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NUESTRA CONCIENCIA ES NUESTRO MAESTRO SUPREMO Parte I (apuntes preliminares) Por Jorge Guldenzoph Presidente de la Conferencia del Liderazgo del Uruguay

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NUESTRA CONCIENCIA ES NUESTRO MAESTRO SUPREMO

Parte I(apuntes preliminares)

Por Jorge GuldenzophPresidente de la

Conferencia del Liderazgo del Uruguay

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Definición de Conciencia

• Conciencia se refiere al saber de sí mismo, al conocimiento que el espíritu humano tiene de su propia existencia, estados o actos. Conciencia se aplica a lo ético, a los juicios sobre el bien y el mal de nuestras acciones. Una persona cloroformizada recobra la conciencia al cesar los efectos del anestésico. Una persona "de conciencia recta" no comete actos socialmente reprobables (Wikipedia)

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Verdades comunes

• Hay dos grandes “verdades” que de alguna forma están en una posición central en las doctrinas de todas las religiones o pensamientos filosóficos-éticos (Ej.: el confucionismo). Ellas son: a) - los seres humanos tenemos una naturaleza original de bondad y b)- los seres humanos tenemos a la vez, una naturaleza desviada que nos conduce hacia el mal

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Naturaleza Original y la “Adquirida”

• Mientras una es “original” la otra es “adquirida”. En el judaísmo, el cristianismo y el islamismo el proceso de “adquirir” esa naturaleza desviada – contraria al objetivo primordial de la creación de los humanos – se le denomina “la caída”, y a la raíz de esa naturaleza desviada, egoísta, se le llama “pecado original”.

• Nadie explico tan magistralmente y en forma tan sentida esa lucha y conflicto interno que el Apóstol Pablo en su grandiosa descripción de las dos leyes que yacen dentro de cada uno. La ley del espíritu que nos lleva hacia Dios y la del cuerpo que nos lleva hacia el mal. Hacemos el mal que no queremos.

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Naturaleza Original

• Pero lo que hoy quiero abordar es justamente la naturaleza original, y dentro de ella nuestra “conciencia”. Si no tuviéramos conciencia no existiría forma de tener la sensibilidad y el concepto (la emoción y el intelecto) de sentir vergüenza, y arrepentimiento, cuando hemos hecho el mal. O tener la sensibilidad y el concepto innato de saber – sin doctrina de por medio – que es lo que esta bien.

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El Corazón y la Conciencia en el Islam

• En la sabiduría musulmanas aparece las “Cuarenta Hadith de an-Nawawi 27” donde se dice que Wabisah ibn Ma'bad afirmó: "Fui a ver al Mensajero de Dios y él me dijo, '¿Usted quiere preguntarme sobre el tema de la virtud? ' ' Sí, ' yo contesté, y él continuó, ' Pregunta a tu corazón. La virtud es aquello por el que el alma disfruta reposo y el corazón la tranquilidad. El pecado es lo que introduce problemas en el alma y tumulto en el seno del hombre - y esto a pesar del consejo religioso que los hombres pueden darle”

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De alguna forma indica que la conciencia no es una creación de la religión y que esta aún por encima de ella. Por decirlo de otra forma sin conciencia no habría religión.

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En la Biblia

• En el Nuevo Testamento, Romanos 2.14-16, nuevamente Pablo afirma que: “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia”.

• Esto significa que aunque tengamos o no una religión (ley) todos tenemos una fuerza dentro de nosotros que nos indica y lleva a hacer lo correcto, y que cuando obramos bien damos testimonio de nuestra conciencia. En ese sentido la religión no debe sustituir la conciencia sino despertarla.

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Las Religiones e Iglesias deben recordar

La religión no debe sustituir la conciencia sino despertarla. Si hace lo

contrario se transforma en un impedimento para que los seres

humanos nos acerquemos a Dios y nuestros semejantes.

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En el Confucionismo vemos a Mencio decir:• "Todos los hombres tienen el corazón que, cuando ven a otro

hombre sufrir, ellos sufren, también... De esto podemos ver que no es humano no tener un corazón que simpatiza con el dolor. Igualmente no tener un corazón que rechaza el vicio: tampoco es humano. No tener un corazón que está dispuesto a diferir: eso no es humano. Y no tener un corazón que discrimina entre lo verdadero y lo falso tampoco es humano. ¿Cuál es el fundamento del sentimiento humano natural para los demás? El corazón que simpatiza con el dolor. ¿Cuál es el fundamento de compromiso con el bien común? El corazón que rechaza el vicio. ¿Cuál es el fundamento de respeto para las formas sociales y religiosas? El corazón que está dispuesto a diferir. ¿Y cuál es el fundamento para una educación liberal? El corazón que puede discernir entre lo verdadero y lo falso”

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Capacidad inherente

• De esta forma en el Confucionismo se ve la capacidad inherente a todo ser humano a ser compasivo al dolor del prójimo. Se señala, además, que el interés sincero por el otro; el rechazo del vicio, o sea, el proceder apartado de la ética y moral; la disposición a dar y servir; y el saber que es el bien y que el mal son aspectos de un “corazón humano”, o de un ser con “conciencia”.

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Hemos pisoteado a nuestra conciencia

• Hay quienes dirán que la maldad campea en el mundo al punto de que muchos han perdido esa sensibilidad y conocimiento intrínsico. Es cierto que muchas veces hemos “pisoteado” y “adormecido” nuestras conciencias. Pero están allí. Tarde o temprano nuestra conciencia nos enfrenta al mal y el error que hemos hecho.

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Nadie puede escapar a su conciencia

• Nos existe ningún ser humano que enfrentado a la “película de su vida”, cuando dejamos este mundo y entramos en la dimensión espiritual eterna, no llore y quiebre su corazón, por el llamado de su conciencia, frente al daño que ha cometido a otros: su esposa o esposo, sus hijos, a un prójimo. No podemos escapar a nuestra conciencia

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La esfera física y la esfera invisible

• Obviamente la conciencia necesita del cuerpo para relacionar con la realidad física y responder a ella. Pero la capacidad innata de la conciencia, para distinguir entre el bien y el mal, esta depositada en otra esfera. Cuando esta esfera esta alerta y fuerte mueve a los resortes ubicados en la base física para responder. Por ejemplo el remordimiento de la conciencia mueve a las lágrimas de arrepentimiento.

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Los límites de la Ciencia

• “Más allá de la idea de que el yo es el resultado de la actividad cerebral – de la acción de los electrones y los elementos, si así lo prefieren -, es difícil huir de la conclusión de que, después de todos estos años, todavía no sabemos ni siquiera como hablar acerca de la conciencia, acerca del yo”.

Peter Watson“Ideas. Historia Intelectual de la Humanidad”

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El Corazón y la ConcienciaCultivado y Educada

• De la misma forma que el corazón debe ser cultivado para desarrollar su capacidad de amar, nuestra conciencia debe ser educada para desarrollar su potencia innata de guiarnos en nuestras acciones.

• La enseñanza formal debería dedicar más esfuerzo tanto

a cultivar el corazón como a despertar la conciencia. Si así sucediera la sociedad del futuro podría tener la oportunidad de ser una sociedad mejor, más sincera y recta.