la catolicidad en el mundo natural, ensayos históricos, noria

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Ensayos Históricos 2a. etapa, Nº 25, pp. 39-59, 2013 LA CATOLICIDAD EN EL MUNDO NATURAL: EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE LA IGLESIA FRENTE A LOS TERREMOTOS DE 1812 Andrea Noria Escuela de Antropología Universidad Central de Venezuela Resumen: Un Jueves Santo en la tarde del año de 1812, ocurrieron dos terremotos destructores en las actuales regiones venezolanas, que detonaron procesos de desastres con consecuencias dramáticas. En un contexto políticamente convulso, en pleno proceso independentista, con una sociedad fragmentada por los nuevos valores de entender la realidad y una forma de enfrentar la misma que se encontraba condicionada por tres siglos de pasado colonial, el impacto de estos sismos condujo a acérrimas discusiones, muchas de ellas lideradas por la silla episcopal. La presente investigación se fundamentó en ese discurso religioso en torno a los terremotos de aquella fatídica tarde. Palabras claves: Terremotos, desastres, regiones venezolanas, pasado colonial, discurso religioso, 1812. Introducción Un 26 de marzo de 1812, mientras las iglesias se encontraban colmadas de fervorosos creyentes en la tarde de aquel Jueves Santo y el bando de los patriotas se disponía a celebrar dos años de haber iniciado el camino de la separación de la monarquía, las construcciones públicas, eclesiásticas y habitacionales de la Primera República de Venezuela, comenzaron a mover sus cimientos. Y los espíritus de muchos también se desvanecían entre el infortunio. Las paredes temblaban y a los pocos segundos muchas se vinieron abajo; nubes de polvo ligadas con el llanto y la confusión formaron parte, al instante, de aquel cuadro desgarrador; la tierra tembló en distintos focos y dos terremotos fueron los protagonistas de aquella tarde.

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Religión y terremotos de 1812

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Ensayos Histricos 2a. etapa, N 25, pp. 39-59, 2013 LA CATOLICIDAD EN EL MUNDO NATURAL:EL PENSAMIENTO POLTICO DE LA IGLESIA FRENTE A LOS TERREMOTOS DE 1812 Andrea Noria Escuela de Antropologa Universidad Central de Venezuela Resumen:UnJuevesSantoenlatardedelaode1812,ocurrierondosterremotos destructoresenlasactualesregionesvenezolanas,quedetonaronprocesosdedesastres conconsecuenciasdramticas.Enuncontextopolticamenteconvulso,enplenoproceso independentista,conunasociedadfragmentadaporlosnuevosvaloresdeentenderla realidad y una forma de enfrentar la misma que se encontraba condicionada por tres siglos depasadocolonial,elimpactodeestossismoscondujoaacrrimasdiscusiones,muchas deellaslideradasporlasillaepiscopal.Lapresenteinvestigacinsefundamentenese discurso religioso en torno a los terremotos de aquella fatdica tarde. Palabrasclaves:Terremotos,desastres,regionesvenezolanas,pasadocolonial,discurso religioso, 1812. Introduccin Un 26de marzo de 1812,mientras las iglesias se encontraban colmadas de fervorosos creyentes en la tarde de aquel Jueves Santo y el bando de los patriotas se dispona a celebrar dosaosdehaberiniciadoelcaminodelaseparacindelamonarqua,lasconstrucciones pblicas,eclesisticasy habitacionales de la Primera Repblica de Venezuela, comenzarona mover sus cimientos. Y los espritus de muchos tambin se desvanecan entre el infortunio. Las paredes temblaban y a los pocos segundos muchas se vinieron abajo; nubes de polvo ligadas conelllantoylaconfusinformaronparte,alinstante,deaquelcuadrodesgarrador;latierra tembl en distintos focos y dos terremotos fueron los protagonistas de aquella tarde.En medio de las luchas polticas y de un contexto convulso que se debata entre viejos pilares quevenanenprocesodedesgasteylaincorporacindenuevasformasdeentendery organizar el espacio que les concerna, los pobladores de las regiones hoy venezolanas se en-contraron ante un panorama que elev y potenci aquellas condiciones. Efectivamente, cuando para aquel 26 de marzo irrumpieron los nombrados sismos, la capacidad de respuesta ante los eventos se vio superada, sumergiendo no slolas regiones afectadas enruinasydesolacin, sino tambin develando viejos conflictos regionales; el desgaste de un modelo de organizacin; el surgimiento de nuevas formas paradigmticas de entendimiento de la realidad natural; y por encima de todo, y en medio de las crisis de esos esquemas, la continuacin de un pensamiento tradicional que luchaba y reproduca entre el pueblo, sus fundamentos ms profundos. Dentro deesteescenariosurgieronmltiplesrespuestas.Unadeellasfuelaposturadelaiglesia apoyadaenlacatolicidad(entrminosdeFranciscoJosVirtuoso)deaquellasociedad.En estas lneas se parte de la premisa de que ese pensamiento en torno a los terremotos por parte de la iglesia fue un pensamiento poltico, y que esto conduce a entender que la relacin conla naturaleza que se construy durante tres siglos de modelo colonial, fue una relacin poltica en elafndedescubrirypoblar,ascomolaposteriorsujecin,atravsdemecanismosde control, ya propios de la religiosidad, sobre la sociedad. Desde el punto de vista del Estudio Histrico y Social de los Desastres, esta manera de interpretar el mundo natural por medio del impacto de terremotos destructores cobra una nueva perspectivadecomprensinquesecruzaconelanlisisdeldiscursoespecialmentereligioso paralossucesosde1812.Ynocualquiersuceso,sinolossismosenvueltosenlacoyuntura queyaatravesabanaquellasregiones.Ciertamenteelpapeldelaiglesiaenplenoproceso independentistahasidopuntodeabordajedemuchosautores,entreellos,AntonioRamn SilvayEloiChalbaudCardona,congrandesaportesdocumentalesydesdeunaperspectiva historiogrfica ms tradicional; Francisco Jos Virtuoso, con un trabajo extensivo desde el tema delacatolicidadentrminosdelaconstitucindeunasociedadengeneralcimentadasobre las bases de esta religiosidad; Toms Straka, quien ha incursionado profundamente en el papel delospartidariosdelamonarquaenelprocesoindependentista;yRogelioAltez,quienha realizado tambin un gran aporte documental y analtico en torno a 1812, as como contribuido conotrostrabajosmsespecficossobreeldesastrequesedetonaquellatardeylos conflictos en el seno de la silla episcopal. Lo importante de los aportes de este ltimo pensador esqueestnfundamentadosbajoslasmismasconsideracionestericasymetodolgicasen torno al tema de los desastres que se siguen en esta investigacin. ENSAYOS HISTRICOS N 25 40Estudiarhistricaysocialmentealosprocesosdeinterpretacin,queenalgunoscasosgiran entornoaprocesosdedesastres,suponereconstruirunmundo(unahistoria),dondeel desastre(comoproductodeprocesossociales,econmicos,polticosyculturales)eselhilo conductor, por ejemplo (vase Garca Acosta, V., 1996). Pero no se trata del desastre como tal, esdecir,comoevidenciaempricadeesosprocesos,sinodelaproduccinontolgicaque subyace a esa coyuntura adversa y que se expresa, indefectiblemente, en los discursos que se construyeron y desplegaron a partir de ello (y como indicadores al respecto). Los desastres y las ideas De los conceptos en el estudio de los desastres El abordaje de la posicin de la iglesia frente a los terremotos de 1812, se presenta aqu como perspectiva analtica del desastre. La propia idea de desastre ha sido objeto de diversos enfoquesparadigmticosysehaidomodificando,alolargodeunsiglo,entrminosdesu significadodentrodelmbitoacadmico.Unadelasgananciasmsimportantesdesdeestos cambiosinterpretativosysobretodoenlaconfluenciametodolgicaytericadevarias disciplinas,hasidolaseparacinentrefenmenonaturalydesastre.Yanoseubicanenel mismoplano.Sereconoce,entonces,quelosdesastressonprocesosqueevidencian condicionescrticaspreexistentes,productodelaarticulacinentrelavulnerabilidad acumulativa,laconstruccinsocialdelriesgoyalgntipodeamenaza.Esdecir,sonel resultadodelcruceeneltiempoyenelespaciodeunaovariasamenazas(antrpicasude origennatural)yuncontextovulnerable.Estasvariablesadviertenalosdesastrescomoel resultadodeprocesoshistricos,sociales,econmicosyculturales(GarcaAcosta,V.,2004; Altez, R., 2006). Apartirdeestasprecisionesconceptuales,seadviertequelosdesastreselevana nivelesparoxsticosesascondicionescrticasquesedevelanpormediodeellos.Y manifiestan,asuvez,distintasmanerasdeabordarelmundoquelesrodea,desdelas condiciones diferenciales de los grupos sociales. En este sentido, y atendiendo que el tema de estudio apunta hacia la postura de un mbito de la sociedad (el eclesistico en este caso), un aspecto fundamental en el anlisis parte del mundoideacional del mundo de las ideas, como as lo llama Godelier (1989) que supone que toda praxis es social, y que por ende forma parte delarelacinestablecidaentrelanaturalezaylacultura.Desdeestasplataformas,la catolicidad, entendida, de acuerdo con Francisco Jos Virtuoso, como un modeloglobal de relacionessocialesypolticasdondeelvnculoentreloscomponentesdeesasociedadyla obedienciaysumisinalasautoridadesestnorientadasporunmododeentenderel Catolicismo ENSAYOS HISTRICOS N 25 41(2001: 14),despliega estrategias de recuperaciny sujecin en trminos de las ideas, en ese afn de mantener su control por medio de experiencias traumticas. Esa parte ideal que tambin es propia de los procesos de desastres, ensea siempre las esquematizaciones culturales con las que se comprendey abordaa la naturaleza.Enel caso delosterremotos(ycuandostoscontribuyeronaldesenlacedecoyunturasdesastrosas (Altez,R.etal.,2005),nosloseestremecilatierra,sinotambinlasconcepcionesylos fundamentos de la sociedad.Eneste sentido, Disasteroffera lens throughwhich to view the relationshipbetweentheideologicalandthematerial.Culturalperceptionofenvironmental hazards,dramaticevents,andmortalitytellmuchaboutideologiesofhuman-earthlyand human-supernatural relations.1 De esta manera, los desastres pasan a ser la expresin paroxstica de los procesos que cimientan contextos vulnerables, los cuales, al mismo tiempo, van construyendo socialmente el riesgo(sobreestetemavaseGarcaAcosta,V.2005:11-24)ypermitenque,enestecaso, determinadosfenmenosnaturalesobienfactoresantrpicosexternos,seconviertanen amenazas bajo esas condiciones (que pueden ser econmicas, sociales, polticas, entre otras).Estasmismascondiciones,asuvez,incrementanpaulatinamenteeneltiempoyenel espacioalavulnerabilidad,queformapartedelacapacidadderespuestadelassociedades antedeterminadosagentesexternosylasprobabilidadesderiesgo.Enestesentido,las condiciones de vulnerabilidad o los contextos vulnerables son los que permiten la ocurrencia de un desastre, en su conjugacin con una sociedad en riesgo y una amenaza. La vulnerabilidad se observa como una condicin inherente a los contextos espacio-temporales, que pueden ser atendidos a partir de condiciones especficas. Por ello, se han definido distintos tipos de vulner-abilidadqueseagrupanenlallamadavulnerabilidadglobal:vulnerabilidadfsica,econmica, social, poltica, tcnica, ideolgica, cultural, educativa, ecolgica e institucional (Wilches-Chaux, G., 1993). Sobre las fuentes de informacin y su anlisis:consideraciones metodolgicas Conductas, desempeo y actuacin de diversos sectores sociales durante y despus del sismo, la toma de decisiones y la reconstruccin, el 1Losdesastresofrecenunlenteatravsdelcualobservarlasrelacionesentreloideolgicoylomaterial.La percepcinculturaldelasamenazasambientales,eventosdramticosylamortalidad,dicenmuchosobrela ideologa de las relaciones entre los humanos y la naturaleza, as como entre stos y lo sobrenatural (Traduccin propia) (Oliver-Smith, A. y Hoffman, S. M., 2002: 11). ENSAYOS HISTRICOS N 25 42manejodelainformacinalrespecto,ascomoesasmismasexperienciasarticuladasconla manera en que se registranyexplican dichos fenmenos, son partede las manifestacionesy prcticasquesetomanencuentaalahoradelestudiodelasestrategiasadaptativasylos contextos vulnerables ante fenmenos potencialmente destructores. Separtedelentendimientodequeestasrespuestasenlosprocesosdedesastresse agrupanendostipos.Porunlado,seencuentranlasaccionesoficialesoformales (institucionales,provenientesdeautoridadesreconocidas,etc.),lascualesestnenfocadasa atenderlarecuperacindeloafectadoyatomarmedidasconrelacinalretornoorepeticin del fenmeno. Y por otro lado, estn aquellas respuestas que se derivan de los distintos grupos sociales(engeneraloenparticular),alahoradeenfrentarsituacionesextremas,lascuales completanelcuadrodeldesastres(ensuantes,duranteydespus).Paralosobjetivos propuestosenlasiguienteinvestigacin,esasdiversasfuentesdeinformacinseencuentran vinculadas al mbito eclesistico, a la manera en que este sector tan importante de la sociedad reaccionfrentealosterremotosde1812.Esdecir,correspondeainformacionesoficiales dentro de la jerarqua eclesistica y dentro de la catolicidad en general de la sociedad de aquel entonces. Paraefectosnetamentemetodolgicos,lainvestigacinpresenttresdivisionesensu problematizacin.Seabordelestudiomarcandounantes,unduranteyundespusdel desastre.Estadivisinnosepresentademaneradesarticulada;porelcontrario,setratade unaabstraccinmetodolgicaquepretendecontribuiralacomprensindeprocesos estructuralesprofundos(sociales,culturalesy/osimblicos)quemarcanydeterminanla experienciadelossereshumanosenelpasado,sinqueseentiendacomolas partesdeuna totalidadqueestninterconectadasdentrodeunsistemacoherentedesdeunaperspectiva funcionalista,enlacualesesistemasevealteradoporfactoresexternos,puessetratade procesos,yentantoquetales,susdinmicascoyunturalesdependendefactoresinternosy sus conexiones corresponden a procesos dialcticos. El bculo, la grey y los designios del seor El pensamiento tradicional frente a la naturalezaEnelcasodelaatencinalanaturalezacomomediodeproduccin,comoentorno ambiental,ocomofuentedeamenazas,laculturaoccidentalconstruyunmarcodiscursivo caracterstico con la Ilustracin, la modernidad y el romanticismo decimonnico (quizs en ese ordentemporal),conelcualcomenzaobservarladeunamaneradiferentealaquehasta entonces haba articulado en su forma de comprensin de la misma. ENSAYOS HISTRICOS N 25 43Cuando en el siglo XV comenz el proceso de expansin europea, las sociedades occidentales iniciaron un desarrollo tcnico fundamentado en el orden, el poder, el control y la previsibilidad, adecirdeWaalMalefijt(1983)elprocesoderigurosasistematizacindelarealidadquese apoyen el afnde medir, calculary estimar(Crosby, A., 1998).Estos fueronlos pasos ms claros dentro del cambio paulatino que signific el cambio de una idea del mundo natural de la manodelasconcepcionesdelaantigedadclsica,obienlacivilizacingriegaeinclusola filosofa renacentista a una lectura moderna de la misma. Pero que convivi con la mentalidad tradicionalenpalabrasdeElasPinoIturrieta(1984)fundamentadaprincipalmente,enla escolsticaconmirasenlafsicadeAristteles,fsicacircunscritaatravsdedosvas:una tomistayotraescotista,ltimocaminoquesedivulgabaenlasctedrasdirigidasporlos franciscanos, en el caso de los territorios hoy venezolanos (Straka, T., 2007). En este sentido, es para el siglo XVIII cuando la representacin de la visin moderna de la naturaleza en el imaginario de las sociedades comienza a consolidarse. Esta perspectiva se asentapartirdelpensamientoanalgico;yano,ciertamente,entrelanaturaleza macrocsmica y el hombre microcsmico (como sucedi con los griegos), ni entre la naturaleza comoobradeDiosylasmquinashechasporelserhumano(fundamentodelavisin renacentista), ahora es por analoga entre los procesos del mundo natural (como lo abarcan los cientficos)ylasvicisitudes delos sereshumanos (como lo abarcan los historiadores) (Collin-gwood, R., 1950). Dentrodeesteprocesodetransformacin,elpensamientotradicionalestaba determinadodeacuerdoalosprincipiosemanadosporlaescolstica,comoyasedijo,cuya extensin cobra forma en los principios del cristianismo y en la filosofa griega. Esteambiente ideolgicodeacuerdoalconceptoqueBajtn(1982)manejaalrespectonosloimplicla basedeloquesepensaraenlaposteridad,sinoqueademscorrespondeaunadelas formas esencialespara el entendimiento del cosmos dentro de lo que sera la historia general de las civilizaciones, particularmente la visin de Occidente (Straka, T., 2007: 148). EstamismavoluntaddeDios,productodeaquelpensamientotradicional,requiri, paulatinamente,dereferentesconcretosyterrenalesquepermitieranmantenerlos lineamientos polticos y econmicos que Dios les haba determinado (Ibdem). Pues el acto de ocuparmaterialysimblicamenteunespacioimplicabaelderechodegobernaryextenderla justiciaenelnombredelosreyescatlicos(losvicariosdeDiosenlatierra);actuacinde posesin que, a su vez, condujo a la cristalizacin de una idea de orden (Leal Curiel, C., 1990) ENSAYOS HISTRICOS N 25 44Demaneraqueelordendelassociedadesquemediabalalgicasocialyconellolalgica natural estaba, antes del advenimiento de la modernidady los lineamientos de la Ilustraciny elEnciclopedismo,sumergidoenelmundoreligioso.Desdeallsecomprendanyse explicabantantolavidacotidianacomoaquellosfenmenosquetrastocabansumundo,en estesentido,losfenmenosnaturalesrepresentabansucesospoderososeincontrolables. DurantelossiglosXVIIIypartedelXIX,estaconcepcinsemantuvofundamentadaenla premisa de que Dios produca todas las causas y todos los efectos. Lo religioso se eriga, a la vez,comounmecanismoatravsdelcualsehacaposiblecontrarrestarlafragilidaddela sociedadfrentealasfuerzasdelanaturaleza(Jurado,J.C.,2004:s/p).As,la responsabilidaddelosfenmenosnaturalesrecaaenlamximadivinidad,cuyavoluntadal respectosehallabaarticulada,asuvez,conlosactosdelosindividuosenlatierra.Este mundo, simblicamente estable, pues, sin duda funcionaba, fundamentaba la lgica natural en los preceptos de la institucin que administraba el saber sobre estos fenmenos y las acciones de Dios: la Iglesia (Altez, R., 2009b; 2006). Aquellos elementos terrenales delos que necesitaba apoyarse la mentalidad tradicional se sujetaron a la variable razn, de la cual pregonaba el discurso ilustrado, en trminos de una vinculacin conectada con los referentes del modelo colonial (el cual se estaba desmoronando pero que sigui siendo el pinculoorganizacional del momento) para poder incrustarse en los nuevosimaginarioscolectivos.Enefecto,larevelacindivinadeldogmalecedaahorael pasoaldogmadelarazn,perodeunarazndivinizadaqueprocedadelmismoespritude sacralizacin (Harwich, N., 1991: 275). Por ello, se comprende que el pensamiento tradicional paraprincipiosdelsigloXIX,significunamaneradeconcebirelmundo,fraguadadesde antiguo y compartida por las mayoras (Pino Iturrieta, E., 1984: XI). Elfactorquepermitiraesavinculacinsedejaentreverenlosderroterosdelanueva representacinilustradadelanaturaleza,entantoquenocabradudadelacreenciadesu origendivino.ElfinltimodelascausasyefectoscontinusiendoDios,auncuandose mantuvoconrespectoalosaspectosformalesdeladefinicinperse(lanaturalezaesuna creacindivina),peroenunaconsiderablevariacindeacuerdoasuscontenidos(Silva,R., 2008). Noobstante,elprocesodecambio,conelcualsecomenzesteapartado,enel entendimiento del mundo que se comenz a expandir a partir del siglo XV, realmente se dio de manera paulatina, y la sociedad en general se encontr inmersa en la continuidad de una forma comnderelacionarseconelmundoqueestabaenmarcadaenelcatolicismo,msallde unos pocos que como Pedro Rodrguez de Campomanes, ENSAYOS HISTRICOS N 25 45Benito Jernimo Feijoo, Jos Cadalso, AntonioCavanilles, JuanMelndezValdez, Gaspar de Jovellanos,PablodeOlavide;obienapartirdelosprincipiosfsico-matemticosdeNewton, las leyes de Keplery el sistema copernicano,las teoras qumicas de Stalh, DavyyLavoisier, lasopinionesdeFranklin,Volta,BrissonyHumboldt,ylaexaltacindelaelectricidadyel galvanismo, fueron indicadores de esa ideologa modernizante. Contodoyesto,yadesdemediadosdelsigloXVIII,enEspaasedespliegaun movimientointelectualreaccionarioencontradelaIlustracinyelEnciclopedismo.Entresus representantes se encontraban Fray Fernando de Zeballos, el padre Antonio Jos Rodrguez y FernndezdeValcarce.Sudiscursosefundamentenelparadigmamtico-sobrenatural, dondeaquellosmodernos,herejespordems,resultaronlapersonificacindelmalencontra delas fuerzas del bien dela religin catlica,alterando con ello el ordende Dios enla Tierra (Virtuoso, F. J., 2001: 132). Los prevaricadores y el castigo divino Paraelcasoquenosconcierne,setienequealas4.07minutosdelatardedel26de marzode1812,elrelojdelacatedralsedetuvo,indicandoconelloelinicioylafuerzadel temblor. La ciudad de Caracas, que pocos meses antes haba declarado la independencia y la soberanaabsoluta,queddesvastadayjuntoconellaLaGuaira,Macuto,Maiquetaycasi todoelLitoralCentral;Barquisimeto;SanFelipeydemslocalidadesdistribuidasalpiedela serranadeAroa;ymuchosotrospueblosintermediostambinobservarondespavoridosla cada de sus iglesias y sus casas. Una hora despus, a las 5:00 de la tarde, la ciudad de Mri-dayelpueblodeTabaytambinfueronelescenariodeotroterremotoquenoslosetrajo consigoparedesytechos,sinoqueademsenterrentrelosescombrosalobispoSantiago HernndezMilans,elevandoeldesconsueloyelterrorentresuslugareos,conflictos ideolgicos que marcaron los desenlaces de aquellos eventos.2 Las implicaciones desde 2Lainvestigacindocumental(derecientedata)fuelaquepermitidefinirlaexistenciadedosterremotosaquel Jueves Santos. En efecto, a partir de 1996 se realiz la primera produccin sobre 1812 que permitira dar cuenta posteriormentedelosefectosdeltemblorenelflancosurandinovenezolanocomodistintosalosefectosen Caracas, el Litoral Central y la Serrana de Aroa, a travs del trabajo realizado por Rogelio Altez llamado Efectos del terremotos de 1812: Extractos de fuentes documentales, en el marco del Proyecto Estudio de neotectnica y geologadefallasactivasenelTringulodeFallasBocon-Valera-OcaAncn,conducidoporlaFundacin VenezolanadeInvestigacionesSismolgicas(FUNVISIS).Estainvestigacincondujoalautorapresentarlas novedosas ideas en las en las Primeras Jornadas Venezolanas de Sismicidad Histrica, llevadas a cabo en Trujillo paramayode1997.Luegodeestoeldebatequedaraenlapalestradentrodeuncorpusmultidiciplinariode investigadores y de all en adelante se desarrollaron ms investigaciones al respecto y en especial por Altez para secundar esas primeras observaciones. Entre esos trabajos de dicho autor se cuentan: Cronometrizacin ENSAYOS HISTRICOS N 25 46lacatolicidaddelosvasallos,laposicindelaiglesiaylabeligeranciadelospatriotas, condicionaron ese pensamiento tradicional y religioso frente al mundo natural. La conviccin de aquellos catlicos, en especial de los eclesisticos y sus feligreses, en su mayora partidarios de la causa de Espaa, estaba sujeta a esa mentalidad tradicional que enaquellosprimerosintentosrepublicanosseextendaalamayoradesusvasallos.Esta manera de identificar al mundo que les rodeaba se apoyaba en el orden de Dios en la tierra. Losfactoresdinmicosquesegestaronenelsenodelassociedadesamericanas durantetressiglosdepertenenciaalimperioespaol,seconstruyeronatravsdela articulacin de los intereses propios de estas sociedades y los intereses de la metrpoli para de esamaneraconformarloqueseraelnexocolonial(CarreraDamas,G.,1997;1983;1970), conducido por la nocin jerrquica de orden, cuya fundamentacin religiosa se sostuvo a partir de Dios como creador del orden universal (Silva, R., 2008). Necesariamente justoy bueno, este orden se trasladaba, en un principio, a partir, como bien lo seala Toms Straka, de lo trascendente y sobrenatural para emplazarse en el mundo natural y sociopoltico. Es por ello que el desacato en cualquiera de sus variables implicaba un castigo.Yalcorresponderse,ademsporseremanadodeDios,conlasestructurasdelas sociedades (polticas, sociales, econmicas, culturales y simblicas), los pecados en el mundo terrenal que afectaban el equilibrio de dicho orden deban ser expiados a travs del castigo. De maneraque,Si,undelitopolticopodaserunpecadoyunpecadopodallevaraun desastreproducidoporuneventonatural(Straka,T.,2007:126).Ciertamenteesafuela manera de interpretar a los terremotos del 26 de marzo de 1812 por parte de la iglesia, y as se lo transmitieron a su Grey. El mximo representante de esta institucin religiosa en aquellos territorios, el arzobispo deCaracasdonNarcisoCollyPrat,dioelejemplodelafilosofadelaIglesiafrenteaaquel fenmeno natural y frente a la naturaleza en general. As, el arzobispo en su pastoral dada el 1 de junio de 1812, manifest que: extempornea: los sismos del 26 de marzo de 1812 en Caracas y Mrida (1998); Terremotos confundidos: los sismos del26demarzode1812enCaracasyMrida(2000);yLossismosdel26demarzode1812enVenezuela: nuevos aportes y evidencias sobre estos eventos (2005). Para el caso especfico de Mrida estn los trabajos de JaimeLafailleyCarlosFerrer:ElterremotodeljuevessantoenMrida:ao1812(2003);yElterremotode Mrida de 1812: escudriando entre las pginas de una novela inconclusa en busca de informacin acerca de una historia real (2005) ENSAYOS HISTRICOS N 25 47Noeslanaturalezacomoelimpofilsofooslapinta,nicomoelfatuomaterialistaselaquiere figurar.Nohay,nounamateriaeternaeimproducta:todocuantoexisteesobradelSupremo Artfice, y ste sin abandonar ninguna de las cosas que cri con slo el imperio de su voz, influye inmediatamente en su conversacin, direccin y aplicacin(Narciso Coll y Prat, 1812, en Altez, R., 2009a: 305). Porque a fin de cuentas: Elfilsofoilustradonuncadesconoceestasaccionesdelacausaprimera:elfsicoreflexivoyel profundonaturalistaadmiranentodoslosefectosnaturalesunamanosuperior,ysiempre extendida que los regula; una mano benfica que los diversifica ; una mano poderosa y paternal, quesinhabersecansadoenelactoportentosodelacreacinprimitiva,dirigesinintermisinla mquina celeste y terrestre, y da a conocer que no hay ente alguno independiente que pueda obrar por s mismo sin el impulso, sin la permisin o contra la voluntad de su creador. (Ibdem: 305). Esa naturaleza con su propio curso se sostuvo bajo aquellas palabras, especialmente en loreferenteasusfenmenos,aloscualeslosreconoceradentrodelequilibriodelmundo natural,noobstanteello,mantuvoque,comopartcipesdelordendivino,respondanalas acciones de la causa primera. Dicha pastoral fue publicada a raz de su peticin al arzobispo porpartedelSecretarioInterinodeEstado,AntonioMuozTbar,encomunicacindel4de abrilde1812,conlafinalidaddequeleexplicasealpueblo,vehementementecatlico,lo cotidianodeloseventosdeaquelJuevesSanto.Unosdasantes,elCongresoextendiuna proclamaenlaquedejabaentreverlanecesidaddeaproximarvnculosideolgicosconla iglesia,al tiempo que no esconda su discurso estratgico en clave de convocatoria general a hacer odos sordos a las incendiarias acusaciones que muy pronto lanzaban desde los plpitos los curas adeptos a la monarqua: LaReligin,nicoapoyodel hombrelibro yvirtuoso,debe serelrecursode todoslos corazones venezolanos;perosinquelasupersticinolaignoranciaatribuyanlosefectosnaturalesdela creacin a las opiniones polticas, que no atacan la integridad de la fe, ni la pureza del dogma. En estos principios debe fundarse el herosmo que nos ha de hacer superar los sentimientos naturales del dolor y la ternura, para no atender ms que a salvar la Patria, nico objeto de nuestros votos y lonicoquepuedacompensarnoslasdesgraciasindividualesquehayamossufrido.(Textos oficiales de la Primera Repblica de Venezuela, 1959: 225). Msdirectayentonodeclaraautoridadpblica,lasolicitudalarzobisposugerala misma idea de la proclama.Una vez ms,y con slo la accinde la solicitud por parte de un miembroimportantedelarecinproclamadaRepblicadeVenezuela,quedclaroqueel bculo de la iglesia era el pilar moral de aquella sociedad, y con ello, la organizaba. ENSAYOS HISTRICOS N 25 48EntendiendoelRespetablePoderEjecutivoFederalqueenmuchosdelospueblosdela Confederacinsehainterpretadogroseramenteelsucesonaturalycomundel26demarzodel ultimo,comouncastigodelaProvidencialoslibertadoresdeVenezuelasembrandola supersticinparaelrestablecimientodesufiguradoMonarca,memandaosencargue,M.R.Ar-zobispo,deisluzunaPastoraldirigidatodoslospueblosvenezolanos,demostrndolesque dicho suceso no ha sido, sino un efecto tan comun en el orden de la naturaleza, como el de llover, granizar,centellear,&c.quelomshabrservidodeinstrumento,comopuedenserlos extremosdelosdemas,laJusticiaDivinaparacastigarlosviciosmorales,sinquetenga conexin alguna con los sistemas y reformas polticas de Venezuela. (Antonio Muoz Tbar, 1812, en Altez, R., 2009a: 297).A lo que el arzobispo respondi, en comunicacin del 10 de abril de aquel ao que: Muy bien s que llover, granizar, centellear y temblar la tierra, son efectos de las causas naturales, mastampocoignoro,ynohayquiendudequeelSoberanoAutordelanaturaleza,gobernando, dirigiendoyremoviendosusagentes,losempleaparacastigarlosviciosyhacervolveralos prevaricadores al corazn. (Narciso Coll y Prat, 1812, en Altez, R., 2009a: 298). De esta manera, los fenmenos naturales desde el mbito eclesistico e incluso para los simpatizantesyactoresdelacausapatriota,tienendoscausas,aquellaprovenientedela naturalezacomoentequetieneunadinmica;yporotroladounacausamoral.Para representantesdeaquelmbitoreligioso,estaltimacausafue,endefinitiva,eldetonador delespantosoterremotodel26demarzo(Ibdem:302).Yparalosrevolucionariosde conviccin y muchos de ellos catlicos de corazn, esa causa moral, que si bien es posible que se hayavisualizado en los eventos de aquella tardedel Jueves Santo, tiene que verms con los vicios morales que con los sistemas y reformas polticas de Venezuela. Entendiendoentonces,queesacausamoralfueronlospecadosdeaquellasociedad (bienseanporquesehabanseparadodelametrpolisydelrey,losgarantesdelordende Dios en la tierra; o bien porque correspondan a los vicios en general de aquel pueblo),y que como institucin legitimadora de un orden moral, la iglesia extendi el sentido de culpabilidad a aquellosprevaricadores,laexpiacindelosmismosenlosdassubsiguientesaloseventos desastrososfueotravariablemsquediocuentadelamaneraenqueelpueblointerpreta los terremotos, guiados por las figuras, para ellos, competentes. As,entrelasruinasyladesolacin,loscurasrectoresdelasiglesiasdevarias localidades afectadas se dieron a la tarea de explicarle al arzobispo de Caracas las averas de susrecintoseclesisticos;exponiendonosolamentedeterioros,rajasyresquebraduras, tambin afectividadesy cosmologas frente al desgarradorcuadro que se presentaba antelos ojos ENSAYOS HISTRICOS N 25 49deaquelloscrdulosysorprendidosvasallos.Yesquetantofueelhorrorexperimentadoy tanta la destruccin material y las prdidas humanas que definitivamente, ante la conciencia de algunos eclesisticos, se crea que era el ultimo de nuestros dias (Juan Joseph Guzmn, 1812, 19 de abril, en Altez, R., 2009a: 82).La variable que result recurrente gir en torno a los mecanismos a travs de los cuales los prevaricadores pagaran sus pecados, y calmaran las furias de la Divina Providencia; y en relacin con la dialctica de ese cuadro se presentaba la misericordia de Dios en medio de tantos peligros en el mismo evento a partir del cual castigaba a sus vasallos. Entrelosvariosejemplossobreloexpuesto,setienequeelmismoterremotoabati los edificios de este valle [Choron] en cuyas ruinas habramos sido sepultados todos si Dios no hubiese cuidado de manifestarnos su misericordia permitiendo, que aquel asombro solo durase tres minutos,sinqueperecieseningnviviente.(SebastinBuenoaCollyPrat,1812,28de marzo,enAltez,R.,2009a:113).ElDiospiadosoycompasivoquesereflejabaenlas afectividadesdelcleroparaaquelmomentocondujoaqueseextendieraunsentidodeculpa enlosfeligresespecadores,enelpueblo,ydeallqueellosmismosexclamasenporlos medios para mitigar aquellos sentimientos pecaminosos. Por ello, por ejemplo, el cura interino delaiglesiadeBarquisimeto,AntonioBasiliodelaSierra,sealque:Noescreiblelos lamentosdelvecindario,queunosquebradosheridos,moribundosysumergidosentrelas ruinas de las tapias y maderas imploraban el Socorro espiritual (AAC-Venezuela, Apndice de Parroquias, Antonio Basilio de la Sierra a Coll y Prat, 1812, 25 de agosto: Carpeta 148). Enestesentido,laseguridadqueproporcionabalaSantaFeCatlica,atravsdel mximo representante deDios enla tierra, laiglesia, se encontrabalejos de ser cuestionada. Noimportabasielimpactodelosfenmenosnaturalesdejabaalgunosmuertos(encasode que no los dejase, como se observ en la cita anterior, resultaba una prueba de la compasin de Dios) o destrua gran parte del sectoreconmico, lo cual ocurra. Las formas en las que el Seorhaca supresenciaen la Tierra, cuando fuese necesario, nopodan serdiscutidas. Por ello,lamejormanerademanteneryreproduciresaconfianzaerainvocandolasgraciasdel Seoratravsdelasrogativas:misas,oraciones,vrgenesypatronasquerecorranlos senderos de Dios en la tierra. Estos mecanismos resultaron ser procesos de expiacin a travs deloscualeslaiglesiagarantizabalarestauracindeldoselsagradoenloscorazonesde aquel pueblo insurrecto: Alintentoleshecho[deexcitarsusmovidoscorazonesalapenitencia]ycontinuarhaciendo misiones con rogativas pblicas para hacerles ver las ENSAYOS HISTRICOS N 25 50misericordias que Dios ha usado con nosotros, y que no hay otro medio de aplacarle, que el horror al pecado, y la enmienda de las costumbres. (Ibdem). De modo que, a pesar de los escombros y las ruinas, y en muchos casos el inacceso a lascasasdelSeor,loscurasrectoresselasarreglabanparallevaracabosusoficiosy brindarleslaoportunidadderedencinasusvasallos.Unejemplodeellosepercibi claramenteenlaparroquiaLaCandelaria,dondeluegodelaruinadelaiglesiadeaquella localidad, se instaur una iglesia provisional en un caney: En ella se h exrtado al pueblo todo este tiempo aplacar la ira de Dios haciendo frutos dignos de penitencia, en los das subsecuentes al terremoto cant las dos misas dispuestas por Vuestra Seora Ylustrsima una rogativa aplicada por todos los que se hallaron enfermos y otra de funeral por todos los difuntos que con aquel motibo perecieron, haviendo avisado antes al pueblo para su concurrencia ambas funciones(Joseph Antonio Montenegro a Coll y Prat, 1812, 16 de mayo, en Altez, R., 2009a: 100). Semantenanlasrogativas,ritosyactosreligiososparaencontrarlosmediosms eficaces, segn su lgica, de luchar y evitar la ruina total de los pueblos afectados. Elprocesohistrico,cultural,simblico,social,econmicoypolticoaflorado dramticamenteenaquellascircunstancias,dacuentadequeestasociedadnocontabacon lasherramientasnecesariasparateorizarsobrelanaturalezadeotramanera.Nopodra llevarse a caboel proceso deobjetivacin dela misma, ni mucho menos sobre el impactode algneventonatural.LosdesigniosdeDioseranlavaatravsdelacualeraposible adentrarseenelmundonatural.Deesamaneraselea,explicabaeinterpretabalarealidad (Altez,R.,2006).Lacotidianidaddeestasociedad,entonces,estabaguiadaporunarelacin cultura-medio ambiente donde la explotacin de la naturaleza se fraguaba a partir de la figura deDiosyennombredelrey(vaseAltez,R.,2009b).EstosdesigniosdelSeorresultaban mermados y sobrellevados a partir de rogativas, romeras o novenarios, dada la inoperancia delosremedioshumanospararestablecerelcursonormaldelanaturaleza[lacualera poderosaeincontrolable](Jurado,J.C.,2004:s/p).Estoeraasenelcontextodelaso-ciedad colonial, y para principios del siglo XIX ese nexo distaba mucho de ponerse en duda por partedelamayoradelospobladoresdelasregioneshoyvenezolanas.Deigualmanera,y quizs uno de los aspectos ms importantes de este proceder eclesistico frente a los eventos de aquella tarde del Jueves Santo de 1812, es que precisamente la postura poltica que tom la iglesia frente a aquellos terremotos y el proceso de desastre que se deton es la del castigo, la expiacin y la penitencia frente a los pecados polticos de la sociedad de aquel entonces como la causa moral ENSAYOS HISTRICOS N 25 51(clarolodejelarzobispoCollyPrat)delosterremotosymsdeldesastre(distincin que se lea entrelneas en las comunicaciones del mximo representante). A la par que la iglesia extendi y continu en ltima instancia los valores religiosos dentro delaconcepcindelanaturalezaengeneralymostrarazdelosterremotosde1812la influencia moral, ms quela institucional,que ejercaen los pobladoresdeaquellas regiones, enparticulardelasmsafectadas,seensetambinlaconfluenciaenaquelambientede otra mirada que busc explicarlos eventos de aquel Jueves Santo desde los fundamentos de unacomprensinmoderna,alejadadelpensamientotradicionalhastaeseentonces hegemnico.Y en trminos dialcticos,yen tanto que partcipes de procesos ms profundos, estecambioconceptualdeunospocos,tambinfueelmeollodeladiscusinmoralistade algunos miembros de la iglesia catlica. En efecto,esta mirada incipiente, si bienno dominante, tambin jug un papelesencial paraposicionarlaperspectivadelmbitoeclesisticoalrespecto.Enestesentidoyparaese momento,laconfrontacinpolticaseconjugparaquelanaturalezafuerapartcipede acrrimasdiscusiones.Parecaclaroqueparalosllamadosrealistas,laescolsticaylasilla episcopal eran proporcionalmente directas con la afeccin por parte de regiones insurrectas al rey(elvicariodeDiosenlatierra)antelosterremotosocurridos,esefueeljustocastigode aquellospecadores,poresaraznlasregionesqueseampararonbajolalealtadalorden colonial no se vieron afectadas (Coro, Maracaibo, Angostura, por ejemplo). Enestesentido,desdeelbandodelospatriotassusplanteamientossetrasladaron tambin al mundo natural y ya no slo al sistema poltico, histrico y social. Y se conjugaron, en el tiempo y en el espacio, para dar cuenta de la lucha incesante por la ruptura de un orden que para gran parte de la poblacin resultaba simblica e ideolgicamente hermtico, en el cual la naturalezaeracarentecomotaldedivinidadperoapesardeelloerasacraensus fundamentos,obradeDios,creadordeluniversoydelordencsmico.Laotramirada,porsu parte, englobaba a la naturaleza como parte de una dinmica racional, cientfica, alejada de las bases del catolicismo, esa naturaleza era lgicamente benigna, las condiciones humanas nada tenanqueverenesanaturalezaens.Yestasconsideracionesseevidenciaronconlos terremotos de 1812. En el fanatismo y la ignorancia se fundamentaron las acusaciones de aquel grupo que se opuso contundentemente a explicar el impacto desastroso de aquellos terremotos como castigo por el sistema poltico instaurado, por las nuevas ideas y por la osada de revelarse contra una maneradehacer,organizarypensarelmundo.Esacorrientetradicionalseempeen adjudicarle a aquellos eventos los flagelos del Cielo, la ira ENSAYOS HISTRICOS N 25 52deDiosporlapetulantepretensindelospatriotasdelibrarsedesunexocolonialconla monarqua,opininpblicaquenotuvoinconvenientesencalardentrodeunaorganizacin catlica compartida por la mayora, por lo que los disidentes de aquel pensamiento se vieron en la necesidad de combatir a un mismo tiempo contra las adversidades de la naturaleza, de la polticaydelfanatismoreligioso(AFB-Venezuela,C-13,JuanGermnRoscioaLuisLpez Mendes,1812, 9 de abril: f. 100); y de esa manera lograr definir elCatolicismo republicano, en palabras de Virtuoso. Para ellos, si el vasallaje de Fernando VII iba de la manode la interpre-tacindelosterremotos,entonceslamismatenaqueserfalsa,pueslareligindebeestar, inexorablemente, al servicio del hombre libre y virtuoso (Virtuoso, F. J., 2001: 92), destellos de esepensamientoliberalqueyaparaesapocasepuedenencontrarenalgunosdelos exponentes del movimiento independentista. Por otra parte, un captulo crucial en la postura que tuvo la iglesia frente a los terremotos de1812,tienequeverconlapuestaenevidenciadeviejasrencillasregionales,lascuales aprovecharonlacoyunturaylacatolicidadparaavivarlas,comoladeMrida-Maracaibo,que yadesdeprincipiosdelsigloXIXhabacomenzadoaintensificarseyconlossucesosapartir de1808y1811estabanideolgicamentevulnerablesantefactoresexternos.Lasacrrimas discusiones giraron en torno al control geopoltico y a los intereses territoriales (con rivalidades quepuedenremontarsehastamediadosdelsigloXVII,porejemplo),yenestecasose concentraron en torno a la disputa por la sede del Obispado, cuya silla episcopal fue colocada en Mrida desde su creacin en 1778. Los hechos de 1812 sirvieron, entonces, de bisagra para quequedaraenlapalestranosloelpensamientotradicionalentornoalanaturaleza,sino tambin cmo este desastre detonado porfenmenos destructores influy enelpapel poltico de la iglesia frente a la emergencia de rdenes distintos a los de su filosofa. Los conflictos que sevivanporentoncesciertamentepermitieronquedicharivalidadafrontarasupuntoms lgido. Esta pugna regional se haya bastante documentada en los trabajos de Antonio Ramn Silva (1909) y Eloi Chalbaud Cardona (1968); y manejada desde el estudio de los desastres a partirdelterremotodeMridade1812eneltrabajodeRogelioAltez(2012;2010).No obstante, su direccin es decisiva en el entendimiento de la postura poltica de la iglesia frente alostembloresyalanaturalezaengeneral.Sibienesciertoqueaquellascircunstancias fueronaprovechadasporlosmarabinosparadesprestigiarvehementelaciudaddeMrida,y se intensificaronyexagerandolos efectos de lo ocurridoaquel JuevesSanto, tambin resulta claroquemsalldeello,lascomunicacionesendisputareflejaronlaposturadelos eclesisticos frente a los terremotos. ENSAYOS HISTRICOS N 25 53El Cabildo de Mrida a raz de los conflictos de poder entre los emeritenses y Maracaibo,y la centralizacin de Caracas, decidi unirse a la idea caraquea de la independencia, atendiendo susinteresesenunaclaradivisinconladominacinregionaldelosmarabinos;locual condujoaque,estosltimos,noparticiparandelaconvocatoriacaraqueaenelmovimiento emancipador. De manera que las cuestiones polticas en torno a la monarqua forjaron un papel crucialalmomentodelosterremotos,puesMridasufridaosgravesyMaracaibono, circunstancia que aquellos marabinos quisieron aprovechar (Altez, R. 2010). AestosellegaqueenMridanosondeahoralosterremotos,nilasruinascausadasporellos. Muchos de nosotros hemos sido testigos del grave dao que recibi la iglesia de Santo Domingo, en nuestro tiempo, de suerte que dos veces se ha reedificado, y el desplomo que sufri las de las Monjas, antes del ao de 1790, siendo Obispo el Seor Lora, y de la continuacin de terremotos en otros varios tiempos: despus del ao de 12, con frecuencia sigui temblando por muchos das, y haciendo ruidos subterrneos, que llenaban de terror; los que aun creemos que siguen: y la voz que all siempre corra era que la ciudad se haba trasladado de un lugar a otro, sin duda por esta o semejante causa (Informe del Cabildo Eclesistico de Mrida al Obispo, 1816, 20 de septiembre, en Chalbaud Cardona, E., 1968: 290-294). Por lo que:quenoconvienerestablecerlaSedeenMrida,porqueestaciudadyanoexistecausadel terremotoyquehastaparecequesevaahundirelsuelodeella;ajuzgarporlosruidos subterrneosquesesienten(InformedelAyuntamientodeLaGritaalObispo,1816,31de agosto, en Chalbaud Cardona, E., 1968: 316). Tantoporlosmecanismosdeexpiacin,losdesvarospolticosdelasociedadyla alteracindelordentradicional,quedenevidenciaquelasacralidaddelmundonatural permaneciinmutable;ylasoportunidadessalieronaflordepiel.Secastigpor revolucionarios, alejados de toda divinidad. Las ruinas, los llantos y la desolacin se asumieron como elementos de un pueblo en desgraciay arrepentido, contra lo cual, la incipiente manera deentendertantolossistemaspolticoscomolanaturalezanolograronabrir,moralmente, espacios. Y en fin, los sucesos de aquella tarde dejaron ver que: lanaturalezaeraunaentidadquebienpodaconocerse,estudiarseycomprenderseensu funcionamiento.Perotambinreconocaqueesaentidaderaregidaporlafuerzasuperiordela DivinaProvidencia.Losilustradossituaronalhombreenelcentrodelordennatural,criaturaque con la razn poda beneficiarse de todas las riquezas que le haban sido ofrecidas. Pero este antropocentrismo estaba guiado por una visin teolgica y teleolgica de la historia. En cierto sentido este pensamiento no estaba ENSAYOS HISTRICOS N 25 54distantedelacomprensintradicionaldelaIglesia.Aunque,convieneadvertirqueen1812ya aparecan manifestaciones filosficas nuevas, de carcter desta, entre los sectores ms radicales delarevolucin.Yfuedesdeesasposturasquelospatriotasintentaronhacercomprenderala poblacinqueelterremotonotenaqueverconlasideaspolticas.Sinembargo,bienprontola explicacin del castigo y su culpabilizacin ganaron el apoyo de la poblacin. (Rodrguez, P., 2010: 241-242). Consideraciones finales Cuandolatierrasemueve,ciertamentedesvaneceasupasoelsoporteconcretoy simblicodelossereshumanos,sumedioambientesocialymaterialquelosarraigaen determinadamaneradeasumirlarealidad.Cuandoelcontextoesmaterialysimblicamente vulnerable,esefenmenonaturalpotencialmentedestructorelevaanivelesparoxsticossus efectos en la sociedad, develando situaciones crticas preexistentes, y tambin sirviendo como ventanatemporalparadesnudar,coneventualcrudeza,losconflictossociales,las afectividadesylamaneradeorganizaryentenderelmundo.Esofueloqueocurriel26de marzo de 1812 en la Primera Repblica de Venezuela. Las condiciones de aquel contexto con-vulso, el resquebrajamiento de un orden colonialy las viejas pugnas por el control geopoltico territorial,germinaronlascircunstanciasenlascualessepresentarontandevastadores movimientos de tierra.3 As, al ritmo de las campanas de las iglesias, para aquel Jueves Santo de 1812, salieron alaluzmiradassostenidasdesdelaindiscutibleunidadconfesional,regidasporlos lineamientosdeunordencatlicoquenoslosecircunscribiagranpartedelmbito eclesistico,sinoqueadems,vociferantesdeunamentalidadtradicional,resultcompartido porlamayora.Lasbatallasdiscursivasdeordenreligiososeimpusieronconeventual dramatismoyferozcontingencia.Tenacesenemigosdeunordenmoderno,simpatizantesde un orden escolstico y confesores de pecadores arrepentidos4, se articularon con los engarces telricosdeunamiradatransicionalsobrelanaturaleza.Cuandoirrumpieronlosestreme-cimientos de los procesos independentistas, las riendas delo decible se hallaron capitaneadas por la silla episcopal en contra de la independencia 3En1812,ademsdeldesgraciadoJuevesSanto,yahabahechoirrupcinlaguerraytodasuconsternacin caracterstica.Coincidan,pues,dosdesgraciasenunmismotiempo,siendolaguerralamsduraderayms catastrfica. Fueron aos terribles, en los cuales tambin se las vieron con los cambios polticos de la pennsula, que en ese mismo 1812 se vean representados, por ejemplo, con la proclamacin de la polmica Constitucin de Cdiz, cuya aplicacin en Venezuela fue contradictoria y discutida, especialmente por las circunstancias convulsas quedesdeesoscalamitososdasestabanteniendolugar.Unrecienteestudioalrespectoilustraelasuntocon cuidado (vase Quintero, I. y Altez, R., 2012: 285-289). 4 Esta frase parte de la idea central del libro de Nydia Ruiz (1996). ENSAYOS HISTRICOS N 25 55ylalibertad.Anteloquesebuscinstaurarcomocontraparte,portodoslosmedios,una catolocidad republicana, pues aquel pueblo resultaba desde luego profundamente religioso. Elpecado era,enese contextoy sindiscusin alguna, republicano, porir en contra del reyydeDios,ysepararsedelasublimejerarquareligiosa,dondelaProvidenciase encontrabaporencimadelhombre,delahistoriaydelanaturaleza.Losefectosdela naturaleza eran causas segundas dentro de la lgica divina. Es decir, no tenan existencia por smismas,msalldecorresponderalamaterialidaddevenidadelosdesigniosdelSeor, quien, a travs de sus manifestaciones terrenales correga y diriga el camino de sus vasallos. Pero esta conflictividad en trminos de las ideas, tuvo su razn de ser en una discusin mspolticaquenaturalista.Losdefensoresdeesetradicionalcatolicismonojuzgaronla posibilidad de que la naturaleza se movilizara a partir de causas naturales, pues como bien se argument, llover,temblarycentellar,sonrdenes comunes en el medio ambiente, mas para ellos,enesamismadinmicaexisteunacausasubyacenteypoderosa,metasocietal,por mediodelacualDioscastigalosdesvarasdecomunidadespecaminosas.Paraelcasode 1812,esosdesvarossevincularonalcambiodesistemapoltico,puesmientrasellosse asuman defensores de los derechos de Fernando VII, la catolicidad no se vea alterada, pero en el momento en el cual la ruptura con la monarqua se materializ, otras razones entraron en discusiones. Fuentes de Informacin Primarias ARCHIVO ARQUIDIOCESANO DE CARACAS. Seccin: Apndice de Parroquias ARCHIVO DE LA FUNDACIN BOULTON. Seccin: C-13 Documentacin impresa ALTEZ, R. (2009a). 1812. Documentos para el estudio de un desastre. 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Keywords: Earthquakes, Disasters, Venezuelan regions, colonial past, religious discourse, 1812. ******** Lemondenaturelcatholicit: Lapensepolitiquedelglisedepuislesismede1812 Andrea Noria Rsum:ASaintjeudissoirsdelanne1812,ilyavaitdeuxsismesdestructeursdanslesrgions vnzuliennesenvigueur,quifaitexploserlesprocessusdecatastropheauxconsquences dramatiques.Dansuncontextepolitiqueturbulentdansleprocessusdindpendance,avecunesocit fragmente avec de nouvelles valeurs de comprhension ralit et une faon de traiter avec elle qui a t conditionnepartroissiclesdepasscolonial,limpactdecestremblementsdeterreconduitdes discussionsardents,beaucoupdentreeuxconduitparleprsidentpiscopal.Cetterechercheat base sur le discours religieux sur les tremblements de terre qui fatidique aprs-midi. Mots-cls: Tremblements de terre, catastrophes, les rgions du Venezuela, pass colonial, le discours religieux, 1812.