la arquitectura moderna desde 1900 intro

10

Click here to load reader

Upload: juan-pablo-calderon

Post on 25-Nov-2015

558 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • William J.R. Curtis

    La arquitectura moderna desde 1900. Introduccin

    El historiador que se dispone a escribir una historia de la arquitectura moderna ha de empezar necesariamente con una definicin de su tema.

    Muchas pocas pasadas han calificado sus propias arquitectura de 'modernas', por lo que el trmino en s mismo es escasamente distintivo. La 'arquitectura moderna' que constituye el tema principal de este libro fue una creacin de finales del siglo XIX y principios de XX y se concibi como reaccin al supuesto caos y al eclecticismo de los diferentes revivals o 'revitalizaciones' de las formas histricas que tuvieron lugar a comienzos del siglo XIX.

    Fundamental para el ideal de una arquitectura moderna fue la nocin de que cada poca del pasado haba posedo un estilo propio y autntico, expresin del verdadero sentido de su tiempo. Segn esta misma visin, se supone que se produjo una ruptura hacia mediados del siglo XVIII, cuando la tradicin renacentista se tambale dejando un vaco en el cual desembocaron numerosas adaptaciones y recombinaciones 'no autnticas' de las formas del pasado. As pues, la misin consista en redescubrir el verdadero camino de la arquitectura, sacar a la luz formas adecuadas a las necesidades y aspiraciones de las sociedades industriales modernas y crear imgenes capaces de encarnar los ideales de una 'era moderna' supuestamente diferenciada.

    Ya hacia medidados del siglo XIX algunos tericos como Csar Daly, Eugne Viollet-le-Duc y Gottfried Semper debatan la posibilidad de un genuino estilo moderno, pero tenan pocas ideas sobre su forma. Hasta poco antes del final de ese siglo, con el considerable estmulo de un conjunto de inventos estructurales producidos entretanto, no se dieron saltos imaginativos en el interior de visualizar las formas de una nueva arquitectura. Esta fase pionera -que dio como resultado (entre otras cosas) el Art Nouveau y la Escuela de Chicago- fue algo propio de las naciones industriales 'avanzadas' de Europa occidental y de los Estados Unidos. Incluso entonces haba un

  • concenso relativamente escaso en relacin con la apariencia de una arquitectura nueva; por el contrario, haba unas aspiraciones ampliamente compartidas, susceptiles de traduccin visual en varios sentidos. La 'arquitectura moderna' -se insinuaba- debera basarse directamente en los nuevos medios de construccin y de doblegarse ante las exigencias de la funcin; sus formas deberan ser depuradas de la parafernalia de las reminiscencias histricas y sus significados habran de armonizarse con las experiencias y los mitos especficamente modernos; su moral debera entraar cierta visin del progreso humano y sus elementos deberan ser susceptibles de una extensa aplicacin a determinadas situaciones sin precedentes surgidas del impacto de la mquina sobre la vida y la cultura del hombre. En otras palabras, la arquitectura moderna debera brindar un nuevo conjunto de formas simblicas que reflejasen realidades contemporneas con ms claridad que ese cajn de sastre de los 'estilos histricos'.

    En realidad, entre aproximadamente 1890 y la dcada de 1920 surgieron una serie de posturas que reivindicaban la 'modernidad' como atributo principal, hasta que en dicha dcada pareci que se haba conseguido finalmente un amplio consenso. En todo caso, esto es lo que algunos arquitectos en ejercicio y algunos propagandistas deseaban que creyesen sus coetneos. Para ello hicieron un considerable esfuerzo por distinguir las caractersticas del 'Estilo Internacional': ese lenguaje expresivo de volmenes simples y flotantes y de geometras ntidas que pareca ser compartido por arquitectos tan diferentes como Le Corbusier, J.J.P. Oud, Gerrit Rietveld, Walter Gropius, Mies van der Rohe y los dems. sta -afirmaban- era la nica arquitectura verdadera para el siglo XX. Otros movimientos coetneos se dejaron a un lado cmodamente y se hizo de todo por limar diferencias y mantener la fachada de un frente unificado.

    Pero la historia no se detuvo, y los mismos individuos creativos que parecan haber estado contribuyendo a un objetivo comn siguieron sus propios caminos por separado; a su vez, las ideas germinales fueron transformadas por sus seguidores. De este modo, la arquitectura supestamente haba erradicado la tradicin (luego result que no) fund una tradicin propia.

    En los aos posteriores a la II Guerra Mundial surgieron muchas ramificaciones y transformaciones por todo el mundo. Reacciones, crticas y crisis -por no mencionar circunstancias e intenciones ampliamente dispares- componan el conjunto.

    Por tanto, si un historiador tuviese que mirar hacia atrs, tras el lapso de un siglo, al periodo de 1900-1995, no se vera agobiado por un lnea principal de evolucin, nica y monoltica, que abarcase desde los 'pioneros del diseo moderno' (por usar la expresin de Nikolaus Pevsner) hasta la arquitectura del ltimo cuarto del siglo XX, sino que se vera sorprendido por la aparicin y el dominio de nuevas tradiciones que invadieron gradualmente esa herencia de actitudes y vocabularios legada por el siglo XIX. Ms an, esta insinuacin de ideas nuevas podra verse en trminos globales, abrindose paso poco a poco en diferentes tradiciones nacionales y regionales, transformndolas y siendo transformadas por ellas. Este libro adopta esa visin lejana.

    Ha de admitirse aqu que existen dificultades particulares con la que se enfrenta cualquier intrprete del pasado reciente. El historiador que se dispone a escribir una historia de la arquitectura moderna estar describiendo e interpretando unas tradiciones que an no han llegado a su fin. Existe el peligro de que pueda imponer un

  • modelo demasiado exclusivo a los hechos recientes, haciendo as que apunten inevitablemente a aspectos cualesquiera de la arquitectura de su propio tiempo que l mismo admira. Entonces la historia degenera en polmica. Esto es lo que debe esperarse de esa literatura pendiente de la moda que siempre parece seguir la estela de los movimientos contemporneos, pero errores semejantes se encuentran en las obras eruditas cuidadosamente valoradas que pasan por ser los libros clsicos sobre la arquitectura moderna.

    Pese a la fuerza y la claridad de su xito, los primeros cronistas (como Sigfried Giedion, Henry-Russell Hitchcock y Nikolaus Pevsner) se inclinaron a compartir el fervor progresista de sus protagonistas. Comprometidos de antemano con la idea de un 'espritu de la poca' unificado, afirmaban reconocer su expresin arquitectnica en las obras del movimiento moderno de la dcada de 1920 y consideraban que su misin era escribir libros de revelacin que registrasen ese drama mundial de la 'verdades arquitectura de la poca' que se estaba desarrollando. (Vase la nota bibliogrfica, pgina 690). De mis primeras observaciones resulta obvio que no deseo aadir algunos elogiosos captulos ms a la mencionada saga; ni deseo -hay que decirlo- sumarme al montn cada vez mayor de esas historias 'revisionistas' decididas a poner de manifiesto que la arquitectura moderna fue una especie de pecado pasajero que hizo perder su estado de gracia a la arquitectura.

    El historiador del presente tiene quizs una oportunidad nica y casi sin precedentes de enfocar su tema (o, en todo caso, sus primeras etapas) con cierta y desapasionada distancia, y esto no debera desperdiciarse por indulgencia hacia la propaganda. Cada ao se crean ms edificios y se sacan a la luz mayores cantidades de pruebas sobre los movimientos de principios del siglo XX. y ya slo esto exige una revisin de toda la situacin. Pero la historia implica una constante reinterpretacin, as como la presentacin de nuevos hechos; e incluso edificios, personalidades y acontecimientos que una vez parecieron tener cierta condicin inmutable deben ser reexaminados y reconsiderados. Entre la coleccin cada vez mayor de monografas especializadas de calidad y los estudios ms amplios pero algo sesgados, hay pocas cosas que, despus de un minucioso estudio, ofrezcan una visin equilibrada y legible del desarrollo de la arquitectura moderna desde sus inicios hasta el pasado reciente. Este libro es un intento de salvar ese vaco.

    Los primeros historiadores de la arquitectura moderna (quiz se les debera llamar 'mitgrafos') se inclinaron por aislar el tema, por simplificarlo en exceso, por realzar su singularidad con objeto de mostrar lo distinta que era esta nueva creacin con respecto a sus predecesoras. Los movimientos paralelos, como el Art Dco, el Romanticismo Nacionalista o la continuacin de las Beaux-Arts clsicas se vieron relegados a una especie de limbo, como queriendo decir que un edificio en el 'estilo errneo' posiblemente no sera de valor. Esto era al mismo tiempo infame y engaoso. En mi opinin, como mejor pueden entenderse y valorarse los diversos rumbos de la arquitectura moderna es colocndolos junto a otras tendencias arquitectnicas paralelas a ellos, pues slo as se puede empezar a explicar lo que pretendan expresar los clientes y los grupos sociales al usar las formas modernas. Ms an, la calidad artstica, como siempre, trasciende de la mera usanza estilstica.

    Otro mito que solan mantener los primeros autores que escriban sobre la arquitectura moderna -para diferenciar otra vez las formas nuevas de sus

  • predecesoras 'eclcticas'- era la idea de que tales formas haban surgido en cierto modo 'no contaminadas' por lo anterior. De nuevo esto casaba bien con la inclinacin progresista de sus escritos histricos pero era un modo muy poco sensato de explicar las formas. En su afn por poner de manifiesto su 'comienzo desde cero', numerosos arquitectos, entre 1900 y 1930, sin duda subestimaron la influencia ejercida sobre ellos por la arquitectura anterior, pero esto no significa que se deban tomar sus afirmaciones al pie de la letra. En realidad, los arquitectos ms completos de los ltimos cien aos estaban empapados de tradicin. Lo que rechazaban no era tanto la historia en s como su reutilizacin simplista y superficial. Por tanto, el pasado no se rechaz, sino que se hered y se comprendi de nuevas maneras. Ms an, la propia arquitectura moderna puso finalmente las bases de una nueva tradicin con sus propios temas, formas y motivos.

    La arquitectura es un arte complejo que abarca la forma y la funcin, el smbolo y el fin social, la tcnica y las creencias. En este caso, tan inadecuado sera catalogar simplemente los pormenores del estilo como dejar reducida la arquitectura moderna a una pieza de un ajedrez de intereses clasistas e ideologas sociales en conflicto. Tan errneo sera tratar los avances tcnicos por separado como acentuar en demasa el papel de los cambios sociales o la importancia de la imaginacin individual. Puede que los datos de una biografa sean los ms apropiados (como en el caso de Le Corbusier o Frank Lloyd Wright) o bien que el anlisis de la estructura o del tipo sea ms acertado (como en el rascacielos norteamericano); puede que est bien trabajar a la escala del edificio individual en un caso y a la escala de la ciudad en otro; y aunque un libro de esta ndole no puede, evidentemente, describir todo el escenario cultural de la arquitectura del siglo XX, s puede evitar esa idea de que los edificios aparecen en un vaco social, y para ello en algunos casos se concentra en el patronazgo, en los objetivos polticos y en la expresin ideolgica.

    La arquitectura moderna ha surgido en un escenario de importantes transformaciones sociales y tecnolgicas; ha registrado un cambio gradual que ha pasado de lo rural a la existencia urbana en el mundo industrializado; ha servido a multitud de intereses y ha satisfecho numerosas funciones, desde la vivienda colectiva hasta la glorificacin de las instituciones capitalistas, y desde refinadas villas particulares hasta espacios de significado sagrado; se ha usado tanto para romper con el pasado inmediato como para reinstaurar continuidades ms antiguas, tanto para afrontar los problemas de la gran ciudad como para servir a los propsitos del misticismo contemplativo. Dadas las circunstancias, sera imprudente insistir en una frmula simplista que determinase la relacin entre la 'ideologa' y las formas. La arquitectura est enraizada en los procesos y las paradojas de la sociedad, pero tambin transforma todo ello en su propia terminologa: funciona mediante reglas paralelas pero diferentes. El truco consiste en encontrar el adecuado equilibrio entre la lgica interna de la disciplina y la influencia de las fuerzas culturales, entre las dimensiones social y personal, entre el orden singular de la creacin individual y lo que es normativo o tpico.

    Debo confesar aqu cierto inters centrado en cuestiones de forma y significado. La mayora de los edificios que se estudian en este libro son extraordinarias obras de arte que, por tanto, se resisten a encasillamientos simplistas. No son ni expresiones directas de las creencias polticas, ni meros contenedores de funciones estilizados, sino ricas composiciones de ideas y formas que alcanzan una resonancia simblica ms all del mbito de los simples 'signos'; pueden entenderse como emblemas

  • densos, como microcosmos que combinan visiones idealizadas de la sociedad con interpretaciones tridimensionales de la condicin humana; trascienden la representacin obvia y funcionan en planos que afectan a la mente y los sentidos a travs del control abstracto del espacio, la luz, la estructura, la geometra, la materia y el movimiento. Yo creo que un objetivo fundamental de cualquier historia de la arquitectura debera ser explicar por qu ciertas configuraciones y soluciones tcnicas se consideraron adecuadas para un determinado cometido, y sondear los significados y las intenciones subyacentes. La sencilla y engaosa palabra 'estilo' oculta multitud de vicios, y cuando se investiga sobre un artista de cualquier categora se descubre una especie de contenido mtico que invade las fomras. Hemos de enfrentarnos con los modos en que las fantasas, las ideas e incluso las intuiciones de ndole moral se traducen a trminos arquitectnicos.

    Luego est el intrincado problema de por dnde empezar: cundo aparece una arquitectura especficamente 'moderna'? Bastante se ha dicho ya para indicar que no hay una respuesta fcil a esta pregunta. Es interesante sealar la variedad de puntos de partida de las historias anteriores, que naturalmente reflejaban las diversas concepciones de la arquitectura moderna que tenan sus autores. As, Nikolaus Pevsner -que quera resaltar el fundamento social y moral de la nueva arquitectura- comenzaba su libro Pioneers of the Modern Movement (1936) con William Morris y el movimiento Arts and Crafts de la dcada de 1860. Sigfried Giedion -que estaba obsesionado con la fragmentacin espiritual de su propia poca y vea la arquitectura moderna como un factor unificador- describa el siglo XIX, en su obra Space, Time and Architecture (1941), como una era dividida: por un lado, las formas 'degradadas' del eclecticismo; por otro, aquellas 'tendencias nacientes' (muchas de ellas en la ingeniera) que apuntaban a una nueva sntesis de la forma, la estructura y la honradez cultural. Henry-Russell Hitchcock -que estaba interesado en descubrir los rasgos visuales de la nueva arquitectura- sugera en The International Style (1932, en colaboracin con Philip Johnson) que la arquitectura moderna sintetizaba las cualidades clsicas de la proporcin con las actitudes gticas hacia la estructura. Sin embargo, en sus escritos posteriores, Hitchcock se volvi menos aventurado y prefiri evitar las teoras amplias sobre los orgenes en favor de una catalogacin meticulosa y enciclopdica de la secuencia de los estilos.

    El nfasis de los escritos histricos se vio obligado a cambiar en cuanto la propia tradicin moderna se torn ms extensa y variada. Los historiadores posteriores a la II Guerra Mundial enfocaron el tema con una perspectiva ms amplia y elaboraron unas genealogas ms complejas. Bruno Zevi (por ejemplo, en su Storia dell' architettura moderna, 1950) defenda una sntesis cultural 'orgnica' que ampliaba los principios espaciales de Frank Lloyd Wright. Colin Rowe (en sus clebres artculos de finales de la dcada de 1940) examinaba las continuidades clsicas dentro de la arquitectura moderna y rastreaba las ideas que haba tras las formas. Reyner Banham, en su libro Theory and Design in the First Machine Age (1960), recreaba los antecedentes tericos de las primeras tres dcadas del siglo XX e indagaba en las convenciones visuales y los significados simblicos de la 'esttica de la mquina' de la dcada de 1920. El libro de Peter Collins Changing Ideals in Modern Architecture (1965) se concentraba ms en las teoras que en los edificios reales y situaba varios de los componentes intelectuales del movimiento moderno en los textos del siglo XIX e incluso del XVIII. Los escritos de Leonardo Benvolo (por ejemplo, Storia dell' architettura moderna, 1960) procedan de una tradicin historiogrfica completamente

  • distinta que abordaba los factores sociales y la acogida de la arquitectura por parte del pblico. Para l, el hecho crucial era la Revolucin Industrial, mientras que la arquitectura moderna surga como un fracasado esfuerzo por resolver los problemas de la ciudad en expansin. Otros autores posteriores preocupados por la crisis de la industrializacin, como Manfredo Tafuri y Francesco Dal Co (1976) o Kenneth Frampton (1980), se apoyaron en estos fundamentos para articular sus propias versiones de una prehistoria moderna, pero con mayor conciencia de las contradicciones polticas e ideolgicas de la propia arquitectura moderna (vase la nota bibliogrfica, pgina 690).

    Debo recalcar aqu que el nfasis de este libro est menos en las races tericas de la arquitectura moderna que en su aparicin y posterior desarrollo. Esto es algo enteramente deliberado. Por un lado, deseo insistir en la distincin entre las teoras heredadas y las ideas arquitectnicas reales: por otro, son las ltimas frases de la arquitectura moderna (ms que las primeras) las que se han descuidado. Hace ya casi tres cuartos de siglo que se crearon obras tan trascendentales como la villa Saboya y el pabelln de Barcelona; pero en los ltimos 45 aos slo se pueden recorrer fcilmente con la ayuda de unos cuantos mapas engaosos distorsionados por etiquetas e 'ismos' a la moda. Un tratamiento global del periodo posterior a la II Guerra Mundial es todava imposible, pero al menos se puede sugerir un esquema que no sea simplemente un camino de un solo sentido hacia una u otra tendencia del pasado ms reciente. Ms an, la historia no funciona como una cinta transportadora que se mueve entre un punto y otro. Una tradicin puede estar regida por normas dominantes o principios rectores, pero tambin puede incluir lneas diversas, nfasis regionales, bucles internos, disyunciones y continuidades. A su vez, cada artista establece unas relaciones especiales con el pasado.

    Un lenguaje personal puede cristalizar ciertos rasgos de la poca y la sociedad, y sin embargo extraer su inspiracin de diversas fuentes, tanto dentro como fuera de la arquitectura. Los edificios de cualquier alcance se sitan en el tiempo a varios niveles, transmutando as las tradiciones cercanas y lejanas, y transformando otras realidades en mundos interiores y exteriores. Resulta engaoso tratarlos simplemente como partes o productos de ciertos movimientos; cuanto ms interesante sea la creacin individual, ms difcil ser colocarla en una casilla cronolgica en particular.

    As pues, el problema de los orgenes se aborda en la primera parte del libro no por medio de una desventurada bsqueda del primer edificio verdaderamente moderno (o algo parecido), sino a travs de ese enfoque ms fructfero de averiguar el modo en que las lneas de pensamiento heredadas se unieron en diferentes mentes individuales en los ltimos aos del siglo XIX y en los primeros del XX, ya que fue entonces cuando las formas se crearon para expresar, simultneamente, la aversin hacia la revitalizacin superficial de los revivals, y la confianza en las energas y la relevancia de la vida moderna. Fue la poca del Art Nouveau, de Horta, Gaud y Mackintosh; de Wagner, Hoffmann y Loos; de los rascacielos de Sullivan y Root en Chicago, y de las primeras casas de Wright, con su nuevo sentido del espacio; de los intentos por parte de Behrens y Perret de emplear nuevos mtodos y materiales al servicio de ideas sobrias que abstraan los valores clsicos fundamentales. Tambin fue la poca de la experimentacin cubista y futurista en las artes. Pevsner la describi acertadamente como la fase 'pionera' del diseo moderno, y ste parece un trmino bastante adecuado con tal que no se sienta la tentacin de rebajar sus creaciones a meras

  • 'anticipaciones' de lo que vino a continuacin, y con tal que no se imagine que le paso desde este periodo exploratorio hasta la dcada de 1920 fue un camino fcil.

    Los futuros 'maestros modernos' rechazaron pero tambin prosiguieron la labor de sus predecesores inmediatos, a medida que se abran paso por el legado de los dilemas del siglo XIX: cmo conciliar lo viejo y lo nuevo, lo mecnico y lo natural, lo utilitario y lo ideal. A su vez, lucharon con las contradicciones de la ciudad industrial y con los conflictos suscitados entre las definiciones nacional e internacional de la cultura. La mayora de ellos recibieron el influjo de las formulaciones regionalistas o de las versiones del clasicismo durante sus aos de formacin, y tales influencias fueron incorporndose a su obra mediante un proceso de abstraccin.

    La segunda parte del libro se concentra en la cristalizacin de la arquitectura moderna entre las dos guerras mundiales. No es necesario ser un defensor de la idea de los 'momentos clsicos' en el arte para identificar la dcada de 1920 como un notable periodo de consolidacin, especialmente en Holanda, Alemania, Francia los Estados unidos y la Unin Sovitica. Visto en retrospectiva, esto se ha denominado el 'periodo heroico' de la arquitectura moderna; a lo largo de l, Le Corbusier, Mies van der Rohe, Walter Gropius, Erich Mendelsohn, Gerrit Rietveld, Konstantn Mlnikov, Rudolph Schindler y Richard Neutra (por mencionar slo unos cuantos) crearos unos edificios que tal fuerza innovadora que acabaron con el dominio de las tradiciones anteriores, estableciendo as nuevas definiciones de arquitectura para le futuro. Debido precisamente a que se ha conferido a esta dcada tal significacin pica, no debemos fiarnos de los planteamientos excesivamente selectivos que se hacen de ella. En realidad, durante la dcada de 1920 coexistieron varios ideales y definiciones de 'lo moderno' que a veces se solapaban y a veces discrepaban: el funcionalismo y la 'nueva objetividad' de Hannes Meyer; el elevado idealismo de Le Corbusier, el controlado expresionismo de Erich Mendelsohn; o el primitivismo y el culto a la naturaleza de Wright. Para encontrar el adecuado equilibrio entre las preocupaciones de periodo, el estilo personal y las intenciones de las obras concretas, es necesario indagar ms all de las apariencias para llegar al mbito de la organizacin espacial y las ideas generadoras.

    El movimiento moderno fue una revolucin en cuanto al objetivo social y tambin en relacin con las formas arquitectnicas; trataba de conciliar el industrialismo, la sociedad y la naturaleza, proyectando para ello prototipos de vivienda colectiva y planes ideales para ciudades enteras (por ejemplo, la Broadacre City de Wright y la Ville Radieuse de Le Corbusier). Pero existan diversas races ideolgicas detrs de estas aspiraciones utpicas y estos esfuerzos reformistas, que a su vez estaban implicados en un amplio abanico de programas polticos.

    La parte central del libro analiza las problemticas relaciones entre la ideologa y la arquitectura moderna en la Unin Sovitica de los aos 1920, as como las reacciones totalitarias en contra de la modernidad durante la dcada siguiente; tambin aborda la transformacin del clasicismo en la Italia fascista y en socialdemocracias como Finlandia y Suecia, as como el entrelazamiento de nacionalismo, internacionalismo y regionalismo en distintas partes del Mediterrneo, Asia, Amrica Latina y frica. Los conflictos de este periodo representan algo ms que una batalla de estilos: la arquitectura moderna desafi el statu quo, articul nuevas visiones sociales e indic modos de vida alternativos; y tambin desempe un papel activo en el proceso de

  • modernizacin.

    Una vez que se ha fundado una tradicin, se va transformando a medida que se perciben nuevas posibilidades de expresin, segn cambian los valores, o bien cuando se afrontan nuevos problemas. Ms an, nuevos individuos heredan las definiciones culturales y los principios inalterados implcitos en los prototipos, y los amplan en sus propias direcciones. Antes del estallido de la II Guerra Mundial se haban establecido ramificaciones del movimiento moderno en lugares tan diversos como Finlandia y Gran Bretaa, Brasil y Surfrica, Mxico y Japn. Una 'segunda generacin' -que inclua a figuras como Alvar Aalto, Berthold Lubetkin, Giuseppe Terragni y Oscar Niemeyer- modific las ideas germinales para adecuarlas a las nuevas intenciones y para enfrentarse a diferentes climas, culturas y tradiciones. Mientras tanto, los propios creadores originales prosiguieron sus investigaciones y reaccionaron ante las crisis polticas y econmicas de la dcada de 1930 con versiones menos dogmticas del maquinismo y con versiones ms acomodaticias de lo 'natural', lo 'vernculo' y lo 'primitivo'. Una denominacin simple, como la de 'Estilo Internacional', no hace justicia al alcance y la profundidad de la arquitectura moderna realizada en el periodo de entreguerras.

    La tercera parte del libro examina la difusin global de la arquitectura moderna desde la dcada de 1940 hasta finales de los aos 1970. Aqu nos encontramos cara a cara con problemas asociados a los fenmenos de transplante (pues la arquitectura moderna se injert en culturas totalmente diferentes a aqullas en las que haba comenzado), de devaluacin (pues las formas simblicas se fueron vaciando gradualmente de su polmico contenido original y quedaron degradadas por los intereses comerciales o las burocracias estatales) y de regeneracin (pues los conceptos bsicos se reexaminaron o rechazaron, y se abrieron nuevos territorios expresivos). Adems de las ltimas obras de los envejecidos 'maestros' de la arquitectura moderna, esta parte del libro estudia la modificacin gradual de los primeros modelos utpicos del urbanismo; la aparicin de grupos que buscaban un enfoque menos absolutista del proyecto, como el Team X; el desarrollado de nuevas 'variedades' de arquitectura moderna en distintas culturas nacionales (por ejemplo, Espaa, Australia, India o Japn); temas generales como el 'regionalismo' y la interpretacin del contexto urbano; la adaptacin a los climas y culturas locales en los pases en desarrollo; tipos de edificio como el bloque de viviendas en altura y el rascacielos como caja de vidrio; as como arquitectos individuales como Louis Kahn, Jrn Utzon, Luis Barragn, Aldo van Eyck, Carlo Scarpa, Alejandro de la Sota, Jos Antonio Coderch y Denys Lasdun.

    En las dcadas de 1960 y 1970, tanto dentro como fuera del movimiento moderno, hubo crisis y crticas que indicaban una confianza ms clara en el pasado y en las enseanzas que deban aprenderse de la ciudad tradicional; y tambin el espritu progresista del 'proyecto moderno' fue atacado. Los escritos tericos de este periodo fomentaban el retorno a los ejemplos histricos mediante la manipulacin de signos y referencias, o mediante la abstraccin y transformacin de tipos urbanos ya muy arraigados.

    A finales de la dcada de 1970 estaba de moda sealar que el camino hacia delante consista en ir hacia atrs. Surgi la arquitectura 'posmoderna', con sus recetas y citas arbitrarias, y pronto se vio acompaada por toda una coleccin de historicismos y

  • manierismos de los que era blanco cualquier periodo del pasado. Cuando se escribi la introduccin a la primera edicin de este libro, en ella se afirmaba: "La arquitectura moderna se encuentra actualmente en otra fase crtica, en la que muchas de sus doctrinas subyacentes estn siendo cuestionadas y rechazadas. Queda por ver si esto significa el hundimiento de una tradicin o es otra crisis que precede a una nueva fase de consolidacin."

    Pese a la retrica sobre el 'final de una era', la arquitectura posmoderna result ser efmera. En realidad, se trataba de otra reorientacin ms en la que ciertas ideas centrales se reexaminaban de un modo nuevo. En esta tercera edicin (1996) se ha aadido una parte cuarta que estudia la compleja evolucin de la arquitectura mundial desde 1980 aproximadamente. En ella se evitan las posturas crticas habituales y los 'movimientos' en buena parte ficticios, y se intenta sealar edificios y tendencias de valor duradero. La bsqueda ha sido amplia e incluye tanto el Tercer Mundo como el Primero. Se han escogido ejemplos de lugares tan diversos como Espaa e India, Finlandia y Australia, Francia y Mxico, los Estados Unidos, Suiza y Japn. Lo que parece es que hay varias 'culturas de la modernidad' en el pasado reciente, y que stas combinan modelos y programas a largo plazo con preocupaciones y problemas contemporneos. Cada vez ms, las ideas arquitectnicas cruzan las fronteras, y esta parte del libro se ocupa de la mezcla de lo nuevo y lo viejo, lo local y lo universal; presupone la idea de una tradicin moderna con varias lneas y estudia los distintos modos en los que las ideas generadas a principios del siglo XX estn siendo fertilizadas y transformadas en respuesta al contexto y a la memoria cultural, as como a las condiciones sociales y tecnolgicas que cambian rpidamente. El trasfondo de todo ello es la explosin de la metrpolis de la 'informacin', un sistema de redes visibles e invisibles que est destruyendo las antiguas definiciones del campo y la ciudad, y que est exigiendo una nueva escala de pensamiento situada entre la arquitectura, el urbanismo, el arte paisajista y la planificacin territorial.

    Es mediante un detenido anlisis de algunas obras concretas de elevada intensidad -de sus ideas gua, su estructura espacial, sus mitos sociales y sus respuestas a la cultura, a la tecnologa y a la naturaleza- como podemos empezar a percibir las corrientes ms profundas de determinado periodo. Si la ltima parte del libro destaca edificios como el Palacio de Congresos en Salamanca, Espaa (1985-1992), de Juan Navarro Baldeweg; el Banco de Hong Kong y Shanghai (1979-1985), de Norman Foster; el estudio 'Sangath' en Ahmadabad, India (1979-1981) de Balkrishna Doshi; la iglesia de Myyrmki, cerca de Helsinki, Finlandia (1984-1987), de Juha Leivisk; o el museo Chikatsu-Asuka, en Japn (1989-1993), de Tadao Ando, no se debe slo a que se trata de unos extraordinarios logros recientes en trminos puramente arquitectnicos. Se debe tambin a que se cuentan entre los ltimos edificios que han extrados su significado de sus respectivos lugares y sociedades, al tiempo que han supuesto una contribucin a una slida cultura arquitectnica global. Estos edificios no recuerdan que la arquitectura moderna de finales del siglo XX posee una compleja identidad: una identidad que sigue aspirando a cierta universalidad, si bien reacciona a los territorios y tradiciones diferentes; que estimula la innovacin radical, si bien reactiva sus propios principios generadores; y que inspira nuevas visiones para el futuro, si bien transforma el pasado.

    Quiz sea inevitable que, a medida que el libro se aproxima al presente, el autor caiga en alguna de las trampas de sus antecesores al defender algunos aspectos de la

  • situacin contempornea en perjuicio de otros. Puedo decir al menos que mi propsito ha sido presentar una imagen equilibrada, mantener una perspectiva histrica lejana y dejar claros los fundamentos de todos mis juicios.

    Vivimos en un presente arquitectnicamente confuso que observa su propio pasado a travs de un velo de mitos y medios verdaderos (algunas de ellas fabricadas por los historiadores) con una mezcla de romanticismo, distorsin y perplejidad. Como mejor se fomenta la libertad de eleccin para el futuro es con un entendimiento acertado, preciso y exigente del lugar de cada cual en la tradicin.

    Este libro se escribi en parte con la idea de que se puede construir un puente histrico sobre la corriente de las modas intelectuales pasajeras, que nos lleve a un terreno filosfico ms firme, y en parte con la esperanza de que esto podra fomentar una vuelta a los principios bsicos. Pero tales propsitos han sido secundarios: lo primero que debera hacer un historiador es explicar qu pas y por qu, independientemente de lo que ahora pueda pensar la gente de ello.

    Enlaces relacionados

    Editorial Phaidon Press [enlace] Resea del libro en Mentenebre [enlace] Resea del libro en ArchINFORM [enlace] William J.R. Curtis en ArchINFORM [enlace] Artculo de William J.R. Curtis en El Pas [enlace] Entrevista a William J.R. Curtis en La patata de la libertad [enlace] Entrevista a William J.R. Curtis en +arquitectura [enlace]