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  • Grabado en piedra LAS MUJERES DE SENDERO LUMINOSO

  • Grabado en piedraLAS MUJERES DE SENDERO

    LUMINOSO

    Robin Kirk

    INSTITUTO DE ESTUDIOS PERUANOS

  • COLECCION MINIMA 29 IEP ediciones

    Horacio Urteaga 694, Lima 11 Telf. 32-3070 / 24-4856 Fax [5114] 32-4981 Impreso en el Per 1ra. edicin, agosto 1993

    1,000 ejemplares ISBN 84-89303-25-8 ISSN 1019-4479

    Traduccin y correccin de estilo: Enrique Bossio Edicin y diseo: Gonzalo NietoDegregori KIRK, Robio Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso.-- Lima: IEP, 1993.--(Coleccin Mnima, 29)

    MUJERES/SENDERO LUMINOSO/VIOLENCIA POLITICA/PARTIDOS POLITICOS/ CARCELES/ GUZMAN, ABIMAEL/PERU/ AYACUCHO/ W 105.01.0l/M/29

  • AGRADECIMIENTOS Mucha gente me ayud a escribir estas pginas. Lo bueno se lo debo a ellos, y lomalo a mis propias fallas. Lamentablemente, debido al tema de este trabajo, temo que estn mejor servidos con el anonimato. Guardo gratos recuerdos de mi amistadcon Vera Lentz, incansable compaera de viaje y maestra; y quiero dedicarle unsaludo especial a Betty, quien una tarde encontr el coraje que necesitaba paracontarme su vida.

  • PREFACIO Cuando empec a escribir estas pginas en 1991, pocos reconocan o prestaban atencin a la presencia de mujeres en Sendero Luminoso. Aunquesu importancia se me revelaba simplemente del anlisis de recientes notas periodsticas sobre las acciones de la subversin, la participacin de las mujeres era para otros un fenmeno siempre subordinado - atradas con engaos por hombres, embaucadas por hombres, manipuladas por hombres. La imagen dominante era la de una mujer carente de visin poltica y usadacomo un instrumento por estos hombres violentos, psicpatas y sedientos desangre.

    Lo que encontr, sin embargo, es algo muy distinto. Las pginassiguientes representan mis esfuerzos por reconciliarme con lo que v. Estas mujeres estaban lejos de ser subordinadas, lejos de ser estpidas. De hecho, muchas eran bastante inteligentes, y haban pensado por mucho tiempo y en profundidad acerca de las consecuencias personales y polticas quesubyacan a su decisin de unirse a Sendero Luminoso. Con algunas de ellas tuve largas y complicadas discusiones polticas. Con otras, sent uninmediato horror al escucharles cantar los resabidos lemas de alabanza a lacarnicera, intolerancia y terror.

    En ningn momento fue este un tema fcil de comprender, mucho menos de escribir. Ms bien, fue a

    [9]

  • 10 R. Kirk menudo un asunto tremendamente triste. Cuando justamente estaba acabando una versin a ser publicada en una revista en California (USA),recib la noticia del asesinato de Mara Elena Moyano. A mi modo de ver,este encuentro trgico entre una mujer negra de gran determinacin,acribillada por otra igualmente dedicada, pero a la cnica tctica del crimenpoltico, debe ser recordado como un nadir en este prolongado conflicto.

    Por qu se produjo este encuentro? Qu, en la historia del Per, inclusoen la historia de las mujeres en Amrica Latina, lo hizo posible? Para m, elasunto es tan misterioso - y emocionalmente cargado - como otro encuentro, el del ltimo Inca, Atahualpa, con el conquistador espaol Francisco Pizarro.Cuando ambos estuvieron frente a frente, deben haberse sentido impresionados por sus diferencias fsicas. Uno de ellos enrojecido por el soly cubierto de vellos; el otro, con la piel oscura como la tierra y lisa como un huevo. Ellos se contemplaron a travs de la cultura, de hecho, una especie degrieta histrica.

    Pero Moyano y su an annima atacante no podan sorprenderse sino desus similitudes. Una y otra de piel oscura, ambas mujeres, las dos pobres.Vivan en la misma cultura, compartan la historia. Sin embargo, laexperiencia las hizo enemigas a muerte. Esa escena, la que muestra aMoyano en el momento en que su atacante rompe el cerco de mujeres que laprotegan en la fatal "pollada", no puede resumirse simplemente diciendo que la senderista estaba loca, o haba sido embaucada o engaada por unhombre. Tampoco el feminismo moderno tiene espacio para ello. Sac suarma y dispar contra la carne viva de Moyano. De hecho, el perfil de esta senderista es un alter ego, una fotografa en negativo de la mujer idealimaginada por las feministas actuales: independiente, decidida, quiz con undoble papel en la vida - madre de da, subversiva de noche.

    Es esto todo lo que el feminismo les ha dado -la

  • Prefacio 11 opcin entre matar o no a otra mujer en nombre de una utopa que ni siquierapueden describir? Fue esta misma mujer, u otra en quien ella confiaba, quien dej la dinamita que acab incluso con la apariencia de humanidad de esa valiente y honorable mujer. Yo no estoy afirmando que Sendero Luminosoconstituye una insurgencia feminista. No puede negarse que estn obe-deciendo a un varn, el ubicuo Presidente Gonzalo, la enorme ytodopoderosa espada del padre, parodia de simbologa flica que gua suspensamientos. Pero, al mismo tiempo, las feministas no pueden ignorar o re-chazar la existencia de estas mujeres, comprometidas con una causa que consideran satisface sus deseos de un mundo ms justo, que incluye igualdadpara todos.

    Comprendo la pasin de Moyano por la justicia, su compromiso con losideales de Villa El Salvador y su decisin de poner su propia vida en la lneade fuego en nombre de sus profundas creencias. Pero lo que me abruma, loque me subleva y me lleva a escribir estas pginas, es lo que movi a suatacante, lo que se apoder se ella y la forz a hacer tal cosa.

    Este ensayo est formado por estas frustraciones. No siento compasin por Sendero Luminoso. Como escritora y activista de derechos humanos,sigo criticando su sed de matanza, sus ideales totalitaristas. Pero criticar no basta. Si esta guerra va a cesar alguna vez, considero que los peruanos - y tambin los extranjeros a quienes "nos duele" el Per- deben tambin esforzarse por comprender cmo lleg a formarse Sendero Luminoso, sobre qu fundamentos, y sobre la fuerza de las convicciones de qu personas. Talcomprensin debe ir seguida de la accin, para corregir las injusticias de las cuales el senderismo se ha valido para provocar esta terrible batalla. Sin ello,cualquier victoria es insustancial.

    Octubre 1992

  • 12 R. Kirk

    Yerba salvaje, puro perfume Te suplico seguir mi camino Sers mi blsamo y mi tragedia, mi perfume y mi gloria Sers el amigo que florece sobre mi tumba All, deja que la montaa me cubra, deja que los cielos me respondan. En la piedra, todo quedar grabado.

    -Edith Lagos

  • LAS MUJERES DE SENDERO "Betty" tena 17 aos cuando huy de casa. Su madre la haba abandonadode muy pequea, y su padre haba muerto. Fue criada por una ta alcohlicaque la golpeaba. Pero, a diferencia de otros que escapan sin saber dnde irna parar, Betty tena un plan.

    Durante meses, algunos amigos le haban hablado de las guerrillas en lascercanas. Decan luchar contra la pobreza y para construir un gobierno delpueblo. Betty decidi unrseles, hacer algo - dice - contra la miseria y la injusticia.

    A los 27 aos, Betty probablemente an se ve como era en ese momento:joven, pero medida en sus palabras, racional. Su cabello negro apenas roza elcuello de su camiseta. Sus ojos rasgados y pmulos pronunciados le confieren una belleza frgil, casi oriental. Sin embargo, creo que no repararaen ella si me la cruzara por la calle.

    Estamos sentadas en el auto que he alquilado para llegar hasta aqu desdeHuamanga, la ciudad donde naci el Partido Comunista del Per-Sendero Luminoso. El nico lugar en el cual Betty se siente cmoda para contarme suvida como senderista es el asiento trasero del auto, con las ventanas cerradasy a salvo de odos extraos. Betty est en la hora de refrigerio en su empleo como auxiliar en una escuela. En lugar de comer, est hablando con esaespecie de ritmo fijo, in-

    [13]

  • 14 R.Kirk cesante, de quien describe imgenes que relampaguean en una pantalla de cine.

    Me cuenta que, el da sealado para la partida, enroll un par de pantalones, sus zapatillas y una camiseta, y los coloc al fondo de sumochila escolar. Ella y su mejor amiga hicieron a pie los cinco kilmetrosque las separaban del lugar de la cita. Betty recuerda que parecan dospalomillas que faltaban a la escuela para ir de picnic.

    "Nos habamos prometido no tener miedo", dice Betty. "Nos bamos decasa a luchar por una causa".

    Que los jvenes latinoamericanos se unan a grupos guerrilleros no esnovedad: es casi un rito de iniciacin, lo mismo que estudiar en unauniversidad radical antes de ingresar a trabajar a un prestigioso estudio deabogados. Pero ah comienza y termina lo que la militancia de Betty en Sendero Luminoso tiene en comn con estos ejemplos. Actualmente y entodo el mundo, no hay otro movimiento subversivo en el cual las mujeres jueguen un rol tan prominente.

    Segn autoridades penales peruanas, la tercera parte de los acusados de actos terroristas atribuidos a Sendero Luminoso son mujeres. Desde 1990,las investigaciones de inteligencia policial documentan la presencia de ocho mujeres entre los 19 miembros del clandestino Comit Central del Partido, as como la de dos integrantes femeninos en un Politbur compuesto porcinco miembros. De hecho, lo ms corriente es que sea una mujer laencargada de dar el tiro de gracia a los oficiales policiales y militaresatacados, por los especialmente entrenados escuadrones de aniquilamiento de Sendero Luminoso. El senderismo declara que el 40 por ciento de susmilitantes son mujeres.

    Betty dej a su ta una carta diciendo que jams regresara. "Mi familia es el pueblo", rezaba la carta. "Ya no pertenezco a esta familia. Cuando la gente pregunte, diles que un da me fui sin mirar atrs".

    Partir la hizo muy feliz, ms de lo que haba sido hasta entonces. Ella ysu amiga se echaron sobre los

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 15 hombros las mochilas, con sus secretos enrollados dentro. A la distancia, loscampesinos trabajaban a duras penas sus rocosas parcelas. Betty sinti comosi les gritara que la ayuda llegara pronto. Ella volvera. "Ese fue el principio", cuenta Betty, "de lo que pens que sera mi nuevavida".

    * * *

    Cuando el Che Guevara y su ejrcito de jvenes marcharon a la selvaboliviana en 1967, simbolizaban no slo una ideologa sino un estilo. Este era joven, atrevido, intelectual. Listo para el combate, pero a la vez sensible,incluso potico. Y era masculino. Ninguna mujer empac y anduvoafanosamente por el camino barroso. Se esperaba que las mujeres seenfrentaran al enemigo (en este caso, e! imperialismo capitalista) de la manera usual: consiguiendo la comida o quiz defendiendo el hogar, o empleando sus cuerpos para extraer secretos al enemigo. Pero, entrenar auna mujer en el arte de matar? Hasta los revolucionarios tienen tabes.

    En la mayora de las culturas, una mujer armada supone algo muy distinto al hombre en la misma condicin: es la emocin armada, la violenciaempujada ms all de las reglas de un combate formal. En el lugar de lamadre hay algo de otro mundo, de una naturaleza terrorfica. Las pocas mujeres que han liderado guerrillas insurgentes modernas son recordadas porsu salvajismo, o por su fatal belleza: por ejemplo, Fusako "Dama deMayhem" Shigenobu, del minsculo Ejrcito Rojo japons, y Ulrike Meinhof, cofundadora de la faccin Ejrcito Rojo de Alemania Occidental(mejor conocido como la Banda Baader-Meinhof), y quien termin sucarrera ahorcada con una toalla en su celda en Stammheim. Cuando lossandinistas enviaron a Nora Astorga a una habitacin de hotel para seducir al general Somoza, no era su pericia con una arma automtica lo que apreciaban de ella, sino su delicada be

  • 16 R. Kirk lleza, que nubl los sentidos del general el tiempo suficiente para queafinasen su puntera los francotiradores instalados tras las cortinas de lahabitacin. Aunque constituan aproximadamente el 30 por ciento delejrcito sandinista antes de la victoria, las mujeres fueron desmovilizadaspoco despus de conseguida esta. Violeta Chamorro fue la nica mujernominada para la Junta de los Once. Renunci seis meses despus, pormotivos de salud.

    Mao Ts Tung dijo una vez que el xito de la revolucin depende de lasmujeres; sin embargo, slo treinta participaron en la Gran Marcha y lamayora, como Jiang Qing, eran esposas de jefes del Ejrcito Rojo. Con todo,la proporcin entre hombres y mujeres nunca sobrepas la razn de 18 a una.Algunos historiadores creen que el Comit Central slo permiti a Maodesposar a Jiang Qing luego que ella prometi autoconfinarse a la vidadomstica por 20 aos. El final de la prohibicin coincidi con la RevolucinCultural, y con su nombramiento como la primera mujer integrante delPolitbur.

    Jiang Qing gobern como una emperatriz, destruyendo a los que una vezdudaron de ella y recompensando a los leales con riquezas y poder. Tras lamuerte de Mao y su cada, los detractores de Qing atribuyeron su crueldad alhecho de haber vivido tantos aos a la sombra de Mao. Pero ella mismarechaz cualquier insinuacin de histeria femenina. "Libertad: no hay palabraque resuene ms dulcemente que esta", escribi una vez. "Pero para lasmujeres es tan incompatible como lo son la nieve y el fuego. Ser mujer ylibre equivale a estar muerta... y yo quiero vivir".

    Tambin yo tengo mis opiniones al respecto. Mientras observo a Betty,me pregunto: cmo pudieron engaarla? No son las mujeres losuficientemente listas y despiertas como para descartar la guerra? Pienso enlas mujeres como forjadoras de la paz, como seres entregados a la crianza.Ciertamente, figuras polticas como Margaret Thatcher pueden hacer el juegode la

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 17 guerra. Pero, entregarse a lo que Sendero Luminoso llama su "mquina dematar"? Cuando planteo el tema mis amigas feministas me miran condesconfianza. Ellas creen que no es cierto que las mujeres se unan a Sendero Luminoso, una guerrilla embustera que sola aparentar ms poder del quetena. "Mujeres?", dicen. "Slo unas cuantas locas".

    Sin embargo, en las fotografas de los diarios no se las ve tan locas.Tienen la fisonoma slida y fuerte de las vendedoras del mercado, de las empleadas domsticas, de las ladronas. Usan blue jeans y chompas, y za-patillas para correr ms rpido. Llevan el cabello corto, sin adornos. Lucen como Betty.

    Es comn la idea de que slo mujeres locas se unen a Sendero. Para losdiarios, slo hay dos tipos de mujer senderista: la autmata asexuada, fracomo el metal de un instrumento blico; o la diosa de lujuria, una ninfmanasedienta de sangre. Abundan los comentarios sobre su crueldad, belleza yapetito sexual. Como las historias sobre "La Chata", quien en noviembre de1990 condujo una incursin de 50 senderistas a la hacienda de un prominente lder poltico limeo. Testigos afirman que La Chata oblig aldueo de la hacienda, Javier Puiggrs, a arrodillarse en el suelo para el "juicio popular" (eufemismo empleado por Sendero Luminoso para referirsea una ejecucin pblica). Aunque los trabajadores dicen que Puiggrs lostrataba bien, La Chata fue inconmovible como una roca con l. "La malayerba", iba diciendo la senderista, "debe ser arrancada desde la raz".

    Le dispar al pecho dos veces. Segn una nota periodstica, La Chata se arrodill ligeramente para propinarle el tiro de gracia en la nuca. Horas mstarde, ella misma era abaleada por la polica en la carretera. Con ella murieron otros dos hombres, a quienes la prensa sindic como sus amantes.

    El 24 de setiembre de 1992, luego que la polica presentara ante la prensaa la senderista Maritza Garrido-Lecca (hija de una acomodada familialimea,

  • 18 R. Kirk educada en los mejores colegios y universidades y reconocida bailarina y maestra de ballet, capturada en Lima con el fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmn), el diario "La Repblica" dedic varias prrafos a su nvea piel y al "ngulo del sol... que le daba cierto brillo a su cabello castao,ligeramente ondulado".

    Los siguientes "rasgos de personalidad" son tomados de un manual de entrenamiento de la polica acerca de las "mujeres subversivas" que data de1990:

    "Son ms determinadas y peligrosas que los hombres, tienen conductas absolutistas, y se consideran capaces de desempear cualquier misin,poseen la dicotoma de la debilidad y la dureza, son indulgentes,sumamente severas... explotan y manipulan al prjimo, son impulsivas yarriesgadas". A la polica le gusta mostrar a los "sospechosos de terrorismo" en

    conferencias de prensa. Quieren demostrar su capacidad para capturar a los delincuentes subversivos, a los terroristas, lucirlos, darles rdenes,controlados. Pero nadie hubiera credo que haba tantas mujeres.

    Cuando sus rostros aparecen en los noticieros nocturnos, la gente se pregunta: "Qu hacen all esas muchachas?". Sacuden la cabeza; se sorprenden ante este signo de mal agero, como un cometa o un chubasco enuna ciudad en la que jams llueve. Adnde va a parar el mundo? Es como sila naturaleza hubiera producido una criatura totalmente nueva: un corderocon dos cabezas, un nio con aletas en lugar de pies y manos. Las conferencias de prensa se vuelven tan frenticas como la ceremonia de la entrega del Oscar en Hollywood. Los reporteros gritan preguntas, quepolicas con chalecos antibalas responden sin abandonar su porte marcial. Los sospechosos son arrastrados hacia la luz de los reflectores. Se ha dado elcaso de inocentes que han sido expuestos ante cmaras y luego han

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 19 debido batallar por aos para limpiar sus nombres. Muchos de ellos, sinembargo, no son inocentes. Con su presencia, la mujer dice que algo andamal aqu. Es algo sobrecogedor, que confiere a Sendero Luminoso unextrao poder, fuera de este mundo. Algo ms all de toda comprensin.

    Yo tampoco llego a comprenderlo. Es difcil sostener la mirada de Betty.Mientras escucho su historia en este auto, caliente como un horno, hay algoque no quiero imaginar: a Betty esperando en la plaza, mientras suscompaeros arrastran a un hombre y lo colocan a sus pies para un "juiciopopular". Como La Chata, Betty tiene una grcil belleza. Como a Maritza, elsol infundira tonos rojizos en su cabello negro. Como ellas, Betty ha hechosu eleccin. Ella no es la espectadora pasiva, ni siquiera una ms de la banda,sino quien aprieta el gatillo mientras se inclina, como una penitente, paracolocar otra estrella en la bandera roja de la Guerra Popular.

    * * *

    Durante tres das, Betty y su amiga esperaron en la casa de uncampesino. Un hombre y una mujer vinieron a preguntarles si susintenciones eran serias. "Me volv an ms decidida", recuerda. "Estabahaciendo algo que yo saba era demasiado difcil para otros. Eso me hizosentir fuerte y madura".

    Los camaradas estaban conmocionados. Betty y su amiga eran las msjvenes que se haban unido jams a la unidad. Al comienzo, acampar eracomo un juego. Betty haba ido antes de paseo al campo, pero en el fondo desu corazn era una citadina, acostumbrada a la cercana de su plazuela y suiglesia con torres. Algunas veces deban subir y bajar empinadas quebradasdurante doce horas. Era extenuante. Betty fantaseaba con desmayarse al ladode las corrientes que cortaban el paso. Pero no lo hizo. Sus piernas sehicieron fuertes, sus pulmones tambin. De noche, el brillo de las

  • 20 R. Kirk estrellas era tan intenso que arrojaba su propia sombra.

    Estudiaba ms ahora de lo que haba estudiado jams en la escuela. En lugar de textos, copiaban citas de Marx, Lenin y Mao, y especialmente dellder de Sendero Luminoso, el Presidente Gonzalo, memorizadas por los camaradas con ms experiencia. Betty escriba - usando nicamente tinta roja - en los espacios libres de su cuaderno de lgebra de secundaria.Aprender significaba memorizar. Al principio, casi no abra la boca, enreverencia a los dems camaradas. Haba tantas cosas que aprender! Ellaperteneca a una unidad del Ejrcito Guerrillero Popular, EGP en la jerga de los camaradas. El ao 1980 marc el ILA -Inicio de la Lucha Armada. ElPartido -la entidad todopoderosa de la que la gente hablaba en tono reve-rente- estaba basada en MLM-PG: Marxismo, Leninismo, Maosmo y el Pensamiento Gonzalo. A veces, las lecciones parecan tan complejas comolas frmulas de lgebra sobre las cuales sus dedos volaban gilmente hasta llegar a las pginas rojas. Cul es el enemigo del pensamiento revolucionario? El revisionismo!; En qu etapa est el Per?, Dominacinsemifeudal, capitalista-burocrtica e imperialista, principalmente yanqui! Betty aprendi las etapas de la guerra de guerrillas, por qu deban destruirpara reconstruir. Las sesiones de crtica se producan casi todas las noches. Una vez, ella misma fue criticada por no hablar. Cmo poda convertirse enuna verdadera revolucionaria si nunca abra la boca? Pblicamente y enmedio de un gran llanto, se comprometi a cambiar. Los camaradas le palmearon la espalda. Betty sinti esas palmadas como si fueran productodel amor.

    El objetivo, le dijeron, era forjar verdaderos revolucionarios. Las Legiones de Hierro! Ella no deba ocultar nada - nada! - al Partido.

    Betty aprendi a apuntar con un arma y a limpiarla, cmo irrumpir enuna estacin policial y cmo tender

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 21 una emboscada. Ms importante que la habilidad, era el pensamiento - el Pensamiento Gonzalo. Incluso soaba con tener ante s a su gloriosoPresidente Gonzalo, con su enorme e imponente silueta ante un brillanteamanecer rojo. Pronto, Betty gritaba como los camaradas ms experimentados, con el puo apretado y el rostro henchido de amor. Amor al Partido, amor al pueblo, a los camaradas, a la victoria. El Presidente Gonzalohaba dicho que tomara 50 aos. Ella estaba lista! No haba diferencias porel hecho de ser una mujer. Ellas tambin eran revolucionarias - guerreras - , en busca de la justicia.

    Betty guardaba su cuaderno embutido dentro de la casaca. A veces, loscampesinos le daban obsequios, como un poncho de lana o un sombrero.Pero Betty viva segn la regla de oro: no tomar de casa de los campesinos ni el ms pequeo objeto, ni siquiera una aguja. Se alimentaba de la olla comn: papas, papas y ms papas. Ocasionalmente, haba sopa con quinua ouna cua de queso freso, hmedo y salado. El queso era un arma de doblefilo: delicioso, pero una fuente segura de diarrea. Slo en das especiales - el aniversario de la Revolucin Rusa, o el ILA- poda un campesino degollar un cerdo. No eran cerdos grandes y rosados como los del pueblo, sino unoscon la piel del lomo pegada a los huesos, alimentados con excrementos y ba-sura. Ese da, el desayuno consista en un humeante plato de las vsceras,saltadas ligeramente en aceite y cebolla. Ms tarde, haba una parrillada yguisado, toda una fiesta, regada con chicha.

    "La gente nos reciba bien, y les ensebamos sobre la lucha. Pensaba en mi otra vida, y me preguntaba por qu me haba tardado tanto".

    La habilidad de Betty con el idioma quechua la hizo indispensable.Cuando nia, lo haba aprendido. Los camaradas mayores tambin eran de Ayacucho, pero provenan de familias de clase media y no podan conversar con los campesinos con fluidez. Betty se convirti en la intrprete de la unidad. De noche, los cama

  • 22 R. Kirk radas llamaban a los pobladores a reuniones en el local comunal, en las cuales les hablaban sobre la Guerra Popular. Iban a matar a los ricos, a loscorruptos, a los adlteros, a los ladrones. Caeran sobre las ciudades, cuevas de corrupcin, y las destruiran con el fuego purificador de la revolucin.

    Betty haca de intrprete, dando a las palabras un timbre que poda serodo por todos. Tena una nueva vida. Escogi un nombre nuevo tambin:Rita. Ya no ms la avasallada Betty, la pobre Betty, la mansa Betty. Ella erala Camarada Rita, intrprete y senderista. Iba a cambiar el mundo.

    Slo despus, recordando esas noches y los rostros vueltos hacia ella,Betty se dio cuenta que era la nica entre los camaradas que no llevabapasamontaas. Era su acto de fe con el pueblo. "Cmo poda hablarles deestas cosas en quechua con el rostro cubierto?", me pregunta. "No mehubieran credo. Pero ahora, cunta gente me mirar pensando: 'Ella es, allva la Camarada Rita, la responsable de todo este sufrimiento'?".

    * * *

    Camino a mi encuentro con Betty, el hombre que conduce el auto, Csar,

    me cuenta su teora acerca de las mujeres de Sendero Luminoso. Csar tieneuna barriga de tonel y mejillas hinchadas por sus ocasionales borracherrasmaratnicas. Ha pasado toda su vida en Huamanga. Aunque es un hombreastuto, que promete ms de lo que puede cumplir, y muy dado a dejar caer enla conversacin nombres de personajes para presumir un poco, Csar meagrada. Conduce su oxidado Toyota rojo adonde sea preciso, y tiene una pa-ciencia sin lmites.

    Csar empieza contando que en cierto momento sola salir con Teresa"Techi" Durand, ahora integrante fugitiva del Comit Central de SenderoLuminoso. Cuando jvenes, l tocaba la batera en la banda "Happy Boys", y a ella le encantaba bailar. Me dice

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 23 que tena cabello castao, lacio, y un cuerpo delgado pero fuerte. La vivaz ybromista Techi, "palomillera", y llena de energa.

    El polvo del camino se estrella contra el parabrisas del auto. En elasiento trasero est el periodista ayacuchano que me ha prometidopresentarme a la mujer que resulta ser Betty. El periodista se ha contagiadocon tifoidea en un reciente viaje a la selva; est adormecido y tiene escalofros, a pesar del sol inclemente.

    Los Durand vivan en una casa situada justo a la salida del pueblo. La gente pensaba que a Techi y a su hermano mayor, Maximiliano, les iba asonrer el xito. Para Teresa, eso significaba conseguir un marido, tener hijos y quiz hasta un trabajo a medio tiempo. Maximiliano se convertira en abogado o ingeniero. Se mudara a una casa de estuco en Lima, con unjardinero y una criada trados de Ayacucho. Hara frecuentes viajes detrabajo a Miami, y quiz hasta a New York.

    En cierta manera, ambos llenaron esas expectativas. Maximiliano seconvirti en un experto en desarrollo de energa alternativa, mundialmentefamoso. Al ser arrestado en 1981, el escritor argentino Julio Cortzar firmuna solicitud para su libertad. Despus de ello, Durand fue a Francia y esahora considerado el embajador de Sendero Luminoso en Europa. Otrohermano, Jorge, dirigi el peridico de Sendero Luminoso, El Diario, hasta ser arrestado en 1992. Techi se cas con Osmn Morote, el segundo en lajerarqua de Sendero Luminoso. Actualmente, Osmn cumple una sentencia de 20 aos de prisin por una serie de atentados dinamiteros en el departamento de La Libertad. El y Techi tuvieron dos hijos, Elena y Eduardo.

    En ese punto, sin embargo, se separan los caminos de expectativas yrevolucin. Antes de deslizarse hacia el mundo de sombras habitado por losprincipales tideres de Sendero Luminoso, Techi entreg sus hijos acampesinos para que los criasen - su prueba revolucionaria - ; ms que una prueba, sin embargo, los campesinos consideraron a los nios una carga.Ubicaron

  • 24 R. Kirk a la madre de Techi y le devolvieron a las criaturas. Elena parece haberheredado las convicciones de sus padres, aunque dice no recordar a ningunode los dos. Como su madre, estudi Ciencias Sociales en la universidad. En abril de 1991 fue detenida en los alrededores de un centro comercial enLima, cuando intentaba colocar una bomba dirigida al entonces Vice-Pre-sidente de la Repblica, senador Mximo San Romn. Con sus 19 aos, fueenviada a la misma prisin donde se encontraba su padre, cumpliendo una pena de 20 aos. Su hermano le sigui los pasos poco despus. All,caminando por el pasadizo de cemento que conduce a los pabellones senderistas, los dos quiz vieran a su padre por primera vez desde que eranbebs, observndolos desde la ventana del venusterio.

    "La casa de los Morote era un punto de lo que yo llamo el Tringulo delas Bermudas", dice Csar. El Tringulo est formado por las casas quepertenecieron a las familias Durand, Cceres y Morote: muchos de los hijosde estas familias se unieron a Sendero Lummoso.

    "Aqu es donde ellos se perdieron", dice Csar sonriendo. "Es como un agujero negro".

    Csar no comprende por qu Techi se cas con Morote, "ese huevn", dice, "ese monje!". Mientras discutimos acerca de Osmn, llegamos al valle llano de Huamanga, donde las laderas de la montaa se vuelven empinadas y rocosas. No hay gente, ni animales, ni puestos al lado del camino. Recientemente, el rea ha sido escenario de persistentes choques entreunidades de Sendero Luminoso, el Ejrcito y los comits de defensa civil formados por el Ejrcito para combatir al senderismo. Mucha gente hahuido.

    Mi amigo periodista se levanta del asiento lo suficiente para sealarme el lugar verdoso, prximo al puente, que marca una de las pocas curvas cerradas de la ruta. Se le conoce como Ayahuarcuna, que en quechua significa "donde cuelgan a los muertos". All, soldados de la Marina arrestaban a los sospechosos de

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 25 ser senderistas, los ejecutaban y los dejaban para alimento de los huishqus, las aves de rapia.

    Segn Csar, Techi cometi un error al casarse con Morote. Lo quequiere decir es que probablemente ella an extraa al ex integrante de los Happy Boys. "Esos tipos seducen a las chicas", insiste Csar, sacudiendo la cabeza. "Las embaucan, quiz".

    Finalmente, llega a su teora. El cree que la historia de Techi es tpica:las mujeres de la sierra son de voluntad fuerte, guerreras. Ellas llevan la voz cantante. Como su propia mujer, tambin huamanguina, quien hace poco lodej. Como Techi, ella tena sus propias ideas sobre la vida; ideas queincluyen vivir en Lima no en un pueblo olvidado como Huamanga-, ir al ci-ne, salir a restaurantes, tener una vida nocturna. Se hart de tanta matanza,dice Csar. Y de sus borracheras. Quera establecer una bonita boutique y vivir un poco, para variar.

    Hasta en dos ocasiones Csar ha intentado subir el precio de susservicios, dice que para pagar las deudas de su mujer en Lima. Afirma que alguien - una ta, una prima - puede facilitarme una foto de la graduacin de Techi. A cambio de cierta cantidad de dinero, por supuesto.

    "Puede parecer que el hombre es el jefe de la familia", dice por fin, agitando su brazo a lo largo del tablero del auto para acoger el valle que seextiende abajo y a todas las mujeres invisibles que se imagina all,esperndolo. "Pero si lo piensas bien...! La mujer es la que manda enrealidad".

    Mucha gente me habla sobre las recias huamanguinas: como Mara Parado de Bellido, quien prefIri encarar al pelotn de fusilamiento antesque dar informacin a los espaoles durante la guerra de independencia; y las carniceras que rechazaron la introduccin del papel moneda a inicios de siglo, marchando por la Plaza de Armas con sus cuchillos recin afilados.

    Segn la historiadora Mara Rostworowski, una ver-

  • 26 R. Kirk sin del mito de creacin incaico afIrma que Mama Huaco condujo a sushermanos y hermanas a la conquista del valle del Cusco, que despus seconvertira en capital del imperio. Cuando los incas atacaron a los guallas que ocupaban el valle, Mama Huaco cogi a un soldado gualla, le arranclos pulmones con sus propias manos y los infl como si fueran globos rojos,espantando al ejrcito gualla. Algunos cronistas dicen que los incas vencieron a otro grupo, los chancas, al invocar a los pururauca, piedras mgicas que se transformaban en guerreros de ambos sexos. Estudiosasfeministas contemporneas sugieren que, antes de la conquista espaola, las mujeres del ande podan ser lideresas y guerreras al mismo tiempo que esposas y madres.

    Despus de la conquista, sin embargo, Espaa y los depositariosmilitantes de la moralidad catlica decretaron un nuevo orden social. Esteresult especialmente duro con las mujeres, consideradas menos humanasque su maridos. La ecuacin no poda haber sido ms directa. La leyespaola sostena que el testimonio de un espaol en la corte tena el mismovalor que el de dos indios, o que el de tres indias. Dado que a menudo lasmujeres supervisaban el culto de los dolos precolombinos que los espaoles buscaban destruir, estas fueron consideradas hechiceras y consortes deldemonio.

    Lejos de ser dcil, la poblacin indgena peruana mont muchoslevantamientos contra el poder espaol, entre los que destaca el de JosGabriel Condorcaqui, autotitulado Tpac Amaru Il, como el ltimo Inca muerto a manos de los espaoles. Aunque de corta duracin - slo unos meses entre 1780-1781-, su revolucin se extendi a lo largo de la mitad delos Andes peruanos.

    Condorcanqui era un visionario, y probablemente hubiera sido un excelente Inca. Fue su esposa, Micaela Bastidas, quien cobr fama por suingenio militar. Una vez, reproch pblicamente a su marido por no atacar elCusco a tiempo para derrotar a los espaoles. Tras

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 27 la derrota de Tpac Amaru, los espaoles asesinaron a Bastidas en supresencia. Primero, le cortaron la lengua; pero el garrote elegido paraahorcarla era demasiado grande para su delgado cuello. En lugar de ello, susverdugos lacearon su cuello con sogas y tiraron de ellas en todas direcciones,mientras otros la pateaban en el estmago y el pecho.

    Incluso las mujeres criollas eran consideradas recias. Mientras la viajera Flora Tristn aguardaba el barco que la devolvera a Europa en 1834, anoten su diario que las limeas eran ms altas y "ms vigorosas" que sushombres. "No hay lugar en la Tierra", escribi, "donde las mujeres sean mslibres o ejerzan ms dominio que en Lima".

    Sin embargo, las propias experiencias de Tristn en el Per, publicadasluego en Pars bajo el ttulo de Peregrinaciones de una paria, muestran cun poco poder real tenan las mujeres. Hija de un rico peruano expatriado y de su amante francesa, Tristn creci en Pars y recibi la crianza tpica de laclase media bohemia: lecciones de piano y danza, poesa, pintura, e incluso -animada por el joven Bolvar, quien una vez la acompa en un paseo por eljardn de la familia cierto gusto por la rebelin civilizada. Pero al morir su padre sin haber formalizado jams su unin con la madre, la familia qued sumida en la ms abyecta pobreza. Un matrimonio infeliz convenci aTristn de venir a solicitar a sus parientes peruanos compartir la herencia de su padre. Aunque su to Po - a la sazn dueo de una enorme hacienda enArequipa - pag su viaje al Per, slo le concedi una pensin miserable. Pronto se la cort, al leer sus agudas observaciones sobre la vida de la clase alta provinciana contenidas en Peregrinaciones, obra que fue pblicamente quemada en la Plaza de Armas de Arequipa.

    An las mujeres pudientes tuvieron que esperar hasta 1956 para tenerpleno derecho a votar, lo que es tarde para Amrica Latina (en el vecino pasde Ecuador, las mujeres empezaron a hacerlo en 1929). Los

  • 28 R. Kirk analfabetos - poblacin compuesta en gran medida por mujeres - estuvieron impedidos legalmente de votar hasta 1980. En la izquierda, las mujeres antienen que romper el molde esposa/secretaria ("machismoLeninismo", que le dicen). Demasiado a menudo he odo el aforismo "Ms me pegas, ms tequiero'', considerado parte de la sabidura popular, en ccteles frecuentados por supuestos izquierdistas. Jos Carlos Maritegui, fundador del PartidoSocialista peruano, escribi: "La mujer parece carecer del sentido de lajusticia. El defecto de las mujeres es ser demasiado indulgentes o demasiado severas. Y por lo general tienen, como los gatos, una traviesa inclinacin porla crueldad" .

    Un amigo llama al Per "el pas de las nalgas"; no se refiere a unaolvidada tribu amaznica, sino a traseros, traseros de mujer. En Per, lostraseros son masivos, de fbula, soles para los planetas menores de senos y piernas. Cada semanario termina con una imagen de "La Calata" - una mujer desnuda cuyos dorsales expuestos sobresalen como yemas de huevo en lasartn de la tinta de imprenta. En esta cultura machista - en la cual un hombre que se olvida de golpear a su esposa puede ser llamadodespectivamente "saco largo" -, el trasero es una imagen perversamente misgina. Despus de todo, qu otro atributo es tan complacientementeandrgino y apto para todos los gustos, qu otro tiene tan poco que ver conbustos, penes y vaginas que el trasero?

    Dnde descansa Sendero Luminoso, entre esta polaridad descrita entreMama Huaco y La Calata?

    * * *

    En Ayacucho, las conversaciones inevitablemente giran en torno a unhombre: Abimael Guzmn, ahora conocido como el Presidente Gonzalo.Aunque vivi en la clandestinidad hasta su arresto en 1992, su presencia persiste como un escndalo a lo largo de las es

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 29 trechas calles de Huamanga. Apenas salidos del aeropuerto, Csar me ofrece el tour "Estrellas de Sendero Luminoso": el lugar al cual iba Guzmn abeber, la casa de Techi Durand, el punto en que estall la primera bomba. "Has visto el 'Krernlin'?", me pregunta, antes de voltear hacia el bungalowamurallado donde Guzmn vivi alguna vez.

    Guzmn no era apuesto como el Che Guevara. Fotos de l en su poca de profesor de Filosofa en la Universidad San Cristbal de Huamanga (UNSCH) durante los aos 60, muestran a un hombre con torso de barril, dequijada pronunciada, con una cabeza redonda como una bola de billar.

    Haba cambiado poco cuando fue detenido, aadiendo slo una barba gris en forma de hoz bajo el mentn. Guzmn titul su disertacin doctoral"Sobre la Teora Kantiana del Espacio". Como el gran fIlsofo, Guzmn era un hombre prctico. Tambin obtuvo el ttulo de abogado. La gente lorecuerda como una rata de biblioteca, un tipo intenso, un luchador poltico capacitado que, sin embargo, encantaba a los amigos cercanos durante las ruidosas jaranas que a menudo duraban hasta que el sol apareca nuevamenteen los nevados. El beba y bailaba. Hablaba de literatura y msica, y aunqueslo aprobaba a los artistas "serios" como Beethoven o Vivaldi, por ejemplo,se mora por los "cojudos palaciegos". An sus enemigos admiten que eracarismtico, incluso brillante.

    En una oportunidad, Guzmn declar nunca haber pensado que pasarams de un ao en Huamanga. Pero all, dijo, haba "descubierto" alcampesinado.

    Citado por Luis Arce Borja, editor del prosenderista El Diario, Guzmn afirma: "Uno propone y la clase decide, las masas y el pueblo disponen parauno muchas cosas. Ayacucho ha sido para m de trascendental importancia" .

    Ese fue su laboratorio para la revolucin. Rodeado de pramos lunaresen la puna, cortados por los estrechos abras que llegan al origen del roAmazonas, el

  • 30 R. Kirk departamento est entre las zonas ms pobres del Per. Los blancos dueos de las haciendas trataron durante siglos a los indios como animales, buenosslo para trabajos manuales. Pero despus de la Segunda Guerra Mundial, la industrializacin y la reforma agraria del primer gobierno de FernandoBelaunde Terry forzaron a un cambio. La gente del campo empez a migrar a las ciudades en busca de trabajo y una vida mejor. Impulsados por la ideadel progreso, los lderes del pas empezaron a construir nuevas universidades en las ciudades. Entre 1961 y 1980, se abrieron 40 nuevas universidades.Estas instituciones estatales se proponan preparar nuevas generaciones demdicos, abogados, agrnomos y cientficos sociales. Ya no slo los hijos delas lites blancas podan aspirar a la educacin superior: muchos de losnuevos estudiantes eran "cholos". Cuando la Universidad de Huamangareabri sus puertas en 1959 (haba sido cerrada en 1886 tras la desastrosaderrota peruana en la Guerra con Chile), el nmero de matriculados crecims de 15 veces en igual nmero de aos.

    Carlos Ivn Degregori, antroplogo, era profesor en Huamanga cuandoGuzmn era director universitario de personal de la universidad. Como l,Degregori era un misti, hijo de una prspera familia provinciana. Sobre larepisa detrs de su desordenado escritorio en el Instituto de EstudiosPeruanos del que es ahora director en Lima, se hallan mezclados rarosceramios precolombinos y piezas contemporneas que se venden en el Mercado Indio por 50 centavos de dlar cada una. Ambos tienen la mismaptina ocre y una redondez artesanal. No pretenden una gran declaracinsobre continuidad cultural. Pero a menudo Degregori se descubre a s mismoexplicando que, en el Per, pasado y presente no son extraos entre s.

    Degregori parpadea al hablar, como sorprendido por el ir y venir delpasado y presente. Puede ser ms sencillo, dice, retroceder 500 aos paraexplicar los sucesos actuales, que usar los romos instrumentos de las

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 31 ciencias sociales. Por ejemplo, para explicar por qu estos jvenescampesinos fluyeron a las universidades, Degregori usa una historia - mito o realidad, no importa - de las Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma.

    Degregori cuenta: "Uno de los conquistadores decidi enviar como regalo unos melones de su huerta a un amigo que viva en la Lima recinfundada. Entreg a los indios mensajeros una carta y les advirti que nocomieran ninguno de los melones, o esta los delatara. A mitad de camino aLima, tentados por el hambre y el olor de la fruta madura, los indioscolocaron con cuidado la carta detrs de unas peas y comieron algunos melones furtivamente. La historia termina con el estupor de los indios ante elpoder de la palabra escrita, cuando el destinatario les dice exactamentecuntos melones devoraron".

    "Desde el principio, el conocimiento del idioma espaol, su lectura y escritura, fue una herramienta de dominacin", explica Degregori. "Educarsesignificaba dejar de ser engaado, proceso que da a la educacin un poder explosivo".

    Las familias pobres estan ms dispuestas a sacrificarse para enviar a uno de sus hijos varones a la universidad. Pero tambin las chicas empezaron amatricularse. Ellas fueron las ms brillantes, las ms ambiciosas, deseosas de desafiar la tradicin. De los 1,451 estudiantes matriculados en 1968, 403eran mujeres. Ms de la mitad eran ayacuchanas. Las estudiantes seconcentraron en los departamentos de Trabajo Social, Obstetricia yEducacin, donde constituan la mayora.

    "Silvia" - otra de mis entrevistadas - tambin enseaba en Huamanga, como Degregori. Aunque criada en Lima, realiz su tesis doctoral en la selva ayacuchana sobre un tema que fascinaba a Guzmn: por qu hasta elmomento la revolucin no haba trado consigo el cambio en el Per.

    El hecho de que Silvia fuera tambin bella y enrgica debe haber intensificado el inters del conocido Doctor. Otro de los rasgos del filsofo,recordado por

  • 32 R. Kirk un colega y frecuente compaero de parrandas, era su predileccin por la belleza femenina. Bebiendo agua mineral en una confitera limea, Silvia mecuenta cmo Guzmn se convirti en una especie de pretendiente suyo: Abimael, con su terno gris y camisa blanca abotonada hasta el cuello,ofrecindole libros, invitndole a tomar t y a charlar. Por ese entonces,Silvia haba odo el rumor de que los varones senderistas invitaban a las nuevas estudiantes a fiestas para enamorarlas y llevrselas a la cama, y deesa manera ganarlas para la causa. Los romances entre profesores eran un lugar comn (el escritor chino Ding Ling, refirindose a la estada de Mao enYenn, lo llam "su indisciplinada guerra de guerrillas"), pero Silvia noestaba interesada. "Haba ledo a Mao", explica, "en ese momento todos eramos maostas, era parte de los tiempos que estabamos viviendo. Yoconoca su lnea, y estaba en desacuerdo con ella".

    Sin embargo, una noche, ella se qued en el "Kremlin" a tomar t. Ya agrupados alrededor de la mesa de la cocina estaban los hombres y mujeres que ms tarde se convertiran en el Comit Central de Sendero Luminoso. Guzmn sostena pomposamente su teora revolucionaria. Era impositivo, asertivo. A pesar de la presencia de los dems, Silvia sinti como si lehablara slo a ella, cortejndola con su doctrina maosta.

    "Fue como si estuviera tratando de capturarme, de seducirme con suspalabras", me dice Silvia. "El sigui tratando de reclutarme hasta un da enque lleg a casa sin avisar para dejar algunos libros. Entonces vio salir a dos de sus rivales polticos e imagin que yo estaba en el lado contrario. Desde ese momento me mir con odio, como si lo hubiera traicionado. Nunca msme dirigi la palabra. Luego de eso, un da en que iba caminando por lacalle, Katia Morote (hermana de Osmn) atraves la avenida slo paraescupirme. Ella estaba casada con Julio Casanova, otro cuadro importante. Las esposas eran as: leales a sus esposos y, desde luego, al Partido".

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 33

    El inters inicial de Guzmn en el trabajo de Silvia es la causa por lacual ella prefiere no usar su nombre verdadero. Amigos suyos han sidointerrogados por las fuerzas de seguridad, o arrestados. De discpula po-tencial, Silvia se convirti en archienemiga, en el blanco de sus peores denuestos. Guzmn tiene una ambigua fascinacin por la suciedad (susmejores notas en el colegio las obtuvo en higiene y conducta), y esa fijacin se ha trasladado al estilo sugerente que es sello distintivo de SenderoLuminoso: sus enemigos son reptiles, cretinos, monstruos del fondo de lascloacas que sern triturados, pulverizados, aniquilados, arrojados al olvido.

    Silvia sali de Huamanga y fue al extranjero. Cuando volvi al Per diez aos despus, sus amigos le ensearon imgenes de Guzmn, el ahoraendiosado Presidente Gonzalo, retratado por camaradas de Sendero Luminoso. Silvia no poda reconocer a su viejo enemigo, rechoncho, irritabley miope. De algn modo, le haban desarrollado msculos. Sus pmulos, an-tes sepultados bajo sus gordas mejillas de beb trasnochado, lucan ahora pronunciados. La enorme barriga se haba convertido en un torso tanmodelado como un peto guerrero. El realismo socialista, pens, va bien conla moda del fsicoculturismo.

    El recuerdo de sus alumnas la vuelve pensativa. Eran tmidas,respetuosas, buenas estudiantes catlicas. Silvia estaba sola en Huamanga;sus alumnas se convirtieron en su familia sustituta. "Haba entre ellas ciertaidea de que las mujeres debamos esforzamos ms, ser ms dedicadas, msheroicas que los hombres, algo que veo en mis propios antecedentes comohija de una familia de clase media".

    Para Silvia, el genio de Guzmn reside en su habilidad de escoger el momento de su proyecto poltico. Esos nuevos graduados descubrieron que,en el Per oficial, es el origen racial y no la calificacin profesional lo que determina el xito. An para desempearse como una secretaria mal pagada,se requiere de "bue

  • 34 R. Kirk na presencia" - piel blanca - y no de una adecuada preparacin. Ellos tenansus ttulos, pero no posibilidades. Ambicin, pero no empleo. El progreso -esa nocin efmera que los sac de sus hogares - los haba dejado varados. Para las mujeres, el futuro era especialmente cruel. Teniendo en cuenta lasestadsticas de mortandad materno-infantil, desnutricin y enfermedades infecciosas, la pobreza femenina en Amrica Latina est creciendo. Aunquea menudo reciben elogios por la formacin de organizaciones locales de"supervivencia" - comedores populares y clubes de madres -, las mujeres de estos grupos han trabajado duro slo para volverse ms pobres, ms enfermas, y menos capaces de conseguir un empleo o de iniciar un negociode lo que eran hace dos dcadas.

    Batallas recientes - por ejemplo, para legalizar el llamado "abortosentimental" en casos de violacin han fracasado. En el Per, la violacin es un delito frecuente. Sin embargo, segn datos oficiales, cada ao menos deluno por ciento de los violadores terminan en prisin. Actualmente, laprincipal causa de muerte materna son los abortos mal practicados, y muchosde los casos involucran a vctimas de violacin. Los abortos son realizados clandestinamente por mdicos o comadronas, con mtodos tales comointroducir objetos extraos en la matriz, o bombendole lquidos como aguajabonosa y querosene.

    En pocas medievales, las mujeres europeas podan liberarse del estigmavinculado a su sexo ingresando a una orden religiosa. Al unirse a Sendero,las mujeres tambin aceptan un contrato mstico que les salva de un destinocruel. Se vuelven mejores que las blancas, que las ricas, que cualquiera que no est en el Partido. Vienen tanto desde la base como de la cspide de lapirmide social. Tambin ganan la igualdad con los hombres. Para Sendero Luminoso - al menos en teora -, es la clase y no el gnero lo que importa. Lacondicin biolgica femenina es equivalente a la de un minero o unintelectual. A diferencia de otros comu

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 35 nistas, que insistan en que la igualdad de gnero es una "contradiccin secundaria" a ser discutida despus de la revolucin, la revista senderistaRima Ryna Warmi ("Las mujeres hablan") argumenta que la igualdadeconmica y de gnero surgiran de la victoria maosta. Sendero Luminososigue siendo el nico grupo poltico que ha reclutado activamente a mujeresy las ha colocado en posiciones de poder.

    En 1965, Guzmn haba formado el Movimiento Popular de Mujerescomo parte de la faccin maosta del Partido Comunista del Per. Comomiembro del Consejo Universitario, Guzmn prest especial atencin al Departamento de Educacin, donde las mujeres constituan mayora. CuandoCatalina Arianzn, profesora de literatura, subi al podium para sostener undebate ante los estudiantes con ocasin de las elecciones estudiantiles en 1977, Osmn Morote aguard en la puerta del saln la llegada de suadversaria, Rosa Mavila. Cuando esta hizo su aparicin, Osmn le arroj a los pies cuatro monedas. El hecho significaba que ella era una "vendida", yque su verdadero lugar estaba con ellos.

    Muchos aos despus, Silvia fue de visita a una prisin donde eran conducidas las mujeres de Sendero Luminoso. "Querida profesora!", legritaron las mujeres del penal apenas atraves el umbral. "Eran mis alumnas, todas ellas, incluso las ms tmidas, las ms gordas! Y me dijeron que las que no estaban all estaban muertas, o en las filas".

    * * *

    Cuando el senderismo declar la guerra en 1980, el segundo personaje

    ms famoso despus de Guzmn era Edith Lagos. En su foto de graduacin del colegio, se le ve deslumbrantemente bella, con sus ojos gris-pizarra y su boca redonda, de labios gruesos. Como Betty, Edith Lagos no era unacampesina, sino una misti, tercera hija de un rico tendero. Su padre tom

  • 36 R. Kirk su nombre de una popular cantante de valses criollos, de gran arraigo en lacosta. Sus padres queran que estudiara Derecho y la enviaron a Lima. Pero a los 16 aos, Edith ya haba escogido otra carrera. Durante su breve estadaen la capital, Edith faltaba a clases con frecuencia para ayudar a organizarhuelgas, y tambin para ver pelculas hindes en cntricas salas limeas.Segn cont a un periodista una hermana suya, Edith iba porque le gustaballorar.

    Al ser capturada en 1981, la foto de primer plano la muestra con la narizy mejillas hinchadas a causa de la golpiza policial. Su cabello, crecido hastalos hombros, est desaliado. El mayor cambio est en la expresin. Seesfumaron la curiosidad, la sensacin de promesa. La foto parece decir:"Aqu hay alguien cuyas ideas estn formadas". Tena 18 aos.

    Ese ao, la subversin controlaba la tercera parte del departamento, ensu zona norte. Eran los chicos que haban sido enviados a educarse. En lugarde eso, volvan a casa ofreciendo luchar por la justicia. Trajeron amigos, y los amigos trajeron otros amigos. La mayora fueron bienvenidos. Lasfamilias desocuparon habitaciones para colocar camas extra. Los jvenes or-ganizaron minkas - fiestas de trabajo colectivo - para construir escuelas y puestos sanitarios. E hicieron algo ms que hablar del cambio. Una de susmedidas ms populares fue organizar juicios pblicos para los esposos adlteros y los que haban abandonado a sus familias y engaado a sus esposas. A los que golpeaban a sus mujeres se les dijo que rectificaran, oenfrentaran la pena mxima.

    A Guzmn le gustaba referirse a estos muchachos y chicas como "losmejores hijos del pueblo". Como dice Gustavo Gorriti, un periodista que seha especializado en el tema: "Edith Lagos era una persona que transpirabauna entrega intensa y total a la rebelin senderista, por las razones que llevana tantos jvenes idealistas a unir sus destinos a epopeyas luctuosas: la visinde una sociedad de justicia trascendente y per

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 37 durable... Edith Lagos simbolizaba esa generacin de jvenes ayacuchanos, la arcilla formada para el sacrificio".

    Edith Lagos ayud a planear el escape de la prisin de Huamanga de1982, que permiti liberar a 78 senderistas y 169 presos comunes. Unguardia y un senderista murieron. Otros tres subversivos fueron asesinados luego en sus camas de hospital por policas enfurecidos. La propia Edith muri a los seis meses, acribillada por la polica en un camino de la sierra. Ala salida de la catedral de piedra de Huamanga, su fretro fue recibido por ms de 10,000 personas, la ms grande multitud jams reunida con unmotivo no religioso.

    Fue un momento memorable. Too, un empleado de la universidad quetrabajaba en el Departamento de Audiovisuales y estaba aprendiendo el usode una nueva cmara de video donada por la compaa Panasonic, estaba all para grabarlo. Ya haba hecho lo mismo con varios eventos universitarios,as como con la serie de ataques y atentados con bombas que el puebloatribua a la faccin de Guzmn. En ese momento eran novedades a la vezextraas y alborozadas.

    La escena empieza a la tenue luz de la tarde, con el sol ocultndose traslas colinas que rodean la ciudad. La muchedumbre se apia contra la puertade la catedral donde el obispo auxiliar oficia la misa de cuerpo presente.Sobre la pequea pantalla, veo los sombreros y camisas oscuras de lasmujeres campesinas. Hay escolares y empleados, hombres y mujeres.

    Es el momento en que el atad con los restos de Edith aparece sobre lascabezas de la multitud que empieza a acercarse, atrada hacia l. Empiezan los aplausos: "Comandante Edith, presente! iEI pueblo jams olvidar lasangre derramada!". Unas manos sin rostro colocan una bandera con la hoz yel martillo sobre el atad. Un muchacho parece liderar los cantos. Elcamargrafo seala su figura con el dedo sobre la pantalla. "No s cmo sellama", dice, y luego se calla.

  • 38 R. Kirk

    La multitud crece, desbordndose a las calles laterales. En cierto momento, la cmara parece agitada. "Se nos avis que el comando militar deSendero Luminoso en pleno aparecera por ese camino", explica Too. "Nosabamos qu poda ocurrir si filmbamos, por ejemplo, a Guzmn". Laimagen se funde en la oscuridad. La ltima escena es el camino alcementerio, una slida alfombra de gente.

    Desde ese da, la tumba de Edith ha sido dinamitada tres veces, probablemente por grupos paramilitares. Manuel Lagos la reconstruye cadavez que ocurre. Lo hace a pesar de que, despus de la primera explosin, no hay mucho que colocar adentro. Cada aniversario de la muerte de Edith, sumadre coloca sobre la tumba un bouquet amarillo de flores de retama, quepara Sendero Luminoso significa resistencia. Este es el poema, escrito por su hija, que ha sido grabado una y otra vez sobre la lpida de cemento:

    Yerba salvaje, puro perfume Te suplico seguir mi camino Sers mi blsamo y mi tragedia, mi perfume y mi gloria Sers el amigo que florece sobre mi tumba All, deja que la montaa me cubra, deja que los cielos me respondan. En la piedra, todo quedar grabado.

    La prosperidad de la familia Lagos contina, a pesar de la notoriedad de

    Edith. Sus hermanas dirigen una escuela privada. Todos los das su madre,recia como un saco de azcar, atiende a los clientes desde detrs demostrador metlico de la bodega Lagos. Demasiados periodistas han venidoa husmear, buscando ancdotas que retraten la fascinacin que se siente porla chica subversiva, para que la familia los soporte de buena gana. Ya noquieren hablar ms de Edith. Lo que est disponible es la leyenda: porejemplo, que Edith en una ocasin amenaz a su padre, Manuel,

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 39 con un cuchillo en el cuello, para obligarlo a distribuir comida a los pobres.Las habladuras del pueblo refieren que Manuel Lagos amas su fortuna conel negocio de la cocana. Aunque el lugar es ms conocido por su sierra, el norte ayacuchano limita con la selva donde crece el arbusto de la coca.

    Edith se convirti en la herona de Sendero Luminoso, en su mrtir. Necesitaban una. Tres meses despus de su muerte, el entonces PresidenteFernando Belaunde declar en estado de emergencia a nueve provincias,incluida Huamanga, cuyo control se entreg a los militares. Para ellos laecuacin era muy sencilla: si las guerrillas eran - segn sus propias palabras - como peces en el mar, entonces los soldados drenaran ese mar. El general del Ejrcito Luis Cisneros Vizquerra, Ministro de Defensa, haba sido entre-nado en Argentina, y estaba muy orgulloso de su apodo, El Gaucho. Consideraba que slo haba una manera de librarse del comunismo, unaenfermedad que deba ser erradicada del cuerpo poltico. El tejido cir-cundante deba ser esterilizado, del mismo modo que lo haban hecho susmaestros en Argentina durante su guerra sucia.

    Nadie tena que decirle que el Per no era Argentina. Aqu, dijo una vez a un periodista, no se poda esperar ser tan cientficos. "Ciencia" significabatener registros telefnicos, hacer un seguimiento de las personas para dar con sus lugares de reunin, construir por lo menos un caso de contaminacin deideas subversivas. En los remotos parajes ayacuchanos, quin tena telfono? Cmo podan seguir a nadie si la sola presencia de los agentes losdenunciaba como extraos? El Gaucho no hablaba quechua, y tampoco lohaca ninguno de sus oficiales.

    En lugar de ello, contaban con la apata. Despus de todo, a quin le importaba lo que ocurriera en este pueblito perdido? Lo que necesitaba eraoponer fuego contra fuego. El Gaucho estaba tan confiado de su estrategiaque lleg a contrsela a un periodista: "Si

  • 40 R. Kirk matamos a 100 personas", dijo, "y entre ellas hay un subversivo, entoncesvale la pena hacerla".

    Hay muchas maneras - ninguna de ellas precisa de medir este perodo en la historia ayacuchana. Los polticos tienen estadsticas, aunque estas sebasen en informes de las fuerzas armadas que rutinariamente cuentan acualquier muerto como un "subversivo". Probablemente hay mshuamanguinos en Lima que en la provincia de Huamanga, obligados a huir como refugiados internos. Una rpida mirada a cualquier mercadoayacuchano revela que la mayora de las mujeres campesinas usan prendasde color negro: viudas o madres que han perdido a sus hijos o hijas.

    Csar decide contarme sobre sus aventuras. Aqu vio a un hombreparcialmente desollado. Al final de ese trecho existe, segn dicen, una fosacomn. A veces el Ejrcito simplemente hace volar a la gente. Aos despus,si uno est en el lugar correcto, puede recoger pequeos huesos de manos y pies, limpios y secos como manzanas en otoo. En una ocasin perdi a una pasajera, una profesora a la cual estaba llevando a un partido de ftbol, quienfue sacada a viva fuerza de su Toyota rojo en un bloqueo al camino hecho por Sendero Luminoso. El nombre de la profesora figuraba en una listaescrita en un papel con tinta azul. Dijeron que era una informante. La ltimavez que vio a la maestra por el espejo retrovisor de su auto, esta se estabaarrodillando.

    Amnista Internacional se rehus a aventurar un nmero preciso demuertos. "La escala de crmenes podra en parte ser estimada por el altonmero de fosas o cementerios clandestinos, y de lugares en los cuales esarrojada gran cantidad de cadveres al lado del camino".

    Aunque poco agudo y con frecuencia inexacto, el estilo cientfico de ElGaucho estaba sacando a los senderistas de sus refugios. Abandonaron lasaldeas. Entonces vino el Ejrcito. A menudo, cuando el Ejrcito se iba, no quedaba poblado al cual volver. El sen

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 41 derismo contragolpe con una paciente y continua labor con los sobrevivientes - especialmente con los jvenes - que haban visto morir a sus hermanos o padres. Ya no se toleraba a quienes se opusieran a lossenderistas, y los "juicios populares" aumentaron.

    El recuerdo de Edith lleg a ser sinnimo no slo de justicia, sinotambin de venganza. No slo significaba el fin de la pobreza sino tambinel inicio de una nueva ciencia, la ciencia de Guzmn, que acabara con "lareaccin... (y sus) sueos de sangre de hiena".

    El propio Guzmn, al clausurar el Primer Curso Militar de SenderoLuminoso en 1980, dijo en su ms famoso discurso: "Las trompetasempiezan a sonar, el rumor de la masa crece y crecer ms, nos ensordecer, nos atraer a un poderoso vrtice". En una pintura realizada despus paraconmemorar el evento, Guzmn aparece resplandeciente, dando labienvenida a los camaradas. Los primeros dos son mujeres. "Convertiremos el fuego negro en rojo, y al rojo en luz. Estos somos nosotros, ste es elnuevo despertar. Camaradas, hemos renacido!".

    * * *

    Para Betty, los problemas empezaron tres meses despus que sali de

    casa de su ta. Las cosas estaban yendo bien. "Nos hacan repetir losprincipios que debamos aprender, especialmente que ramos una familia dedicada a la misma causa", cuenta Betty. "Los hombres respetaban a lasmujeres. Tenamos los mismos derechos".

    Una noche, Betty inici una conversacin con un camarada, un hombre,procedente de otra unidad. Siguieron charlando cuando se encontraban enotras reuniones. Mientras habla, Betty se encoge de hombros, como si no hubiera significado nada para ella; slo un hombre, hablando de cosascotidianas. Sin embargo, un da, el hombre - nunca me dijo su nombre - le dijo que se haba enamorado.

  • --

    42 R. Kirk

    "Eso no estaba en mis planes", insiste Betty. "No deba ocurrirme a m". El hombre quera casarse con Betty, y esta lo rechaz. Betty no quera

    nada que no tuviera que ver con el Partido, con la lucha. El llor, le rog.Ella se neg, una y otra vez. Betty no poda evitarlo, por temor a despertar sospechas. Al mismo tiempo, no coment la propuesta del hombre a sussuperiores. En ese momento, Betty era su amante, y tema que la culparanpor despertar su pasin.

    El inclusive lleg a ofrecer casarse con ella segn las normas de Sendero Luminoso. Tenan su propia ceremonia matrimonial celebrada por elComisario Poltico de la zona, quien une a la pareja bajo la promesa de "servir mejor a la revolucin". Las mujeres no se comprometen ni con unhombre ni con la familia ideal.

    "Una noche, me amenaz con suicidarse con su propio revlver si menegaba a ir con l a Huancayo, donde vivan sus padres. Me dijo que ellosestaban enfermos e iban a morir. Yo pens, si slo es un par de das, siregreso enseguida. No tena intenciones de casarme con l. Pero no se lo dijea nadie".

    De primera intencin, pareca muy simple. A la maana siguiente, tomaron un camin a Huancayo, cargado de tunas. No esperaba sentirseanimada, pero repentinamente, el traqueteo del camin la llen de gozo. El camino segua el borde del valle, y de all trep por la helada puna, el desierto de la cordillera. Betty divis a un cndor y un pequeo zorro rojo.Despus de algunas horas de bordear los inmensas peas grises quemarcaban la llanura, el camin enfil hacia el ro Mantaro.

    Fue entonces que l dijo, casi sin darle importancia: "Quiz podamoscontactar con la unidad en Huancayo". Contactar?, se pregunt ella. Paraqu, si vamos a volver en seguida? Le hizo la observacin, pero lsimplemente se encogi de hombros. Era slo una idea, dijo.

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 43

    "Por supuesto, cuando llegamos a Huancayo, sus padres estaban bien.Slo haba sido una trampa, para engaarme y hacerme venir. Y la situacinen esa casa era terrible, igual que en la casa de mi ta. Su padre era unalcohlico, y nos echaba de casa gritando a los cuatro vientos que ramos slo unos cochinos terroristas".

    Betty cuenta que le rog volver. El se rehus. En ese momento, ellasaba que haban descubierto su salida de Ayacucho; quiz incluso la habanvinculado a la desaparicin de l. Slo haba una manera de calificar los hechos: traicin. Betty era una traidora. Saba lo que pasaba con los traidores.

    Para ese entonces, Betty tena otra razn para quedarse: estaba embarazada.

    * * *

    En Huamanga, las noches estn llenas de cosas maravillosas: los Nakaqs

    - vampiros chupa-grasa con cara de lampios turistas gringos - acechan en los caminos solitarios. Las cabezas voladoras flotan, mientras los chivatos -enormes hombres-cabra de ojos rojosvigilan los bajos. En el Hotel deTuristas - ahora conocido como el Cuartel de Turistas -, la evidencia de los soldados alojados en las habitaciones antes reservadas para dignitarios de paso, viene en fragmentos de msica tropical y el ruido sordo de botas yrifles.

    Como Betty, yo tambin sueo con Guzmn. Pero en mi sueo, AbimaelGuzmn tiene cuerpo de macho cabro, y se pasea ms all de la luz amarilla arrojada por una lmpara de querosene. Desde la cama, escucho los ruidos que hacen dos zorros encerrados en el jardn interior del hotel. Un campesinolos vendi al gerente del hotel cuando eran cachorros. Durante toda la noche, se arrojan con estrpito contra los ventanales que hacen las veces de rejas.Pero cuando tomo desayuno al lado del jardn, el nico indicio de su pre-sencia es el excremento y el persistente olor de sus orines impregnado en las ventanas inferiores.

  • 44 R. Kirk

    En Ayacucho, los cuerpos aparecen y desaparecen, pero en horariosestrictos. Me cuentan que Sendero Luminoso slo comete asesinatos oatentados con explosivos entre las ocho y las nueve de la noche, o pocodespus del amanecer. Las explosiones o muertes restantes son obra del Ejrcito, tratando de confundir a la poblacin con lo que un amigo llama"ablandamiento psicosocial". Nadie se engaa al respecto. Una maana aparecen cinco cuerpos decapitados. Quin es el culpable? La respuesta depende de a quin se haga la pregunta.

    Un fiscal que trabaj en Ayacucho me dijo que guardaba cabezashumanas en su congeladora, por ser evidencia contra el Ejrcito que haba hecho volar los cuerpos. Pero, una noche, la hija del fiscal abri la puerta delcongelador. Durante un mes, su largo cabello negro, brilloso y preciosamente rizado, se le fue cayendo en mechones. Llev la refrigeradoraa su oficina, y la cerr, con candado.

    Una maana, un senderista lanz una granada en la tolva de un caminque llevaba campesinos al mercado. Los hombres saltaron fuera del caminy salieron ilesos. En cambio las mujeres, acostumbradas a sentarse sobre sus piernas cruzadas en el centro del camin, como seres dbiles y necesitadosde proteccin, fueron masacradas y sus cuerpos quedaron regados por toda lacarretera. Cuando saco la cuenta de todos los hombres que dicen haber sidoamantes de Edith Lagos, obtengo una lista de aproximadamente veinte por ao, contando desde la edad en que aprendi a caminar.

    Un cuento en particular me deja perpleja. Fue ella, dicen, quien inspiral estudioso doctor Guzmn a convertirse en "Gonzalo", el del alientoflamgero. Cuentan que su pasin despert la voluntad poltica de Guzmn. Al igual que Lagos, Augusta La Torre era una chica del pueblo. Su padre,Carlos La Torre, trabajaba en el banco del Estado y era lder del PartidoComunista en Huanta, una hora al norte de Huamanga.

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 45

    Carlos La Torre estaba impresionado por Guzmn, tan cultivado y segurode s. Guzmn empez a visitar la casa de la familia La Torre. All, Augustale serva vasos del fuerte licor, oriundo de Huanta, de peras y tunas. Guzmnno poda ignorarla. Tena una tez blanco-lechosa, y grandes ojos de paloma.Para algunos, se pareca a la estrella cinematogrfica italiana ClaudiaCardinale, pero era narigona. Era una estudiante mediocre, y adoraba las novelas romnticas que esconda bajo su almohada. Se morda las uas. Notena inters en maquillarse o seguir los dictados de la moda. Su padre, el comunista, le haba hablado de la injusticia y de hacer el bien a los pobres. Su idea de mejorar el mundo consista en estudiar para ser maestra. Hastaque conoci a Guzmn.

    Se casaron en 1964. El tena 27 aos; ella, 18. As es como la gente losrecuerda: un muchacho brillante, lleno de ideas, se casa con una jovenbuenamoza, convencida de que el deber de toda mujer era sumergirse en lavida de su esposo. Si Abimael hubiera sido mdico, habra sido su enfermera; si se hubiera dedicado a los negocios, le habra llevado lascuentas. Como era comunista, se convirti en camarada, seguidora y fiel discpula.

    Primero vivieron con los padres de ella, despus se mudaron al Kremlin.Augusta renunciara a su acariciado sueo de obtener el ttulo de maestra. Sematricul en la universidad. Como no era una gran cocinera, ella y Guzmn coman en casa de la familia La Torre, o en pensiones de Huamanga. Traspasar penosos meses visitando varios consultorios mdicos, supieron queAugusta tena los ovarios infantiles y que jams podran tener nios."Soma", una amiga suya de la infancia, me cuenta que fue motivo de granpena para la pareja, aunque tambin los liber de impedimentos paradedicarse a la revolucin.

    Los amigos hacen de ellos un retrato idlico: una pareja normal, contendencias de izquierda pero no ajenos a la buena comida, al vino y a las fiestas de los

  • 46 R. Kirk sbados por la noche en que la elite acadmica se diverta. Para amenizar, le hacan halagos a Augusta para que cantase - desentonada, indecisa, pero conlos ojos cerrados y transportada por la msica. Guzmn la adoraba. Lellevaba bombones y flores, y ocasionalmente un traje. Ella se lo pona paracomplacerlo, pero debajo de un voluminoso suter de lana. "Abimael -cuenta Sonia- le deca: 'Qutate esa chompa, te ves preciosa con esevestido!'. Y ella slo sonrea. Quiz l la cuidaba demasiado, lasobreprotega. En algunas cosas, ella era un poco lenta, hasta tonta. Pero seamaban mucho".

    Guzmn la convirti en dirigente del Movimiento Popular de Mujeres.En reuniones polticas con sus adversarios, ella se sentaba detrs y tomabanotas, era los "ojos y odos" de Abimael. Ms tarde, se reuni con l enChina para estudiar la revolucin con un veterano de la Gran Marcha. Aprendieron tcticas para emboscadas, asaltos, movimientos de columnas ypreparacin de dispositivos para demolicin. "Cuando manipulbamosdelicados elementos qumicos", contaba Abimael a su entrevistador en El Diario, "se nos recomendaba tener en mente siempre la ideologa; ella noshara capaces de realizar cualquier cosa y hacerla bien". Ms tarde, en unaprotesta en Huamanga, Augusta fue apresada y golpeada por la polica. Guzmn no movi un dedo. Ms tarde, dijo a sus seguidores que tal comportamiento es "natural" en el da a da de la poltica.

    Augusta era tierna con los amigos, pero una oponente poltica dedicada y fiera. Sonia dice que la llam por ltima vez en 1979. Se encontraron en laesquina de una calle en Huamanga. El propio Guzmn estaba a punto dedesaparecer en la clandestinidad. Las vidas de Augusta y de su amiga habancambiado; ahora eran tan diferentes. Su amiga tena nios. Se haba casado con un profesional, y vivan en una cmoda casa, tena televisin, empleada domstica y un pequeo automvil. Aunque Sonia dice que crea en lasmismas

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 47 cosas que Augusta, ella ahora tena responsabilidades. Ambas saban que Augusta haba escogido el camino ms duro.

    "Era la misma Augusta", cuenta su amiga. Llevaba puestas una falda ychompa. Sus uas estaban mordidas hasta la carne. Ya no tena tiempo para las novelas romnticas. Pero an no haba aprendido a cocinar. Augusta leprometi que se volveran a ver. Augusta le ofreci mantenerse siempre altanto de lo que le ocurriera a su amiga. Se separaron, llorando. "As nos se-parbamos siempre, pens que la vera otra vez. Pero ella no mantuvo supromesa".

    Pregunto por la Augusta que en 1982 trat (y fall el intento) de ejecutar asus tos por rehusar venderles armas. "Conoc a Augusta", me dice la amigacon tristeza, "pero nunca conoc a la mujer que se haca llamar Camarada Norah".

    A pesar de su prominencia inicial, poco se oy de Augusta en los onceaos que siguieron. Ocasionalmente, la polica aseguraba estar a punto decapturar a Guzmn (aunque no a su esposa). Ninguno de mis entrevistados admite tener fotografas suyas. Otras mujeres - como Edith Lagos - tienen ms publicidad. Mientras la figura de Guzmn se expande - el Doctor Guzmn, el Camarada Gonzalo, el Presidente Gonzalo, la Cuarta Espada del Comunismo -, la de Augusta se reduce. En 1991, la polica dio a conocer unvideo capturado a Sendero Luminoso, mostrando el cuerpo de una mujerenvuelto en una bandera roja con la hoz y el martillo. Era Augusta. Lapolica cree que muri el 14 de noviembre de 1988. Tena 43 aos.

    En el video, Guzmn est solo con el fretro. Con voz distante y confusa, habla de su pasin, sentimientos y valor. Entre los pronunciamientos,Guzmn dirige al camargrafo: ms cerca, este ngulo, hacia atrs. Lo hacepara el recuerdo, quiz para algn futuro Museo Revolucionario. Guzmn parece estarle respondiendo a "ciertos camaradas" que dudan sobre algorelacionado a la muerte de la camarada Norah. Dice

  • 48 R. Kirk algo sobre el alma, luego habla de la fe. El breve panegrico caus intensas especulaciones. Ella era una camarada, dice, "capaz de aniquilar su propiavida para no levantar la mano contra el Partido... En la lamentable confusin de su soledad nerviosa, prefiri autoaniquilarse, extinguirse". Mientras se inclina para besar su frente, dice: "Me acercar despacio. Sale?".

    La prensa baraj varias teoras por semanas enteras. Se suicid Augusta? O fue asesinada antes que pudiera dejar el Partido, traicionar aGuzmn? Los documentos capturados indican que las especulaciones llegaron hasta el Comit Central del Partido, el cual castig severamente aun grupo de camaradas que haba formado una comisin para investigar lamuerte de Norah. El principal sospechoso era Guzmn. La polica jams hall el cuerpo.

    La revista S public un fragmento de una carta atribuida a Guzmn ydirigida a sus suegros:

    Mi alma navega en las sombras y mis hmedos ojos dejan de ver alrecordar el ayer, ese ayer tan distante aunque presente, cuando descendi su mirada luminosa e inolvidable, y sus labios me dijeron que ella partira antes. Yo le respond que los nios no mueren de pronto, queellos deben enterrar a sus mayores... Su vida y su ejemplo dan fuerza, yla luz de una bandera roja flameante nos llama al combate... Los periodistas comparaban a la belleza huantina con Jiang Qing. Para

    m, su vida es ms como la de He Zizhen, la predecesora de Jiang Qing. HeZizhen empez vivir con el viudo Mao en 1928 (su primera esposa, YangKaihui, fue capturada por los nacionalistas, quienes la torturaron hasta hacerla morir). Segn la opinin general, era una esposa confiada y amorosa.Con ella, Mao tuvo cinco hijos. Pero He Zizhen no poda soportar sus infidelidades. El resolvi su enojo envindola a hospitales psiquitricos soviticos. Muri en el olvido.

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 49 Jiang Qing tuvo ciudado de no caer en el mismo error. "El sexo esimportante al principio", dijo una vez, "pero lo que sostiene el inters es elpoder".

    Guzmn, siempre el maestro, convirti la muerte de su esposa en unamoraleja. Augusta se convirti en el smbolo del apoyo incondicional. ParaGuzmn, el cuerpo de Augusta representa la mxima virtud de Sendero Luminoso: el auto-aniquilamiento, el sacrificio por la causa. Aunque es unaexigencia para todos los camaradas, pienso que Guzmn lo ve como unavirtud inherente de las mujeres, que los hombres deben esforzarse por poseer. En otra secuencia del video capturado, Guzmn est de pie contra unmuro negro. Se le ve corpulento, embutido dentro de su chaqueta cortada alestilo de Mao, con las mejillas cubiertas por la barba y suavizadas por elvino. Los camaradas se aproximan para tomarse fotos con l. Los hombres se le acercan furtivamente, de una manera casi servil, y un tanto temerosos.Pero las mujeres se le unen con gran entusiasmo, y se colocan tan cerca quesus brazos se tocan.

    El efecto no es sexual, sino paternal. Ellas son sus leales favoritas. Es como si Guzmn viera en ellas a Augusta. Puede temer a los hombres, entanto rivales. Pero las mujeres son espritus gemelos, comprometidos con una causa. La causa es la revolucin que, para Sendero Luminoso, se haconvertido en sinnimo del propio Guzmn. La causa es l.

    Para emplear una metfora religiosa (apropiada para Guzmn, de quien unperiodista escribi que "era un hombre profundamente religioso que no creeen Dios. Por eso forj una lnea poltica clara... que exige una fe absoluta"),Guzmn es como el Papa: no abriga temor de competencia por parte de lasmujeres. Ellas son sus leales soldados de infantera. Compite el Papa conlas monjas? Nadie se atrevera a pensarlo.

    La camarada Norah fue colocada en un atad de caoba y enterrada en el jardn interior de una casa limea. Sobre la tumba, sus compaerascamaradas di

  • 50 R. Kirk jeron haber sembrado rosas rojas y retamas. Augusta no decans en paz. Unao despus, los camaradas volvieron con picos y palas. La desenterraronpara llevada a otro lugar, ms seguro.

    Qu secretos hubiera divulgado la camarada Norah? Pienso en sus uas mordisqueadas, en sus chompas, en lo que su amiga llama su torpeza.Cuando conoci a Guzmn, tena la edad de Betty. Era eso a lo queGuzmn se refera cuando habl de su "nerviosa soledad"? Ya adulta, sabia,experimentada, se arrepinti? Qu tan lejos vag Augusta antes de serencarrilada nuevamente en la lnea del deber revolucionario?

    Cuando termin la entrevista, Sonia me plantea la pregunta: "Dicen queAugusta ha muerto, no?".

    "Dicen", significa rumor, lo que se publica en las revistas. All, Guzmnes retratado como un bebedor, un fantico desquiciado. Demasiado amenudo, las revistas han publicado como verdad lo que resulta ser la crudadesinformacin que el Ejrcito produce con profusin. Le pregunto si havisto el video. No las escenas de Guzmn al lado del fretro, sino el baile, elvino, los abrazos amistosos. Segn algunos, la mujer que baila con Guzmnes Augusta antes de morir.

    "Esa no era Augusta", se apresura a decir el esposo de la amiga. "No era ella. A menos que haya cambiado tanto que est irreconocible".

    "Vimos el video como todo el mundo en la televisin. Y hemos ledo elartculo en las revistas. Pero ms all de eso, cmo podemos saber si escierto?".

    "Puede ser cierto?", pregunta la amiga de Augusta. "Es verdad, o no loes. Bueno", concluye el esposo, enfticamente.

    Su preocupacin me parece adecuada para alguien que recibe malasnoticias sobre amigos a los que no ha visto en mucho tiempo. Me cuentanque Augusta era alta.

    "Tan alta como yo?", pregunto. "Veamos".

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 51

    Me pongo de pie. Me miran como evalundome. "Era ms o menos asde alta", sentencia el esposo. "Buenamoza, 'cara lavada"'. Con la cara lavada,sin maquillaje. "Como t", dice por fin.

    Mientras hablan, me pregunto, cunto saben ellos sobre la muerte deAugusta? Es difcil creer que Augusta simplemente se alej de una queridaamiga de la niez. Despus de todo, le haba prometido seguir en contacto.Temo que su formalidad sea engaosa. En el comedor se sirve vino casero,aromatizado con una hierba fuerte y picante. Una de las hijas de la parejajuega con un beb, hacindolo saltar. Me cuentan que la muchacha era laconsentida de Augusta. La noche de su nacimiento, Osmn Morote trep elmuro del hospital para entregarles un poema escrito en su honor. Esa es la atmsfera, pienso, de aquellas jaranas de antao. Abimael y su linda esposano pueden haberse despedido sin ms, dejando slo besos y promesas de un pronto retorno. Son acaso las despedidas tan definitivas?

    La amiga de Augusta me acompaa al Toyota rojo, estacionado en laesquina. Me aprieta el brazo. Noto que ha llorado. Sin embargo, las lgrimasno traicionan su voz. Me siento mucho ms grande que ella, y ms distante. Augusta no era mi amiga.

    Especula una vez ms sobre lo ocurrido a Augusta. "En realidad, nadieest seguro", me atrevo a decir, en relacin a la muerte de Augusta. Soniasonre, asintiendo con la cabeza. Pienso que si Augusta hubiera tenido miestatura, la hubiera visto como yo ahora: su rostro levantado hacia el mo eiluminado por las estrellas como una ventana hmeda.

    * * *

    En la Trinchera Luminosa, el pabelln donde se mantena a las mujeres

    acusadas y sentenciadas por pertenecer a Sendero Luminoso hasta mayo de 1992, la imagen de Guzmn estaba presente por doquier. El

  • 52 R. Kirk 6 de mayo, la polica puso sitio a la prisin, con el objetivo de trasladar a los senderistas a otros lugares dispersos. Empezaron por las 130 mujeres, quienes les salieron al frente con dinamita, armas caseras y frascos de cidomuritico. Las mujeres escaparon a travs de un tnel que conectaba laTrinchera Luminosa con el pabelln de varones, y desde el cual lossenderistas montaron resistencia combinada. No hubo soledad nerviosadurante los cuatro das que se requirieron para vencerlas.

    La prisin ocupada, con sus paredes grises, apareca en la televisin como una ciudad bombardeada. Las granadas lanzadas al interior de lospabellones, a travs de agujeros practicados en el techo, los hacan despedirhumo por los respiraderos como si fueran mquinas locas. Agachados y conpesados chalecos antibalas, los policas corran por los techos. Da y noche, el himno nacional del Per sonaba a todo volumen por los altavoces. Los senderistas respondieron con sus propios himnos maostas. Para quienessiguieron los sucesos por televisin, pareca un suicidio en masa.

    Por aos, los senderistas se haban estado preparando para este momento. Es lo que se les haba enseado a esperar. Teniendo en mente un gloriososacrificio, haban excavado y fortificado los tneles bajo los pabellones conladrillos introducidos a la prisin clandestinamente. A travs de un telfonocelular, enviaban avances de informes a los familiares aglomerados fuera delpenal.

    El saldo mortal de la accin fue de 39 internos y tres policas. Segninformes periodsticos, cuando la polica finalmente ingres valindose de la fuerza, tena listas con los nombres de los dirigentes ms importantes. Todos ellos - a excepcin de Osmn Morote, el marido de Teresa - salieron de la prisin muertos, incluidas Janet Talavera, editora de El Diario, y Yovanka Pardav, considerada integrante del ComitCentral del Partido.

  • Las mujeres de Sendero Luminoso 53

    La toma de la prisin dio fin a un curiosa situacin. Los pocossenderistas que el gobierno haba podido capturar y procesar a travs delembrollado y corrupto sistema legal, eran luego enviados a una prisin queestaba bajo su propio control. All aprendan a convertirse en mejores senderistas. La prisin era su universidad. Aprendan ms canciones y lemas. En las maanas, hacan calistenia. En las tardes, practicaban emboscadas y"juicios populares". Conseguan sus propios ingredientes y preparaban sucomida. En rincones del patio, criaban patos, pollos y conejos, y cuidaban delas flores que haban sembrado. En das especiales, tenan bailes y perasrevolucionarias, versiones de las obras ms queridas de Jiang Qing. Loscuadros de nivel ms bajo se codeaban con la elite senderista. Y se decan as mismos, y a quienes quisieran orlos, que eran prisioneros polticos, losverdaderos representantes del pueblo, sufriendo abusos de un rgimenilegtimo.

    Laura Zambrano, conocida como la camarada Meche, fue liberada al cumplir su sentencia de 14 aos (reducida a siete aos, 11 meses y 15 das por "buena conducta") por la muerte de seis personas y al menos 28atentados con explosivos mientras diriga el comit militar a cargo de LimaMetropolitana. Segn el juez que firm su liberacin, se trataba de unaprisionera modelo. Ex maestra de secundaria, Laura dijo que reanudara la enseanza. Tambin demostr capacidad para tejer alfombras, seal el juez.El hecho de que las alfombras mostraran al Presidente Gonzalo conduciendo a las masas armadas hacia la victoria no pareci perturbarlo. La fidelidad del juez se apegaba al aspecto legal, no al sentido comn.

    El da de su liberacin, Zambrano fue directamente desde la puerta de laprisin hacia un auto que la esperaba y que la introdujo rpidamente en laclandestinidad. Menos de un ao despus, fue capturada junto con Guzmn.

    Cuando visit el pabelln de mujeres en febrero de

  • 54 R. Kirk 1991, Zambrano an estaba all. La reconoc por una foto publicada en El Diario. Su rostro cuadrado, sus quijadas pronunciadas, la frente surcada dearrugas, le daba un inexplicable parecido a Jiang Qing, no en la poca en quejugueteaba con Mao en las cuevas de Yenn sino mucho despus, cuando adopt los ternos severos que eran smbolo de la pureza de su ideologa. Elcabello, alisado con agua, estaba sujetado fuertemente sobre la nuca. Ella es la imagen de la "autmata asexuada" senderista, opuesta a la de Edith Lagos."Como parte de las legiones de hierro, mantenemos nuestra condicin deinvencibles con e