LA ARBORICULTURAFRUTAL EN LACOMARCADE ALCAÑIZ

Siguiendo la evolución frutícola de una co-marca, se suelen suceder las siguientes fases:

Tratamiento de plagas y enfermedades másnotorias y fáciles de combatir en frutalesaislados.Posterior realización de plantaciones regu-lares.Aplicación razonable del conjunto de téc-nicas recomendadas en la totalidad delcultivo frutal.Obtención de producciones finales intere-santes.Participación del agricultor en el procesode comercialización.Disminución o reajuste de gastos, princi-palmente mano de obra y productos fito-sanitarios.

Es evidente que cada comarca, según sus ca-racterísticas peculiares, se encontrará actual-mente en una de estas fases anotadas, consi-derando siempre la generalidad de los agricul-tores y no ese núcleo de vanguardia o acasoese otro de los menos progresistas o más es-tancados.

Producción final

En esta comarca de Alcañiz, la fase másgeneralizada corresponde a la de «obtenciónde producciones finales interesantes», si bienya hay resultados prometedores en la siguien-te, y se comienza la andadura en la que apa-rece en último lugar.

De los cultivos frutales existentes podemoshacer un breve repaso y considerar algunosaspectos.

Así, en el cultivo del manzano se han adop-tado plenamente los sistemas forzados y dentrode ello las formas planas o semiplanas: palme-ta regular de brazos oblicuos, de brazos ho-rizontales (Ferragutti) y alguna plantación en«Spindelbush» bien en una fila o en doble.También y dentro de estas formas obligadasse comienza a utilizar un sistema de ligazónde ramas bajas próximas, sin unas directricesrígidas, pero de indudable rentabilidad al me-nos en los primeros arios. La motivación de es-te tipo de formación está relacionada directa-mente con la disminución de mano de obra,con respecto a las palmetas. Ya casi nadieplanta en vaso ni utiliza portainjertos que su-peren en vigor a un E.M.IX o M.M.106, porejemplo.

En peral se utiliza principalmente la for-ma de vaso sin mucha rigidez en la distribu-ción de pisos, y desde luego, con portainjertospoco vigorosos. No se han conseguido resulta-dos claros con la palmeta regular en pera deAranjuez.

Referente al melocotonero y dentro del sis-tema también de un vaso helicoidal y escalo-

45

nado, se amplia el marco de plantación tra-dicional (5 X 5) hasta 6 X 6, introduciéndose elBrompton como portainjerto resistente a laclorosis férrica.

Un fruticultor ha iniciado una pequeñaplantación experimental, en palmeta, encon-trándose actualmente en el comienzo de sutercer año de plantación. El resultado parcialha animado a otros tres fruticultores a esta-blecer otras tantas parcelas de comprobaciónen un total de 1,5 ha., dentro de la tendenciaa las formas planas que permitan una mejormecanización.

Almendro y olivo

En el primero se prosigue la aplicación delvaso escalonado adaptándolo a las caracterís-ticas vegetativo de dicho frutal. Existe preo-cupación por la polinización, injertando e in-troduciendo variedades polinizadoras en aque-llas plantaciones regulares que se efectuaroncon la clásica asociación Marcona y Larguetao acaso con Largueta sola y donde se arran-caron las Comunas, de escasa producción de-bido a los también escasos cuidados que se lasprodigaban.

El plan de intensificación del cultivo delolivo es más complejo puesto que los resulta-dos dependen en gran parte de la pluviome-tria. A pesar de ello, y aceptado plenamenteel criterio de eliminación de madera en árbo-les desequilibrados y utilizando ya habitual-mente la motosierra para ello, aumenta el in-terés por la aplicación esporádica de productoshormonales o similares que favorezcan la fe-cundación del ovario.

Se ha iniciado la experiencia de plantaciónde olivos en «ypsilón», técnica más actual enItalia, y el rebaje sistemático de las planta-ciones actuales para conseguir zonas producti-vas más bajas y menores gastos de cultivo,principalmente en poda y recolección.

La plantación experimental en «ypsilón» noofrece resultados por el momento, debido ahelada de los plantones. Se va a efectuar lareplantación correspondiente en el convenci-miento de que se trata de un sistema muy

interesante, con producciones de 8-10 kg. demedia por pie a los 6-7 arios en las experien-cias italianas.

Comercialización

Ya es consciente el agricultor de que su ac-tuación no acaba con ofertar la producción desus árboles a los cauces habituales. Va concen-trando la oferta, bien en cooperativas, grupossindicales fruteros, o en el A.P.A. de almen-dras, por ejemplo, actualmente en constitu-ción en las comarcas del Bajo Aragón Turo-lense.

Por otra parte, va introduciendo nuevasvariedades (Granny Smith, Passa Crassane,Scarlet Wilson, Cherry Red, etc.), que permi-tan aumentar la calidad y escalonar produc-ciones, y seleccionando las existentes (meloco-tón tardío de Calanda), actividad ésta muyinteresante en la que participan muy directa-mente los propios agricultores afectados.

Todo este proceso de comercialización, quetanta entidad tiene actualmente dentro de lafruticultura intensiva bien concebida y progra-mada, requiere entrenamiento, coordinaciónentre distintas localidades o comarcas, y nece-sariamente es lento. Pero el agricultor va te-niendo más contacto con los mercados, cono-ce mejor los precios y las tendencias y acor-ta distancias entre productor y consumidor,participando más directamente en esta últimafase de la explotación frutal en cuya rentabi-lidad final incide notablemente.

Productos fitosanitarios

Preocupan ya al hombre del campo los gas-tos de la defensa contra plagas y enfermeda-des, pero quizas más todavía la eficacia de losproductos utilizados. Es indudable, que enigualdad de utilidad se puede conseguir dismi-nución de gastos estudiando distintas formula-ciones y ofertas comerciales. Pero en la actua-lidad y salvo en explotaciones grandes, estadisminución no parece muy significativa. Otracosa será cuando se pongan en práctica los cri-terios de la lucha integrada para lo que esimprescindible una eficaz red de Estaciones de

46

Avisos que controlen la aparición y evoluciónde plagas y enfermedades en áreas geográfi-cas similares.

MecanizaciónNormalmente el jefe de explotación no acep-

ta la introducción de nuevas máquinas en susfincas sin antes convencerse plenamente de sueficacia. Esto es humano y comprensible. Pe-ro, al final, se va imponiendo todo aquelloque suponga un avance razonable, sin consi-derar exclusivamente criterios económicos deamortización, sino también mayor humaniza-ción de los trabajos.

En esta línea se van introduciendo las tije-ras neumáticas para poda, divulgadas en lacomarca el pasado ario. Las clásias «sulfata-doras» de 400 litros se van sustituyendo poratomizadores de 1.000. Y como dato destaca-ble, se incrementa el número de vibradorasdel olivo para recolección mecánica, máqui-nas vistas con algo de escepticismo debido a larelación entre el precio de adquisición y por-centaje de aceituna derribada antes de la ma-duración de la misma. Hoy, en su variantede vibradoras de ramas, están siendo clara-mente aceptadas debido a la problemática ca-da vez más acusada de la recolección en esteárbol.

Contando las que están en funcionamientoy las pendientes de inmediata adquisición,sitúan a esta zona olivarera entre las más me-canizadas de toda España en este aspecto.

El tipo de máquina que se comienza a fabri-car en la propia comarca, tiene un asiento

adosado a la lanza vibradora que permite larecolección manual complementaria evitandoasí el posterior trasiego de escaleras para reco-ger la aceituna que no haya sido derribada.

Finalmente, un agricultor ha adquirido unaplataforma portátil arrastrada por tractor quefacilita las labores de poda y recolección. Es-ta máquina, que en otras comarcas con plan-taciones de regadío pueden no suponer nove-dad, para ésta lo representa y máxime si estáprevista su utilización en el olivo y almendro,donde esas labores mencionadas son, ademásde costosas, casi siempre duras debido a lascondiciones climáticas desfavorables de lasépocas en que se realizan.

ConclusionesNo quisiera ser este comentario la relación

o el resumen del parque de maquinaria de lacomarca ni la exposición fría de hectáreas ysistemas de cultivo frutal. Se trata del pro-ceso en el que participa el agricultor, la per-sona, en cuya explotación aparece una claradedicación a los cultivos arbóreos.

Alguien dijo que forzar la evolución es des-truirla. Y por ello tiene que ser necesaria-mente pausada, lo que no es obstáculo paracomentarla cuando es positiva como en estecaso. Porque puede ser útil contrastarla con lade otras comarcas o regiones y, sobre todo,porque supone una satisfacción para las fami-lias agrarias que la han protagonizado con unaúltima consecuencia importante que es la ele-vación de su nivel de vida.

CARLOS BARRAGAN BERMEJO

47