Él: ¡aaaah! ¡socorro! ¡estoy ciego!...

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35 ÉL: ¿Cómo que y qué? Usted no tiene ni idea de lo que es este mundo. Se harán estudios, se elaborarán teorías, tesinas, tesis doctorales sobre mi relación con el mundo de la prostitución. Al final, pasaré a la historia de la literatura universal como un pervertido. La gente dirá: “¿Has leído a Edgardo García- Wilkinson? ¡Si, hombre! ¡Aquel escritor que iba tanto de putas!” ¡Dios mío, qué bochorno! ELLA: No sabe cómo lo siento. ÉL: Mire, Vanessa... Creo que lo mejor será que vaya usted a matarse a otro sitio. Bien lejos. Para que nadie pueda relacionar su muerte con la mía. ELLA: Entiendo. Quiere usted que me largue. ÉL: Sí. ELLA: Pues mire, no. Resulta que la que ha llegado primero aquí, he sido yo. De modo que si no quiere suicidarse conmigo, coja usted el trompo y vaya a tirarse desde el tejado de la Real Academia Española, si le parece más digno. No te digo... ¡Venga! ¡Baje de mi piedra! ÉL: ¿Su piedra? ¡Pero qué cara más dura! ¡Su piedra, dice! De eso, nada, monada! ¡Me ha cambiado usted el turno, así que la piedra es mía! ELLA: ¡Ni lo sueñe! ¡Le digo que baje de ahí ahora mismo! ÉL: ¡No me da la gana! ¡He venido aquí a suicidarme... y voy a suicidarme! (Abre los brazos, como si fuera a ejecutar el salto del ángel. Exclama.) ¡Adiós, mundo rural! (En ese momento, ELLA gira el yo-yó en el aire y le atiza con él en la cabeza o con el bolso. ÉL cae de la piedra al suelo, doliéndose del golpe. Antes de que pueda recuperarse, ELLA saca del bolso un pequeño bote de spray y le suelta un chifletazo en la cara.) ÉL: ¡Aaaah! ¡Socorro! ¡Estoy ciego! ¿Qué era eso, mala bruja? ¿Un spray antivioladores? ELLA: (Se ha subido a la piedra, mientras ÉL se retuerce en el suelo.) ¡Qué va! Era desodorante Fa. Mucho más barato e igual de efectivo. ¿A que escuece? ÉL: ¡Mucho! ¡Mucho! ¡Ah! ¡Mis ojos! ELLA: No se preocupe. Se le habrá pasado en treinta segundos. Tiempo suficiente para que yo pueda acabar con mi vida tranquilamente. (Se vuelve hacia el abismo. Se santigua. Carraspea. Grita.) ¡Adiós, mundo rural! ÉL: (De rodillas, habla de cara al público, justo en dirección contraria a donde ELLA se encuentra. Mueve las manos como un ciego novato. Desgarradamente.) ¡Espere! ¡Espere, por favor! ELLA: (Fastidiada.) Es usted un verdadero pelmazo ¿eh? ¡A ver! ¿Qué pasa ahora? ÉL: Aquí ocurre algo raro. Los ojos ya no me escuecen... pero no puedo abrirlos. ¡Se me han pegado las pestañas! ELLA: ¡Venga, hombre! Truquitos a mí, no, que me los conozco todos (Rebusca en su bolso.) He usado varias veces este spray y nunca... (Saca el spray que acaba de utilizar.) ¡Ay, madre! ¡Ay, madre mía, que me he confundido de bote! ¡Que le he atizado un chifletazo de laca extra- fuerte! ¡Tranquilo! Ahora mismo se lo despeqo todo (Baja de la piedra, se dirige a EL e intenta abrirle los ojos por la fuerza bruta.) ¡Vamos, colabore! ÉL: ¡Aaaaah...! ¡Aaaaayyy! ¡Que me va a arrancar los párpados, mujer! ELLA: (Tras varios infructuosos intentos.) Nada, no hay manera! ¡Se le han pegado, pero bien pegado! Me parece que habrá que ir a urgencias. ÉL: ¡Ostrás! Con la de gente que hay siempre a estas horas. ELLA: No hay más remedio, me temo. Venga, cójase a mí, que yo le llevo. Es lo menos que puedo hacer, después de esta confusión.

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Page 1: ÉL: ¡Aaaah! ¡Socorro! ¡Estoy ciego! ¿Quéartteatral.com/artteatral/edicionesdigitales/ArtTeatral-23_2.pdfÉL: ¡No me da la gana! ¡He venido aquí a suicidarme... y voy a suicidarme!

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ÉL: ¿Cómo que y qué? Usted no tiene niidea de lo que es este mundo. Se haránestudios, se elaborarán teorías,tesinas, tesis doctorales sobre mirelación con el mundo de laprostitución. Al final, pasaré a lahistoria de la literatura universalcomo un pervertido. La gente dirá:“¿Has leído a Edgardo García-Wilkinson? ¡Si, hombre! ¡Aquelescritor que iba tanto de putas!” ¡Diosmío, qué bochorno!

ELLA: No sabe cómo lo siento.ÉL: Mire, Vanessa... Creo que lo mejor será

que vaya usted a matarse a otro sitio.Bien lejos. Para que nadie puedarelacionar su muerte con la mía.

ELLA: Entiendo. Quiere usted que melargue.

ÉL: Sí.ELLA: Pues mire, no. Resulta que la que

ha llegado primero aquí, he sido yo.De modo que si no quiere suicidarseconmigo, coja usted el trompo y vayaa tirarse desde el tejado de la RealAcademia Española, si le parece másdigno. No te digo... ¡Venga! ¡Baje demi piedra!

ÉL: ¿Su piedra? ¡Pero qué cara más dura!¡Su piedra, dice! De eso, nada,monada! ¡Me ha cambiado usted elturno, así que la piedra es mía!

ELLA: ¡Ni lo sueñe! ¡Le digo que baje deahí ahora mismo!

ÉL: ¡No me da la gana! ¡He venido aquí asuicidarme... y voy a suicidarme!(Abre los brazos, como si fuera aejecutar el salto del ángel. Exclama.)¡Adiós, mundo rural!

(En ese momento, ELLA gira el yo-yó en elaire y le atiza con él en la cabeza o con elbolso. ÉL cae de la piedra al suelo,doliéndose del golpe. Antes de que puedarecuperarse, ELLA saca del bolso unpequeño bote de spray y le suelta unchifletazo en la cara.)

ÉL: ¡Aaaah! ¡Socorro! ¡Estoy ciego! ¿Quéera eso, mala bruja? ¿Un sprayantivioladores?

ELLA: (Se ha subido a la piedra, mientrasÉL se retuerce en el suelo.) ¡Qué va! Eradesodorante Fa. Mucho más barato eigual de efectivo. ¿A que escuece?

ÉL: ¡Mucho! ¡Mucho! ¡Ah! ¡Mis ojos!ELLA: No se preocupe. Se le habrá pasado

en treinta segundos. Tiemposuficiente para que yo pueda acabarcon mi vida tranquilamente. (Sevuelve hacia el abismo. Se santigua.Carraspea. Grita.) ¡Adiós, mundorural!

ÉL: (De rodillas, habla de cara al público,justo en dirección contraria a dondeELLA se encuentra. Mueve las manoscomo un ciego novato.Desgarradamente.) ¡Espere! ¡Espere,por favor!

ELLA: (Fastidiada.) Es usted unverdadero pelmazo ¿eh? ¡A ver! ¿Quépasa ahora?

ÉL: Aquí ocurre algo raro. Los ojos ya nome escuecen... pero no puedo abrirlos.¡Se me han pegado las pestañas!

ELLA: ¡Venga, hombre! Truquitos a mí,no, que me los conozco todos(Rebusca en su bolso.) He usado variasveces este spray y nunca... (Saca elspray que acaba de utilizar.) ¡Ay,madre! ¡Ay, madre mía, que me heconfundido de bote! ¡Que le heatizado un chifletazo de laca extra-fuerte! ¡Tranquilo! Ahora mismo se lodespeqo todo (Baja de la piedra, sedirige a EL e intenta abrirle los ojos porla fuerza bruta.) ¡Vamos, colabore!

ÉL: ¡Aaaaah...! ¡Aaaaayyy! ¡Que me va aarrancar los párpados, mujer!

ELLA: (Tras varios infructuosos intentos.)Nada, no hay manera! ¡Se le hanpegado, pero bien pegado! Me pareceque habrá que ir a urgencias.

ÉL: ¡Ostrás! Con la de gente que haysiempre a estas horas.

ELLA: No hay más remedio, me temo.Venga, cójase a mí, que yo le llevo. Eslo menos que puedo hacer, después deesta confusión.

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ÉL: (Agarrándose a ELLA como un pulpo.)Caramba, Vanessa. Está usted de lomás maciza.

ELLA: ¡Eh! Sin pasarse. ¡A ver si voy atener que cobrarle tarifa de magreo!¡Vamos! ¡Andando!

(Comienzan a salir, agarrados el uno a laotra, caminando torpemente, mientras vasubiendo lentamente una música de bolero -“Encadenados”, por ejemplo -, la luz vabajando y se escuchan los últimos diálogos.)

ÉL: Oiga, Vanessa, ¿Sabe que si me quedociego por su culpa, tendrá que casarseconmigo?

ELLA: No piense en esas cosas, Edgardo,hombre, que no le va a `pasar nada. Yalo verá. Dentro de un par de díasestamos aquí los dos otra vez,riéndonos de esto, como si no hubierapasado nada, dispuestos a arrojarnosal vacío de nuevo.

ÉL: No sé, no sé... aunque, si usted lo dice...Oiga, una curiosidad: Si usteddecidiese casarse, es un suponer,claro... ¿Preferiría hacerlo por lo civilo por la Iglesia?

ELLA: Hombre, pudiendo elegir, por laIglesia y de blanco. ¡Ah..! Y niños, losque vengan. Es que ¿sabe? a mí meencantan los niños.

ÉL: ¡Toma! Y a mí...

OSCURO

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Información del Centro Dramático de AragónEmpresa pública adscrita al Departamento de Educación, Cultura y DeporteDirector-Gerente: Antonio GonzálezWeb: www.aragonescena.esDirección postal: Paseo de La Independencia 14, 5º izda. 50004 - ZaragozaTeléfono: (34) 976302772Fax: (34) 976302816E-mail: [email protected]

Programas:- Plurianuales de coproducción.-Trianuales de compañías residentes en municipios aragoneses.- Producciones propias.- Nuevos públicos: campañas escolares.- Formación y movilidad artística.- Coedición de publicaciones.- Premios y concursos.- Estudios de mercado.- Documentación e información.- Asesoría a empresas y profesionales de las artes escénicas.

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Mariano Anós, acuarela

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Un Acto.

Personajes

OPERARIOADELALA MADREEL PADRE

Una habitación, con sillas de plástico a unlado (como de consultorio de urgencias.) Enel ángulo del otro lado: Dos sillones, uno acada lado de una mesita baja, y una sillaindependiente junto a uno de los sillones. Alfondo una pantalla de cristal enmarcada conmadera, y una puerta. Todo oscuro, sóloiluminado el cristal por una luz opaca desdedentro. Se abre la puerta. Entra un hombre,parece un operario lleva una bata gris. Dejala puerta abierta.

OPERARIO: No es habitual esto, señora...(Busca el interruptor de la luz junto almarco del cristal. Una mujer joven, deunos veinte años, entra, se queda juntoa la puerta. Es Adela.)

ADELA: Le ruego disculpe a mi madre... OPERARIO: Son las siete de la mañana (le

da al interruptor. Se hace la luz en laescena, al principio tenue.); el horariode visitas se abre a las ocho, quieroque comprenda que estoy saltándomela norma.

ADELA: Lo sé, y le pido otra vez disculpas,mi madre...

OPERARIO: Se resiste a creerlo, ¿verdad?(Camina por la habitación, ordena algoencima de la mesa.) Les pasa amuchos... a todos, diría yo. Necesitanver con sus propios ojos, una y otravez sin entender nada..., la últimamirada, ¿verdad?, la última vez...

ADELA: Mi madre no puede soportar laidea de que la primera visita llegueantes que ella.

OPERARIO: (Se gira hacia ella, la mira.Gesto confundido.) Ah, bueno... (vahacia el cristal, mira a su través.) Estátodo en orden. (Camina hacia Adela)Pero tienen que comprender que estono es usual, señora, si no hubiera sidoporque aprecio mucho al SeñorCastillo, no habría podido...compréndalo...

ADELA: Sí, mi cuñado, lo sé, muchasgracias, (da un paso hacia éltendiéndole una mano. Discretamentele entrega unos billetes.) Nadie losabrá, y yo le reconozco el esfuerzo, selo aseguro... (el Operario mira derefilón lo que lleva en la mano, lo meterápidamente en su bolsillo.)

OPERARIO: Gracias..., es un placerprocurarles consuelo a ustedes,señora... Avisaré a su madre para queentre cuando quiera... (Sale)

(ADELA avanza hacia el centro de la escena.Duda un momento. Va junto al cristal,mira.)

ADELA: Sí... está todo en orden, malditoseas.

(Se recoge un poco en su chaqueta, como situviera frío.Entra LA MADRE, una mujer de unoscincuenta años, vestida de negro. La puertase cierra tras ella. Da unos pasos haciaadelante, buscando algo en el bolso.)

LA MADRE: No sé qué me decía esehombre, no sé qué de un favor...

ADELA: No le hagas más caso.

(LA MADRE va junto a ella, mira por elcristal. Un instante de silencio. LA MADREsuspira, se tapa la boca con un pañuelo,como si reprimiera un sollozo.)

LA MADRE: No puedo creérmelo (gime.)¡Qué sola me ha dejado! (ADELA seaparta del cristal, parece incómoda. Vahacia la silla junto al sillón.)

ADELA: Ven a sentarte.LA MADRE: (Solloza) No quiero sentarme,

¡no quiero dejarlo ahí! ¡no lo verénunca más!

(ADELA se sienta en la silla, suspira, no dicenada)

LA MADRE: ¡Cariño mío, si yo lo hubierasabido...!

(LA MADRE solloza otra vez. Se separa delcristal, va al sillón junto a ADELA. Sesienta)

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MAGDALENA LASALAEL PADRE

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LA MADRE: ¿Y tu hermana?ADELA: Es muy pronto, falta mucho

todavía, sólo tú necesitabas madrugar.LA MADRE: Tenemos que estar las tres

juntas para recibir a las visitas.ADELA: Estaremos, relájate.(Breve pausa. LA MADRE solloza de nuevo.)LA MADRE: ¿Qué voy a hacer ahora,

Adela? Mi vida giraba en torno a él...¿Qué voy a hacer ahora?

ADELA: Vivir, mamá... vivir, lo que él no tedejó nunca.

LA MADRE: ¡No hables así, era tu padre!ADELA: Sí, era mi padre, y venía bebido

cada noche a casa para rematar el díacon una buena bronca, pretexto parabeber más y para vernos temblar demiedo ante sus gritos y sus insultos.

LA MADRE:¡No te consiento que digas eso!ADELA: (Se levanta.) No lo quieres oír, ya

lo sé... Eres una hipócrita.LA MADRE: ¡Yo quería a tu padre! ADELA: Tú lo odiabas, mamá, me lo decías

un día tras otro, llena de rabia, y yo loodiaba también. No quieres queahora te lo recuerde, no ahora,¿verdad? Ahora toca alabar sumemoria por su don de gentes, por susimpatía con todos menos connosotras, por sus bromas con el restodel mundo... ¡Pero yo no puedoolvidar la verdad!

LA MADRE: (Solloza otra vez.) (Habla parasi misma.) Si yo lo hubiera sabido... yono pensaba que iba a ocurrir esto...

(Se abre la puerta. Entra un hombre vestidocon un traje negro, corbata negra, camisablanca. Es EL PADRE.)

EL PADRE: (Malhumorado.) ¿Qué es esto?¿Dónde me habéis hecho venir, aquién se le ha ocurrido? (Camina,buscando, desorientado.) Hace muchofrío aquí... (Las ve) ¡Ah, aquí estáis!¡Laura, dime qué hacemos aquí!

(Las mujeres no lo ven. Actuarán como si élno estuviera delante. ADELA va hacia elsillón al otro lado de la mesa, toma un papel,lo ojea.)

LA MADRE: Era buena persona, Adela...era buena persona, pero...

ADELA: Pero la amargura le cegaba, y nosamargó la vida a nosotras.

EL PADRE: ¿Me vais a hacer caso de unavez?

LA MADRE: Nos quería, deja ya...EL PADRE: ¡Laura, deja de decir

estupideces, si no quieres que...! (Haceun gesto de rabia.) ¡Para qué me hastraído aquí, dímelo ya de una vez!

ADELA: Ni se quería a sí mismo, madre,no finjas conmigo, sólo hoy, aquí,ahora, por favor... no lo resisto más.No me ha quedado de él más querabia y soledad, lo mismo y sólo loque vi en él.

(EL PADRE se acerca lentamente a ADELA.Intenta tocarla.)

EL PADRE: (Titubea.) ¿De quién habláis,malditas mujeres... malditaschismosas...?

ADELA: Yo no tenía la culpa de suamargura, pero no escuché de él másque su desprecio contra mí...

(EL PADRE se da cuenta de que no lo ven.Intenta tocar a Adela otra vez, no puede.)

LA MADRE: Sólo era miedo... estabaasustado.

ADELA: ¡Era un cobarde entonces! Pero yotampoco tenía la culpa. Lo miraba yveía su descontento, madre, suprofundo rechazo hacia mí... ¿y yoqué había hecho para conseguir sufracaso? ¡Nada, maldita sea, nada!Crecer, reírme, ser mujer... sin duda...sobre todo, ser mujer.

EL PADRE: ¿Qué está pasando aquí?...¿Por qué hace tanto frío?

(EL PADRE mira lentamente a su alrededor,repara en el cristal del fondo, quizá cae en lacuenta. Poco a poco irá caminando hacia elcristal.)

ADELA: ¿Por qué no te rebelaste, madre?Podrías haberte marchado, con tusdos hijas... ¡podríamos haberempezado otra vida sin él! (Se levanta,caminará por la escena.) Yo no tendríaesta sensación de fracaso en mialma... el mismo rechazo que viví en

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él, es el que tengo miedo aencontrarme cada día cuando salgo ala calle. ¿Por qué tuviste que quedartecon él?

LA MADRE: Es muy difícil, hija mía, ¿yoqué podía hacer?

ADELA: Cualquier cosa, antes queconsentir que tus hijas crecieranaprendiendo a aceptar que podían serdespreciadas por cualquier hombre.¡Yo he vivido entre sus insultos! Hevisto cómo te pegaba, madre... (ELPADRE ha llegado hasta el cristal, miraa su través, se sobresalta.)

EL PADRE: ¡Ah! (toca el cristal con espanto,da golpes con las palmas abiertascontra el cristal.)

ADELA: Y ahora lloras por él...

(LA MADRE coge la silla y la lleva junto alcristal. Se sienta en la silla, mira un poco elcristal. Se queda ahí.)

LA MADRE: Hice lo que tenía que hacer, yahora hago lo que tengo que hacer.Era tu padre y mi marido... meeducaron así.

EL PADRE: ¡Soy yo...! ¡No puede ser!

(Se abre la puerta. Entra el OPERARIO. Sedirige hacia las mujeres. EL PADRE lo ve,intenta ir hacia él, tampoco lo ve, no puedetocarle.)

EL PADRE: ¡Me han matado! ¡Yo no puedohaber muerto, no es posible!

OPERARIO: ¿Necesitan algo, señoras?LA MADRE: (Se levanta.) ¿Ya es la hora?OPERARIO: No, no, simplemente venía a

ofrecerme por si necesitan quelimpie...

LA MADRE: (Mira su reloj.) Pasa muydespacio el tiempo...

ADELA: No nos hace falta nada, señor...LA MADRE: Un café, por favor. Tengo frío,

¿me traería un café? EL PADRE: ¡Adela, hija mía, mírame, no lo

puedo soportar!

(ADELA mira incómoda a su madre. ElOPERARIO titubea.)

OPERARIO: La cafetería todavía no... perovoy a hacer lo que pueda.

ADELA: No se preocupe, le acompaño. (Sedirige a la MADRE.): Madre, esperaun poco, si no hay café te traeré otracosa para tomar.

(El OPERARIO va a salir, pero se dirigehacia el cristal, mira. Se vuelve hacia laMADRE.)

OPERARIO: No quiero ser indiscreto,señora, discúlpeme... ¿de qué muriósu esposo?

LA MADRE: Un infarto. (ADELA esperajunto a la puerta. EL PADRE va haciaella.) Estaba durmiendo, no se enteróde nada... pero no estaba bien enrealidad.

ADELA: Fumaba mucho y además...LA MADRE: (La interrumpe.) Por su

trabajo llevaba una vida social muyintensa, su corazón no lo resistió.

EL PADRE: (Ha llegado hasta ADELA. Lamira entristecido.) No puedes verme,ahora que yo te veo a ti, por fin... tú nopuedes verme.

(ADELA se abriga, siente frío.)

OPERARIO: Vivimos en este tiempo conmucho estrés, veo a muchos así...quiero decir que... un infarto esterrible, en fin. Pero a veces se puedeprevenir, ¿no es cierto? Eso dicen...

LA MADRE: Tuvo indicios, sí, variosamagos que parecían sólo ahogos, unpar de desvanecimientos raros, perono hacía caso... (suspira.) si se hubieracuidado un poco más...

ADELA: Será mejor que vayamos a por elcafé, señor. Se ésta pasando el tiempo.

OPERARIO: Sí, sí, disculpe... (Se detieneun momento. Mira un poco a sualrededor.) Hace frío, tiene razón,señora, miraré el termostato, quizá sehaya estropeado...

(Salen ADELA y el OPERARIO.)

(EL PADRE se queda al fondo, con gestodesmadejado. LA MADRE está de pie,respira despacio, un momento.)

LA MADRE: Estás muerto... estás muerto.EL PADRE: ¡Estoy aquí, soy tu marido,

mírame, maldita seas, no he muerto!

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LA MADRE: Te quise al principio, fueverdad... y lo desaprovechaste todo.(Va hacia el cristal del fondo. Se quedajunto al cristal, mira a su través.) Nosabía que podías morir, sólo queríaque me dejaras tranquila.

EL PADRE: No me podías soportar, y yo losabía, veía tu decepción cada día, cadanoche.

LA MADRE: Fue un error nuestromatrimonio, eso me decía Adelasiendo todavía una niña, y teníarazón... ha tenido razón siempre. Yahora no puedo callarla. Su rabia sele escapa por todos los poros de lapiel. Nuestro fracaso es su fracaso.

EL PADRE: ¿Por qué me hablas así,precisamente ahora? ¿Sabes que estoyaquí, lo sabes entonces y tú eres laúnica que puede verme? ¿A qué estasjugando, maldita ramera?

LA MADRE: (Mira de nuevo a través delcristal.) Parece que estés dormido...sólo de pensarlo el estómago seretuerce como si quisiera gritar através de mí. Parece que puedas abrirlos ojos otra vez y mirarme con tuodio, y que te vayas a levantar yvengas con el brazo dispuesto a...(Hace un gesto de dolor y desagrado.Se aparta. Camina hacia el centro.)Me dijeron que era una especie desedante. Estaba cansada de vertellegar cada día dando tumbos. ¡No tehacía falta, lo teníamos todo, la vidapodía ser normal, y dichosa... ytranquila! Pero esa amargura tuya...,ese fracaso que se fue haciendo másgrande, y más hondo, cada día... y yoveía que nada lo podía compensar, yque no lo podías llenar con nada, nisiquiera con toda esa bebida quepodías meterte por la boca... Noquería aguantar más, y me dijeron queunas gotas en la cena de cada día,serían bastantes para que teaplacaras, que poco a poco tu cuerporechazaría el vino, y todo el alcoholque buscabas para que te devolviera lasensación de tu poder perdido... ¡elpoder de insultar a tu mujer y a tushijas, el poder de despreciarlas hastahacernos sentir que no éramos nada!(Pausa. Da unos pasos, desmadejada.)

No surtió efecto... por más que te echélas gotas, varios meses... un año, quizáalgo más... no hicieron efecto. Yahabía renunciado a que sirvieran paraalgo, y me juré que aquella nochesería la última, lo último que quedabadel frasco. No sé qué hubiera hecho sihubiera sabido que podían matarte...No sé qué hubiera hecho, pero ahoraestás muerto. Y yo estoy tranquila. Ymis hijas podrán mirar hacia delantesin vergüenza y sin decepción.

(Camina hacia el sillón. Se sienta ELPADRE, ha ido avanzando poco a pocohacia el cristal, con gesto aterrado,escuchando a cada paso, mirándola, hastallegar al cristal. Nuevamente, golpea con laspalmas abiertas, hasta caer de rodillas juntoa él.)

LA MADRE: Si lo hubiera sabido, mehabría despedido de ti... te habríadicho todo lo que no te dije estetiempo, lo que no te dije nunca... tehabría dicho cuánto te quise una vez,y que hubiera querido otra vida paranosotros.

(Se abre la puerta. Entra ADELA, con unataza de café.) ADELA: (Avanza y la deja sobre la mesa.)

Ha costado un poco, pero aquí está, escafé, como tú querías.

(LA MADRE no dice nada. Mira el café,asiente con la cabeza.)

ADELA: ¿Qué te pasa? ¿Tienes frío?LA MADRE: Ya no. Gracias por el café.(Toma la taza y bebe. Entra el OPERARIO.)OPERARIO: Si les parece bien, abro ya la

puerta... faltan diez minutos, pero haymucha gente que ha venido a darles elpésame.

(LA MADRE deja la taza. Se levantarápidamente. Se queda en pie frente alpúblico y trae a la hija a su lado.)

LA MADRE: Sí, que pasen ya. Estamospreparadas.

FIN

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Lina Villa, acuarela

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Sinopsis:

Un Hombre y un Joven en un espacio vacíoque bien podría ser una naveabandonada. El joven está atado depies y manos a una silla. Lleva losojos vendados. Cuando el hombrele arroja un cubo de agua sobre lacabeza, el joven despierta yempieza un interrogatorio sobrealgo que el joven parecedesconocer.

(Droga, dinero, un intercambio fallido, unahuida precipitada, unos compinches queparecen no serlo…)

El Hombre y su Compañero se hanrepartido la faena. Mientras elHombre interroga al supuesto amigode los supuestos ladrones, elCompañero ha salido tras el coche delos jóvenes.

(Nervios, precipitación…drogas y dinero depor medio, algo que tanto el Hombre comosu Compañero manejan en abundancia).

El Hombre, bien trajeado, podríapertenecer a algún cuerpo deseguridad, público o privado, peroesa sería su falsa ocupación. Enrealidad, trapichea y utiliza suscontactos para ganar dinero fácil yabundante con las más diversasactividades -droga, inmigración,prostitución, extorsiones,chantajes…-. El dinero a conseguiresa noche iba destinado a otra“inversión” mayor. Aunque noparece fácil su consecución, elHombre no ceja en el empeño. Enun momento del interrogatorio, elHombre pierde la paciencia ygolpea de tal modo al joven que éstemuere. Poco después de estesuceso, su Compañero llama y lecomunica que han dado con los

jóvenes que huían. Solamenteestaban borrachos y pretendíandivertirse. Ante la gravedad delasunto, buscan reaccionar conrapidez, pero lo que era unasolución de urgencia, acabaconvertida en un modo lucrativo devida que ellos no habíanimaginado.

A partir de este momento, comienza unaépoca de lujo y ostentación: Unared de tráfico de órganos se poneen marcha sin dejar huellas,utilizando a gente captada endistintos lugares. El Hombreadquiere notoriedad a partir de lacreación de una ONG que lepermite el doble juego y comienzael coqueteo con la política.Llegando a triunfar.

Pero sobran testigos directos, sobre todo sitienen un inexplicable problema deconciencia y no admiten el lugar desegundones.

El Hombre sabe que todo el mundo tieneun precio. Y, también que nadiemanipula los datos como él,además de hacer desaparecer uncadáver sin dejar pistas.

FRAGMENTO de TRÁFICOS(Título provisional)

JOVEN: Por favor, déjeme ir. Le repito queno sé nada, que yo no he hechonada.

HOMBRE: ¿Pero, tú crees que yo soyimbécil? Voy a repetirlo por últimavez. ¡Y quiero una respuesta!¿Dónde han ido tus amigos?

JOVEN: No…no lo sé…¡lo juro!

(El HOMBRE le sacude un fuerte puñetazoen la cabeza. El JOVEN le mira aterrorizado.)

45

SANTIAGO MELÉNDEZTRÁFICOS

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HOMBRE: ¡A ver si esto te ha refrescado lamemoria!

JOVEN: Yo…HOMBRE: Tú, ¿qué?JOVEN: Sólo había ido a tomar algo. Me

dijeron que había una fiesta. Meinvitaron y fui. Eso es todo, se lojuro.

HOMBRE: ¿Dónde ibais cuando osencontramos en la calle?

JOVEN: No sé…HOMBRE: ¿Cómo?JOVEN: Dijeron que ibamos a continuar la

fiesta.HOMBRE: ¿Dónde?JOVEN: No lo sé.HOMBRE: Chaval…me estás hinchando

mucho las pelotas ¿sabes? A ver side otra manera nos entendemosmejor…

JOVEN: Yo no…HOMBRE: ¡Tú, no qué! (El HOMBRE

pasea nervios, mientras el JOVEN,resignado, ni siquiera intenta zafarsede sus ataduras) ¿Qué hicisteis conel maletín?

JOVEN: No lo sé. Yo… no vi ningúnmaletín. O no me fijé. No sé…

HOMBRE: Mira hijo de la gran puta, tusamigos…

JOVEN: No son mis amigos.

HOMBRE: Pues, lo que sean ¡Me la suda¡Tus colegas tenían que entregarnosmucha pasta por un negocio quepactamos, ¿estás? (El muchachoasiente, asustado, con la cabeza.) Ymedia hora antes de la hora fijadapara encontrarnos en su puta casa,nos acercamos y os vemos salir delcoche. Nos ven y se van a todahostia ¿recuerdas? Es de cajón quequerían estafarnos, ¿no?... ¿o qué?¡Cara de mierda¡ ¿o qué?

JOVEN: Yo… no me acuerdo bien…íbamos muy ciegos. Paso todo muydeprisa. Me caí…

HOMBRE: No te caíste, imbécil. Yo te diun golpe en la cabeza y te metí en elcoche, mientras mi Compañerosalía a lo suyo, a toda leche, detrásde ellos. Y, ahora,…¿vas a contarmelo que sabes?

JOVEN: Pero yo…HOMBRE: ¡Pero tú nada! Escucha

mamón, yo, a las buenas, soy muycabrón, pero, a las malas, ni teimaginas cómo puedo llegar a ser…Se me está acabando la paciencia¿Entiendes eso?

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Teresa de la Cal, tinta china

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Personajes

ADRA Y ARES

ADRA: ¿Ahora qué?ARES: Nada, ahora nada, ahora silencio,

dolor, muerte, súplica, perdón,condena. La historia se repite, brincade un bando a otro, se equilibra labalanza, enemigos derrotados ovencidos.En la última derrota fui moneda decambio, un cambio que garantizarauna paz, que no era posible, de esamanera, con mi humillación y la delos míos, no es posible.Ahora, tú eres tú y yo me voy, retornopara no regresar, regreso, porquetengo una familia que no eres tú, puesno eres la madre de aquellos que sonmis hijos, pues tus hijos no losconsidero míos.Ahora me voy, te abandono, si asíquieres llamarlo, regreso a mi casa, ami real familia, al hogar de mi estirpe,de mis antepasados.Nunca he querido estar aquí, no fuemi deseo estar en tu regazo amarrado,la dicha nunca pertenece a losderrotados.¿Y mi amor? Preguntarás, ¿para quéha servido mi amor? Ha servido paraalimentar mi odio, día tras día, añotras año, no a ti, no a tus hijos, sino atodo lo que representas, a aquello quesimbolizas, ese odio que me hamantenido vivo, que me ha dadofuerzas para continuar. He sido lasimiente y tu amante, fuego y agua, hecalmado tu sed, sabiendo que tú nopodías saciar la mía.Fui arrancado de mi esposa y mishijos, por ser quien soy, aún en el casode no haberlo querido ser jamás, losoy, lo sé. Nacido de mi padre, de miestirpe, así, mis hijos son los hijosengendrados por un rey, no por unesclavo, yo soy su padre. Así tus hijosson tuyos, pero no míos. Puesto quefui empujado a tu lecho y se me obligó

a engendrarte. He sido moneda decambio, bálsamo de unas heridas queno habrían de cicatrizar.La humillación de mi pueblo ha sidola semilla, y esa semilla ha germinadocon mi liberación; he sido el rehén deesa humillación, yo rehén del dolor demis antepasados.En esta cárcel de oro, no lo negaré: hesido huésped y prisionero, príncipe yesclavo. He yacido contigo, no hayamor en el sexo, y si en algúnmomento de debilidad lo hubo,reniego de él.He cuidado de tus hijos como el mejorde tus siervos, no como el mejor de lospadres, he fornicado contigo como elmejor de los amantes, no como elmejor de los esposos.¿Ahora qué? Preguntas, ahora vuelvoa casa. No quiero rehenes quealimenten el odio, un odio que nosconducirá inevitablemente aperpetuar una historia plagada decadáveres.En el silencio de mis noches, hesentido tu amor, he luchado por creerque tú no eras más que otra víctima,como yo, empujada a compartir sulecho con alguien que jamás leentregaría su amor, una pieza más enel profundo pozo que ha alimentadomis odios.No se satisface a un hombre con unamujer hermosa, con una perraenamorada, tu amor no justifica mismuertos, el amor no cura las heridas.Un hombre no ama cuando sucorazón está lejos del abrigo de suhogar, de su legítima esposa ylegítimos hijos.Quisiera no provocarte dolor, pero nopuedo evitarlo. Al decirte estaspalabras el dolor crece en tusentrañas, ese dolor que engendra laaversión más profunda, ese abismoque deja deudas que tarde o tempranohabrán de pagarse, o querrán sercobradas.El dolor es inevitable e inexcusable,

LUIS MERCHÁNRETORNO

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no he de justificar aquello que nonecesita justificación.Quedas aquí con tus muertos y tushijos, abandonada, sumergida en elcaldo de la locura, tus muertos no sonlos míos, al igual que los míos mepertenecen solamente a mí. No quieroaquello que es tuyo, que por sangre tepertenece, como debería pertenecer atus hijos.Aspirar a que no siembres en ellos elodio, el despecho, un ansiairrefrenable de venganza hacia mí esuna quimera, un imposible.Tienen derecho a vivir, luchar y morir.Tienes la obligación de transmitirlesese derecho.Este es el tiempo de regresar a casa, alhogar. No quiero regresar comovencedor, ni como vencido, pero he derecuperar mi honor y el de misantepasados, regreso como Ángelexterminador de las plagas que hanasolado mis tierras, mis riquezas, mihistoria. Vuelvo como padre y comohombre, como hombre que ha dederramar más sangre de la que ha deser derramada.

ADRA: ¿Qué sangre ha de derramarse?ARES: La que es necesaria. Aquella que en

su interior alimente la simiente delodio y de la venganza.

ADRA: Yo te amo.ARES: Ahora me amas, ¿Cuánto tardarás

en transformar ese amor en odio?¿Cuánto en envenenar la sangre de tushijos para limpiar la afrenta, a la queahora crees que te someto?

ADRA: No creo nada, me dejas sola conmis hijos y con mis muertos.

ARES: Lo creerás, no puedo mirar haciaotra parte, he de regresar como unhéroe, como un Rey que no tienepiedad con sus enemigos. Podría nodesear este destino, pero así estaescrito y así ha de ser cumplido.

ADRA: No te has ido, y comienzo a odiarte.ARES: Tu odio es mi odio.ADRA: ¿Previenes el futuro odio con mi

sangre?ARES: Y con la de tus hijos.

OSCURO

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Personajes

TITIRITEROMÚSICOMADREFERMÍNGENERALCHAVALGARCÍA HERNÁNDEZSALINAS

Texto del montaje en teatro de papel paraun músico y un titiritero.En el retablo se ve una casa pobre y unamujer. Salen el músico y el titiritero. Davueltas a la carraca.

TITIRITERO: ¡Atención, ciudadanos yciudadanas, que comienza! (Toca lacarraca.)

Prestad atención y conoceréis la verdaderahistoria de los héroes de Jaca. (Señalala postal.)

Han llegado las misiones pedagógicas deBartolomé Cossío, de Rafael Dieste,de Alejandro Casona.

Padres de la República (Toca la carraca.)Progenitores de las libertades (Toca la

carraca.)Ciudadanos y ciudadanas, comprueben

como sucedió (Toca la carraca.)Para sacar enseñanza provechosa. (Toca la

carraca). Empezamos en el Sur.(Acordes de guitarra.)MÚSICO: (Canta.) Republicana es la luna

Republicano es el solRepublicano es el aireRepublicano soy yo...

(Se mueve la MADRE.)MADRE: ¡Fermín, Fermín! Este hijo mío

dónde se habrá metido, siemprejugando a la guerra. ¡Ay la guerra!Maldita guerra. ¡Fermín, Fermín!(Entra el niño FERMÍN.) ¿Dóndeestabas, hijo?

FERMÍN: Jugando a la guerra.

MADRE: ¡Ay, la guerra, la guerra!.....FERMÍN: Madre, he oído a un hombre que

cantaba.: (canta)Republicana es la lunaRepublicano es el solRepublicano es el aireRepublicano soy yo...

¿Qué es la república?, madre .MADRE: ¿Ay, Fermín, cómo me gustaría

que viviera tu padre para explicarteeso...

FERMÍN: (Cariñoso, se acerca a su madre.)Madre...explícamelo tú. Venga, que túlo sabes...

MADRE: Mira hijo, la república es quehaya más libertad, y que no hayareyes ni marqueses y que todosseamos más iguales.

FERMÍN: (Se mueve.) Quiero ser soldadocomo fue papa y luchar, paradefender la república.

MADRE: ¡Calla hijo no sabes lo que dices!Ya tuve bastante con tu padre, que mevino muerto de Cuba.

(Se va FERMÍN, queda la MADRE.)TITIRITERO: Pero Fermín sí sabía lo que

decía. (El TITIRITERO se lleva elmuñeco de FERMÍN, queda laMADRE). Entró con once años en elcolegio para huérfanos de guerramilitares de Guadalajara. Y despuésen la Academia de Infantería deToledo. Y se hizo alférez.Y regresó a San Fernando de Cádizcon reluciente uniforme.

(Música militar, Himno de infantería.Coloca a FERMÍN, ya alférez con uniforme.)MADRE: ¡Qué guapo estás, hijo mío!FERMÍN: Madre me voy a África al otro

lado de ese mar, quiero hacer méritospara ser pronto capitán. (Pausa.) Teescribiré, te contaré todo lo que vea...

MADRE: Ten cuidado, hijo mío, tencuidado, ten cuidado...

(FERMÍN se acerca a besar a su madre.)FERMÍN: Adiós. Madre, ¡Salud!

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FRANCISCO PARICIOLA SUBLEVACIÓN DE JACA

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(Se va FERMÍN queda la MADRE. Música,una habanera.Cambio de decorado; aparece ahora el mar,la MADRE en la orilla, un barco atraviesahasta perderse en el horizonte. Se va la MADRE.Cambio de decorado se ve ahora África.Música árabe. Se coloca a FERMÍN.Toque militar “Ya viene el pájaro”...Apareceel GENERAL.)

GENERAL: (Cansado, indolente.) Así queusted es el alférez Fermín Galán.

FERMÍN: Si, mi general, a sus ordenes.GENERAL: Me han comunicado que anda

por ahí con los moros conviviendocon ellos y estudiando esa jergainmunda que hablan , y sus bárbarascostumbres.

FERMÍN: Señor, preparo un informe para...

GENERAL: ¡Cállese y escuche! Mire,teniente, esto es una “barbarie, unabarbarie organizada”, ¿comprende?No venga usted ahora, a darnoslecciones, jovencito, déjese estar detonterías. Esta guerra está perdida,debería dedicarse a pasar aquí eltiempo lo mejor que pueda... aescurrir el bulto, pero no... ustedquiere ascender rápido ¿Verdad? Poreso me ha solicitado el traslado a laLegión a primera línea. ¿Su padremurió a resultas de la guerra de Cuba,Verdad?...¿Sabe bien lo que hace?

FERMÍN: Sí, mi general.GENERAL: Esta misma mañana le he

firmado el traslado. Usted verá. Mevoy, me esperan en la cantina deoficiales. (Se va el Generalote.)

TITIRITERO: Fermín como Ramón J.Sender, estuvo en África peleando y seescandalizó de las barbaridades allícometidas por el ejército español.Estudió el árabe y realizó uncompleto informe para la sociedadafricanista, y fue herido en una piernaen combate.

(Se ve inclinarse y caer el muñeco.)y devuelto a la península, en Madriddurante la convalecencia entró enrelación con los círculos socialistas yanarquistas ,críticos con la dictadurade Primo de Rivera.

(Coloca el busto de Primo de Rivera.)Y participó en la conspiraciónllamada “La Sanjuanada” y fue porello encarcelado en Montjuic, porPrimo de Rivera. Que nunca quisoreconocer sus méritos militares.

(Música “A las barricadas”.)(Saca el fondo África; queda Fermín, se ve lacárcel de Montjuic, coloca una mesa.FERMÍN pasea. Sigue sonando “A lasbarricadas”.)FERMÍN: He de aprovechar este tiempo

para aprender, para escribir paratratar de sentar las bases de lo que hade ser una sociedad mejor, más justa,más libre, más igualitaria. Las cárceles tal como están no sirvenpara nada, debe considerarse a losdelincuentes, como enfermosmentales atrapados por sus instintos ytratar de sanarlos de rehabilitarlos.Los políticos... hay que decirles a lospolíticos que la política ya no es unarte sino una ciencia, que no esintuición sino conocimiento, que noes amoralismo sino moralidad, que noes despotismo, astucia y engaño sinoidentidad, sinceridad y franqueza...

TITIRITERO: En febrero de 1930, laamnistía general de Berenguer.

(Se lleva el busto de Primo de Rivera.)Lo saca de la cárcel, donde pasó casicuatro años, que aprovechó paraestudiar los movimientos sociales ypara escribir el libro: “NuevaCreación”. Se incorporó al ejército ,yfue destinado a la ciudad pirenaica deJaca.

(El músico toca una melodía pirenaica. ElTITIRITERO se lleva la mesa y el decorado

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de la cárcel, queda FERMÍN; se ve la ciudadde Jaca.)FERMÍN: ¡Qué hermoso, el cielo de esta

ciudad! ¡Que hermoso paisaje!(Canta.)El cielo está rojo, amarillo y morado. Republicana es la lunaRepublicano es el solRepublicano es el aireRepublicano soy yo.....

(Entra un CHAVAL.)CHAVAL: ¡Hola! ¿Y es militar?

(el CHAVAL mira de arriba-abajo almilitar.) Sí. Mi padre dice que losmilitares son todos unos perrosmonárquicos.

FERMÍN: ¡Vaya! ¿Cómo se llama tupadre?...

CHAVAL: ¿A usted qué le importamilitroncho? ¡Ja , ja, ja! (Se marchadeprisa.)

FERMÍN: ¡Eh, chaval! Ven.GARCÍA HERNÁNDEZ: (Entrando.) “El

Esquinazau”, su padre es AntonioBeltrán “el Esquinazau”, es unlibertario, está con nosotros.

FERMÍN: ¿Y usted quién es?.GARCÍA HERNÁNDEZ: Perdone, soy el

capitán García Hernández , usted esFermín Galán, supongo; he leído suslibros “la Barbarie Organizada” y“Nueva Creación” muy interesantes,aunque no estoy de acuerdo en todolo que dice. Lo estábamos esperando,nos han avisado desde Madrid delcomité revolucionario que llegabaesta tarde, Estoy con usted...

FERMÍN: ¿Y ese que viene por ahí?GARCÍA HERNÁNDEZ: Es el capitán

Salinas, está con nosotros.SALINAS: (Entrando.) Bueno, pues ya

estamos todos, usted es el famosoFermín Galán; me han dicho lossoldados que se ha hecho masón enMontjuic.

FERMÍN: ¿Qué importa eso ahora?¿Estamos por la república? ¿No?

GARCÍA HERNÁNDEZ: ¡Estamos!SALINAS: En la república cabemos todos;

católicos liberales de misa diariacomo el capitán García Hernández ymasones libertarios como FermínGalán.

GARCÍA HERNÁNDEZ: Y un socialistahijo del General Jefe del EstadoMayor de la Quinta Región militar ,como tú...(Ríen.)

FERMÍN: Efectivamente, en la repúblicacabemos todos, anarquistas, católicosmasones y republicanos. Bien. Comoya sabréis este pasado verano se haconstituido en San Sebastián, elGobierno Provisional de la república,están todos , Queipo de Llano, RamónFranco, Maciá, Maura, Alcalá Zamorae incluso Lerroux. Habrá unasublevación militar y una huelgageneral.

SALINAS: ¿Cuándo? FERMÍN: El doce de diciembre, bueno.

Algunos quieren retrasarlo, pero hade ser el 12, es lo más aconsejable,todavía no se han echado las nievesencima y los oficiales monárquicos,como es viernes, estarán ya en casade fin de semana. Los cogeremos porsorpresa.

SALINAS: Galán, compañero Fermín, Labatería de artillería de la ciudadelaestá contigo. (Se va.)

GARCÍA HERNÁNDEZ: El capitánSediles, muy querido en la ciudad yyo mismo también y un nutrido grupode jacetanos como el padre de esechaval que te ha llamado“militroncho”.¡Adiós! (Se va.)

(Queda FERMÍN Galán.)TITIRITERO: Azaña, del comité

revolucionario de Madrid decideenviar un emisario a Galán para queretrase el alzamiento. Envía a CasaresQuiroga , que llega a la una de lamadrugada del mismo día 12 dediciembre pero se va a dormir sin

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hablar con nadie. Dos horas mástarde a las 3:30 los capitanesdespiertan a los soldados de diversasguarniciones de Jaca y proclaman larepública. (Pausa.) Los civiles afines ala causa secundan la sublevación. Lossastres Julián Borderas y JuliánBiscós cosen la tricolor y la izan en elayuntamiento. El presidente delcírculo republicano es proclamadoalcalde.

(Saca el decorado de la ciudad. Se ve elayuntamiento con la bandera. Sigue FermínGalán en escena, Himno de Riego. FermínGalán redacta el siguiente bando. Saca unpapel y lee, queda la fachada con labandera.)

Bando. Como delegado del ComitéRevolucionario Nacional, a todos loshabitantes de la ciudad ydemarcación, Hago saber, Artículoúnico, todo aquel que se oponga depalabra o por escrito, que conspire ohaga armas contra la repúblicanaciente, será fusilado sin formaciónde causa, dado en jaca, 12 dediciembre de 1930, Fermín Galán, ¡Viva la república!

(Vuelve el Himno de Riego. Se saca eldecorado del ayuntamiento, se ve el campode Cillas, pasa una camioneta con labandera republicana. Aparece el pelotón desoldados que se mueve a ritmo de la músicadel Himno de Riego.)

Los batallones sublevados en Jacabajaron a Ayerbe se apoderaron de laciudad y proclamaron allí también larepública , después se dirigieron aHuesca.Confiaban que otras guarniciones sehubieran sublevado también, perofueron interceptados por las tropasgubernamentales en la ermita deCillas cerca de Ayerbe.

(Aparecen tanques por los dos lados. Se oyeel motor de un avión “kazú”.)

Ante la superioridad manifiesta de lasfuerzas ,gubernamentales decidieronrendirse.Fermín Galán dijo: “Que no disparensoldados contra soldados”

(Suena la Marcha Real. Saca el busto delrey.)

Los capitanes Galán y GarcíaHernández pudieron escapar aFrancia pero se entregaron dos díasdespués el domingo 14 de diciembre.Se hizo un juicio sumarísimo, queduró una hora y cuarenta minutos.Fermín Galán y García Hernándezson condenados a muerte.

(Coloca los dos bustos y el pelotón defusilamiento.)

Alfonso XIII no pudo hacer uso delderecho de clemencia pero no lo hizo;la sentencia se ejecuta a toda prisa enHuesca , a las tres de la tarde de esemismo domingo. El propio Fermín Galán, por ahorrarel mal trago al oficial de guardia dio laorden, al pelotón.

FERMÍN: ¡Carguen, apunten!...(Pausa.)¡Viva la república! ¡Fuego!

(Suenan disparos, Cae sangre de la frente delos dos capitanes.Se lleva el pelotón de fusilamiento.)

Aquella sangre derramada de “loshéroes de jaca” fructificaba justocuatro meses después, el 14 de abrilde 1931, en el que se proclamaba laSegunda República Española. En elayuntamiento de Jaca, volvió a ondearla bandera tricolor.

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(Vuelve a poner el ayuntamiento, quedan losbustos. Se lleva el busto del rey. Suena elHimno de Riego. Se despliega la banderarepublicana a lo largo del retablo. Quedanlos bustos.)

El presidente de la II Repúblicaespañola Don Niceto Alcala Zamoravisitó oficialmente la ciudad de Jacaen 1934.

(Canta romance.)

MÚSICO: (Canta.)Ya se sienten los disparospor las montañas de Jacaporque dicen que han matadoa los valientes de España.

(El TITIRETERO lee el nuevo bando.)Bando:Como titiriteros y músicos populares,en nombre de Fermín Galán y GarcíaHernández, a todos los habitantes deesta ciudad de Jaca y demarcación,hacemos saber, artículo único: Todo aquel que se oponga de palabrao por escrito, que conspire o hagaarmas contra la Republica naciente,sólo está retrasando temporalmente la fuerza imparable del progreso y delas libertades.Que al fin un día hallarán sunecesario e ineludible camino.

Dado en Jaca, el 12 de diciembre del 2005,75 aniversario de la II República Española.

¡VIVA LA REPÚBLICA!

Himno de Riego

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José Luis Cano, técnica mixta

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Personaje

ACTOR

(Un ACTOR vestido con un traje oscuro saleal centro del escenario.)

ACTOR: Me dicen que salga aquí. Quetengo no más de ocho minutospara contar lo que quiera contar.No sé, ellos sabrán. Me preguntoqué puedo decir, cómo puedoatrapar su atención, qué les puedoaportar, sugerir, informar. No lo séy el asunto empieza apreocuparme. Supongo quedebiera intentar ser divertido,entretenido, ameno, jocoso,jacarandoso, risueño. No me sale.No sé, tal vez esté deprimido. Talvez pudiera ser impactante,polémico, agresivo, subversivo,perverso, chocante. Tal vez estasegunda posibilidad sea más fácil,o menos. Tal vez tenga un mayorsentido, o menos. Tengo quepensarlo, no sé.

(El ACTOR saca una cajetilla de cigarrillos.Se enciende uno.)

Comenzaré utilizando uno de mispocos privilegios. Me fumaré uncigarro. Esto por lo menos habrálevantado ciertas sensaciones entreel respetable. Algún grado deincomodidad. Los fumadoressentirán un inevitable impulsoimitativo. Pero no pueden. Los nofumadores (los que no han fumadonunca y los que recientemente handejado de hacerlo presionados porla última vuelta de tuerca de esteestado policial) querrían subir aquíy acabar de inmediato con estasituación. Seguramente estaránpensando si la ley me lo permite osi se habrán pedido los permisoscorrespondientes al Ministerio deSanidad y Consumo. De momento

lo único que se consume es micigarro. Y su tiempo, claro. Y elmío. Es muy probable que hayaentre ustedes liberal-progresistas yanarco-conservadores, fumadoreso no, que apoyen mi gesto, que loconsideren un interesante acto derebeldía. Otros de ustedes seestarán diciendo “pues vaya” o“menuda memez”, se sentiránaburridos, decepcionados, y seestarán preguntando qué hacenahí, sentados en esa butaca.Llegados aquí me pregunto sidebiera preocuparme por lo queustedes puedan pensar o sentir. Medirán que sí. Que esa debiera ser mipreocupación básica. Es posible.Es probable que ustedesconsideren que el teatro siguesiendo un sistema decomunicación social, un mediopara trasmitir experiencia,reflexión, un cierto orden de lascosas. Absurdo. Quiero decir quedesde el teatro del absurdo esto nosiempre es así. Absurdo. En fin.Creo que ya está bien de tantocigarrillo.

(El ACTOR apaga el cigarro pisándolo sobrela escena.)

¿Y ahora qué? Puedo volver alprincipio o puedo intentarseducirles. Seducirles, sí.Explicarles, por ejemplo, quién soyyo. Contarles mi historia. ¿Quéimporta que mienta o que no? Algotierno, humano. Puedo intentarque ustedes se solidaricenconmigo, se sientan implicados enmi dolor o en mi risa. Pero a estasalturas me siento incapaz deconstruir un personaje, de creermeun personaje. Me da pereza, no sé,me parece una pamplina, unapamema. Nótese que de vez encuando introduzco algún términoen desuso. ¿Hace cuánto que no

ALFONSO PLOULOGO MONO

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han oído ustedes la palabrapamema? “Pamema pa memos”.Pamema: producto del cruce entrepamplina con memo; según eldiccionario del uso del español dedoña María Moliner. Nunca teacostarás sin haber aprendido algonuevo. A estas alturas seguramenteestarán pensando que miintervención caminainexorablemente por las lindes delejercicio filológico-literario. ¡Quéhorror!, se dirán, otro plastaposmoderno con esas tonterías dela deconstrucción del arte y eldiscurso minimalista. Y tienenrazón, a estas alturas comovanguardia está algo más quetrasnochada. Habrá que hacer algo.

(El ACTOR saca una pistola. Abre sucargador y lo va llenando de balas.)

Inquietante. Sacas un arma y pormucho que estemos en unarepresentación teatral la cosa nodeja de ser inquietante. “¿Será deverdad una pistola de fogueo?”“¿No habrá cambiado las balas aúltima hora?” “Igual está loco.”“Las armas las carga el diablo.”Además se trata de eso. Debocrearles la inquietud, introducir unelemento dramático para que suatención no decaiga.

(El ACTOR apunta a la concurrencia.Bueno, apunta al público, sea esteconcurrido o no.)

Éste es el poder de las locuras delteatro. Éste es hoy en día suverdadero territorio. ¿Saben cuálha sido el último éxito en la escenamundial? No, no ha sido “LaCelestina” ni “Cabaret”, no ha sidoShakespeare ni Calderón, no hasido ningún musical, ahora tan enboga, ni ningún comicastrodiciendo sandeces en un escenariocomo las que digo yo. El últimoéxito escénico de índole planetariofue lo que sucedió en Moscú. Se

acuerdan, ¿verdad? Un comandochechenio irrumpiendo en el TeatroDubrovka. Esos hombres y mujeresvestidos de negro o deparamilitares con metralletas ensus manos y chalecos-bombaalrededor de sus cuerpos.¿Recuerdan? Imagínense queustedes ahora son ese público,porque ustedes son siempre esepúblico. Vivimos en un estado delas cosas en las que la cultura delmiedo ha triunfado. Siempresomos víctimas potenciales de algo:de un atraco, de una violación, deun atentado, de una detenciónalegal, de la última pandemia apunto de llegar, sea ésta la gripeaviar o la ejecución de la hipoteca.Podemos pues ser también víctimasdel teatro, morir en aras del arte,ser un mártir por la causa. El teatroos necesita. El teatro necesitaespectadores muertos, o más bienespectadores vivos que se dejenmatar. Porque, parafraseando alpoeta, el teatro debe ser un armacargada de futuro.

(El ACTOR deja de apuntar al respetable orespetable no tanto.)

Les parece que digo sandeces, lesparece que me he vuelto loco. Esposible. Pero mi tiempo se haconsumido, igual que el cigarro,igual que se consume el suyo.Demos pues paso al desenlace. Unúltimo acto de locura reclamandola irracionalidad como sustratoúltimo del verdadero arte. Así puescumplamos con el mito, con el rito,con la fiesta dionisíaca. Vivamos elmartirio o aproximémonos a él.Aceptemos esta imagen ypreguntémonos el porqué.

(El ACTOR se lleva la pistola a la sien. Sehace el oscuro. Se oye un sonoro disparoque no puede ser un efecto de sonido sinoque debe salir desde la pistola.)

FIN

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Mariano Castillo, grabado

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Javier Serrate, óleo

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El escenario se ilumina: luz blanca, intensa,aséptica.En escena, cuatro sillas alineadashorizontalmente frente al público.Tras ellas, cuatro personajes –uno porasiento- mirando al fondo, dando la espaldaa los espectadores. Visten la misma ropa:una especie de mono blanco.

TODOS: (Hablan bajo, susurran… Vansubiendo, poco a poco, el tono de voz.Sermonean una misma frase quetodavía no se entiende. Pero se empiezaa intuir que todos dicen lo mismo: enun tiempo y en un orden diferente…)

TODOS: (Finalmente, el tono sube, y, comosi estuvieran concluyendo una largaintervención, todos dicen al mismotiempo la frase final.)

TODOS: (A la vez.) “… el futuro está en uncharco…Pero ya sabemos nadar.Porque, o lo coges ahora o te pasarápor encima.”

(Saludan reverencialmente, todos al mismotiempo, y siempre mirando hacia el fondo.Finalmente, se giran y se sientan. Cada cualen su silla. Se relajan. Han dejado de actuar.Ya no es necesario que se muevancoordinadamente, han recuperado suintimidad, su independencia. Silencio. Trasla pausa, hablan pero no se miran entre sí.Permanecen con la vista perdida, fija enalgún punto imaginario al fondo de la sala..)

(Suena un timbre: intenso, grave.)

TODOS: (A modo de saludo, rutinario,mecánico.)

1- Futuro…2- ¡Futuro!3- ¿Y el futuro?4- Futuro.5-(Pausa. El timbre deja de sonar.)

1- ¿Será por el timbre que no suena quetodo el mundo sabe que vamos acomenzar?

2- O por el tintineo de ilusión que suenasubiendo las escaleras.

¿Ilusión?Son las llaves.Será.3- Si…el aula es luminosa la clase es bonita la lección interesa. El aula, la clase, la lección Luminosa, bonita, interesa.Es, es, es…4-Son.Son cinco horas y media, día Muchos días y muchas medias (horas).Meses, meses… y años, tres.Bueno, y malo,En total 2.700 horas.

TODOS: Son.

(Pausa. Suena un teléfono móvil. Loscuatro, cada cual con el suyo, se ponen alhabla.)

2- Si… Me dicen que en Madrid uno comoyo es fontanero antes que yo (o más).

3-¿Es?1-Será…4- Son.1-¿Pero si dicen que no tienen, playa?3- ¡Hundido!2-Será.4-Son.3-Pero tienen título. (Cuelga y recoge el

móvil.)2- Futuro… (Cuelga y recoge el móvil.)4-¡Futuro! (Cuelga y recoge el móvil.)1- Futuro. (Cuelga y recoge el móvil.)

(Pausa.)

TODOS: (Al mismo tiempo. Abren lacremallera de su mono, sacan unperiódico cada uno y lo despliegan a laaltura de sus ojos ocultando el rostro ala visual del espectador.)

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BENITO DE RAMÓNLO QUE PUDO SER... Y NO FUE

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(Leen muy rápidamente.)

1- “… hoy en día, frente a la indefiniciónvocacional de fondo, la inmensamayoría del alumnado, a la hora deelegir, se decanta por las opcioneslectivas que le garantizan un títulooficial frente a las que no. Máximecuando se trata de estudios que, comolos nuestros, no cuentan todavía conuna trayectoria ni una valoraciónsocial suficiente como paradefenderse por sí mismos frente a lasopciones tradicionales.”

2- Hum… a ver… oficialización…homologación…

(Continúa pasando y pasando hojas.)...Hum… Hum…

3- “… título uno capítulo segundo artículocatorce: los españoles son iguales antela ley,

sin que pueda prevalecer discriminaciónalguna por razón de nacimiento, raza,sexo, religión, opinión o cualquierotra circunstancia personal o social.”

4- (Pasando y pasando hojas.)… Hum… Es.Hum…

2- “… artículo veintisiete punto cinco: lospoderes públicos garantizan elderecho de todos a la educación,mediante una programación generalde la enseñanza, con participaciónefectiva de todos los sectoresafectados y la creación de centrosdocentes.”

1- (Pasando y pasando hojas.)… Hum… Es.Hum…

5- “… pues pensamos que el nivel deexigencia que recabamos de nuestrosalumnos –la asistencia obligatoriatodas las tardes, durante tres cursos,hasta completar sus 2.700 horaslectivas- no se corresponde con elvalor de la certificación quefinalmente se les expide, carente dereconocimiento oficial. Lo cual,además, les sitúa en condición dedesigualdad en el mercado laboralfrente a otros que, con unapreparación similar o inferior, sí que

pueden presentar un títulohomologado.”

(Concluye y se pone a pasar y pasarhojas.)… Hum… Son. Hum…

TODOS: (Uno tras otro hacen y dicen lomismo: gritan mientras tiran elperiódico por encima de sus cabezas,hacia atrás.)

2- … ¡Es!4- … ¡Es!1- … ¡Es!3- … ¡Es!

(Pausa.)

1- ¿Futuro…?2- ¿O será porque allí, más allá de las 2.700

tienen eso, título?3- ¿Será por el tintineo de aquí, después de

las 2.700 que tendremos aquello,futuro?

4- ¿Futuro?3- … Y yo qué sé … ¿Lo más difícil?2- Asimilar que el teatro no tiene futuro.1- ¿Y lo más importante?3- … Y yo qué sé …

Saber que el futuro tampoco tieneteatro.

1- Ni tintineos…2- Ni ilusión…3- Ni timbres…4- Ni luminosas…2- Ni clases…3- Ni bonitas…1- Ni aulas…4- Ni interesantes…

TODOS: (Con aires de resignación.)... Nilecciones… (Pausa. Gritando,incorporándose todos a la vez.)¡Títulos sí, hijo mío!

(Uno tras otro, mientras hablan, se vuelvena sentar.)

3- Aunque pierdas el tiempo…2- A pesar de que…1- Aun a riesgo de…4- Sin que te reporte… (apenas.)

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TODOS: (Al unísono.)Y sin embargo, sí.Un título, sí.Un futuro.Sí.

2- Porque, vamos a ver…(o mejor dicho, a no ver…)4- Será.1- Porque… ¿dónde has visto tú a Hamlet?3- Es.1- Y… sin embargo, Madrid está en el

mapa.2- Son.3- Y con títulos.4- Será.

(Suena un timbre: intenso, agudo.)

TODOS: (Aludiendo al timbre.) El futuro,claro.

(Se van levantando mientras hablan: poco apoco.)

3- ¿Será por el timbre que suena que todoel mundo sabe que no vamos acomenzar?

1- ¿O por el tintineo de desilusión quesuena bajando las escaleras?

2- Será.3- Es.

TODOS: (Ya incorporados, frente alpúblico.) Sois.

(Saludan al público, inclinando la cabezatodos al mismo tiempo. Una sola vez. Yvan saliendo por un lateral, repitiendo lomismo una y otra vez; en voz cada vez másbaja, hasta desaparecer.)

(Con tono de despedida.)

1- Futuro…2- ¡Futuro!3- ¿Y el futuro?4- Futuro.

(El timbre deja de sonar: secamente. Silencio.)

OSCURO

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Miguel Ángel Brito, óleo

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(La MUJER canta.)

MUJER: Gnien nangun gnien Gnien nangun gnien Nangat’n wuas’n dwa Oo, oo, oo... Gnien nangun gnien Oo, oo, oo...

1.-(Europa. Polideportivo. La Mujer, inmóvil,temblorosa, envuelta en la manta, mira alVoluntario con los ojos muy abiertos.)

VOLUNTARIO: ¿Qué canción es ésa queestabas cantando? (Silencio.) ¿Hablasespañol? (Silencio.) ¿Desde dóndevienes? (Silencio.) No tengas miedo.Ya estás a salvo. No te va a pasar nada.(Silencio.) ¿Conocías a los que veníancontigo? ¿Alguno es de tu familia? ¿Tumarido? (Silencio.) ¿Está entre los quese ahogaron? (Silencio.) Ten, tómateesto. (La MUJER abre aún más losojos.) Tómatelo, está bueno. Yo voy aver cómo están los demás, ¿vale?Tranquila. En seguida viene unadoctora. Todo va a ir bien. (ElVOLUNTARIO sale. La MUJERobserva la taza. Duda. Derrama sucontenido en el suelo. Murmura sucanción.)

IV.- (África. En la orilla.) HOMBRE: Mil. MUJER: Quinientos. Me dijeron

quinientos.HOMBRE: Nadie me habló de un niño.MUJER: ¿Un niño? HOMBRE: El niño paga como cualquier

otro.MUJER: El niño aún no ha nacido. HOMBRE: ¿Cómo sé que no parirás

durante el viaje? No llevo a preñadas.Siempre dan problemas. Esto es unaexcepción. Si quieres cruzar tienesque pagar mil.

MUJER: Es demasiado. HOMBRE: Todos pagan lo mismo. MUJER: No tengo mil euros.

HOMBRE: Donde vas ganarás más de milen un mes. Y en una noche si quieres.Y muy fácil. (Ríe.)

MUJER: No soy de esas. HOMBRE: Allá tú. Si no pagas, tu sitio es

para otra. Hay cientos como túesperando a cruzar. Decídete.(Silencio. La MUJER le da el dinero.)No pongas esa cara. Tu hijo seráeuropeo. Eso vale mucho más de mileuros.

2.-(Europa. Ecógrafo del Hospital. La Mujer, encamisón, acostada, con una vía de suero enel brazo.)GINECÓLOGA: Mira, aquí tiene las

piernitas. ¿Las ves? Y aquí... bueno,está claro que es un niño. Eso seguro.Y bien hermoso. Ya está. Puedeslimpiarte. (Le da un rollo de papel.)Toma, límpiate con esto. Límpiate. Yaestá. Terminamos. (La MUJER la miracon sus enormes ojos. LaGINECÓLOGA eleva la voz, por esaextraña costumbre que tenemos degritar cuando el otro no habla nuestroidioma.) Está todo bien. El niño estábien. Bien de peso, de tamaño... Loúnico que tienes es que guardarreposo. Así, acostadita. Nada deecharte a navegar, ¿eh, cariño? Perotranquila que está todo bien. Ahoraestás de veintisiete semanas.Veintisiete. Nada, que no te enteras,¿no? La fecha probable del parto eseste día, ¿lo ves? (Marca un día en elalmanaque.) Este día, el niño nace.(La MUJER niega con la cabeza.)¿Pues no me dice que no? Lo que a tite parezca, rica. Te digo que este día esla fecha probable, a lo mejor seadelanta o se retrasa un poco, peropor el tamaño del feto... Y yo para quépierdo el tiempo explicándote nada, sino me vas a entender. ¿Los de asuntossociales ya hablaron contigo? (LaMUJER abre mucho los ojos.) Jesús,tranquila que tampoco te estoynombrando a la policía. (La MUJERabre aún más los ojos y niega con la

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ANTONIO TABARESNANA

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cabeza.) ¿No? ¿Seguro? A saber lo queme estás entendiendo. Ya preguntaréyo. Bueno... Quédate aquí que ahoravienen a subirte a planta. ¿Sí?

(La GINECÓLOGA sale. La MUJER selevanta, se arranca la vía del brazo. Saledescalza.)

(La Mujer canta.)MUJER: Gnien nangun gnien

Gnien nangun gnien Nangat’n wuas’n dwa Oo, oo, oo... Gnien nangun gnien Oo, oo, oo...

III.-(África. En la casa.)MADRE: Alá es grande. El mar se lo tragó

pero antes de irse dejó la tierrasembrada. Y tú quieres marcharte,criar a tu hijo sin padre y sin patria ydesafiar la voluntad de Alá.

MUJER: Mi hijo no nacerá aquí. (Entra el HERMANO. La MUJER seprecipita sobre él.) MUJER: ¿Qué te ha dicho? HERMANO: Mañana. Al atardecer. MUJER: ¿Cuánto? HERMANO: No hay luna y el mar está

calmo.MADRE: También estaba calmo aquel día. MUJER: Calla. ¿Cuánto?HERMANO: Entonces había luna llena. MUJER: ¿¿Cuánto??HERMANO: Quinientos. MUJER: ¿Quinientos? ¿Seguro? MADRE: Es mucho. Es mucho dinero. MUJER: Millones, estoy dispuesta a dar. Lo

que sea. Mi vida entera, si hace falta. HERMANO: Algún día yo también me voy

a marchar. En cuanto consiga eldinero.

MADRE: ¿Si todos se marchan qué será deesta tierra?

MUJER: El día que nuestros hijos nomueran, nadie se marchará. ¿Qué esesto? (La MADRE le da un trapoenvuelto. La MUJER lo abre.) Nonecesito tanto.

MADRE: Donde vas, si no es con dinero nopuedes llegar muy lejos.

MUJER: Gracias, madre. MADRE: Alá es grande. Cuando estés allí

busca la ayuda de los nuestroshermanos. Ellos no nos fallan. Estánpara ayudarnos. No son como losblancos, que se destruyen entre sí.

(La MUJER separa parte del dinero y se laentrega al HERMANO.)HERMANO: ¿Qué haces? MUJER: Toma. No tardes en venir.

3.-(Europa. Una puerta se abre. Asoma elNEGRO.)NEGRO: ¿Qué quieres? MUJER: Me dijeron que aquí podrían

ayudarme.NEGRO: ¿Tienes el paquete? MUJER: ¿El paquete...? NEGRO: ¿Lo tienes o no lo tienes? MUJER: No sé nada de ningún paquete. NEGRO: ¿Eres idiota? ¿Qué estás haciendo

aquí?MUJER: Me dieron esta dirección. Puedo

trabajar.NEGRO: ¡Pedazo de mierda! ¿Quieres que

nos trinquen a todos? ¿Eres idiota? MUJER: No entiendo. Me dijeron q... NEGRO: ¡Cállate o te doy de patadas en el

vientre! Como me entere de que lapolicía te tiene fichada, te vas aenterar. ¡Fuera, bola de mierda! ¡Sacatu culo apestoso de aquí!

(La MUJER canta.)MUJER: Gnien nangun gnien

Gnien nangun gnien Nangat’n wuas’n dwa Oo, oo, oo... Gnien nangun gnien Oo, oo, oo...

II.(África. Noche bajo la luna llena.)ESPOSO: Con este mar tan calmo,

cruzamos en dos noches. (La MUJERno responde. Lo mira de hito en hitocon sus ojos grandes.) Y una vez entierra, a correr. Lo principal es que noten encuentren. Y si te encuentran,que no sepan de dónde vienes.Mientras no sepan de dónde vienes no

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te pueden expulsar. Si no, te meten enun avión y te mandan de vuelta. Teechan algo en la bebida y te duermen.Y cuando despiertas estás otra vezaquí. Pero yo no me voy a dejarenvenenar. (La Mujer lo mira ensilencio.) Lo mejor es hacer como queno entiendes nada. No decirles ni unapalabra. Luego, cuando no saben quéhacer contigo, te dejan ir librementepor la calle. Con lo que voy a ganar allíen una semana, podemos vivir aquítodo el año. Eso sí. La policía, que nose acerque, porque entonces estásperdido. (Silencio.) Alá es grande.Nuestro hijo nacerá bajo una lunacomo ésta.

MUJER: No hables de los hijos. ESPOSO: ¿Por qué no? MUJER: Esta noche no. ESPOSO: Esta noche, mejor que cualquier

otra noche. (Se tumba sobre ella. Se besan.)

4.-(Europa. Una calle. Noche de luna llena. LaMujer, entre cartones. Una pareja detranseúntes. Ella le echa una moneda en unvaso de plástico.)ELLA: Mira. ÉL: ¿Qué haces? No la toques. ELLA: Está sangrando. ÉL: Que no. Eso es que se meó encima. ELLA: Te digo que es sangre. ÉL: ¿Y qué? No la toques. Sigue

caminando. Has como si nada. ELLA: ¿Qué? ¿La vamos a dejar ahí tirada? ÉL: ¿Tú ves que alguien más se haya

parado?ELLA: Pero... (Intenta tocarla.) ÉL: Quieta. A lo mejor está muerta. ELLA: (Se detiene asustada.) ¿Tú crees? ÉL: Yo qué sé. ELLA: Moverse no se mueve. ÉL: Seguro que lleva horas ahí. Venga,

vámonos. Si te quedas más tranquila,llamamos a la policía. (La Mujer abresus grandes ojos y observa asustada ala pareja de transeúntes, que dialogasin reparar en ella. Cuando ellos se

giran, adopta rápidamente la posiciónanterior, como si siguiera dormida o“muerta”.)

ELLA: En todo caso a una ambulancia. ÉL: Bueno, pues eso. Pero llamamos al

llegar a casa. ELLA: ¿Por qué no llamas desde el móvil? ÉL: ¿Qué dices? Si total es aquí mismo.

Además, me estoy quedando sinbatería. Venga, déjala ya. Vamos.

(Sale la pareja de transeúntes. La Mujerabre los ojos de nuevo. Compruebaque está sola. Comienza a canturreardébilmente. A duras penas se levanta.Una mancha oscura cubre su falda ala altura de la ingle. Echa a andar,dolorida, las manos en el vientre.Continúa canturreando.)

I.-(África. Casa. La Mujer, tumbada en lacama.)MADRE: Es Su voluntad. Alá es grande. ESPOSO: Alá es grande. MADRE: Aún eres joven. ESPOSO: Tiene razón. MADRE: Volverás a quedarte embarazada. ESPOSO: Escúchala. Tu madre habla con

sabiduría.MADRE: Tendrás muchos niños. Les

cantaremos juntas la canción de cunade nuestra familia. La que mi abuelaenseñó a mi madre y mi madre meenseñó a mí. La que yo te cantabacuando eras niña. ¿No te acuerdas?(Canta.)Gnien nangun gnien Gnien nangun gnien Nangat’n wuas’n dwa Oo, oo, oo... Gnien nangun gnien Oo, oo, oo...

ESPOSO: ¿No dices nada? MUJER: Si viviéramos en Europa, mi hijo

no habría nacido muerto. (La Madre continúa cantando. La Mujer se

gira de lado sobre la cama, cierra losojos y canta en voz baja.)

OSCURO.

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