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Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales 25 ISBN: 978-607-8432-40-0 La batalla de Tzompantepec: continuación de los conflictos políticos entre los pueblos hegemónicos del postclásico tardío Arqlgo. José Eduardo Contreras Martínez Centro INAH Tlaxcala Tzompantepec fue una importante población tlaxcalteca localizada cuatro leguas al oriente de las cuatro cabeceras que conformaban la ciudad de Tlaxcala 1 .Tenía entonces una población de veinte mil habitantes donde vivía gente con diferentes atributos sociales 2 . A principios del mes de septiembre del año de 1519 fue escenario, durante quince días, de enfrentamientos entre el ejército español 3 y tlaxcaltecas, cuya consecuencia fue la determinación de una alianza que permitió al primero avanzar con mayor confianza hacia la ciudad mexicana de Tenochtitlán. Hasta ahora se ha pensado que ésta se debió a que los tlaxcaltecas habrían reconocido, entre otras cosas, el mayor poder militar de los españoles, sin embargo se ha olvidado que en ese momento y lugar también estuvieron presentes los mexica o mexicanos lo cual representó un factor muy importante que necesariamente incidió en la determinación tlaxcalteca. ¿Qué hacían los mexicanos en Tzompantepec?, ¿Cuál fue su preocupación principal, unos cuantos españoles, o la nación tlaxcalteca?, y ¿Cómo incidió su presencia en la histórica decisión de los tlaxcaltecas? Hasta ahora se ha interpretado la Conquista como el enfrentamiento de los pueblos originarios contra el ejército traído por Hernán Cortés que habría hecho su irrupción histórica no en el año de 1519 sino inclusive muchos años atrás, ya que 1 Hernán Cortés en sus Cartas de Relación no distingue a ninguno de los barrios y solo dice que llego a la ciudad de Tlaxcala. Años después, Fray Toribio de Benavente Motolinia escribirá en su crónica Historia de los Indios de Nueva España, que la ciudad de Tlaxcala está conformada por cuatro cabeceras: Tepecticpac, Ocotelulco, Tizatlán y Quiahuiztlán y el toda la provincia por veintiocho pueblos. 2 Bartolomé de las Casas (1987; 4) escribe: “La ciudad de Timpancinco, que tenía veinte mil casas” donde es evidente su equivocación porque entonces podríamos estar calculando una población de casi cien mil personas. Por otra parte las Relaciones Geográficas del siglo XVI de Tlaxcala” (1984: 235) refiere a Tzompantepec como “lugar muy principal de Tlaxcala, y allí fue recibido [Cortés] de los principales de aquel pueblo”. 3 El ejército español estaba conformado por los soldados traídos por Hernán Cortés de la isla de Cuba y por gente de Cempoala entre los que había doscientos principales de guerra.

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Diversidad social, política y económica en distintos tiempos y espacios regionales

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ISBN: 978-607-8432-40-0

La batalla de Tzompantepec: continuación de los conflictos políticos entre

los pueblos hegemónicos del postclásico tardío

Arqlgo. José Eduardo Contreras Martínez Centro INAH Tlaxcala

Tzompantepec fue una importante población tlaxcalteca localizada cuatro leguas

al oriente de las cuatro cabeceras que conformaban la ciudad de Tlaxcala1.Tenía

entonces una población de veinte mil habitantes donde vivía gente con diferentes

atributos sociales2. A principios del mes de septiembre del año de 1519 fue

escenario, durante quince días, de enfrentamientos entre el ejército español3 y

tlaxcaltecas, cuya consecuencia fue la determinación de una alianza que permitió

al primero avanzar con mayor confianza hacia la ciudad mexicana de Tenochtitlán.

Hasta ahora se ha pensado que ésta se debió a que los tlaxcaltecas habrían

reconocido, entre otras cosas, el mayor poder militar de los españoles, sin

embargo se ha olvidado que en ese momento y lugar también estuvieron

presentes los mexica o mexicanos lo cual representó un factor muy importante que

necesariamente incidió en la determinación tlaxcalteca. ¿Qué hacían los

mexicanos en Tzompantepec?, ¿Cuál fue su preocupación principal, unos cuantos

españoles, o la nación tlaxcalteca?, y ¿Cómo incidió su presencia en la histórica

decisión de los tlaxcaltecas?

Hasta ahora se ha interpretado la Conquista como el enfrentamiento de los

pueblos originarios contra el ejército traído por Hernán Cortés que habría hecho su

irrupción histórica no en el año de 1519 sino inclusive muchos años atrás, ya que

1 Hernán Cortés en sus Cartas de Relación no distingue a ninguno de los barrios y solo dice que

llego a la ciudad de Tlaxcala. Años después, Fray Toribio de Benavente Motolinia escribirá en su crónica Historia de los Indios de Nueva España, que la ciudad de Tlaxcala está conformada por cuatro cabeceras: Tepecticpac, Ocotelulco, Tizatlán y Quiahuiztlán y el toda la provincia por veintiocho pueblos. 2 Bartolomé de las Casas (1987; 4) escribe: “La ciudad de Timpancinco, que tenía veinte mil casas”

donde es evidente su equivocación porque entonces podríamos estar calculando una población de casi cien mil personas. Por otra parte las Relaciones Geográficas del siglo XVI de Tlaxcala” (1984: 235) refiere a Tzompantepec como “lugar muy principal de Tlaxcala, y allí fue recibido [Cortés] de los principales de aquel pueblo”. 3 El ejército español estaba conformado por los soldados traídos por Hernán Cortés de la isla de

Cuba y por gente de Cempoala entre los que había doscientos principales de guerra.

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muchos estudiosos aún piensan que su llegada estaba anunciada en libros

antiguos que narran el retorno de Quetzalcóatl, en presagios funestos y en

premoniciones de adivinos, dejando de lado la historia política de aquellos

momentos de los pueblos mesoamericanos de los valles centrales. Esto se debe

en gran parte al inmenso valor que se le ha otorgado a la sociedad y cultura

mexica, no solo durante el primer siglo después de acontecida la Conquista, sino

incluso hasta ahora donde es caracterizada con un inmenso poder político que

tuvo acorralados a la mayoría de los pueblos mesoamericanos. En este contexto

Tlaxcala ha sido considerado, en el mejor de los casos, como un rival de

importancia menor para los mexicanos, ya que es vista como una provincia

cercada, aislada y acosada por éstos. Así, sus potenciales político y militar han

sido minimizados a lo largo del tiempo.

El presente trabajo pretende abordar dos puntos importantes que se han dejado

de lado al tratar la alianza hispano tlaxcalteca: en primer lugar mostrar la

incidencia de los mexicanos en la determinación de los tlaxcaltecas por aceptar la

alianza. Pienso que la presencia de los españoles en Tzompantepec significó para

los mexicanos un importante contratiempo histórico y donde avistaron la

posibilidad de un acuerdo militar entre éstos con los tlaxcaltecas, y el avance de

ambos ejércitos hacia la ciudad de Tenochtitlán4. Desde algunos lustros antes de

la llegada de los españoles a territorio mesoamericano, los mexicanos tuvieron la

preocupación de que el ejército tlaxcalteca intentará acometer a Tenochtitlán y

derrotarla5. Para los mexicanos Tlaxcala era un pueblo importante cuya fuerza

4 Cortés desde su estancia entre los pueblos de la Costa del Golfo expresó y reitero el deseo de

avanzar hacia México y conocer a Moctezuma. En su avance se hizo acompañar de embajadores mexicas que había capturado en Cempoala. Éstos estaban al tanto de las intenciones del capitán español de hacer paces con los tlaxcaltecas. 5 Esta preocupación se encuentra expresada en los escritos de Diego Durán y Fernando Alvarado

Tezózomoc, y es razón por la cual Nezahualpilli urge a la Asamblea de los doce principales de la Triple Alianza, para que designe al nuevo tlatoani que sucedería a Ahuizotl, designación que caerá en Moctezuma Xocoyotzin. Años más tarde a éste, Nezahualpilli le dará aviso de un presentimiento que decía que jamás derrotaría en guerra a Tlaxcala, Huexotzinco y Cholula, antes los ejércitos de la Triple Alianza serán vencidos y dentro de poco tiempo sus ciudades asoladas y destruidas.

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política y militar podía aprovechar cualquier circunstancia de debilidad para hacer

guerra a los ejércitos de la Triple Alianza6.

Para Tlaxcala, el formalizar un acuerdo con los españoles fue una manera de

proteger su territorio no de éstos que fueron considerados en principio un puñado

de hombres valientes, pero que habían ocasionado la fractura de la frontera

tlaxcalteca al instalarse en un poblado importante y estratégico: Tzompantepec. El

principal temor fue el que los mexicanos aprovecharan la situación y entonces

acometer a Tlaxcala. Los mexica en años próximos a la Conquista, habían

buscado penetrar esta frontera intentando corromper, sin lograrlo, a los otomíes

guardianes de éstas7. La penetración de guerreros en poblados enemigos

significaba una ventaja estratégica porque ponía en posición vulnerable a la gente

común que indefensa temía ver cómo sus sementeras, casas y templos eran

destruidos, para finalmente ver sometida a su nación. Para mexicas y tlaxcaltecas,

los españoles significaron un puñado de valientes hombres que se habrían

entrometido entre las pugnas de estas dos naciones antagónicas, militarmente

similares.

En segundo lugar, para situar este modelo interpretativo se debe ver a Tlaxcala

como una fuerza hegemónica con suficiente fuerza política que supusiera un

peligro latente para las poblaciones de la Triple Alianza. No es fácil situarlo de esta

manera porque desde el siglo XVI se elaboró una imagen débil y sumisa de

Tlaxcala. Recordemos tan solo tres textos que permiten observar como esta

imagen fue creada y reelaborada constantemente. Así por ejemplo tenemos que

en la “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España”8 escrita por Bernal

Díaz del Castillo, se describe a los españoles como personas buenas y nobles,

6 La Triple Alianza ha sido comprendida como un gobierno compartido entre los pueblos de

Tenochtitlán, Tezcuco y Tlacopan, aunque en realidad el tlatoani mexicano era quién determinaba las decisiones fundamentales respecto a la guerra y la obtención del tributo. Este acuerdo de gobierno surgió a raíz de la derrota y sometimiento de Azcapotzalco ocurrido en el año de 1428 d. C. 7 Hacia el año de 1517 Moctezuma intentó convencer a los Otomíes que custodiaban la garita de

Hueyotlipan con el fin de que permitieran la entrada del ejército de la Triple Alianza y tomar desprotegidos a los tlaxcaltecas. 8 La Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España empezó a escribirse en el año de

1553 y se concluyó hacia el año de 1575.

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cualidades que el principal de los señores tlaxcaltecas pondera para establecer la

alianza, la cual es necesaria porque requerirían de quien los defendiera de los

ejércitos de Moctezuma: “...; y mostrémosles amor y paz, porque nos ayuden y

defiendan de nuestros enemigos, y traigámosles aquí luego con nosotros.”9En esta

crónica narra los combates ocurridos entre tlaxcaltecas contra españoles y aliados

indios y como al establecerse la alianza, cierto grupo de nobles tlaxcaltecas

desvinculan a Tlaxcala de los combates ocurridos en Tzompantepec10.

Posteriormente en la obra de Diego Durán “Historia de las indias de la Nueva

España” los tlaxcaltecas nunca combaten a los españoles, y se dice que fueron los

otomíes de Tecoac quienes lo hicieron y fueron vencidos. En esta crónica los

principales tlaxcaltecas aprecian el mejor armamento de los intrusos para declinar

combatirlos, pactar la alianza y ceder pacíficamente el poder político a los

españoles:

“Señores y naturales chichimecas de la grandeza de Tlaxcala: ya habéis

sabido cómo han aportado a estas nuestras partes unos dioses, salidos de

allá del nacimiento del sol, los cuales aparecieron entre los vapores y

oscuridad de la mar, metidos en cerros y casas de palo…Y así lo mejor será

recibirlos de paz meterlos en nuestra ciudad y darles lo que hubieran

menester, así de comida como de todo lo demás

…Todos fueron de aquel parecer y se concertaron de luego ir y postrarse

ante el marqués y ofrecerse a su servicio y ofrecerle muchos presentes”

(Durán, 1990, pág. 316).11

9 Ibíd., 116.

10 El desvincular a los tlaxcaltecas de las batallas previas a la llegada de Cortés en Tzompantepec

lo había hecho algunas décadas antes Fray Toribio de Benavente en su Historia de los Indios de la Nueva España, donde comenta que los españoles estuvieron refugiados en unos templos que estaban en alto, y sostuvieron quince días en guerra contra indios otomíes a los que dice que eran gente baja como labradores (1984, 14). En este comentario Motolinia piensa que solo la gente de bajo entendimiento podía enfrentarse a Cortés y sus propósitos de cristianización. Los tlaxcaltecas “más civilizados”, comprendieron el valor de los españoles y entonces: “Salieron señores y principales [de Tlaxcala] y tomaron gran amistad con los españoles, y lleváronlos a Tlaxcallan, y diéronles grandes presentes y mantenimientos en abundancia, mostrándoles mucho amor”. 11

La segunda parte de la “Historia de las Indias de Nueva España e Islas de la Tierra Firme”, contiene la historia de los mexicanos hasta la Conquista”. Fue terminada en el año de 1581.

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Finalmente en las “Relaciones geográficas de Tlaxcala: del siglo XVI”, se registra

que ciertos otomíes de Tecoac llegaron como mensajeros a Tlaxcala y ante los

señores principales de las cuatro principales cabeceras, describen una imagen

fabulosa de los soldados españoles. Además de lo militar, los principales

tlaxcaltecas consideraron a la religión cristiana como otro de los elementos a

adoptar como parte de los beneficios de la alianza.12

“__Ya sabéis, muy grandes y generosos señores, si bien os acordáis, como

tenemos de n[uest]ra antigüedad, cómo han de venir gentes de donde sale el

sol, y que han de emparentar con nosotros y que hemos de ser todos unos,

y que han de ser blancos y barbudos, y que han de traer librillos en las

cabezas por coberturas, y que han de ser zancudos, y que han de traer

armas muy fuertes y más fuertes que n[uest]ros arcos (por la ballesta, que

ansí l[a] llamaban), que no la podemos enarcar, y con espadas de tan

delicados filos que n[uest]ras armas, con éstas, no son tenidas ni estimadas

en nada” (Acuña, 1984, pág. 234)13.

“Y, al cabo, habiendo bien considerado lo que con tanto espíritu les decía

un tan valeroso caudillo, le respondieron de común consentim[ien]to: que,

pues ellos le habían dado sus corazones y amistad, que era lo mejor de sus

personas, que, en este caso, se querían rendir y se rendían, y no tenían qué

le responder sin que ejecutase su voluntad e hiciese que por bien tuviese, y

que derribase los ídolos y los diese por ning[un]os…y se querían tornar

cristianos y echarse agua en las cabezas, como ellos [los españoles] lo

tenían de costumbre, y ser bautizados y guardar sus leyes y mandamientos,

como ellos los guardaban” (Ibídem., 244).

12

GuyRozat en su libro Indios imaginarios indios reales 13

La debilidad de los tlaxcaltecas es proyectada además en el mundo precortesiano cuando varios investigadores hacen referencia a las relaciones de enemistad de éstos con los mexicanos. Así por ejemplo encontramos los siguientes: “Es de creer que si los mexicanos hubiesen querido destruir en verdad a Tlaxcala y eliminar el peligro que entrañaba, hubieran podido hacerlo concentrando contra ella todas las fuerzas de su imperio. No lo hicieron, sin duda porque se impuso, en última instancia, la necesidad de mantener la Xochiyaoyotl (la “guerra florida”)”. (Soustelle, 1977)

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Estas historias elaboradas a lo largo del siglo XVI fueron muy convenientes sobre

todo para los descendientes de los principales de Tlaxcala que pelearon por sus

privilegios en la naciente sociedad novohispana. Además son ideas que sitúan a

cada grupo humano dentro del esquema social y económico que entonces

domina. Es un esquema que tiene como punto ejemplar el aspecto militar y

religioso de los conquistadores españoles y sus descendientes, y donde

predomina la visión del mundo occidental que niega la oportunidad de que los

otros (comunidades indígenas, negras y mestizas) se interpreten a sí mismo(Rozat

Dupeyron, 2010).

En las crónicas producidas a lo largo del siglo XVI, Tlaxcala es pues un pueblo

débil con un desarraigo histórico e ideológico con respecto a la cultura

mesoamericana.

Tlaxcala como pueblo hegemónico:

No hay duda en aceptar que el mexica fue un pueblo hegemónico, prácticamente

no existe un artículo o estudio que ponga en duda tal categoría, sin embargo

otorgar tal conceptualización al tlaxcalteca ha tenido sus objeciones, las cuales se

fundamentan como hemos visto desde aquellos escritos producidos a lo largo del

siglo XVI y que minimizaron el poder militar y político de Tlaxcala. A pesar de lo

anterior, pienso que es posible caracterizar a Tlaxcala como un pueblo

trascendente de los valles centrales de Mesoamérica a lo largo del siglo XV y que

lo reflejo incluso durante la guerra de Conquista.

Los pueblos hegemónicos:

Robert Barlow dice en su artículo “El derrumbe de Huexotzinco”, que así como

hubo tres principados dominantes en el valle de México, Tenochtitlán, Tezcuco y

Tlacopan, hubo otros tres, Huexotzinco, Tlaxcala y Cholula que lo fueron en el

valle de Puebla-Tlaxcala. Refiere también que hubo una etapa importante de

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Huexotzinco cuando contó con amistades y alianzas fuertes, lo cual habría sido

suficiente para considerarlo un pueblo hegemónico14.

Carlos Santamarina nos dice que entre los pueblos del postclásico tardío existía

un esquema de control político que ha denominado como “dominación

hegemónica” o de “dominio indirecto” en el que el poder político residía en:

“…la capacidad del tlatoanidominante para aglutinar a señores aliados y

subordinados –generalmente ligados por parentesco-, de modo que cada

señor local inferior interpretara como la opción más ventajosa el servir a su

señor hegemónico, por los beneficios que podía obtener bajo su protección

y por temor a convertirse en su víctima en caso de no acatar su poder. La

dependencia, por otro lado, era recíproca, pues el señor dominante basaba

su poder en la red dinástica formada por los señores locales”. (Santamarina,

2011, pág. 27)

“El nacionalismo atribuye entidad propia y diferenciada a un territorio y a

sus ciudadanos e implica la aspiración de un pueblo a tener una cierta

independencia en sus órganos rectores”. (John M. Ackerman, Nuestro

México (Opinión), La Jornada, Lunes 15 de septiembre de 2014: 20).

¿Habría sido Tlaxcala un pueblo hegemónico? Sí fue así, ¿A partir de cuándo

habría iniciado su hegemonía?

Es el mismo Robert Barlow quién nos da una primera indicación positiva al

respecto al escribir que al decaer el poder político de Huexotzingo, Tlaxcala ocupó

el lugar de predominio en el valle poblano tlaxcalteca. ¿Pero es posible establecer

con precisión este momento?

14

Silvia Limón, Jesús Monjaraz y Mari Cruz Paílles anotan que fueron los pueblos de Huaquechula, Tepeyaca y Quauhtlanpueblos aliados a Huexotzinco. Hacia 1466 los tres primeros habían sido dominados por los mexicas el cual habría menguado el poder político de éste (El derrumbe de Huexotzinco, 1990).

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Sabemos que a la llegada de los españoles Tlaxcala era una gran provincia con

una población de alrededor de cien mil habitantes, distribuida en 28 cabeceras o

señoríos, muchas de ellas conformadas por cinco a diez mil gentes. Las cuatro

principales; Tepecticpac, Ocotelulco, Tizatlán y Quiahuiztlán congregaban una

población de hasta cincuenta mil gentes (De las Casas,). Tzompantepec en

particular era una población importante de veinte mil habitantes con mucha gente

principal (RGT,). La provincia de Tlaxcala tenía un ejército numeroso, fuerte y

disciplinado abastecido por guerreros procedentes de los veintiocho pueblos que

acudían a la guerra divididos en por lo menos cinco grandes escuadrones con su

respectivo capitán que obedecían a otro de mayor jerarquía al que reconocían

como capitán general. Los escuadrones conformados por miles de combatientes,

participaban por lapsos que permitían la entrada de gente de refresco mientras

otros se retiraban15. Esto era semejante a la manera de combatir de los pueblos

de la Triple Alianza quienes atacaban por orden y eran comandados por un

capitán general mexicano.

15

La manera de hacer la guerra por parte de los tlaxcaltecas está documentada en varias fuentes históricas. Referente a emplear escuadrones de descanso en relevo de otras, la Historia de las Indias de la Nueva España de Diego Durán nos dice lo siguiente: “Cansados los mexicanos…, enviaron a su rey decir cómo la gente tlaxcalteca se iba cada día rehaciendo de gente nueva que de las ciudades comarcanas les venía y que ya ellos estaban cansados; que fuese servido de enviar gente nueva y de las provincias para que ellos pudiesen descansar”(Durán, 1990, pág. 267). Respecto a llevar como principal del ejército a un capitán general la Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz y la Segunda Carta de Relación de Hernán Cortés reiteran en esta observación“donde estaban en celada sobre más de cuarenta mil guerreros con su capitán general, que se decía Xicotenga, y con sus divisas de blanco y colorado, porque aquella divisa y librea era la de aquel Xicotenga” (Díaz del Castillo1983, pág. 109). Respecto a los otomíes que guardaban ciertas fronteras se destaca su gran valor al combatir y su fidelidad. Respecto a la primera cualidad, Tlahuicole guerrero admirado por el mismo Moctezuma era de Tecoac. “De lo cual Motecuhzoma se alegró sumamente y mandó que le trajesen a Tlahuicole delante, porque quería ver qué arte de hombre tenía aquel de quién temblaba toda la tierra” (Durán, 1990, pág. 267). Durante la Conquista, fueron guerreros de esta misma población quienes dieron muerte a los caballos de Cortés exponiendo la suya. Este acto no fue solo una demostración absurda de valor sino tuvo el propósito de desacreditar la información que los mensajeros de Cempoala habían dado en la misma asamblea de Tlaxcala que decía que estos animales, además de los españoles y perros que venían con ellos eran seres inmortales. “Y andando en estas prisas, entre aquellos grandes guerreros y sus temerosos montantes, parece ser acordaron de juntarse muchos de ellos de mayores fuerzas, para tomar a mano algún caballo…; y entonces dieron una cuchillada a la yegua que le cortaron el pescuezo redondo y colgado del pellejo; y allí quedo muerta…; porque como aquello pasó se comenzaron a retirar y llevaronla yegua, la cual hicieron pedazos para mostrar en todos los pueblos de Tlaxcala” (Díaz, 1983, pág. 109).

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En años próximos a la Conquista, Tlaxcala había acogido a grandes grupos

extranjeros que huyendo del dominio militar de los mexicanos se asentaron en su

frontera y brindaron resguardo de éstas. Éstos aportaron otro importante

contingente de guerreros al ejército tlaxcalteca, los más destacados fueron los

otomíes establecidos en las poblaciones de Hueyotlipan y Tecoac16, quienes

tuvieron fama de esforzados y valientes17. Otro grupo fue el de los chalcas quienes

se establecieron en Tepeyanco. Todos estos movimientos grupales permitieron

que Tlaxcala incrementara su fortaleza militar18.Además Huexotzinco se agregará

hacia el año de 1517 a su ámbito de pueblos aliados. El caso de éste pueblo es

importante porque su vínculo con Tlaxcala significó entre otras cosas una ofensa

para el imperio mexicano porque destruyó la guarnición que en éste lugar había

instalado Moctezuma para vigilar a los tlaxcaltecas y propició la muerte de un

principal tlatelolca. Además porque se trataba de que los huexotzincas constituían

uno de los ejércitos a los cuales los mexicanos temían enfrentar.

Al iniciar el siglo XVI el valle poblano tlaxcalteca se convulsionó por las políticas

impulsadas por los pueblos de la Triple Alianza que vieron en Tlaxcala,

Huejotzinco y Cholula un peligro que amenazaba no solo la estabilidad de dominio

sobre regiones tributarias sino hacia sus propias ciudades, las cuales temían

fueran destruidas por los ejércitos de estos pueblos.

16

Hueyotipan significa “camino grande”, se localiza hacia la parte norte de Tlaxcala. Fue la ruta que comunicaba a ésta con la Cuenca de México. En este lugar en tiempos precortesianos cercanos a la Conquista, los mexicanos intentaron corromper a los otomíes con el fin de atacar sorpresivamente a Tlaxcala sin poder lograrlo. Además durante la Conquista, Cuitlahuac se reunió con Xicoténcatl el Mozo con la intención de concertar una alianza entre tlaxcaltecas y mexicanos.Tecoac estaba próximo a la frontera oriental de la provincia, lugar donde había una fortaleza de cal y canto muy fuerte. Los otomíes de Tecoac estaban encargados de cerrar el paso a los intrusos como ocurrió a lo españoles. 17

Moctezuma reconocía el valor de los otomíes asentados en Tlaxcala con los que los mexicanos combatieron y fueron derrotados en los primeros años del siglo XVI. Tlahuicole guerrero otomí de la población de Tecoac fue admirado por el tlatoani mexica quién le ofreció una capitanía dentro del ejército mexicano. 18

Los ejércitos de los valles centrales de México acudían a la guerra acompañados por escuadrones aliados los cuales se turnaban en el combate hasta que el enemigo agotado sucumbía. En una de las guerras que México y Tlaxcala sostuvieron iniciado el siglo XVI, los mexicanos declararon a Moctezuma que Tlaxcala estaba recibiendo escuadrones de refresco procedentes de los pueblos comarcanos.

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Las relaciones de poder político entre la Triple Alianza y los señoríos

independientes del valle de Puebla-Tlaxcala en los primeros años del siglo

XVI.

El inicio del siglo XVI está marcado por el fallecimiento del tlatoani mexicano

Ahuizotl. El final de las ceremonias fúnebres da ocasión a reflexiones políticas que

urgieron la designación pronta del nuevo tlatoani mexicano. Nezahualpilli tlatoani

de Tezcuco destacó como preocupación a Tlaxcala, Tlilihuquitepec y Michoacan

los cuales no solo eran pueblos independientes al dominio de la Triple Alianza,

sino enemigos poderosos que inclusive podrían atreverse “á venir sobre

nosotros”(Tezozómoc 1980, 571). Totoquiahiztli tlatoani de Tacuba mencionó

además a los otros dos pueblos importantes del valle tlaxcalteca; Huexotzinco y

Cholula. Los tres tenían ejércitos fuertes y disciplinados, y Tlaxcala en particular

se había fortalecido además con oleadas de gente otomí y chalca quienes además

guardaron fidelidad a la nueva provincia. De esta preocupación surgida de la

asamblea de los doce miembros de la Triple Alianza, los mexicanos pensaron que

la elección debía recaer en…“… persona varonil, de edad, sagaz, prudente,

manso, cruel para los malos, clemente para los buenos que teman el castigo

nuestro… (Ibídem., 572)”. Finalmente el elegido fue MoctezumaXocoyotzin, sexto

hijo de Axayacatl, “…hombre hecho de treinta y cuatro años…, que es valeroso

mancebo y valiente y hábil, y trae como tal soldado trenzado el cabello con

preciada plumería y bezolera, orejera de oro, y trae aventajada divisa, armas,

espadarte y rodela” (Ibídem., 572-573), al cual se le encomendó que a todos

aquellos pueblos independientes a la Triple Alianza “… habéis de conquistar,

ganar, adquirir y sugetaral templo de Huitzilopochtli” (Ibídem., 575).

Las ceremonias de entronización de Moctezuma Xocoyotzin

De todos los pueblos enemigos, los del valle poblano tlaxcalteca representaron el

peligro más cercano e importante. Su relativa proximidad y la posibilidad de hacer

entre ellos alianzas fueron puntos de alarma para Tenochtitlán y sus pueblos

aliados. ¿Hacia dónde se dirigían los planes políticos de éstos? ¿Realmente la

estabilidad política de la Triple Alianza estaba amenazada? Fueron

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preocupaciones que se presentaron durante la asamblea que eligió al nuevo

tlatoani mexicano y que el ceremonial de entronización de Moctezuma

Xocoyotzinen Tenochtitlán, representó la oportunidad de conocer el propósito

político y militar de los pueblos enemigos. Por tal motivo Moctezuma Xocoyotzin

determinó secretamente invitar a los tlatoanis de todos éstos y dadas las

circunstancias un tanto preocupantes, en esta ocasión los mecanismos y los tratos

de invitación deberían ser de tal sutileza que no dieran lugar al rechazo. Diego

Durán y Hernando Alvarado Tezozómoc nos describen detalladamente los

procedimientos de invitación hechos a los señores de Tlaxcala y Huexotzinco los

cuales para comenzar requirieron de gente principal y por tanto muy preparada

que además “que tenía la vida en nada, de mucho ánimo y esfuerzo”.

“…, que supiese hablar el frasis de todas las lenguas y les fingiesen

extranjero y extraño, de allá de sus provincias y ciudades, sin darse a

conocer ser mexicanos, hasta estar delante de los señores a quien llevaban

el recaudo y mandato” (Durán, 1990, pág. 239).

La invitación que se hizo al principal de Tlaxcala está cubierta de rasgos de

humildad verdaderamente sorprendentes que reconoce la importancia política y

militar de éste como representante supremo de su pueblo.

“Poderoso señor: no te turbes ni te inquietes, porque nuestra venida no es

darte sobresalto ni alboroto, sino servirte…de parte de nuestro muy alto y

poderoso señor Motecuhzoma, te venimos a convidar, el cual humildemente

te suplica que dejada toda enemistad aparte y las guerras para su tiempo,

que te halles a su coronación debajo del seguro de su palabra” (Ídem.).19

No es difícil pensar lo que esta invitación significó para Tlaxcala y los demás

pueblos enemigos convocados para tal festividad. Representaba la oportunidad de

conocer el nuevo contexto político de la Triple Alianza que sin duda sería

expresado en las fiestas de entronización del nuevo tlatoani mexica. La invitación

19

Los embajadores fueron personajes que vistieron y hablaron a semejanza de la gente de Cholula que al llegar a la frontera con Tlaxcala, persuadieron a los centinelas de permitirles el paso. Franqueado éste, llegaron ante el noble personaje ante quien se humillaron y descubrieron como mexicanos enviados por Moctezuma.

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llevó cierto significado y el saber que el nuevo tlatoani sería Moctezuma

Xocoyotzin, guerrero consumado y hasta entonces Tlacochcalcatl20 de los ejércitos

de la Triple Alianza, la revestía de particular importancia. Durante el gobierno de

su padre Axayacatl, el comercio exterior de los pueblos de Tlaxcala y Huexotzinco

fueron afectados por el cerco que a sus mercados les impuso este tlatoani

mexicano y que probablemente afectó también a Cholula.

Las ceremonias de entronización de Moctezuma Xocoyotzin:

Las crónicas narran que el ceremonial de entronización del nuevo tlatoani

mexicano duraron cuatro días y que éste mando construir un singular recinto

decorado con pinturas que mostraban la grandeza de su pueblo y de cada una de

las provincias enemigas convidadas21. Los asientos fueron hechos de esteras

galanas y colocados de tal manera que pudieron gozar con privilegio de las fiestas

y sacrificios sin ser vistos por la gente de la ciudad.

Tres actos tuvieron lugar con los invitados enemigos, el primero de ellos el

observar con detalle el sacrificio de los cautivos, en segundo lugar los regalos de

rodelas y flechas y por último el consumo en colectivo de hongos con propiedades

alucinógenas.

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Tlacochcalcatl, “el señor de la casa de los dardos”, fue un rango militar que tenía a cargo los ejércitos de la Triple Alianza en ausencia del tlatoani. El Tlacochcalcatl que aparece representado en el folio 67 del Códice Mendoza lleva un escudo (chimalli), una lanza (tepoztopilli), un casco y una bandera (pamitl) en su espalda. Moctezuma Xocoyotzin asistía a las batallas con las insignias del dios XipeTotec tal y como se representó en un relieve escultórico de Chapultepec (Olivier y López 2010). 21

La ceremonia se realizó los cuatro días en que la luna se mantuvo oculta. El tlatoani era la representación solar, y su ritual de entronización reproducía el mito de Huitzilopochtli, el cual refiere que antes de su nacimiento reinaba la oscuridad que se disipada al nacer cuando combatió y ahuyento a sus innumerables hermanos y dio muerte a su hermana Coyolxahuqui. Nezahualpilli hace esta asociación al comentar que “…quisiera que no estuviera esta corona del imperio mexicano á obscuras y en tinieblas…, y de no haber claridad en él, podría ser, que los nuevamente á la corona se rebelasen substrayéndose, allende que estamos cercados de muchos enemigos nuestros como son los tlaxcaltecas, Tlilihuquitepecas, Mechoacan, y otras muchas y muy grandes provincias de enemigos, y pueden atreverse á venir sobre nosotros” (Tezózomoc, op. cit., 571).

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Lámina 22 de la Matricula de Tributos. En el recuadro dice “daban tributo de guerra, iban a dejar a sus cautivos, a todos cuanto tomaban, tlaxcaltecas, cholultecas, huexotzincas, con eso servían a Moctezuma”

El convite de los hongos y las premoniciones del futuro:

Entre los pueblos mesoamericanos los análisis de las situaciones políticas estaban

envueltos en capas místicas que solo podían ser comprendidos por nobles

personajes adiestrados en las artes adivinatorias cuyas señales estaban en el

cielo, la naturaleza y en los estados alterados propiciados por el ayuno, el

autosacrificio y el consumo de sustancias alucinógenas. Por ejemplo al ser electo

Moctezuma Xocoyotzin como el próximo tlatoani de Tenochtitlán se dice que debía

tener especial cuidado…

“…de levantaros á media noche, que llamaban yohualitquimamalhuaztli… de

las estrellas de el cielo, Citlaltlachtliel norte y su rueda, ytianquiztlilas

cabrillas, la estrella del alacrán figurada colotlixayac, que son significadas

las cuatro partes del mundo, guiadas por el cielo; y al tiempo que vaya

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amaneciendo tener gran cuenta con la estrella Xonecuilli…, que es la que

está por la parte del sur,…, y tener con el lucero de la mañana, y al alborada

que llamaban TlahuizcalpanTeuctli…”(Tezozómocop. cit., 574).

La comunión con lo sagrado se daba a través de la penitencia tal y como lo

podemos apreciar en la pieza escultórica conocida como elTeocalli de la Guerra

Sagrada, se encuentran representados Moctezuma Xocoyotzin y Huitzilopochtli

haciendo penitencia ante el Sol y la Tierra. “El rey aparece de cuerpo completo y

de perfil, luciendo el típico atuendo sacerdotal y los implementos propios del

autosacrificio” (Olivier y López op. cit., 82).

La necesidad de vislumbrar los acontecimientos futuros se convirtió en una

necesidad obsesiva en una geografía política convulsionada como la que había en

los valles centrales de Mesoamérica. Por eso, el tlatoani de Tezcuco,

Nezahualpilli, adquirió gran prestigió por sus dotes adivinatorias y que uso para

apresurar el nombramiento de Moctezuma Xocoyotzin y después para aconsejar a

éste con respecto al peligro que corrían los pueblos de la Triple Alianza con

respecto a los ejércitos de Tlaxcala, Huexotzinco y Cholula.

Por lo anterior es que entre los mexica, como en varios otros pueblos de los

valles centrales de Mesoamérica, Tezcatlipoca fue la segunda deidad en

importancia, solo detrás del dios patrono. Era dios de la guerra, el destino, la

adivinación y la noche. Su nombre significa “espejo humeante”:“Los mexicas

usaban espejos hechos de obsidiana negra muy pulida (itztli) que se relacionaban

tradicionalmente con los poderes de la adivinación de Tezcatlipoca” (Ibídem., 167).

Entre los pueblos mesoamericanos el hecho de quemar ofrendas que incluso

podían contener cerámica policroma tipo códice, era para producir humo sagrado

e interpretar los mensajes de la divinidad. Otra forma de acceder a éstos se daba

al consumir sustancias alucinógenas. Entre los mayas por ejemplo uno de los

rituales más importantes era el de consumirlas ya que permitían a los reyes

experimentar visiones y recibir los mensajes procedentes de la divinidad (Grube

2011). Este hábito le da un aspecto trascendente a un acto en apariencia

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insignificante y es aquel ocurrido como punto culminante de las ceremonias de

entronización de Moctezuma Xocoyotzin.

Antes de retirarse a sus pueblos, Moctezuma convido a los señores y

embajadores de los pueblos enemigos a un ritual donde se consumieron hongos y

donde con el juicio extraviado se hicieron predicciones referentes al futuro. En un

momento en el cual los análisis de las situaciones políticas entre los pueblos se

mezclaba con la adivinación.

El ejército de Huexotzinco:

Una manera que los mexica idearon para impedir el fortalecimiento de los

ejércitos del valle poblano tlaxcalteca fue el de propiciar tensiones políticas entre

éstos. Por ejemplo Tepeaca que hasta el momento de ser conquistado por los

mexica era aliado de Tlaxcala, Huexotzinco y Cholula, se le exigió como tributo

guerreros de estas provincias para ser sacrificados en Tenochtitlán (ver lámina 22

de la Matricula de Tributos).“…exigir cautivos de ellas garantizaba que las alianzas

previas se mantenían rotas y constantemente tensas” (Hassig 2013: 38)

Otra situación fue el emplear la política como un mecanismo de acercamiento

hacia las poblaciones rivales con la finalidad de evitar alianzas. Por ejemplo no

sabemos de una guerra que hubiera producido el sometimiento de Cholula, sin

embargo sabemos que a la llegada de los españoles, esta nación estaba

relacionada políticamente con Tenochtitlán y mantenía una férrea rivalidad con los

poblados vecinos políticamente poderosos como Huexotzinco y Tlaxcala. Pocos

años antes Tenochtitlán había intentado hacer lo mismo con Huexotzinco

aprovechando las crudas consecuencias de la guerra que éste entablo contra

Tlaxcala. Ésta ocurrió quince años antes de la llegada de los españoles y continúo

en los años siguientes:

“En este tiempo (por el fuego nuevo de 1507) comenzaron los tlaxcaltecas y

Huexotzinco a tener diferencias sobre los montes, y vino a tanto

rompimiento que vinieron a batalla campal, y era tanto el daño que hacían

los tlaxcaltecas, que les destruían sus sementeras y era cuando estaba ya el

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maizal con mazorcas tiernas y esto duró por espacio de algunos años en

tanta manera, que morían de hambre los de Huexotzinco” (Tezozómoc 1944,

cap. XCII, p. 468).

Huexotzinco acudió a pedir ayuda a Moctezuma quien según Robert Barlow

vislumbró la oportunidad de exterminar a Tlaxcala y por lo tanto dio bienvenida a la

solicitud. Aun cuando las batallas contra Tlaxcala resultaron en gran fracaso,

Moctezuma mantuvo una política muy cercana con Huexotzinco al grado de recibir

en Tenochtitlán a gran parte de su población…

“10. Acatl, 1515, también cuando fué rodeado Huexotzinco…, fué cuando se

hicieron aliados de los mexicanos, cuando entraron a México algunos

huexotzincas a vivir con la gente; así se dice que habían sufrido un hambre

de cuatro años; fue cuando los mexicanos se hicieron guerreros de los

Huexotzinca contra los Tlaxcaltecas.

También fué cuando otros huexotzinca entraron aquí a Amecamecan

Chalco; los tlaxcaltecas los vinieron persiguiendo, bajo el señor Xicoténcatl”

(Chimalpain citado por Barlowop. cit., p. 167).

Esta política de Moctezuma no fue bien vista por muchos mexicanos quienes

sintieron convertirse en guerreros de Huexotzinco, en Tenochtitlán les dieron

habitación y alimentos sin olvidar su histórica rivalidad que hizo verlos con recelo:

“10. Acatl. (1515). Fue cuando entraron los enviados Huexotzincas a espiar”

(Códice Aubin 1980, 81).

Para Moctezuma tener de su parte a Huexotzinco significó tener de su lado a uno

de sus rivales más fuertes militarmente hablando, y tener una guarnición en este

poblado con la finalidad de tener vigilado a Tlaxcala. El triunfo tlaxcalteca sobre

Huexotzinco significó la destrucción de la guarnición mexicana.

“1. Calli /1517/ fué cuando los Auyoca fueron destruidos. 2.- 1200 tenochca

fueron a morir. 3.- también fué cuando el tlacatecatl de Tlatelolco,

Totozacatzin 4.- murió en el patio del templo de Huexotzinco. 5.- Lo tomaría

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Camastle. 6.- Allá estuvimos los tlatilulca 7.- Fuimos como guardia militar a

Huexotzinco 8.- vigilamos a los tlaxcaltecas 9.- También fué cuando vino a

encerrarse el huexotzincatl 10.- Aquí con nosotros anduvo el huexotzincatl

11.- ya nuevamente se pagó tributo cuando por fin lo vino a encerrar”

(Chimalpain citado por Barlow, op. cit., 172.).

Hasta antes del conflicto con Tlaxcala, Huexotzinco representó un peligro

importante y lo sería también después, en el año 1515 cuando nuevamente el

vínculo político desaparece. Fue entonces que Nezahualpilli acude ante

Moctezuma y le advierte…

“…yo he alcanzado por cosa muy verdadera que de aquí a muy pocos años,

nuestras ciudades serán destruidas y asoladas; nosotros y nuestros hijos,

muertos, y nuestros vasallos, apocados y destruidos. Y de esto no tengas

duda.

Y, para más verificar lo que te digo, y para que conozcas ser verdad, sé

muy cierto que jamás que quisieres hacer guerra a los huexotzincas,

tlaxcaltecas o cholultecas alcanzarás victoria; antes los tuyos serán siempre

vencidos, con pérdida de tus gentes y señores” (Durán op. cit., 459).

Huexotzinco fue para los mexicanos un gran rival militar, las confrontaciones

entre ambos fueron de consecuencias lamentables para el pueblo de Moctezuma

ya que por ejemplo, a poco tiempo de haber iniciado su reinado, envío a los

ejércitos de la Triple Alianza a enfrentarlo en “guerra florida”. Fue por capitán

general su hermano de nombre Tlacauepan quien llevó la divisa de XipeTotec a

quien acompañaron otros dos hermanos. En esta guerra murieron estos tres

guerreros y hechos cautivos muchos principales de México, Tezcuco y Tlacopan, y

quedando como vencedores los huexotzincas.

Poco antes de la llegada de los españoles Tlaxcala y Huexotzinco eran aliados

políticos y militares. Bernal Díaz del Castillo menciona como entre los principales

señores de la Asamblea tlaxcalteca acudía el señor principal de Huexotzinco.

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