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20 ANIVERSARIO DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN Por: Geraldina González de la Vega (Licencia Creative Commons) 1

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20 Aniversario de la Caída del Muro

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Page 1: La Caída del Muro de Berlín

20 ANIVERSARIO DE LA CAÍDA DEL MURO DE

BERLÍN

Por: Geraldina González de la Vega (Licencia Creative Commons)

Para los Rudolf, mi familia.

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Page 2: La Caída del Muro de Berlín

I. El Muro de Berlín a 48 años de distancia

El muro no apareció de la noche a la mañana, sino que se fue construyendo

poco a poco. Para la década de los ochenta el muro se veía así: En la zona de la

RDA se levantó un muro de cemento de unos cuatro metros de alto y una valla

interior con barricadas y alambrada con un cinturón iluminado, llamado “la

franja de la muerte”. Las torres de vigilancia eran de cemento, seguidas de las

vallas de señal, las zanjas de bloqueo para autos y los anexos para la revisión

con perros.

Después de la guerra, Alemania (y Berlín) quedan divididas en cuatro

zonas, que al final se convertirán en dos: la oriental a manos de los

soviéticos y la occidental a manos de los aliados. El enfrentamiento de

intereses entre los dos grandes poderes llevan al comienzo de la Guerra

Fría entre 1947/48. La primera crisis de Berlín se da en el marco de la

reforma monetaria introducida en el territorio occidental en junio de

1948. La URSS decide no participar en el establecimiento de una

economía de mercado en su zona y bloquea Berlín occidental (WB)

durante 11 meses. En 1949, se organizan constitucionalmente la

República Federal Alemana (RFA) y la República Democrática Alemana

(RDA). La segunda crisis de Berlín sucede a partir de un últimatum que el

líder soviético, Nikita Jrushchov, lanza en noviembre de 1958. En él da

seis meses a los aliados occidentales para entrar en negociaciones para

un tratado de paz y la transformación de WB en un estado libre. Así

mismo, amenaza con la firma de un tratado de paz unlitateral con la RDA

lo que le transmitiría el control de las vías de comunicación hacia WB.

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Page 3: La Caída del Muro de Berlín

Los aliados no respondieron y se negaron a negociarlo durante dos años.

La URSS no tomó medidas inmediatas.

El plan económico de la RDA no estaba funcionando, escaseaban muchos

productos básicos y se limitaban derechos. Entre 1949 y 1961 cerca de

2,7 millones de personas abandonaron el territorio de la RDA. A

principios de 1961, el Secretario General del SED, Walter Ulbricht,

propone a Jrushchov cerrar las fronteras para evitar la fuga de cerebros y

solicita un crédito de 800 millones de marcos alemanes. Ulbricht

consideraba que de seguir así, la RDA entraría en una seria crisis de

abastecimiento y producción con lo que la aspiración comunista de

probarse mejor que el capitalismo, fracasaría. El 30 de enero, Jrushchov

accedió al préstamo.

El 20 de enero de 1961 toma posesión como Presidente de los Estados

Unidos, John Fitzgerald Kennedy. En su discurso de inauguración ofrece

un nuevo comienzo a los enemigos. Sin embargo, para el 17 de abril, JFK

apoya la invasión de Bahía de Cochinos en Cuba. El 4 de junio, se reunen

en Viena, JFK y Nikita Jrushchov. Jrushchov aprovecha el desastre de

Bahía de Cochinos para presionar a los Estados Unidos, y repite su

ultimátum de 1958.

El 15 de junio de 1961 Walter Ulbricht da una conferencia de prensa

donde responde a una pregunta de una periodista del Frankfurter

Rundschau con una frase que pasaría a la historia “Nadie tiene intención

de construir un muro.” La intención era influir la decisión de Jrushchov

de aprobar el sellado de fronteras con occidente, provocando el éxodo de

más ciudadanos de la RDA. El 25 de julio de 1961, JFK apareció en TV

aclarando la situación de Berlín. Subraya la importancia de WB para el

“mundo libre” y establece los tres puntos o posición mínima sobre éste

territorio aliado: el libre acceso a WB, el derecho al despliegue de tropas

en WB y la capacidad de superviviencia de WB. Jrushchov tomó muy mal

las palabras de Kennedy y unos días después congela las pláticas

bilaterales para el desarme.

Con esto, se abre una nueva crisis para Berlín lo que trae de nuevo a la

mente de Jrushchov la solicitud de Ulbricht sobre sellar las fronteras. El

Archivo de Historia Estatal Ruso permitió muy recientemente el acceso a

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Page 4: La Caída del Muro de Berlín

sus documentos, entre los que se encontró el protocolo de la plática en

Moscú, previa a la reunión del Pacto de Varsovia, entre Ulbricht y

Jrushchov el día 1 de agosto de 1961. En ella, ambos Secretarios

Generales acordaron la construcción de un muro que dividiría a Berlín.

Para Jrushchov la construcción del Muro implicaría tanto la estabilización

de la RDA como la cementación del status quo en Europa. “Le damos,

camarada Ulbricht, una, dos semanas, para que se construya ese muro

que deberá pasar a lo largo de las fronteras de los sectores.”

Ulbricht volvió el 5 de agosto a Berlín e informó al Politburó el día 7, y

envió la información a la Asamblea Popular para que realizara una sesión

especial el día 11. Designó a Erich Honecker, entonces Secretario de

Seguridad, como encargado de poner en práctica los detalles de la

Operación ‘Rose’. Honecker, quien sucedería a Ulbricht en su carácter de

Secretario General del SED (hasta 1989), a su vez se coordinó con Erich

Mielke, el Ministro de Seguridad Nacional y director (hasta 1987) de la

Stasi.

Para el 31 de julio de 1961 el campamento de urgencia de Berlin-

Marienfelde registraba 30,444 refugiados de la RDA. Según datos del

Bundeszentrale für politische Bildung, la pérdida total de población de la

RDA durante los primeros 12 días del mes de agosto de 1961 fué de

16,785 personas.

El 11 de agosto se anunció a los periodistas fieles al SED y a jefes

regionales y se les instruyó para la propaganda que justificara la acción y

se ayudara a calmar a la población de la RDA. El mismo día, la Asamblea

Popular confirma la decisión y avala las medidas ya puestas en marcha

para evitar “la caza y el comercio de personas que realiza Alemania

occidental y WB”. Una vez levantado, el muro fué denominado “Muro de

Protección Antifascista”.

El mismo sábado 12, Walter Ulbricht invitó a la primera plana del

Gobierno y de los “partidos políticos” a la casa de gobierno de Döllnsee,

conocida como Haus zu den Birken. Por la noche, después de la cena,

“consultó” con sus ministros y los líderes de los partidos la medida. Horas

antes, funcionarios del Gobierno en Berlín habían comenzado a imprimir

el decreto ya aprobado por los ministros.

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Page 5: La Caída del Muro de Berlín

La operación de clausura de las fronteras comenzó a la 1 am del domingo

13 de agosto de 1961, se colocaron centinelas cada 2 metros para evitar

escapes mientras se construyeron barricadas en las calles con alambres

de púas, tanques y bardas de concreto improvisadas. Se apagó la

iluminación pública. 68 de 81 puntos de cruce serían barricados.

La bitácora de la jefatura de la Policía Popular del 13 de agosto contiene

entradas a partir de las 4.25 am y en ella se puede leer cómo se

desarrolló el domingo en Berlín oriental a la vista de la policía. Se puede

leer que la zona de mayor conflicto fué Berlin Mitte, cerca de la Puerta de

Brandenburgo, donde se formaron grupos de hasta 5000 del lado

occidental y de menos de 300 del lado oriental. En general la gente de OB

se mostraba más pacífica (por temor) que la de WB, quienes tenían mayor

libertad para demostrarse. La policía apuntaba placas y/o nombre y

generales de personas que lanzaban insultos o condenaban el hecho. La

gente de WB buscaba romper o quitar las vallas y los alambres, animaba

a la gente de OB a hacer lo mismo. En Treptow, cerca de las 12 del día

los tanques dispersaron a unas 1500 personas que se habían juntado y

comenzaban a reclamar. Cerca de la 1 de la tarde se envían tanques a la

Puerta de Brandenburgo. Ese día, la bitácora reporta 12 fugas exitosas, la

gran mayoría por agua. La gente se tiraba a los canales y la gente de WB

los ayudaba a cruzar hasta el otro lado.

Ese 13 de agosto se cerró el último paso entre la RDA y la RFA que

quedaría sellado por 28 años. Entre 1961 y 1989 más de 700 personas

perdieron la vida al intentar huír por las fronteras, de ellos, más de 150

murieron por disparos o explosiones de minas. En el Muro, murieron

cerca de 136 personas.

II. La Revolución Alemana de 1989

„No pierdan la confianza ni el coraje. Aunque las tiranías parecen hechas

para durar la eternidad, sus días están contados.” Palabras del

Vicepresidente Lyndon B. Johnson el 19 de agosto de 1961 en Berlín

occidental, 6 días después de que comenzara a levantarse el Muro de

Berlín. El 19 de agosto de 1989 el Muro seguía allí y la confianza y el

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Page 6: La Caída del Muro de Berlín

coraje de muchos ya había desaparecido. Entre 1961 y 1989, 5075

personas lograron traspasar el Muro exitosamente.

El 3 de octubre se celebra en Alemania el día de la Reunificación. Es el

único día libre por un festejo de carácter civil. Tres son los conceptos

básicos que describen los sucesos entre 1989 y 1990: La Caída del Muro

(Der Mauerfall) el 9 de noviembre de 1989; el cambio (Die Wende) que

se entiende como el proceso de cambio político, económico y social entre

la Caída y la Reunificación; y la Reunificación (Die Wiedervereinigung)

que formaliza la integración de la RDA a la RFA, el 3 de octubre de 1990.

1. Der Mauerfall (La Caída del Muro)

La Caída del Muro puede ubicarse desde principios de la década de los

ochenta. El “imperio soviético” estaba interconectado, y aunque lo que

sucediera en Polonia no necesariamente tendría efectos inmediatos en

Alemania, sí en el largo plazo debilitaba al régimen dirigido desde Moscú.

Las razones por las que el Muro se cayó fueron fallas internas al sistema.

El comunismo falló económica y políticamente. Y fueron en los dos

ámbitos en donde poco a poco se fueron debilitando, a distinto ritmo y

con distinta intensidad, los regímenes de los 6 estados soviéticos y la

URSS. En esta nota me enfocaré solamente al caso alemán.

La Caída del Muro no sucedió en una noche como se acostumbra decir.

Suena romántico, pero al igual que su construcción, fué producto de una

cadena de acontecimientos. Para llegar a su construcción, y a su

destrucción, tuvieron que moverse muchas piezas del ajedrez alemán e

internacional. Entre el 13 y el 14 de agosto de 1961 se pusieron las

primeras barreras entre Berlín oriental y Berlín occidental; entre el 9 y el

10 de noviembre de 1989, los alemanes orientales derrumbaron y

brincaron esas barreras, que para finales de la década era ya todo un

sistema de contención y muerte. El Muro de Berlín marcó

simbólicamente la separación y la tensión de un mundo confrontado por

dos formas de pensar. La guerra fría, la OTAN y el Pacto de Varsovia, la

libertad y la igualdad. Durante cuatro décadas los satélites soviéticos

intentaron demostrar la capacidad del comunismo de generar

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Page 7: La Caída del Muro de Berlín

prosperidad e igualdad. El problema es que olvidaron un ingrediente

básico para la felicidad: la libertad.

Antes de la construcción del Muro, las relaciones entre ambos estados

alemanes estaba marcada por la doctrina Hallstein, impulsada por

Konrad Adenauer, que proponía no reconocer a la RDA como estado

independiente y no tener relaciones con los estados que la reconocieran.

Con la construcción del muro y la enorme tensión internacional de los

siguientes meses, el gobierno de la RFA debe rectificar y comienza a

aplicar la propuesta apoyada por Willy Brandt y desarrollada por Egon

Bahr “Cambio a través del acercamiento”. Para 1966, Brandt funge como

Ministro de Exteriores y aplica la llamada política de “pequeños pasos” a

través de la cual se buscaba aminorar los efectos terríbles de la división

del país. En 1969 Brandt es electo Canciller, su gobierno de coalición

logró un acercamiento con la RDA, cuyo gobierno conducido por Erich

Honecker exigía el reconocimiento. La base para la “política alemana-

alemana” fué el tratado firmado entre ambos estados en 1972. En él

ambos estados se reconocen y establecen ciertas reglas de “vecindad y

cooperación”. Establecen representaciones permanentes y se determina

que son de diferentes puntos de vista respecto de la cuestión nacional y la

ciudadanía alemana. Con ello, las relaciones son llevaderas durante poco

más de dos décadas, aunque la RDA siguiera tildando de enemiga a la

RFA.

Con este acercamiento, la Stasi fortalece su aparato en el extranjero y en

1974 se descubre en el llamado “Guillaume Affair” que un asesor cercano

al canciller Brandt era un espía de la RDA. Esto provoca la renuncia del

soñador Brandt, quien es sustituído por el pragmático Helmut Schmidt,

también apoyado en una coalición entre su partido, el SPD y los liberales

del FDP.

Durante la década de los setenta la RDA muestra al mundo la prosperidad

económica del “Estado de los obreros y los campesinos”. El mundo

maravillado veía cómo el comunismo generaba también un milagro

económico, parecido al de la década de los cincuenta en la RFA. Los

números mostraban porcentajes de crecimiento y desarrollo. Las

medallas en los deportes. Alemania oriental era ejemplo de prosperidad.

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Page 8: La Caída del Muro de Berlín

La realidad es que todo era un aparador. Las ciudades, en las calles no

visitadas por turistas, estaban en ruinas. El sistema económico estaba

apoyado en cimientos bastante endebles. La RDA no tenía una industria

productiva, importaba tecnología de occidente para poder sostener su

industria. Su sistema estaba basado en préstamos a la URSS y a

occidente. La URSS proporcionaba materia prima y petróleo a precios

bajos y controlados, a cambio de los productos alemanes. Durante la

primera crisis del petróleo de 1973 la URSS se vió obligada a subir sus

precios, después de todo, tenía también un pueblo que mantener. Pero el

shock vino con la segunda crisis de finales de los ochenta, la URSS se ve

obligada a reducir sus envíos y provoca una deuda masiva para la RDA. El

sistema bienestar alemán prometía apoyo del Estado “desde la cuna hasta

la tumba”, y si el régimen de Honecker no quería volver a ver las

revueltas de 1953, tenía que mantenerlo. La sustitución de garantía de

subsistencia por libertad era lo único que mantenía al pueblo de Alemania

oriental “tranquilo”, de manera que el régimen optó por inflar la deuda

para seguir gastando en el Estado bienestar y claro, en el ejército y la

seguridad. La RDA era del Pacto el segundo país que mayor presupuesto

destinaba a éstos rubros, cerca del 5.8%, por debajo sólamente de la

URSS. Y claro, había que mantener el Muro y a la Stasi. La Stasi, para

mediados de los ochenta, tenía un agente por cada 63 habitantes.

Comparativamente, durante los más álgidos años del Tercer Reich, se

estimaba que había un agente de la Gestapo por cada dos mil. En la

frontera se tenían desplegados 933,000 policías y agentes secretos. En la

RDA vivían 17 millones. Hasta 1970 el costo del muro fue de 100 millones

de marcos orientales. Hasta la fecha no se sabe cuanto costó. Se calcula

que para 1983 los costos del Muro podrían haber ascendido a mil

millones de marcos.

Para poder mantener este “tren de vida”, el régimen oriental tuvo que

apoyarse en, sí, el capitalismo. Además de las deudas por importaciones,

la RDA se aprovechaba de la RFA para reparaciones en carreteras,

mantenimiento de edificios y lugares históricos, obligaba a los visitantes a

un cambio de divisas mínimo diario. Y lo peor, “intercambiaba”

prisioneros ideológicos, por altas sumas de dinero. Según las bitácoras de

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Page 9: La Caída del Muro de Berlín

la RFA, el régimen comunista, entre 1964 y 1990, obtuvo 3, 446 millones

de marcos alemanes por intercambio, o venta, de prisoneros. Se habla de

100mil marcos por prisionero o más. También, se aceptaron préstamos,

que se calcula, ascendían a los 1 o 2mil millones anuales. Durante el

gobierno de Helmut Kohl, se negociaron una serie de créditos, a éstas

alturas el gobierno de la RFA prefería que los alemanes orientales

pudieran tener una vida más o menos digna, y en la medida en que el

gobierno de la RDA dependiera de la RFA sería más fácil negociar la

flexibilización del régimen. Kohl autorizó que el entonces Ministro

Presidente de Baviera, Joseph Strauss negociara los créditos con

Alexander Schalck-Golodkowski, jefe de la empresa Coordinación

Comercial (KoKo por sus siglas en alemán). Una empresa capitalista en la

RDA, de dudosa legalidad, dedicada a financiar al régimen. La línea de

crédito fué de mil millones en 1982 y otros mil en 1983. A estas alturas

la URSS tenía ya suficientes problemas internos y gastos derivados de la

guerra en Afganistán, como para ocuparse de sus satélites.

Por el lado político, la firma del “Acta final de la Conferencia sobre la

Seguridad y Cooperación en Europa”, conocida como los Acuerdos de

Helsinki, en 1975 por parte 38 países, incluyendo el bloque soviético,

tuvo como consecuencia la formación de grupos de oposición dentro de la

RDA. Los líderes del bloque comunista pensaron que la firma de los

Acuerdos era un triunfo para ellos, pues se reconocía su territorios y su

soberanía, y destacaba el principio de no intervención. Lo que nunca

pensaron es que los Acuerdos tendrían efectos internamente. Y es que

dentro de los compromisos de Helsinki, los firmantes se comprometían a

respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, la

igualdad de derechos y el derecho a la autodeterminación de los pueblos.

Gracias a ello, los ciudadanos de la RDA, como los de Polonia,

Checoslovaquia, URSS, Hungría, Bulgaria y Rumania, podían exigir a sus

regímenes el respeto a su derecho de tránsito, a la libertad de expresión,

de reunión, de creencias, de religión. Los Acuerdos de Helsinki

provocaron una reacción al interior de la RDA que no se esperaba.

Inmediatamente comenzaron a incrementar las solicitudes de visado, el

respeto al tratado ante instancias internacionales y extranjeras. Se

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Page 10: La Caída del Muro de Berlín

formaron grupos organizados como Helsinki Watch, que después se

transformó en Human Rights Watch o la Carta 77 de Vaclav Havel en

Checoslovaquia. El régimen de Honecker reaccionó aumentando las

unidades especiales del Stasi, más agentes infiltrados y provocadores que

buscaban desanimar a los ciudadanos a exigir el respeto a los Acuerdos.

Evidentemente, las iglesias, Protestantes y Católicas de Alemania

aprovecharon la situación, se llegó a un concordato: el gobierno toleraría

la religión, si las iglesias prometían controlar a sus fieles. Fué de ésta

forma como las iglesias se convirtieron en un sitio de protesta, más que

de práctica de la fé. La gente se unió, no porque buscara una guía

espiritual, sino porque buscaba oponerse al régimen. La elección de Karol

Wojtyla en 1978 como Juan Pablo II fué por ello crucial. No sólo para su

natal Polonia, donde presionó suave y diplomáticamente, sino para los

estados soviéticos en general. Ya no era cuestión de fe, sino de libertad.

En los ochenta las piezas del tablero comenzaron a acomodarse: la

situación económica era cada vez más precaria, tanto en la RDA, como en

todo el bloque. La dependencia de occidente era cada vez más evidente y

se cumplía la profesía de posguerra “el comunismo caerá por su propio

peso”. La situación política ya tampoco era controlable, a pesar de que la

Stasi pretendía dominarlo todo pues contaba con millones de empleados,

y también pagaba los servicios de “espías sociales”, desde el vecino o el

amigo, hasta el chofer del autobus o la cajera del supermercado, por

ejemplo; pero la docilidad de los ciudadanos se fué perdiendo, la

propaganda ya no surtía efectos y la oposición abierta y /o clandestina era

cada vez mayor.

En 1981 toma posesión como Presidente de los Estados Unidos, Ronald

Reagan y se elige a Francois Miterrand como Presidente francés, en 1982

es electo Canciller de la RFA, Helmut Kohl y desde mayo de 1979 el Reino

Unido tenía como Primer Ministra a Margaret Tatcher. El cuarteto más

poderoso de la OTAN pertenecía al mismo bloque ideológico. Mientras

tanto, en la URSS los líderes no duraban más de 2 años. En 1982 muere

Brézhnev, en ‘84 Andrópov y en ‘85 Chernenko. Hasta que en marzo de

1985 se elige como Secretario General del PCUS a Mijaíl Gorbachov,

leninista convencido que acaba reformando la URSS.

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Page 11: La Caída del Muro de Berlín

La llegada de Gorbachov al Kremlin y las reformas impulsadas ayudan a

desmantelar el desvencijado aparato comunista. No tenía intenciones de

suprimir el comunismo, al contrario, pretendía renovarlo. La Perestroika

(reestructuración), la Glasnost (apertura) y la Uskoreniye (aceleración) no

eran más que intentos de modernización del sistema. Estas

modernizaciones del jóven de Moscú, no cayeron nada en gracia a los

viejos de Berlín. Erich Honecker a sus 73 años, estalinista de cepa, no

veía con gran simpatía lo que sucedía ni en Moscú, ni en Hungría ni

mucho menos a pocos kilómetros de su frontera, en Polonia. Las

relaciones entre la RDA y Moscú se tornaron cada vez más frías.

Aún así, la política del Gobierno de Kohl fué suavizando el autoritarismo

de la República Democrática. Se removieron los disparadores

automáticos y las minas de las fronteras, se comenzaron a permitir viajes

y los funerales en Moscú permitieron a Kohl acercarse a Honecker,

mostrarle que tenían más en común entre ellos, que entre la RDA y la

URSS. Se cuestionó la orden de disparo en las fronteras. En 1987

Honecker realizó una visita a Bonn y en el mismo año, Ronald Reagan

pronuncia su conocido discurso en Berlín en el que conmina a Grobachov

a abrir el muro. El status quo de Berlín, y en general la división alemana,

era ya evidente. Lo importante de esas palabras fueron que Reagan volvió

a abrir esa cuestión con su llamado, puso el tema de nuevo sobre la mesa.

Para 1989, faltaba poco para que el castillo de naipes se derrumbara. El

régimen de Honecker hizo todo lo que estaba a su alcance para tirarlo.

Ese año la RDA celebraba su cuarenta aniversario. En enero Honecker

declaró que el Muro estaría unos cincuenta o cien años más. En marzo,

en Polonia se sientan en las mesas redondas el Solidaridad de Walesa y el

Gobierno, se permite al sindicato participar como partido político en las

elecciones de ese verano. En abril, el gobierno levanta la orden de

disparar a matar a quienes intentaran cruzar el Muro. El 2 de mayo el

gobierno de Hungría desmantela sus fronteras con Austria. El 7 de mayo

se convocan a elecciones comunales en la RDA, en Berlín el SED gana

con el 98,5% de los votos. La gente está furiosa, ya no soporta los timos y

ninguneos del Estado, ello provoca los “lunes de rezo” que se organizan

desde la Nikolai Kirche en Leipzig, comienzan con 2mil personas, para

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Page 12: La Caída del Muro de Berlín

otoño, salen a las calles y llegan al medio millón. El 4 de junio sucede la

masacre de Tian’anmen, el mismo día en Polonia, el partido de Walesa,

gana muy altos porcentajes. Ese mismo mes, Gorbachov visita Alemania

occidental, lo que es visto con cierta reticencia en la RDA, renuncia a la

doctrina Brezhnev o de obligación de intervenir en caso de insurrección

en los satélites soviéticos. En julio, ciudadanos de la RDA comienzan a

migrar a Hungría y acaban, sorpresivamente, en Austria. En agosto se

llevan a cabo en Hungría los días de campo paneuropeos con los que

miles de alemanes logran huír a Austria. En septiembre se instala en

Polonia el primer gobierno no comunista de posguerra. Durante el verano

miles de alemanes comenzaron a invadir las embajadas de la RFA en

Hungría, Checoslovaquia y Polonia pidiendo asilo. Los jardines estaban

llenos de campamentos de refugiados.

Para el 30 de septiembre el Ministro de Exteriores, Hans-Dietrich

Genscher avisó en la embajada de Praga a los más de 4mil refugiados,

que podían salir de allí. A pesar de que Erich Mielke, jefe de la Stasi,

había desarrollado un plan para contenerlo, para el 2 de octubre se

reunieron en Leizpig más de 10mil personas. El 3 el gobierno suspendió

las visas para salir de la RDA a Checoslovaquia. Aún así, Honecker tenía

lista su fiesta del 40 aniversario de la República Democrática Alemana,

jóvenes y niños de todos los rincones, miembros de la Juventud Libre

Alemana (FDJ en alemán) arrivaron a Berlín para el desfile. Honecker no

supo si sonreir o llorar cuando la gente recibió al Secretario General del

PCUS con cantos “¡Gorbi, Gorbi, sálvanos!” El 9 de octubre la

manifestación de lunes en Lepzig llegó a los 70 mil. Los hombres del SED

(partido socialista unificado de Alemania) estaban preocupados.

Honecker no podía sostener más el régimen, decidieron que era hora de

removerlo. Egon Grenz, miembro del comité central del partido, se alió

con otros, y el 18 de octubre obligaron a dimitir a Honecker. Grenz fué el

último Secretario General del SED y jefe de Estado de la RDA.

Para el 23 de octubre las marchas de lunes en Leipzig agrupaban ya a

unos 300mil, aunado a ellas, crecía la oposición organizada. Grupos que

querían formar partidos políticos al estilo del Solidarnosc polaco para

competir en elecciones abiertas. Entre ellos Neue Forum que se convirtió

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Page 13: La Caída del Muro de Berlín

después en Bündnis 90 y que hoy forma parte del partido Verde alemán.

Krenz recibió un reporte sobre la crítica situación económica: la RDA

estaba en bancarrota y los plazos para los pagos con la RFA ya estaban

vencidos. Para el 1 de noviembre, Krenz revocó la prohibición de viajes al

este, lo que provocó de nuevo el éxodo de muchos alemanes. El 4 de

noviembre se realizó una enorme manifestación en Berlín oriental. La

gente pedía elecciones y el SED no sabía qué hacer. Comenzaron a caer

las renuncias sobre las mesas del partido. El partido comenzó a enviar

mensajes incoherentes. La Stasi comenzó a desaparecer fichas. El 6 de

noviembre Leizpig vió 500mil personas marchando y gritando consignas

de todo tipo, que podían englobarse en “queremos libertad”. El Politburó

emitió una resolución el día 9 de noviembre. Se darían visas a todos para

permitir la salida a Checoslovaquia, se decidió llamarla “permisos

inmediatos de salida permanente”. Se reunió el comité y se convocó a una

rueda de prensa a las 6 de la tarde, en la que Günter Schabowski, vocero

del comité, daría los avisos como lo hacía usualmente. La leyenda cuenta

que todo se trató de una confusión, Schabowski leyó el aviso sobre las

nuevas reglas de viaje, sin darse cuenta que sus palabras implicaban la

apertura de fronteras. Un periodista preguntó, “¿a partir de cuándo se

darán los permisos de salida permanente?”, Schabowsky cansado, miró

su papel y respondió: “ a partir de ahora”.

La Caída del Muro de Berlín, es el concepto pop más usual y usado por

todos para referirse al proceso de cambio y fin de la división alemana y

de la Guerra Fría. El cambio o Die Wende es un concepto cultural

nacional, en Alemania la gente no habla de “la caída del Muro” sino de “el

cambio”, el punto histórico de referencia es “el cambio”. El tercer

concepto, la Reunificación, es el concepto técnico que explica la

formalización de la integración de la RDA a la RFA y que connota la

integración económica, jurídico-política de un país a otro.

2. Die Wende (El Cambio)

Se llama “el cambio” al periodo entre las elecciones simuladas del 7 de

mayo de 1989 y la primera elección libre de la RDA el 18 de marzo de

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Page 14: La Caída del Muro de Berlín

1990. El concepto de “Die Wende” abarca los acontecimientos que

durante los últimos años de la década de los ochenta, llevaron a la caída

del Muro de Berlín y a la terminación del régimen autoritario en la RDA.

El día 9 de noviembre de 1989 se anunció en una conferencia de prensa

la modificación a los permisos de salida de los ciudadanos alemanes

orientales. La noticia leída por el vocero Günter Schabowski, fue

inmediatamente transmitida en los noticieros tanto de la RDA como de la

RFA y por las agencias de noticias internacionales. A las pocas horas se

reunieron cientos de personas en los puntos de cruce como el Checkpoint

Charlie. Allí comenzaron a exigir los alemanes, todos, de uno y otro lado,

la libertad para el cruce de la frontera sellada por el Muro. Los policías

fronterizos (GrePos) al no tener órdenes precisas pemitieron la salida,

comenzaron por sellar los documentos de los alemanes orientales

retirándoles la nacionalidad, pero al ver que las olas de ciudadanos que

querían cruzar „al otro lado“ era incontrolable, abrieron las puertas.

Alemanes de uno y otro lado cruzaron, la noche y los días que siguieron

se convirtieron en una fiesta. Muchos decidieron derribar pedazos de la

pared contra la que durante 28 años chocaron los sueños de 16 millones

de personas. Los alemanes de la RFA dieron la bienvenida a sus

hermanos orientales con plátanos y otros productos que escaseaban o de

plano no existían en la RDA. Las filas de „Trabis“ cruzando las fronteras

eran interminables. El gobierno de la RFA, en ese entonces dirigido por

Helmut Kohl, optó por regalar un dinero de bienvenida a los hermanos

orientales (Begrussungsgeld). „Si el DM (marco alemán) no viene a

nosotros“, decían, „nosotros iremos a él.“ Entre el 9 de noviembre de

1989 y el 18 de marzo de 1990 la situación era un tanto incierta. Hubo

alemanes de la RDA que prefirieron esperar a que les fuera oficialmente

permitida la salida, pues temían un regreso del régimen y un nuevo cierre

de fronteras, lo que les impediría volver a ver a familiares que se

quedarían de ese lado. Otros de plano aprovecharon la confusión y

dejaron la RDA para establecerse en la RFA. La salida de las familias de

la Alemania oriental era canalizada a través de campamentos localizados

cerca de las fronteras. Allí se cambiaban los documentos, se daba techo y

comida a los refugiados y se les reubicaba dentro del territorio de la

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Page 15: La Caída del Muro de Berlín

Alemania occidental. Era un nuevo comienzo. Las profesiones y estudios

de los alemanes del este eran dificilmente revalidados, algunas carreras

de la RDA no existían en la RFA o peor, eran totalmente obsoletas. Los

estudios básicos tenían que ser revisados, revalidados y en ocasiones,

recursados. Las escuelas recibían alumnos que debían ser puestos al

corriente, sobre todo en materias como el inglés y las relacionadas con

educación para la ciudadanía.

La integración de los alemanes orientales en Alemania occidental no es

hoy un hecho consumado, puede escucharse todavía la referencia --y la

diferencia-- entre „ossies“ (orientales) y „wessies“ (occidentales). Los

principales reclamos de los ossies, son que los wessies son muy

arrogantes, frívolos y egoístas, mientras que los wessies reclaman que los

ossies no son competitivos, son quejumbrosos y les gusta depender del

Gobierno. El individualismo y el espíritu competitivo --y egoísta, propio

del capitalismo se revela, muchas veces, de forma negativa ante quienes

venían acostumbrados a la solidaridad y el compañerismo.

Las diferencias históricas, sociales y culturales se hacen patentes en una

multitud de formas que van desde las caricaturas hasta las relaciones

familiares. Los niños de la RDA crecieron con el Sandmännchen, con la

Jugendweihe o la iniciación de la juventud de la FDJ, viajaron en „Trabis“

o „Laras“ al Mar Báltico a las playas nudistas de la FKK, comían pepinos

agrios Spreewaldgurken y fueron educados para ver a Occidente como

„el enemigo“. Los niños de la RFA leían historietas de Asterix y Obelix,

admiraban a los Dallas Cowboys, comían döners y plátanos, paseaban en

autos Volkswagen y viajaban en avión a Mallorca. Pero todos admiraban a

McGyver, unos libremente, otros, clandestinamente.

„El cambio“ en Alemania no ha concluído. La tercera economía del mundo

vive, a 20 años de distancia, profundas diferencias entre este y oeste. Si

uno visita ciudades o partes no turísticas de ciudades en la ex-RDA puede

uno encontrarse todavía multifamiliares, viviendas en ruinas, iglesias y

otros edificios derruídos, fábricas abandonadas, caminos rotos; una

población vieja, jóvenes sin futuro, falta de esperanza y oportunidades.

No es casual que el trabajo y los servicios con mayor auge en el territorio

que ocupara la RDA sea el relacionado con la salud y el cuidado de

15

Page 16: La Caída del Muro de Berlín

ancianos. Los jóvenes que viven allá no tienen oportunidades, por lo que o

emigran a occidente o son esponjas para ideologías radicales de derecha

o de izquierda. Alemania no es un país xenófobo, lo digo como extranjera

que allí vive; sin embargo, en los Parlamentos de Turingia y de Sajonia

estuvieron representados los nacionalistas del NPD, quienes, por fortuna,

sufrieron claras derrotas en las últimas elecciones. El pasado 27 de

septiembre, el partido de izquierda, Die Linke, conformado por disidentes

de la Socialdemocracia y remanentes del SED de la RDA, obtuvo altísimos

porcentajes en la región oriental de Alemania. Los movimientos hacia

ambos extremos no son más que reacciones ante una situación económica

que no presenta perspectivas alentadoras a los jóvenes.

A propósito de los 60 años de la Ley Fundamental el pasado 23 de mayo,

algunos intelectuales y políticos comentaron que la integración de la RDA

a la RFA fué quizá demasiado rápida. La diferencia económica entre

ambas alemanias a principios de la década de los noventa era abismal,

ello impidió la posibilidad de que las ciudades de la ex-RDA pudieran

competir con las demás ciudades alemanas. La prosperidad económica de

la RDA no era más que una simulación propagandística. Alemania

oriental, al igual que los demás satélites soviéticos, dependían

económicamente, primero de la URSS y en sus últimos años, de las

relaciones comerciales con Occidente y estaban totalmente endeudadas.

Para 1989 la RDA estaba en bancarrota, por ello, el esfuerzo para

integrarse a la RFA fué enorme y en algunos casos la competencia acabó

por liquidar a las empresas, los trabajadores y los profesionistas. El ritmo

de crecimiento de las ciudades ubicadas en la ex-RDA debió de haber sido

el mismo que el de Polonia, República Checa, Hungría, Bulgaria o

Rumania, sin embargo recibieron inmediatamente la presión de occidente

y del hecho de que desde octubre de 1990, formaban ya parte de la Unión

Europea, y de Alemania, la Alemania económicamente próspera y fuerte.

Aunque se estableció un impuesto destinado a la ayuda de los nuevos

estados que mediante el proceso de reunificación se integraron a la RFA

(sobre ello la nota del sábado próximo), a diferencia de los demás países

de la Europa central y del este que tuvieron un periodo de unos 10 a 15

años para emparejarse con occidente, la RDA comenzó inmediatamente a

16

Page 17: La Caída del Muro de Berlín

introducir la economía de mercado, las reglas del Estado de Derecho y la

democracia (los llamados criterios de Copenhage).

Los ciudadanos de la RDA se integraron relativamente fácil a una cultura

política democrática y constitucional, sin embargo, la crisis económica y

laboral se manifiesta hoy como la gran desilusión democrática. Algunas

personas, y en algunos lugares, „añoran los viejos tiempos en que no

había que preocuparse por subsistir“, después de todo el régimen

comunista garantizaba un mínimo „de la cuna a la tumba“. Aún así es

posible decir que en Alemania la generalidad se siente afortunada: el 74%

de los alemanes que viven en la región oriental se siente orgulloso de su

sistema de libertades y de su Estado de Derecho, mientras que el 65% se

siente orgulloso de su Ley Fundamental. En cambio, en la región

occidental, los porcentajes son un tanto más altos: el 88% se siente

orgulloso del sistema y el 77% de su Constitución.

„Die Wende“, el cambio, es un proceso que lleva ya 20 años, pero que no

puede considerarse como acabado. Para que Alemania deje de realizar

encuestas dividiendo entre Alemania oriental y occidental, para que los

compañeros del trabajo o de la universidad dejen de catalogarse como

ossies o wessies y para que los jóvenes tengan las mismas oportunidades

desde Jena hasta Darmstadt y desde Rostock hasta Füssen, falta todavía

el esfuerzo de algunas generaciones. Las universidades de hoy están

llenas de jóvenes que en su mayoría no les tocó vivir esa división: el Muro

de Berlín, la RDA, el comunismo, la URSS y los „ossies“ son parte de los

libros de historia. Quizá será a ellos a quienes les toque reunificar a

Alemania, verdadera y completamente.

La Reunificación o Die Wiedervereinigung, es el concepto técnico que

explica la formalización de la integración de la RDA a la RFA y que

connota la integración económica, jurídico-política de un país a otro.

Después de la Caída del Muro (9 de noviembre de 1989), los alemanes

comenzaron a hablar de El Cambio, mientras que los políticos procuraron

hablar de la Unidad Alemana (Deutsche Einheit) tal y como apareció en el

Tratado que formaliza la integración de la RDA a la RFA. De hecho, el día

3 de octubre se celebra el día de la Unidad Alemana y no de la

17

Page 18: La Caída del Muro de Berlín

Reunificación. Sin embargo, habría que aclarar que en la gran mayoría de

textos se habla de Reunificación, como proceso y de Unidad, como estado

de cosas. Podríamos decir que la Reunificación comenzó el día 10 de

noviembre de 1989 y se consolidó el día 3 de octubre de 1990, fecha en

que la RDA oficialmente desapareció y se integró a la RFA vía el artículo

23 de la Ley Fundamental de Bonn.

„ No fuimos lo suficientemente fuertes como para plantearnos la tareade la Unidad. Agradecemos a las personas de la RDA.“ Egon Bahr (asesor de Willy Brandt en cuestiones de política exterior)

3. Die Wiedervereinigung

Después de la conferencia de prensa de Schabowski las fronteras fueron

invadidas por alemanes de ambos lados, al principio los policías

fronterizos habían optado por la expatriación, pero al ver que el número

de personas aumentaba cada vez más, prefirieron abrir las fronteras. Los

noticieros de la RFA, cuya señal era recibida de manera clandestina en

los hogares de la RDA, informaron que las fronteras entre ambas

alemanias estaban abiertas; ello provocó que más alemanes orientales

salieran y buscaran cruzar del otro lado. La noche se convirtió en una

fiesta para los ciudadanos y en una pesadilla para el Gobierno de la RDA.

Ese 9 de noviembre por la noche, el Bundestag sesionaba en pleno en su

sede en Bonn, se había convocado a una sesión para votar una

modificación al Código Civil, en materia de asociaciones. Cuando se

inauguró la sesión, se informó sobre la noticia que se había dado en el

canal de la ARD, los diputados sin entender al principio de qué se trataba

intentaron continuar con la sesión, hasta que uno comenzó a entonar el

himno “Einigkeit und Recht und Freiheit” (Unidad, Justicia y Libertad).

Acto seguido cada partido subió a tribuna para presentar un

posicionamiento.

Al otro día aparecieron en el Ayuntamiento de Schöneberger en Berlín, el

canciller de la RFA, Helmut Kohl y el ex-canciller y ex-alcalde de Berlín

occidental, Willy Brandt. Ambos pronunciaron discursos llenos de

emotividad. Se han puesto palabras en boca de Willy Brandt que pasarían

a la historia: “ahora crece junto, lo que junto debía estar”, pero en

18

Page 19: La Caída del Muro de Berlín

realidad no se escuchan esas palabras en ninguna grabación de sus

discursos a propósito de los sucesos del 9 de noviembre. El gobierno de

Kohl estableció de inmediato el Begrußungsgeld o dinero de bienvenida,

consistente de 100DM, lo que provocó las épicas filas de Trabis en la

frontera. Así mismo, líderes de la RFA prometieron que habría elecciones

libres y secretas para mayo de 1990, mismas que tuvieron que ser

adelantadas por las constantes protestas.

El 13 de noviembre la Asamblea del Pueblo (Volkskammer) eligió como

nuevo Ministro Presidente a Hans Modrow. En octubre, Egon Krenz había

sido electo Secretario General del SED y Jefe del Consejo de Estado. El

Gobierno de la RDA se componía por una jefatura de Estado colectiva

representada por el Consejo de Estado, el Jefe del Consejo de Estado era

considerado el Jefe de Estado, y el Jefe del Consejo de Ministros, el jefe

de Gobierno. Normalmente se reunieron en una sóla figura los cargos de

Presidente del Consejo de Estado y Secretario General del Partido, ambos

cargos estuvieron durante casi toda la existencia de la RDA en manos de

sólo dos individuos: Walter Ulbricht (1950-1971) y Erich Honecker (1971-

1989).

Por parte del Gobierno de la RFA, el canciller Kohl presentó ante el

Bundestag, el día 28 de noviembre, el llamado “Plan de Diez Puntos”

conforme al cual debería lograrse la unión de ambas alemanias. Helmut

Kohl presentó su plan en su declaración gubernamental en el marco del

debate sobre el Presupuesto. La secreta formulación de lo que sería el

libreto para la reunificación sorprendió a los miembros de la coalición

gobernante, al igual que a los miembros de la oposición y a los aliados (si,

todavía). El Plan proponía entre otras cosas ayuda humanitaria,

económica y sanitaria para la RDA, así como la estructuración del cambio

de los sistemas político y social. Proponía el trabajo conjunto en diversas

áreas: económica, tecnológica, científica, cultural y ecológica y el

establecimiento de una Confederación de las dos alemanias, una vez

electo un gobierno de manera democrática. Los puntos seis y siete

determinaban las directrices para incorporar a la RDA a Europa. El punto

diez reconoció la importancia de que fuera el pueblo alemán quien

decidiera libremente la reunificación. Mediante el Plan de Diez Puntos,

19

Page 20: La Caída del Muro de Berlín

Helmut Kohl tomó las riendas del proceso de integración de la RDA a la

RFA. El Plan fué aprobado por la Unión, el FDP y el SPD, mientras que los

Verdes mantuvieron cierta distancia.

El Tribunal Constitucional Federal había resuelto1 que la RFA era la

Alemania sucesora de la Confederación del norte de 1866 y la

Constitución de 1871 (Bismarksche Reichsverfassung). Esta resolución es

importante pues es la piedra de toque para la unión: la RFA tenía

continuidad estatal con el imperio alemán y estaba incompleta, pueblo y

territorio de la RDA debían regresar a ser parte de Alemania.

Jurídicamente la reunificación implicó la incorporación de la RDA al

ámbito de validez de la Ley Fundamental de Bonn.

En diciembre de 1989 se reformó la Constitución de la RDA, entre otras,

se hicieron modificaciones que posibilitaran las próximas elecciones, se

removió la pretensión de gobernar del SED y fué electo Manfred Gerlach

por el Partido Liberal Democrático de Alemania como sustituto de Egon

Krenz, quien a su vez había ocupado apenas un par de meses la silla de

Honecker. El día 7 de diciembre se instaló la primera de varias Mesas

Redondas (16) celebradas entre los grupos de oposición y los llamados

partidos de bloque, es decir, aquellos partidos que eran tolerados por el

SED en la RDA. Las Mesas Redondas influyeron en la fecha de las

elecciones y fueron tomadas como modelo para los municipios, donde se

celebraron elecciones libres en mayo de 1990. En las Mesas participaron

como moderadores miembros de las iglesias católica y protestante.

A partir de enero de 1990 el proceso de unidad se aceleró, ésta fué más

una obra del pueblo de la RDA. Las primeras elecciones libres se

celebraron el 18 de marzo de 1990, la coalición llamada Allianz für

Deutschland formada por el CDU-Este, el DSU y el DA obtuvo el 48.15%

de los votos, para formar gobierno se tuvo que formar una Gran Coalición

con el SPD y los Liberales. El 12 de abril, Lothar de Maizière fué electo

Ministro Presidente, el último, de la RDA. Angela Merkel, la actual

canciller alemana, fué designada vocera del Gobierno. Thomas de

Maizière, hermano de Lothar, fué Jefe de la Cancillería y ahora Ministro

1 BVerfGE 36,1 y BVerfGE 77,137.

20

Page 21: La Caída del Muro de Berlín

del Interior en el primer y segundo Gobiernos de Merkel,

respectivamente.

En la primera declaración gubernamental de de Maizière la cuestión no

era ya si se quería la reunificación, pues el mandato que habían obtenido

los de la Alianza era negociar el fin de la RDA y caminar hacia la

reunificación, la pregunta era “cómo”. Debido a las enormes diferencias,

sobre todo económicas, en cuanto a estándares de vida y sustento de la

población entre una y otra alemania es que se decidió que sería

indispensable comenzar (como lo hiciere en 1948 Ludwig Erhard) a

establecer una economía de mercado y unificar la moneda. El 18 de mayo

se firmó el Tratado para la Unión Económica, Social y Monetaria, que

entró en vigor el 1 de julio de 1990, con ello el DM se convirtió

oficialmente en la única moneda en ambas alemanias y se logró un paso

indispensable para la unificación de ambos Estados. Sabine Bergmann-

Pohl, quien fuera electa Presidenta de la Asamblea Popular y

oficialmente, la Jefa de Estado, anunció en la madrugada del 23 de agosto

el resultado de la votación de la Cámara: El recién electo Parlamento de

la RDA sería disuelto. La decisión se basó en los acontecimientos de 1989

y los resultados de la elección de marzo, pero también en el Tratado de

Unificación que allanaría el camino para unirse con la RFA.

El 31 de agosto de 1990 se firma el Tratado de Unificación

(Einigungsvertrag) entre ambas alemanias. En él se pactaron las

modalidades de la unificación basado en el artículo 23 de la Ley

Fundamental de Bonn (la Constitución de la RFA de 1949). Este Tratado

es básico para la vida constitucional alemana, pues en él se pacta que la

Ley Fundamental será válida para todo el pueblo alemán, establece que

será el día 3 de octubre el día de la integración oficial de la RDA a la RFA

y que las reformas constitucionales necesarias se deberán hacer en un

plazo de dos años. Así mismo dispone que serán enviados 144

representantes al Bundestag y Bundesrat, y que Berlín será la capital

federal. Mediante el Tratado se establece la integración de los nuevos

estados federados a la RDA cuyas fronteras fueron fijadas mediante una

ley constitucional pasada en la Cámara de la RDA de julio de 1990:

Brandemburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Sajonia, Sajonia-

21

Page 22: La Caída del Muro de Berlín

Anhalt y Turingia, los cuales se incorporaron formalmente a la República

Federal Alemana con base en lo establecido desde 1949 en la Ley

Fundamental (antigüo artículo 23). Berlín, al estar dividida, como el

territorio de Alemania, fué también unificada, es decir, Berlín oriental se

integró a Berlín occidental.

Desde principios de 1990, comenzaron las negociaciones para la unión

con los Aliados. Después de la guerra, los Aliados habían conservado,

todavía en 1990, ciertos derechos sobre los territorios vencidos. Desde

febrero se reunieron los ministros de exteriores de las dos alemanias con

los de los cuatro aliados. Había muchos inquietos con la reunificación

alemana, sus vecinos principalmente temían que Alemania reclamara los

territorios perdidos con la guerra; hubo algunos líderes, como Margaret

Tatcher, que mostraron su incomodidad con una Alemania unificada. Al

final la diplomacia ganó la partida. Durante una visita a la cabaña de

cacería de Mijail Gorbachov, Helmut Kohl y su ministro de exteriores,

Hans-Dietrich Genscher, lograron la aprobación para la devolución de la

totalidad de su soberanía a Alemania (completa) y a aceptar su

membresía en la OTAN. El apoyo de Gorbachov era una condición sine

qua non para los Estados Unidos. De manera que gracias al llamado

“éxito del Cáucaso” Alemania recuperó después de 46 años el derecho a

autodeterminarse. El 12 de septiembre de 1990, el Tratado de

Liquidación Final con relación a Alemania, conocido como el Tratado dos

más cuatro, fue firmado en Moscú entre la RFA, la RDA y las cuatro

potencias que ocuparon la Alemania nazi tras el fin de la Segunda Guerra

Mundial: Francia, el Reino Unido, los Estados Unidos y la Unión

Soviética, y se restableció oficialmente la soberanía de ambos estados

alemanes.

Como lo estableció el Tratado de Unificación, el día 3 de octubre de 1990

a las 12 en punto desde el edificio del Reichstag, que hoy alberga al

Bundestag, sonó la campana de la libertad, se izó la bandera alemana

negra, roja y dorada y se entonó el himno nacional “Einigkeit und Recht

22

Page 23: La Caída del Muro de Berlín

und Freiheit”. El Presidente Federal, Richard von Weisäcker, leyó el

nuevo preámbulo de la Ley Fundamental2:

“Consciente de su responsabilidad ante Dios y ante los hombres, animado de la voluntad de servir a la paz del mundo, como miembro con igualdad de derechos de una Europa unida, el pueblo alemán, en virtud de su poder constituyente, se ha otorgado la presente Ley Fundamental.Los alemanes, en los Länder de Baden-Wurtemberg, Baja Sajonia, Baviera, Berlín, Brandeburgo, Bremen, Hamburgo, Hesse, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Renania del Norte-Westfalia, Renania-Palatinado, Sajonia, Sajonia-Anhalt, Sarre, Schleswig-Holstein y Turingia, han consumado, en libre autodeterminación, la unidad y la libertad de Alemania. La presente Ley Fundamental rige, pues, para todo el pueblo alemán.”

A partir de ese momento se disolvió la Asamblea Popular de la RDA y me

atrevo a decir, formalmente se acabó la guerra. Alemania estaba unida de

nuevo bajo un régimen de libertades.

El Canciller Kohl envió un mensaje al mundo diciendo que “Alemania

reconoce su responsabilidad moral y jurídica resultado de su historia y

que Alemania tomará mayor responsabilidad para lograr la paz en el

mundo.” El Gobierno alemán firmó posteriormente un tratado con Polonia

para definir de manera permanente las fronteras entre ambos países a lo

largo de la línea Oder-Neisse, y renunciar a cualquier reclamación sobre

Silesia, Pomerania Oriental, Danzig y Prusia Oriental. El 2 de diciembre

de 1990 se realizaron elecciones debido a la Reunificación con el

propósito de darle legitimidad al gobierno federal ahora ya, conjunto.

Helmut Kohl fué ratificado con una mayoría de 43.8% y gobernaría

durante ocho años más siendo el Canciller que más años ha gobernado

Alemania (1982-1998).

III. “Los de abajo en Alemania”

Con todo mi cariño y respeto a G.K.

Alemania, una, celebra este noviembre el 20 aniversario del primer paso

hacia su unidad y de su paz. La historia contada es la de los aliados que

triunfaron contra el régimen del terror nazi, también es la de los líderes

de los gobiernos que surgieron del reparto del territorio alemán, la

República Federal y la República Democrática. Las notas y comentarios

que vemos y leemos son, siempre, la narrativa de pocos. Sin embargo,

2 El Preámbulo fué modificado por la reunificación. El anterior mencionaba como meta la Unidad de Alemania.

23

Page 24: La Caída del Muro de Berlín

casi nunca se cuenta la historia del hombre y de la mujer comunes, cuyas

vidas fueron llevadas por la corriente de las decisiones de “los de arriba”

y cuyos hijos y nietos siguen hoy pagando crímenes que sus abuelos no

cometieron, sino que más bien sufrieron. Que hoy se siga llamando al

pueblo alemán, pueblo nazi –en el sentido criminal de la palabra-, o la

equiparación del nazi con el alemán o viceversa, un prejuicio que todavía

hoy existe, es un cliché del que no han podido desprenderse, que no deja

de ser doloroso, y despierta en todos los alemanes un complejo de culpa

colectiva por lo que algunos de sus compatriotas y antepasados

cometieron. Cargan sobre sus hombros un crímen tan horroroso, que ni

siquiera están dispuestos a discutir las circunstancias del caso personal,

las particularidades de su familia o su persona. El pueblo alemán debe

ser separado de “lo nazi” y debe darse una justa dimensión al caso. Los

crímenes que cometió una bandada de desquiciados no fueron cometidos

por Alemania, en un sentido nacional, geográfico e histórico. El que un

grupo de individuos haya tomado como rehén a esa nación no hace a esa

nación cómplice de sus crímenes, mucho menos por generaciones. Creo

que se requiere de una lectura mucho más cuidadosa del desarrollo de los

eventos entre una elección mayoritaria, la instalación de una dictadura y

la decisión de exterminar seres humanos. Creo que como seres humanos

debemos cargar todos con el recuerdo de lo sucedido durante el régimen

nacionalsocialista, porque los alemanes, como todos los individuos que

habitamos y que lleguen a habitar este planeta, tenemos la

responsabilidad de evitar que vuelva a suceder. Desafortunadamente, los

nazis también eran seres humanos, antes que alemanes. A los tropiezos y

calamidades humanas, estamos todos expuestos, como víctima y como

victimario.

Dicho ello, quiero contar una historia.

Conocí a un viejo de pelo blanco y manos fuertes, de ojos tristes y sonrisa

serena. Yo no hablaba alemán, apenas comprendía un par de palabras. Él

me abrió su corazón y las puertas de su casa. Una tarde me mostró su

álbum de fotos. Fotos de su infancia en la granja de sus padres en los

Sudetes. Luego, una foto de él y su hermano mayor con uniforme militar,

24

Page 25: La Caída del Muro de Berlín

sí, ese uniforme que vemos en las películas de Hollywood. Mientras me

mostraba esta fotografía, él me miraba a los ojos, y me decía con la

mirada y con movimientos de manos, que él no quería y que él no creía en

aquello por lo que fue obligado a pelear. No tendrían más de 18 ninguno

de los dos. Sentí un escalofrío por la espalda. ¿Habrá pensado su madre

en tomar esa fotografía como último recuerdo de sus dos hijos? Siempre

he pensado que las personas deberíamos de platicar más con los viejos, a

éste, me dieron ganas de abrazarlo. Sus ojos se pusieron agüados. Él y

Joseph habían sido obligados a luchar por su patria, no había salida.

Quizá no está de más contar que en 1944, los aliados ya estaban

derrotando al ejército alemán y que las fuerzas de la Wehrmacht estaban

muy mermadas, por lo que optaron por recultar por la fuerza a todos los

niños y jóvenes del país con capacidad física para el combate. Para esa

época, los reclutados eran prisioneros en potencia, esperando lo mejor.

No quiero ni imaginar el sufrimiento de esos padres cuando sus hijos

fueron llevados al frente. Ni menos quiero imaginar la angustia de no

saber nada de ellos, como hasta la fecha ha sucedido con Joseph. Los

hermanos fueron enviados a distintos campos de batalla. Peter cayó preso

en la zona de Oberbayern en lo más profundo del estado de Baviera,

afortunadamente en manos de los franceses.

La siguiente foto era de una fiesta en alguna campiña, gente alegre en

largas mesas. Otra de una boda. Otra de varios jóvenes saludando desde

un balcón. Varias fotos de Peter con amigos. Me entero que se trata de un

viñedo en Alsacia. Un vinicultor francés de buena voluntad requería

manos fuertes para recoger la uva, y acudió a los campos de

concentración fronterizos a reclutar algunos jóvenes soldados alemanes

para ello. El “patron” (en francés), como lo llamaba Peter, había sido un

ángel venido del cielo, en las barracas ya había una epidemia que estaba

matando a los prisioneros. Peter inmediatamente aceptó la oferta,

después de todo, venía de una familia de agricultores. Sabía trabajar la

tierra y merecía su libertad. El patron y su mujer cuidaron de los chicos,

les dieron techo, trabajo, comida y mucho vino. Peter cuenta con una

gran carcajada inocente: ¡nos daban vino blanco todo el día! “Teníamos

permitido beber cuanto vino blanco quisieramos y bueno, hacía calor...”

25

Page 26: La Caída del Muro de Berlín

La historia de Joseph opaca la cara de Peter. “Sólo sabemos que fué

enviado a Rusia”. Pensé “ojalá que Joseph haya formado una familia allá,

como Peter la formó acá” aunque sabía que ese deseo era imposible.

Pasaron los años, y un día, por razones que desconozco Peter fué liberado

o quizá era libre de irse desde siempre, y prefirió quedarse un tiempo

allá. No lo sé. Regresó a Alemania a buscar a sus padres que en términos

de los tratados y decretos que siguieron a la capitulación del Tercer Reich

habían sido desterrados y despojados de sus tierras. Por su pertenencia a

la religión católica, fueron enviados a la ciudad de Zeitz, hoy ubicada en

el estado de Sachsen-Anhalt, pues se determinó que la parroquia de Zeitz

sería un lugar digno para los refugiados, además de que contaba con

pocos católicos. Como los padres de Peter, muchas otras familias de los

Sudetes y de Prusia oriental fueron desterrados y repartidos en muchas

ciudades alemanas. Algunos “tuvieron suerte”, pues fueron ubicados en lo

que sería la República Federal Alemana. Otros como Peter fueron

ubicados en lo que sería la República Democrática Alemana.

Cuando Peter se despidió del Monsieur Loubet prometió volver pronto.

Peter no sabía que, otra vez, su vida sería coartada por “los de arriba”.

El Gobierno de la RDA les prohibió salir del país y en 1961, se levantó

una pared con rifles apuntando a cada alemán tras ella, con ello, se

ahogaron los sueños de Peter de volver a Alsacia y de enterrar a sus

padres en los Sudetes. Cualquier plan de ver el mundo se acababa de

destruir. Peter, un agricultor, no pudo volver a la tierra. Zeitz era una

ciudad industrial importante de la RDA, tuvo que ingresar a trabajar a

una fábrica como soldador. No pudo cultivar la tierra como hubiera sido

su deseo, sino laborar durante el resto de sus días en una fábrica. Peter

se casó y tuvo 4 hijos, nunca faltó comida en su mesa, pero nunca pudo

probar unos camarones o una malteada de plátano. Nunca pudo conocer

a su cuñado Martin, el hermano de Ilse su mujer. Martin trabajaba en

Göttingen y con el muro no pudo volver a ver a sus padres, ni a su

hermana. Ilse y sus padres se perdieron la boda de Martin y no

conocieron a su hijo Tobias hasta 1990.

Los hijos de Peter e Ilse, como todos los niños, fueron obligados a entrar

a la organización de pioneros Thälmann, donde recibían adoctrinamiento

26

Page 27: La Caída del Muro de Berlín

comunista y se les preparaba para ser “buenos camaradas”. Tenían que

cuidarse de no decir nada contra el régimen enfrente de amigos y

extraños, después de todo hasta las paredes oían en la RDA. Ilse

trabajaba en otra fábrica que elaboraba carreolas. Los programas de

televisión, las películas, los libros y revistas eran todos los permitidos por

el Estado, claro, aquellos que no estuvieran viciados por el “fascismo

capitalista” que intentaba permear las mentes. Peter e Ilse tenían un

departamento pequeño con dos recámaras y un baño. Allí vivieron los 6

apretados hasta que Jochen, el mayor, se casó a los 20 años con Maria de

19. Era muy común que los jóvenes se casaran a esa edad, después de

todo era la única forma de tener independencia. Después siguió Arianne a

los 19, Sonja a los 21. Las vacaciones las pasaban a veces en el mar

Báltico. Peter soñaba todas las noches que llevaba a su familia a Alsacia.

En lugar de viajar, Peter coleccionaba postales.

Esa tarde que me enseñó sus fotos, me mostró su colección de postales,

desde entonces me decidí a aumentarla. Cada pie que pongo en una

nueva ciudad, lo pongo por Peter. Una tarde de 1986 Daniel, el más

pequeño de sus hijos, tomó sus cosas y dió un beso a su madre y una

palmada en el hombro a Peter, Peter sintió que era una despedida. No

estaba equivocado. Daniel intentó escapar a la RFA junto con su pareja.

Peter e Ilse se enteraron por la radio, Daniel K. y Lothar F. fueron

descubiertos en su intento de escape por dos vigías de torre o GrePos,

quienes abrieron fuego hasta que ambos estuviesen muertos o heridos.

Daniel, logró esconderse bajo un trailer que estaba cerca, fué muerto con

un tiro en la cabeza. Daniel siempre soñó con conocer Sudamérica, dice

Peter. Quería ir a las playas en Brasil, desde que vió una postal que Peter

había recibido de Copacabana, Daniel quedó enganchado con la idea.

Tres años más tarde la RDA habría desaparecido, se lamentaba Peter,

Daniel no tenía por qué haber muerto, si hubiera tenido un poco de

paciencia, si no hubiera perdido la esperanza...

El 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín y comenzó el cambio.

Peter me enseñó el video, no pude contener las lágrimas. A pesar de que

no entendí nada de lo que el locutor decía, las imágenes decían más que

mil discursos y mil palabras. Nunca había comprendido la dimensión de

27

Page 28: La Caída del Muro de Berlín

ese suceso. La experiencia de ver ese video que nos mostraba algo que

apenas hacía 12 años había sucedido, con gente que lo había vivido, fué

algo que me marcó para siempre. Estar sentada en la sala de Peter para

quien la libertad era tan nueva me hizo valorar la mía. Después de todo

yo era una mexicana en Alemania, una mexicana que había conocido

muchos países y nunca tuvo el límite a su libertad. Peter de 75, tenía 12

años de poder decidir qué ver, qué leer, qué comer, qué vestir, qué hacer,

qué pensar, a dónde ir, por quién votar, y yo, tenía 29 de 29.

La cara de Peter y de Ilse, la imagen que se grabó en mi memoria para

siempre de personas cruzando por entre las paredes derribadas de un

muro en sus Trabis azul clarito siendo recibidas por sus compatriotas con

plátanos. Los cláxons, la euforia, las lágrimas, las risas. El enojo y la

felicidad reunidos en una escena de colores que contrastaba con el blanco

y negro de todas las demás fotografías que me mostró Peter de su vida en

Zeitz. Sonja y su familia inmediatamente tomaron sus cosas y se mudaron

a Hamburgo. Jochen y Maria se quedaron, pero sus hijos partieron en

1991 a estudiar en Stuttgart y en München. Arianne y su familia se

fueron a vivir a los Estados Unidos.

Peter se hizo de un jardín a las afueras de Zeitz donde dedica todo el día

a cultivar una vid pequeñita que da unas uvitas, los mejores melocotones

y tomates del mundo. Recibe postales cada mes de sus hijos y sus nietos,

y mías. Peter tiene un bisnieto mexicano. En 1993, a sus 66, Peter se

compró un Renault y manejó desde Zeitz hasta Alsacia a buscar a

Monseiur Loubet. Lo encontró. Se abrazaron muy fuerte. Loubet le dijo:

Peter, creo que sólo te estaba esperando. A los dos meses murió, la

diabetes lo estaba comiendo, ya era viudo y el viñedo no existía más.

Peter vive hoy todavía en Zeitz, cumplió 80, le gusta visitar a sus hijos y

nietos y maneja a gran velocidad por las autobahns y sueña con todos los

lugares que ha visitado, gracias a sus postales.

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Page 29: La Caída del Muro de Berlín

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