la comprensión de lo social - herrera

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1 La comprensión de lo social Horizonte hermenéutico de las ciencias sociales José Darío Herrera (Citas textuales) Pertinencia de la filosofía hermenéutica para las ciencias sociales - La conciencia de que el trabajo teórico tiene una estrecha relación con el ámbito de la interpretación, de que la racionalidad práctica juega un papel crucial en la comprensión de la vida social y el atisbo de que hay más copertenencia que diferencia entre sujeto y objeto, pone la reflexión que hoy hacen las ciencias sociales su autocomprensión en un lugar próximo a la filosofía hermenéutica. - Los tres elementos constitutivos de la llamada ontología hermenéutica son: o El rechazo del modelo metódico de las ciencias positivas para fundamentar las ciencias humanas. o La generalización de la experiencia hermenéutica a todo conocimiento. o La comprensión de todo ser como lenguaje. - Gadamer, en Verdad y Método, propone mostrar, a partir de la comprensión de lo que sucede en el arte, en la historia y en el lenguaje, que la experiencia de verdad no se reduce a la aplicación del método científico. - En la obra de Stuart Mill, es visible la progresiva cientifización del saber de lo humano, que se desarrolla a la par con el auge de las ciencias naturales a partir del siglo XVIII. - De todo lo humano y social, sólo terminó admitiéndose como objeto de las ciencias humanas lo que pudiera ser considerado como un “hecho” sobre el cual se pudieran llevar a cabo las operaciones propi as del método de las ciencias naturales. Los saberes o prácticas que no cumplieron con este criterio fueron relegados al terreno de la ideología, de la política o de la estética. - Los hechos sociohistóricos no pueden explicar se correctamente si se equiparan con los fenómenos naturales y sus regularidades pues las relaciones que explican los hechos sociohistóricos se remiten a fenómenos propiamente humanos: las vivencias, la autoconciencia, la voluntad etc. Por tanto, el método que nos permite conocer esos fenómenos no pueden urdirse en la neutralidad de un observador externo al fenómeno mismo; antes bien, debe surgir de una íntima comprensión de lo propiamente humano. - Por mucho que en el conocimiento de lo social opere la experiencia general, en él no buscamos confirmar una ley; buscamos “comprender cómo es tal hombre, tal pueblo, tal Estado, qué se ha hecho de él, o, formulado muy generalmente, cómo ha podido ocurrir que sea asó. - Gadamer restituye así el de lo humano al ámbito de la racionalidad práctica y, al hacerlo, capta la índole del saber que se articula en las ciencias humanas. - La formación del espíritu científico se da en el ámbito de la cultura. Esto quiere decir, para el caso de las ciencias humanas, que aquellos elementos o habilidades que se ponen en juego durante el trabajo científico, y que van más allá de la aplicación del método dependen más de la pertenencia, crítica y reapropiación de los procesos de los que se hace parte, que de una dotación especial que pueda adquirirse en un proceso educativo formalizado. El concepto de formación resalta así el carácter histórico y cultural de lo que hace y produce el espíritu científico. - Otro de estos referentes de orientación, que permite ver el trabajo de las ciencias humanas desde la perspectiva que hemos vislumbrado es el de “sentido común”. - Ampliemos esta idea: lo que orienta la vida no es la generalidad abstracta de la razón, sino la generalidad concreta que representa la comunidad de un grupo o de un pueblo. Una suerte de generalidad situada, que sólo puede ser comprendida dentro del contexto. - También en este caso, el método de las ciencias naturales muestra sus limitaciones. La generalidad a la que se remite el sentido común es, en cada caso, la generalidad de lo que se persigue, que se produzca lo correcto, no la generalidad de una ley que explique mediante causas el actuar humano. Así, el carácter situado del sentido común obliga a las ciencias que se ocupan de lo sociohistórico a desistir de la búsqueda de una ley que explique

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    La comprensin de lo social Horizonte hermenutico de las ciencias sociales

    Jos Daro Herrera

    (Citas textuales)

    Pertinencia de la filosofa hermenutica para las ciencias sociales

    - La conciencia de que el trabajo terico tiene una estrecha relacin con el mbito de la interpretacin, de que la

    racionalidad prctica juega un papel crucial en la comprensin de la vida social y el atisbo de que hay ms

    copertenencia que diferencia entre sujeto y objeto, pone la reflexin que hoy hacen las ciencias sociales su

    autocomprensin en un lugar prximo a la filosofa hermenutica.

    - Los tres elementos constitutivos de la llamada ontologa hermenutica son:

    o El rechazo del modelo metdico de las ciencias positivas para fundamentar las ciencias humanas.

    o La generalizacin de la experiencia hermenutica a todo conocimiento.

    o La comprensin de todo ser como lenguaje.

    - Gadamer, en Verdad y Mtodo, propone mostrar, a partir de la comprensin de lo que sucede en el arte, en la

    historia y en el lenguaje, que la experiencia de verdad no se reduce a la aplicacin del mtodo cientfico.

    - En la obra de Stuart Mill, es visible la progresiva cientifizacin del saber de lo humano, que se desarrolla a la par

    con el auge de las ciencias naturales a partir del siglo XVIII.

    - De todo lo humano y social, slo termin admitindose como objeto de las ciencias humanas lo que pudiera ser

    considerado como un hecho sobre el cual se pudieran llevar a cabo las operaciones propias del mtodo de las

    ciencias naturales. Los saberes o prcticas que no cumplieron con este criterio fueron relegados al terreno de la

    ideologa, de la poltica o de la esttica.

    - Los hechos sociohistricos no pueden explicar se correctamente si se equiparan con los fenmenos naturales y

    sus regularidades pues las relaciones que explican los hechos sociohistricos se remiten a fenmenos

    propiamente humanos: las vivencias, la autoconciencia, la voluntad etc. Por tanto, el mtodo que nos permite

    conocer esos fenmenos no pueden urdirse en la neutralidad de un observador externo al fenmeno mismo;

    antes bien, debe surgir de una ntima comprensin de lo propiamente humano.

    - Por mucho que en el conocimiento de lo social opere la experiencia general, en l no buscamos confirmar una

    ley; buscamos comprender cmo es tal hombre, tal pueblo, tal Estado, qu se ha hecho de l, o, formulado

    muy generalmente, cmo ha podido ocurrir que sea as.

    - Gadamer restituye as el de lo humano al mbito de la racionalidad prctica y, al hacerlo, capta la ndole del

    saber que se articula en las ciencias humanas.

    - La formacin del espritu cientfico se da en el mbito de la cultura. Esto quiere decir, para el caso de las ciencias

    humanas, que aquellos elementos o habilidades que se ponen en juego durante el trabajo cientfico, y que van

    ms all de la aplicacin del mtodo dependen ms de la pertenencia, crtica y reapropiacin de los procesos de

    los que se hace parte, que de una dotacin especial que pueda adquirirse en un proceso educativo formalizado.

    El concepto de formacin resalta as el carcter histrico y cultural de lo que hace y produce el espritu

    cientfico.

    - Otro de estos referentes de orientacin, que permite ver el trabajo de las ciencias humanas desde la perspectiva

    que hemos vislumbrado es el de sentido comn.

    - Ampliemos esta idea: lo que orienta la vida no es la generalidad abstracta de la razn, sino la generalidad

    concreta que representa la comunidad de un grupo o de un pueblo. Una suerte de generalidad situada, que slo

    puede ser comprendida dentro del contexto.

    - Tambin en este caso, el mtodo de las ciencias naturales muestra sus limitaciones. La generalidad a la que se

    remite el sentido comn es, en cada caso, la generalidad de lo que se persigue, que se produzca lo correcto, no

    la generalidad de una ley que explique mediante causas el actuar humano. As, el carcter situado del sentido

    comn obliga a las ciencias que se ocupan de lo sociohistrico a desistir de la bsqueda de una ley que explique

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    el funcionamiento de los procesos sociales. En vez de ello, las ciencias humanas se ubican en la estrecha relacin

    del saber de lo humano con los contextos que lo producen y su esfuerzo se dirige a captar las singularidades y a

    comprenderlas ms all de la constatacin de una regularidad.

    - El saber de lo humano y su concrecin ms evidente, esto es, el conocimiento sociohistrico, se estructura de

    manera previa a cualquier pretensin de cientifizacin, no se produce por el seguimiento metdico.

    - La comprensin que se da en la racionalidad prctica puede llamar se situacional precisamente por estar

    referida al ahora de la accin y por incluir simultneamente, los motivos, los fines y los modos de actuar.

    - Lo ms importante segn Heidegger, no es tanto que aqu se de un tipo de conocimiento til o simplemente

    instrumental, sino que en ese tipo de conocimiento las cosas aparecen en su ser. Es decir, que en la

    racionalidad prctica se revela el ser de las cosas, no como una presencia estable sino en el modo de la

    significatividad segn el cual el ser de las cosas se encuentra determinado por la situacin a la cual estn

    referidas.

    - La racionalidad prctica se diferencia de los otros tipos de conocimiento en la medida en que ellos no estn

    articulados a la cotidianidad de la accin humana.

    - La racionalidad prctica no puede ser vista, entonces, como un tipo de conocimiento deficiente por estar

    ocupado en el trato con el mundo. Por el contrario es el tipo de conocimiento en el que las cosas

    efectivamente aparecen para el ser humano, y a partir del cual los otros tipos de conocimiento toman su

    punto de partida.

    - En la racionalidad prctica, el saber social no se plantea primariamente como un problema de control sobre los

    hechos externos, lo que encajara con el modelo de las ciencias naturales, sino como un problema de

    participacin en la vida comunitaria.

    - El conocimiento sociohistrico no se produce por la contraposicin de sujeto y objeto, no busca principalmente

    constantes o regularidades. Contrariamente, es un tipo de conocimiento que se encuentra siempre referido al

    contexto, a las circunstancias; que se estructura en la cotidianidad de la vida compartida y que, por lo mismo,

    implica una dimensin tica.

    - En esto se basa el carcter participativo de las ciencias humanas y la posibilidad de que el criterio de objetividad

    pueda ser repensado. La objetividad de las ciencias humanas es de un tipo distinto al de las ciencias naturales y

    no puede pensarse de espaldas a la racionalidad prctica que tiene que ver con nuestra vida en comn.

    - Ms no se trata de que la hermenutica le plantee algn problema al uso del mtodo cientfico, lo que hace es

    contextualizar su uso en el marco de la comprensin, relativizando as su importancia; el mtodo cientfico se

    entiende como un apoyo en la solucin de problemas interpretativos.

    - La comprensin bsica de la que habla Heidegger es una apertura, por medio de la cual el mundo ocurre para

    nosotros a la vez que nosotros nos comprendemos en l. As, lo familiar de la cotidanidad no es un modo de ver

    las cosas, sino el modo como ocurre lo existente mismo.

    - Al interpretar partimos, entonces, de ese comprender primario en el que siempre nos movemos. Por esta razn,

    el crculo de la comprensin no llega al mismo lugar de donde parte. El asunto, lo que se est interpretando,

    orienta el trabajo de interpretacin provocando la progresiva sustitucin de conceptos hasta dar con el sentido

    ms adecuado, o en otros trminos, hasta entender de qu trata la cosa.

    - Con todo, lo ms importante es que la estructura circular de la comprensin, en Gadamer, se concreta en el

    reconocimiento por parte del intrprete del carcter esencialmente prejuicioso de toda comprensin. Es ste

    carcter el que le confiere al trabajo hermenutico toda su dimensin, pues la labor hermenutica consiste en

    sostener el juego y al tensin que se da entre los prejuicios y el texto, un juego en el cual ni el prejuicio se

    impone al decir el texto ni el sentido del texto excluye las anticipaciones del intrprete. En esa tensin entre

    prejuicio y texto acontece la comprensin.

    - De todo esto se infiere que en nuestra comprensin siempre est presentes las tradiciones, las formas de

    comprender las cosas, de ubicar problemas, de significar el mundo, y esto tambin vale para la interpretacin

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    cientfica de las ciencias sociales. Ahora bien, reconocer la inevitabilidad de los prejuicios nos significa, en ningn

    caso, aceptar acrticamente todas las interpretaciones heredades, ni tampoco aceptar un determinismo de lo

    previo por sobre aquello que se quiere interpretar. Entrar en el crculo hermenutico de manera adecuada

    consiste, como vimos, en explicitar los prejuicios y ganar conciencia frente a ellos en la medida en que son

    confrontados con el texto durante el proceso de interpretacin.

    - El avance metodolgico que representa el concepto hermenutico de texto, entendido desde la estructura

    circular de la comprensin, tiene que ver, justamente, con diferenciar el texto como un producto acabado del

    texto como parte de una elaboracin de sentido que no termina de realizarse nunca. Esto no quiere decir que

    para la hermenutica el texto no cumpla ninguna funcin como punto de referencia: la cuestin es que ese

    punto de referencia hay que considerarlo como parte de un proceso, ms que como una realidad previa a la

    interpretacin.

    - As, las acciones humana, al igual que los textos, se desprenden de sus agentes y desarrollan consecuencias que

    les son propias pues sus significatividad va ms all de las situaciones contextuales en las que adquieren forma;

    su sentido es histrico, y no simplemente contextual.

    - Cada poca entiende un mismo texto de maneras diferentes, porque el texto forma parte del conjunto de una

    tradicin por la que cada poca tiene un inters desde el asunto y en la que intenta comprenderse a s misma.

    No hay superioridad entre las interpretaciones, no es que sea mejor una interpretacin actual que una del

    pasado, simplemente son diferentes.

    - Frecuentemente aceptamos que el seguimiento de un mtodo nos asegura la aprehensin del objeto de

    estudio, sin reconocer que los mtodos deben su validez a determinadas tradiciones, escuelas y formas

    histricas de encarar el mundo.

    - La conciencia de los efectos de la historia es, fundamentalmente, conciencia de la situacin hermenutica.

    - Por ello, es justo decir que la comprensin de un nuevo texto, de otra cultura, de otra persona, afecta la

    generalidad de nuestro horizonte. Estar dispuesto a elaborar un horizonte ms amplio para comprender de qu

    se trata lo que estamos interpretando supone un arriesgar el propio horizonte.

    - As, arribamos a lo que la filosofa hermenutica entiende por interpretacin: la interpretacin es una apertura a

    lo otro, en medio de la cual se devela la estrechez del propio horizonte, a la vez que lo interpretado cobra

    sentido para la situacin histrica del intrprete.

    - Las diferentes interpretaciones de un texto, nos dejan ver que el texto discurre segn la situacin de los

    intrpretes e, incluso, que el sentido de los textos no se encuentra por fuera del lenguaje en el que se da toda

    interpretacin. Es en este punto que el lenguaje adquiere una dimensin ontolgica para la hermenutica. Es

    decir, el lenguaje resulta el mbito en el que acontece la existencia, no solo el medio en el que se da la

    experiencia hermenutica.

    - En este sentido, podemos decir que el nexo entre mundo y lenguaje se da en la interpretacin. Esta, en tanto

    representacin finita, no puede pretender acceder a un universo donde las cosas puedan darse por fuera del

    lenguaje. Esto no quiere decir que el lenguaje comporte una limitacin respecto del trato con las cosas mismas;

    quiere decir, ms bien, que las cosas mismas slo son en el lenguaje. Si es, precisamente, el lenguaje en que se

    da la experiencia humana, el mundo slo se da en la articulacin de las posibilidades finitas de la palabra con su

    referencia a un conjunto de sentido que es infinito.

    - Para concluir, podramos decir que el carcter temporal y situado de oda interpretacin muestra que el mundo

    mismo slo puede acontecer, para el ser humano, en tanto sentido que se despliega una y otra vez en la

    experiencia de cada intrprete. En consecuencia, el lenguaje no nos remite a una estructura estable de las

    cosas, sino que, en l, la infinitud de sentido de lo que es accede a nosotros.

    Horizonte hermenutico de las ciencias sociales

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    - La reflexin de las ciencias sociales sobre sus prcticas y alcances favoreci el hallazgo de tpicos que proceden

    de los planteamientos de la filosofa hermenutica o convergen con ellos.

    - Los elementos uqe acabamos de mencionar muestran que el movimiento actual de las ciencias sociales les

    permite entrar en dilogo con la comprensin que tiene la filosofa hermenutica de lo que es el saber de lo

    humano y el lugar central que en l ocupa la interpretacin, como rasgo constitutivo de la existencia. Este

    dilogo tiene diversos alcances: en primer lugar, le ayuda a los cientficos sociales a redimensionar sus prcticas

    de investigacin y las diversas aproximaciones que hacen para comprender lo que ocurre hoy con el

    pensamiento cientfico; en segundo lugar, le ofrece a los cientficos sociales una gama de conceptos, trminos y

    analogas desarrollados por la filosofa hermenutica que contienen todo un potencial para el abordaje de

    objetos concretos de investigacin. Hablamos aqu de la nocin de texto (para la comprensin de la cultura), de

    la nocin de racionalidad prctica (para la comprensin de los saberes locales, las historias locales y las

    construcciones simblicas), la nocin de dilogo (para el trabajo intercultural) y la nocin de existencia como

    apertura al mundo (para la teora social). En tercer lugar, al considerar que la existencia social est implicada en

    el mundo del cual hace parte, la aproximacin a la racionalidad prctica restituye la centralidad de la facticidad

    humana para el anlisis cientfico.

    - El primer, y tal vez ms importante aporte, que la filosofa hermenutica ofrece como interlocutora en el

    proceso de autocomprensin de las ciencias sociales consiste en una reconstruccin interpretativa de su historia

    reciente. Las prcticas de investigacin de los cientficos sociales, en la actualidad, han tomado forma en medio

    de un movimiento que puede ser entendido como una transicin, como una alejamiento del ideal metdico de

    las ciencias naturales. Dicho alejamiento se configura como la lectura interpretativa que las ciencias sociales

    hacen de su pasado, lo que necesariamente hacen de su pasado, lo que necesariamente se convierte en una

    mirada sobre sus posibilidades histricas en el presente.

    - No se trata de una renuncia al mtodo, ni a la comprensin terica del mundo, se busca tomar conciencia de

    que las teoras y los mtodos heredados de la tradicin hacen parte de una interpretacin y no constituyen

    caminos de acceso a la verdad. El retorno actual de las ciencias sociales a la racionalidad prctica, como el

    mbito propio del saber de lo humano, aparece como un signo de esa toma de conciencia, como una mirada

    crtica sobre la tradicin heredada del modelo de ciencia de las ciencias naturales.

    - En este caso, las verdades a las que arriban las ciencias sociales, como resultado de su trabajo de investigacin,

    dependen de sus propias condiciones de produccin. Aun as, esto no implica subjetivismo; por el contrario, se

    afirma que la objetividad de la vida social se expresa en la racionalidad prctica que subyace a los fenmenos

    sociales, y de la cual hacen parte las prcticas cientficas.

    - Los modelos, teoras, conceptos y mtodos pasan a entenderse como puntos de partida que permiten al

    cientfico social acercarse a las prcticas sociales; los cuales, sin embargo, van transformndose en funcin de

    una comprensin legtima de la vida social.

    - Sin prejuicios la investigacin no sera posible; precisamente, apoyado en sus prejuicios, es que el investigador

    puede acceder, cientficamente, a la vida social que pretende estudiar. De cualquier forma, esos prejuicios,

    como parte del movimiento circular de la comprensin, del cual tiene cada vez ms conciencia el investigador,

    se van dejando atrs, junto con las pretensiones abarcantes y generalizantes de las ciencia que no permiten una

    comprensin genuina de lo local.

    - El carcter interpretativo de las ciencias sociales contemporneas, como lo hemos visto, se orienta en dos

    sentidos; por un lado, como comprensin de la propia manera de realizar la interpretacin de la vida social. Por

    otro lado, como interpretacin del saber local y de la racionalidad prctica que configura la vida social. Estos dos

    sentidos exigen a las ciencias sociales determinar, desde s mismas, su lugar histrico y poltico en la actualidad;

    construir y alcanzar ese lugar en la medida en que ahondan en su autocomprensin.

    - Podemos afirmar que el proyecto de las ciencias sociales tiene que ver menos con fundamentar lo que ha

    perdurado hasta hoy y ms con preguntarse por aquello que ha sido encubierto por las interpretaciones

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    vigentes. En esto coinciden Santos y Bourdieu; las ciencias sociales deben encargarse del curso histrico que nos

    constituye y no slo dar cuenta del presente como una realidad emprica.

    - Las preguntas de investigacin deben articular, entonces, el proceso histrico de elaboracin de sentido de

    aquello que se estudia, y que es previo a su tematizacin por parte de la ciencia, con el proceso histrico de

    elaboracin de sentido de las prcticas cientficas, las preguntas de investigacin no se pueden formular slo

    desde el horizonte de las disciplina, pues el cientfico social debe preguntarse si lo que quiere indagar tien

    significado para la vida social que busca estudiar, antes que justificar la investigacin con la misma lgica de los

    mundos cientficos; es decir si lo que se pregunta es importante o no para los contextos locales que se estudian.

    - La tematizacin del saber de lo humano, por parte de las ciencias sociales, no puede darse de forma aislada a las

    maneras en que la vida social se tematiza a s misma. La formulacin de un problema de investigacin en

    ciencias sociales debe vincular, entonces, las urgencias del presente, expresadas tanto en las necesidades de los

    contextos locales como en los mbitos de problemas que constituyen las tradiciones tericas de las ciencias

    sociales. Pero esta vinculacin slo puede hacerse si, adems, dicha formulacin se realiza de cara a la

    construccin de un proyecto de vida social. As, al construccin de los problemas de investigacin constituye en

    s misma una explicitacin de la propia situacin hermenutica, por la cual el cientfico social cumple una

    funcin no solo epistmica, de produccin de conocimiento, sino tambin poltica e histrica, que permite la

    transformacin de la realidad social gracias a la inclusin de las perspectivas locales en un dilogo orientado en

    este sentido. Se trata, por tanto, de formular preguntas de investigacin que respondan a mbitos de problemas

    claves para la renovacin de la vida social.

    - Las teoras son formas histricas de comprensin del mundo que entran en dilogo con las formas de

    comprensin presentes en las prcticas sociales; ya no pretenden ponerse por encima del mundo social que los

    cientficos estudian. Antes bien, se convierten en modelos interpretativos cuya finalidad no es, principalmente,

    el de ser verificadas o falseadas gracias a los procesos de investigacin o el de orientar los diseos

    metodolgicos; ms que eso, su rol tiene que ver con ofrecer modelos para hacer inteligible la comprensin de

    la vida social.

    - Sin embargo, no se trata de elevar la racionalidad prctica como sinnimo de anlisis social. Para que ste

    ltimo pueda producirse no basta la racionalidad prctica, se deben construir modelos interpretativos, justo en

    el sentido expresado por la concepcin semntica de la teora, que den cuenta de aspectos que no suelen ser

    percibidos conscientemente por quienes estn inmersos en las preocupaciones cotidianas.

    - En tanto modelos de interpretacin, las teoras son histricas, y por tanto, provisionales, lo que no quiere decir

    que sean simplemente descartables. Podra decirse que las teoras son el producto de cada poca. No significa

    esto que todo el acumulado construido hasta ahora deba dejarse sin ms.

    - Se trata entonces, de desmitificar el patrimonio terico visibilizando sus condiciones de produccin y circulacin,

    y explicitando los contextos para los cuales tuvieron sentido y su diferencia con los contextos actuales,

    determinando, a la vez, su importancia para la comprensin de los problemas contemporneos y su capacidad

    para captar lo local. En este sentido, aunque no se puede hablar de teoras sin pensar en ellas como un conjunto

    de conceptos articulado de manera consistente, no es nicamente su consistencia interna la que determina su

    relevancia.

    - No obstante estas distinciones, lo que debe quedar claro es que la teora es un recurso importante dentro del

    proceso interpretativo que est en funcin de la experiencia hermenutica realizada por el investigador social, la

    cual es mucho ms amplia que la teora misma.

    - La cuestin, pues, del lugar que ocupan las teoras en los procesos de investigacin va mucho ms all de la

    enunciacin de un marco terico especfico. Las teoras son, en ltima, recursos que permiten tematizar

    aspectos del mundo, esto es, hablar de un objeto de investigacin. Son ellas las que posicionan qu debe ser

    investigado y qu no, son ellas las que hacen posible una comprensin de las distintas interpretaciones que

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    configuran el mundo social. Pero, en tanto modelos interpretativos, las teoras tambin son relatos, formas de

    ver el mundo tan locales como cualquier otra.

    Felipe Ruiz Bruzzone.

    Estudiante de sociologa, segundo ao.

    Universidad de Chile.

    Noviembre 2013.