­control , los atentados, e l derrumbe de la e c o n o m í a y la p a u p e r i z a c i ó n de la p o b l a c i ó n , fueron una constante en la v ida de los i r a q u í e s . S e g ú n e l Informe Lance!, en dos años de conf l ic tos per­manentes, la cant idad de muertos c i v i l e s h a b í a alcanzado a 98 .000 personas, mientras que e l e jérc i to ocupante p e r d i ó algo m á s de 1.500 soldados y tuvo unos 20.000 heridos, pero se esti­maba que las cifras eran superiores. L o s 18.400 mi l lones de d ó l a r e s que E E . U U . i n v i r t i ó en la r e c o n s t r u c c i ó n — s i n tener en c o n s i d e r a c i ó n los 100.000 mi l lones de la misma moneda que en dos a ñ o s c o s t ó l a i n v a s i ó n — no p a r e c í a n observarse en la infraestructura del p a í s . En cambio , esos gastos benef ic iaron pr incipalmente a empresas vinculadas a funcionarios del Estado, co­mo es el no to r io caso de Hal l ibur ton —proveedora de servicios para productos de la e n e r g í a y el p e t r ó l e o — , uno de cuyos propietar ios h a b í a sido el mis ino vicepresidente Cheney.

C o n esta suerte de "fuga hacia adelante" que s ign i f i có la i n v a s i ó n a Irak, e l país norteame­ricano pudo, sin embargo, revertir las tendencias recesivas de su e c o n o m í a debido, en gran par­te, a los enormes gastos b é l i c o s realizados, que en 2004 l legaron a los 500 m i l mi l lones de d ó ­lares, representando casi la mi t ad de los gastos mil i tares mundiales . Esto p e r m i t i ó u n salto en la tasa de crec imiento entre el 2001 y e l 2003, que l l egó al 3,1 % , aunque lejos de las cifras exis­tentes en la d é c a d a del 9 0 y a ú n m á s de las exhibidas por la e c o n o m í a china. D e todos modos, a p r inc ip ios de 2003, un ex alto funcionario de la Casa Blanca s e ñ a l a b a que t o d a v í a " e l proble­ma e c o n ó m i c o (era) e l exceso de capacidad en r e l ac ión a la demanda". Agregando que e x i s t í a n "demasiadas f á b r i c a s ociosas, demasiados equipos sin usar y demasiada gente s in trabajo", n i ien-tias no h a b í a "suficientes compradores para todos los productos y servicios que ( p o d í a ) produ­cir la e c o n o m í a norteamericana". '" U n a a p r e c i a c i ó n que se c o n f i r m ó un par de a ñ o s m á s tarde cuando, tal c o m o le o c u r r i ó a otras empresas anter iormente, una de las corporaciones n o r t é a m e -

8 7 0 Historia económica, política y social de la Argenti

ricanas m á s e m b l e m á t i c a s , dedicada al masivo mercado de automotores , como General Motors r e c o n o c i ó estar al borde de la quiebra.

Por su parte, a t r a v é s d e l reforzamiento de su propio proceso de i n t e g r a c i ó n regional las potencias de la U n i ó n Europea aspiraban a recuperar e l papel preeminente que t en ían en la po l í t ica internacional antes de las dos guerras mundiales . Ese ob je t ivo p r io r i t a r i o i n s p i r ó las suce sivas ampl iac iones de la U E , la últim^a de las cuales, en m a y o de 2 0 0 4 , i n c o r p o r ó 10 nuevos miembros , l levando e l total a 25 pa í s e s y 450 mi l lones de habitantes. T a m b i é n c o n s t i t u y ó e l tras-fondo de un intento de e x t e n s i ó n y p r o f u n d i z a c i ó n de las p o l í t i c a s comunes ( ag r í co l a , moneta ria, exter ior y de defensa), y de l proyecto de C o n s t i t u c i ó n Europea, rechazado, s in embargo por las poblaciones de diversos p a í s e s , que most ra ron su desconfianza frente a las po l í t i ca s neoli­berales predominantes.-"

E n tanto, la inqu ie tud c o n respecto a la e v o l u c i ó n de l orden m u n d i a l dominante, en lo eco­n ó m i c o y lo p o l í t i c o , c o n t i n u ó m a n i f e s t á n d o s e en los mov imien tos ant iglobal izadores y, luego contra la guerra de I r ak . Estos cuest ionamientos tuvieron expresiones signif icat ivas en distin­tas convocator ias internacionales entre el 2000 y el 2003, c o m o los Foros Sociales Mundiales que se celebraron en Porto A l e g r e (Bras i l ) y M u r n b a i ( India) , a s í c o m o en otros encuentros crí­ticos realizados en f o r m a paralela a reuniones de organismos e c o n ó m i c o s mundiales.

Respecto al mapa g e o p o l í t i c o del subcontinente la t inoamericano, E E . U U . se v io desafiado en diferentes p a í s e s , resul tando la r e g i ó n sacudida por diversos levantamientos populares con­tra las p o l í t i c a s neoliberales, c o m o en P e r ú , B o l i v i a , Ecuador y Argent ina . Igualmente signif i­cat ivo fue el cambio p o l í t i c o en M é x i c o , donde por primera vez, en j u l i o de 2000, el Partido Re­vo luc ionar io Ins t i tuc iona l ( P R I ) p e i d í a una e l e c c i ó n (aunque en manos de una fuerza pol í t ica de derecha), expresando el descontento popular con una democracia corrupta y escasamente re­presentativa.

Las necesidades e s t r a t é g i c a s estadounidenses de preservar sus intereses, h ic ieron que Was­h ing ton priorizara, en p r imer lugar, a p r inc ip ios del p e r í o d o estudiado, a C o l o m b i a como playa de desembarco para desarrol lar tareas de in te l igencia y actividades mi l i ta res encubiertas o d i ­rectas, en un contexto signado por el accionar de la guerr i l la c o l o m b i a n a y del na r co t r á f i co . Con ese ob je t ivo , en agosto de 2000 , antes de la e l e c c i ó n de Bush, los gobiernos de E E . U U . y Co­l o m b i a fo rmal iza ron e l i n i c i o del "P lan C o l o m b i a " , que pos ib i l i t aba la injerencia de Estados Unidos en el p a í s sudamericano. E l Plan, d i s e ñ a d o por el presidente Pastrana, contaba con una ayuda de u$s 1.300 m i l l o n e s , de los cuales unos m i l mil lones se d e s t i n a r í a n al componente mi ­litar. Cont inuando l a mi sma p o l í t i c a , en agosto de 2002 a s u m i r í a la presidencia A l v a r o Uribe. En tanto, organismos y personalidades de C o l o m b i a , A m é r i c a l^atina, Europa y E E . U U . critica­ron el Plan, planteando que s ó l o iba a con t r i bu i r a intensificar la guerra, mientras los pa í s e s l i ­m í t r o f e s se mostraron decididos a reforzar las fronteras a i i le i - l pe l igro i le la expo i l ac i í í n del pio-blema co lombiano . Por o t ro lado, los presidentes de A i i u i n a di-! Sui sr K I I I M C I i >ii c i i Hiasilia.

sin la presencia de representantes estadounidenses, con i l i i l ) | i i i v i i de IOMI.H . l i . i . . i l u n i i - ;i la estrategia de Washing ton en el continente.

Las preocupaciones de l Depar tamento de Eslatio l i - in ; i i i , i - i i i c i i l i i l a d . o l i i i s inol iv iK lomv.. vinculadas, sobre t o d o , con e l cambio en la s i t u a c i ó n p o l i l i i a de V i i n / i i c l i i (|iic'. i i i l r iniVi ilc (lis poner de cuantiosas reservas petroleras, era el p r imer provccdm \ry,u M I . I I .1. p. i i i t i r o dr El ' : I H I Desde d ic iembre de 1 9 9 8 , e l t r ad ic iona l sistema partidario V C I H / I I I . I I H I h.ibln i l i - i i i iml iadn . dando paso a un f e n ó m e n o p o l í t i c o nuevo encarnado en . i l i . m / , qi ir hu , I171.11I0 p ics i dente de su p a í s . É s t e , un m i l i t a r y l í d e r p o l í t i c o de y,\.\\\ m i M i i a . r o n >•. iii-.).'.or. ilH l ' i i l f l Castro y de P e r ó n , p rodu jo cambios inst i tucionales iiitrini>s q i i r i i i i | i i i i - t iunn 11 lus l i inliiionaU'S sectores dominantes y desataron una violenta o p o s i c i ó n l ' i r o l . i ¡H l i v i d i i d i l r n i i o p o s i t ó l e s , con gran despliegue m e d i á t i c o y s o s t é n externo, 110 pudo i i n p c i l i i , MI I r i i i b a i K o . i i i ' . « t u c s i v o s l i i i i i i fos electorales, apoyado en una mayor i ta r ia masa de la pohhu ion . en i l o m l r | i i r d o i i u i i . i l i . i i i las franjas sociales m á s desfavorecidas. C h á v e z puso ilc i c l i cvc t a i n b i é i i . d c n l r i i i i 1 o i i i n i i / o . sus discursos y en su a c c i ó n , actitudes claramenle a u l o n ó i n i c a s , ic lo in iu ic lo i i l i - i i i r s l io l iv i i i i a -nos, que preanunciaban mayores conf l ic tos con el pa í s i io i teamer ica i io . los que l i t i i i i i ic . i idi/r tn-

1,3. crisis económica de principios de siglo (2000-3003) 87 X

dose c o n el t i empo. De este modo , las presiones sobre C h á v e z —que inc luyeron un breve y fra­casado golpe de Estado en su con t ra— const i tuyeron una de las prioridades de la p o l í ü c a exte­rior norteamericana hacia A m é r i c a La t ina , a pun to tal de asociar a l gobierno venezolano con la Cuba liderada por F ide l Castro.

Otros problemas se produjeron en Pe rú , donde en e l a ñ o 2000 , en e l marco de elecciones fallidas y e s c á n d a l o s de fraude y c o r r u p c i ó n , A l b e r t o F u j i m o r i , luego de 10 a ñ o s de detentar el poder, fue destituido, acusado de enr iquecimiento i l íc i to, v i é n d o s e obl igado a h u i r del p a í s . Tam­bién hubo revueltas populares y cambios p o l í t i c o s en Ecuador, la ú n i c a n a c i ó n de A m é r i c a del Sur que a c e p t ó la d o l a r i z a c i ó n de su sistema monetar io en medio del caos e c o n ó m i c o . A l l í re­sultó elegido presidente, en 2002, L u c i o G u t i é r r e z sobre la base de l apoyo i n d í g e n a y su c r í t i c a del neol ibera l i smo, aunque luego no se produjeron las t ransformaciones que h a b í a anunciado siendo desti tuido tres a ñ o s m á s tarde. O c u i r i e r o n episodios similares en B o l i v i a , donde en 2003, en m e d i o de un v io len to repudio popular, c a y ó t a m b i é n e l p r imer mandatario, S á n c h e z de L o -zada (y dos a ñ o s d e s p u é s su sucesor, Carlos Mesa) y se f o r t a l e c i ó la presencia de l l í d e r de o r i ­gen i n d í g e n a E v o Morales .

A s i m i s m o , l a a s u n c i ó n de L u i z I n á c i o L u l a da S i lva como presidente de Bras i l , a fines de 2002, g e n e r ó en Washington nuevas inquietudes por las intenciones del equipo entrante de afian­zar l a a u t o n o m í a in te rnac iona l de su p a í s , expresando una fuerte o p o s i c i ó n con respecto a l A L C A . E l presunto i n i c i o del A L C A , p rogramado para enero de 2005, comenzaba a ser a s í pa­ra E E . U U . una fuente de p r e o c u p a c i ó n . Sobre todo, porque a pesar de sus dif icul tades, e l M e r ­cosur c o n s t i t u í a un eje a l ternat ivo a los proyectos de Washing ton teniendo en cuenta su poten­cialidad y el i n t e r é s que despertaba en los p a í s e s europeos, deseosos de acuerdos comunes con el proceso de i n t e g r a c i ó n del Cono Sur. En ú l t i m a instancia, la m i l i t a r i z a c i ó n de la p o l í t i c a re­gional y las presiones para integrar e l cont inente en una zona de l ibre comerc io , aunque fuera en e l marco de convenios bilaterales p a í s por p a í s si e l A L C A no llegaba a realizarse, confor­maron la estrategia con que Washing ton p r e t e n d i ó afianzar su h e g e m o n í a en l a r e g i ó n y cerrar el paso a sus compet idores por e l d o m i n i o de l mercado la t inoamericano.

E n mayo de 2003 l a e l e c c i ó n de N é s t o r K i r c h n e r en Argen t ina , con e l trasfondo de una c r i ­sis e c o n ó m i c a , p o l í t i c a y social en la que se h a b í a l legado a plantear el repudio de la deuda ex­tema, en octubre de 2004 la de T a b a r é V á z q u e z en Uruguay, y en diciembre de 2005 l a de Evo Morales en B o l i v i a , completaban un panorama a ú n m á s inquietante para la a d m i n i s t r a c i ó n re­publicana en la r e g i ó n , en donde predominaban gobiernos considerados de centro- izquierda o, al menos, orientados a no seguir, como en los a ñ o s 90, los l ineamentos e s t r a t é g i c o s de la poten­cia de l norte.

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