la burbuja sanitaria empieza a dar la cara

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Publicado en Enero 2010 en Medical Economics. LA “BURBUJA SANITARIA” EMPIEZA A DAR LA CARA por Dr. Fidel Campoy Es una constante en todos los países que el sector sanitario privado tiene una dependencia del marco que le defina las políticas sanitarias y económicas públicas. En el año 2009 la crisis financiera pública ha puesto de manifiesto algo conocido en el sector: estamos sentados en una burbuja de prestaciones sanitarias públicas sin financiación suficiente. Esto afecta profundamente a las aseguradoras sanitarias que operamos en dos mercados: el de financiación privada los seguros privados de salud de doble cobertura, y el de financiación pública – los conciertos con las Mutualidades Públicas y las concesiones sanitarias. La insuficiente financiación de los conciertos de MUFACE, MUGEJU e ISFAS ha tenido como consecuencia la salida de Caser y Mapfre de los mismos y que para ISFAS sólo 2 empresas renueven el concierto (Asisa y Adeslas) y para MUFACE sólo 3 (Asisa, Adeslas y DKV). Por esto, más de 350.000 funcionarios se verán forzados a cambiar de compañía en enero 2010. Ninguna empresa abandona libremente un negocio rentable, ni tan siquiera un negocio sin beneficios. Y no cabe pensar que las aseguradoras que se mantienen lo hacen porque ellas saben gestionar mejor las prestaciones. Los motivos hay que buscarlos en la dependencia que tienen del volumen de facturación y porque aún hay esperanza en que algún líder político se decida a defender el modelo sanitario de los empleados públicos, que ha demostrado un alto nivel de satisfacción para el funcionario y un ahorro de costes mayor del 40% respecto de las mismas prestaciones en el sector público. Los responsables políticos de las tres Mutualidades tienen que asumir que la adecuada financiación no es ya una alternativa, ni la eterna cantinela de un grupo de proveedores que piden por pedir. La insuficiencia de la prima de las Mutualidades se ha venido demostrando en informes anuales desde el año 2002 presentados desde el grupo de Trabajo de Mutualidades de UNESPA. Acusados de parciales, se solicitó y se hizo un informe por parte de la Dirección General de Seguros en 2007 que ratificaba la insuficiencia técnica de la prima pagada por la Mutualidades. La respuesta de MUFACE ha sido introducir un contrato a 2 años con una subida media el primer año entre el 2,3% y 2,5 % año y para el segundo año el 85% del IPC general. El resultado ha sido el conocido. Veremos qué pasa dentro de dos años. El resultado de la insuficiente financiación de las Mutualidad Públicas es que las aseguradoras sanitarias que se mantienen en el mercado público tienen que financiar la pérdida técnica de los funcionarios con los beneficios de los clientes privados. Por esto, las empresas salientes tienen una ventaja competitiva, obtenida indirectamente

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Page 1: La burbuja sanitaria empieza a dar la cara

Publicado  en  Enero  2010  en  Medical  Economics.      LA  “BURBUJA  SANITARIA”  EMPIEZA  A  DAR  LA  CARA  por  Dr.  Fidel  Campoy      Es  una  constante  en  todos  los  países  que  el  sector  sanitario  privado  tiene  una  dependencia  del  marco  que  le  defina  las  políticas  sanitarias  y  económicas  públicas.  En  el  año  2009  la  crisis  financiera  pública  ha  puesto  de  manifiesto  algo  conocido  en  el  sector:  estamos  sentados  en  una  burbuja  de  prestaciones  sanitarias  públicas  sin  financiación  suficiente.      Esto  afecta  profundamente  a  las  aseguradoras  sanitarias  que  operamos  en  dos  mercados:  el  de  financiación  privada  -­‐  los  seguros  privados  de  salud  de  doble  cobertura-­‐,  y  el  de  financiación  pública  –  los  conciertos  con  las  Mutualidades  Públicas  y  las  concesiones  sanitarias-­‐.    La  insuficiente  financiación  de  los  conciertos  de  MUFACE,  MUGEJU  e  ISFAS  ha  tenido  como  consecuencia  la  salida  de  Caser  y  Mapfre  de  los  mismos  y  que  para  ISFAS  sólo  2  empresas  renueven  el  concierto  (Asisa  y  Adeslas)  y  para  MUFACE  sólo  3  (Asisa,  Adeslas  y  DKV).  Por  esto,  más  de  350.000  funcionarios  se  verán  forzados  a  cambiar  de  compañía  en  enero  2010.    Ninguna  empresa  abandona  libremente  un  negocio  rentable,  ni  tan  siquiera  un  negocio  sin  beneficios.  Y  no  cabe  pensar  que  las  aseguradoras  que  se  mantienen  lo  hacen  porque  ellas  saben  gestionar  mejor  las  prestaciones.  Los  motivos  hay  que  buscarlos  en  la  dependencia  que  tienen  del  volumen  de  facturación  y  porque  aún  hay  esperanza  en  que  algún  líder  político  se  decida  a  defender  el  modelo  sanitario  de  los  empleados  públicos,  que  ha  demostrado  un  alto  nivel  de  satisfacción  para  el  funcionario  y  un  ahorro  de  costes  mayor  del  40%  respecto  de  las  mismas  prestaciones  en  el  sector  público.      Los  responsables  políticos  de  las  tres  Mutualidades  tienen  que  asumir  que  la  adecuada  financiación  no  es  ya  una  alternativa,  ni  la  eterna  cantinela  de  un  grupo  de  proveedores  que  piden  por  pedir.  La  insuficiencia  de  la  prima  de  las  Mutualidades  se  ha  venido  demostrando  en  informes  anuales  desde  el  año  2002  presentados  desde  el  grupo  de  Trabajo  de  Mutualidades  de  UNESPA.  Acusados  de  parciales,  se  solicitó  y  se  hizo  un  informe  por  parte  de  la  Dirección  General  de  Seguros  en  2007  que  ratificaba  la  insuficiencia  técnica  de  la  prima  pagada  por  la  Mutualidades.  La  respuesta  de  MUFACE  ha  sido  introducir  un  contrato  a  2  años  con  una  subida  media  el  primer  año  entre  el  2,3%  y  2,5  %  año  y  para  el  segundo  año  el  85%  del  IPC  general.  El  resultado  ha  sido  el  conocido.  Veremos  qué  pasa  dentro  de  dos  años.    El  resultado  de  la  insuficiente  financiación  de  las  Mutualidad  Públicas  es  que  las  aseguradoras  sanitarias  que  se  mantienen  en  el  mercado  público  tienen  que  financiar  la  pérdida  técnica  de  los  funcionarios  con  los  beneficios  de  los  clientes  privados.  Por  esto,  las  empresas  salientes  tienen  una  ventaja  competitiva,  obtenida  indirectamente  

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por  la  insuficiente  financiación  en  MUFACE,  como  se  está  demostrando  en  las  políticas  comerciales  en  estos  últimos  meses.  Los  resultados  serán  una  mayor  presión  sobre  el  precio  del  seguro  privado  y  sobre  las  tarifas  de  los  proveedores  sanitarios.  En  un  momento  de  crisis  como  el  que  estamos  todos  tenemos  que  apretarnos  el  cinturón,  pero  hay  un  límite.      De  manera  paralela  a  lo  que  pasa  en  MUFACE,  los  modelos  concesionales  también  están  sufriendo  las  tensiones  financieras  del  gasto  sanitario  público,  que  está  ofertando  un  servicio  de  alta  calidad  insuficientemente  financiado  en  relación  con  la  población  protegida,  la  cartera  de  servicios  que  garantiza  y  los  sistemas  de  accesibilidad  a  los  mismos.      La  situación  es  de  tal  calado  que,  en  mi  opinión,  el  país  necesita  urgentemente  medidas  estructurales  que  siente  las  bases  de  la  sostenibilidad  del  modelo  sanitario  actual.        Dr.  Fidel  Campoy    Director  General  Desarrollo  Corporativo    DKV  Seguros