la biblioteca en la escuela

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  • 7/25/2019 La Biblioteca en La Escuela

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    En

    searMatemtica

    Pu

    blicac

    in

    trim

    es

    tra

    lporsuscripc

    in

    Informacinenpgin

    a15

    12(ntes), papel y tinta para el da a da en la escuela.

    Publicacin de distribucin gratuita para las 22.200 escuelas

    primarias/EGB 1 y 2 de Argentina e instituciones educativas y acadmicas.

    Permitida su reproduccin citando la fuente.

    SUMARIOEditorial Pg. 1

    Sembrar lectores. Por Silvia Motta Pg. 2La biblioteca escolar: un tema que involucraa todos en la escuela. Por Cecilia Bajour Pg. 4Biblioteca Nacional de Maestros.Un puente entre la biblioteca y la comunidad.Por equipo de la BNM Pg. 6La filatelia en la escuela Pg. 8Caja de Herramientas Pg. 10Novedades editoriales Pg. 11

    En la escuela, la biblioteca. Por Marta Polimeni Pg. 12

    Nmero 18

    Octubre de 2007AO 2

    La biblioteca en

    la escuela

    Las fotografas que ilustran esta nota fueron extradas de una emisin de nuestro programa

    televisivo y fueron filmadas en la biblioteca de la escuela n 17 D.E. 20 de la Ciudad de

    Buenos Aires.

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    Silvia Motta naci en Montevideo, Uruguay. Se form en el Instituto de Profesores Artigas de esa ciudad. Actualmente vive

    en Buenos Aires y dirige la Biblioteca del Dragn (especializada en literatura infantil/juvenil).Coordina talleres de escritura

    y lectura en Buenos Aires y Montevideo Ha escrito artculos para revistas especializadas nacionales e internacionales y ha

    participado como ponente invitada en Congresos de Argentina, Uruguay y Cuba. Quienes quieran ponerse en contacto, pue-

    den hacerlo a travs del e-mail [email protected] o visitando la biblioteca en Hualfin 933, Ciudad de Buenos Aires.Por Silvia Motta

    Una tibia mecedora

    Haba una vez una nia pequea a quien su abuela, sentada ensu mecedora, lea infatigablemente. Ambas disfrutaban por iguallas maravillosas historias de Monteiro Lobato, autor brasilero querevolucion la literatura infantil privilegiando la esttica literaria alo pedaggico o moralizante.As, para ambas, nia y abuela, su cotidianeidad estuvo acompa-ada por la aventuras de los entraables personajes de Lobato.Para aquella nia haba tambin un da especial que ella habaaprendido a identificar: el da de cobro. As era que el da en quesu madre cobraba apareca en la casa con un libro en cada mano;

    uno para la nia, otro para suhermano.Y en las noches, de casi todoslos das, para esa nia y suhermano exista un momentomgico en el que, ya acostadosy antes de dormir, su padreles contaba divertidas historiasinventadas por l o, fanticocomo era de Garca Lorca yNicols Guilln, lea para ellosaquellas poesas llenas de m-sica e imgenes bellsimas.Dems est decir que aquellania es hoy una lectora impe-nitente.A esta altura probablemente yahayan adivinado que la nia erayo, que aquellos padres eranmis padres, que la de la mece-

    dora era mi abuela y que el hermano es mi hermano.No se asusten, no intento iniciar aqu la escritura de mi biogra-fa.

    He puesto en escena a esa familia, que por ser la ma conozcobien, para mostrar un hogar donde el estmulo a la lectura eradiario y estaba integrado a la vida familiar.Todo nio para comenzar a construirse como lector necesita es-tmulos. Ningn nio nace lector, se hace lector. Y en el hacersejuegan un papel importante todos los agentes sociales disponibles:familia, jardn, escuela, juegos.El primer agente, sin duda, es la familia. Los chicos suelen imitar

    a sus padres y si en la casa haylibros, revistas o diarios que losnios ven leer a sus mayores;esta actitud lectora ser inter-nalizada por los chicos comoalgo valioso que tendern aimitar.Recuerdo una nia de tres aos

    que encontr un da sentada alo Buda en su cama, muy seria,muy afanada, leyendo un li-bro de economa que sostenaen sus manos al revs, es decir,patas arriba. nica manera deentenderlo a su edad? No. Bro-mas a un lado, aquella actitudya daba cuenta de los hbitoslectores de su familia.Con esta ancdota extrada de

    la realidad quiero significar que aquella nia de tres aos ya habacomenzado su camino lector, empezaba a construirse como lectoraen un mbito propicio que la alentaba.Ustedes dirn, con cierta razn, que no todos los hogares son as,que hoy con el ritmo de vida vertiginoso que llevamos las familias

    han cambiado y no disponen de tiempo para sembrar lectores.Si bien es cierto que el ritmo de vida ha adquirido una velocidadpasmosa que nos deja a todos agotados; no nos hagamos trampasjugando al solitario, todos tenemos la posibilidad de conseguirquince minutos diarios para leerle a nuestros hijos.El espacio de la lectura es un encuentro con uno mismo, requierembitos calmos con nios y adultos capaces de cultivar un tiempointerior calmo.As como la familia facilita al nio un tiempo para las responsabili-

    dades escolares, otro tiempo para jugar, otro para ver televisin, si

    la hay, y otro para colgarse en Internet, si la hay, tambin puedecrear un tiempo para la lectura.Imaginemos que todas las noches, antes de dormir les leemos uncuento a nuestros hijos. En esos quince minutos no slo les esta-remos proponiendo un espacio de calma para dedicar a la lectura,sino que les estaremos propiciando un encuentro, una tarea com-partida, un momento donde el afecto entrega un tiempo al otro yviceversa para transformarse en experiencia conjunta. Leerle a unnio es dar afecto y ste se potencia hasta hacerlo inolvidable.Pero si en la casa no se lee, ni se propicia la lectura, quiere decirque perdimos para siempre un lector? Bueno, no seamos fatalis-tas. A veces el encuentro de los chicos con los libros tiene comonico territorio posible el que proporciona la institucin escolar, yen ella incluyo a los jardines. Son ellos los responsables de ponera los nios en el camino de la lectura.

    Una Dola Tela CatolaHace ya un tiempo un docente de nivel inicial me pregunt paraqu se les dan libros a los bebs si stos los toman como un objetopara jugar, no como libro. Y agregaba que, siendo as, da lo mismoque les demos un osito o cualquier otro objeto.Buena pregunta.En los distintos foros sobre literatura infantil aparece como pre-ocupacin recurrente el tema de las estrategias a llevar adelantepara lograr que la lectura se transforme en un hbito para losnios.Esto nos lleva a pensar primero en la materialidad del libro comoobjeto, en las acciones bsicas a construir con ellos.Darle a un beb, a un nio muy pequeo un libro para que loexplore como objeto es una primera y fundamental estrategia ensu camino lector. Poner en sus manos libros de plstico, tela o

    madera; libros indestructibles para que se los lleven a la boca(cosa que irremediablemente harn), para que los estrujen, paraque los abran y cierren, para que comiencen a intentar dar vueltasus pginas, an cuando esa operacin conlleve tirones destem-plados, es imprescindible.Para un nio muy pequeo dar vuelta una hoja es una operacindificultosa porque est relacionada con su desarrollo motriz. Con-seguir que los libros no cuelguen de sus manos, sino que seansostenidos por ellas, es un paso bsico y a la vez gigantesco en larelacin nio/libro.Los chicos, como sabemos, aprenden explorando, imitando, rela-cionando.Estas tareas materiales con los libros conllevan una marca inde-leble para quien se est construyendo como lector.Cuanto ms temprana sea la edad en que un nio tome contactocon el objeto libro mayor ser su familiaridad con l.

    Nuestro objetivo como adultos es ayudar a formar lectores res-ponsables y cuando digo lectores responsables no estoy haciendouso de un eufemismo, sino que estoy pensando en que los chicosaprendan a valorar los libros y desde esa valoracin sepan cuidarlosy quererlos hasta apropiarse de ellos afectiva e intelectualmente.Bienvenidas entonces la bebetecas y los jardines maternales. Perosi donde estamos trabajando no los hay, cosa frecuente en nuestropas, empezaremos en los jardines y si no los hay, el comienzoser en la escuela.

    Or no es escucharA partir de que un chico se ha familiarizado con el objeto libro apare-cen otras necesidades.Es el momento de interrogarnos sobre la relacin nio/libro desdeotras dimensiones. Generar estrategias para ser ms eficaces en la

    tarea de estimular lectores y lecturas.Una de las dificultades que aparecen en los grupos escolares es ladificultad de escuchar y ser escuchados. Es frecuente que al leerseun cuento en el aula o en la biblioteca los docentes y/o bibliotecariosse enfrenten a la situacin de que los chicos se dispersan o estn tanansiosos que no pueden escuchar.La capacidad de escuchar al otro y a la vez ser escuchado es un puntode inflexin fundamental. Es un camino de ida y vuelta. Si queremosque nos escuchen tambin tendremos que saber escuchar.

    Es necesario que nuestra biblio-

    teca sea de estante abierto y los

    chicos puedan acceder a los libros

    libremente.

    Ofrezcamos en nuestra bibliotecauna abanico lo ms amplio posi-

    ble en gneros y temticas.

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    La primera tarea ser entoncesgenerar un mbito tranquilo yacogedor para que la inquietudy la dispersin se aplaquen.Ser cuidadosos en nuestra es-cucha para identificar necesi-dades, grupales e individuales,y saber elegir qu leerles yqu ofrecerles para leer a loschicos.Hace un tiempo en una escue-la municipal la bibliotecariareunida con un grupo de sextogrado en la biblioteca ley LaComposicin, un muy buen li-bro de Antonio Skrmeta. Laeleccin fue tan acertada que apartir de esa lectura los chicosdebatieron largamente el texto.La atencin haba sido captada

    totalmente al punto de que los chicos pidieron comunicarse conel autor. La bibliotecaria podra haber dado por terminada su tareaall pero su escucha haba sido muy buena y se puso de acuerdocon la profesora de computacin para que los chicos se comuni-caran va Internet con el escritor. Y lo hicieron. Como ven, todo esintegrable, tecnologa y lectura.Otra forma de integracin se plantea cuando el bibliotecario vaa leer al aula. Es importante que el/la maestro/a se incorpore ala actividad y escuche junto a sus alumnos la lectura propuesta.Los chicos vern que a su maestro/a tambin le interesa la lec-tura y ese gesto es ms valioso que cien palabras incitando a lalectura.

    Enriqueta ests ahAcercar los chicos a los libros exige estrategias dinmicas, tandinmicas como sea posible. No olvidemos que los individuos nosomos todos iguales, nos interesan cosas diferentes. Esa diver-sidad habr de estar representada en la oferta de libros que lespropongamos a los chicos ponindolos a su disposicin.Potenciemos el esfuerzo y ofrezcamos en nuestra biblioteca unabanico lo ms amplio posible en gneros y temticas para quelos chicos siempre puedan encontrar alguno de su inters. Losbuenos materiales son aquellos a los que los nios regresan unay otra vez. Si hablamos de narrativa es bueno tener en cuentaaquellos autores que privilegian la esttica literaria a la intencinpedaggica o moralizante. Si escogemos cuentos tradicionales esbueno que sea el texto original; luego podremos poner en manos

    de los chicos versiones (que las hay muy buenas, por ejemplo,Caperucita tal como se la contaron a Jorge de Luis Pescetti,editada por Alfaguara, o La Caperucita, de Leticia Gotlibowski,editada por El Eclipse), pero siempre es el texto original el quemarca la referencia. Si hablamos de poesa ser importante ele-gir aquellos libros donde el texto ofrezca musicalidad, metforasoriginales, ritmo potico (que no siempre est dado por la rima),y los rimados, sobre todo para los ms chiquitos. Vale la penarecordar que la rima oa no educa la sensibilidad. Si queremoslibros de informacin tendremos que apuntar a los que ofrezcaninformacin comprobadamente veraz y sobre todo abrir mucho elespectro hacia la originalidad y la diversidad temtica. Me pareceimportante sealar que siempre, en todos los gneros, vale la penareparar en que las ilustraciones sean de calidad porque enrique-cen la sensibilidad esttica y llaman la atencin.Para que esto sea eficaz es necesario que nuestra biblioteca sea

    de estante abierto y los chicos puedan acceder a los libros libre-mente. Una biblioteca de estante abierto implica que no hayalibros bajo llave y que todosestn al alcance de los chicos sinnecesidad de intermediarios. Que los estantes respeten la estaturade los usuarios para que stos los puedan alcanzar sin dificultad.Para los nios es atractivo que la biblioteca sea alegre y pensadapara ellos. Si la nuestra tiene muebles muy antiguos y serios, o pa-redes tristes, podremos darle un toque de color, por ejemplo, conposters, y/o conseguir pequeos muecos que sean la rplica de

    los personajes que pueblan los libros: brujas, dragones, duendes,etc. y ubicarlos de manera bien visible. Si podemos, armar algnespacio con almohadones donde los chicos puedan leer repantiga-dos es tambin una buena opcin. Es decir, desestructurar un pocola sobriedad .Muchas veces vemos a los chicos indecisos ante la eleccin de unlibro. Tenemos que estar atentos para acercarnos y orientar. Esorequiere de nosotros conocer el material de que disponemos y estaralertas para seguir a nuestros lectores y esto implica ingenio.Empezar a indagar qu busca o qu le gusta, a qu juega, si algnlibro que haya ledo lo impresion mucho como para volver a leerlo,cmo es la familia, porque a veces pertenecen a alguna comunidadcultural determinada y eso marca sus gustos, sus intereses o susdificultades. Cada lector es nico y cuando lo orientamos esto tieneque estar presente.En una escuela municipal decidieron acercar a los chicos a labiblioteca usando el mtodo Pulgarcito. En lugar de migas de pansembraron en las paredes un camino de fotocopias color de un libromuy atractivo que los llevaba desde la puerta de la escuela hasta elinterior de la biblioteca. Despus vendra lo sustancial: interesarlosen la lectura.Exponer las novedades en un lugar bien visible e invitarlos a reser-var alguno que les haya gustado para ser los primeros en leerlo unavez terminada la exposicin, es un estmulo, y otro, es alentarlos ala recomendacin. Cuando un chico recomienda a sus compaerosun libro que le haya gustado verdaderamente su palabra y su entu-siasmo tienen tanta fuerza que trae ms lectores. Es la curiosidadlo que se pone en juego.Trabajamos para que los chicos encuentren en los libros un sitioplacentero, para que entablen un dilogo silencioso con ellos. Nodebemos perder de vista que la lectura es un acto ntimo y habre-mos de respetarlo. Si hemos logrado poner en sus manos el libroadecuado a sus circunstancias, el chico dialogar con personajes

    y situaciones. Y podr escucharse a s mismo e inclusive dar res-puesta a sus interrogantes ms ntimos.Es muy buena la promocin a la lectura que se est haciendo enjardines y escuelas creando la costumbre de que los viernes, desdela biblioteca de aula, los chicos se lleven por el fin de semana unlibro para leer en su casa. Esto nos devuelve a la familia, al lugardonde empezamos este artculo. Nos parecemos a la culebrilla quese toca la cabeza con la cola, pero esta no mata, esta crea interslector en la familia y el agente ser el nio.Hace un tiempo me regalaron una pequea historieta de Liniersque encuadrada colgu en la puerta de la biblioteca. Me pareceoportuno contarla ac.En el primer cuadro se ve un trozo de biblioteca llena de libros y aEnriqueta mirndola. En el segundo cuadro aparece el mismo trozode biblioteca plena de libros, Enriqueta y Felini (su gato), que lepregunta Qu hacs Enriqueta?. En el tercer cuadro ambos mi-

    ran los libros de espaldas al lector y Enriqueta contesta Me gustamirar mi biblioteca. En el cuadro siguiente, de perfil al lector,vuelven a mirarse Felini y Enriqueta y sta cierra diciendo Estllena de universos.Y de esto se trata.

    Para los nios es atractivo quela biblioteca sea alegre y pensada

    para ellos.

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    Cmo imagina cada escuela la bibliotecaescolar?No cabe duda de que todos los que participan de uno u otro mododel mundo de la escuela estn de acuerdo en que contar con unabiblioteca es una necesidad vital para la enseanza y el aprendizajeen los tiempos que corren.Sin embargo los imaginarios sobre qu es una biblioteca escolarsegn las singulares maneras en que cada escuela est constituida,cmo interacta con todo lo que se piensa y se hace all y si es ne-cesaria o no una figura que est a cargo de la biblioteca entre otrascuestiones vinculadas a esta problemtica, varan en la prcticasegn las diversas situaciones reales y segn las representacionessobre las funciones de una biblioteca, la lectura en la escuela y surelacin con la enseanza.La atencin a la singularidad para pensar el tema de la biblioteca(como todos los asuntos escolares, por otra parte) es fundamental,ya que no es igual el caso de la escuela que recibe a ms de milalumnos que la escuela rural en la que varios grados conviven a vecesen un mismo espacio. Tampoco es igual la situacin de las escuelasque tienen un maestro bibliotecario a cargo que la de aquellas queno lo tienen. Ni la de las bibliotecas que estn repletas de libros,revistas, materiales multimedia y otros soportes que se actualizanperidicamente, que aquellas que por diversas causas tienen unospocos estantes que siempre muestran el mismo paisaje.De todos modos, la convivencia de componentes que cualquieraconsiderara imprescindibles para que una biblioteca funcione,tales como una buena coleccin de libros y otros soportes, espaciode funcionamiento adecuado, lectores y mediadores especializados,no es suficiente para que dicha biblioteca sea pensada como uno de

    los ejes trascendentes de la enseanza y la cultura de una escuela.Estas premisas pueden estar y sin embargo convertirse slo en unaescenografa de cartn pintado si no se las piensa en relacin conlos sentidos principales de la escuela.Por eso la pregunta acerca de cmo se hace una biblioteca escolarpara que se convierta en un asunto central de la escuela suponepensar en cul es el lugar simblico y real de las bibliotecas y lalectura en cada institucin. Ms all de la absoluta necesidad denormativas que garanticen la existencia de bibliotecas y maestrosbibliotecarios al frente de ellas como un requisito indispensablepara el desempeo pedaggico de las escuelas, lo cierto es que laapropiacin de una cultura de bibliotecas por parte de directivos,docentes, alumnos y otros actores de la comunidad, la incorpora-cin de su uso pleno y diverso en el cotidiano escolar, no se insti-tuyen por decreto.En relacin con esto es interesante el debate por parte del colectivo

    docente que trabaja en cada escuela sobre qu modelo de biblio-teca escolar requiere esa institucin. Segn el especialista espaolGuillermo Castn, esta pregunta no puede formularse al margen decon qu modelo pedaggico se piensa dicha institucin y de lascondiciones materiales de las que se parte. En muchos casos, plan-tea este autor, la ausencia de reflexin sobre el modelo terico debiblioteca escolar, conlleva el riesgo de centrar todo el inters encmo organizar tcnicamente una biblioteca escolar de modo mseficaz, evidenciando una concepcin instrumentalista de la biblio-teca, donde los medios se confunden con los fines, y soslayandoel debate de fondo, que debera centrarse en las finalidades, en elpara qu (y slo despus se respondera al cmo) de una bibliotecaescolar de nuevo cuo en unas escuelas que deben dar respuesta anuevas necesidades curriculares y sociales.1

    La concepcin instrumentalista es la que pone el acento casi unila-teralmente en los aspectos ms tcnicos del saber bibliotecario, so-

    bre todo aquellos que tienen que ver con la formacin de usuarios,las tareas organizativas y el trabajo en red. Se trata de saberes queante el avance de las tecnologas de acceso a la informacin gene-ran una preocupacin creciente y una ansiedad por la actualizacinconstante. Esto no siempre est acompaado por un anlisis crticode las necesidades sobre las que debera basarse ni por un estudioms conciente sobre las maneras en que las nuevas tecnologasdialogan con los modos de leer que las preceden histricamentey con la experiencia que aportan todos los lectores, pensando la

    lectura en un amplio sentido. Estas prcticas bibliotecarias, cuyanecesidad para que una biblioteca funcione y permita el accesodemocrtico a su acervo no est en discusin, cuando se convier-ten en fines y no en medios desvirtan el carcter pedaggico desu tarea. Adems, cuando estas prcticas ocurren en el contextoescolar, tienen que armarse de nuevos sentidos ya que adems desupeditarse a los fines pedaggicos, pueden convertirse en ocasinde enseanza acerca de los particulares modos de uso y apropiacinde los servicios y posibilidades que la biblioteca brinda.Para evitar la tentacin instrumentalista y tecnocrtica no hay otrocamino que mirar la biblioteca escolar en dilogo con la escuelaen su conjunto. O sea, no se trata de plantear una oposicin entrelas tareas pedaggicas y las tcnicas: un divorcio entre ambas traecomo correlato que la biblioteca mire para un lado y la escuela paraotro.Otra faceta de la visin instrumentalista es pensar en la bibliotecacomo subsidiaria de lo escolar, lo cual puede llevar a un funciona-miento distorsionado e improductivo.El acento puesto en lo pedaggico no significa convertir a la bi-blioteca slo en una herramienta proveedora del aula sino vinculartodo lo que suceda en la biblioteca con las formas ms variadas yrenovadas de aprendizaje y enseanza. Desde ese punto de vista, larelacin entre la biblioteca y el desarrollo de los contenidos curricu-lares no debera ser entendida como la de la satisfaccin mecnicade unas demandas fijas, monolgicas, establecidas unilateralmentede antemano. Por el contrario, una concepcin dinmica del cu-rrculum supone una biblioteca que no acte como despachantepasiva de materiales sino como interlocutora crtica que proporcionaun universo abierto de informacin diversificada y un espacio privi-legiado para el despliegue de saberes y estrategias para su acceso,

    su bsqueda y su investigacin.La biblioteca en dilogo con la escuela se hace posible cuando lastareas de enseanza estn pensadas como un tipo de prctica quees sensible a la diversidad de contextos en los que tiene lugar, a lariqueza que aporta la cultura de los sujetos que participan y a lamultiplicidad de textos que se ponen en juego. Por lo tanto no obe-dece mecnicamente a un modelo didctico que est atado al librode texto como principal y, muchas veces, nico referente.Si relacionamos esta idea de enseanza con la lectura, vnculo queno puede obviarse cuando de la escuela se trata, surgen preguntasinteresantes al pensar en los modos de leer que pueden desarrollar-se en la biblioteca como aliada del aula. Hablamos en este caso deuna idea de lectura que atiende a las peculiares relaciones perso-nales y sociales de los lectores con los textos, que pone el acentoen los modos en que los docentes intervienen en las prcticas lec-toras para habilitar esas relaciones, que invita a reflexionar sobre

    las ideas de seleccin de textos que subyacen en las prcticas deenseanza y de lectura.La biblioteca escolar, pensada como un mbito compartido por eldocente bibliotecario y el docente del aula, propone nuevos cami-nos para desarrollar las prcticas de lectura y, en consecuencia, lasmaneras de pensar la enseanza.En este sentido observamos, por ejemplo, que el despliegue desociabilidades en torno a los textos ocurre en la biblioteca de unamanera diferente al aula. En la biblioteca estas posibilidades seexpanden hacia otras trayectorias lectoras gracias a la existencia dediversidad de textos y del aprendizaje de cmo acceder a ellos. Detodos modos, no es cuestin de enfatizar la bsqueda de diferen-cias entre las prcticas de lectura en el aula y las que ocurren enla biblioteca. Por el contrario, es ms productivo para los lectores ypara la enseanza buscar aquello que tiende puentes entre ambosespacios escolares que buscar aquello que los distingue.

    Otra de las maneras fundamentales en que las bibliotecas ponen endiscusin las visiones instrumentalistas que reducen su papel en laescuela, es la que tiene que ver con cmo protagonizan y viabilizanlas relaciones con la cultura y el arte actuando como espacio degestin y realizacin de diversas iniciativas. Se trata de una de lasfunciones ms ricas de la biblioteca: la de propiciar lazos culturalesentre la escuela y la sociedad. En comunidades en las que el accesoa los bienes culturales est ms restringido por diversas razones,este rol de la biblioteca puede adquirir una dimensin mayor ya que

    :

    Por Cecilia Bajour

    Profesora en Letras (UBA). Magister en Literatura y Libros para Nios y Jvenes

    (Universidad Autnoma de Barcelona. Banco del Libro de Venezuela). Coor-

    dinadora del rea de Capacitacin sobre Bibliotecas Escolares, miembro del

    equipo de coordinacin del subncleo de Lecturas y Escrituras y coordinadora

    acadmica del Posttulo de Literatura Infantil y Juvenil (CePA). Tiene a su cargo

    el Seminario de Literatura Infantil Contempornea de la Lic. en Didctica de la

    Lengua y la Literatura (Universidad de San Martn). Expone habitualmente en

    Jornadas, Seminarios y Congresos de la especialidad.

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    en muchas ocasiones se convierte en el escenario donde convergenmuchas de las iniciativas culturales que trascienden al mbito de laescuela y que le dan nuevos sentidos en su relacin con el mundoque la rodea.

    Sentir la biblioteca como propia:

    la familiarizacin del colectivo docente

    de una escuela

    Para que la biblioteca forme parte del horizonte cotidiano de lasprcticas lectoras de una escuela, los primeros a ser consideradosson los mismos docentes (todos: los bibliotecarios, los maestros, loscurriculares, etc.) junto con el equipo de conduccin, ya que todosellos, desde la especificidad de los lugares que ocupan, son losmediadores en la relacin entre los alumnos y la biblioteca. Aunqueparezca obvio decirlo, nadie puede ser mediador de aquello que nole es familiar.A eso nos referamos al principio cuando hablbamos de la necesi-dad de conformar una cultura de biblioteca dentro de la escuela.En ese sentido es interesante reflexionar sobre cmo desde laorganizacin de los tiempos escolares se habilitan espacios paraque los docentes puedan construir un vnculo con la biblioteca querecupere sus experiencias profesionales y personales en relacincon la lectura.Una experiencia de capacitacin sobre bibliotecas escolares rea-lizada en una escuela primaria de la ciudad de Buenos Aires tuvocomo propsito el intento de desarticulacin de la sensacin deextranjera que a veces los propios docentes sienten en relacin conla frecuentacin y uso de las bibliotecas de sus propias escuelas. Setrat de una asistencia tcnica que el equipo de conduccin de estaescuela pidi al rea de Capacitacin de Bibliotecas Escolares2. Elpedido de asistencia surgi por la preocupacin de la direccin porel uso dispar de la biblioteca por parte de los maestros de esa ins-titucin. Algunos maestros de los primeros grados, de acuerdo conla bibliotecaria, particularmente comprometida con su tarea, pro-movan el uso sistemtico de la biblioteca por parte de sus alumnosen todas las reas, no slo para la lectura literaria. En cambio losmaestros de los grados superiores, por razones que daban cuentade la diversidad de sus historias lectoras profesionales y personales,y de sus representaciones acerca de la biblioteca, no lo hacan. Ladirectora, preocupada por generar un vnculo con la biblioteca queno se interrumpiera a lo largo de la etapa escolar de sus alumnos,

    plante la necesidad de generar dilogos con los docentes sobreesta discontinuidad.Se acord organizar encuentros a modo de tertulia en el mbitode la biblioteca donde todos estuvieran presentes: directivos, lamaestra bibliotecaria y los maestros. En principio se trataba deencuentros en donde todos los que participaban eran consideradoslectores, ms all de la diversidad de sus vnculos con la lectura ycon la biblioteca. Se parta de la base de que todo maestro tienealguna relacin, la suya, con la lectura. Esta premisa, en un con-texto atravesado por discursos que en los ltimos tiempos suelensubestimar a los docentes, a descalificarlos en cuanto a su forma-cin y a responsabilizarlos por los supuestos fracasos lectores de losalumnos, se perciba como un aire fresco que instauraba confianzay una sensacin de hospitalidad en el mbito de la biblioteca.Los participantes fueron invitados por los capacitadores y por labibliotecaria a buscar en los estantes de la biblioteca (muy bien

    organizada y diversamente nutrida, con estantes abiertos, y con loslibros invitando a ser tocados, tomados, ledos) algunos textos queles recordaran situaciones de lectura personales o de su profesindocente que les parecieran interesantes para compartir con suscolegas. Durante unos instantes la biblioteca fue recorrida por di-rectivos y maestros que en algunos casos por primera vez estabanpaseando sus ojos, esta vez interesados, por la configuracin par-ticular de ese espacio lleno de libros, revistas, recortes, pelculas,organizadores artesanales de la informacin periodstica ingeniosa-mente inventados por la bibliotecaria, etc. Para algunos maestros larelacin anterior con la biblioteca no pasaba del acuerdo fugaz conla bibliotecaria para que este se hiciera cargo de sus alumnos enla hora de biblioteca, como si no fuera tambin asunto suyo. Fueinteresante observar en ellos la sorpresa por el hallazgo de algnlibro que hubiera significado mucho en las personales prcticasdocentes, o el encuentro con un texto entraablemente ligado a la

    propia infancia o adolescencia. La bibliotecaria en todo momentoactuaba como anfitriona hospitalaria, como interlocutora de undilogo sobre lecturas. Tras el intercambio de narraciones auto-biogrficas sobre libros, muchos maestros comentaron que tenanpocas oportunidades para sentirse y ser pensados como lectores enel espacio de trabajo. Las historias narradas fueron para ellos unaforma de intercambio personal y profesional que los ubicaba en unlugar distinto con respecto a sus colegas, a los que reconocan enfacetas renovadas y valiosas.

    En esta experiencia es posible destacar la preocupacin del equipode direccin por encontrar un camino hacia la apropiacin de labiblioteca por parte de los docentes de su escuela. La bibliotecapuede ser una herramienta disponible para que los directivos comogestores pedaggicos de las escuelas colaboren con los maestros yprofesores en generar puentes innovadores entre el aula y la biblio-teca, a partir de iniciativas que lleven al equipo docente a sentirque la biblioteca es un espacio amigable y propicio para desarrollarsu tarea profesional en la escuela.Otra experiencia realizada en la ciudad de Buenos Aires, esta vezdestinada a pensar con directivos el lugar que ocupa la bibliotecaen la gestin de las escuelas, intent poner de relieve cmo enri-

    quece su rol de gestores pedaggicos y cmo el equipo de conduc-cin habilita los vnculos entre maestros y bibliotecarios. Tambinse busc imaginar con los directivos situaciones concretas en dondesu conocimiento de lo que hay en la biblioteca y sus modos de fun-cionamiento se les vuelve necesario para apoyar pedaggicamentea los maestros. Por ejemplo, se discuti sobre posibles proyectos detrabajo en determinadas reas o temas y la situacin concreta delacervo en relacin con ellas. En estas situaciones al directivo, enalianza con el bibliotecario, le es sumamente til poder asesorar alos maestros sabiendo de qu materiales dispone la biblioteca desu escuela, si estn actualizados, si representan distintas pticaso grados de complejidad para el abordaje del tema en cuestin, sila cantidad existente se adapta a las necesidades de lectura de losgrupos de alumnos, si el espacio asignado a la biblioteca permiteque all ocurran escenas de lectura diversas o hay que buscar alter-nativas en el edificio de la escuela, si el sistema de prstamo ayudaa que el material circule y sea ledo, si las tareas de organizacintienen un tiempo equilibrado con las tareas pedaggicas y cultura-les de la biblioteca, etc.

    El trabajo conjunto de maestros

    y bibliotecariosCuando la figura del bibliotecario o del maestro responsable de labiblioteca existe, la sola declaracin de la necesidad del trabajocomplementario entre docentes y maestros bibliotecarios no alcan-za para que esto ocurra en la vida cotidiana de la escuela.Para que los maestros y profesores sientan la biblioteca como unanecesidad y no como un atributo de la escuela que puede estar ono, se tienen que generar las condiciones pedaggicas para que suuso sea percibido como una ventaja. La reduccin de las situaciones

    didcticas del aula a la transmisin unidireccional de saberes guia-da en forma casi exclusiva por el libro de texto impide generar vasoscomunicantes con la biblioteca. Por el contrario, si la transmisindel conocimiento es pensada en dilogo con mltiples fuentes deinformacin en situaciones de lectura que varan segn las diversi-dades de temas y los textos puestos en juego, la biblioteca se puedevolver necesaria para el maestro. El bibliotecario, como conocedordel material disponible, es entonces el interlocutor ms apropiadopara orientar al docente, colaborar con el diseo de las clases o pen-sar juntos iniciativas didcticas y culturales que propongan nuevasmaneras de poner en juego los conocimientos escolares.El trabajo conjunto entre maestros y bibliotecarios puede desarro-llarse de mltiples maneras ya que la prctica invita a repensarconstantemente ese vnculo. Para que no sea slo una utopa te-niendo en cuenta que la cultura de uso de la biblioteca en muchoscasos dista de estar instalada saludablemente en las escuelas, los

    bibliotecarios suelen hacer un trabajo constante de persuasin einvitacin a los maestros para que reconozcan la potencialidad dela biblioteca y de la alianza con su responsable para enriquecer sutarea pedaggica. Otras veces sucede lo contrario ya que hay es-cuelas en las que ese trabajo constante de persuasin parte de losmaestros hacia bibliotecarios cuya visin sobre la tarea se inclinams hacia otros modelos, los tcnicos por ejemplo, o que no tomanpartido por una biblioteca vinculada fuertemente con la escuela ensu conjunto.Cuando es el bibliotecario quien tiene la iniciativa de generar lazos,esta tarea formativa entre colegas de una misma institucin se hacemucho ms sencilla si la direccin incide pedaggicamente de mo-do que los docentes se vayan apropiando de la necesidad de uso dela biblioteca en el armado de sus planificaciones y clases. Si esto noocurre estas iniciativas pueden quedar libradas a la buena voluntadde maestros y bibliotecarios.

    Que la biblioteca escolar se convierta en un lugar necesario y fa-miliar para las prcticas pedaggicas y culturales de una escuelapuede dejar de ser una expresin de deseos y pasar a formar partesustanciosa de la vida escolar si todos se involucran y sienten quees un asunto del conjunto de la escuela.

    1) Castn, Guillermo. Bibliotecas escolares, soar, pensar, hacer. Dada Editora, Sevilla, 2002.

    2) El rea de Capacitacin de Bibliotecas Escolares pertenece a la Escuela de Capacitacin (CePA)

    dependiente del Ministerio de Educacin de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires.

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    Cuando imaginamos la Argentina, resulta inevitable no trans-portarse a travs de su diversidad de paisajes, sabores, olores,sonidos, rostros, producciones culturales. De la misma manera,cuando pensamos en las bibliotecas escolares de nuestro pas elabanico de posibilidades es muy amplio. Tanto que puede tenerlas dimensiones de una caja de cartn repleta de libros, la de unpequeo lugar asignado dentro del aula o ser un espacio dentro dela escuela, especialmente diseado para tal fin, con estanteras ypublicaciones en exhibicin. El mundo de la bibliotecologa estmarcado por los matices y las particularidades de cada provinciay/o regin.Pensar esta heterogeneidad hoy resulta un desafo para la Biblio-teca Nacional de Maestros (BNM), en la bsqueda de proporcio-nar a las bibliotecas escolares el conocimiento y la organizacinnecesaria que las ayude a convertirse en un espacio pedaggicointegrado, dinamizador de la informacin y con capacidad parainvolucrar a toda la comunidad educativa. Resulta fundamental,entonces, discutir y definir sus funciones en torno a las siguientesdimensiones:

    > la conexin entre biblioteca y el proyecto pedaggico institucional, > la formacin de usuarios en el manejo de la informacin,

    > el uso de las herramientas de gestin automatizada de la informacin y las nuevas tecnologas de la comunicacin,

    > la estimulacin de la lectura creativa, significativa y transformadora,

    > el establecimiento de la biblioteca escolar como un agente dinamizador de la comunidad.

    Partiendo de cada uno de estos ejes, la BNM tiene como misin,entre otros compromisos, crear instancias de desarrollo y moder-nizacin de los sistemas de bibliotecas escolares y especializadasdel sistema educativo nacional aportando herramientas para losbibliotecarios, docentes y alumnos. En este marco, el biblioteca-rio desempea un rol fundamental como artfice de escenarios deaprendizaje que se articulan con los tiempos ulicos para crearambientes propicios de estudio, reflexin, conocimiento autnomoy lectura.

    Estante por estante

    La BNM busca promover la formacin de ciudadanos lectorescrticos y autnomos. Para ello, no slo ofrece a consulta pblicasu fondo bibliogrfico sino tambin una gran variedad de serviciosbrindados tanto presencial como virtualmente.En relacin a los servicios presenciales, cuyos destinatarios princi-pales son docentes, investigadores y bibliotecarios se encuentranlos prstamos de libros a sus socios, los prstamos interbibliote-carios y tambin aquellos en los que las bibliotecas escolares ycomunitarias se convierten en agentes intermediarios entre las

    instituciones educativas y la BNM. A esto se agregan las consultasde los fondos especiales y de las colecciones reservadas, de losdocumentos audiovisuales educativos y del material hemerogrfi-co y multimedial.

    Para las instituciones educativas y unidades de informacin quelo requieran, la mediateca cuenta con un servicio de prstamo dedocumentos audiovisuales, y un servicio de copia para aquellosmateriales que as lo permiten. Entre estos se encuentran losrealizados por entes gubernamentales y el canal de la AsociacinTelevisin Educativa Iberoamericana (ATEI).

    Asimismo, est disponible la coleccin del Centro de InformacinItinerante (CII), compuesta por 1.770 volmenes especializadosen educacin, que se prestan a las escuelas e institutos supe-riores de formacin docente para su exhibicin y consulta en loseventos que estas puedan organizar, tales como ferias, jornadasde lecturas, proyectos de investigacin institucional o instanciasde capacitacin.

    Entre bytes y pixelesCon el objetivo de brindar acceso a su patrimonio y difundir in-formacin de inters para todo el pas, la BNM invita a visitar susmltiples servicios virtuales. En los ltimos aos, el desarrollo delas nuevas tecnologas y su incorporacin a la institucin posibili-taron el rediseo de su sitio web y la elaboracin de herramientasque promueven la participacin activa y el intercambio constante

    con los usuarios, tales como el weblog de Novedades y el Bole-tn Electrnico BNM Noticias. Para facilitar la comunicacin delPrograma BERA se cre el espacio Aguapey, que incluye un foroy un weblog.

    Para difundir su fondo bibliogrfico, ofrece a los profesionales dela educacin paquetes de contenidos y portafolios que les acer-can material bibliogrfico digitalizado con un plus de actividadessugeridas para trabajarlos en el aula. Estos proyectos tienen laintencin de transformar los datos estadsticos, las imgenes y lostextos en informacin disponible para ser apropiada por alumnosy docentes. Las actividades propuestas colaboran de forma inge-niosa en acercar a los estudiantes a distintos soportes de informa-cin, permitiendo que en el trabajo en clase puedan construirseredes de conocimiento.

    Asimismo, con la finalidad de contribuir al ejercicio de la memoriaen el mbito de la educacin, la BNM incorporar nuevos espaciosvirtuales a su sitio web, entre ellos la Biblioteca Digital, el Bancode Imgenes y el portal Memoria de la Educacin Argentina (ME-DAR).

    La Biblioteca Digital y el Banco de Imgenes se proponen brindaracceso a los fondos de la biblioteca, a la vez que pretenden ga-rantizar la conservacin de los soportes histricos e invitar a los

    Por equipo de la BNM

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    usuarios a visualizar libros ydocumentos antiguos sin poneren riesgo su integridad. Estaspiezas digitalizadas, agrupadasen colecciones especiales, seirn ampliando con el agregadode nuevas selecciones.El proyecto Memoria de la Edu-cacin Argentina, por su parte,pretende facilitar el acceso alas fuentes histricas valiosas.Para ello, se est trabajando en

    el desarrollo de un portal desdeel cual se podrn visualizaren formato digital materialeshistricos y publicaciones pe-ridicas, ordenadas temtica ycronolgicamente, exposicionesvirtuales sobre la educacin enla historia del pas, su identi-dad y tradiciones culturales.Se sumarn al portal nuevosproyectos tales como ArchivosEscolares, que se propone pre-servar y poner en valor pedag-gico el patrimonio histrico de cada escuela, y Prensa EducativaNacional, que consiste en la construccin de un catlogo depublicaciones peridicas educativas nacionales.

    Tejiendo redesLa BNM aspira a ser una ins-titucin lder, que articula yadministra un consorcio deinformacin dirigida a la co-munidad educativa. De estamanera, coordina el Programade Bibliotecas Escolares y Es-pecializadas de la RepblicaArgentina BERA- y el SistemaNacional de Informacin Edu-cativa -SNIE-.El Programa BERA naci comorespuesta a las necesidades ydemandas de los bibliotecarios

    escolares del pas en relacina la transformacin de las uni-

    dades de informacin de las escuelas e institutos de formacindocente en espacios de creacin de valor pedaggico desde eluso de la informacin, a travs de la normalizacin y automatiza-cin de los procedimientos bibliotecolgicos, a las exigencias delos distintos escenarios escolares ligados a la comunidad y a losavances a escala internacional en el campo de la bibliotecologa.Esto llev a la necesidad de que la BNM asumiera el compromisode gestionar un espacio nacional de referencia, articulador demltiples acciones vinculadas a la gestin de la informacin y elconocimiento, consolidadas en polticas pblicas duraderas.Este programa disea sus acciones en funcin de cuatro ejes:tcnico-bibliotecolgico; calidad y gestin del conocimiento; pe-daggico y aquel que establece la relacin entre la biblioteca y lacomunidad.

    Tomando como punto de parti-da la necesidad de normalizarlos procedimientos y con elpropsito de contribuir a lagestin de las bibliotecas esco-lares y especializadas, la BNMdesarroll el software Aguapey.La implementacin de este sis-tema a nivel nacional comenzen el ao 2002 a travs deinstancias de capacitacin ensu uso y al da de hoy cuentacon aproximadamente diez milbibliotecarios capacitados.Quizs esta sea una de las ac-ciones ms reconocidas a nivel

    nacional, sin embargo, tambinse han dictado capacitacionessobre la aplicacin de herra-mientas de gestin de calidad,el diseo y uso de weblogs, laconservacin de bienes biblio-grficos y archivsticos, entreotras variantes trabajadas yofrecidas.

    El SNIE, coordinado por el Centro Nacional de Informacin yDocumentacin del Ministerio de Educacin, nuclea y articula laaccin cooperativa que desarrollan los 24 Centros de Documenta-cin e Informacin Educativa de las provincias.Esta red brinda un servicio integral de consulta en documentaciny legislacin educativa a la que pueden acceder funcionarios,investigadores, legisladores, planificadores y la comunidad edu-cativa en general.

    La BNM es la biblioteca de todos y cada uno de los docentes. Estsituada en el Palacio Sarmiento, el bello edificio del Ministeriode Educacin, Ciencia y Tecnologa y tiene sus puertas de robley sus ventanas virtuales abiertas para acompaar con materialesactualizados y la tecnologa apropiada a quienes construyen el daa da de la educacin en nuestro pas.

    Ms informacin de la biblioteca y sus servicios

    www.bnm.me.gov.ar

    [email protected]

    Pizzurno 953 (C1020ACA)

    Tel. 4129-1272

    0800-666-6293

    Tertulias a la antiguaEl ltimo viernes de cada mes la BNM invita a toda la comunidad a

    recorrer y descubrir las obras que la institucin guarda en su Tesoro.

    En la Sala Americana se organizan las tertulias, donde se convoca

    a un experto en la obra a presentar para que exponga y dialogue con

    los concurrentes. Este fondo -habitualmente no disponible para

    consulta- est compuesto por libros antiguos, primeras ediciones,

    ejemplares autografiados y dedicados, colecciones nicas en el pas.

    Qu es Aguapey?Es un software de gestin de la informacin que permite a las bibliotecas

    organizar sus fondos y prstamos aplicando estndares bibliotecolgicos.

    Este desarrollo, basado en herramientas ISIS DLL y en el Formato MARC

    21, posee mdulos de catalogacin, circulacin y OPAC.

    Se distribuye gratuitamente a las instituciones que participan en el

    Programa BERA, cuando los bibliotecarios reciben la capacitacin

    correspondiente. A cada institucin se le entrega una clave para su

    uso y acceso a las actualizaciones que se realizan va Internet.

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    EN CONTACTO FILATELIAC.C. 4224C1000WBQTEL.: 011-5550-5176 / FAX: 011-5550-5186CORREO ELECTRNICO:[email protected]

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    LECTURA Y VIDA: revista latinoamericana de lecturaLectura y vidaes una publicacin que nace en 1979 como proyecto de la Oficina Latinoamericana de la Asociacin Internacional de Lectura en Bs. As.

    En la editorial del primer nmero anticipaban que su objetivo era ser ctedra permanente, ayuda al maestro en el aula, centro de irradiacin de teoras,

    medio de divulgacin de investigacin.

    Esta tarea de formacin y actualizacin en el rea de lectura y escritura la vienen desarrollando desde hace 25 aos a travs de su revista, de otras

    publicaciones, de congresos, cursos y seminarios.

    Hoy, les acercamos su web para que puedan conocer sus propuestas y tambin porque nos parece muy til el botn Libros recomendados para Nios

    y Adolescentes donde aparece un listado actualizado de reseas de los libros recomendados por la revista. Su consulta es interesante a la hora de

    seleccionar material para armar una biblioteca. Est ordenado por edades, pero esa agrupacin responde a fines prcticos que no debe tomarse como

    un lmite taxativo.

    Otro de los espacios que consideramos muy til para los bibliotecarios escolares es el llamado Artculos que hicieron historia, desde donde se pueden

    descargar gratuitamente, en formato pdf, diversos materiales que fueron publicados a lo largo de la historia de esta revista.

    www.lecturayvida.org.ar

    IMAGINARIA: revista digital sobre literatura infantil y juvenilImaginariaes una revista quincenal dedicada exclusivamente a la literatura infantil y juvenil, que brinda servicios muy valiosos: reseas de libros paranios y adolescentes, informacin actualizada sobre publicaciones, notas de escritores, entrevistas, eventos, datos biogrficos sobre autores, etc.

    La completa y actualizada coleccin de reseas de libros est ordenada alfabticamente por autor. En las reseas, elaboradas por diferentes

    especialistas en literatura, adems de encontrar un interesante y completo comentario del texto, tambin est indicada la edad recomendada para

    cada libro.

    En otro de los botones de la pgina se puede encontrar una gran variedad de artculos y entrevistas a escritores, as como tambin datos biogrficos y

    bibliografa de cada uno.

    Quincenalmente, Imaginaria informa tambin de novedades, eventos, concursos, datos tiles.

    Adems, la web cuenta con un espacio de encuentro virtual sobre diversos aspectos relacionados con la literatura, a travs de sus foros temticos.

    En el ltimo ao, se inaugur un nuevo espacio, la biblioteca, a la cual cada semana se suben nuevos textos en formato digital, de libre acceso: podrn

    encontrar all cuentos, poesas, leyendas, historietas, tanto para leer en pantalla como para imprimir.

    A su vez, a travs de este sitio se accede a los boletines de ALIJA, la Asociacin del Libro Infantil y Juvenil de la Argentina.

    Otro de los servicios que presta esta pgina web es un extenso listado de links, que incluye desde el acceso a portales educativos, hasta una gran

    variedad de notas referidas al mundo de la educacin y la literatura.

    www.imaginaria.com.ar

    BANCO DEL LIBRO: asociacin venezolana para la promocin de la lecturaEl Banco del Libroes una asociacin civil venezolana privada, sin fines de lucro, que investiga, experimenta, innova y divulga acciones dirigidas a nios

    y jvenes para su formacin como lectores. Desde hace 45 aos viene trabajando para orientar a los padres, maestros y bibliotecarios en la manera de

    fomentar la lectura de los buenos libros en el hogar, la escuela y la biblioteca.

    A travs de su pgina web podrn interiorizarse en la diversidad de actividades y proyectos del Banco, como as tambin acceder a diversos servicios que

    se prestan por este medio.

    Entre ellos, recomendamos el llamado Artculos y reseas, que rene materiales elaborados por un nutrido grupo de investigadores del Banco que se

    dedica a estudiar todo lo referente a la literatura infantil, los libros para nios, la lectura y las nuevas tecnologas.

    Tambin es muy interesante el intercambio que permiten los foros temticos de discusin as como las recomendaciones de libros para nios y jvenes

    que se encuentran a travs del espacio Los mejores libros, donde se presentan los premios otorgados ao por ao a libros publicados en toda la regin.

    www.bancodellibro.org.ve

    POR MS LECTURA Y RED DE BIBLIOTECAS ESCOLARES: programas del GCBAAmbos programas dependen de la Direccin del rea de Educacin Primaria del Ministerio de Educacin de la Ciudad de Buenos Aires, pero presentan

    materiales en sus correspondientes sitios web que pueden resultar de utilidad a bibliotecarios de todo el pas.

    Por ms lecturanaci en al ao 2000, especialmente destinado a maestros de aula y maestros bibliotecarios con el objetivo de impulsar la lectura

    comprensiva, el conocimiento de obras literarias y el acto de narrar; la mirada intertextual con otras artes; la lectura de textos cientficos; la lectura de

    cine y de la propia prctica docente.

    Ms all de las acciones dirigidas particularmente a los docentes porteos, el programa tiene on line todos los boletines electrnicos que ha publicado

    en los cuales hay interesantes desarrollos tericos, reseas, entrevistas, relatos de experiencias implementadas en escuelas, novedades, etc.- y una

    serie de documentos tericos para la concrecin de propuestas de lectura.

    Por otro lado, la Red de Bibliotecas Escolareses un proyecto que promueve y facilita el uso de las TIC en las Bibliotecas Escolares de las Escuelas

    Primarias del GCBA pero los bibliotecarios de todo el pas pueden acceder a los weblog que diferentes bibliotecas escolares de la ciudad han armado:

    una interesante propuesta para entrar en contacto, intercambiar experiencias y replicar en la propia escuela.

    http://www.buenosaires.gov.ar/areas/educacion/niveles/primaria/programas/bibliotecas_escolares/http://www.buenosaires.gov.ar/areas/educacion/niveles/primaria/programas/pormaslectura/

    Presentamos a continuacin algunos sitios web que consideramos muy interesantes para los bibliotecarios escolares, ya que brindan una granvariedad de servicios relacionados con el mundo de la literatura infantil y juvenil. A su vez, dentro de cada uno de ellos, hay listados de linksrecomendados relacionados con el mundo de las bibliotecas, la literatura y la educacin. Algunas puntas entonces, para que cada uno puedarealizar su propio recorrido y ampliar posibilidades.

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    Caja de herramientas

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    Novedades

    Editoriales

    Mario Carretero.Documentos de identidad. La construccin de la memoria histrica en un mundo global.Ed. Paids.

    La construccin de la memoria histrica y la identidad nacional se presenta como un problemainquietante en las sociedades actuales. Cmo recordar el pasado reciente? Cmo dar credibili-dad y sentido a narrativas tradicionales? Este libro producto de la Beca Guggenheim obtenidapor el autor- analiza cmo la enseanza de la historia en la escuela resulta ser mucho ms quela imparticin de un contenido escolar, y analiza su situacin en pases tan diversos como Ar-gentina, Mxico, Alemania, Espaa, Estados Unidos y Japn. As, la historia escolar, se encuen-

    tra ante una contradiccin que debe atender a sus objetivos instructivos, y al mismo tiempoa los de carcter identitario. Por todo ello afirma Jos lvarez Junco, Director del Centro deEstudios Polticos en el prlogo- merece la bienvenida un libro como ste, no slo nacido delarga reflexin y estudios empricos sino que combina y con gran acierto (.) hallazgos re-cientes que sobre el tema nacional nos ofrecen la ciencia poltica y la historia.

    Juan Carlos Tedesco.El nuevo pacto educativo.Educacin, competitividady ciudadana.Ed. Santillana.

    Esta edicin de El nuevo pactoeducativose compone de dostextos diferentes. El primerode ellos reproduce la versinoriginal del libro que fuera es-crito y publicado en 1995. Elsegundo es el documento b-sico preparado para contribuira los debates que tuvieronlugar en el marco del I ForoLatinoamericano de Educa-

    cin organizado por la Fundacin Santillana en abril de 2005.Si bien en esta ltima dcada se han producido cambios im-portantes, tanto en la Argentina como en el resto de los pases,la necesidad de reflexionar e impulsar procesos de concertacineducativa mantiene toda su vigencia. Es por ello que el autor sepropone reeditando estos textos, contribuir a alimentar el deba-te sobre los procesos de concertacin en diversos niveles, tantodesde el punto de vista de su cobertura (nacional, provincial,local o institucional) como sobre las reas problemticas (polti-cas referidas al sector docente, a la actualizacin curricular, a lacompensacin de desigualdades o al gobierno de la educacin,entre otras).

    Silvia Cordero y Jos Svarzman.Hacer geografa en la escuela.Reflexiones y aportes parael trabajo en el aula.Ed. Novedades Educativas.

    Pensar la enseanza de lageografa invita a dudar y acuestionar acerca de cmohacerlo, con qu medios y es-trategias. Supone preguntarsepara qu se ensea la materia,cmo se hace y cmo se po-dra hacer. Definir, seleccionary jerarquizar contenidosimplica interrogarse acercade quin es el alumno actual,

    cmo y qu piensa, cmo mira el mundo, cmo el mundo lomira a l.En esta obra se reflexiona de un modo diferente sobre la en-seanza de una vieja y siempre nueva disciplina para volver apensar en algo que d sentido a la tarea, que ayude a buscarotros caminos, que invite a cuestionar lo que se realiza, a pro-bar, a dudar de las certezas, a confiar en las instituciones parapensar la tarea desde el aula y para el aula. Es por ello que ellibro incluye tanto materiales tericos como propuestas detrabajo, desarrollando al mismo tiempo y en forma coherente,cuestiones relativas tanto a la disciplina como a su didctica yposibilitando variados recorridos de lectura.

    Rodolfo Gaeta, Nlida Gentile y Susana Lucero.Aspectos crticos de las Ciencias Sociales. Entre la realidad y la metafsica.Ed. Eudeba.

    En contraste con el escepticismo y el relativismo que caracterizan nuestra poca, los autoresdefienden la tesis de que las ciencias pueden alcanzar un grado razonable de objetividad porqueestn sujetas, en ltima instancia, al control emprico.Conforme a esta conviccin, en las pginas de este libro se recorren los esfuerzos dirigidos a la

    creacin y consolidacin metodolgica de las ciencias sociales. Como si el estado de cosas quesupuestamente constitua su objeto de estudio se hubiera reflejado en la propia disciplina, lasociologa y, con ella, las dems ciencias sociales se han visto envueltas en una situacin crticaa lo largo de toda su historia, en un continuo debate sobre su propia legitimidad. Los autoresintervienen en esta discusin y examinan la fuerza de los argumentos que se han empleadopara subrayar las diferencias que separan las ciencias sociales de las naturales. Confan en quelas consideraciones sobre la especificidad de los fenmenos sociales se lleguen a integrar en unsistema de conocimientos ms slidos, mejor compartidos y seguramente ms fructferos acercade la realidad social.

    DIRECTOR EDITORIALGustavo GotbeterJEFA DE REDACCINFlavia CaldaniCOLABORADORA

    Viviana CastellanosASISTENTE DE PRODUCCINFabio Passoni

    DISEO GRFICO EDITORIALDG Gabriel MacarolWWW.ATOMOBIT.COM.AR

    Las notas firmadas son de

    exclusiva responsabilidad de sus

    autores. Registro de la propiedadintelectual: Exp. N 566123.

    Direccin Nacional del Derecho

    de Autor.

    Tirada: 23.200 ejemplares.

    12(NTES), PAPEL Y TINTA

    PARA EL DA A DA EN LA ESCUELA.

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    CP: C1425DJL

    Tel. (011) 4824.0662

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    Estimado/a Director/a: El portal EducaRed y la Asociacin Civil Expedicin Ciencia han organizado conjuntamente un certamen de investigacin

    en ciencias destinado a los alumnos de la escuela secundaria, cuyo premio es la concurrencia al Campamento de Ciencias que se realizar enVilla La Angostura en los primeros meses del 2008, y que viene realizndose con gran suceso desde el ao 2003.

    Bases del certamen: http://www.educared.org.ar/lapuntadelovillo/expedicion/

    La convocatoria est abierta hasta el 2 de noviembre. Rogamos difundan entre las escuelas secundarias esta informacin.

    Desde ya, muchsimas gracias

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    La historia de las bibliotecas escolares es todava breve en las es-cuelas primarias de algunas jurisdicciones. Si bien estn las que

    tienen una larga existencia, su razn de ser ha sido, subsistir, es-tar, permanecer, hallarse en un lugar, quietas y silenciosas, vacasde toda presencia humana durante muchos aos. En una inquie-tante penumbra, habitadas por monolticas filas de libros forradosy protegidos en vitrinas cerradas con vueltas de llave, esperaron,pacientes, un cambio, que empez a suceder, en la mayora de loscasos, hace menos de veinte aos. En otras escuelas en las queno haba biblioteca, al menos as sucedi en la ciudad de BuenosAires, se fueron creando despus.Anteriormente a los inicios oficiales no faltaron los intentos deaquellos maestros y directores que sabiendo de la necesidad im-provisaron bibliotecas que funcionaban, con la alegra de la gra-tuidad y la disposicin voluntaria de los participantes, en armarioso rincones sin un mejor propsito.Las bibliotecas en los ltimos aos se insertaron en las escuelas yse les adjudicaron espacios que no tenan destinados y que a ve-ces no fueron los mejores, pero se abrieron. Segn el entusiasmocon que se trabaj mejoraron esos mbitos. Se crearon bibliotecastanto en aulas de all arriba o all al fondo como en pasillos, encuartitos o en hermosos salones construidos para contenerlas.Hubo otras realidades con comienzos diferentes. Una comunidadentusiasta y porfiada empez con lo que tena, ocup y habit unespacio que no era slo fsico y despus vinieron las inauguracio-nes oficiales si las hubo.Ms all de los actos de inauguracin y de los cortes de cinta, lasverdaderas creaciones de las bibliotecas comenzaron en el hacerdiario, en la construccin de un tiempo compartido en ese mbito,en el intercambio. Probablemente primero hubo invitaciones delbibliotecario pero, a medida que desarrollaron su trabajo, fueronapareciendo maestros y chicos frecuentndolas, pidiendo, propo-niendo, en fin, apropindose.Lo ms difcil no fue encontrar el lugar material sino inmiscuirseen la escuela y abrirse paso, instalarse en la dinmica de trabajo

    en la que no estaba incluida, nada menos que una biblioteca enuna escuela de un solo libro, el manual o el libro de lectura.Simultneamente a la apertura de las bibliotecas surgi la nece-sidad de la figura del bibliotecario que se hiciera cargo de la ges-tin. Al principio, para salvar la urgencia, en la ciudad de BuenosAires, se capacit en cursos breves a algunos maestros interesadosy, ms tarde, se organiz la carrera de bibliotecario escolar.Aqu comenz una nueva fase de la historia que se caracteriz poruna tendencia al crecimiento y desarrollo, no del todo prolijo dadala novedad, con pruebas y ensayos, con dichos y contradichos,con discusiones enriquecedoras, diversas, tendientes a encontrarun perfil.Nuestra primera y predominante tendencia, al menos en nuestrajurisdiccin, fue la de transportar un formato estndar de bibliote-ca a stas que pertenecen a las escuelas, pero dada la institucinque las contiene y las caractersticas de los usuarios que las fre-

    cuentan no siempre lograron la insercin deseada.

    La escuela no reuna las condiciones que la biblioteca necesitaba para fun-cionar? La biblioteca ofreca lo que la escuela no estaba necesitando?

    Una biblioteca para una escuelaDe qu escuela hablamos? De cada una. Si bien hay un proyectodireccionado por planes y diseos curriculares, tambin los hayparticulares, esos implcitos, que no aparecen escritos pero quese hacen perceptibles en la manera de hablar con los chicos, ode preparar un acto escolar, en el lugar que se deja para la parti-cipacin de la comunidad, en lo que la escuela tiene y en lo quele falta, en fin, en aquellas cuestiones que atraviesan el quehacer

    y lo organizan. Esa escuela, cada escuela, reclama una bibliotecaque se corresponda con ella, que sea para ella y que a su vezaporte para delinear ese estilo propio que est en permanenteconstruccin.En algunos casos hay dificultad para integrarse. Los chicos y losdocentes no se comportan como se espera de una comunidad deusuarios modelo prevista en la teora, la escuela no cumple conlas expectativas que la biblioteca tiene de ella.Nada sucede como podra esperarse en una biblioteca conocida,

    una pblica estndar por ejemplo; a la biblioteca escolar los usua-rios no van solos sino que los llevan; no van cuando lo necesitan

    sino que, en la mayora de los casos, tienen un da y un horariosemanal para asistir. Adems, se sirven sin pedir permiso, desor-denan, hablan y se ren fuerte, no ahorran exclamaciones cuandoalgo hallado en un libro los sorprende, leen en voz alta, compartenel mismo libro entre varios y lo ponen en el suelo para rodearloentre todos, y no se adaptan fcilmente a ese mundo pensado poradultos para ser habitado por chicos que interactan, a su manera,con los libros.En la escuela es as, con una dinmica diferente a la de la biblio-teca pblica. Uno de los desafos del bibliotecario escolar es lograrestablecer un vnculo entre la biblioteca escolar y las modalidadesde las otras bibliotecas que permanezca ms all de los tiemposde la escuela, formar lectores autnomos, insaciables y gozosos,buscadores siempre inconformes capaces de elaborar estrategiaspropias para recorrer caminos en busca de informacin.

    Entre el aula y la bibliotecaUna escena ms o menos habitual:Comienza la 4 hora de clase del martes; la bibliotecaria esperala llegada del grado con el que le corresponde trabajar segn elhorario mosaico armado. Se abre la puerta de la biblioteca; se veadelante a la maestra con los brazos extendidos hacia atrs, encada mano tiene la de los primeros alumnos de la fila a los queles siguen otros veintids chicos ms. Se escucha un dilogo mso menos as:

    - Qu hacemos hoy?- Nosotros estamos trabajando sobre () y necesitamos buscar informacin.

    La bibliotecaria entra en accin, busca material para ofrecerles,en cuarenta minutos hay que encontrarlo, seleccionar los docu-

    mentos adecuados, leer, comprender, tomar notas. Se hace todolo que se puede y al finalizar la hora se llevan algunos libros paraseguir trabajando en el aula.Durante la semana la bibliotecaria se esfuerza por buscar msinformacin adecuada sobre el tema. Transcurridos los siete das,en la 4 hora de clase del martes, la bibliotecaria espera la llegadadel grado al que le corresponde trabajar segn el horario mosaicoarmado, se abre la puerta de la biblioteca, se ve adelante a lamaestra con los brazos extendidos hacia atrs, en cada mano tienela de los primeros alumnos de la fila a los que les siguen otrosveintids chicos ms. Se escucha un dilogo ms o menos as:

    - Mir todo lo que encontr sobre ()

    - Qu lstima! Con eso ya terminamos, ahora estamos viendo ()

    Otra posibilidad:

    - Qu hacemos hoy?

    - Tengo un juego con los diccionarios, las enciclopedias temticas y los atlas.- Qu lstima! Yo estoy viendo () y estoy tan atrasada.

    Para el maestro bibliotecario su espacio es tambin un lugar deenseanza - aprendizaje que interacta con el aula, ya que vie-nen de ella las propuestas de bsqueda que requieren de ciertosmodos de leer para hallar lo que necesitan en la diversidad delos materiales y soportes con que se cuenta. Precisamente esasmodalidades de lectura son las cuestiones sobre las que desarrollasu trabajo pedaggico el bibliotecario escolar. Delimitar los temas,conocer la diversidad de reas del saber, seleccionar las fuentesen los soportes adecuados, abordar los diferentes documentos,con el despliegue de situaciones didcticas que corresponde acada uno de estos tems puestos slo a modo de ejemplo, son ta-

    reas posibles de desarrollar cuando la necesidad ha sido planteadapreviamente y si ese planteo proviene del aula, el trabajo en la bi-blioteca completar su sentido. Es as como el maestro o profesory el bibliotecario escolar se complementan y la tarea se enriqueceorganizando sus planificaciones en proyectos conjuntos.Hay dos docentes que necesitan tener algn criterio comn sindemasiado tiempo para discutirlo. Por ejemplo, qu se prioriza,el datoo los caminosposibles para encontrarlo?, cul va a ser elcontenido, el temadel programa o la confrontacinde ideas to-

    , Por Marta Polimeni

    Especialista superior en Literatura Infantil y Juvenil. Bibliotecaria escolar. Maes-

    tra Normal. Miembro asesor de la Comisin organizadora de las Jornadas para

    Docentes y Bibliotecarios de la 18 Feria del libro Infantil y Juvenil de Buenos

    Aires. Capacitadora del CePA. Maestra bibliotecaria en escuelas del Gob. de la

    Ciudad de Buenos Aires.

    12

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    madas de distintas fuentessobre ese tema? Se trata de una parejapedaggica integrada por el maestro de grado con sus contenidos

    curriculares y el maestro bibliotecario que tambin tiene temassobre los cuales trabajar para encaminarse hacia la formacin deusuarios, especfica de su funcin, y para promover la lectura,un compromiso que tiene con el conjunto de los docentes y quepuede encabezar por el lugar que ocupa en la escuela. Las tareasde uno y de otro pueden coincidir, formando lectores que enrealidad estn necesitando ampliar los recursos para informarse,que tengan que resolver problemas y elaboren para ello las estra-tegias posibles. Lectores que adems puedan y sepan plantearseproblemas:

    - Seo... tiene algo de ()?

    Completar ese algo con contenido, precisar, delimitar, son losprimeros pasos para iniciar el recorrido. Si bien el encuentro unoa uno con cada chico es importantsimo en esa entrada que hacesolo a la biblioteca a buscar material, trabajar con cada uno esinabarcable dado el nmero de alumnos de una escuela, lo quese resuelve en gran parte planificando, organizando trabajos conprocedimientos de bsqueda secuenciados conjuntamente con elmaestro.

    Ms all de lo sistemtico una biblioteca necesita estar tcni-camente en condiciones para resolver las necesidades que sepresenten:

    - Para la prxima hora necesito material que tenga ().

    - Tens para ver ahora algn video sobre ()?

    - Necesitamos ya la biografa de ().

    Lo ya previsto y los emergentes requieren de un procesamientocriteriosamente realizado y adecuado a las caractersticas de esabiblioteca especializada.

    La falta de espacios y tiempo para la planificacin conjunta sesalva a veces, dada la necesidad, en encuentros de pasillo, y aquvolvemos a la inclusin de la biblioteca en la escuela y no referidaprecisamente al lugar fsico que ocupa sino al que puede tenercomo una instancia en el proceso de aprendizaje del aula y conpropsitos propios: La primera tarea de los bibliotecarios es ayu-dar a los lectores a encontrar lo que corresponde a sus intereses,

    sus solicitudes o sus expectativas; tambin es revelarles nuevas

    necesidades que slo surgen al contacto con la oferta; es adems

    incrustar el libro en la vida cotidiana para que se convierta a la

    vez en un placer, en un instrumento de referencia y constituya una

    ampliacin de la experiencia personal, todo esto desarrollando el

    espritu crtico en relacin con lo que aporta el documento gracias

    a la confrontacin con otros libros y, eventualmente, con otros

    lectores1

    La biblioteca en el recreoSuena el timbre. Comienza el recreo. Se abren las puertas de labiblioteca. A medida que aumenta el ruido en el patio, crece tam-bin el alboroto adentro. Aparecen algunos apremios del tipo:

    Salvame, seo. Tena que trae r algo ( otra vez algo) sobre Amrica del

    Sur y me olvid- (juntando las palmas en actitud rogativa)

    o del tipo :

    Ya devolvieron el de las poesas que lemos el otro da? Hoy me lo llevo

    yo porque me toca a m dale! dale!... no se lo des a nadie (agitando las

    manos y haciendo sonar los dedos)

    Esta clase de pedidos y en estos tonos se escuchan habitualmen-te, son de todos los das, de todos los recreos, lo interesante esque ambos, la informacin y la poesa, tienen el mismo nivel deurgencia.Es un mbito en el que se encuentran libros y chicos y en el quesuceden escenas maravillosas, una de ellas, no por cotidianamenos especial, esa en la que alguien pide, casi exige, un librode poesas; o en la que se ve a dos chiquitos tironeando de unlibro que a veces milagrosamente resiste sin desarmarse, porque

    ninguno desiste ante el deseo; al mismo tiempo que una vozpequeita pide suavemente, mientras tironea del guardapolvo de

    un compaero ms grande me lees?; mientras tanto alguienesconde un ejemplar en un lugar inslito para tenerlo disponiblepara s cuando desee. Todos estn haciendo su eleccin. La pri-mera ya fue hecha, disponer del tiempo de recreo para leer. Cmotoman sus decisiones? Por las ilustraciones, por la letra grande,porque es un libro gordo o porque es finito, quizs un compaerolo recomend o ya hay suficiente experiencia lectora para elegirpor coleccin o por autor.El recreo pareciera ser el gran momento de la Literatura pero noexclusivamente ya que tambin anda haciendo de las suyas en lasaulas y en las horas de clase destinadas al encuentro en la biblio-teca. Tampoco es la nica elegida, algunos temas de las cienciasy momentos de la historia del mundo ejercen fascinacin sobrelos lectores.Lo importante es que en la biblioteca haya diversidad para propo-ner y ampliar las posibilidades y permiso para elegir. Que el ordeny la organizacin sirvan para encontrar, para orientar y no paralimitar. Hasta que punto clasificar los libros de literatura infantilpor edades no condiciona la eleccin? A los 8 aos todos los chi-cos estn en la misma etapa en su evolucin como lectores?Compartir, la biblioteca de la escuela es un lugar para encontrarsey compartir, pero de verdad, estando los docentes tambin inclui-dos en esto, que nos gane el asombro cuando con nuestros alum-nos descubrimos algo inesperado en un libro, la alegra por el datoencontrado, la emocin ante un buen texto literario. Ser cada unode nosotros parte de esa comunidad de lectores y no alguien quemira desde afuera, que podamos sostener una actitud profesionalque tambin sea comprometida y apasionada:Una historia escu-chada entre varios o en un encuentro personal ayuda a afrontar la

    angustia de un universo por descubrir y prepara una cultura co-

    mn que enriquece considerablemente la comunicacin, permite

    las mismas referencias, el placer compartido de las alusiones y

    del sentimiento de pertenencia, la participacin de un patrimonio

    secular que abre la biblioteca a algo ms universal.2

    La biblioteca escolar es un espacio vinculante. Establece vncu-los hacia adentro y con el afuera entramando redes entre materialesen distintos soportes, dndole sustento y orientacin a lo que unlector podra hacer intuitivamente en sus bsquedas. Genera unasociedad de lectores que comparten espacios y materiales de lec-tura. Favorece la relacin entre las distintas reas de la escuela yaque las abarca y las contiene. Y, sobre todo, interacta vinculandoa cada lector con su tiempo y con el pasado y con lo que quizpodr venir, con los espacios conocidos y los desconocidos, con larealidad y con la ficcin, con la poesa, con la ciencia, con el artey con sus propios espacios. Pero esto es posible si el bibliotecariotiene una postura semejante con respecto a su rol propiciandouna biblioteca abierta, que no espera lectores a su medida sinoque mira hacia fuera buscando responder a las necesidades de laescuela que la contiene y para la cual trabaja. Una biblioteca que

    no viene prearmada ni diseada en un manual de bibliotecologasino con un proyecto dinmico, en constante interaccin con laescuela cuyos usuarios tienen caractersticas especiales que leimprimirn tambin a su biblioteca y de la que es deseable queterminen apropindose.La escuela es el lugar donde estn los chicos, o al menos deberanestar, haciendo cosas de chicos, aprender y disfrutar. Recordemosentonces lo que dijo Graciela Cabal en una de sus conferenciasLos chicos necesitan libros. Y ac me detengo porque frente a lafalta de techo, de comida, de agua potable, no faltar alguno que

    considere los libros como algo de lo que se puede prescindir. Pero

    los que estamos aqu sabemos que no se trata de optar entre dar

    de comer y dar de leer. Las dos son necesidades bsicas. Y si son

    necesidades bsicas son derechos.

    Y sigo: los chicos necesitan libros. No slo manuales o dicciona-

    rios, para saber cosas prcticas: libros de literatura, los ms bella-

    mente escritos, los mejor ilustrados. Leerlos y que se los lean.3

    1>PATTE, Genevieve. Si nos dejaran leer:los nios y las bibliotecas. CERLAL, PROCULTURA,

    Kapelusz, 1984, pg.110.

    2> Op. Cit., pg. 137.

    3>Cabal, Graciela. El derecho a ser feliz: exposicin realizada en el 4 Foro Internacional por el

    Fomento del Libro y la Lectura, Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia, Chaco, agosto de

    1999.

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    N Prog.ao Contenido Entrevistas Experiencias de aula

    > Matemtica25/06 Resolucin de problemas Claudia Broitman Clase en 6 grado14/05 Operaciones en el Primer Ciclo Claudia Broitman Clase en 2 grado15/05 Operaciones en el Primer Ciclo Claudia Broitman Clase en 3 grado38/05 Figuras Geomtricas Clase en 3 grado

    Clculo mental Clase en 2 grado

    > Lengua6/07 La biblioteca como formadora Michelle Petit y Graciela Perrone de lectores (I)7/07 La biblioteca como formadora Michelle Petit y Silvia Motta de lectores (II)12/07 Nuevas tecnologas en los procesos Laura Di Marzo, Diego Levis y Edith Bello

    de lectura y escritura30/07 Enseanza de la ortografa Mirta Torres y Silvia Lobello29/06 Estrategias para Carlos Prado, Viviana Experiencia institucional la promocin de la lectura Castellanos y Guadalupe

    Cernusco Cornejo9/05 Bibliotecas escolares Cecilia Bajour Experiencias institucionales13/05 Cmo corregir Liliana Lotito29/05 Promocin de la literatura y la lectura Andrea Rur, Mnica Bruder, Experiencia institucional

    Patricia Mejalelaty y Ana Padovani36/05 Trabajo sobre un texto de literatura clsica Proyecto en 5 grado Proyecto de lectura y escritura con familias rurales Proyecto en 1 ciclo

    > Ciencias Naturales10/07 Didctica de las Ciencias Naturales (I) Diego Golombek, Melina Furman y Gabriel Gellon11/07 Didctica de las Ciencias Naturales (II) Melina Furman y Gabriel Gellon28/06 Didctica de las Ciencias Naturales Eduardo Wolovelsky, Leonardo Levinas y Mirta Garca

    > Tecnologa15/07 Visita guiada al Museo Postal y al de Telecomunicaciones (I) Gabriel Marey17/07 Visita guiada al Museo Postal y al de Telecomunicaciones (II) Gabriel Marey19/07 Visita guiada al Museo Postal y al de Telecomunicaciones (III) Gabriel Marey19/06 Visita guiada a la planta central del Correo Carlos Barbern y Gabriel Marey

    > Ciencias Sociales1/06 A 30 aos del golpe: cmo trabajar en la escuela Isabelino Siede y Federico Lorenz24/07 Actos escolares Isabelino Siede Experiencia institucional35/07 Didctica de la Geografa (I) Silvia Cordero, Alejandro Gonzlez36/07 Didctica de la Geografa (II) Jos Svarzman, Rita Beduz17/06 Introduccin a la conquista de Amrica Clase en 4 grado

    21/06 La escuela a travs del tiempo - Visita guiada al Museo de las Escuelas Grupo de 3 grado24/06 Pueblos originarios a partir del enfoque arqueolgico Taller en 5 grado Actividad en el Museo Jos Hernndez35/06 El perodo 1880-1930 en nuestro pas a partir del Clase en 1 ao anlisis de estampillas de la poca6/05 Didctica en Ciencias Sociales Federico Schuster y Jos Ignacio Garca Hamilton22/05 Juegos de Simulacin (I) Sergio Gutman Clase sobre inmigracin euro-

    pea en Argentina en 7 grado

    23/05 Juegos de Simulacin (II) Sergio Gutman Modelo de simulacin de y Daniel Plotinsky Naciones Unidas en nivel medio26/05 Pueblos originarios de nuestro pas Pablo Wright Taller en 4 grado37/05 Regiones geogrficas Clase en 5 grado Buscadores de Internet sobre temas de Historia Clase en 3 ao40/05 Cmo se investiga en Ciencias Sociales Clase en 4 grado

    > Otras propuestas didcticas41/05 Desarrollos tecnolgico s para discapacitados Proyecto en nivel medio

    Taller de apoyo escolar para padres Proyecto institucional42/05 Energas alternativas Taller en 5grado

    La localidad Clase en 3grado Cambios fsicos y qumicos Clase en 3grado18/04 Educacin Rural Experiencias en Escuelas Albergue

    2/06 Escuela y medios de comunicacin (I) Dbora Nakache Realizacin de cortometrajes en 6 grado3/06 Escuela y medios de comunicacin (II) Dbora Nakache y Gabriel Iesari Taller de radio en 2 ciclo5/06 Visita escolar al museo y armado de un museo en la escuela Silvia Tabakman Proyecto para nivel medio20/06 El uso del cine como recurso didctico Javier Trmboli, Claudio Etcheberry, Andrea Talamoni y Silvia Bello27/06 Taller de iniciacin a la filatelia Clase en 4 grado38/06 Filosofa con nios Gustavo Santiago Clase en 3 grado27/05 Aprendizaje-Servicio Experiencias en escuelas medias12/04 Malestar docente Marta Maffei Campamento como proyecto institucional. Proyecto en 6 y 7 grado

    > Valores y actitudes1/07 Valores en ciudadana Adela Cortina30/06 Cmo trabajar con las actitudes Gustavo Santiago y Ruth Harf en la escuela16/05 Tratamiento de la discriminacin a travs de la coleccin de videos Iguales pero diferentes

    Proyecto en 5 grado

    28/05 El trabajo con valores en la escuela Gustavo Santiago y Estanislao Antelo

    26/07 Respeto por la diversidad Daniel Goldman y Jos Mara del Corral

    > Formacin y capacitacin docente3/07 El valor de la transmis in Daniel Suarez, Laura Fainstein Experiencia institucional de las experiencias pedaggicas5/05 Capacitacin docente: comparacin con otras profesiones Sergio Gutman, Jorge Gilardi y Carlos Alberti32/05 La condicin docente, anlisis comparado entre docentes latinomericanos Emilio Tenti Fanfani35/05 La capacitacin docente Silvina Gvirtz, Anala Segal, Experiencia institucional Laura Pitman y Andrea Alliaud

    > Infancia y sociedad2/07 Educabilidad en debate Juan Carlos Tedesco, Ricardo Baquero y Flavia Terigi20/07 Representaciones de la infancia a lo largo de la historia Vali Guidalevich y Silvia Finocchio21/07 El oficio del alumno Pablo Pineau y Ricardo Baquero22/06 Nuevas configuraciones familiares Andrea del Giorgio, Patricia Danishewsky y Andrea Fridman7/05 Alumnos extranjeros Ins Dussel Proyecto institucional31/05 Multiculturalidad del alumnado Experiencia institucional

    > Gestin e institucin escolar4/07 Tareas del directivo en relacin Jorge Apel, Guillermo Volkind y Jorge Fasce con el equipo docente33/07 Repensar la gradualidad Flavia Terigi, Silvia Verde, Jos Svarzman10/06 Fracaso escolar masivo (I) Nora Elichiry y Mara Eugenia Bernal11/06 Fracaso escolar masivo (II) Experiencias institucionales14/06 El dispositivo escolar como construccin histrica Mariano Narodowski, Mara Cristina Linares y Silvia Alderoqui15/06 La escuela como organizacin inteligente Jorge Hermida e Ins Aguerrondo2/05 Arquitectura escolar Luis Rey y Gabriel Pirolo20/05 Relacin padres y escuela Eva Giberti y Alejandra Barbich21/05 El recreo Mara Cristina Linares y Rebeca Anijovich25/05 Pasaje de nivel inicial a primaria Lea Vainer

    27/07 Pasaje de nivel primario a secundario Alejandra Rossano y Marcela Fridman22/07 Resiliencia Natalia Bongiovanni y Pedro Daverio23/07 Rol del supervisor Juan Carlos Ivaldi y Jos Svarzman6/06 Representaciones de los docentes Graciela Frigerio, Carina Kaplan y Patricia Alvarez9/06 Concepciones de inteligencia Mario Carretero, Carina Kaplan y Gabriela Fairstein en las escuelas24/05 Autoridad docente Gabriela Diker, Estanislao Antelo y Pablo Pineau39/06 Curriculum Ins Dussel, Flavia Terigi y Daniel Feldman36/06 Integracin de chicos Mara Ins Bianco, Fernando Stern y Jos Mara Tome con necesidades educativas especiales25/07 Supervisin pedaggica del director Jorge Fasce y Graciela Piantanida

    > Didctica General y Psicologa educacional8/07 Evaluacin (I) Jorge Fasce, Estela Cols y Ruth Harf.9/07 Evaluacin (II) Ruth Harf, Noem Aizencang y Rita Wassertheil.7/06 La resolucin de problemas Mario Carretero y Edith Litwin como estrategia didctica13/06 Metacognicin Daniel Valdez, Alicia Camilloni y Edith Litwin18/06 Implementacin de proyectos Alicia Camilloni, Jorge Hermida y Viviana Castellanos como estrategia didctica34/07 Los deberes Patricia Danishewsky y Nilda Wainstein

    23/06 La utilizacin de la imagen Daniel Feldman, Javier Trmboli, Eduardo Wolovelsky y como recurso didctico Gabriela Augustowsky31/06 Autoevaluacin Alicia Camilloni y Claudia Probe32/06 Juego y educacin (I) Alicia Svartz, Ana Malajovich y Ruth Harf33/06 Juego y educacin (II) Patricia Sarl y Laura Fainstein34/06 El trabajo con hiptesis Leonardo Levinas, Esther Daz y Antonio Castorina37/06 Cambio conceptual Mario Carretero, Leonardo Levinas y Antonio Castorina19/05 Constructivismo Mario Carretero, Nora Elichiry y Antonio Castorina4/06 Nuevas tecnologas Edith Litwin y Mara Rosa Almandoz28/07 Aportes de Vigotsky Ricardo Baquero y Beatriz Diuk

    > Educacin y transmisin5/07 Transmisin de la memoria sobre Alejandra Birgin, Javier Trmboli y Graciela Jinich. hechos recientes de la historia16/07 La escuela como transmisora de cultura Alejandra Birgin y Pablo Pineau.8/05 Transmisin y educacin Andrea Fridman29/07 Actitudes docentes Anlisis de fragmentos de pelculas26/06 Docentes inolvidables de nuestra historia Berta Braslavsky, Pablo Pineau, Hugo Yasky y Silvia Alderoqui

    > Conflictividad y violencia13/07 Violencia escolar (I) Gabriel Noel

    14/07 Violencia escolar (II) Gabriel Noel10/05 Mediacin escolar (I) Andrea Lapasset, Juan Tausk y Jos Mara Leonfanti11/05 Mediacin escolar (II) Experiencia institucional31/07 Conflictos grupales Guillermo Mic y Marta Bustos3/05 Violencia escolar Gabriel Noel/ Experiencia institucional17/05 Violencia Familiar Jorge Corsi, Elsa Arias, Patricia Blanco y Lourdes Molina

    > Educacin y salud18/07 El uso de la voz en los docentes Mara Elena Vaccari e Isabel Pereyra8/06 Educacin y salud de los alumnos Gisela Schwartzman12/06 Primeros auxilios en la escuela Jorge Romano (Cruz Roja)40/06 Prevencin de riesgos en las escuelas Material audiovisual30/05 El diagnstico de ADD en cuestin Len Benasayag, Jos Kremenchuzky, Gabriela Dueas y Silvia Bleichmar

    TODOSNUE

    STROSPROGRAM

    ASENDVD

    Les presentamos un nuevo servicio que hemos implementado con el objetivo de seguir multiplicando nuestra llegada a todos los docentes: ahora pueden solicitarselas copias que se deseen de cualquiera de nuestros programas.El pedido se realiza a travs de nuestra pgina web (en la cual se encuentran las indicaciones para realizar el mismo dentro del espacio de programa de TV: Pedidode copias). Cualquier consulta: [email protected] costo de cada programa es de $13.

    A continuacin les facilitamos una organizacin temtica orientativa de la mayora de nuestras emisiones. En nuestra pgina web (dentro del espacio de programa de TV, en el botnProgramas anteriores) podrn encontrar todos nuestros programas ordenados por fechas y con el detalle de todos sus contenidos (por ejemplo, la escuela donde fue filmada la ex-

    periencia de aula, los materiales que fueron recomendados en cada emisin, etc.)

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    Revista-libro + DVD.Ya apareci el nmero 1.

    Tema Central: Conformacin de Equipos de Trabajo en las Escuelas; Qu es y c-mo se conforma un buen equipo de trabajo?; Cules son los riesgos y problemasms frecuentes?; Cul es la tarea que le cabe a la direccin en el trabajo en equi-po?. Artculos y entrevistas: Jorge Fasce, Laura Fainstein, Jorge Apel, Juan CarlosVasallo, Andrea Vzquez y de nuestro Staff.Contenido DVD:Exposicin del tema con breves fragmentos de pelculas y adems, una ponenciade Ruth Harf, La articulacin interniveles, un asunto institucional.

    Nmero 2 Noviembre 2007Tema Central: Gestin del Personal. Bsqueda, Seleccin, Induccin y Evaluacin del desempeo.Escriben: Rebeca Anijovich; Gabriel Charra; Fernando Gimnez Natale; Susana Gonzalez; Gustavo Gotbeter;Claudia Romero. Entrevistas: Vernica Diez; Gerardo Litvak y Lea Vainer

    En cada nmero presentamos artculos y entrevistas a profesionales especialistas, reco-mendaciones bibliogrficas y de sitios WEB, propuestas de trabajo y reflexin para queusted pueda aplicarlas a la tarea que desarrolla en su escuela.DVD con entrevistas, experiencias concretas de trabajo en escuelas, informes y ponen-cias.

    Nmeros siguientes:Nmero 3 Febrero 2008: Autoridad, Liderazgo y DelegacinNmero 4 Mayo 2008: Supervisin de la tarea docente

    Precio $140.- por ao (cuatro nmeros). Incluye costos de envo al domicilio.

    Revista-Libro + DVDYa apareci el nmero 1.

    Con la intencin de generar un espacio de comunicacin y difusin de ideas yexperiencias, para contribuir al mejoramiento de la enseanza de la Matemtica,trimestralmente le acercaremos entrevistas y artculos de especialistas del rea,notas de maestros con relatos de experiencias de aula, comentarios y sugerenciasbibliogrficas.

    El DVD acompaa con extractos de clases analizadas y comentadas como as tam-bin exposiciones de especialistas y docentes.Destinada fundamentalmente a docentes y otros profesionales interesados en laenseanza de la Matemtica.

    Nmero 1:.Reportaje a Grard Vergnaud en Tandil. Con presentacin de su teora y aportes a la Didctica de laMatemtica. - Mara Emilia Quaranta.Tener xito o Comprender? Una tensin constante en la enseanza y el aprendizaje del sistema de numera-cin. Delia Lerner.Problemas para multiplicar: filas y columnas. - Ana Gonzlez Villa Monte.Una mirada a la historia de la Matemtica en busca de pistas sobre su naturaleza. -Vernica Grimaldi

    Contenido DVD.La Mirada del Supervisor sobre el Contexto de Enseanza de la Matemtica -Entrevista a Jos Svarzman

    .Experiencias de Aula: Una clase de Divisibilidad. Con entrevista a la docente, Gabriela Sol

    Coordinacin de Contenidos: Claudia Broitman. Equipo: Mercedes Etchemendy Graciela Zilberman

    Cuatro nmeros: Septiembre / Noviembre / Febrero / MayoPrecio $120.- por ao (cuatro nmeros). Incluye costos de envo al domicilio.

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    Ms informacine-mail:[email protected]

    Telfono(54 11) 4824-0662

    (54 11) 6698-1966

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    Ensear Matemtica.Nivel Inicial y Primario.

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    JORNADAS 2007de Formacin Docente Continua

    Karina Benchimol: Licenciada en Ciencias de l