la conspiración de los maltratadores conspiracion de los maltratadores.pdf1 el principito cuento...
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La conspiración de
los maltratadores
Trato destrato y maltrato en la vida cotidiana
Gloria Husmann y Gracieka Chiale
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Para mis amigos, a quienes no
necesito nombrar porque ellos
saben.
GLORIA
Para Uky
GRACIELA
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AGRADECIMIENTOS
Como siempre, a todas las personas que nos brindaron sus testimonios,
material sin el cual este trabajo no hubiese sido posible.
Al doctor Sergio Kaplan, por prologar con generosidad y afecto nuestro
libro.
Al licenciado Andrés Fariña, por su lectura objetiva y sus ajustadas
sugerencias.
A la licenciada Roxana Ale por su generosa contribución.
A Adriana... ella sabe por qué.
A nuestros entusiastas amigos por sus aportes constantes.
A la gente de la editorial por el apoyo a nuestro trabajo.
A nuestras familias por lo mismo de siempre, su apoyo incondicional.
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Prólogo
Nunca escuché a alguien que diga que quiere tener una vida llena de
conflictos y trastornos, al contrario, todos manifiestan que anhelan la
felicidad, aunque por la forma como viven se alejen enormemente de su
anhelo, sin entender que la felicidad no es un objetivo sino un resultado
Igualmente no solemos escuchar a nadie reconocerse como maltratador
pero al observar la forma de relacionarse de algunos individuos no nos
quedan dudas de que ejercen alguna manera de maltrato. Lo lamentable
es que en su imagen de sí mismos son inconscientes de su agraviante
condición
En esta obra, encontramos un marco bajo el cual se analiza uno de los
principales problemas que nos entorpece la vida, el maltrato. Estas
investigadoras a través de un minucioso análisis proponen al final de
cada capítulo, generar herramientas para despabilarnos así lograr
recursos a fin de construir una vida más plena para todos.
La dinámica del maltrato mientras siga oculta pero activa en el
inconsciente será imposible de desplazar. En aquel que sufre ese
maltrato, mientras sus temores lo sujeten le será imposible apartarse de
su verdugo.
Las características del maltrato son transformar cualquier situación en
áspera y sin salida; a las partes les queda solo el camino de la
confrontación o el sometimiento. Vivimos muy aferrados a nuestras
convicciones y le otorgamos poco espacio para escuchar y comprender
al otro, por tanto cuando no concuerda con nosotros, es el enemigo. Los
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más proclives a ejercer el maltrato no son muy diestros en el auto
control, sus cerebros no alcanzan a sopesar las consecuencias de los
actos que realizan. Sus réplicas suelen ser espontáneas y responden al
instinto y no a la razón.
El que ejerce el maltrato no tiene que ver con el homo sapiens, que en
latín se traduciría como hombre sabio siendo que resulta lo contrario.
El libro nos adentra analíticamente en todo lo que entraña “el maltrato”,
y por las especializaciones de sus autoras lo hace de una forma
criteriosa, amena y con cuidado metodológico por tanto será mi tributo
señalar lo que Sí aporta el “buen trato”, herramienta esencial, en
especial cuando debemos superar diferencias con algún otro
En la mitología griega, Pigmalión, luego de haber esculpido la estatua de
una mujer a la que llamará Galatea, se enamora perdidamente de su
obra, y sus deseos por darle vida suenan tan intensamente que son
escuchados por la diosa Afrodita quién conmovida por el penetrante
amor del artista, le concede vida a su obra diciéndole: "mereces la
felicidad, una felicidad que tú mismo has sabido plasmar. Aquí tienes
con vida a la mujer que has creado. Cuídala por siempre". De esa forma
Galatea cobró vida.
El arte del buen tratar, igual que un escultor, aspira transformar una
situación áspera y sin salida en un encuentro donde los participantes, se
apartan de la confrontación, se entienden desde otro lugar, focalizan en
las coincidencias, en sus comunes intereses, en las consecuencias
futuras de sus actos a fin de alcanzar solucionar aquello que los
distanciaba, dando vida y nuevo significado a esa relación.
Dr. Sergio Kaplan
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Introducción
Advertencia: Éste no es un material que provoque placer leerlo,
tampoco tiene gran valor literario. Tiene una cadencia de observación,
reflexión y desafío. Si Ud. cree que es capaz de soportarlo, lo invitamos
a espiar por el agujerito de la cerradura de nuestras ideas. De lo
contrario no pierda su tiempo leyéndolo.
¿Por qué lo escribimos? La escritura se nos impone como una necesidad
casi fisiológica. Cuando terminamos un libro nos inunda un sentimiento
fácilmente reconocido como "bajón". Todos aquellos que terminan una
obra, una carrera, un proyecto, saben de esa sensación de vacío. ¿Y
ahora qué hacemos?
Entonces, miramos a nuestro alrededor y se nos impone el tema... ¡pero
claro! ¡Cómo no vamos a hablar de éso!. Y eso, puede ser la
manipulación, la resiliencia, los vínculos amorosos, etc. Es decir, todo lo
que nos atraviesa también a nosotras y que nos urge denunciar. Quizás
eso sea lo único que podamos hacer, pero creemos que no es poco.
Suele tratarse de temas que por su cotidianidad pueden parecer banales
pero sin embargo, no dejan de ser significativos. En este caso la idea
surgió de un interrogante. ¿A qué se debe que a medida que la ciencia
pareciera encontrar soluciones a dificultades cotidianas, el hombre,
justamente en lo cotidiano, destruye reglas sociales y morales
impuestas como un intento de facilitar la convivencia?
Destrato y maltrato se instalaron en nuestra cotidianeidad. Nos
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sorprenden cuando viajamos, cuando hacemos las compras, cuando
requerimos de un servicio o de darlo de baja, etc. Nos sorprendemos
después de un largo día de haber acumulado muchas de estas
situaciones de maltrato, como en una remake de “Un día de furia”.
Comprendemos que el personaje interpretado por Michel Douglas se
haya sentido, también, víctima de una conspiración destinada a sacar de
él lo peor de si mismo.
En este libro y sin la intención de ser exhaustivas, creemos haber hecho
una reseña sobre el tema.
Comenzamos por denunciar una conspiración colectiva que se instalara
destituyendo el bienestar, la calidad de vida de una sociedad toda.
Partimos, luego, de rescatar el buen trato como una aspiración de la que
no debemos abdicar. Nos resultó difícil encontrar para este aspecto
testimonios con la misma facilidad con la que se nos presentaban los
que denunciaban el maltrato.
Debimos, después, explicar en qué consistía el destrato, una forma de
violencia solapada que debemos aprender a registrar. La indiferencia es
su carta de presentación habitual.
Poco a poco fuimos incluyendo en nuestra observación las modalidades
empleadas en ámbitos públicos y privados, individuales e institucionales.
Llegamos finalmente a señalar el maltrato en muchas de sus formas y
diferentes escenarios.
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Aspectos metodológicos:
El principal objetivo de la investigación cuyos resultados presentamos en
este libro, fue conocer las conductas de las personas respecto al
destrato y al maltrato socialmente asimilado. Quisimos conocer de qué
manera en la interacción de las mismas aparece este fenómeno.
El material con el que trabajamos, con el propósito de cubrir diferentes
aspectos de la temática, fue obtenido a partir de la utilización de
diversas técnicas de recolección de datos, empezando por la
observación.
Para los inductivistas la ciencia comienza por la observación, y si bien
este principio es cuestionable y fue perdiendo vigencia con el tiempo, es
indudable que la observación sigue siendo un procedimiento elemental,
inevitable e imprescindible.
Antoine de Saint Exupery en su célebre libro “El Principito” decía: “Lo
esencial es invisible a los ojos”1. Para los investigadores sociales, aún lo
invisible, sea o no esencial, puede ser mensurable o registrable.
¿Quién puede abstenerse de observar? Todos, investigadores o no, la
ejercitamos ya sea por curiosidad, por temor, por simple interés, etc. Es
por eso que nadie puede poner en duda la funcionalidad de la
observación.
1 El principito cuento poético con temática filosófica que fue ilustrado por el propio
autor, Antoine de Saint-Exupéry. Recordemos que en la narración, un piloto que se
encuentra perdido en el desierto del Sahara conoce a un pequeño príncipe proveniente
de otro planeta. Como la obra está planteada desde un punto de vista infantil y tiene
muchas críticas sociales a la forma en que los adultos vemos las cosas, nos pareció
adecuado citarlo en este libro.
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En su contra podría decirse que a veces “las apariencias engañan” y eso
es cierto. Pero desde el punto de vista metodológico, existen controles
que contrarrestan o minimizan el riesgo. En eso consiste precisamente
la complementación de diferentes técnicas.
Pensamos que las técnicas de recolección de datos son herramientas
que deben ser utilizadas de acuerdo a la necesidad de información que
se requiera. Creemos también que no hay técnicas mejores ni peores,
sino que, según la necesidad de abordaje a un determinado tema, las
técnicas pueden presentarse como más adecuadas o como menos
adecuadas. Será la posibilidad y la capacidad de elección que tenga cada
investigador lo que determine cuál o cuáles son las técnicas apropiadas
para utilizar en cada caso.
Nosotras, y fieles a nuestro estilo ecléctico de investigar,
implementamos el uso de varias técnicas:
a) Como ya dijimos, en este trabajo, la observación tuvo un rol
protagónico. La implementamos en sus dos modalidades:
participante2 y no participante3.
b) Uso de datos secundarios obtenidos en la revisión y análisis de
información de investigaciones anteriores.
c) La técnica del focus group4 con la intención de potenciar la
participación de quienes integraban los grupos y se enriqueciera
la información que iba apareciendo.
2 La observación participante es una técnica de investigación cualitativa. El investigador
toma contacto con el hecho o grupo a estudiar. Para ello, asume uno o más roles.
Tiene la ventaja de que permite captar el fenómeno desde adentro de la situación. 3 La observación no participante también es una técnica de investigación cualitativa. El
observador toma contacto con la situación, pero permanece ajeno a ella. 4 EL focus group es una técnica psicosocial muy utilizada cuando se necesitan conocer
las actitudes, predisposiciones y opiniones sobre determinado tema. Consiste en reunir
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d) Solo en algunos casos, recurrimos a la entrevista
semiestructurada5.
Queremos aclarar que la categorización utilizada no fue excluyente ni
exhaustiva ya que sería imposible hacerlo por la variedad de ejemplos y
la superposición de algunos de ellos. Hemos tratado de estructurar los
hallazgos con el objetivo de poder facilitar la lectura.
El diseño de investigación utilizado fue exploratorio.
El trabajo de campo fue realizado entre enero y agosto de 2013. Sin
embargo la observación del fenómeno estudiado, la veníamos ejerciendo
desde tiempo antes.
Los casos descriptos son reales, se han cambiado nombres, lugares y
algunos detalles para preservar la identidad de las personas
involucradas. Cualquier similitud con otros casos, se debería a una mera
coincidencia.
a un grupo de entre ocho y diez personas durante aproximadamente una hora, tiempo
en el cual el investigador coordina la reunión para obtener la información que necesita.
La dinámica grupal potencia la participación de quienes integran el grupo. 5 Técnica cualitativa en la que predominan las preguntas abiertas; es complementaria
de la observación. Supone una situación de interacción social entre el entrevistado y el
entrevistador.
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Vivimos en una sociedad que no es más que una pura
conspiración. Desde un mundo imaginario colectivo, ha crecido un
monstruo, y la conspiración es la única ideología viva.
Henning Mankell
¿Conspiración colectiva?
¿Somos partícipes de una conspiración? Resuena muy fuerte en los
oídos el eco de este interrogante. Si sabemos que a la sociedad la
construimos entre todos, ¿es descabellado pensar que en la
naturalización del maltrato cotidiano existe una conspiración colectiva?
¿Por qué hablamos de conspiración? Porque cuando se instala el
maltrato, todos somos responsables.
Es fácil imaginar una conspiración llevada a cabo por un grupo de
personas, pero cuando está involucrada la sociedad toda, el panorama
es cuasi patético.
En la antigüedad, cuando una conspiración era descubierta, sus
promotores eran ejecutados. Pero: ¿qué pasa cuando todos somos parte
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de la conspiración? ¿Y cuando tomamos conciencia que ocurre
cotidianamente, en lo referido a la forma en que nos tratamos,... o
maltratamos? ¿Nos hemos acostumbrados a vivir maltratándonos entre
nosotros? ¿Por qué? Y de ser así: ¿Seremos capaces de revertirlo?
Por supuesto que como toda teoría conspirativa, esta también será
negada, o al menos resistida por quienes son o somos acusadores y
acusados de perpetrarla. Este es precisamente el punto de partida que
promovió nuestro interés en el tema.
Una sociedad no es una abstracción, es el reflejo de las personas que
forman parte de ella. Es un lugar común decir que en la sociedad actual
existe una crisis de valores, esto es real. Pero… ¿Que hacemos cada uno
de nosotros para modificar esta situación? La socialización condiciona al
sujeto, pero no se puede ignorar que como individuo es único, inédito e
irrepetible. Por lo tanto es responsable de como elige, decide y actúa.
Es muy importante nuestro lugar de origen, pero no debemos ignorar el
hecho de que nadie elige donde nacer. Para todos sería maravilloso que
ese lugar estuviera poblado por personas que compartieran valores
trascendentes que se manifestaran en valorables acciones cotidianas.
¡Sí! sería maravilloso, pero mientras tanto eso no ocurra, aprendamos
los recursos con los que podamos afrontar las dificultades.
Muchas veces desistimos de buscar el equilibrio en un mundo
desequilibrado. Consideramos que entre tanta irracionalidad es
imposible que exista la conducta racional. Dejamos de buscar la verdad
porque consideramos que todo es mentira. Esa conducta escéptica no
nos lleva a la posibilidad de resolver problemas ya que desistimos antes
de comenzar a buscar soluciones.
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Es grave, muy grave adoptar ese pensamiento y mucho más actuar en
consecuencia, ya que conduce fácilmente a la indiferencia.
Como un mosaico, la vida no está compuesta solamente de trozos
desagradables. Es difícil tranquilizarse y comenzar a modificar conductas
en una sociedad en la que se sufre destrato y maltrato cotidiano, pero
no hacerlo puede llevarnos a una verdadera catástrofe social.
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“Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”
Mahatma Gandhi
Trato, destrato y maltrato en la vida cotidiana
En nuestra sociedad se ha incrementado la violencia. Ese aumento no se
da solo de forma cuantitativa sino también cualitativamente. La
diversificación de las conductas violentas, dejan al descubierto este
fenómeno que ha pasado a ser parte de nuestras experiencias
cotidianas.
Es posible pensar o por lo menos sentir que formamos parte de un
complot en contra del colectivo social del que formamos parte.
Como ya mencionáramos en uno de nuestros libros6, no podemos
permanecer indiferentes a la modificación que la tecnología expresa en
la conducta del hombre. En la época actual, ha surgido un nuevo ser
humano. Sin tan siquiera percibirlo y sin tener la mínima sospecha de
6“El amor en los tiempos de ex”. Editorial Del Nuevo Extremo; Buenos Aires; 2013.
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cómo funciona, el hombre de estos tiempos ejecuta comportamientos,
acciones, con tanta accesibilidad, que pareciera no necesitar
inteligibilidad alguna. La velocidad ha ganado la partida. Se percibe la
sensación de haber renunciado a pensar, a deducir, a juzgar y a
comprender.
En la actualidad la libertad del hombre es entendida y sustentada como
exenta de límites éticos y morales. Sin embargo, el libre albedrío deriva
ante todo de sus relaciones con la naturaleza ética.
Un requisito indispensable para lograr la madurez humana es conocerse
a sí mismo y por ende conocer a los que nos rodean. Solo entonces
podremos responder, o quizás solo formular, la imprescindible pregunta
acerca de quién soy o mejor dicho, qué clase de persona soy.¡ Pregunta
trascendente si las hay!. Y esa respuesta debe buscarla en su interior,
cada ser humano.
El hombre, como género, se distingue por su posibilidad de reflexión y
por su capacidad de actuar de manera diferente frente a diferentes
situaciones. Todos actuamos, es decir, realizamos actos en favor de
nosotros mismos o de otros. Lamentablemente también actuamos en
sentido inverso.
La expresión “actuación” remite también al hecho teatral. La gran
diferencia radica en que en la vida cotidiana no se actúa un argumento
ficcionado, escrito y preestablecido para condicionar el comportamiento.
Es decir, el hombre no está predestinado por el instinto como otras
especies.
¿Qué es lo que determina la conducta que expresa los diferentes
procederes? Muchas pueden ser las razones o justificativos, pero lo que
nos interesa indagar y reflejar en este trabajo, es la naturalización que
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adquirieron las conductas disfuncionales en la vida cotidiana. Como si
fueran transparentes circulan a diario en nuestro entorno y forman parte
de nuestro transcurrir diario. Son conductas que derivan en el
sufrimiento, provocado por un malogrado intercambio comunicativo
cotidiano. El malestar se expresa cuando la aspiración de convivir en
una aceptación recíproca es entorpecida por un comportamiento que
niega al semejante.
Cuando se rompe la congruencia de la convivencia en armonía, la
frustración, la angustia, y la desazón, son el lamentable resultado de la
deslegitimación emocional del otro.
Comenzaremos por definir a qué nos referimos.
Trato, destrato y maltrato son aspectos de la misma temática. Es
necesario aclarar que si bien muchas veces el límite entre estos dos
últimos esta desdibujado, incluso suelen coexistir, los examinaremos
separadamente para poder analizarlos.
Trato es una palabra que puede representar a diferentes conceptos.
Para algunas personas puede relacionarse con: Intento, ”Yo trato de...”;
Administrar un tratamiento curativo: Me estoy tratando el reuma con...;
Cuidar bien o mal una cosa: “si no tratas bien el auto...; Poner rótulos:
“la trató de loca” o relacionarlo con la negociación.
Por otra parte, no diferimos con el concepto de Negociación que nos
hiciera llegar el Dr. Sergio Kaplan, con el que coincidimos acerca de una
mirada humanística.
“Solemos confundir saber Negociar con aquel que hace buenos
Negocios. No es así. Puedo ser buen Negociante pero mal
negociador. El resultado se cristaliza en como armonizo mi vida.
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Negociar sabiamente, significa que más allá de algún trato puntual
lo preponderante es que los acuerdos que uno vaya conformando
cumplan el objetivo de brindar un estado de bienestar para
nuestra vida. Es comprender que las situaciones de conflicto no
ayudan para nada a construir una vida plena, sino por el contrario
la contaminan, la estancan, la condenan...”7.
Nosotras lo analizaremos desde otro lugar y de manera más amplia.
Pondremos el foco de atención en la relación de dos o más individuos en
la interacción cotidiana, porque ¿Alguien puede pensar que su conducta
en la vida no tiene consecuencias en los demás? Todos formamos parte
de un todo pero nos comportamos como módulos autosuficientes.
Para referirnos a este tema partimos de una mirada constructivista, es
decir, no creemos ser espectadoras de una realidad externa y objetiva.
Por lo contrario, la realidad que observamos está teñida por la
particularidad de quienes participan. Como observadoras, no podemos
dejar de incluirnos y mucho menos queremos ser neutrales. Al
comunicar e interactuar con otros, somos creadores de realidad, y las
palabras no son neutras. Consideramos inadmisibles y discrepamos con
prácticas sociales que en el presente se están naturalizando. Destrato y
maltrato son un problema social.
Resaltamos la importancia de comenzar por reconocer el hecho y, actuar
en consecuencia.
7Sergio Kaplan del libro “Negociar con el Diablo” ed. del Zorzal, Bs. As 2011
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A modo de síntesis
La violencia pasó a formar parte de la cotidianeidad. Permanecer
indiferentes o admitir la naturalización de estas conductas implica
complicidad e incluso, a veces, una actitud conspirativa. Destrato y
maltrato son un problema social ya que la conducta de cada individuo
tiene consecuencias en los demás. Al comunicar e interactuar con otros,
somos creadores de realidad.
¿Y entonces qué?
No queremos quedarnos en la sobreadaptación desesperanzadora o en
el lamento. Necesitamos aprender a superar la queja para ponernos en
acción. Apelemos a la buena intención de las personas que concuerden
con nuestras intenciones de cambio. Recurramos a los damnificados
vecinos y a las organizaciones que defienden nuestros derechos o
deberían hacerlo. Tratemos de no calumniar ni acusar a aquellos a los
que no hicimos saber de nuestras incomodidades. Si callamos no
tendremos derecho a reclamo alguno. Por último, revisemos nuestra
conducta para descubrir nuestras propias falencias.
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“La amabilidad es como una almohadilla, que aunque no tenga nada por
dentro, por lo menos amortigua los embates de la vida”
Arthur Schopenhauer
El buen trato
Comenzaremos por aclarar que cuando hablamos de trato estamos
hablando de trato asertivo o buen trato. Si bien el juicio emitido acerca
de cómo se es tratado es predominantemente subjetivo, podemos
reflexionar sobre recursos y valores que apunten al bienestar de mayor
cantidad de personas.
El buen trato se fundamenta entonces, en interactuar con el otro
percibiendo su entidad y sus derechos. Es respetar las normas sociales
de convivencia, no por el simple hecho de que están instituidas, sino por
tener plena conciencia de su necesidad de aplicación.
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El primer escollo que se nos presentó y causó en nosotras no poco
asombro, fue lo difícil que nos resultaba describir e incluso recoger
ejemplos de lo que denominábamos trato civilizado o considerado para
con los otros. Surgían permanentemente en la observación o en los
testimonios que recibíamos de diferentes personas, innumerables y
espontáneas descripciones de destrato y maltrato. En muchas
oportunidades, esas mismas personas, nos miraron con desconcierto y
confusión cuando insistíamos en el pedido de descripción de ejemplos
sobre el trato correcto, polo opuesto al maltrato.
Obviamente, el buen trato está relacionado con la buena educación y
con la internalización de esas normas sociales de comportamiento que
tienen en cuenta al otro como otro ser humano. La empatía es,
precisamente, imaginarse en el lugar de la otra persona para actuar sin
agredir ni avasallar sus derechos, tal como no lo haría con los propios.
Es preguntarse ¿Qué sentiría yo si esto que estoy haciendo me lo
hicieran a mí? Ser empático es correlativo a ser responsable. Por
supuesto, hay personas que carecen de esta capacidad. En su grado
extremo están los psicópatas. Pero están, también, quienes poseen esta
capacidad pero no la practican. Es a éstos a los que deseamos
concientizar.
El buen trato, no sólo se expresa a través de las palabras, sino de la
conducta o actitudes hacia los demás ya sean estos conocidos o
desconocidos.
Ejemplos de buen trato podrían reconocerse en ciertas conductas tales
como, ceder el asiento a alguna persona en inferioridad de condiciones
físicas con respecto a nosotros, darle prioridad a una embarazada en
una cola, recoger un papel que se cayó, ayudar a alguien a cruzar la
calle, etc. Sin embargo, como estas conductas son cada día menos
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frecuentes, incorporamos como indicadores de buen trato al hecho de no
entorpecer o dificultar el bienestar del otro. Por ejemplo, cuando se
estaciona el auto tapando las bajadas de la calzada, se está
entorpeciendo el paso de quienes deben hacer uso de una silla de
ruedas.
Es también buen trato y consideración al otro, responder cuando se
recibe un mensaje de texto que no es para nosotros. Es buen trato,
hacía por lo menos dos personas, avisar que el destinatario del mensaje
no lo recibió.
Con respecto a las personas con las que nos relacionamos
habitualmente, familiares, amigos, compañeros o conocidos, el tipo de
trato que damos, es evidente en cada interacción y muestran los
indicadores de esa conducta. En definitiva, el hombre se deja ver tal
como es, a través de su conducta.
Un caso interesante es el que vivió una de nuestras entrevistadas en un
avión.
“En una oportunidad viajando con lumbalgia pedí ayuda a un joven
desconocido que estaba sentado en el asiento de al lado del mío
para subir la valija de mano al compartimento. No solo me ayudó,
sino que al llegar a destino la bajó sin que tuviera que pedírselo.
Fue muy grato darme cuenta que no tenía que volver a pedir el
favor. Qué bueno es encontrar gente amable.”
Afortunadamente, cuando estamos atentos podemos detectar
situaciones chiquitas que hablan del buen trato. En una oportunidad, en
los tiempos en que se necesitaban monedas para acceder al pasaje en
colectivo, observamos como un joven le pagó el pasaje a una señora
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que, según manifestó al conductor, vivía en una provincia donde el
boleto se podía adquirir con billetes. En silencio, casi sin que los demás
pasajeros lo advirtieran y al observar el desconcierto de la señora se
acercó y sin más colocó las monedas necesarias y le alcanzó el boleto a
la agradecida pasajera.
Otro testimonio describe una acción similar desarrollada en un almacén
de barrio en oportunidad de que a una anciana no le alcanzara el dinero
para comprar un sachet de leche. Ante esa situación fue auxiliada por
quien estaba después de ella en la fila de la caja. Creemos significativo
resaltar que en esta oportunidad también el “socorrista” era una
persona joven.
Nos parecen esperanzadoras las conductas que se van instalando, por el
momento ocasionalmente, entre algunos adolescentes y niños.
Otro ejemplo de buen trato tuvo lugar en un bar céntrico. Una colega
estaba desayunando y leyendo el diario cuando se acercó un niño de no
más de seis años que recorría las mesas pidiendo monedas. Al llegar a
la mesa de esta colega, el niño le preguntó si no iba a comer una
medialuna que estaba apartada. Fue en ese momento en el que se
acercó un mozo8 y le dijo al niño que no molestara a los clientes y que
se retirara inmediatamente. Ella le hizo un gesto al mozo con la mano
para que no intercediera y le preguntó al niño si quería desayunar
invitándolo a sentarse a su mesa. Este asintió, pero le dijo que prefería
llevarse el alimento para compartirlo con sus hermanitos que estaban
esperando afuera.
Este caso es un ejemplo claro de doble solidaridad.
8Camarero.
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La solidaridad es, quizás, la forma más enaltecida del buen trato, es
compartir un sentimiento de unidad, por lo tanto se convierte en la
verdadera expresión de la conciencia social.
Una persona nos contaba una situación por la que habían atravesado
sus padres.
“Mis padres son mayores, tienen casi noventa años, pero como se
encuentran en buen estado de salud suelen utilizar medios de
transporte públicos. En una oportunidad en la que volvían de una
consulta médica, olvidaron en el colectivo una bolsa con estudios y
recetas.
Cuando se dieron cuenta, varias horas después, se sintieron muy
mal y desprotegidos, ya que en esa bolsa tenían gran parte de su
historia médica. Mi hermana y yo quisimos tranquilizarlos y
tranquilizarnos, diciéndoles que al día siguiente llamaríamos a la
terminal de colectivos, donde tal vez habrían encontrado la ya
”famosa” bolsita.
Al día siguiente así lo hicimos, sin ningún resultado. La sorpresa,
grata por cierto, fue una llamada que hicieron desde la prepaga de
mis padres informando que una persona había llamado y dejado
un número telefónico para que la contactaran. Resultó que ella
había encontrado la bolsita y dijo que quería restituirla a quienes
la habían perdido.
Yo la llamé inmediatamente, por la voz se notaba que era una
persona joven. Me dijo que cuando encontró la bolsita, vio lo que
contenía y al darse cuenta de la edad que constaba en alguno de
los papeles, se imaginó lo angustiados que estarían. „Pensé en
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cómo estarían mis abuelos si les pasara algo así. Se me ocurrió
que en la prepaga no me darían sus datos, pero se comunicarían
con ustedes, eso es todo‟.
Le agradecí la molestia y el tiempo que se había tomado para
ayudarnos, incluso ofrecí algún tipo de recompensa o
agradecimiento, que rechazó inmediatamente. Acordamos que
dejaría la bolsita en un negocio de su confianza y que quedaba en
el camino de mi trabajo. No la conocí personalmente, espero que
algún día pueda leer ésto, quiero que sepa que le agradecemos
mucho y no olvidamos su gesto.
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A modo de síntesis
El trato correcto o trato asertivo es sin duda, el polo opuesto al
maltrato. Se fundamenta en interactuar con el otro percibiendo su
entidad y derechos.
El tipo de trato puede percibirse aún en situaciones aparentemente
insignificantes. Ofrecer una sonrisa, pedir algo amablemente, agradecer
un servicio, neutralizan el mal humor cotidiano.
Muchas veces se logra tanto con tan poco!
¿Y entonces qué?
Es muy poco lo que podemos agregar después de describir los ejemplos
anteriormente relatados. En todo caso hacer uso de lo que ellos
significan, un ejemplo.
Sin embargo, nos sentiríamos muy satisfechas si al atravesar alguna
situación donde percibiéramos a alguna persona en dificultad, en lugar
de priorizar nuestro apuro o simplemente nuestro tiempo, nuestra
comodidad, etc., nos pusiéramos durante un segundo en el lugar de la
otra persona. ¿Qué es lo que sentiríamos?, ¿Cómo apreciaríamos una
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ayuda? o sencillamente cuánto nos aliviaría darnos cuenta que no
pasamos desapercibidos a los ojos de otro semejante. Sí, estamos
hablando de empatía. Que no nos gane la individualidad, la solidaridad
es mucho más nutritiva y bidireccional.
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“Todo lo que se ignora, se desprecia”
Antonio Machado
El Destrato
Quizás pueda explicarse el destrato por su opuesto y para ello nos
introducimos un poco en el mundo emocional. Un modo de ejercer el
destrato, es no tomar en cuenta lo que solicita emocionalmente otra
persona para expresarse libremente. En cuántas oportunidades
escuchamos o nos escuchamos decir: ¡pero no podes ponerte así….!
Creemos que es el momento de incorporar un concepto inestimable para
la vida en sociedad: la validación.
La pregunta que se impone es ¿qué es la validación?
Validación es un acto profundo de aceptación de las respuestas
emocionales del otro. Aceptar lo que siente la otra persona sin
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adelantarse a emitir juicios o consejos dirigidos a que cambie sus
emociones.
Cuando una persona es validada, se le reconocen sus emociones y
sentimientos como percepciones genuinas y legítimas. No es necesario
estar de acuerdo o desacuerdo con dichas percepciones, simplemente se
trata de aceptar lo que otra persona está sintiendo.
¿Por qué es importante la validación? Porque mejora la comunicación, se
aprende a ver y escuchar al otro, se acepta lo que éste siente sin
atribuirle segundas intenciones y por lo tanto limita las reacciones
defensivas con la que habitualmente se responde. Todo este aprendizaje
pretende llegar a que se abandone la interacción acción-reacción, que
observamos a diario y que solo conduce a la violencia.
En el extremo opuesto de la validación se encuentra el destrato.
Según Sigmund Freud, el amor y el odio, tomados conjuntamente, se
oponen a la indiferencia. Adoptando este pensamiento como eje,
podríamos considerar al destrato como a una forma determinada de
indiferencia.
Una de las más frecuentes modalidades de destrato y tal vez la más
difícil de percibir, es la desconfirmación. Desconfirmar a alguien con
indiferencia total es negarlo como ser.
Como ejemplo de esto, sería posible recurrir al personaje Rita Turdero
que interpretaba Moria Casan cuya muletilla era: “No te registro; no te
registro; no te registro”.
Ya no desde el humor, otro ejemplo puede observarse en la película “La
familia” dirigida por Ettore Scola. En una escena de la misma, un niño le
habla a un tío al que hacía mucho que no veía y éste, a modo de juego
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simulaba no verlo. El niño insistía sin éxito en ser escuchado. La
desesperación provocada por el sentimiento de invisibilidad ante los ojos
del adulto, hace que el niño comience a llorar desesperadamente
poniendo en evidencia la gran angustia que la situación le provocaba.
No prestar atención cuando habla otra persona, es una de las maneras
más habituales de destrato. En la cultura popular ha surgido
recientemente un neologismo que hace referencia al destrato. Nos
referimos al “ninguneo”.
Nos comentaba una colega, que nos pidió anonimato, un hecho que
había vivido recientemente.
Se encontraba ella en un auditorio con motivo de dar una conferencia
sobre un tema que definiremos como de interés social. Su hijo y nuera
le habían dicho que irían, razón por la cual ella les había reservado dos
lugares preferenciales junto a algunos de sus amigos que también
concurrirían.
“Yo sé que nadie es profeta en su familia... pero no sé para qué
vinieron. Yo no les pedí que vinieran. Por empezar llegaron tarde,
eso me intranquilizó antes de empezar a hablar. Después él me
dijo que había mucho tránsito, lo cual pudo ser cierto, pero lo que
me indignó fue verlo todo el tiempo chateando desde su teléfono.
¿Quieren un ejemplo más evidente de ninguneo?.”
A mi nuera la disculpo, la verdad es que puso el piloto automático
e hizo como que prestaba atención. Pero a mi hijo...”
No te veo, no existís
30
Existen en nuestra sociedad indicios que ponen de manifiesto el hecho
de no tener en cuenta a los otros. Pero a diferencia de otras conductas
de destrato, ésta es muchas veces inconsciente. Es, más que nada, una
actitud, cosa que no impide cambiarla o por lo menos generar
conciencia de lo que ocurre.
Si les preguntamos a los involucrados sobre este punto, generalmente
responden: “Venía distraído”. Pero cuando alguien sale de un edificio o
camina por calles concurridas y se lleva por delante a la persona que
pasa,... ¿es posible hablar solo de distracción?
Recientemente una joven extranjera de visita en el país, nos comentaba
con asombro lo difícil que le resultaba caminar por las avenidas porteñas
sin ser empujada o impactada por los transeúntes. Cabe señalar que
esta joven no tiene ninguna discapacidad ni vive en el campo. Es
mexicana y vive en el Distrito Federal donde hay más de nueve millones
de habitantes.
Otro rasgo típicamente argentino es “la piolada” que consiste en creerse
más vivo por obtener una ventaja perjudicando a otros. La falta de
respeto al orden de las filas de entrada a cualquier lugar, es un claro
indicador de ésto.
Lo mismo ocurre con el comportamiento de muchos conductores de
automóviles, aunque en este ejemplo es posible pensar que se hace de
manera consciente. Esto reafirma la idea del destrato.
Estas personas de acuerdo a su conducta vial, parecieran pensar: “Soy
más vivo que vos, paso primero”...
31
Quien ha viajado, por ejemplo, en la ruta 2 de la provincia de Bs. As.,
habrá sido testigo muchas veces de las infracciones de tránsito
cometidas por ganar un lugar más adelante, a riesgo de exponer
muchas vidas. Incluso para numerosos automovilistas la banquina
parecería ser un carril de circulación alternativo.
Otro indicador de destrato, es la conducta de las personas cuando por
ejemplo barren su balcón y tiran la basura a la calle perjudicando a
cuanto desprevenido transeúnte ose pasar por el lugar. Parecieran
pensar que por la vereda no circulan otras personas, es decir, las
ignoran.
También se evidencia el destrato cuando se desoyen señalamientos
importantes para la seguridad de las personas.
Como ejemplo pintoresco de esto, queremos compartir un caso que
vivimos nosotras mismas en una oportunidad. Volviendo de la feria del
libro de un país vecino, ocurrió esta anécdota que tuvo lugar en un
avión colmado de pasajeros. Queremos hacer mención que en este caso
la actitud de destrato provocó en nosotras una respuesta reactiva de la
que si bien no estamos orgullosas, sirve para observar cómo se
encadenan las reacciones subiendo el voltaje de las mismas.
Un joven hizo caso omiso de las indicaciones de apagar su teléfono
celular cuando estábamos próximos al aterrizaje. Fue interpelado
sin éxito por parte de la azafata en dos oportunidades.
Ante el destrato del joven hacia todos los que viajábamos, la
mujer que estaba sentada a su lado con tres hijos pequeños, lo
increpó para que cumpliera con las medidas de seguridad.
Éste le respondió de mal modo: “Hace varias horas que me estoy
bancando a tus hijos. Me rompieron las pe... todo el viaje.
32
Aprendé a educarlos primero antes de tratar de corregir a los
demás”.
Ese fue el inicio de una discusión entre ellos a la que nos
sumamos nosotras exigiéndole que apagara su teléfono. “Si los
chicos te molestaron, eso no te habilita para ponernos a todos en
riesgo. Lo apagas vos o te lo apago yo.” Contamos con la
inmediata adhesión de otros pasajeros. Fin de la discusión.
Es increíble que una persona ponga en riesgo la seguridad de
muchas otras por estar encaprichado en no cumplir con una
normativa.
Necesito comunicarme!!!
Es muy frecuente que surja la necesidad de hacer algún reclamo a las
empresas que nos proveen servicios. Más adelante nos ocuparemos en
particular de este tema. En esta instancia nos referimos a la alteración
emocional que se produce en las personas cuando el destrato tiene
lugar.
En la mayoría de los casos el reclamo debe hacerse telefónicamente al
número que figura para atención al cliente. Es entonces cuando nuestra
paciencia es puesta a prueba.
Para contratar el servicio marque uno, para conocer más sobre nuestros
servicios marque dos, para ... Nos vemos obligados a escuchar una
larga lista de opciones orientadas a la venta antes de que aparezca la
opción reclamo. Bueno, en realidad la palabra reclamo o queja nunca
33
aparece. Es necesario utilizar nuestra capacidad de relación para darnos
cuenta que opción elegir.
Pero puede pasar que el reclamo tenga que ver con algo particular que
no esté contemplado en las opciones. Puede pasar también que se elija
acertadamente en una primera o segunda instancia y que en la tercera
elección, el menú nos ofrezca una opción que no era la que
necesitábamos. Pensamos entonces: ¿Cuál será la lógica que tendré que
descifrar para acceder a la opción que necesito?
¡¿Qué tendré que hacer para que me atienda un ser humano?!
La reacción de las personas dependerá de las características de las
mismas, pero cualquiera que esta sea, predominará la sensación de
bronca e impotencia.
Este es un tipo de destrato que no pasa desapercibido como otros.
Uso de teléfonos celulares
No estamos en contra de la tecnología, por el contrario nos valemos de
ella para hacer nuestro trabajo. Pero sí, nos oponemos al uso
desconsiderado de la misma cuando los derechos del prójimo no son
tenidos en cuenta.
Como ejemplo de lo que señalamos, es posible citar al uso de los
teléfonos celulares. No apagarlos ni silenciarlos en el cine, teatro,
conferencias y otras reuniones con público, significa una falta de respeto
a los demás. Ya sean éstos actores, conferencistas o público en general.
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En innumerables oportunidades somos obligados a escuchar una airada
discusión o la narración de temas íntimos por quienes utilizan el celular
en medios de transportes o lugares públicos, convirtiéndonos en
involuntarios testigos auditivos.
Conducir mientras se habla por teléfono, no solo representa una grave
infracción, también es ignorar a los otros exponiéndolos a un peligro
latente.
¿No ves que ahora no puedo?
A veces el destrato está dirigido a los propios hijos. Todos podríamos
preguntarnos en cuántas ocasiones ellos se acercaron intentando
decirnos algo y por estar nosotros “ocupados en algo importante” los
ignoramos. Otra manera de no tomarlos en cuenta, se pone de
manifiesto cuando en una situación análoga se les dice “¿No te das
cuenta que ahora no puedo”.
Sin duda alguna, es importante transmitirles a los hijos el respeto por el
tiempo de los otros pero muchas veces lo urgente anula lo importante.
El siguiente ejemplo nos fue referido por el propio protagonista, que
cuando se enteró del tema sobre el que estábamos escribiendo,
coincidió con la idea de que se critica con mucha facilidad lo observado
en el comportamiento ajeno, sin prestar atención al propio.
“Les puedo asegurar que cuando me acuerdo todavía me angustio.
Fueron no más de cinco minutos, pero a mí me cambió la manera
de enfocar mi vida !Y no es una exageración eh!
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Cuando me separé los chicos todavía eran chicos, Patricio tenía
casi nueve y Federico seis. Una de las razones, sé que no la única,
de nuestra separación, había sido el permanente reclamo de
Lorena para que yo les prestara más atención a mis hijos que a mi
trabajo. Yo creía que lo que realmente ocurría era que ella no
comprendía la importancia de mi trabajo. Acababa de ser
nombrado socio en uno de los estudios más prestigiosos de la
ciudad, y naturalmente llegaba tarde a casa, encontrando la
mayoría de las veces a los chicos dormidos.
Durante los fines de semana también me sentía obligado a
terminar informes o analizar casos importantes, por lo tanto no
tenía tiempo de jugar con ellos. Después de muchos reclamos de
atención por parte de mi mujer y de aceptación por parte mía, nos
separamos.
Bueno, la situación que les quiero contar sucedió a los pocos
meses de separados. Era un día miércoles, día en que yo buscaba
a los chicos a las ocho de la noche y al día siguiente los llevaba al
colegio. Ese día yo tenía que terminar un informe que quería
entregar a la mañana siguiente. Entonces les pedí a mis hijos que
tuvieran paciencia que les prepararía la cena en cuanto terminara.
De pronto Federico vino corriendo al tiempo que gritaba „papá,
papá, vení que a Patricio le sale mucha sangre‟ corrí hasta la
cocina y vi a Patricio sosteniendo un repasador con el que trataba
de contener la sangre que brotaba de una de sus manos.
Ante mi pregunta sobre lo que había pasado, me dijo que se cortó
con un cuchillo muy filoso. Ellos tenían prohibido usar esos
utensilios y mientras trataba de ver la herida le grité por no hacer
caso. Federico se puso a llorar y me dijo que no le gritara más a
36
su hermano, que la culpa había sido de él. „Yo tenía mucha
hambre papá y Pato me quiso preparar algo de comer‟.
¿Pueden imaginarse como me sentí? Desde ese día no solo aprendí
a reconocer lo auténticamente importante, aprendí a mirar a mis
hijos viéndolos, registrándolos verdaderamente.”
El destrato reciproco o efecto dominó
Dar y recibir destrato es una de las formas más dañinas de castigo
generalizado. Esto puede ocurrir cuando una pareja se separa, y se
evidencia especialmente en la toma de decisiones respecto a los hijos.
Es importante comprender que el malentendido es una característica
inherente al ser humano, tampoco debe obviarse el hecho de que si una
pareja se ha separado es justamente porque se han perdido los
acuerdos.
Nos referimos a las actitudes de alguno de los padres que,
probablemente, sin intención consciente, ignora el derecho del otro
progenitor de estar al tanto de determinados acontecimientos que
afectan a sus hijos. Por ejemplo un acto médico.
También es cierto que quién no está al tanto, puede ser una persona
cuya atención no estaba dirigida hacia el tema.
Lo cierto es que el hecho de que uno de los integrantes de una pareja
destrate ignorando los intereses del otro, no otorga licencia a este
último para hacer lo mismo. Se convierte en un juego: Truco,...
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retruco,... quiero vale cuatro... ¡Y pierden todos! Especialmente los
hijos.
Marina nos cuenta, como hecho afortunadamente superado, los
momentos de recurrente destrato que se procuraron ella y su ex pareja
en los primeros tiempos de su separación.
“Éramos muy jóvenes, hoy con el paso del tiempo veo que la
separación era el resultado esperado ante una equivocación
juvenil. Nos creíamos enamorados y nos casamos al poco tiempo
de conocernos. También con la inconciencia de la juventud
quisimos ser padres rápidamente y así fue que nació Mia... justo
cuando cumplíamos un año de casados. Cuando la nena tenía ocho
meses, ya estábamos separados y con mucha bronca disfrazada
de indiferencia y de `no te necesito´ por lo menos de mi parte.
Cuando Mia tenía un añito, la pediatra me dijo que no estaba
alcanzando los estándares de la curva de crecimiento y que la
debíamos poner bajo la vigilancia de un endocrinólogo. Recuerdo
que la llevé pensando que era una exagerada, razón por la cual no
le avisé nada a Rudi.
El endocrinólogo dijo que esperaríamos un tiempo más para darle
medicación, pero que presentaba síntomas de hipotiroidismo y que
podría traerle consecuencias si no estábamos atentos. Al poco
tiempo, tres o cuatro meses más, la nena empezó a mostrar
signos de enanismo. La frente bombé, las piernitas curvas etc.
Ahí hablé con Rudi y le expliqué la situación. Se enojó mucho
porque no le había avisado y yo me disculpé frente a él y creo que
frente a mí, diciéndole que él tampoco se había dado cuenta de los
cambios de Mia ni se había ocupado.
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Cuando comencé a darle la medicación a la nena, él me comentó
que lo había consultado con otra profesional y que ésta no estaba
de acuerdo con empezar a medicarla.
¿Cómo se resolvió? La pediatra, una genia, nos mandó a hablar
con una psicóloga vincular que nos hizo reflexionar acerca de lo
que estábamos haciendo. Nos señaló que cada uno quería ignorar
la decisión del otro y nos mostró que no mirábamos a Mia tal
como ella lo necesitaba.
Fue de tanta ayuda que la seguimos consultando a través del
tiempo cuando no nos poníamos de acuerdo con algo referido a
Mia. Hoy, y con el paso de los años, Rudi y yo tenemos la mejor
relación y maduramos como papás.”
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A modo de síntesis
Una forma decretada de indiferencia al prójimo es el destrato. Es ignorar
deliberadamente lo que otra persona piensa, siente y decide.
El destrato puede manifestarse de persona a persona o desde
organismos públicos o privados. No es privativo de un ámbito
determinado.
Es por esa razón que es posible considerar a este fenómeno, como una
epidemia socialmente diseminada por el contagio de actitudes.
Desconfirmar a alguien con indiferencia total es negarlo como ser.
¿Y entonces qué?
Es quizás el momento en el que debamos reclamar la atención del
otro para no aceptar la invisibilidad con la que nos tratan… o mejor
dicho destratan. Recuerdo el caso de una señora que cuando entraba a
algún negocio saludaba y ante la no respuesta de los vendedores u otros
clientes, repetía “Perdón, creo que hablé bajito… dije buen día” En
general un buen número de los presentes le devolvía el saludo.
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5
Cuando se maltrata a otro, se maltrata también a la propia esencia.
G y G
El Maltrato
Al escuchar la palabra maltrato suele relacionársela exclusivamente al
maltrato físico. Observamos a diario en los medios de comunicación,
escenas de violencia que se producen en la calle, como “justificada”
reacción de vecinos o familiares ante algún hecho doloroso o delictivo.
Vemos con horror como en una cancha de fútbol o a la salida de un
boliche, un grupo de individuos se ensaña sin ningún miramiento
humano con una persona que ya está indefensa en el piso.
Sin embargo, hay otros tipos de maltratos más solapados y no por ello
menos nocivos.
El maltrato puede adquirir la forma de insinuaciones, degradaciones,
mentiras, humillaciones y sugerencias malintencionadas, que se dirigen
41
a los individuos de manera frecuente y reiterada. Estas actitudes que
aturden y desconciertan, conspiran contra el bienestar general ya que
pueden llegar a desequilibrar emocionalmente a las personas. Muchas
agresiones son sutiles y aparentemente inofensivas, ya que se
enmascaran en bromas o en una supuesta cordialidad tras la cual
aparece indefectiblemente la burla. Esa falta de respeto lesiona de
manera sustancial la autoestima dejando frecuentemente a las personas
incapacitadas para ejercer su defensa.
En la sociedad actual las agresiones van en aumento y adquieren las
más sofisticadas formas de manifestación. El maltrato social, por la
dimensión y complejidad que ha adquirido merece ser equiparado a una
epidemia que puede devastar la vida de muchas personas. En la
actualidad ninguna clase social queda al margen de estas conductas
perjudiciales.
Poco a poco se han ido inoculando microviolencias que operaron
habilitando modificaciones psicológicas que admiten el maltrato como
algo habitual, justificado y pertinente a la vida cotidiana. El maltrato
social no debe ser admitido como natural, porque no lo es.
Es importante reconocer las conductas violentas y agraviantes para
tratar de revertirlas. La denuncia y la sanción social, son vías ineludibles
para contrarrestarlas.
Gran parte de las personas que entrevistamos acerca de esta temática,
se autodefinieron como ciudadanos maltratados. Cuando preguntamos
frente a quiénes se sentían así, no dudaron en responder que era muy
amplia la escala y que abarcaba desde las instituciones, las
organizaciones públicas, las empresas privadas, los conciudadanos y
algunas citaron incluso a los integrantes de su propia familia,
refiriéndose a casi todos los roles.
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Las respuestas superaron ampliamente el motivo de nuestro interés y
curiosidad sobre el tema. Nunca dudamos de la veracidad de quienes
generosamente participan en nuestras investigaciones, sin embargo,
debemos reconocer que por un momento creímos estar en presencia de
personas que querían colaborar enfáticamente con nuestro proyecto y
que por esa razón exageraban su sentir. El relato vehemente y por
momentos exaltados de muchos de ellos, disiparon cualquier duda. Les
agradecemos y pedimos perdón por la vacilación.
Observemos ahora una conducta que habitualmente pasa desapercibida.
Para ello es necesario dirigir una mirada atenta hacia un tipo de
maltrato que no se reconoce como violencia y que se aplica con
frecuencia en las familias u otros vínculos afectivos, es el uso del
silencio.
Son muchas las oportunidades en las que frente a un enojo una de las
personas deja de hablarle a la otra. Esto, en lugar de favorecer la
comunicación obtura el único medio efectivo para aclarar las diferencias.
Sabemos que hay padres o madres, esposos o esposas que pueden
llegar a pasar varios días sin dirigir la palabra a la otra persona.
Queremos advertir que esa acción está reconocida como violencia.
En este capítulo queremos enfocar el maltrato en el marco de la que
habitualmente se denomina violencia invisible y a la que nosotras
denominaremos violencia imperceptible.
No adherimos al concepto de invisibilidad porque habilitaría una suerte
de impunidad para quienes cometen ese tipo de violencia. Al usar el
concepto de invisibilidad se estaría justificando la imposibilidad de verla.
Queremos poner el acento no en el objeto, la situación de maltrato, sino
en el sujeto que debe percibirla. Al usar el término imperceptible,
ponemos la responsabilidad en quienes fallan en la percepción de los
43
hechos. Nuestro modesto desafío consiste en no admitir ni favorecer el
“no lo vi” o el “no me di cuenta”. Es decir, entrenar o despertar las
percepciones para que nadie pueda dejar de descubrir y señalar el
maltrato en cualquiera de sus formas.
Consideramos que una vez que se abre la compuerta del
descubrimiento, como en cualquier otro ámbito, esto se multiplica y esa
es precisamente nuestra expectativa: Que todo el mundo comience a
ver aquello que está oculto detrás de esa nube y que ampara a tanta
situación maltratadora.
En otros libros9 dedicamos nuestro interés a las violencias referidas a los
vínculos afectivos tanto sea de parentesco o por elección, es decir a la
violencia imperceptible desde el propio entorno. Si bien es un buen
ejercicio el aprender a detectar estas violencias en el entorno privado,
no es menos importante hacerlo desde una perspectiva más general.
El maltrato está presente en todas las clases o estamentos de la
sociedad. Lo sufren los niños, los adolescentes, franja verdaderamente
en riesgo, los adultos, los ancianos y hasta los animales. Se manifiesta
en todos los ámbitos y en todas las profesiones, se filtra en nuestra
cotidianidad. Anida en nuestro hogar y en la escuela.
Es por eso que pretendemos salir del entorno individual y abordar el
tema desde lo social.
Si partimos del segmento que más nos sensibiliza, el de la infancia,
veremos como el maltrato se manifiesta ya en la etapa prenatal. La
falla, por acción u omisión de cuidado del cuerpo de la futura madre se
evidencia en la actualidad. Esto puede deberse a la falta del descanso
necesario o a la ingesta de alcohol o sustancias, o por ausencia de
9“La trampa de los manipuladores” , “Vidas sometidas” y “Vidas liberadas”.
44
controles médicos, etc., todas ellas son actitudes que perjudican al feto.
Ya nacido el niño, se considera maltrato físico a toda acción por parte de
los padres o adultos responsables que provoque daño físico o
enfermedad del mismo o que lo coloque en grave riesgo de padecerlo.
Es usual ver a bebes que son llevados a eventos sociales o fiestas en las
que el volumen de la música es nocivo para todos, tanto más para un
bebé. Esto sin mencionar el hecho de que en muchas reuniones la gente
fuma. “Se tiene que acostumbrar” dicen los padres. Pero el bebé no
puede quejarse.
Pero ahí no acaba el maltrato, ya más grandecitos, la crítica reiterada y
cotidiana, el insulto, la descalificación, el abandono afectivo
enmascarado en una libertad que el niño no puede manejar, es
violencia. En grado extremo de maltrato, el niño puede llegar a ser
utilizado como objeto de estimulación o práctica sexual.
También otras categorías sociales son víctimas de este flagelo, son
aquellos donde la vulnerabilidad los expone al abuso. Prevalece el
prejuicio y muchas mujeres son consideradas por una sociedad
machista, inferiores a los hombres. Aún los salarios de las mismas
suelen ser inferiores frente al mismo cargo y a la misma capacidad.
Los ancianos, quienes por el solo hecho de no ser considerados
productivos, son relegados y maltratados en el hogar, la calle o las
instituciones. El anciano puede sufrir maltrato físico o psicológico,
abuso sexual, abuso patrimonial, abandono o negligencia. La tensión
que genera para familiares el cuidado de ancianos que presentan algún
tipo de discapacidad física o mental, o sencillamente el deterioro propio
de la edad, es uno de los principales motivos que explicarían el creciente
número de ancianos maltratados. La relación entre el cuidador y el que
es cuidado se fundamenta en la dependencia. Esta situación genera
45
diferentes acciones y conductas olvidando que la edad no quita
derechos. Un párrafo aparte merece también el estrés del cuidador que
sufre el peso de la situación muchas veces no comprendida y reconocida
por el anciano y el entorno.
No está demás, tampoco, dirigir una mirada hacia el maltrato a los
animales. Estos son utilizados en peleas de gallos o de perros o en
espectáculos circenses en alguno de los cuales son maltratados.
Muchas veces son comprados en épocas de vacaciones con el objeto de
ser tomados como elemento de entretenimiento para los niños siendo
luego abandonados cuando se terminan las vacaciones. En muchos
centros de veraneo, al fin de la temporada, se observa pulular enorme
cantidad de perros hambrientos. Esto también habla del estado de salud
de una sociedad.
Poco a poco las situaciones agresivas dejan, por medio del
acostumbramiento, de parecernos incorrectas. Empezamos a transitar el
camino de la aceptación resignada. ¿Qué resignamos? A nosotros
mismos.
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A modo de síntesis
El maltrato en la vida cotidiana es la revelación de la violencia social.
Este puede ser evidente o imperceptible expresándose por medio de
agresiones sutiles y aparentemente inofensivas. Sin embargo, estas
actitudes que perturban y desequilibran emocionalmente, pueden llegar
a enajenar a una persona. Recordemos que aunque se trate de un
maltrato solapado, no por eso deja de ser nocivo. Existen factores que
contribuyen a la consolidación del maltrato y la violencia. Tomar el
maltrato como algo natural, es aceptarlo. Hacerlo invisible o encubrirlo
es ser cómplice. Habituarnos a él es imperdonable.
¿Y entonces qué?
Creemos que lo más importante ante el maltrato es reconocerlo. Aunque
suene increíble, la costumbre va aniquilando la posibilidad de registrarlo
como una nota disonante en las formas de interacción entre semejantes.
Una vez identificado es interesante inspeccionarlo, explorarlo dentro de
nuestras posibilidades. ¿Por qué lo decimos? Porque ese es el momento
más enriquecedor para nosotros como personas, ya que analizáremos
nuestra conducta anterior al hecho, para descubrir si nuestra forma de
47
dirigirnos o de tratar a la otra persona, no fue de algún modo confusa o
provocativa. Además sirve para hacer un “mea culpa” que nos permita
examinarnos para detectar si hemos actuado de igual manera en alguna
situación semejante. Muchas personas creen que maltratar es una
manera de defenderse. Nosotras consideramos que es una forma más
de traicionar la propia esencia sensible y afectiva, por esa razón se
puede considerar también auto maltrato.
48
6
Maltrato y destrato en distintos escenarios
El tipo de conductas asociadas al destrato y al maltrato se expresan en
múltiples y diversos contextos de la sociedad y pueden observarse en
distintos escenarios.
Con la intención de organizar el contenido, hemos elegido ordenarlo
teniendo en cuenta los diferentes ámbitos en donde tienen lugar.
Muchas veces, la violencia ejercida queda oculta a los ojos de la gente.
Quizás se deba a que, al presentarse en relaciones asimétricas en
cuanto a la autoridad, no son percibidos como de maltrato.
Enumeraremos algunos indicadores de este tipo de maltrato. La
categorización que utilizamos no es excluyente ni exhaustiva ya que
sería imposible hacerlo por la variedad de ejemplos y la superposición
de algunos de ellos. Recurriremos principalmente a la actividad actoral
como muestra de maltrato en el ámbito artístico.
Maltrato en el ámbito artístico
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La actuación artística suele ser una actividad en la que el maltrato cobra
diferentes modalidades. Nos contaba un actor algunas circunstancias en
las que el maltrato entre compañeros hacía casi insostenible la labor.
Según él, algunos actores exitosos suelen tener conductas que carecen
del compañerismo necesario como para que el trabajo en equipo sea
eficiente. El divismo promueve actitudes de intolerancia y maltrato.
Cuando se trabaja en televisión en una tira diaria, nos dijo, no hay
tiempo suficiente para los ensayos y muchas veces se originan
situaciones en las que el prestigio de un actor o una actriz crea un orden
jerárquico que parecería habilitar al maltrato.
“Cuando conseguí ese papel creí tocar el cielo con las manos. Era
apenas un poco más que un bolo, pero era la posibilidad de entrar
en el mundo de la televisión. Los nervios me traicionaron en una
escena con el actor principal y olvidé una línea, pidió a los gritos
que no le pusieran idiotas en sus escenas. Por suerte otros actores
minimizaron la situación… para mí fue mortal.”
El teatro no es menos propicio y a veces el conflicto es tal, que
necesitan utilizar intermediarios y mediadores para comunicarse.
“Recuerdo que cuando ensayábamos xxxx, el actor principal y el
director estaban tan enemistados que se comunicaban por medio
del coach. Yo tenía un papel secundario pero la situación era
violenta para todos.”
El silencio es otra de las modalidades del maltrato.
50
“Una vez me anoté para hacer un seminario con xxx... Era un capo
y a mí me parecía un honor que me aceptara como alumno.
Recuerdo que el día de la prueba de admisión estábamos todos
nerviosos lo cual se incrementaba al ver a los que iban pasando.
Cada uno mostraba lo que había preparado.
Cuando no le gustaba la actuación de alguno, sin decirle nada,
miraba al resto y decía `el que sigue`. Teníamos que esperar
todos hasta el final para que diera una mínima devolución que
consistió en decir a los que no habían quedado que eso no era
para ellos y al resto que volvieran el lunes siguiente para
comenzar. Yo estaba en el primer grupo y cuando me acerque a él
para saludarlo, se dio vuelta y se fue.
Menos mal que a pesar de estar desanimado, persistí. Ahora vivo
de la actuación y logré cierto prestigio. Incluso él mismo tuvo que
dirigirme en un par de oportunidades. Creo que no se acordaba de
mí, pero yo si de él”.
Otra situación propicia para el maltrato, son los casting. Estos son sin
duda un escenario estresante que muchas veces derivan en maltrato.
Un casting es una instancia en la carrera de un actor en la que se pone
en juego mucho más que un puesto de trabajo.
En el ámbito de la publicidad, los castings en los que participan niños
suelen ser ejemplos emblemáticos de maltrato por la situación de
indefensión de los mismos.
A veces la convocatoria apela a la vanidad de padres o abuelos, a la
aspiración de un rédito económico o al deseo de realización propia.
51
Fuentes confiables, a las que prometimos confidencialidad, nos han
informado que los niños que son llevados a los casting, algunas veces
son sobrexigidos y maltratados.
Serían innumerables los ejemplos pero les contaremos un caso que nos
relatara una persona que trabajó en ese medio.
“Con los chicos, el primer problema es el horario. Pasan muchas
horas y se les exige demasiado. A veces están tan cansados que
lloran, otras directamente no quieren actuar y son obligados por
los padres. Después, está el tema de que `si sirve o no sirve`.
Cuando salen de la prueba te lo preguntan adelante del chico. Y
¿qué les vas a decir?
Me acuerdo de algunas veces en que los dejaron entrar (a los
padres) y te digo que los presionan. Hay veces en los que el chico
dice no quiero y ahí hay que manejar a los padres. Si el chico no
quiere,... no quiere. Y eso los padres no lo entienden, hay algunos
que quieren superar su propia frustración a través de los hijos.
En publicidad tengo muchos ejemplos, pero me acuerdo de un
caso en especial.
Cuando se trabaja, casi siempre está el chico que actúa y otro
muy parecido que hace de back up. Si el primero tiene algún
problema, el otro lo reemplaza.
En este caso que les digo, después de muchas horas de espera, el
que hacía de back up lloraba porque se quería ir. Eran las dos de
la mañana. Yo vi como la madre le dio un cachetazo para que se
callara.
52
Yo era la asistente del coach. Ahí renuncié, no quería ser
cómplice.”
Maltrato en el ámbito relacionado con la salud
Todos, a lo largo de nuestra vida hemos tenido la oportunidad de
conocer médicos que han honrado su profesión y su vocación
desempeñándose con ética, sensibilidad y profesionalismo. A ellos
nuestro respeto y agradecimiento.
Sin embargo, la actitud de algunos profesionales, no coincide con esos
valores.
La medicina fue adquiriendo mayor perfeccionamiento técnico, lo que
afortunadamente permite acceder a mejores posibilidades diagnósticas y
asistenciales. Pero, paradójicamente, parece haber perdido cierta
mirada humanitaria que en su grado máximo puede asociarse con el
maltrato al paciente o a sus familiares. Es por eso que el ámbito
relacionado con la salud es el escenario que más nos conmueve cuando
detectamos destrato y maltrato.
No valorar el tiempo ajeno
Nos comentaba una persona que en oportunidad de asistir a un
consultorio odontológico para retirar una placa de descanso que le
53
indicaran por su bruxismo, se encontró con la frecuente modalidad de
maltrato que describiremos.
La placa había sido encargada hacía quince días y la entrega de la
misma se había acordado para ese día y a esa hora. La paciente llegó en
el horario que le habían indicado, sin embargo tuvo que esperar casi
tres horas. Cada vez que preguntaba cuanto tiempo faltaba para que la
atendieran, le respondían con fastidio que tuviera paciencia, que
esperara en la sala, que ya la llamarían.
Nos contó la persona de la que hablábamos, que después de preguntar
por cuarta vez cuánto faltaba para ser atendida, la coordinadora le dijo
que no tenía más alternativa que esperar porque la doctora estaba algo
retrasada. El trabajo ya había sido pagado, ambas lo sabían, con lo cual
la paciente se sentía como un rehén.
Cuando la atendieron, ante su asombro e indignación, la placa no
aparecía. Después de revisar todos los cajones y de varias entradas y
salidas del consultorio, la profesional le comunicó que la placa estaba
aún en el laboratorio y que todavía no habían recibido los trabajos de
ese día.
Ante la acalorada protesta de la paciente, la odontóloga solo atinó a
replicar. “Vuelva la semana que viene”.
Bueno, pero esto no es todo. A la semana siguiente cuando volvieron a
atenderla, nuevamente la placa no aparecía por ningún lado. “Ah!... sí,
es la placa que se había perdido. No sabemos qué pasó. Tendremos que
hacerle nuevamente los moldes”
“Pero,... ustedes ¿no tienen mi teléfono para avisarme?” Podrían
haberme avisado!!!. La respuesta que recibió fue: “Bueno,... suele
ocurrir. Igual tenía que venir otra vez por los moldes.”
54
¿Qué es lo que hace que una organización caiga en tal desorganización?
Sin duda la desaprensión por la pérdida del tiempo ajeno.
Si bien esta práctica de disponer del tiempo del otro suele ocurrir en
muchos consultorios, obviamente exceptuando las emergencias,
naturalizarla es inaceptable. El tiempo es valioso para todos por igual.
Muchas veces esto tiene su origen en la ineficiencia administrativa
recurriendo al antiguo y obsoleto prejuicio de valorar más el tiempo del
profesional que imparte la práctica que el de las personas que la
reciben, es decir los pacientes. Un paciente es una persona que tiene
paciencia, pero ¿No es posible atenuar la incomodidad de la espera con
una adecuada organización de turnos? ¿O informar cuando llega el
paciente que el profesional está muy atrasado, para que este pueda
decidir si puede o no esperar?
De cómo dar un diagnóstico
La medicina, ciencia que se ocupa de curar, calmar o prevenir las
enfermedades aporta muchos ejemplos que no dejan de sorprendernos.
Vamos a referirnos a las ocasiones en que los diagnósticos vienen en
formato “sentencia”.
Sin dudas, dar un diagnóstico adverso es uno de los momentos más
difíciles de afrontar para un profesional, requiere de mucha empatía y
sensibilidad. Pero, ¿están todos los médicos dotados de estos atributos?
Sin querer de ninguna manera generalizar, ya que hay muchísimos
profesionales de la salud que actúan de forma compasiva,
lamentablemente los hay también de los otros.
55
¿Qué es lo que hace que un médico no se tome unos minutos en
preparar al paciente para atenuar el impacto de recibir un diagnostico
adverso?
¿Será quizás que la exigencia del sistema de salud es tan grande que no
les permite tomarse el tiempo necesario para conectarse con sus propias
emociones?
¿Es posible que los profesionales que juraron preservar la salud de sus
pacientes, se desentiendan de los impactos psicológicos?
Caso: La opero y listo...
Nos contaba Myrna que había sido operada exitosamente de un
cáncer de mamas hacía ya ocho años. Posteriormente a la
operación, fue sometida a un tratamiento de quimioterapia y otro
farmacológico durante cuatro años.
“Cuando me dieron de alta estaba feliz, siempre me hice todos los
controles. Hace unos meses, cuando llevé los últimos, el cirujano
me dijo que aparecía una imagen. Que podía ser un quiste pero
que no estaba seguro aún de qué tipo de quiste se trataba etc.,
etc… Al notar mi cara de angustia, agregó con tono impaciente:
„Bueno no me mire con esa cara, de todos modos no se haga
problemas, si se trata de una recidiva, la vuelvo a operar y listo.‟
Ahí no más me puse a llorar. Pensé que eso se dice fácil si el
cuerpo para operar lo pone otro.
No podía entender como ese médico que me había acompañado
durante todo el proceso anterior me hablara con tanta liviandad de
algo que para mí podía ser de vida o muerte.
56
Él sabía que yo había escrito durante mucho tiempo un libro de
cuentos que había publicado recientemente con mucho esfuerzo.
Supongo yo, que para sacarme del tema del dialogo no tuvo mejor
idea que decirme burlonamente: ¿Y,… Como va Harry Potter?
Le conteste: Dr. Si yo hubiese escrito Harry Potter, me estaría
atendiendo en la clínica Mayo. ¿No le parece?
Me fui y nunca más volví. Lo de la imagen no fue nada. Sigo
haciéndome los controles pero ahora con otros profesionales”.
No ver al otro como semejante, como un ser humano doliente que
merece contención y respeto, es maltrato. Puede ser evidente o
imperceptible, solapado o explicito, pero es maltrato.
Ya señalamos la nocividad del maltrato imperceptible, y de cómo ese
tipo de violencia puede herir, malograr y hasta matar. Pero muchas
veces el límite entre lo imperceptible y lo perceptible, puede ser relativo.
Depende de la habilidad de las personas para descubrir este tipo de
maltrato. Algunas pueden detectarlo de inmediato, otras tiempo
después, y otras a través de la intervención de un tercero.
Una mujer de unos sesenta años hizo una consulta a un neurólogo
porque hacía unos meses que notaba en sus manos un ligero
temblor que se iba incrementando paulatinamente.
El profesional le hizo una serie de preguntas que le permitieron
dar un diagnóstico: Parkinson. Le explicó que era una enfermedad
degenerativa para la que aún no existía cura.
57
La mujer quedo impactada por el dictamen. “Sentí como que me
daban una condena. Me preguntó cuántas veces me había caído y
cuando le contesté que ninguna me dijo: “Ya se va a caer.”
Le pedí más explicaciones pero él fue muy escueto. Me dijo que
encontraría más información en Internet.
Hasta ahí pensé que era una persona de hablar poco, pero un
minuto después comenzó a contarme cosas de él. Me detalló uno
por uno los motivos por los que había elegido esa especialidad.
Siguió después hablando de sus viajes, etc. etc. Yo tenía ganas de
decirle. ¡A mí que carajo me importa!”...
“Al salir del consultorio me sentía confundida, necesitaba hablar
con alguien y llamé a una amiga. Fue ella la que se dio cuenta del
maltrato”...
“Ahora me atiendo con otro neurólogo y ando muy bien.”
Seguir un protocolo o decir la verdad acerca de un diagnóstico no son
conductas cuestionables, por lo menos desde nuestra competencia. Pero
poner una barrera y expresarse como olvidando que se está frente a un
ser humano al que en ese momento le cambia la vida, no son las formas
en que ellos mismos desearían ser tratados en una situación semejante.
La conducta de profesionales como los representados en los ejemplos,
son los que han hecho que se acuñara el dicho popular: “Ante cualquier
médico consulte a su duda”.
Pero este tipo de maltrato que pone en duda el profesionalismo, no se
da solo en el ámbito de la medicina.
58
Los siguientes dos casos, fueron aportados por la Lic. Roxana Ale10.
“Micaela de 30 años, sin hijos, ejecutiva, separada recientemente
es citada por el terapeuta de su ex marido para una entrevista
conjunta. Acude, creyendo que la presencia de un profesional
especializado ayudaría a lograr los acuerdos necesarios para
continuar una separación en buenos términos, como venían
acordando hasta el momento.
Al llegar al consultorio, instantáneamente la invadió una mala
sensación. `Parecía un estudio de abogados: poca luz, un
escritorio enorme, biblioteca del techo al piso - muy frío‟. Descartó
esta intuición creyendo que eran sólo prejuicios. Silencio absoluto.
- Estoy acá porque me llamaron... Silencio. Esto se extendió
durante quince minutos. Luego el profesional, quien la veía por
primera vez, comenzó a decir:
- ¿Quién sos vos para no darle a él una segunda oportunidad,
cuando siendo vos adoptada tus padres te dieron una gran
oportunidad?
Cuando Micaela narra esto en su sesión individual, lo narra
absolutamente desbordada, llorando, transmitiendo la impotencia
y el maltrato que sintió en ese momento. `Sentí una violación a
mi intimidad, a mi historia - él no me conoce, no sabe nada de
mi‟.
10 Lic. Roxana Ale es Terapeuta familiar especializada en dinámicas vinculares.
Cofundadora junto con la Lic. Carmen Villanueva y la Lic. Malena del Franco de
“Familias actuales”. http://familiasactuales.org/about/
59
Sus compañeros de oficina le dijeron: `No es nadie, no te podés
poner así.´ Justamente, esa es la creencia a romper. Sí es alguien.
Es un profesional a quien uno acude en busca de ayuda. Es una
relación asimétrica, de poder, de autoridad. Alguien que necesita
ayuda acude a un especialista en busca de orientación, diagnóstico
o tratamiento. Naturalizar estas escenas es perpetuar los
maltratos.”
Otro ejemplo de maltrato en un mal ejercicio de la profesión.
“Laura de 25 años, nacida en el interior de nuestro país concurre a
una consulta psicológica. En el momento de pagar los honorarios
la profesional le comunica que había aumentado (lo que había
informado telefónicamente una semana antes). Laura dice que se
le dificulta pagar eso todas las semanas y pregunta si puede asistir
cada 15 días. La terapeuta le informa que no, le pregunta cuánto
gana y saca una calculadora para hacer cuentas, tras lo cual dice:
Tendrás que comprarte una cartera menos, pero tenés que venir
todas las semanas. Laura agradeció y no volvió más.
Estas escenas exponen claramente algunos de los maltratos que
ocurren cotidianamente en los consultorios profesionales
"privados", que como todo circuito violento y abusivo se esconde,
no se dice, garantizando así la continuidad de los maltratos.
Trabajar en salud mental, física o emocional, implica una gran
responsabilidad. Asumirlo dependerá del trabajo de indagación
personal que cada profesional esté dispuesto a hacer para dar la
mejor atención posible quien consulta. Quien está frente a
nosotros es una persona que confía en nuestra palabra, criterio y
60
saber profesional. Nuestra palabra como profesionales de la salud
puede abrir u obturar los procesos de sanación.
El maltrato se para con el BASTA, con nombrar aquello que nos
sucede para que algo cambie.
Lic. Roxana Ale
Muchas personas nos acercaron sus historias con la intención de que se
hicieran públicas y sentirse así representadas en la protesta. Como no
pretendemos convertirnos en reivindicadoras sociales, acercamos solo
algunos ejemplos.
Pero como el maltrato es al menos bidireccional, también existe el
maltrato de los pacientes hacia los profesionales. Según los dichos de
muchos de ellos que nos dieran su testimonio, se han sentido
maltratados por pacientes, familiares y prestadores en muchas
oportunidades. Veamos el siguiente relato.
“Algunos pacientes que creen que somos dioses. Y juro que nos
gustaría serlo. Yo soy solo cirujano y he tenido que soportar cada
cosa!!!
Es terrible cuando uno ve que los recursos de la medicina se
agotan, sobre todo en pacientes terminales y no queda mucho por
hacer. Hay veces en que la familia entiende la situación y otras en
las que descargan su frustración en el cuerpo médico. Dentro de
todo eso puede llegar a ser comprensible. Algunos piden disculpas
cuando se dan cuenta que hemos hecho todo lo posible....
Pero hay otros casos en los que el maltrato hacia los profesionales
no se puede entender desde ningún punto de vista. Parecería que
61
somos súbditos de ellos. Se está haciendo muy frecuente la
impaciencia (ríe) pronto no se llamarán más pacientes. Muchas
veces no admiten que uno se demore unos minutos con el
paciente anterior que quizás está muy afectado física o
emocionalmente. Entran protestando sin preguntar el porqué del
atraso. Otro ejemplo de impaciencia extrema me ocurrió con un
paciente que estaba en una crisis hipertensiva. Le dí un
medicamento y cuando le dije que se tenía que quedar unos
minutos esperando que éste hiciera efecto, me dijo muy enojado
„Doctor, estoy lleno de reuniones, no tengo tiempo que perder‟ y
se fue.
Es verdad que el trabajo de los médicos ha perdido el prestigio
que tenía antes pero..., no sé qué pasa con la gente. Díganmelo
Uds.”
Otro caso es el de una odontóloga que nos contaba lo siguiente:
“En odontología infantil, hay que contar con el tiempo necesario
para trabajar sin presión. Yo tomo una hora entre un pacientito y
otro para trabajar tranquila. A veces te clavan y pierdo una hora.
Recuerdo una vez que una mamá me pidió un turno por primera
vez. Yo no la conocía, era una derivación de una pediatra amiga.
No vino a la cita y cuando faltaban diez minutos para que llegara
el otro paciente, me mandó un mensaje de texto en el que me
decía que llegaría en cinco minutos. Inmediatamente la llamé para
decirle que no podía atenderla porque estaba por llegar el otro
paciente que tenía turno desde la semana anterior. Le dije
también que los había esperado durante cincuenta minutos. Se
alteró tanto que al final tuve que cortarle cuando me cansé de
escucharla. Entre otras cosas dijo que si no tenía la deferencia de
62
tolerar una demora tratándose de un niño, yo era una mala
profesional. Después me insultó y al final me amenazó.
Lo peor de todo fue que no le dije que no lo atendería. Le dije que
lo haría después de atender a los que estaban con turno.
Me sentí muy maltratada”
Por otra parte, un indicador de destrato y maltrato es no cumplir con
nuestra responsabilidad como pacientes avisando cuando no podemos
asistir a una cita convenida o cuando no respetamos los horarios
acordados con la excusa de “igual siempre tengo que esperar” o cuando
se produce en la sala de espera una desagradable situación ante la furia
de un paciente que considera que esperó demasiado, situación que
afecta a todos los presentes.
Veamos y reflexionemos sobre el siguiente ejemplo:
“Fui con una amiga al consultorio de un traumatólogo. Era cirujano
y todas las personas que allí esperábamos debíamos someternos a
una cirugía o ya la habían pasado. Esto era muy fácil de observar
porque muchas de ellas usaban muletas o tenían los pies
vendados.
El médico estaba visiblemente atrasado y podía inferirse que eso
era habitual ya que en la sala de espera había muchas sillas,
revistas, televisión y café para quién quisiera servirse. La
recepcionista era amable y respondía cordialmente a todas las
impaciencias.
La rutina era fácilmente observable. El doctor atendía en dos
consultorios, mientras su asistente quitaba los vendajes a quien
concurría para una curación, él atendía una consulta en el otro y
63
luego se acercaba a revisar al paciente operado. Una práctica
frecuente en este tipo de especialidad.
De pronto un señor se levantó e increpó a la recepcionista con una
exclamación „a mí me recomendó el Dr. XXX y hace un montón
que espero, es una vergüenza, me voy‟.
La persona que estaba sentada a mi lado dijo „y… tiene razón, esto
es maltrato‟. Mi respuesta fue, que para mí era buen trato, ya que
cuando estuviera en lugar de los pacientes operados también
querría que me atendiera con la suficiente tranquilidad como para
poder aclarar todas mis dudas. No sé, quizás yo conocía que en
esta especialidad la cosa es así, de hecho cuando el médico me
recibió me brindó todo el tiempo que mi consulta requería.”
Es fácil concluir que cada persona ve el río según desde que orilla lo
mire. Quizás si por un momento pudiéramos evaluar la situación en
general, es decir mirándola desde distintos ángulos, nos daríamos
cuenta que nuestros juicios de valor pueden no ser tan categóricos.
Maltrato en otras profesiones
Como ya lo resaltáramos, eximimos de las críticas a todos aquellos
profesionales que trabajan eficiente y éticamente, los que sin duda son
muchos.
En lo que a la sociología respecta, lo primero que a una persona que no
está interiorizada con esa profesión le viene en mente, es el siguiente
interrogante: ¿Para qué sirve un sociólogo?
64
Un sociólogo puede trabajar no solo en ámbitos específicos dado que
poseen la capacidad de adaptase también a escenarios que no son
específicos. En este sentido, podrían ser considerados versátiles y
elásticos.
Ahora bien, si fuese verdad que la sociología es la conciencia de la
sociedad tendría, entonces, un poder insoslayable. Poder que en algunos
casos se concreta.
Tomaremos como muestra al trabajo de los sociólogos en el marco de la
investigación social orientada al marketing.
En las últimas décadas, la industria de las encuestas ha tomado
relevancia. Esto se pone de manifiesto muchas veces en el área de
investigación de mercado cuando un cliente cita a un consultor para
pedir que haga una encuesta. Lo hace ignorando si esa técnica es la
herramienta adecuada para conocer lo que desea conocer.11 Dada la
popularidad de este tipo de relevamiento y suponiendo que los
sociólogos son los más capacitados para administrarlas, analizaremos
casos en los que la mala praxis promueve al engaño. No obstante, como
muestra de diferentes formas de proceder, describiremos dos casos que
representan disímiles conductas éticas.
En una oportunidad, un poderoso empresario requirió los servicios
de un consultor de mercado. Deseaba saber si un emprendimiento
inmobiliario que estaba llevando a cabo, tendría éxito comercial. El
proyecto apuntaba al target de personas de poder adquisitivo muy
11
Para hacer cualquier investigación social, el investigador cuenta con distintas
herramientas para lograr el objetivo que se requiere. Encuestar es hacer uso de una
técnica cuantitativa que dará resultados expresados en cifras duras, generalmente en
números. Pero cuando los objetivos de la investigación necesitan cubrir información
cualitativa, deben ser empleadas otras técnicas.
65
alto, los comúnmente llamados ABC1.12 El proyecto era tan
faraónico, que solo podía ser accesible para los AB.
El estudio requería una gran inversión dado que los potenciales
clientes estaban diseminados en un área geográfica muy amplia
que incluía tanto al interior como el exterior del país. Es fácil
imaginar el difícil acceso a esas personas con el propósito de
hacerles una encuesta.
El consultor le dijo que no creía que fuera necesario hacer el
estudio porque consideraba que el proyecto, que ya estaba
comenzado, resultaría prácticamente inviable.
Tiempo después el consultor fue citado nuevamente pero esta vez
la solicitud fue diferente. El empresario quería que hiciera un
informe de factibilidad favorable al proyecto al solo efecto de
conseguir, o mejor dicho engañar, a posibles inversionistas.
El consultor que pertenecía al grupo de los que ejercitan la ética
profesional le dijo que no volviera a llamarlo nunca más. El
empresario se sintió muy ofendido, se burló de la decisión del
consultor y le recriminó su falta de valoración del dinero que le
estaba ofreciendo a cambio.
Otra situación:
También hay algunos sociólogos encargados de hacer marketing
político, que no tienen la costumbre de practicar la ética.
12 La medición del nivel socioeconómico tiene el objetivo de segmentar el mercado de
consumidores en grupos homogéneos. Tiene varias categorías decrecientes que se
denominan con letras: A, B, C1, C2, C3, D1 y D2. Se mide a partir de indicadores tales
como la ocupación, las gratificaciones percibidas, el nivel instrucción y el acceso a
bienes y servicios. El segmento ABC1 es el que tiene acceso a productos y servicios
muy exclusivos. Son de muy difícil acceso para el relevamiento.
66
Manipulan la información que difunden como supuestamente
objetiva. Actúan con total impunidad tergiversando resultados de
encuestas. Adulteran esos resultados para favorecer a algún
partido político para el cual trabajan. Es sabido que esa práctica
que condiciona la actitud e intención de voto de muchas personas,
suele ser eficaz. La falta de ética profesional se ve recompensada
con un beneficio económico que, por supuesto, no justifica esa
conducta.
Cuando la realidad los pone en evidencia todo es justificado con la
excusa de “el margen de error”, que si bien existe, muchas veces
es solo una excusa.
En relación a la defensa ante este tipo de maltrato, nos surge el
siguiente interrogante: Un médico que se equivoca en el ejercicio de su
profesión se expone a un juicio por mala praxis. ¿Con qué son
castigadas estas personas que no merecen ser llamadas profesionales?
Otra profesión que evidenció estar muy presente cuando nuestros
entrevistados se quejaban del trato recibido es la arquitectura, o mejor
dicho la conducta de algunos arquitectos.
En general manifestaban falta de cumplimiento en los plazos acordados
y algunos expresaban su disconformidad con los resultados de los
trabajos.
Marina nos cuenta:
“Cuando compramos la casa hubo que refaccionarla y sabíamos
que teníamos por delante un tiempo de obra que pondría a prueba
nuestra paciencia. Por esa razón y a pesar de que podíamos
67
extender la entrega del departamento por seis meses, decidimos
alquilar un dúplex cerca de donde viviríamos más adelante.
Al principio como en toda obra, todo parecía ir rápido. Tiraron
paredes y desmontaron todos los obstáculos que se interponían
con el nuevo proyecto. Estábamos contentísimos.
Cuando pasaron ocho meses, seguíamos viendo espacios abiertos
y ya libres de escombros pero no considerábamos que la obra
avanzara en los plazos convenidos. Ante nuestra inquietud, el
arquitecto nos tranquilizaba diciendo que todo se estaba
realizando bajo los plazos que su estudio había estimado.
Habíamos contratado a un estudio de arquitectura que gozaba de
prestigio en el medio y el que estaba a cargo era uno de los socios
principales. Durante un tiempo nos quedamos tranquilos.
Cuando firmamos contrato con ellos habían considerado que el
trabajo llevaría un año y medio. Nosotros, pensando en los atrasos
que suelen producirse, hicimos contrato de alquiler en el dúplex
por dos años. No les voy a contar todos los inconvenientes que
tuvimos que afrontar porque todavía me angustio.
Cuando se cumplieron los dos años de nuestro contrato de
alquiler, como no nos renovaron, tuvimos que mudarnos.
Estábamos como locos y consultamos a un abogado. Después de
mandar una carta documento, el estudio cambió de profesional
para la dirección de obra. Algo progresamos pero, hace ya tres
años y dos meses que estamos como nómades y ni les cuento los
costos que estamos afrontando. Parece que recién en dos o tres
meses podremos mudarnos a nuestra casa. Seguimos el tema
legal para hacer un acuerdo económico, pero ¡quién nos paga la
malasangre!”
68
Carlos, con un proyecto menos complejo, también habla de su padecer.
“Soy médico, mi familia es de Formosa y con la ayuda de ellos y lo
que pude ahorrar haciendo cualquier cantidad de guardias me
pude comprar un monoambiente cerca del hospital donde trabajo.
La idea era ahorrar el tiempo y el cansancio de los traslados y
hasta el costo del pasaje. Hace poco me recibí y vivía en lo de mi
tía, un ángel ella, pero tenía que viajar todos los días desde San
Miguel.
Yo no tenía tiempo de ocuparme de pequeños arreglos que tenía
que hacer en el departamentito. Era cambiar artefactos del baño y
pegarle una pintadita. Una compañera del hospital me recomendó
a una amiga arquitecta.
Yo lo comparo, lo entiendo y lo explico en términos médicos. Sé
que puede haber complicaciones con lo que aparece de sorpresa,
con los insumos, ¡qué sé yo! ¡Pero una cosa es lo inesperado y
otra que no te ocupes del paciente y se te muera por negligencia!.
Sentí que jugaba con mi tiempo, mi plata, que me tomaba el pelo.
Creo que la cosa no pasó a mayores porque era mujer… si hubiera
sido hombre lo hubiera arreglado de otra manera y yo no soy así.
Sacó lo peor de mí.”
Sabemos que cuando alguien inicia una obra de construcción o
remodelación, evalúa junto con el profesional los problemas e
imprevistos que pueden ocurrir. También sabemos que en muchas
oportunidades pueden surgir nuevos e inesperados inconvenientes.
69
Nosotras no estamos en condiciones de evaluar la pericia de los
profesionales, solo ponemos de manifiesto como los arquitectos pueden
contribuir al estrés de sus clientes.
Otro ámbito profesional que adquirió en los últimos años una
característica de perentoriedad por su aplicación a diferentes mercados
laborales, es la informática.
Javier de cuarenta y siete años, intenta poner en funcionamiento un
proyecto que puede ser muy importante para varios inversores y para sí
mismo.
“Yo vengo de una malaria muy grande. Perdí mi trabajo en un
banco que se vendió y gran parte del personal jerárquico fue
despedido. A mí me tocó.
Al principio traté de encontrar trabajo en relación de dependencia,
pero mi edad estaba un poco excedida para el mercado. Entonces
puse en funcionamiento contactos y creatividad y junto a otros ex
compañeros que estaban en la misma, generamos un proyecto
para financiar unas motos. Nosotros éramos el nexo entre el
financista y el que las compraba en cuotas.
Primero fue el largo peregrinar para conseguir quien financiara,
finalmente pudimos encontrar un grupo que lo hiciera. Fue difícil,
pero mucho más sencillo que lograr que el sistema funcionara.
Sí, necesitábamos tener un programa especial que operara en red.
Nada tan difícil para un ingeniero en informática. Eso creíamos,
pero la realidad nos demostró que éramos rehenes de ese señor.
70
Primero fue que en el precio que había pasado por su trabajo no
había tenido en cuenta no sé qué cosa. Accedimos a un nuevo
presupuesto. No alcanzó, siempre faltaba algo o aparecía la
promesa de que a la semana siguiente estaría todo funcionando.
Si no perdimos al inversor fue porque Alberto, uno de los socios, lo
encaró y lo amenazó con contarle a su mujer que tenía una
aventura. Fue un tiro al aire, nosotros desconocíamos si eso era
cierto, pero Alberto dijo, total si no es cierto igual tendrá que dar
explicaciones y se le va a armar un quilomb….
No es muy ético, pero por alguna razón, dio resultado ¿no? (ríe).
La verdad es que estábamos acorralados... claro que no se nos
hubiera ocurrido si no hubiéramos estado tan desesperados, se
nos bajaba el financista y todos tenemos familia… era la de él o la
nuestra”
Es fácil observar como la indiferencia por las necesidades del otro, es
decir el destrato, se convierte rápidamente en maltrato bidireccional.
71
A modo de síntesis
El destrato y el maltrato se expresan en múltiples escenarios. En alguno
de ellos la percepción se ve dificultada por la aceptación social de que
un rol asimétrico lo justifica. En muchas ocasiones la atribución de
autoridad es otorgada por quien debe someterse a la decisión de alguien
al que considera con mayor conocimiento o poder.
Cuando de salud se trata, en algunas oportunidades los diagnósticos
vienen en formato “sentencia”, olvidando que el otro es un ser humano
doliente que merece respeto y contención.
Sin estar directamente comprometidos a un diagnostico o evaluación
médica, el maltrato recibido por parte de otros profesionales afectan la
salud física o emocional de las personas.
¿Y entonces qué?
El mundo ha cambiado mucho y rápidamente. Cuando esto ocurre, las
personas quedamos desubicadas y nos retrotraemos a nuestros
aspectos más infantiles. Y desde ese lugar es donde surgen las
urgencias, los deseos convertidos en necesidades, los reclamos y la
sensación de entrar en una batalla donde el otro es siempre el enemigo.
Todos estamos atravesando esta cruzada esgrimiendo como arma
esencial la palabra. La palabra no es inofensiva, la palabra salva o la
palabra mata. No pequemos de ignorancia y aprendamos a usarla con
cuidado.
72
7
El Maltrato en los Medios de Comunicación
Los medios de comunicación
Nadie duda del poder de los medios de comunicación y la capacidad de
influencia que tuvieron y tienen. Muchas han sido las investigaciones
tendientes a conocer los efectos producidos por la influencia de los
medios en las conductas sociales.
Numerosas han sido las teorías surgidas, algunas incluso antagónicas.
Pero más allá de aspectos teóricos, hay un hito histórico que
posiblemente sea el caso más emblemático de influencia de los MCM13.
Se trata del que tuvo lugar el 30 de octubre de 1938 en U.S.A durante
la transmisión de una radionovela. La historia era una adaptación de la
novela de ciencia ficción escrita por Herbert George Wells “La Guerra de
los Mundos” y estaba protagonizada por Orson Welles.
13 MCM: Medios de Comunicación Masiva
73
Antes de comenzar se había avisado a la audiencia que se trataba de un
programa de ficción, pero muchos oyentes habían oído sin prestar
atención a la advertencia.
En el programa se simulaba una invasión extraterrestre. Tenía el
formato de un informativo y narraba la caída de meteoritos provenientes
de naves marcianas. La transmisión duró treinta minutos, pero antes de
que terminara el programa en todo el país había personas huyendo,
llorando y rezando. Algunos se despedían de sus seres queridos,
avisaban a sus amigos de la catástrofe, corrían a informar a sus vecinos,
etc. El país entero entró en pánico. Se implementaron medidas de
seguridad, se generaron estampidas y éxodos, incluso hasta hubo
suicidios.
Se estima que la escucharon seis millones de personas y que dos
millones creyeron que se trataba de un hecho real.
Más tarde, muchos imitaron a Orson Welles, algunos a modo de
experimento científico, transmitiendo una versión renovada con
resultados similares.
Otros, no ya como experimento científico pero si como prueba empírica,
utilizaron este recurso. En 1992 el periodista y animador Mario Pergolini
en su programa “¿Podría ser peor?” difundió la noticia de la muerte de
Phil Collins. La información era falsa, pero muchos medios la dieron por
cierta sin constatación previa de la autenticidad de la misma. Se produjo
entonces un rumor generalizado que confirmó la hipótesis de que
muchas veces los medios en su afán de dar primicias, no verifican
previamente la veracidad de los datos.
Hoy en día las pautas sociales están manejadas desde los MCM.
Detentan un enorme poder y muchos de ellos responden a intereses
74
corporativos. Hay veces en las que la confrontación se produce entre
medios que responden a diferentes corporaciones y el público queda en
medio de un fuego cruzado de bravatas agresivas. Es allí donde aparece
la violencia imperceptible o declarada.
Resaltamos no solo la responsabilidad que les cabe a los medios, sino
también a la familia que administra el acceso a ellos pues los púberes y
adolescentes en busca de su identidad toman muchas veces como
modelo los ejemplos de violencia que ven para implementarlos luego en
su medio social.
Recordemos que muchas de las violencias imperceptibles no son
producidas en forma directa por una persona de nuestro entorno aunque
se filtren en nuestro hogar.
¿Cuántas veces encendemos la radio o el televisor dejando que
personas extrañas formen, o deformen, nuestra opinión?
Hay casos en los que la televisión deja de ser un artefacto y se
transforma en parte de la familia. Muchas personas tienen tanta
familiaridad con actores, periodistas y todo aquel que aparezca en la
pantalla con cierta frecuencia, que los identifican por su nombre de pila.
También es posible comprobar que para mucha gente, lo que no
aparece en televisión “no existe” o peor aún, lo que aparece en
televisión es lo único verídico. Hubo situaciones en las que frente a un
hecho criminal, la opinión pública basada en los trascendidos
periodísticos realizara deducciones y afirmaciones inconsistentes,
generándose entonces dos causas paralelas, la judicial y la periodística.
Un ejemplo emblemático de causas paralelas y del uso de
75
especulaciones y conjeturas periodísticas fue el caso de Ángeles
Rawson, una adolescente brutalmente asesinada.14
Siguiendo el pensamiento de Marshall McLuhan con respecto a los
medios de comunicación, estos serían por su poder, una extensión del
cuerpo humano. Para él, el mensaje que emiten no se reduce al
contenido o información, es mucho más que éso. Tienen suficiente poder
como para alterar el funcionamiento de las relaciones y las actividades
humanas. Para este autor, “Formamos nuestras herramientas y luego
éstas nos forman”
Cámara oculta,... Me rio del otro
Se trata de una práctica tan difundida como deplorable. Cuenta con la
complicidad del espectador que disfruta riéndose de otra persona.
Las cámaras ocultas dan material a muchos programas televisivos que
exponen a las personas a situaciones estresantes que incluso ponen en
riesgo la salud.
Son innumerables los ejemplos de este recurso poco ético. El auto
destrozado por una aplanadora; un animal que ataca desde un cesto de
basura;... la simulación de un programa en vivo en el que dos personas
se pelean y una larga lista de etc.
14http://www.lanacion.com.ar/1597477-otro-extrano-testimonio-enrarece-mas-la-
investigacion-del-caso-angeles-rawson.
76
Una reflexión sobre el caso de la persona a la que le aplastaban el auto.
Cuando le entregaron un vehículo mejor que el que le habían destruido,
ella expresó: Yo lo quería a ese auto. Evidentemente, en el afán de
“divertirse” no se tuvo en cuenta el sentimiento que puede unir a una
persona con su objeto.
Un aspecto socialmente interesante para analizar es que frecuentemente
las personas víctimas de esta situación, al ser revelado el secreto se
sonríen a la vez que insultan. Lo desconcertante es que a veces
agradezcan cuando le dicen que es una broma para...
Recientemente se difundió en un programa de Argentina, un video
realizado en Brasil en el que una cámara colocada estratégicamente en
un ascensor mostraba el terror que vivían los incautos pasajeros del
mismo en una situación preparada ad hoc. El ascensor se detenía y se
apagaban las luces. Segundos después se volvían a encender, pero
dentro del ascensor aparecía la figura fantasmagórica de una niña que
había sido introducida desde un orificio encubierto. Los gritos y
expresiones de terror generaban la idea de que alguna persona podría
llegar a infartarse. En este caso es el maltrato puesto al servicio de una
supuesta diversión.
Otro ejemplo es el de los bloopers ya sean nacionales o importados. Son
éstos también una manifestación de agresión disfrazada de diversión. La
caída, el ridículo, el susto, etc. son todas herramientas utilizadas para
reírse del otro y no con el otro.
Los hay clásicos como el caso del que se sienta en una silla que se
rompe; o el bote que se desplaza cuando algún desprevenido quiere
bajar o subir; o el piso que cede; o el jugador de voleibol o tenis que en
su ferviente corrida para llegar a la pelota se lleva por delante al
77
público; o un distraído peatón que no advierte un poste o un vidrio,
estrellándose contra él. Hay muchos más ejemplos pero lo esencial no
es el acto que supuestamente provoca risa, sino la falta de empatía, es
decir, no tener en consideración que es lo que siente en ese momento la
persona que protagoniza el hecho. Es en definitiva, no saber, no poder o
no querer ponerse en el lugar del otro.
En cuanto al contenido televisivo...
En un trabajo de campo en el que se usara como técnica de recolección
de datos al análisis de contenido15, los resultados podrían ser
alarmantes para cualquiera. El mayor peso derivaría en categorías tales
como:
informativos con noticias irrelevantes repetidas hasta el hartazgo y
en forma simultánea por diferentes canales. Sin duda es más fácil
copiar que investigar. ¿Periodismo dónde estás? Hay noticieros
que son utilizados para comunicar avances de otros programas
televisivos, haciéndole creer de esta forma al televidente que esa
publicidad encubierta, disfrazada de información, es importante.
Chismerío mediático16: ¿Quién se peleó con quién?, ¿Por qué
fulano dijo lo que dijo de mengano y que le contestó
éste?...¿Sabés qué dijo de vos?. Todas especulaciones y
15 El análisis de contenido es una técnica de recolección de datos que tiene muchas
aplicaciones, entre ellas y en relación a lo que mencionamos arriba, sirve para detectar
la importancia que se le da a algunas temáticas en los medios televisivos, radiales o
gráficos.
16 Tráfico de chimentos que tiene lugar en un medio de comunicación.
78
provocaciones estimuladas por los conductores para incitar el
enfrentamiento entre los protagonistas.
Sensacionalismo a la orden del día. Es común ver en los
programas que se dicen informativos, la intención amarillista y
contaminante que bombardea una y otra vez a la audiencia. Los
estímulos son tan reiterados que terminan naturalizándose en la
percepción del espectador.
Por otra parte, cuando se exponen intimidades, el sensacionalismo
hace que se muestren o digan cosas impunemente sin tener en
cuenta que esos dichos afectan a los familiares de las víctimas.
Programas que denigran. Hay algunos programas en los que el
nivel de exposición a los que son sometidos los participantes no es
tenido en cuenta. Si bien se puede alegar que ellos aceptan la
exposición, los costos emocionales son ignorados y la sensibilidad
de estas personas parece no importar. Con una supuesta buena
intención, como por ejemplo incentivarlos a bajar de peso, ganar
un premio, etc. se los somete a un gran estrés.
En lo que respecta a cuestiones de seguridad, muchas veces el
periodismo en su afán de dar una primicia, se adelanta
irresponsablemente con información confidencial dando de esta
forma una ventaja a los delincuentes. Un ejemplo son los
secuestros o las tomas de rehenes.
Si bien hay intentos de difundir programas culturales, al estar éstos
dirigidos a un target más reducido, es lógico pensar que tengan menos
repercusión y por lo tanto no venden. Y como no venden y todo gira en
torno al negocio del consumo, no son exitosos.
79
No es novedoso decir que los medios de comunicación y las publicidades
generan una gran influencia que se manifiesta en distintos rubros como
la alimentación, la vestimenta, el estilo de vida, el consumo, etc.
Hace pocos años en nuestro país se puso de moda festejar una cantidad
de fiestas importadas o foráneas que nada tienen que ver con nuestra
cultura, pero que la modifican. Se desprecian, por ejemplo, las
festividades aborígenes y los carnavales del norte argentino pero se
festeja hallowing.
Pocos comunicadores saben cuál es el santo patrono de nuestra ciudad,
pero difunden la celebración del patrono de la comunidad galesa: San
Patricio. Esta es una festividad que se caracteriza por el alto consumo
de cerveza, es una fiesta a la que acuden numerosos jóvenes que
confunden borrachera con diversión. En este ejemplo es fácil observar la
violencia de la manipulación al servicio del consumo.
Otra muestra de cómo los medios manipulan la necesidad de consumo,
sobre todo en los adolescentes, se da en la forma en que generan la
ilusión de “necesidad” de consumir la tecnología “imprescindible” que
tienen que tener para poder sentirse parte del sistema. La velocidad en
que esos objetos tecnológicos se vuelven obsoletos y la cantidad de
chatarra generada por esta tendencia consumista, son una prueba
contundente de lo que señalamos. Parecería que el placer ya no
estuviera puesto en el acto de consumir sino en el acto de desechar
para volver a comprar.
Se guía a los jóvenes hacia una competencia consumista de tecnología,
de alcohol y de lugares que se ponen de moda.
Si bien los adolescentes son el blanco privilegiado de los formadores de
modas y necesidades, éstos no son el único target al que se apunta.
80
¿Qué pasa con los más grandes? el tema es consumir gimnasios o
cirugías con la utopía de la figura eternamente juvenil. Se vive como si
fuese un pecado capital el hecho de tener un glúteo flácido. Es entonces
cuando una supuesta acción saludable se transforma en una situación
adictiva de la que nadie puede sustraerse porque si no, se deja de
pertenecer. En aras de la salud, el consumismo puede llegar a
transformar un hábito saludable en una patología que ya tiene nombre:
Vigorexia.
Y no hablemos de los niños porque de hacerlo merecería un capítulo
aparte. Ellos forman el segmento más vulnerable tanto para la influencia
de la publicidad como para la aceptación de contenidos, ya que no
poseen aún la capacidad de cuestionamiento reflexivo.
La televisión nos contamina y de esa forma nos maltrata. La repetición
simultánea en varios canales de una noticia insustancial hace que
muchas personas crean que eso es importante. Nos presionan para que
creamos que es trascendente algo que en realidad es irrelevante. Sin
embargo, no debemos pasar por alto que estos contenidos
intrascendentes terminan por contaminar nuestro sentido común.
La televisión está instalada en nuestra cotidianeidad y es precisamente
por eso que resulta tan contaminante. Por supuesto no nos referimos a
la televisión como medio sino a los contenidos de los programas que se
exhiben en ella.
Dada la naturalización de esta situación, el medio resulta el campo
propicio para el maltrato.
Los medios de comunicación al servicio del consumo
81
Como señalábamos anteriormente, y como es fácil de percibir, somos
sometidos diariamente a un constante bombardeo publicitario. En
nuestro rol de consumidores se nos recuerda una y otra vez la
importancia de consumir para obtener y/o conservar la posición social
que se anhela.
El que no logra acceder a los productos y servicios que desea, o cree
que necesita, muy posiblemente se sienta frustrado, incompetente,
deficiente o inferior. Las publicidades apuntan a las personas más
vulnerables logrando que para sentir que su autoestima no disminuya
accedan a consumir los productos y servicios que las harán sentirse
“más bellas o felices”. Sin embargo, comprar y comprar, no exime de
sentir una perpetua frustración. Y es precisamente en la presión que
ejercen los medios, donde está el maltrato.
El consumismo combina deseos insaciables con la urgencia de tratar
siempre de satisfacerlos con nuevos productos. Las necesidades nuevas
necesitan siempre ser satisfechas con nuevos productos.
El temor que se impone es el de ser excluido de la sociedad de
consumidores: Si no consumís, no perteneces y si no perteneces, estas
excluido.
82
A modo de síntesis
Muchas de las violencias imperceptibles no son producidas en forma
directa por una persona de nuestro entorno aunque se filtren en nuestro
hogar.
¿Cuántas veces encendemos la radio o el televisor dejando que
personas extrañas formen, o deformen, nuestra opinión?
McLuhan decía que: “Formamos nuestras herramientas y luego éstas
nos forman”.
¿Y entonces qué?
¿Podemos responsabilizar a los medios de ejercer maltrato sobre
nuestra persona y nuestra familia? Es un tema que, en el mejor de los
casos, provoca a sostener una discusión substancial e ineludible. Son
muchos los que opinan, no sin razón, que una persona es dueña de
apagar una radio o un televisor o no comprar determinados y
tendenciosos periódicos. Sin embargo, esa conclusión podría ser una
simplificación reduccionista del problema de los medios como
formadores de opinión. Cuando parece que es muy poco lo que podemos
hacer ante la invasión de los medios en nuestra intimidad, recordemos
que siempre nos queda la posibilidad de reflexionar acerca del giro que
83
se produjo en la frase popular: ver para creer. Hoy tácitamente
expresamos con la conducta la preeminencia del creer para ver.
84
8
Las diminutas cadenas de los hábitos son generalmente demasiado
delgadas para sentirlas, hasta que llegan a ser demasiado fuertes para
romperlas.
Samuel Johnson
El maltrato socio cultural y la aceptación de usos y
costumbres
El maltrato enmascarado en los usos sociales
Muchas veces el maltrato se encubre en usos sociales considerados
representativos de una instancia significativa en la vida de un individuo.
85
Si bien muchas de ellas están siendo dejadas de lado o reemplazadas
por otras, aún siguen vivas en el imaginario popular y cada tanto son
utilizadas.
Dice el diccionario que mantear es lanzar repetidamente al aire a una
persona impulsándola con una manta que es sostenida por las orillas
entre varias personas. Con el tiempo el significado de este término se
fue ampliando, fue relacionándoselo con ciertas microviolencias usadas
como felicitación a alguien por algo. Por ejemplo pegar en la cabeza
como felicitación por un logro, dar fuertes tirones de oreja en ocasión de
cumplir años, etc. Pero en la evolución de esa costumbre, las
microviolencias se fueron convirtiendo en franca violencia encubierta en
forma de festejo.
Hay un caso que tuvo repercusión, entre muchos otros que no la tienen.
Se trata del de un adolescente de la ciudad de Rosario al que sus
compañeros de colegio le dieron una golpiza y le cortaron una oreja en
una "manteada" por su cumpleaños.17
Otro caso es el de una chica que quedó internada y en grave estado por
el mismo motivo.18 Pero estos son solo dos ejemplos.
Terminar una carrera es otra ocasión que tampoco es desaprovechada
para... los huevazos y la harina que suelen ser el festejo tradicional de
iniciación a una nueva etapa.
17En Rosario, un alumno de segundo año recibió una golpiza de sus compañeros
cuando festejaba su cumpleaños y debió ser asistido en el Hospital municipal "Roque
Saenz Peña", al sufrir un importante corte en una oreja.
http://www.26noticias.com.ar/le-cortaron-la-oreja-en-manteada-por-
cumpleanos-no-quiere-volver-mas-al-colegio-143118.
18http://www.diariodecuyo.com.ar/home/not_imprimir.php?noticia_id=249983
86
Por otra parte, las despedidas de soltero son una costumbre que data de
mucho tiempo. Si bien se han ido modificando en su forma son, en
muchos casos, la expresión del maltrato como entretenimiento. Es
frecuente observar esto cuando un grupo de amigos celebra el fin de la
soltería de uno de sus miembros.
En la actualidad, en toda reunión de gente joven, parecería ser que es
imprescindible consumir mucho alcohol para poder divertirse. Este es el
casi obligatorio primer paso hacia el desborde.
Si bien las bromas pesadas son una práctica habitual no dejan de ser
agresivas. Serían muchos los ejemplos en los que los damnificados son
abandonados disfrazados o sin ropa ni dinero en una calle alejada de su
domicilio. Otra modalidad es atarlos desnudos al paragolpes de un auto
para que cuando éste se ponga en movimiento el “agasajado” se vea
obligado a correr detrás. Es de alguna manera, el uso de la humillación
como forma de festejo.
Seleccionamos el siguiente caso por su peculiaridad.
Pablo e Ignacio, dos jóvenes médicos residentes en el mismo
hospital coincidieron en la fecha que eligieron para casarse. Como
las bodas tenían una diferencia de pocos días, sus amigos, la
mayoría de ellos colegas, decidieron hacer una despedida de
solteros conjunta. Ellos aceptaron la invitación.
Además de las bromas habituales, los tres traumatólogos del
grupo quisieron hacer un aporte creativo y pergeñaron una broma
a la que varios otros adhirieron.
Pablo e Ignacio fueron obligados a permanecer con sus brazos
extendidos y sobrepuestos unos sobre los del otro, mientras sus
87
amigos se los enyesaban. Quedaron de esta forma enfrentados
cara a cara y sin posibilidad de separarse. El paso siguiente fue
darles a tomar vomitivos. El resto es tan imaginable como
repugnante.
Este caso nos pareció gráfico desde diferentes aspectos. En primer lugar
porque no se trataba de personas con poca instrucción, en segundo
lugar por la indignidad del plan. Además y siendo en su mayoría
profesionales de la salud, no midieron las consecuencias que esta broma
tuvo sobre la de uno de ellos. Ignacio debió ser atendido de urgencia y
se vio obligado a postergar la boda.
Un bofetón a tiempo
Sin que se trate de un caso extremo, hay otros tipos de maltrato a los
niños, que pueden ser vistos como poco importantes o “normales”.
A veces es posible ver a una madre o un padre dar una bofetada a un
chico. Este tipo de maltrato está aún hoy socialmente aceptado por un
segmento bastante numeroso.
El siguiente ejemplo fue presenciado por una de nosotras en pleno
barrio de Recoleta.
Una mujer que transitaba con un bebe en cochecito y dos niñas de
aproximadamente tres y cuatro años, vio interrumpida su marcha
cuando una de las ruedas del cochecito se trabó con una baldosa
floja.
88
Las niñas, que no se habían dado cuenta que su madre se había
detenido, fueron increpadas por ésta a los gritos. “¿Son taradas?,
¡no se dan cuenta de nada!. Siguen caminando sin mirar a donde
van. Las va a pisar un auto.”
Las niñas volvieron y cuando estaban cerca de su madre recibieron
un bofetón cada una.
Ante el reclamo de dos personas que pasaban, la mujer respondió
a las críticas diciendo. “¿Por qué se meten en lo que no les
importa? Son mis hijas y las educo como quiero”.
Cabe aclarar que después del incidente, uno de los testigos del
hecho llamó a la policía.
Pero, reflexionemos sobre:
¿Cuál es el sentido de castigar a un chico golpeándolo?
¿Se emplea la violencia para enseñar o para descargar la frustración que
implica no poder manejar la situación desde el lugar del adulto ante un
conflicto?
¿Puede esta acción ser “pedagógica”? ¿Qué dicen los expertos de ésto?
Es frecuente escuchar decir: “Mis padres me dieron bofetadas cuando lo
merecía y soy una persona normal”. ¿Puede un castigo ser merecido por
un niño al que sus padres tienen la obligación de asistir para su
formación?
Los expertos dicen que los castigos físicos no solo disminuyen la
autoestima, sino que además son ineficaces. Un niño que obedece por
temor o miedo al castigo, probablemente no entienda el motivo de la
89
sanción y por lo tanto no aprende. Solo aprende a construir una muralla
de incomunicación con los adultos significativos. Muralla tras la cual
oculta los sentimientos de soledad y abandono que suelen acompañarlo
durante toda su vida.
Además, como la violencia genera más violencia, se lo está instruyendo
para que en el futuro actúe como maltratador o sometido.
El hecho de que existan castigos psicológicos que pueden lastimar más
que una bofetada, no habilita a golpear a un niño.
“La única costumbre que hay que enseñar a los niños es que no se
sometan a ninguna”.
Jean-Jacques Rousseau
Que los cumplas, que los cumplas,...
¿Será verdad que las personas nos vamos volviendo invisibles para la
sociedad a medida que más años cumplimos? Esa invisibilidad de la que
hablábamos se acentúa cuando se trata de personas mayores.
Este fenómeno, fue mencionado por el Papa Francisco en la Jornada
Mundial de la Juventud en Río de Janeiro19.
19
http://efe.ikuna.com/60_videos-del-dia/2148282_el-papa-dice-que-los-ninos-y-los-ancianos-construyen-el-
futuro-de-los-pueblos.html
https://www.facebook.com/jornadamundialdelajuventud
90
Es posible observar indicios de esta tendencia, en la llamada sociedad
occidental. Es en ese tipo de sociedad en la que se acentúa cada vez
más. Algo radicalmente diferente ocurre en países asiáticos en los que
los ancianos son mucho más respetados por ser considerados
poseedores de sabiduría de vida.
Algunos autores dicen que este fenómeno es consecuencia del
predominio de los valores capitalistas por sobre los otros. Es decir, el
sistema productivo capitalista, valora más a los que están en la etapa de
productividad.
Lo cierto es que destrato y edad son variables directamente
proporcionales. Es decir, a medida que aumenta la edad de las personas
la probabilidad de recibir destrato también aumenta.
Los dichos de Evaristo (de 83 años) pueden reflejar este punto.
“Con los muchachos nos reunimos todas las tardes en la sociedad
de fomento. La fundamos algunos de nosotros y otros que ya no
están. Es una suerte tener donde reunirnos. Yo, el único momento
del día en el que me siento todavía vivo es ese.
Parece mentira cómo pasa el tiempo, hasta ayer nomás tenía a
mis hijos chicos y un puesto importante en el banco. Pero desde
que me jubilé siento que cada vez me llevan menos el apunte.
Mire le voy a decir algo, era mejor antes que ahora. Había más
respeto.
A mis amigos les pasa igualito. Parece que cuando uno se pone
viejo pierde importancia, ya no le importa a nadie. Muchas veces
hacen que me sienta como un estorbo”.
Agrega Alfredo, otro de los presentes:
91
“Es cierto lo que dice acá el amigo pero no solo pasa con los de la
familia. Pasa con todos, como si creyeran que la edad lo vuelve
tonto a uno. Parece que ni te ven...” (Se queda pensativo)
El maltrato de la discriminación
La discriminación puede consignarse en una interminable lista de
modalidades, desde las más groseras y evidentes hasta las más sutiles y
casi imperceptibles. Desde una agresión física a un comentario ofensivo,
todas son manifestaciones de violencia.
Discriminación es el maltrato que sufre una colectividad o persona por
su condición de pertenencia a una religión; por su ideología o condición
social; por su raza o etnia; por su preferencia sexual, por alguna
enfermedad o discapacidad física o intelectual, o simplemente por su
edad o género. Expresiones tales como: “Judío de m...”, “Puto”, “Viejo”,
“Negro”, etc. son utilizadas habitualmente con intención de herir.
En todos los casos se trata de la falta de capacidad por parte del que
discrimina para aceptar lo diferente.
Pero, como todos sabemos, el problema de la discriminación no es
novedoso, mucho se ha investigado sobre el tema y mucho es el
material aportado por los investigadores.
La discriminación está directamente relacionada con el prejuicio20. En
USA se ha investigado sobre este tema con la intención de obtener
20 Nos referimos al prejuicio que tiene una persona sobre algo o alguien, sin tener el
conocimiento suficiente para opinar sobre la misma.
92
información que permitiera lograr la integración social entre diferentes
grupos étnicos. Sin duda, las dificultades de convivencia fueron el motor
de las investigaciones.
En el caso de los estadounidenses, la mayoría de las veces la
discriminación y el maltrato está dirigido a los negros o a los latinos.
Hablando de los argentinos, la nominación peyorativa está dirigida a
personas de otros países como por ejemplo: “los paraguas” a los
paraguayos; “los bolitas” a los bolivianos; “los chilotes” a los chilenos;
“los brazucas” a los brasileros; “los yoruguas” a los uruguayos; etc. Por
supuesto las expresiones descalificadoras, no solo están dirigidas a los
ciudadanos de países limítrofes.
En lo que respecta a la investigación social, se diseñaron muchos
instrumentos que sirvieran para medir las conductas discriminatorias,
como por ejemplo las escalas de medición de actitudes21.
La siguiente escala permite ver el grado de aceptación o distancia
admitida por los ciudadanos hacia las personas que conforman los
grupos señalados.
Con respecto a estas personas usted:
1.- Los aceptaría para casarse
Para Gordon Allport, psicólogo de la Universidad de Harvard, el prejuicio es"una actitud
suspicaz u hostil hacia una persona que pertenece a un grupo, por el simple hecho de
pertenecer a dicho grupo, y a la que, a partir de esta pertenencia, se le presumen las
mismas cualidades negativas que se adscriben a todo el grupo” 21R. Sierra Bravo, define a las actitudes, como “disposiciones permanentes de ánimo
formadas por un conjunto de convicciones y sentimientos que llevan al sujeto que las
tiene, a actuar y expresarse según ellas en sus actos y opiniones”...”sus
manifestaciones en la vida social son múltiples y puede decirse que tiñen todos los
campos de la vida social”
93
2.- Como amigos regulares
3.- Como compañeros de trabajo
4.- Solo como vecinos
5.- Solo como conocidos
6.- Los excluiría del vecindario
7.- Los excluiría del país
Cabe hacer una reflexión acerca de nosotros mismos. Pensemos en un
grupo social al cual no se le tenga simpatía. ¿Cuál sería nuestro grado
de aceptación o rechazo?
Prejuicio, actitud y discriminación están íntimamente relacionados.
La vida se extingue allí donde existe el empeño de borrar las
diferencias y las particularidades por la vía de la violencia
Vasili Grossman
Maltrato burocrático: Saque número y espere a ser llamado
A nadie puede sorprender que hablemos de maltrato ya que son muchos
los ejemplos que cotidianamente se nos imponen. Si bien este tipo de
conductas se pueden observar con mayor frecuencia en el ámbito
público, se han propagado rápidamente al ámbito privado.
El humor popular ha retratado de manera folklórica muchas situaciones.
94
Ya hace años que el actor Joe Rigoli en el programa “La tuerca”
protagonizaba un sketch en el que su personaje realizaba un trámite en
una oficina pública. El propósito que lo llevaba allí era solicitar un
permiso para plantar un arbolito en la vereda de su casa con la intención
de remplazar a otro que se había secado.
En el primer programa, el ingenuo personaje, trataba de llevar a cabo su
objetivo sin el permiso que supuestamente necesitaba. Fue sorprendido
in situ por un inspector que inmediatamente le informó de su falta y le
aplicó una sanción. Cada programa, el personaje soportaba la exigencia
de diferentes requisitos que complicaba cada vez más el objetivo final.
Sus infructuosas apariciones en la oficina municipal para gestionar el
permiso y las desmesuradas exigencias que le imponían, daban lugar a
graciosas situaciones.
Fue tal la popularidad de ese sketch que después de décadas, en
Argentina se sigue haciendo referencia a él para describir un trámite
engorroso con la frase: “Estoy haciendo el trámite para plantar el
arbolito porque el que había se secó”.
Años después, Antonio Gasalla, famoso humorista argentino, popularizó
el personaje de una empleada que, en una oficina pública, maltrataba a
las resignadas personas que necesitaban realizar algún trámite.
La empleada disfrutaba, se regodeaba de su poder y exigía el
cumplimiento de normas burocráticas carentes de sentido.
La simple observación da material para la composición de estos
personajes.
El ámbito privado también nos dio material. Como ejemplo, citaremos
un caso que vivió, o más exactamente, padeció una de nosotras. Tuvo
lugar en una oficina comercial en la que se solicitaba la baja de un
95
servicio. Si esa oficina comercial era también para otros trámites no se
notaba porque todos los presentes tenían en su poder un aparato que
debían entregar en caso de solicitar la baja del servicio. La sensación
generalizada era la de haber sido víctima de una manipulación
comercial: Para solicitar el servicio ofrecen todas las facilidades, pero
para dar la baja todos son inconvenientes.
Al sacar número los potenciales ex clientes se daban cuenta que la
espera sería larga. Ochenta personas esperando ser atendidas dejaban
sin posibilidad de sentarse a más de la mitad. Otro hecho se sumaba a
la situación, se trataba de una empresa que daba también servicio de
televisión por cable y el televisor instalado en la sala de espera se
quedaba sin señal de manera intermitente. Sin duda alguna, una
situación paradojal que daba cuenta del mal servicio que brindaban.
Era un paisaje caricaturesco: Una señora intentando amamantar a un
bebe que lloraba, un enojado cliente que amenazaba con romper todo,
el personal de seguridad tratando de calmarlo, etc. Los empleados,
seguramente acostumbrados a esa rutina, miraban todo de manera
impasible.
Pero esa especie de situación extorsiva por parte de la empresa,
posibilitaba un beneficio secundario. La espera y el objetivo común
daban lugar, incluso, a cierta socialización. Muchos de los que
terminaban el trámite saludaban amistosamente a los que habían sido
sus compañeros de espera.
Tres horas y veinticinco minutos después, el trámite se había por fin
concretado y comenzábamos a pensar en utilizar el ejemplo para este
libro.
96
¿Satisfacción del cliente?
Cada vez es menos frecuente que las empresas se preocupen por medir
el grado de satisfacción de sus clientes. Parecería que eso ya no
importa. Es natural para algunas, actuar como si los consumidores
fuéramos rehenes. Eso tiene que ver muchas veces con el anclaje que
logran cuando lo contratado es un paquete de servicios. Dado que
decidir darse de baja como cliente es más complicado.
Por ejemplo, cuando en el combo de servicios está incluido el servicio de
telefonía, cambiar de proveedor implica generalmente cambiar de
número telefónico dado que la portabilidad numérica tiene muchas
limitaciones.
Además, el hecho de que se le ofrezcan más servicios y a menor precio
a los potenciales clientes como estrategia de seducción, genera un obvio
malestar en los que ya son clientes.
Los reclamos por fallas en el servicio hacen eco en un call centers en el
que los telemarketers son presionados para que alcancen un alto nivel
de productividad. Esta es la razón por la cual tratan de liberarse del
cliente quejoso o no quejoso lo más rápido posible. En este caso, el
maltrato tiene una doble dirección: a los empleados de call center y a
los que sufren el mal servicio.
Pero cuando un cliente harto del destrato y del maltrato toma la
determinación de hacer efectiva la baja, las dificultades que deberá
atravesar en muchos casos limitarán con lo grotesco.
Un ejemplo:
97
“Llamé para solicitar un modem wifi porque a mis vecinos se lo
habían puesto sin cargo. Me dijeron que debía pagar xxx (dice una
suma importante) porque se daba sin cargo a los nuevos clientes
que tomaran esa promoción y que era por tiempo limitado.
Le dije ingenuamente que quería darle de baja al servicio y hacer
que mi hermana que vive conmigo solicitara el servicio a nombre
de ella para aprovechar la promo. Me dijo que no era posible. Que
figuraba el domicilio y bla bla bla.
Yo estaba indignado, pero eso no es nada. Al poco tiempo empecé
a tener problemas con la señal de cable. Tres veces vinieron. Se
veía muy mal. Después tuve problemas con Internet, estuve un
mes con intermitencias en el servicio. Yo trabajo desde mi casa y
dependo de Internet. Diez reclamos y tres visitas técnicas y no
daban pie con bola. Ahí fue cuando decidí que así no iba más.
Me volvieron loco para dar de baja. Que tenía que ir a entregar el
modem del 1 al 15 del mes con la factura paga del mes en curso,
etc., etc.
Finalmente logre darles de baja pero tuve que esperar tres horas
para que me atendieran. Había setenta y dos personas antes que
yo. Todas por lo mismo.”
Caso: Siguiendo el manual de procedimiento
“Cuando murió mi mamá, me tocó a mí desarmar la casa. Ella
vivía sola en un departamento en el mismo edificio que yo. Mi
hermano vive en Londres, se fue hace años por trabajo y después
98
se casó con una inglesa. Vino cuando mamá murió pero se tuvo
que ir a los dos días.
¡Qué difícil que es desmantelar una casa en esas circunstancias!
Bueno, entre las cosas que tuve que hacer estaba darle de baja a
los servicios. El departamento iba a quedar deshabitado por un
tiempo.
Recuerdo que,... ahora lo tomo con humor pero en ese
momento... Lo cierto es que cuando llamé a una de las empresas
y expliqué el motivo de la baja, la empleada me dijo que la baja
solo podía hacerla el titular. Pensé que me estaba cargando.
Después me di cuenta que ni siquiera me había escuchado cuando
le dije el motivo. Todo con un tono forzadamente cordial. Tuve la
sensación que en cualquier momento me iba a empezar a cantar el
feliz cumpleaños. Pero para mi cumpleaños faltaba mucho (se ríe).
Cuando me escuchó enojada, me dijo que tenía que hacer el
trámite personalmente e ir con el certificado de defunción de mi
mamá. Me quejé nuevamente y me dijo que ella solo cumplía con
el manual de procedimientos. Yo iba juntando presión como un
volcán pero lo que me dejo sorprendida fue que al despedirse me
dijo `Gracias por llamar a xxx`.”
En fin,...
99
A modo de síntesis
El maltrato encubierto en usos y costumbres está socialmente aceptado.
Es admitido como algo habitual, justificado y pertinente a la vida
cotidiana. Poco a poco se han ido propagando microviolencias que
operan habilitando modificaciones psicológicas. Esas microviolencias
fueron convirtiéndose con el tiempo en violencia abierta. Ejemplo de lo
dicho se observa en: El maltrato burocrático, la discriminación, las
manteadas, las despedidas de soltero, etc.
Pero uno de los más impactantes ejemplos de inadmisible tolerancia
social, se da cuando un adulto castiga a un niño frente a otros adultos
que observan sin intervenir. Testigo que no denuncia también es
responsable.
¿Y entonces qué?
A lo largo de la historia se fueron poniendo en evidencia pequeños
mecanismos como válvulas de despresurización de la violencia contenida
en la sociedad. ¿A que nos referimos? Cuando se produce un
movimiento social, por lento que este sea, se requiere de una
adaptación plástica para poder seguir funcionando con eficacia. Sin
embargo siempre quedan sectores sociales que no logran la
acomodación exitosa. La frustración utiliza a la violencia como vía de
descarga por excelencia. Los carnavales son un ejemplo del intento
100
social de encauzar los excesos de un modo socialmente aceptable.
Cuando dichas soluciones no alcanzan para reducir la explosión violenta,
los actores sociales encuentran en las personas diferentes o más
vulnerables el escape a su miedo. ¡Sí! Miedo. Eso es lo que promueve a
la violencia, recordemos que la violencia es la potencia del
impotente.
101
9
Maltrato en los medios de transporte
El destrato y maltrato tienen aquí agentes reproductores que parecen
especialmente entrenados para tal fin. Todos somos, o en algún
momento hemos sido, rehenes de los medios de transporte, tan
necesarios y tan insuficientes.
Comencemos por enumerar los diferentes medios y las distintas
conductas que generan en nosotros.
Si hablamos de los aviones, quienes hemos tenido que viajar tanto en
vuelos de cabotaje como en vuelos al exterior, comenzamos unos días
antes de la partida a preocuparnos por las dificultades que puedan
alterar nuestros planes. Solemos estar pendientes de las informaciones
que los medios de comunicación transmiten. Lo curioso es que
generalmente no nos preocupamos por las inclemencias o peligros
meteorológicos. Nuestra preocupación pasa por no tener que enfrentar
algún conflicto sindical que impida que los aviones puedan despegar… o
que un corte en la ruta nos imposibilite llegar a tiempo al aeropuerto.
Isabel nos cuenta: “yo viajo por trabajo y lo hago con mucha
frecuencia, sin embargo cada día me cuesta más organizarme. La
102
casa central de la consultora en Latinoamérica está en San Pablo,
así que imagínense el doble sufrimiento que tengo… para ir y para
venir. Tengo un largo historial de embotellamientos camino al
aeropuerto de Guarulhos en San Pablo.
Hablando de Argentina recuerdo un día, inolvidable para mí, en el
que tenía que ir a cerrar un contrato muy importante con dos
socios de Estados Unidos.
Ya la cosa pintaba complicada en lo personal. Yo tengo tres nenas
chicas y Milagros, la mayor, se contagió en el colegio de un virus
intestinal que la llevó al borde de los cuarenta grados de
temperatura. Un día antes de irme organicé con mi marido, que
por suerte no había tenido que viajar por su empresa, la mucama
y mi mamá el cuidado de la casa y de las chicas. Entonces me
entero de una medida de fuerza por la cual los maleteros no
trabajaban. Como yo iba por dos días no me afectaría la medida,
eso creía yo, ya que podía no despachar maleta. Pero no
funcionaba así, los vuelos se habían suspendido.
Hice muchas llamadas a la compañía aérea, al aeropuerto etc.,
hasta que recibí, vía televisión, la buena nueva de que el paro se
había levantado.
Hasta último momento estuve cuidando a Milagros mientras
chequeaba los documentos y trataba de responder a las demandas
de mis otras dos hijas, celosas de las atenciones que recibía su
hermana enferma. Estaba agotada.
El remise vino a buscarme y yo decidí viajar con el carrión como
único equipaje, por las dudas. Fue una idea que me agradecí a mí
misma, ya que antes de llegar a la entrada a Ezeiza, un grupo de
103
personas habían cortado el acceso al aeropuerto. Nunca me enteré
por qué era.
Yo no tenía mucho tiempo, así que me bajé del auto y empecé a
caminar a toda velocidad, rodeada de personas en mi misma
situación o peor, ya que muchas arrastraban pesados equipajes.
Lo cierto es que embarqué, transpirada, despeinada, agotadísima.
Cuando me senté me puse a llorar desconsoladamente. A nadie le
sorprendió, todos habían pasado por el mismo estrés.”
Al referirnos a los trenes, debemos reparar en un dato significativo. El
usuario de este medio de transporte es mucho más numeroso que el
que recurre a los aviones. Este dato no es menor, ya que en los últimos
años aumentó el número de pasajeros que requieren de este medio
mientras el cuidado de las unidades que deben transportarlos no solo no
se incrementó, sino que, por lo contrario, éstas no recibieron el
mantenimiento necesario y obligatorio.
Las unidades que nos trasladan están, en estos momentos, en una
pendiente que lleva al franco deterioro. El pueblo argentino guarda
inalterable en su memoria lo que ya adquirió nombre propio: “La
Tragedia de Once”22
Sin remitirnos a los eventos trágicos, pero afortunadamente aún
fortuitos, repasemos los “tormentos” del usuario en la vida cotidiana.
La falta de mantenimiento, anteriormente mencionada, se refleja en la
cantidad de veces en que las unidades quedan detenidas a mitad de
camino o en el mejor de los casos en la lentitud con que se desplazan.
22
http://www.lanacion.com.ar/1450635-descarrilo-un-tren-en-once-y-hay-varios-heridos
104
Muchos pasajeros mostraron su indignación por haber padecido demoras
de hasta una hora y por los incendios que suelen aquejar a las
formaciones.
El sufrido usuario ya está acostumbrado a soportar el peligro de vidrios
astillados o directamente inexistentes, más allá de la temperatura que
deba soportar.
La limpieza no es una prioridad para quienes deben brindar el servicio.
Tampoco lo es para los pasajeros que arrojan papeles o botellas por la
ventanilla o para los que lo hacen directamente en el piso del vagón.
Tampoco la seguridad quita el sueño a los que están a cargo de este
medio de transporte. No solo nos referimos a la necesidad de viajar en
una unidad segura, sino a la presencia de punguistas y arrebatadores
que ante la ausencia de agentes de seguridad ejercen su “profesión” con
total impunidad. Solo esporádicamente se observa la presencia de
policía o gendarmería en las estaciones.
Seguridad, limpieza, previsión y protección brillan… por su ausencia!
“Miren (nos dijo Georgina) yo vivo en Tigre y me encanta, pero
cuando mi marido no me puede alcanzar hasta mi trabajo, caigo
en el túnel del tiempo. Tengo que tomar el tren y a los
inconvenientes que afrontan todos los pasajeros yo le tengo que
agregar mi propia dificultad, mi estatura.
Como ven soy muy bajita, un metro cincuenta y uno y no se
imaginan lo que tengo que pasar. Subo al tren repleto de gente y
no tengo de donde sostenerme, vivo pidiendo disculpas a los de mi
105
alrededor porque muchas veces los uso de pasamano. Algunos lo
toman bien, pero otros se molestan.
No solo eso, cuando se llena y la gente empieza a apretarme, “allá
abajo” comienza a faltar el aire. Ésto parece ser solo un problema
personal, pero yo siempre pienso ¿cómo viajan los chicos que
toman el tren para ir al colegio? A ellos, que tienen mi estatura o
menos, tampoco el ministro de transporte los tiene en cuenta.”
Otro ejemplo también aportado por una mujer de edad media, pone el
acento en la impuntualidad.
“Yo, como supongo que les pasa a todos, tengo que cumplir un
horario de entrada en mi trabajo. Trabajo en una institución que, a
su vez, brinda servicios a otras personas. Digo ésto porque cuando
yo llego tarde, a los que necesitan de mí también se les atrasa
todo. Es decir se hace un efecto dominó de llegadas tarde, mal
humor, frustración y cadena de protestas. Y así es como vemos
cada día que la gente reacciona con más violencia.
¿Cómo les explico que yo llegué a la estación diez minutos antes
de que saliera mi tren?, es decir del horario en que tenía que salir:
7.46. Saben a qué hora salió… ¡a las 8.30!
Para entonces, ya se había juntado la gente que tenía que viajar
en las formaciones de las 8.05 y de las 8.24. No hace falta que les
diga como viajamos de achicharrados. Después de esta odisea
¿puedo llegar de buen humor para atender a la gente?”
106
Héctor, un señor de unos sesenta y pico de años, trata de ponerle buen
humor a la desventura de viajar en tren en las horas pico.
“No nos quejemos, estos trenes en Europa no se consiguen!23
Los argentinos somos valientes y solidarios, sino que lo digan los
que el otro día ayudaron a la gente del vagón que se incendió en
xxx, los tipos no tenían ni matafuego para apagarlo y la gente se
entró a desesperar, algunos se tiraban a las vías. Nadie informaba
nada. Dos muchachos empezaron a organizar como bajar. ¡No
fuera a ser que nos largáramos y nos llevara por delante otro tren!
Ya estamos acostumbrados a viajar parados, apretados, asfixiados
por el calor en verano y muertos de frío en invierno con el vientito
que entra por las ventanas rotas. Pero la verdad es que por lo
menos nos tendrían que hacer simulacros de incendio una vez por
semana, como en las ciudades en guerra.” (Se ríe).
Ahora hablemos del “hermano menor e invisible” del tren. Hablamos del
Subte, como solemos llamar al subterráneo.
Aquí también debemos hablar de falta de mantenimiento y de la
excesiva publicidad con que se dan a conocer eventuales obras que
expresan cierta modernización. Lo que debe ser normal es vivido como
extraordinario.
En algunos ramales el recorrido se alargó al sumarse nuevas estaciones,
pero lo que parece una buena nueva provocó inconvenientes al no
haberse incorporado el material rodante adicional.
23 Haciendo una referencia irónica a una antigua publicidad.
107
La falta de limpieza y el abandono, son una característica de los vagones
del subterráneo, pero en cuanto a las estaciones no podemos ser más
optimistas. Suelen tener pisos sucios, a veces mojados por filtraciones
de líquidos que no se sabe de donde provienen. El olor es nauseabundo.
Sabemos que el subte circula siempre llevando a muchas personas, pero
en las horas pico se mueve abarrotado de gente que luchó por
abordarlo, debiendo en muchas oportunidades dejar pasar dos o tres
unidades antes de poder acceder a una.
Cuando el pasajero logra el cometido y está ya en la unidad, comienza
otra odisea. Respirar entre la masa constituida por los resignados
usuarios que comparten el exiguo oxigeno que contiene el vagón es el
objetivo primordial. El objetivo siguiente es poder descender en la
estación elegida, sorteando a los pasajeros que apenas lograron
ascender se quedaron obstruyendo las puertas y que mientras sus
compañeros de viaje luchan por alcanzar el andén, permanecen
escribiendo indiferentes en sus respectivos celulares. Esta situación
contribuye a que los amigos de lo ajeno vean facilitado su trabajo. A
mayor aglomeración más facilidad para los punguistas.
Cuando se desciende con la ropa arrugada, despeinada y transpirada, la
gota que rebalsa el vaso suele ser la escalera mecánica… que no
funciona!
Algunos ejemplos representaran el sentir y decir de muchos usuarios.
“Yo viajo mucho en subte, nos dice Alicia, porque hago trámites
para una oficina de administración de inmuebles. Antes en las
horas que no eran pico se viajaba más cómoda y hasta podía
sentarme en alguna oportunidad. Ahora está lleno todo el día, y
eso no es porque viaje más gente, al contrario, desde que
108
aumentaron muchos optaron por el colectivo. Es porque deben
haber sacado vagones de circulación y no los repusieron nunca.”
Fernando de alrededor de cuarenta y cinco años reflexiona desde otro
lugar:
“Para mí es un combo de todo lo que se vivió en el país en los
últimos años. Porque no es solo lo que se deterioró el sistema de
transporte que no tuvo el mantenimiento criterioso que hace falta.
Solo parches… y a veces. Se deterioró la educación de las
personas, ya nadie piensa en que es un ser humano que viaja con
otros seres humanos. Todo es primero yo y después ¡que me
importa!
Lo notás apenas llegás a las escaleras, si alguien tiene una
dificultad física o de edad para bajar, la gente se impacienta y lo
atropella como si lo estuviera haciendo a propósito para
molestarlo. Llegás al andén y todo el mundo parece estar en
estado Zen, hasta que llega el subte. Ahí se ponen en la puerta sin
dejar bajar a quienes quieren hacerlo y con la velocidad de un
lince se suben atropellando a quien los obstaculiza. Parezco
exagerado, pero ustedes lo habrán visto, entran a lo loco y se
paran en el lugar que les parece mejor para ellos, generalmente
en las puertas y los que vienen atrás que se joroben. Y no les digo
nada de los que llevan mochila y no tienen la menor delicadeza de
bajarlas al piso.
Yo sé que el servicio es una mierda, ¡pero no seamos mierda
nosotros también!”
109
El colectivo es un medio de transporte que no tiene determinado su
camino de forma ineludible, tal como ocurre con el tren y el
subterráneo. El no hacer su recorrido sobre rieles, le permite
desplazarse por la vía pública con total libertad de movimientos. Esta
condición, que puede parecer no significativa, adquiere su importancia
cuando quien lo maneja decide acercarse o no al cordón de la vereda,
incrementar la velocidad para pasar el semáforo sin detenerse en la
parada o ponerse a la par de otra unidad para iniciar una conversación
entre choferes, etc.
En los últimos años se produjeron algunos cambios que debieron
favorecer tanto al chofer, al liberarlo del corte de boletos, como a los
pasajeros que disponen de una forma de pago más rápida. Por otra
parte, al ser renovadas muchas unidades, los pasajeros deberían viajar
más confortablemente. Sin embargo, ni usuarios ni conductores se
contentan con los resultados.
Hay líneas de colectivos que tienen una frecuencia muy dilatada y los
usuarios deben esperar casi media hora para acceder al servicio. En
otros casos, y eso se observa en la capital, hay líneas que parecen hacer
circular a dos o tres unidades consecutivas en la misma cuadra
debiendo, quien no ha abordado a éstos, esperar largos minutos para
que se presente una nueva unidad... ¡o a dos o tres juntas!.
Por otra parte, por el tema de la inseguridad, se discontinuó el servicio
durante la noche en muchas localidades.
110
Martha y Bea habían decidido tomar un colectivo que las acercara hasta
el cine. Tenían el tiempo necesario, por lo menos eso pensaban, para
llegar a ver la película que habían elegido.
Cuando llegaron a la avenida vieron con alegría que se acercaba el
colectivo que necesitaban, pensaron que hasta tendrían tiempo de
tomar un café antes de que comenzara la película.
El colectivo comenzó a frenar ante ellas, hasta que el conductor observó
que si se apuraba lograría cruzar con el semáforo a favor. Fue entonces
cuando cerró la puerta que había comenzado a abrir y aceleró la marcha
logrando su cometido y dejando a las amigas sorprendidas y furiosas.
“Era domingo y ¡veintisiete minutos tardó en venir el otro!
Teníamos tiempo, pero igual llegamos con la lengua afuera y
cuando ya pasaban los títulos. Lo único que nos consoló fue
pensar que por lo menos este tipo nos dejó pagando cuando
íbamos a pasear… pero si te lo hacen cuando vas a trabajar te
querés morir. ¡O matarlos!
No es posible pasar por alto el hecho de que los sufridos usuarios de los
medios de transporte no colaboran en absoluto para mejorar la
sensación de malestar con la que viajamos a diario. Empujones,
arrojarse sobre el asiento que se desocupa sin observar quien lo
necesita más, tratar irrespetuosamente a otros pasajeros o al conductor,
son solo algunos de los comportamientos lamentablemente habituales.
Antes de hablar de los autos particulares, queremos reflexionar acerca
de los taxis, medio que en algunas oportunidades no se considera a sí
111
mismo con las obligaciones de un servicio público. Si no lo cree así,
trate de conseguir un taxi en Navidad o Año Nuevo!!!
Cuando se plantea esta circunstancia a los choferes, es muy común que
nos contesten ¡Todos tenemos derecho a celebrar con la familia! Esta es
una verdad incuestionable pero, si pensaran en tantos profesionales
como por ejemplo los de la salud que trabajan en esos días, quizás
pudieran establecer un servicio de guardias. ¿No?
Ahora sí, aboquémonos al tema de los automóviles particulares. Si
cerramos por un segundo los ojos dejando volar a la imaginación y nos
representamos una hora cualquiera en algún punto de la ciudad, ¿qué
imagen se nos impone? Autos parados en doble fila o detenidos
obstaculizando las rampas para discapacitados, otros tratando de
esquivarlos, autos cruzados en las bocacalles impidiendo la circulación y
la cereza del postre: el auto estacionado debajo del cartel que prohíbe
estacionar.
Cuando no están detenidos, se pasan semáforos en rojo, juegan una
pulseada con los peatones no cediéndoles el paso, circulan por el carril
rápido… a baja velocidad y van rápido en el lento. Todo ello con total
abstinencia del cinturón de seguridad que deben usar todos los
pasajeros del coche. ¡Ah! Ni hablar del peligro que representa el que
circulen contestando el teléfono o escribiendo mensajes de texto.
Insultos, bocinazos y alguna amenaza de violencia física son la
consecuencia de tamaño desbarajuste.
Somos argentinos y el recuerdo de Fangio24 se nos impone pero, aunque
24 Juan Manuel Fangio: corredor argentino que es considerado uno de los mejores
pilotos del automovilismo mundial de todos los tiempos.
112
nos consideremos los mejores conductores del mundo debemos aceptar
que las señales y normas de tránsito se hicieron para ser respetadas.
Tal como dijimos en otra oportunidad el primer paso de resolución de un
problema es identificarlo, reconocerlo… y esa no es una apreciación
propia de nuestra idiosincrasia. Cuando una persona piensa y cree que
hace las cosas bien, no se propone mejorar.
Lo cierto es que no hay una percepción de la urgente necesidad de
modificar la conducta personal. Siempre el problema lo causan los
otros, es por esa razón que la mayoría de las veces decimos me
chocaron.
Hace poco tiempo, en un auto chocado en distintas partes de su
carrocería, nos sorprendió gratamente un cartel que vimos en el
parabrisas y que decía: No sos vos… soy yo!!!
Los peatones son posiblemente los mayores infractores a las normas
de circulación. Utilizar el teléfono celular para hablar o enviar mensajes
de texto cruzando la calle es una práctica habitual. Esto provoca que
caminen más despacio y que estén menos atentos al tránsito.
Otro ejemplo son los que esperan para cruzar la calle abajo del cordón
de la vereda, pisando la línea de cruce. Un relevamiento fotográfico que
hicimos para registrar estos casos, pone en evidencia la desaprensión
con la que se comportan más de la mitad de los peatones. Parecería que
éstos no tuvieran en cuenta el espacio que los automovilistas necesitan
para circular cuando el semáforo está en verde. Muchos obligan a los
autos, literalmente, a esquivarlos transformando a la calle en algo así
como una pista de esquí.
113
Pero ésto no es todo, muchos peatones cruzan la calle con el semáforo
en rojo. Es frecuente observar incluso a personas con movilidad
reducida o mamás con bebes, corriendo este riesgo innecesario.
Ante el señalamiento de un observador, las respuestas más frecuentes
fueron: “¿A Ud. que le importa?”, “Es por costumbre”, “Estoy apurado”,
“No pasa nada”, y por último el esperado: “Tiene razón... no me di
cuenta”.
Pensemos en ¿cuántos segundos se ahorra cruzando antes que el
semáforo de luz verde?
Las bicisendas también son obstruidas por los peatones ansiosos
obligando a los ciclistas a frenar aunque tengan luz de paso. ¿Será que
ningunear al otro está tan internalizado que ni siquiera los ven?
Como es obvio imaginar, estas conductas tan arriesgadas como
desconsideradas, aumentan notoriamente la probabilidad de ser
atropellados por un auto. Las estadísticas así lo demuestran.
¿Será desacertado pensar que cada uno tiene la obligación de cuidar de
su propia seguridad?
Pero, ¿A qué maltrato nos referimos en este punto? Al maltrato hacia
uno mismo el cual analizaremos más adelante.
114
A modo de síntesis
El destrato y el maltrato tienen en los medios de transportes
operadores que parecen especialmente entrenados para tal fin.
Todos en algún momento hemos sido o somos rehenes de los medios de
transporte, tan necesarios y tan insuficientes.
Aviones, trenes, subtes, colectivos, taxis, etc. son instrumentos que
cambian su común denominador, es decir el servicio, por características
propias de verdaderos instrumentos de tortura. Las protestas sociales,
la ausencia de información, la falta de mantenimiento, la cantidad
insuficiente de unidades, etc., hacen que lo que debería ser un trayecto
habitual se convierta en una travesía imprevisible.
¿Y entonces qué?
¿Podemos nosotros por nuestra propia cuenta comprar medios de
transporte público más modernos y seguros? Claro que no.
Quizás solo podamos desde nuestros representantes instar a nuevas
políticas en este área.
Pero nuestro comportamiento en ellos no depende más que de nosotros
mismos, es por esa razón que gran parte del maltrato depende de los
pasajeros. Raramente prodigamos una sonrisa o un gesto de
115
reconocimiento humano de unos a otros y si nos dirigimos
circunstancialmente la palabra es para emitir una queja o una expresión
de enojo que ahonda aún más el malestar general.
¡Qué fácil es quejarse cuando la responsabilidad se delega en otros!
Pero cuando nos ponemos al volante de nuestros automotores o
transitamos las calles como peatones, somos responsables de nuestra
conducta… que lamentablemente deja mucho que desear!
Movamos todos los músculos que se ponen en actividad cuando
sonreímos… y sonriamos aunque sea de nuestra ingenuidad!
116
10
Maltrato laboral y escolar
El moobing
Es un fenómeno social que se da en el ámbito de las relaciones laborales
cuando se ejerce violencia psicológica extrema y prolongada en el
tiempo. A pesar de haberse popularizado el término en un idioma
extranjero, cuando se escucha hablar de moobing se está enunciando un
mal silencioso y demoledor presente en nuestra sociedad. Se trata del
destrato y maltrato laboral.
El moobing es un claro exponente del uso del destrato para maltratar.
Se constituye invisible al trabajador negándole el saludo, la información,
no se le responde, se habla de él como si no estuviera presente, se lo
descalifica, se apropian de sus capacidades y conocimientos, se le hace
cargo de errores que no le son propios, impidiéndole, de esta manera,
todo crecimiento en el ámbito laboral. Parece demasiado para que una
persona pueda soportar la situación, ¿Verdad? Sin embargo existen
muchas otras maneras de maltratarlo. Para que el maltrato se consolide,
117
los maltratadores necesitan que el trabajador lo registre. Que constate
que no es tenido en cuenta, que no se le permite participar de las
actividades grupales, que no se le da tareas acordes a su capacidad, por
lo tanto que no se lo califica adecuadamente.
En algunos casos se tejen acerca de él historias falaces con el objetivo
de enfrentarlo con sus superiores u otros trabajadores, se lo suele
reprender en público y amenazar con su prescindencia. Esta situación
será aprovechada para no pagarle el salario que le corresponde a su
tarea, muchas veces pautado anteriormente.
Por lo general, la persona maltratada es una mujer o un hombre con
apremiante necesidad de ese empleo, por lo que queda atrapado en una
situación “tenaza” entre la exigencia por conservar el puesto y el
sufrimiento que conlleva mantener la situación laboral. Dos extremos
incompatibles para la salud del individuo y de la sociedad.
En algunos casos es un superior jerárquico quien lleva a cabo el acoso,
en otros, algún compañero que desea el puesto. Lo cierto es que todos,
incluyendo a los testigos, forman parte del maltrato. Nadie por mirar
hacia otro lado puede considerarse inocente en esta abusiva manera de
degradar y maltratar al prójimo.
Caso Andrea
“Trabaje con un despachante de aduana y abogado, yo era su
secretaria. En realidad empecé atendiendo el teléfono. Yo era una
vecina del barrio que se había quedado sin trabajo y él me tomo
para atender el teléfono pero después, en base a la confianza que
me tenía, me fue agregando otros trabajos cada vez más
importantes. Tenía que hacer de recepcionista, facturar, hacer
118
trámites, cobranzas y manejar las cuentas corrientes. Si me
quejaba me decía: si te gusta bien y si no te vas por la misma
puerta por la que entraste.
Hacer las cobranzas era muy estresante para mí, de mucha
responsabilidad. Algunas había que hacerlas en efectivo y era yo la
que tenía que ir a las empresas y traer el dinero repartido entre mi
ropa. Sentía mucho miedo. Ellos me decían que depositaban su
confianza en mí. A mí me halagaba pero igual me daba miedo,
eran muchos miles de dólares los que transportaba. El riesgo era
grande.
Había más gente trabajando en la empresa pero a mí me
recargaban más que a nadie... No tenía horario para comer, la
cocina era un asco. Todos comían en su escritorio pero yo no
podía comer en la recepción.
En un momento, entraron a trabajar sus tres hijos a pedido de la
madre, que quería que estuvieran ocupados. El mayor, no sé si
porque pensaba que yo conocía cosas del padre, se la tomó
conmigo. El padre me pedía que tuviera al día las cobranzas, pero
los hijos no me daban a tiempo los datos para poder hacer las
facturas. Por lo tanto no podía cumplir con mi trabajo y los
clientes y mi jefe me reclamaban constantemente. Ahí me
empezaron los dolores.
(...) Al principio la relación con mis compañeros era muy buena.
Yo no tenía problemas con nadie. Pero cuando entraron a trabajar
los hijos de mi jefe, todo cambió. Muchos de mis compañeros se
fueron. Los que se quedaron hicieron alianzas con los hijos y
entonces empezaron a ignorarme. Ni siquiera me dirigían la
palabra. ¡Sabes lo que es trabajar con gente que no te habla!
119
Ni computadora tenía. Me pedían que averiguara las llegadas de
los barcos y no tenía acceso a Internet. Una vez le dije a mi jefe
que necesitaba una computadora para trabajar, me contestó que a
mí no me daba la cabeza para manejar una computadora y
atender el teléfono. Me trataban como a una tonta y llegó un
momento en que yo empecé a creerlo. Mi hijo me decía: „Mamá
¿vos pensas que si fueras tonta este tipo te hubiese tenido tantos
años manejando su plata?‟
Después vino una época de vacas flacas y como él vivía
ostentosamente, en lugar de achicar los gastos nos rebajó el
sueldo.
Yo sentía que no tenía derechos. Ni a comer ni a enfermarme ni a
nada. Llegue a pesar menos de cuarenta y siete kilos.
Los problemas de salud se fueron agravando. Mi malestar lo fui
manifestando en el cuerpo. Tenía dolores de cabeza constantes,
operaciones, hemorroides, hernias inguinales, problemas
ginecológicos... hasta que me derivaron a Psiquiatría por la ART.
Por algún lado explotaba la bronca que no podía expresar.
Me dieron una licencia psiquiátrica de veinte días. La primera
semana me la pasé durmiendo y recobré la energía. Entonces me
di cuenta que no quería trabajar más ahí.
Tuve suerte, porque contándole lo que me pasaba a una amiga su
marido, que es abogado, se ofreció a ayudarme.
Parte de este "abuso laboral" por parte de mi empleador no fue
tan difícil de demostrar. Cuando tomé la decisión de denunciar la
situación, yo tenía más que pruebas suficientes. Tenía todos los
120
comprobantes de tomografías, resonancias, análisis,
electrocardiogramas, video colonoscopías, etc.... Todo este
material fue más que suficiente cuando me mandaron a hacer una
pericia legal.
(...) El fallo salió a favor mío. Entiendo que Dios me ayudó para
seguir hasta el final. Quise justicia, mi reclamo era digno y justo.
Finalmente fuimos a un arreglo... yo pude poner un punto final a
esta historia.
Por suerte, pude volver a "armarme". Hoy quiero "recomenzar"...
No todas las personas tienen la posibilidad de contar con un buen
profesional que la asesore, que la acompañe... pero es bueno
saber también que la Cámara que se ocupa del tema Laboral...
FUNCIONA... y no todos lo saben!”
El Bullying
Para identificar este flagelo social se recurre también a un término
utilizado en la lengua inglesa y que define un acto de intimidación.
Se refiere a los casos de persecución, burlas y agresiones en general
dirigidos a algún escolar “elegido” como objeto de maltrato haciendo
que atraviese estados verdaderamente aterradores.
Este término rotula a un problema que se fue acrecentando en los
últimos años. Esta deplorable y siniestra situación tiene expresión en el
contexto de los colegios ya sean estos públicos o privados. Si bien la
121
violencia es repudiable en cualquier ámbito en el que se lleve a cabo,
cuando ésta aparece en el ámbito escolar, resulta más movilizante aún.
Al referirnos a este conjunto de agresiones no estamos hablando de una
circunstancial situación reactiva. Hablamos de una conducta sin
motivación alguna. Se trata de una conducta que es adoptada por uno o
un grupo de escolares en contra de otro u otros.
El Bullying no entiende de distinciones sociales o de sexo. Tiene lugar en
cualquier contexto y si bien hasta el momento se observaba una
predominancia en el sexo masculino, poco a poco se está incrementando
entre las mujeres.
Quien ejerce o ejecuta el Bullying impone su poder sobre el otro
estudiante porque necesita sentirse superior y para ello acosa a su
víctima devastando su autoestima mediante provocaciones, insultos,
vejaciones y agresiones en general. Goza viendo el sufrimiento del
acosado.
Por otra parte quien es el receptor de dicha violencia suele ser una
persona pasiva que no acostumbra responder a las agresiones y que
frente a la violencia de la situación que vive, solo aspira a pasar
desapercibido. Su mayor anhelo es convertirse en un ser invisible. Sufre
las consecuencias del maltrato físico, del arrebato de las pertenencias
personales y lo que es más grave, secuelas psicológicas como trastornos
de ansiedad, estrés post traumático o depresiones de moderadas a
severas.
El disparador de la agresión suele ser alguna característica del abusado
que le permite al abusador hacerlo objeto del hostigamiento. Puede ser
su retraimiento, alguna discapacidad, el uso de anteojos, el sobrepeso,
usar ropa distinta, pertenecer a alguna etnia diferente, haber ingresado
122
recientemente a la escuela, por su belleza, etc. Lo cierto es que una vez
elegido como víctima, cualquier particularidad es utilizada para aplicar el
Bullying.
En cuanto a los espacios donde ocurre el Bullying son todos aquellos
en donde se encuentre físicamente el abusado, aula, recreo, baños, a la
salida del colegio etc. o donde no haga falta la presencia de éste para
difundir y multiplicar la violencia. Las redes sociales, blogs, etc. son
herramientas letales que usa el maltratador para profundizar el
hostigamiento.
Las jóvenes víctimas suelen ocultar este tipo de maltrato porque se
sienten avergonzados, pero cuando intentan denunciarlo en su casa las
respuestas de los adultos no suelen ser asertivas. “Devolvésela y no te
va a molestar más”; “No les hagas caso y se van a olvidar”; “No le digas
a la directora, te van a llamar buchón”. Estas y otras respuestas más,
son el indicador del desconocimiento o de la impotencia de los padres
frente de este grave problema.
En cuanto a los otros alumnos, algunos se sumarán a las huestes del
maltratador para gozar del “prestigio” que éste detenta y para obtener
los fueros que lo pongan a salvo de ser un blanco elegido por éste.
Otros solo serán espectadores creyendo que no participan en este
círculo de violencia. Sin embargo, tal como lo dijéramos anteriormente,
el abusador necesita de espectadores para sentirse más importante. Sin
público dejaría de tener sentido la puesta en escena del Bullying. Por lo
tanto, todos son participantes solidarios del abuso, tengan acción directa
o no. Recordemos que no denunciar es asumir una actitud cómplice.
La única manera de combatir este tipo de maltrato es tomar conciencia
de la importancia y de la urgencia de resolución de este problema. Los
jóvenes protagonistas de este tipo de violencia, son sólo la punta del
123
iceberg. Por debajo la sociedad entera, la genera y la propicia. Focalizar
sólo en una de las partes es un error de simplificación, un reduccionismo
del hecho violento. Se impone la necesidad de contar con estrategias
que concentren el interés y participación de toda la comunidad escolar.
Sin duda alguna, la información a los padres y su colaboración se
considera fundamental.
El Bullying es un problema grave, real y peligroso. Es siempre un
ultraje, una injuria al ser humano y se expresa en quién la ejecuta y en
quien la soporta. Quien lo padece sufre enormemente llegando incluso a
situaciones dramáticas como el asesinato o el suicidio.25
El siguiente caso nos fue relatado por quien llamaremos Yamila, la
entrevista se realizó en presencia de su mamá. Haremos mención de las
acotaciones que ésta hiciera en el relato de su hija.
“Yo soy argentina, pero como mi papá trabaja en una empresa
que tiene oficinas por todo el mundo, cuando tenía tres años
fuimos a vivir a EEUU. Mucho no me acuerdo pero el Kinder era
lindo y tenía amigos y amigas.
Su mamá acota: Vivíamos en un barrio donde había muchos
latinoamericanos. Nos reuníamos con frecuencia y en la escuela
compartía con hijos de nuestros amigos.
25 Un ejemplo de esto es el caso de un joven al que sus compañeros llamaban: Pan
triste. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-14295-2004-09-
29.html. http://www.youtube.com/watch?v=aYBz51oteDU
124
La jovencita agrega: Cuando tenía siete, más o menos, nos
mudamos a México, a Coyoacán en el D.F., pero al poquito tiempo
fuimos a un departamento muy lindo en Interlomas. La mayoría
de las chicas eran de pelo negro y yo soy guërita26, pero a mí no
me molestaba.
Dice la madre: Ella siempre fue siempre una nena muy tranquila,
nunca se enojaba con sus compañeritos. Siempre fue buena
alumna y de buen comportamiento. Nunca tuvimos problemas con
la escuela hasta que volvimos.
Dice Yamila: A los doce volvimos a Argentina. Yo estaba contenta
porque vería más seguido a mis abuelos y a mis primos. Llegué
justo para empezar el secundario (…) me di cuenta enseguida que
las chicas no usaban el uniforme como pedían en el colegio, no sé
porque. Yo no usaba otro sweater ni llevaba la falda más larga, no
sé, pero acá era distinto.
Muchas de ellas, la mayoría, habían cursado toda la escuela
primaria juntas, así que yo me sentía un poco sola. Enseguida se
me acercó Astrid, la conocían y saludaban todos, así que me
alegré. Empezó a preguntarme de donde venía y donde vivía
ahora y muchas cosas más. Yo hablaba con muchas palabras que
acá no se usan, había pasado mucho tiempo en México y recién
llegaba, así que seguía hablando como allá. Empezó a burlarse y al
poco tiempo todas las demás también lo hicieron. Dejé de hablar.
Las profesoras decían que participaba poco en clase… a veces
estudiaba la lección, pero no para saberla. Estudiaba para hablar
como se hablaba en este país.
26 Rubia
125
Después me llevaban por delante y se reían. Una vez me
encerraron en el baño y perdí casi una hora de clase porque no me
atrevía a gritar. Una de las cosas más feas que me hicieron fue
poner en el banco donde me sentaba un algodón manchado de
sangre diciendo que se me había caído a mí. Yo tenía pocos
compañeros varones y no se metían, pero se reían de lo que las
chicas hacían. Ese día fue horrible, me quería morir. Estuve un
montón de días sin ir al colegio.
Continúa el relato la mamá. Ella se enfermaba seguido y esa vez
estuvo varios días con fiebre. El médico pensó que era
mononucleosis pero los análisis daban bien. Dijeron que era un
virus y estuvieron estudiándola para ver si no era una enfermedad
importada de México. Lo cierto es que había bajado mucho de
peso y muchas mañanas vomitaba antes de ir al colegio. Al
principio faltaba pero después yo la obligaba a ir porque pensaba
que tenía que acostumbrarse. Ella no contaba nada de todo lo que
le hacían, pero esa vez del algodón y cuando ya tenía que volver a
la escuela, lo hizo. Yo fui a hablar con las autoridades del colegio
que me prometieron que prestarían mucha atención y la
resguardarían. Así lo hicieron, pero fue para peor. (Dirigiéndose a
la hija) ¿Querés contarlo vos?
No solo me burlaban cuando no las veía y hablaban entre ellas de
que mamita me cuidaba, lo peor de todo fue que por facebook
empezaron a poner fotos trucadas mías con la pollera levantada,
con algodones cayéndose, desnuda… y después siguieron con los
twiters falsos que decían que yo era fácil y que me había acostado
con todos los chicos del colegio. No quería ni salir a la calle.
126
Finalmente la cambiamos de colegio, dice la mamá, pero no nos
desentendimos del tema. Estamos trabajando con las autoridades
del colegio anterior y ellos nos pidieron que hablemos con los del
consejo escolar y así lo haremos. Mientras tanto Yamila tiene que
rendir libre el primer año y está en tratamiento psicológico. Parece
mentira, lo que no sufrió en el extranjero lo sufrió en su propio
país.
Afortunadamente muchas personas van tomando conciencia de este
problema instalado ya en nuestra sociedad. Aparecen en los medios en
general y la televisión en particular programas que emiten mensajes
que tratan el tema. Por medio de manifestaciones artísticas o de
informes, el conocimiento sobre el bullying se propaga y cobra
notoriedad poniendo así de manifiesto el sufrimiento de las víctimas.
Un ejemplo de ello fue puesto de manifiesto en una popular telenovela:
“Graduados”27. Si bien se trataba de una comedia, el problema del
Bullying estaba presente explícita o implícitamente en todos los
capítulos. La víctima acosada por sus compañeros de escuela decide
años después, vengarse de todos ellos dando lugar a una serie de
situaciones conflictivas. Cuando le entregaron el Premio Martín Fierro
por su actuación a la actriz Isabel Macedo, esta contó que mucha gente
le decía por la calle que su hijo o hija había tenido un problema similar.
Le agradecían a ella y al autor por darle difusión al problema.
Por otra parte, los docentes tampoco quedan exentos de este tipo de
maltrato. En muchas oportunidades fueron víctimas de sus propios 27
http://losgraduados.telefe.com/category/capitulos/
127
alumnos. Ha habido casos emblemáticos en los que los alumnos
cometieron actos violentos hacia sus maestros o profesores grabando
incluso el hecho para mostrarlo en las redes sociales.28 En casos
extremos, la agresión llegó al asesinato.29
En muchas instituciones, los maestros y profesores se reúnen para
reclamar la sanción de una ley de protección para la actividad docente
frente a los casos de agresión. “Estamos acá para manifestar la
impotencia y repudiar los ataques que sufrimos diariamente30.”
Pero no solo los alumnos maltratan a los docentes. Está también la
violencia ejercida por parte de los padres. Hubo casos en que
disconformes con alguna calificación o sanción de los docentes a sus
hijos, amenazaron con agresiones de todo tipo. Lamentablemente,
algunas de ellas se concretaron.
Y por supuesto, también algunos malos docentes maltratan a sus
alumnos. De esto ya se ha escrito mucho.
La nueva esclavitud
28
http://www.youtube.com/watch?v=aYBz51oteDU
http://edant.clarin.com/diario/2008/07/09/sociedad/s-01711293.htm 29 En diciembre de 2000 un chico de 15 años de Olavarría, mató a Maritza Prezzoli, su
maestra del 9º año de Enseñanza General Básica (EGB). Por ser menor de edad, el
joven quedó sobreseído pero fue alojado en un instituto de menores de Tandil.
http://old.clarin.com/diario/2001/04/08/s-05001.htm 30 http://www.losandes.com.ar/notas/2013/6/3/docentes-exigen-proteccion-frente-
violencia-alumnos-padres-718485.asp
128
No queremos dejar de mencionar la situación particular de lo que podría
llamarse la nueva esclavitud. Es la que padecen muchos jóvenes que
ante la necesidad de incluirse en el mercado laboral, se ven obligados a
aceptar condiciones de arbitrariedad. Hemos oído, entre los testimonios,
a una mamá mortificada por escuchar a su hija decir agradecida “me
permiten ir al baño en el horario de trabajo”.
Por otra parte, se puede observar por ejemplo en los negocios que
venden ropa, como los vendedores están siempre ocupados doblando
las prendas. Nos informaron que cuando no entran clientes al negocio,
ellos deben sacar la ropa de los estantes, desordenarla y volverla a
ordenar. Muchas veces los encargados del local son los que se ocupan
de provocar el desorden de exprofeso.
No les está permitido sentarse, por lo tanto pasan largas horas de pie
con el consiguiente agotamiento expresado en dolores de espalda, pie o
cabeza. En general suelen trabajar más horas de las que el convenio
establece.
Como ejemplo superlativo del maltrato, convertido en abuso,
mencionamos a la esclavitud a que someten a los que confeccionan
prendas que luego venden las grandes marcas. Aquí confluyen,
generalmente, dos formas de maltrato ya que muchas de las víctimas
son extranjeros discriminados en el mercado.
129
A modo de síntesis
En la actualidad hay un mal silencioso y demoledor que se propaga
velozmente en nuestra sociedad. Se trata del destrato y maltrato
laboral.
Si bien existen una diversidad grande de formas para perturbar y
desestabilizar al trabajador señalado, al estar íntimamente relacionados,
el destrato es usado para maltratar.
Todos los esfuerzos que éste haga para desarrollar su trabajo con
eficiencia, se verán entorpecidos por la indiferencia, la falta de
información y la obstrucción en la participación de actividades grupales.
En general la persona maltratada queda atrapada en esa situación por la
necesidad de conservar el empleo. Este tipo de maltrato es incompatible
con la salud del individuo y por lo tanto de la sociedad.
En cuanto al Bullying, se impone la necesidad de intervenir rápidamente
cuando se detecta este tipo de maltrato que se irradia con la velocidad
de una epidemia. Es necesario internalizar el concepto de que todos los
que están enterados de este abuso son participantes solidarios de la
violencia, tengan acción directa o no. No denunciar es asumir una
actitud encubridora
¿Y entonces qué?
130
Estos tipos de maltrato, que ya adquirieron nombre propio, revelan
notoriamente la situación de asimetría del maltratador. El abusivo puede
perjudicar por ejercer un cargo de mayor jerarquía o por contar con el
aval de un grupo del que se nutre y fortifica.
Es indudable que no es un problema a resolver unilateralmente, todos
los participantes, las familias, las autoridades y las instituciones deben
trabajar enredados. Queremos decir: dados en red.
Debe construirse una red solidaria en la responsabilidad, que comienza
con la escucha y observación activa. Quien sufre de este tipo de abuso
muchas veces no puede expresarlo con palabras, pero siempre hay
modificaciones conductuales que no deben escapar a la mirada alerta.
Por último, mejor dicho “por primero”, es ineludible tomar conciencia del
trabajo individual que como padres primero y como docentes más tarde,
debemos hacer para fortalecer la autoestima de los niños. Eso hará que
en el presente o en su futuro no porten personalidades vulnerables a
este tipo de maltrato. Hoy se enseña idiomas en muchas escuelas, pero
son muy pocas las que priorizan el trabajo en el idioma de las
emociones. No sería mala idea que, tanto curricular como extra
curricularmente, se propongan materias donde se fortalezca la
inteligencia emocional. Solo desde la empatía dejaremos de abusar del
otro afrentándolo en su esencia: la dignidad.
131
11
Nos acostumbramos a la violencia, y esto no es bueno para nuestra
sociedad. Una población insensible es una población peligrosa.
Isaac Asimov
Violencias extremas en el ámbito social
Hace tiempo, aunque algunos relevamientos digan lo contrario31, cuando
un barco zozobraba la voz que guiaba la evacuación decía: “las mujeres y
los niños primero”. Sea este hecho cierto o fantaseado, la idea de la frase
hace referencia a la vulnerabilidad de estas dos categorías sociales.
Tal vez los dos tipos de violencia más difundidas socialmente sean la
violencia de género y el abuso infantil. Probablemente sean éstas las más
notorias dada la asimetría de fuerza entre maltratado y maltratador.
Violencia de género
31 http://www.muyinteresante.es/historia/articulo/las-mujeres-y-los-ninos-no-son-los-primeros-en-
un-naufragio
132
Todo acto de violencia que admita discriminación, amenazas, privación
de la libertad, coerción o que suponga daño o padecimiento sexual,
físico o psicológico basado en la pertenencia al sexo, es violencia de
género.
En la actualidad, y por ser los casos más frecuentes los que atentan
contra el género femenino, se asocia este término a la violencia contra
la mujer. Y así deben ser considerados, tanto se produzcan en la vida
privada o en la vida pública de las mismas.
La violencia contra las mujeres es un fenómeno universal y se
manifiesta de múltiples formas. En realidad, suele suceder que, por el
solo hecho de ser mujeres y tomando como excusa su origen,
educación, credo, aspecto físico, etc. sean objeto de discriminación en
cuanto a sus derechos o su desarrollo personal, sufriendo en muchos
casos agresión psicológica y física. La manipulación es una violencia
moral muchas veces imperceptible para el entorno y es una de las
manifestaciones más frecuentes de violencia contra la mujer.
Es fundamental aprender a detectar el proceso, ya que el maltrato irá
incrementándose con el paso del tiempo. Primero, comienzan las
descalificaciones y agresiones sutiles que no son fácilmente identificadas
por las víctimas al haberse ido naturalizándose. Después, siguen las
agresiones verbales, las agresiones físicas y la violencia sexual. Por lo
general la mujer oculta la situación por vergüenza o por temor al
victimario, quizás hasta porque ella misma se culpabiliza del fracaso de
la pareja.
En muchas oportunidades el agresor tiene buena imagen social lo cual
dificulta a las personas del entorno detectar el maltrato. Incluso a veces
cuando la víctima denuncia ese maltrato, su palabra es puesta en duda:
“¿No estás exagerando?”. Es de esta forma como el maltrato se torna
133
imperceptible a los ojos de los otros. Sin embargo, en algunos casos el
entorno lo detecta, pero la víctima lo niega.
Si bien la intervención de las personas del entorno se torna difícil de
tomar por iniciativa propia, es ineludible estar atento ante el pedido de
auxilio. Cada uno desde su lugar, debe asumir el compromiso moral de
ayudar a revertir el problema.
Un fenómeno de connivencia se da cuando las instituciones o algunos de
sus funcionarios, quienes deberían actuar en la protección de las
personas, hacen caso omiso a las denuncias de abuso o violencia de
género. No protegen a las posibles víctimas, no hacen cumplir
restricciones o condenas.
La reincidencia de los maltratadores, abusadores y violadores, está
estadísticamente comprobada. Es un clásico escuchar decir a los amigos
o familiares de las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas, que
éstas habían hecho o intentado hacer reiteradas denuncias de violencia,
que en la mayoría de los casos habían sido desatendidas. Es posible
pensar en la falta de preparación profesional de algunos funcionarios
para hacerse cargo de la contención a las víctimas, en la lentitud de la
justicia, en la falta de políticas adecuadas, en la perversión del sistema,
etc. En todos los casos, es la sociedad entera la responsable de un
maltrato que podría evitarse. Los actos de violencia no son expresiones
aisladas de un todo, forman parte de un entramado social cuyos nexos
necesitan ser revelados. Pero si nos quedamos solo con el índice
acusatorio dirigido hacia la sociedad, como un ente diferenciado y no al
que pertenecemos, la responsabilidad se desvanece en una abstracción.
Somos todos y cada uno de los miembros que componemos la sociedad,
responsables solidarios con la deficiencia del sistema.
134
Caso: Y un día..., tuvieron que creerle.
Silvina, tiene treinta y dos años y mucha, mucha bronca, según ella lo
define.
“Con Anita nos conocíamos desde la primaria. Éramos como
hermanas. ¡Pensar que yo le presenté a ese tipo!. Era compañero de
trabajo de mi marido.
Al principio parecía que todo andaba bien. Parecían muy enamorados.
Ella estaba feliz.
Pero al poco tiempo, él empezó con esos celos enfermizos. La seguía
a todas partes. Cuando ella me contaba, a mí me parecía que
exageraba un poco porque cuando estamos en grupo, él parecía un
tipo divino y que la quería mucho.
Me di cuenta que tenía razón, una vez que habíamos quedado en ir
juntas al cumpleaños de una amiga y me llamó un rato antes para
decirme que no iría porque no se sentía bien. No sé por qué presentí
algo y fui a verla. Estaba toda golpeada y muerta de vergüenza. Te
juro que la miraba y me dolía a mí.
¿Viste que no exageraba? me dijo.
A partir de eso, lo que siguió fue un calvario.
Yo la alenté para que hiciera la denuncia. Ella tenía miedo de que él
se enterara y fuera para peor. Yo la entendía y no sabía cómo
ayudarla. La situación era difícil, ella dependía económicamente de
él. Había dejado de trabajar cuando nacieron los melli.
Pero finalmente se animó e hizo la denuncia. La primera vez yo la
acompañé. No le dieron mayor importancia al caso. Las otras veces
135
fue sola. Pero no le daban bola. La familia también minimizada la
situación.
Cada vez que le pegaba, después le juraba que no volvería a pasar.
Ella ya no le creía pero igual volvía.
Lo cierto es que la última vez fue brutal. Nunca se recuperó.
Pasó lo que pasó y se podía haber evitado.”
Abuso infantil
Los niños expuestos a situaciones crónicas de violencia intramuros,
sufren depresiones que se expresan no solo en enfermedades
psicosomáticas. Manifiestan depresiones que derivan en una disminución
en el rendimiento escolar, siendo esta situación generadora de castigos
físicos que agravan la situación convirtiéndola en un círculo vicioso.
En muchos hogares argentinos se ejerce alguna forma de violencia.
Cuando el maltrato es de índole psicológica puede pasar inadvertido a
los ojos de observadores inexpertos dado que no dejan marcas visibles,
pero sí indelebles para quienes la padecen. Pero aún cuando las señales
fueran físicas, las personas, las instituciones y la sociedad entera,
suelen dar vuelta la cara con inexplicable indiferencia. Esta indiferencia
es, en realidad, muy peligrosa a futuro ya que los niños que adquieren
en su casa modelos de relación violentos, tienden a reproducirlos en los
medios donde se mueven.
Debemos internalizar la idea que, si bien los componentes genéticos
otorgan un potencial de agresividad que permite desarrollar acciones
destinadas a la evolución y a la autodefensa, éstos no son
136
determinantes. El potencial de agresividad, es reseteado y modelado por
la socialización que proporciona cada cultura. El resultado de dicho
modelado puede formar individuos violentos o justamente todo lo
contrario, personalidades pacíficas.
Como lo mencionáramos anteriormente, hace tiempo que advertimos
como noticia en los distintos medios hechos que hablan de violencia
dentro de las escuelas. Los protagonistas suelen ser no solo los alumnos
sino también sus padres. Nos parece de mayor gravedad el hecho de
que estos actos totalmente impensados un tiempo atrás, hoy son
tomados como algo casi natural. Por otra parte, quienes viven
situaciones de maltrato en su medio de socialización, reproducirán éstos
en su adultez a través de episodios de maltrato o conductas delictivas.
También se observan en lo cotidiano naturalizadas conductas abusivas
que son altamente perjudiciales para los niños. Un niño que se ve
obligado a trabajar, es un niño abusado. Las advertencias de la
Convención sobre los Derechos del Niño son muy precisas: el niño tiene
derecho a vivir su infancia y a hacerlo en condiciones dignas. Sin bien
los primeros responsables de asegurar este derecho son los padres, en
caso de necesidad deberán ser asistidos por el Estado. La sociedad hace
su aporte por medio de ONG que se ocupan del tema y por actores
sociales independientes, como ocurre con muchos comedores.
De todos los tipos de abuso perpetrados sobre la vulnerabilidad de un
niño, el más aberrante es el abuso sexual. Es la forma de violencia más
brutal dada la situación de indefensión de la víctima.
La pedofilia no es algo nuevo, pero parece haberse incrementado el
número de casos o al menos el número las denuncias, en los últimos
tiempos.
137
Ante el abuso de un adulto hacia un niño, las autoridades escolares
tienen una responsabilidad irrenunciable que es asumida en el momento
de la denuncia. Sin embargo, otras veces “mirar para otro lado” es una
forma de evadirla.
Cuando la situación de abuso o maltrato tiene lugar dentro de una
institución, y por parte de uno de sus miembros, es posible que el
encubrimiento sea la opción elegida por los directivos. Con la intención
de "mantener el prestigio", se oculta. Es imprescindible tener en cuenta
que el encubrimiento implica complicidad. En ese caso la institución
sería responsable solidario.
Otras veces, el abuso se comete fuera de la institución pero también se
prefiere ocultar el hecho. En la película argentina “La mala verdad”32 se
ve la desesperada lucha de una psicopedagoga por lograr que las
autoridades escolares denuncien el caso. Cuando ella decide por su
cuenta hacer la denuncia, el destrato y la descalificación quedaron a
cargo de las autoridades policiales.
Sostengo que cuanto más indefensa es una criatura, más derechos tiene
a ser protegida por el hombre contra la crueldad del hombre.
Mahatma Gandhi
Trata de personas
32
http://www.lanacion.com.ar/1428941-la-mala-verdad
138
En Argentina y según la definición que presenta el Ministerio de Justicia
y derechos Humanos de la Presidencia de la Nación, la trata de
personas:
“Es la captación, el traslado - dentro o fuera del país -, o la
recepción con fines de explotación, cuando mediare engaño,
fraude, violencia, amenaza o cualquier medio de intimidación,
abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, recepción
de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una
persona que tenga autoridad sobre la víctima.”33
Algo habrán hecho
Cuando se habla de explotación, se hace referencia a la condición de
esclavitud o servidumbre a la que se somete a una persona,
obligándola a realizar trabajos o servicios forzados.
Este delito está correlacionado con la explotación sexual. Según la
misma fuente es: “Promover, facilitar, desarrollar u obtener provecho
de cualquier forma de comercio sexual.”
Es en definitiva uno de los tipos de violencia extrema más
denigrante.
Ya señalamos lo difícil que resulta separar el concepto de destrato con el
de maltrato. Un caso por demás emblemático tanto por sus
33 http://www.jus.gob.ar/areas-tematicas/trata-de-personas.aspx
139
características como por sus derivaciones, es el caso de la desaparición
de Marita Verón34. Mucho se ha escrito y hablado de la desesperada
lucha de su madre por recuperarla.
Más allá de la violencia que representa el tráfico y exploración de
personas, hay otro tipo de maltrato, un maltrato secundario. Hablamos
del destrato y maltrato a otras personas partícipes involuntarias que el
caso permite observar.
Muchas de las testigos, rescatadas por la mamá de Marita, hicieron
relatos desgarradores sobre su condición de esclavas. Estas mujeres
secuestradas y sometidas a esclavitud y explotación sexual, no dieron,
según los jueces, testimonios creíbles como para condenar a los
acusados. Las mismas fueron descalificadas desde la justicia
relativizando sus declaraciones por su condición social o por ser
consideradas “prostitutas”.
Un ejemplo evidente de maltrato y descalificación a las testigos-
víctimas, se pone de manifiesto cuando abogados o periodistas
prosélitos del poder insinúan o expresan directamente que “a ellas les
gustaba”, refiriéndose al hecho de disfrutar una relación íntima en su
condición de esclava sexual. Más allá de que esta conducta resulta
indignante, está el hecho de la descalificación y el maltrato.
34 El Caso Marita Verón es una investigación y proceso judicial iniciado el 8 de febrero
de 2012, a raíz de la desaparición de María de los Ángeles Verón (conocida como
Marita), una joven argentina de 23 años, en la provincia de Tucumán. El caso ha sido
relacionado con la trata de personas y la prostitución forzada, concentrando la atención
pública y una amplia cobertura de los medios de comunicación. La referencia al
proceso es Caso N° 23554/2002, y el nombre del caso es "David Gustavo Iñigo y otros
s/ Privación Ilegítima de la Libertad y Promoción de la Prostitución en Concurso
Víctima, María de los Ángeles Verón.
http://www.eprensa.info/2012/07/organiza-gobierno-carrera-unidos-contra.html
140
Afortunadamente, después de tanto maltrato se obtuvo en este caso, el
señalamiento de las fallas que se observaron durante el proceso. Se
inició juicio político a dos de los jueces intervinientes.
Sixto Terán, presidente de la comisión acusadora, señaló que "los
magistrados no tomaron los recaudos necesarios para proteger a las
testigos que habían sido víctimas de la trata de personas".
"Estamos convencidos de que habrá un antes y un después de este
proceso en relación con la forma en la que deben ser tratadas las
víctimas de explotación sexual cuando ofician de testigos o como
víctimas. Queda claro que los camaristas ahora acusados no tomaron las
previsiones para preservar la intimidad de las testigos e incluso
mencionaron sus nombres en la sentencia", explicó Terán, quien era
vicegobernador cuando desapareció Marita Verón35.
Muchas de las mujeres sometidas a esta aberración, vivían sin
esperanza porque sentían que a ellas ni siquiera las estaban buscando.
El desaliento se manifestaba en frases como: “Ella es Marita Verón, es
una de las que están buscado.”
Afortunadamente lograron revertir su situación gracias a la valiente
intervención de Susana Trimarco36 en la lucha por recuperar a su hija.
Los actos de violencia no son expresiones aisladas de un todo, forman
parte de un entramado social cuyos nexos necesitan ser revelados. Cada
uno desde su lugar debe asumir el compromiso moral de revertir el
problema.
35 http://www.lanacion.com.ar/1569294-inician-juicio-politico-a-dos-magistrados-del-
caso-marita-veron
36 Susana Trimarco es la madre de Marita Verón.
141
A modo de síntesis
Violencia de género: la sufren quienes por el solo hecho de ser mujeres
y bajo cualquier excusa soportan agresión moral, psicológica o física.
Generalmente, el maltrato se hace imperceptible a los ojos de los otros
y eso es lo más peligroso. Es fundamental aprender a detectar el
proceso en su inicio ya que irá incrementándose con el paso del tiempo.
Abuso infantil: Los niños suelen sufrir diferentes formas de abusos, tal
vez la más aberrante sea el abuso sexual. En la actualidad, la pedofilia
parece haberse incrementado o al menos el número de denuncias.
Desde lo institucional, el abuso puede ser minimizado u ocultado con la
errónea intención de salvaguardar a las personas implicadas o al
prestigio de una institución.
Trata de personas: Hacemos referencia a la condición de esclavitud o
servidumbre a la que se somete a una persona. Está correlacionada con
la explotación sexual. Es en definitiva uno de los tipos de violencia
extrema más denigrante.
¿Y entonces qué?
142
Pretender buscar algún tipo de solución desde nuestra modesta posición
parece un acto de arrogancia, pero no intentarlo es un acto de
connivencia.
Muchas veces el miedo, el acostumbramiento, la impotencia, hacen que
miremos hacia otro lado. No se nos ocurre proponer actos heroicos,
porque no somos héroes, pero la más pequeña de las acciones puede
colaborar a tejer la red protectora. Convirtámonos en los ojos, oídos… ¡y
bocas! de lo que ocurre a nuestro alrededor. Ante el maltrato, la
denuncia y la sanción social, son vías ineludibles para combatirlo.
Sabemos que es muy fácil adoptar la indiferencia y hasta justificarnos
con el nefasto algo habrán hecho hoy convertido en el supuesto
tranquilizador eso le pasa a otros.
La primera noche ellos se acercan y cogen una flor de nuestro jardín,
y no decimos nada.
La segunda noche ya no se esconden pisan las flores, matan nuestro
perro
y no decimos nada.
Hasta que un día el más frágil de ellos entra sólo en nuestra casa,
nos roba la luna,
y conociendo nuestro miedo
nos arranca la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada
ya no podemos decir nada37
37 Poema atribuido al poeta ruso Vladimir Maiakovski.
143
12
El maltrato a través de la Manipulación Social
En este capítulo vamos a referirnos a una forma de maltrato en la que
nos convertimos en especialistas involuntarias: la manipulación.
No existe posibilidad alguna de ignorar que la manipulación es una de
las maneras más perversas de maltrato.
Una sociedad en la que la manipulación es moneda corriente entre los
individuos que la integran, expresa una conducta social anacrónica y
brutal.
Mediante el proceso de socialización que se lleva a cabo tanto de
manera formal como informal, los individuos vamos asimilando pautas
de comportamiento que, en la mayoría de los casos, establecerán su
conducta a lo largo de su vida.
Si bien el rol de la familia en la socialización primaria marcará de
manera indeleble la conciencia del niño como futuro integrante de la
sociedad, en la socialización secundaria es el Estado el que por medio de
la educación terminará de conformar actitudes y conducta de los
socializados. Ambas, socialización primaria y secundaria, se
144
complementan en la tarea de la conformación de los miembros de la
sociedad como tales.
Cualquiera sea la teoría social en la que nos basemos para analizar la
relación entre el Estado y los ciudadanos, es sencillo deducir que ambos
están en constante interacción. La educación es por excelencia una
actividad inherente a la sociedad. El Estado debe ser el encargado de
proveerla, vehiculizarla y auditarla.
Pero ¿Qué ocurre cuando los resultados son deficientes?
Es entonces cuando sobreviene una crisis de valores que consentirá el
corrimiento del nivel de tolerancia hacia conductas manipuladoras. Se
observa un aumento del grado de aceptación de este tipo de conductas.
Esto es muy peligroso porque se van internalizando pautas sociales de
comportamiento que son inaceptables. Esas pautas son actualmente
toleradas y hasta valoradas por la relación estrecha que tienen con el
poder que el manipulador ejerce sobre otros.
El éxito es otra variable que se asocia al poder y que pareciera habilitar
este tipo de conductas.
De no modificarse este patrón conductual, el corolario es poco
alentador. Si bien nuestra investigación abarcó un universo local, es
posible inferir que se trate de una epidemia social.
Manipulación de identidad
145
En Argentina, durante la última dictadura militar (1976-1983) muchas
personas fueron secuestradas, mutiladas y ejecutadas. “Los
desaparecidos” surgen como una categoría social en uno de los
momentos históricos más dolorosos de la Argentina.
Pero los desaparecidos, no fueron los únicos damnificados por una
política de Estado que sancionaba a los que se oponían desde la
militancia política o desde las ideas diferentes. Hubo otros que ni
siquiera podían oponerse a nada por la corta edad y fueron también
víctimas: Los hijos de los desaparecidos, de los cuales en la actualidad,
solo algunos recuperaron su verdadera identidad. Muchos, aún no saben
que son hijos de desaparecidos, cuáles son sus orígenes, en qué
circunstancias nacieron, quiénes eran sus padres biológicos ni cuál era el
nombre que habían elegido para ellos.
En muchos casos los niños fueron apropiados38 por miembros de las
fuerzas armadas o de seguridad y anotados como propios por quienes
no solo no eran sus padres biológicos, siendo incluso algunos, los
responsables de esa situación. La película La historia oficial, nos ilustra
al respecto39.
A pesar de ser un tema muy controvertido, que aún hoy genera
polémicas, nadie puede negar el incuestionable derecho de las personas 38 “Apropiación”: Se habla de apropiación cuando un menor es anotado como hijo
propio por personas que no son sus padres biológicos. No se trata de una adopción
(por ende, legal) sino de un delito (sustitución de estado civil, de identidad, etc.).
http://www.mseg.gba.gov.ar/desaparecidos/Apropiaciones
39 La historia oficial es una película argentina ganadora del Oscar dirigida por Luis
Puenzo y protagonizada por Norma Aleandro, Héctor Alterio, Chunchuna Villafañe y
Hugo Arana. Fue escrita por Puenzo y Aída Bortnik. Se estrenó en abril de 1985.
La historia transcurre en la última etapa de la dictadura militar. Una profesora de
historia comienza a darse cuenta de lo ocurrido en los años de gobierno militar en la
Argentina. El retorno de una amiga exiliada, el descubrimiento de los turbios manejos
de su esposo y la aparición de una Abuela de Plaza de Mayo que busca a su nieta son
motivos más que suficientes para que la mujer viva una auténtica toma de conciencia.
http://www.escribiendocine.com/pelicula/0000773-la-historia-oficial/
146
a conocer sobre su verdadera historia personal. Conocer la identidad de
origen es un derecho constitucional.
Los niños apropiados durante la dictadura militar son un ejemplo
emblemático de manipulación de identidad. Si bien la apropiación de la
identidad de estos niños contó con mucha repercusión en los medios,
hay otros casos que sin tener relación con estos hechos esperan ser
dilucidados.
En Argentina, la apropiación de menores es una práctica socialmente
aceptada. Es un uso social muy arraigado y está naturalizado por vastos
sectores sociales. Apropiarse de un niño no suele escandalizar ya que se
lo percibe como un “acto de bien” tanto para el niño como para las
parejas que desean ser padres. Sin embargo, es un delito y por esa
razón aquellos que lo cometen, lo ocultan.
Probablemente existan personas que piensen que en algunos casos, con
un presente cómodo, es mejor no conocer el pasado si este es doloroso.
Sin embargo, fragmentos de ese pasado perduran en el inconsciente y
afloran en algún momento.
¿Puede alguien asegurar que los que han sido adoptados y no han sido
informados al respecto, realmente desconocen este hecho?
¿Puede alguien esgrimirse el derecho a decidir por otros?
¿Puede alguien creer que tiene derecho a impedir a otro que conozca su
verdadera identidad?
No dar respuestas a estos interrogantes, significa ejercer destrato y
maltrato a la vez.
147
La Manipulación del Marketing
Para Philip Kotler, el Marketing “Es una actividad humana cuya finalidad
consiste en satisfacer las necesidades y deseos del ser humano
mediante procesos de intercambio”. Esto puede ser prometedor, pero…
¿Qué pasa cuando se genera una enorme demanda de un producto de
reciente invención?, ¿Existía esa demanda en el inconsciente social
antes que se fabricara el producto? Según los mercadólogos en una
evidentemente forzada respuesta, esto es así.
Para otros, “El marketing es un sistema total de actividades que incluye
un conjunto de procesos mediante los cuales, se identifican las
necesidades o deseos de los consumidores o clientes para luego
satisfacerlos de la mejor manera posible al promover el intercambio de
productos y/o servicios de valor con ellos, a cambio de una utilidad o
beneficio para la empresa u organización”40.
Dejando de lado la función del marketing o más precisamente la función
que se dice debería cumplir, es fácil darse cuenta que en la Argentina
hay una tendencia bastante generalizada a confundir "Marketing" con
"Ventas". En un intento por cumplir con los objetivos de ventas
propuesto por las empresas a sus empleados, objetivos muchas veces
inalcanzables, estos se ven forzados a buscar resultados inmediatos.
Estas exigencias están, la mayoría de las veces, cargadas de maltrato.
Como resultado de esas presiones, se genera un persistente acoso para
lograr captar clientes. Los medios para lograr el objetivo son muchos y
variados pero sin duda la vedette del acoso, es el uso de la estrategia de
40
http://www.marketing-free.com/articulos/definicion-marketing.html
148
no interactuar de forma presencial. Las oficinas comerciales son cada
vez menos utilizadas y reemplazadas por Call Centers. Estos
representan para las empresas una solución para derivar los reclamos y
la atención al cliente.
Por otra parte, los consumidores estamos hartos del acoso telefónico al
cual somos sometidos en un intento de venta. En muchos casos hasta se
subestima la capacidad intelectual de los potenciales clientes con
ardides que son fácilmente detectables tales como. Ej.: ¡¡¡Felicitaciones,
Ud. ha sido beneficiado con…!!!
Manipulación política
En términos de manipulación, debemos reconocer que no hay expertos
tan idóneos como la mayoría de los políticos y esto no ocurre solo en
Argentina. Para ello cuentan con una herramienta formidable: El uso de
los medios de comunicación masiva.
Las estrategias que utilizan algunos llegan a extremos tan torpes que es
fácil observar la forma en que subestiman al ciudadano, sobre todo en
época de elecciones. Por ejemplo el uso de las falacias de
argumentación para desplazar el foco de atención hacia un tema distinto
del que se está debatiendo. Ese es solo uno de los recursos
comúnmente utilizados. La sensación con la que suele quedarse el
oyente al que va dirigida la comunicación, es que sus dudas no fueron
aclaradas. Y esto es así, ya que se logró el efecto deseado por el
expositor: enmarañar y no clarificar.
149
Desde los diferentes candidatos a ocupar un puesto público, se escuchan
todo tipo de pronósticos catastróficos. La estrategia de dominar por el
terror ha sido siempre eficaz para doblegar la voluntad de los
ciudadanos, es decir, para manipularlos.
Otro indicador de manipulación política se observa cuando un dirigente,
poco después de una derrota electoral, castiga a sus súbditos por no
haber controlado eficientemente el desempeño de los punteros41 en el
trabajo de captación de “votos”. Esto muestra que se está dando por
sentado que los votantes son manipulables. Y recordemos que toda
manipulación es una forma de maltrato.
Los premios y castigos son los métodos utilizados por estos personajes
para tener sometidos a sus colaboradores. El que no se ajusta al plan,
queda eliminado del juego. Los “desleales”, son castigados. Este,
también es otro indicador de manipulación. Por suerte, las derrotas
electorales suelen ser el boomerang con los que son castigados ellos
mismos.
41 En Argentina se denomina puntero político a quien agrupa en los barrios populares, a
seguidores para que adhieran al gobierno de turno. Muchas veces se los asocia al
clientelismo político.
150
A modo de síntesis
La manipulación es, sin dudas, una de las maneras más perversas de
maltrato. Utilizada para la manipulación de identidad alcanza, quizás, el
grado más alto de la expresión de dicha perversión.
Más allá de la apropiación realizada en la época oscura vivida en
Argentina, la apropiación de menores es una práctica que aún hoy es
utilizada. En muchos casos se considera este hecho como un “acto de
bien” tanto para el niño como para las parejas que desean ser padres.
Sin embargo es un delito y por esa razón, aquellos que lo cometen, lo
ocultan. Conocer la identidad de origen, es un derecho constitucional.
Otras manifestaciones de este tipo de maltrato es la manipulación del
marketing que se pone de manifiesto desde el obvio y persistente acoso
para lograr captar clientes hasta las formas más sofisticadas de
seducción comercial.
También la manipulación política puede convertirse en maltrato a las
personas, sobre todo cuando el uso de los medios de comunicación
masiva se transforma en una vía de enajenación.
¿Y entonces qué?
Todo acto de manipulación es un intento solapado, o no, de cosificarnos
como personas para poder así manejarnos al antojo de quien en esos
momentos mueve los hilos.
151
Aunque suene reiterativo, debemos repetir una y otra vez, hasta que
quede internalizado en nuestro imaginario personal y también en el
social, que este tipo de prácticas nos anulan como personas.
Debemos y podemos trabajar desde lo individual y desde lo social para
generar una vía facilitada que permita que estas aciagas conductas
sean fácil y rápidamente identificadas como maltrato y así poder
contrarrestarlas.
152
13
Maltrato al medio ambiente: efecto boomerang
Desde el principio, el movimiento había tenido que luchar contra la
apatía de la sociedad. Los seres humanos no pensaban a largo
plazo. No veían la lenta degradación del medio ambiente. Siempre
había sido una labor ardua inducir al público a hacer algo que, en
suma, redundaba en su propio beneficio.
Michael Crichton
Todo maltrato al medio ambiente termina, indefectiblemente, siendo
auto maltrato. Probablemente esto es fácil de decir pero difícil de
aceptar y concientizar. La indiferencia por el cuidado al medio ambiente
y por carácter transitivo a las personas, se constituye en destrato y
luego en maltrato.
Procuraremos desglosar el tema en algunos tipos de vicios sociales que
finalmente derivan en contaminación ambiental. Lo hacemos con el
único propósito de despertar conciencia social. El hombre en la
153
actualidad con su conducta indiferente y su falta de conciencia está
transformando una posibilidad en una verdadera condena.
Cuando por fin logramos tomar conciencia de que existen riesgos
posibles, nos enfrentamos con una responsabilidad: hacernos cargo de
la parte que nos corresponde.
Pero ¿por qué cuesta tanto tomar conciencia?
El medio ambiente está en riesgo y el riesgo, siguiendo el pensamiento
de Ulrich Beck42, no describe un daño que ya se ha producido. Refiere a
la inminencia de una catástrofe. Representa una fase intermedia entre la
seguridad y la destrucción.
Según los expertos, la falta de conciencia del peligro a mediano plazo
posiblemente se deba a la necesidad de conocer informes técnicos que
permitan tomar conciencia de la verdadera dimensión de la destrucción
del ambiente. Por ejemplo, el nivel de Co2, el gas que más contribuye al
calentamiento global, ha superado, ha alcanzado un valor histórico43.
Las catástrofes naturales son cada vez más frecuentes y agresivas. Ya
es un lugar común decir que la naturaleza se cobra la deuda que
tenemos con ella. Sin embargo, parecería que solo cuando nos afectan
de manera directa, tomamos plena conciencia. Eso sí,...
lamentablemente solo por un tiempo.
42 En su libro “La sociedad del riesgo”, escrito en la década de 1980 después de la
catástrofe nuclear de Chernobyl, este famoso sociólogo alemán afirma que vivimos la
transición de la modernidad industrial a una sociedad del riesgo. El desarrollo industrial
no regulado por el sistema político, produce riesgos de una nueva magnitud: son incalculables, imprevisibles e incontrolables por la sociedad actual.
43
http://www.lanacion.com.ar/1581115-maximo-historico-de-co2-en-la-atmosfera
154
La idea de que el deterioro ambiental va afectar solo a “los otros” parece
ser un mecanismo de defensa ante la catástrofe. Sin embargo, este
pensamiento, además de ser egoísta, está muy alejado de la verdad.
Todos, el que anticipa lo que va a pasar y el que prefiere ignorar, el que
destruye y el que cuida, los otros y nosotros, todos respiramos el mismo
aire.
Ya hace muchos años que Ulrik Beck decía que “La miseria es
jerárquica, el smog es democrático”.
Cuando se habla de riesgo ambiental, el riesgo no se delimita al riesgo
local, ya que los peligros ecológicos no saben de fronteras. Se los
denomina riesgos “glocales”, contracción de la denominación de riesgos
locales y globales y que confirman el diagnóstico de la sociedad del
riesgo global. Se impone entonces, la necesidad de generar instituciones
internacionales que propicien compromisos compartidos para enfrentar
los riesgos globales.
Son muchos los contaminantes y las conductas a modificar para
preservar el medio en el que vivimos, solo enumeramos algunos.
Contaminación auditiva
Un nuevo motivo de alarma se está instalando en nuestra vida
cotidiana. Nos referimos a la contaminación acústica o contaminación
auditiva. Sufrimos este fenómeno que acosa a las grandes poblaciones
urbanas y que consiste en una profusión de sonido que altera las
condiciones del medio en el que nos movemos habitualmente,
provocando efectos nocivos tanto fisiológicos como psicológicos.
155
El sonido excesivo y molesto, comúnmente llamado ruido, es el
resultado de las actividades que desarrolla el hombre. Las industrias
establecidas en centros urbanos, el tránsito incrementado, los
aeropuertos, los espacios de juegos o diversión con música o sonidos
intensos, son “mejoras” que ha creado el hombre para su bienestar.
Paradójicamente, se están convirtiendo a paso acelerado, en fuente de
consecuencias altamente nocivas.
Pero no sólo el ruido sostenido es perjudicial, un sonido súbito e intenso
como el de un estallido o una detonación pueden llegar causar lesiones
irreversibles. Preocupa el riesgo de que las personas sufran una
disminución significativa de la capacidad auditiva. Ya los profesionales
hablan de socioacusia para denominar este déficit auditivo.
Es obligación de los organismos gubernamentales cuidar de que se
cumplan normas de protección existentes o de la generación de nuevas
que protejan el medio acústico que habitamos. Pero, ¿nosotros en qué
podemos colaborar?
Observemos las actitudes ajenas que nos molestan y tratemos de evitar
éstas y las que nosotros mismos podamos producir. Por ej. No escuchar
música sin auriculares en un ámbito concurrido, no hablar a los gritos o
en voz excesivamente alta, hábito usual en los argentinos. Y recordar
que si nos gusta escuchar música, debemos respetar a quién en ese
momento no lo desee y no convertir a los automóviles en una discoteca
sobre ruedas.
Contaminación Visual:
La contaminación visual parte del criterio de que todo lo que afecte,
altere o perturbe la visualización de una zona o paisaje provoca un
156
impacto ambiental que puede llegar a afectar la salud de las personas
que la habitan.
El abuso de imágenes o elementos que no pertenecen a la arquitectura
establecida alteran la estética por encontrarse fuera del perfil del
paisaje. Se observan multiplicidad de carteles publicitarios, muchos de
ellos luminosos que ponen en riesgo la atención de los automovilistas.
También se hace abuso de pasacalles que pretenden agasajar a algún
cumpleañero o celebrar a quien se acaba de recibir en una carrera
universitaria. Se cuelgan de árboles o cualquier elemento que lo permita
pero, una vez colocados nadie se encarga de descolgarlos cuando pasa
el evento o la fecha celebrada. Quedan entonces, hilachas que el viento
se encarga de mover como en una danza póstuma logrando, en el
mejor de los casos, que se desprendan y queden en el piso, o sigan
colgando de alguna otra rama o elemento donde pudieron haberse
enganchado. Estas hilachas forman junto con los tendidos de cables
eléctricos o de TV y los improvisados puestos de venta callejeros, una
invasiva y agresiva sobrestimulación visual que afecta al medio
ambiente y por lo tanto a la calidad de vida de las personas.
Contaminación por Basuras y Escombros:
Este tipo de contaminación es, quizás, el que de forma manifiesta
demuestra la ausencia de conciencia ambiental con la que los habitantes
de una ciudad promueven sus propios males.
Por ejemplo, no tomamos en cuenta las indicaciones que nos son dadas
acerca de en qué momento debemos sacar las bolsas de residuos y
cuando no. Esta clara manifestación de indiferencia hacia los otros,
provoca graves problemas. Lamentablemente se impone el pensamiento
157
del “Cuando yo saco la basura de mi casa deja de ser mi
responsabilidad”. Esta conducta, no solo trae aparejado un grave
problema cuando tapa las bocas de tormentas, colaborando para que la
ciudad se inunde, sino otros que ponen en riesgo la salud. En los barrios
donde se concentran restaurantes, se forman verdaderas montañas de
bolsas de residuos que son dejadas a cualquier hora en las esquinas y
por donde caminan con total naturalidad ratas que se alimentan con
esos residuos. Por supuesto no es necesario aclarar la cantidad de
enfermedades que pueden transmitir esos roedores.
Por otra parte, cuando se instalan procesadoras de alimentos,
curtiembres o plantas químicas en los centros urbanos, la contaminación
por olores fuertes y desagradables, afecta la calidad de vida de los
pobladores.
Si bien, tal como manifestamos, existe responsabilidad por parte de los
ciudadanos, no es menor la que les cabe a los funcionarios que deberían
controlar que ésto no suceda. En este tipo de contaminación, el destrato
en primera instancia, se convierte directamente en maltrato que
asumimos con la actitud “es lo que hay”. Esto nos hace corresponsables
con los funcionarios.
Hay tanta suciedad en la ciudad que un poco más...
Uno de los indicadores del nivel de evolución de una sociedad es el
respeto por los espacios comunes. La simple observación de la actitud
de los habitantes de una ciudad con respecto al cuidado del medio
ambiente y de los recursos no renovables, permite una medición de esa
variable. También es posible observar la respuesta con que otros
ciudadanos expresan el repudio que les provoca la situación. Algunos
158
usarán el ingenio y la ironía, otros responderán mediante una acción
concreta... quizás no menos ingeniosa.
Un ejemplo: Elba caminaba por la calle cuando observó que una
mujer que se aproximaba en sentido contrario con un niño
pequeño de la mano, arrojó al piso el envoltorio de un alfajor que
acababa de comer. Elba, ferviente defensora del medio ambiente,
le dijo “Eso es ser sucia”. La respuesta de la otra parte fue una
mirada de asombro. Cuando nuestra amiga reiteró lo dicho, la
mujer la insultó: “vos sos una malco44...”. A lo que Elba sin
inmutarse le contestó: “Si estoy bien o mal atendida, a vos no te
consta, pero a mi si me consta que vos sos una sucia.”
En otro momento, una de las entrevistadas para la investigación de otro
de nuestros libros, nos contó una anécdota muy risueña y que también
tiene que ver con el reclamo social.
Contó esta joven señora que en una oportunidad vio a un hombre
que paseaba a su perro y esperaba que el can terminara de
satisfacer sus necesidades fisiológicas. Ella detuvo la marcha para
ver si el señor levantaba los excrementos. Al ver que el hombre
seguía su camino sin inmutarse, lo instó primero y lo increpó
después a que limpiara la vereda. Se produjo una breve discusión
mientras ambos caminaban, la cual terminó con una burla de éste
cuando el hombre llegó a destino. Según los dichos de un vecino
que había observado la escena, el dueño del simpático perrito,
resultó ser el encargado del edificio en el que había entrado.
Bueno, la última escena de la historia la protagonizó la joven, ya
que fue a una farmacia que estaba a unos pocos metros del lugar,
44
Refiriéndose a una supuesta deficiencia en la actividad sexual de esa persona.
159
compró guantes descartables y con un brote de inspiración realizó
una pintura abstracta sobre la puerta del edificio.
La sanción social es un recurso que podemos emplear todos. ¿Para qué?
Para intentar generar conciencia de los derechos ajenos e impedir este
maltrato. Tratemos, en lo posible, que sea sin recurrir a la justicia por
mano propia.
Contaminación del suelo
Cuando se almacenan productos químicos en forma subterránea puede
producirse una ruptura y por consiguiente una filtración del contenido
que suele resultar altamente contaminante. Lo mismo ocurre cuando se
filtran sustancias propias de los líquidos o rellenos sanitarios.
Otra forma de contaminar es el uso indiscriminado de pesticidas y la
acumulación de químicos como los derivados del petróleo, solventes o
metales pesados. Las industrias deben ser cuidadosamente controladas
para evitar que arrojen los desechos químicos en aguas o suelos.
La contaminación del suelo implica un peligro directo sobre la salud de
los habitantes ya que contaminan las napas de agua. La demarcación de
las áreas contaminadas y la consiguiente tarea de limpieza, insumen
mucho dinero y tiempo para ser realizadas. Por esa razón muchas veces
no se aborda el trabajo.
Contaminación de las Aguas
Gran parte de la reserva acuífera está en riesgo. Los océanos, mares y
ríos de nuestro planeta enfrentan un grave proceso de deterioro.
160
El agua es esencial para la supervivencia de nuestra especie y la de los
otros seres vivos. No solo desde el aspecto biológico interviene en lo
que afecta al ser humano, también influye en los fenómenos
meteorológicos, puede modificar la geología de un lugar por medio de la
erosión hídrica y es un elemento fundamental en la regulación de la
temperatura.
Si se reconoce la importancia de la indispensabilidad de las masas de
agua, cabe preguntarse qué es lo que hace que el hombre
permanezca indiferente ante el aumento de agentes contaminantes
con que se agrede este medio. Como corolario de esta tácita pregunta,
la observación permite identificar que casi la totalidad de los
contaminantes provienen de lo que el propio hombre ha creado. En los
ríos, mares y océanos se vuelcan enormes cantidades de desechos
industriales, hidrocarburos y aguas fecales. Cuando las aguas
residuales, portadoras de bacterias, virus y parásitos, forman parte de
canales que son usados para el regadío de frutas o verduras, esos
microorganismos se depositan en los alimentos. Generalmente dichos
alimentos son consumidos sin cocción, provocando enfermedades como
el cólera, la disentería y muchas más.
Hace tiempo que muchas organizaciones están tratando de concientizar
a pobladores y funcionarios. Solo como un pequeño grano de arena
pretendemos denunciar y al mismo tiempo hacernos cargo, de
cuánto y cómo maltratamos al medio en que vivimos.
Con total irreflexión se siguen arrojando al mar, ríos o riachuelos los
elementos de los que queremos desligarnos. Quizás la intención parta
de una idea de abaratamiento de costos… que a la larga resultará muy
costosa para todos.
Preferimos no hablar del daño causado por la mega minería porque nos
161
parece tan grave, que sería necesario profundizar el tema y recurrir a
expertos para analizarlo. Es por eso que solo lo mencionaremos y
haremos referencia a algunas páginas web que hablan sobre el tema45.
Más allá de la contaminación, hay varios problemas que nos competen
de forma más individual. Uno es el uso descuidado y excesivo que
hacemos del agua. Aún hoy, la mayoría de los argentinos, no han
internalizado el concepto de uso racional de este recurso.
Sin embargo, ejemplos como el que nos relatara una entrevistada
renueva nuestra esperanza.
Los niños nos enseñan:
“Camino al trabajo me encontré con una escena muy conocida por
los porteños. El encargado de un edificio había dejado la
manguera derramando agua en la vereda mientras conversaba
con otro señor. En la cercanía jugaba un niño de alrededor de
siete años de edad.
Seguí mi camino mientras en mi interior se desplegaba una pugna
entre seguir adelante o volver sobre mis pasos para interpelar al
encargado. Resolví por la última instancia y cordialmente me dirigí
a él: „Disculpe señor, ¿Sería posible que cierre la canilla mientras
conversa?‟
Antes de terminar la oración ya la respuesta, en otro tono,
atronaba el aire: „Ahora todo el mundo cree que me puede dar
órdenes, quién es usted para…‟ En ese momento se produjo el
45 http://www.losquesevan.com/mineria-a-cielo-abierto.32c
http://www.ongamiradespierta.com.ar/megamineria.htm
http://www.ecologiaverde.com/la-mega-mineria-y-sus-consecuencias/
162
asombro. El niño que jugaba cerca de la escena, se acercó y
tocando al señor en el brazo le dijo „No papá, es por el planeta‟
Inmediatamente retomé mi camino pero, el día se había
transformado en mucho más luminoso.”
También en relación a este tema, una persona nos transmitió el diálogo
que había tenido con su nieta de cinco años en ocasión en la que se
agotaran las pilas de su juguete preferido.
“No te preocupes, ahora compro otras y las reemplazamos”
--- Abuela, ¿vas a comprar esas que se usan muchas veces?.
Porque la maestra me dijo que no hay que tirar las pilas a la
basura porque contaminan el medio ambiente.
--- ¡Si claro!, esas son las que compro siempre.
--- Estas que ya no sirven son de las que se tiran. ¿Qué vas a
hacer con estas pilas?
--- No te preocupes. Siempre que encuentro alguna, las guardo
para darle después un destino adecuado.
--- ¿Qué quiere decir un destino adecuado abuela?
--- Llevarlas a un lugar donde saben qué hacer con las pilas. Vení
vamos buscar en Internet.46
46 Para quienes compartan este pensamiento, en esta página encontraran más
información: http://www.dondereciclo.org.ar/otros
163
A modo de síntesis
Todo maltrato al medio ambiente termina, indefectiblemente, siendo
auto maltrato. No debemos olvidar que somos los habitantes de esta
“casa” propia que ensuciamos como si no nos perteneciera.
Hace muchos años que se habla de la preservación de los recursos
naturales y del cuidado hacia el medio ambiente. Sin embargo, el
Hombre con una conducta indiferente y con falta de conciencia está
acelerando un proceso de destrucción transformando lo que era una
posibilidad, en una forzosa condena. Nos enfrentamos entonces, a una
responsabilidad: hacernos cargo.
Y entonces qué?
El hacernos cargo implica no solo tomar conciencia de la situación de
peligro, sino de convertirnos en militantes activos de la preservación del
medio ambiente. Afortunadamente los niños nos están dando el
ejemplo.
Observamos que en algunas localidades se está implementando la
separación de residuos para facilitar el reciclado. No está de más
proponernos que si no pertenecemos a esas localidades, lo hagamos por
cuenta propia.
164
Tomar conciencia de cómo contaminamos o de cómo malgastamos los
recursos no renovables, no ocurre de un momento para otro. Es un
aprendizaje lento y debe ser constante. Se trata de cambiar hábitos y
eso requiere de tiempo para la consolidación.
Mientras tanto, repasemos nuestros comportamientos. ¿Cierro la canilla
mientras me lavo los dientes?, ¿Cuándo baldeo… uso el balde?, ¿Compré
pilas recargables o sigo usando y descartando las que contaminan?,
Dónde arrojo la basura?, ¿La saco en los días y horarios señalados?,
¿Utilizo papel reciclado?, ¿Cómo y dónde tiro el aceite? Y todas las
preguntas que nuestra conciencia nos lleve a formular.
165
14
Si quieres ser respetado por los demás, lo mejor es respetarte a ti
mismo. Sólo por eso, sólo por el propio respeto que te tengas, inspirarás
a los otros a respetarte.”
Fiódor Dostoiveski.
El destrato y el maltrato hacia uno mismo
La Organización Mundial de la Salud amplió el concepto de salud al de:
Extensión del bienestar físico hacia el psíquico y el social. Es, por lo
tanto, un concepto de salud holista que comprende todos los aspectos
de la vida.
En la actualidad, esta idea parece más cercana a la utopía que a la
realidad. La vida cotidiana de los habitantes de la ciudad no admite, en
cuanto a la influencia del humor social, distinción de sexo o edad. Sus
vidas transcurren en el entretejido sociocultural que influye, casi
podríamos decir determina, su bienestar o malestar. Por lo tanto
interviene en su salud. Es muy difícil alcanzar la salud integral si
estamos, como sociedad, sometidos a destratos y maltratos que afectan
166
nuestro cuerpo y nuestra salud emocional y psíquica.
La violencia que en todos los tiempos debió afrontar el ser humano, hoy
parece explotar ante nuestros ojos. El miedo multiplica, como una caja
de resonancia, el poder destructivo de la agresión. Recordemos que el
miedo no solo atenta contra nuestro sentido de pertenencia, de
integración, de seguridad material, el miedo enferma.
En tiempos anteriores el maltrato se reducía a la agresión física, en la
actualidad podemos incorporar a la desidia, el abandono físico o
psicológico, la negligencia, la omisión, el desinterés o indiferencia
también como agresores emocionales.
En los capítulos anteriores hablamos de cómo lo excepcional se hizo
habitual y hoy se fusiona el poder de la fuerza de la violencia con la
naturalización del acatamiento.
Hasta aquí, nos referimos a la influencia del medio en nuestra salud. La
imprevisibilidad, la angustia, la desidia, la distracción terminan siendo
precursores del malestar y sus consecuencias en la salud. Pero, ¿en
cuánto contribuimos nosotros como individuos al admitir que ésto
ocurra?.
Los médicos nos aconsejan vida sana, alimentación natural y actividad
física. Es entonces donde muchas personas deciden hacer lo más
aproximado a las indicaciones recibidas. Pero como la vida sana se
asocia a la vida bucólica, se la posterga hasta las vacaciones. La
alimentación natural queda en un intento de pocos días, ya que el
fastfood y el delivery se imponen. Entonces, se pone el acento en la
actividad física de una manera imperativa y se transforma al gimnasio
en otro foco de estrés. El tiempo que lleva cambiarse, hacer la actividad
y correr al trabajo dista mucho del beneficio al que se supone
167
aspiramos. Es, en última instancia, lo bueno convertido en malo.
Recordemos que nuestra salud también depende del discernimiento, la
prudencia, la moderación y el respeto que administremos hacia nuestra
propia persona.
El destrato y el maltrato hacia uno mismo es sin duda la forma más
nociva de maltrato. Si ignoramos nuestros deseos y necesidades, nos
maltratamos. Si nos ponemos siempre al final de la fila, nos
maltratamos. Si nos obligamos a permanecer en lugares que nos dañan
o incomodan, nos maltratamos. Si nos humillamos solo para complacer
a otras personas, nos maltratamos. Si dañamos nuestro cuerpo o
encubrimos nuestras opiniones para que los demás nos acepten, nos
maltratamos.
Postergar los temas de prevención médica, es maltratarse, también lo
es no permitirse hacer consultas interdisciplinarias o de otros enfoques
de la medicina. No darse el tiempo necesario para la alimentación y el
descanso, es maltratarse. El detrimento de la vida social con respecto a
las obligaciones es maltratarse. Quitarle la connotación de diversión a la
actividad física hasta convertirla en una obligación, es maltratarse.
La dificultad para registrar nuestros derechos asertivos47 es una traba
en el buen trato hacia nuestra persona. Algunos de los derechos
asertivos que enumeramos abajo están basados en el libro de Eduardo
Aguilar Kubli. “Como ser tú mismo sin culpa”
Algunas veces, Ud. tiene derecho a priorizarse.
Ud. tiene derecho a cometer errores.
Ud. tiene derecho a tener sus propias opiniones y creencias.
47 Los derechos asertivos suelen definirse como un comportamiento comunicacional en
el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que
manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos respetando los de los otros.
168
Ud. tiene derecho a expresar una crítica y a protestar por un trato
injusto.
Ud. tiene derecho a pedir ayuda o apoyo emocional.
Ud. tiene derecho a sentir y expresar el dolor.
Ud. tiene derecho a negarse a una petición, a poder decir "no".
Ud. tiene derecho a tener sus propias necesidades y que éstas
sean tan importantes como las de los demás.
Ud. tiene derecho a ser tratado con dignidad.
Ud. tiene derecho a experimentar y expresar sus propios
sentimientos.
Ud. tiene derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o
egoísta.
Ud. tiene derecho a hacer cualquier cosa, mientras no vulnere los
derechos de otra persona.
Ud. tiene derecho a NO usar sus derechos.
169
A modo de síntesis
Todos, de alguna manera, intuimos o percibimos cuales son los hábitos
que nos perjudican y cuales los que nos benefician.
Es posible que lo que nos esté ocurriendo es que ante la necesidad de
sostener un ritmo de vida tan vertiginoso como el que exige la sociedad
en la actualidad, no prestemos atención a los reclamos naturales que
nuestro organismo expresa. Dicha indiferencia a nuestras necesidades
es un ejemplo de destrato más que evidente hacia nuestra persona.
Por otra parte, también en un intento de complacer las supuestas
exigencias del momento, se tapan los sufrimientos físicos y psíquicos
que derivan de dichos reclamos. Es entonces cuando el abuso de
medicamentos, comida, drogas o juego, enuncian el corolario del abuso
hacia uno mismo: el automaltrato.
¿Y entonces qué?
Es preciso detener un instante la loca carrera emprendida y recuperar el
discernimiento y la reflexión que nos permita romper una creencia falsa.
Cuando nos escuchemos decir: no puedo, no tengo tiempo, tomemos
conciencia que no es así. Eso es lo que la influencia de la sociedad
actual y el consumismo nos han llevado a creer. Si cada día apartamos
170
unos minutos para conectarnos con nuestros propios deseos y
necesidades, veremos que nuestra salud se acrecienta. Se puede.
171
CONCLUSIÓN
“Sabe que la ética no concierne al orden de la naturaleza,
sino al orden humano, espiritual, racional. También el
castigo es un invento de la cultura. El hombre es sancionado
porque tiene conciencia, porque es sujeto y no objeto de su
historia. Y en calidad de tal, no puede eximirse de juzgar sus
propios actos.”
Marcos Aguinis.
La sociedad es una creación colectiva, es la agrupación de un conjunto
de personas que a su vez tienen la posibilidad de realizar acciones
conjuntas. Es fundamental en esta agrupación compartir valores.
Es muy frecuente escuchar decir que en la actualidad, estamos frente a
una crisis de valores. Y esas enunciaciones pueden llevar al desaliento
mediante excusas que derivan en la inacción y la justificación. Sin
embargo los valores en sí, tales como la verdad, la justicia, la libertad,
el bien común etc., han permanecido y permanecen inmutables. Es el
discernimiento sostenido individualmente, es decir, la forma individual
de interpretarlos, lo que ha entrado en crisis. Pero no temamos a la
idea de estar atravesando una crisis ya que esto solo significa que los
métodos utilizados hasta este momento dejaron de ser los adecuados.
172
Solo se necesita, entonces, usar recursos nuevos para salir del estado
de desorganización y confusión que caracterizan este período.
Depende de nosotros comenzar el movimiento para volver a recuperar
una apreciación correcta de los valores que son inmutables. Para ello es
necesario aprender a dejar de lado los condicionamientos sociales
inadecuados que se fueron adquiriendo como propios. Se trata de tener
coherencia entre lo que se piensa, se siente, se dice y se hace. Los
valores como paradigma siguen teniendo valor.
Es importante reflexionar acerca del hecho de que en momentos en que
la tecnología y la ciencia han evolucionado tanto, la humanidad sufre un
profundo desinterés por la vida y el bienestar propio y ajeno.
En otros tiempos, la naturaleza ponía obstáculos que el hombre debía
sortear y en eso estaba fijado su interés y su motivación, en la
necesidad de subsistir.
Hoy es el ser humano el que conspira en contra de su propia condición.
El pesimismo, la indiferencia y la violencia son la resultante de una
conspiración donde todos pareciéramos querer destituir… al ser humano.
Hemos permitido que en nombre de un supuesto confort aceptemos la
peor de las ideas: que mi prójimo es mi enemigo.
El desafío actual de la humanidad es no permitir la deshumanización.
Redefinir la nueva manera de tratarnos admitiéndonos, en primer lugar,
como seres paradojales: queremos ser libres y somos dependientes,
exigimos ser tratados bien y maltratamos, quedamos extasiados frente
a la abundancia de estímulos e ignoramos al otro ser humano.
La influencia de los medios, el marketing de la moda y de la recreación
desvían nuestra atención hacia el afuera en detrimento de una mirada
indagadora hacia nosotros mismos. Mirada esta que no debe partir de
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una individualidad egoísta y narcisista, sino que debería ser vivida como
una oportunidad de auto restauración.
No debemos admitir que la cultura de la sociedad actual nos uniforme
de tal manera que, como individuos, nos perdamos en la masa. Hoy la
masa, está compuesta por un aglutinado de personas con pensamiento
individualista. Las pautas y normas sociales fueron mutando hacia la
tolerancia de una convivencia violenta.
Si asumimos que cada uno de nosotros es ya la sociedad misma,
asumiremos que nuestras creencias, nuestras elecciones y nuestras
acciones influyen en el tipo de sociedad que resulta. Si admitimos esto
podremos afectar con nuestra conducta el medio en el que nos
movemos, ya sea este la escuela, el barrio, el edificio donde vivimos o la
calle. En todos esos ámbitos debemos ejercer la responsabilidad ya que
nadie puede considerarse excluido del compromiso.
Nos oponemos a soluciones del planteo individual egoísta al estilo del
“sálvese quien pueda” que consiente que cada persona maltrate a la
persona convivente. Porque así es como se construye una sociedad
autodestructiva.
Si luchamos solo por la supervivencia individual ponemos en peligro la
supervivencia social. Actualmente se suelen hacer asociaciones por
interés personal pero no por interés comunitario. Esto produce una
fuerte desconfianza, una desconfianza recíproca que impide pensarse en
el colectivo social. Nuestras actitudes, con la influencia de los medios y
lo que estos nos hacen creer, ponen en riesgo la mirada positiva
necesaria para la cohesión. Se impone entonces, la necesidad de
reflexionar acerca de cómo neutralizar los impactos que destruyen la
confianza y la ligazón social. Se trata de poner en funcionamiento una
relación recíproca e interactiva entre individuo y sociedad.
174
Un punto de partida interesante será tener en cuenta que en el logro de
la confianza y el bienestar, nosotros tenemos un papel protagónico. No
podemos esperar que sea siempre el otro quien nos lo provea porque
eso lleva inevitablemente al desencanto. La sociedad se ha convertido
en una sociedad de la queja y de la crítica.
Recuperemos la creatividad. Si aprendemos a no esperar que la felicidad
venga otorgada como un don desde el afuera, empezaremos a trabajar
en el proyecto personal y a pensar de qué modo queremos que se
desarrolle nuestra vida. Aprenderemos a discernir si debemos o no
responder a los modelos que se nos imponen como estándares de
felicidad.
Éste no es un libro de quejas, no queremos plegarnos aunque sea
mínimamente a ser voceros de la anticipación al fracaso, si así lo
hiciéramos esta sería una lectura dañina. Nuestra propuesta es un NO al
desaliento.
Todos podemos contribuir a que se opere un cambio social a partir de un
cambio personal. Ese cambio, aunque parezca pequeño, siempre tendrá
un efecto en el entorno de cada uno y contribuirá a crear un hábito
positivo, el del cuidado de sí mismo y el del respeto hacia el otro.
Porque a partir de un individuo que pueda ser imitado por otros, es
posible fundar un auténtico cambio colectivo.
Para poner un ejemplo pensemos que, si Juan Carr no se hubiese
animado a hacer lo que sentía que podía hacer, si solo se hubiese
quedado esperando a que otros iniciaran la marcha o a que las
organizaciones gubernamentales abrieran el camino, hoy no existiría la
Red Solidaria.
175
Instamos a unirnos todas las personas que como él pensamos en que al
acercarse a un semejante con una acción solidaria o al evitar un hecho
violento, se funda una conducta que es más efectiva que un millar de
palabras discursivas. Palabras que generalmente son vertidas sin que
exista una verdadera intención de ser llevadas a cabo.
Proponemos una nueva conspiración en sentido inverso a la vigente. Es
decir, una conspiración que derrote a la violencia, al maltrato, al
desánimo y a la inacción.
Es indudable que el maltrato social se ha instalado y que todos somos
responsables. Pero en esa responsabilidad, radica también la posibilidad
de revertirlo. Cada persona, al igual que el artesano más creativo,
puede encontrar qué, cómo y dónde emprender la obra de arte, la
transformación social deseada. Resultaría imposible ofrecer una receta
para hacerlo, solo proponemos algunas ideas para la reflexión.
20 Propuestas para desnaturalizar el maltrato
.
1. Alentemos a las personas a superar la indiferencia.
2. A tomar consciencia de que el maltrato en la vida cotidiana revela
un estado de violencia social.
3. A darse cuenta que la violencia es la potencia del impotente.
4. A difundir que destrato y maltrato son una epidemia socialmente
diseminada por el contagio de actitudes.
5. A comprender que esta epidemia conspira en contra de todos.
176
6. A descubrir que la naturalización del maltrato aniquila la
posibilidad de registrarlo.
7. A no ser indiferente ni aceptar la indiferencia de los otros ya que
admitir su naturalización implica complicidad.
8. A ser conscientes que la conducta de cada individuo tiene
consecuencias en los demás.
9. A comunicar e interactuar con los otros ya que somos creadores
de realidad.
10. A no aceptar la invisibilidad del destrato. Porque esta es una
forma decretada de indiferencia al prójimo.
11. A saber que desconfirmar a alguien con indiferencia total, es
negarlo como ser.
12. A despertar y entrenar las percepciones que permitan
descubrir y señalar el maltrato en cualquiera de sus formas.
13. A aprender a superar la queja para ponernos en acción.
14. A usar las palabras adecuadas ya que estas no son
inofensivas. La palabra salva o la palabra mata.
15. A no confundir defenderse con maltratar.
16. A revisar nuestra conducta para descubrir nuestras propias
falencias.
17. A tomar consciencia que el maltrato es una forma de
traicionar la propia esencia. Y como tal, se transforma en auto
maltrato.
18. A intervenir cuando se observa que un adulto castiga a un
niño. Ser tolerante ante esa situación es ser cómplice.
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19. A promover el buen trato en todas sus manifestaciones
empezando por nuestras propias acciones.
20. A tomar consciencia que el maltrato no es algo natural y
aprender a no aceptarlo. Porque hacerlo invisible o encubrirlo es
ser cómplice. Habituarnos a él, es imperdonable.
Formemos parte de una conspiración que derroque al maltrato
Tal vez esto parezca una utopía o la mera construcción de un sueño.
¿Por qué no? Si los sueños son expresiones de deseo que pueden
cumplirse... ¡soñemos!.
Cuando hablan los poetas... no hacen falta más palabras.
Para construir un Bello sueño
Joan Manuel Serrat
Para construir un bello sueño
lo primero es estar despiertos.
Mano firme para sostener las bridas
y hacerse un proyecto a la medida
teniendo en cuenta que todo encoge
Materiales de primera,
anchos y profundos los cimientos,
a prueba de malentendidos, compromisos, intereses y accidentes.
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Para construir un bello sueño, hay que
orientarlo al sur y protegerlo de los vientos.
Nada cura las heridas como un bello sueño.
¿Quién no arriesga la vida por un bello sueño?,
¿qué sería de nosotros sin un bello sueño?,
¿qué haríamos del día y de la noche?.
Para construir un bello sueño
hay que dedicarse plenamente a él,
y estar pendiente en todo momento de si ríe, si duerme, si llora,
como si fuera un recién nacido.
Y por el bien de la empresa es indispensable
estar enterado de que al final de la proeza
será una sorpresa el resultado
Hay un buen trecho entre los sueños y la realidad.
Nada cura las heridas como un bello sueño.
¿Quién no arriesga la vida por un bello sueño?,
¿qué sería de nosotros sin un bello sueño?,
¿qué haríamos del día y de la noche?.
Para construir un bello sueño
es preciso además ser lo bastante espabilado
cuando se da vuelta la fortuna,
para salir de entre las ruinas y hacer otro inmediatamente
179
BIBLIOGRAFÍA
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PaxMexico; D.F.; 1987
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1993.
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2006.
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Nuevo Extremo; Buenos Aires; 2008
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180
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Schiller, Herbert: “Los Manipuladores de Cerebros”; Editorial
Granica; Buenos Aires; 1974.
Sierra Bravo, R: “Técnicas de investigación social”; Editorial
Paraninfo; Madrid; 1991.
181
ÍNDICE
Introducción
1 ¿Conspiración colectiva?
2 Trato, destrato y maltrato en la vida cotidiana
3 El buen trato
4 El Destrato
No te veo, no existís
Necesito comunicarme!!!
Uso de teléfonos celulares
¿No ves que ahora no puedo?
El destrato reciproco o efecto dominó
5 El Maltrato
6 Maltrato y destrato en distintos escenarios
Maltrato en el ámbito artístico
182
Maltrato en el ámbito relacionado con la salud
No valorar el tiempo ajeno
De cómo dar un diagnóstico
Maltrato en otras profesiones
7 El Maltrato en los Medios de Comunicación
Los medios de comunicación
Cámara oculta,... Me rio del otro
En cuanto al contenido televisivo...
Los medios de comunicación al servicio del consumo
8 El maltrato socio cultural y la aceptación de usos y
costumbres
El maltrato enmascarado en los usos sociales
Un bofetón a tiempo
Que los cumplas, que los cumplas,...
El maltrato de la discriminación
Maltrato burocrático: Saque número y espere a ser llamado
¿Satisfacción del cliente?
9 Maltrato en los medios de transporte
183
10 Maltrato laboral y escolar
El moobing
El Bullying
La nueva esclavitud
11 Violencias extremas en el ámbito social
Violencia de género
Abuso infantil
Trata de personas
Algo habrán hecho
12 El maltrato a través de la Manipulación Social
Manipulación de identidad
La Manipulación del Marketing
Manipulación política
13 Maltrato al medio ambiente: efecto boomerang
Contaminación auditiva
Contaminación Visual:
184
Contaminación por Basuras y Escombros:
Hay tanta suciedad en la ciudad que un poco más...
Contaminación del suelo
Contaminación de las Aguas
14 El destrato y el maltrato hacia uno mismo
Conclusión
Bibliografía