klossowski, pierre - el monstruo. acephale

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  • 7/27/2019 Klossowski, Pierre - El Monstruo. Acephale

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    (26)ELMONSTRUO

    Nos aproximamos a la pequea llanura seca y abrasada en donde se percibe este fenmeno. ELterreno que la rodea es arenoso, rstico y est repleto de piedras: a medida que avanzamos,sentimos un calor excesivo y respiramos el olor del cobre y del carbn mineral que exhala el

    volcn: entrevimos por fin la llama que una ligera lluvia desencadenada fortuitamente convirti

    en ms ardiente. Este fuego pede tener treinta o cuarenta pies de circunferencia: si se cava latierra de los alrededores, el fuego se aviva inmediatamente bajo el instrumento que la desgarra

    Sade, Juliette

    Le ser enviado una instruccin al seor Lenormand, comerciante de maderas para rogarle quevenga l mismo, acompaado de una carreta, a buscar mi cuerpo, para que sea transportado albosque de mi tierra de Malmaison donde quiero que sea colocado, sin ninguna ceremonia, en elprimer bosquecillo espeso que se encuentra a la derecha del mencionado bosque Mi fosa serabierta en ese bosquecillo por el granjero de Malmaison bajo la inspeccin del seor Lenormand,que no abandonar mi cuerpo ms que despus de haberlo depositado en dicha fosa Una vezque est cubierto se sembrarn all bellotas a fin de que ms tarde, cuando el terreno de (27)la fosase recubra y el bosquecillo se reconstituya, las trazas de mi tumba desaparezcan de la superficiede la tierra, del mismo modo en que me jacto de que mi memoria se borrar del espritu de los

    hombres. Marqus de Sade, Testamento

    Los diferentes modos de espera destructiva de presente se traducen, en Sade, enoperaciones mentales que presiden diferentes prcticas de desbordeexperimental. Cuando la felicidad consiste no en el disfrute sino en el deseo dequebrar los frenos que se oponen al deseo, no es en la presencia sino en laespera de los objetos ausentes que disfrutaremos de esos objetos es decir, quedisfrutaremos de esos objetos destruyendo su presencia real (asesinatosorgisticos)-, o si nos decepcionan y parecen negarse a la presencia en suresistencia a lo que les querramos hacer padecer los maltrataremos paraconvertirlos a la vez en presentes y destruidos (lo que se expresa, por ejemplo,

    en el sadismo moral mediante el sacrilegio dirigido al Dios ausente). En algunospersonajes de Sade la decepcin en la espera termina convirtindose en unaficcin ergena: el objeto no decepciona, pero se lo trata como si decepcionara.Sin embargo, uno de esos personajes, demasiado favorecido, confiesa que, dadoque no tiene ms que desear para tener, su disfrute nunca est motivado por losobjetos que lo rodean, sino por aquellos que no estn. Es posible cometercrmenes tal como los concebimos y como dice usted; en cuanto a m, confiesoque mi imaginacin siempre se pos sobre aquello que est ms all de mismedios, conceb mil veces ms que lo que hice, y siempre me quej de lanaturaleza, que dndome el deseo de ultrajarla, me sustraa siempre losmedios.

    Una vez ms, aqu la Naturaleza es vivida como una presencia provocadorade la espera, una presencia que se sustraera de la espera agresiva: la concienciasadista*se ve frente a la propia eternidad (28)de la que haba renegado y que ya nopuede reconocer bajo los trazos de la astuta Naturaleza: por una parte, mantenidaen las funciones orgnicas del individuo, experimenta los lmites de suagresividad; por la otra, en los movimientos de la imaginacin, tiene la sensacin

    * Sadiste en el original. Se tradujo el neologismo para respetar la intencin del autor, puesto que en

    francs existe, como en espaol, el trmino sadique (sdica). [N. de la T.]

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    del infinito; pero en lugar de encontrar su condicin eterna y sentirse en launidad universal, no percibe all como en un espejo ms que el infinito reflejo delas diversas y mltiples posibilidades perdidas de su individuo. El ultraje a infligira la Naturaleza sera dejar de ser individuo para totalizar inmediata ysimultneamente todo l que contiene la Naturaleza: sera alcanzar una pseudo-

    eternidad, una existencia temporal, la de la polimorfismo perversa. Al haberrenegado de la inmortalidad del alma, los personajes de Sade postulan encontrapartida su candidatura a la monstruosidad integral, y niegan as laelaboracin temporal de su propio yo; su espera los vuelve a colocarparadjicamente en el estado de posesin de todas las posibilidades de desarrolloen potencia, estado que se traduce en su sentimiento de poder incondicionado. Laimaginacin ertica que se desarrolla a medida que se forma el individuo, alcontrabalancear sea una perversin, sea el instinto de propagacin, y que elige losmomentos de soledad y de espera del individuo para invadir su yo momentos enlos que el mundo y los seres estn ausentes-, correspondera as a una tentativainconsciente de recuperar todo lo posible convertido en imposible por el hecho dela toma de conciencia del yo- al haber permitido esta formacin la realizacin delotro yo-; correspondera, por lo tanto, a una actividad de la agresividad, endetrimento de la realidad exterior, que tiene como objeto volver a encontrar suintegridad original. Sin embargo, en el individuo vivo en espera permanente, laimaginacin parece todava un esfuerzo para escapar del objeto que l espera,para volver a la condicin a-temporal en donde la posesin de todo lo posibleexcluira la posibilidad de la experiencia de la prdida. Por boca de sus personajesSade mismo confiesa: Yo inventaba horrores y los ejecutaba a sangre fra, enestado de no negarme a nada; por ms dispendiosos que fueran mis proyectos dedesborde, los abor(29)daba al instante. En efecto, el solitario, el prisionero Sade,privado de todo medio de accin, dispone a fin de cuentas del mismo podero queel hroe omnipotente con el que suea: el poder incondicional que no conoce ms

    resistencia, que no conoce ms obstculos ni fuera ni dentro de s mismo, que notiene ms que la sensacin de su derramamiento ciego. Los abordaba alinstante. Apuro que no alcanza sin embargo, y en lo ms ntimo, para agotar elmovimiento de esa suerte de inconsistencia, de azote del alma y patrimoniodemasiado funesto de nuestra triste humanidad. As el alma, aspirando a laliberacin, es presa de una esperanza contradictoria; espera escapar de ladolorosa experiencia de la prdida negando al objeto su presencia, mientras queen el mismo instante muere de deseo de ver al objeto, reintegrado en el presente,quebrar en ella el movimiento del tiempo destructor.*

    PIERRE KLOSSOWSKI. Acphale, 2005, Caja negra editora. Traduccin: MargaritaMartnez.

    * En rojo estn los nmeros de pgina del original.

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