Lección 3 para el 18 de octubre de 2008

“Eva, en un primer momento sin darse cuenta, se separó de su esposo absorbida por sus ocupaciones. Cuando se percató del hecho, tuvo la sensación de que estaba en peligro, pero nuevamente se sintió segura, aunque no estuviera cerca de su esposo. Creía tener sabiduría y fortaleza para reconocer el mal y enfrentarlo. Los ángeles le habían advertido que no lo hiciera. Eva se encontró contemplando el fruto del árbol prohibido con una mezcla de curiosidad y admiración. Vio que el árbol era agradable y razonaba consigo misma acerca de por qué Dios habría prohibido tan decididamente que comieran de su fruto o lo tocaran”

PENSÓ en la razón que tendría Dios al prohibirles comer del árbol de la ciencia del bien y del mal

E.G.W. (Historia de la Redención, capítulo 4, pg. 34)

“Se dirigió a ella como si fuese capaz de adivinar sus pensamientos: "¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?" Así, con palabras suaves y agradables, y con voz melodiosa, se dirigió a la maravillada Eva, que se sintió sorprendida al verificar que la serpiente hablaba. Esta alabó la belleza y el extraordinario encanto de Eva, lo que no le resultó desagradable… La curiosidad de Eva se había despertado. En vez de huir de ese lugar, se quedó allí para escuchar hablar a la serpiente… Eva estaba encantada, halagada, infatuada… se puso a discutir con la serpiente”

E.G.W. (Historia de la Redención, capítulo 4, pg. 34, 35)

CONVERSÓ con el tentador arriesgándose a ser vencida

por él

“El tentador arrancó el fruto y se lo alcanzó a Eva. Ella lo tomó. "Ahora bien -dijo el tentador-, se les había prohibido hasta que lo tocaran, porque morirían". Le dijo entonces que no experimentaría más daño o muerte al comer el fruto que al tocarlo o sostenerlo entre las manos. Eva se envalentonó al no sentir las señales inmediatas del desagrado de Dios. Le pareció que las palabras del tentador eran sabias y correctas. Comió, y se sintió deleitada con el fruto. Su sabor le resultó delicioso, y se imaginó que estaba experimentando en sí misma sus maravillosos efectos”

E.G.W. (Historia de la Redención, capítulo 4, pg. 36)

COMIÓ del fruto prohibido y dio la entrada al pecado en este mundo.

Eva siguió los pasos de Lucifer al extender el ámbito de su rebelión a su marido (que, en realidad, era toda la humanidad existente en ese momento)

“Se encontraba en un estado de excitación extraña y antinatural cuando buscó a su esposo con las manos llenas del fruto prohibido. Le habló acerca del sabio discurso de la serpiente y manifestó su deseo de llevarlo inmediatamente junto al árbol del conocimiento. Le dijo que había comido del fruto, y que en lugar de experimentar una sensación de muerte, sentía una influencia estimulante y placentera. Tan pronto como Eva desobedeció se transformó en un medio poderoso para ocasionar la caída de su esposo”

E.G.W. (Historia de la Redención, capítulo 4, pg. 38)

Adán no fue engañado por las palabras de la serpiente. Sabía que Eva había desobedecido e iba a morir

“La tristeza se insinuaba en el rostro de Adán. Parecía temeroso y atónito. Al parecer, había una lucha en su mente. Le dijo a Eva que estaba casi seguro de que se trataba del enemigo contra el cual se los había advertido, y que de ser así, ella debía morir. La mujer le aseguró que no sentía efectos dañinos sino una influencia placentera, e insistió en que él comiera”

E.G.W. (Historia de la Redención, capítulo 4, pg. 38)

“Adán comprendió perfectamente que su compañera había transgredido la única prohibición que se les había hecho como prueba de su fidelidad y su amor… Adán lamentó que Eva se hubiera apartado de su lado, pero ya todo estaba hecho. Debía separarse de aquella cuya compañía tanto amaba. ¿Cómo podía permitirlo? Su amor por Eva era intenso. Y totalmente desanimado resolvió compartir su suerte…

Adán participó del pecado de Eva con pleno conocimiento de lo que estaba haciendo

Adán participó del pecado de Eva con pleno conocimiento de lo que estaba haciendo

... Razonaba que Eva era parte de sí mismo, y si ella debía morir, moriría con ella, porque no podía soportar el pensamiento de separarse de ella. Le faltaba fe en su misericordioso y benevolente Creador. No se le ocurrió que Dios, que lo había creado del polvo de la tierra para hacer de él un ser viviente y hermoso, y había creado a Eva para que fuera su compañera, la podía reemplazar”

E.G.W. (Historia de la Redención, capítulo 4, pg. 38)

Al igual que Satanás tuvo

que ser expulsado del cielo, Adán y Eva tuvieron

que ser expulsados

del Edén

1. Buscó al hombre.

2. Les invitó a aceptar su culpabilidad.

3. Les hizo comprender las consecuencias de su proceder.

4. Les mostró el plan que había previsto para su restauración.

1. Por medio del Espíritu Santo, busca al hombre.

2. Le enseña su culpabilidad.

3. Le hace comprender las consecuencias de su proceder.

4. Le invita a aceptar la expiación.

“Los hombres aborrecen al pecador, mientras aman el pecado. Cristo aborrece el pecado, pero ama al pecador”

E.G.W. (El Deseado de Todas las Gentes, capítulo 50, pg. 428)

Se extendió a toda la humanidad.

Abarcó a todo el mundo animal.

Incluyó el mundo vegetal.

Alcanzó al mismo planeta Tierra y al universo más próximo.

¿Conoces a algún anciano afectado por enfermedades degenerativas? Imagina que siga viviendo en ese estado, y empeorando poco a poco, durante 200, 500, 3.000 años, y así eternamente

Dios MALDIJO a la tierra, no al hombre. Para los reinos animal, vegetal y mineral, la muerte física es una maldición. ¿Lo es también para el hombre?

Desde Adán, todos nos alejamos de

Dios y nos encontramos

muertos espiritualmente. No existe nada bueno

en nosotros mismos. Esto se manifiesta

en actos pecaminosos

“Despiértate, tú que duermes,

Y levántate de los muertos,

Y te alumbrará Cristo”Efesios, 5: 14

“No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal… sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos”

Romanos, 6: 12-13

Como todos hemos pecado, todos estamos destinados a la muerte eterna; pero, a través de la expiación de Jesús, Dios nos da VIDA ETERNA.

“El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene VIDA ETERNA” (Juan, 5: 24)

“El que creen en mí, tiene VIDA ETERNA” (Juan, 6: 47)

“Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga VIDA ETERNA” (Juan, 3: 14-15)

Antes del pecado, éramos libres sirviendo a Dios

Al rechazar a Dios nos

convertimos en esclavos del pecado

Por la expiación, Dios nos ofrece la solución

Si la aceptamos, volveremos a ser libres y tendremos

vida eterna

Si la rechazamos, seguiremos siendo

esclavos del pecado y dejaremos

definitivamente de existir