la biblia

11
BIENABENTURANZAS - BIEN AVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZON, PORQUE ELLOS VERAN A DIOS. MATEO: 5 CUANDO VIO LAS MUCHEDUMBRES, SUBIO A LA MONTAÑA; Y DESPUES SE SENTO, VINIERON A EL LOS DISIPULOS; 2 Y ABRIENDO LA BOCA, SE PUSO A ENSEÑARLES DICIENDO: 3 “FELICES SON LOS QUE TIENEN CONCIENCIA DE DE SU NECESIDAD ESPIRITUAL PUESTO QUE A ELLOS PERTENECEN AL REINO DE LOS CIELOS- 4 “FELICES SON LOS QUE SE LAMENTAN, PUESTO QUE ELLOS SERAN CONSOLADOS. 5 “FELICES LOS DE GENIO APACIBLE, PUESTO QUE ELLOS EREDARAN LA TIERRA. 6 “FELICES LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA PUESTO QUE ELLOS SERAN SACIADOS. 7 “FELICES SON LOS MISERICORDIOSOS ,PUESTO QUE ELLOS SE LE MOSTRARA MISERICORDIA. 8 “FELICES LOS DE CORAZION PURO, PUESTO QUE ELLOS VERAN A DIOS. 9 “FELICES SON LOS PACIFICOS, PUESTO QUE A ELLOS SE LES LLAMARA HIJOS DE DIOS. 10 “FELICES SON LOS QUE HAN SIDO PERSEGUIDOS, POR CAUSA DE LA JUSTICIA PUESTO QUE HA ELLOS PERTENECE EL REINO DE LOS CIELOS.- JUAN 5: 24 MUY VERDADERAMENTE LES DIGO: EL QUE OYE MI PALABRA Y CREE EN EL QUE ME ENVIO TIENE VIDA ETERNA, Y NO ENTRA EN JUICIO, SINO QUE HA PASADO DE LA MUERTE A LA VIDA. CONSEJOS-

Upload: espinozcristian

Post on 03-Oct-2015

1 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

la bi

TRANSCRIPT

BIENABENTURANZAS

BIEN AVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZON, PORQUE ELLOS VERAN A DIOS.MATEO: 5 CUANDO VIO LAS MUCHEDUMBRES, SUBIO A LA MONTAA; Y DESPUES SE SENTO, VINIERON A EL LOS DISIPULOS; 2 Y ABRIENDO LA BOCA, SE PUSO A ENSEARLES DICIENDO:3 FELICES SON LOS QUE TIENEN CONCIENCIA DE DE SU NECESIDAD ESPIRITUAL PUESTO QUE A ELLOS PERTENECEN AL REINO DE LOS CIELOS-4 FELICES SON LOS QUE SE LAMENTAN, PUESTO QUE ELLOS SERAN CONSOLADOS.5 FELICES LOS DE GENIO APACIBLE, PUESTO QUE ELLOS EREDARAN LA TIERRA.6 FELICES LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA PUESTO QUE ELLOS SERAN SACIADOS.7 FELICES SON LOS MISERICORDIOSOS ,PUESTO QUE ELLOS SE LE MOSTRARA MISERICORDIA.8 FELICES LOS DE CORAZION PURO, PUESTO QUE ELLOS VERAN A DIOS.9 FELICES SON LOS PACIFICOS, PUESTO QUE A ELLOS SE LES LLAMARA HIJOS DE DIOS.10 FELICES SON LOS QUE HAN SIDO PERSEGUIDOS, POR CAUSA DE LA JUSTICIA PUESTO QUE HA ELLOS PERTENECE EL REINO DE LOS CIELOS.- JUAN 5: 24 MUY VERDADERAMENTE LES DIGO: EL QUE OYE MI PALABRA Y CREE EN EL QUE ME ENVIO TIENE VIDA ETERNA, Y NO ENTRA EN JUICIO, SINO QUE HA PASADO DE LA MUERTE A LA VIDA. CONSEJOS-Timoteo 2 : 22 de modo que huye de los deseos que acompaan a la juventud mas sigue tras la justicia, la fe , el amor, la paz, juntos con los que de corazn limpio invocan al seor.2 : 23 adems nigate a admitir las cuestiones necias e ignorantes . Pues sabes que producen peleas. 24 Pues el esclavo del seor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para ensear, mantenindose reprimido bajo lo malo 25 instruyendo con apacibilidad a los que no estn favorablemente dispuestos, ya que Dios quizs les de arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la verdad 26 y recobren el juicio fuera del lazo del diablo, ya que han sido pescados vivos por el, para la voluntad de ese.ARCNGEL GABRIELSu nombre significa HOMBRE de DIOS DIOS es MI FUERZA. Custodia el Sur, el Medioda, la Primavera, el Agua.Su color es el BLANCO.Es Guardin del Reino EMOCIONAL, la creatividad, las artes y las relaciones.GABRIEL es quien est sentado a la diestra de DIOS. Protege con su Eterna Luz los Cielos y la Tierra, es el depositario de la llave del Paraso Terrenal. Es el Arcngel que le dict el Corn a Mahoma y se lo llam elngel de la Verdad.A GABRIEL se lo considera el Arcngel protector de las embarazadas, de acuerdo a su ntima relacin con las mujeres en ese estado. Se le present a la Virgen Mara anuncindole, la inminencia de su embarazo y de haber sido la elegida ante los ojos del Creador para portar en su vientre a Jess; y tambin a su prima Isabel, madre de Juan el Bautista.Zacaras supo del nacimiento de Jess a travs de la aparicin de GABRIEL. La Biblia menciona tambin que este Arcngel se le apareci al Profeta Daniel.Como vemos el Arcngel GABRIEL es el mensajero de la vida y es tambin el que revela misterios. Es el Enviado del nacimiento y el Divino Guardin de los procesos de fecundacin. La festividad de San Gabriel Arcngel era el 24 de marzo, hoy se conmemora el 29 de Septiembre da de los SANTOS ARCNGELES.Es el Arcngel del Amor, de los vnculos del corazn; del AMOR sin lmites, del AMOR desinteresado que todo lo puede. l despierta el corazn ms duro, brindndole la LUZ que necesita para su restauracin.GABRIEL protege nuestro campo emocional, instaurando un nuevo orden en el para que podamos llegar a querer de una manera nueva, distinta.l se nos acerca con un saludo avivando el Amor en nuestros centros. Consagra las alianzas entre los hombres y anuncia nuevas vidas, cuando GABRIEL aparece en nuestra vida, ha llegado el momento de soltar lo viejo y darle paso a lo nuevo.

Cuando evoquemos a GABRIEL, cubrmonos con la luz blanca de su AMOR.ARCNGEL GABRIEL en la historia.Dios es el nico ser que no tiene historia. Todos los seres creados son, en mayor o menor medida, seres histricos: nacen, evolucionan, mueren. Slo que la historia de cada uno tiene un signo diferente, segn el lugar que ocupe en la jerarqua ontolgica. A medida que se asciende de lo inerte a lo sensitivo y de lo irracional al mundo del espritu, la historia va enriquecindose y entrandose en la esencia misma del ser. Por eso el hombre es el ser ms histrico de todos los que pueblan la tierra. Sobre el cimiento de unas pocas tendencias universales y permanentes de su naturaleza, cada hombre participa en la historia general de la humanidad desde un ngulo propio e irrenunciable. Del hombre, y slo del hombre, cabe hacer biografa. Una piedra, como tal, no tiene biografa, aunque las piedras, en su conjunto, tengan tambin historia.Pero y los ngeles? Hay, ciertamente, una historia universal de los ngeles, criaturas de Dios; una historia que ha quedado escrita en los Libros Sagrados, desde el Gnesis hasta el Apocalipsis. Los ngeles nacieron de una palabra de Dios. Pronto, rebeldes unos, fieles otros, se bifurc para siempre su historia colectiva en dos inmensos bloques, de luz y de sombras, de odio y de amor. La inmensa mayora de los ngeles, espritus puros, han quedado sin nombre y sin hazaas extremas. Slo Dios sabe sus nombres y sus papeles en el gran teatro del mundo. Para nosotros son como annimas estrellas fugaces, que de vez en cuando cruzan el firmamento del espritu. As los que se aparecieron a los pastores de Beln, anunciando la paz a los hombres de buena voluntad; el ngel de Getseman, que confort a Cristo en su agona, el que traspas de una lanzada el corazn de Santa Teresa; tantos otros, que pusieron un momento de luz en la vida de algunos elegidos de Dios y se desvanecieron para siempre.Mas hay unos ngeles, muy pocos, que tienen, adems de esa historia annima y colectiva, algo as como una biografa personal. Entre esos pocos, San Miguel, el capitn de las huestes anglicas contra Luzbel; San Rafael, el compaero de peregrinacin de Tobas, ocupa puesto preeminente el arcngel San Gabriel.Por de pronto, San Gabriel tiene uno de los nombres ms bellos que ha podido troquelar el lenguaje humano: hombre de Dios, hombre en que Dios confa; o tambin, como San Gregorio glosa, el fuerte de Dios.Cuando Dios va a hacer uso de su poder sobre el mundo, en su manifestacin ms excelsa, la de la Redencin, elige como mensaje, como su embajador y plenipotenciario, a este soberano arcngel. Tres veces le vemos surgir corpreamente en la historia de la humanidad. Se aparece en primer lugar, a Daniel all en el ao tercero del reinado del rey Baltasar para revelarle el sentido de la visin del combate entre el carnero y el macho cabro. Lo hace en figura de varn y sobrecoge al profeta, que, de bruces y espantado, le contempla con un estremecedor anuncio para das lejanos: Entiende, oh hijo del hombre!, esta visin, que es para el tiempo final (Dan. 8,15ss.). Pero an recibir Daniel una nueva visita del celestial mensajero, al iniciarse el imperio de Daro; y en ese encuentro se traslucir la inmensa profundidad de la misin que Dios confa al arcngel. Mientras el profeta est postrado ante Yahveh, en ayuno, saco y cenizas, al caer la tarde, rogando y confesando sus pecados y los pecados de su pueblo y presentando su oracin al Seor grande y terrible, irrumpe Gabriel en raudo vuelo y silueta de hombre, y le anuncia las setenta semanas decretadas por Dios sobre el pueblo y su ciudad santa para expiar la iniquidad, traer la justicia eterna y ungir al Santo de los santos: siete semanas y setenta y dos semanas hasta la llegada del Mesas prncipe (Dan. 9,1ss.).Cuando ese plazo de Dios se cumple, el arcngel San Gabriel vuelve a la tierra con perfil de mancebo, penetra en el gran templo de Jerusaln y llega a Zacaras, el sacerdote del turno de Abas, desposado con Isabel, la hija de Aarn. El temor sobrecoge y turba al venerable sacerdote mas el arcngel le tranquiliza y anuncia que su oracin ha sido escuchada: su mujer le dar un hijo, a quien pondrn por nombre Juan, y ser gozo y alegra para l y para muchos, grande a los ojos del Seor y lleno del EsprituSanto desde el seno de su madre. Un hijo precursor del Seor de Israel que volver a los rebeldes a la prudencia e los justos y preparar al Seor un pueblo debidamente dispuesto. Zacaras no acierta a comprender cmo le llegar ese regalo, en que se cifra la ilusin de toda su vida. El ya es viejo y su mujer estril y avanzada en sus das. Pero el ngel le abre la inmensa perspectiva del misterio: Yo soy Gabriel, que asisto ante Dios y he sido enviado para hablarte y darte estas buenas nuevas. Desde ahora Zacaras permanecer mudo hasta el da en, que se verifique el prodigio, por no haber dado fe a las palabras del enviado, que se cumplirn a su tiempo. Escasos meses tendrn que transcurrir para que la familia de Zacaras se alegre con la realizacin de la promesa y para que un ms extraordinario acontecimiento conmueva al pueblo de Israel (Lc. 1,5ss.).Va a sonar la hora que el arcngel anunci al profeta Daniel. Y en esa hora retornar por tercera vez Gabriel a Palestina para consumar la ms alta embajada que jams conocieron los siglos: el anuncio de la encarnacin del Verbo a la Virgen Mara.Tres rastros de luz nos permiten vislumbrar la suprema hermosura de ese momento; uno, en los lienzos de Fra Anglico; otro, en las pginas evanglicas de San Lucas; un tercero, en el pensamiento teolgico de Santo Toms.Estos tres rastros son palabra hecha luz; luz que es calor y perfil de amanecer, Verbo encarnado y verdad de salvacin. Porque el arcngel Gabriel es el portador de la palabra omnipotente, el gran mensajero, el primer embajador de Dios a los hombres.Contemplemos la escena de su mensaje con nuestros ojos del cuerpo, ponindolos sobre la tabla del Anglico. A la izquierda, entre el verde follaje del paraso perdido, Adn y Eva, la primera pareja humana, que se aleja bajo la pesadumbre de su culpa. Arriba, sobre una rfaga de oro, el Espritu divino, y a la derecha, bajo una tenue y transparente luz de amanecer, el inefable espectculo de la reconciliacin entre Dios y la naturaleza humana, que se anuncia en el saludo del ngel, bajo la bveda azul, tachonada de estrellas de oro, sin ms testigo que la golondrina silenciosa sobre la barra de hierro entre las esbeltas columnas. El arcngel se inclina reverente ante la Virgen con sus brazos cruzados. Hay en l una armona de amapolas y de trigo maduro; hay en Ella un juego de rosas y azul. La rfaga luminosa del Espritu toca apenas las alas y la aureola del arcngel y besa el pecho inmaculado de la doncella, que acepta el mensaje. Todo es elegancia, suprema elegancia de cuerpo y de espritu, que es el signo de lo anglico.Para poner sonido de este mudo cuadro de colores divinos, se nos acerca San Lucas y nos repite con sobrecogedora sencillez las palabras del arcngel.Gabriel, enviado por Dios a Nazaret de Galilea, est ante Mara, la Virgen desposada con Jos, el varn justo de la casa de David. Y entrando a ella le dice: Dios te salve, llena de gracia, el Seor es contigo. Se turba la Doncella al or estas palabras y busca el significado de la desconcertante salutacin. Y el ngel la serena: No temas, Mara, porque has hallado gracia delante de Dios, y concebirs en tu seno y dars a luz un hijo, a quien pondrs por nombre Jess. l ser grande y llamado Hijo del Altsimo, y le dar el Seor Dios el trono de David, su padre, y reinar en la casa de Jacob por los siglos, y su reino no tendr fin.Mara, suavemente, pregunta: Cmo podr ser esto, pues yo no conozco varn? Y el ngel descorre el velo del inmenso enigma: El Espritu Santo vendr sobre ti y la virtud del Altsimo te cubrir con su sombra, y por esto el hijo engendrado ser santo, ser llamado Hijo de Dios. E Isabel, tu parienta, ha concebido un hijo en su vejez, y ste es ya el mes sexto de la que era estril, porque nada hay imposible para Dios. Mara, rendida y humildemente, acepta: He aqu a la sierva del Seor; hgase en mi segn tu palabra. El ngel parte. La Redencin ha comenzado. La misin, del embajador ha quedado soberanamente cumplida (Lc. 1,26ss.).Pero a los hombres a estos pobres seres que somos los hombres nos quedan, atenazantes, unas cuantas preguntas. Para que Dios viniera al mundo a redimirnos, era necesario este inslito anuncio a la Santsima Virgen, a travs de un arcngel? No haba sido ya objeto de una profeca de predestinacin el misterio de la Encarnacin del Mesas en el seno de una Virgen? Y si la Virgen Mara tena esa fe en la Encarnacin y crea en ella con invencible certeza, como indiscutiblemente crea, para qu el anuncio a travs de un ngel? An ms: si concebir en el espritu es algo superior a concebir en el cuerpo, y son muchas las almas santas que conciben espiritualmente, para qu era necesario y cmo fue posible que la Virgen de las vrgenes recibiera esa noticia de boca de una criatura, aunque fuera arcngel? La mente, a la vez poderosa y anglica de Santo Toms de Aquino, se hace problema de estos misterios y nos abre perspectivas de luz (Summa Theologica 3 q.30). La anunciacin a Mara era necesaria, no con necesidad absoluta, pero s con necesidad relativa, de conveniencia, porque la unin del Hijo de Dios a Mara deba hacerse gradualmente y porque antes que concibiera a su Hijo en la carne, el espritu de la Virgen tena que estar advertido de la insondable maravilla. Con razn San Agustn ha podido decir que Mara fue ms feliz al abrazarse a la fe en el Cristo que se le anunciaba, que al concebirlo en su carne. Pero, adems, al ser instruida por Dios del gran misterio a travs del ngel, se transformaba la Virgen Madre en el testigo ms seguro y poda ofrecer a Dios, sin demora, el don voluntario de su ofrenda, de su entrega y servicio, que dejaba sellado, externa y solemnemente, el matrimonio espiritual entre el Hijo de Dios y la naturaleza humana entera.Pero por qu ese anuncio tena que hacerse a travs de un ngel? Si Dios se revela directamente, sin intermediario, a los ngeles supremos y si Mara est por encima de todos los ngeles, por qu no le hara Dios directamente a Ella la revelacin del misterio? De otro lado, si en el orden humano establecido por Dios, las mujeres, como ensea San Pablo, deben ser instruidas de las realidades divinas por sus esposos, por qu el misterio de la Encarnacin no fue anunciado a la Virgen bienaventurada a travs de San Jos, en vez de serlo por mediacin del arcngel? Y an ms: Si Dios eligi a un ngel para transmitir su palabra, no deba haber sido uno de los ngeles de la jerarqua suprema, la de los serafines? Sin embargo, el texto revelado de San Lucas es inequvoco: Dios eligi precisamente a un arcngel, al arcngel Gabriel, para ser su mensajero en la Anunciacin a Mara. Y convena que as fuese por tres razones principales, que desgrana el genio teolgico de Santo Toms.Dios, en su plan, de gobierno del universo, revel los misterios a los hombres por medio de los ngeles. El arcngel Gabriel dio a conocer a Zacaras el prximo nacimiento de su hijo, el profeta Juan, y el mismo arcngel completara el anuncio revelando a Mara el misterio por excelencia de la Encarnacin del Verbo.En segundo lugar, la humanidad deba ser regenerada por Cristo. Si un ngel de obscuridad, bajo forma de serpiente, caus la perdicin de la primera mujer, convena que un ngel de luz restaurara la paz entre la humanidad y Dios a travs de otra mujer: la Virgen Mara.Por ltimo, esa virginidad misma de la Madre de Dios requera que fuese un ngel el que le anunciara la Encarnacin porque la vida de las vrgenes es como una vida de ngeles sobre la tierra y aunque la que haba de ser Madre de Dios era ya superior a los ngeles por la dignidad a la que haba sido divinamente elegida, sin embargo, su estado de vida presente, de vida corprea, la haca inferior a ellos y entraba dentro de la armona de los planes divinos que fuese un ngel quien se acercase a ella para anunciarle la Buena Nueva. Y ese ngel no tena por qu pertenecer a la jerarqua suprema de los serafines, sino ser el primero del orden de los arcngeles, porque a los arcngeles les corresponde la misin de intermediarios, de mensajeros entre Dios y los hombres. Y Gabriel recordemos es, por su nombre mismo, el fuerte de Dios. Quin mejor que l para anunciar a una criatura humana Que llegaba a la tierra el Seor de todo poder y de toda verdad?Todava puede asaltarnos una duda o reproche: por qu Gabriel, el ngel anunciador, tom forma corprea para aparecerse a la Virgen? No hubiera sido ms alta una visin espiritual o, a lo ms, una visin imaginativa, como la de San Jos durante su sueo? No se hubiera evitado as la turbacin que, segn el Evangelio mismo de San Lucas, produjo a la Virgen la aparicin corporal del ngel? Sin embargo, la revelacin no nos permite dudar de que el arcngel Gabriel se apareci en forma corprea a la Virgen Mara, con rostro rutilante, vestido resplandeciente, en, actitud admirable, segn le describe San Agustn: Facie rutilans, veste coruscans, incessu mirabilis.Poda, en verdad, haberse dado una visin espiritual o imaginativa, pero haba, segn el Doctor Anglico, poderosas razones de conveniencia para que la aparicin fuese bajo forma corprea. Primero, por el mensaje mismo, Ya que lo que en ngel vena a anunciar era la encarnacin de un Dios invisible y esta idea se haca ms clara y rotunda si una criatura invisible, como un arcngel, tomaba forma visible al acercarse a la mujer elegida entre todas las mujeres para ser Madre de Dios.Segundo, por la dignidad misma de la Virgen Madre que haba de recibir al Hijo de Dios no slo en su seno corporal, sino tambin en su espritu; y para ello importaba que sus sentidos exteriores fuesen reconfortados, al mismo tiempo que su espritu, por una aparicin anglica.Finalmente, para que el extraordinario mensaje lograra el necesario grado de certeza, era conveniente que llegara al espritu por va de los sentidos, ya que el ser humano capta con mayor seguridad lo que ven sus ojos que lo que forja su imaginacin.Y no importa que esa aparicin corprea produjera turbacin en la Virgen. Siempre que una fuerza superior del espritu acta sobre nuestras vidas, sea a travs de visiones imaginativas o de apariciones sensibles, experimentamos turbacin. Pero eso es motivo de honor y no de humillacin, porque ese estremecimiento en las potencias inferiores tiene precisamente por causa el hecho de la elevacin del espritu a un plano ms alto. Y, adems, en el caso de la Virgen Mara, la turbacin no fue de duda como la de Zacaras frente al mismo arcngel Gabriel, sino de humildad y pudor, y mereci la inmediata palabra tranquilizadora del mensajero: Ne timeas, No temas, y la plena revelacin del misterio.Santo Toms subraya agudamente glosando a San Lucas que lo que turb a la Virgen no fue la vista del ngel corpreo, sino el insondable mensaje que brotaba de sus labios; un mensaje que el arcngel cumpli en un orden perfecto, consecuente con la triple finalidad de su misin. Gabriel tena que poner al espritu de la Virgen en actitud de expectativa ante una gran realidad; y por ello la saluda con un saludo nuevo e inslito, al llamarla llena de gracia, y al decir que el Seor est con Ella y que es bendita entre todas las mujeres. Adems, el ngel deba instruir a la Virgen en el misterio de la Encarnacin que iba a tener lugar en Ella, y lo hace con las delicadas palabras de que concebir en su seno y de que el Espritu Santo vendr sobre Ella. Y, por ltimo, el ngel deba obtener del corazn de la Virgen una palabra de consentimiento, y para lograrla, evoca el ejemplo de su prima Isabel, grvida en su ancianidad, y, sobre todo, descorre el velo del misterio de la omnipotencia divina.Esta es la breve y divina historia del arcngel Gabriel. Su palabra vence al tiempo y nos llega viva a nosotros cada vez que releemos el relato evanglico o que rememoramos la figura del enviado del Seor. Una palabra que nos abre los odos del espritu al ser ltimo de todas las cosas; palabra de fe en el Dios Omnipotente. Una noticia que nos abre, como a la Virgen Mara, los ojos del alma a la belleza de la patria que no vemos; palabra de esperanza en la promesa, que garantiza con su sacrificio y con su redencin el Verbo encarnado, el Hijo de Dios hecho Hombre en las entraas de Mara. Un mensaje, por ltimo, que nos abre el corazn, nuestro duro corazn de piedra, al latido del amor; palabra de caridad enardecida por el Espritu, que liga al cielo y la tierra, al hombre con Dios.Oh t, arcngel San Gabriel, embajador de Dios, patrono de todos los embajadores y mensajeros de la tierra, de todos los que tienen que cumplir misiones cerca de los hombres; t a quien contemplamos amorosamente en silencio, empjanos a ser incansables heraldos de la pureza y de la humildad de Mara y de la realeza y la magnanimidad de Dios!Material Tomado de la WEBDesconozco su Autor